PASTORAL
SIGLO XXI Aテ前: 4 No: 46
CONOCE> PARROQUIA SAN JORGE MARTIR / P. 4
COSTO DE EDICION: $7.00 MEDITA> LA VERDADERA RIQUEZA / P. 11
JUNIO 2012 LA VOZ DE LA IGLESIA EN MONTERREY COMPROMETE> NIテ前S Y Jテ天ENES A VOTAR ツソO BOTAR? / P.14
SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE MI IGLESIA
CONOCE EL CONTENIDO DEL KERYGMA
Pastoral Siglo XXI > p.2
CONOCE > IGLESIA
E
mpezaré el tema tratando de definir lo que es el Kerygma: “Es la proclamación, ungida y testimonial de Jesús muerto y resucitado, constituido Señor, Salvador y Mesías, según la promesa del Padre, para suscitar la fe y la conversión mediante la acción del Espíritu Santo. Algunos de los ejemplos más claros del Kerygma son el pasaje de la samaritana (Jn. 4, 28-30), y el primer discurso de Pedro (Hch. 2, 14,39)”. Esto nos llevaría a decir que el Kerygma debe tener como Objetivo: “Suscitar, reavivar la fe y la conversión (CT 19). Ha de llevar a una adhesión personal y explícita a Jesucristo: aceptándolo como único Señor (CT 19,20; CFL 33; RM 46), mediante la acción del Espíritu Santo, porque, puede decirse que el Espíritu Santo es el agente principal de la Evangelización. El es quien impulsa a cada uno a anunciar el Evangelio y quién en lo hondo de las conciencias hace aceptar y comprender la Palabra de la salvación” (EN 75). Y si este es el Objetivo entonces podemos decir que con el Kerygma debemos lograr varias metas: a) Crecer y experimentar esta verdad: Dios me ama. (Jn. 4, 16-21); b) Conciencia de Pecado y de la necesidad de la salvación; c) Encuentro personal de Cristo vivo, y experiencia de su salvación y vida nueva; d) Reconocimiento y consagración a Jesucristo como Señor de mi vida y de la historia; e) Reavivar y hacer operante el don del Espíritu Santo “como poder” para ser testigos de Jesús; f) Perseverar en la comunidad, en la oración y en la catequesis (Hch. 2, 42-47). Ahora sí con todos estos elementos podemos definir el contenido teológico que debe poseer el Kerygma para dar a conocer a la comunidad: A) Lo que se proclama no es tanto una doctrina sino una persona concreta con hechos de salvación: Jesús muerto, resucitado y glorificado; con sus tres títulos más grandiosos: Salvador, Señor y Mesías. B) Los principales modelos kerygmáticos los podemos encontrar en estos textos: Hch. 2, 14-39; 3, 12-26; 4, 10-12.; 5, 29-32; 10, 34-43; 13, 16-41; 1 Cor. 15, 1-17; Lc. 24,26. C) El Contenido del Kerygma se puede desarrollar en estos temas: Tema 1: ¿Hemos encontrado al Mesías!; Tema 2: ¡ Jesús vive, es nuestro Salvador! ; Tema 3: “Jesús, muéstranos al Padre”; Tema 4: “Jesús nos ofrece su reino”; Tema 5: “Jesucristo nos descubre el misterio del hombre”; Tema 6: “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia”; Tema 7: “Yo les daré mi Espíritu”; Tema 8: Ustedes son mis testigos” y Tema 9: ” María, la Madre de Jesucristo”. D) Aunque la Evangelización fundamental se da en forma de curso, a través de una serie de temas, no hay que reducirla a esto; ya que el Kerygma es, ante todo, la comunicación de una experiencia de salvación y de un encuentro personal con el amor de Dios vivo que nos salva y da nueva vida en Cristo, por su Espíritu Santo. Para poder compartir el Kerygma debemos tomar en cuenta varias características: “Una proclamación decidida, alegre, testimonial, ungida, pública, solemne, impactante, global, sintética, fundamental, clara, inequívoca, explícita, sencilla, directa, viva, espontánea, vibrante y llena de ardor (cfr. CT 25): presenta una persona viva y pide una decisión radical u opción fundamental. Pbro. Walter Fernando Gómez Olvera Rector de Templo en Santo Niño de la Salud (Mitras Sur)
CONOCE
Pastoral Siglo XXI > p.3
CONOCE > LA VOZ DEL PASTOR CONTENIDO CONOCE EDITORIAL / p.2 LA VOZ DEL PASTOR / p.3 PARROQUIA SAN JORGE MARTIR / p.4 COMISIÓN ARQUIDIOCESANA PARA LOS LAICOS GRUPOS Y MOVIMIENTOS / p.5 VÍNCULOS CON LA IGLESIA ANTIGUA / p.6 MEDITA NO CERRARÁ SUS BRAZOS PARA DEJAR DE AMAR, AUNQUE SE ACERQUEN CON UNA LANZA PARA ATRAVESARLO / p.7 SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE MI IGLESIA / p.8, p.9 DEJÉMONOS ACOMPAÑAR POR MARÍA SANTÍSIMA / p.10 LA VERDADERA RIQUEZA / p.11 COMPROMETETE C¿DEVOTOS O DE-VOTOS? / p.12 TEMORES Y ESPERANZAS / p.13 NIÑOS Y JÓVENES A VOTAR ¿O BOTAR? / p.14, p.15 VIVE CELEBRACIÓN DEL DIA DEL COMUNICADOR / p.16
DIRECTORIO Subdirector Pbro. Juan José Martínez Segovia Director Editorial Pbro. Walter Fernando Gómez Olvera Coordinación Lic. Juan Pablo Vazquez Rodríguez Consejo Editorial Lic. Yolanda Ruiz Martínez Lic. Jorge Rodríguez Tueme Pbro. Juan José Martínez Segovia Pbro. Walter F. Gómez Olvera Pbro. Javier Hernández Raygoza Pbro. Leopoldo García Mtz. Colaboradores Secretariados, Departamentos y Comisiones de la Arquidiócesis. Representantes Parroquiales. Redacción y Revisión Departamento de Comunicación Diseño LDGP Daniel Garcia Impreso Servicios Integrales Offset Distribución Mensajería y paquetería Galgo S.A. de C.V. Contabilidad Jasso Silva y Asociados S.C. Directorio Periódico Mensual Junio de 2012. Editor responsable: Pbro. Walter F. Gómez Olvera. No. de certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 04-2007- 072412073100-01. No. de Certificado de lícitud de Título: 13903. No. de Certificado de licitud de Contenido: 11476. Domicilio de la Publicación: Calle Zuazua 1100 Sur, Barrio Antiguo, C.P. 64000, Monterrey N.L. Imprenta: SERVICIOS INTEGRALES OFFSET Priv. Apodaca 2109 Col. Topochico, Monterrey N.L. C.P. 64260 Tel. 83-52 30 27 Distribuidor: Mensajeria y Paquetería Galgo, Calle 16 de Septiembre 413 Ote. Col. Independencia C.P. 64720 Monterrey, N.L.
