Luz a mi sentires

Page 1


2 LUZ A MI SENTIRES Cuando pienses en un quizás jamás han visto cómo brilla lo que se guarda dentro, lo que se decide no matar nunca, lo que nos hace llorar y al mismo tiempo lo que nos hizo sentir que el mundo no dolía, lo que nos acompañó en aquella tormenta en la que se declaró alerta, lo que nos abraza por las noches mientras cogemos el último suspiro antes de rompernos a llorarlo que nos sostiene aunque no tenga manos, lo que nos hace volar sin tener alas, lo que está aunque no podamos tenerle cara a cara para decirle cuánto... Y de pronto te das cuenta que aun existe la magia Que cuando uno se siente bien a otros contagia Que una sola mirada te puede dar el titulo de astronauta Que se puede crear un hit musical con el solo de una flauta Su nombre es el motivo de adornar con líneas el papel Solo basta con pensarla y todo se fragmenta pixel por pixel Todo rima con ella, ese perfume juro es único, estas a otro nivel Acostúmbrate al aroma que hoy transpira cada poro de tu piel Pueden ofrecerte lujos, nuevos horizontes y lucha por tus ideales y aspiraciones y lleva contigo el bien , aunque te azote la vida, lleva la mirada erguida y si quieren herirte ignora, sigue el camino aunque hayan espinas al final se abrirán las flores. Sus ojos... La primera vez que los vi, solo podía ver las lagrimas en sus mejillas y el dolor en cada gota, en ese momento lo único que quería era correr a abrazarlo, secar sus lagrimas y decirle que todo va a estar bien, aunque eso sea solo una gran mentira, pero no lo hice... porque el amor no triunfa y el corazón se equivoca. Recuerdo haberme sentado en la acera a unos metros de ella y haberme quedado observándolo, viendo sus lágrimas durante minutos, hasta que levanto la mirada y me vi yo que también de mis ojos brotaban. Cómo atrapas al amor si es como el aire? Es difícil, algo imposible, inviable, utópico. Entrará por cualquier lado, se colará por tus cicatrices, por cada poro de tu piel invadirá todo tu cuerpo, como si de una enfermedad mortal se tratara. Que acaba contigo y se contagia injustamente. Porque no puedes elegir de quien te enamoras. Otro elige por ti. Y cuando no elige bien entonces intentamos atrapar al amor. Ese ser escurridizo que se mete dentro de ti y viene a desmontarlo todo, te encontré a ti mi ángel; pero he sentido el miedo en nuestro encuentro, ¿qué podrá suceder?, añoro ese encuentro que me abrirá las puertas a la felicidad o la tristeza eso sólo depende de ti, yo hoy sólo plasmo lo que siento…quedo en suspenso, hasta que llegue ese momento. Diferentes clases de amor En el sendero de la vida hay muchos tipos de amor, y muchas formas de amar. Es casi imposible enumerar, las diferentes clases, en la que se puede manifestar el amor. Sobre la tierra podemos encontrar tantos... amores correspondidos... amores prohibidos. Amor fraternal, o de amistad. El amor que sientes por un deporte o afición. Amor al arte, a la música, a los animales o para generalizar, amor al mundo. En cada rincón de este planeta todos sentimos un amor distinto, unos puede que sea amor a sí mismos y otros que amaban a los demás. También hay varias maneras para manifestarlo. Unos lo manifiestan abiertamente, con abrazos, besos, palabras, sin miedo a que los oigan o vean. Otros por lo contrario, lo mantienen oculto. Con miradas, pensamientos, pequeñas acciones que pasan desapercibidas. Incluso hay gente que lo niega, y lo mantiene como su más preciado secreto, que hay veces que no se lo quieren creer. Otros tienen un amor diferente. No refiriéndose a los demás. Si no, como algo tan simple como amar tocar el piano, y pasarse horas y horas, a solas con la música que desprenden tus dedos, para transmitir como te sientes. O incluso cuando quieren tanto a un animal que darían su vida para salvarlo y llegarían al fin del mundo con él. Muchas veces este amor nos parece más tonto, pero es igual de importante. Todo eso son diferentes formas de amor, me lleno de interrogantes porque me pregunto ¿cuál será el nuestro? También podría hablar de los amores correspondidos. Los cuales te hacen tan felicidad, que sientes que tu corazón va a salirte de la boca de lo rápido que va, pero que a la vez, parece que se va a detener. Como si fuera rápido y lento a la vez. Hay otro amor más doloroso, que es el prohibido o no correspondido. A pesar de que sabes que no puede ser, sigues amando con todo tu corazón y derramando lágrimas, visibles o no visibles por él.... Y uno de los grandes amores, que no puede olvidar. Es el amor dentro de la familia. Muchos tienen la oportunidad de tenerlo, otros en cambio, no disfrutan de tal bendición. Una madre o padre, abrazando fuerte a su hijo, es una explosión de amor que no te puedes imaginar. O un hermano que protege a sus hermanos por encima de todo. Cosas pequeñas y a la vez enormes. Hay tantas formas de amor.... Y ahora dime. ¿Qué amor sientes tú? Recuerdas? ¿Te acuerdas del día en cuando nos conocimos? Apenas teníamos datos virtuales, pero cuando mi mirada se clavó en la tuya, algo empezó a fascinarme completamente de ella. ¿Te acuerdas de


