1 minute read
Comunicación de la fe y los valores en la sociedad plural’. A las 19 h
Jesucristo, con una militancia muy activa, se ha enfriado la fe o se ha llevado al olvido, y el relativismo hace incapaz volver a la esencia del cristianismo. Hay personas que se sienten llamados a ir allí, al mismo corazón de Europa que está más descristianizada. También es tierra de misión, y aquí hay que destacar la labor que están haciendo muchas comunidades, pero sobre todo los Neocatecumenales.
¿Qué perfi l dibujaríamos del misionero y misionera sevillano?
Me gustaría decir que ha aumentado el número de sacerdotes diocesanos en tierras de misión. No es así. No pierdo la esperanza y el Arzobispo sueña con eso también. Espero que haya un resurgir de vocaciones misioneras ad gentes en el clero diocesano. Está aumentando sobre todo en familias que parten con todos los hijos, también en laicos adultos y sobre todo en los jóvenes. Estos tal vez comenzaron yendo en el tiempo de vacaciones, pero ahora van en todo momento y, además, en largas temporadas. El perfi l medio que hay ahora mismo es más de seglares que de sacerdotes. Lo digo esto con cierta pena, pero con mucha esperanza. Y sobre todo de jóvenes.
En la Delegación Diocesana hay un goteo incesante durante todo el año de misioneros que pasan unos días con la familia o que vienen a revisar su salud ¿Qué les piden los misioneros?
Que no les olvidemos. Es curioso… Cuando vienen a la Delegación y estoy ocupado les digo que se vayan un rato al oratorio. Vuelven con la mitad de los problemas. Piden que no les olvidemos, que recemos por ellos… Hay misioneros que están en lugares realmente heroicos, y a veces, pero se me caen las lágrimas cuando hablo con ellos y veo la situación que atraviesan. Dan un testimonio ejemplar para todos. Yo algunas veces pienso que el que tenga una crisis de fe o de tipo religioso, que se vaya tres meses a tierras de misión, que no hable, que contemple, que vea cómo el cansancio se transforma en un arrebato espiritual, de manera que el ardor apostólico de Javier se sigue dando hoy en nuestros misioneros. Soy testigo de ello.