Keanu Reeves, por Matrix

pero jamás he sido un actor que se obsesionara con pertenecer a una supuesta primera liga de Hollywood y si no enlazaba proyectos con presupuestos astronómicos se sentía frustrado. He alternado cine independiente con superproducciones o con títulos taquilleros o experiencias en Europa sintiéndome siempre libre y feliz por tener ese abanico de oportunidades. Hasta he vivido la caída del boom del cine indie (alguien debería hacer una película sobre ello), cuando todas las estrellas de Hollywood querían poner en su filmografía un film indie y nos encontramos con proyectos ‘independientes’ de más de 40 millones de dólares de presupuesto.

EL SUEÑO DE MORFEO Y DE LANA

Lana Wachowski ha empleado bastante má de esa cifra de dólares en llevar a cabo el perseguido sueño, tanto para ella como para los fans de la franquicia, de volver al univer Matrix. Lo de sueño es literal: la idea para e resurrección (o resurrecciones, claro) le lleg a la directora y guionista en la cama, durmi do y en un sueño. No lo sabía, muestra jovi asombro Keanu Reeves desde Los Ángeles. ¡No me ha comentado nada de eso! Y sin embargo… ¡es tan lógico si lo pienso ahora! Mis únicos sueños de este estilo son más bien pesadillas, como que vuelvo a rodar Reacción en cadena (Andrew Davis, 1996) y todo vuelve a ir de pena en el set y en el estreno. ¿Tan traumático fue aquello, señor Reeves? No se lo puede ni imaginar, ríe el intérprete. Me libré de estar en Speed 2, pero no en aquel desastre donde Rachel Weisz y yo nos mirábamos a la cara cada día suplicando que uno de los dos sacara al otro de allí. Tampoco he sido muy de estar en secuelas y míreme, cuatro de Matrix y cuatro de John Wick. Aunque no es lo mismo, son dos series de películas que adoro, y volver a Matrix lo he disfrutado muchísimo.

EL RETORNO DE LA NEO REALIDAD

Sorprendido su rodaje, entre Los Ángeles y Berlín, por la COVID-19, Matrix Resurrections fue para Keanu Reeves una experiencia muy lúdica, salvo los continuos y diarios test de seguridad debido a este maldito virus. Lana nos dio una serie de indicaciones y casi sin ensayar nos sumergíamos cada jornada en secuencias donde nunca sabíamos si nos estaban filmando, cuáles de las cámaras y hasta cuándo. Lana no pronunciaba la palabra corten jamás. Ella estaba dentro de cada escena con una cámara y nos seguía sin que nunca supiéramos qué estaba haciendo. Era como si Matrix nos estuviera espiando y sin que nosotros fuéramos conscientes recreaba o reinventaba una realidad que era la suya, no la nuestra como sonajes y como actores. Algo que en una ma sobre realidades irreales, vidas vir-

M án les, soñadas, máquinas que utilizan a los funcionado mejor o es humanos como pilas, pues, qué quiere peor, pero jamás he le diga: ¡era como el fin mismo del cine! entar realidades extrayendo la energíasido un actor que sos pobres seres, no sé si humanos, se obsesionara con somos los actores. pertenecer a una sa batería recargable (practicando kungsupuesta primera liga viendo casa, en maratones su roulotte de títulos del género y en su tablet) interd “ d. tativa que es Keanu Reeves guarda un y buen recuerdo de todos los meses que ó en la capital alemana rodando interiores, los de esa ciudad mutante creada con ceros y unos por el cerebro detrás de Matrix: Siendo John Wick también tengo esa gran suerte de poder pasar largas temporadas en Europa y en Matrix Resurrections visitar Berlín y trabajar en el interior de los míticos estudios Babelsberg fue algo impagable. Pisar los mismos platós donde se rodaron El gabinete del Doctor Caligari (Robert Wiene, 1920) y Metrópolis (Fritz Lang, 1927), dos películas que son las antepasadas e influencias directas de nuestro universo Matrix, me llenaba de energía cinéfila. ¿Expresionismo germano en las nuevas aventuras de Neo y compañía? No demasiado, la verdad, vuelve a soltar una contagiosa carcajada Keanu. Las luces, colores y aspecto de los decorados que construyeron allí eran más de los Batman dirigidos por Joel Schumacher, que le confi eso que son uno de mis placeres culpables más culpables.

MÁS ALLÁ (PROFESIONALMENTE) DE ‘MATRIX’

LA VIDA PROFESIONAL DE KEANU REEVES DESDE EL ‘BOOM’ DE ‘MATRIX’ HA SIDO HETEROGÉNEA. HE AQUÍ CINCO PRUEBAS DE ELLO.

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1. Debutó en la dirección el año 2013 con ‘El poder del Tai Chi’, un metalingüístico homenaje tanto a las películas de kung-fu y sus ídolos como al cine mismo y que pese a ser un fracaso comercial ha devenido de culto. 2. Fundó su propia productora, Company Films, con la que no solo participa en sus trabajos como actor, sino que da oportunidades a nuevos directores y a cinéfilos proyectos como los documentales ‘Side by Side’, que hablan del paso del analógico al digital en el cine. 3. Ha compaginado franquicias de éxito como ‘John Wick’ con un cine más experimental, caso de ‘The Neon Demon’ (Nicolas Winding Refn, 2016). 4. Tiene ya una merecida Estrella de la Fama en el Hollywood Boulevard. 5. Le ha tomado gusto a poner voces en fi lms de animación, caso del impagable muñequito motorista, inspirado en Evel Knievel, de ‘Toy Story 4’.