LEVANTAR LOS OJOS A DIOS Educar a los jóvenes en la justicia y la paz (continuación…)
Ante el difícil desafío que supone recorrer la vía de la justicia y de la paz, podemos sentirnos tentados de preguntarnos como el salmista: «Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio?» (Sal 121,1). Deseo decir con fuerza a todos, y particularmente a los jóvenes: «No son las ideologías las que salvan el mundo, sino sólo dirigir la mirada al Dios viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante de lo que es realmente bueno y auténtico [...], mirar a Dios, que es la medida de lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno. Y ¿qué puede salvarnos sino el amor?»[9]. El amor se complace en la verdad, es la fuerza que nos hace capaces de comprometernos con la verdad, la justicia, la paz, porque todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (cf. 1 Co 13,1-13). Queridos jóvenes, vosotros sois un don precioso para la sociedad. No os dejéis vencer por el desánimo ante las dificultades y no os entreguéis a las falsas soluciones, que con frecuencia se presentan como el camino más fácil para superar los problemas. No tengáis miedo de comprometeros, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación. Vivid con confianza vuestra juventud y esos profundos deseos de felicidad, verdad, belleza y amor verdadero que experimentáis. Vivid con intensidad esta etapa de vuestra vida tan rica y llena de entusiasmo. Sed conscientes de que vosotros sois un ejemplo y estímulo para los adultos, y lo seréis cuanto más os esforcéis por superar las injusticias y la corrupción, cuanto más deseéis un futuro mejor y os comprometáis en construirlo. Sed conscientes de vuestras capacidades y nunca os encerréis en vosotros mismos, sino sabed trabajar por un futuro más luminoso para todos. Nunca estáis solos. La Iglesia confía en vosotros, os sigue, os anima y desea ofreceros lo que tiene de más valor: la posibilidad de levantar los ojos hacia Dios, de encontrar a Jesucristo, Aquel que es la justicia y la paz. A todos vosotros, hombres y mujeres preocupados por la causa de la paz. La paz no es un bien ya logrado, sino una meta a la que todos debemos aspirar. Miremos con mayor esperanza al futuro, animémonos mutuamente en nuestro camino, trabajemos para dar a nuestro mundo un rostro más humano y fraterno y sintámonos unidos en la responsabilidad respecto a las jóvenes generaciones de hoy y del mañana, particularmente en educarlas a ser pacíficas y artífices de paz. Consciente de todo ello, os envío estas reflexiones y os dirijo un llamamiento: unamos nuestras fuerzas espirituales, morales y materiales para «educar a los jóvenes en la justicia y la paz». www.vatican.va Benedicto XVI
CONOCE CONOCE > PARROQUIAS
Pastoral Siglo XXI > p.4
PARROQUIA SAN JORGE MARTIR
C
on la finalidad de fomentar la comunión y el conocimiento de la riqueza pastoral de nuestra iglesia diocesana iniciamos en esta edición con una sección dedicada a conocer a las parroquias que integran nuestra Arquidiócesis. En esta ocasión iniciamos con la Parroquia San Jorge Mártir ubicada en la colonia las puentes en el municipio de San Nicolás de los Garza. En 1977 el Pbro. Raúl Figueroa Reséndiz inicia la construcción del Templo dedicado a San Jorge Mártir. Una vez concluida la obra de enormes dimensiones, el 18 de Marzo de 1979, el entonces Arzobispo de Monterrey Don José de Jesús Tirado(+) lo erige como PARROQUIA y nombra a su artífice y constructor como primer Párroco. En 1989 sucedió al P. Figueroa, como segundo Párroco, el Pbro. Héctor Juan Villarreal Sánchez quien presidió la Parroquia hasta 1996, año en que llegó el tercer Pastor y Párroco actual Pbro. Lorenzo Javier Barrera Charles.
De 1980 a la fecha han colaborado en la Pastoral Parroquial 18 Sacerdotes como Vicarios; los actuales son el P. José de Jesús Gutiérrez Sánchez y el P. David Sandoval Espinoza; así como Religiosas Pasionistas y, desde el 2004, las Misioneras Catequistas de los Sagrados Corazones de Jesús y María que tienen su casa aledaña al Templo Parroquial. Actualmente la Parroquia cuenta con LAS PASTORALES: catequética, familiar, juvenil, litúrgica, social, pastoral vocacional conformadas por más de 55 grupos parroquiales con distintos carismas, apostolados y para todas la edades. San Jorge Mártir Nace en Lydda, ciudad de Palestina, a unos 35 Km. de Jerusalén, hacia el año 200. Huérfano de padre, ingresa muy joven a la milicia romana del Emperador Dioclesiano. Siendo soldado visita los Santos Lugares y se convierte al cristianismo. Dedica su vida al servicio de Dios y se conservó, por convicción propia, casto para gloria del Señor. Galerio, Emperador del imperio Romano de Oriente, desata una cruenta persecución contra los cristianos. Jorge, encarcelado y martirizado públicamente, permanece fiel y proclama: “Me importan muy poco las privaciones, el sufrimiento y la muerte, mi vida es obra de Cristo mi Dios y Señor y El me ayudará hasta que llegue a poseerle en el Reino de los Cielos”. En Nicomedia (Turquía), capital del Imperio de Oriente, es condenado a muerte. El verdugo colocó a Jorge de hinojos, y con el rápido movimiento de su espada, lo decapitó. Todo había concluido. El 23 de abril del año 224 a los 24 años de edad, San Jorge recibía de Cristo en la gloria celeste, la doble corona de la virginidad y del martirio. Canonización y Leyenda. En el año 314 el Emperador Constantino, amigo de armas de Jorge, propuso que el mártir fuera nombrado “Hidalgo campeón de la cristiandad”.La cruz escarlata con fondo plateado, que es el símbolo de San Jorge, se convirtió en la bandera de la cristiandad. El Papa Gelasio I, aprobó la canonización de San Jorge en el año 494, diciendo: “Jorge el más fiel soldado de Jesucristo cuando otros ocultaban su religión se aventuró a confesar el nombre de Dios”. La tradición popular hizo una hermosa historia sobre San Jorge: Como mártir es un defensor de la fe, por eso lo representan como un guerrero. El dragón simboliza el mal, el pecado, el demonio. Como intercesor ante Dios protege a los fieles de todos los males. El dragón, es un monstruo, que representa el caos, lo confuso, lo antinatural, las alas representan el viento, el cuerpo lleno de escamas el agua, la cola de serpiente la tierra, las fauces que arrojan lumbre al fuego, el aliento pestilente son las epidemias. La leyenda de San Jorge cuenta que el dragón vivía en un lago. Cuando salía destruía todo. Para aplacarlo el pueblo le entregaba una joven doncella. Cuando tocaba el turno a la hija del Rey, San Jorge hace la señal de la cruz, desafía al dragón y lo mata con su lanza. Todos se lo agradecen y se convierten al cristianismo. Esta hermosa imagen muestra la fe, la devoción y la confianza de los fieles en la intercesión de San Jorge ante Dios, para salvarlos de fuerzas y peligros superiores a ellos.
www.sanjorgemartir.org
Pastoral Siglo XXI ¿Te gustaría que conociéramos tu parroquia? Escríbenos: pastoralsiglo21@arquinetmty.com
CONOCE
Pastoral Siglo XXI > p.5
CONOCE > A LA PARROQUIA
COMISIÓN ARQUIDIOCESANA PARA LOS LAICOS GRUPOS Y MOVIMIENTOS
Los Grupos y Movimientos de la CAL están agrupados por Áreas y de acuerdo a su acción pastoral trabajan en las diferentes pastorales de la estructura diocesana. Arquidiócesis CAL Pastoral Catequética Área Catequesis Pastoral de la Cultura Área Cultura Pastoral Familiar Área Familia Pastoral Juvenil Área Juvenil Pastoral Litúrgica Área Liturgia Pastoral Social Área Social En este y los siguientes meses vamos a ir enunciando los Grupos y Movimientos diocesanos que conformar cada una de las Áreas de la CAL, y lo vamos a hacer en el mismo orden alfabético en que las hemos mencionado.
