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cautivar por su rostro desgastado”
Luis González, capellán Hospital Virgen de la Merced (Osuna))
El 11 de febrero tenemos la Jornada Mundial del Enfermo, siempre custodiada bajo la protección de Ntra. Sra. de Lourdes, a cuyo santuario acuden tantos enfermos en busca de la sanación.
Debemos ser conscientes de la necesidad que tenemos de obtener la curación de todas nuestras heridas. Muchas de ellas son evidentes porque son físicas: con el paso de los años se va desgastando nuestro cuerpo, aparecen algunas deficiencias, incluso heridas y enfermedades que vienen de manera repentina, sin esperarlo, y nos cogen desprevenidos. Otras heridas y enfermedades no se ven ni se sienten claramente, porque son interiores, y necesitamos de la técnica médica para descubrirlas y ponerle remedio. Y otras que no se ven ni se sienten físicamente y pueden estar en nuestro cerebro y pueden ser curadas por la Medicina. Todas estas dolencias van haciendo mella en nuestro corazón y en nuestra alma con el paso de los años, y esas heridas sí que son invisibles para nosotros, no para el Señor. Por eso, debemos abrir nuestro corazón a que Él nos sane físicamente, pero sobre todo el alma.
tura anónima de candelero, de finales del siglo XVI o principios del XVII, tallada en madera. “La imagen de Nuestra Madre y Señora de la Piedad goza y mantiene a través de los siglos un ininterrumpido culto activo, como imagen devocional y procesional, siendo fundamental su continuidad patrimonial, en permanente actualización a través de las prácticas devocionales”, añade Morales.
Esa es nuestra tarea al visitar a los enfermos y ancianos, llevarles a Cristo, nuestra salud y salvación. Llevarles el ánimo y la fortaleza que da la fe. Llevarles los sacramentos que dan vida: la Confesión que reaviva el alma, la Eucaristía que la alimenta y fortalece y la Unción de los Enfermos que sana nuestras heridas y da paz. De esta manera llevamos el rostro del Señor al enfermo y al anciano por medio de los sacramentos y nosotros recibimos de ellos el rostro de Cristo sufriente, herido, deshecho, desgastado…