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Vida religiosa en la Archidiócesis Los Maristas
Siempre me ha interesado la historia y me ha ayudado en la vida; pero huyo de vivir de la historia, para no quedarme en el pasado. Esto me lleva a presentaros una panorámica de la presencia marista en nuestra Archidiócesis, con la consecuente reflexión final.
La primera presencia de los maristas en la Archidiócesis de Sevilla data de 1926, en Villanueva del Río y Minas, donde fueron llamados por los ingenieros de la empresa estatal de las minas de carbón de la localidad, para hacerse cargo de la educación y enseñanza primaria de los niños de los mineros. La mina se hacía cargo del edificio y su mantenimiento, del salario de los Hermanos y todo el material escolar, que se les ofrecía a los niños gratuitamente.
Más tarde en 1933, en plena República, se fundó en la capital el Colegio San Fernando, en la calle San Eloy. Conforme el alumnado fue creciendo, se abrió en el curso 1934–35, una segunda sección del mismo colegio en la Calle Jesús del Gran Poder. Ambos edificios del mismo colegio fueron sustituidos por una nueva construcción en la Plaza Champagnat, que es el que funciona actualmente.
Durante un tiempo, los Hermanos fueron profesores de algunas asignaturas de las ramas de Ciencias de los seminaristas de San Telmo, donde entonces residía el Seminario Diocesano. También hubo Herma- nos que colaboraron en la Delegación de Catequesis, de Acción Católica y Movimiento Junior, y fuimos copatronos de la Escuela Diocesana de Magisterio ‘Cardenal Spínola’. Nuestra Residencia Provincial estuvo ubicada en el barrio del Porvenir, en la calle Brasil, 3. Ya veis que hay un pequeño reguero inicial de presencias maristas en nuestra capital.
Posteriormente se iniciaron algunas presencias mristas con comunidades de Hermanos en el Polígono Norte, en San Jerónimo y en el barrio de la Oliva donde funcionó una comunidad de formación en este ambiente popular, que luego se trasladaría al barrio de La Plata.
Diseminados por distintos pueblos de la provincia se desarrollaron presencias maristas en Castilleja de la Cuesta, como casa de formación, casa de convivencias y encuentros. Al mismo tiempo, se abrió una escuela al servicio de la población.
Para terminar este muestrario de presencias maristas, me quedaría por presentaros dos: una en Cazalla de la Sierra, donde los Hermanos colaboramos mucho con el sacerdote Leonardo Castillo, en su obra educativa de Escuelas y talleres profesionales para niños y jóvenes de Cazalla y su entorno. Como último, desde 1960 funciona una escuela concertada de unos 350 alumnos, en Sanlúcar la Mayor, donde una comunidad de cuatro Hermanos, echan una mano en la educación colegial y mantienen la presencia marista en nuestra Archidiócesis.
Ya veis que, aunque os he dicho que no quiero vivir de la historia; he puesto delante de todos los que leéis esta breve reseña histórica y geográfica, aquellos lugares que fueron y algunos ya no son y que pertenecen a la historia.
Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres” (Mt. 5,3) y enseguida pensó en San Francisco de Asís y en los franciscanos; pronunció la obediencia, como la búsqueda conjunta de la voluntad de Dios, y pensó en San Ignacio y los jesuitas; Se retiró al monte a rezar y tuvo presente a las órdenes contemplativas; Jesús dice a los apóstoles: Dejad que los niños vengan a mí (Mt. 19, 14) y pensó en las congregaciones de enseñanza.
HH. José Luis de Vicente y Rafael Arteaga
Lecturas del Domingo -26 de marzo -
Primera lectura Ezequiel 37, 12-14
Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis
“Esto dice el Señor Dios: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os sacaré de ellos, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel.
Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de ellos,
Salmo responsorial Sal 129, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8
R/: Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa pueblo mío, comprenderéis que soy el Señor. Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestra tierra y comprenderéis que yo, el Señor, lo digo y lo hago» —oráculo del Señor—”.
- Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica.
- Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes temor.
- Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora.
- Aguarde Israel al Señor. Como el centinela la aurora porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos.
Segunda lectura Romanos 8, 8-11
El Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros
Hermanos: Los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros; en cambio, si alguien no posee el Espíritu de Cristo no es de Cristo.
Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia. Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús también dará vida a vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros. Los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Evangelio según san Juan 11, 3-7. 17. 20-27. 33- 45
‘ R e s u r r e c c i ó n d e L á z a r o ’ J d e R i b e r a ( M u s e o d e P r a d o )
En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo: «Señor, el que tú amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea».
