UN E I\J ~ () (J lJ E ~'l- O L O G I e O U~ LA 1NVEST IG/\CION EN
EL
DFSARI~OLL_O
INFANTIL JOHN B0i4LBY Trabajo leido por el Dr. John BowZby en la conferencia anual de la Sociedad de psicologia Britanica;; Sto Andrews~ 29 ma:t'zo31957.
Un
problema central para la psicología social y clínica es la naturalezay el desarrollo de las relaciones que el niño establece con los seres que lo rodean. Los psicólogos tienden a adoptar dos enfoques distin tos: si tienen formación acadéEica y experimental, tienden a favorecer una u otra forma de teoría del aprendizaje; si:~::enen fomación clínica, tienden a seguir una u otra forma del psicoanalisis. Ambos enfoques han aportado trabajos valiosos. Sin embargo, los intentos de -relacionar am~ bos puntos de vista han sido infrecuentes y poco exitosos, mientras que la crítica y la desconfianza mutua han sido la regla. Desde el comienzo~ el psicoanalisis ha concebido las relaciones sociales del ser humano como mediadas por instintos que tienen raiz biológi~ ca y que impulsan el sujeto a la acci6n. Gran parte de la teoria psicoanalítica se ha ocupado de estos instintos, su aparición seriada.y graexitosa organizacion dual en la ontogenia, su progresiva y noaiempre para fo~rtotalidades más complejas, los conflictos que surgen cuando dos o más instintos son incompatibles e simultaneamente activos, la ansiedad y culpa que ocasionan, 13.s defensas que entran en juego para manejarlos. Interesados en estas pasiones humanas primitivas, los psicoanalistas se impacientan con el enfoque de la teoría del aprendizaje. En este marco referencial parece haber poco lugar para las motivaciones y los sentimientos humanos que surgen de profur..didcidesinconcientes e irracionales. Desde (.\1punto de vista cllnico el teórico del apnmd:i_zaj e está siempretratanao infructuosamente de li¡:ri_tar la descordante natura leza humana aun' casillero' teo::.-ico. De la misma manera, losteóricos del aprendizaje c~itican el psicoanali siso Las definiciones del instinto son notoriamente ins.:.tisfac.t.orias, tienden a perderse en lo alegórico. Las historias clínicas son volumino sas,'pero las observaciones sistemati7.adasno abundan. El método experI mental brilla por su auselí.ci.é:., Peor aún, las hipotesis son frecuenteme!;'"
y
John Bowlby
te presentadas de tal manera que no pueden ser puestéa fecto fatal para el progreso cierttífico. La teoría ¿~ gún sus adherentes, define sus terminas, enuncia sus operacional, y procede a ptobarlas con e~perimentaci~ señada.
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Como persona que trata de ser a la vez clínico y h~~~a =2 C~ estado siempre agudamente conciente de este conflictc. := encontrado que el enfoque de Freud es más fructífer pedo de procesos psicológicos de vigencia clínica ln-Eé~~~ también sus conceptos de un inconciente dinamico ha 5~~ ~====~_ practica y útil de ordenar los datos. Pero como honb~a ~a =~= sentido inquieto en cuanto al status poco confiable ea ~~. c: tras observaciones, la obscuridad de muchas de nuestras ~:-==; te todo, la falta de esa tradición que exige que las t:.::..:;:::::.a=::':; estas a prueba. A estos defectos, creo yo, se deben frecuentemente calurosas y estériles, que han caracter~z¿~: ~ ,¿ Como, me he preguntado, junto con ~: del psicoanálisis. podemos someter el psicoanálisis a mayor disciplina cie::.:.::.::':..crificar sus contribuciones esenciales? Fué con estas inquietudes in mente, que hace unos a5~s primera vez con los trabajos de los etólogos. En seg~~-~ atención. Había aquí un grupo de biólogos, estudianc de animales salvajes, que estaban, no solo usando co:::c=:;:::..:; to, conflicto y mecanismo de defensa, llamativamente :;::~~=~:~E ~ que' se usan en clínica humana, sino que también hac1~ :::¿=~::;c~,_ ravillosamente detalladas de la conducta,' y que habl:- -=- ::-~:: .:: cas experimentales para poner a prueba sus hipótesis7" ~:- == :~'':: ,nezco tan bien impresionado como en ese momento. La e:.=:==A~ está estudiando los hechos relevantes en una foma .. to estudia el desarrollo de la conducta social, y €S?=-c':" ;-.=- =: rrollo de relaciones familiares en especies animales ~~_~:7,~ que está estudiando conducta análoga, y muchas veces ~~Lc~ .~ nos concierne en la clínica hUnk~na. En tanto usa hipótesís con conceptos y experimentos operaciona--p-::~- '::==;-'';'::.:.:~ tá usando un método científ::co riguroso. Claro estáJ E=~:I '::=-=;:;-==:0 :.= ser probado en el crisol de la investigación sabr~2 s~ =~--u.~~ enfoque tan fructífero en los humanos como 10 ha s::..c.:: c=. ::<E .:-:--= .._inferiores. Pienso que puede proveer los concep':c5 -~:-c..:::=:-':::E tegrar y aprovechar datos e ideas provenientes ce pecial los del psicoanálisis, de la teoría del a?=~'~~-==:. Y ~: ~~~a:.. Haciendo una breve revisión de las principales foque etológico. comenzaré con el trabajo de De~que era etólogo antes de inventarse el término, S~G investigación básica de la etología es la evoluc~c~ través del proceso de selección natural.
