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Revista “Getsemaní” - Nº 2 SUMARIO página 5 - Saludo Artículos página 6 - Marco Pérez en el recuerdo página 15 - Fuentelespino de Moya página 16 - Mesa redonda página 20 - Visión de la escena del Huerto página 26 - José Benedicto Sacristán página 28 - José Rincón García Entrevistas página 32 - Pedro Escudero página 34 - Fernando Arturo Sánchez Calleja página 38 - Ángel Moreno página 42 - Carmen Román página 44 - José Manuel Alarcón García página 48 - Jesús Calvo Sahuquillo Rincón literario página 52 - Mis tardes nazarenas página 54 - Pensamientos de mi agonía página 56 - Desde el capuz de un bancero página 58 - El ascenso del Huerto página 60 - Curiosidades
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Saludo Asociación Huerto de San Esteban
La asociación cultural “Huerto de San Esteban” publica por segundo año la revista digital “Getsemaní”. Ha sido realmente complicado ponerse al nivel del primer número de la revista, aunque nuestra asociación ha trabajado duramente para ofrecer una publicación diferente y al acceso de todo el mundo. Nuestro esfuerzo se ve recompensado al pensar que lo hacemos por nuestra Hermandad, por nuestra Semana Santa y por nuestro Jesús orante. Un Jesús al que estamos deseando ver recibiendo los últimos rayos de sol de la tarde del Miércoles Santo, subiendo hacia la Plaza Mayor al anochecer y descendiendo al son de las marchas de la banda de música de Cuenca. En la publicación que nos ocupa, encontramos tres apartados distintos. El primero es el de Artículos, dedicado al treinta aniversario de la muerte de nuestro querido escultor Luis Marco Pérez. El segundo apartado, el de Entrevistas, contiene la visión que tienen de nuestra semana mayor diferentes miembros de nuestra hermandad. Por último tenemos el Rincón literario, con la colaboración especial de José Luis Lucas Aledón y con otros textos redactados por nuestros hermanos. Desde aquí, queremos dar nuestro agradecimiento a todos los que han participado en la elaboración de esta revista, ya sea con textos o fotografías. Es posible que el lector encuentre algún error en nuestros artículos, pero aseguramos que hemos elaborado esta revista con todo el cariño del mundo. Por último, quisiéramos dedicar esta publicación a los que fueron, son y serán nazarenos de Cuenca.
Revista Getsemaní - nº 2, marzo de 2013. Publicación de la asociación cultural “Huerto de San Esteban” con la colaboración de la Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban). Coordinación y redacción: Miguel Ángel Martínez Valiente, Samuel Calvo Abad, Francisco Javier Alarcón Sepúlveda, Mercedes Abarca Gómez, Pedro Martínez González, Germán Martínez González, Ignacio Blanco Romero. Fotografías del archivo de D. Luis Marco Pérez cedidas por José Benedicto Sacristán. Diseño, maquetación y portada: Ignacio Blanco Romero. Portada: Ignacio Blanco. Web Hermandad Jesús Orando en el Huerto. Blog asociación cultural “Huerto de San Esteban”.
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Marco Pérez en el recuerdo 30 años de su fallecimiento Por Rafael Torres Muelas INTRODUCCIÓN. El 17 de enero de 1983, en el más absoluto olvido y expatriado de su lugar de origen, Fuentelespino de Moya, (Cuenca), huérfano del olor al espliego en el Calarizo, que le vio nacer y sin poder escuchar por última vez el sonido cantarín del agua en los Tornajos de Moya, fallecía en su casa de Madrid, en la que subsistía sólo y casi en los umbrales de la pobreza total, el profesor de la escuela de Bellas Artes y académico de san Fernando, Luis Marco Pérez, a los 86 años de edad, en este año de 2013, se consumarán treinta años de su desaparición, y desde la Asociación Cultural de la Venerable Hermandad, de Jesús Orando en el Huerto de la parroquia de san Esteban, de Cuenca, pensamos que es obligatorio y meritorio hacerle un homenaje de recuerdo a este virtuoso catedrático del modelado y de la escultura en madera. Mencionar a don Luis, es citarlo con gubia en mano labrando, y creando vida, en los olorosos troncos de las maderas nobles, estampando en sus obras la serenidad más augusta, y concediendo a sus imágenes fuerza, belleza y dulzura, que son puestas al servicio de la propaganda de la fe. Corresponde, por tanto de un obligado cumplimiento dedicar estas páginas de la revista Cuenca Nazarena, guía y punto de referencia del mundo nazareno, al que ha sido considerado uno de los escultores más importantes de la imaginería religiosa del siglo XX, junto a José Capuz, y a Federico Coullaut Valera, es importante destacar que Marco Pérez, es el más prolífico escultor de nuestra semana santa, al contar actualmente con diecinueve obras en la misma.
