“SI MI PUEBLO, QUE LLEVA MI NOMBRE, SE HUMILLA, ORA, ME BUSCA Y ABANDONA SU MALA CONDUCTA, YO LO ESCUCHARÉ DESDE EL CIELO, PERDONARÉ SUS PECADOS Y SANARÉ SU TIERRA” 2 CRÓNICAS 7, 14 [Escriba el subtítulo del documento]
Santo Viacrucis 2014 La Paz brota de la Cruz Jorge Luís De la hoz Castro
Estaciones según las orientaciones del Papa Juan Pablo II
SANTO VIACRUCIS 2014 “LA PAZ BROTA DESDE LA CRUZ”
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A diario las noticias que escuchamos, son noticias que nos anuncian la guerra, la discordia, la intolerancia y muchos más antivalores y/o acontecimientos que van en contra de la paz de nuestro país, de la paz de nuestro mundo. Ya bien lo decía Rigoberta Menchú “La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz”; en este momento nuestro mundo atraviesa crisis de guerra y de discordia en muchos países, además experimenta la pobreza de muchos, los cuales en cierto momento también son discriminados. Al meditar nosotros el Evangelio, que es Buena Noticia, descubrimos a un Hombre que como dice el autor sagrado del libro de los Hechos de los Apóstoles, ‘pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos’ (cf. Hechos 10, 38), estas acciones son solamente de alguien que ha sido ungido por Dios con Espíritu Santo y poder. Todos los bautizados hemos sido ungidos con el Espíritu Santo, abramos pues el corazón a la acción de ese mismo Espíritu y obremos según su Ley, ley que da vida (cf. Romanos 8, 2). Además en nuestra vida profesamos que Dios es nuestro Padre y Creador, que fuimos creados a imagen y semejanza de Él, esto significa que poseemos sus virtudes, las virtudes del amor, de la bondad, de la generosidad. Inundemos pues nuestro mundo, actuando con las mismas acciones de nuestro Padre del cielo. De igual manera, a Ese, a Jesús de Nazaret, a quien la Biblia descubrimos como el Justo, le hemos escuchado, hemos escuchado su Palabra, su enseñanza; Él, que vino a ‘dar la libertad a los oprimidos, y proclamar el año de gracia del Señor ‘(cf. Lucas 4, 18- 19), hoy nos está invitando nuevamente a ser testigos de su amor en medio de un mundo dividido por las guerras. Ser testigos del amor de Cristo, es acoger en nuestro corazón la paz que brota de su cruz, es vivir en la paz que el Resucitado nos da la paz que no solamente nos sana del miedo (cf. Juan 20, 19- 20), sino esa misma paz con la que somos enviados al mundo así como él fue enviado por su Padre (cf. Juan 20, 21), una paz que busca que todos vivamos unidos (cf. Juan 20, 26). Tú que eres bautizado, también estás ungido de Espíritu Santo y de poder, combate la realidad de este mundo con la paz y la misericordia, dones que alcanzó ya Cristo con su muerte y con su resurrección. Vive este Viacrucis, con el compromiso de adherirte a Cristo y de ser testigo de su amor y de su paz en nuestra sociedad. Jorge Luís De la hoz Castro Seminarista Eudista “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
2 ORACIÓN INICIAL Amado Padre Dios, una vez más estamos aquí ante tu presencia para suplicarte por medio de los méritos de la pasión dolorosa de tu Hijo, que tengas piedad de nosotros, ten piedad Señor de nuestros pecados, de nuestras faltas. Tu Palabra nos dice que un corazón contrito y humillado, tú Señor, no lo desprecias; y hoy venimos aquí para humillarnos, para orar, para pedir tu gracia en nombre de nuestra sociedad para abandonar nuestra mala conducta y así alcanzar la paz que necesitamos. Queremos ofrecer la meditación de la Pasión dolorosa de tu Hijo, aunque nos de vergüenza que siendo él justo, haya cargado sobre sus hombros y haya pagado con su Sangre el precio de nuestras culpas. Hoy queremos ofrecernos a ti Papá, para pedirte que por sus méritos derrames en nosotros la unción del Espíritu Santo, para que movidos por tu Espíritu podamos darle al mundo esa paz que recibimos en nuestro corazón, cuando aceptamos tu propuesta de Salvación. Amén
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
PRIMERA ESTACIÓN JESÚS ORA EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: MARCOS 14, 32- 42 REFLEXIÓN: La oración, un bálsamo de paz para el alma. 3