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~~=~: ~a ~
~_
Un enfoque
etológico
de la investigación
en el desarrollo
infantil.
En "El Origen de las Especies" que fue escrito hace exactamente un siglo, Darwin dedica un capítulo al Instinto, haciendo notar que cada especie esta dotada de su propio repertorio de pautas de conducta, de la misma manera que esta dotada de sus propias peculiaridades de estructura anatómica. Enfatizandoque IIlos instintos son tan importantes como las estructuras anatómicas para el bienestar de cada especie" él adelan ta la hipótesis de que "todos los instintos mas complejos y maravillosos" se han originado por el proceso de la selección natural, habiendo preservado las variaciones que son biológicamente ventajosas. Ilustra su'tesis haciendo referenciá a los rasgos de conducta de varias espe cies de insectos, tales como las hormigas y abejas, y aves, tales como el cuclillo. ' Desde la época de Darvrin, los zoólogos se han dedicado a describir y ca talogar aquellas pautas de conducta que son características de una espe cie, y que, aunque en cierto grado variables, son tan típicas como el pecho rojo del petirrojo o las estrías del tigre. No podemos confundir la conducta de puesta de huevos del cuclillo con la del ganso, la micci ón del caballo con la del perro, el cortejo del colimbo con la,de las ~ ves de co:rral. En cada caso la pauta lleva el sello de la especie en c~ estión, y por ende es especies-específic:a, usando un término poco elegante pero útil. Ya que estas pautas se ,desarrollan en formacaracterís tica en casi todos los individuos de la ,especie, y aún en individuos criados en aislamiento, es evidente que 'son en gran medida innatas y no aprendidas. Por otra parte, encontramos individuos donde estas pautas no se han desarrollado, o lo han hecho en una forma particular, y podemos concluir que el entorno juega también su rol. Esto nos recuerda que en los organismos vivientes ni estructura nifuncion.se pueden desarrollar salvo que exista un retornos y que por más fuerte que sea la heren cia, la forma precisa que toman estructura y funcion depende de ta natu raleza de ese entorno~ Las pautas de conducta especie-específicas que nos interesan son frecuentemente muy complejas. No hay más que considerar el pájaro de cola larga construyendo su hermoso nido abovedado, recubierto de liquen~Esto involucra buscar un lugár, juntar'musgo y luego telaraña para cons truir la plataforma, luego, gradualmente por medio de movimientos laterales ,mientras el pájaro per~anece en la plataforma, hilar el musgo hasta formar la copa. La cop~ crece en forma progresiva a medida que el pájaro lo construye alrededor suyo, hasta que se completa la bóveda. Mientras tanto se ha agregado liquen por afuera y se ha dejado un agujero de entrada. Finalmente, se refuerza la entrada, y se forra el nido con plumas. En esta sorprendente ejecución hay 14 distintos tipos de movialgunas comunes a ptras especies, a! miento y combinación de movimiento, gunas específicas de esta especie, cada una adaptada al entorno de la p~ reja que anida, y todo tan organizado en tiempo y espacio que el result~ do f±nal es u~a estructura coherente, distinta de las otras estructuras que se (mcuentran en la naturaleza, que tiene una función vital en la su
3
John Bowlby
pervivencia
de los paros
como raza.
(Tinbetgen,
citado
por _
_e,1956)
Otras pautas son mucho más simples. Cuando sacudimos el nido ¿e: =irlo aparecen las cabezas de los pichones, cada cual con el pico a~ie=to de par en par; cuando ponemos un pollito de veinte horas sobre I'~~ ~2SZ, frente a granos de alime-nto, picotea exitosamente. Pero aún es~GS ?autas simples son menos simples de 10 que parece a primera vista. :Zrespuesta de'·boqueo I de los mirlos pequeños es evocado y orie::ttaio?or una gestalt visual, y no solo por sacudir el nido. El picotea ?ollitoestá tan organizado en tiempo y espacio que cada grano de ~~e::t:c es asido. Es evidente que estas conductas no pueden ser simples re=:e:os.&n primer lugar su organización es mas compleja y esta dirigida a :a co~¿uc ta en un nivel molar, en segundo lugar, una vez activadas pos erza motivacional propia que cesa solo en determinadas circUC3-~-~i2S.
ea:
Los etólogos se dedican al estudio de estas pautas de conduc:E. es?ecieespecíficas. El término etólogo deriva del griego 'Ethos' que si5~::ica 'acerca de la naturaleza de la cosa'. Desde el tienpo de Dar~ ~ ee los principales propósitos de estos estudios es taxonómico: es ¿a~ir, el ordenamiento de especies con referencia a sus parientes 2ás ?=é~--5, ac tuales o extintos. Se ha encontrado que a pesar de una variG3~~i¿ai ? tencia1, la fijeza relativa de estas pautas de comportamie::.::::: 2:: "'",::¿i~ tintas especies de peces y aves es tal que puede ser utiliz~c.::?ara fines de clasificación, con tanta confiabi1idad como el de 1=.5 as:~.::turas anatómicas. Visitando la estación de investigación de Konra¿ en Alemania, quedamos impresionados por el interés que mantie:l2 :s::e a.utor ~n la revis·ion de la clasificación taxonómica de patos y g;::"'<:'::5 USa:l.d como criterio las pautas de conducta. De la misma manera, e: ~terés Da yor .de Niko Tinbergen es hacer un inventario descriptivo CQC?:etc en t~~ minas de conducta de muchas especies de gaviotas. Yo enfat:..zoésto para mostrarles hasta que punto estas pautas de conducta sen ES?ccícicas de la especie, innatas, y tan características del organisco ca=c :0 sen sus huesos.