3 cuando jugábamos con palabras, casi todos los días de la semana? Recuerdo que el primero que salía de casa, iba corriendo a la puerta del otro. Recuerdo todas esas tardes de pensamientos, donde estabas y estás presente, interrogando a mi mente. Y siempre se arreglaba con un, volvamos a empezar, 1, 2, 3, ¡ya! Siempre estás ahí a mi lado, tanto en los momentos alegres como en los malos. Y cuando me sentía triste me dabas una palabra de consuelo,. ¿Sabes qué? Lo que realmente me haría feliz era poder estar a tu lado. Poco a poco pasaron los años y tu y yo crecimos en comunicarnos expresando nuestro sentir, pero aun así, seguíamos siendo tan amigos como antaño, aunque yo siempre deseaba algo más. Todas las noches pensaba, " mañana le diré lo que siento ", pero jamás me arme de valor para poder decírtelo. Hasta que al fin, cuando cumplí con lo que en mi alma latía, respiré hondo, y decidí contártelo, pero... tarde demasiado. Ese mismo día, antes de mi confesión, alguien se me había adelantado, y tu ilusionado me lo contaste. Con una falsa sonrisa, resistiendo las ganas de llorar y casi temblando te deseé suerte... Puede que creas que es tonto, pero ese pequeño gesto, ha sido una de las cosas que más feliz me podían hacer durante años porque pensé que serías inmensamente feliz. Pasó el tiempo, y decidí que ya era demasiado tarde para mí, y poco después comencé a salir con un chico. Poco a poco nos distanciamos, pero jamás nos llegamos a decir adiós. Eso me consolaba un poco. Pasó el tiempo. Pasaron los meses y una noche, me encontraba sentado bajo nuestro árbol llorando. Mi mundo se me había caído encima. Me habían engañado.... En un par de segundos, y sin apenas darme cuenta de la situación, mis labios y los tuyos estaban juntos de una forma extraña e incomprendida para muchos. Mi corazón me latía a mil. Sentía que se me iba a salir del pecho. Eres el único que consigue que mi corazón lata rápido y lento a la vez. Han pasado unos meses desde aquello y espero que jamás haya un final. ¿Recuerdas cuando empezó todo? Porque yo sí. ¿Qué curiosa es la vida verdad? Durante un momento lo tienes todo. Y en un instante lo pierdes. Qué fácil es amar y que difícil olvidar. Te acuestas en tu cama, abrazando fuerte un cojín. Cierras los ojos, y... miles de recuerdos inundan tu cabeza. Recuerdos tristes... alegres... amargos o divertidos. Piensan en toda la gente que ha pasado por tu vida. De algunas tienes solo un leve recuerdo. Pero otras, te marcan tanto, que recuerdas perfectamente su rostro, su voz, sus ojos y su sonrisa. Rara es la vez que no tengas ganas de comenzar a llorar en silencio. Pero siempre...siempre, hay una persona en la que no puedes parar de pensar. Recuerdas esos instantes en los que estabais abrazados, donde el tiempo casi se detenía y el mundo se comenzaba a borrar. Solo os necesitabais el uno al otro. Recuerdas su voz susurrándote suavemente tu nombre al oído. Pero lentamente ese recuerdo se oscurece y te duermes, mientras una pequeña lágrima de cristal se desliza por tu melancólico rostro, hasta desvanecerse en las sábanas de tu cama. A la mañana siguiente te despertarás, volverás a tu rutina. Para ocultar tu tristeza, pintarás en tu cara esas falsas sonrisas, que te darán un falso sentimiento de alegría. Volverás a tu cuarto. Te sentarás en el ordenador, como tantas noches has hecho. Pondrás una suave música, y volverás a ver todas las fotos, que ya te sabes casi de memoria. Luego volverás a tu cama, abrazaras nuevamente el cojín, y te dormirás en un río de lágrimas. Dicen que es sincero el dolor del que llora en silencio ¿no? Entonces te volverás a dar cuenta lo mucho que los extrañas, y de lo mucho que le echas de menos. Pero tranquila. Todo pasará. Acabarás volviendo a reír. Dejarás de ver esas fotos llenas de recuerdos y acabaras haciendo nuevas.

