Pastoral Siglo XXI / Junio 2016

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p.2 < www.pastoralsiglo21.org CONTENIDO CONOCE Editorial / p.2 La voz del Pastor / p.3 Casas parroquiales antiguas II / p.5 Así recibieron a su nuevo obispo / p.6 MEDITA ¿Hay vida después de los hijos? / p.7 Un lugar para descansar / p.8 La Iglesia no es una comunidad de perfectos / p.10 La cruz, símbolo supremo del amor divino / p.11 COMPROMÉTETE

La adopción y los derechos de los niños / p.12

Pregúntale al Padre Mingo / p.13 Desde el Seminario / p.14 VIVE Estudia con interés / p.15 Rincón poético / p.15 Breves Informativas / p.16

DIRECTORIO Director General S. E. R. Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey Director Fundador † Pbro. Miguel Alanís Cantú Director Editorial Pbro. Eliezer Israel Sandoval Espinoza Director de Información LCC. Juan Pablo Vázquez Rodríguez Revisión y redacción LCC. Rocío Díaz Administración y Ventas Amelia Garza Martínez Tels. 11 58 24 59 Diseño LDGP Daniel García LADM Verónica J. Niño Mendoza Servicio Social Hugo Dalan Saucedo Farías Colaboradores Sres. Obispos Auxiliares, Miembros del Presbiterio, Vida Consagrada y Laicos, Secretariados, Departamentos y Comisiones de la Arquidiócesis de Monterrey. Registros No. de certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 04-2007- 072412073100-01 No. de Certificado de Licitud de Título: 13903. No. de Certificado de Licitud de Contenido: 11476. Domicilio de la Publicación: Zuazua 1100 Sur, Barrio Antiguo, C. P. 64000, Monterrey, N. L.

¡CONOCE! > Editorial

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ADQUIRAMOS CORAZÓN REDIMIDO,

UN CORAZÓN SEMEJANTE AL

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DE JESÚS

todos Dios nos ha creado con un corazón, sí, con un corazón físico que bombea la sangre a cada rincón de nuestro cuerpo a un ritmo casi imperceptible y también con un corazón simbólico, espiritual, que es el centro más íntimo de todos nuestros afectos, emociones y sentimientos; éste último es el corazón que tenemos que conquistar para Dios. ¿Conquistarlo para Dios? Sí, porque hemos de aceptar que en la gran mayoría de las ocasiones somos rebeldes, así lo afirma el Evangelio: “Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones..” Mc. 7, 21. Una forma de conquistar nuestro corazón para Dios es redimiéndolo, es decir liberándolo de todo lo que no es Dios, de todo lo que no nos conviene, de lo que nos hace verdadero daño, un daño del que nos damos cuenta ya cuando lamentablemente es muy tarde. Pero, ¿Cómo podemos redimir nuestro corazón? ¿Cómo se libera un ‘corazón’ humano? La respuesta la podremos encontrar sólo en quien se ha atrevido a vivir como hombre de una manera totalmente nueva, en esa persona que actuó siempre con un corazón libre, esa persona es Jesús de Nazaret. ‘Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo’, es una jaculatoria que tradicionalmente forma parte de la hermosa devoción al Sagrado Corazón de Jesús, es una jaculatoria que encierra en su composición la respuesta para la redención de nuestros corazones. Y es que el Corazón Sacratísimo de Jesús, es el ejemplo más claro de que todo corazón humano puede vivir y palpitar al ritmo del amor de Dios. Porque además de ser Dios, Cristo es hombre verdadero y como hombre amó con su corazón humano. Al amar de manera humana, pero decididamente al estilo divino, el corazón de Jesús se ensanchó tanto, que pudo abarcar y bendecir en sus acciones misericordiosas a todos. Pedirle a Jesús que con su poder redentor, misericordioso y lleno de amor haga nuestro corazón semejante al suyo, es una primera etapa para irnos transformando desde lo más íntimo de nuestro ser y así redimir nuestro corazón, la segunda etapa que puede complementar nuestro devoto ruego es el esfuerzo decidido para ir transformando nuestras actitudes, costumbres, apegos, sentimientos, etc., según la voluntad de Dios. Todo esto en la firme convicción de que en nuestra conversiónredención del corazón no todo depende de nosotros y al mismo tiempo no todo debemos dejárselo a Dios. En este mes de junio, consagrado especialmente al Sagrado Corazón de Jesús, les ofrecemos una edición en la que la meditación y la opción por la verdad impregna los contenidos editoriales. Confiamos en que nuestros corazones muchas veces confundidos, encuentren en la contemplación del Corazón de Jesús su más alta vocación y podamos ser luz de Dios, para este mundo que a veces parece no querer palpitar al ritmo del amor verdadero, de ése que solo puede venir del corazón divino.

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¡CONOCE! > Voz del Pastor

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Tres requisitos para aumentar las vocaciones

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uestra Iglesia es apostólica: da inicio por el llamado de Jesús a los doce y llega hasta nuestro tiempo. Promover las vocaciones significa colaborar en esta obra de apostolicidad. Quiero compartirles con alegría de la próxima ordenación de 10 nuevos presbíteros y 7 nuevos diáconos para el servicio de nuestra Iglesia, por lo que convoco a todos los fieles a ofrecer nuestras oraciones por quienes recibirán esta encomienda sagrada. Los 10 nuevos sacerdotes serán ordenados el 15 de agosto en la Basílica de Guadalupe y los 7 nuevos diáconos serán ordenados el día 3 de septiembre en la Basílica del Roble. A ustedes y a mí nos toca mostrar al mundo el rostro verdadero de Cristo y trabajar por las vocaciones, que es trabajar por la misión de la Iglesia. Cuando hay un nuevo sacerdote, hay una nueva oportunidad misionera. Hermanas y hermanos, la oración que hacen por las vocaciones tiene un gran valor espiritual y misionero, hay que pedir con insistencia a Dios que

