p.2 < www.pastoralsiglo21.org CONTENIDO CONOCE Editorial / p.2 La voz del Pastor / p.3 Congreso Eucarístico Diocesano, Monterrey 1941 / p.4 Los cuatro verbos centrales de la Misa / p.5 MEDITA La Eucaristía, fuente de amor / p.6 La Eucaristía y la familia / p.7 ¿Cómo vivimos la Eucaristía? / p.8 COMPROMETETE La Eucaristía y la Iglesia en salida / p.9 La Eucaristía es una verdadera revolución social que se vive en cada parroquia / p.11 Pregúntale al padre Mingo / p.12 Desde el Seminario / p.13 Cinco nuevos sacerdotes para la Iglesia de Monterrey / p.13 VIVE Dios está vivo / p.14 Siete Puntos / p.15 Breves Informativas / p.16
DIRECTORIO
Director General S. E. R. Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey Director Fundador † Pbro. Miguel Alanís Cantú Director Editorial Pbro. Eliezer Israel Sandoval Espinoza Director de Información LCC. Juan Pablo Vázquez Rodríguez editorial@pastoralsiglo21.org Revisión y redacción LCC. Rocío Díaz Publicidad y Ventas Zandra Vázquez. ventas@pastoralsiglo21.org Tels. 11 58 24 59
¡CONOCE! > EDITORIAL
¡Bienvenidos a Monterrey!
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a Iglesia es asamblea, es reunión, es comunidad reunida entorno a Cristo, es convocación por la gracia del Padre para ser instrumento de redención para toda la humanidad; y así reunida en nombre de Cristo y convocada por la gracia del Padre, es vivificada y transformada continuamente con la acción del Espíritu, quien la dirige y sostiene. La Eucaristía es el lugar donde la Iglesia cumple con esta vocación, ya que en la celebración del misterio de Jesucristo sacramentado se nutre de todas las gracias que le son necesarias para transformarse y transformar al mundo ensanchando las fronteras del Reino de Dios. De esta manera al hablar de Eucaristía, necesariamente debemos hablar de Iglesia y viceversa, cuando hablamos de Iglesia debemos necesariamente hablar sobre la Eucaristía, así de unidas y complementarias son ambas realidades, ya que unidas prolongan la presencia salvadora de Jesús en el mundo. En este mes de septiembre, nuestra Arquidiócesis de Monterrey es sede del Congreso Eucarístico Nacional 2015, con el tema: “Eucaristía, ofrenda de amor: alegría y vida, de la familia y el mundo”, y en ocasión de este evento tan importante hemos preparado una edición especial dedicada a la Eucaristía y a la reflexión que desde nuestra experiencia diocesana tenemos de ella. Tenemos una gran esperanza de que este acontecimiento eclesial aportará abundantes frutos en la reflexión y en la profundización del misterio eucarístico y por otra parte revitalizará nuestra vida diocesana con frutos de un mayor compromiso apostólico y conversión pastoral. El Equipo de Pastoral Siglo XXI, en voz de éste, su director, le da a los participantes que acuden de toda la República al CEN Monterrey 2015, la más cálida bienvenida a Monterrey, tierra de gente trabajadora y de fe, de gente devota y hospitalaria. Que su estancia en nuestra ciudad sea provechosa espiritual y apostólicamente.
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Administración Amelia Garza Martínez administracion@pastoralsiglo21.org Diseño LDGP Daniel García Colaboradores Sres. Obispos Auxiliares, Miembros del Presbiterio, Vida Consagrada y Laicos, Secretariados, Departamentos y Comisiones de la Arquidiócesis de Monterrey. Registros No. de certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 04-2007- 072412073100-01 No. de Certificado de Licitud de Título: 13903. No. de Certificado de Licitud de Contenido: 11476. Domicilio de la Publicación: Zuazua 1100 Sur, Barrio Antiguo, C. P. 64000, Monterrey, N. L.
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Inicio del paseo Santa Lucía en el Parque Fundidora.
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¡CONOCE! > LA VOZ DEL PASTOR
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La relación personal con Jesucristo:
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la Eucaristía y la oración
a conversión a Cristo requiere la ayuda de la comunidad para perseverar en la relación personal con Él. La vida en Cristo es una dinámica, una fuerza en el tiempo una oportunidad de Dios que origina, sostiene, fortalece, sana, orienta y renueva el esfuerzo que cada discípulo hace por permanecer unido a Jesús, es decir, por ser fiel a Él en una promesa de amor, la cual reconocemos con el nombre de Alianza, la Alianza Nueva y Eterna.
a una propuesta de diversión cualitativa o requisito de pertenencia entre tantas otras que la sociedad actual ofrece, no propiciaríamos la cooperación del ser humano con la gracia divina y se quedaría infructuosa en el corazón de quienes participan en ella. Necesitamos empeñarnos en que la Eucaristía, especialmente la dominical, ayude a la conformación de la vida del discípulo como vida eucarística: creer, celebrar y vivir el misterio de Jesucristo.
No hay encuentro verdadero con Cristo sin su gracia, no hay kerigma sin don de Dios, todo Que la celebración de este importante evento discípulo tiene otro rasgo de identidad: su fe y amor eclesial, sea para cada uno de nosotros fuente de por la Eucaristía y la oración fervorosa, como diálogo abundantes gracias y bendiciones. personal y comunitario con Jesús, a partir de la Sagrada Escritura. La fidelidad del discípulo se nutre en este encuentro sacramental de la Eucaristía y la oración personal a partir de la Palabra de Dios. El encuentro eucarístico es origen y meta, es fuente y culmen del encuentro del discípulo con Jesús y de Jesús con el discípulo. Nuestro camino eclesial necesita el esfuerzo de cada discípulo y sector eclesial por comprender desde la fe, la participación viva, activa y fructuosa en la Eucaristía, pues en ella se vive este encuentro constante y renovado con el Señor en la celebración de su Palabra, su sacrificio en la cruz y su resurrección que nos trae los frutos de su amor, de los cuales participamos en la comunión. El encuentro kerigmático, en su dinámica personal, conduce hacia la vida de la gracia, la vida llena de sentido por el amor de Dios que nos va configurando como personas adultas en la fe que buscan la comunión cada vez más fuerte, unidas por la fe en “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Ef 4,5). “La Santísima Eucaristía lleva la Iniciación cristiana a la plenitud y es como el centro y fin de toda la vida sacramental” Si tomamos la Eucaristía como un ejercicio conceptual o ejercicio religioso obligatorio o como un entretenimiento de la religión, la reducimos
Arzobispo de Monterrey presidiendo la Eucaristía en la Basílica de la Purisima.
