16 Salones Regionales de Artistas, Zona Oriente. Muestra individual de Estefanía García Pineda.

Page 1

EstefanĂ­a GarcĂ­a Pineda Latitud cerro matoso


Juan Manuel Santos Calderón

Ministra de Cultura Mariana Garcés Córdoba

Viceministra de Cultura Zulia Mena García

Secretario General Enzo Rafael Ariza Ayala

salonesdeartistas.com 16 Salones Regionales de Artistas

Presidente de la República

Directora de Artes Guiomar Acevedo Gómez

Asesor Artes Visuales Andrés Gaitán Tobar

Área de Artes Visuales Laura Sofía Arbeláez Vargas María Victoria Benedetti Naar Diana Andrea Camacho Salgado Ángela María Montoya Rodríguez

Diseño y Diagramación

Ganador de la convocatoria de los XVI Salones Regionales de Artistas (16SRA) Muestras Individuales Zona Centro-Occidente Estefanía García

ISBN 978-958-753-267-8

Agradecimientos Agradezco principalmente a mis padres, por tantas imágenes e historias y por construir este proyecto junto a mí. A Ricardo Arcos Palma y a Oscar Trujillo por sentir y apoyar este proyecto. Laura Sofía Arbeláez y a Manuela López Amezquita por su gestión, apoyo y acompañamiento. A Nicolás Correa Henao y Andrés Medina por su colaboración; al Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura y a la Alianza Francesa de Manizales por apoyar los procesos artísticos y sociales.



Latitud Cerro Matoso nace a partir de una experiencia vivida por mi familia y por mí en el año 1994: el desplazamiento de mi pueblo natal Montelíbano ubicado en el departamento de Córdoba cerca de la minas de níquel cerro matoso, donde trabajaba mi padre, a la ciudad de Manizales, Caldas donde vivía la familia de mi madre. El proyecto cuenta con tres partes la primera trabajada desde la memoria colectiva de mis padres, la segunda desde mi memoria personal y la tercera a partir de la memoria personal, colectiva, e histórica del pueblo; al que regrese a finales de agosto de 2017 después de 23 años.

Estefanía García Pineda

1. Cerro Matoso - testimonio de mis padres, 2017. Video, 14:56 min.

4

“Mi esposo y yo vivíamos en una ciudad del interior del país y un día haciendo una visita, un conocido del papá de él, le dijo que había un puesto en Cerro Matoso en seguridad; y debido al desempleo pues él lo acepto, primero se fue él, a


16 Salones Regionales de Artistas

veces atacados violentamente por la guerrilla, tengo entendido, hiriendo varios policías y creo que hasta hubo muertos. Estos sucesos eran nuevos para nosotros, ya que llegábamos de una ciudad tranquila y nos vimos amenazados, empezamos a manejar temores, porqué el común de la población comentaba que el orden público estaba delicado. Transcurrían así los días con los comentarios de cuantas bajas a guerrilleros y hasta describían los cadáveres, donde narraban su fisonomía, cuantas lesiones tenían, posiblemente si era conocido y todo lo relacionado con el suceso. Con el tiempo aminoraron las bajas, pero ya había consecuencias, porque la situación económica del común del pueblo se veía afectada. Recordando cómo era la región o el pueblo, había gente que llegaba de muchas partes y había mucha pobreza, por lo que las personas que trabajaban en cerro matoso o en empresas oficiales o privadas, casi todas también dependientes de Cerro Matoso, porque eran empresas que normalmente le prestaban servicios a esta empresa, o pues aprovechaban la afluencia de gente a la región, para prestar sus servicios o vender sus productos; las personas que no estaban trabajando dentro de estas empresas, pues la situación económica pues lógicamente era bastante difícil. Ya que se presentaba el comercio informal y como de esto vivía la mayoría de la gente, no podían salir a los pueblos más cercanos a traer su mercancía, entonces todo era más costoso y los productos eran más escasos; por eso se privaban de salir, porque les daba miedo, decían que en las carreteras y más que todo ahí de la salida del pueblo a la principal, podrían llegar grupos armados y los despojaban

