JUNIO

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JUNIO 2010

AÑO: 3 No. 29

Costo de edición $7.00

LA VOZ DE LA IGLESIA EN MONTERREY

CONOCE >

MEDITA >

COMPROMÉTETE >

LA PASTORAL SOCIAL: TERMÓMETRO PARA LA PARROQUIA /P5

LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARÍA - JESÚS ÚNICO HIJO / P 10

LOS JÓVENES Y LA PARROQUIA

/ P 12


CONOCE

Pastoral Siglo XXI > p. 2

CONOCE > EDITORIAL

os discípulos del Señor, realizaban la misión y se dispersaban por los pueblos anunciando lo que Jesús les enseñaba, pero cuando regresaban de su misión Jesús se reunía con ellos para evaluar seguramente su quehacer, también para descansar y desde luego para compartir en comunión todo el trabajo realizado: "Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia Él, y Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios". (Mc. 3, 13-15) Él les dijo: "Vengan ustedes a un lugar desierto, para descansar un poco". "Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto". (Mc. 6, 31-32) El encuentro con Él es indispensable para lograr la comunión y para alimentar la vida comunitaria y la actividad misionera. El documento de Aparecida nos dice en el número 155: "Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre (1 Jn. 1,3), y con su Hijo muerto y resucitado, en la comunión del Espíritu Santo (2 Cor. 13,13)". La Iglesia está unida y vivirá en comunión y podrá realizar su actividad misionera sólo en la medida en que es capaz de programarse confiando en el misterio de la Santísima Trinidad. La Iglesia, el pueblo de Dios, tiene que entender que para vivir según la voluntad de Él, necesita reunirse e invocar a el misterio trinitario, para encontrar el camino terrenal que los llevará a la salvación ya prometida por el Padre. La Iglesia no va inventar un nuevo modelo para saber por donde tiene que ir, sino que el modelo ya existe y nos lo dio Jesucristo, nuestro Señor. Se trata de conocerlo, de realizarlo; por ello, invocamos su nombre, invocamos el misterio de la Santísima Trinidad, para que en comunión, ella, la Iglesia, avance

todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros" (Jn. 13,34-35).

por el camino según la voluntad y el plan de Dios nuestro Señor, y cada uno de nosotros aportemos lo que nos corresponde para el cumplimiento del mismo, iluminados por su Espíritu: "Algunos de ustedes fueron así, pero ahora han sido purificados, santificados y justificados en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios". (1 Cor. 6,11). "Por el contrario, viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la Cabeza, y de Él, todo el Cuerpo recibe unidad y cohesión, gracias a los ligamentos que lo vivifican y a la actividad propia de cada uno de los miembros. Así el Cuerpo crece y se edifica en el amor". ( Ef. 4. 15-16). Que todo el quehacer pastoral que realiza la Iglesia, sirva, primero, para lograr que cada ser humano se encuentre con Dios, en el modelo de amor que Él nos propone. La Iglesia, reunida en comunión e invocando a la Santísima Trinidad, descubrirá el mejor camino que Dios le propone para encontrarse con Él. Es que la Iglesia "llama" y "convence", cuando convoca en comunión. El amor de Cristo se descubre y se experimenta en comunión: "Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. En esto

Hoy día, urge que la Iglesia se exprese como lo que verdaderamente es, una fuente de amor, de paz, de felicidad. La Iglesia por sí misma, no ha perdido su plan y su proyecto, sigue siendo el mismo, pero, sí urge, que expresemos y manifestemos al mundo lo que ella es y posee. La Iglesia no necesita tomar posturas y actitudes agresivas o de confrontación contra nadie. Ella se expresa y se manifiesta libremente, porque posee en sí misma la presencia de Jesucristo nuestro Señor. Ella continúa su camino, ella convoca, llama, invita. A nosotros nos corresponde descubrir su plan, misterioso sí, pero que puede ser conocido invocando el misterio de la Santísima Trinidad. Que la Iglesia, refuerce su camino, su respuesta de amor a los demás, su invitación a descubrirse en plenitud. No nos confundamos y no tratemos de encontrar caminos que no nos corresponde andar. A nosotros lo que nos corresponde hacer es darla a conocer con todo su contenido misterioso, pero que puede ser experimentado en la medida en que nos reunimos en comunión. Que nadie dude de los caminos, proyectos, planes y programas que cada comunidad va formulándose. Si lo hizo en comunión e invocando a la Santísima Trinidad, que avance con fe y con la certeza de que el Señor les abrirá el camino para que su proyecto de amor siga adelante.

Pbro. Walter Fernando Gómez Olvera Vicario de Pastoral


CONOCE

CONOCE > LA VOZ DEL PASTOR

Pastoral Siglo XXI > p. 3

CONTENIDO CONOCE EDITORIAL / p. 2 LA VOZ DEL PASTOR / p. 3 LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN EN LA PARROQUIA / p. 4 PASTORAL SOCIAL / p. 5 CLAUSURA DEL AÑO SACERDOTAL / p. 6

MEDITA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN / p. 7 ¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI LA VOCACIÓN? / p. 8 LA VIRGINIDAD PERPETUA / p. 10

COMPROMÉTETE FORMACIÓN LITÚRGICA / p. 11 LOS JÓVENES Y LA PARROQUIA / p. 12 EL SERVICIO A LOS DEMÁS / p. 13

VIVE VIDA FRATERNA / p. 14 ¿CÓMO VAN A CREER SI NO OYEN HABLAR DE ÉL? / p. 15 ANIVERSARIOS SACERDOTALES / p. 16

DIRECTORIO Director General Emmo. Sr. Francisco Robles Ortega Arzobispo de Monterrey Sub - Director Pbro. Juan José Martínez Segovia Director Editorial Pbro. Walter Fernando Gómez Olvera Coordinación Lic. Juan Pablo Vázquez Rodríguez Consejo Editorial Lic. Yolanda Ruiz Mtz. Lic. Jorge Rodríguez Tueme Pbro. Juan José Martínez Segovia Pbro. Walter F. Gómez Olvera Pbro. Javier Hernández Raygoza Pbro. Leopoldo García Mtz. Colaboradores Secretariados, Departamentos y Comisiones de la Arquidiócesis. Representantes Parroquiales. Redacción y Revisión Departamento de Comunicación Diseño Lic. Miguel Angel Durán Rodríguez Impreso Imprenta Arquidiocesana de Monterrey Distribución Mensajería y Paquetería Galgo S.A. de C.V. Contabilidad Jasso Silva y Asociados S.C. Directorio Periódico Mensual Junio del 2010. Editor responsable: Pbro. Walter Fdo. Gómez Olvera. No. de certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 04-2007072412073100-01. No. de Certificado de lícitud de Título: 13903. No. de Certificado de licitud de Contenido: 11476. Domicilio de la Publicación: Calle Zuazua 1100 Sur, Barrio Antiguo, C.P. 64000, Monterrey N.L. Imprenta: Impresos Eclesiásticos, Dpto. de la Arquidiócesis de Monterrey, Calle Mitla 511 Col. Regina, C.P. 64290, Monterrey, N.L. Distribuidor: Mensajeria y Paquetería Galgo, Calle 16 de Septiembre 413 Ote. Col. Independencia C.P. 64720 Monterrey N.L.

