Número 35
3 de febrero de 2016
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INTRODUCCIÓN
os premios Nobel de Economía se otorgan desde 1968 y siempre han estado rodeados de polémica. El carácter no científico de la disciplina y su consecuente manipulación cuando se aplica en forma de medidas políticas explican este hecho. Además, hay que notar que es el Banco de Suecia, institución activa en política económica, y no la Academia Noruega de los Premios Nobel el organismo que los concede. Si repasamos uno a uno los setenta premios concedidos hasta
hoy se puede constatar una mayoría de autores ortodoxos. Dada la repercusión que pueden tener estos premios uno se pregunta: ¿se valoran únicamente los logros científicos o también, y de manera sospechosamente habitual, su coherencia con determinadas ideologías? Desde este Belvedere hemos pretendido asomarnos a los Premios Nobel de Economía, centrándonos en aquellos que creemos que han aportado más a la divulgación y conocimiento de esta disciplina, tan necesaria y
a la vez tan antipática para la mayoría de la sociedad. Nuestra síntesis se ha dividido en cuatro bloques temáticos que corresponden a lo que consideramos podría interesar a cualquier ciudadano que se quiera acercar a esta materia.
¿CÓMO SE CONSTRUYE EL CONOCIMIENTO ECONÓMICO?
1970: Paul Samuelson. Metodología de la Economía
ECONOMÍA Y PREMIOS NOBEL
José Luis Sampedro, catedrático de la Universidad de Madrid tradujo la obra magna de Samuelson, convertido con el tiempo en el manual más leído por los estudiantes de Economía de todo el mundo. Lo presenta con una cita de William Stanley Jevons (18351882) que vale la pena transcribir: “…No puede caber ninguna duda de que es extraordinariamente deseable difundir las verdades de la Economía política entre todas las clases de la población y por todos los medios disponibles, pues de la ignorancia de esas verdades nacen, en su mayoría, los peores males sociales”. Samuelson fue conocido en el ámbito de los economistas como “el Apóstol del crecimiento”. Temía que la economía pareciese terriblemente difícil de entender para el público general. En el momento de recibir el premio Nobel afirmó “ la atención del público hacia el economista que les está hablando es más breve que lo que dura su primera frase”. En el prólogo de su “Curso de Economía Moderna” dijo que el objetivo del mismo era brindar al ciudadano una “…teoría que le permita comprender las instituciones y los problemas económicos de la civilización de mediados del siglo XX”. Toda su vida y su gigantesca producción intelectual son prueba irrefutable de que nunca abandonó dicha meta. Samuelson se esforzó toda su vida por llevar la economía a lo que llamó la “Síntesis Neoclásica de los descubrimientos económicos antiguos y modernos”, significando con ello la compatibilización de las ideas de Keynes con las de la visión marshalliana y del liberalismo económico que precedió a la revolución teórica keynesiana. Sus conclusiones apuntaban a que, aunque el mercado no aseguraba automáticamente el equilibrio en las economías capitalistas, los países podían controlar exitosamente tanto la depresión como la inflación a través de políticas fiscales y monetarias adecuadas. El carácter no dogmático de sus convicciones llevó a que fuera criticado tanto por los monetaristas, que lo acusaban de “keynesiano intervencionista”, como por los keynesianos más fundamentalistas que le imputaban haber “distorsionado” el mensaje de Lord Keynes. Sin embargo, nada de ello puede disminuir los méritos de quien no sólo realizó contribuciones notables al análisis sino que en realidad dotó al mundo económico de un leguaje común. Los economistas de la segunda mitad del siglo XX, monetaristas o keynesianos, liberales o intervencionistas, disintieron o acordaron sobre la agenda de temas y conceptos de una ciencia que tuvo en Samuelson a uno de sus más importantes artífices. La teoría económica moderna es en gran medida aún hoy, la disciplina que modeló Samuelson.
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LA ECONOMÍA AL SERVICIO DEL CIUDADANO:
EL BIENESTAR
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1972: Arrow y Hicks
Durante su estancia en la universidad de Cambridge completó Value and Capital (Valor y Capital), donde incluyó su trabajo principal de la economía del bienestar, especialmente enfocado en la contabilidad social y en los impactos sociales de las actividades empresariales.