haya más vocaciones sacerdotales para esta Iglesia. Yo sé que Dios sabe cuándo es oportuno, pero Él nos dio la indicación de orar, de pedirle a Dios. Para que haya vocaciones necesitamos hacer tres cosas: hay que orar, pedirle a Dios; dar buen ejemplo nosotros los sacerdotes y todos los discípulos de Jesús; y promover las vocaciones; no quedarnos con los brazos cruzados. Hace 30 años nació la iniciativa de que hubiera promotores del seminario. Tenemos que esforzarnos en la promoción de las vocaciones, que toda la pastoral de la Iglesia ayude a despertar todas las vocaciones, pero de una manera especial la sacerdotal. Gracias por el cariño que tienen al seminario y a los sacerdotes, eso es lo más importante, animen a otros a seguir lo que ustedes han hecho por muchos años. No olviden estas tres cosas: orar, dar buen ejemplo y promover. Pidámosle a Dios que nos mantenga con ánimo y que el amor de Cristo nos impulse a seguir adelante.

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No olvidemos orar, dar buen ejemplo y promover las vocaciones para que Dios nos bendiga con más y más de ellas.


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¡CONOCE! > Bienes culturales de la Iglesia

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Casas parroquiales antiguas II

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La casa sacerdotal de Cadereyta Jiménez, N. L.

n 1994, siendo alumno del primer año del Instituto de Filosofía, fui enviado de misiones de Semana Santa a la parroquia de san Juan Bautista en Cadereyta. El párroco era en ese entonces el Padre Santiago Cavazos y aunque me tocó atender pastoralmente una comunidad en la carretera Cadereyta Allende, no me quedaba en esta comunidad, sino en la cabecera parroquial. El grande grupo de seminaristas que fuimos a esa misión descansábamos en esta casa que ahora es la casa parroquial. Esta grande edificación de estilo vernáculo norestense está localizada frente a la plaza La casa sacerdotal de Cadereyta fue durante un tiempo una tienda comercial principal del municipio, al costado donde se vendía mercancía. norte de la parroquia, sobre la Muy lamentablemente los exhibidores y el mostrador calle Mutualismo entre Juárez y el callejón de Loreley. fueron retirados hace cerca de una década para instalar ahí En el remate de la fachada están las iniciales “D. G. L.”. la oficina parroquial. Una verdadera pena que hayamos En ese entonces la casa era conocida como la “Casa de perdido los muebles originales de ese espacio. Olaya”. Recientemente, el Padre Santiago me ha reseñado El Instituto Nacional de Antropología e Historia que la Srita. Olaya fue la última propietaria de esta casa (INAH) cataloga este edificio como monumento histórico. y ella en vida la donó a la parroquia; todo esto un par de En los catálogos del mismo INAH se señala le época de su años antes de que nosotros fuéramos a aquella misión. construcción, que debe ser cercana al año 1880. El edificio En ese año la casa no era habitada usualmente, así actualmente es casa sacerdotal y alberga las oficinas que la adecuaron un poco para que nosotros durmiéramos parroquiales. ahí. De inmediato me llamaron la atención los muebles que contenía: un piano color obscuro con un par de candelabros de brazo cada uno capaz de sostener una vela. Remataba el piano una decoración de madera a modo de una pequeña balaustrada. Además del piano, la casa tenía una magnífica serie de sillas austriacas idénticas a las que yo veía de niño en la casa de mi tía abuela Sara González por la calle de Álvarez en el centro de Monterrey. En la imagen adjunta aparece un respaldo de una de las sillas de la casa parroquial, las sillas poseen en la parte inferior las etiquetas originales de la marca “J. & J. Khon Wsetin, Austria”. En la esquina de Loreley y Mutualismo había una habitación que había sido un comercio. Todas las paredes norte y oriente contenían un mueble de madera dónde años atrás se habían expuesto las mercancías que se ofrecían en venta; delante de los exhibidores había un mostrador muy amplio para atender a la clientela. Me indica el Padre Santiago que el comercio tuvo el nombre de “La Cadena”.


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¡CONOCE! > Toma de posesión episcopal

Así recibieron a su nuevo obispo Mi experiencia en la bienvenida de Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe como VI Obispo de la diócesis de san Juan de los Lagos, Jalisco.

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on un vivo sentimiento de nostalgia y alegría, una representación del Seminario Mayor de Monterrey fue a dejar a la diócesis hermana de san Juan de los Lagos, Jalisco, a quien fuera por 7 años nuestro obispo auxiliar: Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe. Viajamos el día jueves 19 de mayo por la noche rumbo a san Juan de los Lagos con sentimientos encontrados, por un lado la nostalgia de que se ya no estará con nosotros nuestro querido hermano mayor en la fe, nuestro Mons. Jorge y por otro lado, la alegría de saber que va a presidir una de las diócesis más importantes del occidente de nuestro país. Durante el viaje, la alegría de los seminaristas no se hacía esperar, ya que en punto de las seis de la mañana arribamos a la casa de Pastoral san Juan Pablo II donde nos hospedaron nuestros hermanos jaliscienses, ahí nos recibió un sacerdote, el cual nos avisó del itinerario del día y nos dio las llaves de nuestras habitaciones. Al cabo de un par de horas, se sirvió el desayuno, para después acompañar a Mons. Jorge por el recorrido hasta la Catedral-Basílica de Nuestra Señora de san Juan de los Lagos. Durante la trayectoria, Monseñor Jorge, se detuvo en la capilla del Calvario, donde recibió las llaves de la ciudad de san Juan. Al terminar la ceremonia, Mons. Jorge acompañado de quien fuera hasta hace poco Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre y del Arzobispo de Guadalajara el cardenal Francisco Robles Ortega, abordaron un vehículo descubierto que los trasladaría hasta la entrada de la Catedral-Basílica. A lo largo del recorrido por más de quince cuadras, se veía a la gente gritar vivas y gracias a Dios por el nuevo obispo de la diócesis, en su mayoría niños y adultos con un rostro de alegría y júbilo gritaban: “¡Obispo, querido, san Juan está contigo!”. Confeti, globos blancos y una gran multitud de fieles, esperaban a Mons. Jorge en el atrio del hermoso templo; el obispo a su llegada, los roció con agua bendita y empezó la procesión de entrada para la toma de posesión. Ya dentro de la Catedral-Basílica, rezó en privado durante unos minutos ante el Santísimo Sacramento, para después recibir la sede episcopal diocesana, de manos de Mons. Christophe Pierre. Al término de la celebración, nos preparamos para la Solemne Celebración Eucarística de bienvenida en la explanada de la casa de Pastoral san Juan Pablo II donde ya lo esperaban alrededor de 53 obispos y una multitud de fieles entre sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles cristianos que recibían con gran amor a su nuevo obispo. Fue una misa muy emotiva que duró alrededor de

