Ensayo

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Antonio Lobato Rodríguez Málaga 25 de octubre de 2016

Custodia compartida Papás fondistas

En primer lugar dejar claro que no soy partidario de la custodia compartida universal como tampoco lo soy de la custodia materna por decreto. Cada caso debe ser valorado particularmente en función del bienestar del niño o niña, las circunstancias de los padres, el tipo de paternidad y maternidad que quieren ejercer, los motivos por los que quieren la custodia compartida o no, la trayectoria, etc. También entiendo que el desarrollo legislativo en cuanto a la custodia compartida no sea lo rápido que yo desearía dadas mis circunstancias, todavía son muchos los padres que renuncian a la custodia compartida en la creencia de que es lo mejor para sus hijos o simplemente por que no pueden o no quieren ejercerla. Estamos todavía en una sociedad machista, sobre todo en este ámbito, y son tanto padres como madres los que perpetúan esta situación. Igual que hay padres que piden la custodia compartida, por qué no hay casos en los que la madre exija judicialmente que el padre tenga que ejercer la paternidad. Estamos en el siglo XXI, y ya no somos una minoría aislada los y las que apostamos por la custodia compartida. En este ámbito, creo que hablo por muchos cuando digo que nuestros hijos e hijas y nosotros como padres nos sentimos desprotegidos. Argumentos psicológicos, existen numerosos estudios ya no sólo extranjeros, y todos apuntan a lo mismo: la “mejor formula”, tanto para el menor como para sus progenitores, es la que permite ejercer con igualdad la paternidad y la maternidad cuando ambos progenitores quieren y pueden hacerlo. Los niños y niñas necesitan tanto de la maternidad como de la paternidad en su desarrollo. La custodia compartida es el sistema en el que se presentan menos casos de alienación parental , permite una mejor conciliación de la vida laboral, personal y familiar en ambos progenitores lo cual revierte positivamente en el menor,

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tener vida personal rica es bueno para nuestros hijos, por otro lado están los derechos de los abuelos,… En fin, esto no es la receta del bizcocho, no existen formulas magistrales, se trata de un proceso de aprendizaje tanto para padres y madres como para hijos en que todos deben aprender a compartir su tiempo equitativamente. Luca siempre va a tener dos casas, en cualquiera de las situaciones, y mi experiencia como padre y docente me dice que la sensibilidad de los niños en este aspecto es mucho es mucho menos frágil que la de los adultos. Luca no conoce otra cosa, siempre ha tenido dos casas y nunca ha sido un problema para él eso. De cualquier forma, más allá de los argumentos psicológicos, mi principal argumento es de tipo moral. Cada vez es más mayor e inevitablemente surgen cuestiones, comparaciones, etc. ¿Qué le explico yo cuándo me pregunta por qué no puede quedarse conmigo? El actual régimen, con el que nunca he estado de acuerdo, me otorga un amplio “régimen de visitas”. Básicamente tengo casi todas las tardes de Luca. Es lógico que se halla construido un fuerte vínculo entre los dos y que quiera estar más conmigo, no porque sea mejor padre que nadie o mejor que la madre, simplemente tengo su tiempo de ocio, un tiempo “de calidad” como dicen algunos de forma autocomplaciente. La mayoría de los días su madre sólo lo ve para cenar y acostarlo y al revés, yo nunca puedo llevarlo o recogerlo del colegio y sólo 4 veces al mes cenar y acostarlo,.… Así no se puede ser padre y madre. Ser padre no es merendar, jugar y baño, eso comprimido en tres horas a las que hay que quitarle las idas y venidas y todo bajo la constante “venga tirarrón que vamos tarde”. Es por eso que planteo de nuevo la pregunta, ¿Qué le digo cuando me pregunta por qué esta tarde no puede quedarse conmigo? Le miento, le digo que no puedo, que es mejor para él, que no hay otra fórmula, que es mejor que siempre duerma en el mismo sitio, que eso es lo justo. No. Sí digo que para mí que ejercer la paternidad plenamente es incompatible con un régimen de visitas o con “el día para ir con papi”. Luca ya ha aprendido a compartir su tiempo con los dos. ¿Qué se dice cuando tu hijo pregunta por las mañanas si hoy va a ver a su papi o a su mami? ¿Qué pasa cuando él ya empieza a hacer sus cuentas?

Ya tiene

percepciones e interpretaciones de su propia situación, intereses y muy pronto sentido de la justicia.