Centro-Occidente

los cuatro meses me fui yo, viajamos un primero de mayo del año noventa. A mediado de los noventa llegue a Montelíbano Córdoba, a trabajar como supervisor de vigilancia en Cerro Matoso; Cerro Matoso es una multinacional que extrae ferro níquel, a nivel mundial, tiene minas en varios países, en Colombia pues las tiene en Montelíbano Córdoba. Mi esposo iba a trabajar en Cerro Matoso en seguridad, llegamos y nos pareció el pueblo como caliente, la infraestructura muy rudimentaria, pero como pues estábamos desempleados, se aceptó eso y allá nos quedamos. En ese entonces en la región, había enfrentamiento entre la guerrilla y el ejército, y recuerdo que en la semana siguiente a mí llegada, en el camión del ejército trajeron al complejo, el cadáver de un soldado que había muerto, en enfrentamiento con la guerrilla, unas horas antes. A los dos días de haber llegado, escuchamos que habían subido varios guerrilleros al pueblo, que les habían dado de baja en combate, pues eso nos asustó mucho, porque esa época pues era como de plena violencia y más por esos lados, donde habían enfrentamientos entre, paramilitares, guerrilleros, y civiles. El esquema de seguridad era muy compacto, con unos diez puestos de vigilancia en el complejo, además de la patrulla del jefe de turno, y la patrulla de los escoltas, había un cuartel de la policía de unos cuarenta hombres, que realizaban patrullajes internos; también en la zona a los alrededores había una unidad móvil o brigada móvil del ejército, todo esto porqué la zona era considerada zona roja. En los pueblos cercanos recuerdo, como Puerto Libertadores y La Apartada, fueron varias

5


6

del dinero y hasta los podían matar. En la parte socioeconómica, las personas que no tenían un empleo fijo, ya fuera con Cerro Matoso u otras compañías, o un negocio propio, tenían mucha dificultad en generar ingresos, puesto que, conseguir empleo o tener acceso a buenos ingresos era bastante difícil. ¿Por qué a pesar de las regalías que recibía Cerro Matoso, había tanta pobreza en el pueblo y en los pueblo aledaños? solo se generaba empleo para oficios varios en la casa de los obreros y empleados de Cerro Matoso, donde les pagaban una poquedad a las personas más humildes del pueblo, pero que eso para ellas era dinero, porque era lo único que podían percibir. Sueldos hasta por debajo del mínimo y muchas veces sin prestaciones sociales. Igual nos afectaba a nosotros la economía, pues éramos tres miembros en la familia y pronto entre en periodo de gestación, lo cual afecto mi estabilidad emocional, porqué yo veía como era la economía del pueblo, la salubridad, como era el agua. La infraestructura de servicios de acueducto y alcantarillado era deficiente, por lo que el agua de la llave no se podía consumir directamente para beberla, por que no era bien tratada, esa agua había que hervirla muy bien o preferiblemente comprar agua ya tratada en bolsa. A los pocos días de haber llegado, se empezó a quebrantar mi salud perdiendo peso rápidamente, sentía unos dolores abdominales fuertes y pues más que todo tenía que ver cuando me tomaba el agua; también habían aguas negras que pasaban por el lado de los andenes de las casas, que expedían olores fuertes, el agua llegaba muy a menudo con larvas, había propagación de insectos como el sancudo que al picar dejaban la huella en la piel.

En algunos barrios las aguas residuales salían directamente a la calle, a unas canaletas que levantaban malos olores y mosquitos; había paludismo en la región y se presentaban muchos problemas de alergias en la piel y también muchos problemas de parásitos en los niños. Sé que en cuatro años que vivimos allá, en tres ocasiones pasaron fumigando por las calles debido a tanto sancudo, porque ellos se crían en esas aguas negras y por eso pues ya llevaban la contaminación; era casual que lo hicieran después de también tres inundaciones que hubo en el pueblo, donde las tejas se volaban, dejaban las casas al descubierto, se llenaba toda la casa hasta la mitad de la pared de agua y para sacar esa agua era muy difícil, y con dos niñas pues yo las tenía encima de unas sillas, “no se bajen, quédense ahí mientras sacamos toda esta agua” que sacar un agua de una casa donde prácticamente era una piscina, hasta donde llegaban las tablas de la cama, era muy difícil porqué entraba con mucho pantano, ya que la casa quedaba a dos cuadras del rio, y cuando había creciente, pues se subía todo lo del rio y llegaba hasta la casa. Lluvias intensas en algunas épocas del año, con brisas fuertes, o ráfagas de viento que a veces destechaban las casas, e inundaciones que periódicamente se daban en el pueblo por el rio San Jorge. También llego el tiempo en que se debieron hacer trabajos de acueducto y alcantarillado, pues época en que también vivimos privados del agua y había que transportala de pozos muy lejanos, pero era difícil porque pues era agua también un poco contaminada, que había que hervirla antes de usarla y pasarla por un colador. Posteriormente escuche, la huella que dejo esto en la salud de la