Jesús es tentado nuevamente. En la hora de la tentación, el mejor refugio para no caer en ella, es la oración. Su alma siente temor, angustia, tristeza; entonces acude a la compañía de sus amigos. Los seres humanos atravesamos en distintas circunstancias de la vida por el sufrimiento, Jesús también lo experimentó. Pero en Él vemos un ejemplo para dirigirnos a Dios en nuestras necesidades y sufrimientos. Cristo, se dirige a Dios con mucha familiaridad, le dice Papá (v. 36a), Dios también es nuestro Padre, por tanto, nuestra oración a Él debe estar envuelta en la confianza. A pesar de la tristeza, Jesús adora y reconoce el poder de Dios (v. 36b), cuando estés triste por las dificultades, no dudes, confía porque Dios lo puede todo. Nuestro Salvador, suplica al Padre (v. 36b), él mismo ha dicho: “Pidan y se les dará” (cf. Mateo 7, 7), Dios conoce lo que necesitas, pero sé perseverante cuando ores, si no ves de inmediato, sigue confiando. Por último, Jesús se acoge a la voluntad de Dios (v. 36c), muchas veces lo que Dios quiere obrar en nosotros, según nuestra lógica es muy difícil, pero en Jesús vemos que cuando Dios quiere hacer grande a alguien, primero lo humilla. No temas en acogerte a la voluntad de Dios, tú eres voluntad de Dios, refleja con tu vida su voluntad. A ejemplo de Jesús, enfréntate a las pruebas y al sufrimiento con la oración, este será el bálsamo que te dará la paz ante la dificultad. OREMOS Padre Dios, así te quiere clamar hoy nuestra alma. Reconocemos que tú eres el Todopoderoso, hoy venimos a ti, a postrarnos, a decirte que sin ti, nuestra vida no tendría sentido; llegamos hasta ti con el corazón y el alma cargados de sufrimientos, así como lo hizo tu Hijo, venimos a entregarte todo lo que somos, hoy queremos acogernos a tu santa y perfecta voluntad. Danos tu paz, danos tu fuerza, danos tu Espíritu, así seremos más que vencedores, porque tú estás con nosotros. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
SEGUNDA ESTACIÓN JESUS ES TRAICIONADO POR JUDAS, ES ARRESTADO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: MARCOS 14, 43- 50 REFLEXIÓN: La violencia no tiene sentido, Jesús sí. 4
Judas era uno de los doce (v. 43), era cercano a Jesús, vio al igual que los demás apóstoles las acciones y portentos que realizó el Señor. Su ambición por el dinero, le llevaron a traicionar, su corazón lleno de orgullo y de avaricia, lo mueven simplemente al desprecio y a la discriminación. Actitud que hoy día se ve en muchos de los hombres, que atraídos por los placeres del mundo, son capaces de olvidarse que han sido creados a imagen y semejanza de Aquel que es todo amor y bondad. El arresto de Jesús se enmarca en medio de la violencia; se le tiran encima (v.46), y lo prenden. De la oscuridad, símbolo bíblico de la ausencia de Dios, sale uno que saca su espada y hiere a un hombre (v. 47). La actitud de Jesús es totalmente diferente a la de los personajes que lo rodean; con su alma que ha sido fortalecida en la oración se enfrenta a la situación con serenidad, convencido de que todo está en las manos de Dios. Para Jesús, la violencia no tiene sentido, él sabe perfectamente que con la violencia no se sale a flote. La fuerza del Maestro está en aceptar la voluntad del Padre, al cual se ha acogido; Jesús rechaza la violencia en todas sus manifestaciones, incluso como mecanismo de defensa. Lo que si tiene sentido para él, es la opción por el amor, el amor que es capaz de vencer toda fuerza del mal, el amor que lo puede y lo alcanza todo. Queridos hermanos, meditar el camino de la cruz, es adherirse a la propuesta del Maestro: “Amen a sus enemigos, traten bien a los que los odian” (cf. Lucas 6, 27- 30). Lograremos la paz, cuando todos vivamos conforme a la enseñanza del Amor. Comienza hoy a amar, según la propuesta del Señor y el mundo cambiará. OREMOS Padre, por medio tu Hijo nos enseñas el amor, y con tu Espíritu lo derramas sobre nuestros corazones. Enséñanos a amar de verdad, queremos que nuestro mundo viva en paz, y la única forma de lograrlo es por medio del amor. Tu que eres todo amor, danos a beber de esa fuente inagotable que brota de tu corazón. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
TERCERA ESTACIÓN JESÚS ES CONDENADO POR EL SANEDRÍN V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: MARCOS 14, 53- 64 REFLEXIÓN: La injusticia, enemiga de la Paz 5
Los que condenan a Jesús, eran quienes tenían entre los judíos, la misión de administrar justicia interpretando y aplicando la Torah (El Pentateuco), tanto oral como escrita. En su vida vemos una total incoherencia entre su manera de pensar y su manera de actuar. El juicio no fue justo, para acusar se necesitan dos o más testigos, ellos buscaban uno, su interés era deshacerse de Jesús, el único Justo. Jesús es el siervo sufriente de Yahvé, profetizado por Isaías (cf. 50, 6 ss). Hoy nuestra tierra, padece también la injusticia. Hoy es necesario que nuestra sociedad, afine el oído para escuchar esas palabras de Jesús: “Yo soy el Mesías” (v. 62). Palabras llenas de verdad, porque Jesús es mucho más que el Mesías, Él es el rostro humano de Dios, él es la misericordia misma. Al igual que los miembros del Sanedrín, hoy