Semanario de la Arquidi贸cesis de Durango
El Perd贸n y la Reconciliaci贸n
A帽o 2 No. 78 - 20 de abril 2016
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ditorial
El Perdón y la Reconciliación
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DIRECTOR GENERAL Pbro. Lic. M. Victor Solís
COORDINADOR GENERAL L.C.T.C. Gabriela Juárez
DISEÑO E ILUSTRACIÓN L.D.G. y P. David Moreno
COOLABORADORES L.C.T.C. Diana M. Pérez Vázquez Pbro. Alejandro Vacio
ías pasados de este mes, extremistas musulmanes irrumpieron en la residencia de ancianos que las hermanas Misioneras de la Caridad dirigían en Aden, en Yemen, y acabaron con la vida de doce personas. Cuatro religiosas fueron asesinadas, acusadas de hacer proselitismo cristiano entre los necesitados a los que atendían, mientras servían el desayuno a los ancianos y discapacitados con los que vivían. En estos días tristes por la tempestad de una violencia homicida, demencial y horrible, muchos se preguntan cómo reaccionar. Algunos se hacen ya la pregunta sobre cómo vivir la expectativa del Jubileo. Estos homicidas poseídos de un odio insensato se llaman terroristas precisamente porque quieren difundir el terror. Si nosotros nos dejamos aterrorizar, han alcanzado ya su primer objetivo. Es una razón más
para resistir con decisión y con coraje a la tentación del miedo. Naturalmente es necesario ser prudentes y no irresponsables, tomar las precauciones que sean razonables. Pero debemos continuar viviendo, construyendo paz y confianza recíproca. Por eso diría que el Jubileo de la misericordia se manifiesta todavía más necesario. Un mensaje de misericordia, es decir de amor de Dios, que tiene como consecuencia también el amor recíproco y la reconciliación. Es exactamente la respuesta que necesitamos dar en tiempos de tentación y desconfianza. Es necesario el mensaje de la misericordia para hacernos capaces de reconciliación, de construir puentes no obstante todo, de tener el coraje del amor. No es precisamente el tiempo de renunciar al Jubileo o de tener miedo. Tenemos más necesidad que antes. Presbítero Alejandro Vacio
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oticias
ARQUIDIÓCESIS PROMUEVE FORMACIÓN LITÚRGICA
a Comisión Diocesana de Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de Durango, llevó a cabo un Taller de Formación, para profundizar el conocimiento litúrgico, mediante temas que motivarán la formación de los equipos de liturgia. Así lo comunicó Citlalli Duarte, coordinadora de esta Pastoral, quien además comentó: “El Taller
se realizó el 19 de abril del presente año, en el Decanato Mateo Correa, en la Parroquia de la Divina Providencia, y en el Decanato de Santa Teresita del Niño Jesús, en la Parroquia Sta. Teresita a las 6:00 p.m., los temas a exponer fueron: Teología Litúrgica de la Pascua y cómo vivir la Pascua; fueron impartidos por el Presbítero Omar de la
Torre Reyes, y el Sacerdote Juan José Martínez Mireles, Asesor de la Pastoral de Liturgia, y quienes participaron son los integrantes de los equipos promotores de liturgia y los Ministros Extraordinarios de la Comunión”.
LA ESCUELA DE LA CRUZ SE FORTALECE EN LA ARQUIDIÓCESIS
LArquidiócesis a Escuela de la Cruz de la de Durango, llevó a
cabo la primer Junta de planeación, a fin de proyectar el Curso de “Espíritu de la Cruz”, que involucrará a las Diócesis de Gómez Palacio, Dgo, la Prelatura del Santo, Gómez Palacio, la Arquidiócesis de Durango y la Diócesis de Zacatecas, con el fin de organizar el proyecto interno de la Escuela. Esto lo dio a conocer Eleuterio Pérez Soto, representante Diocesano, quien además informó: “Dicho Encuentro se realizó en la Casa de Ejercicios “Su Santidad Pablo VI”, en la comunidad de la Joya”.
