Destellos de Luz portátil

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Revista-Libro | Edición especial | Diciembre 2020

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D irección general Alberto Ruy Sánchez Lacy Margarita de Orellana D irección adm inistr ativa Teresa Vergara D iseño de esta edición Alberto Plancarte J efa de redacción Melinna Guerrero Iconografía Miztli Meléndez A sistente de redacción Lucía Rueda P ublicidad Luz Hernández Martha Ruy Sánchez A sesor legal en D erecho de auto r Juan Ramón Obón León D irector

del

I nstituto de I nvestigaciones A rtes de M éxico Alfonso Alfaro

A samble a de accionistas Víctor Acuña, Cristina Brittingham, Mita Castiglioni de Aparicio, Armando Colina Gómez, Margarita de Orellana, Olga María de Orellana, Ma. Eugenia de Orellana de Hutchins, Octavio Gómez Gómez, Rocío González, Luis C. López Morton, Bruno Newman, Marie Hélène Pontvianne, Quadgraphics, Abel L. M. Quezada, Alberto Ruy Sánchez Lacy, José A. Terán, Teresa Vergara, Jorge Vértiz. C onse jo de adm inistr ación Presidente: Alberto Ruy Sánchez Lacy Vicepresidente: Bruno Newman Consejeros: Octavio Gómez Gómez, Rocío González, Margarita de Orellana, Florence Pontvianne, Marie Hélène Pontvianne, Abel L. M. Quezada, Enrique Rivas Zivy, Teresa Vergara Comisario: Julio Ortiz Secretario: Luis Gerardo García Santos Coy. C onse jo de asesores Luis Almeida, Homero Aridjis, Alberto Blanco, Antonio Bolívar, Efraín Castro, Leonor Cortina, Cristina Esteras, Concepción García Sáiz, Jorge Alberto Lozoya, Alberto Manguel, Alfonso de Maria y Campos, Eduardo Matos Moctezuma, Vicente Medel, Johannes Neurath, Bruno Newman, Brian Nissen, María Palomar, Vicente Rojo, José Luis Trueba Lara, Juan Urquiaga, Héctor Vasconcelos, Eliot Weinberger, Emma Yanes. Artes de México es una publicación de Artes de México y del Mundo, S.A. de C.V. | Miembro número 127 de la CANIEM. Certificado de licitud de contenido # 55. Certificado de licitud de título otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas # 99. Reserva de título # 04-1998-061720262000-102. Distribuida por Distribuidora Artes de México y del Mundo S.A. de C.V., Córdoba 69, col. Roma, 06700, Ciudad de México.

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NUESTRA PORTADA

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Pedro Tzontémoc, El ser y la nada, 2006

l ensayo fotográfico exige distancia y empatía, coherencia e invención, ligereza y profundidad. Por todo esto, no cualquier conjunto de imágenes relacionadas entre sí o de un autor sobre un mismo tema constituyen un ensayo. Es difícil ser ensayista de la imagen como es difícil ser creadores fotográficos. El ensayo fotográfico no necesariamente tiene que circunscribirse a ser un relato visual realista y tampoco tiene que ser sólo documental o, lo contrario, sólo invención. Es precisamente parte de su rigor estar abierto a lo posible, a la multiplicidad de acercamientos o distancias con lo inmediato que un fotógrafo pueda desarrollar.

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Margarita de Orellana

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Tres lustros después Pedro Tzontémoc

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ÍNDICE

Montaigne, cámara en mano Alberto Ruy Sánchez

18 24 30 36 42 48 54 60 66 72 78 84 90 96 102 108 114 120 126 132 138 144 150 156 162 168 174 180 186 192 198 204

Abuso Anhelos Cadáver Cromatismo Crueldad Deambulación Descubrimiento Disonancias Elocuencia Erotismo Escenografía Existencia Experiencias Extrañeza Fugacidad Hiperrealidad Ilusión Intimidades Límites Marginalidad Microcosmos Mujeres Naturalismo Normalidad Objetos Otredad Pies Sanación Teatralidad Transexualidad Transformaciónes Visibilidad

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los autores


EDITORIAL

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Margarita de Orellana

Gabriel Figueroa, Lugares prometidos, 2006

sta edición especial de Artes de México se hizo aprovechando la inmediatez y flexibilidad de una publicación electrónica para introducir y difundir nuestra colección Luz portátil. Éste es uno de los estandartes del proyecto cultural Artes de México. En su etapa anterior al COVID se imprimieron 32 títulos con más de 60 autores entre fotógrafos y escritores. Los lectores podrán atisbar en las páginas siguientes, presentadas en orden alfabético, las ideas que como editores leemos y proponemos leer en cada uno de los libros. Encontrarán también introducciones de Pedro Tzontémoc, alma y director de la colección, y de Alberto Ruy Sánchez. Hemos seleccionado fragmentos de los textos originales. Apenas abrebocas, destellos para invitar a gozar en plenitud cada libro. De la misma manera, aquí incluimos destellos de los ensayos fotográficos, que no los representan en su totalidad: discretamente los anuncian.

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COLECCIÓN LUZ PORTÁTIL Tres lustros después

Pedro Tzontémoc, El ser y la nada, 2006

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Pedro Tzontémoc

entro de la democratización de la tecnología, todos somos fotógrafos. Sin embargo, no todo aquel que tiene una pluma es escritor, aunque sepa escribir su nombre y, por consiguiente, no todo el que tiene un teléfono inteligente que hace de cámara podría ser considerado verdaderamente un fotógrafo. Hay algo esencial: saber lo que se quiere decir. Si la imagen no tiene la sintaxis que requiere, ésta equivale a firmar un documento con nuestra huella digital. Como fotógrafo, creo que la fotografía no puede transformar al mundo, sino que éste transformará al fotógrafo. La cámara ha sido para mí la herramienta que, a manera de prótesis, agudiza mi atención. La relación ojo-vista-lente (contemplación) y dedo-tacto-disparador (acción) son el punto de equilibrio de mi percepción del mundo. Éste ha sido mi manifiesto en torno a la fotografía. Así, parafraseo a Tolstói: “El secreto de la felicidad no es fotografiar siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se fotografía”. En cuanto a la controversia imagen versus fotografía, me parece que este mundo está dejando la materialidad, un signo evidente de los tiempos en donde todo cambia. Es desafortunado que la fotografía ya no tiene por qué ser impresa. La realidad se mira y se vive a través de una pantalla; para comunicarse ahora se mira un celular y no a los ojos del interlocutor. No obstante, hace quince años apostamos por la fotografía impresa y la pulsión por hojear un libro; pensamos la Colección luz portátil. Esto coincidió con el inicio de una enfermedad que me impediría caminar. Por ello busqué la manera de seguir vinculado a la imagen de alguna otra forma —porque las fotografías no sólo se hacen con los ojos, también con los dedos en el disparador y los pies, al desplazarte por el mundo y fotografiarlo. Iniciar una colección de este tipo me pareció un buen camino. Así surgió la Colección luz portátil. En paralelo, Artes de México buscaba la creación de una colección de este tipo, y decidió apostar por este proyecto. Bajo su sello editorial, en el 2006 se publicaron los primeros seis títulos hasta llegar a 32 en el 2018. Al comenzar la colección, teníamos la referencia muy importante de Río de luz, del Fondo de Cultura Económica, que desapareció en los años ochenta.

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Pedro Tzontémoc, El ser y la nada, 2006

Además, conocíamos libros publicados por diversos bancos, centros de cultura e instituciones, muchas veces pensados para un sector muy restringido y no para el público en general. Partiendo de estas referencias, quisimos que la colección integrara lo más representativo de la fotografía en México y pudiera estar al alcance de un público más amplio. Establecimos una propuesta editorial muy sencilla: cada fotógrafo plantea un ensayo sobre un tema y un escritor, a partir de esa obra fotográfica, desarrolla un ensayo, poema o cuento, refiriéndose o no a las fotos, pero siempre éstas como detonante de esa segunda obra. El resultado: dos libros en uno. Esto hace interesante a la colección, porque si estás siguiendo a algún escritor, por ejemplo, más difundido que el autor de la obra plástica, al adquirir el libro donde viene su texto, puedes descubrir a un fotógrafo. Y si eres seguidor de la fotografía, tal vez descubras a un escritor. Ese binomio ha dado un buen resultado. A la hora de la edición buscamos que el fotógrafo fuera engarzando sus fotografías hasta generar un discurso, una idea o una novela completa. Si bien la lectura de las palabras es más evidente, el entendimiento de, por ejemplo, tres fotografías juntas no resulta tan fácil. El lector podrá leer las fotografías como esas palabras del escritor. Finalmente, éstos son los ejes que han regido la Colección luz portátil: tener un libro de fotografía con una contraparte literaria, presentar una excelente calidad de impresión y conseguir una amplia difusión y distribución. Es importante resaltar que, en colaboración con la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, cada libro se ha publicado y hemos llegado a un público muy amplio. De igual manera, la exposición homónima ha visitado diversos países de América y Europa. Sin embargo, desde dos años, antes de la pandemia que nos detuvo a todos, no fue posible continuar. La Colección luz portátil padece la apatía de la institución que por años ha tendido la mano y ha apostado por esta propuesta. Las puertas parecen cerradas. No queda más que agradecer el camino andado y dejar una pequeña luz encendida en favor del trabajo de los editores, fotógrafos y escritores.

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LA LUZ DE LAS IDEAS El espíritu de Montaigne, cámara en mano Alberto Ruy Sánchez

Pedro Tzontémoc, El ser y la nada, 2006

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ntre todas las artes de América Latina y muy particularmente de México, la fotografía sobresale por su diversidad y consistencia, calidad y cantidad, experimentación y rica tradición. La fotografía es actualmente, tal vez junto con la poesía, la más vital de las artes latinoamericanas. Todo esto acompañado de una gran insuficiencia en los canales para difundirla dentro y fuera del continente. No solamente existe un desconocimiento de los jóvenes prometedores o de los nuevos valores. Son muchísimos los fotógrafos de inmenso talento y ya con obra sólida que no han tenido ni siquiera la difusión impresa que ameritan. Como las ediciones dedicadas exclusivamente a la fotografía son muy aisladas y generalmente a cargo de instituciones que no toman riesgos ni provocan nuevos proyectos, se concentran en unos cuantos grandes prestigios o en muestras colectivas. ¿Cómo dar voz y espacio por lo menos a una parte sustancial de esa efervescencia creativa? La respuesta de Artes de México es una colección dedicada al ensayo fotográfico y no a la personalidad de un fotógrafo. Queremos llevar a otro nivel el reto y hacer libros que no sean necesariamente retrospectiva de los autores o catálogos de una muestra. Los primeros treinta y dos títulos de la colección Luz Portátil son el arranque y consolidación de un proyecto editorial único en su género. Pedro Tzontémoc vino con la iniciativa y la adoptamos inmediatamente reorganizando el interés y la atención que desde siempre la revista y la editorial Artes de México han dado a la fotografía en sus páginas y en sus libros, especialmente en la colección Libros de la espiral. Hemos creado con Luz Portátil un ámbito impreso donde ciertos fotógrafos con ideas sólidas, con gran fuerza estética en su obra y tenacidad puedan pensarse como ensayistas visuales. Retomar la idea de Montaigne, creador

