De las tablillas a la tablet

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CATÁSTROFES

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LA IMPORTANCIA DEL SOPORTE El hombre a lo largo de la historia ha tenido la necesidad de escribir para perpetuar el recuerdo. Esta escritura no solamente ha reflejado la evolución de cada una de las civilizaciones y su particular modo de mostrar la alfabetización, las legislación o las propiedades, también la cultura escrita ha mostrado una evolución en el soporte. La escritura, en suma, como otros grandes hallazgos de la humanidad, también tuvo varias cunas a lo largo de los tiempos: Mesopotamia con las tablillas de barro y la escritura cuneiforme;

Egipto con el papiro y los jeroglíficos; China con el rollo de tiras de bambú o de corteza de árbol y los pictogramas, la India o América. Ante los antecedentes históricos en cada una de las épocas,

las diferentes particularidades gráficas desarrolladas, así como a la variedad de disposiciones y materiales empleados, se inició lo que se conoce como creación del texto, los rudimentos de la lectura, y en consecuencia, los primeros pasos de la historia del libro. La escritura se convierte en el pilar de la creación humana, en el medio más poderoso de comunicación en todo el universo. La evolución del soporte ha sido clara desde las tablillas de barro cocido con escritura cuneiforme hasta la actualidad con las tablets.

EL SOPORTE ELECTRÓNICO DE LA INFORMACIÓN Con la invención del transistor electrónico por Brattain, Bardeen y Shockley en 1947, el tratamiento automático de la información (Informática) dio el paso definitivo para que el individuo pudiese utilizar un dispositivo electrónico como soporte y almacenamiento de la información, entendido como tal al proceso de lecto-escritura.

de dicho dispositivo en el hogar. Era un ordenador con un monitor de tipo de fósforo verde en él que sólo se podían manejar documentos muy sencillos.

El primer ordenador personal o PC, llegó de la mano de IBM en 1981 con su modelo 5150 que popularizó el uso

De todos ellos, para leer el más conveniente es el e-book que utiliza tinta electrónica y no daña la visión. En él pode-

mos guardar gran cantidad de libros ya que emplea tarjetas de memoria para el almacenamiento y sólo consume batería al pasar de página. Eso sí, siempre nos quedará el placer de un buen libro en la Desde entonces, los soportes mano.... electrónicos han evolucionado a una velocidad de vértigo: PC de sobremesa, laptops (ordenadores portátiles), notebooks (mini portátiles), tablets, phablets, e-books y smartphones. Los sistemas de almacenamiento de dichos dispositivos han variado desde los primeros discos flexibles magnéticos de 5¼ hasta los actuales sistemas flash (discos SSD o tarjetas de memoria)...


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EGIPTO. SOPORTE EN PIEDRA

Egipto crea un enorme Estado para controlar su población y extender el Imperio. La religión inunda la vida del egipcio. Faraón y sacerdotes controlan el conocimiento, gestionan los recursos y median entre los hombres y el más allá. La escritura permite llevar a cabo todo esto pero, además, es el mejor reflejo de la inmortalidad. Lo escrito perdura. El faraón Ramsés II odiaba a su padre Seti y mandó borrar de templos y edificaciones cualquier resto de su nombre o posición: lo condenó al olvido. La escritura es, por tanto, clave de muchas circunstancias en Egipto: debe de perdurar en el tiempo y estar alejada de la com-

prensión de los mortales. Así, optan por el soporte piedra y la escritura jeroglífica. El soporte asegura la perdurabilidad del mensaje que ha llegado hasta nosotros en templos y tumbas; la forma de escribir, el jeroglífico, la exclusividad del mensaje, alejado del conocimiento general y popular al ser una escritura pictórica, silábica y consonántica de gran complejidad. Pero no nos engañemos. La mayor parte del conocimiento de la literatura y la vida cotidiana de Egipto no viene de los jeroglíficos y la piedra: el papiro se populariza en el primer milenio ac. y aparece con ello una escritura más elegante y popular: la demótica.

