Bernardo Cardarelli

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Este Maestro español noventaiochista concebía tres perspectivas de observación del individuo humano -en especial de sus coterráneos, pero aplicable a toda la especie-, equivalentes a tres actitudes físicas. De rodillas se tiene una visión que engrandece al observado, transformándolo en un héroe épico. De pie ambos protagonistas comparten el plano, configurando una comprensión igualitaria de esencia trágica. Desde una altura los personajes se ven como seres ridículos, grotescos, deformados: esperpentos. Para este autor, el esperpento es una técnica de deformación, de distorsión de la realidad, de contrastes que apuntan al humor irónico, a la degradación de los personajes, que en su ridiculez viven una tragedia.

Habida cuenta de esta óptica personal, pero tomando el punto de vista de un espectador medio, sería por demás interesante dirimir los requisitos sine qua non para construir el concepto de retrato. Las facciones de un rostro, su expresión, la intención de la mirada, la inclinación del rostro, el lenguaje corporal son insumos válidos. ¿Una caricatura vale como retrato? Sin duda, puesto que en pocos trazos se esboza la esencia de un individuo prescindiendo de textos. ¿Un boceto? Igualmente, incluso trazado en forma laxa, en tanto sea reconocible como persona en particular o como naturaleza humana en general. El retrato en todas sus versiones puede entonces omitir detalles, textos, rasgos físicos y evidenciar sin embargo la personalidad de un individuo aun anónimo. Buenos recursos serían en tal caso el color, la dinámica de las líneas y su valorización, la intensidad expresiva, metáforas que alimentarán la imaginación del contemplador y le permitirán concluir un carácter -faceta sustancial a la percepción de alguien- a manera de lectura interpretativa de un texto. En el complejo dirimir lo esencial de un carácter,

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es habitual considerar que una persona se evidencia en lo que hace, piensa y siente, factores a veces contradictorios entre sí, paradoja o desdoblamiento que con humor describió el formidable Divito en una historieta de los años 40’. Sin duda es muy amplio el abanico de posibilidades a la hora de metaforizar una idiosincrasia a través de la forma, sin echar mano a recursos convencionales. Asimismo sería positivo, manteniendo la misma perspectiva del contemplador convencional, intentar delimitar la definición de escultura y pormenorizar en tal sentido el concepto de volumen. Tradicionalmente los escultores integraron como forma compositiva las oquedades surgidas por la lógica de los volúmenes, hasta que en el s. XX Henri Moore compuso sus obras proyectando espacios huecos como elementos formales en paridad de valor con los llenos. A partir del modernismo y en especial desde el dadaísmo, toda suerte de materiales adquirieron el derecho a incorporarse al repertorio de recursos de los escultores. Bernardo Cardarelli es un artista cuya creatividad se ha manifestado a través de múltiples recursos idóneos, desde la arquitectura –su profesión-, a las resoluciones sobre el plano o el espacio sobre el común denominador del uso de materiales pobres, en general de descarte del consumo, resignificándolos en planteos de notable creatividad. En la coherencia de su espontánea autenticidad, ha producido a lo largo

de años y en las variadas técnicas que equivalen a múltiples versiones de sí mismo, obras construidas con el espíritu inquieto del artista que responde a compulsión. En la presente muestra sus esculturas y sus dibujos desarrollan el tema del retrato, empujando su concepto hasta el punto de la disolución de sus límites y la reflexión sobre los mismos. Unas y otros, en ajustada coherencia formal, carecen de compacidad y se resuelven como líneas que gravitan enredándose y desenredándose en el espacio, delimitando contornos, sugiriendo volúmenes vacíos en un trazado vertiginoso. Sus retratos gráficos podrían calificarse como garabatos esperpénticos definidos en mínimos trazos, borroneados como dibujos infantiles a mano alzada. En su mayoría acabados en pocos colores restallantes y arbitrarios, se dirían esbozos violentos, con grafo recargado y de resolución emocional e instantánea. Sin correcciones, sin retroceso, como imágenes víctimas de agresiones, fácil es imaginar al artista en su caprichoso itinerario gráfico, utilizando el color a pura intuición y sin premeditación. Un retrato tras otro; secuencias rápidas de dibujos pasionales de enfática caligrafía. Sin embargo, la rapidez del acabado no impide la clasificación del carácter, sexo, indumentaria y actividad del representado, siempre anónimo, siempre estereotipado, a manera de ecos de los humanistas franceses del s. XVII y de la Generación del 98 española.


