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La Iglesia celebra la Jornada por la Vida Consagrada
El 2 de febrero es siempre un día marcado en rojo en el calendario eclesial, pues supone un momento especial para pararse a valorar y agradecer el don de la vida consagrada tal y como el Espíritu la va suscitando en la Iglesia de cada tiempo.
Recibiendo los ecos sinodales que resuenan en la Iglesia actualmente, la Jornada Mundial de la Vida Consagrada de este año se celebra precisamente bajo el lema ‘Caminando en esperanza’. Según José Ángel Martín, vicario episcopal para la Vida Consagrada en la Archidiócesis de Sevilla, en este lema “se nos hace presente la urgente necesidad que tiene nuestro mundo de mostrar la fraternidad, la luz, y la esperanza en el Dios vivo, vencedor ante todas las desesperanzas como bálsamo en medio de tantas divisiones y de tanto dolor producido por las rupturas y las discordias”.
Para celebrar esta jornada, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidirá la Eucaristía el próximo domingo, 5 de febrero, en la Catedral hispalense, a las cinco y media de la tarde. Si bien, el vicario episcopal ha animado también a celebrar el día de la Vida Consagrada (2 de febrero) “con vuestras comunidades parroquiales, en vuestras iglesias y oratorios”.
Simeón y Ana, espejo de la vida consagrada
“‘Caminando’ es un gerundio que hace referencia a una acción continua y persistente -explican los obispos de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en su mensaje con motivo de esta jornada-, que no se cansa ni se detiene, que conlleva paciencia y tesón. ‘En esperanza’ indica un modo muy concreto de llevar adelante dicha acción a través de la virtud cristiana más necesaria para quien desea vivir en marcha y volcado hacia el futuro que hemos de construir todos los miembros de la Iglesia unidos”.
Así, la jornada de este año invita a contemplar “el talante y el horizonte” de los que se consagran a Dios “caminando en esperanza para ser cada día apóstoles del reino, levadura en la masa, semilla en la tierra, sal en el guiso y candelero en lo alto”.
En su mensaje, los obispos también ofrecen el ejemplo del anciano Simeón y la profetisa Ana, “que gastaron su vida en un ir y venir de casa al templo y del templo a casa hasta que el Señor esperado apareció en sus brazos un buen día”. De este modo, concluyen, “en el espejo de Simeón y Ana se mira hoy toda la vida consagrada, cons- ciente del momento que vive y alentada por el deseo de sumarse al compás sinodal de la Iglesia caminando en esperanza”, y agradecen a Dios “por la luz que nos llega a través de la vocación entregada de los consagrados y elevemos nuestra oración por la humanidad sufriente, para que llegue el día en que los ojos de todos contemplen a su Salvador”.
Materiales
Además del mensaje de los obispos, la Conferencia Episcopal Española ha editado diversos materiales para facilitar la reflexión en torno a esta jornada, en los que se incluyen testimonios de vida contemplativa; vida religiosa apostólica; de institutos seculares; del orden de vírgenes consagradas; y de nuevas formas de vida consagrada. Además de unos textos para orar y la oración para la jornada. Este material se completa con dos subsidios litúrgicos, para el celebrante y para el monitor, y una estampa con la imagen de la campaña de este año y una oración.
Primera lectura Sofonías 2, 3; 3, 12-13 Dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre
Buscad al Señor, los humildes de la tierra, los que practican su derecho, buscad la justicia, buscad la humildad, quizá podáis resguardaros el día de la ira del Señor.
Dejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor. El resto de Israel no hará más el mal, no mentirá ni habrá engaño en su boca.
Salmo responsorial Sal 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10.
Pastarán y descansarán, y no habrá quien los inquiete.
R/: Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos
- El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.
- El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos. El Señor guarda a los peregrinos.
- Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.
Segunda lectura 1 Corintios 1, 26-31 Dios ha escogido lo débil del mundo
Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; sino que, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso.
Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo des-
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: preciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. A él se debe que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual se ha hecho para nosotros sabiduría, de parte de Dios, justicia, santificación y redención. Y así - como está escrito -: «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».
«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».