El peregrino 65

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Semanario de la Arquidi贸cesis de Durango

A帽o 2 No. 65 - 30 de noviembre 2015

Adviento

Tiempo de Esperanza


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ditorial

DIRECTOR GENERAL Pbro. Lic. M. Victor Solís

COORDINADOR GENERAL L.C.T.C. Gabriela Juárez

DISEÑO E ILUSTRACIÓN L.D.G. y P. David Moreno

COOLABORADORES L.C.T.C. Diana M. Pérez Vázquez P. Juan José Mtz. M.

EL TIEMPO LITÚRGICO DE ADVIENTO

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dviento: «celebración de la espera del Señor». Con el tiempo litúrgico de «adviento» iniciamos un nuevo ‘Año Litúrgico’. Es por ello que debemos considerar este tiempo de adviento dentro de todo el conjunto del año litúrgico. Además, el tiempo de adviento conforma un elemento armónico con el llamado ‘ciclo natalicio’ (adviento–navidad–epifanía). Recordemos que los llamados tiempos ‘fuertes’ dentro del año litúrgico, adquieren un dinámica propia ya que poseen: un antes, un en, y un después. No precisamos con exactitud acerca de los orígenes del ‘adviento’. Primero, habrá que distinguir entre elementos relativos a prácticas ascéticas y otros de carácter propiamente litúrgico; es decir, entre un adviento como preparación para la navidad y otro que celebra la venida gloriosa de Cristo (su venida escatológica). Los datos que poseemos sobre el adviento se remontan al siglo IV, caracterizándose este tiempo, tanto por su sentido escatológico, como por ser preparación a la navidad. La reforma litúrgica fruto del Concilio Vaticano II, ha querido salvar uno y otro carácter: el de preparación para la navidad y el de espera de la segunda venida de Cristo. El tiempo litúrgico de adviento consta de 4 semanas y está integrado por dos periodos: 1.- Desde el primer domingo de adviento hasta el 16 de diciembre donde se resalta más el aspecto escatológico, orientando el espíritu hacia la espera de la gloriosa venida de Cristo y, 2.- Del 17 al 24 de diciembre, tanto en la Eucaristía como en la Liturgia de las Horas, todos los textos se orientan más directamente a preparar la Navidad. Los prefacios de adviento expresan acertadamente las características de una y otra fase. En este tiempo litúrgico destacan de modo característico tres figuras bíblicas:

el profeta Isaías, Juan Bautista y la Virgen María. El adviento encierra un rico contenido teológico; considera, efectivamente, todo el misterio desde la entrada del Señor en la historia hasta su final. Los diferentes aspectos del Misterio se remiten unos a otros y se fusionan en una admirable unidad: -se evidencia con fuerza la dimensión escatológica del misterio cristiano; -Cristo aparecerá gloriosamente al final de los tiempos (Hch 1,11); -La Iglesia vive incesantemente la tensión del “YA” de la salvación plenamente cumplida en Cristo y del “TODAVÍA-NO” de su actuación en nosotros. El adviento, nos recuerda el compromiso misionero de la Iglesia y de todo cristiano por el advenimiento del Reino de Dios. Nosotros que formamos la comunidad cristiana, comunidad de creyentes, estamos llamados a vivir determinadas actitudes esenciales a la expresión evangélica de la vida: -La actitud de espera caracteriza a la Iglesia y al cristiano. La Iglesia vive esta espera en actitud vigilante y gozosa. Por eso clama “Marana-tha”: «Ven, señor Jesús» (Ap 22,17.20). – El adviento celebra al Dios de la esperanza (Rm.15,13) y vive la gozosa virtud de la esperanza (Rom. 8,24-25). Por último, se sugiere que en este tiempo de “Adviento” la “disposición y ornato de los templos” sea algo austero, así que, que para cualquier celebración litúrgica, las cualidades que sobresalen en este orden son: sencillez, verdad, autenticidad, dignidad y discreción o moderación. Y en el tiempo de ‘Adviento’: deberá seguir las cualidades de la composición, austeridad, sencillez, verdad, y dignidad. P. Juan José Mtz. M.


