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amqueretaro.com / Domingo 27 de abril de 2014 / AM Querétaro, Querétaro
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MILAGRO PEREGRINO Juan Pablo II viajó un total de un millón 247 mil 613 kilómetros, es decir, 3.24 veces la distancia de la Tierra a la Luna en viajes papales dentro y fuera de Italia
Realizó 301 visitas a parroquias en Roma, aunque su mayor logro fue pasar 822 días, o más de dos años y tres meses, fuera del Vaticano como parte de sus visitas de Estado.
Un asombroso total de mil 338 beatos y 482 santos fueron procalmados en su papado (más que todos sus predecesores en los últimos cuatro siglos juntos).
El Papa Viajero celebró mil 160 audiencias generales en el Vaticano a las que han asistieron en total 17 millones de personas (casi 8 veces la población del Querétaro).
A DETALLE
A DETALLE
LOS MILAGROS
La monja francesa, Marie Simon-Pierre, padecía mal de Parkinson desde que le fue diagnosticado en 2001; sin embargo, al consagrarse al Papa Viajero, tras su muerte en 2005, se curó milagrosamente. Floribeth Mora padecía aneurisma cerebral desde abril de 2011. El 1 de mayo, luego de observar por televisión la ceremonia en la que Juan Pablo II fue declarado beato, escuchó una voz que le decía “levántate, no tengas miedo” y se repuso al poco tiempo.
LOS HECHOS
Nuevas luces
en el firmamento
JUAN PABLO II EL PAPA VIAJERO El Papa Juan Pablo II (1920-2005) fue un pontífice conservador y moderno: carismático e inflexible en temas morales; contribuyó al derrumbe del comunismo y pidió que el mundo se abriera a Cuba en una histórica visita a la isla. Su canonización, en tiempo récord, refleja su popularidad entre los fieles, esto debido principalmente a que amaba viajar y llevar su mensaje hasta los más recónditos rincones de la tierra. Elegido papa el 16 de octubre de 1978, fue el sucesor de Juan Pablo I, que ocupó apenas un mes en el trono de Pedro. Falleció el 2 de abril del 2005, tras una larga enfermedad que el mundo entero siguió paso a paso. El pontífice número 264 de la historia de la Iglesia fue beatificado por su sucesor, Benedicto XVI, y será canonizado por el argentino, Francisco I, el primer papa latinoamericano, en una ceremonia en la que también será canonizado otro pontífice, Juan XXIII. El papa polaco se convirtió en santo tan sólo nueve años después de su muerte, un plazo récord, inspirado por la multitud que pedía, durante su funeral en la plaza de San Pedro, que fuera proclamado “santo súbito”. Karol Wojtyla nació en Wadowice, cerca de Cracovia (Polonia), el 18 de mayo de 1920, en una familia modesta. Tuvo que trabajar en una mina de sodio para ganarse la vida pero siguió sus estudios secundarios y universitarios con tenacidad.
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Países visitó el Santo Padre a lo largo de sus 27 años de papado.
Su pontificado pasó a la historia también por haber impuesto un estilo que contrastaba con los usos de la Curia Romana, acercándose a la gente sin temer el contacto directo con los fieles. En América Latina hizo furor por su simplicidad. Los indígenas lo llamaban “papacito” y él no tenía problemas en acercarse y hablarles pausadamente en castellano pese a que las medidas de seguridad se habían hecho muy estrictas desde el atentado de 1981 en el Vaticano. El 13 de mayo de 1981, en efecto, estuvo al borde la muerte, cuando el turco Ali Agca lo hirió de tres balas en el abdomen en el Vaticano. A lo largo de su pontificado, se pronunció por la paz y el entendimiento internacional, la defensa de los derechos humanos, la promoción de una gran Europa, la solidaridad entre el Norte y el Sur, la reconciliación con los judíos y el diálogo con los musulmanes. En enero de 1998, cumplió una histórica visita a Cuba, entonces el último bastión del comunismo en América, donde fue recibido con todos los honores por Fidel Castro. “Que Cuba se abra al mundo” y “que el mundo se abra a Cuba”, proclamó, marcando el deshielo en las relaciones entre la Iglesia a y el régimen comunista tras cuatro décadas de enfrentamiento.
›› En tiempo récord y ante el clamor de millones, tanto Juan Pablo II como Juan XXXIII reciben la canonización Redacción
VATICANO
En un acontecimiento inédito, la Plaza de San Pedro y el mundo entero fue testigo de dos canonizaciones extraordinarias durante la madrugada de este domingo. Finalmente, el Vaticano obsequió, a los cerca de un millón 200 millones de católicos en el mundo (más del 40% en América Latina), dos nuevos santos a quienes venerar en los altares. Juan Pablo II y Juan XXIII, los papas más que-
QUERIDO TROTAMUNDOS
Se presenta ante las masas como un líder con rasgos populistas. Consolidó una Iglesia planetaria y viajera con capacidad de convocatoria mediática . Carol Wojtyla fue glorioso y provocó la ilusión de una Iglesia sólida y segura. Fue un héroe de una institución que se tambaba.
