Ver la muerte desde otra perspectiva, con otros ojos, el atardecer como la muerte del día, el crecer como el paso lento a el único destino que tenemos seguro, como una fiesta en la que podemos honrar a nuestros difuntos, en la que sin importar la latitud podemos recibir una visita incorporea de nuestros seres queridos. El recordar eso, provocó en mi corazón un inexplicable y constante calor que me abrazo con amor durante el mes de noviembre. Es, sin duda, el celebrar a la muerte y a los muertos una de las actividades que más disfruto en la vida, la cual me recuerda que es mejor disfrutar mi tránsito por este breve paso por el mundo de los vivos.
Aro Varse
Qu
Con amor dedico este zine a mi mam谩 Chivis, agradezco tus visitas anuales cada 2 de noviembre. Esta obra se termin贸 de imprimir el mes de Noviembre del 2014, en caletita en el Barrio de San Juan. Quito, Ecuador 2015