Salir una vez a la semana. Lavarse las manos antes de entrar a mercar. Ver a los perritos solos en la calle, y a los bares y cafés de toda la vida con sus puertas cerradas. Este es un pequeño archivo del tiempo de confinamiento en las calles que más recorro cuando salgo a comprar lo necesario en mi municipio de nacimiento, Neira Caldas.