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Gabriel Figueroa, Lugares prometidos, 2006


del concepto de ensayo como experiencia y como ámbito para lo escrito y llevarlo a la fotografía. En el ensayo quienes lo escriben siempre mezclan los géneros: los ensayistas cuentan historias, se rinden ante el asombro y reflexionan. Con frecuencia se confunde al ensayo con un tratado. No lo es. Podría decirse que es justamente lo contrario y que llega a las ideas desde la experiencia de quien escribe. Con mucha frecuencia el fotógrafo toma conciencia de la idea que está explorando algún tiempo después, a mitad del camino o casi al final. Si partiera de un concepto se empobrecería su búsqueda ensayística. Podría decirse que es a través de los sentidos, con la primacía de la vista, que se abre camino su reflexión. Crear una colección de ensayos fotográficos es abrir un espacio donde los autores de la cámara puedan compartir con una amplia audiencia de lectores muy distintos su manera de estar en el mundo y su forma peculiar de mirarlo. Es decir, su manera de ensayarse, como si cada artista visual y su realidad visible e invisible fueran sustancias químicas en un experimento, en un ensayo, del cual se obtendrá la serie de imágenes armónicas, coherentes y sorpresivas que constituyen la composición de cada libro. El espíritu de Montaigne cámara en mano. El reto de hacer y editar un ensayo fotográfico es mucho más interesante e intenso que la presentación de una simple antología de un autor o que una muestra retrospectiva de su obra. El ensayo es más exigente y a la vez más noble por lo que produce. El fotógrafo ensayista tiene que mostrar tenacidad en su búsqueda de ciertas imágenes sin dejar de estar disponible y abierto a los caprichos del azar. Es necesario que con una serie de fotografías sostenga un discurso, haga una composición elocuente, sin que ellas se conviertan en simples ilustraciones de aquello que argumentan. Imágenes que, como decíamos, lleguen a las ideas, nos hagan llegar a ellas sensorialmente. Es importante que cada fotografía tenga valor de manera independiente y al mismo tiempo sea parte indispensable del conjunto. Cultivar el instante y a la vez la sucesión. El ensayo fotográfico exige distancia y empatía, coherencia e invención, ligereza y profundidad. Por todo esto, no cualquier conjunto de imágenes relacionadas entre sí o de un autor sobre un mismo tema constituyen un ensayo. Es difícil ser ensayista de la imagen como es difícil ser creadores fotográficos. El ensayo fotográfico no necesariamente tiene que circunscribirse a ser un relato visual realista y tampoco tiene que ser sólo documental o, lo contrario, sólo invención. Es precisamente parte de su rigor estar abierto a lo posible, a la multiplicidad de acercamientos o distancias con lo inmediato que un fotógrafo pueda desarrollar. Eso sí, se requiere un punto de vista intensamente personal y propositivo, una manera de mirar que sea única y pueda decirnos algo distinto, que vea más que nosotros, sus lectores, que nos lleve sensorialmente ahí donde sin la

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Adrián Mendieta, Hojas sueltas 2006

ayuda de esa sucesión de imágenes, nunca hubiéramos podido llegar. Que nos lleve a sentir y pensar lo inusitado. Lo que vieron otros ojos. Un buen ensayo fotográfico multiplica nuestra mirada. Por lo anterior se deduce ya que como editores nos interesan entonces más las ideas y las realizaciones interesantes, vengan de quien vengan, que el renombre del fotógrafo. Ese vendrá con el tiempo si no lo tiene ya. O no vendrá. Nos interesa la autenticidad, autonomía de pensamiento, profundidad y sobre todo la calidad de su ensayo. Cada artista de la cámara está acompañado por un autor que no necesariamente diserta sobre el fotógrafo sino que muchas veces va a su lado en una complicidad de escritura que enriquece a cada libro haciéndolo también deseable y significativo desde el punto de vista literario. Cada volumen tiene un atractivo doble. En esta colección se reúnen algunos de los más interesantes escritores mexicanos de varias generaciones presentando poemas, cuentos, ensayos, diarios, ejercicios para pensar desde la imagen y crear lúdicamente mundos paralelos. En treinta y dos volúmenes vemos a mujeres y a hombres explorar tanto el sentido de la existencia como la transexualidad; el abuso de la mujer tanto como las posibilidades de lo visible; la crueldad hacia los animales como la empatía con el microcosmos; la anormalidad como el erotismo de la naturaleza; la marginalidad como la intimidad; la sanación como la fugacidad urbana. Asistimos a una reflexión entre los paralelos femeninos de México y la India; las transformaciones de China; un lúcido desciframiento de la otredad japonesa; una lectura caligráfica del Cairo; una composición de experiencias extremas en la India. Nos encontramos tanto con la actualidad tremenda de nuestra relación compleja y destructiva con la naturaleza como con los retos inmediatos que nos presentan las ciudades. Los fotógrafos de Luz Portátil y sus cómplices en la escritura nos llevan a enfrentarnos tanto con la sexualidad como con la muerte. Nos llevan a pensar en imágenes sorprendentes tanto la naturaleza del color como los límites de lo visible, la indefinición de lo que vemos o el hiperrealismo, la ilusión pura y la extrañeza inquietante. Se trata sin duda de un catálogo impresionante de autonomía inventiva, de anticonformismo y creatividad. En fin, un México y un mundo variado y sorprendente, mirados con agudeza y apertura inusuales. Más una reflexión constante, implícita y algunas veces explícita sobre lo que vemos, de qué manera vemos y como lo compartimos a través de la imagen y la letra. En la historia de la fotografía mexicana cada uno de los volúmenes de Luz Portátil está destinado a ser un hito, una herramienta de divulgación indispensable, una marca profunda, una huella inusual de imágenes e ideas. En su tiempo breve de existencia ya ha modificado el canon de la fotografía contemporánea y ha establecido una gama más amplia de relaciones entre la literatura de todos los títulos de Luz portátil y del conjunto que ya forman. Artes de México reitera su voluntad de introducir y mantener ante la creatividad de México, un deber de lucidez: insistir en la importancia y el goce de la reflexión sensible, en el elogio creativo de la luz de las ideas.


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A B U S O

EL SILENCIO LUMINOSO Yamina del Real +

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Sandra Lorenzano


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Ese pobre instante adoptado por mi ternura. Alejandra Pizarnik

1. Frágil, el hueso primero alumbra la ausencia la acaricia la cobija hace del vuelo apenas un trazo Del cuerpo: el último rastro de los sueños Después será sólo abandono el sonido de tus pasos como vuelta al instante en que el vientre es origen y el nombre un murmullo insinuado desnudo de sangre de alas

2. deseo vacío el silencio luminoso del rito que hace del borramiento fuerza o aullido feroz de las entrañas por mis hijas y las hijas de mis hijas hasta el rastro del aliento que fundó la madrugada. “El cuerpo deshabitado” (fragmento).

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ANHELOS

LUGARES PROMETIDOS Gabriel Figueroa Flores +

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Alberto Ruy Sรกnchez


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n la obra de algunos fotógrafos se hace evidente no sólo la escencia de su arte, sino incluso la naturaleza de la mirada. Con ellos aprendemos lo que es y significa mirar. Así sucede con estos tan increíbles –pero ahora claramente visibles– Lugares prometidos, donde salta a los ojos que toda mirada construye, levanta, hace avanzar los territorios conocidos de la realidad. Y la fotografía, más allá de la mirada, en el arte y el ritual de fijarla, es el acto material que hace posible, esa extención de nuestros sentidos hacia una nueva realidad. Toda fotografía es, así, una composición estética y un ritual de deseos. Se es fiel a la realidad sólo cuando se va más allá de ella, de su apariencia inmediata. Cuando se crea una nueva realidad para los ojos. Lo otro, la calca, el realismo llano, la imágen mecánica es traición, sustracción, pérdida de algunas dimensiones sustanciales de

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la realidad más rica que no siempre es evidente: lo que une a lo que se ve con lo que no se ve. El mundo que nos muestra Gabriel Figueroa Flores en sus Lugares prometidos es al mismo tiempo imagen de afuera y de adentro del cuerpo. Cada una de sus imágenes es cercana a eso que algunos llaman “la visión”: el puente entre la vida espiritual interior y el mundo. Es el sentido de la vista dándole sentido a la vida, reconociendo sus enormes posibilidades. Estos lugares prometidos no son fantasía, son descubrimientos, hallazgos radicales de algo que en parte llevamos dentro. Algo que brota de nosotros y de las cosas cuando entramos en contacto con ellas, como dos sustancias químicas en un tubo de ensayo. “Construir el deseo. Los mundos paralelos y concéntricos de Gabriel Figueroa Flores” (fragmento).

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CADÁVER CADÁVER

DE CUERPO PRESENTE Gerardo Montiel Klint +

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Salvador Alanís


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a relación del bien con la belleza es uno de los vínculos que san Agustín sancionaba al expresar las relaciones que el cosmos tenía con Dios. Si lo visible era bello era porque se identificaba con el creador: todo era espejo de la divinidad. Este concepto se mantiene vigente hasta antes del Romanticismo, cuando se establece que no todo lo bello tiene que ser bueno. Dicha ruptura inaugura una línea de independencia para el trabajo del artista que debe, entonces, desligarse de los problemas morales y enfrentarse con las preocupaciones estéticas y las discusiones éticas. Gerardo Montiel explora las relaciones del arte con el mal y lo oscuro. No resulta extraño que en el trabajo de este fotógrafo encon-

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tremos una actualización de elementos de las expresiones románticas y posrománticas. En la obra de Gerardo Montiel, el asombro se desencadena a partir de la exploración de aquello que nos resulta grotesco o terrible. Él enfatiza los pasajes más oscuros para que, paradójicamente, el espectador encuentre una luz en aquello que permanece en el inconsciente y asuma lo que él mismo llama “la mitad oscura del alma”. “El mal y la iluminación” (fragmento).

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LO QUE EL MAR ME DEJÓ Lourdes Almeida + Sealtiel Alatriste

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C R O M AT I S M O

EL COLOR DEL TIEMPO Pablo Aguinaco +

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Rafael Vargas


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T

e recuerdas tendido en el pasto una mañana de domingo mirando el límpido azul de un cielo sin nubes. El mundo flota como una balsa sobre un inmenso río. Cierras los ojos y sientes el sol sobre el rostro. Te sorprende darte cuenta de que con los ojos cerrados ves un color rojo muy intenso. Piensas que por efecto de la luz se te ha vuelto visible la fina trama de vasos sanguíneos que debe haber en tus párpados. Estás fascinado con tu hallazgo. Pero al cabo de un minuto no ves sólo un color, sino una gama. Giras los ojos y ves una franja de luz naranja. Ahora ves un azul y un morado. Es como una fiesta de fuegos artificiales. Tus párpados son la pantalla en que se despliega un espectáculo fantástico. Disfrutas tu hallazgo hasta que sientes que el rayo del sol se ha vuelto insoportable. Un ejercicio: levantarse temprano –pongamos por caso, a las cinco de la mañana– y ver por la ventana durante tres o cuatro horas, con toda atención, la manera en que el paisaje se transforma conforme la luz cambia. Las nubes van del dorado al rojo antes de volverse blancas; la cumbre de un cerro distante pasa del rojo al marrón y del verde al azul. Una acción tan simple como ésa es profundamente enriquecedora. Si no la hemos practicado antes, después de hacerlo entenderemos el mundo de otra manera. Ese sencillo acto debería ser nuestra primera, indispensable lección sobre el color.

“Fichas de colores para un fotógrafo” (fragmento).

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Crueldad REVOCAR EL SILENCIO Elideth Fernรกndez +

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Francesca Gargallo


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n 2012, un grupo de neurocientíficos reunidos en Cambridge concluyó que los mamíferos y las aves poseen una conciencia. Sus estudios revelaron que existe una memoria sobre la descendencia animal en las madres mamíferas, particularmente en las cabras; los cetáceos construyen sociedades y sufren cuando algunos de sus miembros son heridos, asesinados o desaparecidos; los primates utilizan instrumentos y elaboran un complejo lenguaje de signos con el que intercambian información y sentimientos. A partir de estas investigaciones, se debe enseñar el respeto por todas las especies del planeta y la ética debe promover activamente la superación de la violencia como forma de interacción humana entre el hombre y la naturaleza. El arte y las ciencias no pueden obviar los estudios neurobiológicos que comprueban que los animales poseen una conciencia, a través de la cual perciben el sufrimiento ajeno y propio, distinguen entre lo bueno y lo malo. Es urgente una educación para la paz en la que se reconozcan las diferencias como verdaderas aportaciones. Las fotografías de Elideth son un proyecto educativo a través de la mirada. Cada fotografía es crítica; nos pregunta cómo hemos asumido nuestra relación con la naturaleza, cuál es el verdadero lazo entre el ser humano y los animales. A través de este ensayo fotográfico confirmamos que los derechos de los hombres y mujeres han pervivido a costa de la negación de los derechos de los animales y la naturaleza. Sin duda, Elideth Fernández se asienta como la primera fotógrafa y artivista por los derechos de los animales en la historia de la fotografía mexicana. “Artivismo educación y violencia” (fragmento).