LOS SOPORTES EN LA EDAD MODERNA Desde finales de la Edad Media, el papel demostró ser el soporte ideal para dos procesos históricos de gran relevancia. En primer lugar, la aparición de la imprenta y, en consecuencia, del libro a mediados del siglo XV. Por fin, la cultura y la alfabetización se extendieron de forma progresiva por amplias capas de la sociedad.

que evolucionaba hacia un modelo cada vez más complejo desde el punto de vista administrativo. El documento público dejo de ser algo casi exclusivo de la corte y pasó a ser algo cotidiano. Así es como fueron acumulándose legajos sobre legajos en las instituciones políticas, judiciales, municipales, notariales, etc. Y así fue también como surgieron o adquirieron gran relevancia los principales archivos europeos.

En segundo lugar, la burocratización del nuevo Estado Moderno,

LOS GRANDES CAMBIOS DEL SIGLO XIX Desde fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX, la prensa diaria se convierte en el motor transformador de los medios impresos. En 1884, Otto Mergenthaler inventó la máquina del linotipo, que moldeaba líneas enteras de letras con plomo caliente. Nuevas invenciones —como el telégrafo— facilitaron la obtención de noticias. La fotografía comenzó a usarse en la prensa diaria en 1880. Alemania fue el primer país que imprimió revistas gráficas ilustradas con fotografías. Hacia finales del siglo XIX, los empresarios descubrieron el potencial comercial del periodismo (ingresos por publicidad) y surgieron las primeras publicaciones parecidas a los diarios actuales. En los Estados Unidos, empresarios como Pulitzer y Hearts crearon grandes diarios con ventas masivas (apostaron por el sensacionalismo). Se incorporaron novedades como la entrevista dialogada (1836), el suplemento dominical en color (1893) o las tiras diarias (1904, The Yellow Kid). En la segunda mitad del siglo XX, las técnicas se perfeccionan. En 1962, el diario Los Angeles Times empezó a acelerar sus linotipos con cintas perforadas de computadoras. En 1973, la corporación Harris introdujo terminales de corrección electrónicos ("letra fría", frente a la "letra caliente" de los linotipos). En los años 90, los principales periódicos de todo el mundo lanzaron una edición digital.


CUNEIFORMES “Mesos-potamos” “Entre ríos” . Las civilizaciones sumerias y acadias mesopotámicas de hace 5.000 años desarrollaron su vida en una llanura aluvial, donde no había piedra, ni bosques. Los primeros Estados, controlados por sacerdotes, tenían que contabilizar rebaños y cosechas para controlar los pagos de los campesinos al templo. Inmediatamente, surgió el soporte adecuado para la escritura de cifras y datos: las tablillas de barro. El soporte condicionó la escritura: aparecieron

signos cuneiformes, fáciles de hacer con un buril sobre el barro fresco. La destrucción de esta civilización nos trajo su conocimiento: el incendio de templos y palacios coció las tablillas que se volvieron rígidas y, por lo tanto, perdurables en el tiempo.

LA EDAD MEDIA Los soportes en los que se difundió la palabra escrita en la Edad Media están fuertemente condicionados por la centralidad religiosa de la cultura en este periodo. Tras la caída del Imperio romano fueron inicialmente monasterios y abadías los lugares donde se conservaba y transmitía la información escrita. En los scriptoria monásticos grupos de monjes adiestrados realizaban copias de manuscritos, en pergamino primero y más tarde en papel. Hasta los siglos VIII y IX los libros se escribían, en latín o griego, para ser leídos en voz alta al público analfabeto o a los clérigos que asistían a los oficios litúrgicos. En ellos aún se mantenía la escritura antiqua o continua heredada de los romanos, sin separaciones entre letras, sin acentuaciones ni puntuación. Esta organización de la escritura comenzó a cambiar con las reformas gramaticales y retóricas del renacimiento carolingio y lo hizo definitivamente durante el siglo XIII, en el que la aparición de las Universidades trans-

formó al libro de objeto ornamental que ocupa un espacio fijo en el templo en un objeto portátil y destinado al uso frecuente. Se hace con ello más pequeño y en él la lectura se organiza en doble columna, permitiendo anotaciones y comentarios. La lectura ocular y privada, antes una excepción, se vuelve común al final del período medieval en el que surge el ciudadano burgués que se educa para prosperar en un mundo cada vez más laico.