Roberto García y Beatriz Pineda. Padres

16 Salones Regionales de Artistas

como psicológico, por el clima, por los temores, por la violencia, por la falta de salubridad, por la alimentación. Recuerdo que ya por la violencia, por la cultura del pueblo, muy diferente a la cultura de la gente del interior del país, pensando ya en la educación de nuestras hijas y también por la enfermedad de mi esposa, el estrés de mi esposa, por varias situaciones que se presentaban. A raíz de la violencia, de la contaminación de las aguas, de todo lo que aspirábamos en el mismo ambiente de las minas de ferro níquel; porque yo sabía que allá habían montañas de escoria, que pues con los vientos, tenían que mover el ripio del ferro níquel y eso lo aspirábamos; igual cuando llovía, pues esos desechos se iban a los ríos y eso llegaba en el agua y eso era lo que nos estaba afectando. Por tanto tomamos la decisión mi esposo y yo de volver a mi tierra natal, donde no nos ofrecía de pronto mucha economía, pero si íbamos a tener salud física y mental. Pensar que no era un buen ambiente para criar hijos, entonces cuando las niñas estaban más o menos de cuatro y cinco años aproximadamente, decidimos más bien salir de la región. Concluimos que la salud física y mental era importantísima para nosotros y para todo ser humano, pues la inseguridad, el agua, el clima, y la contaminación del ferro níquel, nos había afectado la salud tanto, que fue urgente tomar esa decisión y ahí fue donde nos desplazamos, en busca de nuevos horizontes, llenos de expectativas, y con dos hijas a quien educar y alimentar; esto sucedió nuestro regreso en un enero de 1994”.

Centro-Occidente

población; se empezó a escuchar sobre la contaminación del níquel y las consecuencias para la salud humana, para mí no era nuevo puesto que a los pocos de días de haber llegado, se empezó a quebrantar mi salud, perdiendo peso rápidamente, y yo le echaba la culpa pues, al agua, a la contaminación, porqué empecé a perder peso y a sentir de pronto dolores abdominales que yo antes no los sentía. En cuanto a la parte de la salud, en la región adyacente al complejo Cerro Matoso, se han presentado problemas de salud en las personas en general, sobre todo de piel, vías respiratorias, y en estos últimos años en noticias escuche, que hasta había casos de malformaciones en recién nacidos. Llegaron de pronto días tranquilos, a pesar de la enfermedad empecé a tomar medicamentos, me mantenía, pero volvía y caía como en los dolores fuertes de esta contaminación. Se recrudeció otra vez la violencia en los pueblos aledaños, con los ataques a los civiles y a la policía, incluso en frente de mi puerta le dieron de baja a un exguerrillero, del cual nunca se supo quién lo mato; quizá yo si supe quien fue, pero como pertenecía a la policía, pues, yo me quede callada porqué pues, yo solo escuche la voz, yo no lo vi, escuche la voz diciendo que se había encartado, que porqué había matado esa persona; yo solo escuche la voz, nunca lo vi, por eso me pareció complicado en algún momento haber dicho que sí que había sido él. El ejército y la guerrilla se enfrentaban en la zona rural, también se sabía de la presencia paramilitar. Volviendo a tocar el tema de la salud, tanto las niñas como yo, nos vimos afectadas, muy afectadas tanto a nivel físico

7


Parte 1

Latitud Cerro Matoso: Hacia una geografía Corporal del conflicto

“Yo viajo para conocer mi Propia geografía”.

