Folklore Villarense

Page 1

VICENTE LLATAS BURGOS

FOLKLORE VILLARENSE

AYUNTAMIENTO DE VILLAR DEL ARZOBISPO 2013


FOLKLORE VILLARENSE


Edita: Excmo. Ayuntamiento de Villar del Arzobispo Edición:César Salvo Maquetación: César Salvo I.S.B.N.: Depósito Legal: V-xxx-2012 Imprime: Gráficas Serranía Tf.: 961646487 46 170 Villar del Arzobispo


ÍNDICE

Pág.

PRÓLOGO 1ª EDICIÓN

7

PRÓLOGO 2ª EDICIÓN

9

NOTA A LA 1ª EDICIÓN

xx

NOTA A LA 2ª EDICIÓN

xx

1. CANCIONES Y JUEGOS INFANTILES

13

• Canciones para los más pequeños • Canciones infantiles • Canciones para contar cuentos • Canciones para echar suertes • Canciones de corro • Juegos que incluyen canciones

16 18 27 28 29 30


• Canciones para jugar a adivinar • Dos juegos sin canciones 2. COPLAS • Jotas y Fandangos que el último cantador villarense solía entonar en los bailes • Coplas para Fandango sólo • Seguidillas • Seguidillas satíricas • Coplas comarcales • Canción comarcal anónima • Coplas castellanas • Coplas con valencianismos

37 39 41 43 49 50 51 54 57 58 61

3. JOTA, FANDANGO Y SEGUIDILLAS

xx

4. ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA PAZ

xx

5. REFRANERO

xx

• Refranes • Fraseología con valencianismos 6. LEYENDAS • La Casa de Don Matías • Los tres Santos

xx xx xx xx 29


7.

• Todos a una como en la carrasca Mosen • El mágico conjuro de la noche de San Juan

30 37

INDUMENTARIA

39

• El traje típico villarense • El traje femenino • El traje masculino

41 43 49


PRÓLOGO A LA 1ª EDICIÓN

Hace tres años aproximadamente que la Concejalía de Cultura se planteó, dentro de su programa de actuaciones y como uno de sus objetivos fundamentales, el inventariado, la catalogación, la clasificación y la divulgación del Archivo de D. Vicente Llatas Burgos. Una vez cumplido este objetivo en su primera fase se emprendió la labor de divulgar la obra de D. Vicente y es en este contexto donde se incluye la publicación de “Folklore Villarense”. Bajo este título se ha recuperado material inédito diverso que va desde las clásicas leyendas villarenses de “La Carrasca Mosen” y “La Casa de D. Matías” hasta la descripción de nuestro traje típico, pasando por jotas y refranes propios de El Villar, propios de nuestra cultura y que poco a poco están quedando en el olvido y que conviene publicar para que todos los villarenses los conozcan y los aprecien en su valor.


Es de destacar el esfuerzo que el Ayuntamiento de El Villar está haciendo en estos momentos de crisis económica en materia de cultura y más concretamente en el capítulo de publicaciones, ésta es la tercera desde que hace tres años se inició el programa de la Concejalía de Cultura con respecto al archivo de D. Vicente, labor que las futuras corporaciones municipales deberían continuar independientemente de su signo político, pues bien es cierto que la cultura de un pueblo, sus más íntimas señas de identidad, es patrimonio de todos y responsabilidad nuestra de conservarlo y divulgarlo para que otras generaciones lo conozcan y a su vez lo divulguen y enriquezcan con nuevas aportaciones. Desde el Ayuntamiento se quiere hacer una llamada a la gente joven para que continue la labor de D. Vicente, que conozcan el camino que él siguió y que sigan cualquiera de los muchos que dejó abiertos, incluso que dewsscubran otros nuevos, pues seguro que todos nos conducen a lo mismo: al conocimiento de nuestro pueblo, de nuestra comarca, que es en definitiva conocernos un poco más a nosotros mismos. José Luis Valero Pérez Concejal de Cultura y Educación de El Villar del Arzobispo


PRÓLOGO A LA 2ª EDICIÓN

Siguiendo con la labor de divulgación de los materiales del Archivo Vicente Llatas Burgos y continuando la línea editorial iniciada por este Ayuntamiento en 1992, a propuesta de D. César Salvo, Cronista de la Villa, y teniendo en cuenta que esta publicación lleva ya seis años agotada, desde esta Concejalía de Cultura se lleva a cabo la reedición de la misma, aunque con una tirada menor y algunas interesantes novedades. Es justo destacar el esfuerzo que el Ayuntamiento de El Villar ha realizado en cuanto al mantenimiento de la línea editorial y que a lo largo de estos veinte años ha servido para promocionar nuestro pueblo, difundiendo Nuestra Cultura en todo el amplio sentido de la palabra. Recordemos que la primera publicación fue la reedición del cuadernillo Orígenes del Villar del Arzobispo, al cual siguieron los libros: Efemérides de las guerras carlistas en El Villar del Arzobispo, Folklore Villarense, El Habla del Villar del Arzobispo y su comarca (está en la 4ª edición), Historia del Villar del Arzobispo y Tradi-


ciones y Cultos Religiosos en El Villar. Y también se ha enriquecido con nuevas aportaciones de seis publicaciones de otros autores: de Antonio Lanzuela Álvaro, La Rosa del Molino; de Carlos Segura Estevan, Paneles devocionales y cruces en El Villar y Paneles devocionales cerámicos en las casas de El Villar; de César Salvo, Linajes Valencianos en El Villar y Crónica de la Guerra Civil en El Villar; de Vicente Estevan, Plantas medicinales de Villar del Arzobispo y su entorno; y la obra coral Gastronomía Villarenca; además de la edición de dos catálogos de artes plásticas: Vill’ART y Rafael Calduch; y dos ediciones musicales: Menéate cuerpo bueno (doble CD de AJEVO) y Viento en Monteolivé (poesías de César Simón musicalizadas por Lucho Roa. Son alrededor de 15.000 obras literarias, musicales y plásticas, de las cuales más del 70% se encuentra en las manos de nuestros paisanos y de personas interesadas en temas específicos de nuestra cultura. Mi antecesor resaltaba en la anterior edición que el libro salía en unos “momentos de crisis económica” y apostillaba que a pesar del cual se debía continuar con la labor iniciada “en el capítulo de publicaciones”. Es así que, desde el cargo que ostento, me enorgullece continuar trabajando en pro de la cultura de nuestro pueblo, difundiendo nuestras particularísimas señas de identidad y ofreciendo a las generaciones venideras el conocimiento más amplio posible de nuestra historia como pueblo y de su cultura y costumbres. Juana Estevan Adrián Concejala de Cultura y Educación de El Villar del Arzobispo


NOTAS A LA 1ª EDICIÓN

La publicación que presentamos bajo el título genérico de Folklore Villarense es una selección de diferentes trabajos -algunos de ellos inéditos- llevados a cabo por D. Viente Llatas a lo largo de sus fecundos años de investigación y recopilación sobre todo aquello que se refiriese a su pueblo y el nuestro. El folklore de un pueblo lo configuran diferentes manifestaciones populares que, desde la noche de los tiempos, han ido trasmitiéndose a nivel oral las gentes de diferentes generaciones hasta quedar codificado como una tradiicón, una costumbre. Así, juegos, canciones, refranes, oraciones, coplas, indumentaria, leyendas, configuran el acervo cultural de un pueblo, en nuestro caso de una gran riqueza y variedad como veremos en los textos.


Apuntar, no obstante, que el material que conforma este libro ofrece al lector estudioso diferentes campos de investigación, desde la antropología a la lingüística. Y es hora de hacernos eco, como villarenses, del llamamiento hecho en la presentación del Archivo de D. Vicente Llatas, hace ahora dos años, en el sentido de aprovechar el ordenamiento y la disponibilidad de los “trabajos, “apuntes”, “recopilaciones”, “libros”, etc..., para que quien desee los estudie, cuando menos desde el campo de la lengua, o bien sociolingüístico o de histroria lingüístcia o dialectal, con el fin de determinar -si cabe- la reivindicación del churro como dialecto, claro que casi extinto y partiendo, como no, de El habla de El Villar del Arzobispo y su comarca, sin duda el más preciado trabajo de nuestro laureado paisano. Sobre el material presentado, reseñar unas anotaciones al respecto: • En el apartado de Juegos y Canciones, se ha optado por ordenarlas temáticamente según lo había iniciado el autor, primero las canciones y, después, agrupar los juegos. • Dentro del apartado Coplas, hemos excluído algunas de ellas, dado que aparecían repetidas en el apartado siguiente. En la titulada “Canción Comarcal”(2) se significa su anónima autoría, como hecho relevante, cuando en las demás no se consigna quién es el autor. Añadir que “el último cantador villarense” al que se hace referencia es, o fue, Manuel Moreno Escuder, más conocido como Manuel el Artajano,; aunque su familia provenía de Artaj, él, muy posiblemente naciera en El Villar, o en todo caso llegase siendo un niño de corta edad; fue un cantador por bajo y tocaba el


guitarro; su última actuación tuvo lugar en el Teatro Español de Madrid (ver foto nº 2) en 1968. • En el apartado número tres se da amplia nota del cante (y baile) más autóctono villarense: la jota, fandango y seguidillas. Estos cantes tiene la singularidad de cantarse en ese orden, estructurándolos en tres coplas para cada uno de ellos; y un valor añadido: la extrema dificultad que representa pasar de la jota al fandango, verdadera piedra de toque para cualquier cantador/a. Añadir también que, aunque modernamente veamos ejecutar estos bailes formando parejas, la tradición recoge que en La Serranía siempre se ha bailado en “corro”. Y, por último,, recordar como útima formación músico-vocal que en nuestro pueblo cantó y bailó AJEVO, grupo que de 1976 a 1989 (no siempre con ese nombre) se encargó de enealtecer, recuperando textos y bailes de toda la comarca, nuestra tradición musical. • Respecto al apartado número cuatro, decir que María la Ciega no era natural de nuestro pueblo, pero se casó con nuestro paisano Pascual Gimeno, y aquí se dedicó a “cantar oraciones” de puerta en puerta(3) acompañada de su esposo. Según a quién profesaba devoción el vecino que la requería. María entonaba sus oraciones cantadas acompañada de una guitarra; así, la oración a la Virgen del Carmen por las almas del Purgatorio, o la de San Ramón Nonato, para tener un buen parto; dos vasos de vino para el lazarillo y un “chavo” o un “real” eran el pago a una de las tradiciones orales más antiguas que se conocen, cuales son los cantares de ciego, y de la cual sólo conocemos esta Canción a la Virgen de la Paz. • En el apartado número cinco hubiera sido interesante en


haber hecho una clasificación temática tendente a establecer la idiosincrasia de los villarenses; así como un estudio lingüístico de la influencia del valenciano y del cambio lingüístico sufrido por algunos términos, la mayor de las veces deturpación de un refrán en lengua valenciana que han quedado como fósiles de una traducción a nuestro particular castellano. La enumeración de la Fraseología con valencianismos así nos lo hace ver. • Aunque ya conocidas, las Leyendas del apartado número seis ofrecen un texto muy interesante, aunque bastante escueto, en La Casa de Don Matías, para escribir la cual D. Vicente tomó numerosas notas(4) de sus múltiples y variadas lecturas, para dar forma literaria a lo que él había oído contar. Referente a esta leyenda, el original mecanografiado iba acompañado de tres fotografías(5) que, no obstante, no se conservan por hallarse desaparecidas. En ¡Todos a una como en la Carrasca Mosen! nos encontramos con un trabajo mucho más prolijo, tanto en la narración -que es más extensa- como en las “notas” que aclaran aspectos de un hecho que, aunque legendario, era más cercano en la historia y así pudo (D. Vicente) acceder a una más completa información • Ya en el apartado número siete, titulado Indumentaria, encontramos uno de los trabajos más bellos y detallados de nuestro cronista por excelencia. Un texto que no escatima esfuerzos, quizá por ser más cercano en el tiempo y porque el autor aún fue testigo de la belleza y complicado rigor del “traje típico villarense”. Copiosa datación encuanto a los usos y reseñas de los trajes en la prensa de la época(6), detallada explicación de todas y cada una de las piezas que componen los trajes (femenino y masculino; de


1er. traje y de 2º traje) y, sobre todo, de la minuciosa descripción de los nombres y usos de los “pañuelos”. Reseñar, ya para finalizar, que el pequeño texto de “El mágico conjuro de la noche de San Juan” es el único que lleva fecha “6 julio 1941”, rara costumbre en D. Vicente(7);seguramente era un trabajo más extenso dado que contiene dos partes, la primera sin ninguna aclaración de entrada y la segunda con un número (VIII) que indica siete partes anteriores; es por eso que hemos añadido unos puntos supensivos al comienzo del texto, para indicar que hay una parte perdida. Aunque pertenece(8) al apartado de Leyendas, por su contenido entre “musical” y “costumbrista”, y sobre todo por su llamamiento final, hemos incluido este texto como parte última de este apartado y como broche nostálgico a un gran trabajo de D. Vicente Llatas.

César Salvo Editor NOTAS (1) Estos textos se hallan, para cualquier consulta en el Archivo Munici-

pal con las signaturas siguientes: • Canciones y Juegos. Tomo 4, págs. 260-298. • Coplas. Libro 21/11 • Canciones y Juegos. Tomo 4, págs. 260-298. • Coplas. Libro 21/11 • Jota, fandango y seguidillas. Libro 21/12. • Oración a la Virgen de la Paz. Libro 21/7. • Refranes. Tomo 7, págs. 38-61. • Fraseología con valencianismos. Libro 19/16. • Leyendas. Libros 17/1 y 17/4.


• Indumentaria. Libros 17/13 y 17/28. Y de ellos han sido publicados, con los títulos indicados, los que continuación se relacionan: • Folklore Villarense. Anales del Centro de Cultura Valenciana (enero, mayo y septiembre de 1946) y Levante (3 y 10 de febrero de 1961). • Jota, fandango y seguidillas. Levante (29 de octubre y 19 de noviembre de 1954). • Refranero Villarense. Levante (30 de junio, 14 de julio y 24 de noviembre de 1961 y 5 de diciembre de 1962) y en los Programas de las Fiestas de agosto de 1956 y 1957 de El Villar del Arzobispo. • “¡Todos a una como en la carrasca Mosen!”. Programa de Fiestas, agosto de 1953, El Villar del Arzobispo. • “La noche de San Juan”. Programa de Fiestas, agosto de 1954, El Villar del Arzobispo. (2) No se nombran en ésta, aunque sí en otras coplas, las poblaciones de Andilla, Aras de Alpuente, Sot de Chera y Titaguas; sin embargo, nombra cinco pueblos de otras comarcas, entre ellas la ciudad de Va lencia.


(3) Hacia los años 30 coincidieron dos ciegos que cantaban oraciones a petición de algún devoto. Esta otra persona fue Paco el Ciego. (4) Estas notas acompañan la redacción más o menos rigurosa de dichas leyendas. (5) Así reza una nota escrita a lápiz en la portada; una de ellas era de los muros de la casa de Don Matías, en pie todavía en los años 60. Nos otros hemos incluído una foto actual, para cada una de las leyendas. (6) Aunque D. Vicente reseña el año 1922 como fecha de ejecución del famoso cuadro (óleo sobre lienzo de 79x66 cm.) de José Benlliure, El tío José, en nuestra particular investigación, que nos ha llevado a obtener la foto de la pintura, hemos descubierto que está fechado en “agosto de 1919”, aunque, en realidad, esta fecha corresponde a la donación que hizo de tal cuadro a la Juventud Artística Valenciana, como reza la inscripción en el ángulo superior izquierdo del lienzo. Por ello ha de entenderse como fecha de ejecucuión unos meses antes de agosto. (7) Seguramnete, debido a la ingente labor de documentación y recopi lación de datos, sus trsabajos se dilataban en el tiempo y, o bien se olvidaba de fecharlos, o consideraba de poca importancia el hecho. (8) Según la adscripción del propio D. Vicente iba junto a las Leyendas, pero una nota: “Esto lo puedo incluir al hablar del indumento de Vi llar”, y la adecuación del texto nos ha hecho incluirla en este apar tado.