La palabra de Dios, como nuestra palabra, tiene cualidades en orden a una mejor comunicación, dentro de las cuales destaca, el ser un instrumento privilegiado de información. Pues a través de la Palabra de Dios, sabemos cuál es su voluntad y cuál es su plan respecto a nosotros. De esta forma conocemos principalmente lo que Él nos quiere decir, esto es: "que Él no es un Dios de muerte, sino un Dios de vida". Dios es un Dios de vida, no de muerte, y yo estoy seguro que muchos de ustedes conocen a personas que piensan que la venganza de Dios por nuestros pecados es la muerte. No, la muerte vino como consecuencia de nuestros pecados, al principio de nuestros primeros padres, después a causa de nuestros propios pecados. Nuestro Dios no tenía en sus planes la muerte, y por eso a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, después de morir en la cruz y ser sepultado, no lo abandonó a la muerte, sino que lo resucitó y le dio vida para siempre. Nuestro Dios es un Dios de vida, no de muerte; ahí está la primera cualidad de la palabra divina, nos informa la voluntad de Dios sobre la muerte. Dios no la quiere como un fin, Dios quiere la vida. Una segunda cualidad de la palabra es: la palabra expresa nuestros más profundos afectos y sentimientos. De manera especial, y para resaltar esta cualidad, comento un pasaje del Evangelio de San Lucas en el que nos cuenta cuando una viuda de Naín llevaba a enterrar a su único hijo, nos dice que Jesús se compadece de ella y le indica: "no llores". Aquí, la palabra de Dios nos está comunicando que: Dios no permanece indiferente, ni ajeno, a nuestros sufrimientos, Dios es sensible y tiene entrañas de misericordia cuando ve lo que nos hace sufrir. Todo sufrimiento en nuestra vida, Dios lo comparte y lo siente.

a los centros de educación a preparase de la mejor manera para la vida; cuántos hombres y mujeres entregan sus conocimientos, habilidades y su buena voluntad para el servicio de la vida en los centros de salud; cuántos médicos, enfermeros y enfermeras, cuántos voluntarios están dispuestos a trabajar por la vida día a día. Cuántos signos de vida en cada hogar en donde habitan personas ancianas, donde las mismas familias quieren tener con ellos a sus seres queridos, a los abuelos. Hay muchos signos de vida, pero desafortunadamente ya no los contamos, ni los tomamos en cuenta, porque nos impresiona tanta muerte. Les invito a valorar todos los signos de vida que tenemos a nuestro alrededor. Asimismo, hagamos el propósito de despertar cada día diciendo: "Hoy voy hacer un signo muy concreto de vida para los demás". Puede ser un servicio, una palabra, un donativo, un abrazo, algo que exprese nuestra voluntad de trabajar por la vida y de alejar cada vez más los signos de muerte que acontecen en nuestra sociedad. Seamos agentes constructores, servidores de la vida y digámosle a todos los que están marcados por el signo de la muerte, que no queremos que la muerte ronde por nuestras calles y nuestra ciudad, digamos, con nuestros hechos, que queremos y amamos la vida, que Dios, nuestro Padre no quiere la muerte, quiere la vida para todos sus hijos. Comencemos a entonar un himno por la vida, pero que parta de los más profundo de nuestro corazón y de la convicción de que somos hijos de un Padre bueno que no abandonó a su Hijo a la muerte, si no que lo resucitó y vive para siempre. Que Dios, nuestro Padre, nos conceda ser constructores y servidores de la vida como lo ha sido Él en su Hijo Jesucristo.

Él viene a nuestro encuentro para consolarnos: "mujer, no llores". Ante la fuerza de la palabra de Dios, el joven muerto vuelve a la vida. Dios se compadece y nos demuestra que quiere nuestra vida. Y por último, la palabra tiene la cualidad de comprometer y llamar. La palabra de Dios nos llama y nos da un compromiso y una vocación. ¿A qué nos compromete la palabra? A estar siempre a favor de la vida y nunca por la muerte. Que importante es para nosotros, como discípulos de Cristo, que en medio de tantos signos de muerte que estamos viviendo en nuestro estado y a lo largo y ancho de nuestra patria, manifestemos el mensaje y el llamado a la vida. No vamos a negar que estas situaciones nos impresionen. Pero también es necesario resaltar tantos signos de vida que hay a nuestro alrededor. Cuántos padres de familia luchan cada día por una mejor vida para sus hijos; cuántos niños y jóvenes acuden, todos los días,

Les envío de corazón mi bendición

+ J. Francisco Cardenal Robles Ortega Arzobispo de Monterrey


CONOCE CONOCE > PARROQUIA

Pastoral Siglo XXI > p. 4

a formación de los grupos en nuestras parroquias es un asunto cotidiano en la actividad de nuestras comunidades. Hay una conciencia bastante extendida entre los fieles de su importancia, pero, en la práctica, hay dificultades que muchas veces impiden que los fieles sigan un proceso adecuado de educación de la fe. Las limitaciones en el tiempo de los agentes, que tienen qué administrar los momentos que les dejan sus actividades laborales, de estudio, o responsabilidades hogareñas, para dedicarlos al descanso, a la vida social y a sus compromisos personales, es uno de los obstáculos a vencer, sobre todo cuando en la pertenencia a un grupo apostólico la persona consagra los restantes espacios disponibles a actividades de servicio a la comunidad de fe: dar la clase de catecismo, dar la charla presacramental, preparar la celebración litúrgica, organizar el retiro, etc. En muchos de estos casos, la formación se limita a lo básico de la doctrina cristiana, y con frecuencia se complementa buscando capacitar al fiel para la labor pastoral específica del grupo, o el área de evangelización de su competencia: al catequista, cómo dar su clase; al lector, cómo plantarse en el ambón; al joven, el tema que le toca en el retiro. Es cierto que también existen en nuestra arquidiócesis experiencias de formación que han ido más allá, y que han formado a través de los años a un buen número de agentes de pastoral y fieles cristianos: la Escuela Arquidiocesana de Agentes de Pastoral, la Escuela Bíblica Arquidiocesana, el Instituto de Teología a Distancia, entre otros; así como los procesos formativos que buscan implementar las Pastorales Diocesanas, los Movimientos Apostólicos y algunas comunidades parroquiales. Pero es mi humilde apreciación que más que la regla estos aportes son la excepción en la realidad diocesana. Todo lo anterior, pues, es indicativo de que urge dedicarle mayor tiempo y esfuerzo a la formación de la fe en los grupos apostólicos de nuestras comunidades parroquiales. ¿Qué pautas podemos seguir para buscar mejorar la formación en nuestros grupos apostólicos? El Documento de Aparecida, hablando de la formación de los discípulos misioneros, señala algunos aspectos que deberíamos tomar en cuenta: - El espacio donde se desenvuelve la vida de los grupos apostólicos es importante. No hay qué perder de vista que hemos de luchar por hacer de las parroquias "espacios de la iniciación cristiana, de la educación y celebración de la fe, abiertas a la diversidad de carismas, servicios y ministerios, organizadas de modo comunitario y responsable. integradoras de movimientos de apostolado ya existentes, atentas a la diversidad cultural de sus habitantes, abiertas a los proyectos pastorales y supraparroquiales y a las realidades circundantes" (n. 170). Solamente así serán espacios propicios para la integración de los grupos como espacios formativos de la fe. - No perder de vista que lo que se busca principalmente en la formación no son personas intelectualmente preparadas, sino alguien "apasionado por Cristo, a quien reconoce como el maestro que lo conduce y acompaña" (n. 277). - Que la formación de los discípulos y misioneros es un proceso, con distintos aspectos que aparecen una y otra vez y entre los cuales existe una compenetración y una retroalimentación, de tal manera que todos deben hacerse presentes en el itinerario: encuentro con Jesucristo, la conversión, el discipulado, la comunión y la misión (n.278). - La formación debe abarcar las distintas dimensiones de la persona: humana y comunitaria, espiritual, intelectual, pastoral y misionera (n. 280).