2. Huellas plantares de nacimiento , 1991.

3. Registro civil de nacimiento, 1991.

8

4. Cédula de ciudadanía, 2009

Palabras de un “alienado” mental. Es conocido el conflicto existente desde que las multinacionales llegaron con sus máquinas a extraer las riquezas del subsuelo en el país. La miseria, la explotación social, el nefasto impacto ecológico, la violación sistemática de los derechos laborales y de los derechos humanos, son tan solo algunos de los “beneficios” que han traído consigo las multinacionales al país. Córdoba en monte Líbano donde se instaló la multinacional australiana South 32 cuya empresa subsidiaria es la compañía Cerro Matoso, es el punto de reflexión plástica de la obra de la artista Estefanía García Pineda. La obra, expuesta en las salas de l’Alliance Colombo-Française de Manizales-Caldas, está articulada por una historia personal; la historia familiar de la artista, que como la mayoría de colombianos llegaron a trabajar a esas empresas, por faltas de oportunidades en otras regiones del país. La empresa explotadora de níquel entre otros metales, nunca pagó regalías al estado, ni muchos menos a sus empleados sueldos dignos. Es decir que la multinacional no se contentó con explotar nuestro subsuelo sino también al trabajador. En un fragmento video de la obra, la artista


16 Salones Regionales de Artistas Centro-Occidente 5. Tejido cartográfico, 2017. Gasa médica, cabello hilado y fragmento de níquel.

da voz a sus padres quienes fueron trabajadores en esa empresa, mientras ella escuchando esos relatos, se escribe en una de sus manos con su propio cabello, como si fuera hilo quirúrgico la palabra Cerro Matoso, como insistiendo que ese lugar que más se parecería al infierno dantesco, ya estaba inscrito en su propio cuerpo desde que ella nació. Sus relatos son verdaderamente conmovedores y se convierten en un testimonio de una herida, aún abierta, que muchos trabajadores han padecido a causa de estas multinacionales. Relatos de vida de sus padres, que podrían ser la de todos los trabajadores de estas empresas, que dentro de la precariedad, lograban sobrevivir; estos se articulan con piezas que hablan del desplazamiento, como pedazos de ferró-niquel. Todo esto dentro del conflicto armado donde paramilitares, militares y guerrilla, comprometían la estabilidad de la familia, que ya tenía dos hijas entre ellas la artista misma. Es por este contexto violento e insalubre

6. Tejido cartográfico, 2017. Gasa médica, cabello hilado y fragmento de níquel.

7. Del proyecto Latitud Cerro Matoso, 2017. Ensamblaje: radiografia de cráneo frontal y segundo molar.

9


8. Del proyecto Latitud Cerro Matoso, 2017. Ensamblaje: radiografia de cráneo de perfil y segundo molar.

9. Del proyecto Latitud Cerro Matoso, 2017. Ensamblaje: Tierra, torso en aleación plomo estaño y molar.

10

por la contaminación, de los primeros cuatro años de Estefanía y su hermana, que la familia decide abandonar la región y volver al eje cafetero donde así no hubiese una estabilidad laboral, al menos habría más tranquilidad y menos contaminación. Era enero de 1994 cuando la familia se instala de nuevo en Manizales. La obra es un gran autorretrato donde radiografías del cráneo de la artista, dientes, tierra, níquel, copias de actas de nacimiento, gasas, huellas de sus pies como testimonio de su nacimien-


10. Aquí estamos, 2017. Performance. Duración: 2 horas

16 Salones Regionales de Artistas

esa narración plástica, donde la palabra y el cuerpo de sus padres, el cuerpo de la artista y sus huellas que vuelven a insistir en el vínculo entre arte y ciencia, arte y política. En suma Estefanía García Pineda es un artista que ha logrado incursionar con fuerza en este complejo mundo del arte contemporáneo con una obra que sin duda seguirá dando de qué hablar, más aún en un contexto del post-acuerdo, donde el conflicto social y político se agudizará en un ambiente democrático, esperemos todos, hasta que encontremos la tan anhelada justicia social.

Centro-Occidente

to, video con testimonios de los padres, conforman una relato extremadamente contundente, que sitúa la obra de esta joven artista en un camino prometedor, donde ya podemos incluirla dentro lo que he llamado los otros realistas, donde la relación entre arte y política logra abrir un terreno de reflexión sobre nuestro contexto, sobre todo hoy donde el asunto de la minería sigue siendo el problema crucial de poder entender buenas partes del conflicto social en el país. El día de la inauguración la artista se sentó con sus padres en el mismo espacio de la exposición sobre un banco en blanco: el suelo estaba cubierto de tierra, insistiendo sobre el problema de la tierra en el país, origen de todos los conflictos sociales. Los espectadores se confrontaron a

Ricardo Arcos-Palma Crítico de arte y de la cultura PhD en artes y ciencias del arte

11


Parte 2

Desplazamientos y transiciones

La fuerza de lo simbólico es una constante en la obra de Estefanía García Pineda, objetos, atavíos y adminículos de las más variadas procedencias que al apropiárselos como partículas de su historia, hace que se conviertan en parte de su exploración artística.