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D eambulaciรณn D

LABERINTOS CALIGRร FICOS Maritza Lรณpez +

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Naief Yehya


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M

aritza López trató de ver en las calles del Cairo otro rostro de la cultura islámica. Caminó por los barrios, tal vez de manera azarosa, quizá para abrirse brecha en una jungla de símbolos crípticos, o para encontrar la salida de un laberinto caligráfico y gramatical. Armada con su cámara, Maritza buscaba señales, seguramente no con la pretensión de descifrarlas, sino para apropiárselas, al practicar una forma singular de arqueología estética y poética. Para hacer eso, la fotografía no emplea los grandes planos, ni las panorámicas turísticas de las portentosas, y mil veces explotadas, pirámides de Giza, de la mezquita y universidad de Al Azhar, ni del propio Nilo, tampoco usó los callejones manicurados y cosméticos del antiguo Cairo, ni las apacibles postales nostálgicas de tiempos que nunca existieron, ni

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las abominables caras de felices nativos sonrientes. Tampoco enfocó su lente a las curiosidades, lo paradójico, lo folclórico, lo ostentosamente político, lo ridículo o lo grotesco. Se concentró principalmente en fotografiar modestas expresiones callejeras populares, como grafitis, dibujos hechos con esténciles, y pósters en las paredes. Asimismo, retrató una variedad de detalles cotidianos en comercios, puestos callejeros y cafés. López fotografió expresiones de desencanto, pintas espontáneas y rebeldes, decoraciones kitsch, afiliaciones ideológicas y nacionalistas, así como muestras de devoción y juguetones murales realizados con técnica casi infantil. “Oriente, el eterno retorno: el laberinto caligráfico de Maritza López” (fragmento).

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ARQUEOLOGÍA URBANA Ernesto Ramírez +

Fabrizio Mejía Madrid

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a ciudad es una instalación que sólo depende de nuestra mirada. Así, la instalación de gas sería una instalación plástica y, redundándose a sí misma, más instalación plástica, si está hecha de tubos de plástico. Las ideas que quedaron reducidas a su forma: lo plástico con las bolsas del súper; el materialismo, si pensamos en los camiones; las revoluciones, si hablamos de lavadoras. Hace cincuenta años pensamos que podíamos ser más que humanos y ahora somos menos que eso: sin ideas reptamos entre los objetos. Dominan nuestra existencia no para que funcionen, sino para ser desechados. Lo que se ha acelerado en el mundo no es el ritmo de la creación, sino el del deshecho. Vivimos en el mal, entre ambulantes, entre envíos de paquetes por correo. Los objetos se acumulan y, una tarde, te miran, mudos, en su obsolescencia. Lo obsoleto nos hace habitar en un mundo de la anticipación plena, en el que nunca parecemos tocar el presente. “De la búsqueda del cielo en algunas ciudades: una auto-entrevista” (fragmento).

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D DIISSO ON NA AN NCCIIA ASS

A TRAVÉS DEL CRISTAL Yolanda Andrade +

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Elizabeth Ferrer


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través de la lente de Andrade, la realidad surge como algo retorcido y refractado; sus fotografías son inquietantes reflexiones sobre cómo vivimos. Los fotógrafos a menudo pasan del blanco y negro al color para lograr una visión más precisa de las cosas captadas por la lente de su cámara. Andrade ha conseguido lo opuesto: introdujo el color en su obra como un medio para invocar una visión más alucinada y fantástica de la vida a su alrededor, pero una vida que sigue siendo real y verdadera. A lo largo de su carrera, Andrade ha mostrado con eficacia cómo las diferencias entre la gente –económicas, sexuales, religiosas, etcétera– crean disonancias en la esfera social. Con esta obra revela las posibilidades creativas de fuerzas tan disparejas, y cómo las influencias de tantas culturas chocan y compiten para producir “realidades” nuevas y peculiares que se enfocan con más nitidez en nuestras versiones de la realidad. Pese a la excentricidad de estas representaciones, las imágenes de Andrade ofrecen mundos ominosamente reconocibles, lugares donde todos podemos reconocer una parte de nosotros mismos. “Realidades refractadas: al otro lado de la lente” (fragmento).

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ELOCUENCIA

CARTOGRAFÍAS Tatiana Parcero +

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José Luis Trueba


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ejo de mirar las fotografías de Tatiana Parcero. Guardo con cierta calma las imágenes que durante varios días me acompañaron y regreso a su sitio los libros que revisé mientras las fotografías me exigían adentrarme en algunos fragmentos de la historia del cuerpo. El trabajo de escritura ha terminado. Sin embargo, al momento de escribir la palabra “terminado” miro hacia la ventana y descubro que las imágenes que se reflejan en el cristal se proyectan sobre mi cuerpo para obligarme a vivir una experiencia casi idéntica a la que me ofrecen las fotografías de Tatiana Parcero: yo soy los árboles del Paseo

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de la Reforma, mi rostro contiene a los hombres y las mujeres que se desnudan para protestar por los atropellos ocurridos hace años, mi torso son los novísimos edificios de supuesta inteligencia y estructura de acero, mis manos –al extenderse– están tatuadas con los rostros y los cuerpos de los próceres que custodian la avenida… yo soy ese reflejo, yo soy una fotografía imaginada por Tatiana Parcero y estoy condenado a transformarme a cada instante bajo el arbitro de una delgada lámina de cristal que muta incesantemente. “Tatiana Parcero: fragmentos de una historia del cuerpo” (fragmento).

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En 2012, un grupo de neurocientíficos reunidos en Cambridge concluyó que los mamíferos y las aves poseen una conciencia. Sus estudios revelaron que existe una memoria sobre la descendencia animal en las madres mamíferas, particularmente en las cabras; los cetáceos construyen sociedades y sufren cuando algunos de sus miembros son heridos, asesinados o desaparecidos; los primates utilizan instrumentos y elaboran un complejo lenguaje de signos con el que intercambian información y sentimientos. A partir de estas investigaciones, se debe enseñar el respeto por todas las especies del planeta y la ética debe promover activamente la superación de la violencia como forma de interacción humana entre el hombre y la naturaleza. El arte y las ciencias no pueden obviar los estudios neurobiológicos que comprueban que los animales poseen una conciencia, a través de la cual perciben el sufrimiento ajeno y propio, distinguen entre lo bueno y lo malo. Es urgente una educación para la paz en la que se reconozcan las diferencias como verdaderas aportaciones. Las fotografías de Elideth son un proyecto educativo a través de la mirada. Cada fotografía es crítica; nos pregunta cómo hemos asumido nuestra relación con la naturaleza, cuál es el verdadero lazo entre el ser humano y los animales. A través de este ensayo fotográfico confirmamos que los derechos de los hombres y mujeres han pervivido a costa de la negación de los derechos de los animales y la naturaleza. Sin duda, Elideth Fernández se asienta como la primera fotógrafa y artivista por los derechos de los animales en la historia de la fotografía mexicana. WAl sww La unión de la verdad y la belleza en el arte no suele ser bien vista en nuestro triste tiempo. O pasa ser una verdadera reliquia de un orden hace mucho tiempo desaparecido: trebejos de la escolástica o delirios de Platón. Como si todo intento por acercar la belleza a la verdad -y viceversaestuviera condenando al fracaso de antemano. Con todo respeto, y guardadas las debidas distancias, se puede decir que todo artista verdadero (al menos en el sentido tradicional) aspira a esta unión de verdad y belleza: las “nupcias de lo visible y lo invisible”, como dice el poeta Juan Martínez. No es otro el empeño de Jorge Vértiz: hacernos ver lo invisible mediante el artificio de las formas visibles. (…) Coincidencias en el espacio y el tiempo. Bajo el mismo cielo y sobre la misma tierra el universo múltiple, contrastante, variado y complejo de la India, para compartir, entre nosotros, hoy. w

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Erotismo

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EL BOSQUE EROTIZADO Alicia Ahumada

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Alberto Ruy Sรกnchez


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n las fotos de Alicia, la vitalidad ritmada late de pronto hasta en las hojas caídas. La corteza, más que nunca, es piel. Pero ahora es piel anhelante, las ramas se extienden en la noche como brazos, como piernas. Se abren y se cierran como si llamaran con ese lenguaje de anhelo a lo que quieren abrazar, a lo que quieren sostener sobre las nervaduras de las ramas, entre esos nudos que parecen rodillas. Más allá, un tronco torcido parece más bien un torso girando para alcanzar tal vez a Alicia, para atrapar primero su mirada. Y de pronto, estirándose, los cuerpos se liberan, despiertan y sin moverse parecen caminar hacia ella o ante ella. Parecen modelarle y presumirle los contornos de su nueva vida corporal. Varios troncos que se dividen en dos ramas ya no pueden hacerlo si no dejan en el delta de su separación la fisionomía de un pubis e incluso de un sexo. De manera a la vez sutil y abrupta, cada uno parece enarbolar bellísimos labios vaginales. Así, la palabra “enarbolar” adquiere en este bosque, gracias a Alicia, un significado erótico: significa levantar en alto, no una bandera, sino el erotismo del árbol. Su teatro de sexualidad extendida. En todos los árboles de este bosque, de golpe su sexo canta, se muestra feliz o adolorido, es cicatriz o brote nuevo. “Alicia en el bosque de Eros” (fragmento).

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ESCENOGRAFÍA

MAR URBE Jorge Lépez Vela +

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Óscar de la Borbolla


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ntiendo el porqué andan siempre con una cámara fotográfica delante: la fotografía, es bien sabido, abstrae un fragmento del mundo, secciona al aberrante espacio y puede meter al mar en un cartoncito. Yo no soporto el mar: es una sorpresa ingrata de la que no he podido reponerme; pero hay un mar que sí me gusta: el que es sólo un asomo del mar: el que se hace melodioso en las conchas nacar de las ostras y del que se ha hecho sólo una ligera insinuación en la serie fotográfica Mar Urbe de Jorge Lépez Vela. Ésa es la dosis que resisto del mar: su áspero contorno junto a un grifo, su tenue oleaje al lado de una llanta, el fantasma de un tiburón flotando encima de un hombre que come ajeno al peligro, porque, claro, está en una pequeña habitación. Estoy, como siempre, encerrado en mi departamento; he tapiado con las fotografías de Lépez Vela la ventana que da a la azotehuela; las contemplo una y otra vez, y recuerdo mi infancia, cuando miraba hipnóticamente mi reflejo; sólo que ahora me siento alegre: hay en ellas un guiño, una sonrisa irónica, una broma que me reconcilia. En la serie Mar Urbe no está el mar ni la urbe, cada elemento excluye al otro. Las observo de nuevo, ¿qué hay en ellas? Un e s p a c i o imposible. “La intemperie incurable del mar” (fragmento).