RETIRO PARA NOVIOS
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l Movimiento Encuentro de Novios de la Arquidiócesis de Durango, llevó a cabo un Retiro para Novios que tengan planes de boda, o bien con una relación formal, a fin de que aprendan nuevas técnicas de comunicación para resolver cualquier conflicto que se presente dentro del matrimonio, mediante diferentes temas como la economía, los hijos y relaciones entre familias. Así lo informó Gabriela Bustamante, coordinadora de este Movimiento, quien además comentó: “El Retiro se efectuó el viernes 15 de abril del presente año, en la Casa de Oración de las Madres Pasionistas a las 7:00 p.m., veintitrés parejas participaron en dicho evento, y concluyó el Domingo por la tarde con una Celebración Eucarística, la cual fue presidida por el Presbítero Manuel Ramírez Retana, asesor del Encuentro.
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piscopeo
CartaAnnua-Informe del P. Nicolás de Anaya al P. Superior en Roma (14)
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n otra visita de esta Misión de las Parras, luego que comenzó la peste enviaron a llamar al Padre y con mucho fervor y disposición como si fueran antiguos cristianos se confesaron y previnieron para lo que pudiese suceder, trocando en estas espirituales y santas diligencias las vanas supersticiones que solían tener y ya han dejado, entre las cuales eran una de matar primero a quienes daba la enfermedad, en forma de ofrenda y sacrificio. No ha sido parte el alzamiento y conjuración de los vecinos tepehuanes, para impedir que de la gente de la sierra que se va reduciendo en la Misión de La Laguna y Parras, haya bajado mucha a pedir Bautismo; y si el temor de la enfermedad no les hubiera puesto algún recelo, nunca tanta gente nueva, se hubiera llegado a nuestra santa Fe, en estos días, ha aparecido en estas comarcas, a causa de andar en guerra con sus vecinos, que también son gentiles”. “El ver bajar tanta gente causó algún recelo a los Padres, no fuese algún ardid, y para prevención enviaron indios de confianza que los reconociesen, y en una de las más cercanas parcialidades, se vio una cuadrilla de casi 300 de arco y flecha. De otra llegaron algunos mal heridos a curarse a los ranchos de algunos cristianos; los cuales dieron aviso al Padre; fue allá, y halló a un gentil atravesado por una flecha de parte a parte, con muy poca esperanza de vivir; mostró muy buen afecto de quererse bautizar y decía que esperaba en nuestro Señor, que por medio de este Sacramento había de alcanzar salud, no sólo del alma, sino también del cuerpo; y fue así, porque sin otro remedio, catequizado y bautizado, recibió salud. (Siguen ejemplos de viejos que a la muerte pedían el Bautismo)”.
“A esta Misión de Las Parras, pertenece el partido que llaman del Río de las Nazas con otro pueblo de San Miguel, de indios, de esta misma doctrina, y está junto al Real de las minas de Mapimí. Estos indios, luego que supieron del alzamiento de los Tepehuanes, se vinieron a la cabecera del partido a estar con el Padre, y todos se han ofrecido a morir, antes que dejarse llevar de las persuasiones de los Tepehuanes de aquella cordillera; de los cuales, unos que llaman “los negritos”, dieron en el dicho Real de Mapimí, quemando algunas haciendas y casas, matando las bestias, y llevándose el ganado y la ropa y los ornamentos de las iglesias; y de entenderse que algunos indios del río de Las Nazas habían ayudado de este parcialidad, y de otros indicios, procedió a ver preso algunos de estos por orden de los españoles y haber ahorcado a algunos como arriba se dijo, que fue ocasión de que aquí se pusiese en plática el alzamiento y matanza de los españoles”. “Al punto supieron nuestros Padres de lo que se trataba y que entre los indios se había propuesto qué se debería hacer de los Sacerdotes, y, que aunque no faltaron algunos que mostraron ingratitud, los más fueron de parecer que dejasen a elección de los Padres, quedarse o irse a tierra de paz; moviendo para esto nuestro Señor los corazones de dos indios principales que deshicieron con buenas razones las falsas sospechas y sentimientos, y les persuadieron a que no se empeñasen inconsideradamente en cosas que les podían costar muy caro. Fueron tantos los que avisaron de este motín a los Padres, y tal turbación y espanto de la gente antes de saberse por entero esta resolución de los indios, que se juzgó que sería lo mismo de estos Sacerdotes que de los
que habían muerto en otras partes; y aunque eran las siete de la noche cuando se entendió que era la última de su vida, pareció conveniente consumir en aquella hora el Santísimo Sacramento, como se hizo, disponiéndose los Padres a morir y llamando a algunos indios para instruirlos en lo que podían ayudar a aquietar a los demás, con que mostraron quedar de parte de los Padres, que uno de los más principales se puso en la plaza, y a voces reprehendió a los alborotadores, y, sin que nadie se lo advirtiera recogió a su gente y la dispuso con armas haciendo a los padres centinela, lo más de la noche, que fue bien lluviosa; y después acá él y otros han hecho muy buenos oficios; con que no sólo se han aquietado los de esta Misión, más aún muchos de ellos han salido con gusto a la guerra contra los Tepehuanes, en ayuda y defensa de los Padres y de los españoles”. “La otra Misión de la sierra de S. Andrés que, parte es de indios Acaxees y parte de la nación Xíximie, no padeció menores peligros en tiempo del alzamiento: el primero que tuvo noticia del alzamiento que comenzaba, fue el P. Andrés Tutiño, en un pueblo llamado Tacaya, de indios Acaxees, sujetos a S. Gregorio, cabecera de aquella parte que el Padre doctrina”.