11. Desplazamientos y transiciones, 2017. Performance. Duración 2 horas

12

Para su performance más reciente, se elaboró con gasa médica un sencillo y discreto vestido, recostó bocabajo su cuerpo en una camilla médica, y entró en un profundo trance meditativo, para alejarse del dolor físico que le suponía la creación de un tatuaje en la planta de su pie derecho; el motivo elegido, el desplazamiento entre Montelíbano - Córdoba y Manizales, realizado por ella y su familia en 1994 cuando aún era una niña, a causa de la violencia y la contaminación. En esta etapa particular de la obra, su


16 Salones Regionales de Artistas Centro-Occidente

exploración tiene como centro su memoria personal, su propia relación con las imágenes que confusamente vuelan en sus recuerdos; además realiza el recorrido de vuelta hacia su pueblo natal, al que no había regresado desde hace 23 años cuando ella y su familia salieron de allí. La acción realizada mientras ella meditaba profundamente, le confiere un halo catártico, una íntima manera de transformar las vivencias de su primera infancia, una abstracción de su YO marcado por el desplazamiento desde una zona, a su vez, marcada por el conflicto armado. En la memoria personal los hechos del pasado se van borrando paulatinamente, el re-conocimiento de los hechos van quedando relegados con el paso del tiempo, van desapareciendo los testimonios de sí mismos, de la misma manera que un 13. Desplazamientos y transiciones, 2017. Performance. Duración 2 horas

tatuaje inscrito en la planta de los pies, se va desvaneciendo con el recorrido, con el camino. Convertir en obra de arte, los más íntimos y recónditos recuerdos son atributos de esta obra. El artífice del tatuaje con vestimenta totalmente negra, contrastaba definitivamente con la performer y con el espacio, la Sala Boris Vian de la Alianza Francesa de Manizales. La acción performática constituye la segunda parte de la obra -Latitud Cerro Matoso. En la que la artista ha venido trabajando durante el último año.

Oscar Trujillo Zuluaga Escritor 12. Desplazamientos y transiciones, 2017. Performance. Duración 2 horas

13


Parte 3

Latitud Cerro Matoso: Testimonios Desterrados Regreso a casa

El 18 de agosto de 2017 comencé un viaje de regreso a “casa”, hace 23 años que mi familia y yo nos desplazamos de ese lugar, un pueblo llamado Montelíbano ubicado en el Departamento de Córdoba – Colombia, a 13 horas del lugar donde vivo con mis padres Manizales-Caldas. Salí de mi lugar de residencia con una cartografía, que había hecho mi madre para mí, donde ubicaba la casa en la cual habíamos vivido, ya que ni ella ni mi padre recordaban la dirección exacta. El bus me dejó en La apartada a 20 minutos del pueblo, allí comí algo y tome un colectivo hacia Montelíbano; en el colectivo iban 4 personas más, quienes iban comentando la situación con electricaribe y las empresas mineras que desangraban la región, aunque los

comentarios eran cautelosos. Dentro de este grupo había un señor llamado Jaime, cuyo rasgo más particular eran los grandes anillos de oro que portaba en las dos manos; él se ofreció a acompañarme los días siguientes a mi llegada. Le dije al colectivo que me dejara en la tienda de Gallón en el barrio loma fresca, donde me recomendó mi madre que llegara; cuando entre a preguntar por él, una señora se queda asustada y me contesta que hace 14 años murió, ella era su esposa; la señora no recordaba a mis padres y cuando vio que traía cámara me dice que es mejor que la guarde que allí no se puede grabar y filmar “tú sabes porque” puntualiza.

15. Registro de viaje

14 14. Juan mi hermana y yo, 2015, dibujo.