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VIDA Y OBRA DE NUESTRO PROTAGONISTA. Nuestro protagonista, viene al mundo en un contexto de una España, muy campesina, y rural, su padre Francisco Marco, hombre esforzado y porfiado, combina las labores agrícolas, con las de carpintero en su domicilio particular. Es en ese taller donde el pequeño Luis, emprende una labor primorosa, sus agiles manos comienza a trazar dibujos y modelados de santos con los que divertía a sus compañeros de juego, fruto de una sensibilidad artística de los genios, poco a poco alecciona su gran inspiración, proporcionar forma a un madero, ayudándose para ello de sus dedos y sus sentidos avivados. Don Luis, fue un gran conocedor de la talla de madera, abandono su lugar de origen, para trasladarse al levante español, en concreto a Valencia, donde ingresó en la Escuela Oficial de Artes e industrias, especializándose en escultura en la Escuela Superior de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Concertando sus estudios con el trabajo, primero, como aprendiz en el taller del imaginero Modesto Quiles y más tarde, en el de los hermanos Sanchis Lázaro que confeccionaba medallas. El año 1919, es decisivo para el joven fuentelespinero, pues ganó por oposición la beca que el Círculo de Bellas de Valencia concedía para estudiar en Madrid. Sería en esta metrópoli madrileña, núcleo del arte en todas sus modalidades, en donde Marco Pérez, desarrolla y amplia toda su formación, orienta estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, cursa anatomía en la Facultad de Medicina, trabaja en el taller de José Ortells López que se erige en su maestro, comienza a realizar las primeras obras, que atesoran el costumbrismo, y la precisión en el detalle corporal y el clasicismo-naturalismo aprendido de su maestro, fija su interés en otros escultores de la época que le causaron honda impresión Victorio Macho (1887-1966) y Julio Antonio (1889-1919). Un año después, el Círculo de Bellas Artes de Valencia renueva la beca al artista encomendándole, que se brinde a aprender “arquetipos “de España, razón que le hace volver a conectar con su tierra natal, de sus excursiones por la provincia de Cuenca, nos han quedado no pocos dibujos y esculturas de una gran calidad; El teólogo de Uclés, La princesilla de la Hinojosa… que exhibirá con gran éxito de público en el Ateneo Conquense, reconociéndole la Diputación Provincial su mérito como escultor, le concede un viaje de estudios a Italia.
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Dos años después la autoridad artística como escultor a nivel nacional de Marco Pérez, es incuestionable siendo premiado con la tercera medalla en la bianual Exposición Nacional por El alma de Castilla es el silencio… Cuenca, pequeño busto en bronce comprado por el Estado para el Museo de Arte Moderno y hoy en el Museo de Cuenca. Su pasión por el Renacimiento, movimiento cultural desarrollado en el campo de las artes en Europa Occidental en los siglos XV y XVI, le lleva a viajar a Italia,(Roma, Florencia, Pisa, Padua, Siena, Bolonia, Venecia), lugar de nacimiento y desarrollo de este pensamiento ideológico, para conocer las grandes obras, que en aquel lugar germinaron. Su admiración se consolidada también por la escultura griega clásica, que ha sido considerada durante mucho tiempo la cuna del desarrollo del arte escultórico en la Antigua Grecia. La escultura clásica desarrolló una estética que combinaba los valores idealistas con una representación fidedigna de la naturaleza, pero sorteando la caracterización y la interpretación excesivamente realista de las sensaciones, creando un ambiente de equilibrio y armonía en las figuras. Toda esta ilustración artística, tan atrayente, acumulada en su viaje, proporcionará al escultor el principio de su estilo propio, ostensible y notorio en su obra Idilio Ibérico, escultura que sirve para que el autor pueda satisfacer a la Diputación provincial su beca otorgada. En su presentación en la Exposición Nacional del año 1924, el escultor conquense, recibe su segunda medalla, por la obra Idilio Ibérico, en el cual nos revela su enlace con el clasicismo mediterráneo ya retocado por las influencias de la obra de los creadores franceses August Rodin (1840-1917), y de Aristide Maillol (1861-1994). Rodin, (escultor contemporáneo de la corriente impresionista, enmarcado en el academicismo más absoluto de la escuela escultórica neoclásica. No sólo fue el escultor encargado de poner fin a más de dos siglos de búsqueda de la mimesis en las artes tridimensionales, sino que además dio un nuevo rumbo a la concepción del monumento y la escultura pública. Debido a esto, Rodin, ha sido denominado en la historia del arte como el