NADA. A veces tengo ganas de todo y pienso, sueño, imagino, leo, escribo, dibujo, canto, salto, río, sonrío, amo, deseo, quiero, bailo, beso, bebo, camino, escucho, veo, corro, miro, juego, cocino, recojo, compro, convierto, hablo, construyo, paseo, preparo, visualizo, siento y te siento. A veces no tengo ganas de nada y, simplemente, me pongo a recordar. Posiblemente muchas de las cosas que conseguimos en la vida tengan más que ver con las ganas y el empeño que le ponemos a lo que hacemos que con la suerte. Mientras nos lamentamos de la mala suerte que tenemos, estamos perdiendo el tiempo sin pensar que quizás el secreto está en las ganas. Con ilusión y trabajo podemos conseguir muchos de nuestros sueños. Quizás esa sea la mejor fórmula mágica… “¡Qué mala suerte tengo!, ¡las cosas siempre le salen a los demás!; ¿Qué quieren un trabajo? lo consiguen; Que no estudian, pues aprueban. A mí nunca me pasa eso, yo tengo una mala suerte que nunca me sale nada como quiero. Ya estoy harta, estoy cansada de que todo siempre vaya en mi contra. ¿Por qué me pasa esto a mí?”, ¿por qué el mundo está tan mal repartido y la mala suerte siempre me la llevo yo?


4 Quizás el secreto no está en la suerte. Quizá el secreto está en las ganas.” ¿Te suena este discurso?, ¿te sientes identificado? ¿Incluso ahora te estás riendo porque dices: ¡es justo lo que digo yo cuando lo veo todo negro y me invado de pensamientos negativos que no me llevan a ninguna parte!? Quizás no vayas por el camino correcto y no estés viendo las cosas como son. Lamentarte y regodearte en los aspectos negativos no te sirve de mucho. A lo mejor necesitas un poco de claridad en ese túnel oscuro en el que te has metido. Quizás el secreto está en las ganas. Cualquier cosa se puede conseguir, incluso tocar el cielo con las manos. Y es que no existen los obstáculos si tenemos ganas e ilusión. No hay obstáculos insalvables si tenemos ganas y se la contagiamos a los demás. Muchas veces creemos que detrás de las buenas cosas que le ocurren a los demás solo ha habido un golpe de suerte, que la fortuna ha estado de su parte. Puede que una parte sí, ahí lo dejamos… pero no todo, eso sí que es seguro. Si ponemos ejemplos como que nos toque la lotería, seguro que de nada nos va a servir pensar que con ganas y esfuerzo se consiguen las cosas; pero eso son rayas en el agua. Sin embargo hay muchas cosas que dependen de nosotros o al menos en buena parte. Por eso, ¿por qué no empezamos a construir nuestros sueños poniendo como cimientos las ganas? Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía irremediablemente un fracaso puede convertirse en un éxito glorioso. Las ganas, la pasión, la motivación son elementos esenciales para la persecución de nuestros sueños. Los triunfos y las victorias no vienen por golpes de suerte, sino por una dedicación impregnada de constancia y esfuerzo. Te invito a que las leas en voz alta pensando detenidamente en lo que significa cada una: 1. Prometo mostrar en mi vida lo que realmente soy y no la imitación de alguien más. 2. Prometo evitar menospreciarme y describirme con la palabra "simplemente". Por ejemplo, no diré: "Soy simplemente una madre", o "soy simplemente una estudiante" o "soy simplemente una persona normal". 3. Prometo darme 10 minutos de silencio y calma cada día para conectarme con mi corazón y poder oír mi voz interior. 4. Prometo usar mis palabras para conectar mis sueños con mis acciones. 5. Prometo usar mi voz para fortalecerme a mí y a otros. 6. Prometo servir a mi comunidad de forma voluntaria por lo menos una vez al año de alguna manera que beneficie a otras mujeres. 7. Prometo preguntarme "quién soy", "en qué creo" "de qué estoy agradecida" y "qué es lo que defiendo". 8. Prometo sentarme a escribir cuál es mi misión en la vida. 9. Prometo vivir con la conciencia de dejar un legado. 10. Prometo compartir estas promesas con otras mujeres. No quise dormir sin sueños: y elegí la ilusión que me despierta, el horizonte que me espera, el proyecto que me llena, y no la vida vacía de quien no busca nada, de quien no desea nada más que sobrevivir cada día. No quise vivir en la angustia: y elegí la paz y la esperanza, la luz, el llanto que desahoga, que libera, y no el que inspira lástima en vez de soluciones, la queja que denuncia, la que se grita, y no la que se murmura y no cambia nada. No quise vivir cansado: Y elegí el descanso del amigo y del abrazo, el camino sin prosas, compartido, y no parar nunca, no dormir nunca. Elegí avanzar despacio, durante más tiempo, y llegar más lejos, habiendo disfrutado del paisaje.


