Mujer/Cuidad/Naturaleza

Page 1

1


2


3


Poder Amazónico Segunda Edición Mujer / Ciudad / Naturaleza Poder amazónico es un fanzine hecho por mujeres de toda Latinoamérica que residen en distintas latitudes. En esté número intentamos alzar la voz sobre el acoso en las calles, resistiendo desde nuestra relación con la naturaleza. Como el Diente de León crece en las banquetas, nosotras seguimos en resistencia. Esta versión estuvo esperando mucho tiempo para ver la luz, por flata de recursos desde la mirada capitalista no estará en papel pero está libre en red. Únete a la red sorora haciendoló viral entregándoselo a todas las que puedas. Gracias a todas las participantes, por su apoyo y confianza. La red sorora crece

4


Diagramación: Alejandra Robles Y Ariadna Vargas Portada: Sol Díaz Textos: Ariana Larrondo Kelly Perneth Ilustraciones: Mavizu y Alejandra Robles Mo Vazquéz Rapiña Aro Varse Lili cuca

5


CIUDAD Y Ariana Larrondo

Intento pensar y reflexionar sobre la experiencia de ese ambiente artificial y moderno que han nombrado cuidad. Ese espacio, promesa de los cincuentas que hoy se ve gris cemento, mediado por el tráfico y la violencia, pero también por la posibilidad del anonimato y un crisol de experiencias interculturales.

Quiero imaginar cómo se vive la cuidad desde las diversas experiencias de sus habitantes, pero no de manera ingenua o apolítica, me interesa señalar aquello que conforma la subjetividad, y la atraviesa. Develar aquellas diferencias que se construyen socialmente y nos determinan. Por ejemplo, no será la misma experiencia la de un anciano, ciego o una persona originaria, es decir que la etnia, la edad o la discapacidad mediarán esa experiencia. Debo advertir que quien escribe estas líneas nació con ovarios y eso me coloca a mí y a un chingo de mujeres en una forma particular de experimentar la cuidad, unas veces de goce y otras más de miedo, coraje y frustración. Amo el asfalto y las posibilidades que brinda, pero también la he padecido: miradas insistentes y gestos libidinosos, gritos con mensajes obscenos y hasta tocamientos, me incomoda, me encabrona. He

6


Y CUERPO sabido también de otras mujeres, blancas y prietas, abuelas y niñas, “feas” y “bonitas” NO IMPORTA, todas comparten estas nefastas situaciones, algunas más exacerbadas como el que te muestren los genitales o los rosen-embarren sobre tu cuerpo, se masturben o incluso formas más agresivas de abuso sexual como la violación. ¿Cuál es la distancia entre una “inocente” mirada morbosa y la violación?, ¿cómo se conectan?, ¿en qué momento se separan?

En el mundo 7 de cada 10 mujeres ha sufrido violencia física, sexual o psicológica (ONU). Caminar con miedo, a veces a prisa, otras literal corriendo por algunas calles, sobre todo esas obscuras o en las que intuimos peligro, protegerte traseras y delanteras, con la mano, el bolso o a contra pared… discretamente: ¡hasta eso lo hacemos con pena, vergüenza!!! Hablando de vergüenza, lo es el hecho de que nos educan para ignorar estos eventos, hacer como si no hubieran existido, así nomás, aceptarlos de forma sumisa, porque de lo contrario, como mujeres (débiles) nos puede ir peor. Este texto es una invitación a pensar sobre la forma en como convive el espacio público y el cuerpo,y algunas consecuencias; acoso, violencia, vivir con miedo. De la restricción y el confinamiento del espacio público. Cómo fue que se constituyó esta confusión de pensar el cuerpo

7


de las mujeres como un espacio público. Aparentemente la concepción del cuerpo de las mujeres como objeto es compartida por la sociedad patriarcal global, pero esto deriva de un largo proceso histórico de apropiación del cuerpo y de los conocimientos que las mujeres habían desarrollado sobre él. La colonización del cuerpo de las mujeres tiene múltiples manifestaciones, la imposición de métodos anticonceptivos, la moda exacerbada y sus consecuencias (desde enfermedades, operaciones estéticas hasta baja autoestima), la somatización y medicalización de “lo femenino”, el desconocimiento y hasta desprecio del propio cuerpo y sus fluidos, el uso de tacones, faldas o elementos que constriñen disciplinan y norman la movilidad y el desplazamiento del cuerpo femenino…

¡Es momento de recuperar nuestro cuerpo, momento de recuperar la cuidad! 8


9


KIT DE AUX 02_

01_ Toma un curso de defensa personal (preferentemente feminista)

Consulta o reproduce acciones y proyectos de colectivos e individuas que han denunciado el acoso callejero: “El cazado Cazado”, de Alicia Murillo Ruiz, el sitio: “Háblame bien” un espacio para denunciar, la producción de CUALCA: “Piropos”. America Latina, en Chile y Colombia existe el “Observatorio contra el acoso callejero”; en Perú “Paremos el acoso callejero”, en Argentina el movimiento “Acción Respeto”, en Ecuador la campaña “Quiero andar tranquila”, o el “Colectivo de mujeres Matagalpa” en Nicaragua.

