Quieren suicidarse by Editorial Mundo Hispano

AUXILIO PROYECTO

Auxilio para los amigos que

Josh McDowell y Ed Stewart Traducido por Raquel Contreras

EDITORIAL MUNDO HISPANO

s o t n e imi c e d a Agr

Q uisiéramos

agradecer a las siguientes per-

sonas: David Ferguson, director de Intimate Life Ministries (Ministerios Vida Íntima) en Austin, Texas, quien ha hecho una gran contribución a esta colección de libros. La influencia de David, junto con los principios del mensaje de Intimate Life Ministries, se siente a través de cada libro en esta colección. David es un modelo de cómo ser instrumentos de Dios para consolar, apoyar y animar a otros. Les animamos a aprovechar los seminarios y recursos 3

Auxilio para los amigos que que Intimate Life Ministries ofrece. (Vea en las páginas 57-62 más información de cómo Intimate Life Ministries puede ayudarle.) Dave Bellis, mi (Josh) asociado por más de 23 años, quien trabajó con nosotros para darle forma a cada libro en esta colección. Cada historia, en los ocho libros que componen el proyecto, se derivó de los segmentos auditivos de Youth in Crisis Resource (Recursos de Juventud en Crisis) que Dave escribió. También él fue responsable del diseño y la coordinación de este proyecto. Estamos muy agradecidos por sus talentos y la manera en que Dave los usa. Joey Paul, de Publicaciones Word, quien no solo creyó en el proyecto, sino que lo apoyó. Josh McDowell Ed Stewart

ria o t is l h a L amue S de

Para

reunir fondos para el campamento de verano, el grupo de jóvenes había juntado una buena cantidad de dinero lavando autos. Pero este evento seguramente será mejor recordado por la “guerra de agua” que tuvieron. Durante la interminable fila de autos sucios, los jóvenes que pertenecían al grupo del último año de secundaria, dirigidos por Samuel Muñoz, tomaron las dos mangueras y “abrieron fuego” contra el resto del grupo. Los más chicos respondieron tirando agua con los baldes y las esponjas llenas de agua jabonosa. Sorprendidos en territorio de nadie se 5

Auxilio para los amigos que encontraron Rebeca y Pablo Arias, los consejeros. Ellos dos habían venido preparados. Apenas el agua empezó a ir de un lado a otro, Pablo sacó su arsenal de pistolas de agua del baúl de su automóvil. Él y Rebeca comenzaron a “dispararles” a todos. Se divirtieron tanto, que la batalla de veinte minutos dejó a todos mojados hasta los huesos y adoloridos de tanto reírse. El mojarse tanto parecía que había renovado la energía de todos para poder seguir trabajando por las siguientes dos horas en medio del intenso calor reinante. Samuel fue uno de los últimos en irse después de limpiar. Se había “olvidado” de pedir que alguien lo llevara a su casa. La verdad es que lo había planeado de esa manera. Mientras Samuel y Pablo guardaban los últimos utensilios de aseo en la bodega del templo, Samuel le dijo: “¿Pueden llevarme a casa, si no es mucho problema?”. Pablo respondió tal como Samuel esperaba: “Por supuesto, no es ningún problema”. Samuel se sonrió. Pablo y Rebeca eran personas muy especiales para él. Ellos lo habían apoyado cuando realmente había necesitado a

quieren suicidarse alguien. Sabía que ahora también le ayudarían con esta carga tan grande que estaba llevando. Pablo sugirió que se detuvieron en el camino para comer algo. Samuel y Rebeca estuvieron de acuerdo; sin darse cuenta habían pasado todo el día sin comer por lavar autos y jugar a la “guerra de agua”. Después de ordenar su comida Samuel les dijo: “Necesito hablarles acerca de algo”. Rebeca dijo: “Me estaba preguntando si te pasaba algo. Has estado más callado que de costumbre, excepto durante la ‘guerra de agua’ por supuesto”. Samuel forzó una sonrisa y explicó: “Es realmente serio, y no estoy seguro de qué hacer. Así que espero que me puedan ayudar”. Pablo sonrió. “Estamos más que contentos de escucharte y ayudarte si podemos, Samuel”. Les trajeron sus refrescos y mientras tomaba un poco del suyo, Samuel trataba de ordenar sus pensamientos. “Estoy muy preocupado por mi amigo Oscar”, dijo finalmente. “¿Oscar? ¿Te refieres a Oscar González? ¿El que viene a la iglesia contigo algunas veces?”.