5

No quise huir: y elegí mirar de frente, levantar la cabeza, y enfrentarme a los miedos y fantasmas porque no por darme la vuelta volarían. No pude olvidar mis fallos: pero elegí perdonarme, quererme, llevar con dignidad mis miserias y descubrir mis dones; y no vivir lamentándome por aquello que no pude cambiar, que me entristece, que me duele, por el daño que hice y el que me hicieron. Elegí aceptar el pasado. No quise vivir solo: y elegí la alegría de descubrir a otro, de dar, de compartir, y no el resentimiento sucio que encadena. Elegí el amor. Y hubo mil cosas que no elegí, que me llegaron de pronto y me transformaron la vida. Cosas buenas y malas que no buscaba, caminos por los que me perdí, personas que vinieron y se fueron, una vida que no esperaba. Y elegí, al menos, cómo vivirla. Elegí los sueños para decorarla, la esperanza para sostenerla, la valentía para afrontarla. No quise vivir muriendo: y elegí la vida. Así podré sonreír cuando llegue la muerte, aunque no la elija… … Porque moriré viviendo.

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos. Es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa. Es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni en si mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la Vida. Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin ser forzado a revelar aquello que considera privado; es reconocer y mostrar que tiene el derecho inalienable de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo; es permitirle descubrir su verdad interior por si mismo, a su manera: apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales, sin exigirle que actúe de acuerdo con tus expectativas; es valorarlo por ser quien es, no por como tu desearías que fuera; es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas más fuerte y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano. Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus áreas vulnerables; permitirle que conozca al ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser tu mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y distintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada cristalina, "este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con gusto y libremente, contigo lo comparto...si tú quieres recibirlo". Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando de si mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil, confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir en el


6 presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle libremente. Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la Vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa. Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus besos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuanto lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus capacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica y más llena de sentido. Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos. Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tu formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados obscuros y sombríos; amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, amar a un ser humano es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo. Esas personas que ven y conocen nuestro estado de ánimo, esas personas a las que les contamos nuestros tropiezos, esas personas que nos hacen favores, esas personas que nos han inspirado a alcanzar nuestras metas. Recuerda que aunque las personas cambian y sus vidas se reorganizan, los amigos deberían ser amigos para siempre, aunque no tengan nada en común, solo el compartir los mismos recuerdos. Date cuenta de lo afortunado que eres por tener esos amigos tan especiales que has hecho durante el paso de los años. Algunas veces estamos tan ocupados o tan involucrados en otras cosas que nos alejamos de nuestros amigos. Aprecio que estés ahí.

Andaba nervioso por las calles. La gente observaba con curiosidad sus movimientos desorientados a lo largo de la rambla. ¿Cómo iba a poder explicarle a su mujer que había perdido el trabajo? No iba a ser capaz de confesarlo. Su familia vivía de lo que él ganaba trabajando… ¿cómo iban a arreglárselas ahora? ¿Cómo iba a mantener a sus hijos? No podía encontrar un trabajo estable a tiempo… El hombre siguió andando sin rumbo por la gran avenida con la cabeza llena de preguntas sin respuesta. El puesto de la afectividad y los sentimientos en la vida humana es muy central. Son ellos los que conforman la situación anímica interior e íntima, los que impulsan o retraen de la acción, y los que en definitiva juntan o separan a los hombres. Además, la posesión de los bienes más preciados y la presencia de los males más temidos significan eo ipso que nos embargan aquellos sentimientos que dan o quitan la