muchos buscamos testimonios falsos, para destruir la identidad del prójimo. Nuestra humanidad está dispuesta a condenar, pero no está solicita a defender la verdad. Jesús es la Verdad (cf. Juan 14, 6), nosotros somos los responsables de anunciar la Verdad y de denunciar la injusticia; en la medida en que anunciemos a Cristo, muchos lo conocerán y se acogerán a su propuesta, la propuesta de un Reino de Justicia y de Paz. Evitemos vivir condenando, y procuremos mostrar con nuestras acciones el rostro humano de Dios, reflejemos a Cristo, reflejemos la Verdad. OREMOS Padre Misericordioso, nuestra sociedad anhela la paz, pero sin embargo vive en la injusticia. Día a día nos enfrentamos a injusticias, vivimos alejados de la Luz, vivimos alejados de tu Hijo; olvidamos que él con su muerte y con su resurrección, nos ha hechos hijos tuyos, nos ha hecho hermanos. Vivimos sedientos del poder, sed ambiciosa que nos alimenta el corazón de orgullo y nos mueve a oprimir, juzgar y discriminar. Ven en nuestra ayuda, sana nuestro corazón, y enciende en ellos con el poder de tu Espíritu Santo, un deseo profundo de fraternidad y de justicia. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
CUARTA ESTACIÓN JESÚS ES NEGADO POR PEDRO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: MARCOS 14, 54. 66- 72. REFLEXIÓN: Estar con Jesús, es vivir en la Paz. 6
Pedro siguió a Jesús desde lejos, al igual lo hacen hoy día muchos de los bautizados. Ante la difícil situación que se vivía en esa noche, Pedro por miedo quiere abandonar el camino del seguimiento de Jesús, esa fue su tentación. Día a día en nuestra Iglesia, muchos servidores, dejan de lado el camino del Señor, por el miedo a lo que se dirá por pertenecer al grupo de los llamados por Jesús. Unos se arrepienten y vuelven, otros no. Cuando escuchamos el Evangelio de San Marcos, el episodio de la elección de los apóstoles, Jesús los llama para que «estén con él» (cf. Marcos 3, 13- 14), y es esto en realidad lo que nos define como cristianos, dignidad que perdemos o nos dejamos robar, cuando decidimos estar alejados del Señor, cuando con nuestras obras injustas negamos que pertenecemos a Cristo. Estar al lado de Jesús, es vivir en la Paz. La profecía mesiánica de Isaías, proclama a Jesús como el Príncipe de la Paz (cf. Isaías 9, 56), su glorioso principado y la paz no tendrán fin, acogernos a ese principado de Cristo, es acogerse a la Paz; hoy nuestra sociedad, está invitada a acoger al Príncipe de Paz. Hoy nosotros, nuestro país y toda la Iglesia, somos Pedro, que recordamos en el corazón las palabras de Jesús. Hoy el Maestro te llama y te perdona, y tu llanto de arrepentimiento por haberle negado, debe verse reflejado en la búsqueda de la justicia y de la paz. OREMOS Padre bueno, con tu Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo, son Uno en el amor y en la paz. Hoy reconocemos, que estar lejos de Jesucristo, es estar lejos de Ti, es estar lejos de tu Espíritu. Danos la gracia del arrepentimiento; que como Pedro podamos volver nuestra mirada y fijarla en la mirada amorosa de tu Hijo, quebranta nuestro corazón, quebranta nuestra vida, y que podamos experimentar el consuelo y la paz que brota de tu Corazón amantísimo, paz que es signo de reconciliación, paz que es fruto de tu Espíritu Santo. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
QUINTA ESTACIÓN JESÚS ES JUZGADO POR PILATO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 15, 1- 15 REFLEXIÓN: Rechazar a Jesús, es rechazar la Paz. 7
En medio de la oscuridad, signo del estar lejos de Dios y del rechazo de la Verdad, los sumos sacerdotes llenos de envidia, manipulan al pueblo para que se levante en contra del Hijo de Dios, en contra del Mesías. Actualmente en nuestra sociedad, muchos hombres con el afán de alcanzar el poder, les importa pasar por encima de los demás, destruyendo su dignidad humana, contemplar a Jesucristo juzgado por Pilato, es contemplar a un país que es condenado a vivir en la pobreza y en la violencia por aquellos que desean el poder sólo para satisfacer sus propias necesidades y para sentirse reyes y en el peor de los casos ‘dioses’ de la tierra. El pueblo rechazo al Mesías, rechazo la Paz, la justicia, el bien. Ese rechazo del pueblo, hacia parte de ese plan misterioso de Dios por salvar a la humanidad, eso debía pasar, así lo quiso Dios. Pero hoy, se sigue rechazando a Jesús, cada vez que los seres humanos damos la espalda a su enseñanza y nos acogemos o nos dejamos llevar por nuestros intereses. Si hoy el ser humano fija su mirada en la mirada amorosa de Jesús, estará fijando su mirada en la paz, estará fijando su mirada en la alegría y