10


ILIO: 03_ Súmate a la Semana Internacional contra el Acoso Callejero “Stop Street Harassment”

04_ Aprópiate, reproduce, grita, escribe, vuelve calca o inventa algunas consignas: ¡El cuerpo de las mujeres no es buzón de sugerencias! ¡El que use el espacio público no quiere decir que mí cuerpo lo sea! ¡Tengo derechos a caminar, libre y segura!

Vivimos en un mundo donde enseñan a las mujeres a cuidarse de no ser violadas en vez de enseñar a los hombres a NO VIOLAR.

11


12


13


14


15


Cuerpxs lesbianxs: habitas de en - (cierro) 16


Cuerpo, algo que ocupa un lugar en el espacio; lesbiana, la manera como ocupo mí cuerpo. F.M. Por: Kelly Perneth

. El deseo sexo- disidente está privatizado, cuando me refiero a ello, hago alusión a como el estado y sus instituciones son lugares de producción de una norma del deseo heterosexual, evidenciando que los (otro/s) deseo(s) son subversivos y terroríficos frente a la óptica sexo-genérica naturalizada. Michel Foucault propone la noción de la sociedad disciplinaria, aquella en donde dispositivos como la familia, iglesia, escuela, y la fábrica, son lugares constitutivos de la memoria heterosexual; lo más relevante al pensar esto, es que, los cuerpos disidentes como el lésbico son des-habitados por no cumplir la norma. La norma no tiene sentido si no encuentra un lugar donde ser habitada, ese lugar es el cuerpo. Los cuerpos lesbianos des-habitan la norma al no cumplirla, por ende, son clasificados en la taxonomía heterosexual como cuerpos- infectores del espacio urbano. La ciudad es un lugar de múltiples corpo-parlancias, no obstante, la creación de clínicas de tortura ( des-homosexualización), lo único que pretenden es desinfectar la ciudad, y posicionar una vez más una memoria inacabada e insuficiente como es la heterosexual.

17


18


Mientras en Ecuador la homosexualidad siga siendo asociada con una enfermedad, olvidando que, un 17 de mayo la OMS el 1992 retiró de la lista de enfermedades la homosexualidad, los discursos moralistas e higienistas tendrán sentido al momento de pensar una cartografía genérica urbana. El espacio urbano es algo más allá que grandes edificios y carreteras, en él circulan cuerpos que enuncian metarelatos normativos de género, otrxs, renuncian a la misma, por tanto, reciben una sanción, la desinfección sexo-genérica.

Los cuerpos lesbianos y sexo-disidentes son asociado con cuerpos en descomposición y alterados, por qué no, en términos de Butler, abyectos. Las ciudades se traducen en cabinas ambulantes de vigilancia del sexo- género, producto de la heteroespacialización por sus usos y des-usos. En últimas, tenemos frente a nuestros inertes ojos una política de producción de subjetividades- corporalidades que trascienden entre el espacio público- y el espacio privado. El diseño de la ciudad como habita único del ser heterosexual, se altera cuando el cuerpo lesbiano rompe el encierro de la norma; al ocuparlo a su antojo el teatro bi-genérico se infecta de lxs (otrx/s). Se unta del viscoso cuerpo lésbico.

19


20


Hace un año salí de Puebla, mi ciudad natal en México, con un propósito que no tenía muy claro en un principio y que con el tiempo se fue haciendo obvio: cruzar América Latina con mis ganchillos y mi compañero de viaje dejando pequeñas instalaciones de crochet en cada país y no sólo vender mis creaciones como “artesana”, si no también estar en contacto con antiguas y modernas técnicas textiles y por compartir mi conocimiento tras el ganchillo. Eso me mueve; comunicar y compartir tejiendo es lo mío. Aprendí a tejer, como muchas mujeres, en el hogar. Mis primeros acercamientos al tejido fueron bajo el cuidado de mi abuela, quien tenía que mantener ocupadas a sus cuatro nietas en el horario laboral de nuestros padres. Tejiamos, bordábamos, remendábamos y hacíamos los adornos navideños. Durante mi adolescencia parecía ser sólo un lindo recuerdo de infancia, sin embargo me formó para siempre. A mis 18 años retomé el ganchillo para hacerle un regalito a mi mejor amiga; el proyecto era un gorrito con orejas del cual no tenía patrón ¿a quién recurrir? a mi abuela, claro. Desde ahí mi gancho y yo nos fusionamos, se volvió una extención de mi. Al principio era tejedora de clóset, me daba pena que alguien jóven disfrutara realizar una actividad de abuelitas y gracias a YOUTUBE nadie tenía que verme. Sin embargo comenzaba a llamar la atención de mis compañeros universitarios y de oficina cuando hacía una entrega en público, me preguntaban ¿tú tejes? y caí en cuenta del estereotipo de la tejedora “mujer/abuelita domesticada tejiendo para sus hijos/nietos“, hasta la fecha a muchas personas no les cabe en la cabeza que mujeres 21 jóvenes, independientes y profesionales realicemos esta actividad. Tuve suerte, pronto comenzaron a hacerme pedidos súper locos, entendieron