7 felicidad. Es por eso necesario hacer algunas consideraciones más «vivenciales» acerca de los sentimientos, que pueden ayudar a entender este importante papel que desempeñan en la vida humana: La idea fundamental que podemos obtener de lo dicho hasta ahora es una valoración muy positiva de los sentimientos: refuerzan las tendencias. Esta valoración positiva en modo alguno es irrelevante, pues hay una escuela racionalista de ética, representada por Kant y Hegel, que concede a los sentimientos individuales un valor negativo, como si fuesen algo propio de seres débiles. Esta actitud procede de un cierto dualismo, que ve en lo sensible un rebajamiento de lo humano y olvida que anima forma corporal. El racionalismo ético, y también el puritanismo religioso, es rigorista y poco comprensivo con los errores y debilidades humanas: pone el deber por encima de todo. Actualmente tenemos una valoración de los sentimientos mucho más positiva y acorde con lo real, frente a mentalidades que los han reprimido, como si fueran una debilidad humana vergonzosa, que se debe extirpar. Los sentimientos son importantes, y muy humanos, porque intensifican las tendencias. El peligro que hoy tenemos respecto de ellos es más bien un exceso en esta valoración positiva de ellos, el cual conduce a otorgarles la dirección de la conducta, tomarlos como criterio para la acción y buscarlos como fines en sí mismos: esto se llama sentimentalismo, y es hoy corrientísimo, sobre todo en lo referente al amor. Sin embargo, el dominio de los sentimientos no está asegurado: es una parte del alma que no siempre es dócil a la voluntad y a la razón, como ya se ha dicho. Esto es una característica principalísima de la afectividad. Es como un gato doméstico, al que hay que amaestrar, pero que también puede volverse contra nosotros (el ejemplo es de Platón quién enseñó a Aristóteles a hablar de «dominio político» y gobierno de la razón sobre las demás partes del alma. Los sentimientos pueden ir a favor o en contra de lo que uno quiere; no los podemos controlar completamente si no nos empeñamos en educarlos. Esta posible desarmonía puede producir patologías psíquicas, morales o del comportamiento. Por ejemplo: el miedo a equivocarse genera inhibición, uno acaba por no actuar; el miedo a engordar puede generar anorexia, y mezclarse con problemas de autoestima. La aparición o desaparición de los sentimientos, por tanto, no es totalmente voluntaria: enamorarse es un ejemplo típico, la «química». Cuando uno se enamora cambia todo, en especial el estado de ánimo; pero es algo que le sobreviene a uno. Lo mismo ocurre con un desengaño amoroso: uno quisiera olvidar, pero no puede, y sufre. Una de las grandes enseñanzas de Platón, es mostrar cómo se consigue que los sentimientos colaboren con las tendencias y la voluntad: los sentimientos acompañan, son los grandes compañeros del hombre, aunque no tienen «la mayoría de edad»; cuando se les deja actuar solos pueden crecer desmesuradamente y causar anomalías y patologías. La virtud que los domina se llama sofrosyne, que significa moderación, sosiego, armonía, autodominio, templanza. Los sentimientos son irracionales en su origen, pero armonizables con la razón. No pueden ser conceptualizados más que en parte, pero de hecho acompañan a los pensamientos y los deseos racionales. Este carácter irracional de los sentimientos, claramente percibido por los pensadores clásicos, es el causante de que en la vida humana no todo sea exacto, matemático y coherente: hay un ancho margen para la fantasía y el misterio, e incluso para la irracionalidad. Los sentimientos producen valoraciones inmediatas, sobre todo de las personas, pero también de situaciones que evocan determinados bienes, males, recuerdos: uno se emociona al volver a lugares donde fue feliz hace tiempo, se habla de «presentimientos», etc. Esta valoración espontánea que el sentimiento provoca predispone tremendamente la conducta en un sentido u otro. Los sentimientos refuerzan las convicciones y les dan fuerza: cuando las cosas se sienten, son más nuestras. La diferencia entre un buen profesor y un mal profesor es si «está convencido» de lo que dice, es decir, si lo siente como suyo, o «recita» la lección como si no le importara. Los sentimientos convocan más fácilmente la atención de los demás, hacen que las cosas nos importen, suprime la indiferencia: quien pone pasión en lo que dice o hace, arrastra a otros a escuchar o a seguirle.


8 La variedad de sentimientos produce la variedad de caracteres, según predominen unos u otros. Así se conforma una parte importante de la personalidad de cada uno. La intensidad y forma de manifestarse de los sentimientos hacen que predominen en la conducta unas actitudes u otras: a) el apasionado pone pasión e intensidad en lo que hace; b) el sentimental se deja llevar por los sentimientos, no los domina; c) el cerebral y frío es el racionalista inconmovible, inasequible al «lenguaje del corazón»; d) el «sereno» es aquel cuyos sentimientos tardan en despertarse. Suele sentir entonces mucho más que los de «lágrima fácil», que suelen ser más volubles; e) el apático (a-patheia signfica sin-pasiones) es el pasota: siente poco, porque conoce poco, no tiene tendencias ni apetencias, ni metas. Es amorfo o indiferente. 6) Lo decisivo es tener los sentimientos adecuados a la realidad: que haya proporción entre el desencadenante u objeto del sentimiento, y éste mismo, y su manifestación. Esto exige no engañarse en el conocimiento de la realidad, objeto o desencadenante que los provoca. Este es el origen de las frustraciones, p.e., acerca de la propia inteligencia, y en general, de la propia valía, cuando se piensa, por ejemplo, que uno está por debajo de donde realmente merece estar. Los errores en la autoestima originan sentimientos falsos, de sobreestimación, prepotencia o frustración. Lograr una estimación correcta de la realidad y de uno mismo evita que los sentimientos hagan salidas en falso: poner mucha ilusión en una cosa o persona imposible para nosotros origina frustración, y que uno ya no intente nada, porque el sentimiento, por decirlo así, se ha desfondado: lo más difícil en la vida es saber asimilar los propios fracasos. Al paralizado sentimentalmente por un fracaso se le suele decir: «la vida sigue». Los errores de apreciación del objeto de los sentimientos originan tragedias, disgustos y peleas: cuando uno descubre que se ha estado auto engañando, o que una persona no es tan digna de confianza como parecía, viene la ira, la venganza, el despecho, la depresión, etc., y quizá no hay motivo. Otras veces podemos amar apasionadamente realidades que quizá no lo merecen tanto, por ejemplo, un gato, que puede correspondemos sólo hasta cierto punto. Para juzgar acerca de los propios sentimientos pueden servir estas reglas: 1) no todas las realidades merecen el elevado sentimiento que tenemos respecto de ellas, sea de temor, amor, aprecio, etc.; 2) muchas realidades merecen mejores sentimientos de los que tenemos respecto de ellas: no debemos despreciarlas o ignorarlas, porque no son tan malas, sino mejores de lo que pensamos; 3) en consecuencia, las valoraciones sentimentales hay que corregirlas y rectificarlas (no todo el mundo es capaz de rectificar sus propias valoraciones, sobre todo cuando son intensas). El mejor modo es tener dominio sobre ellas. ¿Cómo se miden o valoran los sentimientos? La presencia o ausencia de ellos no se mide sólo por la emoción o perturbación psíquica o anímica, es decir, por un estado de ánimo interior, sino también por la conducta o manifestación externa de ese sentimiento, como se ha dicho. La emoción es pasajera y volcánica, intensa, pero se suele pasar con cierta rapidez, porque es más superficial. En cambio, los sentimientos profundos no desaparecen tan fácilmente, pero tampoco se detectan tan fácilmente mediante estados emocionales: se puede sentir algo muy profundamente y durante mucho sin emocionarse por ello. Por tanto, los sentimientos más profundos son aquellos que se prolongan en el tiempo: por ejemplo, el amor a los padres. Si creemos «no sentir ya nada por esa persona» quizá tenemos un acceso de ira, y eso tapa nuestro verdadero sentimiento hacia ella. Los sentimientos se superponen unos a otros. Lo importante es saber que emoción interior y sentimiento no se identifican. La primera es sólo uno de sus elementos. Por otra parte, la conducta es un modo, muchas veces involuntario, poco consciente o inadvertido, mediante el cual se manifiestan los sentimientos de modo más real que en los estados emocionales interiores. Lo que una persona siente por otra no es cuestión de sensaciones, emociones o palpitaciones del corazón, sino


