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Ashgar Farhadi, por Un héroe
from samargotof_01_22
by aquiaqui33
DE QUÉ VA: Judith es una traductora que lleva una doble vida: en Francia está casada con un director de orquesta y tiene dos hijos adolescentes; en Suiza, adonde viaja por trabajo, es Margot y vive con Abdel y su niña, de 5 años.
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De película en película. Hace solo dos meses que se estrenó la polémica Benedetta, de Paul Verhoeven. Ahora volvemos a tener a Virginie Efira, su protagonista, en otra turbadora historia, aunque de corte muy diferente. Quería enfocar este trhiller dramático desde un punto de vista femenino porque un hombre que lleva una doble vida ya se ha contado muchas veces. A la hora de escribir el guion me planteé cuestiones como si se podía ocultar un embarazo. Me pareció todo un desafío, detalla Antoine Barraud, que también dirige. Entusiasmada con su personaje, Virginie alaba al cineasta: La historia está contada casi de forma matemática, cada escena incorpora una pieza nueva a una personalidad misteriosa, y todas ellas encajan a la perfección.
Virginie Efira, caracterizada como Judith.
Entre dos hombres. Quim Gutiérrez interpreta a Abdel, la pareja de Margot (Mona Walravens). Se trata de la segunda cinta que rueda en francés, después de Los ojos amarillos de los cocodrilos, junto a Julie Depardieu, y ya prepara École de l’air, de Robin Campillo. El humorista y actor francés de ascendencia italiana Bruno Salomone es Melvil, el marido de Judith (Efira). Brillantes secundarios. Madeleine Collins es una excelente oportunidad para ver a la veterana Jacqueline Bisset, que a sus 77 años tiene dos proyectos en cartera, en la piel de una madre con carácter que vive con preocupación los desvaríos de su hija. Tampoco hay que dejar pasar por alto al enamoradizo falsificador que encarna el israelí Nadav Lapid: también cineasta, recibió el Premio del Público en la última edición de Cannes por Ahed’s Knee, un film crítico con su país.
ESTRENO: 14 ENERO
Madeleine Collins (Francia, Bélgica, Suiza, 2020, 102 min.). DRAMA.
Paula Kalenberg y Lars Eidinger. Josiane Balasko. Las chicas y sus poderosas piedras.
La cinta escrita y dirigida por Franziska Stünkel narra el ascenso y caída de Franz Walter (Lars Eidinger), un científico que se ve obligado a trabajar para la Stasi, el Servicio de Inteligencia de la RDA, sin imaginar lo que le espera cuando decide abandonar al descubrir las prácticas criminales de la organización. Stünkel se inspiró en Werner Teske, acusado de espionaje, que fue el último hombre ejecutado en la antigua Alemania Oriental, en 1981. Seis años después se abolió la pena de muerte.
Cinco años después de Vuelta a casa de mi madre, Eric Lavaine repite como director de Josiane Balasko, Alexandra Lamy, Mathilde Seigner y Jerôme Commandeur en esta alocada comedia familiar. En esta ocasión, es la primera quien pide techo a una de sus hijas mientras realizan obras en su piso. Eric quería hacer la segunda parte incluso antes de terminar el rodaje de la primera, pero no sabía cómo convertirme en madre intrusa. Me alegré mucho cuando lo descubrió, revela Balasko.
Adaptación cinematográfica de la serie japonesa Magical Doremi, creada en 1999 y que concluyó cuatro años después, con más de 200 capítulos. Junichi Sato y Yu Kamatami dirigen la película, en la que repiten Oshihiko Umakoshi como diseñador de dibujos y Midori Kuriyama en las labores de guionista. La historia sigue las andanzas de tres jóvenes que tienen en común una gema con increíbles poderes y cuyas vidas se unen al conocerse.
EN EL EPISODIO ANTERIOR...
La llegada, al fin, de ‘The King’s Man: La primera misión’ a nuestros cines nos empuja a echar la vista atrás y recordar otras nueve precuelas que nos hicieron viajar al pasado para recontar y descubrir el origen de personajes de éxito narrando las aventuras e historias que les hicieron ser lo que acabaron siendo en pantalla. Por R. S.
1. ‘Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance’
(Richard Lester, 1979) El final de Dos hombres y un destino (G. R. Hill, 1969) hacía imposible una secuela, así que Richard Lester y el guionista Allan Burns, (La familia Monster), imaginaron cómo se conocieron estos dos forajidos de leyenda.
EL MEJOR MOMENTO
El toque Beatle en la escena del esquí es graciosa, pero donde más brillan Tom Berenger y William Katt es en el cómico asalto a un tren repleto de soldados del séptimo de caballería. 2. ‘Amanecer Zulú’
(Douglas Hickox, 1979) Peter O’Toole toma el testigo de Michael Caine –de un Hell Raider a otro– en este drama bélico que narra el levantamiento de la nación Zulú contra el Imperio británico. El rodaje, plagado de accidentes y desgracias, presagió su fracaso en taquilla.
EL MEJOR MOMENTO
Sus mastodónticas escenas de acción a lo Cecil B. DeMille, dijo la prensa en su momento palidecen al lado del acento irlandés de un sesentón (¡y manco!) Burt Lancaster. 3. ‘Indiana Jones y el templo maldito’
(Steven Spielberg, 1984) Huyendo de los nazis, George Lucas y Steven Spielberg llevaron a Indy al Shanghái de 1935 y, de ahí, a la India de los maharajás para filmar la más oscura de las entregas de la saga. Un clásico que reivindicar pese a lo que digan sus autores.
EL MEJOR MOMENTO Ni su espléndido arranque musical, la química con Tapón, la cena con ‘sorpresa’ en el palacio Pankot o el Indy zombi: Mola Ram (Amrish Puri) arrancando corazones para deleite de Kali.
4. ‘Psicosis IV. El comienzo’
(Mick Garris, 1990) Antes de que Freddie Highmore llevara las riendas del Bates Motel, Henry Thomas (Elliot en E.T., el extraterrestre) fue un joven Norman en este telefilm que ahonda en los orígenes del psycho killer por excelencia (y que hizo temblar a Stephen King).
EL MEJOR MOMENTO
Ver a un Anthony Perkins en el ocaso de su carrera (y ya diagnosticado de sida, pero entregado a su rol) partir una manzana de un cuchillazo en una escena que fue improvisada. 5. ‘Twin Peaks: Fuego camina conmigo’
(David Lynch, 1992) Incomprendida y abucheada en Cannes cuando se presentó, pero considerada hoy una obra de culto, Lynch revisitó los siete días previos al asesinato de Laura Palmer. Una pesadilla perversa entre cortinas rojas.
EL MEJOR MOMENTO
Desde ese mazo que destroza la TV ya en los créditos, Lynch avisa que esto es otra cosa. Como ese final que nos hizo ver lo domesticado que estaba el cine de terror. 6. ‘Star Wars: Episodio I. La amenaza fantasma’
(George Lucas, 1999) ¿Quién nos iba a decir que Darth Vader de chaval tendría los mofletes y el flequillo rubio del Anakin que interpretó Jake Lloyd? Un ‘samurayesco’ Liam Neeson y un esforzado Ewan McGregor aportaron lustre a la madre de todas las precuelas.
EL MEJOR MOMENTO Aparcando el odio (merecido o no) a Jar Jar Binks, lo que de verdad se llevó la palma en esta aventura galáctica fue una charla: la que daba cuenta del origen midicloriano de la Fuerza.
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