Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Taller de Expresión Oral y Escrita. Alumno. Areli Amador Aguayo
Profa. Violeta Cárdenas.
Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano: 44 años de trabajo y milagros. Como todos los días suena el despertador, preparo a mis hijos y posteriormente me dirijo como cinco millones de mexicanos a alguna estación del “metro”, hoy en día el sistema de transporte con mayor demanda en el Distrito Federal. Al pisar el interior de las instalaciones e ingresar a alguno de sus vagones miro a la demás gente concentrada entre sus pensamientos, sueños y preocupaciones. Por otra parte, allí mismo desfilan inagotablemente vendedores ambulantes “vagoneros”, rematando la mercancía del momento. Gente sube y baja de los convoyes, mí mirada siempre se detiene en las placas de cada vagón, algunas con la leyenda “Bombardier”, otras con “Alstrom”, “CFA”, todas ellas de tecnología extranjera. Siempre me cuestiono sobre cómo será el mantenimiento de los carros del metro, me pregunto si el tren en el que viajo está en óptimas condiciones de operación o si rodaremos encomendados a la suerte divina.
I.
Un breve recorrido cronológico. Primeramente tendríamos que hacer un viaje al pasado y saber el nacimiento
del Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano (STC Metro), éste nace y se construye bajo las órdenes del presidente Gustavo Díaz Ordaz Bolaños en 1967. La creciente necesidad de un transporte seguro y rápido que satisfaga la movilidad de millones de usuarios se ve hecha realidad en 1969. Véase línea de tiempo en (Fig.1).
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Fig.1. Línea de tiempo sobre conclusión de expansión de las líneas de STC Metro, número de estaciones por ruta y longitudes totales de construcción. Fuente (STC Metro. 2013).
Asimismo, dichas líneas se consolidan y fijan un cambio en la Ciudad de México sobre los tiempos y distancias de transporte. Podríamos decir que hasta la apertura y expansión de las redes del STC Metro los capitalinos tienen una eficiente forma de trasladarse, pero las realidades de hoy día superan las expectativas en las que fue construida cada una de sus rutas.
II.
Compárame y verás. En relación con los existentes sistemas de transporte público tenemos un
amplio esquema de posibilidades, ya que podemos recurrir trasladarnos por medio de “Taxi, Ecobici, Colectivos derroteros (Vagonetas, Camión, Microbús), Red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal (RTP), Metrobús, Trolebús, Tren ligero, Tren suburbano y STC Metro” (Parametría. 2013).
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Por otro lado, haciendo un comparativo entre STC Metro y Metrobús, tenemos a la primera tan sólo con el “ingreso por día en la estación Taxqueña la afluencia de 88 mil pasajeros” (STC Metro. 2013) y a la segunda con un “ingreso por día de la Línea 1 con una afluencia de 440 mil pasajeros” (Metrobús. 2013). Véase gráfica (Fig. 2) del uso de las rutas de transporte STC Metro.
Fig. 2. Afluencia de julio a septiembre de pasajeros por ingreso en cada línea de SCT metro. Fuente (STC Metro. 2013).
Así pues, a través de un recorrido cronológico y estadístico no hay duda que el Sistema de Transporte Colectivo Metropolitano es líder en demanda de movilidad en el corazón de México. Entonces, si sabemos que éste tiene 44 años de operación continua y millones de usuarios requieren de sus servicios diariamente lo más lógico es que sus programas y procesos de mantenimiento son rigurosos y
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que deben de cumplir con normas de seguridad certificadas y que en el marco de transparencia que hoy por hoy el Gobierno del Distrito Federal presume, podríamos
encontrar
información
detallada
sobre
su
mantenimiento,
particularmente en este caso, el mantenimiento a vagones. Lo cierto es que nos encontramos en aguas densas donde es casi imposible navegar.
III.
