El peregrino 74

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Semanario de la Arquidiócesis de Durango

(Mt 9,13).

“Misericordia quiero y no sacrificio”

Mensaje del Papa con motivo de Cuaresma

Año 2 No. 73 - 8 de febrero 2016


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Dinamismo de la Cuaresma

ditorial

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DIRECTOR GENERAL Pbro. Lic. M. Victor Solís

COORDINADOR GENERAL L.C.T.C. Gabriela Juárez

DISEÑO E ILUSTRACIÓN L.D.G. y P. David Moreno

COOLABORADORES L.C.T.C. Diana M. Pérez Vázquez Pbro. Lic. Luis Rubén de la Torre

contra el mal y el pecado: Es un camino de conversión en el que los cristianos son llamados a enfrentar con las armas de la penitencia, del ayuno y la oración. El modelo de esta lucha es el mismo Jesucristo que vence al tentador en el desierto. En esta cuaresma permanezcamos firmes en las pruebas. Todos como comunidad cristiana en nuestro caminar cuaresmal estamos llamados a tomar consciencia de la realidad y de las exigencias del propio bautismo, para cumplir obras de misericordia y de servicio. Llamados a celebrar cada día nuestro ser en Cristo en la eucaristía donde la experiencia filial del bautismo alcanza su plena manifestación.

l dinamismo de la cuaresma se indica con el simbolismo bíblico del número cuarenta. Cuarenta días la biblia lo asocia a un periodo de espera, de humillación, de esfuerzo, de penitencia y de lucha, sólo al final de los cuarenta días viene el premio, el don y la victoria. Así Moisés pasó cuarenta días en el Sinaí, Israel pasó cuarenta años en el desierto y Jesús cuarenta días. Se configura un itinerario de lucha y esfuerzo pero que conduce a una condición nueva. La liturgia cuaresmal en el ciclo c se configura como una catequesis penitencial, de conversión y reconciliación, que en la pascua encuentra el signo supremo de nuestra reconciliación con el Padre. Pbro. Lic. Luis Rubén de la Torre Acosta La cuaresma es tiempo de lucha


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oticias

RETIRO DE CUARESMA

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a Dimensión de Nueva Evangelización y Catequesis de la Arquidiócesis de Durango (DINEC), llevó a cabo un Retiro de Cuaresma, a fin de fortalecer a los y las Catequistas y evangelizadores en su ministerio

de Servicio a la Iglesia Local, en sus acciones pastorales como fuente de espiritualidad en el proceso de la nueva Evangelización, para la edificación de la comunidad y la construcción del Reino de Dios.

Así lo informó el Presbítero Daniel Medina, Asesor de esta Dimensión, quien además comentó: “El Retiro se realizó el 14 de febrero del presente año, en el Colegio González y Valencia a las 9:00a.m.”


CURSO DE PATERNIDAD RESPONSABLE

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l Movimiento “Método Billings” de la Arquidiócesis de Durango, está llevando a cabo el primer Curso del año de Paternidad responsable, a fin de que los participantes aprendan un método natural para planificar sus familias de acuerdo a sus necesidades matrimoniales, mediante diferentes temas y exposiciones. Así lo informó Gerardo Camacho, coordinador diocesano de este Movimiento, quien además abundó: “El curso se realiza todos los martes, en la Casa de Pastoral Familiar, ubicada en calle Zarco a las 7:00p.m., próximamente dará inicio el segundo curso, por lo que invitamos a los matrimonios a integrarse para compartir temas de espiritualidad y para analizar las área filosóficas, científicas y técnicas.” El Padre Mariano Alberto Villalobos funge como asesor del Movimiento

RETIRO DE ENCUENTRO DE NOVIOS

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l Movimiento Encuentro de Novios de la Arquidiócesis de Durango, llevó a cabo un Retiro para novios con una relación formal, a fin de prepararlos para el matrimonio y ofrecerles la formación adecuada, mediante talleres y técnicas de diálogo, para que puedan vivir su noviazgo involucrando a Dios, y asimilen que el sacramento del matrimonio es para toda la vida. Así lo comunicó Gabriela Bustamante, coordinadora de este Movimiento, quien además comentó: “El Retiro fue del 12 al 14 de febrero del presente año en el Convento de las Madres Pasionistas, en donde participaron veintitrés parejas. El Presbítero Manuel Ramírez Retana funge como asesor del Movimiento. Se hace la invitación a todas las parejas q viven un noviazgo formal a vivir esta experiencia.


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ensaje de Cuaresma

“Misericordia quiero y no sacrificio”(Mt 9,13). “Las obras de misericordia en el camino jubilar” 1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada En la Bula de convocación del Jubileo invité a que «la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa «24 horas para el Señor» quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios. María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, María canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales.

