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Estudio y pastoral para servir con eficacia al pueblo de Dios
“Los laicos tienen una función de plena responsabilidad en la Iglesia. Su participación activa, tan necesaria para la vida de la Iglesia y su implicación en las diversas formas de apostolado, requieren de una formación teológica integral para que su acción evangelizadora y misionera sea fecunda y responda a los desafíos crecientes que plantea la sociedad actual”, afirma el sacerdote Juan Pablo Domínguez, que recientemente defendió su tesis doctoral en la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla.
La tesis presentada por Juan Pablo Domínguez, titulada 'La visita pastoral como función primordial del Obispo. El caso de la Palma del Condado y Bollullos en el Siglo XVIII' supone “servir mejor a la Iglesia a través del conocimiento que ofrece el estudio de la Teología y, también el rico bagaje de las fuentes documentales que se conservan a lo largo de los siglos para la investigación histórica de la Iglesia. Conocer el paso de Dios por la historia me ha llevado a amar más a la Iglesia. No hay incompatibilidad entre el estudio y la pastoral. Al contrario, las dos se dan la mano y son absolutamente necesarias para servir con eficacia, fervor y dedicación al Pueblo de Dios”, señala el nuevo doctor.
Dada la importancia que la formación permanente tiene en la vida intelectual y sacerdotal de Domínguez, se ha inclinado por elaborar un contenido de materia histórica, como es el de la visita pastoral, “que poseen también claras connotaciones teológicas, ajustadas a las exigencias evangelizadoras que la Iglesia reclama hoy a sus pastores”.
La tesis del nuevo doctor en Teología fue presentada en el aula Juan Guillén de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla el pasado mes de diciembre, y que fue dirigida por el sacerdote diocesano Manuel Martín Riego.
En palabras de Domínguez, quien actualmente ejerce el ministerio sacerdotal en la Parroquia Purísima Concepción, de Lantejuela, “el estudio de la visita pastoral a las localidades de La Palma del Condado y Bollullos en el siglo XVIII, son los capítulos más originales de la tesis, ya que arrojan aspectos inéditos de ambas localidades hasta ahora desconocidos y que han sido sacados a la luz gracias a las investigaciones en los fondos documentales del Archivo General del arzobispado hispalense”.
Por tanto, “se trata de un estudio que abarca todos los aspectos que el visitador tenía en cuenta en una visita pastoral, siguiendo el paradigma tal como éstas se llevaban a cabo en el siglo XVIII”. Durante su investigación, ofrece el estudio de ambas localidades, de sus parroquias e instituciones y, sobre todo, del clero parroquial.
Investigación y pastoral
Algunos aspectos conclusivos, siempre provisionales, “como todo en la historia”, que puede subrayar Domínguez de la investigación académica realizada “es la necesidad de descubrir la importancia de la investigación en relación a la documentación generada por la visita pastoral que se conserva en el archivo diocesano, donde encontramos el legajo producido por el obispo en el desarrollo de las múltiples competencias que le fueron asignadas para la administración de su diócesis y, por tanto, encierra una parte importantísima de la historia de la Iglesia”.
Como segunda conclusión – refiere – “el papel determinante que juega la visita pastoral en el ministerio del obispo y en su oficio pastoral”. Ha destacado también “el matiz administrativo de la visita, por cuanto permite al obispo un control del cumplimiento de la observancia de las cosas, el estudio concreto de los pueblos visitados, el culto de las iglesias, inspección de las cuentas de fábrica, capellanías, patronatos, colecturías y cofradías; también, la inspección de los hospitales, capillas, ermitas y oratorios. Pero, este aspecto administrativo de la visita no supera al pastoral y espiritual, ya que el sentido de la reforma de las costumbres y de la mejora de la vida cristiana está muy presente en nuestra tesis, sobre todo, en el escrutinio secreto del clero”, afirma.
En este sentido, “hay que decir que la visita se convierte en un momento único y singular de encuentro personal del obispo con su clero y fieles. Además, hay que resaltar que, gracias a los libros de visitas pastorales que hemos investigado, hemos abierto una línea de investigación sobre las localidades de La Palma del Condado y Bollullos en el siglo XVIII, que puede servir a otros investigadores en sus aportaciones para sus estudios sobre la visita pastoral”.
Para Juan Pablo Domínguez, la tesis doctoral le ha enseñado “a valorar cada vez más a la Iglesia como institución divina y humana, a aceptarla con sus luces y sus sombras y, en definitiva, a quererla, ya que solamente se ama aquello que se conoce”, añade.
Finalmente, ha descubierto la importancia de la investigación en la vida pastoral de un sacerdote, “encajándola perfectamente en lo que llamamos formación permanente del clero. He aprendido una metodología concreta y algo fundamental que es el papel del estudio y la investigación en la vida de un sacerdote. La mejor conclusión sería seguir avanzando en esta misma línea de investigación que hemos abierto”.
Fraternidad sacerdotal
La dirección de Manuel Martín Riego en la tesis doctoral ha sido fundamental en lo personal, en lo académico y en la vida sacerdotal de Domínguez Teba. “Su acompañamiento ha sido decisivo puesto que sus aportaciones han sido de gran utilidad en mi trabajo de investigación, pero lo ha sido aún más por cuanto he podido ver en él a un hermano sacerdote, compañero y amigo que me ha enseñado a apreciar aún más la importancia de la fraternidad sacerdotal. Su testimonio de servicio a la Iglesia, su cercanía, su vocación y su acompañamiento como director de la tesis doctoral ha supuesto para mí un ejemplo de mi entrega y fidelidad al Señor y a la Iglesia”.
El capellán de las Hermanas de la Cruz, de Osuna, agradece a Dios por su existencia y por todas las personas que ha puesto en su camino que le ayudan cada día “a ser mejor persona, mejor cristiano y mejor sacerdote”.