- La formación debe respetar y tener en cuenta los procesos personales y los ritmos comunitarios, y buscar responder a ellos con diversos itinerarios formativos (n.281). - Ser acompañados en el proceso de formación, cada uno de acuerdo a su vocación y condición, por una persona convenientemente preparada (n. 282). Ciertamente, es un reto para cualquier comunidad ofrecer un itinerario formativo con las características antes descritas, y hasta podría parecer algo utópico. Aún y si así fuera, la sola idea de su riqueza en la vida de nuestras comunidades vale el esfuerzo por lograrlo. Y en la hora presente, en la cual nuestras comunidades crecen en número y habitantes, y van siendo notoriamente insuficientes los actuales agentes de pastoral, urge multiplicar en todas las comunidades los fieles suficientemente preparados para la labor evangelizadora, de manera que muchas personas puedan vivir un auténtico encuentro con Jesucristo, ya que, como dice Aparecida, "la naturaleza misma del cristianismo consiste, por lo tanto, en reconocer la presencia de Jesucristo y seguirlo. Ésa fue la hermosa experiencia de aquellos primeros discípulos que, encontrando a Jesús, quedaron fascinados y llenos de estupor ante la excepcionalidad de quien les hablaba, ante el modo cómo los trataba, correspondiendo al hambre y sed de vida que había en sus corazones" (n.244). Éste es, en definitiva, el "para qué" que debe buscarse en la formación de los grupos parroquiales, la cual está llamada a replicarse, por la acción de estos mismos grupos, en los dispersos y alejados de nuestras comunidades. Una vez escuché una expresión atribuida al beato Juan XXIII, comparando la parroquia a la fuente del pueblo, donde todos acudían a beber. Una hermosa imagen, que nos invita a procurar que esa fuente - nuestra parroquia, nuestro grupo - ofrezca el agua que se convierta en cada fiel en "manantial de agua que brota para vida eterna" (Jn 4,14). Que en nuestros grupos parroquiales, por la fuerza del Espíritu y la intercesión de María Santísima, alcancemos este propósito.

Pbro. Gilberto Rojas Álvarez Vicario Parroquial en Santa Clara de Asís


CONOCE

Pastoral Siglo XXI > p. 5

CONOCE > PASTORAL SOCIAL

on frecuencia pensamos que una parroquia está "sana" pastoralmente si tiene muchas niñas en el catecismo, o si abundan las ministras extraordinarias de la Sagrada Comunión. Es cierto que la catequesis es una de las actividades f u n d a m e nta l es d e c u a l q u i e r comunidad parroquial, pues nos ayuda a reflexionar nuestra fe desde niñas, y que la colaboración de las ministras de la Sagrada Comunión es invaluable, no sólo cuando las personas que van a comulgar son muchas, sino también por la necesaria imagen de eclesialidad y laicidad que proyectan. Su participación ayuda a una adecuada celebración de nuestra fe. Sin embargo, para poder llegar a la celebración de la fe -liturgia-, necesitamos primero no sólo haber reflexionado esa fe -catequesis-, sino que es fundamental haberla vivido pastoral social-. En efecto, la pastoral social representa la vivencia de nuestra fe, y nos exige llevar a la práctica lo que hemos estudiado y asimilado en la pastoral

catequética, para así poder celebrarla en la pastoral litúrgica. Pero: ¿qué pasa cuando nuestra reflexión de la fe culmina en una celebración de la misma, sin haber tenido su vivencia previa? ¿qué decir de una pastoral catequética que desemboca en una pastoral litúrgica sin el respaldo de la pastoral social? Si tenemos, entonces, un gran dinamismo y una buena organización en los grupos apostólicos que pertenecen a la pastoral catequética y a la pastoral litúrgica, pero la pastoral social se reduce a algunas pocas personas que ayudan en el comedor para pobres, o que reparten despensas ocasionalmente, o que medio sostienen un bazar con ropa usada… si esta situación se da, estamos ante una parroquia enferma, con un gran desarrollo en dos de sus pastorales, pero trunca en la que debiera ser la alfa y omega de esas dos. Si la pastoral social, en cambio, ocupa un lugar preponderante en las actividades de la parroquia, si no se

contenta con realizar sólo labores asistenciales -que, necesarias no pueden ser las únicas-, sino que busca llegar a la promoción social, con un adecuado y actualizado estudio de la realidad parroquial, con la promoción del estudio frecuente de la enseñanza social de la Iglesia, con la preocupación constante por los problemas sociales de la comunidad, por la generación de programas que combatan el desempleo, con la certeza de que la fe tiene una dimensión socio-política que debe atenderse no sólo en tiempos electorales, con la promoción de seglares que actúen decididamente en la vida económica y política de la sociedad, con la preocupación por los programas educativos que reciben niñas y adolescentes en las escuelas públicas y privadas, con la generación de programas para combatir la drogadicción entre las jóvenes y para ayudar a las personas de la Tercera Edad, etc., entonces, estaremos ante una parroquia sana. Así entendida, la pastoral social es el termómetro de la salud evangelizadora de una parroquia, el criterio para definir el adecuado cumplimiento de su misión. Ojalá y la renovación parroquial en la que queremos involucrarnos a nivel de toda la Arquidiócesis comience con la renovación de nuestra pastoral social en las parroquias. Que se le reconozca el lugar que tiene, que no s e es c at i m e n re c u rs o s pa ra fortalecerla, que se recuerde el carácter ministerial que posee.