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¡CONOCE! > DESDE EL ARCHIVO HISTORICO
Congreso Eucarístico Diocesano
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Monterrey 1941
Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt. 18,20)
n 1941 se llevó a cabo en nuestra ciudad un Congreso Eucarístico Diocesano con ocasión del jubileo del Sr. Arzobispo don Guadalupe Ortiz quien celebraba 50 años de su ordenación sacerdotal. Múltiples eventos se programaron para esta ocasión, las imágenes que incluimos son de algunos de los momentos más importantes del mismo, en el Archivo Histórico Arquidiocesano se encuentran las impresiones fotográficas del Congreso, de todas ellas hemos seleccionado estas tres por ser representativas. Acompañamos estas imágenes de algunos textos del álbum conmemorativo. De la crónica: “La multitud se apretó no sólo en los asientos donde podía tener comodidad, sino se comprimió dondequiera que pudiera ver el altar. Pocas veces se ven henchidas las espaciosas naves del Roble como este día”. Muchas de las sesiones del Congreso se llevaron a cabo en la iglesia del Roble. En la fotografía vemos una de las sesiones; hay que subrayar que la hoy Basílica no tenía aún su aspecto actual ya que este fue fruto de una remodelación un par de décadas más tarde. Fijando bien la atención se alcanza a ver el púlpito y en ella al orador sagrado predicando. De una crónica del evento llevado a cabo el domingo 9 de febrero en el parque de beisbol Cuauhtémoc y Famosa: “Dos avisos fueron suficientes para que acudieran al Parque Cuauhtémoc unas treinta mil personas, según cálculos fundados. El sitio es anchísimo, rodeado aquí y allá de tribunas que se dejaron a las mujeres; el campo quedó para los hombres”. Nótense las personas que hacen todo lo posible por ver la procesión subiéndose a lo que pueden atrás de la barda que está en primer plano. Domingo 9 de febrero, velada final del Congreso en el cine Florida localizado, en ese entonces, en la Calzada Madero: “El lugar es reducido aunque dé cabida a millares; se requiere tarjeta de entrada, y por fas o por nefas ellos ocuparán un asiento. Lo que la Comisión dispuso para orden, la tarjeta dio ocasión al desorden. Muchos portadores de la contraseña no pudieron entrar y para retirar a los que pertinazmente esperaban, se llamó a la policía. No porque hubiera atropellos, sino porque de otro modo no era posible despejar el vestíbulo”. .
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¡CONOCE! > DESDE EL ARCHIVO HISTORICO
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Los cuatro verbos centrales de la Misa La riqueza de la Eucaristía la perciben quienes quieren más que un mero cumplir un mandamiento
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la gente común no le resulta suficiente el mandamiento de la Iglesia de participar en la Eucaristía los domingos. Quienes iban a Misa porque “está mandado” cada vez tienen más edad. ¿Cómo poder trasmitir el fervor por la Eucaristía? ¿Cómo contagiar a los demás y especial a los más jóvenes (a quienes el mandamiento no nos resulta suficiente) del amor por celebrar la fe en el Señor resucitado? ¿Cómo hacer del encuentro dominical un lugar privilegiado para acoger la vida y el proyecto de Jesús de Nazaret?. Propongo unas consideraciones a partir de los cuatro verbos utilizados en el relato de la institución de la Eucaristía, la noche de la última cena: Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo compartió a sus discípulos. ¿Cómo sería la cena del Señor si nos implicáramos nosotros mismos en ella? Ser tomados: Si descubriéramos que ir a la Eucaristía es una oportunidad de hacer conciencia de haber sido tomados por las manos amorosas y tiernas del Padre de Jesús, de saber (cada domingo de un modo más interior y auténtico) que Dios no se ha olvidado de nosotros la Misa vería realzado su significado. Sólo en sus manos hay descanso en la fatiga que nos marea y nos espera al salir del templo. Es tomar un espacio para ser tomados. Una pausa entre la “rapidación”, como el papa Francisco llama al ritmo frenético de nuestra vida (Laudato si’ n. 18).
religioso y civil. Es injertar en lo profundo del corazón un grito inquietante de Dios que nos sacude y que odia que preocupados por nosotros mismos nos olvidemos de aliviar el sufrimiento de los demás. ¡La Eucaristía es un alimento peligroso que complica la vida! Después de comerla Dios nos invitará a ser partidos, es decir nos dará una misión. La Eucaristía es la pregunta de Dios: “Y cuando salgas del templo, ¿cuento contigo?”
Ser bendecido: el cura, el coro, los ministros laicos, la gente de base de la comunidad, el que recibe a la gente en la puerta entregando el misalito, el común de los fieles… todos hemos de contribuir a que la Eucaristía sea un espacio de bendición. Nunca de tortura, maltrato o de señalarnos entre nosotros. La Iglesia (es decir, los bautizados) no sabemos maldecir, hemos sido llamados a heredar una bendición para todos (cfr. 1Pe 3,9). ¿Cómo podemos hacer que las personas que vienen a la Eucaristía se sientan bendecidas? Quienes nos servimos del micrófono en ella tenemos una grande responsabilidad, como lo expresa la misma palabra “bendición” (del latín: bene -bien-, dicere -decir-, decir una buena palabra).
Ser entregado: Por último, Ignacio de Loyola tiene razón cuando dice que “hay que poner más amor en las obras que en las palabras” (EE n. 230). ¿Cómo sería la Eucaristía si en lugar de venir a pedir y a orar por los muertos, viniéramos a ofrecernos y a implorar la fuerza de Dios para dar la vida por amor a alguien? ¿Cómo sería la Misa si ella nos sirviera para semana tras semana revisar el rumbo de la vida en unos minutos de silencio? ¿A poco no sería genial poder dar gracias en la Misa, no por la satisfacción de un deseo egoísta, sino por poder ayudar y entregarse a alguien? Ser entregado es identificar la propia vida con la del Señor. Tomados, bendecidos, partidos, entregados… todo un camino de transformación.