Área Catequesis
Acción Católica Mexicana Apostolado de la Cruz “Centro Guadalupe” Apostolado de la Cruz “Centro Jesús Sacerdote” Apostolado de la Cruz “Centro Monterrey”/Sección Conchita Apostolado de la Cruz “Centro Padre Félix” Apostolado de la Cruz “Espíritu Santo” Apostolado de la Nueva Evangelización Apostolado Serra de Monterrey Comunidades Evangelizadoras para la Reconciliación y el Servicio Congregación Mariana de Profesionistas Congregación Mariana del Roble Equipos de Meditación Bíblica Escuela de la Cruz Legión de María Regia, Nuestra Señora de Monterrey Misioneros Apóstoles de la Palabra Movimiento de Cursillos de Cristiandad Movimiento de Enfermeras de Acción Católica Movimiento de Maestros de Acción Católica Movimiento de Renovación Cristiana Católica en el Espíritu Santo Pequeños Hermanos de María Pregoneros de la Palabra Unión de Católicos Mexicanos Unión Femenina Católica Mexicana Estos Grupos y Movimientos cuentan con la asistencia Eclesial de parte del Pbro. Marco Polo Ríos Valtierra, Director del Secretariado de Catequesis de la Arquidiócesis, al cual le damos las gracias por su apoyo y pedimos a Dios Nuestro Señor y a la Virgen del Roble que lo siga iluminando en su ministerio sacerdotal. Comisión Arquidiócesana para los Laicos www.laicosmonterrey.org
Envíanos tus comentarios y sugerencias: pastoralsiglo21@arquinetmty.org
CONOCE CONOCE > ARTE SACRO
S
Pastoral Siglo XXI > p.6
VÍNCULOS CON LA IGLESIA ANTIGUA
e suele llamar Iglesia Antigua a la comunidad creyente de los primeros siglos. La Iglesia Antigua es el período posterior a la Iglesia Apostólica y previo al período Medieval. Así pues hablamos de que la Iglesia Antigua es el período de nuestra historia en los primeros siete u ocho siglos de nuestra era. Los vínculos de la Iglesia particular de Monterrey con la Iglesia Antigua son muchos ciertamente: la Palabra de Dios, la Eucaristía, seguimos profesando el Credo de la Iglesia Apostólica, leemos los escritos de los Santos Padres, entre otros. Pero además de lo anterior los vínculos con la Iglesia Antigua pudieran parecer inexistentes. La fundación de la ciudad capital, Monterrey, en 1596 aparece como una fecha muy lejana a la de los primeros siglos y aún más si consideramos que la diócesis de Linares (hoy Monterrey) fue fundada apenas en los últimos años del siglo XVIII. Aún así hay vínculos con la Iglesia Antigua. Nuestra Arquidiócesis conserva por lo menos tres reliquias, según la opinión más generalizada, de mártires provenientes de la época de las persecuciones. Se trata de las reliquias del patrono del Seminario, San Teófimo, las reliquias de Santa Irene, que son custodiadas en el convento de Villa de la Paz, y las reliquias de Santa Librada en la Parroquia de la Luz localizada en el centro de la capital. Estas reliquias fueron trasladadas a Monterrey a lo largo del siglo XX. Además de las reliquias antes mencionadas seguramente hay, en las parroquias más antiguas, reliquias de santos de la antigüedad en las aras de los antiguos altares.
Imagen de Santa Catarina, Efrén Ordóñez.
La distancia del tiempo no ha impedido que algunas comunidades parroquiales estén bajo el patrocinio de santos de la antigüedad cristiana. Así tenemos en nuestra Arquidiócesis comunidades bajo el patrocinio de san Nicolás de Bari en Escobedo, san Jenaro o san Genaro (dos parroquias en Santa Catarina), santa Cecilia en la Florida, santa Catarina (que como sabemos, hace referencia a santa Catalina de Alejandría) en la cabecera municipal, santa Elena de la Cruz en Zuazua, santa Engracia en el municipio de San Pedro y santa Lucía en la Buenos Aires. Especial atención merecen las parroquias que están bajo el amparo de Padres de la Iglesia. Los Padres fueron los escritores cristianos que iluminaron a la Iglesia Antigua con sus enseñanzas. Así en nuestra Arquidiócesis tenemos algunas parroquias bajo su amparo, así san Gregorio Magno es patrono de Cerralvo, san Benito es patrono de la parroquia localizada en la Colonia del Lago, san Agustín es patrono de un par de parroquias, una localizada en san Nicolás y otra en san Pedro, san Jerónimo es patrono de la parroquia de Colinas y un templo está dedicado a san Martín de Tours, mejor conocido como san Martín Caballero, en la colonia Central. Los escritos de los Padres de la Iglesia han sido apreciados desde los primeros años de nuestra Iglesia local; han sido tan apreciados que en la galería de lienzos episcopales de la Sala Capitular de la Catedral de Monterrey en dos obras aparecen Padres de la Iglesia como autores de libros representados. En el caso del lienzo del Obispo Marín y Porras se leen como autores, en los lomos de los libros, san Ambrosio y san Jerónimo; en el caso del lienzo del Obispo Montes de Oca aparece el nombre en latín de san Juan Crisóstomo. En nuestra Arquidiócesis tenemos también la presencia de comunidades religiosas que siguen las enseñanzas de sus fundadores quienes vivieron en la Iglesia Antigua, este es el caso de los padres Agustinos. Especial mención merece el que un Obispo de Linares (Monterrey) haya recibido, después de haber dejado esta sede, el honor de haber sido nombrado sucesor de san Basilio Magno. Este honor correspondió al antes mencionado Sr. Ignacio Montes de Oca, quien fue obispo de Linares de 1880 a 1884 y quien mereció recibir este honor en el año de 1921 como reconocimiento a su brillante trayectoria eclesiástica. (PÉREZ MALDONADO, El Obispado, p. 193). Pbro. Lic. José Raúl Mena Seifert Miembro de la Dimensión de los Bienes Culturales de la Iglesia. jmena@arquinetmty.com En facebook: difusiondeartesacro
MEDITA
Pastoral Siglo XXI > p.7
MEDITA > REFLEXION
