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El hurto del reloj… Sustracción de objetos en el aula de la Escuela Normal anexa al Instituto Científico y Literario Autónomo. Erika Leticia Bobadilla Quiroz
El 10 de abril de 1882 entró en vigor la Ley que declaró establecida la Escuela Normal de profesores dentro del Instituto Literario de Toluca, siendo Gobernador el Licenciado José Zubieta, a partir de ese momento surgió el Normalismo en el Estado de México. La Escuela Normal nació con el objetivo de formar preceptores aptos para desempeñarse en las Escuelas Públicas del Estado de México, como parte de las tres modalidades que se emprendieron: Primera Clase: escuelas de la capital del Estado de México y cabeceras de Distrito. Segunda Clase: escuelas de las municipalidades. Tercera Clase: escuelas de pueblos o rancherías. El hurto del reloj…
Es así como el 4 de mayo del mismo año, oficialmente, se inauguró en Toluca la Escuela Normal anexa al Instituto Literario. El Gobernador Zubieta declaró: “la creación de esta Escuela, se hacía ya necesaria, pues existiendo, como de hecho existen en el Estado, un cuerpo de preceptores tan considerable, los adelantos de la pedagogía exigían un establecimiento que, como el mencionado, está llamado a prestar servicios a la juventud estudiosa”. Físicamente la Escuela Normal para Profesores se estableció en un lugar adjunto al Instituto que había servido, tiempo atrás, como capilla y en donde se celebró por mucho tiempo el culto católico. El hurto del reloj…
La Ley Orgánica del Instituto Científico y Literario, en el Capítulo VIII, Artículo 71, sobre “Disposiciones Generales” determinaba que el Director de la Escuela Normal de varones para Profesores de Instrucción Primaria seria el mismo que el del Instituto Científico y Literario. Es decir, el Director era el jefe inmediato de la Escuela Normal y del Establecimiento, el responsable de los aspectos, administrativos y académicos ante el Gobierno y la sociedad. Debía vigilar los estándares de ambas instituciones, cuidando de su reputación y trabajando para su adelantamiento.
El hurto del reloj…
El reglamento interior del Instituto Científico y Literario del Estado de México, en el artículo 3º, apartado 2, se decía que el Director sería el conducto necesario entre el Gobierno y los individuos del Colegio. Por esta razón, ante cualquier falta administrativa, económica y social cometida por los alumnos, personal docente y administrativo, el Director notificaría inmediatamente al Gobierno. Razón por la cual ante cualquier asunto relacionado con los alumnos de la Escuela Normal se tenía que notificar al Director del Instituto y éste, a su vez, dependiendo de la gravedad, notificaba al Gobierno en turno.
El hurto del reloj…
El 24 de noviembre de 1898, se le informó al Director que el día anterior, en las últimas horas de la mañana, la Señorita Profesora Matilde Miranda, avisaba que el martes anterior se había extraviado de encima de la mesa de la Profesora ,de primer año de la Escuela elemental, la Señorita Leonor Sámano un pequeño reloj de la propiedad de esta última. Tras las averiguaciones realizadas por el personal correspondiente resultó que recayeron “vehementes presunciones” de culpabilidad en contra del niño Jesús López, a quien sus compañeros Encarnación Agüero y Arturo García, lo vieron entrar solo al salón.
El hurto del reloj…
Además, dichos compañeros, aseguraron haber recibido indicaciones de este muchacho para sustraer objetos “insignificantes” como un porta-plumas y un gis. Con esa declaración, el subscrito Agustín González consignó el hecho a las autoridades respectivas. En primera instancia al Director y posteriormente a las autoridades gubernamentales. Como se había mencionado con anterioridad, la reputación del establecimiento era de vital importancia, pues formaba a los futuros ciudadanos preparados intelectual y moralmente para servir a la comunidad; por lo que el delito de robo era uno de los más castigados, no sólo a nivel institucional, sino localmente. El hurto del reloj…
La Ley Orgánica del Instituto decía en su Artículo 52 que, para las faltas de poca importancia que cometieran los alumnos de todas clases, se establecerían las penas convenientes dentro del Reglamento Interior, procurando que dichas penas no hicieran perder la dignidad a los jóvenes. Estas penas iban desde una disculpa institucional en el aula, hasta una en público, a nivel local, entre otras. Y dado el caso de que el robo era un delito mayor, pues el Director pasó el caso al Juez Conciliador de la Ciudad de Toluca: la pena era mucho mayor.
El hurto del reloj…
El Artículo 53 mencionaba que los alumnos de toda clase podrían ser despedidos de la Institución, previo acuerdo con la Junta de Superiores, y con aprobación del Gobierno, por inmoralidad, insubordinación o “desaplicación incorregible”. Derivado de lo anterior, se concluye que el hurto era un delito que la Institución no toleraba, ya que los buenos principios sociales siempre rigieron la educación decimonónica que se impartía dentro del establecimiento y hasta nivel nacional. Como se ve, una situación tan asidua, desde aquellos tiempos, como el hurto de un reloj puede ayudarnos a conocer la cotidianidad de la vida del Instituto y darnos pormenores sobre la calidad moral de las acciones que ahí se suscitaban con la intención de promover la justicia y el decoro que tanto se ensalzaban en el siglo XIX. Nos informan de las bases jurídicas en que se asienta nuestra hoy Universidad, en donde es claro no se pasaría por alto una situación similar.
Leer entre líneas…
Dr. en Ed. Alfredo Barrera Baca RECTOR Dr. en C.S. Luis Raúl Ortiz Ramírez Secretario de Rectoría M. en S.P. María Estela Delgado Maya Secretaria de Docencia Dr. en C.I. Amb. Carlos Eduardo Barrera Díaz Secretario de Investigación y Estudios Avanzados Dr. en A.V. José Edgar Miranda Ortiz Secretario de Difusión Cultural M. en Com. Jannet Socorro Valero Vilchis Secretaria de Extensión y Vinculación M. en E. Javier González Martínez Secretario de Administración M. en E.U.R. Héctor Campos Alanís Secretario de Planeación y Desarrollo Institucional
M. en L.A. María del Pilar Ampudia García Secretaria de Cooperación Internacional Dra. en C.S. Pol. Gabriela Fuentes Reyes Abogada General Lic. en Com. Gastón Pedraza Muñoz Director General de Comunicación Universitaria M. en R.I. Jorge Bernáldez García Secretario Técnico de la Rectoría M. en A.P. Guadalupe Ofelia Santamaría González Directora General de Centros Universitarios y Unidades Académicas Profesionales M. en A. Ignacio Gutiérrez Padilla Contralor de la Universidad