Auxilio para los amigos que “Sí, el mismo. Sus padres no son cristianos, pero él dice que confía en Cristo como su Salvador. Últimamente se ha estado portando un poco extraño”. “¿Tiene Oscar algún tipo de problema?”. Samuel suspiró profundamente y dijo: “No estoy muy seguro. Pero últimamente está muy callado y distante. Además he notado otras cosas que me preocupan”. Pablo se inclinó hacia adelante y dijo: “¿Como qué?”. Samuel se sintió incómodo de hablar de algo que le traía recuerdos tan dolorosos. Pero sabía que debía hacerlo por el bien de su amigo. “Bueno, cosas que me han hecho pensar que Oscar tiene pensamientos suicidas”. Rebeca extendió su mano para tocar a Samuel. “Esto debe ser muy difícil para ti, Samuel. Siento tanto que tengas que enfrentarte a esto después de todo lo que te ha pasado”. Samuel sintió un nudo en la garganta. Recordó muy vívidamente su propia lucha con la depresión, dos años atrás, que lo impulsó a tomarse un frasco completo de píldoras para

quieren suicidarse dormir. Pero Rebeca y Pablo habían estado con él para ayudarle. Samuel estaría siempre agradecido con ellos por su cariño y su preocupación durante sus horas oscuras. “Gracias. Yo creo que estoy bien ahora. Pero estoy muy preocupado por Oscar. Sus padres están muy ocupados peleando entre ellos para preocuparse por él. Sus hermanos mayores se fueron de la casa, así que está solo. Cuando su amigo Pedro murió en ese accidente automovilístico el año pasado, él realmente empezó a sentirse muy amargado. Estoy muy preocupado”. “¿Qué otras cosas te hacen suponer que él tiene instintos suicidas?”, preguntó Pablo. “Algunas cosas que son muy familiares para mí. Oscar parece cansado todo el tiempo, no tiene energía. Si lo llamo el sábado al mediodía, todavía está en la cama. Aun cuando logro convencerlo de que venga a mi casa se instala en un rincón y se pone a dormir”. “La fatiga fue uno de los síntomas que más nos preocuparon acerca de ti”, dijo Rebeca. Samuel asintió. “Menos mal que se dieron cuenta”, dijo suavemente. “Oscar también está

Auxilio para los amigos que vistiéndose en forma especial: de negro, con cadenas y adornos extraños. Además anda hablando como si estuviera fascinado con la muerte. También cambia constantemente de ánimo, un momento está enojado y al siguiente está callado”. “Menos mal que tú has estado poniendo atención al comportamiento de Oscar, Samuel”, dijo Rebeca. “Pareciera que está pidiendo ayuda”. Les trajeron lo que habían ordenado. Al momento de orar por la comida, Pablo también incluyó a Oscar en su oración. Cuando comenzaron a comer, Samuel continuó. “Lo que más me preocupa es que Oscar ha estado regalando algunas de sus cosas, incluso cosas grandes, como su bicicleta de montaña. Pareciera que nada le importa. Es como si estuviera planeando no estar mucho más tiempo con nosotros”. Rebeca y Pablo estaban muy preocupados, bastaba verles la preocupación marcada en su rostro. Samuel se sentía mejor por haber compartido su preocupación con ellos. Después de probar su comida, Pablo la