NOTA A LA 2ª EDICIÓN

La publicación del presente libro, aunque con el título del anterior, no puede ser denominada como reedición, por cuanto los contenidos hay aumentado en uno de los capítulos más interesantes, el número 6, dedicado a las Leyendas de nuestro pueblo. Así pues, se trata de una edición aumentada, al conteneruna leyenda más, la de Los tres Santos y la primera parte de otra leyenda -El mágico conjuro de la noche de San Juan- que han estado desaparecidas en el propio Archivo hasta agosto de 2012, cuando recibimos la donación de unos materiales interesantísmos (una fotocopia de los mismos) que pertecen a Trabajo sobre Villar del Arzobispo presentado en el último curso de Magisterio, en 1978, por Miguel Deltoro Balaguer y Joaquín Palomar Medina y que han pasado a engrosar los fondos del Archivo Vicente Llatas Burgos. Aclarar pues que el texto que presenta este libro El mágico conjuro


de la noche de San Juan está ahora completo y puede leerse como un corpus único. Este trabajo fue confeccionado por estos hijos de El Villar en el curso 77-78 y contó con la personal participación del insgne cronista, facilitándoles toda clase de materiales y guiándoles en la disposición de los apartados. Resulta así un extenso y bien documentado trabajo que recoge desde aspectos etnográficos hasta diversas características del municipio: geográficas, económicas, demográficas, histórico-culturales, que sirven ya y servirán en un futuro para obtener datos sobre la vida y la sociedad villarense de hace ahora treinta y cinco años. Pero sobre todo y como “textos” de gran valor, contiene las Leyendas que D. Vicente estaba dando por acabadas, aunque como una curiosidad más, no relaciona la de “¡Todos a una como en la carrasca Mosen!”.Comentar, asimismo, que todavío hubo otra leyenda más, la de La noche de San Cristobal, aunque tampoco se encuentra entre los materiales del Archivo(1) y, según mi opinión, no por haber desaparecido sino porque D. Vicente Llatas no la llegó a escribir y, por lo tanto, no la podemos reproducir aquí. Hemos dispuesto las leyendas según el orden cronológico de los hechos narrados: alrededor del siglo XIV, durante la conquista del Reino de Valencia, transcurre la historia de los dos enamorados en La casa de D. Matías, el relato repleto de religiosidad de Los tres santos el propio D. Vicente apunta que tuvo lugar en el último tercio del siglo XVII, la de ¡Todos a una como en la carrasca Mosen! , estandarte de la idiosincrasia villarenca, la sitúa con total rotundidad en 1731 y la e-


sotérica y pagana narración de la de La noche de San Juan fue costumbre hasta principios del siglo XX. Decir, por último, que respecto del apartado número tres, en la actualidad contamos con un doble CD del grupo AJEVO titulado Menéate cuerpo bueno editado(2) por el Ayuntamiento de Villar del Arzobispo en 2008 y que cuenta con un librito donde -además de las letras de las cancionesuna pequeña historia de esta formación que desarrolló su actividad entre 1976 y 1989. César Salvo Cronista de la Villa NOTAS (1) Leyendas Villarenses, Signatura 17/28, pág.6, Archivo V.Ll.B.: “La mis ma causa que nos impulsó a escribir La noche de San Juan, nos mueve ahora: dejar constancia escrita de las pocas tradiciones que aún conservamos en este Villar de nuestros amores que nos vió nacer. Nos referimos a la escena que tiene por marco la noche de San Cristóbal.”. (2) Desde 1994 y además de este CD, también se han editado las siguientes publicaciones: de materiales de D. Vicente Llatas, El Habla del Villar del Arzobispo y su comarca (2005, 4ª edición), Historia del Villar del Arzobispo (1997), Tradiciones y Cultos Religiosos en El Villar (1998) y Gastronomía Villarenca “Obra Coral del pueblo de El Villar” (2007); Paneles devocionales y cruces en El Villar (1995) y Paneles devocionales cerámicos en las casas de El Villar (2006) de de Carlos Segura Estevan; y Linajes Valencianos en El Villar (2000) y Crónica de la Guerra Civil en el Villar (2011) de César Salvo y La Rosa del Molino (2008) de Antonio Lanzuela Álvaro; además de los catálogos de las Exposiciones Vill’art (1993) y Calduch 2008 (2008).


1 CANCIONES Y JUEGOS


El folklore de El Villar del Arzobispo, es rico y copioso. A continuación exponemos, en lenguaje villarense -mezcolanza de aragonés y valenciano- unas cuantas canciones y juegos, con los que se entretenían los niños de El Villar. Podríamos haber añadido otros juegos y canciones con los que también se solazaban los niños de El Villar, pero los hemos omitido porque caen dentro del folklore español. Los mencionados a continuación ¡si que son de rancio sabor villarense!


CANCIONES PARA LOS MAS PEQUEÑOS Se hace daño un pequeñín y para que cese de llorar otro le dice a la vez que le pasa la mano por la parte dolorida: Buba sana que se cure pa mañana ... ¡ya está curá! *** Acaricia a otro en la barbilla y le dice: Bis, bisinetes pas, pasparetes sopetes al nenete ¡Y no m'has guardadete! Al pronunciar la última frase le hace cosquillas y el pequeñín ríe con estrépito. *** Entre dos cogen a un pequeñín, el uno de los pies y el otro de los brazos y mientras lo balancean cantan: A las olivicas del Padre Visente, que son menudicas y manan asaite.


Al decir el último verso, le dan varios golpecitos en tierra. *** Quieren obsequiar a un chiquitín con una golosina y exclaman: Sierra lo ojos, abre la boca y comerás coca. *** Para enseñarle a mover los bracitos, le cogen una mano y con ella le dan golpes en la cabecita, mientras le cantan: Bernat Bernat pegat al cap y busca qui t’ha pegat. *** Para enseñarle a mover los dedos, le colocan el índice de la mano derecha sobre la palma de la izquierda, y le hacen dar varios golpecitos a la vez que cantan: Tita por un coco. ¿para quién será? pa mi... (*) y se lo comerá. (*) aqui el nombre del niño acabado en ico.


Cogiendo un mayor el bracito a un chiquitín, le dice: Cuando vayas a con girar carne, disle al carnisero que no te corte de aquí (señalándole la muñeca), ni de aquí (señalándole el antebrazo), sino ¡de aquí, de aquí, de aquí...! Entonces le hace cosquillas en el sobaco y el pequeño ríe estrepitosamente.

CANCIONES INFANTILES Exteriorizan su alegría, cuando llueve, cantando esta copla: Cuando llueve y hase sol, se ríe nuestro Siñor; cuando llueve y hase luna, se ríe la Virgen Pura. *** Y con ésta, en bilingüe: Ya llueve, ya plou, la mula y el bou. *** Ante la próxima cosecha de brevas, entonan: Ya viene San Juan,


ya viene San Pedro, ya vienen las higas, vistidas de negro. *** o ante la de las uvas, que dicen: A San Jaime y Santa Ana, pinta la uva, y a la Virgen de Agosto, ya está madura. *** Se burlan de uno que se llama Vicente, cantándole: Visente Repente, repica el tambor, espacha a las chicas de misa mayor. *** Para mitigar el frío, encienden hogueras. Y aunque todos saben que han de contribuir con su correspondiente cantidad de leños, nunca falta alguno que se muestra reacio en el cumplimiento de su deber. Entonces, le dicen los demás, en forma sentenciosa : La hoguerica san Visen te, el que no traiga leña, que no se caliente. ***


Desean dar a entender la predilección que los cuervos sienten por la carroña, y cuando ven a uno de estos animales surcar el espacio, le cantan a voz en grito: Cuervo, cuervo volandero, que tu padre es carnisero, fue a cortar carne y se cortó un dedo. *** Se les cae un alfiler, y repiten varias veces, mientras lo buscan, esta invocación: Aujica de tres luses, ¿ánde estás que no reluses? *** Cuando van a cazar lagartijas, entonan, para que salgan pronto del agujero en que antes se cobijaron, este cantar: Sal, sargantana, que tu padre está en la cama, con trapos calientes y bien relusientes. *** Si uno halla en el suelo una fruta o golosina, otro, que también la desea, le canta a aquél, para que la arroje:


Plega, plega del infierno, una raja de melón, que te parta el corazón. *** Embauca a otro para que le dé una cosa, y, cuando la posee, recita con gravedad estas palabras, como si rubricara un contrato: Santa Rita, Rita, lo que se da, ya no se quita. Angelicos de la Peñarroya: Pecas y te condenas. *** Si cambian algo, recurre, el que sale ventajoso, a un truco para dar validez a la permuta. Se coloca a cierta distancia del otro contratante, simula que se arranca unos cabellos, hace como si se los colocara en la palma de la mano, sopla y dice: ¡Pelicos! que equivale a: cuando los encuentres, podrás descambiar, antes, no. *** Cuando en sus excursiones y paseos caza una madre de orugas de la alfalfa -uno de esos insectos de caparazón rojo, con motitas negras-la coloca en la palma de su mano, y, le dice, como si


fuera una orden: Palomica de Nuestro Siñor, abre las alas y veste con Dios. *** En los gélidos y nubosos días e invierno, invocan a Febo con este cantar: Sal solesico, estate un ratico, hoy y mañana y tuá la semana. Al verlo aparecer, entre celajes, palmotean con gran estusiasmo. ***

Quieren manifestar su alegría ante la proximidad de un domingo o fiesta, y cantan: Mañana es domingo, y al otro, limón, se casa María con Nuestro Siñor. *** Si oyen doblar a muerto, establan este diálogo: ¿Quién s'ha muerto? Juan el Tuerto. ¿Quién le llora? La Señora. ***


En las famosas noches de hogueras, alardeando de valor, ante la probable lluvia de cohetes, cantan con arrogancia: Ya no hay cuetes, ya no hay cuetes, ya no hay más, porque el cuetero de Liria s'haicho el amo d' El ViIlar. ¡A la boca, que son de salváu! *** Desea uno que le acompañen y dice cantando: ¿Quién se viene? ¿Quién se queda? Viene el cuco y se lo lleva. *** Si se le introduce una brizna en un ojo, triste y compungido, se aclama a Santa Lucía, con esta oración: Santa Lusía verdadera, ojos adrento brosas ajuera. *** Cuando se baña, antes de chapuzarse por última vez, dice:


Capusete de Cristo, pillo la ropa y me visto. *** Cogen un saltamontes del extremo de su abdomen, y, poniéndolo cabeza abajo, exclaman: Si eres macho, ponte cacho; si eres hembra, pernea, pernea. *** Cuando una niña tiene el nombre de la Santa Doctora de Ávila y es despreciada por sus amiguitas, le cantan: Teresa, de la cama, a la mesa, de la mesa, al cajón, tómate un rosigón. *** Quieren ofender a uno que lleva el nombre del Bautista, y le cantan con burla: Juan Polán fue a por leña, con un sapato y una esparteña. ***


y también esto: Juan Polán, que las cabras te se van al corral de Pico Pico; mataremos un chotico, lo haremos con arrós y lo comeremos entre tós. *** Después de cometida una travesura, reconocen su culpabilidad,cantando: Padre nuestro, que viene el maestro, con una correa, ¡pin, pon, seba! *** Manifiestan su temor, ante un peligro, diciendo: Santa María, una rata me corría, yo le pegaba y ella me mordía. *** Quieren burlarse de la desventura de un niño cojito, y entonan:


Cojo, cojaina, tabalet y donsaina. *** Al pelar margallones, ansiosos de que les salgan muchas hijuelas repiten incesantemente: Santa Marta, que me salga una brigüela bien gorda y como la torre de alta. *** Corren dos, y el que va delante, dice sentándose en tierra, al otro: Aquí me estoy, comiendo un güevo y no me voy. *** Durante las mañanas de Carnaval, la patulea de chiquillos que iba detrás de las más estrafalarias máscaras, entonaba esta canción: A la taberna a beber vino, una botella de marrosquino. ***


En las claras noches de luna, cantan los siguientes versos, que sirven de pregón para reunirse y jugar en la calle: Luna, lunera, cascabelera, ha dicho Perico que te cuertes el pico. *** Si uno abandona su asiento y vuelve después para ocuparlo de nuevo, otro, que ya se sentó en él, dice con aire autoritario, como en demostración de que le pertenece: El que se fue a Chulilla, perdió su silla, y el que se fue a Aragón, perdió su sillón. *** Quieren mofarse de un amiguito a quien -sin él darse cuenta-le han prendido en la espalda un papel, y le cantan: Burro caliente, lleve la carga y no se la siente.


CANCIONES PARA CONTAR CUENTOS En las plácidas noches del estío, rendidos de haber jugado al corro, se sientan en tierra, bajo una luz del alumbrado público, para contar cuentos. Cuando ya están silenciosos y ordenados, el director dice a cada uno: En la torre hay una sestica de huevos. Tú ¿cuántos te comerías? A esta pregunta contestan un número que es precisamente el de cuentos que han de narrar. Después de haber contestado todos, aquel que no ignora el ardid que encierra la pregunta, arguye: - pues yo uno. Y empieza con el cuento, que siempre es uno de estos dos: Un cuento maravillento entra por la viña, y sale por el güerto. *** Un soldau subió a un tejau, se quitó la gorra y se quedo pelau. Cuento acabau por la chubinera al tejau.


CANCIONES PARA ECHAR SUERTES Antes de empezar un juego, hechan suertes para ver quién paga. Se ponen de pie formando corro, Y uno, al mismo tiempo que va tocando o señalando a los demás, dice las palabras siguientes que corresponden una a cada uno: La chugeta (1), la sinsal, oli y vinagre, pebre y sal. Y el último a quien toca o señala, paga. (1) Aféresis de lechugeta. *** También dicen esto: Aujetas maravilletas, tú que vienes, tú que vas, trairás los martillos de la dona; que la dona está enterrá y chugaba en un gat la gallina fina es pon, pin, pres. *** Y esto otro: Pasí, trenquí


la rama del pi. Puchipí, cuchipaina tabalet y donsaina.

CANCIONES DE CORRO Cogidos de la mano y con los brazos abiertos formando un círculo entre todos, mientras danzaban a un lado y a otro cantaban: Amunos al güerto, a coger perejil, a ver si el milano, nos deja dormir. Quiquiriquí, cocorocó (1) la gallina está en el coc mencha pa y albercoc. Aquí se paraban y decía uno: - Mariquica la de atrás. - ¿Qué manda la señora Pas? - Que vayas a ver si el milano está vivo o muerto. (1) Aquí se agachaban. *** Repartidos en dos grupos, uno frente al otro formando un pasillo y mientras uno se paseaba arriba y abajo, mientras le cantaban.


Piso oro, piso plata, piso las calles con ley. Si las piso o no las piso, mías son, que no del rey. Vuelva, vuelva, caballero, no sea tan bizcochero, que de tres hijas que tengo, la mejor voy a escoger. Si le llaman doña Rosa, le pondré doña Isabel. En el plato que yo como, también ella ha de comer. En el vaso que yo bebo también ella ha de beber. y en el cuarto que yo duermo también ella ha de dormir. JUEGOS QUE INCLUYEN CANCIONES

Cañaguerra.- El que paga se pone de rodillas, apoyando la cabeza sobre las piernas de su director, que está sentado. Después, se entabla entre éste y los demás, a voz en grito, el diálogo siguiente: - Cañaguerra. - Churumbé - Pega una palmadica (le pegan al que paga) y escapa a correr. - ¿Diquiande? - Diquia que corra la sangre. - ¿Cuántas horas hay? El director dice un número y los que juegan escapan a co-


rrer, después de haberle dado otras tantas palmadas al que paga. Sale éste persiguiéndoles, y aquél a quien coge, le sustituye. *** Puñico.- El que paga se coloca como en el juego anterior. Los demás colocan sus puños sobre la espalda de él, formando pila. Primero saca el puño el que lo tiene debajo, colocándolo encima de la columna o pila, después otro, y así sucesivamente hasta que todos han puesto el suyo arriba varias veces. Cuando les parece oportuno, los sacan todos a la vez y deshecha la pila hacen con las manos un movimiento como si devanaran y cantan: Rum rum de la violeta. ¿Quién mencha la rosquilleta? Y veches qui t'ha pegat El novio de Tereseta. Teminada la canción siguen rodando las manos y con la cara mofletuda hacen un UUUUUU ... claro y sonoro y el que antes ríe, paga. *** Asaitero, Vinagrero.- Se colocan como en los juegos anteriores y al que paga le dan palmadas los demás, mientras dialogan con el director estos versos: - Asaitero. - Vinagrero


- Hasen rir - Se murió el tío Gil - Hasen hablar - Se murió el tío Juan - Piscos piscos y hechar a volar. Dicho esto le pellizcan durante un rato. Luego corren a esconderse y el director canta: Conill hiá en la güerta la liebre va suelta de noche y de día que toca el Avemaría. Que me se va, Que me se va, Que ya me s'aido. Entonces el que paga ha de coger uno para que le sustituya. *** Granico Pebre.- Colocados como en los juegos anteriores y después de haber subido uno a horcajadas sobre el que paga, el director pregunta a éste: Granico pebre ¿Quién hay ensima? Si lo acierta, le sustituye el nombrado, y si no, exclama el que dirige:


Carga ensima que no hay pro (2) Sube otro y se repite lo anteriormente dicho, continuando el juego hasta acertar el nombre del último que ha subido, o hasta deshacerse el grupo por el excesivo peso. (2) Equivale al valenciano prou, que en castellano significa "bastante". *** Talegueta Pobi.- A los que juegan, se les pone el nombre de un santo, si son niños, y el de una santa o virgen, si son niñas. El que paga se coloca como en los juegos anteriores y los demás, derechos en la pared de enfrente, entablándose entre el que dirige y los que juegan el siguiente diálogo: - Talegueta pobi - Aquí, aqui - Que venga san ... El nombrado va, y después de dar una palmada al que paga, se vuelve a su sitio. Interin, cantan los otros: Rum, rum de la violeta. ¿Quién mencha la rosquilleta? Terminada la canción, se levanta el que paga para inquirir quién le ha pegado. Si lo adivina le sustituye, y si no, continúa pagando.