John Kenneth Arrow demostró en su Teorema de la Imposibilidad que las decisiones basadas en el principio de la mayoría tenían importantes defectos e incoherencias. Concretamente, no existe ningún sistema de votación basado en el criterio de la mayoría que garantice la eficiencia de las decisiones, respete las preferencias individuales y cuyo resultado no dependa de cómo esté planteado el orden de la votación. Un sencillo ejemplo nos ayudará a entenderlo: imaginemos que se debe votar el presupuesto en defensa de un país. Hay tres opciones: alto, medio o bajo, y tres votantes: A, B y C. Votando cada uno el presupuesto que prefiere, el votante favorable a un presupuesto bajo derrota al medio por 2 a 1; el medio al alto por 2 a1, y el alto al bajo por 2 a 1. A este resultado se
llamó “Paradoja del voto” y solo se resuelve forzando el orden de la votación. Por eso en cualquier parlamento el presidente es el que decide dicho orden y por tanto quien puede influir en el resultado final de la votación. John Richard Hicks tuvo tanto aportaciones al análisis microeconómico como al macroeconómico. En el primero enunció el efecto sustitución (ES) y el efecto renta (ER) al establecer cómo varía el consumo de un individuo cuando varía el precio de los bienes: a través del ES el bien que se encarece es sustituido por otro bien, sustitutivo al primero, siempre que mantenga su precio. El ER explica los cambios en la cantidad consumida de un
bien cuando varían los ingresos o renta del consumidor distinguiendo entre bienes normales y bienes inferiores. La suma de ambos efectos explican el resultado final sobre el consumo de un bien. Dentro del análisis macroeconómico centró sus estudios en lo que se conoce como modelo de equilibrio general de la economía o modelo de Kaldor-Hicks, que formaliza la teoría general de J.M. Keynes al describir cualquier economía como un equilibrio entre los mercados interrelacionados de dinero, de bienes y de bonos.
Su teorema de imposibilidad, también conocido como la paradoja de Arrow, muestra que no es posible diseñar reglas para la toma de decisiones sociales o políticas que obedezcan estrictamente al criterio de racionalidad. Forma parte de su tesis de doctorado Social choice and individual values.
1998: Amartya Sen
La obra más reconocida de Amartya Sen es su ensayo Pobreza y hambruna: Un ensayo sobre el derecho y la privación (Poverty and Famines: An Essay on Entitlements and Deprivation) de 1981, en el cual demostró que el hambre no es consecuencia de la falta de alimentos, sino de desigualdades en los mecanismos de distribución de alimentos.
Economista bengalí conocido por su análisis sobre las crisis alimentarias periódicas que diezmaron poblaciones enteras durante la década de sesenta y setenta. El hambre, sostiene, no es consecuencia de la escasez de alimentos sino de las desigualdades propias de los mecanismos de distribución de alimentos. Existe suficiencia alimentaria pero falta un sistema de distribución adecuado. Después de estudiar varias catástrofes en la India, Bangladesh y el Sahara desde los años cuarenta, Sen descubrió que las hambrunas se han producido incluso cuando la provisión de alimentos no era diferente de años anteriores y que, en algunas áreas afectadas por el hambre, incluso se habían exportado alimentos. Para Sen concurren en el fenómeno factores sociales y económicos que afectan a los diferentes grupos de la sociedad,
y que influyen sobre el disfrute de oportunidades. Comprobó que la hambruna de Bangladesh en 1974 se debía en parte a que las inundaciones de ese año habían hecho subir los precios de alimentos, al tiempo que los obreros agrícolas carecían de trabajo, con el consiguiente descenso de su poder adquisitivo.
(PNUD) se compone de tres indicadores: la renta per cápita, la esperanza de vida y la tasa de alfabetización. Pero lo más significativo es que este índice se basa en las capacidades reales de las personas de ser o hacer algo, de convertir sus derechos en libertades reales y no meramente formales que ha sido utilizado desde entonces por muchos investigadores.
En relación a la cuestión de cómo medir la pobreza y la desigualdad de un país, una norma habitual para medir el bienestar de una sociedad es el porcentaje de sus habitantes que se encuentra por debajo del Índice de pobreza, pero esta teoría ignoraba los diversos grados de pobreza entre los menos favorecidos. Para solucionar esta deficiencia, Sen elaboró un índice para medir la pobreza, teniendo en cuenta el bienestar de los individuos. El Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo
Uno de los problemas que se encuentran al comparar el bienestar de diferentes sociedades es que los indicadores habituales, como los ingresos per capita, solo tienen en cuenta la ''situación media'' de la población. Amartya Sen ha señalado que los principios éticos bien fundados suponen la igualdad entre los individuos, pero como la habilidad para aprovechar la igualdad de oportunidades varía con cada persona, el problema de la distribución de bienestar nunca podrá resolverse del todo.