quieren suicidarse hizo a un lado. “Samuel, ¿sabes tú si Oscar ha intentado suicidarse alguna vez?”. “No creo”. “¿Has escuchado a Oscar decir que quiere suicidarse?”, preguntó Pablo. Samuel sacudió su cabeza. “Por supuesto yo no estoy con él todo el tiempo; pero nunca me ha dicho algo así”. “¿Has visto algún tipo de nota suicida en la que pudiera estar trabajando?”, insistió Pablo. “No, nada de eso”. “¿Sabes lo que deberías hacer si estuvieras cerca cuando él intentara suicidarse?”, preguntó Rebeca. Samuel se quedó en silencio por un momento. “Haría lo que ustedes y mi mamá hicieron por mí”, dijo sollozando. “Lo llevaría inmediatamente a la sala de emergencias del hospital. No lo dejaría solo ni por un minuto, hasta que estuviera bajo el cuidado de un doctor”. Los recuerdos eran muy claros. En un momento Samuel estaba tragándose las píldoras y al siguiente (por lo menos así parecía recordar) estaba en la sala de emergencias del

Auxilio para los amigos que hospital con un tubo en su garganta. Su mamá, Pablo y Rebeca estaban ahí, llorando y orando. La mamá de Samuel los había llamado cuando en su desesperación descubrió el frasco vacío y no podía despertar a su hijo. Los consejeros de jóvenes fueron lo más rápido que pudieron a encontrarse con ellos en el hospital y se quedaron con él hasta que estuvo fuera de peligro. “Entonces si Oscar tratara de suicidarse o encontraras una nota suicida, ¿sabrías qué hacer?”, le preguntó Rebeca. “Llamar inmediatamente para pedir ayuda; y estar con él hasta que estuviera bajo el cuidado de un profesional”, respondió Samuel. “Así es”, dijo Rebeca. “Pensé que sabías, pero quería oírtelo decir. ¿Te sientes bien al tomar un paso tan serio?”. “Absolutamente”, respondió Samuel sin vacilar. “Oscar es mi amigo y no quiero que muera. Estoy dispuesto a hacer todo lo que esté en mi mano para ayudarlo. Después de todo alguien me amó lo suficiente como para ayudarme”.

quieren suicidarse Rebeca tocó el brazo de Samuel y dijo: “Pablo y yo damos gracias a Dios que pudiste llegar a tiempo al hospital. Te amamos y eres muy especial para nosotros”. Samuel sonrió. “Gracias a ambos. Estoy seguro de que podría hacer lo correcto si Oscar tratara de matarse. Pero no quiero esperar hasta el último minuto para ayudarle. Entonces, ¿qué puedo hacer?”. “Es interesante que hagas esa pregunta, Samuel”, dijo Pablo. “Después de tu experiencia con las pastillas dos años atrás, Rebeca y yo nos dimos cuenta de que no sabíamos nada acerca de las señales que dan las personas que están pensando en suicidarse. Éramos más bien ingenuos. Habíamos escuchado las estadísticas: mil adolescentes intentan suicidarse diariamente en Estados Unidos y dieciocho lo consiguen. Pero no creíamos que era un problema que los creyentes enfrentaran”. Rebeca continuó explicando: “Pablo y yo nos dimos cuenta de que los jóvenes son jóvenes, sean cristianos o no. Muchos chicos sufren estrés, sus necesidades son insatisfechas y experimentan soledad. Algunos chicos viven

Auxilio para los amigos que en familias destruidas por la separación, el divorcio o aun el desprecio. Otros se sienten atrapados en situaciones sin esperanza y buscan una salida fácil a sus dificultades. Muchos chicos están hambrientos de atención, y tratan de hacer cualquier cosa para conseguirla, incluso el suicidio. Pablo y yo hemos aprendido a observar las señales tempranas y a tratar la causa, no solo los síntomas”. “Eso es lo que quiero hacer por Oscar”, insistió Samuel. “¿Me ayudarían?”. “Por supuesto”, le aseguró Pablo. “Permítenos enseñarte algunos conceptos básicos que hemos aprendido en los últimos dos años”. Para cuando terminaron de comer, Samuel ya había recibido varias ideas que le ayudaban a entender el comportamiento de Oscar. Pablo concluyó su conversación asegurándole a Samuel: “Realmente admiramos tu preocupación y tu compromiso por ayudar a Oscar, y queremos que sepas que estamos aquí para ayudarlos a ti y a él. Ten la absoluta libertad de contarnos lo que esté sucediendo y llamarnos si necesitas ayuda. Estaremos orando por ti y por Oscar”.