:~~~?
A esta altura me doy cuenta que algunos lectores pued~ estar pacientes. Podrán decir: "Si, todo esto es muy interes~te así en peces y aves, pero, estamos seguros. de si esto se a. míferos no se caracteriza por su gran variabilidad y ?or a: gra que juega el aprendizaje? Estamos seguros de que en los -~~í=er pautas de conducta heredadas? E1etologo contestara: Si, es verdad que la conducta mamífera es más variable y que el aprendizaje jcega un rol más importante, pero sin embargo cada especie exhibe co~ductas distintivas, vinculadas a la locomoción, alimentación, cortejo, apareaoiento y cuidado de la prole. Parece improbable que estas pautas sean totalmente aprendidas. Además, Beach con ratas, y Collías y Blauvelt con chivos,
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Para una discusión
de los términos
ver Tinbergen
1955
Un
enfoque
etológico
de la investigación
en el desarrollo
infantil
han demostrado ·que es productivo estudiar esta conducta por los mis~os métodos, y conceptualizar los datos en la misma forma que ya se ha demostrado tan fructífera en el estudio de los vertebrados inferiores. En cuanto a las pautas de conducta, no hay evidencia de un hiatus entre p~ ces, aves y mamíferos~ como no lo hay tampoco en cuanto a estructuras a natómicas. Al contr.ario, pese a la apariciór. de aspectos nuevos, exis-ten todos los signos de un continuum evolutivo. Pautas in~atas de conducta siguen siendo tan importantes en la medicación de los procesos biológicos basicos en los mamíferos como lo son en las especies mas infe~iores; y en tanto que el humano comparte los componentes anatómicos y fisiológicos de estos procesos, con los mamíferos inferiores, sería llamativo que no comparta algunos de sus componentes conductuales. A los efectos taxonónicos la descripcion de las pautas de conducta puede ser suficiente, pero para las ciencias de la conducta, sin embargo, denemos saber mucho DkqS. En particular, debemos saber, en tanto sea posible, cuales son las condiciones, tanto internas como externas que gobiernan la pauta .. Los etologos han contribuído en forma importante a nuestros conOClmlentos sobre los hechos relevantes externas .a1 organismo. Heinroth fuéel primero en demostrar que las pautas de conducta especie-específicas eran activadas por la percepción de gesta1ts áud1tivos o visuales a las cua'les son innatamente sensibles. Un ejemplo conocido de esto es la resp'.lesta de apareamiento del gasterósteo macho. Esto fue analizado por medio de simulacros de varias formas y ·colores. La yespuesta es evoca.da por la percepción de una forma parecida a la de la hembra preñada. Otros ejemplos son la respuesta de abrir e1 pico de pichón de gaviota,.evocado por la percepción de un punto rojo parecido al que tiene el pico del adulto, y la respuesta de ataque del petirrojo ~cho, evocado parla percepción de un manojo de plumas rojas similares a los que se encuentran en el pe-· cho del rival. En estos tres casos, la respuesta parece ser despertada por la percepción de una gestalt simple, denominada 'estímulo signo'. Una gran cantidad de investigación etológicaha sido destir.eda a la i~2n tifié~cion de los es~imulos signo que despiertan conductas especie-espe~ cíficas en peces y aves. En tanto muchas de estas pautas median conducta s~cial (cortéjo, apareamiento, alimentación de los pic~oness seguimiento de.los progenitores por los pichones) se ha arrojado luz sobre la nat~ra léza del vínculo social. En muchas especies se ha demostrado que conductas con fines de apare&ffiiento y reproducción. son controlanas por la percepción de estímulos-signo presentados por uiembros de la micmE especie, tales como la abertura en abanico de lacola~ el color del pico, el canto, las características esenciales de estos estímulos s~endolas de gestalten simyLes. E3toS estímulos-signo se conocen por el nombre de 'desen cadenadores sociales'. Recientemeilte,
Beach,
un psicologo
americano,
se ha ocupa¿~
de 16s estí-
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John Bowlby
mulos externos, tratando de determinar si son tan s";-?':sss:::':05 -:>~ífe roscomo 10 son en peces y aves. Sus investigaciones so:::::-<: ::.~'.:Ct.e.s de apareamiento de la rata macho, y de recuperación de ~ ~r=':s ___-E neo::<:0 bra, están basados en métodos y conceptos muy sí~ilarcs e ::r.:lclucu ela europea de Etología. Beach y Jaynes (1956) he ::2: :..::.5 ::.-;.. = -.~ .. es siones que a primera vista parecen diferenciar La ré~~ inferiores. Concluyen que ambas respuestas depe~~ ¿e :.~~~= es ;s~ÍJu; 10 que son multisensoriales. Sin embargo Beac _ sonal, ha apoyado la hipótesis avanzada por TiLbe=g~. fragmenta la respuesta materna total de la he=br~ ~~~ ~ 32CC~=:::SS individuales podría ser que cada elemento en le ?~~ -;=:~=.5::7E se¿ de hecho controlada por una señal sensorial sÍC?:'e··. ~ .; -..;:::-~ ::=-r-,ica.~ agrega: "L a con ducta de mann~f eros =.llY ]c:";;:''''".~ - ~ -"-: -::~c::: . cJ.on ?=::r:.z estar gobernada por controles sensoriales -~ .•. S~~':C5 ::s :'':.= :..~s::?C=an en los adu1tos".y que es más probable tados por algo aproximado a un est~ ------viniendo de un investigador de la c_: .. - _,.~-::;....,¡. _ •...• ..:::......0::.-- =- __ ~ . de que el enfoque etológíco ouece
.:=~
le es-
- ---------