dos horas y media, donde al final se dio la tradicional bendición con la imagen bendita de la Virgen de san Juan de los Lagos en manos del nuevo pastor diocesano. Para finalizar con una rica comida para todos los invitados, amenizada con un mariachi que tocó música típica de la región de Jalisco y de Nuevo León. Finalmente por la tarde, la comunidad de san Juan rezó el Santo Rosario en la Catedral-Basílica, donde asistió el nuevo obispo Don Jorge, el cual llevó entre sus manos una ofrenda a la Virgen de san Juan, que consistió en un hermoso vestido, mismo que entregó avanzando de rodillas (como es tradición), desde la entrada de la basílica hasta el presbiterio. Después de ésta emotiva y edificante experiencia los seminaristas de Monterrey regresamos al Seminario Mayor en punto de las 7:00 a.m. del sábado 21 de mayo, para reincorporarnos a nuestras actividades, muy contentos y con la enorme satisfacción de haber acompañado a nuestro hermano y amigo obispo y de tributarle nuestra devoción a Nuestra Señora de san Juan de los Lagos, diciéndole: “Por tu limpia Concepción y belleza sin igual. Cúbrenos con tu manto Madre Santísima de san Juan”.

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¡MEDITA! ¡MEDITA! > Reflexión

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¿Hay vida después de los hijos?

¡Pagar colegiaturas!”, “¡la comida!”, “¿a qué hora llegas de la fiesta y con quién te regresas?, “daría la vida por ti”, “eres la mayor bendición de mi vida”, “sin ti me muero porque eres mi razón de vivir”… Esto es lo que dicen y hacen los padres por sus hijos día con día y es lo que lleva a preguntarse, entonces, ¿existe una vida después de los hijos? Y es que muchas veces es difícil pensarlo porque casi todo gira alrededor de ellos. Son seres humanos en blanco que deben aprender desde bañarse, hasta los valores y, aún más difícil, su razón de ser en este mundo. Por lo que claro que parece imposible El ser padres es una experiencia maravillosa, llena de retos, aprendizajes e ilusiones. que los padres piensen que una vez que los hijos crecen, se casan o quieran vivir en otro importante, te tienes a ti mismo/a. Una persona que también requiere de cuidados, de atención, de seguir aprendiendo y lugar, su vida se ha terminado. Pero no es así. El ser padres es una experiencia maravillosa, llena mejorando como persona. En lo personal, un ejemplo de vida para mí es mi de retos, aprendizajes e ilusiones. Pero hay algo que les mamá. Quien siguió con sus estudios después de haberle gusta mucho más y que podría llegar a ser adictivo: sentirse útiles, importantes y necesarios. Y no es algo malo, al dado todo a mi hermana, a mi papá y a mí. Ahora la contrario, también estudiamos una carrera y trabajamos veo más radiante y trabajadora que nunca. Y es algo tan para sentirnos útiles. Eso no tiene nada de malo, pero hermoso poder ver que continúen con sus vidas, porque se el problema es cuando pensamos y creemos que somos lo merecen. En cuanto a los hijos, debemos apoyar a nuestros nuestro trabajo, nuestro rol de padres, nuestra carrera y hasta nuestro conocimiento. Y es que no hemos entendido padres. Hay veces que nosotros también contribuimos a esta idea de que no existe una vida para nuestros padres nuestro valor inalienable como personas. Claro que los hijos son parte de nuestras vidas, después de habernos dado todo. Sabemos que lo hacen por son parte de lo que somos, al igual que nuestro trabajo amor, pero también son personas que tienen más metas, o, inclusive, para los deportistas es el deporte al que sueños y aspiraciones. Debemos apoyarlos, alentarlos decidieron entregarle gran parte de su vida. Pero no hay y amarlos de la misma manera que lo hicieron ellos por que dejarnos llevar por todo aquello cediéndole el valor nosotros: con amor sincero e incondicional. Los padres tienen tanta sabiduría y experiencia más grande que poseemos, nuestro valor como personas. Valemos por el simple hecho de vivir y, aunque parece porque han vivido dos veces: su vida y el acompañamiento tentador, esto no depende de ser padres, profesionistas, de la de sus hijos. Por lo que es valiosísima su contribución deportistas de alto rendimiento, etc. Sin embargo, esto no al mundo. Y no solo de su experiencia sino también de la quiere decir que no sea importante tener metas, aspiraciones entrega y amor incondicional que solo los padres saben y razones que motiven nuestro caminar por ser mejores dar. Hoy en día se necesitan esos ejemplos en un mundo personas. Pero todo lo mencionado son medios para llegar que se ha vuelto individualista e ignorante. Por lo que pregunto, por última vez, ¿de verdad no a nuestro fin último: la vida eterna, trascender. Ahora bien, vuelvo a preguntar, ¿existe una vida existe una vida después de los hijos? después de los hijos? Claro que sí. Existe tu esposo/a, con quien empezaste la aventura de empezar una familia juntos. Tienes tu carrera, tu trabajo, tus hobbies, los viajes que tuviste que dejar en “stand by” porque la prioridad en ese momento era el cuidado de tus hijos. Pero lo más


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¡MEDITA! ¡MEDITA! > Reflexión

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Para reparar las fuerzas gastadas, nada como acudir a los verdes prados y a las aguas tranquilas