Pbro. José Francisco Gómez Hinojosa Párroco en San Alfonso María de Ligorio


CONOCE

Pastoral Siglo XXI > p. 6

CONOCE > ARTE SACRO

n este mes se clausura el año sacerdotal que, por deseo de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, se ha venido celebrando en estos últimos meses, comenzó en la fiesta del Sagrado Corazón del 2009, con motivo de los 150 años de la muerte de san Juan María Vianney. Con ocasión del fin de este año jubilar presentamos algunas imágenes interesantes. La primera es de un óleo sobre tela de Efrén Ordóñez que actualmente se encuentra en la Primera División del Seminario Menor de Monterrey (San Pedro). Aunque no esta fechado muy probablemente debe de ser de la época en que dicho Seminario fue inaugurado (1959). Forma parte de un juego de lienzos que adornan las divisiones del Menor. El Santo Cura está en una actitud de oración, las manos juntas a la altura del pecho no dejan dudas acerca de lo anterior. El rostro serio, severo, del sacerdote refleja al mismo tiempo interioridad y reflexión. Además del roquete, porta sobre sus hombros la estola señalando que se encamina al confesionario a atender a los peregrinos. Hay un elemento más que es muy interesante: el pegote que está en la pared de madera al fondo. Ese pegote existe hasta el día de hoy en la casa del señor Cura en Ars. En la segunda imagen tenemos una fotografía del mismo: se trata de un impreso para ayudar al penitente a prepararse a la confesión y ayudarle a decir las oraciones pertinentes a este sacramento (FOURREY, El Cura de Ars, Herder, Barcelona, 1959, p. 207). Originalmente estuvo en el confesionario de Ars, cuando el mueble ya estaba muy desvencijado, el padre Juan María lo mandó cambiar, pero dada la pobreza del lugar aprovechó la madera para hacer una despensa en su pobre cocina donde definitivamente quedó. Así, el pegote reproducido en el lienzo por Ordóñez, nos señala que el Santo Cura va saliendo de la cocina del curato, sin olvidar ni siquiera ahí su deber sacerdotal de atender a las almas en el confesionario. Por último, en la tercera imagen, presentamos una interesante iniciativa realizada en la Parroquia de Santo Tomás Moro en Guadalupe, N. L. Los sacerdotes de esta comunidad invitaron a miembros de la misma a escribir en la pared del ábside, atrás de la sede y del altar, los nombres de todos los sacerdotes de nuestra Arquidiócesis para que la comunidad orara por ellos durante todo este año. La iniciativa resultó muy adecuada de acuerdo al estilo del templo y podrá ser borrada sin perjuicio de la arquitectura de la parroquia al final del año sacerdotal. Enhorabuena por esta idea.

EQUIPO DE COMUNICACIÓN


MEDITA MEDITA

> PASTORAL COMUNICACIÓN

Pastoral Siglo XXI > p. 7

odríamos encontrar a Dios en los medios de comunicación? ¿Crees tú que el Padre Celestial se nos puede revelar en los mas-media? ¿Qué tanto los medios se dejan llevar por la cultura actual deshumanizando a la sociedad? ¿

Los medios de comunicación son una herramienta maravillosa que puede ayudar en el desarrollo del género humano. Cuando los medios se convierten en facilitadores de la verdad, ayudan en la humanización, más aún cuando buscan anunciar la verdad revelada por el Padre, entonces se convierten en medios que llenan el corazón del hombre, que dan palabras de vida eterna. No cabe duda que quienes están al frente de los medios de comunicación están en medio de un mundo que, algunas veces, puede suscitar desviaciones, por ejemplo: cuando se busca informar sin respetar la dignidad del hombre; cuando se buscan los bienes económicos más que el bien de la humanidad; cuando se busca entretener por aumentar el raiting a costa de los valores cristianos. Por tanto, es importante tener muy claro nuestros principios y valores y no dejarnos llevar por las seducciones del mundo que provocan la deshumanización. Hoy en día hace falta Dios en los medios de comunicación, es necesario que Cristo sea manifestado a todas las creaturas, los medios son herramientas poderosas que llegan hasta los rincones más alejados de manera rápida y eficaz. Este poderoso medio debe ser usado para la transformación de la cultura, de tal manera que el mundo cambie de selvático en humano y de humano en divino. El mejor ejemplo de comunicador lo podemos encontrar en Jesucristo, quien recibe la verdad revelada por el Padre y la trasmite a la humanidad entera, muestra de su excelente comunicación es que han pasado más de dos mil años y el mensaje sigue trasformando nuestras realidades, por tanto, tenemos mucho que aprender de Él. Es necesario y cada vez más urgente que la dignidad del hombre sea promovida y los que medios de comunicación no solamente sean medios de trasmisión de ideas, antes bien, deben buscar la justicia y solidaridad entre los hombres, estando siempre al servicio de la humanidad.

Pbro. Martín Eduardo Martínez Quiroga Vicario Parroquial en San Juan Bosco


MEDITA MEDITA

> AÑO SACERDOTAL

Para mí el sacerdocio es una continua acción de gracias. Dar gracias compromete... y por eso le doy gracias a Dios por el llamado que me hizo para seguirlo y servirlo en su Iglesia... por lo que me comprometo de corazón a vivir intensamente ese irme asemejando a Cristo, como buen Pastor. Le doy gracias igualmente a la Virgen María, a quien le consagré mi sacerdocio y a quien estoy sumamente agradecido porque me guía, me cuida y me protege con su maternal intercesión. Ser sacerdote es escuchar a la Virgen María que me dice, como en las Bodas de Caná, "haz lo que Él te dice"... y así busco hacer, en mi vida diaria, lo que Cristo me va pidiendo para cuidar y apacentar a sus ovejas. Gracias Jesús por permitirme ser sacerdote según tu corazón.

Pbro. José Antonio Muguerza Garza Párroco en Ascensión del Señor

Significa el llamado de Cristo para configurarse con El, haciendo de la vida una completa ofrenda de servicio a Dios y a los hermanos.

Pbro. Rolando Vázquez Cárdenas Vicario Parroquial en San José Obrero

Para mí la vocación sacerdotal significa la llamada de amor más grande que Dios me pudo haber hecho, lo que me hace sentir sumamente amado al ser escogido de entre los hombres para los hombres. Yo no soy digno que Dios me haya escogido y simplemente le respondo con el mismo amor con el que me ama haciendo su Voluntad, por eso también para mí, la vocación sacerdotal es la Respuesta de donación total de mi ser a toda la humanidad.

