Periodico Diciembre 2012

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PASTORAL

SIGLO XXI AÑO: 4 No: 41

COSTO DE EDICION: $7.00

CONOCE> DISCIPULOS Y MISIONEROS / P. 2

MEDITA> “EL MAYOR ENTRE USTEDES QUE SEA EL SERVIDOR” /P. 8

DICIEMBRE 2011 LA VOZ DE LA IGLESIA EN MONTERREY COMPROMETETE> A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL CONSTRUCTOR / P. 14

FAMILIAS DE MONTERREY DESPIERTAN AL AMOR!


CONOCE

Pastoral Siglo XXI > p.2

¿QUÉ ACTITUDES DEBE PROVOCAR EL KERIGMA?

CONOCE > EDITORIAL

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n este escrito, quisiera exponer algunas actitudes que debemos provocar o conseguir con la experiencia del encuentro vivo, profundo y verdadero con nuestro Señor Jesucristo. No podemos absolutizar estas actitudes, es decir, no pretendemos decir que son las únicas actitudes que brotan de esta experiencia. Sin embargo, para nuestro Plan Diocesano, es importante que tomemos en cuenta las siguientes actitudes: una actitud de COMUNIÓN, una actitud de ATENTA ESCUCHA A SU PALABRA, y una actitud que busca la TRANSFORMACIÓN SOCIAL a través de la MISIÓN. Nuestro Plan Diocesano nos está marcando un camino muy claro en el Proceso de Evangelización que deseamos implementar en nuestra Arquidiócesis.

Debemos esforzarnos por implementar una “Nueva Evangelización” en la Iglesia. Nosotros como Pueblo de Dios que peregrina en Monterrey, deseamos impulsar “Procesos de Evangelización”, que comienzan con el Kerigma, (Línea de Acción # 1 de nuestro Plan), pero que entonces nos ayuden a conseguir en la personas las otras tres Líneas de Acción: Comunión (Línea de Acción # 2), Escucha de su Palabra (Línea de Acción # 3) y Transformación Social a través de la Misión (Líneas de Acción # 4). Por eso en la Asamblea Eclesial Diocesana que se celebró el pasado 28, 29 y 30 de Noviembre del 2011, los temas en los que profundizamos fueron en base a estas 4 Líneas de acción. Hemos hablado sólo del Kerigma, no de todo el Proceso Evangelizador. Aquí debemos tener en cuenta que el Kerigmas es el inicio de dicho Proceso, pero no es todo el Proceso, de tal manera que no debemos ver el Kerigma como un fin, sino como el inicio de una Evangelización y de una nueva Evangelización que lleve a todas las personas a una conversión de COMUNIÓN en la Iglesia, de ESCUCHA atenta de su PALABRA SAGRADA, y de un actitud MISIONERA, que transforme toda la sociedad. Todos debemos profundizar en esta situación, para conocer lo que pretendemos con nuestro Plan Diocesano. Desde luego que hay que conocer bien todo el Plan, porque no se agota con el conocimiento de las 4 Líneas de Acción; cada una de ellas, contiene Estrategias, Metas, Indicadores de Medición, y un cuadro que define muy bien las Responsabilidades de todos los Agentes de la Pastoral a los que nos involucra el cumplimiento de este Plan Diocesano: “Este Proyecto diocesano exige un seguimiento constante por parte del Obispo, los sacerdotes y los agentes de pastoral, con una actitud flexible que les permita mantenerse atentos a los reclamos de la realidad siempre cambiante” (DA # 371). Efectivamente, es una realidad siempre cambiante, y lo vemos claramente en nuestra sociedad, por ello, la Iglesia debe continuar aportando a la sociedad, lo que le corresponde: Procesos de Evangelización, que ayuden a las personas a vivir según Jesucristo nuestro Señor. Por ello, aunque en la Asamblea Eclesial Diocesana 2011, profundizamos en el Kerigma, no debemos de olvidar el resto del proceso, que nos lleve a una actitud misionera de la comunidad: “Se ha de descubrir el sentido más hondo de la búsqueda, y se ha de propiciar el encuentro con Cristo que da origen a la Iniciación Cristiana. Este encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio personal, el anuncio del kerigma y la acción misionera de la comunidad. El kerigma no sólo es una etapa, sino el hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo”. Que bueno que en esta Asamblea Eclesial Diocesana se ha reflexionado en esta acción kerigmática, pero será mucho mejor que todas las Parroquias lo implementemos en nuestras comunidades. Enhorabuena. Pbro. Walter Fdo. Gómez Olvera Vicario Episcopal de Pastoral


CONOCE ¡VEN PRONTO, SEÑOR!

Pastoral Siglo XXI > p.3

CONOCE > LA VOZ DEL PASTOR CONTENIDO CONOCE EDITORIAL / p.2 LA VOZ DEL PASTOR / p.3 EFRÉN ORDÓÑEZ (1927-2011) / p.4 DISCIPULOS Y MISIONEROS / p.5 MEDITA LA SANTÍSIMA TRINIDAD / p.6 LA CARNITA ASADA DEL CLÁSICO 94 POR LA PAZ... / p.7 “EL MAYOR ENTRE USTEDES QUE SEA EL SERVIDOR” / p.8, LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS / p.9 ¡RECEMOS EL ROSARIO! / p.10 COMPROMETETE DICIEMBRE NECESITA DE UNA MUJER / p.11 VENCE EL MAL CON EL BIEN / p.12 VIDA, MUERTE Y SANTIDAD / p.13 A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL CONSTRUCTOR / p.14 VIVE FAMILIA DESPIERTA AL AMOR / p.15

DIRECTORIO

Director General Emmo. Sr. Francisco Robles Ortega Arzobispo de Monterrey Subdirector Pbro. Juan José Martínez Segovia Director Editorial Pbro. Walter Fernando Gómez Olvera Coordinación Lic. Juan Pablo Vazquez Rodríguez Consejo Editorial Lic. Yolanda Ruiz Martínez Lic. Jorge Rodríguez Tueme Pbro. Juan José Martínez Segovia Pbro. Walter F. Gómez Olvera Pbro. Javier Hernández Raygoza Pbro. Leopoldo García Mtz. Colaboradores Secretariados, Departamentos y Comisiones de la Arquidiócesis. Representantes Parroquiales. Redacción y Revisión Departamento de Comunicación Diseño LDGP Daniel Garcia Impreso Servicios Integrales Offset Distribución Mensajería y paquetería Galgo S.A. de C.V. Contabilidad Jasso Silva y Asociados S.C. Directorio Periódico Mensual Marzo de 2011. Editor responsable: Pbro. Walter F. Gómez Olvera. No. de certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 04-2007- 072412073100-01. No. de Certificado de lícitud de Título: 13903. No. de Certificado de licitud de Contenido: 11476. Domicilio de la Publicación: Calle Zuazua 1100 Sur, Barrio Antiguo, C.P. 64000, Monterrey N.L. Imprenta: SERVICIOS INTEGRALES OFFSET Priv. Apodaca 2109 Col. Topochico, Monterrey N.L. C.P. 64260 Tel. 83-52 30 27 Distribuidor: Mensajeria y Paquetería Galgo, Calle 16 de Septiembre 413 Ote. Col. Independencia C.P. 64720 Monterrey, N.L.

E

s característico de la auténtica vida cristiana, el vivir la vida en una vigilante espera de la venida del Señor, pero aún cuando esto es característico de toda vida cristiana, la Iglesia nos invita, cada año, a que durante cuatro semanas, intensifiquemos este ánimo de vigilante espera ante la venida del Señor. Hemos iniciado el tiempo de adviento el pasado domingo 27 de noviembre, y hasta la noche santa de la Navidad, el 24 de diciembre, estaremos en una vigilante espera de la venida del Señor, y nuestra vigilante espera culminará precisamente con el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Único y verdadero Salvador.