Un lugar para descansar Cada semana, el cuerpo necesita recargarse

“Acuérdate del día sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus ciudades. Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo”. Éxodo 20, 8-11

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e acerca la temporada vacacional y muchos saldrán a lugares de esparcimiento para convivir, descansar, recuperar las fuerzas y disfrutar de momentos de esparcimiento. El descanso siempre será importante, ya que Dios no nos creó exclusivamente para trabajar. Primeramente, la Sagrada Escritura nos enseña que el descanso semanal es necesario. El primer capítulo del Génesis nos cuenta cómo Dios mismo descansó después de haber creado todas las cosas. Sabemos que el escritor

sagrado ha recibido la luz del Señor para señalarnos que si Dios descansó, nosotros también debemos hacerlo. Pudiéramos decirlo también de esta forma: el escritor sagrado nos enseña que Dios descansó al sexto día, para que nosotros lo hagamos. El descanso semanal nos ayuda a desconectarnos del trabajo cotidiano, a compartir con la familia nuestro tiempo, pero sobre todo nuestra persona. Sin embargo, descansar no significa necesariamente quedarse acostados en la cama “hasta que el cuerpo aguante”. Descansar también es cambiar de actividad, haciendo cosas recreativas como ir al parque, jugar algún deporte, pasear en la plaza, salir a caminar o hacer ejercicio. Así como un coche necesita de una revisión parcial o general cada ciertos kilómetros, así nuestro cuerpo necesita cargar combustible cada semana y cada ciertos kilómetros, necesita tomarse un buen descanso que logre reparar las fuerzas desgastadas por el esfuerzo constante. En el libro del Éxodo Dios nos manda descansar para honrar a Dios. En estos tiempos, la Iglesia nos invita a ubicar un espacio de nuestro descanso para honrar a Dios.

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¡MEDITA! ¡MEDITA! > Reflexión

La Iglesia también tiene un mandamiento para honrar a Dios un día a la semana. Es por esto que nos manda asistir a la Eucaristía todos los domingos y fiestas de guardar, ya que el domingo no sólo es el día de descanso, sino ante todo es el día del Señor, donde de manera especial lo honramos y le decimos que Él es lo más importante en nuestra vida. Asistir a la Eucaristía dominical es una manera de reconocer que Dios mismo es nuestro descanso, recordando las palabras del salmo 117: “el Señor es mi fuerza y mi energía”. Asistir a la Eucaristía semanal es como llegar a los verdes prados y las aguas tranquilas donde el Señor Jesús, como Buen Pastor, nos conduce para reparar las fuerzas desgastadas por el esfuerzo, el trabajo y el estrés de la semana (cfr. Salmo 23). El Señor mismo es nuestro descanso y nuestro refugio. Después de una ardua labor misionera, cuando los apóstoles no tenían tiempo ni para comer, Jesús se los llevó a un lugar apartado para descansar. Si bien en el rostro de cada apóstol se percibía una alegría sin igual, no por eso el dolor y el agotamiento no se hicieron presentes. eso mismo es lo que Jesús pudo observar. Lo interesante de ese texto es que Jesús no los envía descansar a sus casas o a donde ellos quisieran. Jesús les dice: “vengan conmigo a un lugar solitario a descansar”, ya que Jesús mismo es el descanso del apóstol. Más que un lugar se trata de una Persona: Jesús de Nazaret, Mc. 6, 30-34 El salmista afirma en el salmo 54: “descarga en el Señor lo que te agobia”, porque la mejor respuesta que podemos encontrar ante todo lo que nos pasa es el Señor. ¿Cuántas veces hemos hablado primero o únicamente con el psicólogo, consejero o sacerdote sobre los problemas que nos aquejan o las dificultades que nos agobian y Dios es el último en enterarlo de lo que nos pasa? Dios debe ser el primero a quien debemos contarle nuestras cosas, después a quien nosotros consideremos prudente y, al final, nuevamente, platicarlo con el Señor. Tengamos la plena seguridad de que platicar con el Señor sobre lo que nos sucede, es el inicio de la respuesta que necesitamos para salir adelante. Dios hizo todas las cosas y todo está ahí para que puedas contemplarlas y disfrutarlas. ¿Cuántos atardeceres te has perdido?, ¿Cuánto tiempo hace que no te acuestas en el pasto en una noche llena de estrellas y te pones a contarlas? ¿Cuándo fue el último día que compartiste historias y anécdotas con tus amigos en una tarde tranquila, sin la prisa del tiempo? El mundo es maravilloso y cada elemento de la naturaleza nos habla y más aún, nos grita que Dios está aquí y que nos ama hasta el extremo. Solo grandes hombres y mujeres en la historia se han sensibilizado y armonizado tanto con la creación que perciben claramente a Dios, creador de todo lo que nos rodea. Cuando la rutina aparece, muchas cosas buenas y lindas desaparecen. La rutina apaga sentimientos,

www.pastoralsiglo21.org > p.9 iniciativas y gustos. Con la rutina le perdemos el sabor a las cosas que Dios pone en el camino de nuestra vida. En pocas palabras, la rutina es una forma lenta de morir. Es muy sutil y silenciosa. Por eso es necesario estar alertas y, si detectamos que caminamos en círculos y no vamos a ningún lado, si percibimos que todo nos da igual, es tiempo de salirnos, desinstalarnos y buscar tiempos y espacios para volver a nuestro centro, a lo más importante. Para lograrlo debemos aceptar la invitación que nos hace el Señor de ir con Él a un lugar solitario a descansar, para descargar sobre Él nuestro agobio, reparar nuestras fuerzas, disfrutar de su Presencia y con Él, la de nuestros seres queridos. “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy manso y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. Mt. 11, 28-30.

Cuando llegan las vacaciones y la oportunidad de desconectarse de las actividades diarias, hay que tener presente que el descanso no es un lugar, sino una persona.