La investigación tambien puede aclarar co~¿::c::~ss ~:c=-~5 a: ~r5~~ismo que son necesarias para la activació _ y del siste=a ne=-~oso c~:ra-. c==o en incluyen la mad~ración so~tica el caso del vuelo en aves jóvenes; el balance enrlócr~o, c~ s= e': caso de la conducta sexual en casi todos los vertebrados. Incluye =~~ié= la activación reciente de la pauta de conducta, ya que es sabico que =uchas actividades instintivas son más difíciles de evocar si recient~te estuvieron en actividad. En casi todos los animales es más difícil ¿espertar la conducta sexual después de la copulación reciente. Esto, y otros cambios comparables, son evidentemente debidos a un caQbio en el org2lli~ mo mismo, y en muchos casos la investigación demuestra que este c~bio ocurre dentro del sistema nervioso central. Para explicar esto Lorenz (1950) postuló la existencia de una serie de reservorios, cada cual lleno de'energía específica de reacción' apropiada a determinada pauta de comportamiento. Se postdlaba que cada reservorio era controlado por una vívula, (el mecanismo desencadenador innato o MOI) que podía ser abierta por el estímulo-signo apropiado, de manera que la energía específica de reacción podría ser descargada en la ejecución de la conducta específica. Cuando la energía se disipaba, la conducta cesaba. Posteriormente, suponía el, la válvula se cerraba? la energía se acumulaba nuevamente y después de un tiempo el proceso se pod$a repetir. Este modelo psico-hidráulico del instinto, con su reservorio y acumulación de 'energía' tiene un parecido obvio a la teoría de los instintos avanzada por Freud, y es probable que tanto Freud como Lorenz fueron llevados a postular modelos similares como resultado de intentar explicar conductas similares. Sea como se, este modelo psicohidráulico ha caído en descrédito. No es sostenido por Lorenz ni por Tinbergen, y por mi parte, yo espero que pronto será desechado por los psicoanalistas. No solo es mecanicamente
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Un enfoque
etológico
de la investigación
en el desarrollo
infantil
burdo. sino que no hace justicia a los.hechos. Investigaciones recientes han demostrado que pautas de comportamiento cesan, no porque hayan qued~ do sin la hipotética energía, sino porque han sido apagados, 'amortiguados LO' extinguidos'. Ray varios procesos psicológicos que pueden llevar a estos resultados. Uno de ellos es la habituacion, que afecta el compo~ tamiento a plazo largo. otra, afectandola,a plazo corto, es ilustrado por investigación en perro esofagostomizados. Se ha demostrado que el ac y10 inter~ to de comer y beber son apagados por estímulos propioceptivos ceptivos que surgen en la cavidad bucal, esófago y-estómago, que en el animal intacto son resultados del acto en sí. En otras palabras, hay un mecanjsmo de retroalimentación negativo. La cesación no es debido a fati ga o saciedad; es ~l acto mismo que da lugar a estímulos de retroalimentación que lo hacen cesar. ~para discusión ver Deutsch ¡953 y Rinde 1954) De igual interés son las observaciones de los etólogos, que ·n08 mue~tran que los estímulos exteroceptivos pueden no solo activar conductas, sino tambien terminarlos. Moynihan -(1953) ha demostrado que la pulsion incuba dora de la gaviota cesa únicamente cuando empolla una nidada de huevos dispuestos en una forma particular. Si esta situación se mantiene, el animal empolla tranquilamente. Si se le quitan los huevos, o si son cambiados de lugar, se inquieta y tiende a hacer movimientos destinados a construir el nido. Esta inquietud se mantiene hasta que experimenta nuevamente los estímulos provenientes de una nidada de huevos dispuestos correctamente. En foma similar, Rinde (1954) ha observado que en la primavera, la mera presencia: de la hembra U.eva a una reduccion de la conducta de cortejo del pinzón macho, tal como el canto y la búsqueda. Cuan do ella esta presente, él esta quieto, cuando ella se a~senta, el se po=ne activo. En este caso, cuando una pauta de comportamiento de importanciasocial es suprimido por estímulos-signo provenie~tes de un miembro de la misma especie, podríamos hablar de un IIsupresor social" como terroi no paralelo al "desencadenadorsocialFl. Es probable que los conceptos de supresor social y desencadenador social tengan valor en el estudio de la interacciónsocial no verbal en los humanos, y especialmente en la interacción que tiene matices emocionales; me referiré a ellos nuevamente cuando trato las posibles aplicaciones de estas ideas a la investigación del desarrollo infantil. Nuestro modelo básico de la conducta instintiva. es, por lo tanto, una unidad comprendiendo una pauta de comportamiento especie-específica,gobernada por dos complejos mecanismos: uno que controla gu activación, y otro que controla su terminación. Frecuenteménte se descubre que un núme ro de pautas distintas (cada una necesitando un estudio detallado) están encadenadas a manera de resultar en conducta mas compleja, como construc ción de nido, o cortejo. La función biológica de estos patrones y de suorganizacion es de servir a los procesos vi~ales básicos de metabolismo y reproducción, son la contraparti~a a nivel de comportamiento molar de lo~ procesosfisiologicos .básicosde igual naturaleza, que han sido lar-
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John
Bowlby
gamente estudiados por la fisiología. Como estas últ~lP5. ecie son hereditarias, y, co~o sugirió Darwin hace unos riaciones hereditarias son tan susceptibles a la selecció~ cualquier otro rasgo hereditario.