Pero también este tiempo de Adviento, nos va a ayudar a tomar conciencia de que tenemos que vivir dispuestos y preparados para la última venida del Señor. No sabemos el día, ni la hora, pero ciertamente el Señor va a venir a tener un encuentro último y definitivo con nosotros, en el último día de nuestra existencia. No sabemos el día, pero de lo que sí estamos seguros es que, cada día que pasa, estamos más cerca de vivir este encuentro con Nuestro Salvador. Por eso, si reflexionamos en el Evangelio proclamado al inicio del Adviento, sobresale una palabra, que es un verbo, una actitud, nos dice Jesús: “Velen”. Se nos olvida muchas veces, que somos peregrinos en este mundo, y las realidades definitivas no están en esta tierra, los verdaderos valores trascendentes no están en las cosas, en las preocupaciones y actividades de este mundo, si no, echémosle una mirada a nuestra situación económica. Estamos todos, de alguna manera, experimentando, y nos anuncian que lo vamos a sentir todavía más seriamente, las consecuencias de una frágil situación económica y financiera, no sólo en nuestra patria, sino en todo el mundo. A nosotros, discípulos del Señor Jesús, esto no nos debe derrumbar, al contrario, una situación como ésta, nos debe despertar y hacernos concientes de que hay otras realidades, otros valores todavía más trascendentes e importantes que nos pueden dar la auténtica seguridad y la auténtica paz y felicidad. Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, vino al mundo no precisamente contando con todo el aparato económico y financiero de una potencia mundial. Se hizo hombre en el seno purísimo de una mujer, la más humilde y sencilla. Nació en la más absoluta discreción, en el silencio de la noche y rodeado de los máximos signos de pobreza. Por tanto, Dios, hecho hombre, nos está diciendo: hay otros valores que están por encima de las potencias de este mundo. Dios se hizo hombre para decirnos: hay un valor más grande e importante que los valores materiales de este mundo: el amor. Él nació por amor a nuestra pobre humanidad, y por amor se entregó a sí mismo hasta la muerte de cruz, para que nosotros tengamos vida en abundancia. El valor del amor sí es trascendente, sí es seguro, sí es fuente de paz y de felicidad. No el egoísmo que nos lleva a buscarnos a nosotros mismos y a buscar los satisfactores de nuestros más sórdidos deseos. Cristo nos vino a decir que el amor es un valor, el luchar por la justicia, por la paz, por la verdadera fraternidad y solidaridad entre nosotros. Todos estos valores tienen que ser detonantes de actitudes nuevas ante las situaciones que estamos viviendo. No podemos doblegarnos, ni sentarnos pasivamente a ver qué sucede, tenemos que estar vigilantes, pero en una vigilante y activa espera de la venida del Señor. Les invito a que en este tiempo, hagamos juntos la súplica que hace el profeta: “Ojalá, ojalá que rasgaras los cielos y vinieras”. Ojalá que Dios quiera rasgar su cielo y venir ahora y nos encuentre no pasivos, ni despistados, no alienados, ni enajenados. Ojalá que Dios rasgue los cielos y venga, y nos encuentre dignos hijos suyos, nos encuentre trabajando, comprometidos con hacer de este mundo un mundo mejor. Digamos unidos: “Padre Dios, ojalá que rasgues los cielos y vengas a encontrarte con nosotros porque te necesitamos y te esperamos”. Les deseo a todos Felices Fiestas de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo Les envío de corazón mi bendición. + J. Francisco Cardenal Robles Ortega Arzobispo de Monterrey


CONOCE CONOCE > ARTE SACRO

Pastoral Siglo XXI > p.4

Efrén Ordóñez (1927-2011) In memoriam

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ace cerca de diez años estaba acudiendo a estudiar la Maestría en Bienes Culturales de la Iglesia a la UPAEP, en Puebla. En un curso impartido por el Padre Juan Plazaola se nos encargó el siguiente trabajo: confrontar dos obras de arte similares y a la vez distintas. Después de mucho pensar elegí analizar dos obras para mí muy conocidas y que cumplían con los requisitos del trabajo: el Seminario Menor y el Mayor de San Pedro. El primero había sido mi casa durante tres años y el otro no me era, de modo alguno, desconocido. Realicé mi trabajo y lo envíe por correo al Padre Plazaola. Después una inquietud surgió en mí: dado que en ese trabajo analizaba la obra pictórica del Arquitecto Efrén Ordónez ¿por qué no buscarlo y pedirle una opinión acerca de mi investigación?No recuerdo cuando conocí su obra. Cuándo fue mi primer contacto con ella. Seguramente fue en el Seminario de San Pedro cuando a este lugar acudía, aún antes de entrar al Seminario, para participar en actividades, en aquel entonces, de la Pastoral Juvenil. Desde que conocí su obra en el Seminario de san Pedro me enamoré de su pincel, de la obra artística salida de sus manos. No dudo en afirmar que la obra del Maestro Efrén Ordóñez fue para mí un factor detonante en mi vocación sacerdotal, no el único, pero sí muy importante. No únicamente era el deseo de habitar en aquella casa, el Seminario, llena de su obra; era también el deseo de servir a la Iglesia tan bien simbolizada en el arte sacro del Arquitecto; y es que nadie como él para representar los misterios divinos en nuestra ciudad, en nuestra Arquidiócesis. Habiendo conseguido el teléfono le llamé. Él me contestó y con la sencillez que le caracterizaba me dijo que lo buscara en su casa – estudio. Me dio la dirección y allá acudí con mi escrito. Llegar a su casa me llenó de emoción. Por fin tendría la oportunidad de conocer a tan admirado artista. Lleno de sencillez me recibió en su lugar de trabajo: conversamos un rato, mientras tanto me mostró algo de la obra que en ese entonces realizaba. No lo quise incomodar alabándolo dado que sabía de su sencillez ante su trabajo. Quedé de llamarle un par de semanas después. Hace unos 12 años me enteré que uno de los hijos del Arquitecto Ordóñez estaba vendiendo litografías de las obras de su papá firmadas por él. La oportunidad no había que desaprovecharla. Me comuniqué con su hijo. Un buen día él fue a mi casa y ahí nos mostró las litografías de la obra de su papá. A pesar de ser obras muy bellas no eran caras. Su precio era bastante módico. Bien enmarcadas lucirían muy bellas. Adquirí una litografía del Señor san José que transmite una profunda espiritualidad y otra obra que no era de temática religiosa: un paisaje norestense donde se aprecia en primer plano una canasta llena de pan de dulce en una casa del Barrio Antiguo. Ambas litografías las conservo, hasta el día de hoy, con mucho aprecio. Pasado un par de semanas nuevamente le llamé y me dijo por teléfono que le había sorprendido mi trabajo y me pedía que fuera a recogerlo a su casa. Convenimos el día y la hora. Nuevamente me daba la oportunidad de saludarlo y estrechar su mano. Me recibió muy cordialmente como la vez anterior. Me indicó que le había agradado mi trabajo y que inclusive lo había comentado con su esposa. Al despedirme le pedí un favor: que me hiciera el honor de dejar su firma en mi trabajo. No únicamente accedió a ello sino que escribió la siguiente frase: “Padre José Raúl Mena. Lo felicito, muy interesante su trabajo. E. Ordóñez”. Conservo esta firma en mis archivos, y ciertamente, entre los más importantes. Nunca más lo volví a ver en persona. Ha muerto recientemente. Su muerte pasó casi desapercibida en una ciudad adolorida hasta el alma por los trágicos acontecimientos del Casino Royale ocurridos apenas pocos días después de su partida. Descanse en paz. Nos ha dejado el más profundo y productivo artista de arte sacro en nuestra región. Descanse en paz el Maestro que, como nadie en Monterrey, pintó la belleza de nuestra religión y de los misterios divinos. Lloramos su partida pero conservamos su legado en una innumerable cantidad de parroquias, oratorios, capillas, conventos y colegios. Tarea pendiente es apreciar su obra y conservarla: Recuerdo que hace cerca de 15 años vi una imagen de la Virgen de Guadalupe del Maestro Ordóñez casi olvidada y a punto de deshacerse en la sacristía en una parroquia cercana al Cerro del Topo Chico. Años después quise saber si aún existía esa imagen y en que estado estaba: nadie me supo dar razón de ella. Tarea pendiente es hacer un inventario de toda su obra en nuestra Arquidiócesis. Ojalá que pronto se pueda hacer para conservar su legado; sería la mejor manera de recordar y honrar a quien tanto hizo por nuestra Iglesia en las últimas seis décadas. Descanse en paz el Arquitecto, el Maestro, el Pintor, el Artista, el Cristiano. Pbro. Lic. José Raúl Mena Seifert Miembro de la dimensión de los bienes culturales de la Iglesia jmena@arquinetmty.com En facebook: difusiondeartesacro