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EXISTENCIA

EL SER Y LA NADA Pedro Tzontémoc +

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David Huerta


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l par opuesto complementario, civilizado y bárbaro al mismo tiempo, de la nada no es el ser sino el todo. Que se los digan a Jáideguer, a los alumnos de la penúltima clase de filosofía moderna que se extravió en el fango categorial; que se lo digan a ese fotógrafo insistente que se ha plantado ante la plaza vacía y está a punto de disparar. Que alguien vaya y lo diga, lo proclame ante las autoridades y ante los fantásmas ávidos. Que lo anuncie por los pueblos y por la megalópolis, en medio de los parlamentos y por las orillas expansivas de los barrios bajos. Disparar: fusión de la nada, el ser, el todo y las categorías. (…) Le puedo decir a usted que la contemplación de los grandes espacios estimula en Disparar: fusión de la nada, el ser, el todo y las categorías. Los espíritus sensibles un asombro y un apetito, una sed universal y un hambre específica, un deseo formidable de acercarse… ¿de acercarse a qué? A las presencias minúsculas que puntúan los espacios grandes a la manera de grafías heroicas procedentes de un mundo perdido, testimonios escritos en un lienzo de magnitudes cósmicas. “La filosofía fotográfica” (fragmento).

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EXPERIENCIAS

CIELO Y TIERRA Jorge Vértiz

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Alberto Blanco / Elsa Cross

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a unión de la verdad y la belleza en el arte no suele ser bien vista en nuestro triste tiempo. O pasa a ser una verdadera reliquia de un orden hace mucho tiempo desaparecido: trebejos de la escolástica o delirios de Platón. Como si todo intento por acercar la belleza a la verdad –y viceversa– estuviera condenando al fracaso de antemano. Con todo respeto, y guardadas las debidas distancias, se puede decir que todo artista verdadero (al menos en el sentido tradicional) aspira a esta unión de verdad y belleza: las “nupcias de lo visible y lo invisible”, como dice el poeta Juan Martínez. No es otro el empeño de Jorge Vértiz: hacernos ver lo invisible mediante el artificio de las formas visibles. (…) Coincidencias en el espacio y el tiempo. Bajo el mismo cielo y sobre la misma tierra el universo múltiple, contrastante, variado y complejo de la India, para compartir, entre nosotros, hoy. “Cielo y Tierra en la India” (fragmento), Alberto Blanco.

2 Los hombres que miran el cielo se confunden, y allí donde ha quedado un hueco negro quieren hacer un astro, disputan primacía, se afanan por dar sus nombres a una “supernova en la constelación del Cisne”. “Canto malabrar”, “Baniano”, (fragmento), Elsa Cross.

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E X T R A Ñ E Z A

OTRAS CIUDADES INVISIBLES Lorena Campbell +

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Óscar de la Borbolla


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stuve, pues, con Marco Polo y Kublai Kan, escuchando, primero, las ciudades encontradas por Marco Polo y, después, las pensadas por el Gran Kan y que describe para que Marco Polo verifique su existencia. Todas las vi y las viví en las palabras y se levantó ante mis ojos Eutropia, la gran utopía social, la ciudad que encontró gracias a su arquitectura la mejor solución realista para el grave problema del hondo tedio que genera el tiempo. Eutropia no es una ciudad, sino varias –imaginé siete– que están desparramadas en un vasto altiplano y sólo una ciudad está habitada, las demás permanecen vacías. Calvino las describe así: El día en que los habitantes de Eutropia se sienten asaltados por el cansancio, y nadie soporta más su trabajo, sus padres, su casa y su calle, la deudas, la gente a la que hay que saludar o que saluda, entonces toda la ciudadanía

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decide trasladarse a la ciudad vecina que está allí esperándolos, vacía y como nueva, donde cada uno tomará otro trabajo, otra mujer, verá otro paisaje al abrir las ventanas, pasará noches en otros pasatiempos, amistades, maledicencias. Así sus vidas se renuevan de mudanza en mudanza.

No he encontrado una ciudad que de veras remedie mejor el problema de fondo, no el económico, no el de seguridad, no el de la sempiterna equidad, sino el problema último de la condición humana: la esclavitud a que se somete la propia vida: el sino irremediable de ser al día siguiente el mismo hasta que no haya día siguiente. En Eutropia, en cambio al poder cambiarse toda la la circunstancia, con ella ocurre la metamorfosis de la mayor parte de nuestro ser. “La palabra: el revelador” (fragmento).

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F U GAC I DA D

LOCALES Gala Narezo +

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Elena Poniatowska


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n la colonia Roma, si uno aguza bien el oído, puede escucharse el grito de protesta de las misceláneas, las mínimas tlapalerías, las fonditas, los talleres mugrientos, las sastrerías. ¡Ninguna pertenece al primer mundo, ninguna quiere pertenecer! Allí, en esas tienditas que muchas veces son una prolongación de la calle porque los clientes se ponen a platicar, se congrega la magia de los abuelos y bisabuelos, la de la tía que se murió de amor, la de don Anselmo que veía fantasmas y la de aquella muchacha que un día dijo que se iba “pa´l norte” y desapareció. Sólo allí, en esas misceláneas, puede profundizarse en nuestra historia cotidiana y recuperar a los soldadores con sus cachuchas al revés, los hombres y las mujeres que se dedican al reciclaje de periódicos y de vez en cuando descansan leyendo la página roja, las talacherías y los diminutos negocios llama-

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dos changarros en los que se cambian suelas, se cosen botones, se suben bastillas, se cortan trajes a la medida, se cargan baterías, se arreglan licuadoras que esperan su turno oxidándose al sol, así como se tuestan radios del año de María Canica, tocadiscos de los tiempos de María Canica, la gatita blanca. Esos negocio han estado allí toda su vida y se heredan de padre a hijo, de generación en generación, como el santo oficio de la misa, el blasón de la familia, el escudo real, las armas distintivas, la equis en la frente. Vistos desde la calle, apenas si son cajitas, pero cajitas de luz, escenarios de un teatro diminuto. “Las grandes pequeñas cosas” (fragmento).

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HIPER R E A L I DA D

TODO ÁNGEL ES TERRIBLE José Antonio Martínez +

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Ethel Krauze


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J

uan Marino nunca supo que llegó a hablar, de verdad, con los pájaros. Volvió a la ciudad, a sus costumbres diarias. Pero un filón de felicidad se le había colado entre los dientes y no lo abandonaría jamás. En el pueblo, sin embargo, las cosas no tendrían un final semejante. Los pájaros lo buscaban, desconcertados. Durante días resonaron por todas partes, como reclamándole algo al mundo. Nadie relacionaba la ausencia de aquel joven forastero con el inquietante comportamiento de los cardenales, los búhos y hasta los zopilotes. —¿Por qué tendrán ese gritadero? —se preguntaban algunos. —¡Ay, qué pájaros tan locos! —se quejaba la casera, cerrando la ventana. —No dejan oír la televisión. Curiosamente, a la hora de la siesta, cuando debían cantar, los pájaros se quedaban callados, esperando la señal de Juan Marino en el balcón. Aun las moscas parecían cerrar sus alas para no entorpecer el momento. El silencio era tan perturbador que la gente no podía encontrar reposo. Pronto las costumbres en el pueblo comenzaron a alterarse. El humor cambió, los horarios, la forma de mirarse unos a otros, como si buscaran respuestas a preguntas nunca formuladas. Los pájaros cruzaban rasgando las cuerdas de los vientos con los ayes de sus picos, oteando por los cuatro puntos cardinales los giros de un eco por el que clamaban. “El hombre que habló con los pájaros” (fragmento).

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ILUSI Ó N

LO QUE EL MAR ME DEJÓ Lourdes Almeida +

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Sealtiel Alatriste


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A

l ver las fotografías de Lourdes Almeida uno se pregunta si la artista pretendió representar la esencia de lo femenino(...). ¿Existe ese camino en el nostálgico pasado de los personajes o se halla en el futuro que anhelan?, ¿es el observador quien se cuestiona por su existencia?, ¿o es la fotógrafa quien quiere que nos lo preguntemos? No se sabe, quizá no hay respuesta, y por ello uno podría volver a preguntar, al cabo de recorrer esta galería de retratos del anhelo femenino, dónde nace el furibundo deseo de atrapar el origen y asirse al mito de la esperanza. Las sirenas de Lourdes Almeida, estas figuraciones que emergen de su melancólica visión del mar, son mujeres anhelantes, ambiciosas, enamoradas, envanecidas de sí mismas; mujeres que aspiran a recuperar una unidad primigenia consigo mismas, decididas a beber el elíxir invisible que, como plancton, flota en las aguas de una playa, de cualquiera de las playas que la memoria de Almeida ha fotografiado. Su fuerza poética, su luz escondida, esta iluminación crepuscular o matinal que enmarca sus figuras, nos cautiva no tanto por lo que dice de cada una de las mujeres fotografiadas, sino por el deseo de lo que ellas aspiran a representar. “Ensayo sobre la ilusión” (fragmento).

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RECÁMARAS CON VISTA Eric Scibor-Rylski +

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José Luis Trueba


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ntrar a la recámara de otro es atrevido: ahí, a diferencia de lo que ocurre en otros espacios de la casa, no está lo que se quiere mostrar, sino aquello que se necesita ocultar. Las razones que explican la claustrofilia y el secreto son sencillas de comprender; en este espacio, se desarrollan la verdadera intimidad, el asilamiento que desafía el tabú y el temor del pecado; ése, cuando menos en principio, es el lugar donde la persona puede ser como realmente es, como anhela ser.

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Ahí no están las miradas que nos obligan a dejar de ser lo que somos y que nos condena a comportarnos como se espera. Ahí sólo está la intimidad perfecta, el espacio donde es posible conquistar la libertad y crear un mundo, sin importar cuán terrible o sórdido sea; no en vano, el que se atreva a entrar a la verdadera recámara de Barba Azul terminará muerto o azorado por sus descubrimientos.

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Sin embargo, también es posible que la mirada del Gran Hermano se adentre en ese lugar para transformarlo en una parte del panóptico absoluto: esto es lo que sucede, por ejemplo, en las celdas de los monasterios o en las habitaciones que sólo se crean para dotar a sus ocupantes de la posibilidad de convertirse en lo que deberían de ser. En aquellas, la mirada de Dios y los superiores se materializan gracias a las cruces, las imágenes sagradas y, por supuesto, las mirillas que permiten la presencia del ojo; en éstas, sólo observamos una puesta en escena, una escenografía perfecta e inmaculada donde se llevará a cabo el perfomance inexorablemente actuado por su ocupante, quien se afana en mostrarse como quisiera ser, como debería ser visto o pensado.

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Sea como sea, las historias casi secretas que se crean en las recámaras están perfectamente fundidas con su reverso, con su némesis: la historia común, el pasado que todos compartimos. El deseo de intimidad y el sueño de perfección que se concretan en las alcobas tienen un ayer en el cual funden el nacimiento del individuo, el desarrollo de la idea de lo íntimo y el anhelo que tal vez pueda convertirse en realidad. Incluso, en ellas se muestran de la manera más descarnada, el hastío, la derrota la soledad, la inminente llegada de la muerte. “Prohibido husmear en estas páginas” (fragmento).

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Límites

DIARIO DEL MAR Nicola Lorusso

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Marco Perilli


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A

la figura humana que siempre aparece en un sitio de la imagen, le pondremos Merodio. Se dedica al restauro de relojes de arena. Mide metro ochenta y uno, su edad es indefinida, además puede variar mientras camina. Nótese el extraño lunar soltando brillo, bajo el omóplato. No es cierto que aparece siempre, a veces se esconde a buscarte entre las dunas. Cada grano —afirma Merodio— tiene más facetas: una sueña con el páramo de donde se arrancó, otra mira el serpenteo de una pisada, otra espera la marea. Por esto es laborioso encontrar el grano exacto (...). El mar es pesado. ¿Quién alegaría que bajo la pátina uniforme haya tanta variedad de figurantes? Ve la ampolla superior. El crepúsculo espía en la vulva de las olas en busca de la sal de los inicios. Merodio nunca había estado tan chiquito. Frente al mar la nostalgia de un hombre por su grano es infinita (...).

