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CORREO SIN ESTAMPILLAS

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CARTA EDITORIAL

CARTA EDITORIAL

BREVE RESEÑA DEL CORREO EN LEÓN,

Finales Del Siglo Xviii Y Siglo Xix

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GILBERTO DE LA TORRE MALACARA

La historia de las comunicaciones, en específico la historia del Correo, puede leerse desde diferentes ángulos. Esta breve reseña forma parte de un trabajo más extenso en construcción en el que he trabajado algunos años a la fecha y está fundamentado principalmente en dos fuentes; la primera se sustenta en los documentos relativos al Correo en León que resguarda el Archivo Histórico de León, y la segunda es el testimonio que narran las cartas o frentes de cartas usadas, que he recuperado con el tiempo y forman parte de mi colección.

En esta ocasión solo nos enfocaremos en lo que los filatelistas llamamos pre-filatelia, que es todo lo relativo al uso del correo antes de la implementación de las estampillas como comprobante de pago, lo que en México aconteció hacia 1856, y en casos excepcionales después de esta fecha. Eso sumado a los documentos que mencionamos, resguardados en el Archivo Histórico. Me referiré al término correo o correos a la persona que ejercía ese servicio y como Correo o Correos, con mayúscula, a la institución.

Antecedentes

Una de las formas más antiguas de comunicación entre las personas a distancia, es a través del sistema de correos. Primero de forma verbal a través de un emisario y luego en forma de misivas que con el tiempo derivaron en cartas. Xenofonte, el historiador, militar y filósofo griego, menciona que en la antigua Persia existía un sistema de caballerizas entre ciudades, establecidas a una distancia entre sí, de tal forma que un mensajero a caballo pudiera llegar de una a otra sin que el caballo se agotara y ahí, hacer un relevo para seguir a la siguiente caballeriza o puesto, así surgió el sistema de postas. Para 1283, Pedro III El Grande de Aragón estableció que los sayones o bastoneros además de transportar cartas, citatorios y mandatos, cumplieran misiones especiales de orden administrativo como entregar ejecutorias y que esos mensajeros llamados correos llevaran una bolsa con las armas del Veguer o del Sub-veguer, lo que quedó asentado en la Constitución del Reino de Aragón. Años más tarde, viendo la importancia que tenían los correos en hacer llegar los comunicados oficiales y otros documentos como cartas de negocios, se estableció una cofradía “dels correus” en Barcelona, donde se agruparon los correos para establecer las normas postales y definir lo que se conoció como Correo Mayor.

En México, gracias a los primeros cronistas hispanos, sabemos que desde el siglo XV existía un sistema de postas perfectamente establecido entre los Mexicas, aunque solo estaba al servicio del imperio Azteca y todo parece indicar que éste dependía directamente del ejército del Emperador, en un sistema de mensaje verbal y muy pocas veces escrito. Además llevaban insignias de acuerdo a la calidad y tema de la noticia; por ejemplo, si su contenido era la victoria por parte del ejército de los Mexicas, los correos o paynanis, que eran los mensajeros, llevaban los cabellos atados con una cinta colorada.

Este sistema de postas funcionaba de la siguiente manera: “para que la noticia llegara más rápidamente, los caminos reales del reino estaban llenos de una suerte de torrecillas, cerca de seis millas distantes una de la otra, en donde los paynanis esperaban listos para ponerse a caminar a cualquier hora. Toda vez que se expedía el primer correo, corría lo más velozmente que podía hasta llegar a la primera posta o torrecilla, en donde comunicaba a otro la embajada y le entregaba, cuando había, las pinturas jeroglíficas que representaban la noticia o el asunto a tratar, que hacían las veces de cartas. Este segundo hombre corría sin tardanza hasta la siguiente posta y así, en continua y jamás interrumpida carrera, se llevaba el mensaje a tan gran distancia que en ocasiones llegaban a recorrer, según afirman algunos autores, hasta 300 millas en un día. De esta misma forma, el emperador Moctezuma II se hacía llegar diariamente pescado fresco desde el Seno Mexicano, cuya distancia de la capital era por lo menos de unas 200 millas1”.

Una vez encontrados los dos mundos, o ejecutada la Conquista como le llama- mos, los virreyes acertaron en aprovechar la estructura que ya existía para constituir un nuevo servicio general de Correos, esta vez de carácter tanto público como oficial. En 1586 Pedro de Nájera le escribe desde Lima a su hermano Diego en México, diciéndole que: “ayer tuve cartas, porque el virrey don Martín Enríquez2 dejó una orden que cada día primero del mes sale de esta ciudad para todas las de arriba un chasque, que es un indio como correo y de diez en diez leguas se mudan, y de este arte vienen de Potosí y van en 28 días, y los que van y vienen por el Cuzco, Huamanga, Pueblo Nuevo y los demás pueblos que hay en el camino. Con que por una carta se dan dos reales y hasta peso de una onza, dos reales, ida allí al respecto, y a esta casusa sabemos cada mes unos de otros3”.