17 de abril de 2016
Héctor González Martínez Arzobispo Emérito
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anto de la semana
23 de Abril
San Jorge
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egún las tradiciones más antiguas, Jorge era un príncipe de Capadocia que sirvió como oficial en el ejército de Diocleciano. El único hecho de su vida atestiguado por fuentes fiables parece ser su martirio: San Jorge fue decapitado por profesar el cristianismo hacia el año 303 en Lydda, Palestina (hoy Lod, Israel). Se cuenta que el martirio fue ordenado por el propio Diocleciano, después de que San Jorge le recriminara la cruenta persecución de los cristianos que el emperador había iniciado ese mismo año. La leyenda de la lucha de San Jorge contra un dragón para liberar a una princesa o doncella se forjó a finales del siglo X, y ha sido interpretada por algunos autores como una alegoría de la victoria sobre el paganismo: el dragón acechaba a una población pagana de Libia, y sus habitantes trataban de aplacarlo mediante sacrificios, llegando a ofrecerle la hija del rey; tras vencer San Jorge al dragón, la población se convirtió al cristianismo. San Jorge fue patrón de varias
órdenes de caballería durante la Edad Media y es el santo patrón de Inglaterra, pese a no existir ninguna conexión entre este país y el personaje; también es patrón de otros países, regiones y ciudades: Rusia, Portugal, Cataluña y Aragón en España y la ciudad de Génova en Italia. La Sagrada Congregación de Ritos suprimió su nombre del santoral en 1961, pero autorizó su conmemoración, como mártir, el día 23 de abril.
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eportaje
n monaguillos es un niño (a) o joven que ayuda en el servicio del altar, con un espíritu de servicio hacia la misma Eucaristía y los sacramentos que se imparten en la Iglesia Católica. Ser monaguillo ya es de por sí un honor, un servicio a Dios, a los Sacerdotes, a la comunidad y un oficio muy digno. Cada año se realiza el retiro arquidiocesano de monaguillos donde se concentran niños y jóvenes de entre 5 hasta 18 años, pertenecientes desde Zacatecas hasta Rodeo, Canatlán, Peñón Blanco, Durango, Santa Catalina, Guadalupe Victoria, Villa Unión, Pilar de Zaragoza y otros. Este retiro esta organizado por la pastoral Vocacional, este año 2016 se tuvo la participación de 400 monaguillos, quienes se reunieron en el Seminario Mayor el pasado 16 de Abril. En este retiro arquidiocesano, de desarrollaron dos temas principales; uno sobre la vocación en general, es decir, la explicación de como el hombre debe vivir feliz, buscando un camino de vocación como realización del hombre. El segundo tema, trato de las vocaciones específicas, como lo es la vida religiosa y el
Retiro Arquidiocesano de Monaguillos
sacerdocio. Los temas fueron impartidos, por Seminaristas, Religiosas integrantes del grupo de pastoral vocacional y por el coordinador, el Pbro. Lic. Abraham Mejía Mier. Además de los temas vocacionales, los jóvenes tuvieron un encuentro con el Sr. Arzobispo Don José Antonio Fernández Hurtado, quién también los invitó a que buscaran la felicidad, ya sea en una vida de matrimonio o en una vida consagrada a Dios. Como cada año se realizó “El encuentro deportivo de futbol” , donde fueron los equipos de Canatlán y Juan Aldama, los ganadores. La finalidad de estos encuentros deportivos es cultivar la amistad entre los monaguillos de distintas Parroquias y Decanatos de esta Arquidiócesis. La Pastoral Vocacional invita todos los niños que cuenten con 5 años en adelante y que tengan esta inquietud, ha que se acerquen con el Sacerdote de su Parroquia, sólo es necesario que se prepare en el recto uso de cada uno de los elementos de la misa y los sacramentos, así como tener una formación litúrgica básica.