Martel.- El que paga se pone derecho, de espaldas a una pared y frente a los que juegan, desarrollándose entre aquél y éstos el diálogo que sigue: - Martel - Come miel - ¿ Y la pucheta? - En casa del tío Marteta - ¿Y el martillo? - Pillo, pillo, ladrón, que t'has comió las higas del tío Peirón. Dicho esto por todos los que juegan, salen corriendo y detrás el que paga para coger uno, el cual se libra de pagar si toca antes la pared con la mano. *** Tontorro.- Se colocan sentados en tierra, formando círculo. El director lleva una baraja de cuarenta cartas (sin ochos ni nueves), que las da a sus compañeros en partes iguales. El primero que recibe un as (siempre que no sea el de bastos), se descarta de él, y a continuación se descartan también todos de las parejas que llevan (ejemplos: Rey con Rey, Sota con Sota, Cinco con Cinco, etc.). Luego empiezan (por el segundo que está a la derecha del director) a cogerle una carta, tapada, al de su izquierda, y si la que cogen forma pareja con alguna de las que llevan, se las descartan también, siguiendo así el juego hasta quedarse uno con el tontorro, que es el as de bastos, ya que no puede formar pareja con los otros dos. Después de mezclar todas, y como al que le cae el ton torro es el que paga, se dispone a recibir una tunda. Para ello reclina la


cabeza sobre las rodillas del director y mientras éste va declarando los naipes, los demás añaden una frase estrambótica, al mismo tiempo que le dan palmadas a aquél. Cuando aparece un as, dice el director: - ¡Alto! ¿Quién vive? Y el que paga, responde: - ¡España! Se le pregunta otra vez: - ¿Qué regimiento? Y si lo adivina, se da por terminada la jugada, aun cuando queden cartas por cantar. Ha de advertirse que a los ases de oros, copas y espadas se les designa con sus nombres y al de bastos o tontorro, con el de as de jarmientos. Las frases que se añaden a los nombres de las cartas cuando el director las va cantando, son éstas: Rey mey. Caballo corredor, mucho dinero y poco favor. Sota rabota, púnchale en el rabo y verás como trota; un burro viejo llevaba carota, sapatos y botas. Siete, el tío Cañete. Sais, el tío Chay Sinco, el tío Jasinto. Cuatro, el tío Donato. Tres, a los tris trilistoques,


la güela albercoques, tan güenos que estaban y no le gustaban, la tía Pepa Juana hisiendo la cama, el tío Pepe Lus, hisiéndole lus, la tía Hilandera con las tripas ajuera, y el tío Colondro con el rabico al hombro. Dos, ¡huy! As, por mi puerta pasarás y ni adiós que me dirás, un vasico vino por la puerta atrás. *** La gallina, la pavana.- Sentados en tierra formando corro y con las piernas extendidas, mientras el director va tocando con la mano los pies de los que juegan, dice cantando: La gallina la pavana pone un coco pa mañana: Pone uno pone dos pone tres pone cuatro pone sinco


pone sais pone siete pone ocho: Cas-ca-ra-mo-cho. Aquel a quien el director toca el pie al decir la última sílaba del postrer verso lo esconde, repitiéndose así el juego hasta que todos los han escondido. Hecho esto estiran las piernas armándose una verdadera batalla con el zarandeo de los pies. *** ¿Ande estás?- Pegados dos niños por la espalda y con las manos cogidas para estar más sujetos uno flexiona el tronco hacia delante con el fin de que el otro quede sobre sus espaldas. Puestos de esta guisa se preguntan y cantan así: - ¿Ande estás? En tabletas - ¿Qu'has comío? Pajaretas - ¿C'has bebío? Agua del mar - Pues échate a rescolar. Y con un ligero movimiento se colocan a la inversa, es decir, el que soportaba la carga es ahora llevado sobre las espaldas del otro, continuando así el juego hasta que se sienten cansados. *** Las cuatro esquinas.- Se colocan unos frente a otros formando un cuadro yendo por el interior del mismo el que paga y estableciéndose, entre éste y uno de los cuatro que juegan, el si-


guiente diálogo: - Amo, ¿hiá foch? - En la otra puerta lo tienen mejor. Mientras, el que paga, pregunta a uno y éste contesta, los demás cambian de sitio y si en estas idas y venidas aquél logra ocupar un puesto le sustituye y se queda sin él. *** A sinta.- Es el juego de la Salta Cabrilla. Al saltar sobre uno todos dicen un mismo número, empezando por el uno y terminando con el doce, añadiendo a cada uno de esos doce números una frase. Asi: Uno, el tío Bruno Dos, el tío Muñós Tres, el tío Andrés Cuatro, el tío Donato Sinco, el tío Jasinto Sais, el tío Chay Siete, el tío Cañete Ocho, el tío Mocho Nueve, saca la bota y bebe Diés, sácala otra vez Onse, las campanicas de bronse Dose, todo el mundo s'arrecoge. Si al saltar uno cae, ha de agacharse y pagar.


CANCIONES PARA JUGAR A ADIVINAR Cartilletes em porte.- Uno se coloca en la mano tapas de cajas de cerillas o huesos de albaricoque y cerrándola pregunta: Cartilletes em porte ¿En cuantes? Y otro dice un número. Si lo acierta gana y si no paga igual número de objetos que aquél esconde en la mano. También se practica este juego con el siguiente formulismo: - San Puño - Abre el puño. - ¿En cuantes? *** Fraile o monja.- Al abrir un capullo de ababol se preguntan: ¿Fraile o monja? Si las hojas aún están blancas es monja y si ya están encarnadas fraile. *** ¿Cuchillos o tijeras? - El que paga se pone de rodillas y apoya la cabeza sobre las piernas del director que está sentado. Los demás le dan golpes a aquél en la espalda con el codo y mano simultáneamente, al tiempo que cantan:


Digo din, digo dan, de la part de Sebastián ni cuchillos ni estijeras ni navajas d'afaitar ¿Qué son: cuchillos u estijeras? Al acabar de cantar uno de los que juegan coloca el dedo índice rígido y hacia arriba y en ese caso significa cuchillo, o pone los dedos corazón e índice separados rígidos y hacia arriba y significa tijeras. Entonces contesta el que paga y si acierta le sustituye el que ha marcado los dedos. En caso contrario continúa pagando el mismo.

DOS JUEGOS SIN CANCIONES Primera y segona.- Después de haber elegido uno la suerte primera y otro la segona, meten al azar igual número de estampas entre las hojas de un libro y a medida que van pasando éstas cogen las estampas que salen en su suerte. *** La toña.- Juego de niños que colocados de pie y en círculo, van pegándole de izquierda a derecha y, uno tras otro, con una vara dé unos sesenta centímetros a otra de unos doce que les tira el que paga; esto es, el de su izquierda, y en tanto sale éste en su busca, después de haber sido lanzada por el choque con la mayor, los demás corren hacia el sitio del que paga (señalado como los de todos, con una piedra), con el fin de hacer, con la vara de que van


provistos, un hoyo cuyo diámetro ha de ser igual al palmo del director y su profundidad equivalente a la longitud de la varita voladora. Si al volver con ésta le da tiempo a colocarla en el sitio de juego (esto es, sobre la piedra) de alguno de los que cavan pagará une de éstos y si no, el de la derecha del que no pudo dejarla en el sitio de otro por estar ocupado por su amo. Al jugador que primero se le hace el hoyo, juega nuevamente pero no para arrojar la varita voladora, sino para seguir con otra variante. Se le designa un sitio que diste cinco o seis metros del círculo que forma el campo de juego, colocándose allí de espaldas a los restantes jugadores mientras éstos meten en la tierra de uno de los hoyos (en el ya hecho o en los que están a medio hacer). Cuando ya está escondida, llaman para que la busque de pozo en pozo y hasta que la encuentra le pegan en la espalda, gritando: Titirulí, saca la toña . y dámela a mí. Una vez hallada, cesa el juego o se vuelve a empezar otra vez, continuando hasta que se cansan.


2 COPLAS


JOTAS Y FANDANGOS QUE EL ULTIMO CANTADOR VILLARENSE SOLIA ENTONAR EN LOS BAILES A la fuente voy por agua, y al molino por moler y a la calle de mi novia por ver si la puedo ver. *** Al ver tu cara tan fina, mi corazón cayó enfermo, tú tienes la medicina y en tu mano está el remedio. *** Anda ves, que no has de hallar quien te quiera como yo, y si acaso lo en-contraras será muriéndome yo. *** Cuando dos se quieren bien y se tienen cariñito aunque la amistad se acabe, siempre queda un rinconcito. ***


El primer amor que tuve me se llevó el corazón, no hay amor como el primero que se lleva lo mejor. *** A quien le contaré yo lo que a mí me está pasando, se lo contaré a la tierra cuando me estén enterrando. *** Asómate a la ventana retrato de la herejía, el que madrugó por verte que poco sueño tenía. *** Bailador y bailadora bailad diquiá la mañana que el que os toca y el que os canta os sirve de buena gana. *** El molino del amor no tiene mas que una muela, cuando se va el molinero se queda la molinera. ***


En Valencia está La Lonja y en Madrid El Escorial, y en Murcia está la cadena sin principio ni final. En Valencia me perdí por aquellos andurriales sólo por venir a verte Rosita de los rosales. *** Eres alta y buena moza y te falta lo mejor los colores en la cara la vergüenza y el honor. *** Eres como el pajarito que va a la mar y se baña y con el pico revuelve la arena y no enturbia el agua. *** Eres espejo brillante y encantas a mi persona, yo deseo ser tu amante, hermosa blanca paloma mientras tu amor no me falte. ***


Las estrellitas del cielo no van con tanto primor como va esa doncellita a los pies del confesor. *** Llevas en la cara pecas y en la garganta, lunares y en el pecho, más virtudes que arenas hay en los mares. *** Menéate cuerpo bueno, menéate resalada, que llevas la sal del mundo y no te meneas nada. *** No te cases con pastor ni con labrador mediano, cásate con molinero que se toma por su mano. *** Para que me acariciabas y me dabas tantas glorias si me habías de olvidar ingrata de mi memoria.


Para que me das el sí si te pones a llorar, bastante tiempo has tenido para poderlo pensar. *** Por el baile abajo va una naranja rodando, con un letrero que dice: vivan los que están bailando. *** Por robar un corazón llevan a un hombre a prisiones, por cariño y por amor es ladrón de corazones. *** Por ti transnocho y madrugo y por ti me acuesto tarde y por ti me dejaría el corazón en la calle. *** Qué corazón tan ingrato veo que para mí tienes que me estás viendo morir y aún dices que no me quieres. ***


Se piensan algunas mozas que el festear es casar, y es como el que va a la feria y se viene sin comprar. *** Si el zapatito te aprieta lIévalo al zapatero, que le quite o que le ponga o que te vuelva el dinero. *** Yo haré por ti una fineza lo que tú por mí no harás quererte, aunque no me quieras ¿Qué más quieres? ¿Quieres más? *** Tres cosas le pido a Dios que a mí Dios me condeciera una muela y un molino y una niña molinera. ***


foto

El tĂ­o Manuel el Artajano, en el patio de su casa cuando contaba 80 aĂąos (foto cedida por su sobrina Dolores Moreno)


COPLAS PARA FANDANGO SOLO Debajo de un pino verde tiene la cama un conejo, con esto quiero decir, si no te dejas, te dejo. *** La despedida te doy la que dan los labradores, con el sombrero en la mano y con el ramo de flores. *** Yo soy el amo de la burra y en la burra mando yo cuando quiero digo: ¡arre! cuando quiero digo ¡sío!.

SEGUIDILLAS Cuando sales de casa con saya verde, me volvería asno para comerte. *** A la orilla del río y a la otra parte


hay una tomatera con un tomate. *** Seguidillas corridas de "cuales quieres" , de las valen cianitas que son alegres. *** Seguidillas manchegas son las que canto, porque las valencianas no valen tanto. *** Al estribillo, niĂąa, al estribillo, el que no se arrodilla paga un cuartillo. *** Al estribillo niĂąa, al estribillo, una pulga saltando rompiĂł un lebrillo. ***


Si bailáis seguidillas. vivid alerta, porque en ésta os toca la "paraeta". *** Si bailáis seguidillas, id con cuidado, porque en ésta os toca golpe y parado.

SEGUIDILLAS SATIRICAS Muchos cuervos acuden a tu tejado, señal que en algún tiempo carne han hallado. *** Si me quieres de balde, toda soy tuya, pero con el dinero cosa ninguna. *** So yo soy pedigüeño, tú eres muñeca, que todos los domingos te pones hueca.


Si yo me pongo hueca puedo ponerme, que el galรกn que me ronda dineros tiene. *** La primer seguidilla que vino al mundo una noche de trueno la trajo un burro. *** Arre burro ยกpachetes! pimientos verdes, si te casas conmigo es porque quieres. *** Cuatro muletas tengo las cuatro pardas, San Antรณn me las guarde si son criadas. *** Ya no quiero mรกs agua de tu puchero, porque he visto una cosa que me da miedo. ***


Respondieron las mulas como animales: Nos compre más cebada, no cabezales. ***

COPLAS COMARCALES Begís, Torás y Teresa Artaj, Andilla y Oset, El Villar y La Pobleta Alcublas y Sacañet con Abejuela y La Yesa. *** Chelva no se llama Chelva que se llama jardín bello, porque tiene por patrona a la Virgen del Remedio. *** De Valencia se va a Liria, de Liria se va a Casinos, de Casinos a'l Villar, d'EI Villar se va a Chulilla. y de Chulilla a Gestalgar. ***


Dicen que te vas, te vas, a Canales a vivir, a una casa con balcones y al hospital a morir. *** Dicen que te vas, te vas, al triste Mas de Casinos, a beber agua de rambla y a quemar leña de pino. *** En Liria hay un San Miguel y en Valencia un San Vicente y en El Villar una imagen que al sol le dice detente. *** En Liria se dice “Nor” y en El Villar “Tío, tío”, en Valencia “Bon siñor” y en Madrid “el señorío”. *** En Liria usan el peine, en Casinos la peineta, en El Villar chicas guapas y en Losa las alcahuetas.


En Valencia venden prunas en Benaguacil gruñones y en la plaza d´El Villar tomates y pimentones. *** Entre Calles y Domeño a Loriguilla a parar entre los tres pueblecitos me he quedado sin cenar. *** Es de Sote y vino anoche, y lleva la tripa llena, de carabasa petaca, mardajones y brigüelas. *** Fanfarrones los de Losa, qué fanfarrones que son, un San Sebastián que tienen lo llevan en porretón. *** Ladrones, los de Pedralba; pillos, los de Gestalgar; ardacheros, los de Losa; borrachos los d'EI Villar. ***


La novia salió de Andilla, el novio salió de Oset, la donsaina de Canales y el tabal de Sacañet. *** Santa Bárbara en Chulilla, en Losa San Sebastián San Antón en Las Alcublas y la Paz en El Villar. *** Si te casas en Domeño serás mujer de fortuna, irás a por agua al río a caballo en una burra.