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“primer moderno”. Aristide Maillol (sus esculturas tienen un carácter a la vez solemne y sencillo, con un gran equilibro y siempre enmarcándolas en figuras geométricas, centrándose en el desnudo femenino. Hace un segundo viaje a Italia, ampliándolo el mismo, para no dejar de visitar los muesos de Austria; Alemania, y Francia, de regreso a España, se ubica en Cuenca, donde realizaría el monumento a los Soldados conquenses caídos en la guerra de África, tras ganar el concurso convocado por el ayuntamiento de esa capital. Los años posteriores son de agudo trabajo combinando sus creaciones con el realismo de firmeza castellana y la perfección clásica del mediterráneo: realizando en 1925 la Cabeza del ganchero, también conocida como Maderero y la Alegoría del Trabajo (museo de Cuenca), son fechados en el año 1930, dos virtuosas esculturas de un mismo tema: El carnicero de Bocairente o Hachero. Marco continuó su ascensión, presentando en la exposición Nacional de Bellas Artes del año 1926, la obra “El hombre de la Sierra” o (El hachero o El leñador), donde obtiene la primera medalla, esta pieza sería adquirida por el Estado con destino al Museo de Arte Moderno y cuyo vaciado se exhibe hoy en el parque de San Julián de Cuenca, conservándose en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía el original fundido en bronce. En esta obra el autor consigue reflejar el ser espiritual y el ser físico, es decir el alma y el cuerpo de los pastores y serranos de Cuenca, modelados con realismo acentuado y minucioso, ciertamente casi contiguo en el expresionismo. El primer encargo para la realización de sus muchos pasos para la Semana Santa de Cuenca, lo recibe en una comida en su nombre en el Círculo de la Constancia (El Casino), el 28 de junio de 1926. La corporación municipal tiene a bien nombra a Luis Marco Pérez, hijo predilecto de la ciudad de Cuenca. Los éxitos profesionales se fueron entretejiendo con amargos sinsabores familiares (muertes sucesivas de sus hermanos Maximiliano, María Gregorio, grave enfermedad del padre) y con hondas satisfacciones íntimas: el 15 de enero de 1927 se casaba con María del Carmen Sevillano López. Esta mujer, habría de ser a partir de ahora compañera y musa de nuestro conciudadano.
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Es nombrado profesor de la recién creada Escuela Provincial de Artes y Oficios instalándose los recién casados en Cuenca. En 1928 el Ayuntamiento de la capital le nombra escultor municipal, es en estos años, fruto de la producción que le obliga el cargo y de su particular iniciativa, cuando la obra de Marco Pérez crece y se afianza: los monumentos a los mecenas D. Lucas Aguirre y Juárez y Doña Gregoria de la Cuba y Clemente, ambos en el Parque de san Julián en Cuenca; la restauración de la imagen de la Virgen de Tejeda dañada en el incendio de san Bartolomé de Moya, durante el Septenario de 1927; los primeros pasos procesionales (La Santa Cena, El descendido, Cristo agonizante) todos de una gran calidad pero que desgraciadamente desaparecerían en las angustiosas jornadas de la última Guerra Civil; El pastor de la Huesas del Vasallo, hoy en la subida a las Casas Colgadas, frente al puente de san Pablo. Esta obra junto con otros bronces, fue el motivo de que por abrumadora mayoría fuera galardonado con la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1930. Es justo y necesario indicar que tan importante distinción la habían ganado hasta entonces sólo el escultor Mariano Benlliure y el pintor Eugenio Hermoso. Un hecho importante para Marco, es el procedente de su nombramiento como profesor de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Valladolid, en el año 1932, donde entraría en contacto directo con la obra de los grandes imagineros barrocos castellanos, conoce de primera mano la expresividad, el realismo, un tanto recio pero no vulgar ni morboso, apreciándose todos esto rasgos en las esculturas de sus rostros, en la forma de destacar las partes más significativas y en los elementos que añade, dejando honda huella en su obra, conforme avanzaba su madurez artística, hasta llegar a mostrarnos la representación de la figura humanoide con una objetividad perfecta en todos sus aspectos, tanto en lo más sublimes como los más vulgares. Concierta su trabajo de profesor con la elaboración constante de su obra y la participación asidua como miembro del jurado de diversos concursos primorosos. Nuestro protagonista es un ser sereno y circunspecto, que no ayuda a que su obra sea conocida por la colectividad. A pesar de todo, su categoría resaltaba, de tal forma que en enero de 1934, es elegido ilustrado de la Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid. En ese mismo año viaja por toda Europa y Egipto pensionado por la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando, de Madrid.
