El Antejard铆n
Fanzine No 7 - Noviembre de 2011 - Distribuci贸n Gratuita
El Antejardín. Fanzine Dirección · Diagramación Juan David Jaramillo Flórez.
Comité editorial Marcela Ceballos • Miguel Arango • Juan Jaramillo
Edición y corrección de textos Miguel Arango • Juan David Jaramillo
Colaboradores Laura Luna Cano
Fotografía Miguel Arango • Marcela Ceballos
Portada Sara Ramírez Distribución gratuita y de libre circulación Noviembre de 2011 Medellín • Colombia
www.antejardinoficina.com
“Si se trata de investigar aquello que la filosofía ha hecho ciencia de lo bello en la naturaleza y en el arte... No podría tratarse, de limitar a la emotividad escencialmente auditiva y visual del homo sapiens la noción de lo bello , sino de rebuscar, en toda la densidad de las percepciones, cómo se constituye en el tiempo y en el espacio, un código de las emociones asegurando al sujeto étnico lo más claro de la inserción afectiva en su sociedad.” Andre Leroi-Gourhan 3
MAC
Miguel Arango Marín
No soy un seguidor de los productos que continuamente está lanzando la híper industria tecnológica MAC. No me he metido a la página oficial de la empresa para ver el funcionamiento de los nuevos dispositivos, ni tampoco me he interesado por las innovaciones que ofrecen al mercado. Esto puede deberse a que soy un poco lento con respecto a los cambios vertiginosos de la tecnología, los cuales están encabezados por esta exitosa marca. Y también porque soy un fiel usuario y consumidor del pc, que, aunque inestable, lento y susceptible a cualquier virus; es un equipo de “combate” que contiene la plataforma con la que aprendí a navegar el complejo mundo digital y virtual. Es como si el pc, con el amable Windows XP, fuera el viejo carro con el que aprendí a manejar.
SIn embargo soy consiente que los productos MAC poseen una gran cantidad de atributos que los hacen bellos, elegantes, exclusivos y sobre todo irresistibles. Pues a parte de ser de los dispositivos tecnológicos más prestigiosos en el mercado, se dan el lujo de materializarlos de un modo excepcional, lo que sin duda ha contribuido enormemente al aumento de su popularidad. Como una muestra de lo que estoy diciendo, traeré tres testimonios de personas cercanas que han adquirido productos MAC y a quienes les pregunté sobre su relación con estos dispositivos en su vida cotidiana. “Yo compré un mac porque estaba cansado de pelear con los virus y con la inestabilidad del pc. Es decir, el mac no activa los virus y no se bloquea, funciona como debe funcionar un computador.
4
Eso fue lo primero, pero luego me deje seducir por sus hermosos acabados, por su singular ratón, por la limpieza de sus líneas y por los detalles tan finamente diseñados. Luego de comprarlo me enamoré de todas las otras diferencias, de su simplicidad de funcionamiento, de sus aplicaciones, de su interfase, en fin, ya no volvería a un pc, a no ser que me obligue la economía.” Ever Patiño-Diseñador. “El iPhone no es solo un celular para hacer llamadas, es todo un hobby en un objeto muy bonito. Puede ser muy útil con sus aplicaciones y acceso a internet, como también un facilitador absoluto de muchos tipos de ocio.” Lina MondragónComunicadora. “¿Por qué tengo un MacBook Pro?” “Me gusta porque es bonito y simple, es elegante. Además es una herramienta útil para editar video. También es fuerte y aguanta los descuidos de una usuaria no muy cuidadosa. Bueno y hay otro par de cosas que son muy importantes para mí. El teclado: las letras están separadas y no son ruidosas al tocarlas, y la pantalla: los colores hacen que uno disfrute mucho lo que ve.” Finalmente tener un Mac también ha sido un capricho” Ana Maria GonzálezComunicadora Por lo pronto el discurso MAC no me ha cautivado, pero posiblemente lo haga. Pues no sería extraño que en poco tiempo desarrollaran un producto que materialice de manera sencilla y perfectamente acabada mis más irrefrenables caprichos y que de paso me satisfaga alguna necesidad de mi vida profesional
5
Algunas categorías de lo bello Laura Luna Cano
