Algunos apuntes sobre el circuito de narraci贸n oral 2008
En la Biblioteca Manuel Alemán, en Agaete, cualquier cosa puede pasar. Es un espacio Abierto, luminoso, de cara al público.
Era la primera vez que visitaba la zona costera de Mogán. Esta parte del municipio carece, a día de hoy, de biblioteca pública. El espacio en el que narré es un lugar polivalente: en la parte alta, piscina; en la parte baja, escuela de música.
Esta sesión no estaba dentro del circuito, pero como fue una de las contadas que realicé, merece una atención en estos apuntes… Fue un encuentro con alumnado de Educación Infantil del Centro de Los Salesianos lleno de energía y buenas sensaciones. La atención y participación del grupo ayudó a que las 2 sesiones se desarrollaran como estaba previsto.
Entre zuecos y manolos es una obra de Inés Melado Sánchez que me acompañó durante la sesión de cuentos en Teror. Un encuentro con niños y niñas de este municipio algo extraño porque, como no es habitual por estos lugares, este año no participó ningún padre o madre. Los continuos cambios de los responsables de las bibliotecas municipales me han acompañado durante todas las jornadas.
Me unen muchos lazos con este municipio. No sé si esa será la razón, pero cada vez que cuento en Moya suceden cosas extraordinarias. Hace años, narré para tres niñas, pero fue divertidísimo y en esta jornada, me acompañaron niños, niñas y familias. Uno se siente arropado en un lugar lleno de vida. Así que el número, ante la calidad del auditorio, no tiene nada de importancia.
Cuando narras para personas especiales, tú eres el que te conviertes en diferente; pero eso no significa que no seas capaz de ofrecer el mismo repertorio, porque cada uno incorpora a la narración sus propios elementos vitales para completar la historia. Un momento lleno de calor, cuando en las calles de Valleseco, estábamos titiritando de frío.
Aquí faltan muchas imágenes y lugares: Guía, la Biblioteca Insular en Las Palmas de Gran Canaria, etc. Les pido mil ciento y tantas disculpas. Espero que estos breves apuntes hayan servido para agradecer a los que cuentan conmigo (Nieves, Macu, Irene, Esther…), a los que par ticiparon en las sesiones y a los que tuvieron el trabajo de llevarme de aquí para allá. ¡Hasta el próximo cuento!