SEGUNDA PARTE La Celebración del Misterio Cristiano PRIMERA SECCIÓN La Economía Sacramental
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a liturgia es la celebración del Misterio de Cristo y en particular de su Misterio Pascual. Mediante el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo, se manifiesta y realiza en ella, a través de signos, la santificación de los hombres; y el Cuerpo Místico de Cristo, esto es la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público que se debe a Dios. La liturgia, acción sagrada por excelencia, es la cumbre hacia la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de la que emana su fuerza vital. A través de la liturgia, Cristo continúa en su Iglesia, con ella y por medio de ella, la obra de nuestra redención La economía sacramental consiste en la comunicación de los frutos de la redención de Cristo, mediante la celebración de los sacramentos de la Iglesia, de modo eminente la Eucaristía, “hasta que él vuelva” (1 Co 11, 26) COMPENDIO CAT CAT No. 218 - 220
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glesia México
DESARROLLO, IGUALDAD Y RESPETO A LA DIGNIDAD HUMANA, CONDICIONES PARA LA PAZ
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uando analizamos las raíces de la violencia y buscamos soluciones de fondo que conduzcan más allá de la mera seguridad pública, reconocemos que el modelo de desarrollo vigente no proporciona condiciones de vida equitativa para todos, por ello propicia y genera la violencia. Un modelo de desarrollo que no respeta y valora la dignidad de todas las personas por igual, es generador de desigualdad y, por lo mismo, de violencia Este es el señalamiento que los obispos mexicanos hacemos en nuestra exhortación pastoral: “En medio de la situación de inseguridad y violencia que venimos considerando y al contemplar el panorama de millones de mexicanos que se han empobrecido, nos preguntamos: ¿puede existir la paz cuando hay hombres, mujeres y niños que no pueden vivir según las exigencias de la plena dignidad humana? ¿Puede existir una paz duradera en un mundo donde imperan relaciones sociales, económicas y políticas inequitativas, que favorecen a un grupo a costa de otro? ¿Puede establecerse una paz genuina sin el reconocimiento efectivo de la sublime verdad de que todos somos iguales en dignidad, porque todos hemos sido creados a imagen de Dios, que es nuestro Padre?” (Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna, 217). Por ello, la paz tiene que ser obra colectiva, de todos y de todo tiempo. Nadie puede excusarse de no actuar al respecto. Trabajar por la paz es trabajar por la dignificación de todos los mexicanos, sobre todo por la dignidad de las víctimas de la violencia pero también la dignidad de quienes viven en la pobreza extrema, que es otra forma de violencia.
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Amoris Laetitia
moris laetitia” -palabras en latín y que en español significan “La alegría del amor”-, es la Exhortación Apostólica que nos
acaba de regalar el Papa Francisco a la Iglesia Universal. Una Exhortación entusiasta y positiva, a la vez que tierna y motivadora, en la cual todas las familias se pueden sentir tenidas en cuenta, tanto las que se esmeran por vivir según el espíritu de Cristo Jesús en su Evangelio, como las que se sienten heridas, confundidas, desalentadas; tanto para incrementar la alegría del amor, como para sanar de los tropiezos y descalabros de la vida y que han dejado huella profunda. Es también una cálida invitación a los jóvenes, varones y mujeres, ya sea a quienes sueñan como a quienes pretenden descartar o ya han descartado la perspectiva del matrimonio. No es una condena a quienes viven el amor de manera imperfecta o de manera torcida, sino una motivación para caminar en el proceso del matrimonio natural y como sacramento, que en verdad llena las expectativas y los sueños para colmar la alegría de amar. Dicha Exhortación es también una herramienta muy sugerente para quienes colaboran en el servicio pastoral en bien de las familias. Es un texto sólidamente bíblico. Como ejemplo tenemos la profundización que hace del Salmo 128, un salmo nupcial en la liturgia judía y cristiana; o el bellísimo y muy conocido “himno al amor” de san Pablo (1Cor 13,4-7), con abundantes sugerencias que deleitan a jóvenes o a matrimonios de pocos o muchos años de relación conyugal.