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En la pereza de tamaña levedad, rugen más demonios que en la droga del naufragio. Emerge un triángulo escaleno, jorobado. Merodio concibe una idea. Asciende y vislumbra más allá, en el cuello del gran reloj de aguja, el polo donde sólo cabe un punto, non. De vez en cuando aflora. Ha visitado fondos de oscura lentitud, archipiélagos mañana, pueblos nobles. Su biografía se alarga a medida que él se reduce. No es grato relatar a un personaje tan esquivo. Las últimas palabras de Merodio: “me siento observado por el pulpo”. Ha conocido el agua. También ha descubierto que los granos usan perlas de células humanas. “Cuento de Merodio” (fragmento).

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M A R G I N A L I DA D M A R G I N A L I DA D

HISTORIAS EN LA PIEL Federico Gama

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Élmer Mendoza


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E

n el principio fue el Blanco y el Negro. Los fotógrafos vivían desconcertados porque sólo podían expresar matices entre estos dos extremos cuando la naturaleza es pródiga en colores. El mármol no lo elegimos por blanco, gris o veteado, lo elegimos por duro, manifestó Fidias. Cuando Federico Gama era niño fue en pos del arcoíris, se echó las edades del mundo al hombro y salió por esa puerta. Llevaba la cámara de la angustia, la del sol y aquella en la que mueren las estatuas apuñaladas, en su alforja. Analizó su nombre sin llegar a ninguna conclusión, lo fotografió, lo llenó de arena, de humus y oropeles, y se repitió ideas sobre el olor, la noche y los pecados capitales. Buscando el tesoro de Moctezuma comprendió que el arcoíris era una derivación del color blanco y que no hay blanco sin negro.

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Esa noche fotografió la ira, la avaricia y la pereza y le sorprendió su belleza y solidez. Con razón son tan seductoras. Un tiempo se obsesionó con la sombra: en mi sobra soy yo y soy los otros, y era en blanco y negro, y se dejó atrapar en la jaula de luz de un mundo primigenio. Soy lo que digo si soy capaz de eternizar mi mensaje y mi cuerpo es el medio, nadie impedirá que exprese lo que siento, lo que pienso y decido. Soy el mensaje. Las partes del cuerpo han sido uno de los medios más importantes de comunicación de la historia. Los seres humanos eternizan sus mensajes en un ritual donde el dolor y el placer se relacionan. Federico Gama se apropia de las figuras y termina de contar las fábulas que palpitan en esa piel sin edad. “Gama y el arcoíris” (fragmento).

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micro

COSMOS

ORÁCULO Silvia Andrade +

Arturo González Cosío

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26 Ta Ch´u La fuerza domesticadora de lo grande Desde la cima contempla en calma sus íntimos139 horizontes.

大畜


63 Chi Chi Después de la consumación Últimas flores, el cerezo inmóvil las deja caer.

E

既濟

l libro de las mutaciones durante centurias se transmitió verbalmente y sólo hasta el siglo vi a.C., Confucio lo revisó y lo fijó, a través de los kanjis, escritura ideográfica también milenaria. Muchas sendas nos aproximan al infinito. Ninguna es más segura que esa fuente inagotable

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55 Feng La plenitud Próxima la cosecha, al mediodía se ven las estrellas.

de caminos que es el I Ching, que siempre tiene respuestas para las preguntas bien formuladas y aconseja con sabiduría oracular. En su práctica se aprende que nada es definitivo y se puede observar cómo lo bueno se vuelve dañino y lo malo se torna benéfico. “Otras mutaciones del I Ching”

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2 K´un Lo receptivo Escarcha en primavera, trinos de alondras en el oeste.

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ĺ?¤


Mujeres

EL SILENCIO ES NUESTRO Francisco Kochen +

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Lydia Cacho


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Soy una mujer espíritu Soy una mujer doctora Soy una mujer luna Soy una mujer intérprete Soy una mujer estrella Soy la mujer cielo Soy la mujer del pensamiento Soy una mujer reloj.

MARÍA SABINA Cantos de la curandera mexicana

S

anar al mundo a través de la creatividad, a través de la magia, del amor incondicional, de las pasiones del cuerpo y del espíritu; con el cetro y la corona, con la sonrisa y la carcajada, con la danza y el abrazo florido. Sanar acariciando, velando al son de canciones de las abuelas Tiyoweh, Coatlicue, Yashoda y Omecíhuatl, de la diosa Durga. Cuando cae la noche la diosa Kali resguarda a las mujeres en la guerra, cuando amanece ellas se gobiernan solas. De Norte a Sur, desde el Este camino al Oeste, las mujeres entregan su mirada a un mundo que intenta descifrarlas sin lograrlo. De vez en vez, ellas lo miran a él, que con su lente les devuelve la imagen de grandeza, de ocultamiento, de ira, de cansancio, de fuerza, de futuro imaginado. “El silencio es nuestro” (fragmento)

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NATURALISMO

HOJAS SUELTAS Adrián Mendieta +

David Martín del Campo

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Al séptimo día Dios descansó. Como se había consumado la Creación, sólo restaba salir a fotografiarla.

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A

l séptimo día Dios descansó. Como se había consumado la creación, sólo restaba fotografiarla. Así cumplió Adrián Mendieta en las estribaciones del Cofre de Perote, donde el altiplano escurre por mil desfiladeros hacia la llanura veracruzana. El paisaje como escenario primigenio. Una montaña, un río, un bosque y todas las nubes. La naturaleza despierta humedecida por todas las exhalaciones del alba, y la luz, poco a poco, se va apoderando del entorno. Hay un murmullo de pájaros celebrando la fiesta renovada del sol, la primera brisa disipando la bruma, un aroma de hojarasca descomponiéndose en el humus... y las orquideas, en lo alto de las gravilias, resumando su bálsamo secreto. Están ahí desde el tercer día –el mismo en el que fueron creadas las aguas del mar y la tierra seca que pisamos. Mendieta se ha encargado de retratar esas veleidades climáticas. Acecha el horizonte igual que un cazador de ballenas en lo alto del mástil; vigila con los ojos esperanzados de un campesino de temporal. Sólo que él no pretende matar a Moby Dick ni cosechar doce costales de maíz. Lo que Mendieta ansía es capturar a un ente de por sí escurridizo, que asoma cuando quiere y huye a la menor provocación... Lo que Mendieta está buscando es la luz que se escabulle por la floresta y se disimula bajo la sombra de los magueyes. Pero llega el momento en que logra apresarla, por fin, en el liquidámbar que duerme sobre el plano focal de su hasselbald. “De la luz silvestre” (fragmento).

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N ORMAL IDAD

EL MUNDO INCREÍBLE Dominic Simmons +

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Mario Bellatin


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l niño sabe que se trata de un sueño místico. Los detalles que va narrando el niño son impecables. La familia cuenta con una camioneta Volkswagen en la cual emprenden las giras por las diferentes plazas de toros donde se precisa de su actuación. El niño no conoce el motivo por el que la familia a la que pertenece decidió ser una familia torera. La sheika, quien continúa escuchándolo de

manera sumamente atenta, se lo pregunta. Somos toreros, somos enanos y somos felices, alcanza a contestar. Aparte de la vida que llevan a cabo en el ruedo, poseen una existencia cotidiana como la de todos los demás. Habitan en una zona donde los vecinos se han

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acostumbrado a su presencia. El padre mantiene contacto con los principales criadores de novillos. Visita siempre las ganaderías y solicita que les preparen los ejemplares adecuados. Deben ser novillos con menos peso que los toros de lidia habituales. Más escuálidos que los de Miura que el padre, durante sus visitas a los ruedos, acostumbra observar siempre de lejos. Pero deben poseer una furia similar. Los espectáculos de los enanos toreros, lo dice el niño,

no deben ser mera pantomima. No se trata de un show de payasos. Lo que intentan es llevar una corrida de toros tradicional a sus propias dimensiones. “Tratando de sacrificar a una rata amaestrada” (fragmento).

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O b j e to s

RITUALES Cristina Kahlo +

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Verónica Murguía


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l ritual representa la vida. Es la raíz primordial de las representaciones plásticas o teatrales. Es el facsímil de los deseos, de los apetitos del espíritu. Alude a los dramas naturales, a los ciclos planetarios. En el trabajo artístico, como en el ritual con el que comparte el origen sagrado, la mirada elige la forma de los actos, la mano los ordena, la mente los interpreta. El ritual actúa el mito, sigue un orden estricto, sacro. No importa qué tan lejos hayamos exiliado el mito en éste, el más prosaico de los siglos; todavía es esencial y, aun sin darnos cuenta, lo reinventamos continuamente. El mito, sin ser explícito, nos enseña a vivir y nos conecta con lo primordial. Al artista le toca renovar los rituales, definir los movimiento, el método, los fines. Crear los nuevos “gestos significativos”. O como en el juego, quizá el artista permita que los fines permanezcan en el plano de la intuición y que el placer sea el guía. ¿En qué consiste este ritual que aparece en las fotografías? Las respuestas de Cristina Kahlo son deliberadamente ambiguas. En estas imágenes abunda el reflejo, la distorsión llevada hasta la metamorfosis. ¿Qué hay aquí? ¿Una reliquia? ¿Un resto humano al que le debo veneración? Otro ojo me mira, pero no es un ojo de carne, es una representación. Es la fotografía de un dibujo que representa un ojo, y sobre ese ojo ciego se oficiarán el ritual y el juego. “Las liturgias miméticas” (fragmento).

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O T R E D A D

O T R E D A D

EL ESPACIO DE PRONTO ES ESCENARIO Aurelio Asiain

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l ginkgo biloba es el árbol más antiguo del mundo, un “fósil viviente” cuya familia se extinguió hace dos millones y medio de años en Europa y siete millones de años en América, y sobrevivió en un rincón de China hasta que monjes budistas lo cultivaron y, a fines del siglo xii, lo transportaron a Japón, donde se desarrolló alrededor de los templos.
Así se explica que, aunque el otoño sea la estación predilecta del Man’yoshu y de la poesía cortesana que guardan las veintiún antologías imperiales, entre las frondosas arboledas de arces de esas páginas no haya una sola hoja de ginkgo. Aparece en la literatura japonesa en 1530, en un diario de viaje del poeta Socho, y se multiplica en los haiku de Kikaku, Buson, Shoha, Ryokan: es de la época de Edo. Y de la poesía moderna: está en Akiko Yosano y en Mokichi Saito.
Es el árbol emblemático de la prefectura de Osaka, pero tengo la impresión de que es más abundante en Tokio. (...) “Todo el tiempo dorado por el Ginkgo” (fragmento).

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ra el 15 de mayo, día del Aoi Matsuri, un domingo de sol con pocas nubes, cerca del mediodía. Esperábamos, en los jardines del Palacio Imperial de Kioto, que se iniciara el desfile. Faltaba más de media hora todavía y me separé de la multitud que formaba filas al lado del camino, junto a la puerta sur. Entonces los vi. Me llamaron la atención los sombreros, sobre todo el del niño, que parece de otros tiempos, como su traje. Me atrajo también que se apartaran de la muchedumbre, como ya parecían apartarse de la época. No recuerdo haber reparado en la composición de la imagen, ordenada por la línea diagonal de la base de los sombreros, con los dos rostros debajo y las dos copas encima, pero ésa es la clase de cosas que uno ve sin darse cuenta. Tampoco reparé, hasta que vi la foto en la pantalla, en cómo la mujer aparece por detrás y por debajo del niño, evidentemente elevándolo pero también delicadamente apoyándose en su espalda, con un peso que él no advierte mientras mira a lo lejos, en la misma dirección que ella, expectante. Y sobre todo no vi la arruga que se forma ya claramente en la comisura de los labios de ella, ni las canas que asoman bajo el ala del sombrero, y que explican tal vez tanto de lo que la imagen transmite. “La señora y el niño y los sombreros”.