quieren suicidarse Esa noche Samuel estuvo despierto mucho rato pensando en lo que Rebeca y Pablo le habían dicho. Eran buenos consejos, así que su oración era que Dios le ayudara a poder aplicarlos en su relación con Oscar. Oró mucho pidiéndole a Dios que Oscar no tratara de hacer algo tonto antes de que él pudiera mostrarle cuánto se preocupaba por él. Algo para pensar Quizás, tal como Samuel tú has notado algún comportamiento extraño en un(a) amigo(a). No puedes distinguir claramente cuál es el problema, pero piensas que tu amigo(a) está pensando en suicidarse. Tu preocupación es legítima, pues hoy en día el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes. Investigaciones han demostrado que cada año en Estados Unidos 6.500 adolescentes mueren por su propia mano; esto es uno cada hora y veinte minutos. Si tu amigo(a) está mostrando un comportamiento suicida, ahora es el tiempo para hacer algo que le impida cumplir su propósito. 15

Auxilio para los amigos que Hay tres actitudes preocupantes cuando hablamos de suicidio. Primero, hay chicos que han tomado acciones en un intento por suicidarse. Si estás cerca de alguien que atenta contra su propia vida, hay una sola cosa que puedes hacer: llamar a un médico o a un adulto responsable, y llevar de inmediato a la persona a la sala de emergencias más cercana o a un hospital psiquiátrico. Esta persona necesita ayuda profesional para impedir que lo vuelva a intentar. Segundo, hay chicos que amenazan con suicidarse o están considerando seriamente el suicidio. Si descubres una nota suicida o sabes que un amigo está considerando seriamente suicidarse, debes intervenir. Contacta a un líder del grupo de jóvenes, al pastor o a sus padres, en fin, a alguien que pueda llevar a tu amigo para recibir ayuda cristiana profesional. No dejes a tu amigo solo, sino hasta que esté en las manos de un adulto responsable. Las amenazas de suicidio deben ser consideradas como potenciales intentos de suicidio. Tercero, hay chicos como Oscar González que tienen pensamientos suicidas. Esta puede

quieren suicidarse ser tu preocupación por un amigo. Como Oscar, tu amigo puede mostrar algunos síntomas de pensamientos suicidas. Si puedes responder “sí” a algunas de las siguientes preguntas, tu amigo puede estar contemplando seriamente el suicidio: 1. Tu amigo, ¿tiene una fascinación con la muerte, la cual no parece sana? Es decir, habla de la muerte, hace preguntas acerca de la muerte, escucha música o mira videos relacionados con la muerte. 2. ¿Está tu amigo repartiendo sus pertenencias o haciendo otras cosas que sugieren que se está preparando para la muerte? 3. ¿Está tu amigo deprimido la mayor parte del tiempo? 4. ¿Muestra tu amigo cambios repentinos en su comportamiento, tales como ponerse violento o hacer como si estuviera actuando? 5. ¿A menudo, parece tu amigo alejado, cambiante o ido? 6. ¿Quiere tu amigo dormir todo el tiempo, o se queja de que no puede dormir? 7. ¿Está tu amigo siempre cansado? 8. ¿Asume tu amigo riesgos innecesarios,