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La inhumana Guerra Civil, que dividió a las dos Españas, cogió a nuestro virtuoso, de vacaciones en Valencia. Ante la imposibilidad de regresar a Valladolid, solicita del Ministerio su traslado provisional a la Escuela de Artes y Oficios de la capital del Turia, finiquitada la contienda, Marco, no regresa a su plaza de profesor en Valladolid, hecho motivado por haber ganado el traslado a la Escuela Central de Artes y Oficios Artísticos de Madrid, período de 1940. A partir de este tiempo la ocupación del escultor es incesante, centrándose en cincelar monumentos en honor de los vencedores de la guerra y en tallar numerosos paso procesionales para Cuenca, y Ciudad Real. Su trabajo es considerablemente reconocido como lo señala el hecho de ser nombrando en 1943 Socio de Honor del Círculo de Bellas Artes de Madrid. En la década, de los años cincuenta se centró en la obra de carácter religioso de su taller madrileño salieron numerosísimas imágenes para iglesias, monasterios y hermandades de Cuenca, Madrid, Ciudad Real, Mota del Cuervo, Puertollano, Valencia, Valdepeñas, Tarancón, Fuentelespino de Moya, Avilés, Albacete, Elche, y muchas más localidades. Al ofrecerse completamente a estos encargos y su forma tan guardada de corresponder a los ambientes sociales, y círculos artísticos lo mantienen alejado del avance tan insondable que el universo del arte vivió en el último siglo del II milenio. Obligatoriamente, en determinado momento se pudo sentir hechizado por los acontecimientos atrevidos que imponía, los rasgos del arte escultórico durante el siglo XX, que dejaba a tras los rasgos definitorios primordiales de la perdida de la condición figurativa, y a través del amplio abanico de opciones abierto por las sucesivas vanguardias, busca la aproximación al concepto de obra de arte de cualquier objeto tridimensional, convenientemente sometido a la acción o a la interpretación del creador. Un trabajo constante que le aseguraba su existencia pudo más que su curiosidad por hallar nuevos caminos a la escultura, únicamente su labor como imaginero se vio alterada por la elaboración de algún que otro encargo: obeliscos fúnebres para familias pudientes encantadas con su estilo, plafones ornamentales para destinos diversos. El reconocimiento del mundo artístico y pedagógico valenciano le vino a Marco Pérez, en el año 1966 al ser nombrando Académico correspondiente en Madrid de la Real de Bellas Artes de san Carlos de Valencia, jubilándose ese mismo año de su actividad docente.
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El fallecimiento de su esposa María producido en el año 1975, sumado a la artritis que padecía desde hace años, le obliga a quedar al cuidado personal y profesional de su discípulo José Rincón, quien le acompañaría hasta los últimos momentos de su vida. La bondad del escultor, su falta de interés personal, la enfermedad y los cambios en las modas artísticas ayudaron a que su taller fuera perdiendo dinamismo. Causando en Marco, un cuadro de hundimiento, que le llevó a rechazar el ser elegido miembro de honor de la Academia Conquense de Artes y Letras. Siguieron llegándole reconocimientos a nuestro Maestro y así en el año 1982 la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando de Madrid le concedía el premio “José González de la Peña, Barón de Forma” correspondiente a un escultor que no fuera académico de la madrileña. El premio económico que ascendía a seiscientas mil pesetas, le auxilio y socorrió a D. Luis, en unos años donde los encargos no se sucedían, ayudándole a vivir. Vuelve a recibir otro reconocimiento, meses más tarde, siendo elegido Académico de Honor de la Real de Bellas Artes de san Carlos de Valencia. Todos estos reconocimientos merecidos no lograron, alegrar la vida emocional y económica de D. Luis, es más, la pobreza y la soledad aumentaron, acompañándole hasta el final de sus días, hecho ocurrido el 17 de enero de 1983. El sequito luctuoso, lo componían su sobrino Jaime Pérez García, su discípulo José Rincón, (que nunca dejó plantado a su maestro), pocos amigos, y el padre Eusebio Gómez, que se encargo de rezar por el alma del difunto, en el campo santo de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid, situado en el barrio de la ventas, del distrito de ciudad lineal.