CONOCE DISCIPULOS Y MISIONEROS

Pastoral Siglo XXI > p.5

CONOCE >

L

a Iglesia, hermanos, la prolongación de Cristo en la historia, todos los bautizados, o nos movemos con la convicción de vivir en estado de misión continua o no se ha entendido el mensaje del Señor. Una Iglesia que no sintiera la inquietud y la urgencia, el cosquilleo y el fuego por ir más lejos a evangelizar, no sería la Iglesia que El fundó. Pero nadie enseña lo que ignora; primero se es discípulo para luego convertirse en misionero. El discipulado consiste en vivir con Jesús escuchándolo, mirándolo; yéndonos con El al desierto de la meditación frecuente, de la reflexión a profundidad en las verdades de la fe contenidas en el Evangelio; en los principios de la moral – no sólo la moral humana o la enseñada por Moisés – sino la exigente moral del sermón del monte; la moral, los principios, y de las fuentes de la vida cristiana como son la oración y los Sacramentos. Vivir con Jesús para luego ir a comunicar a Jesús. El mensaje más que comunicar palabras hermosas, que ya es laudable, -es comunicar a una Persona, Jesucristocomo enviado del Padre y por eso primer misionero. La fe en El es tan indispensable en el misionero; porque si se convirtiera en repetidor de fórmulas pero no en trasmisor de contenidos, se cansaría abandonando una obra que no llevó con la convicción de discípulo, sino con el cálculo de un asalariado. El contenido esencial de la misión siempre ha sido Jesucristo muerto y resucitado, pues según S. Pablo “hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con los labios para alcanzar la salvación”. Como fe y misión van unidas, también lo están santidad y salvación. Hermanos todos en la misma fe; ¿Qué impulsó a la Iglesia a mantenerse en continua actividad evangelizadora? ¿Por qué tiene la obligación y fuerza sino porque el amor de Cristo la apremia con más urgencia cuantas son más las necesidades? ¿No dice S. Pablo, “hay de mí si no evangelizo? Las palabras dichas por uno, el resto de la Iglesia de la que nos sentimos parte, hemos de decir como él, en singular, las mismas palabras. En la Iglesia todos constituimos la misma barca, los mismos dones que no se contraponen sino se complementan unos con otros, las mismas esperanzas y los mismos fines. El alma, y como el protagonista de la misión, es el Espíritu de Dios, el Espíritu del Padre y del Hijo, el que nos inquieta suave y fuertemente, el que nos lanza al trabajo; el que nos habla al oído con un sonido apenas perceptible, o nos estremece con aldabonazos cuando nuestro sueño es más profundo. La Iglesia continúa en el camino de la historia la misma misión de Cristo, que fué enviado a evangelizar a los pobres; e impulsada por el Espíritu Santo debe avanzar por el camino de la pobreza, la obediencia, el servicio y

la inmolación de sí misma, como lo hizo el Señor hasta la muerte; de la que surgió victorioso por su resurrección. (A.G. 5) Pero como pueblo peregrino, la Iglesia, compuesta por los bautizados que tenemos fe, luchamos y en ocasiones vencemos y en otras somos vencidos, -caminamos necesitados de “continua conversión y renovación”- porque no estamos confirmados en gracia. El esfuerzo misionero exige paciencia. Anunciar el Evangelio a quienes no lo han escuchado resulta más fácil que la reevangelización de los que ya son cristianos. La Misión antes se consideraba desde otra perspectiva; al pensar en ella, la imaginación volaba a pueblos que nunca habían oído hablar de Jesucristo; ahora, sin excluir esas posibilidades; hay también un amplio campo de evangelización en lugares donde se ha evangelizado poco o mal. Hoy se nos invita a tomar conciencia; a sentirnos Iglesia; a dar de nuestro tiempo; nuestra experiencia; nuestros conocimientos, nuestras personas; y también ofrecer las pruebas de la vida -enfermedades, problemas morales, trabajos pesados -para que los misioneros no se cansen. Alabado sea Jesucristo Mons. Juan José Hinojosa Vela Párroco Ntra. Sra. De Fátima


MEDITA

Pastoral Siglo XXI > p.6

MEDITA >

LA SANTÍSIMA

TRINIDAD L

a profesión de la fe en el Uno y Único Dios verdadero en Tres Personas distintas entre sí pero iguales en su infinita divinidad, nos conduce a la contemplación de nuestra misma capacidad de recepción de la divina revelación, que en su condescendencia nos permite articular con palabras misterios inefables. Otra cosa muy distinta es comprenderlos, porque los misterios divinos no pierden su categoría mistérica al ser revelados, siempre serán “misterios”.

Un sólo Dios verdadero, pues claro, estamos hablando del Ser Perfectísimo, que posee como propias todas las perfecciones sin que le falte ninguna, pues todas las perfecciones existentes, existen porque Él que, en su bondad, les ha concedido existir. Es como si Dios compartiera con los demás seres que existimos, algo de su Ser. ¿Por qué es imposible que exista otro Dios? Pues si hubiera dos, lo cual es imposible, lo que distinguiría a uno del otro sería una o varias perfecciones que uno tuviera y el otro no; descalificando al segundo como perfectísimo, pues no tiene todas las perfecciones del ser. Por eso no se confundan sólo Uno puede ser el Poseedor de todas las perfecciones y ser por sí, de tal manera que sea el Creador de todos los demás seres: las criaturas, es decir hechas por Otro. Aún más sorprendente que la unicidad divina es su absoluta indivisibilidad. Dios es Uno, Único e Indivisible; curiosamente es una característica de todos los seres pues cada cual es lo que es; nadie puede ser lo que otro es, en el mismo sentido y bajo las mismas circunstancias, por supuesto. Entonces ¿Cómo son Tres? No se confundan…, en Dios hay Tres Personas Divinas, no hay tres naturalezas divinas o tres dioses distintos porque no pueden ser al mismo tiempo perfectísimos en su ser. Son Tres Personas Santísimas, es decir, “unidísimas” tan unidas que, aunque son distintas (no diferentes) son el Único Dios Vivo y Verdadero. Así entonces, cualquier alabanza o adoración tributada a una de las Personas divinas es, en realidad alabanza y adoración a la Trinidad Santa. Del mismo modo, atribuimos a cada una de las Divinas Personas distintas perfecciones: al Padre, la creación; al Hijo, la redención; y, al Espíritu Santo, la santificación. Aunque los TRES/UNO, son el CREADOR, el REDENTOR y el SANTIFICADOR, pues lo que se predica de UNO SE PREDICA DE LOS TRES. Por lo general, nos dirigimos en la oración al Padre Celestial, unidos con el Verbo Encarnado, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, a través de su Espíritu Santo. Misterio profundísimo de la fe en el cual participamos todos mediante la Iglesia, que en Cristo es como el sacramento o instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano.