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Versiones gráficas e n el espacio, sus esculturas operan como transcripciones de igual vitalidad. El color, aplicado con énfasis en materiales textiles, dibuja volutas y caprichosos itinerarios espaciales definiendo cabezas que comunican sirviéndose de mecanismos similares a los gráficos, pero prescindiendo de pormenores y atendiendo al lenguaje corporal. Los rasgos faciales desaparecen para dar lugar a flexiones, inclinaciones asociadas a estados de ánimo, reflexiones, sentimientos quizá. De hecho, estas ingrávidas esculturas lineales son más expresionistas que los dibujos, donde la sátira o la caricaturización empujan la forma a grados teratológicos. Estos continentes vacíos pero dinámicos no son inquietantes como los dibujos, sino que a pesar de

los innúmeros alambres revestidos de fibras que viborean en aparente despropósito, trasuntan un sosiego que descansa sobre su apoyo de base, su relación atada a la superficie horizontal que remite irónicamente a los bustos en bronce o mármol de personajes ilustres. Si bien tomando en consideración el espíritu hilarante –asaz burlón- de los materiales serpenteantes en potencial contradicción con su solemnidad, su carácter esencial no dista de las esculturas de Daumier, identificándose ciertamente con el principio conceptual del teatro de Valle Inclán. Con procesos de elaboración contrapuestos en sus insumos temporales, dibujos y esculturas –celeridad y sosiego –son sin embargo expresión fiel de un arte pasional crítico, una visión descarnada pero sustancial del anónimo e incomunicado hombre contemporáneo, que de hecho mantiene con sus iguales de cualquier época una línea de continuidad, tam-

bién definida por un colega generacional de Valle Inclán, Miguel de Unamuno, como el sentimiento

trágico de la vida.


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BERNARDO CARDARELLI PERETTI – Montevideo 1974 www.bernardocardarelli.com 2005 Titulado Arquitecto (Facultad de Arquitectura – Uruguay) 2006 Licenciado en Artes Plásticas y Visuales (ENBA) DISTINCIONES 2010 Finalista Concurso Nacional de Pintura “Zonamerica”. Montevideo 2009 Primer Premio Concurso de Esculturas World Trade Center. Montevideo. PRINCIPALES MUESTRAS INDIVIDUALES 2013 Estadio Municipal de Colonia del Sacramento. Mural (2 m X 15 m) 2011 EAC (Espacio de Arte Contemporáneo) Intervención urbana. Montevideo. 2010 EAC (Espacio de Arte Contemporáneo) Sección DELITOS DE ARTE. Instalación. Montevideo. 2008 Sala Carlos Federico Sáez .Dibujos. Montevideo. 2007 MEC Proyecto Plataforma. Acción. Montevideo. 2006 ENBA. Sala M. A. Pareja. Instalación. Montevideo.

PRINCIPALES MUESTRAS COLECTIVAS 2017 Centro Cultural Gorlero. Mural. Punta del Este – Maldonado 2012 Museo Nacional de Artes Visuales. Textil. Montevideo. 2011 México DF. Bienal World Textil Art. Sala Carlos Federico Sáez. Croquis. Montevideo. 2010 Paseo del Sol. Ensamblaje. Colonia del Sacramento. 2009 Sala Carlos Federico Sáez. Esculturas en fibras vegetales. Montevideo. MAPI. 16° Encuentro Arte Textil. Instalación. Montevideo. 2008 Galería La pasionaria. CETU - Proyecto Casco Art - Montevideo. Instituto Goethe. Homenaje a Jorge Luís Borges. Libro de artista. Montevideo. MNAV. “Satélites de Amor”. Políticas de la afectividad. Montevideo. 2007 Instituto Goethe. CETU. Ensamblaje. Montevideo. 2006 Instituto Goethe. CETU. Homenaje a Ernesto Aroztegui. Montevideo.

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Ministro de Transporte y Obras Públicas: Sr.Víctor Rossi Subsecretario: Sr.Jorge Setelich Directora General: Dra. Alba Florio Curaduría y texto: María E. Yuguero Asistente de Curaduría: Gabriel Sosa Silva RRPP Complejo Cultural: Silvia Barbero Reginensi Realización de montaje: Dpto. Coordinación Mantenimiento Edilico Fotografía: Fefo Bouvier Diseño de catálogo, afiche y panel: Valentina Cheker (Universidad ORT)

Junio - Julio 2018 Rincón 575 P.B. Montevideo. Uruguay Tel: 2 915 83 33 int. 20015 - 20031 web: www.mtop.gub.uy/salasaez e-mail: salasaez@gmail.com


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