lo exquisito en el cada ver rodrigo bravo novoa
Las pinturas de Rodrigo Bravo exhibidas en esta exposición son el resultado de una original búsqueda expresiva con la pintura y con el soporte de la tela. Se trata de una exploración y expresión que va más lejos que las formas convencionales de usar estos medios. Intenta ser consecuente con la idea del azar en la pintura, con algo más que incorporar pigmentos sobre la tela de manera aleatoria. Lo que realiza Rodrigo sobre esta superficie es un proceso de materialización de la pintura desde la tridimensionalidad, es decir, instala la problemática de la pintura a partir del volumen que genera por medio de la incorporación y estructuración de restos de ramas y otro tipo de materialidades encontradas en el entorno de su taller. Es así como, a modo de soporte, reemplaza la superficie lisa del bastidor o muro por la acumulación de residuos, construyendo volúmenes en el suelo para luego cubrirlos con las telas y, sobre estas, dejar escurrir los pigmentos en toda la superficie que, siguiendo el curso de los volúmenes, crea formas y direcciones de acuerdo a los relieves y ángulos de la tela. Esta estrategia, una suerte de modulación pictórica desde lo volumétrico, sitúa a Rodrigo Bravo en una privilegiada relación en torno a la pregunta sobre la incertidumbre presente en todo acto de pintar que tiene su motivación en una suerte de acto performativo del pintar.
presentación
roberto farriol g.
Director Museo de Bellas Artes
LO EXQUISITO EN EL CADA VER
“Las ideas son como peces. Si quieres pescar pececitos, puedes permanecer en la superficie, de lo contrario tienes que adentrarte en aguas más profundas.”
david lynch
lo exquisito en el cada ver
Soy pintor y hace 2 años que no utilizo un pincel. Trabajo con el azar y el proceso alucinatorio de las formas que adquiere la pintura cuando es vaciada sobre una tela con relieves. El soporte de esta pintura no es el “tradicional” plano sino el volumen que se forma al colocar la tela sobre una distribución azarosa de objetos (matriz). Así llegué a pinturas más cercanas a la presentación del material que a la representación, y junto a estas, la necesidad de ponerles título. En este ejercicio, la palabra adquiere relevancia: el título dirige (¿y coarta?) la mirada hacia la obra, y con mayor efecto en el caso de pinturas no figurativas. Encontré una serie de libros importantes en mi vida y recordé la fascinación por los cadáveres exquisitos: aquella técnica usada por los surrealistas, en la cual los participantes escriben por turno en una hoja de papel, la doblan para cubrir parte de la escritura, y después el siguiente integrante escribe un texto a continuación de la escritura que ha quedado descubierta. Creo que el texto resultante transmite (y registra) parte del inconsciente colectivo de las personas que participaron. Y descubrí que tanto los cadáveres exquisitos como la pintura que realizaba, utilizan el azar y el automatismo en sus procesos, logrando crear maneras de procrear, es decir, sacar de una imagen muchas más. Los títulos de estos cuadros son cadáveres exquisitos de los libros encontrados. Ahí surgió el título de la serie, “Lo exquisito en el cada ver”: un intento por recordar el ver (adentro y afuera) como si estuviésemos en las vísperas de algo irreparable.
rodrigo bravo novoa Santiago de Chile, 2014
“Construimos imágenes en nuestra mente a partir de trazos, indicios, palabras y fragmentos. Cuando varios observadores ven lo mismo en una determinada circunstancia, no hay lugar para la imaginación. Pero cuando varios observadores pueden interpretar los fragmentos de distintas formas, la imaginación puede llevarlos a uno de los viajes más inspiradores e inesperados”
www.rodrigobravo.cl
peter jenny
Auspicia
Fotografías y video: Andrés Aguirre L. Diseño y diagramación: Daniel López P. Impresión: Imprenta Atelier Desarrollo web: Diego Espinoza E.
equipo catálogo
A mi mujer, Daniela González (mi Negrita), por su fundamental Amor y su constante apoyo, a mi hijo Lucas por mostrarme lo esencial y a mi familia de origen por ser la historia basal que me construyó. A Roberto Farriol por ver lo que no vi y a Eduardo Vilches por cambiarme el ojo. A Michelle Piaggio, Erika O´Shee, Nancy Zepeda y Ángela Macclure, del taller, por acompañar este proceso y por sus constantes aportes. A los amigos que me han ayudado e inspirado con sus vivencias y sus sueños, en especial a: Jorge Romero (Coke), Andrés Aguirre (Cuto), Soledad Águila (Sole), Nayra Ilic, Francisca Sánchez, Javier Arentsen y Marina Piraces. Y a todas las personas que hicieron posible en forma (in)directa “Lo exquisito en el cada ver”.
agradecimientos
www.rodrigobravo.cl Auspicia