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P i e s

TRASPASOS Antonio Ziriรณn +

Verรณnica Gerber Bicecci

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>Paciente 2 (9:00 hrs.). No se presentó a la cita. Descripción del caso: resbalamiento en una escalera de caracol. Diagnóstico: moretones profundos en pantorrilla y tobillo, fractura en tres falanges y metatarso. Tratamiento: yeso corrector por tres meses. El único hueso que conecta el pie con la pierna es el astrágalo. Es un hueso corto que tiene seis caras distintas articulares y se dice que es el antecedente del dado. En la antigüedad se utilizaba para el juego de las tabas. Dependiendo de qué parte del hueso quedaba hacia arriba o hacia abajo se sabía quién era el ganador de una apuesta. En algunas partes del mundo estos huesos se fabricaron en resina, plástico o metal. El hueso que mantiene unido al cuerpo con el pie, en otras palabras, es un símbolo del azar. >Paciente 9 (17:00 hrs). Me compré unas botas vaqueras. Siempre quise tener unas y estaban de oferta. Mire qué bonitas, moradas con remates dorados. Me las puse un día en la mañana y para el mediodía tenía los pies muy hinchados y no podía caminar. ¿Chicas? No creo. ¿De mujer? No, son unisex. Cuando llegué a casa no me las podía quitar, así que me dormí con ellas. Y en la mañana la cosa no había mejorado. Mi esposa tuvo que cortarlas para podérmelas sacar. Me preocupan mis tobillos, ya pasaron varios días y no vuelven a ser como antes, se ven gordo. Ella dice que soy muy delicado y vanidoso, y yo sólo quiero verme bien. “Notas de un podologo” (fragmento).

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La huella del pie tambiĂŠn es

la parte que no se queda marcada. 177


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S SANACIÓN N A C I Ó N

EL CAMPO DEL DOLOR Lorenzo Armendáriz +

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Neyra Alvarado


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A tus pies vamos llegando NiĂąo Santo y Buen Doctor, afligidos y llorando en .

el campo del dolor.

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os sentimientos de soledad y dolor se ven reflejados en los fieles que hacen difíciles penitencias o participan en hidroterapias para obtener el favor solicitado. Pero también se manifiesta el gozo, que se percibe en las terapias a través del baile, acompañadas con piezas interpretadas por grupos musicales norteños. Las emociones llegan a su punto climático cuando los peregrinos tocan la tumba del Niño o conversan con su espíritu, presente en el cuerpo de un médium. Estos acontecimientos suceden en la Tierrita Santa de Espinazo, nombre que se da al santuario donde vivió el Niño Fidencio y donde actualmente se venera su imagen milagrosa. José Fidencio Síntora Constantino era un personaje raro de la década de 1930, de rostro y actitudes infantiles. Curaba a los enfermos que engrosaban las filas para verlo, practicaba cirugías con medios rudimentarios y elaboraba infusiones de plantas del desierto. “El campo del dolor” (fragmento).

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Teatralidad

EL MEDIO TERRESTRE Ilรกn Rabchinskey

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Mario Bellatin


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acobo dormía y su primo Rabchinskey continuaba con su labor. Una vez que terminó de darles a los cuerpos muertos ciertas formas, que de alguna manera traían a la memoria las épocas en que éstos vivían y formaban parte de las atracciones del pequeño zoológico nocturno, comenzó a ensayar con manera, con acciones concretas llevadas a cabo por los animales que les dieran un aspecto más real todavía. Erigió por eso a la pantera embalsamada en posición de atacar al lobo salvaje; la hiena que trajo desde África un caminante perdido, mostró una sonrisa mayor a la que suele vérsele en su propio hábitat. (…)

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Pero en las condiciones en las que se encontraba el poblado, con la creciente presencia de los inspectores del nuevo régimen por todas partes, era imposible llevar a cabo actividad alguna capaz de llevar el ciento espiritual al corazón, salvo la tarea casi secreta que estaba llevando Rabchinskey en la soledad de lo que alguna vez fue el cobertizo de la pequeña casa de Jacobo. Al enterarse de los bandos que iban apareciendo colgados en las paredes principales de las pequeñas plazas, no se le ocurrió mejor idea que poner a bailar a un tigre bengala con una foca que sabe Dios qué pobre hombre había llevado a Jacobo desde los mares de Rusia. Los animales disecados de Efraín Rabchinskey comenzaron a bailar en una suerte de remedio estático del movimiento. “El fabuloso zoológico nocturno” (fragmento).

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T R A N

s EXUALIDAD

REALIDADES Y DESEOS Susana Casarin +

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Arnoldo Kraus


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T

ierra y cuerpo son invenciones de la naturaleza. Ambos comparten origen y en muchos rubros, destino. La primera sufre los embates de su naturaleza y los que produce la inocencia ecolรณgica de los muchos cuerpos. El cuerpo es santuario o autodestrucciรณn. La Tierra no elige. El cuerpo puede elegir otra tierra, una casa distinta, el cuerpo como casa. El cuerpo como casa es la historia de la propia vida. Dentro de su piel todo sucede. Esa piel, la que alberga los

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muebles de la existencia, la que escucha y arriesga, es porosa al lenguaje interno. Para muchos travestis, abrir el alma significa atender el rimo interno del cuerpo. Eso dicen los retratos de Casarin. Quizá por eso Kafka hablaba “de los espantosos límites del cuerpo humano”. “El cuerpo como casa” (fragmento).

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Transformaciones

CIUDAD PROHIBIDA Ulises Castellanos

+

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Edgardo Bermejo Mora


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N

ada sin embargo resulta más intraducible que el concepto de paisaje urbano para comprender la inquietante desmesura de Pekín. Curiosamente el equivalente en China a nuestro vocablo “paisaje” es un poema por sí mismo, una delicada pieza verbal que une dos caracteres: “山” (shan) y “水” (shui), y que literalmente significa “montaña-agua”. La unión de la montaña y el agua conforma el paisaje en mandarín, y precisamente esta evocación bucólica y destilada del concepto chino de paisaje es la que se antoja imposible en la rotundidad urbana de una ciudad que se atropella y se devora a sí misma (…). No hay paisaje sin luz, en efecto, y la luz –el vacío de los taoístas– es la otra arquitectura que edifica la ciudad de Pekín. El mandato fundacional de la creación: “Hágase la luz”, sugiere la condición suprema, primigenia, de la luz como fuente y principio de vida. De manera que somos hijos de la luz, y somos al mismo tiempo hijos de nuestros propios paisajes, que entran por el ojo y se impactan en el teatro de los sentidos. Al igual que sucede con la luz, los paisajes, al manifestarse, nos engendran. De la luz y sus paisajes nace la memoria. Es ella tal vez –me refiero a la luz– la otra cara de una ciudad como Pekín, que sólo al conocerla y recorrerle iluminada se vuelve un dato memorable. “Pekín, el viaje y el paisaje” (fragmento).

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SIETE DIOPTRร AS Nirvana Paz +

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Bernard Plossu / Nuria Gรณmez Benet


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A

sí pues, recuperamos la sacrosanta nitidez de este mundo en el cual vivimos, pero Nirvana Paz ha reflexionado sobre ello y en vez de pretender solucionar este problema de la claridad, que parece ser una constante probablemente superada de la fotografía, prefiere asumir su visión, aunque es “borrosa naturalmente”: esto da como resultado imágenes hechas con una libertad que pasma, y que no pretenden corregir su visión del mundo, sino vivirlo tal como es, y el resultado es muy fuerte. Sus fotografías, incluso borrosas, están llenas de poesía, de misterio, de sensualidad, de volúmenes, de color y están aun mejor de lo que probablemente estarían las imágenes nítidas. “Siete dioptrías”, (fragmento), Bernard Plossu.

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“Die zd IV ec im Miopía es cuando la niña del ojo juega en la bruma, es venado que se esfuma sigiloso en la campiña, el destello que en la viña fruta y jugo nos promete cuando sólo es un juguete con el que el Sol nos sonríe. Es, cuando el hombre se engríe, la que le compra un sorbete.

as

I El miope cree en lo que mira sin importar cómo vea. Contempla y se regodea sin hallar nunca mentira ni velo en lo que le admira. El miope no ve miopía cuando albea cada día con su niebla cotidiana. Sólo es bella la mañana y es la luz soberanía.

d de tría” iop

Nuria Gómez Ben et ( fra g

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LUZ PORTÁTIL

SOBRE LOS AUTORES

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µ Yamina del Real. Fotógrafa, artista visual, socióloga y sexóloga. De

Abuso

su exposición y performance “Los ángeles también mueren” montó una fotografía de ocho metros en el portal del Palacio de Bellas Artes. Ha expuesto en Buenos Aires y en el Centro de la imagen: El cuerpo deshabitado. 2 Sandra Lorenzano (1960). Escritora y crítica literaria. Es maestra de escritura creativa y ha publicado Saudades, Fuga en mi menor, Escrituras de sobrevivencia, varios poemarios entre los que se encuentra Vestigios. Ha conducido programas de radio y coordinado múltiples publicaciones.

µ Gabriel Figueroa Flores (1952). Desde muy joven se inició en el

Anhelos

arte de la fotografía. Es también impresor de procesos como el Paladio platino y restaurador digital. Ha expuesto en Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. Su obra es muy amplia, publicada en cientos de libros y revistas.

2

Alberto Ruy Sánchez (1951). Editor, escritor de más de

35 libros de ensayo, novelas y poesía. También escribe sobre arte y fotografía y es cofundador de la Colección luz portátil. Su obra está traducida en 14 lenguas. Premio Nacional, Premio Villaurrutia, Premio de Trois Continents, entre otros.

µ Gerardo

Montiel Klint (1968). Con muchas exposiciones indivi-

Cadáver

duales y colectivas, su trabajo ha sido publicado en revistas y libros. Destaca Trasnmigración que se expuso en el Centro de la Imagen.

2

Salvador Alanís (1964). Obtuvo la beca de Jóvenes creadores del

FONCA hace varios años y después la del programa de intercambio con Banff, Canadá, donde reside actualmente. Ha publicado Del paralaje, Reojo y Tránsito.

µ Pablo Aguinaco (1950) Con más de 40 años de intenso trabajo como fotógrafo ha publicado en cientos de revistas y libros de México y el extranjero. Ha dado clases de fotografía y ha expuesto individualmente y en colectivo. 2 Rafael Vargas (1954). Escritor, poeta y traductor. Ha participado en casi todas las revistas literarias importantes del país y en varias del extranjero. Sus libros El habitante de la niebla, Escritura la flor y Signos de paso destacan entre su numerosas publicaciones.

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Cromatismo


crueldad

µ Elideth Fernández. Fotógrafa e historiadora del arte. Interesada en la liberación animal, como movimiento social, retomó su cámara para especializarse en registrar las condiciones de la violencia y sufrimiento de los mismos.

2

Francesca Gargallo Celentani (1956). Escritora,

poeta, historiadora, filósofa, feminista. Entre sus novelas se encuentra La costra de la tierra, Al paso de los días, Marcha seca y sus ensayos Ideas feministas latinoamericanas y Feminismos desde el Abya Yala.

Deambulación

µ Maritza

López. Desde sus primeros años como fotógrafa se

interesó por el periodismo y el desnudo. Ha participado en muchas publicaciones nacionales y extranjeras. Destacan The Life of the Dead in Mexican Art, Women Photographers. Ha impartido cursos en el Centro de la Imagen y en la Universidad Metropolitana.

2 Naief Yehya (1963). Narrador y crítico cultural. Colaborador en diarios nacionales y revistas culturales de México y Estados Unidos. Ha publicado las novelas Obras sanitarias, Camino a casa, La verdad de la vida en Marte y ensayos como Sexo mediatizado y pánico moral, entre muchos otros.

Descubrimiento

µ Ernesto Ramírez. Durante más de 25 años ha ejercido el fotoperiodismo en Milenio, La Jornada, El Universal, entre otros. Becario del fonca, y de la fundación Tierney de Nueva York. Premio All Roads Photography del National Geographic, y el Fernando Benítez además de varias exposiciones.