NO CERRARÁ SUS BRAZOS PARA DEJAR DE AMAR, AUNQUE SE ACERQUEN CON UNA LANZA PARA ATRAVESARLO Jesús en la cruz, es la expresión del amor extremo, pues Jesús se muestra con los brazos abiertos, de par en par, para amar a todos, sin excepción, para abrazar a todo aquel que se deje amar, pero también para amar a aquellos que no lo quieran a él, e incluso para aquellos que lo quieran lastimar. Jesús no va a cerrar sus brazos, si un hermano se acerca con un cuchillo, con una espina, o con una lanza, como no los cerró, ante el soldado que le atravesó, aquella tarde, el costado. Jesús no dejará de amar. El no cerrará sus brazos, aunque lo traicionen, lo injurien, lo maldigan, aunque en lugar de amor, reciba puro dolor. El amor de Jesús, su abrazo, persiste a pesar de todo el sufrimiento que le podamos causar. Él jamás dejará de tener extendidos sus brazos, llamándonos, esperándonos. Su amor no es como el de nosotros, que al primer asomo de dolor, no sólo cerramos los brazos, sino que corremos y desaparecemos, sino es que respondemos, matando y maldiciendo. Jesús en la cruz nos muestra no la medida del amor humano, sino la del amor divino. Nos enseña, precisamente, que nuestra medida, no es humana sino divina. Y nos confronta con su amor llagado y donado en la cruz. No basta mirar el amor del crucificado, si no lo imitamos. De nada sirve contemplarlo si no lo vivimos. ¿Qué tanto dolor hemos soportado en la prueba, en la adversidad, en nuestra cruz? En realidad, no sabemos amar y no tenemos la menor idea de la medida del verdadero amor. Pues no alcanzamos a comprender este amor, sin condiciones, sin límites, sin fronteras, sin exclusiones, sin miramientos, sin excusas, ni pretextos, ni vacilaciones. Y todavía decimos, es que Jesús es Dios… Empecemos, vengan otra vez, todas las justificaciones. www.sanmax.com.mx Pbro. Alfonso Gerardo Miranda Guardiola Rector Templo San Maximiliano Maria Kolbe (Contry Tesoro)
MEDITA
MEDITA > EVANGELIO
E
Pastoral Siglo XXI > p.8
SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA
l Señor Jesús le promete a san Pedro que él será la roca, el cimiento de su Iglesia. San Pedro es llamado a ser presencia de Cristo en la tierra: “Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella...” (Mt 16,18ss). Se trata de palabras delicadas, graves, importantes y solemnes del Señor Jesús para Simón. Y el Señor Jesús decide cambiarle a Simón su nombre poniéndole el de Pedro, y tú debes saber que cuando en la Sagrada Escritura a una persona se le cambia el nombre, es porque Dios le ha querido entregar una misión especial. Recuerda que a Abram le cambió el nombre por Abraham y con ello significó que iba a ser padre de una muchedumbre de pueblos; de la misma manera le cambió el nombre a Jacob por Israel, lo cual quiere decir: “Fuerte de Dios”. A Simón, el Señor Jesús le cambia el nombre por el de Cefas, un nombre que en hebreo significa Piedra, se trata del nombre Petrus en latín, y del nombre Pedro en nuestro castellano. Le promete edificar sobre él la Iglesia, contra la cual no prevalecerán las fuerzas del mal ni las acechanzas de la muerte. Jesucristo le ha querido entregar a este humilde pescador algo insospechable: las llaves del Reino de los cielos, y con ello le ha querido nombrar como el máximo responsable de su Iglesia.
Si el día de hoy te dieras un poco de tiempo para leer un texto del libro del profeta Isaías en el capítulo 22, versículos del 19 al 23, te darías cuenta de que el darle las llaves de un reino a alguien significa el traspasarle poderes, de tal manera que en el reino lo que abre el que tiene las llaves nadie lo cierra y lo que cierra el que tiene las llaves nadie lo abre. ¿De qué reino se está hablando? El Evangelio es muy claro: Jesucristo nos está hablando de las llaves del Reino de los cielos. ¿verdad que esto es insospechable? Se trata de esas llaves que le corresponden a Cristo, y que en el libro del Apocalipsis capítulo 1, versículos 18 refiere como “las llaves de la Muerte y del Hades”. Eso es precisamente lo que el Señor le dice a san Pedro: “Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del lugar de los muertos, del Hades no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”. Sobre el primado de san Pedro –aquél a quien Cristo llama la roca- estará asentado, con la asistencia del Espíritu Santo, hasta el fin del mundo, el edificio de la Iglesia de Jesucristo. Es, sin lugar a dudas, enorme la responsabilidad que el Señor le está delegando a Simón Pedro. Nos debe resultar admirable la confianza que Jesucristo deposita en su humana condición, y, sin embargo, todavía más sorprendente nos debe resultar el que Cristo continuara poniendo su confianza en San Pedro, a pesar de su momentánea debilidad manifestada en la triple negación. La promesa será reiterada a los pocos días de la resurrección, cuando el Señor Jesús le pregunta por tres veces a san Pedro si le ama más que los otros, junto al lago de Genesareth. San Pedro al responderle afirmativamente, fue proclamado por Cristo como su continuador, como su vicario con esa misión pastoral de apacentar a sus ovejas y a sus corderos. Jesucristo, aquel que es el Buen Pastor, no quiere dejar físicamente sólo a su rebaño y, le confía a san Pedro una misión como Pastor de ese rebaño que le pertenece a Cristo: “Simón, hijo de Juan ¿me amas más que estos?”, le dice él: “Sí, Señor, tu sabes que te quiero”. Le dice Jesús: “Apacienta a mis corderos”. Vuelve a decirle por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Le dice Pedro: “Sí, Señor tú sabes que te quiero.”: Le dice Jesús: “apacienta a mis ovejas.” Le dice por tercera vez: “Simón, hijo de Juan, ¿Me quieres?”, y Pedro le dijo: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.” Le dice Jesús: “apacienta a mis ovejas”. Y Pedro tomó en serio su papel, hasta el punto de derramar su sangre como supremo testimonio por su Maestro y por el rebaño de su Maestro. San Pedro, a imagen de Aquel que es por antonomasia el Buen Pastor, dió su vida por las ovejas de Cristo, y eso es lo que celebramos el día de hoy. Pedro es la roca y el Pastor, puesto que Cristo le ha confiado a su rebaño. San Pedro murió unos años más tarde, pero su oficio de Pastor Supremo de la Iglesia ha perdurado ininterrumpidamente en aquellos que le sucederán, hasta llegar al momento presente con el sucesor número 265: Benedicto XVI.