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aticano
Y el Papa dijo: «Quiero esos dibujos en mi escritorio»
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aludamos a unos 300 de estos refugiados, uno por uno. Muchos de ellos eran niños; algunos de ellos (de estos niños) han asistido a la muerte de sus padres y de sus compañeros, algunos murieron ahogados en el mar. ¡He visto mucho dolor!». Papa Francisco deja de leer el documento que había preparado al final de la oración dominical. Todavía lleva en la mirada los rostros, las lágrimas, la desesperación que huía visto 24 horas antes, en el campo de refugiados de Mòria, en la isla griega de Lesbos. A todos los fieles que llenaban la plaza San Pedro, Bergoglio contó el caso de un joven padre que quedó viudo. «Quiero contarles un caso particular, de un hombre joven, no tendrá ni cuarenta años. Lo encontré ayer, con sus dos hijos. Él es musulmán y me contó que estaba casado con una chica cristiana; se amaban y se respetaban recíprocamente. Pero, desgraciadamente, esta chica fue degollada por los terroristas, porque no quiso renegar de Cristo ni abandonar su fe. ¡Es una mártir! Y ese hombre lloraba mucho…». Es el hombre que no dejaba de sollozar arrodillado a los pies de Francisco en compañía de sus dos hijos. De todos los encuentros que tuvo en el campo para refugiados que visitó con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla y del arzobispo ortodoxo de Atenas, lo que más sorprendió al Pontífice fueron los menores de edad. Chicos que se han quedado solos en el mundo, que han vivido bajo las bombas, que no duermen en las noches por miedo. Niños que quisieron fijar en sus dibujos lo que han visto, sus sufrimientos y sus esperanzas.
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El Papa, los migrantes y las coronas de laurel para los que fallecieron
l Papa, Bartolomeo y Hieronymus lanzan coronas de laurel con la mirada fija en el mar frente a ellos. Es el momento de recordar y rezar por los que no lograron llegar, por los que murieron en el mar. En el puerto de Mitylene (en la isla de Lesbos) Francisco y compañía de los otros dos líderes religiosos recitan una breve oración por las víctimas de las migraciones, antes de un minuto de silencio y de recibir de tres niños las coronas de laurel que arrojaron al mar. «Dios de Misericordia, te pedimos por todos los hombres, mujeres y niños que han muerto después de haber dejado su tierra, buscando una vida mejor. Aunque muchas de sus tumbas no tienen nombre, para ti cada uno es conocido, amado y predilecto. Que jamás los olvidemos, sino que honremos su sacrificio con obras más que con palabras», fue la oración del Papa. Francisco recordó que Dios no abandonó a su Hijo «cuando José y María lo llevaron a un lugar seguro». De la misma manera, pidió, «muéstrate cercano a estos hijos tuyos a través de nuestra ternura y protección».
«Este día para mí fue muy fuerte, daban ganas de llorar»
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ntes que nada, quiero agradecerles por esta jornada de trabajo; para mí fue muy fuerte, demasiado fuerte…». Papa Francisco se conmueve antes de la entrevista durante el vuelo de regreso de Lesbos a Roma. «No hay ninguna especulación política, porque los acuerdos entre Grecia y Turquía yo no los conocía bien, los vi en los periódicos. Mi viaje fue humanitario». Y, con respecto a las familias de refugiados musulmanes sirios que llevó consigo, Francisco indicó: «fue una inspiración de hace una semana, que me dio un colaborador, y yo acepté inmediatamente, porque vi que era el Espíritu el que hablaba. Todas las cosas están en regla: los documentos, el Estado vaticano, italiano y griego han dado los visados. Son acuerdos que tomó el Vaticano con la colaboración de la Comunidad Sant’Egidio; son huéspedes del Vaticano y se suman a las dos familias ya alojadas por las parroquias vaticanas».