Una persona al final de la Misa me dijo en una ocasión: “¿Oye, padre, será tan difícil que prepares un par de ideas sencillas y lógicas, que nos dejes una tarea de parte de Dios y que lo digas en diez minutos más o menos?”. Me sonrojé… Además creo que una gran bendición es que los demás nos sientan sinceros en el trato. Por lo menos en camino de autenticidad, porque la amabilidad por pose, mayuga. Si reflejamos que Dios nos bendice bendiciendo la Eucaristía toma un carácter especial.
A quienes el mandamiento nos resulta insuficiente, el Espíritu nos propone buscar (pedir, recibir) una mayor profundidad en el Banquete del Señor. Como siempre: la pulpa está debajo de la cascara. Hay que “perforar la cascara” de la Misa e ir a lo profundo. La riqueza de la Eucaristía la perciben quienes quieren más que un mero cumplir un mandamiento.
Ser partido: La Eucaristía puede convertirse en un rito que no tiene nada que ver conmigo y dejar de ser lo que es: un Alimento peligroso y provocador. Comer a Jesús muerto y resucitado es comer y beber la sangre de una víctima de la podredumbre del poder,
Pbro. Adrian Villagran Guerrero celebrando la eucaristía.
¡MEDITA!
www.pastoralsiglo21.org > p.6
¡MEDITA! > REFLEXION
La Eucaristía, fuente de amor
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“Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”, Mt 28, 20.
necesario estar cerca de ella, pues la fuente esta fija en un lugar, hay que ir a ella para disfrutar del agua que emana.
e alguna manera, nos vamos dado cuenta, durante la vida, que el amor forma parte de nuestra existencia y se convierte en una necesidad. Ciertamente el amor puede tener muchas definiciones y expresiones, dependiendo de la vivencia de cada uno. Quizás en la gran variedad de comentarios, definiciones y vivencias podemos encontrar algunos elementos comunes. Uno de esos elementos puede ser la cercanía.
Dios es fuente de amor, cuenta con la característica de permanecer, pero también con la característica de moverse. Dios está en constante movimiento, Él es el que sale al camino para bañarnos de la fuente que es, es el que viene en nuestra búsqueda, como el pastor que sale en busca de la oveja que se le extravió.
La cercanía es una actitud que reclamamos de parte de quien nos descubrimos amados o de quien debería amarnos, así como el que ama pone como una prioridad el ser cercano. La cercanía puede tener varias expresiones, una de ellas es la física, pero no hay que olvidar la preocupación y el interés sincero por la persona. Y es que en la cercanía se va transparentado el amor, el lazo se fortalece y se descubre cómo va brotando, como una fuente, dicha virtud. Al pensar en una fuente percibimos, como ésta, va surgiendo del fondo, a veces con fuerzas, otras ocasiones con debilidad. La fuente que surge con fuerza es capaz de chispear a cierta distancia, es atrayente y digna de contemplación. La fuente que surge con debilidad no tiene mucho alcance y es opaca.
El Dios encarnado que se acerca y está, ya lo dice el obispo san Atanasio: “Pero él vino por su benignidad hacia nosotros, y en cuanto se nos hizo visible. Tuvo piedad de nuestra raza y de nuestra debilidad y, compadecido de nuestra corrupción, no soportó que la muerte nos dominase…”1. Dios también permanece para que nosotros nos acerquemos a él y nos contagiemos de su compasión, Dios es fuente fija con una gran fuerza que su amor siempre llega. El Dios eucaristía es la fuente a la que nos acercamos, “Hele aquí sin pena, lleno de gloria…, compañero nuestro en el Santísimo Sacramento, que no parece fue en su mano apartarse un momento de nosotros”2 , así lo expresa santa Teresa de Jesús.
Hay que abrir el corazón a la cercanía de Dios, y es que suele pasar que nos asusta que Dios este Papa Francisco en exposición del Santísimo Sacramento. tan cerca; y sin darnos totalmente cuenta nos vamos distanciando un poco. Cómo no recordar aquel pasaje bíblico en el que el Señor le anuncia a Moisés El amor surge desde dentro del ser humano, a veces que bajará a donde está el pueblo, y cuando lo hace, el con debilidad, a veces con una fuerza impresionante pueblo se llena de temor y pide a Moisés que sea él quien que atrae y refresca la vida. Dios también ama y ama de les hable. O cuando Jesús llego a la región de los Gadarenos verdad, ama con fuerza y constancia, ama con sinceridad y al liberar a los endomoniados los moradores le piden se y paciencia. Dios no sólo ama sino que es el amor mismo retire de su ciudad. Cuando el papa Francisco nos exhorta y aunque el Señor manifiesta de muchas maneras su amor a no tenerle miedo a la ternura, podemos comprender que por las personas, puedo percibir que la Eucaristía es una tampoco hay que resistirnos al amor de Dios, cuando nos expresión muy latente de Dios que ama. Pues Dios, en su acercamos al sagrario con el corazón dispuesto el corazón afán por amarnos, se hace uno con nosotros y, entonces, de complace, se alivia, se alegra y se ánima. Dios está ahí, disfrutamos del misterio de la Encarnación. La Encarnación pues sabe muy bien amar, la fuente es para nosotros, ya no es más que la cercanía de Dios que nos quiere y desea sea que se acerque o que nos acerquemos. estar con nosotros. Y en el milagro de la Eucaristía podemos percibir el misterio de la Encarnación: Dios que viene a nosotros, Dios que está con nosotros, Dios que vive entre nosotros, Dios cercano que manifiesta su amor y su interés por nosotros. Dios es el amor mismo, por tanto, Dios es la fuente del amor. Y para ser empapado por el agua de una fuente es
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Sermón sobre la encarnación del Verbo, 8-9 Libro de la Vida, cap. 22, no. 6.
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¡MEDITA! La Eucaristía y la familia ¡MEDITA! > PASTORAL FAMILIAR
viven esta situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar. Otras se sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e incluso en estado de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. No olvidemos que la familia forma parte del cuerpo místico de Jesucristo, el matrimonio y la familia es la “Iglesia doméstica” donde se participa de los Sacramentos y precisamente la Eucaristía debe ser el centro de toda familia cristiana.