encontrará un verdadero sentido de la vida. Queridos hermanos, este es un tiempo favorable para que como Iglesia, manifestemos nuestra fe en Jesucristo; acogernos a Jesucristo es experimentar en el corazón la paz, es experimentar en el corazón la alegría de la salvación. Gritemos hoy al mundo el nombre de Jesús, Nombre sobre todo nombre (cf. Filipenses 2, 9), nombre que nos da la salvación (cf. Hechos 4, 12). OREMOS Papá Dios, tu Hijo Jesús, el Mesías nos enseña hoy a cumplir tu voluntad. Danos la gracia de poder nosotros acogernos siempre a tu santa y perfecta voluntad, voluntad que es enteramente justa. Haz que nos acojamos cada día más a tu Hijo, a su enseñanza, para que nuestro corazón estando cerca de su Corazón, que es una hoguera de amor, pueda experimentar la paz. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
SEXTA ESTACIÓN JESÚS ES AZOTADO Y CORONADO DE ESPINAS V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 15, 15- 20 8
REFLEXIÓN: No podemos responder mal por mal Hemos escuchado la enseñanza de Jesús con respecto a la venganza, no responder mal por mal (cf. Mate0 5,38- 42). ¿Qué nos querrá decir Jesús con su silencio, al ser burlado por los judíos y los romanos? Sencillamente, es una forma de dar testimonio de lo que había enseñado. Es lamentable la situación que vive nuestro mundo actualmente, hemos llegado al extremo de la violencia, la hemos enraizado en nuestros países, en nuestras comunidades. Al ser humano le cuesta, sustituir la Ley del Amor, por la Ley del Talión. Contemplar a Cristo flagelado y coronado de espinas, es contemplar también a todos aquellos hombres y mujeres que sufren la injusticia, la violencia, la soledad. El silencio del Señor al ser burlado, es una invitación a la humanidad, a los cristianos, de poner en práctica el mandamiento nuevo del amor. Es hora de tomar conciencia y de aportar para el cambio de la sociedad, dejemos de lado el rencor, el egoísmo y contrarrestemos el mal con el bien, el odio con amor y así nuestro mundo cambiará. Somos los cristianos, los que podemos iluminar las tinieblas del mundo con el testimonio de Jesucristo reflejado en nuestras vidas. El amor todo lo alcanza, la violencia y el odio no prosperan, el amor hace feliz el corazón con la alegría de la paz. OREMOS Padre Dios, tu amor ha sido derramado en nuestros corazones por medio de tu Espíritu Santo. Tu Hijo, nos ha enseñado que el amor vence el mal, hoy te pedimos que renueves la gracia de tu Espíritu en nuestros corazones, para que así podamos nosotros no solamente estar cerca de Ti, sino darle al mundo ese amor que Tú nos das. Señor danos valentía para enfrentarnos al mundo con la fuerza del amor. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria)
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
SÉPTIMA ESTACIÓN JESÚS CARGA CON LA CRUZ V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Juan 19, 16b- 17 REFLEXIÓN: Después de la humillación, viene la gloria 9
Reconocer a Jesús como Redentor, es contemplar al Inocente, al Justo, que fue capaz de tomar el puesto que debió haber ocupado el culpable. La cruz, señal de victoria y de gloria, es aceptada por Jesús. Nuestro Redentor, ‘a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que se vació de sí mismo y tomó la condición de esclavo’ (cf. Filipenses 2, 6- 8) y se humilló bajo el peso de la cruz. Es ese amor por nosotros, con el que Jesús abraza la cruz, el que nos hace salvos. Al Jesús humillarse bajo la cruz, pensó en la exaltación nuestra, en nuestra salvación; el Redentor del género humano nos ha enseñado que ‘todo el que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado’ (cf. Lucas 14, 11), su enseñanza no fue sólo de palabra, sino también de obra. Al ser humano, siempre le ha costado pasar por la humillación, busca siempre ser reconocido, pero a la hora de la humillación y del sufrimiento, se revela contra Dios. Jesús nos enseña hoy que cuando Dios quiere hacer algo grande en alguien, primero lo humilla. Queridos hermanos, abracemos hoy la cruz de nuestros sufrimientos, la cruz de nuestra humillación, en ella veremos manifestada la gloria de Dios. Porque es el sufrimiento, el momento propicio para que resplandezca en nosotros el poder de Dios. OREMOS Glorioso Dios, la cruz cargada por tu Hijo, es la que nos ha dado la salvación. Él llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que muriésemos a nuestros pecados y viviéramos para la justicia; con sus heridas hemos sido curados. Hoy queremos pedirte por virtud de la cruz de tu Hijo, que en los momentos de humillación en nuestra vida, nos llenes de valentía y de paz, para enfrentarlos y que en los momentos de sufrimiento, podamos abrazar el sufrimiento como signo de redención. Queremos Señor contemplar tu gloria; en este pueblo que sufre te pedimos que manifiestes tu poder. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