Pbro. Ricardo Valdez Alanís Misioneros de Familia y Juventud

Pastoral Siglo XXI > p. 8

La vocación sacerdotal es la manera como Jesús y yo somos amigos. Pbro. Hilario González García Coordinador del Instituto de Ciencias y Humanidades Seminario Arquidiocesano de Monterrey

Primero le doy gracias al Papa por la atinada idea de proclamar el año sacerdotal, se revive el amor de todo el pueblo de Dios por sus sacerdotes. Para mí la vocación sacerdotal, antes de ordenarme era un ideal de vida, ya ordenado es don inmerecido por Dios providente y un medio de santificación, no sólo personalmente, sino como levadura que va trabajando en el servicio de la construcción del Reino, por medio de su Iglesia. Es un don y una tarea, pues exige constante renovación del ideal de vida. Todos los días de mi vida le doy gracias a Dios por mi vocación sacerdotal, la amo, y renuevo diariamente mi compromiso de fidelidad, castidad, servicio y en especial de obediencia a mi Cardenal.

Pbro. Juan Pablo Martínez Martínez Párroco en Santo Tomás Moro

Cuando el Evangelio según san Juan nos describe la respuesta de Cristo cuando le preguntan: "Maestro ¿Dónde vives?" Les respondió: "Vengan y lo verán. Y se pasaron aquel día con Él." ... es pasarse aquel día (toda la vida) con Él. Esa es para mi la esencia de la vocación sacerdotal... pasarse toda la vida con Él. Todo lo demás es simple y sencillamente expresión de esa vivencia.

Pbro. Jorge Rodríguez Moya Párroco en Cristo Rey


MEDITA MEDITA

> PASTORAL BÍBLICA

Para mí, significa una respuesta de vida que día con día se le da a Dios, quien llama a configurarse con su Hijo Jesús, el Buen Pastor. No es algo que nace en uno, no es porque uno quiera ser sacerdote. Es más bien una respuesta generosa a Aquel que llama.

Pbro. Adán Bibiano Bravo Pérez Director Espiritual del Instituto de Filosofía Seminario Arquidiocesano de Monterrey

Pastoral Siglo XXI > p. 9

Para mi significa la manera como Dios me ama y me hace parecido a su Hijo Jesucristo, Buen Pastor. Siendo sacerdote he sentido que Dios es mi Padre; que estoy unido a Jesús y que él ha entregado su vida para sanarme; que me hago hermano de aquellos a los que Dios me ha encargado pastorear. El ser sacerdote es la manera como Dios me hace experimentar la vida nueva que ofrece a todos los suyos.

P. Miguel Ángel Espinosa Garza Coordinador Centro Vocacional

Es un hombre llamado de entre los hombres para el servicio de Dios entre su pueblo, viviendo con amor el seguimiento de Cristo y alimentando a los hombres con el Pan vivo del Cielo, que es la Eucaristía.

Pbro. Roberto Martín Villarreal Valdez Párroco en Santa María Goretti

La vocación sacerdotal: Es una donación total de mi persona a Dios.

Respuesta: El gran amor y misericordia que Jesucristo el Pastor Bueno tiene a su rebaño. Sin merecerlo, pues nuestro amor hacia Él es imperfecto. Dios llama algunos de nosotros, primero, porque nos ama, "no son ustedes los que me han elegido a mí soy yo quien los he elegido a ustedes"; y segundo para que transmitamos su amor al pueblo que Él nos encomendó, "un mandato nuevo les doy: ámense los unos a los otros, como yo los he amado".

Pbro. Pedro Luis Flores de León Vicario Parroquial en Nuestra Señora de Fátima

Pbro. Carlos Alejandro Villarreal González Vicario Parroquial en Nuestra Señora de la Asunción, Marín.

Por ahora diré que la vocación sacerdotal es un llamado, un don, una gracia que es alimentada por la Palabra y por la Eucaristía, con mucha oración y generosidad. Recordemos que nuestra finalidad es transmiten la alegría de servir a Cristo, e invitar a todos los cristianos a responder a la llamada universal a la santidad.

P. Antonio Camacho Muñoz, MG Secretario Ejecutivo de Comunicaciones CEM

"Para mi, la vocación sacerdotal significa mi vida, el aire que respiro. Significa toda mi realización en el amor a Jesús y en el amor a la Iglesia: Se trata de un amor al que trato de corresponder, porque me envuelve el amor de Cristo y el amor de mi Madre la Iglesia, y lo que haga por Jesús y por su Cuerpo Místico que es la Iglesia, es siempre poco y en correspondencia a lo que me llena y desborda."

Mons. Gustavo Rodríguez Vega Obispo de Nuevo Laredo


MEDITA MEDITA

> CON ELLA HACIA ÉL

a sido uno de los puntos de mayor discusión a lo largo de la historia. En gran parte esto es debido al hecho de la falta de referencia bíblica adecuada, la cual aunada a una interpretación inexacta de algunos textos ha llevado a crear una idea equivocada sobre este regalo de Dios a María y a toda la Iglesia con el fin de presentárnosla como el modelo del "sí" total y EXCLUSIVO a Dios por una criatura. Entre las citas bíblicas con las cuales se ha buscado empañar la virginidad de María están aquellas en las que aparecen los "hermanos" de Jesús (Mt 12,46-50; Mc 3,31; Lc 8,19). Los apologetas han hecho frente a esta objeción haciendo ver como la palabra "hermano" (adelfos) en la Biblia tiene diferentes usos pues no sólo indica a los hermanos de sangre, sino que puede ser usada para los parientes e incluso para los amigos cercanos. Esto se ve agravado por la exégesis de Mt 1,25, ya que las palabras del evangelista referidas a José: "Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo y le puso por nombre Jesús", dejarían entrever que después del parto la vida matrimonial de José y María fue normal y que pudieron haber engendrado más hijos. Sin embargo, las palabras semíticas "conoció" y "hasta" en hebreo no implican nada acerca de lo que puede pasar después del tiempo indicado, por lo que no hay necesariamente implicaciones de que José y María hayan tenido vida íntima o engendrado un hijo.