MEDITA
Pastoral Siglo XXI > p.9
MEDITA > EVANGELIO
Algunas personas piensan, afirman y aseguran que con la muerte de san Pedro se ha terminado la delegación que a favor de todos los hombres Cristo le dejó a él, y resulta ésto toda una insensatez. No te has preguntado acaso ¿Cómo puede ser que algunos piensen que se ha acabado con la muerte de san Pedro aquello que no terminó, ni tan siquiera con la Ascensión del mismo Jesucristo a los cielos? ¿Cómo puede agotarse con la muerte de san Pedro aquello que no se agotó con el regreso de Jesucristo a la derecha del Padre? Si alguien piensa esta barbaridad, yo no me puedo explicar como puede pensarse y llamarse cristiano. Puesto que, entonces, y conforme a su pensamiento, se fue acabando con la muerte de cada uno de los apóstoles el beneficio de Cristo, a favor de los hombres. ¿Entonces cómo podemos estar seguros de que hemos sido bautizados adecuadamente? En ese pensamiento, ni tú ni yo podríamos ser cristianos. ¡Ah, es que algunas cosas si se conservan!- dicen algunos. Momento, no seamos niños caprichosos para estar seleccionando solamente aquello que nos conviene conforme a nuestros intereses, los cuales resultan ser más humanos que cristianos, ¡y que digo humanos: inhumanos! El uso de los verbos en imperativo en el Evangelio significan Institución, y se trata de una institución de Jesucristo que no se termina ni con la ausencia física del Señor ni con la ausencia física de aquellos que por primera vez recibieron tan gran encargo: “Vayan y bauticen” –esto es un imperativo-, “Tomen y coman esto es mi cuerpo, tomen y beban esta es mi sangre. Hagan esto en conmemoración mía” –esto es un imperativo-. “Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Tú eres- es un imperativo. “Apacienta” – es un imperativo. Se trata de las órdenes que Cristo dio a san Pedro y a su Iglesia. Órdenes de bautizar, de consagrar el santísimo Cuerpo y la preciosísima Sangre del Señor, que no se agotan con la ausencia de unos hombres. Órdenes de Cristo en las que le cambia el nombre a Simón, y le ordena que ahora se llamará Pedro y que sobre él edificará su Iglesia, órdenes en las que le pide apacentar a su rebaño. Y la Iglesia obedeció al Señor, -al menos la Iglesia católica-. Es así como, de la misma manera en que en el capítulo segundo de los Hechos de los Apóstoles, se nos narra que se tuvo que elegir a un sucesor para el lugar que ocupó y dejó desierto Judas Iscariote, el traidor, y que ese lugar fue ocupado por san Matías; de la misma manera será el Espíritu Santo el que ahora ira señalando a aquellos que serán los sucesores de san Pedro, y de los otros apóstoles en esa obra que Cristo delegó a su Iglesia. Será así como en la Ciudad de Roma, lugar histórico en el que murió el Apóstol san Pedro, sede que fue consagrada por la sangre derramada del pescador de Galilea, será el lugar en el que se encuentra el Sucesor del que apacienta universalmente al rebaño de Jesucristo. Es allí, en donde han estado los Papas. Es allí en donde está el lugar de aquellos que presiden la Iglesia de Jesucristo, y no en Salt Lake City, en Utah, como dicen los Mormones los cuales no son ni cristianos; no es en Guadalajara como lo dicen los de la secta llamada “Luz del Mundo”, sólo porque allí ha residido aquel que se autocambió el nombre por el de Aarón, ellos tampoco son, en sentido estricto cristianos. Tampoco es en Brooklin, Pensilvania como dicen los Testigos de Jehováh, los cuales tampoco son cristianos. ¿Qué por qué los mormones y los Testigos de Jehováh no son cristianos? Porque no creen que Jesucristo sea Dios. Y, ¿porqué los de la Luz del Mundo tampoco son cristianos?: porque junto con los dos anteriores no creen en la Santísima Trinidad, condición necesaria para alguien que se precie de llamarse cristiano. Pero..., regresemos al tema sobre san Pedro, y sobre el Papa su sucesor. El Papa es quien hace las veces de Cristo en la tierra, es su Vicario, como Pedro lo fue y lo será su sucesor: apacienta mi rebaño, lo que ates y lo que ates quedará atado y desatado en el cielo. El Papa es para nosotros la tangible presencia de Jesús, “el dulce Cristo en la tierra” como lo decía Santa Catalina de Siena; y esto nos mueve a quererlo. El Papa hace las veces de Cristo mismo, Maestro, Pastor y Pontífice, y actúa en su lugar –tal como Jesucristo se lo encargó-. Aquellos que no han querido escuchar el Evangelio de Jesucristo son los que suelen criticar esa labor de entrega incondicional del Papa Benedicto XVI, le critican el que él continúe, al igual que Juan Pablo II, yendo a todos los rincones de la tierra a visitar al rebaño de Cristo, y no está cumpliendo más que su responsabilidad No nos damos cuenta de que a él no le interesa la cantidad sino la dignidad de cada una de las ovejas de Cristo, es así como él va tanto a esos lugares en los que solamente hay 200 católicos, así como vendrá, si Dios es servido, a una tierra y a un país como lo es el nuestro, en el que hay aproximadamente unos 90 millones de fieles católicos. “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, por que esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella.” www.rosario.org.mx Pbro. Rogelio Narváez Martínez
Párroco en el Rosario, Col. Roma
MEDITA DEJÉMONOS ACOMPAÑAR POR
Pastoral Siglo XXI > p.10
MEDITA > CON ELLA HACIA ÉL
MARÍA SANTÍSIMA L
os hombres y mujeres de fe, recorremos a lo largo de nuestra vida un camino que nos conduce directamente a la comunión con Dios. Es un camino de fe, un camino de conversión, un camino en el que debemos ganarnos el cielo, con cada paso que damos. Es un camino que en ocasiones es largo y completamente plano, en otras ocasiones esta lleno de curvas que ocultan su terminación, en otros tramos se complica y nos exige especial atención y tenacidad porque se estrecha o se pone complicado su recorrido. Es el camino de nuestra fe. En este camino nos ha puesto Dios, Él bien sabe lo que nos conviene y por eso nos llama a recorrer este camino siempre confiados en su palabra y promesa de salvación. Dios es un padre providente que nos ama infinitamente y que quiere de nosotros una respuesta siempre positiva. Quiere que sus hijos e hijas aprendan a andar por caminos de justicia y santidad. No quiere gente dependiente, quiere –como todo buen Padre- que sus hijos e hijas maduren y se valgan por sí mismos, que sean responsables y generosos, buenos y llenos de fe. Y como conoce nuestras debilidades y deficiencias, no nos deja solos. Nos provee de una compañía conveniente.