--=a espe-
va -,o
Naturalmente, este modelo no es privativo de la etologÍG. == ~~~ lar ha sido postulado por un psicólogo experiwental (De chos de los datos experimentales vinculados al rol de los es=~~'~cs ~t~ roceptivos ha sido recolectado por psicólogos y fisiólogos. :2:= ~ ?ru~ bade que el enfoque etologico y psicologico se complec~~~. ~-S:E 7ílliam James en adelante, han habido psicólogos s~amente ~:e~;szi~se los fenómenos estudiados por los etologos. Alguncs, co~ han hecho contribuciones notables. La co~tribución mas i=?o~~:E ~c ~os etólogos ha sido la siguiente: el analisis de una compleja S~~~~~ de conductas instintivas, como la construcción de nidos, corté:~ E:~. ~aduciendolos a varias pautas complejas, cada cual gobernada por ~-=-~s-os complejos, y organizadas para formar un ~odo de mayor enver5aC~Ej el y e aislamiento de aquellos aspectos de la ?auta que son hereCi~~=s, descubrimiento de que tanto en su activación c6~0 en su ter=~-=~~~_ los estímulosexteroceptivos juegan un rol mayor, Antes de considerar la aplica~ion de estos conCé,ptos a la in~és:i~E~ié~ en el desarrollo infantil, quiero referirillebrevemente a a los cuales tanto los etólogoscomo los ps~cólogos han ciones: Los conceptos de Fases Críticas del desarrollo y regulación de conflicto. Ambos conceptos son cruciales sis, y nuestra creciente comprensión de ellos es de interés ?~E los clínicos •. En el ser en desarrollo, las pautas de comportamiento eS?EC~E-é5?ec~=~cas atraviesan fases críticas de desarrollo, en las que ¿2:2=-~-=¿ZS características son fijadas permanentemente, o casi permanen~~-~:~. ~s fases críticas, que ocurren com~nmente (aunque no necesE:~~ prano en el ciclo vital, afectan el desarrollo en cuatro a5JGC:os distintos: a) b) c) d)
En si la respuesta normal se desarrolla OliO. En la intensidad que se exibe en la vida posterior. Enla forma motora que tema la respuesta, en ~os estímulos que lo activan y que lo terminan.
a) Pautas que se desarrollan en todos los miembros de le e se crían en el entorno habitual, pu~den no apa~ecer si en algún aspecto restrin8ído. Por ejemplo, la respuesta de picoteo que esta presente en todo pollito de veinticuatro horas en un €:ltorno habitual, no se desarrolla si el poJ_lito es sometido a la oscuridad total durante los primeros catorce días de vida. (Padilla 1935). Da la misma manera, la tendencia del pato silvestre a seguir ~n obje~J que se mueve,
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de la investigación
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que está más marcada alrededor de las dieciséis horas después de la salida del cascarón, no se desarrolla si el pato durante las primeras cuarenta horas no tiene un objeto para seguir. (Weidmann 1956). En ambos ca sos el período crítico para la 'movilización' de la respuesta ha sido salteada, y por ende la respuesta no aparece. b) En otros casos la pauta puede desarrollarse en la forma habitual, pero, debido a ú~a experiencia particular durante la infancia, se manifie~ taen el adulto con intensidad inusual. Un ejemplo bien conocido es la v~ riación que se produce en las conductas de almacenamiento de alimentos en la rata adulta que ha sido sometida a algunos días de ayuno. Animales que en su infancia habían sido sometidos a privación de alimentos tendían a almacenar más granulos de alimento durante más tiempo que los que no habían sufrido esa privación. Esta investigación, por supuesto, fué hecha por un psicólogo experimental, Hunt (1941). c) En muchos casos, el aspecto motor de la pauta es susceptible de vari~ ción a través de procesos de aprendizaje, y en algunos casos se ha encon trado que esta susceptibilidad existe so16 en un periodo de tiempo limitado. Uno de los ejemplos más estudiados es el aprendizaje del canto en los pinzones. Thorpe (1956) ha demostrado que, mientras ciertas características del canto aparecen aún en el pinzón criado en ais~amiento, otros son aprendidos, y este aprendizaje se cumple unicamente durante el primer año de vida del pájaro. El canto que aprende en esa época será el que cantará toda la vida. d) Los estímulos que activan o terminan una pauta de conducta pueden al principio ser generales, y luego, a traves de un proceso de aprendizaje, restringirse. Este período de restricción también puede operar