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Se tratara de igualdad y justicia, un argumento que va a redundar en nuestro hijo más temprano que tarde. Repito, qué pasa con su visión sobre la forma de organizarnos. Él ya hace valoraciones, tiene percepciones, e intereses, él ya es parte. Qué argumento le damos, qué le vamos a decir, ¿qué no puedo o que estoy trabajando? El único argumento sin dobleces es la igualdad. Lo repito, él único argumento sólido que le podemos dar es la igualdad, tanto para madre como para el padre. Luca es muy inteligente. Luca necesita saber que su padre y su madre son los mejores del mundo, que son justos, que lo quieren incondicionalmente, que siempre están ahí. Trabajar tu relación con tu hijo o hija no implica romper el vinculo con su madre o padre. En mi caso, que Luca quiera estar más conmigo no es malo. Es normal que los hijos e hijas plateen ese tipo de cuestiones, lo hacen también en las familias “estructuras” y nadie se rasga las vestiduras: “quiero más a mamá o quiero más a papá”. Los regímenes de visita no hacen más que alimentar este tipo de situaciones, así lo he dicho y redicho, por escrito, verbalmente, en demandas, recursos,… Por otro lado, una custodia no puedo estar supeditada a las circunstancias laborales y personales dude cada uno, debe atender al interés del menor. Por qué aclarar esto que es tan obvio,… lo digo porque también están muy extendidas la fórmulas “ayudo a la madre cuando ella no puede atenderlo” (la versión más “benévola”) o “sólo puedo ejercer la paternidad en los huecos que la madre no puede” ambas profundamente machistas y en las dos, con consentimiento o no, todos resultan perjudicados. Veis, el machismo no sólo es un problema para la mujeres. Por supuesto, cuando no puede ser no puede ser. Por ejemplo, cuando alguno de los progenitores tiene que trabajar fuera o tiene un horario realmente incompatible. Yo he vivido esa situación en mis propias carnes y sé lo dura que es. Cuando Luca tenía apenas un añito me destinaron a Benaoján. No podía estar con él a diario, era imposible. Pero bueno, ahí está la determinación y las prioridades de cada uno. Hacer carrera en Benaoján o estar con mi hijo. Lo tuve claro, aquello duró un curso, 9 meses, pero bien largo se me hizo.

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Ejercer a parternidad o la maternidad no puede basarse en rellenar los huecos o carencias del otro. Por supuestos hay que apoyarse y a todos nos surgen situaciones inesperadas, compromisos, cursos, eventos, cambios de horarios,… pero eso no puede ser la tónica general. En mi caso, yo siempre puedo atender a Luca y si la madre no puede en su horario siempre voy a estar ahí, pero mi tiempo con Luca es mi tiempo con Luca. Primero porque él necesita ese orden, esa estabilidad y porque yo también tengo mi vida, mi familia, mis circunstancias. Como adultos, cada uno debe ser responsable de su situación y uno debe intentar por todos los medios que sus problemas no se transfieran a los demás, a los hijos, pareja, familia, a la otra parte, a la familia de la otra parte, etc. Cualquier cambio que no atienda al interés del niño no es un buen cambio. Puedo entender que muchas madres al leer esto sintáis miedo o incluso os sintáis amenazadas. Lo entiendo porque yo también he sentido exactamente lo mismo “me quiere quitar a mi hijo”. El miedo es la peor de la emociones, nos paraliza, nos hace justificar lo injustificable y por miedo se han hecho barbaridades. Por tanto, no sintáis miedo que no queremos quitaros a nadie. Simplemente queremos ser tan padres como vosotras madres. Llegados a este punto seguramente algunas y algunos acudirán al clásico “pero una madre es una madre”. Correcto, una madre es una madre y un padre es un padre. Tranquilos padres y madres que perpetúan los modelos patriarcales, algunos incluso que se dan palmadas en el pecho diciendo lo progresistas o feministas que son, no quiero ser madre, y menos bajo vuestro modelo de familia, quiero ser padre aunque comparta muchos más valores femeninos que muchas de vosotras. Alguno y alguna también dirá, “es que todos os extremos son malos, tanto machismo como feminismo”. No, el machismo sitúa a un genero sobre otro, mientras que el feminismo no. Se puede ser hombre feminista y por supuesto mujer machista, y no os engañéis el machismo es perjudicial tanto para mujeres como para hombres. Como decía antes, Luca necesita saber que sus padres son los mejores del mundo. Que escuche lo contrario no es bueno para él. Me gusta pensar que cuando una madre calumnia a un padre o al revés, lo hace por miedo. Me gusta pensar así porque es la versión más humana, la menos mala. Cuando lo hace delante del niño igualmente me parece una aberración pero cuando además se hace por intereses jurídicos, económicos, como estrategia o con algún tipo de objetivo, además de parecerme inmoral, me parece ilegal.

