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C. Papa Juan Pablo II
hombres y mujeres de buena voluntad que la habitan hagan florecer los dones de la vida que en su corazón aspiran a ser una realidad concreta.
C. Papa Juan Pablo II
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258. El Papa Juan Pablo II – tras su elevación al pontificado – escribió la Encíclica Redemtor Hominis. En ella declaró que la Iglesia no dejando de contemplar el misterio de Cristo, sabe con certeza de la fe que la Redención por medio de la Cruz ha permitido que retorne al hombre su dignidad y el sentido de su existencia en el mundo (cf. RH 10). Razón por la cual, el Papa deseando ayudar a la humanidad, describe los grandes avances tecnológicos y tendencias de pensamiento, anotando que parecen no siempre estar en beneficio del mundo sino en su contra. Es un desarrollo en todas las dimensiones humanas que necesitan de un desarrollo proporcional de la moral y la ética (RH 15) de lo contrario podrían ocasionar un cataclismo sin igual.
259. Lanza entonces varias preguntas: En este contexto, el hombre en cuanto hombre, ¿se desarrolla y progresa, o por el contrario retrocede y se degrada en su humanidad? ¿Prevalece entre los hombres, «en el mundo del hombre» que es en sí mismo un mundo de bien y de mal moral, el bien sobre el mal? ¿Crecen de veras en los hombres, entre los hombres, el amor social, el respeto de los derechos de los demás —para todo hombre, nación o pueblo—, o por el contrario crecen los egoísmos de varias dimensiones, los nacionalismos exagerados, al puesto del auténtico amor de patria, y también la tendencia a dominar a los otros más allá de los propios derechos y méritos legítimos, y la tendencia a explotar todo el progreso material y técnico-productivo exclusivamente con finalidad de dominar sobre los demás o en favor de tal o cual imperialismo? (RH 15). Preguntas que