HACIA EL HIPERTEXTO Los avances tecnológicos del siglo XIX contribuyeron a la producción masiva, rápida y barata de textos, culminando en el libro de bolsillo. El desarrollo de la prensa provocó cambios en el formato y la comercialización. Surgieron así los primeros best-sellers: folletines y novelas por entregas, que se imprimían periódicamente y se vendían por suscripción. La generalización de la enseñanza alentó una demanda creciente de todo tipo libros: manuales, colecciones, enciclopedias, libros de gran formato (coffe tables books)... Pero, en general,

mantuvieron la estructura tradicional. En el siglo XX se da un paso transcendental al utilizar nuevos soportes: magnéticos (cintas de casete, de vídeo, disquetes, tarjetas de memoria...) y ópticos (CD-audio, CD-Rom…). Ventajosamente, todos ellos aumentan la capacidad de almacenamiento, pero exigen una fuente de energía. La era de la informática nos trajo el libro electrónico o e-book, donde el lector se enfrenta a una información organizada no linealmente, el hipertexto: una red de numerosos enlaces (links) que conecta unos textos con otros, como las galerías de la biblioteca de Borges.

GRECIA Y ROMA Para los escritos cotidianos, especialmente en la escuela, aunque también para los importantes (leyes, decretos, etc.), griegos y romanos usaban unas tablillas de madera o marfil enceradas, baratas, pero voluminosas y frágiles. Podían unirse, mediante anillas metálicas o cordoncillos dos, tres o, incluso más, dando lugar a dípticos, trípticos o polípticos. El origen de los libros se encontraría en estas agrupaciones. Los romanos las llamaban caudices o codices (de ahí los de los códices posteriores). Para guardar estos códices necesitaban un archivo (tablinia o tabularia). Obviamente, esto no era apto para grandes obras. En Grecia, punto de arranque del grueso de nuestra tradición literaria, y en Roma ya conocían el papiro y lo emplearon para escribir las obras literarias. Era un soporte de escritura muy práctico por su flexibilidad. El texto se escribía en columnas regulares sólo por una de las caras, la que quedaba hacia el interior cuando estaba enrollado; de este modo se evitaba el deterioro producido por el roce. El rollo así formado era llamado rotulus o, más comúnmente, volumen o, incluso, liber. Posteriormente se usaría, siguiendo este modelo, un material nuevo: el pergamino. Éste era un material más resistente que el papiro, algo que se convertiría en un factor vital en la supervivencia de la literatura clásica. Además, podía conseguirse y fabricarse en cualquier lugar y no sólo en Egipto, como ocurría con el papiro. Pero este tipo de “libros” tenía bastantes inconvenientes: había que sujetar la parte enrollada con una mano, al tiempo que con la otra se iba desenrollando con cuidado, debían emplearse varios rollos si se trataba de una obra extensa, su conservación era delicada, etc.; efectuar una consulta o verificar una cita se convertía, además, en una engorrosa tarea. A comienzos de nuestra era comenzó a emplearse otro soporte para la escritura: el códice (codex). Se trata de un conjunto de cuadernos formados al doblar una o más hojas y cosidos unos con otros. Hubo códices de papiro, pero terminó por imponerse el de pergamino. El codex ya se usó en el s. I d.C., pero no comenzaría a imponerse hasta dos siglos más tarde, y su uso no se completó definitivamente hasta el s. IV d.C.


Redacción: Lorenzo Esteban, Oscar García, Alfonso Gil, Juana Granados, Javier Jiménez-Ridruejo, Diego J. Pedrera, Eva Peña, Mario del Río, Antonio Salas. Maquetación: Javier JiménezRidruejo

SOPORTES PRIMITIVOS No iríamos muy desencaminados si dijéramos que los primeros vestigios de escritura y, con ello, de soporte aparecen en algunas cuevas del sur de Francia hacia el periodo Magdaleniense, es decir, hace ahora aproximadamente unos 15.000 años. Son registros temporales, de contabilidad en algún caso y, como no, sexuales. Pero la escritura como medio de comunicación tiene su explosión con el uso del soporte arcilla, pues antes de esto se habían utilizado tablas de madera, corteza de árbol, hueso y, por supuesto, piedra. Sumerios, acadios, babilonios e hititas en el III y II milenio ac y minoicos cretenses y griegos micénicos en el I milenio la utilizaron.

Sin embargo, si a la escritura contable o conmemorativa le bastaba con esos soportes, la literatura, la enseñanza, la filosofía o el dogma religioso necesitaban de otro soporte más versátil, fácil de producir y de manejar. Poco a poco se van abandonando las tablillas para ser sustituidas por el papiro, primero, y el pergamino después. Volviendo a las tablillas y a la piedra, ya se ha analizado la importancia del soporte en otros artículos. Aquí vamos a constatar que no valía cualquier tipo de piedra para hacer escritura. La piedra arenisca estaba muy presente en Egipto y Mesopotamia pero era endeble y erosionable. Ellos preferían importar materiales plutónicos como la diorita o el granito.

