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A CUADRO SALA DE LECTURA
SALA DE LECTURA
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› MOONCHILD
Firme alquimia verbal POR: JUAN PABLO ARREDONDO
Hay libros prohibidos y libros malditos, obras que matan, letras embebidas en conjura mística y profecías condenadas, mismas que no operan sobre sí mismas, sino sobre sus lectores, a menudo depositarios inconscientes del riesgo que pesa sobre sus páginas llenas de prodigios editoriales. Para todos esos epítomes, la naturaleza creó en un momento sardónico al primer británico que se guarda bajo el título de “La Gran Bestia”, quien del consumo de opiáceos y escarceos en la magia negra logró convertirse en el “hombre más perverso de la historia”, y cuya vinculación con la Agencia de Inteligencia MI-5 le valió ser reconocido por la BBC como “el mayor británico de todos los tiempos” en 1973… Me refiero a Aliester Crowley, un pernicioso geniecillo de quien aún me considero imberbe para expresarme del todo. De su pluma, los dioses han logrado exorcizar a la platea por generaciones en hechizos de cábala a través de su novela Moonchild (1917), una extraña y fabulosa
sátira de la lucha por “el poder” durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), haciendo alarde de toda una beldad thelémica por medio de sus versos. Y es que con su prosa de aventuras a lo Julio Verne, su narrativa de espionaje, su iluminismo científico y el tratado ocultista que ya es todo un maleficio para su bibliografía, el “hechicero de la metáforas” evoca en Moonchild una trama de espíritu lúdico indudable en forma de ejemplos filosóficos excéntricos, parodias descarnadas y momentos inspiratorios que nos hacen pensar en Oscar Wilde y en Friedrich Nietzsche. En Moonchild, la sátira que Crowley lleva a cabo de la vida social y la banalidad londinese desemboca en fábula política y bélico mitote, el cual se alterna con las deliciosas anécdotas donde se prefiguran elementos de “ciencia ficción” e “historia alternativa” cuando una jovencita es persuadida para asistir a las cúpulas del Eje de Berlín en una batalla con dejos conspiratorios.
Para tan preterhumana odisea, la muchacha debe prepararse a través de ritos (que, según se dice, el mismísimo Aleister Crowley realmente practicaba con su amante) de los que ahora queda una novelización ¿CONOCES A JOE sobre la teoríaLA dePRINCESITA que es posible dar vida al Anticristo BLACK? 1995 por medio de la necromancia, el sacrificio humano 1998y la magia sexual. No se trata aquí de un Anticristo relacionado con el diablo, sino de una criatura “no nacida” y “sin alma”, cuya esencia puede ser invocada y encarnada utilizando los métodos esotéricos correctos para llevar al hombre a una “nueva era” al convertirlo en el cáliz viviente de la inmaterialidad. Quien se acerque sin prejuicio a este sortilegio retórico, podrá ver enseguida que, más allá del espectáculo circense de magos que reinan en la sombra de Moonchild, se percibe a “La Gran Bestia Literaria”, una cuya inteligencia le puede a ratos, pero de cuya compañía uno puede salir genuinamente transformado al compartir con entusiasmo “cuan débil Y TU MAMÁ TAMBIÉN LEMONY SNICKET es el hilo por el que el hombre asciende hasta2004 las 2001 estrellas”.
LA LEYENDA DEL JINETE SIN CABEZA 1999
NIÑOS DEL HOMBRE 2006
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