CANCION COMARCAL ANÓNIMA En Alpuente hombres muy altos que cosechan mucho trigo. En La Yesa buenos nabos que se guisan con tocino. *** En Tuéjar los cavadores que cavan al desafío. En Benagéber las vacas que crían buenos novillos.


En Chelva los hortelanos los amos del cebollino. En Calles los carboneros que ninguno se hace rico. *** En Domeño miqueletes, los que mataron a Cristo. En Loriguilla mangranas. y en Chulilla el buen prisco. *** En Losa la buena almendra. y en El Villar el buen higo. En Alcublas los bufones, que bufan en caldo frío. *** En Gestalgar, fascadores, que fascan al desafío. En Bugarra, buenas pansas, que las secan en cañizos. *** y en Pedralba buen puente, por debajo pasa el río. Es Liria tierra de lladres que salen a los caminos.


En Benaguacil cebollas y en Ribarroja membrillos. En Alacuás, los peroles y los hombres amarillos. Yen Valencia, chicas guapas no duermen con sus maridos.

COPLAS CASTELLANAS Valencia será quemada, Liria pasada a cuchillo, y en El Villar no habrá nada porque son carlista finos. (*) (*) Copla que se cantaba en las guerras carlistas. *** El que quiera ver trabajo que vaya a la carretera y verá a los chicos majos con capasicos de tierra. *** En buen puesto está mi casa pues se vé la Peñarroya el Borreguillo y la Seña Cantalobos y la Hoya. Con qué te lavas la cara que te reluse la frente. Me lavo con agua clara.


del caño de San Visente. *** Me ha dicho la Pilarica: ya sé que vas a'l VilIar, da recuerdos de mi parte a la Virgen de la Paz. *** ¡Oh que Cruz tan milagrosa! nos trajo el Padre Francisco donde derramó su sangre Nuestro Señor Jesucristo. Si yo fuera d'El ViIlar como son estos señores a la Virgen de la Paz coronaría de flores. *** Viva Don José Molins y Don Francisco Cotanda y Don Ambrosio Montón y el Sr. Cura de Albaida. *** Virgen de la Paz María te he de regalar un manto de rositas y claveles, y azucenitas del campo. ***


Aunque llegues a tener la belleza de Diana, la hermosura de Esther y de Judith la gran fama, no te volveré a querer, por tu falsedad, mediana. *** Por el camino de Santa Lucía me dijo un gitano que si lo quería. De momento le dije que no, que para un gitano, no me peino yo, que me peino para un torerito que mata los toros con mucho valor. Por el camino de Valencia Leré, leré, (bis) Van mis amores, leré Van mis amores, lere, Leré, leré, leré Van mis amores. Con mi caballo blanco Leré, leré, (bis) Tirando flores, leré Tirando flores, leré Leré, leré, leré Tirando flores.


COPLAS CON VALENCIANISMOS Entre les modes que hay en España, la de los polvos es la que guaña *** Hay chica que por los polvos es capás de malgastar el jornal de la semana y els dillers de l' almorsar. *** Mare, mare, mare, vinga. villga, villga y la vorá, tota pleneta de polvos per lo moño y per lo nas. *** Cada ves que paso y veo las paredes de l'onsal, le digo a mi cuerpesito, aquí vendrás a parar. *** Con esa naris de pato y calsas a media pierna y ese medio pañuelo eres algo carasera.


En las cuatro esquinas, madre, pregona mi corazón: al que quiera dale dita que es el último pregón. *** La dama que lleva juera las andilIas del jubón ella puede ser curiosa, pero las trasas no son. *** Mil y quinientos salieron en el forro de mi jubón, unos murieron a uñate y otros a retortijón. *** Pasea majo la calle que tú te la llevarás la carabasa en la sesta y la dama, otro galán. *** Polida saragosana échale pan a tu perro, cuando paso por tu calle me lladra y le tengo miedo.


Qué hermosa clavellinera que tienes en tu corral, llena de pájaros verdes y en medio un pavo real. *** Un pipirroyo atrevido le dijo a una buscareta: - ¿Por ande tienes el nido? - En un sarsal de la güerta. entre dos peñas metido. *** Les churretes d'EI ViIlar al cresol, diuen candil, a lafinestra ventana y al chulivert, perejil. *** Pequeñica como un güevo, me quitaron al mamar, y agora que voy cresida, me privan el festear *** Un dicho me s'ha perdío y no lo puedo encontrar, pues lo llevo en la bolchaca


y no lo puedo sacar. *** Anda, que pincho, que pincho, anda, que pincho que vas, el paĂąuelo que me distes, tĂş me lo tienes que dar. ***


3 JOTA, FANDANGO Y SEGUIDILLAS


I El Villlar del Arzobispo es un pueblo muy amante de sus tradiciones. Situado al norte de la provincia de Valencia y en la comarca de La Serranía -territorio limítrofe con la de Teruel-, es lógico que sus moradores participen de los usos, costumbres y modos de vivir de aragoneses y valencianos. Díganlo, si no, el indumento típico villarense -con reminiscencias del valenciano y aragonés-, que aún se prodiga entre las personas de edad madura; los cantos populares de la valenciana ("el u i el dos") y la granadina ("el u i el dotze), sus fiestas plenas de sabor valentino, y sus bailes de jota, fandango y seguidillas, que no obstante ser diferentes entre si, los tres forman un todo, puesto que se ejecutan, sin solución de continuidad, por el orden que se enumeran. Ahora bien; ocurre muchas veces que sólo se baila lajota, o la jota y el fandango, sin dar lugar a las seguidillas. Si así sucede, el cantador anuncia el fin de la danza con uno de estos dos cantares: La despedida les doy, la que dan los labradores, con el sombrero en la mano, adiós, ramito de flores. *** Yo les doy la despedida a todos en general, y digo a las bailadoras ya se podían dejar.


Acompañan a estos bailes la guitarra, el "guitarró", la bandurria, el laúd, el acordeón, y como instrumento rítmico, las postizas, que solamente las toca el bailador. A diferencia de la costumbre de algunos pueblos de la comarca en los que las parejas actúan formando círculo y cambiando los bailadores de bailadora al remate de cada cantar, aquí se mueven en todas direcciones, mudando constantemente de sitio y manteniéndose con ambos danzarines hasta el fin; si no se retira la bailadora o alguno de los componentes es relevado por otro del público. La iniciativa parte de la mujer, adaptando el hombre sus pasos a los de ella que, por cierto, son múltiples. Y como no existe ningún orden para marcarlos, cada pareja teje, a capricho, uno nuevo en cada cantar. Es de advertir que las parejas que forman nuestro grupo folklórico no bailan con sujección a esta norma, sino al unísono, esto es, haciendo las mismas evoluciones, figuras, giros y pasos. Pero, sea cual fuere el modo en que se ejecuten, no podrá negarse que siempre son de gran belleza plástica, subiendo ésta de punto cuando los que actúan visten la indumentaria tradicional. Por esto se ha dicho de nuestras bailadoras, con ocasión de haber tomado parte en un festival, en Valencia, que "tienen la bella actitud de un rito". II La jota villarense, de acusada personalidad, tiene mucha similitud con la de todos los pueblos comarcanos. No es tan saltadora y movida como la aragonesa, ni tan apacible y solemne como la valenciana. Posee igual ritmo y características melódicas que la mallorquina, siendo tan afines las dos que diríase fueron escritas por el mismo músico.


El saltarín fandango tiene igual compás que la jota, pero su ritmo es más rápido. Referente a su origen, podríamos decir que es de importación andaluza, si diéramos crédito a lo que reza con respecto a su nombre, el siguiente cantar: El fandanguito "de Cádiz" lo compuso una gitana, como es cosa de mujeres, lo bailan de buena gana. La geografía del fandango, dentro de la comarca, no es tan extensa como la de la jota, ya que nada más se conoce en Alcublas, Alpuente, Andilla (y sus anejos Artaj, La Pobleta y Osset); Domeño, Higueruelas, La Yesa, Loriguilla, Losa del Obispo, penetrando hasta Abejuela y Torrijas (Teruel) y Begis, Sacañet, Teresa y Torás en Castellón de la Plana. En la siguiente quintilla, que la métrica popular ha formulado, menciónanse algunos de los pueblos donde se baila. Begis, Torás y Teresa, Artaj, Andilla y Oset, El Villar y La Pobleta Alcublas y Sacañet, con Abejuela y La Yesa. Por más que los cantares de jota y fandango son, indistintamente, cuartetas y quintillas, siempre resultan de siete versos toda vez que si son cuartetas, el cantador dice tres veces el primero y dos el cuarto; y si son quintillas, dos veces el primero y otras tantas el cuarto. La transición de jota a fandango la inicia el cantador en el sexto verso de aquella, de suerte que cinco son de jota y dos de fandango. Para pasar de un baile a otro, lanza uno de los dos can-


tadores las coplas que a continuación transcribimos: Ya se ha acabado la jota para los que están bailando, para que bailen gustosos tocaremos el fandango. Fandango pide la niña, fandango se la ha de dar, ¿para qué pide fandango, si ella tiene para dar?

foto

Portada del Doble CD Menéate cuerpo bueno, editado por el Ayuntamiento de Villar del Arzobispo en 2008.


Sabido es que la seguidilla tuvo su origen en la región central de España, desde donde pasó, con las naturales modificaciones, a las de la periferia. Así pues, no es de extrañar que se bailase en algún tiempo en toda nuestra región, como parece indicarlo la copla que sigue: - Seguidillas corridas, ¿de "cualas" quieres? - De las valen cianitas que son alegres. Nuestras seguidillas tienen igual compás que el fandango, pero le superan en rapidez de movimientos. Su mapa dentro de estas demarcaciones es mas reducido que el de la jota y el fandango, ya que sólo se han popularizado en Abejuela, Alcublas, Andilla (y anejos: Artaj, La Pobleta y Oset), Begís, Higueruelas, Losa del Obispo, Sacañet, Teresa y Torás. Como habrá podido comprobar el lector en los diferentes cantares escritos, nuestra seguidilla no tiene más que una estrofa de cuatro versos: heptasílabos los impares y pentasílabos los pares, faltándole, a distinción de la que se canta en otras regiones, el bordón o estribillo. Sus temas son el requiebro, la sátira y el humorismo. Como estas coplas no se cantan mas que en baile, y éste corre el peligro de desaparecer en un futuro próximo, a continuación insertamos algunas de las que hemos podido reunir, para que no se olvide esta faceta del acervo artístico villarense. La perdís, en el campo, reclama y dice: la dama que es bonita, ¿por qué se aflige?


¿Para qué vas al baile, si no has de bailar? "Pa" tener las paredes ¡Ellas se tendrán! *** A cantar seguidillas nadie me gana porque las he aprendido de una gitana. ***

foto

Grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina, posando en la Plaza del Teatro Español de Madrid, donde actuaron en noviembre de 1968. (foto cedida por Cruz Castellano).


Una recién casada puso una olla con un cántaro de agua y una cebolla *** Para coger fruta nueva, a un árbol subí, se me rompió una rama y al suelo caí. *** Allí arribita, arribita, Dejo la liebre: Ayudadme, patitas, que el galgo viene. *** La perdís, en el campo, llueve y se moja, porque el animalito no tiene ropa. *** La mujer que enterraron, el otro día, si no se hubiera muerto, aún viviría. ***


Yo tengo cuatro mulas, las cuatro iguales, con cuatro campanillas y cabezales. Para terminar, diremos que estos bailes tan típicos y hermosos son unos mismos en todas las poblaciones que se practican de esta comarca, toda vez que sólo se diferencian en el ritmo, siendo éste tanto más acelerado cuando más se aproximan aquéllas a Teruel.


4 ADORACIÓN A LA VIRGEN DE LA PAZ


ORACION A LA VIRGEN DE LA PAZ que cantaba María La Ciega (cuartetos de verso libre) Emperatriz Soberana, Madre de los pecadores, Bálsamo de las heridas Que calmas nuestros dolores. Todos te queremos, como madre excelsa, y te aclamamos Por Patrona nuestra. *** Es grande la devoción Que en El Villar te tenemos Que cuando en tribulaciones A tus plantas nos ponemos. Por eso decimos, Todos a una voz: Viva en nuestras almas La Madre de Dios. *** Siglos han pasado enteros Muchas guerras han cruzado, Siempre has plantado bandera Defendiendo a tus vasallos.


¡Ea, villarenses! Gritad a una voz: Viva, en nuestro suelo, La Madre de Dios *** Estando un devoto en Francia Una pierna se rompió, Llamándola como siempre, y muy pronto se curó. Era d' El Villar, El devoto vuestro, y mandó las tablas Que le habían puesto. *** Un carretero camina Con unas mulas y un carro, Por encima de una niña Una rueda le ha pasado, Exclamó la niña: ¡Virgen de la Paz! Dice al carretero: No me ha hecho mal. *** Cuando aquel cólera morbo, En el año ochenta y cinco,


El Señor nos lo mandó, Madre mía, a nuestros hijos. Sacada en las calles, Fuiste en procesión, Marchándose el cólera, Por tu intercesión. *** Los ancianos van descalzos y los niños con coronas, Todos corren presurosos A pedirle a su Patrona. Te dicen con gracia, Ven, Paloma mía, Tú nos has librado. Sola, madre mía. *** El día seis de noviembre De mil novecientos uno, Se armó un incendio muy grande En la iglesia con profundo, El pueblo corriendo, Con dolor decía: Salvad nuestra Madre De la Paz María. ***


Nos fue una noche de angustia A todos los villarenses, Cuando corriendo a apagarla Vimos con la vista tristes, A nuestra Patrona En ascua encendida, y gritando el pueblo: ¡Vos sois, madre mía! *** El pueblo, todo de luto, Corre abrumado a la iglesia, Sin ver en el camarín, A aquella Patrona nuestra. Todos muy llorosos, Se van a la par, Al ver que en el nicho La Virgen no está. *** Ya te marchaste, Señora, Nos dejaste con dolor, Pero siempre te tenemos En medio del corazón. Todos muy llorosos, El Villar decía: ¿Cuando nos vendrá La Virgen María?