OCTAVA ESTACIÓN JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRINEO A LLEVAR LA CRUZ V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 15, 21- 22 10
REFLEXIÓN: Unidos a Jesús podemos alcanzar la paz Simón de Cirene sólo pasaba por el lugar, al igual que muchos pudo quedarse indiferente ante lo que acontecía en el pueblo. Fue obligado a cargar con la cruz de Jesús. Este hombre nos da un ejemplo de solidaridad, él ayudo a Jesús en su camino a la Salvación del género humano. Hoy Jesús sigue necesitando la ayuda de muchos hombres y mujeres que se comprometan a trabajar unidos a Él y movidos por la fuerza de su Espíritu Santo, para poder seguir extendiendo su mensaje de salvación a la humanidad. Somos conscientes de los momentos de tribulación que vive nuestra sociedad a causa de la injusticia y de la violencia, si nos ponemos en la tarea de anunciar a Jesús y llevar nuestro país a sus pies, podremos alcanzar la paz; sólo unidos a Jesús y acogiéndonos a su propuesta de amor podemos lograr la paz que anhelamos, también si somos capaces de ser ‘Cirineos’ de nuestros hermanos en la Iglesia podremos vivir la esperada libertad. Contemplar a Jesús necesitado de ayuda, es contemplar a la humanidad necesitada de solidaridad, se nos ha dicho: “Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas” (cf. Gálatas 6, 2); es tiempo de dejar de ser indiferentes ante las necesidades del prójimo, la paz no es sólo la ausencia de violencia, comprometámonos en ayudar al que sufre, seamos misericordiosos y no nos cansemos nunca de hacer el bien. Seguir a Cristo y no ser misericordioso, es una dualidad que no debe existir en el corazón del cristiano. OREMOS Amado Dios, al enviar a tu Hijo al mundo, has levantado a la humanidad caída por el pecado, las obras que realizó Jesús en tu Nombre, dan muestra de tu infinita misericordia. Nosotros necesitamos la paz, pero a veces nos cuesta ser fraternos y solidarios, sopla en nosotros tu Vida, sopla en nosotros tu aliento y haznos sensibles ante el dolor de los hermanos, para así mostrar tu rostro de amor al que sufre. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
NOVENA ESTACIÓN JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Lucas 23, 27- 32 REFLEXIÓN: Jesús hoy quiere consolarnos 11
Quién padecía el sufrimiento y la humillación, es el que está dispuesto a consolar y no a ser consolado. Jesús es consciente que él ha venido a cumplir las profecías del Antiguo Testamento, Él, el Justo quiere consolar al pueblo de Dios (cf. Isaías 40, 1- 2), Él quiere consolar hoy a nuestro pueblo. Al tener en cuenta que en la Biblia, la mujer es símbolo de su pueblo, podemos darnos cuenta que Jesús está consolando a un pueblo que sufre la injusticia y la opresión. Ese consuelo del cual nos habla el evangelista, es el consuelo que el Príncipe de Paz, quiere dar hoy a este pueblo. Hoy nuestro pueblo llora y padece por las consecuencias del odio, de las guerras; hoy nuestra Iglesia sufre la deshonra de aquellos que dicen amar a Cristo pero no a la Iglesia. Queridos hermanos, Jesucristo, viene hoy a decirle a este pueblo: “Les traigo la paz” (cf. Juan 14, 27); hoy Jesucristo quiere devolverle la dignidad a este pueblo, a esta nación, a esta Iglesia. Para poder vivir en paz, es necesario que tú y yo, abramos el corazón al consuelo que nos trae el Señor, terminará este viacrucis que hoy meditamos, pero queda el día a día, a esa realidad debemos nosotros inundarla de la paz y del consuelo del Señor. No queremos más llanto en nuestro pueblo a causa de las guerras, no queremos sufrir más a causa de la violencia, entreguémonos a Cristo y acojamos en el corazón la paz que brota de su cruz. OREMOS Padre Dios, hoy te bendecimos por la mujer, por la Iglesia, por las religiosas, por nuestras madres, hermanas, esposas, por todas las mujeres del mundo. Te pedimos que nos enseñes a perdonar y a pedir perdón, a tener compasión de nosotros mismos y de nuestros semejantes. Mira con bondad oh Padre, a este pueblo que llora, a este pueblo que sufre, y se lamenta por la violencia interior y que se encuentra destruido por el odio de los hombres. Ven a nuestro pueblo Señor, a traernos paz y consuelo. Necesitamos de Ti, necesitamos de tu misericordia. Apiádate de nosotros. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
DÉCIMA ESTACIÓN JESÚS ES CRUCIFICADO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 15, 24- 36 REFLEXIÓN: Amor reflejado en la cruz 12