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¡MEDITA! ¡MEDITA! > Con el Papa

Discípulos en camino, que siguen al Señor porque se reconocen pecadores

La Iglesia no es una comunidad de perfectos

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ateo era un “publicano”, es decir, un recaudador de impuestos para el imperio romano, y por esto, considerado un pecador público. Pero Jesús lo llama a seguirlo y a convertirse en su discípulo. Mateo acepta y lo invita a cenar en su casa junto a los discípulos. Entonces surge una discusión entre los fariseos y los discípulos de Jesús por el hecho de que ellos comparten la mesa con los publicanos y los pecadores: “¡Pero tú no puedes ir a la casa de estas personas!”, decían ellos. Jesús, de hecho, no los aleja, más bien los frecuenta en sus casas y se sienta al lado de ellos; esto significa que también ellos pueden convertirse en sus discípulos. Y además es verdad que ser cristiano no nos hace impecables. Como el publicano Mateo, cada uno de nosotros se encomienda a la gracia del Señor, a pesar de los propios pecados. Todos somos pecadores, todos hemos pecado. Llamando a Mateo, Jesús muestra a los pecadores que no mira su pasado, la condición social, las convenciones exteriores, sino que más bien les abre un futuro nuevo. Una vez escuché un dicho bonito: “No hay santo sin pasado y no hay pecador sin futuro”. Esto es lo que hace Jesús. No hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro. Basta responder a la invitación con el corazón humilde y sincero. La Iglesia no es una comunidad de perfectos, sino de discípulos en camino, que siguen al Señor porque se reconocen pecadores y necesitados de su perdón. La vida cristiana, entonces, es escuela de humildad que nos abre a la gracia. Un comportamiento así no es comprendido por quien tiene la presunción de creerse “justo” y de creerse mejor que los demás. Soberbia y orgullo no permiten reconocerse necesitados de salvación, más bien, impiden ver el rostro misericordioso de Dios y de actuar con misericordia. Son un muro. La soberbia y el orgullo son un muro que impide la relación con Dios. Y, sin embargo, la misión de Jesús es precisamente ésta: venir en busca de cada uno de nosotros, para sanar nuestras heridas y llamarnos a seguirlo con amor. Lo dice claramente: “No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal” (v. 12). ¡Jesús se presenta como un buen médico! Él anuncia el Reino de Dios, y los signos de su venida son evidentes: Él cura de las enfermedades, libera del miedo, de la muerte y del demonio. Frente a Jesús ningún pecador es excluido —ningún pecador es excluido— porque el poder sanador de Dios no conoce enfermedades que no puedan ser curadas; y esto nos debe dar confianza y abrir nuestro corazón al Señor para que venga y nos sane. Llamando a los pecadores a su mesa, Él los cura restableciéndolos en aquella vocación que ellos creían perdida y que los fariseos han olvidado: la de los invitados al banquete de Dios. Según la profecía de Isaías: “Hará Yahveh Sebaot a todos los pueblos en este monte un convite de manjares frescos, convite de buenos vinos: manjares de tuétanos, vinos depurados. Se dirá aquel día: Ahí tenéis a nuestro Dios: esperamos que nos salve; éste es Yahveh en quien esperábamos; nos regocijamos y nos alegramos por su salvación” (25, 6-9).

Si los fariseos ven en los invitados sólo pecadores y rechazan sentarse con ellos, Jesús por el contrario les recuerda que también ellos son comensales de Dios. De este modo, sentarse en la mesa con Jesús significa ser transformados y salvados por Él. En la comunidad cristiana la mesa de Jesús es doble: está la mesa de la Palabra y la mesa de la Eucaristía. Son estas las medicinas con las cuales el Médico Divino nos cura y nos nutre. Con la primera —la Palabra— Él se revela y nos invita a un diálogo entre amigos. Jesús no tenía miedo de dialogar con los pecadores, los publicanos, las prostitutas... ¡Él no tenía miedo: amaba a todos! Su Palabra penetra en nosotros y, como un bisturí, actúa en profundidad para liberarnos del mal que se anida en nuestra vida. A veces esta Palabra es dolorosa porque incide sobre hipocresías, desenmascara las falsas excusas, pone al descubierto las verdades escondidas; pero al mismo tiempo ilumina y purifica, da fuerza y esperanza, es un reconstituyente valioso en nuestro camino de fe. La Eucaristía, por su parte, nos nutre de la vida misma de Jesús y, como un remedio muy potente, de modo misterioso renueva continuamente la gracia de nuestro Bautismo. Acercándonos a la Eucaristía nosotros nos nutrimos del Cuerpo y la Sangre de Jesús, y sin embargo, viniendo a nosotros, ¡es Jesús que nos une a su Cuerpo! Concluyendo ese diálogo con los fariseos, Jesús les recuerda una palabra del profeta Oseas (6, 6): “Id, pues, a aprender qué significa aquello de: misericordia quiero, que no sacrificio” (Mt 9, 13). Dirigiéndose al pueblo de Israel el profeta lo reprendía porque las oraciones que elevaba eran palabras vacías e incoherentes. A pesar de la alianza de Dios y la misericordia, el pueblo vivía frecuentemente con una religiosidad “de fachada”, sin vivir en profundidad el mandamiento del Señor. Es por eso que el profeta insiste: “misericordia quiero”, es decir la lealtad de un corazón que reconoce los propios pecados, que se arrepiente y vuelve a ser fiel a la alianza con Dios. “Y no sacrificio”: ¡sin un corazón arrepentido cada acción religiosa es ineficaz! Jesús aplica esta frase profética también a las relaciones humanas: aquellos fariseos eran muy religiosos en la forma, pero no estaban dispuestos a compartir la mesa con los publicanos y los pecadores; no reconocían la posibilidad de un arrepentimiento y, por eso, de una curación; no colocan en primer lugar la misericordia: aun siendo fieles custodios de la Ley, ¡demostraban no conocer el corazón de Dios! Es como si a ti te regalaran un paquete, donde dentro hay un regalo y tú, en lugar de ir a buscar el regalo, miras sólo el papel que lo envuelve: sólo las apariencias, la forma, y no el núcleo de la gracia, ¡del regalo que es dado! Queridos hermanos y hermanas, todos nosotros estamos invitados a la mesa del Señor. Hagamos nuestra la invitación de sentarnos al lado de Él junto a sus discípulos. Aprendamos a mirar con misericordia y a reconocer en cada uno de ellos un comensal nuestro. Somos todos discípulos que tienen necesidad de experimentar y vivir la palabra consoladora de Jesús. Tenemos todos necesidad de nutrirnos de la misericordia de Dios, porque es de esta fuente que brota nuestra salvación. ¡Gracias!