El Correo Mayor se estableció oficialmente en Nueva España en 1579 como una merced real que se otorgó al año siguiente en 1580 a Martín de Olivares, lo que significó un avance en el servicio, ya que se amplió la prestación del servicio a las Audiencias, Tribunales, Casa de Contratación y los Cabildos, además de agregar viajes a caballo con mayor frecuencia, y en los caminos se estableció que las hosterías, ventas y mesones fungirían como postas, que al poco tiempo constituyeron los primeros indicadores de las rutas postales.

Se establecieron también los Correos Mayores con “Caxas” en las ciudades de Veracruz, Oaxaca, Querétaro y Guanajuato y luego Guadalajara y en las demás ciudades, villas y pueblos se formaron los tenientes del Correo. Con la creación de los Correos Marítimos en 1765, se formó una requisa del sistema de Correos distinta a la de los Correos Mayores. Casi simultáneamente, ese nombramiento de Correo Mayor fue sustituido por el nombramiento de Administrador del Correo, con sueldo fijo. Además se reorganizaron las rutas entre las Caxas, agregándose algunas y redefiniéndose las Carreras postales entre los caminos mayores y los transversales. Estas Carreras eran las de: Tierra Adentro, Valladolid, Veracruz, una que formaban Cuernavaca, Pachuca, Zimapán y Zacatlán y la carrera de Filipinas4. Esta organización tuvo éxito y años más tarde en 1791, el Virrey Juan Vicente Güemes de Pacheco y Padilla decretó los días y las horas en los que deberían salir y entrar los correos a las Caxas.

El Correo En Le N

Para entender otros puntos de vista relacionados con la historia del Correo en León, existen al menos tres publicaciones que tratan con detalle el tema, ci- tando fuentes documentales, que son: el estudio que hizo el Profesor Jesús Rodríguez Frausto, publicado el 9 de Febrero de 1994 en el periódico El Sol de León con el título de Páginas de Historia Leonesa: Orígenes del Correo en León, y del mismo Rodríguez Frausto, Páginas de Historia Leonesa: El Correo Ignacio Gómez Poleo, también este en El Sol de León el 28 de Febrero de 1994 y el estudio publicado en el #153 de la Revista Tiempos, boletín del Archivo Histórico Municipal de León, por el historiador Héctor Hesiquio Rodríguez Martínez con el título Estampilla Postal, 160 Años. Ambos autores mencionan datos y fechas relacionados con las leyes del Correo, el sistema postal en México; desde sus orígenes hasta nuestros días, y una biografía de Ignacio Gómez Poleo, que fuera el primer Administrador de Correos de la villa de León en 1781, que se tenga noticia. Aunque como veremos, ya décadas antes funcionaba el sistema de Correos en la villa.

Como mencionábamos en párrafos anteriores, gracias a esas Carreras o rutas, se facilitó el transporte de correspondencia, que gradualmente aumentaba en cantidad. La villa de León formaba parte de la ruta establecida en la Carrera de Tierra Adentro, que iba de México a Durango y viceversa, pasando por Querétaro, San Miguel el Grande, con sus travesías para San Luis Potosí y las provincias de Oriente, Guanajuato, Lagos y en el camino estaba León. Además esta carrera tenía el trayecto de los correos a Guadalajara, Zacatecas y Durango.

Esas Carreras eran internas de la Nueva España, que al llegar a un puerto, se convertían en Correo Marítimo y eran manejadas como tal. Hay algunos ejemplos de cartas que se conservan hasta hoy, como el que vemos en el siguiente tipo:

La carta va dirigida a Francisco Ynda. También se señala que de encontrarse ausente se le entregue a su apoderado en la Cámara de Comercio de Lima. Contiene la marca de origen Monterrey y la marca en su ruta de tránsito por León, además de un 4 que señala la tarifa de cuatro reales en rojo, pagada por el destinatario, por una carta de peso sencillo entre México y Perú. También contiene la leyenda Por San Blas, Payta, Perú, para señalar la ruta que la carta siguió6. En efecto esta carta sí siguió la ruta señalada en su frente, ya que Acapulco no era una opción de ruta, pero sí lo era San Blas y por esto tiene el sello de tránsito por León, que estaba en la Carrera a seguir. Lima estaba en pleno conflicto con diversos frentes de guerra, por lo que la carta tuvo que ser desembarcada en Payta.

1. UNA DE TRES CARTAS CONOCIDAS DEL SIGLO XVIII DE LA NUEVA ESPAÑA A SUDAMÉRICA EN MANOS PRIVADAS. COLECCIÓN CORREO DE NUEVA ESPAÑA

Ya desde finales del siglo XVIII se establecieron los buzones, que hoy en día llamamos oficinas, en todos los caminos de las Carreras, además de las estafetas ya existentes, que con aumento de la correspondencia y el uso del servicio de correos se les llamó estafetas agregadas u oficinas agregadas y más adelante administraciones subalternas. León era una de estas administraciones subalternas y alrededor tenía como vecinos a las administraciones subalternas de Celaya, Irapuato, San Miguel el Grande, Guanajuato, Salvatierra, y Lagos. Además estaban las de Puebla, San Juan del Río, Querétaro, Valladolid, Pátzcuaro, Guadalajara, Durango, Sombrerete, San Luis Potosí,

Aguascalientes y Zacatecas, por mencionar algunas.