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“La Eucaristía dominical lleva a la fiesta toda la gracia de Jesucristo: su presencia, su amor, su sacrificio, su hacerse comunidad, su estar con nosotros”, Papa Francisco.
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stamos iniciando el mes de septiembre, mes de grandes fiestas en nuestro país, convivencia en la familia, agradecer a Dios el poder ser un país libre. Pero además de estas fiestas que siempre esperamos con alegría la Iglesia celebra dos grandes eventos en este mes, eventos que nos deben dejar un aumento en la fe y participación en la Eucaristía que como familia debemos vivir. Parto de estos dos grandes eventos, uno internacional y otro nacional pero que van de la mano uno con el otro. Se trata del Congreso Eucarístico Nacional que se realiza en nuestra Arquidiócesis de Monterrey del 9 al 13 de septiembre del 2015 en donde el Señor nos ha venido preparando a vivirlo grandemente en este ciclo litúrgico B en los domingos de la mitad del mes de julio y la mitad de agosto con el Evangelio de San Juan capítulo 6 con el tema del discurso del pan que Jesús nos ha compartido. Que experiencia tan importante en vísperas de este evento poder contar con este Evangelio que nos debe hacer reflexionar verdaderamente sobre el sentido que debe tener Jesús Eucaristía en la vida personal pero también en la vida familiar. Precisamente este el otro evento del cual te quiero mencionar. Se trata del VIII encuentro mundial de las Familias, del 22 al 27 de septiembre de 2015 que se llevará a cabo en Filadelfia (Estados Unidos) en donde estará presente el Papa Francisco. Como vemos en el título del tema de este escrito que comparto contigo querido lector (a) son dos temas que en los últimos años han venido decayendo grandemente y gravemente. Cada día se ven menos las familias conviviendo, rezando juntos en casa, el acudir a la Eucaristía dominical, se ha caído en la desigualdad, Muchas familias
Confiados en Dios estos dos eventos nos traigan paz en nuestra familia, que seamos familia orante y eucarística. San Juan Pablo II decía que “la Eucaristía es el más grande don que Cristo ha ofrecido y ofrece permanentemente a la Iglesia”. Es el “tesoro más precioso”. Recuerdo cuando era pequeño, quizá como muchos niños que prefieren jugar a asistir a la Misa dominical mis padres me llevaban a la Misa ya que ellos eran unos padres que gracias a Dios me daban ese ejemplo de vida cristiana y un día contando con unos 13 años de edad fuimos a la misa dominical pero al entrar al templo yo me les escapé y me fui a mi casa y regresaría a la hora que terminara para que me vieran que ahí estuve pero no contaba con que iba a llegar a una tía a casa y pues fue quien me descubrió. Quizá en ese momento la Eucaristía no significaba nada para mí, pero de lo que si estoy seguro es que la oración de la familia y la vivencia eucarística son grandes valores que a su tiempo dan grandes frutos en los hijos y estos continuarán transmitiéndolos en sus hijos. Un gran fruto que pudiera yo compartirles que tuve en lo que mi familia me transmitió fue precisamente de no vivir la Eucaristía a llegar a ser un sacerdote. Sigamos viviendo la Eucaristía en familia, ya que ella nos ayudará a formarnos y nos transformará en cristianos que viven las bienaventuranzas reconociendo en los más pobres y necesitados el mismo rostro de Cristo. Que vayamos a dar fruto cada semana con la vivencia de la Eucaristía como nos dice al final de la misa el sacerdote. ¡A seguir transmitiendo lo que hemos celebrado nos podemos ir en paz.!
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¡MEDITA!
¡MEDITA! > CON EL SANTO PADRE
¿Cómo vivimos la Eucaristía?
sino precisamente porque se reconoce siempre necesitado de ser acogido y regenerado por la misericordia de Dios, hecha carne en Jesucristo. Si cada uno de nosotros no se siente necesitado de la misericordia de Dios, no se siente ay indicadores muy concretos para comprender pecador, es mejor que no vaya a misa. Nosotros vamos cómo vivimos todo esto, cómo vivimos la a misa porque somos pecadores y queremos recibir el Eucaristía; indicadores que nos dicen si vivimos perdón de Dios, participar en la redención de Jesús, en su bien la Eucaristía o no la vivimos tan bien. El perdón. El «yo confieso» que decimos al inicio no es un primer indicio es nuestro modo de mirar y considerar a los «pro forma», es un auténtico acto de penitencia. Yo soy demás. En la Eucaristía Cristo vive siempre de nuevo el don de sí realizado en la Cruz. Toda su vida es un acto de pecador y lo confieso, así empieza la misa. No debemos total entrega de sí por amor; por ello, a Él le gustaba estar olvidar nunca que la Última Cena de Jesús tuvo lugar «en con los discípulos y con las personas que tenía ocasión la noche en que iba a ser entregado» (1 Cor 11, 23). En ese de conocer. Esto significaba para Él compartir sus deseos, pan y en ese vino que ofrecemos y en torno a los cuales sus problemas, lo que agitaba su alma y su vida. Ahora, nos reunimos se renueva cada vez el don del cuerpo y de nosotros, cuando participamos en la santa misa, nos encontramos con hombres y mujeres de todo tipo: jóvenes, la sangre de Cristo para la remisión de nuestros pecados. ancianos, niños; pobres y acomodados; originarios del Debemos ir a misa humildemente, como pecadores, y el lugar y extranjeros; acompañados por familiares y solos... Señor nos reconcilia. ¿Pero la Eucaristía que celebro, me lleva a sentirles a todos, verdaderamente, como hermanos y hermanas? Un último indicio precioso nos ofrece la relación ¿Hace crecer en mí la capacidad de alegrarme con quien se entre la celebración eucarística y la vida de nuestras alegra y de llorar con quien llora? ¿Me impulsa a ir hacia los pobres, los enfermos, los marginados? ¿Me ayuda a comunidades cristianas. Es necesario tener siempre reconocer en ellos el rostro de Jesús? Todos nosotros vamos presente que la Eucaristía no es algo que hacemos nosotros; a misa porque amamos a Jesús y queremos compartir, en no es una conmemoración nuestra de lo que Jesús dijo e la Eucaristía, su pasión y su