Este texto consiste en una reseña del Capítulo V, del libro de VladislavTatarkiewicz Historia de seis ideas. En éste el autor se dedica a hacer una recapitulación de algunas de las cualidades que permiten experimentar la belleza en un objeto artístico y que han sido abordadas teóricamente por el pensamiento europeo. Estas variedades de la belleza, que consiguen que un objeto sea valorado “positivamente”, no son otra cosa que rasgos, como la gracia o la sutileza, que dotan a una obra de arte de una belleza singular, de una belleza diferenciable. Puesto que tales categorías pueden ser más o menos tipificadas gracias al aporte de distintos autores y al esfuerzo compilatorio del autor checo, se piensa que resulta valioso volver sobre ellas, como insumo teórico y conceptual para el arte, el diseño y la comunicación. Antes de comenzar es necesario hacer la salvedad de que las variedades de la belleza que se enuncian a continuación no son infalibles, exhaustivas o mutuamente excluyentes. Tampoco son inequívocas, pues históricamente ha habido diferencias de un lugar a otro, de una época a otra, diferencias entre autores, incluso en cuanto al término a usar para nombrar una misma cualidad.
Esta polémica se puede apreciar, si se revisa en detalle el texto de Tatarkiewicz, pues por razones de extensión esta reseña no lo permite. La aptitud: se valora en las cosas cuando se considera el fin para el que fueron hechas. Esta cualidad exige que sobre el objeto en cuestión se tenga una expectativa de funcionalidad, lo que implica de paso que se tenga una concepción amplia de la belleza (más allá de lo formal), pues de no ser así, sencillamente tal valoración no tiene lugar. El autor checo define la aptitud como “la belleza peculiar de los artículos utilitarios”. El Ornamento: en palabras de Trissino, que es citado por Tatarkiewicz , el ornamento dota al objeto artístico una belleza advenediza, artificiosa. El adorno u ornamento se opone o complementa, según
La aptitud: Le Corbusier. Unitéd’Habitation, Berlin photo G.E. Kidder Smith 1962.
6
el autor del que se trate, a la estructura y a la forma pura. Los distintos estilos y periodos han manifestado una actitud diferente frente a ambos componentes: algunos han defendido la estructura sin ornamento, mientras que otros han sentido gran debilidad por el adorno o han querido lograr un balance entre ambos elementos.
La gracia: Antoine Watteau. Two Studies of the Head and Shoulders of a Little Girl. 1717. Red, black, and white chalk on buff paper; drawn over black chalk sketch of legs. 7 3/8 x 9 5/8 inches (187 x 245 mm). Themorganlibrary&museum.
El ornamento:Jean-Honoré Fragonard. El columpio, Francia, 1767. Óleo sobre lienzo. 81x 64.2 cm. The Wallace collection, London.
La Atracción y la gracia: la primera consiste en una belleza externa y visual que históricamente se ha asociado con lo femenino y que se opone a una belleza espiritual e interna, asociada a lo masculino. La segunda es definida por Félibien como “aquello que agrada y se gana el corazón sin haber pasado por la mente” . Señala además Tatarkiewicz que en comparación con una belleza restringida, reglamentada y regular, la gracia agrada sin reglas. La gracia se da como apariencia natural, libre, no-forzada. La sutileza: está asociada a los conceptos de fineza y pequeñez. La sutileza se logra mediante una técnica delicada y esmerada. Asimismo el concepto evoca, desde el Renacimiento, una experiencia de lo bello a la que se accede luego de que se comprende y desenmaraña una cosa compleja y embrolladora.
La sublimidad: se define “como la capacidad de entusiasmar y elevar el espíritu unido a la grandiosidad del pensamiento y la profundidad de las emociones”. Lo sublime está emparentado con la grandeza,la gravedad y lo maravilloso. Frente a los sublime se experimenta vértigo, pues se está en presencia de lo inconmensurable y de lo inaprensible. Lo sublime está presente en las formas naturales, por ejemplo, en la caída del agua.