Jesús único Hijo Dentro de la problemática del dogma de la Virginidad

Pastoral Siglo XXI > p. 10

Pe r p e t u a d e M a r í a tenemos también la cita de Lc 2,7: "… y dio a luz a su hijo primogénito y lo envolvió en pañales…". En esta cita los enemigos del dogma han interpretado la palabra "primogénito" EXCLUSIVAMENTE por "su primer hijo". Si bien pude tener está interpretación, pude significar también "único". De hecho en la carta de San Pablo a los Colosenses (Col 1,15), el apóstol se refiere a Jesús como el "primogénito" Hijo de Dios lo cual explica claramente que esta palabra no tiene por fuerza que referirse a otros hijos sino que más bien b u s c a s u b ray a r l o s derechos que tiene el "primogénito" según la ley Judaica (cf. Ex 13,2; Núm. 3,12-13; 18,15-16), y que por lo tanto puede ser traducida como "Único". Finalmente, a pesar de que en la Escritura encontramos la palabra "hermano" referida a los parientes de Jesús, en ninguna parte de ésta se encuentra ninguna referencia a los "hijos de María", al contrario María siempre aparece ligada única y exclusivamente a Jesús, su UNICO HIJO. "La virginidad de María manifiesta la iniciativa absoluta de Dios en la Encarnación. Jesús no tiene como Padre más que a Dios. "La naturaleza humana que ha tomado no le ha alejado jamás de su Padre...; consubstancial con su Padre en la divinidad, consubstancial con su Madre en nuestra humanidad, pero propiamente Hijo de Dios en sus dos naturalezas" (DS 619)" CIC 503.

Pbro. Lic. Ernesto María Caro Osorio Párroco en Santa Cruz Asesor del Apostolado Mundial de Fátima


COMPROMÉTETE COMPROMÉTETE

> PASTORAL LITÚRGICA

Pastoral Siglo XXI > p. 11

"Fomenten con diligencia y paciencia la educación litúrgica y la participación activa de los fieles, interna y externa, conforme a su edad, condición, género de vida y grado de cultura religiosa." Constitución Sacrosanctum Concilium (sobre la sagrada liturgia) n.19

n los primeros siglos de la Iglesia, las comunidades cristianas celebraban en la Pascua los sacramentos de iniciación, con ello quienes se habían preparado para recibir el Bautismo, la Confirmación y recibir la Eucaristía, ingresaban en una nueva dimensión de la fe: el vivir el misterio de fe celebrado. En los siguientes cincuenta días de la Pascua, los nuevos creyentes recibían una formación litúrgica que los introducía en los Misterios de Cristo, a esto se le llamó catequesis mistagógicas. El abordar el tema de la formación litúrgica en la actualidad es tan necesario como urgente. Ya el concilio Vaticano segundo, en su constitución sacrosanctum concilium habla sobre la profundidad de lo que celebramos: "Por tanto, la Iglesia, con solícito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este misterio de fe (el misterio de la Eucaristía) como extraños y mudos espectadores, sino que comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen conscientes, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean instruidos con la palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Cuerpo del Señor, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la hostia inmaculada no sólo por manos del sacerdote, sino juntamente con él, se perfeccionen día a día por Cristo mediador en la unión con Dios y entre sí, para que, finalmente, Dios sea todo en todos." (SC 48). Este documento escrito hace un poco más de cuarenta años, reciente en el caminar de la Iglesia, pero para algunos creyentes, sobretodo los jóvenes, un documento antiguo, ha retomado elementos muy importantes en la dinámica vida litúrgica en la Iglesia actual. En muchas comunidades los pastores y fieles han buscado formarse mejor para comprender y vivir con mayor claridad la liturgia celebrada en comunidad. Hoy es urgente que todo creyente busque dar un culto autentico según el mandato de nuestro Señor: "los verdaderos adoradores adoran al Padre en Espíritu y en Verdad" (Jn 4,23). De hecho, es imposible cumplir esto si buscamos un dios, con minúscula, a "nuestra medida" y de esta manera rendirle adoración "a nuestra medida". Hace algunos meses leyendo un comentario de un libro sobre liturgia, me centré en el testimonio de Mons. Piero Marini que en un reciente libro escribe: "Estoy convencido de que si hay una crisis en la Iglesia de hoy es la de la Liturgia" (Cérémoniaire des Papes, Bayard, París 2007). Dicha afirmación suena demasiado fuerte porque toda la identidad y quehacer de la Iglesia se centra en la Liturgia y se celebra en la Eucaristía fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia. La frase lex orandi, lex credendi nos puede ayudar a enfocar: a partir del modo de orar se comprende en qué creemos, pero también, del modo de creer es de donde deriva el modo de orar. De allí que la formación en nuestro caminar en la fe es fundamental para una autentica vivencia de nuestra entrega total en Cristo, porque no podemos introducirnos auténticamente en la liturgia desde una visión parcial e individual, sino que sólo podemos introducirnos en la realidad de los misterios que celebramos en la persona de Jesús.

Solamente en Jesucristo el fiel cristiano puede entrar en una relación con Dios nuestro Padre y con quienes son nuestros hermanos. Al conocer el valor de la formación litúrgica seremos capaces de reconocer que en la acción litúrgica que celebremos se debe reconciliar la fe y la vida cotidiana. Los que llegamos a llamar santos, han vivido con profundidad el sacrificio de la Misa y asimismo han vivido su realidad siendo parte activa de ella al forjar un mundo mejor. Su Santidad Benedicto XVI ha comentado recientemente lo que considero una de las finalidades en la formación litúrgica: "lo que la Iglesia es humano se debe ordenar y subordinar a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la contemplación, y el presente a la ciudad futura que buscamos" (discurso a los obispos de la región norte de Brasil, en visita 'ad limina Apostolorum', 17 de abril de 2010). No es el buscar apartarnos de lo que nos rodea, sino darle plenitud a todo cuanto nos rodea porque el misterio de la Eucaristía nos crea vínculo familiar muy profundo entre Dios y nosotros. La realidad que vivo está centrada en cada Misa que celebro en la comunidad parroquial a la que he sido enviado a compartir la fe, Dios nos ha permitido formarnos, no solamente por medio de conceptos y teorías, sino que la formación primordial ha sido la experiencia palpable en cada liturgia que celebramos como comunidad de creyentes. En los primeros siglos las catequesis mistagógicas eran necesarias en el caminar de los nuevos miembros de Cristo, hoy es necesaria para todos los creyentes una profunda formación y una activa vivencia de los Misterios que celebramos en la fe.

Pbro. Víctor Isaí Herrera Vázquez Vicario Parroquial en Nuestra Señora del Pueblito, Hidalgo N.L. (Centro)