Ya quiso la Providencia Y el pueblo con alegría Que en el primero de mayo Tu entrada fue en esta villa. El pueblo corriendo Marcha sin cesar, A verte, de nuevo, Virgen de la Paz. *** Al verte el pueblo de nuevo, Mi lengua no puede hablar, Todos lloran de alegría y dicen: ¡Virgen de la Paz!. El pueblo te lleva Con gran alegría, Recorriendo calles Con Vos, Madre mía. *** Muchas coronas y pinos Que por las calles había, Pareciéndonos un bosque Sólo por Ti, Madre mía. El pueblo entusiasta Repitiendo va Por todas las calles:


¡ Virgen de la Paz! *** Cuando llegaba a la iglesia, Una salve te cantaron, Y allí tu sagrada imagen En tu trono te dejaron, Allí con los ángeles Cantan alegrías, Y te dice el pueblo: ¡Vos sois, madre mía! *** Tú eres consuelo de todos , Tú eres mejor medicina, Tú eres consuelo de áquel Que el corazón tiene espina. Eres la alegría, Vara de José, Rosa de mi huerto Que siempre querré. *** Tú eres la paloma, Madre, Que cobijada en tu nido Esparces mejor olor Que el aromático lirio, Eres violeta,


Flor de mi jardín, Que con tu fragancia me abrasas a mí. *** Eres el huerto cerrado, Eres esbelto ciprés, Eres encendida rosa, que crece en hermoso edén. Eres madre mía, Reina celestial, Que a los villarenses, Les mandas la paz. *** El color de tu faz pura Envidia a la rosa da, Yen tus labios celestiales El jazmín pintado está. Eres el consuelo De aquel pecador Que, si se arrepiente, Le amáis con amor. *** Eres más bella, María, Que la pura y linda flor, Eres Tú la que has podido


Con dardo herirme de amor. Eres el clavel Que adorna mi pecho, Que sólo al mirarte Encuentro consuelo. *** ¡Oh, qué bella eres, María! Qué dulce es tu puro amor, Contigo, la muerte es vida, Sin ti, vivir es dolor. Eres d´El Villar, Consuelo de todos, y aquel que te llama Encuentra socorro *** ¡Oh Madre, Madre admirable! Madre de suma bondad, Madre del que a tus pies gime, Implorando tu piedad Madre, te decimos, Virgen de la Paz, No nos desampares, A los d´El Villar. ***


Por Don Vicente Ferrando Una misa te ofreció, Y los sábados del año La dicen con devoción Era un sacerdote Que de aquí partió, Fue quien esta misa Con fe la ofreció. *** Si fuéramos a explicar, Madre, De Ti todos los milagros, No terminaríamos nunca, pues nos haríamos pesados Nos concretaremos A tenerte fe, Y todo cristiano A amarte también *** Cuando un devoto nos manda A que cante tu oracion, Tú siempre le has prometido Cobijarle con tu amor Bendice este suelo, Virgen de la Paz, Y danos con premio Gloria Celestial AMEN


5 REFRANERO


El Villar del Arzobispo tiene numerosos refranes plagados de voces valencianas, aragonesas y aún autóctonas, habiendo también algunos que no obstante decirse en castellano, son tan típicamente villarenses que no los hemos visto en ningún refranero español. He aquí, pues, todos los que hemos podido recopilar. A continuación de cada uno va su equivalente castellano o valenciano, y a falta de éstos una breve nota explicativa de los mismos. Abadejo y dormir con un viejo.- Significa que se come mal en una casa y han de aguantarse las impertinencias de un anciano esposo. Al ababol, se lo papa el sol; a la senisilla, el solla pilla; el margal s'hase el amo del bancal, y la ballueca pone al ama güeca.Va por los que viendo sus sembrados invadidos de malas hierbas, no las arrancan. Al alfalfe ya la viña, por la vora, les entra la tiña.- Por invadirles la maleza por los lados. A la muerte del puerco, todos cantaban, y a la hora del pago, todos lloraban.- Semejante a: Al comer de las morcillas ríen las madres y las hijas, y al pagar, todos a llorar. A la que sierne y masa, de todo la pasa.- Es como: A quien amasa y cuece, mucho le acontece. Alba roya, agua de la clocha.- Dice que las nubes rojas del amanecer, darán lluvia. Al horno y a la plasa, la más vieja de casa.- Por la experiencia que tienen las personas de más edad. Al niño, pan y palo con mucho regalo.- Aconseja que se le ha de alimentar bien, y que ha de educársele con rigor. Al que se burla, el demonio le furga.- Reprende a los zumbones. Al que siembra avena, siempre le pena; unas veses por


ruin y otras, por güena. - Por ser más productivas las cosechas de trigo y cebada que la de aquél cereal. Al viejo y al bancal todo lo que se les pueda sacar.- Significa que los campos han de estar produciendo siempre, y que a los padres que por tener abundancia de medios económicos viven independientemente de sus hijos les sacarán cuanto puedan antes de que se lo lleve otro hermano. Allá a las deshilás. Es lo mismo que De uvas a peras, empleándose para ponderar que un hecho sucede de tarde en tarde. Anda bien, sorra y aún hallarás quien te corra.- Nos da a entender lo peligroso que resulta no conducirse bien en la vida. Aplanar y engullir.- Refiérese a lo que se hace con prontitud. A San Andrés, mata tu res, grande, chiquica u como es. Parecido a: Por San Andrés, toma el puerco por los pies. A San Silvestre, agarra la capa y veste- Recomienda que debemos ir bien arropados en invierno. A Santa Llúsia, crese el dia un pas de pusa; a Nadal, un pas de pardal y una hora a la Virgen de la Pas.- Es parecido a: Por Santa Lucía, achica la noche y agranda el día, un paso de gallína; por Navidad, ya lo echa de ver el arriero en el andar y la vejezuela en el hilar. A tandas, va el río.- Este refrán parece ser corrupción del valenciano A tandaes va el riu, y de esta manera debió decirse por los villarenses en pretéritos tiempos, pues tiene hoy aquél, entre nosotros la misma significación que los valencianos dan a éste. Aún lleva rabo la seresa.- Es igual que: Aún está el rabo por desollar. Bocau comido, no gana amigo. Quiere decir que como no se puede absequiar a nadie con lo que ya nos comimos, no esperamos, en justa correnpondencia, recibir nada. Bufar en caldo frío.- Equivale a: Soplar en caldo frío, y se


aplica a los que aparentan tener lo que no poseen. Bufar como una culebra.- Dícese de la persona cuando está dominada por la ira. ¡Búscate ande estará!.- ¡Quién sabe dónde estará... ! ¿Buscat on estará? Cada uno sabe en su casa ande se cuelga el candil.- Lo mismo que: Cada uno sabe dónde le aprieta el zapato. Capasico femater, enllella aquí y vasía allá.- Critica a los correveidiles. Casa, mientras cojas, y tierra mientras veas.- Es parecido a: Casa en que vivas, vino el que bebas, tierras cuantas veas. Casador de jaula, escopeta y hurón, no riñirán los hijos por la partisión.- Por los pocos bienes que dejará. Casera, perdiguera.- Censura el deporte cinegético. Comese uno la enclavasióll de una puerta.- Igual al valenciano. Es menjaria els ferros de la presó.- Con el se pondera el hambre o ambición de una persona. Con dinero, carchofas, y, con papeles, milochas.- Semejante a: Quien dinero tiene, alcanza lo que quiere. Conforme el nas, el compás.- En valenciano es así: Bon nas, bon compàs. Cuando Carnoso y el Pico de Chera se ponen la montera, ha de llover aunque Dios no quiera.- No siempre sucede lo que afirma. Cuando el priscal florese y madura, el día y la noche van por mesura.- Parecido a: Cuando el durazno está enflor, la noche y el día están de un tenor. Cuando llueve y hase sol, se ríe Nuestro Siñor; cuando llueve y hase luna, se ríe la Virgen Pura.- Dicho que canturrean los niños con alborozo cuando, si llueve, brillan aquéllos. Cuando se carga, se anda.- Cuando venga la bolea, hay que juála.o Cuando me venga bien la bolea la juaré.- Significa


que se haga una cosa cuando se presente ocasión u oportunidad. Chica, ¿tu hijo te s'ha muerto tuviendo tusón en el güerto? – Parecido a: El hijo muerto y el apio en el huerto. Dale a uno por su comer.- Darle a uno por su vaya; es como llevarle la corriente. Dale a uno una ahumá.- Es como tomar rabia, es decir, airarse, enfadarse, irritarse. Dar el chito una cosa.- Causar admiración; ejemplo: Dar el chito una olivera, que tiene muchísimas aceitunas. De fincas lejos, de caminos malos y de hijos tarde, Dios que me libre y me guarde.- Por la escasa utilidad que reportan. De justisia, mereselo, pero no selo.- Por los muchos quebraderos de cabeza que tienen los que rigen la cosa pública. De los que comen, alguno acampa.- Se refiere a los enfermos, y dice: Que aunque no todos los que comen recuperan la salud, sí algunos. Dijo la sartén al mango: Apártate, que mascaras.- Es igual a: Dijo la sartén al cazo: Quita, que me tiznas. Dis, dis, por una oreja me entra y por la otra me is.- Es como: Por una oreja entra y por otra sale. Dormir a calsón quitáu.- Dormir a pierna suelta, es decir, libre de preocupaciones, con sueño reparador. Echátelo pa berienda que no te tacará el saco.- Semejante a: Quien te conoce que te compre. El amo nunca pisa el trigo.- Significa que el dueño de una finca anda con mucha cautela para no perjudicar sus intereses. Es lo mismo que Los pies del hortelano no estropean lo plantado. El amo que quiera ser pobre, sin conoselo, que lleve jornaleros y no vaya a velos.- Es como: Hacienda, tu amo te vea. El amo y el gos casan por dos.- Por el mucho interés con que por lo general trabajan los dueños para sí. El badallar, es señal de hambre, sueño u picardía gran


de.- Es parecido a: Bostezo luengo, hambre, sueño o ruindad que tiene en el cuerpo su dueño. El borrón d' abril no enllena el setril, y el de mayo lo en11ena to'l año.- Dice que no debemos confiar en la muestra de los olivos que sale en abril y sí en la que aparece en mayo, por ser prometedora de buena cosecha. El domingo de Lázaro, maté un pájaro, el domingo de Ramos me lo pelé y la mañanica de Pascua me lo almorsé: Significa que acabada la cuaresma ya se puede comer carne a tutiplen. El puerco mesell, velo, pero no comelo.- Por ser venenosa su carne. El primero, hase día; el segundo, Santa María; el tersero, San Blas, y Santa Agueda, detrás.- Se refiere a los cuatro primeros días de febrero. El que ampra, nunca pierde.- Porque si devuelve lo que le prestaron, ya lo utilizó, y si no, posee una cosa que es suya. El que bebe en perol, bebe el que vol.- Porque puede echarse más al coleto que si bebe en vaso. El que borracho se acuesta, con agua se desayuna.- Por la sed que siente al levantarse. El que come sebolla, después de muerto, resolla.- Manifiesta que es alimento de mucha vitalidad. El que compra barato, compra dos veses.- Pues como vale poco lo que compra, pronto se rompe, teniendo que volver a comprar. El que da lo que tiene, busca lo que ha de menester.- Dice que no debemos desprendernos de nada, pues llega día que lo necesitamos. El que de mañana canta, tarde yanta.- Por el tiempo que pierde. El que guarda cuando tiene, come cuando quiere.- Con él se nos da una gran lección de previsión y ahorro.


El que ha hecho el molondro, que se lo cargue al hombro.- Quiere decir que si uno disfruta de los beneficios que lo suyo le produce, es de justicia que cargue con los perjuicios. El que habla, su parte saca.- El igual a: Nunca diré de esta agua no beberé y también a: Por todo lo que se habla, se pasa. El que l'antorta, se l'amporta.- Es como: Quien tal hizo, que tal pague. El que no s'arrisca, no pisca.- Significa que el que no es decidido, no medra. conseguirlo. El que no trabaja de pollí, trabaja de rosí.- Es igual a: El que no trabaja de pollinejo, trabaja de burro viejo. Decía el que se lo oí, que así lo dicen los churrros de ahí arriba. El que tenga cucos, que pele full .- Exorta a cumplir con la obligación. El que tiempo tiene y tiempo espera, viene un día lo que desea.- No necesita explicación: la paciencia es buena consejera. El que tuvo, retuvo y guardó pa la vejés.- Significa que ni con los años se pierde del todo lo que se tuvo: belleza, orgullo... El que va a otro pueblo a festear, va a que lo engañen o a engañar.- Sobra la explicación. El rogle del sol moja el sombrero del pastor, y el de la luna, lo enjuga.- Es igual a: Cerco de sol moja pastor; cerco de luna, pastor enjuga. En casa d'otri, arrepretase, pero no quitase.- Es igual a: Encogerse como gallinas en corral ajeno. En duro o en blando, el aladro que vaya andando.- Manifiesta cuán convenientes son las labores a las tierras de cultivo. En el cerro (el de las Cabras), ni hurón ni perro.- Significa que no hay caza de ninguna clase en dicho macizo montañoso. En el estiu, to'l mundo viu.- Indica que el verano es la estación ideal para todos y especialmente para los pobres.


En Jueves Santo carabasas planto, y la vieja que lo dísia ya las tenía nasidas.- Indica que siempre hay quien se adelanta a los acontecimientos. En juliol, ni dona ni caracol.- Parecido a: En Junio, Julio y Agosto, ni dama ni mosto. En junio, corbella en puño; pa prebar, pero no pa segar. También es parecido a: En junio, hoz en puño; para lo seco, mas no lo maduro. En la punta la reja, va la cantarella.- Dice que la falta de agua en un campo, se suple, en parte, labrándolo mucho. En Navidad, los ajos sembrarás y han de sintir voltiar.La segunda parte de este refrán significa que no han de sembrarse hondos, y todo él es parecido y más completo que Los ajos, por Navidad, ni nacidos ni por sembrar. En Valensia, no se atan los perros con longanisas.- Dice que no es nada fácil la vida en la ciudad para los que abandonan el pueblo. Enero, que heló a su madre en el lavadero. - Por ser el mes del frío riguroso. Entre ida y venida, la vaca comida.- Refiérese a los que pierden inútilmente el tiempo. Entre lladres, la manta al coll.- Avisa que no deben descuidarse las cosas cuando se está entre gente amiga de lo ajeno. Es muy larga la vereda pa correla. - Se dice cuando se le imponen a uno trabajos imposibles de realizar. Están muy güenos el pan, el vino, la morca y el tosino.Pondera la exquisitez de dichos alimentos. Estocá por escorná.- Es lo mismo que decir Valga uno por lo otro. Faena, fuch.- Va por los que abandonan sus deberes. Frechint y menchant.- Dícese del oficio, asunto o negocio que deja poca utilidad.


Haser hilar y devanar (a uno).- Abrumarle a uno con molestias y trabajos. Ir por abajo, como arde la leña de higuera.- Se dice de los que obran a la chiticallando. Irse uno entre ojos y cara.- Morirse una persona cuando menos se esperaba, y romperse o desaparecer un objeto en abrir y cerrar de ojos. También se dice para expresar que la dolencia de una persona que ha muerto ha durado poco. La conseja mata la oveja.- Dice que por la conversación se abandona el trabajo. La honra del pobre es, primero reventar que sobre.- Justifica a los glotones en banquetes y comilonas. La moza y el niño siempre tienen frío.- Significa que por ser muy sensibles a las bajas temperaturas, deben estar bien abrigados. Las risas se güelven lloros.- Semejante a De la risa al duelo, ni un pelo. La sebá s'ha de sembrar en polvo y el trigo en lodo.- Esto es, con poca sazón la cebada y con mucha el trigo. La sipela mata u pela.- Con él se indica la malignidad de tal dolencia. Las vaquetas de abril pa mí; las de mayo pa mi hermano; las de junio, pa nenguno.- Parecido a: El enjambre de abril para mí; el de mayo para mi hermano; el de junio para ninguno. Lo que es güeno pa'l higado, es malo pa la melsa.- Quiere decir que todas las cosas tienen su pro y su contra. Lo que no está en la cuenta, está en la madeja.- Da a entender que lo que se pierde en una cosa, se gana en otra. Lo que s'aprende en l'aja, s'olvida en la mortaja.- Es como: Lo que con el capillo se toma y pega, con la mortaja se deja. Lo que se lleva en el hogar, no reluse en el altar.- Es igual a: La que luce entre las ollas, no luce entre las otras.


Llamale a uno la tierra.- Tener una enfermedad mortal o estar decrépito. Los rosigones del surrón, pa de noche güenos son.- Semejante a Las migajas del zurrón, a las veces buenas son. Los enemigos del alma son tres: dinés, dinés y dinés.Hace referencia a que el dinero no trae la felicidad. Marantonia, si me l'ailas...,.- Es degeneración de María Antonia, si me la hilas..., expresándose con aquélla la desconfianza que se tiene en el buen proceder de una persona o en la utilidad de una cosa. Mariquica, si quies que l'espulgue, agarra el candil y ensiende la lumbre.- Es como: Si quieres que haga por ti haz por mí. Marso, marsero; carasa, carasero.- Alude a la variación del clima en ese mes. Más vale peláu que amortajáu.- Aplícase a los que han salido malparados de un accidente o enfermedad. Más vale querer emparentar que ser pariente.- Porque mientras dura un noviazgo, se hacen el rendibú los familiares de los novios, y ya casados éstos, casi dejan de tratarse aquéllos. Más vale rato ganoso que dia peresoso.- Dice que, cuando se trabaja con ahínco, cunde más la faena en breve tiempo que si se trabaja durante mucho con languidez. Más vale reglotar que badallar.- Porque el eructo se produce, casi siempre, por hartazgo y el bostezo, por hambre. Más vale una gota de sangre que un río de agua.- Es como: Más vale onza de sangre que libra de amistad. Me plantarás cuando querrás, pero hasta abril no me verás.- Se refiere a la siembra de la patata. Me tengo que morir y me tengo que dejar la tela sin urdir y el mundo sin aclarir.- Indica cuán difícil le es a uno formarse idea, concepto o juicio de una persona o cosa. Miente más que alena y alena más que un galgo.- Va con-


tra los mentirosos. Mover la casa en un pie.- Dícese de la persona que, por fútil motivo, arma gran alboroto. Ni que sean blancas, negras u colorás, mal lo pasarás.Con él se le augura a uno una vida llena de adversidades y reverses. Ni tiene chicha ni cansalá.- Pondera la delgadez de una persona. No faltale a uno maza y esparto.- Es equivalente a: Ni que sean blancas, negras u colarás, mallo pasarás. No hasele a uno goso ni la tierra que pisa.- Da a entender la desgana de vivir que sienten algunas personas por no gozar de salud o por las muchas adversidades que tienen. No hay atajo sin trabajo.- Es como: No dejes camino por senda. No hay mejor usá que tener la suegra enterrá.- Por la aversión que nueras y yernos se tienen. ¿No padese el penitente y padese el teatino?.- Semejante a No quieras perder el seso por tu vecino necio. No siento que mi hijo enfermó, sino el reguín que le quedó.- Por el mal humor que tienen los enfermos durante la convalecencia. Pa conoser bien a una persona, has de comete con ella un quintal (cuatro arrobas) de sal.- Quiere decir que para conocer el modo de ser de uno ha de transcurrir mucho tiempo. Pa labrar bien una viña, s'han de dar: diés surcos en cada banco, u siete de cornejal, u también, cuatro a bisnieto y no es menester mantornar.- Enseña cómo han de labrarse las viñas. Palos al sol y palos a la sombra.- Significa la mala acogida que uno tiene ante algunas personas. Pan blando y leña verde la casa pierden.- Por ser antieconómico gastar ambas cosas en tales condiciones.