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El progreso económico: Crecimiento y desarrollo 1979: Schultz y Lewis Analizaron las posibilidades de desarrollo de los países pobres poniendo de relieve la dualidad campo-ciudad. Los sectores económicos urbanos se caracterizan por una productividad del factor trabajo mucho mayor que en el campo. Esto hace que exista suficiente ahorro e inversión aumentando así la demanda de trabajadores sin que se produzcan aumentos salariales pues la
“Only good choices are free, bad ones always come with a cost”. (Arthur Lewis)
oferta de trabajo es suficientemente elástica al nutrirse de la población proveniente del campo.
El verdadero nombre de este galardón es Premio del Banco de Suecia de Ciencias Económicas. Desde su inicio quedó en entredicho que las aportaciones de los galardonados contribuyesen desde el conocimiento económico a la mejora de la humanidad. Dos tercios de los premiados han sido economistas favorables a comportamientos relacionados con la especulación en los mercados de valores. Ejemplo paradigmático es el caso del premio concedido en 1997 a Merton y Scholes, por un nuevo método que desarrollaron para calcular el valor de los derivados. Éste fue puesto en práctica por el Hedge Fund Long Term Management , cofundado por los dos premiados, que apenas un año después quebró y desató tal cataclismo financiero que la Reserva Federal tuvo que salir al rescate.
1987: Robert Solow Identificó como principal causa del crecimiento el progreso técnico de sus economías. Comprobó que en torno al 80% del crecimiento de EEUU se debe a las inversiones en innovación tecnológica. Incidió en el necesario esfuerzo al invertir en capital humano como requisito para evitar que el crecimiento económico no agrave la desigualdad social. Esta inversión debería financiarse por el Sector Público con la recaudación impositiva derivada del propio crecimiento. Sus estudios econométricos centran su objeto de estudio en la inversión en capital fijo y la influencia de la tecnología en los aumentos de la productividad. También analizó el efecto de la aplicación de los recursos no renovables al crecimiento de las economías.
EL NOBEL DE ECONOMÍA. LA POLÉMICA
“El hecho de que un mercado funcione correctamente no implica que su resultado garantice el descenso de la barbarie cultural o la depravación moral”.
El contrapunto lo ha protagonizado el economista bengalí, premiado en 2006 con el Nobel de la Paz, Muhammad Yunus. Fundador del Grameen Bank y dedicado a conceder microcréditos a los pobres.
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La toma de decisiones y el comportamiento económico 1992: Gary Becker
El método de análisis costebeneficio que sostuvo Becker le llevó a decir que “existe una cantidad óptima de delitos en cualquier sociedad”. No es que no deseara la utopía de un mundo sin delincuencia sino que el precio que tendrían que pagar los ciudadanos por algo así sería insoportablemente alto, y por tanto, no deseable.
Sus estudios se centran en el carácter racional de la toma de decisiones por parte de los individuos y aplicó este modelo de comportamiento a cuatro ámbitos: criminalidad, racismo por raza o sexo, familias y capital humano. Analizó las razones que justifican que los individuos y las empresas se comporten ilegalmente si eso les trae mayores beneficios que los costes derivados de dicha ilegalidad. Por ejemplo, analizó el coste para un supermercado de reducir el nivel de robo sufrido, comparado con el coste de asegurarlo concluyendo que dados los apretados márgenes de los supermercados, había un nivel de probabilidad de robo que era preferible aceptar.
En relación a su estudio del capital humano, fue de los primeros que entendió que la fuerza laboral era una parte del capital de la sociedad y que por tanto se debe invertir en formación y cualificación para mejorar la productividad de la economía.. Estudió igualmente la economía familiar relacionando aspectos como el matrimonio, el divorcio, la fertilidad y la seguridad social con el coste de oportunidad para la economía familiar.
LIBROS Y WEBS RECOMENDADOS
AUTORES DE ESTE NÚMERO
Kishtainy, Niall
The Economics book DK Publishing, 2012
Emilio Carreras Huerta y alumnos de 2º de Bachillerato: Lucía Galán, María Gandín, Sandra García, Lara López, Victoria Martín y Alberto Rodríguez.
Estamos en la Web http:// iesalagon. juntaextremadura.net
Samuelson, Paul Economía
McGraw-Hill, 2005
Wonnacott, R. Economía
McGraw-Hill, 1992
WEBS www.eumed.net www.economiacritica.net www.aneconomiaalternativa.wordpress.com www.alternativaseconomicas.coop Heyne, Paul Conceptos de Economía Prentice-Hall, 1998