9 que se ve en la conducta, por ejemplo cuando alguien sinceramente afirma que nos aprecia de verdad, y luego actúa con indiferencia. Muchas veces el comportamiento delata los sentimientos de modo más directo, visible y auténtico que las palabras. Basta ser buen observador y mirar a la cara de la gente, o a los gestos, o a la manera de hablarnos: todo eso está ya diciendo lo que siente por nosotros mejor que sus palabras. No todos los sentimientos tienen el mismo valor: hay una jerarquía. El aprendizaje de su dominio incluye saber jerarquizarlos: hay miedos tontos, fobias enfermizas e innecesarias, y temores realmente infundados; es decir, hay sentimientos cuya importancia objetiva es muy pequeña. Hay veces que estar triste o alegre es bastante poco relevante. La conducta no mediada por la reflexión y la voluntad, es decir, la conducta apoyada únicamente de los sentimientos, el sentimentalismo, produce insatisfacción con uno mismo y baja autoestima: adoptar como criterio para una determinada conducta la presencia o ausencia de sentimientos que la justifican genera una vida dependiente de los estados de ánimo, que son cíclicos y terriblemente cambiantes: las euforias y los desánimos se van entonces sucediendo, sobre todo en los caracteres más sentimentales, ya la conducta no responde a un criterio racional, sino a como nos sintamos. El ejemplo más claro son «las ganas» (de estudiar, de trabajar, de discutir, de dar explicaciones, etc.). Las ganas como criterio de conducta no conducen a la excelencia, como se verá al hablar de la libertad de elección. El estado de ánimo es importante, pero no lo más importante: de hecho se altera con los cambios del mundo circundante. Por ejemplo: la expresión y el hecho de «cambiar de aires». Exagerar la importancia del estado de ánimo conduce a poner como instancia hegemónica de la vida humana el cómo me encuentre, y esto indica ceder el dominio de uno mismo a un sentimiento u otro (así, en Heidegger, la angustia). En el terreno práctico esto puede producir inseguridad y desarmonías psíquicas, porque esa parte del alma «no sabe mandar» sobre las demás; no es la función que le corresponde, no es hegemónica, como enseguida se dirá. Por último, ¿cómo se manifiestan los sentimientos? Es un tema muy amplio. Se dan sólo algunos criterios: a) Los sentimientos hay que aprender a manifestarlos; es necesario hacerlo para tener una relación madura con el entorno y con uno mismo. Aunque muchas personas aprenden espontáneamente, no todas saben hacerlo. b) Los sentimientos se manifiestan sobre todo con la conducta, como ya se ha dicho, aunque uno no quiera. Muchas veces, sin hablar, es posible saber qué siente una persona. Y más si la conocemos. También se manifiestan diciendo lo que uno siente, mediante el lenguaje. e) La manifestación de los sentimientos debe ser armónica con el conjunto de la conducta, en la cual intervienen los fines elegidos, las convicciones, la voluntad, la razón, etc. Es decir, la manifestación de los sentimientos ha de guardar proporción o armonía con las restantes dimensiones humanas, y debe ser proporcionada también a la importancia que tengan y a su objeto: por ejemplo, a nadie se le ocurre hacer reverencias a una lámpara, pero sí a una reina. d) Aquí interviene la importancia de los gestos.. Los gestos son, por así decir, el lenguaje de los sentimientos, un lenguaje específico del hombre, de enorme riqueza: hay gestos del rostro, como reír, llorar, sonreír, fruncir el ceño… Los hay del cuerpo, como ponerse en pie, inclinar la cabeza, postrarse… También hay gestos de la mano, de los hombros, etc. Normalmente, una persona rica en gestos es rica en sentimientos, salvo que sea un bufón… Una cultura rica en gestos tiene riqueza de sentimientos, porque los gestos se inventan para expresarlos: un apretón de manos, hacer un regalo, dar un abrazo, condecorar a alguien… Vivimos en una civilización donde tiene primacía la funcionalidad, pero en el pasado los gestos, y los sentimientos consiguientes, se valoraban más que ahora: los castillos medievales eran incomodísimos, pero su arquitectura religiosa y civil expresa sentimientos solemnes… Por ejemplo, propiciaban el sentimiento de lo sublime, que hoy es raro encontrar, incluso en el arte religioso. Otro sentimiento hoy menos frecuente es el respeto: respetar es ya apreciar, manifestar que valoramos. La gente sencilla suele a veces mostrar mucho respeto a quienes no conoce. Es un sentimiento, valga la redundancia, muy respetable y serio,