Así como Moisés, levanto en el desierto la serpiente, así será levantado sobre la tierra el Hijo del Hombre, para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna. (cf. Juan 3, 14- 15). Creer en Jesucristo, es creer en el Amor, amor que fue reflejado en la cruz, cruz que nos dio la salvación y que nos abrió las puertas del Cielo. Jesús se entrega totalmente; lo expresado en el Evangelio se cumple en la cruz: “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (cf. Juan 13, 1); la cruz nos refleja el amor del Padre manifestado por medio de su Hijo Jesucristo. Amor sin reservas y sin límites que es capaz de olvidar las ofensas y las faltas, en la cruz del Calvario quedaron clavados nuestros pecados, la Sangre derramada por Jesús nos ha redimido; sufrió por nosotros, pero sufrió por amor y es allí donde el sufrimiento humano, adquiere un valor de salvación; es en el amor de Jesús donde nosotros hemos sido salvados. Jesús permaneció en la cruz por amor. Queridos hermanos, eres fruto del amor, tal vez piensas que no vales nada, hoy contempla a Jesús en la Cruz, y contempla tu valor, vales la Vida de Cristo, vales su Sangre, has sido salvado por su amor. Hoy te invito a descubrir ese amor, ese amor que te salva, ese amor que te hace libre, ese amor que te sostiene. Cuando sientas que no puedes más, recuerda en tu corazón que si Jesús permaneció en la cruz fue por amor a ti y que ese amor, es lo que te mantiene vivo. OREMOS Nos has amado tanto, oh Padre bueno, que nos has enviado a tu Hijo. Cuán grande eres Dios, cuanto amor y ternura hay en tu corazón, te deleitas en amarnos, y a pesar de nuestras debilidades hoy nos sigues amando. Gracias por tu amor, oh Papá, gracias porque en tu Hijo te entregaste a nosotros, te despojaste de Él, para que por medio de él hoy tuviéramos vida eterna, nos diste a tu Hijo, para que nosotros podamos vivir eternamente en tu presencia, para que podamos vivir por siempre en tu amor. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria)
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
UNDÉCIMA ESTACIÓN JESÚS PROMETE SU REINO AL LADRÓN ARREPENTIDO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Lucas 23, 33. 39- 43 REFLEXIÓN: Reconocer a Jesús, es conocer la Paz 13
Jesús nos viene a comunicar su vida divina. Aún en la cruz, seguimos viendo a Jesús cumpliendo todo lo que en su vida pública había dicho: “Yo no he venido por los justos, sino por los pecadores” (cf. Lucas 5, 32). Este hombre del que nos hablan hoy el Evangelio y que contemplamos todos los Viernes Santos, nos está enseñando que es necesario dejar atrás nuestros orgullos y confiar en Dios. El encuentro con Jesucristo debe producir un cambio en la vida del ser humano; este hombre reconoció al Mesías, reconoció a Jesús y por tanto conoció la paz, pudo alcanzar esa paz que había perdido con Dios. Las palabras de Jesús: “hoy mismo estarás conmigo en el paraíso” (cf. Lucas 23, 43), ¿qué nos querrán decir a nosotros los colombianos?, sencillamente que éste es el tiempo favorable, que éste es el tiempo de salvación (cf. II Corintios 6, 2), hoy nuestro pueblo, está llamado a dejar las malas acciones, está siendo invitado a vivir un verdadero arrepentimiento, a reconocer a Jesucristo, para poder vivir la paz con nosotros mismos, con los demás y especialmente con Dios. El Papa Francisco nos ha recordado que Dios no se cansa de perdonar (Marzo 17 de 2013). Querido hermano, Dios no te va a despreciar, Dios quiere salvarte hoy, Jesucristo quiere amarte hoy, el Espíritu quiere santificarte hoy, déjate inundar de la paz que ha venido a darte vida y vida en abundancia (cf. Juan 10, 10), el cielo es tuyo. OREMOS (Oración para decir juntos) Padre Dios, por los méritos de tu Hijo te pedimos que te acuerdes de nosotros. Hoy nos estás hablando al corazón, sedúcenos con tu mirada amorosa, hoy nos postramos ante Ti, para decirte que tengas piedad y misericordia de nosotros. Hoy en nombre de nuestro pueblo, nos queremos humillar ante Ti y reconocer que te hemos fallado, te suplicamos Señor que sanes nuestra tierra, danos la paz. Alienta a tu pueblo con tu paz, dirige hoy tu palabra de consuelo sobre esta tierra, y a nosotros inúndanos el corazón con tu Espíritu y perdona nuestros pecados. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
DUODÉCIMA ESTACIÓN JESÚS EN LA CRUZ, SU MADRE Y EL DÍSCIPULO AMADO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Juan 19, 25- 27 14