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oticias

RETIRO DE ADVIENTO

a Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de Durango, llevó a cabo un Retiro, a fin de reflexionar sobre el adviento y los signos característicos de este tiempo, además se tuvo un momento de oración a manera de preparación, para que los equipos se dispongan a vivir este tiempo de espera y servir alegremente a sus Parroquias. Así lo comunicó el Presbítero Juan José Martínez Mireles, Asesor de esta Pastoral, quien además comentó: “El Retiro se realizó el martes 24 de noviembre del presente año, en el Centro Arquidiocesano de Pastoral a las 6:00 p.m., por lo que invitamos a todos los integrantes de los equipos promotores de liturgia, ministros extraordinarios y agentes de pastoral de las parroquias y capellanías a participar en este evento”.


NUEVOS NOMBRAMIENTOS EN LA ARQUIDIÓCESIS

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a Arquidiócesis de Durango, informa sobre los cambios para la rotación de Sacerdotes en las Parroquias y en los diversos campos de Apostolado que tiene esta Iglesia Local. Fue el Secretario Canciller José de la Luz Guerrero Haro, quien explico que los cambios obedecen a la decisión de Nuestro Pastor, el Excelentísimo Señor Arzobispo Don José Antonio Fernández Hurtado, quien encomienda a Presbíteros y Diáconos a atender el que hacer Pastoral en Nuestra Iglesia Local. Los cambios que se verificaron son los siguientes: 1. Al Pbro. Juan Carlos Quiroga Esparza para hacerse cargo como Párroco de la Parroquia del Espíritu Santo de la Col. Héctor Mayagoitia de la Ciudad de Durango. 2. El Pbro. Tomás Cardiel Bacio, recibió su nombramiento para atender la Parroquia de San Francisco de Asís de la Col. Fco. Zarco, de la Ciudad de Durango. Así mismo será el nuevo Coordinador de la Comisión de la Pastoral Social. 3. El Pbro. Edgar Armando Caballero Ponce es nombrado Párroco de la Parroquia San Ramón Nonato de la Comunidad de Ramón Corona, Dgo. Felicidades a estos sacerdotes por su nueva encomienda y que su ministerio sea de mucha fecundidad pastoral para la extensión del Reino de Cristo en nuestra querida Arquidiócesis.


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piscopeo La Sierra Madre

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abiendo conmemorado del 16 al 21 de este mes, en El Zape, 499 años del martirio de 8 misioneros jesuitas, otros 2 religiosos, y alrededor de 100 laicos, hoy extracto de la descripción del P. Hernando Santarén, hecha a 10 años de haberla recorrido, a petición de su P. Provincial y revisada por el P. Albizuri. Es la mayor que se conoce sobre el orbe de la tierra. Comienza en el sur en el Estrecho de Magallanes; atraviesa todo el Perú, Nicaragua, Guatemala, las Mixtecas, Nueva España, Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y se prolonga hasta Nuevo México. En el Noroeste de Nueva Vizcaya, comprende las sierras de Baymoa y Chicorato, Vacapa, Tecuchuapa, Carantapa, Yamoringa, S. Ignacio, Tabahueto, S. Jerónimo, S. Marcos, Topia, S. Andrés y Xocotilma o Xíximes. Es la montaña más brava, tierra más áspera y fragosa en toda América. En su altura mayor, parece que quiere alcanzar a las estrellas. Formó la naturaleza altísimos y toscos peñascos, breñas partidas, peñas de lajas lizas y peinados riscos, que sobrepujan como pezones, que representan a la vista edificios hermosos, torres eminentes con puertas y ventanas abiertas con primor en peñas vivas. Según su forma tienen sus nombres: pilones, ventanas, baluartes, campanas, sombreretes, gigantes, escalera, cajones, sillas. Toda la sierra parece despedazada con innumerables canales, que la cortan y atraviesan con profundas quebradas, cuyas aberturas parece que llegan hasta el centro; de las cimas apenas se divisa un hombre. A cada paso se encuentran cuevas y cavernas socavadas en los huecos más profundos. La naturaleza vistió estas quebradas y laderas, de variedad de boscaje y selvas silvestres, no enojosas a la vista, pero