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día». Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Evangelio en Lengua de Signos Española
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Comentario bíblico
Las lecturas de este último domingo de Cuaresma nos sitúan directamente frente al mayor don que recibimos en el bautismo: la participación en la resurrección y la vida nueva que Dios nos ha alcanzado por medio de su hijo Jesús. Así lo proclama ya como promesa el texto de Ezequiel con la conclusión de la visión de los huesos secos que representan al pueblo de Israel consumido en su fe y su esperanza en el destierro. Los israelitas reciben el aliento de la Palabra de Dios quien, por el poder de su Espíritu, abrirá las tumbas y los sacará de ellas, alumbrando un mundo nuevo, el regreso a su
-Miguel Ángel Garzón, sacerdote- tierra. Esta acción vivificadora pone de manifiesto la genuina identidad de Dios.
Precisamente esta apertura del sepulcro es lo que contemplamos en el Evangelio, en una de las páginas más cautivadoras de la Sagrada Escritura. Marta y María le hacen presente a Jesús la muerte de su hermano Lázaro, que las ha sumido en la angustia y tristeza. Jesús queda también afectado profundamente, pero manifiesta que esta enfermedad mortal de su amigo servirá para manifestar la gloria de Dios. Basta creer en él y en su palabra. Jesús se hace uno con la humanidad sufriente y comparte su
Apuntes para orar con la Palabra
dolor y llanto. Y desde ahí revela cómo, por medio de él, Dios ha introducido la vida y la resurrección que desata al ser humano de las ataduras del pecado y de la muerte.
En el grito que Jesús lanza a Lázaro (“¡sal!”) se encierra toda la fuerza sanadora y liberadora del Señor que otorga una vida nueva. El apóstol Pablo señala esta nueva condición en la que vive el creyente. Ha dejado atrás lo viejo, la vida en la “carne” que lo conduce y lo retiene en la muerte, para vivir dinamizado por el Espíritu de Cristo resucitado.
1. ¿De qué “tumba” te tiene que sacar el Señor? ¿Confías en que te puede liberar?
2. Postrado ante el Señor como Marta y María, ¿qué suplica le harías en este momento? ¿Qué palabras recibes de él?
3. ¿Vives desde la “carne” o según el “espíritu de Cristo resucitado”? ¿Cómo se refleja en tu vida?
Lecturas de la semana V SEMANA DE CUARESMA. I SEMANA DEL SALTERIO (Ciclo A. Impar)
Adoración eucarística
Jubileo circular en Sevilla (capital): Días 26-28, iglesia del Hospital del Pozo Santo (Plaza del Pozo Santo); 2931, Capilla de San Onofre (Plaza Nueva, 4); 1-3 de abril, iglesia del colegio Sagrado Corazón- Esclavas (c/ Jesús de la Veracruz);
Domingo 26
V Domingo de Cuaresma
Lunes 27
Dan 13, 1-9. 15-17. 19-30.33-62; Sal 22; Jn 8, 1-11
Martes 28
Num 21, 4-9; Sal 101; Jn 8, 21-30
Miércoles 29
Dan 3, 14-20. 91-92. 95; Sal Dan 3, 52-56; Jn 8, 31-42
Jueves 30
Gen 17, 3-9; Sal 104; Jn 8, 51-59
Viernes 31
Abstinencia
Jer 20, 10-13; Sal 17; Jn 10, 31-42
Sábado 1
Ez 37, 21-28; Salmo Jer 31, 10-13; Jn 11, 45-57
Diariamente: Capilla de San Onofre (Plaza Nueva), las 24 horas; convento de Sta. María de Jesús (c/ Águilas); Parroquia de la Concepción Inmaculada (c/ Cristo de la Sed); Parroquia de San Bartolomé (c/ Virgen de la Alegría); Parroquia de las Santas Justa y Rufina (c/ Ronda de Triana, 23 - 25); Parroquia de la Anunciación de Ntra. Sra. y San Juan XXIII (Pza. San Juan XXIII), iglesia de San Antonio Abad (c/ Alfonso XII, 3).
Jubileo circular en Écija: Días 26-28, Santo Domingo; 29-31, San Gil (Q. Señor de la Salud); 31-2 de abril, Santa Florentina.
Celebración de vísperas cantadas los domingos a las 18.30 h (exposición del Santísimo a las 17.30 h), en el convento de la Encarnación- MM Agustinas (Pza. Virgen Reyes).