Me llamo Metro y estoy en agonía. Con respecto a la indagación de fuentes que pudiesen arrojar nuevos datos y
poder resolver nuestras dudas, nos encontramos con una serie de obstáculos. El marco de transparencia en la página oficial del STC Metro y el Gobierno del Distrito Federal no manifiesta detalladamente los procedimientos y planes de mantenimiento. Pero si se encontraron interesantes documentos y artículos que develan una triste y agonizante realidad. Desgraciadamente, la agonía es un mal que por el momento sufre el STC Metro. Por lo que refiere la revisión del organigrama de funciones que conforma el STC Metro; buscar los responsables del mantenimiento de vagones, podemos encontrar que la Sección II de Mantenimiento de Material Rodante es la encargada del mantenimiento de vagones; la efectúan manos mexicanas mismas que en mayoría forman parte del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo. Ahora bien, el mantenimiento de vagones se divide en tres tipos, Mantenimiento Mayor, Mantenimiento Menor y Rehabilitación. Véase tabla de tipos de mantenimiento. (Fig. 3).
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Tipos de mantenimiento
Mantenimiento Menor
Rehabilitación
Se encarga del mantenimiento correctivo y preventivo de cada sistema mecánico por separado (limpieza, cíclico de aceites motores, generación de aire comprimido, sistemas de frenado, sistemas neumáticos y motores).
Se encarga de la rehabilitación del convoy en partes externas como son pisos, ventanas, estructuras, puertas, asientos.
Mantenimiento Mayor
Se encarga del desarmado total del convoy con la finalidad de prevenir y corregir fallos sistemáticos en general.
Fig. 3. Tabla de definición de cada tipo de mantenimiento. Fuente (STC Metro. 2013).
Además, cabe señalar que para la mayoría de mantenimientos las refacciones y compuestos para su elaboración se sustraen del famoso “cementerio de trenes”. Sin embargo, al hablar de mantenimiento lo ligamos a tiempo de realización, en palabras del Coordinador de especialidad y áreas (N-14) de la terminal de Mantenimiento Menor “El Rosario”, Miguel Ángel Mosqueda, éste se rige y se facilita a cada convoy cada 8 000 a 12 000 km de operación. Hasta este punto, podemos pensar que todo “marcha bien” en el rubro de mantenimiento de vagones, sin embargo, al realizar la búsqueda de información oficial y que ésta no se pueda obtener de manera detallada, pero que en su lugar se encuentren artículos donde se ventile la mala administración de fondos destinados para el mantenimiento,
no sólo en vagones, sino en sus demás
sistemas de operación. Las palabras que nos temíamos pronunciar salen finalmente…corrupción y lucha de poder.
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Ante todo, cómo un tema meramente mecánico se mezcla con lo político y de éste le suceden la corrupción, desvío de fondos e insuficiencia de materiales de manufactura. Una entrevista dirigida con el Coordinador de especialidad y áreas (N-14) Terminal Mantenimiento Menor “El Rosario”, Miguel Ángel Mosqueda, nos deja claro que existen trabajadores dinámicos y ajenos a la escoria representante de Direcciones, Sindicatos y Gobiernos; mismos que dañan la imagen y el esfuerzo de aquellos trabajadores que extrañan esos años donde podían encontrar lo que les faltaba en los enormes almacenes, que hasta hoy, se han convertido en “elefantes blancos”. Trabajadores que para satisfacer la orden del día tienen que comprar materiales (algunas veces con sus propios recursos y otras de “la caja chica”) en tlapalerías. Baste citar: En el Conjunto Delicias (Delicias número 67) se localizan tanto el Puesto Central de Monitoreo como el Centro Estratégico de Operaciones, el que se encarga de que funcione el Metro. Junto a estas neurálgicas áreas se ubica la fuente de energía del Metro. Se trata de un transformador que genera 750 mil watts. El gravísimo problema es que este transformador tiene 40 años sin mantenimiento de fondo. Los trabajadores del Metro se cooperan para comprar partes mínimas del mismo con el fin de que no explote. De explotar, no sólo podría privar de la vida a niños que están al lado, en la guardería de los trabajadores del Metro, sino a personas de varias manzanas a la redonda (Villanueva. 2013).