Desde que celebré mi primer misa, he procurado casi al final de la celebración implorar la protección de María Santísima. Como una oración fundamental después de haber comulgado, invito a mis hermanos a acudir a nuestra santa Madre: “Pidámosle a María Santísima, nuestra madre, que nos siga acompañando en nuestro camino de conversión, digámosle confiadamente: Dios te salve María…” Dejarnos acompañar por nuestra Madre Santísima la Virgen María, es una decisión excelente que Dios avala y desea. ¿Quién más que la Virgen puede entendernos en nuestro caminar? Ella misma recorrió un camino que Dios también puso delante de ella. Fue un camino arduo pero lleno de fe y de amor, que a fin de cuentas la condujo ante su Hijo Jesucristo, que una vez muerto, resucitó para la salvación de todos los hombres. El camino de María es el camino que nosotros recorremos, un camino que nos conduce a la santidad y que esta ante nosotros siempre. ¿Por qué perder la oportunidad de disfrutar de la dulce compañía de quien nos ama profundamente y hemos recibido como madre? María Santísima aligera nuestro caminar, incluso me atrevo a decir que en tramos largos y aciagos del camino nos toma en sus brazos maternales y nos consuela, de tal modo que es descanso y sosiego en momentos de desesperación y gran dolor. Para ella no es desconocido el dolor, en muchas ocasiones se vio envuelta en momentos de cruz. No es una madre que sienta lástima por sus hijos, sino más bien se compadece hasta lo más profundo de su inmaculado corazón y saca de él palabras dulces y suaves que son como un bálsamo que cura nuestras heridas. Nos acompaña, nos anima, nos protege y auxilia, va detrás de nosotros, lista para sostenernos si nos caemos, tal y como lo hace una madre que enseña a su hijo pequeño a caminar. Invita a nuestra Madre del cielo a caminar contigo, tenla presente en tus alegrías y en tus penas, dale un lugar especial en tu corazón. Ella nunca falla, siempre es fiel y llena de amor. Invócala y hazla tu compañera de camino, te lo aseguro, nunca te abandonará.
www.santabeatrizdesilva.org Pbro. Eliezer Israel Sandoval Espinosa Vicario Parroquia Santa Beatriz de Silva
MEDITA
Pastoral Siglo XXI > p.11
LA VERDADERA RIQUEZA MEDITA > FE
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?». Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. (Mateo 6, 25-34) A lo largo de la historia hombres y mujeres han encontrado en el oro, la plata y en las piedras preciosas la fuente de su alegría. Hay quienes lo han dado todo por conseguir diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas, incluso algunos arriesgaron su vida por obtener tan preciados tesoros. Difícilmente encontraremos una cultura que desprecie estas piedras. Dichos materiales han dado clase y distinción a quienes los portan, utilizándose primordialmente para honrar a los dioses, reverenciar a los reyes, como signo de poder y vanidad o simple y sencillamente para colocarse como adornos lujosos. La “riqueza” es un concepto muy antiguo, pero con el paso del tiempo la forma de entender este concepto permanece en constante cambio. En ocasiones, el contexto es positivo, siendo vista la riqueza como un signo de bendición. Para el mundo antiguo, una persona era ampliamente bendecida por Dios si poseía muchos bienes: ganados, territorios, etc. En cambio, los pobres representaban a aquellos que no gozaban del favor divino porque “Dios le había negado una vida cómoda y confortable”. Para el Antiguo Testamento, incluso en tiempos de Jesús, Dios, al ser la fuente de toda riqueza, da en abundancia a quienes ama y priva de beneficios a quienes castiga. Actualmente, decimos que una persona es rica porque, ya sea por herencia o como fruto de su trabajo, posee una gran cantidad de dinero y bienes materiales, percibe ingresos constantes y de todo tipo o porque su vida está resuelta ahora y hasta para sus descendientes. No podemos permanecer indiferentes frente a los ricos. Cada quien toma una postura ante quienes aparecen en los Medios de Comunicación rodeados de lujos y joyas. Las reacciones que provocan las personas acaudaladas son distintas. Para unos, los ricos provocarán admiración y respeto; para otros, envidia o celos y para otros más, desprecio y repugnancia, todo depende del cristal con el que se mira. En lo personal, estoy de acuerdo con la frase que dice: “una persona rica no es la que más tiene, sino la que menos bienes materiales necesita”. Hay quienes han aprendido a vivir con lo necesario, en ellos se cumple aquello que dice la Biblia: “Hay dos cosas que yo te pido, no me la niegues antes que muera: aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria, no sea que, al sentirme satisfecho, reniegue y diga: «¿Quién es el Señor?», o que, siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el nombre de mi Dios” (Proverbios 30, 7-9) Hay quienes depositan totalmente su seguridad y su confianza en el dinero. Entre más se tiene más seguros se sienten, se mueven con pasos firmes y hasta les alcanza para sentirse dueños de todo lo que les rodea. Otros encuentran en la posesión de bienes su máxima felicidad y se creen personas de éxito porque recaudaron mucho a lo largo de la vida. Para éstos la felicidad y el éxito no está en “querer lo que se tiene sino en tener lo que se quiere”. El problema aparece cuando por cuestiones de enfermedad, malas rachas, crisis económica mundial, malos manejos de la banca, se pierde todo lo que se tenía. ¿Qué pasa con la seguridad?, ¿Dónde queda el éxito y la felicidad?. Para muchos, la vida pierde sentido, incluso, para algunos, el suicidio es la única salida. Jesús nos señala en diferentes ocasiones que la verdadera felicidad radica en cumplir la voluntad del Padre celestial. Quien se preocupa sólo por el vestido y la comida, pierde el tiempo dejando a un lado lo más importante y esencial. Jesús nos invita a confiar más en Dios y a ocuparnos de nuestro bienestar espiritual. En la medida en que así lo hagamos, aquello que necesitemos no nos faltará. Grandes hombres y mujeres en la historia de la Iglesia fueron testigo de ello. Así por ejemplo, algunos como san Francisco de Asís y la Beata Teresa de Calcuta entre muchos otros, nos han enseñado a poner nuestro corazón no en las cosas que tienen peso, número y talla, sino en los bienes que proceden de lo alto. En la fe, son otras piedras preciosas las que nos enriquecen, tales como el oro de la caridad, la plata de la esperanza, los diamantes de la humildad, los rubíes del sacrificio, los zafiros de la pureza de corazón y las esmeraldas de la afabilidad. Sí, se trata de ser rico, pero en las cosas del espíritu, las que nos preparan a recibir el mayor regalo y la mayor riqueza: Dios. No olvidemos aquel pasaje donde el Señor le ofrece al rey Salomón toda clase de bienes materiales y Salomón pidió la sabiduría de corazón; Dios le prometió darle lo que pidió y lo que no pidió, precisamente por haber solicitado la sabiduría. Por eso, donde está nuestro tesoro ahí estará nuestro corazón. ¿DÓNDE ESTÁ TU TESORO? Pbro. Roberto Figueroa Mendez Parroquia San Rafael Arcángel Monterrey
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¿DEVOTOS O DE-VOTOS?
L
a devoción va más allá de los templos y la participación política más allá de los votos. Hoy estamos de frente a un proceso electoral de enorme trascendencia, dejar de votar (lo que para muchos significa “la mejor opción”) significa dejar a un lado el contexto sociocultural en el que vivimos… es hacer a un lado los signos de los tiempos y, por lo tanto, alejar a Dios de nuestra historia. Muchos afirman que es mejor que la Iglesia “no se meta” en los asuntos de política, que el Reino es un asunto espiritual y que “a nosotros no nos toca” como Iglesia, la transformación de nuestra sociedad. Hasta lo argumentan bíblicamente, diciendo: “Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” siempre con la finalidad de excluir (y en el peor de los casos, excluirse a sí misma) de la participación política de la Iglesia. Pero la cita bíblica antes que contradecir esta participación, la promueve; y nos invita a establecer según el criterio de justicia qué es lo que corresponde a Dios y qué es lo que le corresponde al César.