muchas de ellas cerradas e inaccesibles, sin vestigios ni sendas por donde penetrar; otras, defendidas por innumerables bocas y canales, arrecifes y peñas. Los caminos son notablemente ásperos y fragosos, cerrados de boscaje y abrojos, llenos de precipicios y derrumbaderos…. Los menos animosos pierden el color y el pulso con el horror de la muerte. Tienen cinco o seis leguas de subida…, y por el cansancio, como por los pasos peligrosos,… por lo retorcido de la senda, se suele ocupar un día… algunas están sembradas de piedras, que no solo gastan sino rompen las pezuñas de las cabalgaduras, y obligan a herrarlas dos o tres veces en una cuesta. Desde la mayor altura de estos montes, se descubre una vista apacible. Se presentan excelentes objetos: a la banda del sur, se ven espacioso mar, algunas islas, innumerables pueblos, las provincias enteras que yacen a las faldas de esta sierra, Sinaloa, Culiacán, Piaxtla, Chiametla, Copala y Acaponeta; se descubren muchos valles amenísimos, innumerables montes, pero todo tan diminuto por la distancia y la altura, que los valles parecen del tamaño de un pliego de papel y los montes como panes de azúcar. No es menos varia y apacible la vista por la parte opuesta, que descubre espaciosos lagos e infinita tierra. Es maravillosa la variedad de climas que se experimentan. Las cumbres de estas montañas, en ciertos tiempos del año se ven coronadas de nieves detenidas en abundancia, ocultando las veredas; los pasajeros, sin saber por dónde dar paso. Por la parte norte se descubren altísimos volcanes y sierras cubiertas de nieve envejecida. En esta parte superior el invierno es riguroso y perpetuo; el frío es intolerable. Bajando de estas

cumbres a distancia de una legua, es tierra templada, como una perpetua primavera muy apacible. A distancia de otra legua, en la parte baja de esta gran serranía, el clima es en extremo caliente y acercándose más al mar del sur el calor es más riguroso, casi intolerable. Favoreció el cielo la parte templada de la sierra, con el gran tesoro de las minas de plata, que hay hasta en lo descubierto, fundando los españoles muchos Reales de Minas: Topia, S. Andrés, S. Ignacio, Carantapa, Santiago de los Caballeros, S. Matías, S. Diego, S. Nicolás, S. José, S. Bernabé, Papudos, La Pascua, S. Antonio del Valle, S. Roque, Guapixuxe, S. Hipólito, S. Telmo, Los Reyes, Corpus Christi, S. Felipe, Los Remedios, S. Marcos, S. Jerónimo, La Encarnación, Sabatenipa, Copala, S. Bartolomé; y en tierra caliente Las Vírgenes, Concepción, S. Jerónimo, Sta. Anna Tenuxpa, Amaculi, Tecorito, Olmo, Tomo, Guarizamey, Candelaria, S. Dimas, Gavilanes, Tominil y otros no tan durables. En 1604 estaban despoblados treinta Reales de Mina, al parecer por no poderse sustentar en esta tierra la población española, ya que todas las cosas necesarias para sustentarse tenían que venir por acarreo, a precios muy altos, de suerte que lo que menos valía era la plata; por lo cual, no se hacía caso ni se beneficiaban suficientemente los metales. (Continuará). 29 de noviembre del 2015

Héctor González Martínez Arzobispo Emérito


s Santa Bárbara 2 de Diciembre anto de la semana

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l 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina: "Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan". Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de

Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa. El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros. (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).


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eportaje

Corona de Adviento L

a corona de adviento nace de las costumbres pre-cristianas de los germanos. Durante el frío en el mes de diciembre, se dedicaban en colectar coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo, pues Jesús llegó para hacer todas las cosas nuevas. La corona de adviento se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa. El primer domingo de adviento se enciende la primera vela y cada domingo de se va encendiendo una vela mas hasta llegar a la Navidad. La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo.