Acto seguido, analógicamente imaginemos un reloj de arena, la parte de arriba serán todos los ingresos monetarios, la cintura será el filtro por donde se retienen los recursos para llegar a la parte baja que son
las necesidades reales que
demanda el STC Metro. En primer lugar, la parte de arriba está integrada por el presupuesto anual que extiende el Gobierno del Distrito Federal, el cobro de peaje, el cobro de servicios de publicidad y el cobro de comercio (formal e informal) que el mismo STC Metro administra y pide por figurar en el interior de sus instalaciones. En segundo lugar, tenemos la cintura que la conforma la corrupción, desvío de recursos y abusos de poder que finalmente ocasiona que los
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fondos no lleguen a nuestro tercer lugar, esté es, el mantenimiento y mejora de servicio a los usuarios capitalinos. Como muestra citaremos:
El Sistema de Transporte Colectivo Metro ha sido una entidad paraestatal “saqueada”, cuya falta de inversión para mantenimiento de trenes, instalaciones y vías, genera que en esta temporada de lluvias registre goteras en andenes, pasillos y el retraso en la circulación de los convoyes (…) Al STC Metro se le destinó un presupuesto de 12 mil 700 millones de pesos, de los cuales, sólo invertirá mil 200 millones en mantenimiento de sus instalaciones(…) Tan sólo en mantenimiento para el Sistema de Transporte Colectivo Metro, se le está destinando un porcentaje promedio del nueve o diez por ciento de su presupuesto anual (…) El Metro no debería estar en estas condiciones, es lamentable que el 80 por ciento de su presupuesto se destine al gasto corriente y el pago de salarios (Téllez. 2013).
En este contexto, podemos percatarnos de la ineficiente administración económica cuan cáncer lastima el principal sistema de transporte capitalino. Por otra parte, recientemente se está llevando una encuesta sobre el incremento de cobro de peaje para el STC Metro. Con lo anterior cada uno de nosotros hará válida su voz en la resolución final, sino es que alguien más decida el punto determinante. Finalmente, a 44 años de trabajo y milagros el STC Metro opera en números rojos, por un lado tiene a sus trabajadores laborando en condiciones precarias y por otro a los capitalinos usuarios de este servicio tratados como bestias. Situación que a simple vista tiene sin cuidado a los representantes del poder y que nos miran desde las alturas, poder que no tiene que preocuparse si llega tarde a su empleo, poder que no resiente si le quitan dos pesos en cada viaje de transporte en su salario mensual, poder ajeno a la incertidumbre de la garantía de seguridad. Todo esto no les impacta; viven en condiciones relucientes, lo tienen todo a manos llenas y buscan más. Nosotros tenemos el impulso del día a día, las
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ganas de salir delante de manera honesta. Así pues, suena el despertador; preparo a mis hijos y antes de reunirme en alguna estación del metro como cinco millones de mexicanos lo hacen, me quedo un segundo en el umbral de mi puerta y me dirijo en voz baja…que la ambición no corrompa tu espíritu humano.
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Fuentes electrónicas.
Metrobús de la Cuidad de México (2013). “Ficha técnica línea 1”. Fichas técnicas. Extraído el 6 de noviembre del 2013 desde fuente (http://www.metrobus.df.gob.mx/fichas.html#uno). Parametría SA de CV (2013). “Movilidad y transporte en el Distrito Federal”. Carta paramétrica. Extraído el 6 de noviembre del 2013 desde fuente (http://www.parametria.com.mx/DetalleEstudio.php?E=4539).
Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Cuidad de México (2013). “Cronología”. Organismo. Extraído el 6 de noviembre del 2013 desde fuente (http://www.metro.df.gob.mx/organismo/cronologia.html).
Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Cuidad de México (2013). “Afluencia”. Operación. Extraído el 6 de noviembre del 2013 desde fuente (http://www.metro.df.gob.mx/operacion/afluencia.html). Téllez, Saúl (2013). “Destinan 10 por ciento de presupuesto del metro para su Mantenimiento”. Comunicación Social. Extraído el 9 de noviembre del 2013 desde fuente (http://www.aldf.gob.mx/comsoc-destinan-10-por-ciento-presupuesto-metro-sumantenimiento--13963.html). Villanueva, Ernesto (2013). “El Metro, una bomba de tiempo”. Proceso. N° 1908. Extraído el 28 de octubre del 2013 desde fuente (http://hemeroteca.proceso.com.mx/? page_id=278958&a51dc26366d99bb5fa29cea4747565fec=343019). Villanueva, Ernesto (2013). “El Metro, una bomba de tiempo”. Archivo del Blog, 2013. Mayo. Extraído el 28 de octubre del 2013 desde fuente (http://www.ernestovillanueva.blogspot.mx/).