El segundo día me vi con el señor Jaime para ir a buscar la casa, comenzamos a preguntar por doña Placida y Juan su hijo; juan era el abuelo adoptivo de mi hermana y mío, cuando éramos niñas, nos llevaba a pasear nos daba dulces y era bastante afectivo; ellos arrendaban la casa a mis padres. En la búsqueda nos encontramos con un adulto mayor quien


16. Registro de viaje

17. Registro de viaje

16 Salones Regionales de Artistas 18. Registro de viaje

Centro-Occidente

nos dijo que su apellido era villorína le agradecimos y continuamos el recorrido, nos encontramos luego a una muchacha llamada Felicia a quien preguntamos si sabía algo de la señora placida Villorína, ella se puso fría y se asustó, dijo que era su abuela que había muerto hace más de 20 años; cuando pregunte por Juan me dijo que había muerto hace 17 años; yo me quede fría porque quería ver al “abuelo” Juan. Le conté a Felicia que había nacido y crecido allí, que volvía al pueblo a recoger mis memorias, a volver a casa; ella me dijo que su familia era propietaria de bastantes casas en el pueblo, por lo cual me pidió una descripción detallada de la casa para poder ubicarme, le mostré el mapa que me había hecho mi madre y le describí la casa como mi madre me la describió: “Una casa grande con ventanas de madera y portones cafés, cada portón con ladrillos ahuecados a modo de lucetas” Felicia se rio y me dijo que había muchas casas así, pero que creía

saber cuál era la casa en donde vivía mi familia y se ofreció a llevarme inmediatamente, y nos dirigimos hacia allá. Cuando llegamos me di cuenta que la casa se encuentra abandonada, el lugar donde quedaban las puertas esta sellado con ladrillos grises, la casa tiene un fuerte olor a bazuco al interior y está habitada actualmente por palomas. Felicia contaba “tenemos un familiar que esta enfermito y él se encargó de destruir la casa” pues allí se encontraba habitando un primo en condición de habitante de calle, que estaba trayendo muchos problemas a la familia, tuvieron que sellar la casa y trasladarlo a una casa más pequeña que quedaba a la vuelta. Mi primera impresión al ver la casa fue de asombro pues cada detalle en su fachada y lo poco que pude observar del interior, estaba llena de historias; luego fue de tristeza por no poder entrar, por perder el origen, la memoria. Felicia se despidió quedando de vernos los días siguientes para visitar a la familia Villorina que era bastante. Jaime y yo nos quedamos tomando registro fotográfico de la casa. 15


Minas de níquel de Cerro Matoso

La visita que siguió unos días después, fue a las minas de níquel de Cerro Matoso, mi padre trabajo allí de 1990 a 1994 como supervisor de vigilancia; mi amigo Jaime no pudo acompañarme ese día, me advirtió que no fuera sola a ese lugar y menos a tomar fotografías o video. Hablar de Cerro Matoso en la región parece ser un tema álgido, pues la gente evita opinar al respecto. Después de hablar con varias motos taxistas para que me llevaran a las minas y de regreso a Montelíbano, uno accedió; en la carretera que comunica al pueblo con las minas, se encuentran ubicadas muchas torres de energía eléctrica, pues cerro matoso gasta energía desproporcional a la hora de procesar el ferroníquel. En la vía pasaban a raudales volquetas y camiones cargados, provenientes de las minas, pues cabe resaltar que además de las minas de níquel hay otras dos minas cercanas: en

19. Registro de viaje

16

20. Registro de viaje

puerto libertador-córdoba una de carbón llamada Carbones del Caribe y otra de cobre, plata, y oro, llamada el Alacrán. En la carretera resalta un aviso de una base militar llamada el roble, además en la zona se ven pasando constantemente unas camionetas blancas grandes que son parte de la seguridad de cerro matoso y también custodian a montelíbano, según me contaron personas que fui conociendo; los antiguos paramilitares ahora bandas criminales pululan pero eso es tema prohibido de eso no se habla, el suspenso se respira en la región, es un poco extraño ver tantos grupos “cuidando” un pueblo con una economía tan precaria para la mayoría de sus nativos. Al llegar a la entrada de las minas, entre la cantidad de señalizaciones una particular resalta: “Bienvenidos a cerro matoso, una empresa segura” Cuando


