5 minute read
A. San Gregorio de Nisa
que denuncian algunos de esos males que aun aquejan a las víctimas del momento presente.
A. San Gregorio de Nisa
Advertisement
225. Este santo es conocido como un gran “antropólogo”, pues nadie como él para tratar la dignidad humana desde el momento de su creación. Interpretando el pasaje de Génesis 1, 26: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, concluye seis cosas.
226. En primer lugar, destaca que Dios antes de crear al hombre, deliberó sobre cómo y con qué objetivo crearlo. Deliberación no acaecida cuando creó el resto de creaturas. Nisa extasiado ante esta amorosa acción de Dios exclama: Todo lo discute de antemano la palabra, a fin de que el hombre recibiera su dignidad, más antigua que su nacimiento… ¡Oh maravilla! Es creado el sol, y no precede consejo alguno… Solo para la formación del hombre se prepara el Hacedor del universo con una deliberación, y dispone previamente la materia de la obra, y determina el ejemplar de belleza a que ha de asemejarse173. El ser humano es la única creatura hecha a imagen de Dios; y, por tanto, la única que participa de su dignidad: Por la semejanza que en sí lleva del rey del universo, fue levantada como una estatua viviente y participa de la dignidad y del nombre del original primero174. Invaluable don del que se desprende un segundo: la razón175: En cuanto imagen, tengo el ser racional, pero me hago a su semejanza cuando me hago cristiano176 .
173 San Gregorio de Nisa, “Sobre la creación del hombre”, n. 416. En: Restituto Sierra
Bravo, Doctrina Social y Económica de los Padres de la Iglesia. 174 Ibidem, n. 418. 175 San Gregorio de Nisa, “Sobre las palabras «Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestras»”, n. 419. En: Sierra Bravo, óp. cit. 176 Ibidem, n. 429.
227. Esto nos lleva a la segunda conclusión. El ser humano tiene la imagen de Dios en sí mismo, pero depende de su propia voluntad ser o no semejante a Dios. San Gregorio pregunta: ¿Ves donde nos propone el Señor la semejanza? Y responde proponiendo el estilo de vida cristiana: Aborrecer lo malo, no guardar rencor a nadie, olvidar la enemistad de ayer, amar a los hermanos, ser misericordioso, y perdonar de corazón al enemigo177. Estilo de vida que, cumplido en su totalidad, asemeja al ser humano a Dios, y se hace semejante a Él en su misericordia178 .
228. En relación a estas dos tesis previas, el Niceno concluye afirmando que la esclavitud es contraria a la voluntad de Dios pues no está permitido al hombre someter a su misma especie. La denuncia que lanza el santo Obispo contiene una fuerte defensa de la dignidad y valor del ser humano; y aunque larga vale la pena citarla: Condenas a servidumbre al hombre cuya naturaleza es libre e independiente y te opones a la ley de Dios, trastornando la ley que Él estatuyó sobre la Naturaleza. Y es así que al que fue creado para ser dueño de la tierra y destinado por su hacedor para mandar a ese lo metes tú bajo el yugo de la servidumbre… Te has olvidado de cuales son los limites de tu autoridad, que no se extiende más allá de los irracionales179. Más aún, San Gregorio de Nisa advierte que no hay cantidad alguna de dinero que cubra el valor del ser humano, pues es imagen de Dios y esta imagen no tiene precio: «He comprado esclavos y esclavas» ¿A qué precio, dime, por tu vida? ¿Qué has hallado entre los seres que valga tanto como esta naturaleza? ¿Por qué cantidad de calderillas estimaste la razón? ¿En cuántos óbolos calculaste la imagen de Dios? ¿Por cuántos estateres te llevaste la naturaleza que fue hecha por Dios?180
177 Cf. Ibidem, n. 430. 178 Cf. Ibidem, n. 430. 179 San Gregorio de Nisa, “En el Eclesiastés”, n. 433. En: Sierra Bravo, óp. cit. 180 San Gregorio de Nisa, “En el Eclesiastés”, n. 435. En: Sierra Bravo, óp. cit.
229. Sus palabras son duras. Recriminan el delito de tantos empresarios, jueces, y políticos que, de la mano han creado un aparataje legal que protege la explotación laboral de sus semejantes, que promueven el empobrecimiento de las mayorías para obtener mano de obra barata, casi regalada. Conocen que por hambre cualquier “sueldo” se acepta a cambio. Las corrientes económicas hablan de “oferta de mano de obra”, cuando en realidad es su fuerza laboral la que los obreros y campesinos regalan; y cuando una persona irrespeta a su semejante ya no tiene escrúpulos en irrespetar el cosmos; que es justamente lo que está sucediendo. No ha bastado explotar al ser humano, junto a él se ha destruido la flora y fauna del país: bosques, ríos, lagos y más cuyos ricos recursos son comercializados, destruidos y contaminados. Si Gregorio de Nisa viviera seguramente diría a quienes esto hacen: Cuando el hombre se pone a la venta, no otra cosa se lleva al mercado que al señor de la tierra. Luego juntamente con él habrá de darse bando de venta de la creación entera que le pertenece181 .
230. Rogamos a Dios que, en este Bicentenario, el pueblo salvadoreño reconozca que nada hay más valioso para Dios que la vida humana; y no crea alguien que solo la vida del hombre, como ciertas corrientes de pensamiento critican a la Iglesia y su Santa Tradición. Los Padres de la Iglesia dirán que la vida de la mujer le es igualmente valiosa, o tal vez más, ya que, con ella mostró mayor delicadeza al crearla: Ciertamente también la carne era de barro, pero aquél [con el que se formó el varón] era barro informe; éste con [el que se formó la mujer] era barro modelado182, y no le valió al hombre, escuchar la plena satisfacción de Dios por su creación sino hasta que ésta fue creada: Al decir no es bueno que el hombre esté solo, confirma evidentemente que el género humano es
181 San Gregorio de Nisa, “En el Eclesiastés”, n. 436. En: Sierra Bravo, óp. cit. 182 San Ambrosio de Milán, “La Educación del a virgen”. En: Escritos sobre la virginidad, p. 192.