solo en determinados momentos del ciclo vitae El famoso trabajo de Lorenz (1935) sobre pichones de ganso es bien conocido: en una primera instancia el pi chón seguirá cualquier objeto móvil dentro de ciertos amplios límites de tamaño, pero después de algunos días, sigue unicamente aquellos objetos a los que se ha acostumbrado, sea la gansa o un ser humano, y 10 sigue sin tener en cuenta si ha recibido o no alimento o reaseguramiento del objeto. Otro ejemplo cCRocido es el cordero guacho que se ha criado con humanos, que queda "fijado" a ellos y posteriormente fracasa en entablar relaciones sociales con ovejas. Finalmente, quiero hacer les notar que en la vida diaria del animal se presentan situaciones conflictivas constantemente. Ya pasó la época en que se creía quedsolo el humano padecía de impulsos conflictivos; ahora sabemos que animales de toda índole los padecen. Hemos aprendido además que el resultado de tales conflictos es muy variado y puede ser tan desadaptado en los animales como en el humano. No es necesario confrontar los animales '/':'t~ con tareas insuperables para que hagan cosas tontas; en situa~ionescorrientes ya las hacen; la madre mamífera en el posparto tiene impulsos potencialmente conflictuales: por un lado devorar la pla-
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centa, por el otro cuidar de su crío. A veces se disloca ~l ¿elicado eecanismo de control que regula estos impulsos conflictivos, llevándola a devorar la placenta y también e$ crío. Yo creo que hay =uc~o ~s para aprender sobre la forma en que el conflicto es regulado en::'os :>.=:!;....,;:\le5, y las condiciones que lleva al individuo a adoptar una t: o:-::a =or=a de pauta desadaptada. Mi propia expectativa es que aquí tp~~~~ ~contreremasque hay fases críticas del desarrollo, y el resulta¿o de es:-as determina el modo de regulación que el animal individual adopte c€ ~h~ en ad~ el lante. Es hacia estos problemas, fases críticas y oodos ¿e ::c~a= conflicto que me gustaría que se dirijieran las inves:-iga pienso que la solución de este problema nos dará le C"~e prensión de los orígenes de las neurosis. En taLt0 y 5c~~. ~~ ~c se le ha prestado mayor atención.
Aplicación desarrollo
de conceptos
etológicos
a la .
infantil.
Estos por lo tanto, son los conceptos?r~Ci?~2S ?CSC;¡-P~CS ~r :05 etólogos. En conjunto presentan un enfo~ue 3U7 ¿i5:~:O é. é.~~c::~s de la teoría del aprendizaje o del psicoanálisis. q~~ ~~ ~~gc. ~c es i compatible con aspectos substanciales de éDhos. QucCz por ~=sc si este enfoque puede llevar a una mejor comprensi6n de los hechos ~ el deserr~ 110 infantil, y si puede proveer un estíeulo para una i~vescigac~ón ~joro Evidentemente, nos presenta un punto d~ viste distinto, que nos per mite ver los hechos en otra luz. Vaya ilustrar esto a través del an21i~ sis de dos rasgos bien conocidos de la conducta social de los lectactes; La sonrisa, la tendencia (a los seis meses aproximadamente) a formar un vínculo intenso con la figura materna •. James Barrie (autor de 'Peter Pan') nos d~ce que cuando sonrió el primer niño, su aonrisa se hizo añicos, y de cada partícula nació un hada. La sonrisa del lactante es cosa poderosa, cautivando a la madre y dejandola hechizada. ¿Quien puede dudar que el niño que mas gratifica a la medre con su sonrisa es el mas cuidado y querido? En esta introducción he hecgú una descripción etológica de la sonrisa del bebe. Se los he presentado como un 'desencadenador social', una pauta de ~onducta probablemente especie-específica al humano, que en circunstancias habituales madura en las primeras seman5s de vida, una de c~ yasfunciones es evocar conducta maternal en la madre. He sugerido que se ha desarrollado en la evolución del género humano a través de una tasa de sobrevivencia diferenc~al favoreciendo aquellos bebés que sonreían bien. Desde este punto de vista, me interesa identificar las condiciones internas y externas al bebé que son nec~sarias para despertar la sonrisa, y que llevan a su terminación. En particular me interesa saber si es una respuesta a estímulos-signo visuales y auditivos, y s~ no esta suje-
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Un enfoque
etologico
to a fases críticas
de la investigación
de desarrollo.
en el desarrollo
Esperaré
encontrarlo
infantil
actuando
.