resurrección. ¿Pero amamos, hizo. No. Es precisamente una acción de Cristo. Es Cristo como quiere Jesús, a aquellos hermanos y hermanas más necesitados? Por ejemplo, en Roma en estos días hemos quien actúa allí, que está en el altar. visto muchos malestares sociales o por la lluvia, que causó numerosos daños en barrios enteros, o por la falta Es un don de Cristo, quien se hace presente y nos de trabajo, consecuencia de la crisis económica en todo el reúne en torno a sí, para nutrirnos con su Palabra y su vida. mundo. Esto significa que la misión y la identidad misma de la Me pregunto, y cada uno de nosotros se pregunte: Yo, que Iglesia brotan de allí, de la Eucaristía, y allí siempre toman voy a misa, ¿cómo vivo esto? ¿Me preocupo por ayudar, forma. Una celebración puede resultar incluso impecable acercarme, rezar por quienes tienen este problema? ¿O desde el punto de vista exterior, bellísima, pero si no nos bien, soy un poco indiferente? ¿O tal vez me preocupo de conduce al encuentro con Jesucristo, corre el riesgo de no murmurar: Has visto cómo está vestida aquella, o cómo traer ningún sustento a nuestro corazón y a nuestra vida. A está vestido aquél? A veces se hace esto después de la misa, y no se debe hacer. Debemos preocuparnos de nuestros través de la Eucaristía, en cambio, Cristo quiere entrar en hermanos y de nuestras hermanas que pasan necesidad nuestra existencia e impregnarla con su gracia, de tal modo por una enfermedad, por un problema. Hoy, nos hará bien que en cada comunidad cristiana exista esta coherencia pensar en estos hermanos y hermanas nuestros que tienen entre liturgia y vida. estos problemas aquí en Roma: problemas por la tragedia provocada por la lluvia y problemas sociales y del trabajo. El corazón se llena de confianza y esperanza Pidamos a Jesús, a quien recibimos en la Eucaristía, que pensando en las palabras de Jesús citadas en el Evangelio: nos ayude a ayudarles.. «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, Un segundo indicio, muy importante, es la gracia y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6, 54). Vivamos de sentirse perdonados y dispuestos a perdonar. A veces la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de alguien pregunta: «¿Por qué se debe ir a la iglesia, si penitencia, de alegría comunitaria, de atención hacia los quien participa habitualmente en la santa misa es pecador necesitados y hacia las necesidades de tantos hermanos y como los demás?». ¡Cuántas veces lo hemos escuchado! hermanas, con la certeza de que el Señor cumplirá lo que En realidad, quien celebra la Eucaristía no lo hace porque nos ha prometido: la vida eterna. Que así sea. se considera o quiere aparentar ser mejor que los demás, Cuando vamos a misa el domingo, ¿cómo la vivimos? ¿Es sólo un momento de fiesta, es una tradición consolidada, es una ocasión para encontrarnos o para sentirnos bien, o es algo más?
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¡COMPROMETETE! ¡COMPROMETETE! > MISION
www.pastoralsiglo21.org > p.9
La Eucaristía
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a riqueza del pueblo cristiano es contar todos los días y de modo particular el domingo de la presencia eucarística del Señor Jesucristo en medio de su pueblo, la llamada de cada uno de los cristianos es a darse cuenta de esta presencia real y verdadera en medio de ellos.
La Eucaristía alimento transformador de la realidad y fuerza generosa es capaz de hacer en quien la come, que tenga vida eterna. Esto lo afirma el Evangelista San Juan cuando dice en el capítulo 6 “el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él”. ! Por este motivo quien se atreve a acercarse a comer del Pan del cielo, Pan gratuito y de gratuidad, debe conocer qué es lo que va a comer, porque nadie ama lo que no conoce. Por este motivo, no es solamente ir a misa y pensar que se cumplió con un precepto quedando el cristiano de un modo pasivo. La Eucaristía siempre será acción misericordiosa, es una invitación-obligación del cristiano que transforma su vida para que él a su vez transforme la realidad social en la que se desenvuelve. Así como dos pedazos de cera derretidos juntos no hacen más que un solo pedazo. De igual modo el que comulga está unido con Cristo, que él vive en Cristo y Cristo vive en él.
Padre Anuar Tofic Canavati celebrando la eucaristía a las faldas del volcán Cotopaxi en Ecuador.
Sin duda hay innovadoras formas en las cuales la iglesia sale al encuentro del hermano, pero realmente ¿se responde al mandato divino? , la falta de sensibilización en cualquier nivel eclesial y la poca formación de las pastorales debería de decirnos algo al respecto, pareciera que estamos pasando por alto la realidad que tenemos enfrente y que solo somos espectadores de las noticias semanales, la actitud de Cristo en la multiplicación de los El cristiano entra en la Iglesia para amar a Dios y panes nos dan luz para poder actuar, porque nadie le dijo sale para seguir amando a Dios en el amor, preocupación a Jesús que les diera de comer, el ver y estar en medio de y cuidado del prójimo. su pueblo mueven a Cristo a dar una respuesta concreta en favor de la muchedumbre anticipándose a la realidad que El Cuerpo y la Sangre de Cristo hace en el cristiano se tiene de frente. que lo come: ver, escuchar, sentir y actuar como Jesús, transformando así la realidad en la que está inmerso, La Iglesia en salida no es una novedad del Papa viendo su realidad reflexiona sobre ella y lo mueve a Francisco, sino que él nos invita a redescubrir la esencia actuar saliendo a si de su área de confort y de los templos, misma de la Iglesia que es nutrida y fortalecida por la y actuando lo hace reflexionar para que regrese a seguir Eucaristía y que tal parece se nos había olvidado. alimentándose de la eucaristía para tomar nuevas fuerzas. Este sagrado banquete es fuente y cumbre de la vida cristiana, no es solo la cuestión celebrativa, sino que conlleva en si una escucha activa (catequesis), una reunión festiva (liturgia) y una acción solidaria (social). La Eucaristía no termina con la misa, sino que se prolonga a lo largo del día del cristiano.