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¡MEDITA! ¡MEDITA! > Con los Obispos

www.pastoralsiglo21.org > p.11

Hoy Jesús responde al tomar el lugar de todos los que injustamente mueren

La cruz, símbolo supremo del amor divino

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nos días después del atentado en Bruselas, el Jueves Santo, el Santo Padre respondía con un gesto demoledor lleno de significado, lavando los pies a 11 refugiados, cuatro nigerianos, tres mujeres eritreas coptas, tres musulmanes y un hindú. ¿Por qué lo hizo? Porque quiso contrarrestar la violencia ciega y cruel, que no distingue ni mide consecuencias, y que excluye, que asesina y que es indiferente al dolor del ser humano. Lo mismo en Bélgica, que en Turquía, Nigeria, Chad, Camerún, Costa de Marfil e Irak, por citar solo los últimos hechos.

Hoy sigue tomando el lugar de los sin techo, de los que para el mundo nada valen, de los que les arrebatan su dignidad, dejándose pisotear por ellos. Hoy contesta, escuchando el clamor incesante de la tierra y el gemido de los desposeídos de ella, ante los destructores de nuestra «casa común» que con avaricia arruinan el futuro de las generaciones futuras, y que con egoísmo despojan a los pueblos campesinos e indígenas de sus legítimas riquezas.

Ante las situaciones más devastadoras que viven nuestras hermanas y hermanos, asesinados, quemados vivos, degollados y decapitados por las bárbaras espadas y el silencio infame, Dios sigue levantando la cruz, y sigue muriendo, sigue tomando el lugar de todos los que injustamente mueren. Hoy vuelve Ante las situaciones más devastadoras que viven nuestras hermanas y hermanos, a responder, a los Dios sigue levantando la cruz, sigue muriendo. que siguen vendiendo armas y matando por treinta monedas a sus propios hermanos, derramando su sangre por cada uno de ellos. Hoy también contesta a tantos que, lavándonos las manos, dejamos morir a miles de inmigrantes y refugiados, en nuestros ríos y mares fronterizos, nuevos cementerios, que en lugar de agua, llevan sangre, dejándose ahogar por ellos.

Hoy contesta, gritando con el dolor de su carne clavada en la cruz, a los que no son fieles a su ministerio, a los que abusan de los vulnerables y débiles, a los que juzgan sin compasión, sin mirar sus propios pecados y culpas. Porque aunque exista tanta injusticia y crueldad humana, la cruz sigue siendo el símbolo supremo del amor divino, y la garantía de que Dios es fiel hasta el extremo, hasta derramar la última gota de su sangre, hasta expirar su último aliento, sin olvidar a nadie y amando al ser humano hasta el extremo.


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¡COMPROMÉTETE! ¡COMPROMÉTETE! > Fieles a la verdad

La razón de ser del matrimonio (hombre y mujer, hoy hay que aclarar) es un contrato entre un hombre y una mujer para toda la vida con el fin de procrear y educar a los hijos.

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La adopción y los derechos de los niños

propósito de la reforma a la Constitución sobre el “matrimonio igualitario”, que pretende adaptar toda nuestra Carta Magna y el Código Civil a la ideología de género. Lo que se está proponiendo, no se queda solo en llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo… Se trata de imponer reestructuración de toda la sociedad desde una perspectiva sin bases biológicas ni científicas. Esta reforma no parece tener su origen inmediato en México. En este momento, en muchos países se está imponiendo desde fuera esta ideología de género, con presión desde instancias internaciones. No está en juego reconocer la dignidad de toda persona, sino la imposición de una ideología con consecuencias graves que pasan sobre los derechos de terceros. De imponerse esta ideología de género anunciada oficialmente en la Conferencia Mundial de la Mujer realizada en Pekín en el año 1995, se impondría una educación sexual desde preescolar diciéndole a los niños que pueden elegir su género, se abriría la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, el alquiler de vientres sería un derecho para las parejas homosexuales, igualmente la fecundación in vitro (con la eliminación o congelación de óvulos fecundados), se podría reclamar el derecho a usar el baño según la preferencia sexual (imaginemos a una niña de 4 años en el mismo baño que un adulto transexual), el derecho a cirugías de cambio de sexo, el derecho a elegir el propio género o cambiar el existente en los documentos oficiales, se implementaría un comité del gobierno que vigilaría y castigaría a quienes discriminen a la comunidad lésbico gay, es decir: no se tolerará que se piense de manera diferente a la ideología de género.

De todo lo que se nos viene en el paquete de reformas, quiero detenerme a reflexionar sobre el supuesto “derecho a adoptar niños”. La razón de ser del matrimonio (hombre y mujer, hoy hay que aclarar) es un contrato entre un hombre y una mujer para toda la vida con el fin de procrear y educar a los hijos. En cambio, en el “matrimonio igualitario” (entre personas del mismo sexo) no existe el vínculo específico inherente de la procreación natural (es decir, la complementariedad de los órganos sexuales para la procreación natural) y se trata de reemplazar esa infecundidad artificialmente con la filiación o adopción, que se puede conseguir por la adopción o las técnicas de fertilización asistida (ojo: se fecundan varios óvulos y se elige el que se dio mejor, ¿y qué se hace con los demás?). Pero en realidad, el “derecho a adoptar” no existe como tal. Existe el derecho del niño a ser adoptado y con ello a recuperar lo que perdió. ¿Qué perdió? De manera natural y de acuerdo a su especie, un papá y una mamá. Entonces, ¿por qué estas reformas a las leyes pretenden entregar al niño a dos homosexuales o dos lesbianas? Esta postura no tiene nada que ver con religión, es biología básica y derecho elemental. Un francés homosexual, que está en contra de la adopción por parte de parejas gay, Xavier Barjot, afirma que él es “demasiado altruista” para tener un día un niño con su pareja homosexual. “El hijo no puede ser el objeto de nuestros delirios personales”. En fin, creo que la llamada es a proteger los derechos de los niños a tener un papá y una mamá.