16 Salones Regionales de Artistas Centro-Occidente

vi el letrero se me vinieron a la cabeza las aguas contaminadas, la tierra muerta, la gente enferma, la pobreza, falta de pago de regalías etc. le dije al moto taxista que se detuviera, los alrededores se veían desolados de personas, baje rápidamente a tomar una fotografía del llamativo aviso, de repente y de la nada aparece una camioneta blanca de las mismas que rondan el pueblo y las carreteras, comienzan a gritarme: ¡ ey usted que hace aquí, porqué está tomando fotos, acérquese ey! un frio se apodero de mí y mientras me acercaba a paso lento a la camioneta iba pensando en lo que había planeado decir, pues, sabía que existía el riesgo de que me pararan a preguntar quien era yo, y que hacia allí, entonces dije: “he

donde me estaba quedando, de donde venía, que hacía, absolutamente todo lo anotaba sin pasar detalles; me sentí amenazada y vulnerable, me pregunto cómo se llamaba mi padre y cuando le conteste le cambió el semblante ¡no joda niña tu eres la hija de Rogafo, me hiciste colocar la piel de gallina! ¡Yo me acuerdo de ti cuando corrías en pañales, no puedo creer esto!; Rogafo le decían a mi padre ya que el firma así, con las iniciales de su nombre y apellidos, yo empecé a reírme nerviosamente, no sabía si eso era malo o bueno para ellos; resulto que el señor de la camioneta conoció a mi papa hace 25 años, cuando mi papa trabajaba en Cerro Matoso; después de hablar un rato con el señor y notar que apreció bastante a mi padre le dije que quería entrar a las minas, pero no fue posible, así que él me dijo que lo esperara y apareció con una manotada de níquel; me anoto su número y me dijo que se lo diera a mi padre que podía irme tranquila. La intranquilidad no se puede ver pero la sentía toda, conociendo tantas personas tan enfermas que hay en la región, recordando la enfermedad estomacal que mi madre comenzó a sufrir en la época y que todavía sufre, viendo la desigualdad social y la contaminación que a menor escala que en la época que vivíamos allí pero que es bastante según cuentan los pobladores.

21. Registro de viaje

llegado al pueblo ya que he nacido aquí, estoy tomando fotografías para enviar a mis padres y estoy en la mina porque mi padre trabajó aquí” lo dije con una voz bastante temblorosa y pausada; uno de los dos señores comenzó a anotar lo que decía en una libreta y a hacerme preguntas, entre tantas mi nombre completo,

17


Cementerio

Al cementerio me acompaño Yenis la hermana menor de Felicia; al llegar había dos sepultureros sentados en la entrada, lo primero que hice fue ir a visitar la tumba del “abuelo” Juan luego la tumba de doña placida su madre.

22. Registro de viaje

Los cementerios son parte importante de la memoria de cualquier población. Le pregunte a Yenis donde se encontraban los N.N, me contesto que hay muchos, primero me llevo donde los que están adoptados en fosas independientes y luego me llevo a la fosa común; en montelíbano hay muchos N.N algunos adoptados tienen su propia tumba y el resto están en la fosa común.

18

En la fosa común no caben más inquilinos, hay muchos huesos a la deriva entre ellos una tibia que aun lleva puesta una media de lana negra muy bien conservada; fuera de la fosa hay cráneos

23. Registro de viaje


16 Salones Regionales de Artistas Centro-Occidente 24. Registro de viaje

y huesos regados, algunos esqueletos dentro de bolsas rojas. Sumando los que hay en fosas clandestinas. Saliendo del cementerio Yenis se sienta en un escalón a conversar e intercambiar pensamientos con los sepultureros, toda la conversación giró en torno a la muerte, a quienes deberían matar del pueblo según

25. Registro de viaje

26. Registro de viaje

ellos, porque no les gusta su estilo de vida, me causo escozor escucharlos; es un pensamiento generalizado el de allí creen que es bueno que hayan grupos que tomen la vida de otro o que hagan “justicia” por manos propias. Ese día decidí irme nuevamente del pueblo.

Estefanía García Pineda

19


Estefanía García Pineda

Latitud Cerro Matoso. Alianza Francesa de Manizales. Noviembre 9 al 30 de 2017.