Mientras se encienden las velas se hace una oración, se utiliza algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. El proceso anterior se realiza principalmente en las misas de adviento y también se recomienda hacerlo en los propios hogares. Si no se cuenta con velas de los colores solicitados, se puede hacer la corona ya que lo mas importante es el significado, es decir, la luz que anuncia el próximo nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo. La corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote. Significado de los elementos de la corona: - La forma circular: Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

- Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. - Las cuatro velas: Se reflexiona el pecado, pues se puede pensar en la obscuridad que se provoca con el, que ciega al hombre y que lo aleja de Dios. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia. - Las manzanas rojas: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero que, recibieron también la promesa del Salvador Universal. - El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.


“Jesucristo subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso”

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uarenta días después de haberse mostrado a los Apóstoles bajo los rasgos de una humanidad ordinaria, que velaban su gloria de Resucitado, Cristo subió a los cielos y se sentó a la derecha del Padre. Desde entonces el Señor reina con su humanidad en la gloria eterna de Hijo de Dios, intercede incesantemente ante el Padre en favor nuestro, nos envía su Espíritu y nos da la esperanza de llegar un día junto a Él, al lugar que nos tiene preparado.

“Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos” Como Señor del cosmos y de la historia, Cabeza de su Iglesia, Cristo glorificado permanece misteriosamente en la tierra, donde su Reino está ya presente, como germen y comienzo, en la Iglesia. Un día volverá en gloria, pero no sabemos el momento. Por esto, vivimos vigilantes, pidiendo: “¡Ven, Señor Jesús!” (Ap 22, 20). Después del último estremecimiento cósmico de este mundo que pasa, la venida gloriosa de Cristo acontecerá con el triunfo definitivo de Dios en la Parusía y con el Juicio final. Así se consumará el Reino de Dios. Cristo juzgará a los vivos y a los muertos con el poder que ha obtenido como Redentor del mundo, venido para salvar a los hombres. Los secretos de los corazones serán desvelados, así como la conducta de cada uno con Dios y el prójimo. Todo hombre será colmado de vida o condenado para la eternidad, según sus obras. Así se realizará “la plenitud de Cristo” (Ef 4, 13), en la que “Dios será todo en todos” (1 Co 15, 28).

COMPENDIO CAT CAT No. 132 - 135


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glesia México

No a la violencia contra las mujeres

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l 25 de noviembre ha sido declarado por la ONU Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con objeto de exhortar a las autoridades gubernamentales, a las instituciones y a la sociedad a tomar conciencia de la dignidad de toda mujer, y a actuar con responsabilidad y justicia para poner fin a este grave flagelo que afecta a millones de ellas y que lesiona al resto de la sociedad. La violencia, que puede ser física, sexual, psicológica, moral, económica o patrimonial, se manifiesta de muchas maneras: desde la imposición de ciertos parámetros de belleza que presionan a la mujer a arriesgar su salud y su vida hasta humillaciones, burlas, gritos, insultos, amenazas, empujones, golpes; aislarla o controlar sus salidas; acosarla, hostigarla o forzarla a sostener una relación sexual contra su voluntad; discriminarla laboral, salarial o socialmente; condenarla a la pobreza; mutilar sus órganos genitales; traficar con ella para prostituirla, usarla como mano de obra forzada o esclavizarla. Los efectos de la violencia son muchos: lesiones físicas, miedo, confusión, desilusión, angustia, dolor, impotencia, soledad, coraje, odio, rencor, baja

autoestima y a veces hasta sentimiento de culpa, lo que puede hacer pensar a la mujer que no vale y que no hay esperanza, generando una cadena que afecta a la familia y al resto de la sociedad, ya que provoca que la falta de respeto a la persona humana, a su vida y a sus derechos fundamentales se acreciente. Frente a esta dramática situación se requieren un adecuado marco jurídico e instituciones sólidas que hagan realidad el ideal de justicia, en su dimensión más amplia.