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DANOS UN CORAZÓN GRANDE PARA AMAR

Tenemos un corazón de oración ¡Hola mis queridos ciento cuarenta y cuatro mil lectores! Ok, creo que me vi un poco exagerado con el número de lectores, pero si yo no me hecho porras... ¡¿pos quién?! Ya estamos en el mes de junio, y hoy quiero hablarles de un tema muy esencial en nuestra vida diaria, de algo que nos late, de algo que sí deja de funcionar, nos morimos, de aquello que se vuelve loco cuando tenemos emociones fuertes… sí, eso que ¡hasta en la lotería está! Y si ya sabes cuál es el tema, grítalo... ¡Buenas con el corazón! Hace poco leía un pequeño librito intitulado “La Oración del Corazón”, de Jean Lafrance, que dice: El hombre debe descubrir que lleva en sí un corazón de oración, donde guarda la energía de la resurrección, el dinamismo del Espíritu Santo, que no es otra cosa que a la gracia bautismal que nos hace “participantes de la naturaleza divina” (2 Pe 1,4). Con esto me ponía a pensar en nuestra constante búsqueda de Dios y en lo complicados que podemos llegar a ser. Cuentan que el primer hombre que salió al espacio exterior, el ruso Yuri Gagarin, estando en órbita expresó (palabras más, palabras menos) lo siguiente: “aquí no veo a ningún Dios”. ¡Cómo no agradecer tanta misericordia y amor a nuestro buen Padre Dios! Pues él ha querido que en nuestro mismo corazón podamos encontrarlo, pues en el corazón, y como dice Lafrance: nuestro corazón de oración, es donde se conjuga toda su gracia que nos hace capaces de encontrarlo, de regocijarnos, de vivir la alegría de su presencia. En este mes de junio vivimos como Iglesia una fiesta muy especial, el Sagrado Corazón de Jesús, una muy hermosa devoción que nos anima y alienta, pues el mismo Dios que se ha hecho hombre por nosotros ha querido tener un corazón, y ese corazón nos ama intensamente; si Jesús nos muestra su Sagrado Corazón es para mostrarnos que la búsqueda de Dios no se basa en hacernos dioses, o en buscar una perfección que de poco nos sirve, sino en tener un corazón muy humano, tan humano que sea capaz de amar como él nos ama, tan humano que tenga la fuerza de amar y consolar al que sufre, tan pero tan humano que tenga el coraje de velar por la justicia y la misericordia ante sus hermanos. Como cristianos vivimos muy a menudo como adormilados y se nos olvida nuestro corazón de oración. Debemos, pues, tomar conciencia de la gracia bautismal, para que tengamos un corazón de oración, ese lugar de encuentro con el amor de Dios y el amor al prójimo. ¡Despertémonos y hagamos que este corazón funcione! Que la gracia de vivir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús haga nuestro corazón tan humano como el suyo, para que la vida divina sea en nosotros y nuestra alegría sea plena. Que en nuestra oración podamos decir como aquel cantito: “Danos un corazón grande para amar, danos un corazón fuerte para luchar”. ¡Mil bendiciones y nos leemos pronto!

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Mi primer año como seminarista

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ste primer año que he terminado en el Seminario ha sido un verdadero regalo de Dios. Me llevo recuerdos de muchas experiencias que sin duda me han hecho crecer en diferentes aspectos de mi vida, experiencias que están llenas de emociones y sentimientos que realmente me llevaron al encuentro con Dios, conmigo mismo, y con muchas nuevas personas que hoy se han vuelto parte de mi vida. Es difícil tratar de resumir todo esto en tan solo unas líneas, pero creo que lo más importante es que mis compañeros y yo pudimos sentir el amor de Dios en este proceso formativo y cómo éste nos ha ido transformando poco a poco en la medida en que hemos ido abriendo nuestros corazones. Recuerdo que muchos me decían que “el Menor” era la mejor etapa del Seminario, y aunque aún no he tenido la

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experiencia del Seminario Mayor, hoy que voy terminando esta etapa puedo comprender por qué me decían eso. Fue un año que se pasó “volando”. Siento como si hubiera tomado mi decisión de entrar al Seminario hace apenas unas semanas y la realidad es que ya terminó el primero de diez años de formación. Definitivamente ha sido un año de bendiciones que vinieron del Señor; de haber observado, aprendido, compartido, escuchado, conocido, enseñado, perdonando… pero sobretodo, de haber amado con misericordia. ¡Cómo no agradecer al Seminario tantas experiencias y aprendizajes! Y claro, a Dios por permitirme estar en donde hoy estoy, disfrutando con felicidad el poder abrazar esta vocación a la que hoy me siento llamado por Él mismo.

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¡VIVE! > Superación

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Proponte abatir tus miedos, tu encogimiento, tu irresolución.

ESTUDIA CON INTERÉS Y ALEGRÍA

RINCÓN POÉTICO Año de Misericordia En este bendito Año, Año de la Misericordia. Hay que tenerla todos, Para todos nuestros hermanos.