2

Fabrizio Mejía Madrid (1968). Escritor y

periodista. Ha colaborado en Proceso, Reforma, El País, etcétera. Autor de libros de crónicas como Entre las sábanas, Pequeños actos de desobediencia civil, Salida de emergencia, Días contados. Sus novelas son Hombre al agua, El rencor, entre otras.

Disonancias

µYolanda

Andrade (1950). Tiene una inmensa trayectoria como

fotógrafa. Sus imágenes se encuentran en colecciones de museos nacionales, de Estados Unidos y Japón. Ha impartido numerosos cursos de fotografía. Durante años trabajó el blanco y negro y después dio un viraje hacia el color. Ha recibido muchos reconocimientos. 2 Elizabeth Ferrer. Escritora y curadora de arte especializada en la fotografía y el arte latinoamericano. Ha publicado en Art News, Art Nexus, y en Nueva Luz, entre otras ediciones. Fue directora del Austin Museum of Art, la Art Gallery del American Society de Nueva York y en bric de Brooklyn.

212


µTatiana Parcero (1967). Ha participado en más de diez exposiciones

Elocuencia

individuales y más de 30 colectivas. Su trabajo ha aparecido en revistas como Time, Harper´s Bazaar, Art Nexus, Domus, y en periódicos y libros. Perfeccionó una técnica que ella ideó: yuxtaponer fotos en blanco y negro impresas en acetatos sobre fotos a color.

2

José Luis Trueba (1960).

Escritor con más de 75 libros de análisis político, divulgación científica, ensayo, novela y filosofía. Destacan La ciudad sin nombre, Historia de la sexualidad en México, Nuevas navegaciones por el delta de Venus y Moctezuma.

Erotismo

µ Alicia Ahumada (1956). Fotógrafa autodidacta de larga trayectoria con exposiciones individuales y colectivas. Se ha especializado en imágenes en blanco y negro. Su trabajo ha sido publicado en libros y revistas. Forma parte del acervo de fototecas de Pachuca, la Habana y de la Universidad de Texas. 2 Alberto Ruy Sánchez (véase Anhelos)

µ Jorge Lépez Vela (1963). Infatigable fotógrafo y maestro. Su obra

Escenografía

forma parte de importantes colecciones y su trabajo ha sido publicado en múltiples libros y revistas. Dos proyectos lo hicieron acreedor a becas del fonca: Sierra zapoteca y Las rutas de Pascual. 2 Óscar de la Borbolla (1966). Estudió filosofía y ha sido maestro de la UNAM varios años. Cuenta con múltiples publicaciones entre las que destacan Las vocales malditas, Nada es para tanto, La rebeldía de pensar, La risa en el abismo. Ha recibido premios por sus diferentes obras.

µ Pedro Tzontémoc (1964). Inició su carrera cuando tenía 17 años. Desde entonces capturó con su lente fragmentos de historia y paisajes de México y de más de diez países de Europa y América. Ha publicado nueve libros y ha expuesto en Francia, España y México. Es director y fundador de la Colección luz portátil y miembro del

2

snca-fonca.

David Huerta (1949). Poeta, periodista y maestro universitario.

Entre sus libros de poesía destacan Versión, Incurable, La calle blanca, entre otros. Es Premio Nacional de Arte y Literatura, Premio Villaurrutia, entre otros.

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Existencia


Experiencias

µ

Jorge Vertiz (1952). En 1975, Revista de Revistas de Excelsior

le publicó sus primeros trabajos. Vivió en la India de donde provienen las fotos de este libro. Ha publicado en cientos de revistas y libros. Fotógrafo cercano a Artes de México desde sus inicios.

2 Alberto Blanco (1951). Poeta, ensayista y traductor. Ha publicado más de 30 libros de poesía en México y su obra ha sido traducida a 12 idiomas. Ganó el Premio Villaurrutia y otros reconocimientos. 2 Elsa Cross (1946). Doctora en filosofía y poeta muy reconocida. Después de varias estancias en la India realizó una parte de su obra poética sobre la misma. Ha obtenido el Premio Nacional, Premio Aguascalientes de Poesía y muchos más.

Extrañeza

µ Lorena Campbell. Fotógrafa y docente. Recibió la beca de Jóvenes creadores del

fonca

y otra del Ministerio de Cultura de Colombia.

Editora de fotografía. Su obra ha sido exhibida en México y en el extranjero. 2 Óscar de la Borbolla (véase Escenografía).

Fugacidad

µ Gala Narezo. Sus retratos fueron expuestos en Naciones Unidas, en el Aspen Design Summit y en exposiciones de México, Polonia y Estados Unidos. Ha realizado una crónica de asuntos sociales en Hong Kong, México y el norte de California.

2

Elena Poniatowska (1932).

Sin duda una de las escritoras más prominentes de México, con una trayectoria inmensa como periodista. Su obra de más de 40 títulos ha sido traducida a más de 15 lenguas. Premio Nacional de Periodismo, Premio Alfaguara, Premio Príncipe de Asturias, entre muchos otros.

Hiperrealidad

µ José Antonio Martínez (1950). Entre las exposiciones individuales en México y el extranjero se encuentran Elegía, Todo ángel es terrible, Las güeras. Sus fotografías se encuentran en museos y centros de fotografía, como el del Noroeste de Seattle, la Universidad de Austin y el Centro Manuel Álvarez Bravo de Oaxaca. Ha impartido múltiples talleres de fotografía.

2

Ethel Krauze (1954). Escritora de más de

35 libros, doctora en literatura. Fundadora y maestra de la Escuela para Escritores de la Sociedad General de Escritores de México. Sus novelas, Dulce cuchillo, El diluvio de un beso, además de libros de cuentos y poemarios, han sido traducidas a varias lenguas.

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µLourdes

Almeida (1952). Ha tenido más de 120 exposiciones

Ilusión

individuales y más de 350 colectivas en museos de México y el extranjero. Becaria del

fonca

y Premio Camera de la

unesco.

Destacan

entre sus publicaciones: Corazón de mi corazón, Retrato de familia, La nación mexicana. Sus fotos están en museos de México, España y Estados Unidos.

2

Sealtiel Alatriste (1949). Escritor y editor. Ha

colaborador en periódicos nacionales como La Jornada, Reforma y Revista de la Universidad. Su novela Verdad de amor lo hizo acreedor del Premio Planeta/Joaquín Mortiz. Tiene múltiples novelas y ensayos.

Intimidades

µ Eric Scibor-Rylski. Perteneció al Sistema Nacional de Creadores del fonca.

Su obra se encuentra en IDB Art Collection en Washington DC

y en colecciones privadas internacionales. El eje de su arte es la figura humana. 2 José Luis Trueba Lara (Véase Elocuencia).

µ Nicola Lorusso (1959). Fotógrafo desde los 17 años. En 2001 llegó a

Límites

México deslumbrado por los desiertos. Publicó La casa del girasol, Historia de la construcción del Palacio de Bellas Artes, Plaza de la República y sus fotos están en colecciones públicas en París, Milán, Barcelona entre otros. 2 Marco Perilli (1964). Escritor, editor, traductor, maestro de literatura. Vive en México desde 2003 donde creó una editorial literaria llamada

auieo.

Entre sus libros se encuentran El carrusel de los

dioses niños, El artesano de la verdad, entre otros.

µ Federico Gama (1963). Fotógrafo documentalista desde 1988. Ha expuesto en individuales y colectivas en más de 15 países, galardonado con diferentes premios. Miembro del Sistema de Creadores del

fonca.

Su libro Mazahuacholoskatopunk fue muy reconocido y en coautoría realizó Tinta y carne, Then and Now, entre muchos otros.

2 Elmer Mendoza (1949). Novelista, cuentista y periodista cultural. Entre sus libros destacan Balas de Plata, Cóbraselo caro, Efecto Tequila, El amante de Janis Joplin. Sigue recibiendo premios como el Fuentes Mares, el Tusquets, etcétera.

215

Marginalidad


Microcosmos

µ Silvia Andrade. Ingeniera química y fotógrafa. Desde hace diez años conjuga la fotografía con la ciencia. Premio Nacional de Fotografía científica en México y el Premio internacional Sony. Ha expuesto en México y en el extranjero.

2

Arturo González Cossío (1930-2016).

Doctor en Derecho por la Universidad de Colonia, Alemania y escritor. En 1984 recibió el Premio Villaurrutia de poesía por su libro Pequeño bestiario ilustrado. Realizó muchos haikús.

Mujeres

µ Francisco

Kochen (1961). En 1991 se especializó en fotografía

editorial y ha publicado desde entonces trabajos en cientos de libros y revistas. Ha realizado varias exposiciones individuales y ha colaborado en procesos creativos de varias coreografías.

2 Lydia Cacho (1963).

Periodista, escritora y activista feminista. Autora de Los demonios del Edén donde denunció a personajes involucrados en redes de pederastia. Escribió ensayos como Memoria de una infamia, Esclavas del poder y la novela Muérdele el corazón, entre muchos otros.

Naturalismo

µ Adrián

Mendieta (1948). Tiene más de 50 exposiciones

individuales y ha participado en más de 70 colectivas. Investigador y fundador del taller de cine de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana. Ha expuesto en Suecia, Estados Unidos, España, Canadá, Japón y Argentina.

2

David Martín del Campo

(1952). Escritor y periodista cultural. Ha publicado varias novelas entre las cuales destacan Isla de lobos, Alas de ángel, El año del fuego, Después de muertos; todas premiadas.

Normalidad

µ Dominic Simmons. Fotógrafo desde hace 23 años de la realidad cotidiana de los marginados. Sus propuestas fotográficas han sido expuestas en México y Reino Unido. Sus imágenes han sido usadas por Amnisty International y Habitat para la Humanidad. Es autor del libro Mujeres de Coruña. 2 Mario Bellatin (1960). Escritor de más de 35 libros y traducido a más de 12 lenguas. Entre sus obras destacan Salón de belleza, Efecto invernadero, Disecado, La clase muerta y sigue escribiendo muchos más. Premio Villaurrutia, 2002.

216


µ Cristina Kahlo (1960). Ha participado en más de 40 exposiciones

Objetos

colectivas en México, Dinamarca, Alemania, Estados Unidos y Suiza. Obtuvo la beca en Markgäflerhof, Suiza. Su trabajo ha sido publicado en una multiplicidad de revistas y ha impartido clases de fotografía.

2

Verónica Murguía (1960). Escritora y traductora. Sus novelas son

Auliya, El fuego verde, un volumen de cuentos, El ángel de Nicolás, y una decena de libros para niños. Ha sido traducida al inglés y al alemán.

Otredad 2

|

µ Aurelio

Asiain (1960). Escritor, poeta, traductor, editor,

fotógrafo. Catedrático de la Universidad de Kansai Gaidai en Japón. Entre sus principales obras están libros de poesía como República de viento y urdimbre, de ensayo y traducción, Luna en la hierba, Medio centenar de poemas japoneses y de varia invención, La fronda.

µ Antonio Zirión (1950). Doctor en ciencias antropólogicas, fotógrafo

Pies

y cineasta. Sus fotos han sido publicadas en México y en el extranjero. Sus documentales son Voces de la Guerrero, Fuera de foco, Y es curador y programador de giras de Ambulante. 2 Verónica Gerber Bicecci (1981). Artista visual y escritora. Hace piezas que son textos y textos que son piezas. Su libro Mudanzas fue publicado por auieo.

µ Lorenzo

Armendáriz (1961). Con una obra fotográfica extensa,

además de varias exposiciones, ha obtenido diversos premios como el Habanero en la Bienal de fotografía en 1995, y la beca del

fonca.

Su obra se encuentra en le Centro de la Imagen, y en la Biblioteca de París, entre otros.

2

Neyra Alvarado (1962). Doctora en Etnología

por la Universidad de París, miembro del

sni

y profesora del Colegio

de San Luis. Se ha especializado en temas de oralidad y ritual. Ha publicado Titailpi…timokotonal. Atar la vida trozar la muerte, sobre los mexicaneros de Durango.