V P

aticano

El Papa: «Hermanos musulmanes, digamos no al odio en nombre de Dios»

ocos se imaginaban que lo habría logrado. En cambio, Papa Francisco lo logró. Entró a la mezquita central de Koudoukou, en Bangui, que se encuentra en el famoso barrio «Km5», en donde hay una línea divisoria para marcar la zona de los musulmanes de la de los cristianos. Es una zona muy peligrosa, símbolo de las tensiones provocadas por la guerra civil en la República Centroafricana. Justamente en este barrio, el Papa pronunció estas palabras: «Cristianos y musulmanes somos hermanos». E invitó a permanecer unidos «para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común. Juntos digamos ‘no’ al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios. Dios es paz, salam». El Papa fue recibido por el imán de la mezquita, Tidani Moussa Nalbi, que pronunció un saludo en nombre de la comunidad musulmana: «EL pueblo centroafricano no está condenado al conflicto y a la violencia. La situación actual en nuestro país no durará para siempre. Es simplemente un momento de nuestra historia. Un momento doloroso, cierto, un momento desafortunado, pero solo un momento. Y dentro de poco, dentro de muy poco, volveremos a encontrar la seguridad». El irán observó que la República Centroafricana necesita «la solidaridad del mundo entero», y citó varias iniciativas en este sentido de la Unión Económica Africana (Cmac), la Unión Africana (UA), de Francia, la Unión Europea y las Naciones Unidas. «No ignoramos —continuó hablando sobre la ayuda internacional para su país— y no olvidaremos nunca las decenas de jóvenes soldados de estos países que han perdido la propia vida para traer la paz a nuestro pueblo.

La Puerta Santa en el África en guerra

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as manos de Francisco parecen casi aferrar la puerta de madera oscura recién barnizada, tan diferente de la de la Basílica de San Pedro, rodeada de mármoles preciosos. Aquí no hay nada suntuoso, solo simples ladrillos rojos que fueron transportados hace 60 años por los misioneros (y los llevaban sobre la cabeza cuando el camión se descomponía). Hay mucha gente de fiesta. Están los Cascos Azules de la ONU con sus ametralladoras y los tanques pintados de blanco, que tratan de garantizar la seguridad de los fieles y del «mensajero de paz», que llegó desde Roma y a quien no le gustan las cosas blindadas. Ante la mirada del Papa, la pobre catedral de la golpeada capital de

la República Centroafricana es hoy «el centro espiritual del mundo». Comenzó el Jubileo de la Misericordia, pero no en Roma, sino en Bangui, en el corazón de África, golpeado por la guerra civil. «El año Santo de la Misericordia viene anticipadamente a esta tierra. Una tierra que sufre desde hace años la guerra, el odio, la incomprensión, la falta de paz», dice el Papa antes de abrir la Puerta Santa. «En esta tierra que sufre también están todos los países del mundo que han pasado por la cruz de la guerra. Bangui se convierte en la capital espiritual de la oración por la misericordia del Padre». Y hace que todos los presentes repitan con él: « ¡Ndoyè sirirí, amor y paz!».

«Cuánto actúa el demonio en momentos de odio y de guerra»

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odo bautizado ha de romper continuamente con lo que aún tiene del hombre viejo, del hombre pecador, siempre inclinado a ceder a la tentación del demonio (y cuánto actúa en nuestro mundo y en estos momentos de conflicto, de odio y de guerra), que lo lleva al egoísmo, a encerrarse en sí mismo y a la desconfianza, a la violencia y al instinto de destrucción, a la venganza, al abandono y a la explotación de los más débiles…». Lo dijo ayer y lo repite hoy: una vez más, Papa Francisco llama con su nombre a los que están detrás de la violencia, de la guerra, del odio étnico y religioso. El Papa fue recibido por un entusiasmo arrollador cuando el papamóbil descubierto entró al estadio Barthélemy Boganda de Bangui, dedicado al primer sacerdote católico nativo de la República Centroafricana, que fue ordenado sacerdote en 1938, fue elegido representante de las Colonias en el Parlamento de la Union Française y fundó el partido«Mesan» cuyo lema es «nutrir, vestir, curar, instruir, dar alojamiento». Volvió al estado laico en 1950 y durante un breve periodo fue presidente, poco tiempo antes de la independencia de 1960. La gente esperó al «mensajero de paz» soportando un calor sofocante. Es la última etapa del primer viaje a África de Francisco, que celebró la memoria de San Andrés. La liturgia estuvo acompañada con cantos y bailes muy emocionantes. Durante la procesión, el último en entrar era el Papa, atravesaron dos filas de chicas vestidas de verde y bailando.


ORACIÓN POR EL AÑO DE LA MISERICORDIA Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rosto y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zanqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracias del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


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