2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempña el papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/hija y el de esposa infiel. Son justamente las imágenes familiares —como en el caso de Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan hasta qué punto Dios desea unirse a su pueblo. Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la «Misericordia encarnada» (Misericordiae vultus, 8). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el Shemà requiere a todo judío, y que todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: «Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (Dt 6,4-5). El Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella. Es éste el corazón del kerygma apostólico, en el cual

la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es «la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado» (Exh. ap. Evangelii gaudium, 36), el primer anuncio que «siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis» (ibíd., 164). La Misericordia entonces «expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer» (Misericordiae vultus, 21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa.

3. Las obras de misericordia La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina» (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado» (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe. Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y

actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos. La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo. A través de este camino también los «soberbios», los «poderosos» y los «ricos», de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: «Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen» (Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida. No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38). FRANCISCO.


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anto de la semana

18 de Febrero

Santa Bernardita

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ació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleará después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita. Era la mayor de varios hermanos. Sus padres vivían en un sótano húmedo y miserable, y el papá tenía por oficio botar la basura del hospital. La niña tuvo siempre muy débil salud a causa de la falta de alimentación suficiente, y del estado lamentablemente pobre de la habitación donde moraba. En los primeros años sufrió la enfermedad de cólera que la dejó sumamente debilitada. A causa también del clima terriblemente frío en invierno, en aquella región, Bernardita adquirió desde los diez años la enfermedad del asma, que al comprimir los bronquios produce continuos ahogos y falta de respiración. Esta enfermedad la acompañará y la atormentará toda su vida. Al final de su existencia sufrirá también de tuberculosis. En ella se cumplieron aquellas palabras de Jesús: "Mi Padre, el árbol que más quiere, más lo poda (con sufrimientos) para que produzca más frutos" (Jn. 15). En Bernardita se cumplió aquello que

dijo San Pablo: "Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo". Bernardita a los 14 años no sabía leer ni escribir ni había hecho la Primera Comunión porque no había logrado aprenderse el catecismo. Pero tenía unas grandes cualidades: rezaba mucho a la Virgen y jamás decía una mentira. Un día ve unas ovejas con una mancha verde sobre la lana y pregunta al papá: ¿Por qué tienen esa mancha verde? El papá queriendo chancearse, le responde: "Es que se indigestaron por comer demasiado pasto". La muchachita se pone a llorar y exclama: "Pobres ovejas, se van a reventar". Y entonces el señor Soubirous le dice que era una mentirilla. Una compañera le dice: "Es necesario ser muy tonta para creer que eso que le dijo su padre era verdad". Y Bernardita le responde: ¡Es que como yo jamás he dicho una mentira, me imaginé que los demás tampoco las decían nunca!


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E

eportaje

ste evento nace de la campaña titulada “Francisco en Durango (#FCOENDGO), la cual es promovida por el movimiento Testimonio y Esperanza, coordinado por Andrés Bravo. El Papa Fest tuvo la finalidad de hacer sentir a los fieles duranguenses que el Santo Padre también fue parte de Durango, a pesar de que no visitara físicamente nuestro Estado. Papa Fest fue llevado a cabo los días 11 y 12 de febrero del año en curso. El día 11 se citó a los feligreses que quisieron ser parte de este evento, a las 3:30 de la tarde en el corredor turístico “Constitución”, en donde se presentaron dinámicas, rosario y varias conferencias impartidas por jóvenes y Presbíteros preparados en el tema, para motivar y evangelizar el significado de la gran bendición sobre la visita del Papa Francisco. Además se celebro una Santa Misa en punto de las 9:00 p.m. en la Catedral Basílica Menor. El día 12, se llevo a cabo en vivo y en directo la transmisión especial sobre el recorrido de la llegada del Papa a la ciudad de

PAPA FEST México, por medio de pantallas gigantes, en el mismo lugar de Paseo Constitución. Donde cientos de duranguenses se reunieron para apreciar los primeros momentos del Papa, como lo fue, la bienvenida en el aeropuerto, el traslado y la llegada hacia la Nunciatura. Dicho evento fue muy integral puesto que englobo a la sociedad civil, al clero, a la pastoral de la familia, pastoral de la vida, pastoral social, pastoral juvenil y diversos grupos apostólicos, lo cual significa una unión en la Iglesia, que también fue motivo de este evento. Para promover este evento se realizó con anticipación una campaña, de igual manera organizada por este movimiento, en la cual los jóvenes salieron a las calles y facultades estudiantiles a entregar pulseras, volates y calcas con la leyenda “FcoEnDgo”, con la finalidad de invitar a las personas a que estuvieran en sintonía del mensaje del Papa Francisco. Además de ofrecer afueras de los Templos y Parroquias los Kits que se estarían utilizando ya en el evento.