En cuanto a la arcilla preferían aquella que tenía silicatos de hierro frente al caolín que era de aluminio, más duro si se cocía pero más endeble para marcarlo. Las tablillas eran un paralelepípedo con las esquinas redondeadas y canto grueso: el la parte superior plana, la información; en el canto, los datos para clasificarlas. Sin embargo, en China e Indochina, hace algo más de 4000 años, prefirieron la madera, barnizada, de aloe, bambú o abedul, sobre la que se escribían signos pintados.

PAPIRO-PAPEL-PERGAMINO La evolución del soporte está íntimamente ligado al uso que se confería al texto escrito que pasó de la rigidez de las tablillas de barro cocido, a la piedra con formas de escrituras talladas o jeroglíficas (expuestas e inmóviles) de los templos y monumentos conmemorativos, a la ligereza y resistencia que ofrecía el papiro, y en extensión las del rollo, su fácil manejabilidad y transporte. Nos encontramos por lo tanto en una innovación gráfica visible destinada en definitiva a la lectura colectiva hecha a distancia y, en esencia sujeta al deseo de manifestar la autoridad de un poder terrenal y sobrenatural. Además del uso del papiro en Egipto, los primeros libros chinos sobre rollos de tiras de bambú o corteza de árbol, cosidos con cadena sobre una base de cáñamo o seda y atados por un cordel se fechan en torno al siglo VI aC. Además, como soporte alternativo y en paralelo al uso del bambú o de las hojas de palmera se utilizó durante siglos la seda (libros suntuarios y ceremoniales). Fue un esclavo de la dinastía Han, llamado Tsain Lun, hacia el año 105 de nuestra era, el primero en fijar los principios técnicos de la invención del papel: a base de cuerdas usadas, trapos viejos y trozos de madera inservibles se producía un amasijo de fibras, que empapadas en agua, se iban deshaciendo. El resultado se colaba y se depositaba sobre unas rejillas muy tupidas que, secadas al sol, daban unas hojas que permitían escribir por ambas caras. En el año 751, a consecuencia de la toma por los musulmanes de la ciudad de Samarcanda y a partir de las confesiones de algunos prisioneros chinos capturados en la batalla, el empleo y la manufactura de la pasta de papel iniciaron una nueva andadura de dimensiones colosales. Los inicios en la transmisión del saber se materializaron en el uso del códice (codex) o libro quadernus (cuatro hojas) por parte de hombres de leyes y de los primeros cristianos alfabetizados. La forma de de reflejar toda la materialidad escrita del pensamiento greco-latino fue a través del rollo (rotulus o volumen) de papiro o pergamino.

Estamos en: http:// iesalagon. juntaextremadura.net

HACIA LA MODERNIDAD... Durante siglos la difusión del conocimiento en forma de libros fue un privilegio elitista reservado sobre todo a monjes y sacerdotes. Pero en 1450 un invento cambió el mundo, el método de impresión del alemán Johannes Gutenberg, posibilitó que los libros se fabricaran en un número muy elevado, y a un precio relativamente asequible. Sentó así las bases técnicas para los cambios intelectuales, políticos y económicos de los siglos posteriores. Con la fundación de las primeras universidades y bibliotecas, surgió una gran demanda de libros, exigiendo un nuevo método de elaboración. En 1446 Gutenberg tiene una idea para

realizar sus copias, descompone un texto en todos sus componentes, fabricando caracteres reutilizables para la impresión de palabras, líneas y páginas. Esa fue su verdadera aportación, sustituir los antiguos moldes de madera, por otros individuales de plomo, los cuales usaba el cajista para componer las líneas de los textos ,y crear el llamado espejo de frases, ya que la composición de las letras era invertida. Entonces el área de impresión se cubría con tinta de imprenta y con una prensa similar a la utilizada en la elaboración del vino, que él mismo había diseñado, se marcaba el texto. Su primer gran proyecto fue la biblia

latina, donde trabajó más de dos años para imprimir 180 ejemplares. La imprenta había nacido, y con ella se facilitó la alfabetización de la sociedad.


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