Pascua enmarsá, hambre u mortaldá.- Parecido a: Pascua marzal, hambre, guerra o mortandad. Perro lladrador, poco mordedor.- Es como: Dime de que presumes y te diré de que careces. Pesar más que un dengue.- Pondera cuan pesadas son algunas cosas. Peso y mesura desengañan a la criatura.- Es semejante a: El peso y la medida, sacan al hombre de porfía. Pollos de enero, pocos suben al gallinero.- Porque mueren muchos por el frío. Poner a uno las peras al cuarto.- Indica una situación de difícil solución para uno. Ponese uno como un cuco.- Dícese del que ha comido con exceso. Plegar las manos.- Morirse. Que vaya el carro por el pedregal.- Dícese de cuando uno es impotente para cambiar una situación adversa en favorable o para hacer entrar en razón a otro. ¡Quién habló que la casa honró!.- Va contra los que ven la paja en el ojo ajeno y no se dan cuenta de la viga que llevan en el suyo. Quien quiera higas, que plante higueras.- Da a entender que el que ambiciona algo, debe trabajar y sacrificarse hasta conseguirlo. ¿Quién t'hase rico? Quien te mantiene el pico.- Con él se explica que la manutención de una persona vale mucho. Saber más que asaite en tienda.- Expresa la sagacidad de ciertas personas. Safrán de noche y candil de día, casa perdía.- Por resentirse el patrimonio familiar con gastos superfluos. Salir de culeros.- Con él se expresa haber salvado una mala situación económica.


Santa Marta, pon a la masa lo que le falta, y tú, Santa Inés, tamién.- Oración que se reza antes de fermentar la masa, de cocerse un guiso, etc. Santo Cristo de Güete, que al estornudar uno mató a siete.- Se pide auxilio al famoso Cristo de Huete, por creer que el estornudo puede acarrear fatales consecuencias. Ser más impertinente que una andana de cucos. - Por los muchos cuidados que entraña la industria del gusano de seda. Ser más malo que Brijá. (por Pirán).- Advierte de la vileza de una persona. Ser más negro que'l forro una morca.- Dícese por el color oscuro de algunas pieles. Ser más seguro que una jeta de madera.- Porque al estar el grifo en contacto con el vino del tonel, aquél hincha y no se sale ni gota. Ser uno un turrós de tierra.- Ser muy longevo o estar decrépito. Ser uno un viejo caduco.- Igual que el anterior. Ser uno de la garrica corta. - Ser de poca estatura. Si a la Candelaria plora, el invierno ya está fora, y si no plora, ni dins ni fora.- Manifiesta que con las lluvias de principios de febrero, finalizan los fríos. Si al insensar s'ensiende en flama el insens, antes de tres días ha de lIover.- Casi siempre se cumple el vaticinio. Si el arco iris sale po'l matí, l'aigua ya está aquí; y si sale por la vesprá, l'aigua no vindrá.- Dice que habrá lluvia, si sale por la mañana, y que no lloverá si sale por la tarde. Si el labrador contara, no sembrara.- Significa cuan costoso resulta el cultivo de algunas tierras, sobre todo las de secano. Si hay nubes royas por la tarde, al otro día aire.- Anuncia que la nubes rojas del atardecer traerán tiempo ventoso. Si quies ver a un gitano trebajar, mételo a tu pajar.- Por


la prontitud con que cargan paja, los de esa raza. Si tanto hilas, no te faltarán sinaguas.- Manifiesta que el trabajo constante conduce a la abundancia. Si te pica la saramantesa, prepara jada, legolla y mesa. Es como: Al que muerde la salamanquesa, al tercer día le hacen la huesa. Si truena en marso, prepara la cuba y el mazo, y si truena en abril, prepara el setril.- Por creer que, con las lluvias de marzo, habrá buena cosecha de vino, y con las de abril, de aceite. Si tu craito quies echar a rodar, ponte a festiar.- Nos dice que hasta que uno no se declara a una chica, pasa desapercibido y que cuando ya tiene novia todos opinan sobre él, pregonando más sus defectos que sus virtudes. Tener más hambre que tirita.- Cuando uno tirita puede ser por frío, pero también por hambre. Tener uno mal aladro.- Ser de mala catadura o de mala condición moral. Irse todo con viajes y camajes.- Alude a que la economía de una casa se resiente con los gastos de viajes y hospedajes. Carnaje, en aragonés, es pago por pernoctar. Tornali la trompa al chic (que li costa molts dinés).Cuando alguien molesta o insiste. Una ves que me toca, hasta la soca.- Aconseja que se deben aprovechar las oportunidades. U tos monches u tos canonches.- Dice que a todos los de una misma clase o categoría, se les debe tratar del mismo modo, esto es, sin preferencia. U trobo u robo.- Se aplica a las personas cuyos bienes aumentan con rapidez. Va el badallar de boca en boca, como el pajarico de hoja en hoja.- Semejante a Va la palabra de boca en boca, como el pardillo de hoja en hoja. Vino vendido, y arrepentido.- Por creer que subirá de precio.


Ya vamos carronchando.- Ya se va mejorando de salud. *** FRASEOLOGIA VILLARENSE CON VALENCIANISMOS A dos de vale y la pilota encalá. Anda, anda, morros de llanda. Apoquina las chapas. Apurar los escorrines. Arrapase la gente por una cosa. Arrastrar l'aleta. Arremángate un camal y verás que polseguera. A tandes va el río. *** Beber al gallet. Birulí, birulaina, tabalet y donsaina. Bufar como una culebra. Bullir a gallos. *** Casar a l'ensesa. Casi res porta el diari. Clavale a uno la garlocha. Comer a morredó. Comese a uno por un garrón. Correr l'andola. ***


Dar una cosa barata cansiones. Dar una cosa por tres y no res. De fich y de fach. Dejar a uno estronesido. Dejar una cosa a tuas pasás. Desempellocase uno de una cosa. *** El que l´antorta se l'amporta. Endeñase la herida. Esbarriase el tiempo (las nubes). Eso son charradurías. ¡Esta sí que es una seba!. Estar d'ayuno de una cosa. Estar más borracho que un sepo. Estar más raso (lluent) que una espá. Estar más royo cu'n perdigote. Estufar a una persona. *** Faena fuch. Frechint y menchant. *** Gruñir el aire. *** Hasele a uno un boño. Haser el ganchet.


Haser la gatamunsa. Haser mondonguillas. Haser morros y malas caras. Haser una cosa al capurucho. Haser una cosa de rapa y fuch. Hasese el sompo. ¡Hay un bum-bum por el pueblo! *** Ir a la güenas usás. Ir a por leña con un sapato y una esparteña. Ir de picadilla. Ir dos a sarpalagreña. *** La cansalá es de pollastre. La morca del budillo cular. L'han cortau el melic. La sipela mata u pela. Lo que no es de natura, tararura. *** Llevar falaguera las tomateras. Llevar las calsas al garrón. Llevar relajos. *** Malcorar a una persona. María curruises. Más serio que un titot.


Más vale morise que embrutase. Me caso en sos. M'ha salío el puerco mesell. Me comería un albadico con payola. Me pasó una feta. Mirar de gairón. Morros de farandola. *** No di sir chut ni mut. No disir ni pruna. No haser calendario de una cosa. No haser un brot. No piular. No poner ficasio en una cosa. No se las aforra con naide. No tener chicha ni cansalá. No tener un c1au. No te quedarás pa llavor de nabos. *** Padrino roñoso. Partir palleta. Pegar una becá. Plegar las manos. Plegar un cañanión. Ponerse a las tres pedretas. *** Quedarse a media requesta.


Querer más que a la nineta de sus ojos. *** Rompese l'ansa'l cuello. *** Sacar a una por ofisiala. ¡Se armó una polseguera! Ser el amo del carchofar. Ser un cagañidos. Ser un chafaminelas. Ser un porrero. Ser un tracamundana. Ser una cosa el secreto de la saria. Subirse a la figuereta. Subísele a uno la mosqueta al nas. *** Tantarantán, que las higas son verdes/ tantarantán, ya madurarán. Tener fato de perro perdiguero. Tener la carne a boños. Tener mucha explicativa. Tener mucha melsa. Tener mucho reguín. Tener poca espenta. Tener vos de cabiscol. Tenéselo a remenos de una cosa. Tirar debajo cama. Tirar fuego y flama..


Tremolase como un cascabillo. *** ¡Vaya empastrá! Venir valdera una cosa. Valen más tetas que carretas. Vivir en el mismo paño de pared.


6 LEYENDAS


LA CASA DE DON MATÍAS Que lo crea o no, me importa bien poco. Mi abuelo se lo narró a mi padre; mi padre me lo ha referido a mí y yo te lo cuento ahora siquiera no sea más que por pasar el rato. BÉCQUER I A un kilómetro hacia el poniente de la pintoresca y serrana villa de El Villar del Arzobispo, al pie del cerro Castellar, a pocos pasos de las ruinas de la ermita de San Roque (1) y junto al camino que conduce a la Hoya Hermosa, levantábanse, hasta hace diez años aproximadamente, unos lienzos de muro (2) que formaron, ha muchísimo tiempo, la CASA DE DON MATÍAS. Por haberlo oído decir a nuestros padres, que también lo oyeron a los suyos y éstos, a sus mayores y ancianos, esta solitaria vivienda hubo de servir de cárcel a un mancebo aragonés llamado don Matías, por haber cometido un delito de amor. II Corrían los tiempos medievales, aquellos ya lejanos siglos en que nuestra patria hallábase empeñada en la alta empresa de liberarse del yugo musulmán. Y de Aragón, lo mismo que de otros reinos, partían con sus huestes los señores feudales equipados con todos los pertrechos, a unirse a los invencibles ejércitos de los reyes cristianos. Y aconteció que un rico hombre, con sus mesnadas, marchó también a combatir hacia tierras andaluzas, llevando en su mente


el recuerdo de su bella esposa, de quien había recibido, al despedirse juramento de eterna fidelidad. III Pasó un año, pasaron dos, tres, algunos más.., y al fin, volvió el bizarro guerrero con el laurel de la victoria. Y cuando esperaba encontrar a su cónyuge radiante de júbilo por su triunfal retorno, la halló triste y abatida. ¿Cuál era la causa de tan honda tristeza? El remordimiento, ya que al ser requerida durante la ausencia del esposo de torpes amores por el referido mancebo, aceptó sus proposiciones.

foto

El valle a que hace referencia el texto, con la casa de la Señora al fondo, desde el lugar donde se alzaba la casa de D. Matías. (foto José Luis Valero).


Enterado el noble caballero de la traición de su esposa, acudió al rey para suplicarle castigara implacablemente la perfidia de aquélla y la ruindad del seductor. Y el rey, en premio a sus grandes hazañas, le autorizó a tomarse la justicia por su mano. IV Concedida la gracia por el rey para castigar a los causantes de su desventura, sometióles al suplicio de Tántalo, proscribiéndolos en el reino de Valencia. Y la fértil campiña que, a modo de estrecho valle, se extiende desde el pie del cerro Castellar, en término de El Villar de Benaduf (así se llamó este pueblo en la Edad Media), hasta la Masía de los Tollos, en término de Andilla, fue el paraje elegido para levantar los dos caserones donde habían de ser encerrados los dos inícuos personajes de esta peregrina historia. V La casa de don Matías la mandó construir al pie del mencionado cerro y la de su consorte, sobre un alcor, sito en los confines de dicho valle, mediando entre ambas la distancia de una legua. Levantábanse las dos sobre puntos tan visibles uno del otro que siempre veían los enamorados la residencia de su amante. Y añade la leyenda que todos los días, al dorar el sol con sus primeros rayos los muros de las dos mansiones, los adúlteros se transmitían señales, como prueba de que la llama de su amor no se había extinguido. VI Y hasta hace poco tiempo, aún se contemplaban en las in-


mediaciones de El Villar, vestigios de muros de lo que fue la espaciosa mansión que sirvió de cárcel a do Matías; y allá, en los confines del ameno valle, todavía se yergue, destartalada y vetusta, la Casa de la Señora, llamada así por haber servido de encierro a la infiel esposa de aquel valeroso caballero aragonés.

(1) Desaparecidas totalmente mediados los años 70. (2) Por tenerse que amontonar las arenas residuales de la contigua fábrica

de caolín junto a los mismos y por temor a que fortuitamente se desplomara produciendo víctimas entre los trabajadores, éstos los derruyeron, a finales de los 60.


LOS TRES SANTOS La historia que vamos a referir ha sido oída de labios de uno de los descendientes del héroe de la misma. ¿Y cuándo sucedió? ¿hace cien años? ¿doscientos? ¡Sólo dios lo sabe! Sin embargo, existen testimonios para poder afirmar que el proceso es posterior a 1664. I Villar no laboraba en aquel entonces la vasta extensión de tierras de hoy. La zona del algarrobo también era más reducida y comoquiera que los abonos químicos no se empleaban, la cosecha de piensos no era suficiente para subvenir a las necesidades del ganado agrícola. Pero se contaba con un recurso natural que suplía esta deficiencia: los pastos de sus vecinos montes. Hasta muy cerca de la población –por el Oeste- llegaban los pinares. El gran macizo de Castellón, Armajuela, Opo y Hoya Hermosa formaban un intrincado bosque de pinos con alguna carrasca creciendo entre los árboles y, a modo de mullida alfombra, la “botea”, el “serrillo” y la “brosa rulla”, sirviendo de rico pasto a las caballerías. Y a pacer iba la dula (conjunto de ganados y caballerías del pueblo) diariamente por aquellos parajes. Y, al llegar el domingo, eran muchos los labradores que después de oír la misa del alba, cogían sus mulas para llevarlas allí a que pacieran. II Cogollo del núcleo urbano de Villar era la vieja calle de la Torre. En ella tenía su morada una familia de muy buena posición, cuyo jefe ocupaba un alto cargo en el Concejo. La vida en aquel hogar era un oasis de ventura. Sus moradores conducíanse de con-


formidad con los sublimes postulados del cristianismo, socorriendo a cuantos menesterosos llamaban a su puerta. Y se sentían felices sembrando el bien por doquier. Mas como la dicha no se completa en este mundo, una efímera nube turbó el cielo de su felicidad en noche inacabable y dolorosa. III Hijo único de esta familia era un niño de diez años. Un día se empeñó en llevar a pacer los dos mulos que tenían. Sus padres se opusieron, pero como insistiera, dejáronle marchar. Como había llegado la noche y el niño no regresara, decidieron ir en su busca desplazándose con el padre, deudos y amigos. Subieron por escabrosas cumbres y se deslizaron por los más profundos hondones. Llamáronle por aquellos vericuetos y no respondió. En vista pues de que aparecía y viendo el padre que sus acompañantes estaban rendidos, dispuso se hiciera un descanso hasta el amanecer. Y lleno de congoja miró hacia los cielos con un gesto de súplica, como el que espera un milagro de Dios. IV Al romper la aurora reanudaron su tarea; así que ya llevaban mucho rato buscando al desaparecido, cuando sobre el horizonte brilló el sol. A la luz de éste no tardaron en vislumbrar, en un paraje frondoso, dos puntos negros. El corazón les dio un salto de alegría. Apresuraron la marcha y, conforme iban avanzando, los dos puntos fueron perfilándose. Aproximáronse más y, ya cerciorados de que eran los dos mulos, llegaron a ellos en veloz carrera. El niño dormía plácido sueño. Despertóle el padre y amorosamente lo atrajo hacia sí. Después, con voz velada por la emoción, díjole: - Hijo mío ¿dónde has pasado la noche?