REFLEXIÓN: María Reina de la Paz, ruega por nosotros La lógica humana nos dice que una madre llora ante la muerte de su hijo. El texto bíblico no muestra el dolor de María, más bien nos dice, que junto a la cruz de Jesús estaba su madre (cf. Juan 19, 25), para enseñarnos que es necesario confiar aún en el momento de dolor. En el calvario, María sigue fiel a sus palabras: “Aquí está la esclava del Señor, que se cumpla en mí, tu Palabra” (cf. Lucas 1, 38). María ha creído que las promesas de Dios se cumplen, por eso firme está junto a su Hijo, ¡qué gran ejemplo de fe!, María es modelo de la Iglesia, por eso debemos pedirle que interceda por nosotros, para que se acreciente en nuestros corazones el carisma de la fe. El discípulo amado, en nombre de la Iglesia, acoge en la casa de su corazón a la Reina de la paz. Hoy nosotros estamos recibiendo una vez más ese regalo de perdón y de paz que desde la cruz nos hace Jesús: “Ahí tienes a tu madre” (cf. Juan 19, 27). Los cristianos, somos los amigos de Jesús, los amados de Cristo, dejemos que ese amor nos transforme. Contemplar a la María junto a la cruz, debe animarnos a pedir su intercesión, cuando ya no tengas fuerzas, acude a María, ella sabrá llevarnos a los pies de Cristo. Hoy pidamos la intercesión de la Reina de la paz, para que interceda por nuestro pueblo. Acojamos a María en el corazón y por medio de ella, experimentemos el amor de su Hijo. OREMOS Padre bueno, danos la fe de María, hoy queremos ser fuertes ante el dolor y el sufrimiento. Danos la capacidad de poder responderte como ella lo hizo, queremos hacer tu voluntad todos los días de nuestra vida, por eso te pedimos que envíes tu Espíritu a fortalecer en nosotros el don de la fe. Papá, hoy te pedimos que mires a la Madre de tu Hijo y escuches nuestra oración, perdona nuestros pecados, sana las heridas de nuestro corazón y aliéntanos para seguir creyendo en tus promesas. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
DECIMOTERCERA ESTACIÓN JESÚS MUERE EN LA CRUZ V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 15, 37- 39 REFLEXIÓN: Verdaderamente Jesús es el Hijo de Dios 15
Sólo desde la cruz, podemos comprender el mesianismo de Jesús. El centurión romano, pudo ver al final que Jesús era el prometido de todos los tiempos. Hoy el Señor sigue actuando en la vida de los hombres, tú ¿has podido descubrir la acción de Cristo en tu vida?, lo más grande que ha obrado en ti, fue su entrega en la cruz. Jesús con su muerte en la cruz, nos ha acercado a Dios, ha rasgado el velo que nos separaba; hoy ese Templo de Dios, es Jesucristo, que ha dado libertad al cautivo (cf. Lucas 4, 18), en Jesús podemos alabar al Padre. Hoy quiero invitarte a que descubras en Jesús, al Mesías, al verdadero Hijo de Dios, que aceptó en todo la voluntad del Padre para darnos a nosotros nueva vida. Su costado traspasado de donde brotó la vida es la fuente que nos renueva y purifica, dejémonos amar por el Señor, descubramos su presencia en las situaciones cotidianas de la vida y que al ver su obra, exclamemos alegres: “Verdaderamente, Jesús es el Hijo de Dios” Queridos hermanos, hoy los invito a valorar el sacrificio de Jesús, hoy como los enfermos y los necesitados del Evangelio, postrémonos ante Él, adoremos a Cristo el Señor, adoremos al que se ha despojado de sí, para darnos la Vida de Dios. (Invitemos a la asamblea a proclamar una oración espontanea alabanza y adoración al Señor) OREMOS Tanto nos has amado Dios, que nos has dado a tu Hijo, creemos en Él, gracias por la salvación que por su muerte nos has regalado, gracias por la redención, gracias porque por medio de Él nos has dado la vida eterna. Hoy te queremos alabar Padre, en la persona de Jesús y con la fuerza de tu Espíritu Santo, te bendecimos y proclamamos que eres un Dios Fiel, un Dios de poder, un Dios de amor. Papá, santificado sea tu Nombre, te adoramos y te bendecimos por tu fidelidad, por tu amor, por tu misericordia. Jesús eres Rey, reina en nuestra tierra. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria)
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
DECIMOCUARTA ESTACIÓN JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y COLOCADO EN EL SEPULCRO V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 15, 42- 47 16