Pbro. Modesto Mario Rodríguez Moya Párroco en Nuestra Señora Reina de los Ángeles

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MEDITA LA CARNITA ASADA DEL CLASICO 94 POR LA PAZ... MEDITA > REFLEXION

Pastoral Siglo XXI > p.7

E

ra el ambiente ideal... mi última actividad del día en la parroquia era la Misa de 6:00 pm, una quinceañera, pues mi compañero Vicario tenía la Misa de 7:00 pm. y pues estaba la invitación a ver el clásico en la casa de mi comadre la Señora Victoria Segura (mal augurio) con insistente caridad, que me vi obligado a asistir. En esta familia todos son tigres, y cuando hay clásico, pues ¡clásico que había una carne asada!, con un marinado especial que tiene la familia: dejan reposar en aceite de olivo, ajo, romero, pimienta y laurel. Y lo ponen en la carne y le agregan sal... ¡ya me la imaginaba en taquitos!, bueno pues al terminar la Misa, fui a cambiarme la camisa clerical para enfundarme la playera de rayados y que salgo con prontitud al encuentro... Llego y no me dicen nada de mi playera, confieso que me la puse porque esperaba suscitar en la familia algún sentimiento revanchista, algo que calara el ambiente de este CAMPEONATO LOCAL que son los clásicos en nuestro Monterrey. La familia muy respetuosa, me recibió, me indicaron el lugar de la pantalla, y me ofrecieron de lo que tenían para estar en las mejores condiciones, para integrarme en la muchedumbre auriazul, y ¡¡¡nadie me dijo nada de mi playera!!! Los comentarios en torno al juego no podían faltar, sobre todo las amenazas a la portería rayada, ellos se controlaban de gritar más, y me veían de reojo y se controlaban, y yo tuve que contenerme mis ayes y comentarios cuando avanzaba bien el Monterrey. Como estaba aburrido el juego, pues llegue a pensar que habían pactado un empate, fue cuando empecé a ver a la familia, el paterfamilias sentado en su sillón, un lugar exclusivo, atento al juego, la esposa, en la cocina pues no quería estar nerviosa por el resultado del juego, y junto con ella algunas de las nueras preparando la cena, pues pensaban que al terminar el juego ya sería la hora de la cena. Uno de los hijos empezó a ofrecer cerveza entre la fanaticada, y ellos se excusaron de “tomar frente al padre”, a lo que solo les dije que “provechito”, uno de ellos me ofreció una cerveza, a lo que les respondí con cortesía que no, pues les dije que “estaba de servicio”. Vi las actitudes de la familia, en sus comentarios, su respeto, la camaradería entre los hermanos, algunas hijas estaban viendo el juego y levantándose a cambiar la botana que consistía en suculentos pepinos, zanahorias, jícamas finamente “rayadas” con sus platos para servirse, limón y chile en polvo famoso de la actualidad. Y terminó el juego. Fue un EMPATE, el ambiente en la ciudad se suponía que era de paz, pero ya estaban calentándose los humos... pero todo termino en un simple empate. ¿Quién ganó? creo que yo... no sólo por los taquitos que vinieron luego del juego, ni por la botana, ni por la invitación... gane por el ejemplo de una familia con fe, que vivió un clásico en paz, con respeto, con sobriedad, con buen trato, respetando al Padre que es Rayado, ver una familia en paz, en sana convivencia, que se ven sin falta los domingos después de Misa, que se respetan, se apoyan, le “meten el hombro” al que está más necesitado, que quizá no irán a Misiones a lugares donde no se asean por una semana, pero apoyan al compañero de trabajo, que lo alientan más con acciones que con palabras... gané al sentir la caricia de Dios en una familia que vive la fe, que en sus actitudes, palabras y gestos vive el Evangelio... en una familia que así es ¡¡¡Evangelizada y Evangelizadora!!!, ¿Será tu familia así, que hasta en las convivencias evangeliza con buenas actitudes?

