Importancia de la cultura ética en las empresas

Page 1

Importancia de la cultura ética en las empresas Virginia Espinosa Herrera*


Mantener una buena reputación es uno de los retos más importantes a los que se enfrentan las empresas en la actualidad. En un entorno donde las personas interactúan y comparten opiniones en redes sociales, basta un error para que la ética y los valores de una compañía sean cuestionados. Un ejemplo reciente de esto es la polémica que desató la tarjeta de crédito que Apple lanzó en Estados Unidos…

Un usuario denunció por Twitter que, aunque su esposa percibía los mismos ingresos que él, ella había recibido de Apple un crédito veinte veces menor al suyo. Inmediatamente, se asoció a la marca con actos de discriminación hacia las mujeres y comenzó, por tanto, una investigación para determinar si había existido una violación a la ley de Nueva York, que exige un trato igualitario a los consumidores. Este tipo de casos pueden afectar la reputación e incluso el valor de las acciones de las compañías, y es por ello que la ética juega un papel fundamental y siempre debe estar presente a la hora de hacer negocios y responder a las siguientes preguntas: ¿Qué es bueno y qué es malo en las decisiones y comportamientos de las empresas?


¿Cómo deben tratar las compañías a sus clientes, a sus consumidores, a sus empleados, a sus inversionistas y a la sociedad en general? Fomentar la cultura ética en las organizaciones ayudará a sus miembros a dar respuesta a este tipo de interrogantes. ¿Y qué es la cultura ética? Podemos definirla como una serie de mecanismos que tienen las compañías para demostrar, transmitir y poner en práctica sus valores: Mecanismos formales: códigos de ética, programas de cumplimiento normativo e instauración de una línea ética que permita reportar cualquier falta de integridad. Mecanismos informales: transmisión de los valores a través del ejemplo de los líderes, cuya práctica de la cultura ética debe ser evidente y notable. La cultura ética se ha estudiado desde hace muchos años. Sin embargo, un caso que contribuyó a su difusión entre las empresas fue el de la compañía de energía Ernon, que tras múltiples fraudes financieros se declaró en bancarrota, ocasionando pérdidas millonarias a inversionistas, empleados y partes interesadas; además, su firma auditora, Arthur Andersen, fue declarada cómplice y también desapareció.


Es una realidad que los altos ejecutivos de la compañía crearon una cultura contraria a sus valores y códigos de ética, los cuales hacían énfasis en la integridad, el respeto, la comunicación y la excelencia. Ciertamente, dichos elementos son el primer escalón y ayudan a dar pauta de lo que se espera de los líderes y los colaboradores; pero, además, es necesario vivir y transmitir los comportamientos esperados. Uno de los componentes más importantes se encuentra es el ejemplo que da la cabeza (o las cabezas) de una organización, pues dicho ejemplo será la pauta a seguir por todos los involucrados y la clave del éxito en la aplicación de la cultura ética. Algunos expertos afirman que las personas no tenemos un estricto sentido moral que nos guíe, sino que buscamos claves en nuestro entorno para saber cómo actuar y comportarnos. Es por ello que el ejemplo de los líderes juega un papel fundamental en este tema. La cultura ética puede ponerse en práctica en muchos procesos de una compañía: el cumplimiento de las leyes y las regulaciones locales, así como el ejercicio diario de los valores de internos en sus ciclos de talento, en la creación de mercadotecnia y en los nuevos esquemas de trabajo derivados de la enfermedad producida por el virus Sars-Cov-2, entre otros.


Por ejemplo, para generar un diferenciador estratégico en la retención del talento, las compañías deben considerar que en 2025 los milénicos representarán el 75% de la fuerza laboral mundial y que esta generación considera que para medir el éxito de una empresa también debe tomarse en cuenta los esfuerzos y las soluciones innovadoras que aplican las compañías ante los retos a los que se enfrenta la sociedad, como la erradicación de la desigualdad salarial y la diversidad e inclusión en el entorno laboral. Por lo tanto, para fortalecer la cultura ética y fomentar un lugar de trabajo en donde exista plena adherencia a los valores, las compañías deben contar con políticas de no discriminación y tener controles para evitar que grupos en riesgo de exclusión se sientan vulnerables. Esto generará una imagen positiva y traerá consigo beneficios importantes, debido a que las hará atractivas para futuros empleados y reducirá el riesgo de perder talento. Los temas relacionados con la conducta poco ética y el fraude se encuentran hoy entre los más altos riesgos a los que se enfrentan las compañías, debido a que la pérdida de una buena reputación tiene impactos relevantes en los resultados financieros.


Está comprobado que las empresas con una cultura ética sólida tendrán mejores resultados que las que carecen de ella, y ésta va más allá de asegurar que se cumplan las leyes y regulaciones: se trata de garantizar que los líderes los colaboradores tengan claves en su entorno para tomar buenas decisiones cuando no tengan antecedentes o reglas a las cuales recurrir.

*Ex alumna de Campus Tlalnepantla, Lic. en Contaduría Pública Generación 2011-2015


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.