Auxilio para los amigos que como conducir sin cuidado o jugar con cuchillos o armas? Si bien estas condiciones no muestran necesariamente que tu amigo está a punto de suicidarse, pueden indicar que está pensando en una manera de salir de la situación que está viviendo. Debes ser tan sabio como Samuel: compartir tu preocupación con tus consejeros, el pastor o tus padres, y discutir qué hacer. Este es el momento de responder activamente. ¿Qué tipo de problemas hay detrás de estas señales? ¿Qué será lo que hace que un joven se suicide? A continuación encontrarás algunas posibles situaciones que pueden hacer que una persona piense que morir es preferible a vivir. El comportamiento de tu amigo puede tener una o varias de esas razones como raíz. Familias disfuncionales. ¿Cómo es la vida familiar de tu amigo? ¿Está sufriendo de alienación o rechazo por parte de sus padres? Samuel mencionó que los padres de Oscar peleaban y sus hermanos se fueron de casa. El estrés y la soledad que acompaña al divorcio o la separación, un cambio drástico, o conflictos familiares permanentes pueden

quieren suicidarse desembocar en pensamientos suicidas. Depresión. ¿Pareciera que tu amigo está deprimido todo el tiempo? La depresión clínica es una enfermedad que impide a las personas ver una salida a sus problemas. Sin un tratamiento profesional adecuado, las víctimas de la depresión pueden ver el suicidio como la única alternativa a sus problemas. Escape. ¿Pareciera que tu amigo se siente atrapado en una situación sin esperanza? El suicidio es muchas veces visto como un escape a la desesperación, el dolor, el castigo, la humillación, o simplemente el peso de las cargas emocionales y mentales. Pérdida. ¿Ha perdido tu amigo a un amigo cercano, un ser querido o alguno de sus padres? Samuel dijo que Oscar estaba angustiado por la reciente muerte de un amigo en un accidente automovilístico. El suicidio puede ser visto como una vía de escape a una pena o dolor producto de una situación como esta. Culpa. ¿Se siente tu amigo cargado por un sentimiento de culpa por algo que ha hecho? El suicidio es muchas veces tomado como un

Auxilio para los amigos que castigo por lo que la persona considera un acto imperdonable. Atención o manipulación. ¿Siente tu amigo que a nadie le importa o que es ignorado por sus padres, compañeros o amigos? Si es así, los intentos de suicidio son una llamada de atención pidiendo ayuda. Puede ser la manera en que tu amigo esté diciendo: “¡Estoy sufriendo, estoy desesperado. No sé cómo sobrellevar esto y necesito ayuda! Por favor, ¿alguien me puede tomar en cuenta?”. Las amenazas de suicidio también pueden ser un intento de manipular a los padres para conseguir lo que se quiere. Venganza. ¿Ha sido herido o avergonzado tu amigo por alguien? A veces los deseos de venganza son más fuertes que el deseo de seguir viviendo. La autodestrucción es vista como un acto de castigo a la persona que provoca el sufrimiento. El suicidio por venganza puede ser la respuesta inadecuada que se produce por una relación emocional rota. Si tienes un amigo como Oscar que está mostrando algunas claves que indican sus intenciones suicidas, hay esperanza. Puedes to-

quieren suicidarse mar algunos pasos positivos que pueden aliviar el dolor que provoca en tu amigo el tener pensamientos suicidas. Ojalá que tengas el apoyo espiritual y la guía de adultos como Pablo y Rebeca, cristianos maduros a quienes puedas llamar en caso de que necesites ayuda. Pero si no tienes, de todas maneras puedes ser una tremenda ayuda para tu amigo, tal como Samuel lo será para Oscar. La historia de Samuel Parecía que le tomaría tiempo a Samuel encontrar algo que Oscar estuviera dispuesto a hacer con él. Acostumbraban andar en bicicleta juntos, hasta que Oscar sorprendió a Samuel al regalar su bicicleta de montaña. Cualquier otra idea, como jugar videojuegos o ir al gimnasio, eran acompañadas por expresiones como: “No creo” o “Estoy muy cansado”. Pero cuando Samuel sugirió que fueran a patinar cerca del río, Oscar mostró algo de interés. Así que Samuel llegó a la casa de Oscar a las 10 de la mañana de un sábado muy soleado. Tuvo que obligarlo a levantarse, 21

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