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ara que tus estudios sean provechosos, necesitas hacerlo con interés y alegría. El interés han de creártelo tu necesidad o tu propósito de prepararte bien para una existencia útil. La alegría has de sentirla por el solo hecho de que puedes dedicarte, sin amarguras y sin preocupaciones, a esa preparación que habrá de transformarte en un ser mejor. Considérate, pues, dichoso, porque tienes aquello que muchos carecen: una oportunidad de saber, una ocasión de elevarte, un medio de servir y de servirte, pero has de ser perseverante, persistente, porque sin esfuerzo y dedicación nada llega a su término, nada es fecundo. Si en algún momento te invade el temor, combátelo desde hoy, lucha y haz frente a tu timidez, para que puedas realizar todo lo que te propongas, y no te derrotes a ti mismo. Proponte abatir tus miedos, tu encogimiento, tu irresolución. Tú puedes lograrlo, pero necesitas querer. Comienza a sobreponerte a las pequeñas dificultades; empéñate luego en vencer aquellos obstáculos que a la distancia parecen graves, y cuando te hayas convencido de que es posible hacerlo, te decidirás a emprender trabajos mayores. Así pues, no te desanimes, no te desalientes al principio de cualquier obra o situación, porque todo lo grande es hazaña y conjunción del anhelo y del dolo, pero ante todo, agradece a Dios la vida. La gratitud, agradecimiento, o aprecio es un sentimiento del corazón o de actitud en el reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o se va a recibir.

A aquellos los más necesitados de amor, y de nuestra ayuda que van por esta vida con angustia, esperando Misericordia. Esa Misericordia Divina que Jesús siempre nos sabe dar; Hagámosla de nosotros y siempre darla a los demás. Sigamos el ejemplo de Jesús, que su Misericordia no tiene fin que Él murió por nosotros clavado en una Santa Cruz. Tu Misericordia Quiero darte las gracias Jesús y como decirte que te amo, con mis bondades y defectos, que aquí muy dentro yo siento por la dulce Misericordia de tu amor. Tu Misericordia que no se acaba y es ella un gran tesoro, porque es luz que siempre irradias y brilla más que el preciado oro. Es tu Misericordia, fuente sanadora y cerca del pobre pecador, para que me sanes fiel Salvador pues eres mi Divino Redentor. Porque es tu Misericordia llama chispeante de gran valor, siempre está en ti Señor enorme, piadosa y deseada.


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Breves informativas

¡VIVE! > Noticias

PENTECOSTÉS Durante la solemne Eucaristía de Pentecostés, el Arzobispo de Monterrey señaló cuáles son algunos de los regalos que el Espíritu Santo nos da: “Yo quisiera fijarme en tres cosas que especialmente el Espíritu Santo hace a nuestro favor: primero nos consuela, segundo nos enseña y tercero nos recuerda a Jesucristo, esto es lo que hace el Espíritu Santo por su Iglesia”. “Vamos a pedir toda la Iglesia que Cristo derrame por el poder del Padre nuestro Dios, el Espíritu Santo a toda su Iglesia, el Espíritu que consuela, el Espíritu que explica el Evangelio, el Espíritu que nos recuerda siempre a Jesucristo”.

FELICITACIÓN A LOS MAESTROS. El pasado día del maestro el Arzobispo de Monterrey les envió una felicitación por su entrega y servicio: “Deseo expresar mi gratitud y especial felicitación a todos los maestros y maestras al celebrar su día, recordando las palabras del Papa Francisco: ‘Los maestros son artesanos de humanidad, constructores de la paz y del encuentro…’ ojalá los gobiernos tomen conciencia de la magnitud de su tarea”. Además añadió: “Reconozcamos la gran labor de estos hermanos que dedican su vida a formar a quienes son la esperanza de toda la sociedad”.

DESPEDIDA A MONS. CAVAZOS. En la Basílica de Guadalupe se llevó a cabo la Misa donde se despidió a Mons. Jorge Cavazos Arizpe, quien el pasado mes de abril fue nombrado por el Papa Francisco Obispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos. El Arzobispo de Monterrey agradeció a Mons. Jorge: “En nombre de nuestra Arquidiócesis quiero expresar nuestro agradecimiento a Mons. Jorge”. “Cada encuentro y despedida toca nuestro corazón, pero Dios sabe nuestros tiempos y debemos ajustarnos a su agenda, Él dice cuándo y cómo”, añadió. Finalmente dijo: “Gracias, Mons. Jorge, cuentas con nuestro cariño y que Dios te bendiga”.

NUEVO CORO EN CATEDRAL. La misa de confirmaciones, que se realiza todos los domingos a las 8:30 horas, tiene ahora un coro propio gracias a la invitación que se hizo en el mes de abril. “El coro está formado por alrededor de 15 personas, entre hombres y mujeres, que se eligieron después de una semana de audiciones en las que solo se pedía como requisito tener una voz madura”, afirmó el padre Alejandro Hernández López, Coordinador de la Comisión de Música Sacra de la Arquidiócesis de Monterrey. El coro es dirigido por el maestro Gerardo Rocha, los cantos son interpretados con partitura en mano y tienen como instrumento principal el órgano.

JESÚS NUESTRA PAZ. El Arzobispo de Monterrey señaló al Señor Jesús como la fuente de nuestra paz: “La paz les doy, la paz les dejo, pero no se las doy como la da el mundo, que gran regalo de Jesús, Él sabe de nuestras diferencias, sabe de nuestros problemas, de nuestras antipatías, de la terquedad de nuestras ideas, de nuestros resentimientos y pasiones, pero Él nos regala la paz, y la paz está en la Cruz de Jesús”. Además añadió: “Tú creyente mira a Jesús crucificado, se reconcilia y pide perdón, esta es la paz que trae Jesucristo a la humanidad, esta paz que pasa por la comprensión y por el perdón, por ceder a la propia ira”.

La Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano dio a conocer el pasado 26 de abril que Su Santidad el Papa Francisco ha aceptado la renuncia al oficio de Arzobispo de Hermosillo, que Mons. José Ulises Macías Salcedo, en conformidad al canon 401 § 1 del Código de Derecho Canónico, había presentado en precedencia. Al mismo tiempo, el Santo Padre se ha dignado nombrar Arzobispo de Hermosillo a S.E. Mons. Ruy Rendón Leal, al presente Obispo de Matamoros y quien es originario de Cadereyta Jimenez Nuevo León.

NUEVO ARZOBISPO DE HERMOSILLO.


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