“Creo en el perdón de los pecados”

El primero y principal sacramento para el perdón de los pecados es el Bautismo. Para los pecados

cometidos después del Bautismo, Cristo instituyó el sacramento de la Reconciliación o Penitencia, por medio del cual el bautizado se reconcilia con Dios y con la Iglesia. La Iglesia tiene la misión y el poder de perdonar los pecados porque el mismo Cristo se lo ha dado: “Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 22-23). COMPENDIO CAT CAT No. 200 - 201


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piscopeo

Informe del P. Nicolás de Arnaya (5)

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visto que no podían rendirlos, primero quemaron todas las casas del pueblo, luego pusieron fuego a nuestra iglesia y al tiempo que se iba quemando sin poderlo reparar los de dentro, un indio de los enemigos, llamado Pablo, a voces dijo que ellos eran cristianos, y que para que los de dentro escapasen vivos les entregasen las armas, con que volverían a la amistad, ofreciendo paz con traición y engaño, queriendo más tenerlos en las manos para ejercitar su bárbara crueldad, que no que el fuego los acabase”. “A esta voz, hubo diferencia entre los españoles acerca del modo de aceptar el partido; y tomóse resolución de despacharles a los indios otro que le dijese que ellos no querían más que salir allí y dejándoles sus tierras, venirse a la Villa de Guadiana; lo cual al punto harían, con que no les hicieran más daño. Los rebelados respondieron que saliesen en buena hora. Con esto pusieron en orden su salida, y porque tenían aún el Santísimo en la Iglesia y lo pudieron consumir, deslumbrados con las muestras de arrepentimiento de lo hecho que los indios supieron bien fingir, sacó el P. Diego de Orosco la Custodia en las manos, y el teniente Juan de Castilla una Imagen grande de la Virgen, saliendo los demás en orden de procesión”. “Entonces los tepehuanes de a pie, falsamente reconciliados, llegaban a la Custodia e hincados de rodillas la adoraban, besaban las manos a los padres, con que pensando los nuestros que el trato era sin ningún dolo, se iban asegurando. Los indios recelosamente mostrando recelo de las armas de los españoles, y de los Capitanes, que entre ellos venían, que para asegurarse les diesen los arcabuces, pues no podía ellos usarlos pues no tenían munición. Visto ya el manifiesto riesgo, más fuerza que de grado, se los

hubieron de entregar, pues era pocos para la defensa, juzgando ser lo más seguro, hacer como dicen de ladrones fieles. Quedaba un capitán con la espada en la cinta, llegó un indio y se la quitó. Legando a medo del cementerio , el P. Orosco, con blandas y amorosas razones les advirtió que Aquel Señor, que ahí estaba, los había criado y redimido, y que el que llevaban adelante el arrepentimiento de los hecho, había de tomar de ellos venganza por aquel agravio e injuria que recibían sus cristianos. Le dijeron que mentía, que nuestro Dios no hablaba como el suyo, que les había dicho ese día que les había dicho que todos los cristianos habían de morir”. “Y, permitiéndolo así nuestro Señor, para que constase que los mataban en aborrecimiento de nuestra Sta. Religión, al punto embistieron con la Custodia y el Santísimo Cuerpo de nuestro Redentor, y se la quitaron el Padre y dieron con ella en la pared; y al tremendo Sacramento lo acocearon y pisaron y dieron con ella en el suelo, haciéndolo pedazos y diciéndole horrendas blasfemias; hicieron pedazos la Imagen de Santísima Virgen, como había hecho con la otra de bulto”. “Mataron a los dos Padres Bernardo de Cisneros y Diego de Orozco cruelmente y a todos los españoles y gente que son ellos habían salido, hombre y mujeres; y antes que mataran al P .Orozco, lo trajeron en alto ocho indios, diciéndole por escarnio Dominus Vobiscum, y respondiendo otros Et cum Spiritu tuo, y otras palabras de la Misa; y tirándole una flecha, le atravesaron la espalda de una parte a otra”. “Testigos oculares, declaran que habiendo los enemigos sacado de la Iglesia a los dos Padres, dieron una lanzada y un macanazo al P. Cisneros, de los cuales y otros golpes murió; y que luego otros tres indios acometieron al P.

Diego de Orozco, y mientras dos lo sostenían por los brazos en forma de cruz, el tercero, con una hacha le abrió por medio el cuerpo de arriba abajo ; y el Padre decía cuando lo sostenían, y antes de que le dieron el primer golpe: hijos míos, hagan de mí lo que quieran, que por mi Dios, muero”. Y diciendo esas palabras, le dieron el primer golpe y el Padre entregó su alma al Creador en suavísimo holocausto”. “Quedaron escondidos en un confesionario tres hombres españoles y tres niños. Quienes, por haberse embriagado después los indios con cantidad de vinos que robaron de una recua, pudieron salirse a media noche, y de ellos, unos aportaron a la Sauceda y otros a Guadiana, viniendo por sierras y quebradas muy fuera de camino, sirviendo de guía los niños más pequeños. El mismo viernes que sucedía esta lastimosa tragedia en Santiago, salía de Guadiana el Capitán Martín de Olivas, para dar apoyo a los cercados; más habiendo pasado de La Sauceda que está a ocho leguas de Guadiana, tuvo razón de los derrotados, del estrago hecho, con que regresó a la Sauceda, donde llegó también el P. Francisco de Arista, para trazar de más cerca lo que conviniese”.