5

3

6

7

2 4 8

1

11

10

20

Texto de presentación

Parte 2: Desplazamientos y transiciones

Parte 3: Testimonios desterrados

Parte 1: Hacia una geografía corporal del conflicto

9


16 Salones Regionales de Artistas

Tejidos

Gasa médica, cabello hilado y fragmento de níquel. 2017

Del Proyecto Latitud Cerro Matoso

Ensamblaje: Tierra, torso en aleación plomo y estaño, molar. 2017

Cerro Matoso – Testimonio de mis padres

Parte 2. Desplazamientos y transiciones

Centro-Occidente

Parte 1. Latitud Cerro Matoso: Hacia una geografía corporal del conflicto

Registro de performance

Camilla médica, vestido de gasa médica, fotografías. 2017

Video, 14:56 min. 2017

Lo que nos queda

Objetos conservados: níquel, prenda en lana de bebé, fotografías, documentos familiares.

Registro civil de nacimiento 1991

Huellas Plantares de nacimiento 1991

Cédula de ciudadanía 2009

Del proyecto Latitud Cerro Matoso

Ensamblajes: radiografias de cráneo y segundos molares 2017

Parte 3. Latitud Cerro Matoso: Testimonios desterrados Regreso a Montelíbano Fotografías 2017

Testimonios desterrados Esculturas de tierra 2017

21


Estefanía García Pineda

estefaniagarciapineda@hotmail.com

Nace en Montelíbano, un pueblo ubicado en el departamento de Córdoba-Colombia cerca de las minas de níquel de Cerro Matoso, donde trabajaba su padre, en 1991; allí habita sus primeros 4 años de vida, pues, su familia se desplaza hacia la ciudad de Manizales a causa de la violencia y la contaminación. Maestra en Artes Plásticas Universidad de Caldas (2016), Beca de pasantía “Política antidroga en tiempos de posconflicto” en la Universidad Nacional de Colombia Bogotá D.C, en convenio con el Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura año (2016). Semillero de investigación “El dibujo como límite en el espacio mental” Universidad de Caldas (2015-2016). Segundo puesto categoría Universitaria en el IV Concurso Nacional de Dibujo “Reconcili-ARTE, Llevado a cabo en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá (2014). Artista y curadora independiente. Actualmente desarrolla la beca de muestra individual del 16 Salón Regional de Artistas, zona centro occidente, con el

22

proyecto “Latitud Cerro Matoso” proyecto que también fue seleccionado para hacer parte del año Colombia-Francia, por la Alianza Francesa de Manizales; es Directora del proyecto curatorial “Taxonomía de una olla”. Ha participado en diversas exposiciones a nivel nacional. Su indagación Parte de situaciones económicas, políticas sociales y culturales que devienen del conflicto colombiano y que ha vivido personalmente; generando desde poéticas artísticas, cuestionamientos de la realidad social del país. Maestra en Artes Plásticas Universidad de Caldas. Beca de pasantía “Política antidroga en tiempos de posconflicto” en la Universidad Nacional de Colombia Bogotá D.C en convenio con Mincultura. Artista y curadora independiente. Actualmente desarrolla la beca de muestra individual del 16 Salón Regional de Artistas zona cetro occidente con el proyecto “Latitud Cerro Matoso”. Directora del proyecto curatorial “Taxonomía de una olla”. Su indagación Parte de situaciones económicas, políticas y culturales que devienen del conflicto colombiano y que ha vivido personalmente.


Región Sur

Región Pacífico

Región Orinoco Amazonía

Región Oriente

Región Centro Occidente

Lucía González Gaitán, Al mar nada le pesa.

Región Centro

Daniel Poveda, Trilogía Dafen. Centro-Occidente

Breyner Huertas Rendón, El tigre y el misionero.

Gabriel Rojas Manjarrez, ¡Viva cachacero!.

Nicolás Cadavid Cáceres, El canalla.

Estefanía García Pineda, Latitud cerro matoso.

Sebastián Fonnegra Trujillo, Hope.

Alexa Cuesta Flórez, Posbocetos críticos.

Zonas

Región Caribe

Becas para la realización de exposiciones individuales

16 Salones Regionales de Artistas

23

16 Salones Regionales de Artistas

Alianza Francesa de Manizales. Cl. 61a #24-36, Manizales. 09 · 11 · 17 30 · 11 · 17

exhibición de la muestra LATITUD CERRO MATOSO.

Lugar y fecha


16 Salones Regionales de Artistas Muestras Individuales GuĂ­a de sala

CentroOccidente


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.