La verdadera devoción al Señor no se puede quedar recluida en lo íntimo, en rezos y golpes de pecho, sino que esencialmente el amor a Jesús nos lleva al amor por nuestro prójimo. El amor al prójimo a su vez nos lanza al cuidado de las estructuras sociales de las que depende la garantía del Bien común. No es que nos interese la política por sí misma, nos interesan las personas y, como éstas son afectadas por el orden (o desorden) político, entonces nos interesa la política. Un católico de verdad no se puede quedar al margen de los comicios electorales que nuestro país está a punto de vivir en el mes de Julio. Dicen que “todos son iguales” “que no se puede confiar en ninguno” “que para qué votamos si todo está manipulado”, y que por eso “no sirve de nada el voto”. Todos estamos llamados a participar, y no de manera desinformada o irresponsable, tampoco podemos votar por las apariencias físicas o morales de los políticos, hay que hacerlo con la mejor preparación y meditación que podamos, intentando conocer las propuestas y las estrategias de los distintos candidatos. Todos hemos visto el dolor de las familias que sufren a causa del contexto violento que vive la sociedad, diariamente las noticias nos ratifican que a la sociedad civil; nos ha faltado responsabilizarnos y solidarizarnos con los que lloran a sus víctimas; a pesar de esto muchos decimos que no importa quién gobierne o preferimos “que hagan lo que quieran”. ¡ya basta de indiferencia! ¡así no podemos decir que somos devotos o que amamos a Jesús! ¡Tenemos que votar! Ahora bien, el voto es sólo una de varias expresiones de la democracia. La participación no termina cuando entregas tus boletas, pues al proceso de reconstrucción del tejido social le siguen otras etapas, que juntos debemos recorrer. Antes de votar te podrías preguntar: 1.- ¿Qué país tenemos y cómo sería el que queremos? 2.- ¿quién puede colaborar más de los candidatos propuestos? (revisa las propuestas y posturas de los candidatos) 3.-¿cómo puedo participar yo en la construcción de un México mejor? 4. ¿He orado por los políticos como sugiere el apóstol Pablo?
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Pbro. Rodolfo Antonio García Martínez San Juan Bautista, García N.L.
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TEMORES Y ESPERANZAS En 1998 ingresé al Seminario de Monterrey y comencé mis estudios de formación sacerdotal en él para algún día poder servir al Pueblo Santo de Dios de esta manera, si así fuera la santa voluntad de Dios. Los sentimientos estaban a flor de piel, puedo decir que vivía apasionadamente cada paso que daba. No recuerdo muy bien si fue en el Preseminario o ya dentro del mismo cuando hice por primera vez conscientemente esta dinámica de externar y plasmar sobre el papel los ‘temores y esperanzas’ que hacían guerra en mi cabeza. Por una parte quería estar dentro del Seminario pero me aterraba el saber que la exigencia de formación académica, espiritual, comunitaria y apostólica, desconocidas por mí en ese ambiente me superarían o simplemente me indicarían que tal vez, como decimos coloquialmente, “No daría el Kilo”, que gran temor experimentaba. Por otra parte anhelaba el poder llegar al momento en que sería nombrado pastor “sacerdote para siempre” y tal vez laborar con todo mi ser para la viña del Señor. Cada vez que pensaba en que algún día el Señor me confirmaría su llamado y mi respuesta con la ordenación mi Esperanza se acrecentaba, trasmitiéndome así nuevas fuerzas para seguir caminando. En fin durante mi formación siempre hubo temores y esperanzas, que fueron marcando mi caminar. Otro gran temor fue cuando discernía sobre si solicitaba la ordenación sacerdotal o no. Mi temor, descubría Yo, no era en cuanto si mi camino y vocación era el sacerdocio o no, sino que temía el no poder con este estilo de vida y tal vez ser alguien mediocre que pasaría mis días como aquellos matrimonios que ni se aman, ni se odian simplemente se han acostumbrado a vivir en la monotonía de su indiferencia. Que Temor tan grande, mismo que hacía que mis ojos derramaran unas cuantas lágrimas. Sin embargo en el proceso de discernimiento me encontré con que mi esperanza era aún mayor, y no solo eso sino que me daba la valentía para emprender este gran camino que me ha hecho tan feliz. Los Temores que nos asaltan en pequeñas o grandes decisiones regularmente nos llevan al desánimo y a la violencia interna pero gracias a estos crecemos al poner nuestra confianza, nuestro trabajo y nuestra vida en el bien que se espera. A menudo el Temor surge amenazante a nuestro camino trazado por nosotros mismos, por ello hemos siempre de voltear a ver nuestras esperanzas pues en la Esperanza radica el previo regocijo y la seguridad de que nuestros pasos hacia la meta son seguros. En el huerto Jesús oraba al Padre y el temor sobrevino, sin embargo la Esperanza que había en realizar y confiar en la Obra que el Padre había trazado lo llevaron a consumar la gran obra de la Salvación. Los discípulos en la barca se atemorizaban al ver que el mar se encrespaba (hundiéndose así en su propio temor), sin embargo tenían la firme esperanza en que Jesús los salvaría y fueron a donde él, para alcanzar la salvación y proceder con su camino. Los mártires macabeos eran atemorizados por el Rey Antioco y sus verdugos que los iban matando a uno por uno, sin embargo ellos murieron con la firme esperanza en la resurrección. Nosotros nos encontramos en un tiempo en el que nos vemos amenazado por la violencia que atemoriza tanto a niños como a adultos, sin embargo nuestra esperanza ha de radicar no en la persona que llegue a la silla de gobierno sino en nuestra respuesta al mandato divino “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Temores y esperanzas hacen en nuestra libertad un combate cotidiano, pero solo la voluntad es capaz de hacer que el temor siempre sea vencido por la esperanza; es aquí cuando nuestras acciones se ven enriquecidas y nuestra cruz se hace llevadera y ligera en el camino cotidiano. ¡No tengamos miedo… en Dios pongamos nuestra esperanza!
www.jesusnazareno.org.mx Pbro. Jesús Gerardo Delgado Martínez Vicario Parroquial en Jesús Nazareno (Col. 25 de Noviembre)
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NIÑOS Y JÓVENES A VOTAR ¿O BOTAR?