7
Lo realmente feo Miguel Arango Marín
Las sensaciones que se producen en nuestro cuerpo son en su mayoría el resultado de un estímulo que recibimos de aquello que percibimos con nuestros sentidos. Cuando estamos frente a algo que nos produce sensaciones placenteras y gratificantes, tratamos de definirlo con palabras y, en general, atinamos a nombrarlo como algo que es bello o que está cargado de atributos que nos llaman la atención y nos llena de gozo. Por otro lado cuando experimentamos sensaciones desagradables al percibir un objeto, que nos producen incomodidad y mal humor, lo verbalizamos como algo feo, sin atributos interesantes, que no es grato y que elimina el gozo. Por fortuna lo bello y lo feo no son siempre lo mismo para todas las personas. Pues la subjetividad aparece como generador de la sana diferencia y permite que a una persona que pueda parecerle algo extremadamente bello, considere como algo feo lo que a otra persona le parece sublime y viceversa. Teniendo claro lo anterior y escudándome en mi subjetividad, es que podré hablar de lo que a mi juicio puede denominarse como algo realmente feo y de mal gusto: la obra de Ramón Vázquez.
8
José Ramón Vázquez es un pintor antioqueño nacido en Ituango en 1922. Estudió en el Instituto de Bellas Artes y desde hace ya muchos años, por desgracia, se ha dedicado a pintar en nuestra ciudad. Para muchos es considerado un maestro y ha tenido la suerte de ser del gusto de diversos políticos de turno y de diversos empresarios, lo que ha dado como resultado una gran cantidad de murales estrafalarios de colores fosforescentes que han invadido un gran número de edificios públicos y privados de Medellín. Quienes han tenido la mala suerte de pasar varios minutos en la sala de espera de la sede centro de la Congregación Mariana y han sentido que sus dolencias empeoran, que su malestar aumenta y que su fiebre los lleva al delirio; es debido, según una teoría personal, a verse forzados a mirar el inmenso mural hecho por el “maestro” de
Ituango. Yo mismo lo he padecido y me he visto obligado a observar en detalle los trazos inconfundibles de artista, los colores verdes, rojos y rosado fofó tan característicos, las perspectivas mal logradas, los rostros deformados y lastimeros de los niños, los peces nadando en el aire buscando un surrealismo imposible, los cuerpos esbeltos y musculosos de los hombres y para cerrar el cuadro, la firma inconfundible del famoso pintor. El desagrado que me producen las obras de Vázquez es tan profundo e irracional que he tratado de construir un discurso para tratar de poner en palabras lo que siento, y es realmente difícil. Por lo pronto solo atinaré en comentar que su obra en términos generales es fea, y con ganas. Esta sensación puede deberse a que la composición de los personajes, el manejo fofo de la técnica y la recargada conjunción de los colores en las obras, se mezclan para dar como resultado propuestas pictóricas que al mirarlas me generan un malestar tal que pueden incluso dañarme el genio. Al buscar una explicación un poco más consciente que justificara mi exagerada reacción, me di cuenta que también me molestan los aspectos simbólicos representados en los temas que el autor escoge para pintar y la manera como lo hace. A lo que se le suma la arrogancia extrema del maestro que se hizo evidente en una entrevista que vi sobre la vida y obra del pintor hace un par de años. Como comenté al inicio, todo lo dicho no es más que un punto de vista frente a la obra del renombrado pintor. Sería interesante oír otras posiciones y discutirlas en busca de la construcción de un discurso ampliado y diverso. Pero eso sí, los argumentos deben ser de peso, pues para mí es más fácil poner en duda que el agua moja, que decir que la obra de Ramón Vázquez no es fea y de mal gusto.
9
10
11
12
13
14
15
El Antejardín es una publicación que recopila periódicamente reflexiones, ilustraciones, fotografías y otras expresiones que buscan mostrarle al lector múltiples puntos de vista cercanos a la disciplina del diseño. En cada número se reúnen pensamientos y opiniones que aportan a la construcción de una mirada ampliada de este quehacer creativo.
Encuéntranos contacto@antejardinoficina.com
www.antejardinoficina.com