¿A que podremos llamarle una iglesia en salida?, el marcarlo como una novedad en una realidad altamente lastimada no nos debería estar permitido ya que esto supondría que la iglesia hace unos años no lo era.
p.10 < www.pastoralsiglo21.org
ยกCOMPROMETETE! > NUESTRO PASTOR
¡COMPROMETETE! ¡COMPROMETETE! > LA PARROQUIA
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La Eucaristía es una verdadera revolución social que se vive en cada parroquia
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enedicto XVI en un Jueves de Corpus Christi del año 2008 basándose en un texto de san Pablo dijo: “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos ustedes son uno en Cristo Jesús” (Gál. 3, 28). “¡Todos ustedes son uno!”. En estas palabras se percibe la verdad y la fuerza de la revolución cristiana, la revolución más profunda de la historia humana, que se experimenta precisamente alrededor de la Eucaristía: aquí se reúnen en la presencia del Señor personas de diferentes edades, sexo, condición social, ideas políticas. La Eucaristía no puede ser nunca un hecho privado, reservado a personas escogidas según afinidades o amistad.
La Eucaristía es un culto público, que no tiene nada de esotérico, de exclusivo. La Parroquia es una comunidad de comunidades, una familia de familias, que une grupos, movimientos y diversas comunidades de vida cristiana en torno a la Eucaristía, le llamaba san Juan XXIII “la Fuente de la aldea” donde todos acuden a beber del agua viva que es Jesús. Es una comunidad que no hace diferencia de personas porque dice san Pedro: Dios no hace acepción de personas (Hech.10,28) Pero si hace una opción preferencial por los enfermos, pobres, débiles y más pequeños que el mundo ha despreciado. (Mt. 25,40) Una Parroquia tiene como centro, fuente y culmen de su ser y quehacer, el Amor de Dios y el mandamiento del amor al prójimo, con el que se cumple toda la ley y los profetas (Mt. 22,40) y es el mayor signo de fe y de credibilidad ante todos, Jesucristo mismo lo declara: “en esto conocerán que son mis discípulos en que se aman unos a otros” (Jn. 13,35)
Eucaristía en la parroquia la Natividad del Señor en Santa Catarina.
Por lo que es necesario superar algunas mentalidades y estructuras rígidas que pudieran sofocar la creatividad y la diversidad, la riqueza de los diferentes carismas y manifestaciones del Espíritu Santo para el bien de la Iglesia y de la Sociedad.
Es importante llegar a un punto de equilibrio entre la planeación pastoral y las necesidades apremiantes de nuestra gente de lo contrario corremos el peligro de convertirnos en una aduana pastoral como lo advierte oportunamente el Papa Francisco. Pidamos constantemente la asistencia del Espíritu Santo y obsequiémosle generosamente nuestra libertad, para que se de la verdadera conversión del corazón y así vendrán como consecuencia frutos La Eucaristía en la Parroquia celebrada como de santidad. Oremos para que el Espíritu Santo inspire, memorial del amor de Cristo hasta el extremo, que lo sostenga y anime toda la pastoral de la Iglesia. llevo a sufrir, morir y resucitar por todos, cuando es vivida en auténtica caridad fraterna, se convierte en la máxima Que la Santísima Virgen María, mujer eucarística, expresión de la fe proclamada, vivida y celebrada en nos ayude a renovar nuestras vidas y comunidades espíritu y en verdad, es donde toma su fuerza toda la vida parroquiales para que nos dejemos revolucionar por el cristiana. “Es este Sacramento que le da vida a la Iglesia” amor de Dios y el amor de los hermanos con la fuerza san Juan Pablo II dinamizadora de cada celebración Eucarística. La Parroquia vivificada y dinamizada por la Eucaristía, tomará formas diversas que requieren docilidad y creatividad de los pastores y fieles para renovarse y adaptarse, para estar en contacto cada vez más con los hogares y con la vida del Pueblo y cumplir así con su misión de anunciar la Buena Nueva de la salvación en Cristo verdadero Pan que da vida al mundo.
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¡Viva México!
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Chiquitines y chiquitinas felices fiestas patrias! Los saludo a ustedes pidiendo a nuestro buen Padre Dios que todos estén muy bien. Saben, al momento que les escribo estas líneas, acabo de tener una junta con el equipo de asuntos económicos de mi parroquia, pues estamos organizando precisamente las fiestas patrias. Empezamos la junta y doña Lupita, catequista de muchos años (aunque ella dice que lo es del 2000 para acá…), hizo el comentario, con cierto desdén, de que para qué festejábamos, que acaso no veíamos como estaba México, etc. Estaba un servidor pronto a responderle, cuando don Fidel, coordinador de la pastoral social, tomó la palabra y le respondió muy sabiamente, palabras más palabras menos le dijo: -Mire señora Lupita, si celebramos no es porque estemos sin quehacer, pero es quehacer de todos trabajar con una esperanza por nuestra patria; caminar en la esperanza de cada día, que lo que hacemos bien es bueno para todo México; celebrar nos ayuda, quiera que no, a guardar la ilusión de un mejor mañana… además, nosotros como católicos tenemos la misión de ser sal y luz. Sal que de sabor, el sabor de nuestro Señor; luz que ilumine, no por nosotros, sino por la verdadera Luz que nos saca de las tinieblas-. Todos nos quedamos estupefactos, y después de un breve momento tuve que agregar algo muy importante: -entonces, a catequesis le tocan las enchiladas…- Entendamos que esas palabras sólo fueron para romper el hielo. Me despido de ustedes invitándolos a que festejemos estos días patrios, conscientes de la gran responsabilidad que tenemos como mexicanos, de formar una gran nación donde la justicia y la verdad convivan; conscientes también que, como católicos, tenemos un plus que dar desde la fe, la esperanza y el amor. Mexicanos, un Padre tenemos que nos dio de la Patria la unión, a ese Padre gozosos cantemos empuñando con fe su pendón.