Pbro. Juan Pablo Martínez Martínez Parroquia San Felipe de Jesus


MEDITA MEDITA >

Pastoral Siglo XXI > p.8

1.Lectura

¿A quién se dirige Jesús? ¿En dónde se han sentado los escribas y fariseos? ¿Qué razones da Jesús a los discípulos y a la gente para que no imiten la conducta de los escribas y fariseos? ¿Con qué finalidad actúan? ¿Cómo les gusta que los llamen? La gente y los discípulos no deben dejar que los llamen Rabí (Maestro) ¿por qué? No deben llamar a nadie “Padre” ¿por qué? Tampoco deben dejarse llamar “instructores” ¿por qué? ¿Con qué frases termina esta sección del evangelio? Es necesario aclarar algunos elementos para comprender mejor el texto que hemos leído. El evangelio más que atacar quiere prevenir. De hecho se dirige a la gente y a los discípulos (23,1); sólo hasta un segundo momento se dirigirá en un lenguaje directo contra los escribas y fariseos (v. 13) . La finalidad de prevenir se refuerza al constatar que en el v. 8 dice: “ustedes, en cambio, no...”. El problema de los escribas y fariseos es “que dicen y no hacen”, actúan “para ser vistos”, “quieren los primeros puestos” y ser reconocidos . En otras palabras, quieren sentirse importantes; esto contrasta con las frases del final del evangelio: que el mayor sea el servidor; “el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será enaltecido” (v. 12). Ahora pongamos atención en los significados de “Rabí”, “Padre” e “Instructor”. “Rabí” es un término hebreo que se conservó casi idéntico en griego y en español; suele traducirse por “maestro” y en su origen fue un título de autoridad aunque, con mucha seguridad, en el primer siglo d. C. era un título de honorabilidad para dirigirse a alguien. En el caso de Mateo la única persona que se dirige a Jesús con este título es Judas (Mt 26,25.49); los otras dos ocasiones en las que aparece este término es en nuestro texto. En el capítulo 23 Rabí se relaciona con el deseo de reconocimiento público (v. 7).Ahora bien, en las dos ocasiones en que a Jesús es nombrado Rabí éste parece confirmarlo (26,25.49) insinuando que Él es el único que se merece esta referencia. El término “Padre” debemos comprenderlo desde el tipo de familia de aquella cultura. La familia estaba formada por un amplio número de miembros: el papá, la mamá, los hijos, las nueras, los yernos, los esclavos y hasta por las personas que les debían ciertos favores al jefe de la casa. Lo más interesante en este caso es que el padre de familia era considerado el jefe absoluto, el dueño de todo y quien tenía potestad sobre todos los demás miembros de la familia. Esto ayuda a comprender por qué el evangelio afirma que uno es el Padre de todos, el del cielo. “Instructor”, “el que proporciona instrucción”, es decir, el tutor. Más aún, de acuerdo a ciertos estudios que se han realizado de este término, podría pensarse en una instrucción privada que concede conocimientos a los que los demás nunca tendrán acceso. Las razones son de peso: uno solo es el Maestro, uno solo es el Padre (el del cielo) y uno solo es el Tutor (Cristo). La razón dada en el v. 8: “(porque) todos ustedes son hermanos” puede estar afectando directamente a las otras afirmaciones. El contenido de este evangelio va más allá de un problema de términos; afronta con mucha seriedad un asunto de actitudes comunitarias en la comunidad de Mateo. El autor del evangelio se sirve de un recuerdo para darle una enseñanza a su comunidad. Jesús no estuvo de acuerdo con la incoherencia, con decir una cosa y hacer otra. Más aún, el evangelio además de la incoherencia desenmascara la desfachatez de exigir a otros que hagan lo que uno mismo no está dispuesto a cumplir ni en el más mínimo detalle. Además, se deja suficientemente claro que cuando alguien quiere ser importante de manera inadecuada –y con intenciones torcidas- termina haciendo de la apariencia y de la hipocresía sus características principales. Los discípulos, si quieren construir una auténtica comunidad cristiana- deben considerarse y comportarse todos como hermanos. Desde esta perspectiva no es malo que existan maestros, guías, instructores, gente que tenga actitudes de padre...el problema surge cuando estas funciones comunitarias se quieren ejercer (y de hecho a veces son ejercidas) al margen de la verdadera fraternidad. Cuando alguien enseña y guía sin tomar en serio su responsabilidad de hermano con mucha facilidad cae en actitudes dictatoriales. Sólo Dios (y Cristo) son EL Maestro, EL Padre y EL Instructor; quien tenga una responsabilidad comunitaria en estos ámbitos desempeñará mejor su función sólo en la medida que la desempeñe con los criterios de Jesús. Ahora bien, no debemos perder de vista que quizás la afirmación más fuerte que posee este texto es la del Padre: “ni llamen a nadie padre suyo en la tierra porque uno solo es su Padre: el del cielo” (v. 9). Si tomamos en cuenta que la casa se regía por el señorío absoluto del padre y que, además, él era el dueño de todo y el juez de todos, se alcanza a percibir en esta afirmación el deseo profundo de eliminar cualquier elemento de dominio en la comunidad cristiana. Por último, el ser humano tiene naturalmente un deseo profundo de ser importante; no hay que negarlo; al contrario, hay que aceptarlo con naturalidad. El problema es que con mucha facilidad nos equivocamos en el momento de elegir el modo. Si alguien quiere ser importante en la comunidad debe servir. Si algunos quieren ser guías, instructores, y responsables de la comunidad deben dejarse guiar en todo momento por la manera de pensar y actuar de Jesús. Por el contrario, si alguien quiere conseguir esto a su antojo y ser importante al margen de los criterios del Maestro, sus “servicios” no tendrán ninguna autoridad moral. Pbro. Toribio Tapia Bahena


MEDITA LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS MEDITA >

Pastoral Siglo XXI > p.9

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l mensaje de Cristo Ilegó muy pronto hasta los confines del imperio romano, de tal manera que ya a finales del siglo l es posible encontrar cristianos en Roma y en los lugares más alejados del Imperio. Su conversión a la fe llevaba consigo un cambio radical de sentido en su vida, lo que produjo frecuentemente reacciones muy diferentes: desde la más rendida admiración y aceptación, hasta la persecución. Los primeros cristianos tuvieron que superar costosas dificultades a base, muchas veces, de dar el supremo testimonio de su vida. Pero, aun en estos casos, la muerte no era algo temido para ellos, sino más bien un motivo de acción de gracias (Martirio de S. Policarpo, 14,2). Los primeros cristianos no huyen del mundo (eso lo harán algunos, por una llamada concreta de Dios, pasados algo más de dos siglos): se consideraban parte constituyente de ese mismo mundo: «Lo que es el alma para el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo» (Epístola a Diogneto, 6, l). Pero esta consideración, de carácter espiritual, no significa oscurecimiento o pérdida de su condición de ciudadanos corrientes, porque no se distinguían de los demás hombres de su tiempo, ni por su vestido, ni por sus insignias, ni por tener una ciudadanía diferente (cf. ib. 5, 1-11). Cada uno de los primeros cristianos ocupaba su lugar en la estructura social de su tiempo, el mismo que tenía antes de convertirse. Si era esclavo no perdía su condición al hacerse cristiano (Ef 6,5-6; Flp l,15-18), aunque su vida adquiriese un contenido sobrenatural. Los caminos de acercamiento al Cristianismo fueron variados, algunos incluso extraordinarios, como le sucedió a Pablo (Hech 9, 1-19; Gal 1, 11-16). Otros fueron más normales, como le aconteció a Justino (Diálogo con Trifón, 1-8). A unos, los llamará el Señor a través del ejemplo dado por un mártir (Eusebio, Historia Eclesiástica, 9, 3). La mayoría de las veces conocían la Buena Nueva por mediación de algún compañero de trabajo, de prisión, de viaje, etc. Los modos y las circunstancias podrán ser muy variados, pero siempre habrá ese encuentro personal e inefable con Cristo que se da en toda conversión. Con posterioridad, el converso recibía una instrucción somera acerca de la fe que abrazaba. A continuación se preparaba para el Bautismo con actos de penitencia, ayunos y oraciones (Didaché, 7, 4; S. Justino, l Apología, 61, 2). La recepción del Bautismo suponía un cambio fundamental en la vida de quien lo recibía. «Nos hacemos hombres nuevos —escribe uno de ellos—, completamente recreados» (Epístola de Bernabé, 16, 8). Esta nueva vida bautismal era para los primeros cristianos una constante llamada a la santidad, no un asunto exclusivo de unos cuantos privilegiados, sino que todos se sentían urgidos a lograrla, dentro de las personales circunstancias de cada uno (1 Cor 7, 20). Los primeros cristianos tuvieron muy presente el testimonio de Cristo con su vida de trabajo, ya que «fue considerado El mismo como carpintero, y fue así que obras de este oficio (arados y yugos) fabricó mientras estaba entre los hombres, enseñando por ellas los símbolos de la justicia, y lo que es una vida de trabajo» (Justino, Diálogo con Trifón, 88, 8). Al proyectarse el mensaje cristiano sobre el trabajo —aun el peor considerado—, adquiere una dimensión nueva en Cristo (Ef 6, 7). El trabajo tenía para los primeros cristianos un valor de signo distintivo entre el verdadero creyente y el falso hermano (Didaché, 12, 1-5), así como una manera delicada de vivir la caridad para no ser gravoso a los demás (1Tes 5,11). Entre los primeros cristianos hay una clara concepción de la vida espiritual como un combate, que tendrá aire deportivo y espíritu castrense (1Cor 9, 24; 2Tim 2, 3). Los atletas griegos se entrenaban con una preparación rigurosa, y Pablo utilizará su ejemplo aplicándolo a la vida espiritual (1Cor 9, 26. 27). El combate que ha de sostener el cristiano será una lucha espiritual contra los enemigos del alma (Ef 6,12), entre los que se encuentra el Enemigo por antonomasia (Pastor de Hermas, Mandatum 12, 5, a. 3). El cristiano tendrá también que esforzarse en quitar del mundo los efectos desastrosos del pecado. Pbro. Ernesto María Caro Osorio Párroco en la Santa Cruz


MEDITA MEDITA > REFLEXION

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RECEMOS EL ROSARIO!

“¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? * ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester?” (Nican Mopohua)

O

rdinariamente los artículos que he escrito para este periódico van encaminados a reflexionar sobre algún punto de la fe y de la vida, pero en esta ocasión me permitiré hablar de alguien fundamental tanto en mi vida como en mi vocación: María, la Madre del Señor Jesús. Ella es mi alegría, mi motivación, mi inspiración y el tesoro más grande (después de la Eucaristía: Jesús mismo) que Cristo nos ha dejado: Nuestra Madre llena de amor y de ternura. Ante los tiempos tan difíciles que estamos viviendo necesitamos de todos los auxilios posibles y uno muy poderoso es el de la Intercesión y protección de la Madre del Señor. Los católicos aceptamos las apariciones de María tanto en Fátima (Portugal) como en Lourdes (Francia). En estos dos lugares Ella nos hizo una fuerte invitación a rezar el Rosario. En este artículo quiero presentarles la historia de esta devoción y los grandes beneficios de rezarlo, las gracias que obtenemos y el fruto tan anhelado que podemos obtener como es la paz. Quiero honrar a la Señora del cielo presentando de una forma sencilla, un poco de lo que nos une a Jesús y a María. ORIGEN DEL ROSARIO Una vez que Jesús ascendió a los cielos. Los Apóstoles se reunían con María para orar y pedir la venida del Espíritu Santo. Después, gracias al Apóstol Pedro inició el mensaje de salvación presentando a Jesús como Redentor y Mesías. Desde la era apostólica los cristianos se reunían en el templo, en las casas para hacer oración. El mensaje de los cristianos era la Persona de Jesús. Los Apóstoles, los Evangelistas y los primeros discípulos enseñaban a rezar el Padre nuestro como la oración por excelencia transmitida por el mismo Jesús. En la era de los Santos Padres aparecen oraciones hechas a María. Los primeros cristianos veían cómo los Griegos y Romanos solían coronar con rosas a sus ídolos-dioses como símbolo de ofrecimiento de sus corazones. Las mujeres que eran llevadas al martirio marchaban al suplicio adornadas con una corona de rosas como signo de su alegría y del ofrecimiento de sus corazones a Jesús. Por la noche los cristianos recogían de las mártires las coronas de rosas y las iban cortando una a una y en cada flor cortada se recitaba una oración o algún salmo para pedir por el eterno descanso de los mártires. La persecución de los cristianos por los romanos inició en el 64 d.C. y terminó en el 313 d.C. con la conversión de Constantino. En este tiempo algunos cristianos huían al desierto para encontrar paz y hacer oración, incluso después de la persecución continúa este hecho. A éstos se les llama ermitaños, que con el tiempo se fueron agrupando y es así como nacieron los monasterios y comenzaron a formarse las comunidades religiosas y con ellas la estructuración de las oraciones tanto a Dios como a María. Los monjes rezaban los 150 salmos, pero aquellos que trabajaban todo el día y eran analfabetas rezaban otras oraciones como el Padre nuestro y oraciones a María. Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus posibilidades imitar a los monjes. Ya en el siglo IX había en Irlanda la costumbre de hacer nudos en un cordel para contar, en vez de los salmos, las Ave Marías.Alrededor del año 1210, Santo Domingo de Guzmán, bajo una revelación comenzó a estructurar el rezo del Rosario. Mezcló las oraciones con la Meditación de algunos pasajes de la vida de Jesús. Uno de los futuros discípulos Dominicos, Alain de Roche, comenzó a establecer Fraternidades del Rosario, para promover el rezo del mismo.Los monjes y las mojas dominicas fueron estructurando aún más el Rosario. En los siglos 13 y 14 se fue difundiendo más y más. Clemente IV elaboró los 7 gozos de la Virgen María: 1) La Salutación 2) El Nacimiento 3) La adoración de los Reyes 4) La Resurrección 5) La Ascensión 6) La Asunción 7) La Coronación de la Virgen María Continuara…. Pbro. Roberto Figueroa Méndez Párroco en San Rafael Arcángel


COMPROMETETE COMPROMETETE > MARIA

Pastoral Siglo XXI > p.11

Diciembre necesita una mujer

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xtrañas e inexplicables conductas vive el hombre! ¿Habrá acaso alguien sobre la tierra que sea capaz de no guardar un recuerdo lleno de ternura, gratitud y respeto para aquella, por la cual, Dios nos entregó la vida? Y, sin embargo, parece ser que sólo hay una persona que no merece una celebración, un recuerdo, una manifestación de ternura, de gratitud y de respeto: La Virgen María. ¡Es aquí en donde se registra lo inexplicable! Hay personas que creen en Jesucristo, y que quisieran olvidar que Jesús tuvo una Madre. Los católicos, recordamos con ternura, gratitud y respeto a la Madre de Jesucristo y, creemos que esto, muy lejos de molestarle a Cristo, le trae un agrado, puesto que Él ama con un corazón más puro que el de cualquiera de nosotros. ¿O hay alguien que no respete a su propia madre? ¿Qué acaso el cuarto mandamiento excluiría a la Madre de Cristo? ¿Tú crees que Jesús hubiese olvidado este mandamiento? Nuestra vida cristiana que se desarrolla en este mundo, en este país y en esta ciudad experimenta un gozo especial en este mes de diciembre y, cual si fuera un largo camino por recorrer para llegar a Belén, se va alegrando progresivamente en un festejo que va descendiendo de lo universal hasta llegar al silencio de nuestro hogar en donde se vive nuestro propio universo. María de Nazareth será contemplada con respeto y nos llevará de la mano con amor materno para que nuestro viaje tenga como auténtico destino el portal en el que Jesús quiso venir a nuestro mundo. Tres distintas fiestas con diferentes horizontes, en las que veneramos a la Madre de Cristo, nos conducirán a la Fiesta de la Humanidad en un lugar sencillo, aparentemente ubicado en el sótano del mundo, que transformará la casa del hombre en santuario de la divinidad. La primera fiesta tiene alcance universal: La Inmaculada Concepción. Es la Virgen María que se ha conservado llena de virtud. Es esto lo que reconoce el mismo Arcángel Gabriel cuando la saluda: “Dios te salve María llena eres de gracia, el Señor está contigo...” (Lc 1,28). ¿Sabes lo que significa estar llena de gracia y que el Ángel diga: el Señor está contigo? Y apenas pasamos la alegría de esta fiesta universal, y llegamos a este suelo santo de nuestro amado México y nos llenamos de gozo al celebrar a Santa María de Guadalupe después de que ella hubo recorrido las montañas para llegar a un lugar distante, para así atender a quien necesitaba escuchar que ella nos ha ubicado en su regazo. Y, a los pocos días de la celebración de nuestra nación, el folclor de la fiesta mexicana desplaza sus luces, su música y sus danzas a nuestra ciudad para homenajear a la patrona de nuestra localidad: Nuestra Señora del Roble, bajo cuyo manto Dios ha querido ubicar a nuestro pujante sociedad. Tres fiestas se van desplazando del mundo a nuestra nación y de nuestra nación a nuestra ciudad para que así nuestra parroquia y nuestros hogares se vayan preparando a una fiesta que ha de convertir al mundo en un hogar y al hogar en un mundo. Y allá en Belén nacerá de la Madre sin padre quien nació del Padre sin madre, será en el pesebre en donde nacerá como hombre de la Madre quien como Dios nació del Padre, y así en aquel aposento de paja será acogido quien de la Madre nació sin semen y del Padre sin tiempo; llegarán los pastores y los magos a adorar a quien en el nacimiento del Padre es principio de la vida y en el nacimiento de la Madre es el fin de la muerte. ¿Crees tú que pueda ser santa aquella que tuvo en su seno al Santo de los Santos? Hay quien dice que no. ¡Hay cosas que no alcanzo a comprender! Por desgracia, hay más de uno que hubiera preferido que Jesucristo hubiese venido al mundo descendiendo en almohadones de nube trasladados en las manos de los ángeles, sin que tuviera que tener nada en relación con una Mujer, sin la cual nuestros diciembres serían lamentablemente distintos. . Pbro. Rogelio Narváez Martínez Párroco en Ntra. Sra. Del Rosario