como
componente en la organización jerarquicamente mas compleja de pautas de conducta que forman 'conductas de vinculación' ('attachment behaviour') en el niño mayor. Es decir, las conductas complejas que unen el niño a la figura materna. Investigaciones en este sentido se estan llevando a cabo en la Clínica Tavistock por mi colega Anthony Ambrose. Este enfoque, que se integra con la teoría del aprendizaje, contrasta con un enfoque que esta rigurosamente RESTRINGIDO por la teoría del aprendizaje. Hace unos veinte años, Dennis (1935) notó que bebes de 7 a 16 semanas. sonreían frente a la voz y el rostro humano. Como teórico del aprendiz~ je, confiaba que estos no podían ser el estímulo no condicionado, y por tanto ideó experimentos para identificar el estímulo no condicionado que provocaba la conducta. Su método fué criar a los bebes de tal maneraque en tanto fuera posible no vieran el rostro humano o sintieran la voz humana. Su esperanza era encontrar que estímulo desencadenaba la sonrisa del lactante. Sus resúltados, sin embargo, no confirmaron~ps esperanzas; 10$ bebes criados de esta manera seguían sonriendo al~ir el rostro humano, y ningún otro estímulo era tan eficaz. El hizo notar, por: lo tanto, que no había encontrado evidencia de .un estímulo no condi cionado que desencadenara la respuesta sonrisa~ al cual se había condi= cionado el rostro humano. Sin embargo, él mismo no pudo creerlo. No tenía conocimiento de loatr.§! bajos de Heinroth y Lorenz, y por ende descartó la posibilidad de que el rostro humano fueee el estímulo no apre':ldidoefícaz, ya que (erróneamente) creía que no habíaevidenci? de especificidad similar en el control sensorial de respuestas no aprendidas en 108 animales. Finalmente avanzó la hipótesis de que la sonrisa es despert9,da por "Cualquier estímulo que anuncia el alivio del sufrimiento en el be.be". Es evidente que ,su exclusiva dependencia de la teoría del'aprendizaje le impedían darIe cr~dito a sus propios descubrimientos, y a sus explicacionesalternat:ivas. Diez años más tarde, Spitz y Wolf (1946) publicaron ·trabajos experimentales sobre la.sonrisa;del bebe. Usando una serie de mascaras distintas demostraron que en el lactante de 2-6 meses de edad, de distintosent0.E. nos raciales y socioculturales, la sonrisa era evocada por la configura ción visual que se asemeja al rostro humano. Aseveraron que esta confi= 'guración tenía que poseer como elementos los dos ojos en posición frontal y en movimiento. Estas observaciones han ~ido ampliamente confirma~ das por Ahrens (sin fecha) que también demostró que la configuració necesaria para producir la sonrisa aumentaba en complejidad con la edad. n.e manera que ambos inve3tigadores aceptan que uno de los estímulos exteroceptivos que evoca la sonrisa en un lactante de 2 a 3 meses es una gestalt visual relativamente simple. Por ende nos sorprende descubrir que a pesar del componente motor de la sontisa,' Spitz no lo considera
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JOhn Bowlby
ersonales una pauta especie-específica hereditaria. En comunicacio~as éprendida ha aclarado que 10 considera una respuesta motora que ha 5" aprencomo resultado de condicionamiento instrumental. Asemeján 'e fonedizaje del habla á través de una selección y uso especia:i~~' mas innatos, Spitz dice:
él
liLa selecci.ón se cumple a traves de una supresión progresivé. ea las pautas no adaptadas a metas, y por el res fuerzo progresivo ¿e '~: ~ctas adaptadas a metas. Esto es lo que significo cuando digo que la so-~-isa es una pauta de conducta adquirida en respuesta a los cuida¿os =z:e~os; es tá ahí desde el principio, como muchas otras pautas fisio~6=:~~:, perocristaliza de estas respuestas a los cuidados maternos, es caci=. al comienzo de las relaciones objetales". No le es facil aceptar la idea de que puede ser inherente a: jajÉ ~~no, y estar ya organizado a la edad de 6 semanas para poder se= ~ocado por los estímulos apropiados. Sin embargo, no hay nada mas plausible. Grandes riesgos ~ siCc ~~dos en la evolución del ser humano. En su bagaje la balanza ha si¿c ~clinada a favor de la flexibilidad de las conductas, y por ende el é?=~izaje, y no a favor de pautas fijas hereditarias. Sin embargo se_~~ vo que se hubiera abandonado del todo la seguridad biológica ¿e ~~~ ?8Utas fijas. El llanto, la succión y la sonrisa sospecho yo, srr= algunas de las muchas pautas hereditarias, y representan la defensa ea lE. ~tura leza contra dejar todo al azar ·del aprendizaje.
:l~ti
Reconozco que esto no se ha probado y que es· posible que ~c se ¿ruabe nunca. Además, quiero enfatizar que no hay nada 'en este en=G~ ~ua presento que sea incompatible con la idea de que e1 aprendizaje :~;l~ye en la sonrisa. Al contrario, tenemos razones para creer todo :0 c~trario. Recientemente Brackbill (1956) ha informado una experiencia ~ qua dos dos s~ grupos de bebes entre 14 y 18 semanas fueron sometidos, dur~te nas a·dos grados de 'premios' distintos a sus sonrisas, est2 '?r~or consistía en cuidados extra por parte del investigador. Al :~~~:izarel período de dos semanas ambos grupos diferían significa~iva=ente) en el sentido que uno supondría, en su conducta de sonrisa. La conc:usión de que el sonreir es influenciado por condicionamiento inst~en~al parece por sus resultados estar bien fundamentad0. Pero suponer que depende 80lo de esto nos parece improbable. Que el caminar y el correr se perfeccionen por ensayos repetidos no nos lleva a concluir que se adquieren unicamente a traves del aprendizaje.
l~
Un enfoque
etológico
de la investigación
La forma en que conceptual izamos
en el desarrollo
la sonrisa
infantil.