las ventajas de mi edad porque conocía sus referencias, pasaba horas practicando y buscando patrones (que no existían y al final inventaba) en internet. Ahí descubrí colectivos de tejedoras en el mundo, conocí las instalaciones urbanas en árboles y estátuas, supe que tejer es un acto de resistencia, tejer es DIY, que tejer no tiene género porque los hombre también tejen, que afuera había muchas personas con los mismos interes y de repente esa soledad que tanto disfruté ya no me sabía tan bien, necesitaba compartir mis experiencias, compartir patrones, escuchar a otras tejedoras/tejedores. Necesitaba dejar de vivir el tejido a través de una pantalla. Necesitaba una CROCHET GANG. Empecé a dar talleres de crochet & mezcal y a convocar a mi círculo cercano de amigas a reuniones tejeriles, se volvió un círculo creativo de apoyo emocional e hicimos nuestras propias instalaciones urbanas. Nos encontramos, nos identificamos y nos acopañamos. Ahora viajo y THE CROCHET GANG se ha convertido en un colectivo nómada, es mi estilo de vida como acto de resistencia. La crochet gang somos Julian, (mi novio quien aprendió sus primero puntos en la infancia y lo retomó al conocernos) yo y todas las personas que le dan al ganchillo y se involucran en las actividades que realizamos en nuestro camino, como talleres, colaboraciones e intalaciones. ara FANZINE: PODER AMAZÓNICO pensamos en una pieza que P representara lo femenino, que fuera útil en la vida cotidiana y que al mismo tiempo rompiera con esta cotidianeidad del antidesnudo. Entonces “liberamos un pezón” en forma de monederos de edición súper limitada, que si tal vez no tuviste la oportunidad de comprar con el fanzine o sí pero igual te gustaría reproducir, aquí las instrucciones para 22 crocheteras.


Patrón

Pezón

1ª Vuelta- 8 puntos bajos en círculo mágico 2ª vuelta - 1 punto alto en cada punto bajo( total 8 puntos) VOLTEAR EL TEJIDO 3ª vuelta - Un aumento en cada punto alto (total 16 puntos) 4ª vuelta - Secuencia: Un alto, Un aumento, Un alto, Un aumento... (total 24 puntos)

Cambio a color piel 5ª vuelta - Secuencia: Dos altos, Un aumento, Dos altos, Un aumento... (total 32 puntos) 6ª vuelta - Secuencia: Tres altos, Un aumento, Tres altos, Un aumento... (total 40 puntos) 7ª vuelta - Secuencia: Cuatro altos, Un aumento, Cuatro altos, Un aumento... (total 48 puntos) 8ª vuelta- TEJER 30 ALTOS TOMANDO SÓLO LA HEBRA EXTERIOR DE LA 7ª VUELTA PARA CREAR UNA “COSTILLITA” completar la vuelta con 18 cadenas y cerrar en primer alto.

Ya comenzaste la parte trasera 9ª vuelta - Aquí también sólo tomaremos la hebra exterior. Un punto alto 23 en los 30 puntos altos y 18 cadenas de la vuelta anterior (total 48 puntos )


10ª vuelta - Secuencia: Tres puntos altos, Una disminción, Tres puntos altos, Una disminución... (total 39 puntos) 11ª vuelta - Secuencia: Dos puntos altos, Una disminución, Dos puntos altos, Una disminución... (total 30 puntos) 12ª vuelta - Secuencia: Un punto alto, Una disminución, Un punto alto, Una disminución... (total 19 puntos) 13ª vuelta - Disminución en todos los puntos, ahora con puntos bajos. (total 10 puntos) 14ª vuelta - Secuencia: Cuatro puntos bajos y una disminución, cuatro puntos bajos y una disminución... (total 8 puntos) Cierra con una X en el huequito final.

Pon un cierre y un pompón 24


Recuerda postear tu foto del proceso y resultado en la pรกgina de facebook: The Crochet Gang.

El monedero es un objeto femenino de uso cotidiano, agregamos un detalle que rompe con esta misma cotidianidad: el pezรณn 25 desnudo.


26


27


28


29


30


31


32


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.