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ridos y carismáticos que han dirigido la Iglesia Católica... ¡Ya son santos! Fue el Papa Francisco, acompañado del Papa Emérito Benedicto XVI, el encargado de llevar a los altares a ambos Pontífices, cuyos papados son considerados los más longevos, revolucionarios y mediáticos en la historia de la Iglesia Católica, elementos por los que la santificación se dio ‘casi por aclamación popular’. En definitiva, ésta fue una gran fiesta de fe en Roma, en la que además se han dispuesto los medios de comunicación para convertirlo en un gran evento que será retransmitido por las cadenas mexicanas en punto de las 10:00 de la mañana.
Millón 740 mil personas se dieron cita en la Plaza de San Pedro y sus alrededores para presenciar el hecho.
REVOLUCIONARIO PAPAL
Se aprobó su canonización por Juan Pablo II con un solo milagro. Durante su pontificado, Angelo Roncalli convocó al Concilio para modernizar a la iglesia. Juan intensificó las relaciones diplomáticas del papado con los líderes políticos mundiales .
La religiosa Caterina Capitani en 1966, que sufría de una perforación gástrica hemorrágica con fistulación externa y peritonitis aguda. El informe de la Congregación para las Causas de los Santos indica que el 22 de mayo de 1966 las hermanas de la religiosa le colocaron una imagen del fallecido Pontífice en el estómago. A los pocos minutos, la religiosa se recuperó y pidió de comer a sus hermanas de la congregación.
JUAN XXIII EL PAPA BUENO Aparte del Concilio Vaticano II, Juan XXIII es quizá mejor conocido por su última encíclica Paz en la Tierra, emitida a raíz de la crisis de los misiles en Cuba, que se había detonado apenas tres días después de que comenzara el Concilio En la noche del 11 de octubre de 1962, el papa Juan XXIII hizo algo tan natural que asombra el que haya resultado tan revolucionario en su momento: Se asomó por una ventana del Palacio Apostólico del Vaticano y le habló a miles de fieles, pero no en el lenguaje arcano y leyendo textos preparados, como los pontífices del pasado, sino en el idioma de un padre y pastor que atiende a su rebaño. Las palabras de Juan, pronunciadas en la apertura del Concilio Vaticano II, definieron su papado.El discurso reflejó la forma en que Juan se conquistó los corazones de los católicos con su estilo sencillo y paternal, al tiempo que apeló a su astucia para lanzar el Concilio Vaticano II, el cual modernizó la iglesia. Es una combinación que encarna también el actual papa, Francisco I. Nacido en 1881, hijo de trabajadores del campo en el norte de Italia, Angelo Giuseppe Roncalli fue elegido papa el 28 de octubre de 1958 y tomó el nombre de su padre, corrigiendo en el proceso ese accidente histórico que fue el antipapa Juan XXIII del siglo XV. Durante el Gran Cisma de principios del 1400, tres personas se declararon papa al mismo tiempo, aunque posteriormente renunció al título. Elegido a los 76 años, se esperaba que Juan XXIII fuese una figura de transición, un papa del que se esperaba poco tras el reinado de 19 años de Pío XII, cuyo pontificado coincidió con la Segunda Guerra Mundial. Juan tenía otros planes. A menos de tres meses de ser elegido, anunció la convocatoria del Concilio Vaticano II, el primer concilio ecuménico del siglo, que terminó autorizando el uso de los idiomas vernáculos en lugar del latín en las misas. Además, postuló una mayor participación de los fieles laicos en la vida de la iglesia y revolucionó las relaciones entre los católicos y los judíos.
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de junio de 1963 falleció de cáncer estomacal.
Asimismo, hizo salir a la luz las divisiones entre los católicos conservadores y tradicionalistas y el ala más progresiva de la iglesia, la cual se mantiene hasta hoy. Ninguno de los fieles congregados en la Plaza de San Pedro de la noche en que abrió el concilio sabía lo que se venía, pero tenían esperanzas. Las palabras de Juan parecían anticipar algo importante. Eran espontáneas, en contraste con los pronunciamientos generalmente rígidos y preparados de sus predecesores. Si bien no vivió para ver los cambios que impulsó -falleció de un cáncer estomacal el 3 de junio de 1963, Juan es recordado como el papa que se animó a iniciar un proceso que definió la Iglesia Católica del siglo XX, renovando su doctrina.