- Aquí, padre. - ¡Cuánto hemos sufrido! ¿Por qué no viniste a casa? - Me introduje tanto en la espesura que me extravié. Anduve buscando el camino y, como ya anochecía, opté por quedarme aquí hasta que amaneciese. - ¿Pasaste miedo? - Al principio mucho, pero me ocurrió algo terrible. - ¡Cuenta, hijo mío, cuenta! - Vera usted, padre, ya bien entrada la noche y en el momento en que me disponía a descansar, oí un rumor como de matas que se mueven. Giré la cabeza y vi cómo tres lobos corrían ímpetu hacia mí. - ¿Tres lobos? - Sí, tres lobos, y ante el peligro de que me hiriesen o devorasen, me aclamé a la Virgen. Enseguida contemplé cómo tres hombres que junto a mí aparecieron, protegíanme contra las asechanzas de las fieras, pues con su cordón las ahuyentaron. Tan pronto como los feroces animales se alejaron rápidamente, dos de los tres hombres fuéronse también, quedándose uno vigilándome como si fuese mi Ángel de la Guarda. Y, con tan buen custodio a mi lado, no tardé en conciliar un sueño tranquilo y reparador. - Y tú, hijo ¿Conocerías a esos tres hombres que te han librado de una muerte segura? - Sí, padre. - ¿Están en el pueblo? - Sí. - ¿Dónde? - En la Iglesia. Volvieron a la villa, padre e hijo, seguidos de los buscadores, quienes no cesaban de exteriorizar su contento por el feliz hallazgo. Y la madre que, con lágrimas de gozo, salió a recibirles y


estrechó ardientemente a su hijo. V Descansaron pocos minutos en la casa; luego, acompañados de una gran multitud, fuéronse a la parroquia para oir pronunciar al niño los nombres de sus protectores. Visitaron las capillas y, al llegar a la de S. Antonio de Padua prorrumpió: - Éste es uno de los tres. Prosiguieron y, al arribar a la de S. Francisco de Asís, señaló al santo, diciendo que era otro de sus salvadores. Por último, llegaron a la de S. Diego, y exclamó con visibles muestras de júbilo: - Éste también me salvó. Los dos primeros marcháronse enseguida que huyeron las alimañas, pero éste permaneció junto a mí toda la noche. Por eso dormía con tanta placidez cuando ustedes me despertaron. VI Al día siguiente, los padres del niño dispusieron se dijera una misa en acción de gracias ante los altares de los tres santos de la Orden Seráfica, por haber ahuyentado a esos terribles animales, prometiendo cuidar mientras viviesen del ornato y lámpara de S. Diego, promesa que a la muerte de sus padres cumplió también el protagonista de esta historia. Pero lo curioso es que los descendientes de tan devota familia continuaron encargándose del ornato y lámpara de dicho altar hasta que fue destruido el 30 de julio de 1936.


¡TODOS A UNA, COMO EN LA CARRASCA MOSEN! I No muy distante del antiguo camino de Higueruelas, a cuatro kilómetros de El Villar del Arzobispo y en un risueño valle circundado por rocosos montes, brota un manantial cuyas aguas fecundizan los campos que, en pretérita época, pertenecieron a la masada la Fuente de Ren. Comprendía esta heredad, entre monte, secano y regadío, cuatrocientas cuarenta y cuatro hanegadas, sitas en cerro Corachán, cerro de Madroño, cerro del Ruido, barranco de las Vigas, Rincón del Gato, Arco y Plano de don Jaime, más nueve cahizadas en Tormé. En aquel entonces, alzábase la casa (aún se descubren vestigios de su potente fábrica) junto a la que hoy existe y muy próxima a la famosa carrasca(1) que sirve de argumento a ésta narración. Según escritura recibida por el notario Basilio Alvarez en 3 de noviembre de 1701, este predio cambiáronlo sus propietarios Joseph, Vicente y Juan Cortés, vecinos de Higueruelas, al labrador y vecino de Calles, Vicente Marín(2), a quien se lo compró, en 21 de diciembre de 1711, Mosén Diego Costanz(3), y a éste, nuestro paisano Mosén Joseph Gabarda Ribas(4), en 22 de agosto de 1721, para sostener con su producto, la capellanía de Nuestra Señora de la Paz, que unos años antes(5) fundara en ésta parroquia. Desde entonces, este paraje de cromo, incomparable por la hermosura del marco que lo rodea es conocido por el nombre de La Masa Mosén (6). II Era el año de gracia de 1731. El estío tocaba a su fin. Gran-


des perturbaciones meteorológicas cerniéronse sobre esta comarca. Después de varios días en que las nubes amenazaban descargar fuertes aguaceros, llegó una de infausta memoria(7). Amaneció algo encapotado y, a medida que avanzaba la mañana, el cielo fue cubriéndose de negras y plomizas nubes. Al anochecer, se desencadenó un terrible huracán, que, al filo de la media noche, cuajó en horrorosa tormenta. Las furias del viento parecían ora voces de condenados, ora sarcásticas carcajadas de espíritus malignos. Los refulgentes relámpagos, los retumbantes truenos y los mortíferos rayos llevaron el pánico a los moradores de El Villar. El pedrisco fue asolador(8) y, la noche, trágica. Cuando la tempestad estaba en su período cumbre, unos pastores, que se encontraban en la Masá Mosen sintiéronse sobrecogidos. Y refiere la leyenda que, en esta masía y en esta triste noche,

foto

Ruinas de la Masá Mosen, junto a la fuente de su mismo nombre y la muerta olmeda. (foto José Luis Valero).


nació una frase, que, aún va de boca en boca entre los villarenses, y es la que intitula estas líneas, la cual, pronunciada en críticos momentos, ejerce sobre el decaído ánimo de los que la escuchan, influencia de talismán poderoso para vencer el obstáculo que se opone a la ejecución de una mancomunada tarea. Se dice que aquellos pastores vieron, a la cárdena luz de los relámpagos, unos demonios que, dando ridículas cabriolas, asíanse a las ramas inferiores de la carrasca para echarla a tierra. Más como no lograron su propósito, el que parecía más principal ordenó a sus congéneres que se agarrasen del tronco, y, hecho esto, díjoles con voz estentórea: ¡TODOS A UNA! Y, al conjuro de éstas cabalísticas palabras, el histórico árbol se desplomó(9). III Terminado el pedrisco, cayó la lluvia de una manera tan copiosa que un diluvio parecía que iba a inundar estas demarcaciones. Cañadas y caminos convirtiéronse en torrentes, la enorme avenida de la rambla (10) devastó los huertecillos situados en los márgenes de esta y las fértiles tierras de la partida rural denominada La Laguna fueron, durante mucho tiempo, el fondo de un auténtico lago. Al rayar la aurora, ceso de llover. El cielo mostró su azul entre algunos celajes y Febo se retrató en las encharcadas. Antes del mediodía, los pastores vinieron a El Villar, y, aterrorizados aún relataron la proeza de los espíritus malignos. Fue tan honda la impresión que a nuestros progenitores les produjo la frase "¡TODOS A UNA!" que, con fino sentido, añadieron: -¡COMO EN LA CARRASCA MOSEN! Y hoy –después de dos siglos- óyese decir aún, cuando varias personas han de realizar titánicos esfuerzos para dar fin a un trabajo, la alentadora frase de: “¡TODOS A UNA, COMO EN LA CARRASCA MOSEN!”


(1) Crecía junto al manantial que a la sazón brotaba a ras del suelo, y contigua al margen derecho del camino, mirando a poniente, que discurre por encima de la balsa. (2) La loma que hay al otro lado de la rambla de Higueruelas lleva por nombre específico el de su linaje, por haber sido él quien roturó aquellos terrenos. (3) Era poseedor de uno de los dos beneficios que en la parroquia de Chelva había fundado su abuelo y homónimo Diego Costanz, francés, quien arribó por el año 1610, a la citada villa y en donde contrajo matrimonio con Ana Mares en 1618. (Mares, P. Vicente: La Fénix Troyana; página 331, segunda edición, Teruel, 1931). (4) Para ello hubo de vender una casa en la calle de Caballeros, de Valencia, la cual había comprado, en 1.702, a los Marqueses de BoÏl. (5) El 3 de septiembre de 1714. (6) Conviene advertir por el importantísimo oficio que en la presente narración desempeña la palabra "Mosén" que ésta no se pronuncia en El Villar como tal aguda, sino llana o grave. (7) Texidor dice en el tomo I, pág.49 de sus Antiguedades de Valencia, que en el convento de San Juan de la Ribera había una lápida con la siguiente inscripción: "Día 16 de Septiembre de 1.731. De 3 a 4 de la tarde salió el rio de madre tan formidable qual nunca avian visto los nacidos: fueron muchos los estragos que causó su furiosa avenida, inundó el convento: subió el agua hasta ésta raya". (8) Las vides quedaron sin vástagos y los olivos, sólo con las ramas más corpulentas. Ante tanta ruina y desolación, tuvo que salir para Argelia, gran número de emigrantes. (9) Si en pleno día ya infunden inquietud las tormentas al ánimo más sereno ¿cuánta no sentirían aquellos infelices al presenciar aquella tan horripilante, al punto de la media noche y en sitio tan apartado? Poseídos de terror no es de extrañar, pues, que columbraran escena tan fantasmagórica. La hazaña atribuida a espíritus satánicos, no fue más que consecuencia del fortísimo viento. (l0) Cuéntase que sus aguas llegaron hasta la cuevecita que existe a la derecha, en dirección al pueblo, de la rocha de la Rambla.


EL MÁGICO CONJURO DE LA NOCHE DE SAN JUAN Un país que carece de tradiciones, no tiene alma, porque el alma de un país son las tradiciones. José G. Montes de Oca Ésta es casi una olvidada costumbre villarense de la noche de San Juan (1915 fue el último año en que se celebró). La costumbre era pasar a través de las ramas de una higuera silvestre y al punto de la medianoche, a los niños herniados para que obrara Dios el prodigio de darles salud. Acabada la primavera, Villar alegre y jubiloso, preparábase a entrar en la estación de los óptimos frutos, pues aunque la aguja ya marcaba el estío en la rueda del tiempo, diríase que no se gozaba el ambiente de los días estivales hasta que la noche de San Juan no era sellada con la impronta de pasar a los chicos a través del árbol por el que el pueblo sentía la veneración que despiertan las cosas sagradas. A media tarde del 23 de junio, manos hábiles tejían el artístico arco por donde habían de pasar los niños. A partir de entonces, las calles se inundaban de bullicio con el eco de las canciones infantiles y las risas y gritos de la juventud. Y cuando habían caído las sombras de la noche, los mozos, congregados alrededor de fuentes y abrevaderos, remedaban el bautismo del Jordán, mojándose con cubos, hisopos y jeringas, durante este esparcimiento hasta poco antes de empezar el seductor espectáculo en el árbol de la buena muerte. Y, mientras los jóvenes reían la fresca caricia del agua, una gran muchedumbre se encaminaba hacia el altar de los milagros, ávida de presenciar aquella ceremonia que tenía –no obstante invocarse en ella a la Divinidad- más de paganismo que de culto católico. Al aproximarse la hora de pedir a Dios que obrara el mila


ro, aparecían las madres con la débil carga del hijo enfermo. Con ellas iban también los dos ministros de aquel extraño rito: un hombre y una mujer que necesariamente debían llamarse Juan y Juana. Y, cuando todo estaba dispuesto, las conversaciones y risas de aquella entusiasmada multitud morían lentamente hasta hacerse un silencio de conjura, para que pudieran oírse las doce campanadas del reloj de la torre. Al sonar la primera, Juana tomaba uno tras otro a los niños y, pasándolos por el arco, los recibía Juan. Mientras, se oían en la serenidad de la noche las preces rituales de los oficiantes: - Aquí tienes Juan. - ¿Qué me das Juana? - Un niño quebrado, y te pido que con el auxilio de Dios me lo devuelvas bueno y sano. Después, los padres colgaban de las ramas –en calidad de exvotos- las vendas que hasta entonces habían llevado sus hijos, dejándolos allí hasta que las consumían la acción destructora de los agentes atmosféricos. Luego regaba la higuera, repitiéndose esta operación en los ocho días siguientes, antes de la salida del Astro Rey. Por fin volvían todos a la villa y con su retorno se rompía el silencio. Los familiares de los niños convidaban con dulces y licores a sus amistades, oficiantes y deudos, terminando así la fiesta para las personas de edad madura. Pero la juventud no ignoraba el sortilegio de la noche de San Juan, desparramándose por las calles con gran regocijo, continuando el jolgorio hasta el amanecer...// //...la juventud, que sabía el sortilegio que encierra la noche de San Juan, se desparra-


maba por las calles, continuando el jolgorio hasta el amanecer. Por todas las partes surtían bailes; pero, qué distintos de los de ahora. Allí donde se oía el rasgueo de guitarras y la potente voz de un galán, entonando la canción sublime de amor de la patria, todos corrían presurosos. Primero bailábase la jota, después el rítmico fandango y por último las seguidillas corridas. Aún eran los tiempos en que se vestían a la antigua usanza. Los mozos rodeaban a su cintura la ancha faja morellana y en su cabeza lucían, como un airón, el negro pañuelo estilo aragonés. Y las mozas ¡oh, las mozas de El Villar que siempre llevaron fama por su belleza! Realzaban la hermosura de su rostro, con la gracia de su vestido y de su tocado. Como reinas de un país quimérico, vestían ancho zagalejo, y sobre el ceñido jibón caíales a modo de regio manto, el vistoso pañuelo de pita. Su liso peinado recogíase atrás, formando artístico rodete que sujetaba valiosas agujas y rascamoños, a la manera de la antigua labradora valenciana. VIII Un cuarto de siglo hace que no se practica la tradición que acabamos de referir (la noche de San Juan), y en tan corto espacio de tiempo ¡cómo han cambiado las costumbres y la indumentaria villarenses! Sí. Todo aquel cuadro de tipismos se fue para no volver más. Los que no llegasteis a vivir aquellas escenas tan pujantes de tradición y tan llenas de colorido, no podréis comprender jamás la tristura y pesadumbre que en nosotros despierta su recuerdo. Por consiguiente, dejad que al evocarlas digamos con el poeta: “¡Venid a solas y llorar conmigo, porque de todos es este dolor!” El Villar del Arzobispo, 6 julio 1941 Vicente LLatas Burgos


7 INDUMENTARIA


EL TRAJE TIPICO VILLARENSE El traje popular, con la danza y la música, fueron siempre las primeras manifestaciones de cómo el hombre sabe sentir la belleza y las realizaciones estéticas. María de la Paz Sáenz de Tejera

Si siempre resulta grato hablar del sugestivo tema de nuestro traje típico, aun resulta más hoy, ya que en mayo último, seis mozos y otras tantas mozas de aquí, engalanados con él, consiguieron el primer premio(1) en el XVIII Concurso Provincial de Coros y Danzas de la Sección Femenina celebrado en Valencia. Y es que el grupo folklórico villarense, aparte de la gracia y perfección con que hubo de ejecutar los bailes de jota, fandango y seguidillas, ofrecía un muy deleitoso cuadro por la vistosidad de su atavío. Como que posee reminiscencias del valenciano y aragonés. Su uso va desapareciendo, puesto que sólo lo llevan las personas de edad avanzada y en mayor número, las mujeres. Actualmente, son más de sesenta señoras las que todavía lo visten. Por lo que a los hombres se refiere, sólo dos lo usan: Miguel Belenguer Estevan y José Sanahuja Dols. Estos lucen, a modo de turbante, pañuelo a la cabeza, camisa blanca o de tonos oscuros, blusa recogida dentro de la faja, pantalón de pana o hilo y alpargatas de esparto o cáñamo pasadas con cintas negras, abrigándose con una manta en invierno y desprendiéndose de la blusa en verano. Las mujeres se atavían con pañuelos de merino al cuello y a la cabeza, jibón, zagalejo, delantal, medias y zapatillas, sujetando con agujas y pasadores (llamados aquí rascamoños), al estilo de la antigua labradora valenciana, las


trenzas del aplastado rodete de sus cabellos, peinados hacia atrás. Ha dejado constancia del traje masculino que acabamos de describir, José Benlliure, quien el año 1922, pintó el famoso cuadro El tío José en el que figura nuestro paisano José Arcón Navarrete (1839-1925), alias el tío Blanco Ruga, retrato que está en la planta segunda y señalado con el número 810 del Museo de Bellas Artes de San Pío V, de Valencia. Del atuendo tradicional de la mujer villarense, dejaron constancia José Rico de Estasen que, en 1935, retrató de perfil a Feliciana Lázaro Estevan (1899-1940), fotografía que ilustró un artículo suyo sobre El Villar, publicado en Valencia Atracción del mes de julio de 1945, y F. Almela y Vives, que también la publicó en su interesante obra El traje valenciano, 1946. Amén de estos dos indumentos, masculino y femenino, que se llevan en días de hacienda, y son de color negro o de tonos oscuros, existen otros de la misma hechura, pero más ricos en colorido y en aplicaciones ornamentales, que solían lucirse en bodas y en días de gran solemnidad. Hoy suelen llevarlos en procesiones, cabalgatas y fiestas folklóricas los nietos de los que estrenáronlos antaño.

