Viviendo Nuestra Fe Nº10

Page 1

ARZOBISPADO DE LIMA | JULIO 2013

VIVIENDO NUESTRA FE

SUBSIDIO PASTORAL DEL ARZOBISPADO DE LIMA | AÑO DE LA FE

# 10

Dar testimonio público de la fe En nuestra vida cristiana tenemos diversos momentos que nos llenan de alegría. Momentos en los que nos resulta connatural la vivencia de la fe: cuando rezamos o participamos en la Santa Misa, cuando realizamos una obra de caridad o apostolado. La vida cotidiana, sin embargo, nos presenta también muchas ocasiones que nos ponen a prueba. Son aquellos momentos donde no es tan sencillo mantener un testimonio claro y firme de aquello en lo que creemos. A veces es tan solo la rutina en la vivencia de la fe, o a veces son obstáculos externos, como la oposición de personas cercanas o las dificultades en el lugar donde trabajamos. También existen obstáculos internos, como por ejemplo la vergüenza frente al qué dirán los demás si manifestamos de modo visible nuestras convicciones religiosas y el temor de que nos pongan una etiqueta de cristianos cucufatos. Ciertamente estas pruebas no son algo nuevo, pues vemos en la historia de la Iglesia que los discípulos de Cristo han sido muchas veces objeto de burlas, escarnios e incluso persecuciones. Todos los cristianos experimentamos en algún momento, frente a estos retos, la necesidad de una fortaleza especial para poder dar un testimonio genuino de lo que creemos y vivimos. El apóstol San Pedro, por ejemplo, experimentó en su propia vida esta dificultad. Él negó tres veces al Señor en público en el momento crucial de la Pasión. Luego, sin embargo, no sólo afirmó tres veces su amor por el Señor ante los discípulos, sino que desafió a las autoridades judías diciendo que “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”(Hch 5,29) y fue capaz de seguir a Cristo incluso hasta el martirio.

bautizados en Cristo, estamos llamados no sólo a dar testimonio de la fe con nuestra vida, sino también a una proclamación más explícita del Evangelio de Cristo al mundo. El Papa Francisco afirmaba que la responsabilidad de dar testimonio público es para todos: «el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado. Cada uno debería preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir como cristiano, obedeciendo a Dios?»1. Recordemos, además, que el Sacramento de la Confirmación plenifica y perfecciona el don del Espíritu Santo que recibimos en el Bautismo, capacitándonos para ser testigos y apóstoles de Cristo con la palabra y con la vida. El Beato Juan Pablo II señaló en una ocasión que el «Espíritu Santo infunde en el hombre el valor necesario para profesar la fe en Cristo. Profesar esta fe significa (…) difundirla y defenderla por la palabra juntamente con las obras, como testigos coherentes y fieles»2. Ser discípulos de Cristo nos compromete a dar la cara por Cristo y a dar razón de nuestra esperanza (1 Pe 3,15) sin avergonzarnos jamás del Evangelio (Cf. 2 Tim 1,18). La adhesión auténtica y sincera al Señor Jesús siempre exigirá de nosotros una respuesta total. La vida de la Iglesia está llena de heroicos testimonios de hombres y mujeres que han sido capaces de seguir a Jesús, incluso hasta ofrecer la propia vida. A casi dos mil años de los primeros mártires cristianos, hoy siguen iluminando la vida de la Iglesia «numerosos cristianos que en este momento dan testimonio del nombre de Jesús incluso hasta el martirio»3.

La importancia del testimonio cristiano Mi propio testimonio público de la fe Es verdad, que en muchas ocasiones, el mejor apostolado que podemos hacer es el sencillo testimonio de una vida de fe coherente y comprometida. Predicar con el ejemplo es una forma hermosa de manifestar la presencia de Dios y su centralidad en nuestra vida. Sin embargo, como

La radicalidad de los grandes santos, y los hermosos testimonios de su adhesión a la fe nos hacen pensar en nuestra pequeñez y limitación. Quizás eso nos pueda hacer dudar del valor y significado de nuestro propio tes-

Encuentra más información en www.arzobispadodelima.org/annusfidei


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Viviendo Nuestra Fe Nº10 by Prensa Arzobispadodelima - Issuu