P
ara hacer la biografía de una persona cualquiera basta con recoger una serie de fechas que se refieran a los eventos más significativos de su vida pública o social. Acontecimientos tales como el nacimiento, el ingreso a la escuela, la graduación profesional y el primer día de trabajo, por ejemplo, son algunos de los sucesos que se pueden registrar en el calendario, para luego convertirse en objeto de aniversario. Hay, sin embargo, otros aspectos no menos importantes en el desarrollo personal de un sujeto que difícilmente pueden contabilizarse con un almanaque en la mano. Es este el caso de la gran hazaña de caminar, de la conquista de las primeras palabras, del estreno en el ejercicio de decidir, de la degustación del éxito profesional, social o afectivo. Una cosa parecida sucede en la semblanza de un pueblo. Cuando intentamos documentar el desarrollo de un sujeto colectivo como la sociedad mexicana hay que ordenar una ristra de fechas que registran los aspectos más exteriores y objetivos como la vida política del país. Nada menos hace dos años, en el 2010, celebramos el doble centenario de la Independencia mexicana. Se trata de doscientos años marcados por intensos y frecuentes episodios bélicos que se sucedieron vertiginosamente uno tras otro, dando paso a radicales cambios en los sistemas de gobierno.
Basta mencionar los dos períodos imperiales, las dos repúblicas (una federal y otra central), las dos invasiones (estadounidense y francesa), las dos guerras (primero, de reforma y después, cristera), las dos revoluciones (la de Ayutla y la de 1910), la dictadura porfiriana, las tres constituciones (1824, 1857 y 1917), la etapa del Maximato (los tres gobiernos de influjo Callista), los más de 70 años del gobierno priísta, el movimiento estudiantil del 68, el alzamiento zapatista y la reciente guerra contra el narcotráfico que además de haber cobrado la vida de más de 40 mil personas, ha evidenciado la descomposición social, el alto grado de corrupción y vulnerabilidad del estado mexicano. ¿Demasiada sangre y turbulencia política en tan pocos años? o más bien, ¿demasiados años para tan poca estabilidad y progreso social? ¿Qué han hecho otras naciones en semejantes o menores espacios de tiempo? ¿Qué logró, por ejemplo, en menos de cincuenta años, la devastada Alemania o algunos otros países de la posguerra? ¿Qué más nos falta vivir en México para asimilar con madurez las lecciones del pasado? Ciertamente, el proceso democrático de nuestra nación es uno de esos eventos que no se puede individuar en una fecha determinada. Sin embargo, uno de los hechos públicamente significativos en este proceso, encuentra su fecha señera en la alternancia del poder verificada en las elecciones del año 2000. No obstante ello, para algunos, el cambio de estafeta en el mando presidencial parece haber dado hasta ahora insuficientes resultados.
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Pastoral Siglo XXI > p.15
Cabe ahora otra pregunta: ¿dos sexenios de quien otrora fuera partido de oposición son demasiados años para tan pocos resultados? O bien, ¿doce años son demasiado pocos para la necesaria restructuración del estado mexicano? En opinión de otros, el desconcierto político que se ha evidenciado, luego de siete décadas de señalado rumbo unidireccional, es un signo inequívoco de la infancia democrática en la que se encuentra nuestro país. En efecto, las necesarias reformas estructurales parecen una pelota que bota y rebota entre legisladores de distintos colores, sin que nadie parezca tener otro interés que el del propio partido. Los partidos, representantes de la voluntad ciudadana, se pasan uno a otro la bolita y nadie resulta responsable. Este recurrente desacuerdo y enfrentamiento entre partidos fundan la percepción de que en México, la conciliación política es un juego rudo y la mala política un deporte nacional. A fin de cuentas, “el juego de pelota” es una práctica ancestral de nuestra cultura. La anarquía reinante, el desorden político provocado por la exagerada valoración de la voluntad partidista, solamente ha dejado en claro que la democracia no es cosa de niños y que las prioridades de la agenda nacional no pueden quedar a merced de decisiones caprichosas y poco razonadas. Un sistema político que se precie de ser democrático, debe contar con una cultura ciudadana formada en la responsabilidad social. Sin embargo, el civismo es algo que no se puede improvisar, sino que se debe cultivar desde la infancia. En este sentido, hay que aplaudir que el pasado domingo 29 de abril, dos meses antes de las elecciones federales, el IFE llevó a cabo la sexta edición de la consulta infantil y juvenil. El Organismo federal instaló 15,000 casillas en distintos puntos de la república con la finalidad de promover la emisión del voto libre. Según reporte de noticias, en nuestro estado de Nuevo León, participaron un total de 103 mil 572 niños y adolescentes. Los distritos 8 de Monterrey, y 5 de Guadalupe, registraron la participación de 12 mil 210 niños y 11 mil 669 jóvenes. Le siguieron en participación el Distrito 11 de Guadalupe con 11 mil 207 y el 7 de Monterrey con 10 mil 605, mientras que la menor afluencia se registró en el 9 con cabecera en el municipio de Linares, donde sólo votaron cuatro mil 654 entre niños y jóvenes. Sin duda que la iniciativa del IFE representa un muy positivo ejercicio formativo en el que, de hecho, ya han participado alrededor de 16 millones de mexicanos desde 1997. Sin embargo, la educación democrática no puede reducirse a la mera práctica de la votación, justamente porque la democracia no consiste simplemente en el poder de elección. Educar en el valor de la democracia a los niños que mañana serán ciudadanos y representantes de los ciudadanos, significa, sobre todo, educarlos en la cultura de la legalidad para que a la hora de la responsabilidad, se comporten no como los niños que fueron, sino como los adultos que han logrado madurar desde la infancia. Es preciso pues, reconocer que la “cultura permisiva” en la que ahora se gestan nuestros futuros políticos es la mayor plaga contra el florecimiento de la genuina democracia. Qué bueno que concienticemos a los niños de sus derechos, pero también hay que hacerlos caer en la cuenta de sus responsabilidades. Los niños que mañana habrán de “votar” tiene que aprender desde hoy que la pelota de juego no se puede botar a la hora que se me antoja y donde se me da la gana porque la salud de la propia vida y de la vida social se “juega” en el estricto respeto al derecho ajeno. Educar en la legalidad nos permitirá darle la vuelta a la época de una democracia electorera. La auténtica democracia no puede entenderse como el linchamiento político desatado por el voto de una mayoría para la que sólo importa la fuerza bruta de mandar. La transformación democrática del país tiene que pasar por el camino de un consenso, determinado no por la fuerza de los números, sino por la fuerza de los argumentos. En la verdadera democracia, el acuerdo no resulta de la sola cantidad de votos, sino de la calidad de un voto social y responsablemente razonado.
Pbro. Alberto Anguiano García San Juan María Bautista Vianney (Fracc. Azteca)
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CELEBRACIÓN DEL DIA DEL COMUNICADOR
En el marco de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebró el pasado mes de mayo, la Arquidiócesis Iglesia de Monterrey invitó a reflexionar a los comunicadores en torno al silencio para así dar un mejor mensaje a la población. La misa se llevó a cabo en la Parroquia San Juan Bosco, donde el padre Juan José Martínez quien a su vez transmitió el mensaje emitido por el papa Benedicto XVI al respecto. No llegar a un equilibrio entre silencio y la palabra, lleva a un clima de frialdad. La responsabilidad de los medios de comunicación en Nuevo León, es mayor. A la parroquia ubicada en la colonia Alta Vista, del municipio de Monterrey, acudieron catedráticos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL, estudiantes y periodistas en activo por quienes se hizo una oración.
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