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Sé que puede sonar duro, pero por el bien de los niños esto debería estar mucho más perseguido. No puede ser que el 90 % del contenido de una demanda se dedique a difamar y sólo un poquito a decir lo que tú quieres para tu hijo o hija. Me parece ilegal que las demandas y denuncias se utilicen “para” independientemente de que halla “por” o no. Y me gustaría dejar bien claro lo siguiente: estas cosas no son “las cosas de los abogados”, mi abogado nunca ha escrito nada con o que yo no estuviera de acuerdo, mis demandas son eso: demandas de lo que quiero para mi hijo. Los abogados te dicen lo que puedes hacer para pero tú eres el que decide. Decide pensando en tu hijo, demanda aquello que pueda leer tu hijo cuando sea mayor, “mira hijo, esto es lo que siempre he querido para ti”. Bueno, también he tocado de refilón el tema económico y no es un tema baladí. Hay padres que utilizan la custodia compartida como excusa para no tener que pasar la pensión a sus hijos, pero no porque quieran ejercer al paternidad. No os engañéis además de unos irresponsables por no cubrir las necesidades económicas de vuestros hijos sois unas malas personas. Por otro lado, también hay madres que quieren la custodia por la pensión, el piso, … sí, también las hay aunque también busquen justificaciones de todo tipo. Entiendo que hoy día hay situaciones económicas muy críticas y renunciar una pensión puede ser muy duro cuando solo se percibe una ayuda y es cierto que el paro es todavía más agudo en las mujeres que en los hombres. También es cierto que hay padres que aún trabajando se ven abocados a la pobreza o a vivir con sus familias para poder atender a las pensiones de sus hijos e hijas. Es una paradoja porque esa misma situación puede ser una traba a la hora de luchar por la custodia compartida, no tener ni medios ni donde atender a tus hijos. Mi argumento es el mismo de siempre, lo primero es el interés del niño. No puede ser que halla un abismo entre la situación económica de la madre y la del padre. Si realmente se apuesta por la custodia compartida y por el bien del niño debe establecerse una compensación en estos casos, es decir, de alguna forma se debe garantizar que el niño tenga el mismo poder adquisitivo en los dos ambientes familiares. Yo soy un afortunado en este sentido, quiero y puedo ejercer la paternidad y tengo estabilidad laboral y unos ingresos normales que me permiten no sin dificultades pagar pensión, alquiler, préstamo de coche, gasolina, gastos,… como todos y todas, pero, ¿cuando

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termináis de pagar os queda algo? Claro que sería más fácil si alquilo un apartamento pero entonces, si quieres ser padre,… claro que me gusta comprarle yo mismo la ropa a pesar de que para eso tiene la pensión, ¿me tengo que privar de eso? Algunos padres no van de tiendas porque no quieren y otros porque no pueden, por no hablar de los dos dos armarios,… Por otro lado, las pensiones son para los hijos, qué ocurre cuando claramente no se destina el dinero a ellos, existe alguna forma de garantizar que el dinero se gasta en ellos. No. Cada caso es un mundo y trazar un linea sería injusto para todos y todas. Lo que sí tengo claro es que, para mí, esto ya es un tema bochornoso, lo primero es el bienestar de Luca y para ello es necesario cierta estabilidad económica. En ninguna demanda, recurso o acuerdo he olvidado esta responsabilidad y por supuesto nunca ha sido el motivo para apostar por la custodia compartida. Por último, ya puestos puestos a defender mi honorabilidad, también resulta cansino y a veces ridículo tener que “demostrar” continuamente que soy un buen padre. Es otro de los grandes legados de la cultura machista. A las mujeres se os presupone esta habilidad como una capacidad innata, inherente a vuestro género. Los hombres en cambio tenemos que aprenderlo y en el mejor de los casos llegamos a comportarnos casi como vosotras. En estos casos resulta un hombre extraordinario, todo “un padrazo” que es capaz de cuidar a su hijo. Sé que la mayoría lo hacéis con buena intención, cuando decís “y lo bañas y todo” , “cómo te las apañas sólo” o “hasta le hace de comer”, pero además de hacernos un flaco favor, no sabéis el daño que podéis llegar a hacer. No sé que decir, para mí mi hijo es amor, lo admiro, es mi gran pasión y para nada es un trabajo cuidarlo, al revés, es mi vida, disfruto compartiendo mi tiempo con él, enseñándole y aprendiendo con y de él. Es mucho más lo que recibe uno que lo que da. Es amor puro, incondicional. Tampoco voy a entrar en quien hace más o menos, pero para os quedéis tranquilos, yo hago de todo y todo con amor, igual que una mujer y mi único interés es él. En este aspecto también tengo mucha suerte por que su madre gasta el mismo amor que yo independientemente de nuestras diferencias en algunos aspectos de la crianza, cuidados, etc. Acaso no hay diferencias en las “familias estructuradas”.

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En fin, por todos estos motivos pienso que “no puedo ser un visitante” para mi hijo y apuesto claramente por la custodia compartida dadas las circunstancias, primero por el bienestar de Luca y también por el de la madre y el mío, por justicia y por concepto, un régimen de visita me parece una aberración para un padre que quiere ser padre. Esto es una carrera de fondo, la legislación y la sociedad van lentas , más de lo que nos gustaría, pero no por ello tenemos que resignarnos a ser visitantes. Algún día llegaré a la meta, eso es seguro, porque además de con la cabeza corro con el corazón. Sé lo que me digo, soy fondista. Así que ánimo a los que están en mi situación o estáis empezando, corred tranquilos, que llegaremos, pero no paréis de correr papás fondistas.

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