del bebé tiene
sus projecciones. Nuestro enfoque conceptual frente a la sonrisa del bebé tiene su importancia y sus projecciones, las investigaciones sobre el desarrollo social tendrán un enfoque distinto, todo nuestro marco'de referencia conceptual acerca de las interaccinnes sociales humanas será distinta~ las técnicas educacionales y clínicas que usemos serán enfocadas desde un purito de vista distinto. Consideraremos brevemente como afectará la investigación en el campo del desarrollo social temprano. Si nosotros adoptamos exclusivamente el punto de vista de la teoría del aprendizaje, llegaremos a que el humano es un animal que carece de respuestas sociales innatas. Entonces tendremos que reconocer, como Heathers (1955) y Gerwitz (1956) que no podemos explicar el vínculo materno infantil, con sus fuertes matices emocionales, que está plenamente desarrollado a los 7 - 8 meses. Nuestras investigaciones se dedicarán a tratar de explicar como el desarrollo de este vínculo ha ocurrido a través de procesos de aprendizaje basadas en la satisfacción de necesidades fisiológicas •. Si adoptamos el enfoque etológico, procederemos de una manera muy distin ta. En primer lugar, estaremos a la búsqueda de numerosas pautas de conducta especie-específicas, que co~o la sonrisa sustentan la función de interacción con la madre. {Dos que podrían tener estas características . y que esperamos estudiar en la Clínica Tavistick son el llanto y la tendencia del niño a extender los brazos, éosa que siempre es interpretado por los adúltos como el deseo de ser levantado en brazos.) Una vez iden tifica.das las pautas, trataremos de analizar los estímulos desencadenantes y ~upresores que los gobiernan'_ Esperaremos encontrar que estos estt mulos por 10 general estan presentes en la madre, y los buscaremos en su tono de voz, apariencia, presión de sus brazos. Estaremos buscando las fases críticas de estas respuestas, tanto en lo que tiene que ver con su maduración como sus componentes aprendidos. Estaremos a la búsqueda de procesos por los cuales varias respuestas sociales son organizadas para formar un todo mas complejo; situaciones donde estan en conflicto con respuestas incompatibles tales como hostilidad o huída; para situaciones traumaticas que pueden llevar a su desintegración transitoria o permanen te, para. .sus efectos sobre la conducta materna, etc. Es evidente que estos dos programas de investigación son muy distintos. Dejando de lado el hecho de que el punto de vista etológico coincide con conceptos psicoanalíticos y otros extraídos de la experiencia clínica, .la razón principal para preferir10 es que ya se ha demostrado útil en el análisis del desarrollo e interacción social en otras especies. La teoría del aprendizaje, (ya Gerwitz 10 hizo notar) ha sido elaborada para explicar fenómenos más simples, y por 10 tanto todavía tiene que probar
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John Bowlby
su viab ilidad. En esta preferencia del enfoque etológico~ espero que sez ~-~?~esari repetir que no descar~amos el enfoque de la teoría de: a?~?-~;zaje. ~ contrario, es indispensable para la comprension de los ~i=s ~ue sue~o15gico. fren las pautas instintivas 9 por ende complementa. el ~~o~~ En forma sir:lilarel trabajo de Piaget (1937) es también c __::,,_ Aún siendo correcto suponer que en los primeros mese.s de ~.-::z :'cs estímulos deséncadenantes y supresores de la conducta socia:. S~ ~~ :i?D de gestalts simples, esto posteriormente no es así. A les 6 -?~23 ce vida los estímulos mediatizando la conducta social inc1uy~ ~=~2~:C5 c~ plejos, miéntras que en el segundo año comienza a desar~c~·~-5: el p¿usa miento simbolico, que extiende enormemente los estímulos social. En la comprensión de estos cambios los conceptos indispensables. Sin embargo, a pesar de esta capacidad ¿e ~::·:zc= ?erceptos más complejos, es probable que el sujeto sigue si do por los estímulos prim:;'tívos. Es ',más, es probable qu.e z::.s::.~-Z.~ones de ansiedad y stress seamos todos sensibles a estímulos ?r:-':~705, como los monos descriptos por Yerkes (1943, pago 35-6). Esto nos t:-ae a los vínculos de la eto10gía con el psic::"'7::"<"''':.s. ~7Ídenter:lente, en tanto se ocupa del humano como animal ut::;z~== ~e s~ bolos, dotado de grandes capacidades para el aprendiza:e paz de disfrazar y distorsionar la. expresión de respues~~~ :~~=i=:ivas, el psicoanálisis explora una región adyacente y cOr:lpla-F~=a=~ a :z atología. Pero en tanto explora las respuestas instintivas ~ 5~ .~~~~ es probable que las dos disciplinas se superponen·. En este sc.¡:,:~;;. es interesante recordar lo que expreso Freud hace más de cuz~zc~ ~=, que (Freud, 1915) que para comprender el instinto la psicolc3~" ::==e::¡cia valerse de la biología. Como resultado de los desarrollos de la etología, firmemente arraigada en la biología, cr, egas. do el momento de réformular la teoría psicoanalítica da conEsta no es la ocasión para entrar en detalle en un te=2 troversial. Sinerrbargo9 es evidente que se dejarían dos conceptos, como por ejemplo los del narcisismo pri=2rio y c~trol del instinto solamente como resultado del aprendizaje socia:., y se daría más peso a otros: el concepto de relaciones objetales p~~~~~ias, la ineevitabilidad del conflicto intrapsíquico; defensas contre '-·;>"1era5de regular el conflicto. Uno de los resultados de tal refor=u:zcicn podría ser un marco teorico menos frondoso y más coherente. La investigación empf.rica que sustente estas corrientes de pens~ento sera la tarea de toda una generación. Que se haga o no en este país; dependerá del 'clina de opinión en la psicología Británica, de si esta reconoce que estos enfoques tienen valor9 de que son outuamente comple'mentarios, y de que por lo ta.nto, deben ser enseñadas a nivel de bachiller y posgrado. (traducción: S.Henderson)
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