10 porque indica que se sabe apreciar lo que no se tiene, o lo que se recibe. El sentimiento de hospitalidad, por ejemplo, se ha perdido en buena parte en nuestra sociedad desarrollada, pero antaño era importantísimo: era el respeto al extranjero, al viajero, al que viene de lejos y ha estado en peligro… e) El arte es quizá el modo más sublime de expresar los sentimientos, porque expresa en primer lugar una realidad, es decir, el objeto desencadenante, y además nuestro sentimiento hacia ella. El arte mismo es todo él una manifestación de los sentimientos y de la capacidad creadora del hombre. f) Entre todas las artes, la música es un modo privilegiado de expresar, transmitir y suscitar sentimientos. La música ocupa en la vida humana un lugar más importante del que solemos atribuirle. La significación de los sonidos musicales es más indefinida que la de las imágenes visuales, pero no por ello menos intensa. La música tiene un enorme poder de evocar y despertar los sentimientos sin nombrarlos, y los potencia, acompaña y expresa. Cuando la música se interioriza personalmente, se transforma en canción), una expresión lingüístico musical de sentimientos, que reproduce aquello que los suscita, y expresa lo que significa para nosotros. Cantar es, quizá, uno de los modos más bellos y sublimes de expresar lo que sentimos. Se puede añadir aquí una consideración final: los sentimientos son como «los sonidos del alma». Cada uno la hace «sonar» de modo distinto; el conjunto de todos ellos forman «la música del alma», pues la música no es otra cosa que la sucesión rítmica de los sonidos, y el conjunto de los sentimientos, y su ritmo de sucesión, paralelo al ritmo de la vida humana, son como una «música»: la vida psíquica o armonía del alma, un encadenamiento de sentimientos que se suceden unos a otros de modo proporcionado. Armonía, ya se dijo, es proporción y equilibrio de las partes en la unidad del todo. En la buena música los sonidos y su ritmo son armónicos. Lo mismo sucede con el alma, y por eso los sentimientos y la música están tan cerca. En conclusión, de todo esto se concluye la importancia de los sentimientos. Una parte no pequeña de nuestra conducta y de lo que sucede en nuestro interior está provocado por ellos: nunca terminan de ser conocidos, porque se reflexiona poco en esa peculiar presencia suya, que empapa toda el alma humana, hace la vida llevadera, atractiva o insoportable, y trae consigo lo terrible, apasionante, odioso, enervante, canallesco, fanático, trágico o maravilloso. Las palabras más cálidas, interesantes y bellas son siempre las que los nombran: la grandeza y la pequeñez humana se mide por ellos, y su ausencia convierte la vida en un desierto monótono. Al hablar de la armonía psíquica concluiremos acerca de lo que enseñaba Platón. Por ti he arrancado todo lo falso y me volvió la esperanza, te ofreceré lo que tengo, mi corazón y miles de te amo demostrado con hechos He andado por la vida con el verbo amar He andado por la vida amando, amando todo y mucho más, las cosas que no son vista, con la simple mirada, porque sólo hay que sentirlas para comprenderlas. he andado por la vida, con mis convicciones y principios, sin importarme el criterio de la gente, porque en la mayoría ven lo que quieren, y no son capaces de verse a sí mismo. He andado por la vida sintiendo matices de múltiples colores, me he hecho cómplice de la luna ella se ha convertido en mi fiel confidente. que me crean aventurero, guardo silencios, que me digan que sólo sueño, lo hago como quiero, a nadie pido que me ayude hacerlo.