217

Sanación


Teatralidad

µ Ilán

Rabchinskey (1980). Ha expuesto su trabajo fotográfico

en México, Francia, Inglaterra, España, Chile y Estados Unidos. Ha recibido la beca de Jóvenes creadores del

fonca.

Autor de libros

como Remolino de tierra y Yo´tan Kóp. Corazón de la palabra.

2 Mario Bellatin (véase Normalidad).

Transexualidad

µ Susana

Casarin (1954). Con una larga trayectoria, ha expuesto

en más de 50 exposiciones colectivas y más de 25 individuales en México y en el extranjero. Tiene varias publicaciones como editora de fotografía sobre temas de México, y es autora de Humo de leña y Los paraderos de Veracruz.

2 Arnoldo Kraus (1951). Escritor y médico.

Autor de muchos libros en los que se encuentran ¿Quién hablará por ti?, Morir antes de morir, El tiempo Alzheimer, Cuando la muerte se aproxima, con Vicente Rojo, Apología del lápiz, entre muchos otros.

µ Ulises Castellanos (1968). Desde hace más de 25 años se dedica al fotoperiodismo. Ha colaborado en El País Semanal, Paris Match, y

Transformaciones

ha sido editor de fotografía en Proceso y Excelsior. Publicó Manual de fotoperiodismo, Apuntes de un editor de fotografía y ha sido profesor en diversas instituciones.

2

Edgardo Bermejo. Escritor, periodista,

diplomático y editor. Colaborador de varios diarios nacionales en Chile, Venezuela y Perú. Entre sus últimas publicaciones se encuentran Diplomacia cultural, y Cuentos a la mesa. Fue corresponsal de Notimex.

Visibilidad

µ Nirvana Paz (1976). Fotógrafa y poeta desde hace más de 20 años. Ha expuesto en México y en 10 países. Publica su obra poética en varios diarios y revistas así como en su libro Procesiones. 2 Bernard Plossu (1945). Reconocido fotógrafo francés autor de numerosos libros entre los que destacan Barcelona, Le voyage mexicain. Premio Nacional de Fotografía en Francia.

2

Nuria Gómez Benet (1959). Narradora y

poeta. Ha trabajado en libros sobre derechos humanos. Productora y guionista de radio y televisión.

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Un camino de imรกgenes

1


2


A rtes de M éxico Y LA FOTOGRAFÍA

Dentro de las diferentes colecciones de Artes de México, la fotografía ha sido fundamental a lo largo de sus 33 años de vida. Tanto en los Libros de la espiral como en Artes de la mirada, en la Revista-libro y en Uso y estilo –colecciones que buscan la belleza estética– se han publicado libros de fotografía. En ellos hemos sumado la libertad creadora del fotógrafo a textos monumentales. Cada edición potencializa las cualidades del artista de la lente y continúa el deber fotográfico de esta disciplina artística.

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Libros de la espiral

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5


ARQUITECTURA VEGETAL En estas páginas, se hacen evidentes los vínculos entre arquitectura, literatura y surrealismo, que se establecen a partir de una imagen sugestiva que ha aparecido a lo largo de diversas épocas: la de la casa en ruinas y el fantasma que la recorre. *Jorge Vértiz, María Sada

BREVE CRÓNICA DE LA LUZ En las fotografías de Alfredo De Stéfano, podemos sentir una actitud ritual que interviene el desierto para provocar una visión inquietante, incluso trascendente. Sus imágenes se conjugan con la obra de Guillermo Arriaga, quien señala el punto en el que ambos confluyen: la visión del cazador, del hombre de acción en la inmensidad del desierto. *Alfredo De Stéfano *Jorge Vértiz, María Sada

CONCIERTO EN LA HABANA En este Concierto en La Habana, participan las plumas más brillantes de Cuba y algunos extranjeros ilustres que visitaron este país o que residieron en él. Cada uno de ellos ofrece una invitación a ver La Habana con los únicos ojos capaces de verla sin intereses espurios: los ojos de la poesía. * William Henry Jackson

6


HERBARIUM A partir de una experiencia sensorial intensa al contacto con las plantas de un yerbero, la fotógrafa Patricia Lagarde se obsesionó con aquellas plantas capaces de curar incluso el alma. Este libro evoca el espíritu de antigüedad de los códices mexicanos y de los herbarios medievales. *Patricia Lagarde

FÁBRICA DE SANTOS Con una mirada capaz de encontrar un ángulo interesante hasta en el tiradero de un taller, el fotógrafo Tomás Casademunt visitó en México y España a los artesanos que fabrican santos, vírgenes y cristos de yeso. El resultado es un collage involuntario de cosas santas y profanas convertidas por el ojo del fotógrafo en verdaderas composiciones estéticas. *Tomás Casademunt

LA EDAD DE PAPEL Este libro de variaciones lúcidas y lúdicas invita a ver el papel de otra manera. La invención reciente de un papel mineral hace explotar la paradójica condición del papel y se vuelve detonador de la imaginación reflexiva del poeta. En esta celebración, a la pluma de Orlando González Esteva, la acompaña el notable fotógrafo Abelardo Morell que, en cada libro encuentra una escultura y en papel, la imagen de todo lo posible. *Abelardo Morell

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LA ESPINA Y EL FRUTO El glifo indígena que representa a Oaxaca nos deja ver la antigua relación que ha existido entre los hombres y las plantas de esta región. La lente de la fotógrafa Cecilia Salcedo celebra este vínculo y nos revela algunas facetas inusitadas de estas plantas. Y el antropólogo Alejandro de Ávila nos invita a descubrir la tradición oral y las reflexiones en torno a estos tesoros naturales. *Cecilia Salcedo LA PALABRA FRAGANTE En las ceremonias de protección, y sobre todo en las de curación de enfermedades, los chamanes tzeltales cantan ciertos rezos que les permiten establecer comunicación con un más allá. En este volumen, Pedro Pitarch nos ofrece la belleza fragante de seis de estos cantos, y nos da a conocer uno de los rostros piadosos y entrañables con los que los pueblos mayas dialogan con lo intangible. *José Ángel Rodríguez

MOROS Y CRISTIANOS. UNA BATALLA CÓSMICA Un teatro con ocho mil actores, tres mil acompañantes y un sólo espectador. Un pasado remoto y ajeno convertido en gozo de hoy, en palabra viva. De la mano del deslumbrante ensayo de Alfonso Alfaro, el fotógrafo Jorge Vértiz nos muestra los rostros de sus protagonistas. *Jorge Vértiz

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RASTROS KÁRMICOS Una serie de sorprendentes fotografías tomadas por Nina Subin en diversos lugares sagrados del mundo crea en este libro un nuevo espacio donde la imagen es poesía. Este recorrido de asombros está entretejido con un ensayo de Eliot Weinberger sobre el tiempo dentro del tiempo en la experiencia poética. Así, Rastros kármicos es también un doble examen lúcido de la poesía y la contemplación. *Nina Subin UNA CASA COMO YO La casa es un espejo, lugar donde el cuerpo puede extenderse y los sueños se ensanchan. Por eso, hay que construirla de acuerdo con la naturaleza, los menesteres y los caprichos de sus habitantes, como indica esta guía, que nos invita a escuchar nuestra voz interior en los muros, los vanos y los rincones. *Patricia Lagarde, Jorge Vértiz

UN PASADO VISIBLE Los vestigios del México antiguo han sido motivo de fascinación para incontables poetas que han abordado sus formas motivados por el asombro. Esta antología recoge la lírica generada en torno a estos elocuentes testimonios de nuestro pasado. *Javier Hinojosa

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Uso y estilo

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RUTH D. LECHUGA. UNA MEMORIA MEXICANA Aquí mostramos el entrañable quehacer fotográfico de quien, además de coleccionista de arte popular, lo fue también de vivencias que documentó con su lente y que hoy conforman una memoria visual distinta del México indígena. Ruth D. Lechuga

FRANZ MAYER. FOTÓGRAFO Este título descubre la actividad de fotógrafo que el célebre coleccionista realizó con una aguda mirada estética, con la que asimilaba las corrientes de su tiempo y mostraba un México asombroso. *Franz Mayer

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Itinerarios poĂŠticos de MĂŠxico

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NÁYARI CORA Con una larga y exitosa trayectoria, el gran fotógrafo Rafael Doníz nos lleva por la luz y la sombra del mundo de los coras, una enigmática y rica cultura del Oriente de Nayarit que vamos descubriendo por medio de imágenes deslumbrantes, tanto de sus paisajes y su vida cotidiana como de los rituales con los que, año con año, recrean el tiempo originario. A través de esa mirada aguda y serena que lo caracteriza, este artista nos revela una impresionante realidad plástica

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Artes de la mirada

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DE GIGANTAS Y OTRAS QUIMERAS La lente de Rafael Doníz es el conciliador que retrata al gigante de espectacular con su reflejo menor, el hombre. En este libro, el fotógrafo logra captar, no sin cierto sentido del humor e ironía, la cotidianidad de una estirpe olvidada hace mucho tiempo y que, sin embargo, habita entre nosotros en los edificios o en las paredes de cualquier calle.

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LOCURALOCÚRALOCURA En su largo periplo por los sitios de curación que abarcan lo mejor y lo peor de la medicina hospitalaria, Pedro Tzontémoc ha encontrado, indistintamente, fuentes de frustración, enfado, hilaridad, consuelo y ayuda. Un libro en el que está plasmado, a través de lúcidas fotografías, el sufrimiento como un fino polvo de oro entre las páginas. *Pedro Tzontémoc

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DOMINGO DE RAMOS Pareciera que en el Domingo de Ramos de Uruapan se cristaliza el deseo de Vasco de Quiroga de ver a los indígenas de cada pueblo formados en un oficio. Y es que, en este día, se dan cita artesanos del barro, el textil, la laca, los metales, la cestería, la gastronomía, además de músicos y danzantes de todo el estado, en una fiesta que nos permite descubrir la estética de una tradición viva. *Rafael López Castro

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Destiempo

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MÉXICO EN SUS IMÁGENES Con una perspectiva crítica y original, Mraz analiza las imágenes creadas desde la invasión estadounidense hasta las manifestaciones determinantes hoy día. A través de la litografía, el daguerrotipo, las tarjetas de visita, la fotografía, la cinematografía, las revistas ilustradas, las historias gráficas y el fotoperiodismo, este libro da cuenta del proceso de formación de nuestra identidad nacional, construida desde la imagen. *John Mraz

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Revista-Libro

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EL ARTE DE GABRIEL FIGUEROA En esta monografía, la primera que se hizo sobre tan importante fotógrafo, Gabriel Figueroa habla de su trayectoria profesional y de sus intereses políticos, de sus invenciones y pasiones, mientras que otros autores sugieren algunas de sus principales influencias y recorren sus pasos hasta verlo convertido en forjador de una imagen de México. *Gabriel Figueroa

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Artes de MĂŠxico

33 artesdemexico.com


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Todo ángel es terrible José Antonio Martínez

Especializada en Fotografía Contemporanea desde 2009 actualmente Patricia Conde Galería es la única galería Mexicana que promueve prácticas fotográficas visítanos en: https://www.patriciaconde.online Calle General Juan Cano 68, CDMX 11850 +52 555 290 6345 & 46 35


MÁS BOSQUE PARA MÁS PERSONAS Visita el Museo Casa Presidencial Lázaro Cárdenas y conoce la vida, obra y legado del General Cárdenas, el presidente que impulsó la modernización de nuestro país. Es el primer recinto de nueva creación que forma parte del Proyecto Prioritario Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura. Entrada libre І Martes a domingo, 10 a 17 h

Parque Lira s/n, Bosque de Chapultepec 1.a sección, Ciudad de México.

Proyecto

CHAPULTEPEC NATURALEZA Y CULTURA

36 chapultepec.cultura.gob.mx


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