Un ejemplo de comunicación postal entre estos buzones u oficinas subalternas es la correspondencia que mantuvieron don Francisco Antonio Mazorra de Vegas con don Juan Lorenzo Manrique de Malacara en 1759, fecha en la que don Juan Lorenzo se encontraba en la Hacienda de Peñuelas. Don Francisco Antonio, al hacer el avalúo de la tienda de géneros de mercancías, propiedad que don Juan Lorenzo tenía en la villa de León, éste, Mazorra de Vegas le envía desde León “un correo que le despaché a la Villa de Aguascalientes” con un costo de 5 pesos7. Debió ser un legajo con muchos folios, ya que pagar la cantidad referida por un correo, era costosísimo en esos años.

Las tarifas por el cobro del porte de la correspondencia estuvieron vigentes desde 1766 y quedaron especificados de esta forma: por la carta sencilla que se entiende hasta media onza inclusive, 2 reales plata; por la doble de tres cuartos de onza, 4 reales; por la triple de una onza, 6 reales; por el pliego de una onza y media, 8 reales; y por el pliego de dos onzas, 10 reales. Los pliegos de mayor peso pagaban 4 reales por onza hasta diez onzas, los excedentes hasta veinte onzas; 2 reales por

1.-Una de tres cartas conocidas del siglo XVIII de la Nueva España a Sudamérica en manos privadas. (Colección:Correo de Nueva España) cada una, los que pasaban de este peso hasta cuarenta onzas; 1 real por cada una y los de cuarenta y una en adelante, medio real8 .

2.-Carta enviada de León a Chihuahua con un porte de 4 reales, que ejemplifica lo expuesto anteriormente con las tarifas de la segunda mitad del siglo XVIII.

2.-CARTA ENVIADA DE LEÓN A CHIHUAHUA CON UN PORTE DE 4 REALES, QUE EJEMPLIFICA LO EXPUESTO ANTERIORMENTE CON LAS TARIFAS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII

Esta carta fue enviada desde León el 6 de mayo de 1846, es una de las más tempranas (si no es que la más), conocidas con esta marca de León de los Aldamas en óvalo, que el Catálogo de Yag-Bash señala como GN37. Debió seguir la Ruta: Carrera de Tierra Adentro y travesía de Santa Fé: León-Aguascalientes-Zacatecas-Durango-Chihuahua.

Con respecto a las marcas postales, es a partir de 1736 que se pusieron las nacientes marcas postales conocidas, volviéndose un requisito el usar una marca de origen, posteriormente llamadas cancelaciones, tras la requisa del Correo Mayor a finales de la década de 1760 a principios de la de los 1770. Aunque efectivamente el Correo Mayor usó marcas postales desde 1736, estas no fueron usadas en toda la correspondencia enviada y aún existen muchas dudas sobre su uso interno. Como ejemplo el Correo Mayor en ciudad de México no usó ninguna marca postal hasta donde se sabe. Se conocen diferentes marcas de las mismas sub-oficinas que están enlistadas en los catálogos de los autores Otto Yag y John

K. Bash y el de Joseph Schatzkés, usados mundialmente como referencia. Hasta donde sabemos, Guanajuato las usó desde 1786 y en León, la marca más antigua que se tenga registrada es de 18049, usada en rojo. Con la llegada de las primeras estampillas postales en México en 1856, solo se permitió usar estas marcas como comprobante de pago, solo en los casos en que se agotara la existencia de estampillas en las oficinas o sub-oficinas.

La siguiente carta es una de las más tempranas conocidas con alguna marca postal de León. El Catálogo Yag-Bash menciona su uso a partir de 1805. También es mencionada en el Catálogo de Tizón10 de marcas postales coloniales Españolas. Esta carta, sin embargo, está fechada el 15 de marzo de 1804, por lo que debemos pensar que esta marca leonesa tiene un origen anterior. En el interior se lee que Pedro Díaz de la Ser- na le notifica a don Nicolás Campero, que se encuentra en Veracruz, que llegó a su destino en León y que está instalado; además menciona que el Cajón está medianamente surtido y que promete desempeñar su obligación. La carta debió seguir la siguiente ruta: Carrera de Tierra Adentro y Carrera de Veracruz: León-Guanajuato-Querétaro-México-Puebla-Veracruz.

3.-CARTA DE LEÓN A VERACRUZ, CON LA MARCA LEÓN EN ROJO11

Hago un paréntesis para mencionar que, si el sistema de postas y correos incluían a la villa de Léon desde sus primeras regulaciones, y conociendo el testimonio de al menos una carta enviada en 1759, tengo como hipótesis que ya desde el siglo XVIII debieron existir marcas postales propias del Correo en León. Está en la búsqueda y el tiempo, y tal vez con suerte, localicemos esa marca o marcas anteriores a las que ahora damos por primeras.