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> PASTORAL JUVENIL

Pastoral Siglo XXI > p. 12

n nuestros días, con el sólo hecho de caminar por las calles, podemos observar las actitudes de muchos jóvenes que vagan por el mundo sin sentirse parte de él. V iven tan ensimismados que lo único que reflejan es angustia, soledad y desesperación. Por otro lado, el ajetreo propio de sus rutinas los encamina a buscar modelos establecidos por una sociedad de consumo y confort en la que, pretendiendo ser libres, viven en la esclavitud. Son usuales en el vocabulario de los jóvenes frases tales como: "Con mi vida hago lo que quiero", "Soy así y qué", "Déjenme… soy libre", entre o t ras q u e ex p res a n , queriendo demostrar a los demás su supuesta libertad. Quieren "ser original" pero el concepto que tienen de esto es vago y sin sentido para muchos jóvenes, porque lo han referido solo a apariencias como la vestimenta, el peinado, la forma de hablar, las conductas rebeldes y negativas. También llaman "ser original" a escoger un tipo de amigos con los que piensan y sienten en común, aunque muchas veces no lo sean y aislándose de los que si pueden serlo. Cristo nos dice: "La verdad los hará libres" por lo mismo ser original o ser libre es tener valores, vivir de acuerdo a lo que fuimos creados, si aceptamos y llevamos a cabo el trabajo de ser imagen y semejanza de Dios, no buscaremos aquello que deforma, aquello que hace daño, no actuaremos con violencia, faltando el respeto a todo. Ser auténtico es ser libre, no dejarse llevar por las modas de nuestros días, sino actuando con el uso recto de la razón. Y es Cristo; por medio de la parroquia, quien puede responder a las exigencias propias de su vida, a los deseos y necesidades que tienen como jóvenes. Por lo tanto urge que los jóvenes descubran en sus parroquias, lo que dijo Juan Pablo II: "El verdadero conocimiento y la auténtica libertad se hallan en Jesús. Dejen que Jesús forme parte de su vida y así encontrarán la felicidad". Es muy importante que los jóvenes se den cuenta que la parroquia es en donde pueden encontrar todo lo que buscan, que descubran que: "Dios nos imaginó a cada uno de nosotros desde la creación, que nos tenía en su mente, que nos ama y que desde aquél día, también, tenía una misión" para cada uno y descubrir con apoyo de su parroquia cual es esa "misión". Que en la parroquia es donde experimentarán el amor de Dios a través de muchas cosas como: la convivencia con otros jóvenes que buscan lo mismo que ellos, del apostolado que elijan tomar, en donde se divertirán de una forma sana y productiva. Es en su parroquia, donde tendrán una experiencia espiritual y comprobarán que nadie pierde cuando entrega su vida a Dios, al contrario Él enriquece de tal modo, que alcanza y sobra, no solo para el que le abre su corazón sino para los que están en contacto con él. Es tiempo de que den el paso definitivo y se acerquen a su parroquia y comiencen una nueva vida y sean verdaderamente "originales" y "libres" con la libertad que da el amor a Dios.

"Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida". Pbro. Roberto Robledo Rodríguez Vicario Parroquial en Santa Catarina Mártir


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> CARIDAD

Pastoral Siglo XXI > p. 13

¿Quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de ustedes como el que sirve. Lc 22, 27.

on estas palabras el Señor Jesús nos exhorta; a vivir el servicio como respuesta a los dones gratuitos de su amor, como una consagración a Él en la entrega diaria sirviendo a los hermanos. De esta manera, comprendemos la ilustre visión de san Juan Crisóstomo: "Busquemos aquellas virtudes que, junto con nuestra salvación, aprovechan principalmente al prójimo" . Es así, que los cristianos somos llamados a vivir el servicio al prójimo en respuesta a la gracia recibida. De tal modo, todos los cristianos queremos vivir el servicio como aquél ideal que nos ayude a configurarnos con Cristo maestro, aunque debemos poner un cuidado muy especial en la rectitud de nuestro corazón, ya que el ser humano consciente o inconscientemente es muy dado a realizar sus tareas, apostolados, oficios, etc., siempre esperando recibir algo a cambio de su esfuerzo, y en nuestra diaria relación con Dios y los hermanos no es la excepción; ante esta cuestión nos ilumina san Gregorio Magno diciendo: "debemos examinar con mucho cuidado nuestra intención en todo lo que hacemos, y no buscar nuestros intereses, si queremos servir a Dios" . Por este motivo hermanos no debemos olvidar, que el servicio no puede ir desligado de la humildad, ya lo diría san Juan María Vianney: "la humildad es el fundamento de todas las virtudes" y de la alegría, que son signos del amor de Dios (signo de cambio) para un mundo tan necesitado de la presencia divina, que se hace manifiesta a través de todos los que nos decimos discípulos de Cristo. En definitiva; si decimos que nuestro modelo a seguir es el señor Jesús, es él quien nos pide acrecentar este gran don que llamamos "servicio" y que además nos demuestra como lo debemos poner en práctica en nuestras comunidades parroquiales, en nuestros hogares, en nuestros trabajos y barrios, para transformar la realidad social en la que nos desenvolvemos. El cristiano no es un iluso que pretende realizar utopías, como lo piensan aquellos que desprecian a Jesús y todo lo que Él representa, sino que es el hombre nuevo capaz de realizar obras admirables en nombre de Jesús auxiliado por su gracia, y la característica central del cristiano es el servicio fundamentado en el amor a Dios, a los hermanos y así mismo. En síntesis; la actitud del cristiano en la vida ha de ser la del Señor: disponibilidad hacia las necesidades ajenas, que le llevará a ayudar a los demás con tal humildad que no se advierta su ayuda y no le puedan recompensar sus servicios. "El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir, y a dar su vida por la redención de muchos". Mt 20, 25.

Pbro. Albero Guadalupe Medellín Vicario Parroquial en Santa Cruz (Col. Lomas del Pedregal)


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> COMUNIDAD

Pastoral Siglo XXI > p. 14

a vida consagrada es un don de Dios por eso no es solamente una comunidad humana sino una comunidad de creyentes, aunque sus miembros son seres humanos: Lo que une una comunidad religiosa es el misterio del amor de la santísima trinidad para con cada ser humano y para con toda la humanidad: "Dios amo tanto al mundo que le entregó a su Hijo único" Jn 3,16. El amor de Dios se hace fraterno por el misterio de la encarnación (misterio de la caridad fraterna). El verbo encarnado invita a los bautizados y de una manera particular a los consagrados a ser testigos de este amor fraterno en sus comunidades: "Les doy un mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros como yo los he amado y por este amor reconocerán todos que son mis discípulos" Jn 13, 35. Es este misterio de la caridad fraterna que brota del corazón de Jesús que toda comunidad religiosa quiere vivir según su propio carisma. La vida fraterna en comunidad tiene como fundamento el llamado de Cristo sobres hombres y mujeres a compartir su vida de hijo de Dios (pobre, obediente y casto), vida de amor y de santidad. Los que escuchen este llamado de Cristo y quieren dar respuesta a su llamado, lo hacen por medio de un carisma de una comunidad reconocida y aprobada por la Iglesia. La vida Fraterna en comunidad es entonces un misterio de fe como nos la recuerda la congregación para la vida consagrada: "En su componente místico primario, toda auténtica comunidad cristiana aparece en sí misma una realidad teologal objeto de contemplación. De ahí que la comunidad religiosa sea ante todo un misterio que ha de ser contemplado y acogido con un corazón lleno de reconocimiento en una límpida dimensión de fe. Cuando se olvida esta dimensión mística y teologal, que la pone en contacto con el misterio de la comunión divina presente y comunicada a la comunidad, se llega irremediablemente a perder también las razones profundas para hacer comunidad, para la construcción paciente de la vida fraterna" (vida fraterna en comunidad Nº 12).