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Pastoral Siglo XXI > p.12

Vence el mal

CON EL

BIEN C

uando Fausto, le preguntó al demonio quién era él, el malvado ser respondió: soy aquel que pretende hacer el mal y termina haciendo el bien. ¡Vaya respuesta! El demonio reconociendo el riesgo de su victoria... si gana, si logra que abunde el mal, el pecado, el egoísmo... Dios y el hombre juntos podrían lograr que sobreabunde la gracia... te lo platico con la intención de sembrar esperanza si acaso el mal ronda cerca... Los mayores decían que “no hay mal que por bien no venga”, significando lo que la literatura alemana consagró en la respuesta de Mefistófeles... Que aunque el mal a veces obtenga la victoria en nuestra vida... siempre se puede aprender algo, siempre se puede crecer... siempre se pueda sacar un bien... y por eso el demonio termina por hacer crecer el bien, antes que ganar... termina dando una enseñanza. Por supuesto que estando inmerso en el mal, sea enfermedad o vicio de la voluntad, el bien se encuentra en un punto ciego... no siempre nos damos cuenta, mientras experimentamos el mal, que se puede obtener un bien. No vemos que a veces el mal podría tener frutos buenos… ¡Claro! uno sólo ve que está enfermo, sin ver la humildad que se gana... uno sólo ve el desempleo sin aprovechar el tiempo para la familia, uno sólo ve la muerte sin esperar resurrección, uno sólo ve la derrota sin ver la fuerza que se obtiene al levantarse y la experiencia que lo vuelve a uno más difícil de derrumbar... uno sólo ve el dolor del músculo sin percibir la fuerza que obtiene... Evidentemente no se puede buscar un mal para que resulten cosas buenas puesto que el fin no justifica los medios, ni siquiera Dios lo hace: Él no nos prueba para que aprendamos una lección ¡ni siquiera nos pone a prueba! ¡Sólo nos ama! ... es como si nos enseñara a caminar y luego nos metiera el pie... eso no se espera del Dios Abbá... pero cuando no tiene remedio el mal que vivimos, entonces hay que mirarlo por el lado amable, buscarle lo positivo, aprender la lección en lo que se vive... y como dicen: Dios escribirá derecho en renglones torcidos... Eso sí, el mal no siempre tiene frutos buenos.. Normalmente siguiendo ley de causa y efecto, el mal provoca mal, la violencia provoca violencia... que del mal broten frutos buenos... depende de ti... A eso se refiere San Ignacio de Loyola cuando recomienda que se puede vencer al demonio a fuerza de bien.. cuando te invite a distraerte de tu oración diaria, ora el doble, cuando te invite a comer de más, ayuna, cuando te invite a pensar sólo en tí, piensa en los demás... de esta manera el demonio, dice San Ignacio, no querrá más tentarte puesto que al hacerlo tú haces el doble del bien qué harías... cuando la voluntad no puede, la voluntad debe esforzarse el doble y lograr el doble de bien. Así, que el mal tenga un fruto positivo es decisión de la víctima... es cuestión de actitud... a eso podría referirse Pablo cuando dice que: donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia… Como sea, frente al mal, frente a la enfermedad, frente a la debilidad de nuestra voluntad o la oscuridad de nuestra inteligencia.. nunca estamos solos... contamos con la gracia de Aquél que nos dijo: no tengan miedo, Yo estoy con ustedes siempre… Por eso el cristiano ve en el mal no sólo dolor o enfermedad o pecado... el cristiano ve una oportunidad de ser mejor, de aprender, de crecer, de fortalecerse… Por eso Mefistófeles (No luz y no amor) lleva ese nombre... porque queriendo hacer el mal, termina por hacer el bien... aunque depende de ti, de tu actitud... de tu fuerza ... quizá en ti, el mal.... siempre termina haciendo más mal.. ¿no podrías detener las quejas, desesperaciones, angustias y desánimos para aprender simplemente y vivir mejor? ... así el mal terminaría haciéndonos el bien... Pbro. Rodolfo Antonio García Martínez Vicario Parroquial en San Juan Bautista (Centro García)


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Pastoral Siglo XXI > p.13

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l pasado mes tuvimos la fiesta del Halloween; la de todos los santos y el día de los fieles difuntos. Las tres fechas, de una manera u otra, nos refieren a la clásica confrontación entre vida y muerte, a la manera de prepararnos para esta última, a la forma que tenemos en México de enfrentarla. Veamos las relaciones que se pueden establecer entre las tres. Halloween o noche de brujas es una festividad de origen irlandés (celta), que ha tenido más impacto en el mundo anglosajón, en especial los EUA, y en el Norte de México. El día se asocia con los colores naranja y negro, con la calabaza, las bromas macabras, las historias de terror que se platican y se exhiben en la pantalla -¿cuántas películas hemos visto que se refieren a esa trágica noche?-, los disfraces y las amenazas de l@s niñ@s de hacer travesuras si no se les regalan dulces. La celebración, de origen pagano, ha sido muy criticada desde trincheras religiosas, en especial en algunos sectores de la Iglesia Católica. Se le acusa de remitirnos a prácticas supersticiosas, mágicas. Los sincretismos que tanto abundan en nuestro país han servido para darle a la fiesta otra dimensión, menos elaborada, más sencilla. L@s niñ@s la esperan para disfrazarse y salir a la calle a pedir dulces, acompañad@s de algún adulto. No es otro el sentido. La fiesta de todos los santos, en cambio, goza del respaldo institucional de la Iglesia Católica. Los Papas Gregorio III y Gregorio IV, en los siglos VIII y IX, la pensaron para combatir las festividades paganas, y del 31 de mayo que se instauró por vez primera, pasó a formar parte del santoral oficial el 1º de noviembre. Mucho se habló de esta fecha en años recientes, cuando la lista oficial de sant@s debió ser modificada por el poco fundamento histórico de algún@s sant@s. Pero la fiesta toca un tema muy olvidado para l@s creyentes, en especial para quienes queremos ser seguidor@s de Jesucristo: la santidad. Ella nos recuerda el máximo esfuerzo que debemos dar para ser sus verdader@s discípulos, y no sólo alumn@s de fin de semana que más o menos militan en la Iglesia, que más o menos viven los mandamientos. La santidad habla de esfuerzo, de mejora continua, de ansias de perfección, de combate a la mediocridad. El día de los fieles difuntos, que cierra la trilogía mencionada, nos pone en contacto con el temido tanatos, el fin de la vida terrena. Para defendernos de ella, para negarla, para seguir pensando que nunca nos visitará, en México acostumbramos burlarnos de temida visita, y hacemos altares de muertos, calaveras, chistes y canciones, que nos permiten trivializarla para paliar su efecto. No es que no queramos enfrentarla, pero lo hacemos de manera burlona, irónica. Pero, si algo tenemos seguro al nacer, es precisamente que vamos a morir. Martin Heidegger, el célebre filósofo alemán, dijo que los seres humanos vivíamos como si nunca fuéramos a morir, y pensábamos que eso les sucedería tarde o temprano a otr@s, pero no a nosotr@s. La tanatología nos ayuda a pensar en la muerte, a enfrentarla con seriedad, a darle la importancia que tiene. Que este día nos recuerde nuestra propia muerte, y que vivamos plenamente mientras nos llega.