La carta que veremos a continuación, fue escrita por J. M. Ruiz el 22 de Junio de 1837 a su amigo don Francisco Iturbe en la ciudad de México. Esta marca postal virreinal de León, es conocida en cartas desde 1804, aunque es probable como mencionamos arriba, su uso anterior a esta fecha. Se tiene registrado su uso hasta 184412

4.-CARTA

ENVIADA DE LEÓN A MÉXICO. RUTA: CARRERA DE TIERRA ADENTRO

La legislación virreinal determinó que las cartas se enviarían marcando con tinta roja el porte que debía pagar el destinatario y con tinta negra el cubierto por el remitente al momento de enviar la carta. Así, tenemos que las misivas enviadas por cobrar debían marcarse con un sello en color rojo y las previamente franqueadas con tinta negra, llamados también sellos negros. Este último, “sellos negros” es un término meramente filatélico y exclusivo de México.

En la práctica, el color de las tintas no indicó si era porte pagado o por cobrar, de ahí el uso de dos marcas, una con el nombre de la oficina de origen (que lo usual era por pagar) y la otra con el texto franco o franqueado, para las ya pagadas. A partir de las estampillas, las marcas también son conocidas en el argot filatélico como cancelaciones. Porque cancelaba el uso posterior de las estampillas ya usadas.

5.-CARTA DE SILAO A CIUDAD DE MÉXICO, CON PORTE POR COBRAR

POR LA MARCA EN ROJO

Esta carta fue escrita por José Guadalupe Ibargüengoitia el 7 de agosto de 1831 en Silao con destino a su amigo don Felipe García del Comercio de ciudad de México, diciendo que el ornamento tiene un costo de 18 pesos y 3 reales. Además le indica que había llegado a Silao sin con- tratiempos.

Filatélicamente hablando, estas cartas con marcas postales, sin estampillas o timbres como también les llamamos, se pueden clasificar en: a) Cartas virreinales anteriores a 1736, b) Cartas virrei- nales de 1730-36 a 1766 con marcas de Correo Mayor, c) Cartas virreinales de 1767 a 1821 con marcas postales, d) Cartas de 1821 a 1856, e) Cartas enviadas por cobrar de agosto a diciembre de 1856, f) Cartas de 1857 a 1883 franqueadas con sellos negros y g) Cartas por cobrar enviadas de 1859 a 186013. Sin importar el lugar o el tiempo, los servicios de Correos han dependido de sus ingresos para su correcto funcionamiento y su permanencia en el tiempo. Y la forma de controlar esos ingresos una vez enviada la carta, era identificar el color de la marca.

Cada oficina de Correos debía tener un Administrador Principal, que nombraba a sus empleados y cuidaba la atención de las postas. Existían los mozos de oficio, es decir, los porteros que vivían en la casa de la Administración de Correos, los maestros de postas que estaban al cuidado de los caballos, y los carteros que eran reconocidos por los habitantes de la ciudad o villa donde vivían, además de portar un escudo para reconocerlos. Los carteros se regían por el libro de Instrucciones en donde se establecía la forma en que la correspondencia se conduciría con seguridad, la apertura y resguardo de las valijas y la entrada y salida de correspondencia en ellas, ya que solo los carteros podían llevar correspondencia. En cada caxa o casa, los administradores debían anotar las cartas que eran entregadas y la fecha, se ponían unos sellos sobre la cubierta de cada pliego y de esa manera se regulaban los portes.

5.-Carta de Silao a la ciudad de México, con porte por cobrar por la marca en rojo.

En un mensaje fechado en los pueblos del Rincón de León el 7 de marzo de 1811, José Esteban Rosas se dirige al señor

Subdelegado de la villa de León don Manuel José Gutiérrez de la Concha dejando constancia que hasta ese día el Maestro de Postas de esos pueblos era el señor Ignacio Becerra, y menciona además que adjunta a la misiva dicho título14

Como lo marcaba la ley, las cartas podían ser enviadas sin pago previo. Dicho pago sería pagado por el destinatario, tal como lo mencionamos anteriormente. Sin embargo, había una multa por el tiempo transcurrido entre la entrega de la correspondencia por pagar y el pago de la misma por el destinatario, de tal forma que si el destinatario no pagaba la correspondencia que recibía, pagaba una multa por día15. Esta tarifa o multa, era aplicada tanto a correspondencia particular como oficial. El 28 de febrero de 1806, el Virrey expidió una Circular comunicando a la Intendencia de Guanajuato que por resolución de la Junta Superior de la Real Hacienda, debía llevarse a cabo la francatura de las cartas de oficio de las causas civiles y criminales y que esas cartas debían ser entregadas francas a los Subdelegados o Justicias, con el aditamento que esas dichas cartas se dirijan o despachen para el cobro de los derechos reales contra “los deudores que hayan demorado, satisfacerlos a su debidos tiempos, entonces a estos deberán los Justicias cobrarles los gastos de estafeta…16”. Misma circular que fue ratificada por Fernando Pérez Marañón al Subdelegado de la villa de León el 17 de agosto de 1812.