En la vida fraterna, cada miembro de la comunidad debe tener esta mirada de fe (una vida compartida en la caridad de Cristo con sus hermanos). Así la vida fraterna en comunidad tal cual como la vivimos como hermanos de San Juan implica recibir nuestros hermanos de parte de Dios tal como son, con sus cualidades y defectos sin juzgarlos, poniendo todo en común compartiendo todo: bienes materiales y espirituales, talentos, apostolados, formación permanente en comunidad (cada semana), cada uno poniéndose al servicio de su hermano y de la comunidad; Una entrega total a los demás a ejemplo de Cristo: "...El amor de Cristo, derramado en nuestros corazones, nos impulsa a amar a los hermanos y hermanas hasta asumir sus debilidades, sus problemas, sus dificultades; en una palabra, hasta darnos a nosotros mismos" (Vida fraterna en comunidad Nº 21). Siendo contemplativos y apostólicos, toda nuestra vida fraterna jira alrededor de nuestro crecimiento en la santidad. Ser signo visible de la radicalidad del amor del Padre para con su Iglesia y la humanidad. Continuará…

Pbro. Louis Gobuyaza Prior de los Hermanos de San Juan Comunidad en Monterrey


VIVE

VIVE > NOTICIAS

Pastoral Siglo XXI > p. 15

s muy frecuente que quienes escuchan música, ya sea por medios auriculares (ipod, mp3, mp4, celular, etc.) se aíslen del mundo que les rodea, pues el volumen tan alto con el que la música es escuchada, los lleva a evadir la realidad. Muchos prefieren escuchar música a conversar con la familia; cuando quieren evadir un tema o evitar a alguna persona optan por "poner algo de ruido". Hay personas que pueden pasar horas frente la computadora y no ser capaces de entablar un dialogo cara a cara, o quienes les sea más fácil platicar o expresarse por medio de un chat o red social. Contamos hoy en día con televisión, internet, correo electrónico, redes sociales, intranets, celulares, computadoras portátiles, herramientas muy valiosas de comunicación, pero sería bueno preguntarnos: ¿Realmente nos comunicamos? ¿Qué comunicamos por estos medios? ¿Es importante lo que comunicamos? ¿Trasciende? Tal vez exista comunicación, pero muchas veces una expresión limitada, superficiales, sin retroalimentación, sin motivación, olvidándose de lo realmente importante: la persona, la verdad, la solidaridad, la afectividad y efectividad, elementos claves en las relaciones humanas, que dignifiquen al hombre y construyan una comunidad de paz. Cada vez más personas van entendiendo y valorando la importancia de todos los medios masivos de comunicación y tecnología digital, para emplearla en beneficio de la persona y de la sociedad. Como Iglesia no podemos estar ajenos a la cultura de comunicación actual. Y cuestionarnos si nosotros estamos aprovechando estos medios para la promoción de la persona y la evangelización. Los obispos de America señalan: "La Pastoral de la Iglesia no puede prescindir del contexto histórico donde viven sus miembros. Su vida acontece en contextos socioculturales bien concretos. Estas transformaciones sociales y culturales representan naturalmente nuevos desafíos para la Iglesia en su misión de construir el Reino de Dios" (DA # 367).

Nuestro Padre Dios se ha comunicado en su Hijo Jesucristo y nosotros debemos de buscar comunicar este mensaje, la Buena Nueva, en el contexto actual será muy importante la Innovación, que describe a quien ha sido educado a emplear su creatividad para que las cosas y las instituciones sirvan con mayor calidad a la humanidad. Para los cristianos, la fuente de la innovación está en la luz que participa el Espíritu Santo. El Papa Benedicto XVI nos invita: "Deben anunciar el Evangelio valiéndose no sólo de los medios tradicionales, sino también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (foto, vídeo, animaciones, blogs, sitios web), ocasiones inéditas de diálogo e instrumentos útiles para la evangelización y la catequesis"( Mensaje del para la XLIV jornada mundial de las comunicaciones sociales). Los cristianos tenemos una gran oportunidad, asumir con sabiduría las oportunidades específicas que ofrece la moderna comunicación. Aprovechemos todos estos medios para una comunicación efectiva, que dignifique a la persona, que transmita un mensaje de alegría, esperanza y amor. Que el Señor nos convierta en apasionados anunciadores de la Buena Noticia, también empleando los nuevos espacios que han dado a luz los nuevos medios de comunicación.

Lic. Juan Pablo Vázquez Rodríguez Coordinador Pastoral Siglo XXI


VIVE

Pastoral Siglo XXI > p. 16

VIVE > ANIVERSARIO SACERDOTAL

Pidamos en la conclusión de este Año Sacerdotal, por todos los sacerdotes. Felicitamos a todos los presbíteros que celebran su cumpleaños, especialmente felicitamos a los que celebran su aniversario sacerdotal:

Fecha de Ordenación: 29 JUNIO 1965 Pbro. Tomás Herrera Hernández Párroco en Nuestra Señora del Refugio

Pbro. Jesús Garza Guerra Coordinador del Departamento de Pastoral de Movilidad Humana

Mons. Emigdio Alberto Villarreal Bacco Párroco en Cristo de la Montaña

Pbro. Santiago Gerardo Cavazos Almaguer Asesor de Dinámicas de Encuentros Matrimoniales

Pbro. Héctor Jaime Valenzuela Mendivíl Domicilio Particular

Pbro. Cosme Carlos Ríos Párroco en Nuestra Señora de San Juan de los Lagos

Mons. Juan José Hinojosa Vela Párroco en Nuestra Señora de Fátima

Pbro. Marcelino Arrieta de la Fuente Párroco en Santo Niño de Atocha

Pbro. José Cruz Reynoso Rodríguez Vicario Adscrito en Nuestra Señora de Guadalupe Salud de los Enfermos (Col. Cortijo del Río) Fecha de Ordenación: 23 JUNIO 1975

R.P. Enrique Lechuga Amaya Vicario Parroquial en San Vicente de Paul (Col. La Fama) Congregación de la Misión Fecha de Ordenación: 8 Junio 1985

R.P. Flavio Sánchez de la Torre Capellán en San Francisco de Asís (Centro) Orden de Franciscanos Menores Fecha de Ordenación: 30 Junio 1990

R.P. Manuel Azuela Infante Vicario en Nuestra Señora de los Ángeles (Col. León XIII) Salesianos de Don Bosco Fecha de Ordenación: 24 Junio 200º

R.P. Ricardo David Gómez Néder Vicario Parroquial en Inmaculada Medalla Milagrosa (Centro) Congregación de la Misión Fecha de Ordenación: 25 Junio 2005 Pastoral Siglo XXI


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