REFLEXIÓN: Quien confía en Dios, no queda defraudado El mundo vivirá en tinieblas, mientras esté alejado de Cristo Luz del mundo. Jesús ha confiado enteramente en la voluntad de su Padre, pues a él, encomendó su espíritu a la hora de su muerte (cf. Lucas 23, 46). Un ejemplo para la humanidad hoy, aún en los momentos dolorosos y difíciles de la vida, es importante que sigamos confiando en Dios, al final su gloria ha de resplandecer en aquellos que en él esperan. Todo aquel que espera en el Señor, renovará en él sus fuerzas (cf. Isaías 40, 31), nunca será defraudado quien cree en Dios (cf. Romanos 10, 11). Nuestro mundo se enfrenta hoy día a la cultura de la muerte, injusticias, discriminación, pero ante todo violencia. La humanidad está llamada a acercarse a la Luz, está llamada a acercarse a Cristo, clamemos al Señor la sanación de nuestra tierra, actuamos nosotros en busca del bien, pero creamos en el Señor que responderá a nuestro clamor; así la Vida vencerá la muerte, así la Luz vencerá ñas tinieblas. Jesús vino para liberar a los justos, para llevarlos a la luz de la resurrección, Jesús murió por todos. En esta Pascua nazcamos de nuevo del agua y del Espíritu (cf. Juan 3, 5), dones que brotaron del costado abierto de Cristo. Experimentemos la alegría del Resucitado; en la cruz está la salvación, en la Resurrección está la vida nueva. OREMOS Padre santo, como los discípulos de tu Hijo, hoy nosotros te clamamos a ti, que aumentes nuestra fe. Derrama hoy el Espíritu de tu Hijo, sobre nosotros, para que podamos nacer de nuevo, que la Sangre y el Agua que brotaron de su Corazón, renueven hoy nuestras fuerzas y nos animen a seguir confiando en tus promesas. Tú al prometer al Mesías, prometiste la paz; concede a tu Pueblo la paz y la unidad. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria)
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
DECIMOQUINTA ESTACIÓN JESÚS RESUCITÓ. ALELUYA V. / Te adoramos oh Cristo y te bendecimos. R. / Que por tu santa cruz, redimiste al mundo TEXTO BÍBLICO: Marcos 16, 1- 8
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REFLEXIÓN: Jesús que es Amor y Paz, hecha fuera el miedo Queridos hermanos, el camino de la cruz termina con la Resurrección gloriosa del Señor. Jesús está vivo, en él creemos, pues si no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe (cf. I Corintios 15, 14); el Resucitado es la alegría de nosotros los cristianos. Ya ha pasado la Ley, es la hora de la intervención especial de Dios, es el momento de su glorificación, es el comienzo de la nueva creación, es la fiesta de la Resurrección, este es el día sin ocaso. Cristo es el nuevo amanecer del ser humano, con su resurrección nos da la Vida de Dios. Queridos hermanos: el sepulcro está abierto, está vacío; porque el Crucificado, ha resucitado (cf. Marcos 16, 6), no debe existir el miedo, debe existir sólo el gozo y alegría de la salvación. Nuestro mundo necesita conocer la noticia de que Jesús vive y que sigue obrando maravillas en los que creen en Él, vayamos a la realidad mundial a proclamar que Jesús está vivo; es tiempo que nuestra humanidad experimente la Vida, vamos con la alegría del Espíritu y en el nombre del Señor a echar fuera el temor, el miedo, porque celebrar la Resurrección implica ser testigos, y vivirla es gozar de la libertad que ya adquirimos con la muerte y resurrección del Señor. Hermano, si Cristo venció la muerte, cualquier dificultad de tu vida puede vencer. Cristo nuestra pascua ha resucitado. Feliz pascua de Resurrección. Aleluya. OREMOS Hoy queremos alabarte Señor y exaltar tu Nombre, proclamar tu grandeza, reconocer tu poder y tu gloria. Eres glorioso Señor, eres poderoso, gracias porque con la Resurrección de tu Hijo nos has dado nueva vida, gracias porque somos libres, nos has rescatado del abismo del infierno, nuestra alma te alaba y te bendice, santifica tu Nombre y adora tu majestad. Eres nuestro Rey, eres el Señor. Amén. (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) “Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
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ORACIÓN FINAL Padre Eterno, queremos ofrecerte el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Hijo, como expiación de nuestros pecados y los pecados del mundo entero. Queremos alabarte y exaltarte, porque al contemplar a Jesucristo que padeció por nuestros pecados, podemos contemplar tu amor y tu bondad. Por las llagas de tu Hijo hemos sido salvados, hemos sido curados, te pedimos que nos ayudes a amar el sacrificio redentor de Cristo y que acogiendo su Palabra en nuestros corazones, podamos recibir su paz, para poder darla al mundo de hoy. Por los méritos de tu Hijo, derrama en nosotros la gracia santificante del Espíritu Santo, porque queremos iluminar con la luz de tu Hijo a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, y caminar juntos como hermanos por el camino de la paz. Amén
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”
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«La paz esté con ustedes. » Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz esté con ustedes. » Como el Padre me envió, así yo los envío a ustedes. Juan 20, 20- 21
“Perdón, Señor, Piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”