6.-CARTA OFICIAL DE MÉXICO A QUERÉTARO REDIRIGIDA A GUANAJUATO

Esta Carta oficial muestra el sello del Juzgado con el Escudo Nacional al centro y con la marca postal de la ciudad de México por cobrar, en rojo, enviada el 3 de septiembre de 1856 a Querétaro y re- dirigida en su ruta a Guanajuato, donde se recibió el 9 de septiembre. En específico, la ruta oficial entre la ciudad de México y Querétaro, que continuaba a Guanajuato, fue formalmente establecida por decreto del 17 de agosto de 1755, sancionado por el Virrey Conde de Revillagigedo17

7.-Carta de Guanajuato a León, con porte de 1 real en el reverso.

La comunicación entre Guanajuato y León y viceversa debió ser continua y frecuente desde los primeros días de su fundación. A partir de la segunda mitad del siglo XVII que aumentó en suma considerable debido principalmente al aumento de la población. Para el siglo XIX esta comunicación se había multiplicado tal como lo demuestra el número de correspondencia que sobrevive hasta hoy. Este aumento está relacionado sobre todo por motivos comerciales debido al auge mercantil, agrícola y ganadero en la región.

7.-CARTA DE GUANAJUATO A LEÓN, CON PORTE DE 1 REAL EN EL REVERSO

Esta misiva fue escrita por el señor Cristino Acevedo y enviada el 30 de julio de 1854 de Guanajuato a León para el señor Ildefonso Portillo, del Comercio de la Ciudad. Se mencionan principalmente asuntos relativos a pagos pendientes por parte de algunos miembros de la familia

Otero. En el reverso se indica el porte de 1 real con un número en negro. Ruta: Guanajuato-Silao-León.

Regresemos un poco en el tiempo. El movimiento por la Independencia se volvió en una guerra de guerrillas, de tal forma, que en general las comunicaciones se alteraron al punto que el servicio de Correos implantó en 1813 que se estableciera una Carrera mensual a todas las provincias del virreinato18. En los puntos que consideró Calleja para establecer este correo mensual, menciona que: “7° Debiéndose reunir en Guanajuato las correspondencias de oficio y pública de las Provincias Internas de Occidente, de Guadalajara y Zacatecas, los Jefes militares Intendentes en ellas, obrando de acuerdo entre sí y con los Administradores respectivos a quienes comunicará sus instrucciones el Jefe de la Renta, tomarán sus medidas para remitir cada mes la conveniente seguridad las pertenecientes a Nueva Vizcaya y Sonora hasta Zacatecas y las de esta Provincia y de Guadalajara en unión de las que hubieren recibido de las internas hasta la Villa de León, donde existe una fuerza competente de que dispondrá el Comandante de la misma Villa, enviarlas escoltadas a Guanajuato.19”

Durante la Guerra de Independencia, hubo excepciones en las tarifas de portes de cartas, como es el caso de la correspondencia entre militares. El Virrey au- torizó ante la Junta Superior de la Real Hacienda, celebrada el 31 de octubre de 1818, que la correspondencia entre los generales del ejército, tuvieran absoluta franquicia, tanto en lo oficial como en lo particular, es decir, que la correspondencia que enviara un General, fuera libre de porte.

Algo parecido sucedía con los comandantes, que solo tenían franquicia libre para correspondencia oficial y sí pagar el porte de correspondencia personal, sin excepción alguna. Esta disposición determinó que toda correspondencia enviada por generales o comandantes debería llevar los sellos correspondientes de sus Secretarías, Inspecciones u Oficinas, pero en caso de no contar con ellos, deberían contar con la leyenda:

“Del Real Servicio, lo certifico bajo mi palabra de honor”20

Esta leyenda debía estar acompañada con la media firma del remitente. Al ser recibida, la correspondencia debería ser autenticada por el destinatario escribiendo en la misma cubierta de la correspondencia21 que bajo palabra de honor, esa correspondencia pertenece al Real Servicio, devolviendo esa cubierta al Administrador de Correos para que pudiera hacer el cargo correspondiente a la Real Hacienda. Hasta la fecha desconozco, las cubiertas de cartas militares que contengan esta leyenda, al menos las enviadas desde León. Por ser una disposición del Virrey, esta leyenda podría considerarse como marca postal22.

Por otro lado, en la misma Junta Superior, se determinó que los Jefes de Cuerpos Veteranos, Coroneles o Comandantes de ellos, pagarían su porte de cartas correspondiente, ya que se les destinaron 8 pesos mensuales para ese fin. Lo mismo sucedía con las cartas dirigidas a Sargentos, Cabos y Soldados que pagaban “el importe de ella inmediatamente del fondo del Cuerpo y cargando a cada individuo en su cuenta particular lo que corresponda…23”. Así se le hizo saber al Subdelegado de la Real Hacienda de la villa de León y al Administrador de Correos de León.

SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2022

El siguiente frente de carta escrito alrededor de 1820, es un buen ejemplo de la leyenda que mencionamos. En ella se lee encabezando el frente “Rl. S°”. En algunas otras se agrega también “de oficio la certifico”, aunque no siempre se encuentra.

8.-FRENTE DE CARTA CON LA LEYENDA “RL. S°.” DE “REAL SERVICIO”.

Un par de años después de consumada la Independencia, una de las acciones del Gobierno fue estabilizar el sistema de Correos y Postas del país y para ello se determinó entre otras cosas, tomar las ventajas que tenía el sistema postal novohispano, con ayuda de las diferentes instancias del Gobierno. El Primer Ministro de Estado, Lucas Alamán, envió a Domingo Chico en Guanajuato y este a su vez mandó al Alcalde Primero de León una circular fechada el 24 de mayo de 1823 por el Supremo Poder Ejecutivo en que se solicitaba a todos los Ramos del Estado “que los Correos así ordinarios como extraordinarios, caminen con la velocidad y seguridad que demandan los intereses de ambos, como así mismo las quejas y reclamos de la Administración general sobre el extravío y demoras que causa el que no se presenten con oportunidad los auxilios necesarios”24 .

Esto incluía que en los pueblos de esta provincia en donde no hubiera postas, los comandantes militares franquearían los correos, incluso con la prontitud que exigía el buen servicio.

Se le comunicó al Señor Administrador General del Ramo, que ordenara a sus correos tratar los bagajes que se les entregaban con las consideraciones necesarias para su envío y entrega, además de mantener los precios justos tratados en los arreglos generales del Bando del 1° de diciembre de 1771, siendo responsable de los abusos que se cometieran en el cobro de los franqueos. Todas estas disposiciones fueron recibidas oficialmente por el Administrador de Correos en León, en junio de 1823.

Se tomaron todas las providencias para que ya en 1823 quedara establecido en todas las provincias de la nación, incluida la de Guanajuato a la que pertenecía la Administración de Correos de León, el segundo correo semanario, tal como se encontraba antiguamente y que se había suspendido por las carencias en los fondos de servicio de Correos. Aún cuando el Correo se encontraba en recuperación y estabilización, se prohibió enviar correos extraordinarios a particulares, solo en el caso que fuera “muy interesante a la Nación”25. Todavía en

En 1831 el Vicepresidente de México, Anastasio Bustamante, autorizó establecer correos semanarios ”en donde sean útiles” y no reciban tales correos antes de ”quince días”.

1831 el Vicepresidente de México, Anastasio Bustamante, autorizó establecer correos semanarios “en donde sean útiles” y no reciban a esos correos antes de quince días26.

Para esas fechas, el 30 de abril de 1825, la Comisaría General de Guanajuato envió un oficio dirigido al Alcalde Primero Constitucional de la villa de León para que librara a la población del peso y obligación del costo de las cabalgaduras para los correos, una medida que debió ser instaurada en periodos de inestabilidad para el sistema de Correos27. Tres años después, el 27 de octubre de 1828, don Julián de Obregón envió al Muy Ilustre

Cabildo de León el título de Administrador General de la Renta de Correos de la villa, otorgado a Agustín de Oñate28. Sin lugar a dudas, hubo administradores de Correos en la villa anteriores a este nombramiento, pero este es significativo por que consta documentalmente la fecha, el nombre y el lugar a quién se le otorga.

En la década de 1850, después de una larga temporada de inestabilidad política, social y con la mitad del territorio nacional perdido, México tenía la urgente necesidad de actualizar sus instituciones, entre ellas la del Correo. Aún faltaban años para lograr una esperada paz y tranquilidad. Con la publicación de Itinerarios y Derroteros de la República Mexicana en 1856, se estableció un nuevo sistema de comunicaciones, tanto postal, como telegráfico y de diligencias.

9.-CARTA DE LEÓN A GUANAJUATO CON LA MARCA DE LEÓN DE LOS ALDAMAS Y UN 1 SEÑALANDO UN PORTE DE UN REAL

Esta carta fue enviada el 9 de octubre de 1853 por don Florencio García al señor don Urbano Madrazo en Guanajuato, haciendo referencia a una cuenta por $227.00 de la maquila de los tercios29 con los que tienen contrato.

León siguió perteneciendo al Partido de Guanajuato y encabezaba el 4° Distrito de ese Partido. Por mencionar un ejemplo, se determinó que la ruta postal30 entre la ciudad de México y León sería en el itinerario Número 1 de México a Guadalajara y se estableció de la siguiente forma: México-Tlalnepantla-La Lechería-Cuautitlán-San Miguel-Tepeji del Río-Hacienda La Cañada-San Francisco Soyaniquilpan-Arroyo Zarco-Encinillas-Ruano-San Antonio-PalmillasSan Juan del Río- Las Trojes Mochas-El Sáuz-Arroyo Seco-El Colorado-La Noria -Querétaro-Estancia de las Vacas-El Rayo-La Calera-Apaseo-Celaya-El Guaje -Salamanca-Buena Vista-Irapuato-San Antonio-San Miguelito-Silao-Los Sauces-Los Magueyes y León.