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TRASLADOS DE SU RESTO MORTALES A CUENCA. El sábado 23 de febrero de 1985, sus restos mortales fueron exhumados, gracias al profesar del pueblo conquense y de toda la ciudad y provincia en sí. La gestión se realizo a instancias de la Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús de “El Salvador”, que deseaba que el artista encontrara definitiva y más digna sepultura. Durante diez días se habían celebrado actos en su memoria como conferencias, exposiciones con parte de su obra, finalizando los actos culturales en su nombre con un concierto. Los restos de D. Luis Marco Pérez, trasladados desde Madrid, fueron llevados a Cuenca para tributarle un solemne funeral, por el Obispo de la diócesis, monseñor Guerra Campos. El féretro fue llevado a hombros de compañeros y discípulos de la Escuela de Artes y Oficios, desde los arcos del Ayuntamiento escoltado por los guiones de las hermandades hasta la Iglesia Catedral Basílica, al tiempo que el Coro del Conservatorio armonizaba el Miserere del maestro Pradas, la comitiva fúnebre, desfiló delante de los trece pasos procesionales, colocados en diferentes naves catedralicias según el orden cronológico que siguen en los días de desfile. Estos mismos que surgieron de su infinita sabiduría artística y que sus ágiles manos labraron... Los guiones y estandartes se inclinaron a su paso en señal de merecido y sentido homenaje a su “Padre y Creador”. Fue acompañado por las autoridades civiles y eclesiásticas sumándose también el orbe de la cultura conquense. Las altas cúpulas del templo cristiano presenciaban el impresionante silencio del momento. Finalizado el réquiem, el cuerpo de Marco Pérez, fue conducido hacia el cementerio de san Isidro de Arriba, acompañado de gran multitud, los nazarenos de Cuenca, querían llevar en sus hombros al genio y alma mater de nuestros desfiles procesionales, como signo de gratitud y reconocimiento a la manera de portar sus pasos. El desfile fue guiado por la Banda de Música de Cuenca, dirigida por D. Aurelio Fernández Cabrera, que interpretaba para la ocasión, la marcha “Marco Pérez ha muerto” del compositor Alfonso Cabañas, hasta llegar al pequeño cementerio, que vence y eleva a la Hoz del Júcar, reposando definitivamente junto al cementerio de los canónigos, a la vera de otros artistas Federico Muelas y Fernando Zobel, aminorando un Huerto del Señor con sellos ilustres, es este rincón. Donde convendría escribir: un escultor de Cuenca, para toda España. Es una realidad que sucede con excesiva frecuencia en España, y por deducido en nuestra tierra, donde no sabemos o no deseamos reconocer ni valorar, a nuestros virtuosos en sus distintos espacios culturales, en vida. Nos gusta justipreciarlos una vez muertos. En el caso de D. Luis logra que sea indiscutible lo sucedido con su figura. Los reconocimientos a título póstumo, como la medalla al mérito en las Bellas Artes, así lo ratifica. Hubieron de pasar unos cuantos años, quizás muchos, para que nuestro escultor ilustre, fuera recibiendo nuevos homenajes en Cuenca, y Valencia en donde sacaron a la luz, nuevos semblantes omitidos de su vida y obra.
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A Luis Marco Pérez. Al notar, Marco amigo, con cuanto arte, Majestad y sin par delicadeza Emana de tu mente la belleza, No es posible que deje de admirarte. Subiendo hacia la cumbre sin pararte. Resuelto vas, en pos de la grandeza. Tus obras rebosantes de pureza De artista genial han de fama darte. Paciente yo te he visto escudriñando La psiquis de los hombres y las cosas, Que luego a la materia vas pasando, Siguiendo las señales misteriosas De las cuales, al fin, irán brotando Con gran seguridad formas graciosas. (ANTINOMIA). UN MAESTRO Un maestro, en suma, que aquí, en Valladolid, vieja tierra de escultores y tallistas, puede mover en la juventud el noble sentimiento de la forma. Tanto más cuanto junto a la escuela viva del señor Marco Pérez está la escuela histórica de nuestro Mueso de Escultura, ya con rango de Museo Nacional, y en él las obras más representativas de la plástica española. Por… José García Rodríguez.