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Mi experiencia con la Eucaristía La vida sacramental ha sido en mi formación cristiana un pilar fundamental desde pequeño, sin embargo, desde que entré en los grupos parroquiales en mi juventud, la Eucaristía ha tomado mí atención por completo, siendo que he valorado más las Horas Santas, las visitas al Santísimo, las vigilias Eucarísticas y propiamente la Santa Misa. Comenzando a tener mejor comunicación con Dios, dejando a un lado el miedo a hablarle y compartirle mi sentir, además he logrado relacionarme e interactuar con Él; he aprendido a abandonarme a su voluntad, confiando en que Él podrá escucharme, consolarme, ponerme atención y principalmente conducirme hacia un camino seguro en la vida espiritual. Las experiencias que he tenido con Jesús Eucaristía han sido innumerables, donde él ha roto las barreras que inconscientemente pongo para entrar en diálogo, me ha hecho sentir tranquilidad y paz interior, sin olvidarme de los momentos de consuelo que a través de sus Palabras me alimentan el corazón. Cada vez que me pongo en su presencia es una manera de responder al Amor que tiene por mí, cada vez que me alimento de su Cuerpo y de su Sangre es una manera de configuración con su Persona, cada vez que lo miro es una oportunidad de alabarlo, bendecirlo, amarlo y de aspirar a ser como él desde mis limitaciones. La Eucaristía es el alimento que requiero para orientar mi vida, con él mi espíritu va buscando complementarse con virtudes, valores cristianos, buenos ambientes y apartando de mi entorno las ocasiones de pecado, el alimento eucarístico es lo que le da sentido a mí ser cristiano. La Eucaristía es el tesoro preciado de la Iglesia que me hace su guardián y protector desde el bautismo, y desde mi primera comunión, como custodio de lo más preciado que puede tener cualquier persona en la tierra, me da el compromiso de corresponderle por amor y mediante el amor. La Eucaristía es la llama que ilumina mi caminar vocacional.
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Cinco nuevos sacerdotes para la Iglesia de Monterrey
“La Iglesia les pide ser sacerdotes alegres, santos y decididos”, Arzobispo de Monterrey.
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onterrey, N.L. (PastoralSigloXXI).- 15 de agosto 2015.- Con amor fraterno la Iglesia de Monterrey celebró la ordenación sacerdotal de cinco nuevos presbíteros, que recibieron este ministerio por imposición de las manos del Arzobispo de Monterrey Mons. Rogelio Cabrera López. Durante la homilía el Arzobispo dijo a los ahora nuevos sacerdotes: “Ustedes y yo anunciamos en el kerigma la vida eterna; recordamos que tenemos una vocación celestial y estamos para colaborar en la evangelización para que el pueblo espere en Dios. Cuando la cultura sólo nos hace mirara la tierra, existe el peligro de perder el cielo y la alegría”. “Pero el sacerdote no sólo debe predicar el kerigma, sino que debe vivirlo en profundidad. Cuando un sacerdote tiene claro que tiene una vocación trascendente, todo lo demás tendrá su justa relatividad. Pero si entra en este círculo de mundanidad, no podrá dar ningún paso. ¡Cuando un presbítero se hace mundano, deja de vivir su espíritu misionero y se encierra en su propio nido!, añadió el Arzobispo. Mons. Rogelio les invitó a ser sacerdotes alegres, santos y decididos: “Alegres, por la fuerza del Evangelio; santos, porque saben que deben cumplir históricamente la ley de Dios; decididos, sin hacer demasiados cálculos, solamente aquellos que se suman al proyecto del Señor Jesús”.Finalmente les invitó a vivir siempre en fraternidad sacerdotal: “No se puede ser presbítero en soledad y distanciarse de los hermanos; siempre es con mucho lo mejor vivir la fraternidad presbiteral”. Los recién ordenados sacerdotes son: Pbro.Francisco Javier Alanís Paez Pbro. Sebastián Bautista Vázquez Pbro. Ernesto Castillo Torres Pbro. Luis Fernando Mejía Zaragoza Pbro. Héctor Manuel Robledo Roque
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Todos los días son un milagro y el Señor poderoso sigue haciendo miles de maravillas
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(Continuación del testimonio del mes pasado…) l no encontrar donantes pues no conseguían y los días pasaban, Noelia recurrió con el sacerdote de su comunidad para que la ungiera pues ya era viernes e iban sin éxito y sin donantes a la transfusión de plaquetas, en ese momento el párroco le dice: “Quiero que sea coordinadora de catequesis”. Noelia no entendía pues, el sacerdote sabía lo que estaba pasando, Noelia se negó y el sacerdote le dijo a la niña: “No te preocupes, ven hija, mira”. La llevó delante de un Cristo, y le preguntó: “¿Qué ves?” La niña respondió: “Es Jesús mi Salvador”, el sacerdote le dice: “Muy bien, mira ¿qué le sale de sus manos y sus pies?”, la niña responde: “sangre”, el sacerdote le dice: “En esa sangre Jesús tiene millones millones y millones de plaquetas, no tengas miedo ve al hospital a que te chequen” y a Noelia le dijo: “Confía, tu niña ya esta sana, ya Jesús le donó plaquetas y tu vendrás porque te necesito para coordinadora de catequesis, ¡confía!”. Y así llegaron a la clínica con mucho temor de que no le hicieran nada a la niña pues no tenían donantes, le hicieron los análisis mientras Noelia rezaba por su niña y por los demás niños que veía estaban ahí enfermos. Y entonces sucedió, el doctor salió sorprendido la niña no necesitaba nada, la leucemia había desaparecido, el cáncer en la sangre ya no estaba, la niña estaba hasta excedida de glóbulos rojos. Y no solamente eso, todos los niños enfermos, que eran aproximadamente once, ese mismo día también los dieron de alta …!todos todos estaban sanos! ¡Gloria a Dios! Noelia aceptó con gusto ser coordinadora de catequesis Recuerden en www.radioamigosdejesus.net , “Alma de Cristo” los espera a las 6:00 p.m. para escuchar mas milagros que comprueban que Dios esta vivo. Recuerden todos los días Dios hace un milagro y esta al alcance de nosotros este milagro se llama: EUCARISTÍA.