14 de febrero de 2016

Héctor González Martínez Arzobispo Emérito


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El «abuelo» Francisco y la importancia de la «cariñoterapia»

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ecibió abrazos, cartas, dibujos, billetes con flores de papel. Regaló autógrafos y sobre todo caricias y bendiciones a los pequeños huéspedes del hospital. El encuentro con los niños enfermos en el hospital pediátrico «Federico Gómez» de la Ciudad de México es el momento más conmovedor de estos primeros dos días del viaje mexicano. Es un hospital público con 212 camas que se ocupa de los niños más pobres: se ocupa solamente de enfermedades graves, curando a los niños que provienen de todo el país. Fue visitado por Juan Pablo II en su primera visita a México en enero de 1979. En compañía de la primera dama, Angélica Rivera, la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, Papa Francisco saludó uno por uno a decenas de niños enfermos y a sus padres. «Sepa que seguiremos rezando por usted», dijo la primera dama. «Agradezco a Dios —dijo Francisco— la oportunidad que me regala de poder venir a visitarlos, de reunirme con ustedes y sus familias en este Hospital. Poder compartir un ratito de sus vidas, la de todas las personas que trabajan como médicos, enfermeras, miembros del personal y voluntarios que los atienden. Gracias».

Francisco reza a la «Morenita», Madre de «los desplazados y descartados»

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argos minutos de silencio y recogimiento. El Primer Papa latinoamericano de la historia finalmente cumple su deseo de «dejarse mirar» por la Virgen de Guadalupe. Papa Francisco había pedido, en un video-mensaje enviado a los mexicanos antes de su viaje, que le dejaran la posibilidad de permanecer «a solas» ante la imagen de la Reina de América. Y hoy, finalmente, como «peregrino de paz y misericordia», pudo cumplirlo. Al finalizar la celebración eucarística, tras escuchar el mensaje que le dirigió el cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, y entregar y bendecir una corona, ofrecida con una oración a la «Morenita», Francisco se retiró a la sacristía de la Basílica para rezar a solas para rezar a la Virgen. Al inicio de este tan deseado íntimo encuentro, al inclinarse a besar a una niña que le

llevaba flores, Francisco, tal vez debido al cansancio, perdió el equilibrio y se sentó cayéndose en la silla que tenía a la espalda. El Obispo de Roma permaneció alrededor de 28 minutos frente a la imagen. «'¿Acaso no soy yo tu madre? ¿No estoy aquí? No te dejes vencer por tus dolores, tristezas.' ». Papa Francisco, el primero Obispo de Roma que nació en América Latina, puede finalmente ver a los ojos, de cerca, a la Virgen de Guadalupe, la imagen de la Virgen mestiza que dio origen a la identidad de los pueblos latinoamericanos. O mejor, puede finalmente dejarse ver por ella. Francisco, recibido por una enorme multitud de feligreses y peregrinos, llegó al Santuario de la Virgen de Guadalupe para celebrar la Misa en esta segunda jornada de su viaje apostólico a México.

«Riqueza, vanidad y orgullo: las tres tentaciones diarias para el cristiano»

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ermanos y hermanas, ¡metámonoslo bien en la cabeza, con el demonio no se dialoga, no se puede dialogar, porque nos va a ganar siempre! Solamente la fuerza de la palabra de Dios puede derrotarlo». La riqueza, la vanidad y el orgullo. Son las tres tentaciones con las que «el cristiano se enfrenta diariamente», tres tentaciones que «buscan degradar, destruir y sacar la alegría y la frescura del Evangelio». Francisco celebró la Misa en Ecatepec, que en lengua náhuatl significa «cerro del viento», una ciudad que se encuentra en la periferia de la Ciudad de México, en la que viven principalmente personas que trabajan en la capital del país. En la zona campestre del Centro de Estudios Superiores se reunieron alrededor de 500 mil personas. Un gran baño de multitud La gente pasó toda la noche en el lugar en el que se llevó a cabo la celebración, con un frío tremendo. Para acceder al espacio recibieron un boleto gratuito que distribuyó la Conferencia Episcopal de México. Pero imprimieron muchos menos de los que habrían sido suficientes.


Cuaresma

Arquidi贸cesis Inicia

COMPARTE, LINKEA, 煤nete


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