En León se abrió un camino al Sur que llamaban de las Haciendas. Prácticamente dicho camino es el que ahora conocemos como Carretera Federal 45 o Panamericana. León también tenía como puntos alrededor, los pueblos de: Lagunillas, San Bernardo, La Sandía, los pueblos del Rincón, Los Sauces de Abajo y Cañada de Negros; por lo tanto, todos estos tenían ruta postal directa a León.

Se estableció que León sería una de las postas en la Ruta31 de diligencias generales de México a San Blas. En León las diligencias se detenían por ser un sitio oficial para el almuerzo. De México a San Blas, las diligencias salían los lunes, miércoles y viernes a las 4 de la mañana y el viaje total costaba $86.oo, a León costaba alrededor de $35.oo. Las valijas del Correo se transportaban en un servicio que se llamó correo de diligencias

Ese mismo año de 1856 se implementaron las primeras estampillas postales para el uso del pago en el servicio de correspondencia, implementadas en México gracias al Director de Correos, el escritor y poeta Guillermo Prieto. Estas estampillas serían de uso obligatorio y representaban el comprobante de pago por el envío de cartas, que además, implementaban el uso obligatorio y universal de pago adelantado por parte del remitente de las cartas32

Estas primeras estampillas, muestran la Historia de México y reflejan además, los tiempos turbulentos que significaron las primeras seis décadas del siglo XIX. Aún cuando su uso fue obligatorio, hubo ocasiones en los que las estampillas se agotaron en las oficinas postales, por lo que hubo que recurrir a fraccionar las estampillas de porte más alto o bien, usar los canceladores como comprobante de pago a la manera del sistema novohispano, nos referimos al anterior a las estampillas, con las marcas postales virreinales que mencionamos anteriormente. Esa forma de comprobar el pago del envío de cartas usando las marcas postales a la usanza virreinal, sin estampillas, se llamó sellos negros, a los que ya nos hemos referido en párrafos anteriores.

10.-CARTA ENVIADA DE GUANAJUATO A MONTERREY, EL 11 DE FEBRERO DE 1856

Enviada de Guanajuato a Monterrey y dirigida al Gobernador del Estado de Nuevo León, señor don Santiago Vidaurri, militar y político Mexicano, promotor de un proyecto separatista de nación, que fue además un tenaz comerciante. La carta muestra un 3 que corresponde a la tarifa de tres reales por una carta de un peso sencillo enviada a las antiguas Provincias Internas.

Con la llegada de las estampillas se abre un capítulo en la historia postal del país, que puede ser estudiada (y desde luego coleccionada) en su generalidad o de forma regional al implementarse una nueva división territorial para fines meramente postales, los llamados Distritos Postales, que surgen de dividir el territorio nacional para su mejor administración postal y fiscal. León en este rubro fue establecido como sub-oficina de la principal en Guanajuato, que era oficina principal del llamado Distrito Postal Guanajuato. Esta división, fue una solución única en la historia del Correo Mundial. En una próxima publicación hablaremos del Distrito Postal Guanajuato, de sus estampillas y su uso en el Correo.

10.-Carta enviada de Guanajuato a Monterrey, el 11 de Febrero de 1856. que en algunos distritos, como es el caso de Guanajuato, se quedaron sin estampillas, usando los canceladores como comprobante de pago, tal como se hacía anteriormente.

12.-CARTA ENVIADA DE LEÓN

A ZACATECAS, USANDO EL CANCELADOR COMO SELLO NEGRO, CON UN PORTE DE 2 REALES QUE PUEDE LEERSE EN NÚMERO AL REVERSO

La última carta es un buen ejemplo del uso tardío de sello negro, ya que después del Segundo Imperio son pocos los ejem- plos de cartas sin estampillas. La carta fue enviada desde León el 7 de marzo de 1868 por el señor Domingo Olavarrieta al señor J. Banksen en Zacatecas en la que tratan asuntos de cuentas ya pagadas. En el interior se lee una interesante postdata que nos da idea del comercio en aquella época: Las saleas siendo de macho; buenas, y de hembras; grandes, se podrán vender aquí en $6.oo.

Conclusiones

Me gustaría terminar diciendo a manera de conclusión, que conocer la Historia de León, nuestra historia, a través de la mirada filatélica es para muchos sorprendente, para otros desconocida, para mí fascinante. Sin duda el objetivo principal, es abonar al conocimiento de nuestra Ciudad y nuestra Región. Hay mucho por estudiar en este punto, desde nuestras colecciones. ¡La filatelia es cultura!

P.D. Cualquier persona que tenga interés en la filatelia puede acercarse a nuestro Club León Filatélico a través de nuestras páginas en facebook e instagram, o contactarme directamente a filatelix@yahoo.com.