EL TRAJE FEMENINO Primer traje de novia y de primera comunión Es rico y señorial, y se compone de basquiña de raso liso o estampado, orlada con un galón de terciopelo negro o con dos pasamanerías de seda y azabaches, puesta sobre un par de blancas y almidonadas enaguas que contienen volantes muy fruncidos para redondear la figura; jubón, de igual tela que la basquiña, con manga de "pernil" o de "codo", ornamentada con terciopelo en el puño y blancos encajes en la bocamanga; pañuelo al cuello, de manila o


de "groc", cuyas puntas se recogen atrás; “mantillina” de raso negro, orillada con un galón de quince centímetros de anchura de terciopelo del mismo color(2), liso o labrado, llamado este último "ratáu"; medias negras y botas de "rosell" o zapatos. Carece de delantal, pues, si lo tuviera, los largos flecos del pañuelo lo ocultarían. Con este indumento, la mujer villarense, a quien siempre gustó la orfebrería, suele llevar anillos, rosario de nácar con cruz de filigrana de oro y otras joyas. Sobre el pecho, luce varias cadenillas de cuatro caras, también de oro, de las que cuelgan cruces de lo mismo, sobresaliendo una de San Antonio, cuyo brazo horizontal, de cinco centímetros de longitud, es un hermoso rosetón guarnecido de pedrería; el vertical, de ocho centímetros, lo forman cuatro piezas que son otros tantos rosetones. A tan ostentosa alhaja se la conoce con el nombre de "crus d'alante". Se adorna también con dos colgantes de oro o plata sobredorada; uno se denomina por su forma, “corazón”, y tiene el volumen de una almendra; el otro es una medallita con un busto en bajorrelieve llamado "fernandico"(3). Los pendientes, totalmente valencianos, son de diversas formas, recibiendo los nombres de "rasimos", es decir, racimos de perlas; "polcas ", o sea, rosetón de perlas o esmeraldas, con tres colgantes de perlas; y “barquillos”, que constan de una pieza horizontal de oro y pedrería con tres colgantes de lo mismo. Para diario, usa unos muy originales llamados "gallegas", compuestos de pasador, de un eslabón en forma de ocho llamado "allacrán" y de un colgante con cuatro perlas finas. Pero lo que más realza la hermosura de la mujer villarense es su liso peinado, recogido sobre la cerviz en artístico rodete, al que sujetan valiosas agujas y pasadores, también de perlas finas, a estilo de la antigua labradora valenciana, y encima del rodete dos bajas peinetas de metal dorado con perlitas.


De tan hermoso vestuario hay recuerdo en la revista Valencia Cultural de agosto de 1960, en la que va una fotografía de va-

foto

El tío José de El Villar del Arzobispo, pintura al óleo de José Benlliure (agosto 1919) que puede admirarse en el Museo de BB.AA. San Pío V de Valencia, y cuyo Director nos ha cedido amablemente la foto.


rias villarenses hecha en Valencia el 8 de mayo de 1948, con motivo del Voto Asuncionista. Segundo traje de novia, segundo de primera comunión y de fiestas solemnes Es igualmente rico y señorial, puesto que se compone de las mismas prendas que el primero, caracterizándose por estar armonizado en tonos claros. La ampulosa falda, de la misma tela que el jubón, se adorna con una o dos pasamanerías, y es de raso estampado o de seda tornasolada, a base de los colores azul, canela, verde o blanco. También usa pañuelo de manila o de "groc". De este lujoso atavío(4) hay memoria en el citado número de Valencia Cultural y en el de Semana Gráfica de Valencia de 1 de junio de 1929, en el que va, entre otras, una acertada foto de la villarense Patrocinio Aparicio Aparicio, que, según Las Provincias de 28 de mayo del citado año “tuvo el felicísimo acierto de realzar sus naturales encantos, su belleza y su simpatía con el sugestivo traje villarense” en la gran fiesta de exaltación valenciana organizada por la Asociación de la Prensa y que se celebró en Valencia días antes. También hay una foto de Montserrat LIatas Estevan, luciendo tan bonito atuendo, en la portada del programa de Fiestas de San Roque de 1957 de El Villar y en la página 114 del voluminoso libro Valencia y su Reino, publicado en 1965 por F. Almela y Vives. Traje femenino dominguero Es más alegre que los anteriores, pues, por lo general, suele ser de tonos vivos y de contraste, sobre todo el de verano. En invierno, utilizan jubón de lana o de mascota con puño de "bufos" o de "cartera"; falda(5) de lo mismo, adornada con un jaretón, lorzas, galones de terciopelo y originales ribetes; delantal de color distinto


galones de terciopelo y originales ribetes; delantal de color distinto al de las prendas mencionadas y guarnecido de festones y puntillas; pañuelo al cuello de "ramo" o mantón de tisú con flecos y pañuelo de lana de color granate obscuro a la cabeza. En las buenas estaciones, jibón y falda de fino percal, generalmente de color azulado o de café con motas; delantal; pañuelo al cuello de pita, de “canonche”, de la “piña” o de “galería”, todos ellos muy vistosos (6); pañuelo de seda estampado a la cabeza, anudado bajo la barbilla y extendido sobre el del cuello, para mayor comodidad y poder lucir las agujas, pasadores y pendientes; medias de algodón a rayas de colores y botas o zapatos de pana o de piel. De estos trajes de los domingos hay memoria en una fotografía publicada en Levante de 8 de marzo de 1958, en virtud de haber actuado nuestras jóvenes en el XIII Concurso Provincial de Coros y Danzas de la Sección Femenina, y en los programas de fiestas de S. Roque, correspondientes a 1952 y 1953, de El Villar. Todo este indumento de la mujer villarense usóse hasta bien entrada la actual centuria, dado que en 1920 aun se casaron dieciséis mozas ataviadas con él; en 1921, seis; en 1922, igual número que en 1921; en 1923, dos; en 1925, una, y la última que contrajo nupcias vistiendo a la antigua usanza fue en 1927. Las últimas niñas de primera comunión que la gastaron fueron María Luisa Rodríguez García y Francisca Gabarda Bayo, en 1912, y Vicenta Balaguer Truquet, en 1913. Y ¿desde cuándo existe la referida vestimenta? Es un hecho que con anterioridad a estos trajes, llamados aquí de "churra"(7), para distinguirlos del de labradora valenciana, se llevó este último a mitad del pasado siglo y aún después. Lo demuestra, aparte de otras razones que sería prolijo referir, el gran número de los que todavía existen en el fondo de las arcas. Luego, implantóse el de “churra”, y testigos presenciales de aquel entonces decíanme, ha ya muchos años, que durante algún tiempo coexistieron los dos,


ataviándose las mozas con el de labradora en la fiestas de Pascua, San Vicente, Ascensión, Corpus, Virgen de Agosto, San Roque y alguna más y con el de "churra" en el resto del año. Esta coexistencia parece que llegó hasta 1875, aproximadamente. A partir de entonces, la juventud desterró el atuendo de valenciana. Sin embargo, siguieron usándolo las niñas como tercero de primera comunión, luciéndolo por la tarde. Todavía recuerda quien esto escribe, que Feliciana Porter Estevan fue la última niña que lo llevó. Esto ocurría en 1909. Otro testimonio que confirma que la mujer villarense vistió el traje de labradora en pretéritos tiempos es el de que en la inauguración de nuestro grupo escolar "un hermoso grupo de bellas señoritas formado por Elena Estevan, María Castellano, Vicenta Adrián, Paquita Estevan, Patrocinio Aparicio, María López, Encarnación Usach, María Antonia López, Pilar Gabarda y Asunción Prieto, que, luciendo el típico traje de labradora, obsequiaron al señor Gobernador con artísticos ramos de flores". Del indumento de las citadas señoritas, el auténtico que usaron sus abuelas, hay constancia en Semana Gráfica de 5 de febrero de 1927, habiendo sido transcrito de dicha revista el texto anteriormente acotado.

EL TRAJE MASCULINO En domingos y fiestas del verano, el villarense del año 1875 utilizaba pantalón de hilo color crema, sujetándolo a la cintura con una faja de lana de un sólo color: morado, azul, verde o rojo. Sobre alba camisa de hilo, sin canesú, con alto y vuelto cuello pasado con "abrochos" (dos monedas de plata engarzadas con cadena del mismo metal), cuadradillo en la parte inferior del arranque de las mangas, "mansanetas" de tela en vez de botones, muchos frunces, pespuntes, calados y varias muestras primorosamente bordadas con hilo de escocia, traía chaleco abierto (el "chopetí" valenciano) de


foto

Pareja villarense ataviada con el segundo traje de boda, a principios del siglo XX (foto cedida por ATENEO).


labrado terciopelo polícromo con botonadura de oro o plata, pañuelo de pita anudado a la cabeza, calcetines blancos y alpargatas de cáñamo pasadas con cintas negras de algodón. Con este traje han asistido siempre nuestros jóvenes a los concursos de danzas, habiéndose publicado dos fotos de los mismos en Las Provincias de 7 de noviembre de 1964 y 3 de mayo de 1967. En invierno, vestía pantalón, corta y ajustada chaqueta de paño fino de color pardusco, camisa blanca, faja, el chaleco anteriormente dicho, borceguíes encarnados y pañuelo a la cabeza. En todo tiempo gastaba manta de lana de encendidos colores (la típica manta valenciana) guarnecida en uno de sus extremos de una franja de colgantes madroños. Para asistir a la iglesia y ceremonias familiares, como bodas, bautizos y entierros, siempre empleaba sombrero con dos gruesas borlas de seda y capote(8) con esclavina, bien que los más ancianos traían montera y capa con mangas. En tiempos inmediatamente posteriores a 1875, dejó de usarse la chaqueta de paño, la cual fue reemplazada por la blusa de seda rameada y de llamativo color, colocándose sobre la misma el chaleco y faja negra, habiéndose conservado el calzón corto hasta los tiempos inmediatamente anteriores a la citada fecha. Este es, a grandes rasgos, el traje típico de El Villar, tan atrayente y vistoso por la gran belleza de su línea y colorido que llama la atención donde quiera que se exhibe. Y no obstante, se halla en riesgo de desaparecer, a pesar de que todavía hay algunas familias que lo poseen y lo guardan como oro en paño, mas si no se confeccionan otros, desaparecerá irremediablemente de nuestro acervo folklórico. Verdad es que algunas de las telas con que se confeccionaba antaño ya no se fabrican, pero esto no es óbice, por que podría coserse con otras similares. Si no se procede así, insisto, desaparecerá. Urge, pues, para que ello no suceda, que cada una de las jóvenes, con sus habilidosas manos y exquisito gusto, se de-


cida a confeccionar uno de hombre y otro de mujer, del mismo modo que se confecciona el de labradora desde que aquí se celebra la fiesta de las fallas. ¡Mocitas villarenses! No consintáis que se borre el hermoso atuendo que, con tan buen sentido estético, nos legaron nuestros mayores. (1) Posteriormente hemos sabido que compulsada la puntuación del

grupo villarense con la de los mejores de Castellón y Alicante, quedó asimismo vencedor en el concurso regional. (2) La mantilla de diario es de merino y su galón de terciopelo mide tres centímetros de anchura. Las dos llevan en el centro una bodita de seda que cae en mitad de la frente. (3) Este conjunto de alhajas, con las agujas del pelo y los pendientes, es conocido aquí con el nombre de "oro" , y regalábalo el novio a la novia, si no completo sí parte del mismo, siendo de tanto más valor cuanto mejor era la posición económica de aquel. Y la novia regalaba a su prometido la blusa que había de llevar el día del casamiento, que era de la misma tela de su segundo traje. (4) Cuando por el año de 1.875 se celebraban las fiestas de boda y tornaboda durante cuatro días, las novias usaban cuatro trajes distintos. (5) Es interesante señalar que las faldas de todos estos vestidos son larguísimas, llegando hasta los pies, bien que las jóvenes que actúan en los concursos de danzas las han acortado para poder actuar con más soltura. Asimismo son de mucha amplitud, puesto que tienen siete telas -seis metros justos- de vuelo, con muchos pliegues en la parte alta. En la inferior interna, hay una franja de tela rígida llamada “cerca" que sirve de refuerzo y forro. A la falda del traje de los domingos y del de todos los das se le da el nombre de "salarejo", esto es, zagalejo. En verano, traían, entre las enaguas y el zagalejo, refajo de vichí con un volante muy fruncido de veinte centímetros de anchura. En invierno, el refajo era de bayeta roja, amarilla o verde, ornamentada con una franja floral en negro. (6) Como acabamos de ver, hay gran variedad de pañuelos. Algunos con nombre valenciano. No sabemos por qué se llama de "groc" al que traían con el traje de novia. Es de seda de diversos colores y contiene largos


con el traje de novia. Es de seda de diversos colores y contiene largos flecos. Debe de llamarse así por su color, ya que en lengua valenciana "groc" significa amarillo, aunque a decir verdad todos los que hemos visto carecen de él. Entre ellos nos llamó poderosamente la atención uno de fondo azul oscuro con blanca cenefa floral. Son de fuerte tejido de lana y generalmente de color marrón oscuro, los del "ramo", llamándose así por el que llevan bordado con seda más clara que su color. Los de "canonche" es decir, de canónigo, se llaman de este modo en razón a que se empleaban a manera de bolsa para llevar hábitos sacerdotales. Son de seda y contienen rayas y cuadros de color verde, rojo, amarillo, azul, morado, etc. Por su amplitud, solían hacer dos de uno. Por eso decían las mozas que llevaban medio pañuelo de "canonche". Son de lana con orilla negra y borde deshilado los de la "piña". Su denominación la deben a las que de riquísimo colorido motean su fondo, el cual es también negro. Entre la orilla y las piñas, va una rectangular cenefa polícroma. Los de "galería" son muy parecidos a los de la "piña", pero más vistosos que éstos. Sólo se diferencian en que su fondo, en vez de ser negro, está formado por florales dibujos multicolores. Para que la punta de esta prenda no se desvíe y caiga sobre el centro del talle, se sujeta el pañuelo a la espalda con un alfiler, formándose un amplio pliegue, oquedad o repisa, que presta cierto encanto a la figura. (7) Sabido es que a los naturales de esta comarca se les llama, además de serranos, "churros" (en tiempo de los moros conocíaseles ya con la denominación de "churri"), voz derivada de "tzurios", que quiere decir ribereños del Turia, ya que, según Simonet, el nombre de este río procede de "tzuria", que en vascuence equivale a "blanco". Y en efecto, con el nombre de blanco es conocido también el Turia en estas demarcaciones. (8) Este se usó hasta el año 1.916. (9) De este antañón indumento masculino hay una foto, ya mencionada: la que se publicó en el programa de fiestas de San Roque de 1.957 y en el libro Valencia y su reino de F. Almela y Vives, pues junto a Montserrat Llatas figura su hermano Enrique ataviado con él.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.