11

Armando Arzalluz Carratalá escritor cubano-español (Poetadosislas) nace el 26 de Junio en Caibarién Villa Clara, Cuba. Se gradúa de Licenciado en Español Literatura, comenzando así su larga carrera profesional. Sus inicios como profesor, marcaron un ente en su vida, comenzando en aquel entonces a incursionar en el mundo de la poesía y el arte en general. Tuvo participación en varios eventos los cuales sirvieron de entrenamiento para su vida como escritor. Durante su trayectoria laboral no sólo ejerce la docencia sino que lleva consigo cargos directivos los cuales le obligan a dedicarle más tiempo de estudio y preparación a su vida. Años más tardes obtiene la ciudadanía española y desde entonces reside en ambas islas. Su primer libro publicado es publicado en Tenerife por la Editorial “Atlas” con el nombre “Entre Luz Y sombra”, además por Excmo. Ayuntamiento Villa La Orotava por el cual es reconocido internacionalmente. Una vez incursionando su arte en España y luego de publicar su primer libro es bautizado como Poetadosislas (Cuba-Tenerife). Poetadosislas no dejó de escribir por lo que poco tiempo después hizo varias publicaciones como “Meditaciones”, Desde Adentro” “De corazón a corazón” “En Diálogo conmigo mismo, “Reflexiones y meditaciones del alma”, “Entre tú y yo”, ”Confesiones”,” Con olor a mi tierra”, “Cuando encuentras la verdad”, “Con el alma desnuda”, entre otros, sumando entre digital y gráficos un total de 141 publicaciones, siendo las gráficas confeccionadas por la Editorial “Atlas”. En Cuba ha realizado diversas actividades como funcionario de los sectores de Educación, Cultura y Salud ocupando cargo desde provinciales hasta nacionales. Unido a su quehacer laboral ha estado vinculado al arte de la palabra (escritor, diseñador, corrector, editor), en diversos trabajos editoriales. En Tenerife, España forma parte del catálogo de escritores españoles y poetas del mundo, vinculado muy directamente al desarrollo de la Cultura, resaltando las dos patrias. Ha participado y participa en eventos y otras actividades en los cuales ha obteniendo premios, distinciones en dichos eventos. Con su carácter emprendedor decidió ampliar sus horizontes e incursionar en la Plástica, el diseño y en la composición musical, lo que le ha permitido obtener reconocimientos, premios de honor y metálicos. Posee la categoría de investigador, con la confección de libros de corte educativo, de Ciencia y Técnica, así como Manuales para la enseñanza, además de su obra variada en temáticas y géneros. Su obra trata fundamentalmente el tema las interioridades del hombre y su entorno con un carácter científico, psicológico y filosófico. Inmerso en el mundo actual de avanzadas tecnologías y la Internet posee en la misma diversos espacios donde expone su obra digitalmente al alcance de todos. Su obra se encuentra expuesta en múltiples espacios culturales como en sus blog personal: http://elartedeescribirdepoetdosislas.blogspot.com.es/ http://sentiresdelalmadepoetadosislas.blogspot.com.es/ Pertenece a: -Unión de Poetas del mundo -Sociedad de Arte Venezolano. -Sociedad de escritores Hispanoamericanos -REMES (Red mundial de escritores de habla castellana) -Organización mundial de poetas escritores y artistas -www.ediciona.com/agente_literario_armando_arzalluz_carratala -Voces poéticas del mundo.


12 -www.creatividadinternacional.com -Cubaenlinea.ning.com -Creador de grupos en Facebook -Creador, editor de la Revista “ENTRE ESCRITORES”. -Creador, editor de la Revista “TALENTOS EN LAS ARTES”. -Creador, editor de la Revista “MIRADAS”, -Creador, editor de la Revista “SOMOS CAIBARIÉN”. y otras -Creador de páginas en Facebook -Miembro de la Unión Nacional de Escritores de España. -Presidente de UMECEP CAPÍTULO DE LA REPÚBLICA DE CUBA -Escritor internacional con distinciones y promover, divulgar la Cultura Universal, en diversos espacios internacionales. -Directivo de Ediciones Signos y Venus que radica en España – (Madrid) -Es acreedor de la Condición de Embajador de la Cultura en 56 países -Posee publicaciones impresas y electrónicas con un total de 191 libros http://es.calameo.com/account/book http://issuu.com/armandoarralluzcarratala https://plus.google.com/u/0/100016585265917436548 http://www.slideshare.net/POETADOSISLAS/clipboards -Posee acreditación como: -Diseñador. -Gerencia. -Agente literario -Especialista de Medicina Alternativa. -Fotografía. -Corrector -Investigador. -Asesor literario. -Editor.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.