Mutantes en el techo y otros rivales JosĂŠ Luis ZĂĄrate
Gracias por llamar
—Gracias por llamar al Xanto, el Ídolo de las Multitudes. Nuestro menú cambió… —¿Qué…? ¿Bueno? ¿Bueno? —Para contrataciones, peleas de campeonato y even tos sociales, presione uno. —Yo… —Para entrevistas, sesiones de fotos y autógrafos, presione dos. —Hable más rápido, más rápido… —Monstruos y criaturas de la noche, presione tres. —Tres, tres, ¡tres! —Buenas noches. Esta conversación puede ser grabada o monitoreada para fines de calidad. —¡Hay criaturas mutantes en el techo! —Para oír nuestro anuncio de privacidad, presione cero. —¡Oh, demonios! —En breves instantes una operadora lo atenderá. —¡Están rasguñando las ventanas con sus garras! ¡Aletean en las puertas, tratando de entrar! ¡Arrancaron el tinaco y lo arrojaron a la calle como si no pesara nada! —Buenas noches, ¿señor…? 79
—Benavídez, Carlos Benavídez. Mire, señorita, hay unas cosas horribles arriba de mi casa que gruñen como ratas y corretean por el techo como caballos, y están masticando las… —¿Podría proporcionarnos su código postal? —… masticando las antenas y yo… ¿qué? ¡No me sé mi código postal! ¡Hay cosas espeluznantes afuera, a medianoche, aleteando con alas que sólo puedo imaginar de murciélago con esteroides, llenas de garras, ¿y me pide mi código postal?! —En este momento el Xanto recorre las calles en su Porsche 911 descapotable, con la capa al viento, y necesito saber a dónde enviarlo. La ciudad tiene mil cuatrocientos ochenta y cinco kilómetros cuadrados, ¿sabe usted? No desea que lo mande al extremo equivocado, ¿verdad? —¡Martha, Martha! ¿Cuál es nuestro maldito código postal? —¡Micho no ha regresado! ¿Crees que esas cosas coman gatos? —¡Martha, el código! —23750, creo. —23750, señorita. —Oh, le agradará saber que es el tercer reporte de la zona. —¡A nadie le agrada tener monstruos en el techo mas ticando a su gato! —¡Micho! —Quiero decir, señor, que el Ídolo de las Multitudes está atendiendo el problema en su zona. 80
—Miau. —Le recomendamos permanecer dentro de su casa u oficina, y no abrir puertas ni ventanas a las criaturas demoniacas del más allá. —¡Martha! ¿Qué estás haciendo? —Abriéndole a Micho… —¡El gato tiene siete vidas y nosotros sólo una! —Pero… pero… —Miau. —No, Martha. ¡No! —Pero Michito… —¡El gato o yo! —Bueno, si se trata de elegir, prefiero a… —¿A qué hora cree que llegue el Xanto, señorita? —Me informan que, al parecer, hay un embotellamiento en la avenida General y el circuito Tercero… —¡Oh, por favor! Criaturas escalofriantes están destrozando mi vida familiar, ¿y me dice que el Xanto está atascado en un embotellamiento? ¡Qué mal servicio! En otras ciudades tienen héroes que vuelan, señorita, o con helicópteros. —En otros lugares financian a sus héroes. ¿Sabe cuán tos millones dedica Industrias Wayne al suyo? —Será para evadir impuestos. —En esta ciudad nuestros multimillonarios prefieren tener patéticos equipos de futbol. —No meta a mis Colorados tricampeones en esto. —¡Mi-a-u! —¡Carlos! 81
—¡Señorita! —Espere… espere… Me informan que el Xanto se encuentra atendiendo su solicitud en este momento. —¿Qué? Si aún no… un momento… ¡Algo está golpeando a las criaturas de allá arriba! Se rompen cosas; se escuchan patadas, puñetazos; algo dice que se rinde… ¡Se rinde! ¡Hay una multitud ovacionando!… Pero ¿cómo llegó una multitud hasta mi techo? —El servicio de soundtrack es gratuito, señor. —Tocan a la puerta, señorita. —Me informan que es seguro abrir. —Buenas noches, ¿es éste su gato, señora? —¡Xanto! —¡Michito! —Gracias por llamar a mi número. Combatiendo a criaturas del mal desde hace cincuenta años. —No parece tan viejo. —En fin, sólo eran aletoides de la Luna. Si regresan, pueden ahuyentarlos con jugo de limón o marcar a mi línea de nuevo. ¡Buenas noches! —¡Gracias por salvar a mi gato! —Martha, acaba de salvarnos a nosotros… Espere… ¿Cómo que jugo de limón? —Me informan que ya acabó su emergencia. Gracias por llamar al Xanto, el Ídolo de las Multitudes. ¿Podría llenar una encuesta? Si recomienda nuestro servicio, marque uno… ¿Bueno? ¿Bueno?
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En esta extraordinaria colección de narraciones breves, cortas y muy pequeñas se reúnen luchadores, cazadores de fantasmas, momias, monstruos, niños y personajes del futuro. Entre todos, te harán vivir las aventuras más fantásticas y espeluznantes que ponen los pelos de punta ante la cotidianidad de lo imprevisible.
Una compilación de cuentos que evoca emociones que te mantendrán al borde del asiento.