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¡VIVE! > DESDE LA VICARIA GENERAL
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Laudato si’
El Papa Francisco ha publicado su segunda encíclica: Laudato si’ (Alabado seas, en español, tomado del famosos cántico de las creaturas de San Francisco de Asís), aunque en realidad es la primera, pues la Lumen Fidei, firmada por él, fue iniciada y casi terminada por Benedicto XVI. El papa argentino aborda en este su texto el problema del medio ambiente, y subtitula su escrito con las palabras: sobre el cuidado de la casa común. El aporte papal fue anunciado mucho tiempo atrás, por lo que era muy esperado. La encíclica consta de seis capítulos: lo que le está pasando a nuestra casa; el evangelio de la creación; raíz humana de la crisis ecológica; una ecología integral; algunas líneas de orientación y acción; educación y espiritualidad ecológica. El texto concluye con dos oraciones: una por nuestra tierra y otra cristiana con la creación. No obstante presentar algunas afirmaciones que podrían parecer demasiado técnicas -agotamiento de las reservas ictícolas, alto riesgo de gas metano, etc.-, el lenguaje es sencillo, como acostumbra Francisco. Llama la atención el que el Papa se haya interesado en este tema, al grado de colocarlo como el eje de su segunda encíclica. Podría suponerse que asuntos como el respeto a los menores, las finanzas del Vaticano, el matrimonio de personas homosexuales, la comunión a los divorciados vueltos a casar, y otros tópicos que están siempre en el interés de la opinión pública fueran más urgentes. Pero no. Francisco demuestra, con este llamado, su interés en abordar la cuestión ecológica, e iluminarla desde la fe cristiana. Eran de esperarse las reacciones críticas a la propuesta papal, provenientes de sectores conservadores. Algunas de ellas apuntan a una supuesta falta de competencia en el Papa, que lo inhabilitaría para tocar temas tan científicos. Estas censuras mantienen una tesis ya superada desde hace años, pero que permanecen en algunas visiones retrógradas: el Papa, como todos los clérigos, debe dedicarse a las cosas del espíritu, y no descender hasta asuntos tan mundanos. Algunos grupos empresariales norteamericanos todavía piensan así. Frases sacadas de su contexto, como una que aparece en el #51: “El calentamiento originado por el enorme consumo de algunos países ricos tiene repercusiones
Papa Francisco
en los lugares más pobres de la tierra, especialmente en África…”, han provocado que resurjan los ataques al Papa calificándolo de marxista. Entre nosotros, y con gran sarcasmo, hay algunos analistas que comparan a Francisco de Roma con Leonardo Boff, quien pasó de ser un beligerante teólogo de la liberación a un militante de la lucha por el cuidado del medio ambiente. Ahora bien. Tienen razón los poderosos en molestarse, pues el Papa arremete contra las grandes empresas petroleras, los mercados financieros, las multinacionales que hacen en los países pobres lo que no se les permite realizar en el primer mundo: contaminar de manera indiscriminada. Claro que no les gusta lo que el Papa desea: sacudir las conciencias de todos, e influir en la próxima Cumbre del Clima en Paris, que se realizará hacia fines de año, y que pretende superar lo acordado en el protocolo de Kioto que, curiosamente, los EUA mayor emisor en el mundo de gases de efecto invernadero no ha querido suscribir. CONTINUARÁ...
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Breves informativas
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1. El pasado 8 de agosto el Seminario de Monterrey inicio el nuevo ciclo formativo con una Solemne Celebración Eucarística, en la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe poniendo a sus pies la vocación de los jóvenes que siguen el llamado del Señor. Durante la homilía Mons. Rogelio dijo: “Quiero invitar hoy a los seminaristas a poner mucho entusiasmo en este curso, siempre bajo la protección divina y el cuidado de la Virgen María; siempre sabiendo que Dios nos exige y que los días del seminario no son días para pasarla y no hacer nada. El mundo de hoy nos quiere más cercanos y maduros, más llenos de vida espiritual y más entregados al pueblo”.
4. Con la intención de agradecer a la Madre del Cielo todas las bendiciones derramadas sobre la Iglesia de Monterrey, y pedir por los más pobres y marginados, fieles, seminaristas, consagrados y sacerdotes peregrinaron al Santuario de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac. Durante la Homilía nuestro Arzobispo señaló: “Hemos venido con mucha alegría, porque sabemos que quien va a la casa de la mamá, siempre saca una ventaja, recibe cariño, recibe su intercesión y también le ayuda a resolver todos los problemas que pueda tener”.
2. Ante el inicio escolar de cientos de miles de estudiantes de todos los niveles académicos, el Arzobispo de Monterrey, invitó a los maestros, a los alumnos y todos los involucrados en la educación a no desaprovechar la oportunidad que se les brinda para adquirir y compartir conocimientos: “En un mundo globalizado, es necesario invertir en una preparación de calidad, por lo que hago un llamado para que alumnos y maestros pongan su mejor esfuerzo, empeñándose en hacer de esta etapa de formación la época que colabore en su crecimiento personal en bien de la sociedad”.
5. Un grupo de once sacerdotes de la Arquidiócesis celebraron sus primeros XV años de ministerio. Mons. Rogelio presidió la Eucaristía con la intención de agradecer a Dios por tantas bendiciones derramadas por medio de estos elegidos de Dios. “Hace 15 años ellos prometieron obediencia y respeto a su Obispo para que el Evangelio se difunda en todas partes, la obediencia de ellos y mi obediencia es siempre pastoral, obedecemos para servir, nunca para nuestro propio beneficio, por eso siempre tenemos la disposición para ir siempre donde sea necesario servir”, apuntó.
3. Como parte de la peregrinación anual hacia la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, el día 11 de agosto, representantes de nuestra Arquidiócesis acudieron al Monumento a Cristo Rey en el Cerro del Cubilete, de Guanajato. La misa dio inicio a las 11:00 a.m., presidida por nuestro Arzobispo, quien nos recordó como ese lugar evoca la valentía de los mártires, además nos invitó a tener esa misma fortaleza para acompañar al pueblo de Dios: “Seamos fuertes y valientes como todos aquellos que dieron su vida, pero también hay que ser pequeños, puestos a la deriva de sabernos necesitados”.
6. La Iglesia de Monterrey se llenó de alegría por la ordenación de trece nuevos diáconos, en camino al sacerdocio. Durante la homilía Mons. Rogelio señaló: “El amor no es solo un sentimiento… se concreta en las acciones de todos los días. Ser servidor, ser diácono, es ir allá, donde nadie quiere ir”, y estos nuevos diáconos están invitados precisamente a vivir este ministerio de servicio con particular esmero, fungiendo como canales del amor de la iglesia y Cristo, propagando el ternura de quien los ha llamado a seguirlo, precisamente sirviendo con afecto y misericordia.