11.-CARTA ENVIADA

DE LEÓN A LAGOS, SIN ESTAMPILLA, CON EL CANCELADOR CIRCULAR QUE FUE MUY USADO EN LEÓN EN LAS DÉCADAS DE 1860 Y 1870

La carta fue enviada desde León a Lagos el 27 de Enero de 1864. En este año dejó de usarse la serie de estampillas emitidas en 1861, conocida como Hidalgos de 1861-1864, y ante la inminente llegada de Maximiliano a México, el país pasó por un momento de confusión, por lo

12.-Carta enviada de León

Notas

1 Gojman de Backal, Alicia y Bonilla, Laura Edith, Historia del Correo en México, Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa y Servicio Postal Mexicano, México, 2000.

2 Don Martín Enríquez de Almaza fue el cuarto Virrey de la Nueva España de 1568 hasta 1580 y el sexto de Perú de 1581 hasta 1583; y fue él, quien ordenó la fundación de León .

3 Martínez, Urquiaga, Prado, Schroeder y Fernández, El Correo en México, Servicio Postal Mexicano, México, 2000.

4 Gojman de Backal, Alicia. Historia del Correo... op. cit.

5 Biombo Novohispano, Colección del Museo Franz Mayer, ciudad de México.

6 Publicada en Correo Nueva España, Col. Privada.

7 A.H.M.L.-AM-JTC-DEM-C.36-Exp.16-1759 (Francisco Mazorra de Vegas con Juan Lorenzo Malacara sobre pesos), León, 1759.

8 Gojman de Backal, Alicia, Historia del Correo... op. cit.

9 Yag, Otto y Bash, John K., The Pre-Stamp Postal Markings of México (Conocido como “Catálogo Yag-Bash”), Mexico Elmhurst Philatelic Society International, Elmhurst, Illinois, Second printing, 1973.

10 Tizón, Manuel. Prefilatelia Española, Antiguos Virreinatos y Capitanías Generales de América, Tomo IV, Edifil, 2004.

11 Agradezco la gentileza de Correo de Nueva España por la imagen y la información de esta carta para formar parte de este artículo.

12 Yag, Otto y Bash, John K., The Pre-Stamp Postal... op. cit.

13 Tres Siglos de Filatelia en México, Asociación Mexicana de Filatelia AMEXFIL, Grupo Gráfico Romo, México, 2006.

14 A.H.M.L.-SD-COT-CRS-C.1-Exp.1-1811 (Sobre el Título de Maestro de Postas), Rincón de León, 1811.

15 Gojman de Backal, Alicia. Historia del Correo... op. cit.

16 A.H.M.L., SD-COT-CRS-C.1-Exp.2-1812 (Fernando Pérez Marañón al Subdelegado de la villa de León sobre correos), Guanajuato, 1812.

17 Correo de Nueva España, op. cit.

18 Gojman de Backal, Alicia. Historia del Correo... op. cit.

19 Directorio para las Oficinas Postales del Servicio Público de Correos de la República Mexicana, Dirección Oficial de la Administración General del Ramo, México, 1876, pp. 590-592.

20 A.H.M.L.-SD-COT-CRS-C.1-Exp.3-1818 (Sobre franquicias de correspondencia), León, 1818.

21 Los primeros sobres para cartas enviadas por correo se usaron a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Antes, las cartas o pliegos de correspondencia se enviaban cubriéndolos con un folio a manera de sobre y lacrado para asegurar que fuera completo.

22 Según J.B., experto filatelista en historia postal, se refiere a esta política que se siguió en Correos en ese tiempo en el rubro de correos militares como: “Real Servicio o una abreviatura de esto, tal como Rl. Serv. Rl. S°, o simplemente R.S”, abreviación de “Real Servicio”. Lo que nunca he visto es “juro por mi honor”. Son ciertamente marcas postales, pero como son manuscritos, no pueden catalogarse porque todas son distintas. Agradezco a J.B. por sus comentarios y lectura.

23 A.H.M.L.-SD-COT-CRS-C.1-Exp.3-1818 (Sobre franquicias de correspondencia), León, 1818.

24 A.H.M.L.-JP-COT-CRS-C.1-Exp.2-1823 (Lucas Alamán al Alcalde Primero de León sobre Correos), Guanajuato, 1823.

25 A.H.M.L.-JP-COT-CRS-C.1-Exp.3-1823 (Lucas Alamán sobre establecimiento del segundo correo semanario), Guanajuato, 1823.

26 A.H.G.-MF-SE-DEC-AH210271-19 de Mayo de 1831.

27 A.H.M.L.-JP-COT-CRS-C.1-Exp.6-1825 (Francisco Mariño para exonerar al vecindario el suministro de cabalgaduras), Guanajuato, 1825.

28 A.H.M.L.-JP-COT-CRS-C.1-Exp.7-1828 (Julián de Obregón sobre el título de Correos a Agustín de Oñate), León, 1828.

29 R.A.E., Tercio: 8m. Parte más ancha de la media, que cubre la pantorrilla.

30 Álvarez, José J. y Durán, Rafael, Itinerarios y Derroteros de la República Mexicana, Imprenta de José A. Godoy, México, 1856.

31 Ibid.

32 Tres Siglos de Filatelia en México, op. cit.

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