LA AUTORREGULACIÓN, LA METACOGNICIÓN Y MI PRÁCTICA EDUCATIVA
La metacognición y la autorregulación son primordiales para obtener un proceso de aprendizaje exitoso, tanto para los docentes como para los estudiantes. El docente como guía en todo este proceso, debe tener un grado de comprensión bastante amplio sobre estos dos temas, ya que a través de estos
se puede
potenciar el proceso de aprendizaje. Entendiendo la metacognición como el grado de conciencia de los procesos cognitivos, es posible orientar las estrategias de enseñanza para coincidir con los procesos cognitivos naturales de forma tal que el proceso de aprendizaje se lleve a cabo de manera natural. La conciencia metacognitiva se desarrolla siguiendo cuatro variables que son la variable persona, tarea, estrategia y contexto. Cada una de estas fases se asocia a como la mente resuelve una circunstancia en particular, ¿Ya lo conozco? ¿Es difícil? ¿Cómo lo hago? ¿En cuánto tiempo y dónde? Conociendo como se desarrolla el pensamiento es posible ser más efectivos en la enseñanza. El estudiante a medida que también conoce acerca de la metacognición puede entonces controlar el proceso de aprendizaje. Esto implica que puede modificar su metodología de estudio con el fin de ser más eficiente y eficaz. El orden en el que se desarrolla el conocimiento cognitivo permite tener una referencia natural del funcionamiento de la mente. Por ejemplo es mejor plantearse una estrategia de estudio antes de comenzar a memorizar o resolver ejercicios matemáticos sin propósito alguno. En mi experiencia esto me parece que es causa común de fracaso en los estudiantes, ya que si no desarrollan un criterio organizado para estudiar, las posibilidades de estar memorizando información inútil es alta. Los proceso metacognitivos y de autorregulación son de aplicación diaria y no sólo de aplicación docente. La persona que conoce estos procesos es capaz de detectar más fácilmente errores en el pensamiento evitando llegar a conclusiones superficiales. Para muchos el proceso de aprendizaje es una actividad continua
que nunca tiene fin, y es algo que parece se realiza más eficientemente con la edad de las personas. Yo asocio esta mejoría a una mejor compresión de los procesos cognitivos propios, aunque sea de manera inconsciente, o un mejor proceso de autorregulación del aprendizaje. Desde el punto de vista del estudiante es importante la metacognición y la autorregulación debido a que son fáciles de implementar y pueden mejorar sustancialmente sus resultados. Desde el punto de vista del docente no es tan sencillo, ya que afectar los procesos cognitivos de manera colectiva es mucho más complejo que de manera individual. Sin embargo le permite al profesor entender cómo funcionan las estrategias desarrolladas por especialistas en la docencia que tienen las capacidades para desarrollar métodos grupales efectivos. Es fundamental para el docente profundizar en el entendimiento de los procesos cognitivos de manera tal que pueda orientar y mejorar las estrategias de enseñanza para que el proceso de aprendizaje sea natural y efectivo. El estudiante que reciba una educación mejor planificada comprenderá más fácilmente los contenidos y su motivación se incrementará.