Pbro. José Francisco Gómez Hinojosa Párroco en San Alfonso María de Ligorio (Nueva Madero)


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Pastoral Siglo XXI > p.14

A IMAGEN Y SEMEJANZA DEL CONSTRUCTOR

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ara quienes compartimos la fe en Cristo sabemos que nuestra vida es un constante proceso de preparación y de participación en la construcción del Reino que Jesús nos anunció. Precisamente sobre esa posibilidad de ser constructores es de la que me gustaría hablar. En el origen de todo vemos a Dios construyendo el universo y corona su creación con la creatura que más ama y a quien le ha dado el privilegio de ser su imagen y semejanza. Por ende, dentro de las muchísimas capacidades que el hombre hereda por esta semejanza está la de ser constructor, del mismo modo en que su Padre lo es. Somos constructores a semejanza de Dios. Lo afirmo categóricamente. Además de este fundamento divino, Dios me ha dado la oportunidad de conocer a grandes maestros en el arte de la construcción, y les aseguro que a ustedes también. Mi madre ha construido en su vida dos casas, no sé cómo le ha hecho pero sé que para los 31 años, que yo tengo ahora ya casi terminaba la primera, y sé también que a los 45 empezó la segunda. La verdad es que no es la construcción material de dos casas lo que me hace su fan número uno, me ha fascinado más bien la forma en que ha construido su vida. Su determinación por sostener una familia para que vivieran en esas dos casas y para que luego vivieran en las propias de una manera digna; eso es lo que me ha sacado muchas veces las lágrimas de emoción. Ella me enseñó que una persona debe tener dignidad y que esa no se sostiene gratuitamente, requiere esfuerzo. Me ha enseñado que la lucha no termina cuando te cansas si no el día en que al fin descansas con Dios y ese día aun no llega para ninguno de nosotros. Me mostró lo que es la caridad vivida de manera real y efectiva con los propios y los extraños. Me educó para no ofender a nadie ni siquiera con el pensamiento. Y me ha enseñado que Dios nunca me abandona y nunca lo hará. Mi madre es mi constructora favorita y la más bella construcción que conozco. Ella dejó que Dios fuera construyendo lo que yo y muchas gentes aman y admiran en ella. Muchos otros constructores he conocido y vamos juntos aprendiendo a construir. Eso es lo importante. Por eso precisamente me da mucha pena reconocer a veces, que vamos retrasando esa oportunidad de construir nuestra vida de manera perenne. Me desagrada y me entristece que muchos jóvenes en la actualidad – y más me entristece si son adultos- van construyendo endebles techitos para cada día de su vida. Al terminar el día, sin que se den cuenta, el techo se cae y se conforman con levantar un techo que dure sólo el día siguiente. Van pasando los días y no son capaces de construir nada trascendente. Se dicen a sí mismos «el techo de hoy me va a servir para pasármela bien hoy» que dicho de otras palabras pudiera ser: - Con lo que trabajo, así sin tanto esfuerzo ni cansancio, me armo la parranda del fin de semana - Este novio o novia es nada más para un ratito, al rato encontraré algo mejor - ¿Para qué comprometerse, basta con el placer de una noche, al fin ni planes de casarme tengo? Solo es para no estar sol@ - ¿Para qué estudiar si luego ni trabajo se consigue? - No tengo necesidad de estar batallando tanto en el trabajo - ¿entonces vas a buscar algo mejor? - No, algo más fácil. - No, si yo no quiero casarme- ¿entonces qué quieres hacer? No lo sé, hay mucho tiempo. - No hay bronca, al fin al rato me confieso. Y otras tantas frases que hablan de una falta de deseo por construir. Estamos llamados a ser constructores no lo olvidemos. San Pablo dirá que somos “piedras vivas” de la iglesia, pero lo cierto es que muchas veces no somos piedras, somos simples ramitas secas que no sirven ni para un tejaban digno. Es necesario tener cuidado con nuestros pensamientos. Esta vida no es eterna, esta vida es una preparación y una construcción de nuestra propia vida. ¿Qué tipo de piedra estamos siendo? ¿Piedra, arcilla, bolas de arena? Que nos inspiren esos grandes constructores de los que les hablo. Las muchas personas que nos enseñan que gracias al esfuerzo, e incluso al sufrimiento de muchas ocasiones, lograron ser los edificios de los que ahora nos admiramos. Concluyo preguntándote tajantemente ¿Qué es exactamente lo que estás construyendo en este momento en tu vida? Pbro. Ignacio Pulido Mendiola Vicario Parroquial en Natividad del Señor (López Mateos)


VIVE FAMILIA DESPIERTA AL AMOR

Pastoral Siglo XXI > p.15

VIVE > NOTICIAS

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ONTERREY, N.L. (Pastoral Siglo XXI).- Después de una semana de preparación sobre el tema de la familia realizada del 31 de octubre al 5 de noviembre, se llevó acabo el magno evento “Familia Despierta al Amor” en la Arena Monterrey. Este gran evento, es uno de los más importantes de nuestra Iglesia que peregrina en Monterrey cuya finalidad es reforzar los valores humanos y cristianos en nuestra sociedad, esta ocasión con una temática muy concreta: el papel de la familia como escuela del amor en la sociedad y el testimonio del Beato Pontífice Juan Pablo II . Durante la celebración eucarística presidida por el Arzobispo de Monterrey, el Emmo. Sr. Cardenal Don Francisco Robles Ortega señaló la importancia de cada uno de nosotros en nuestra realidad: “ Vivimos en una sociedad que ya está cansada de la violencia, está cansada de tanta humillación y tanta destrucción de la vida. Nosotros discípulos y discípulas de Cristo tenemos que ser sensibles a ese grito que nos dice ya está el Esposo, ya está Jesucristo y en nombre de Él con la gracia de Él, en nombre de su Amor, nosotros tenemos que romper el silencio, la pereza y la indiferencia y ponernos activos, hacer obras de amor”.

El Cardenal invitó a ser activos y responder al Amor que Dios nos tiene: “Despierta hermano, despierta familia, despierta familia de Monterrey, despierta al Amor, que se ha manifestado a raudales en Cristo, tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su único Hijo”, apuntó. Otro momento muy especial fue el testimonio compartido por la periodista Valentina Alazraki, quien acompañó en múltiples viajes al Beato Juan Pablo II. Compartió experiencias vividas de cerca al Papa, resaltó los muchos dones y carismas que Dios le regaló, pero señaló que lo que más reflejó amor de parte del Sumo pontífice no fueron los carismas como el ser simpático, deportista y de gran personalidad, sino más bien el amor manifestado en los momentos de debilidad y fragilidad como lo fueron los atentados sufridos y la enfermedad padecida hasta sus últimos días. Los más de 7 mil asistentes pudieron disfrutar de un excelente concierto con la música de Generación Jésed, Vida Nueva y Jon Carlo, quienes motivaron a los presentes alabar y hacer oración a Dios por medio del canto. Momento muy emotivo y de muchas bendiciones fue el que se vivió finalmente en la exposición del Santísimo, donde se oró por las familias, por nuestra ciudad y se recibió la bendición de Dios. Agradecemos y felicitamos a todos los que participaron activamente en este evento organizado por amor y para el Amor. ¡Muchas felicidades! Lic. Juan Pablo Vázquez Rodríguez Coordinador Pastoral Siglo XXI pastoralsiglo21@arquinetmty.org


VIVE

VIVE > NOTICIAS

Pastoral Siglo XXI > p.16


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