BIBLIOGRAFÍA: Fuentelespino De Moya. Cuna de Artistas.
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Fuentelespino de Moya Visita al lugar de nacimiento de Marco Pérez Por Mercedes Abarca Gómez La idea surgió en una de nuestras numerosas reuniones, pensamos: ¿cómo no hacerle un sentido homenaje al escultor a que debemos que con sus mágicas manos creara no sólo obras magnificas sino la ilusión y el cariño que sentimos cada Semana Santa, y que gracias al impresionante don que Dios le dio, estábamos ahí reunidos por él? Ya con la idea y con la ilusión de hacerle el homenaje que don Luis Marco Pérez se merecía o intentarlo, desde nuestras humildes personas nos pusimos marcha a ello, contactamos con el alcalde de fuente espino de moya; Vicente Salvador Linuesa Moragon, gracias a él no sólo pudimos conocer el lugar donde don Luis nació, sino que hizo que pudiéramos contactar con José Benedicto, gran conocedor de las obras de Marco Pérez. El día 24 de noviembre gran parte de la asociación del Huerto de San Esteban fuimos a Fuentelespino de Moya, donde un 19 de agosto de 1896 vio nacer al que sería uno de los grandes imagineros y poeta, un poeta diferente que escribía sus versos en cada escultura que el creaba. Ya estando en el pueblo nos recibió con gran cariño salvador ,enseñándonos parte del pueblo, nos llevó hasta la casa de la cultura donde había gran cantidad de publicaciones de marco Pérez y obras de otros artistas nacidos allí, salvador que por circunstancias mayores se tenía que ausentar parte de la tarde, nos llevó hasta José Benedicto que con gran alegría se presentó, nos reunimos con él, en el ayuntamiento donde nos habló de su gran paisano y nos enseñó numerosas obras de don Luis, además de fotografías inéditas. Ya terminada la reunión nos llevó hacia la iglesia donde Marco Pérez tenía un Jesús Nazareno. Cuando terminamos de observar y de maravillarnos con la imagen del Nazareno, fuimos hacia la casa donde nuestro gran escultor vivió sus primeros años de vida. Todos estábamos expectantes por lo que estábamos viviendo, sabíamos que éramos muy afortunados de estar allí y con gran pena por el exquisito trato que allí nos dieron, tuvimos que volver a Cuenca.
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Mesa redonda En recuerdo del escultor Marco Pérez Por Rafael Torres Muelas El pasado dieciocho de enero del año en curso, la Asociación Cultural de la Venerable Hermandad de Jesús Orando en Huerto de san Esteban celebró una mesa redonda, con el fin de dar merecido recuerdo y también homenaje a un conquense ilustre, en el salón de actos del Banco CCM que mostraba un lleno absoluto, de nazarenos y Conquenses que no querían pasar por alto el recuerdo y agradecimiento, considerado para muchos “el Padre de la Semana Santa actual”. Este protagonista sea quizá la persona que más haya contribuido, mediante su constante y perseverante trabajo, a engrandecer y enriquecer no sólo nuestra provincia en general y Cuenca en particular, sino toda España con sus miles de obras de arte. La asociación llevaba trabajando varios meses, para lograr contar en la mesa coloquio, con personas muy relacionadas con la vida y obra del escultor. Así se logró contar con la presencia de D. José Benedicto Sacristán que derivando de Fuentelespino de Moya y trasladándose a propósito desde Valencia, ha sido cronista del escultor y autor del libro: “Vida y Obra Del Escultor Luis Marco Pérez (1896-1983)”; Carlos Julián Martínez Soria, licenciado en Geografía e Historia en la especialidad Historia del Arte; Pedro Romero Sequí, que formó parte de la delegación que se encargo de traer a Cuenca los restos del artista, trasladados desde el Cementerio de la Almudena de Madrid, a instancias de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno del “Salvador”; Miguel Romero Saiz, Doctor en Geografía e Historia, calificado por los medios de comunicación conquenses “hombre del Renacimiento del siglo XX”. Moderó la mesa coloquio José Miguel Carretero Escribano, Doctor en Derecho Romano, nazareno, divulgador de la Semana Santa en distintas ciudades españolas como Valladolid y León, al mismo tiempo que conocedor de la obra de D. Luis.
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Se trató por todos los medios posibles contar en la mesa con la presencia de Francisco Portela Sandoval, Ex decano de la Facultad de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y autor junto con Antonio Bonet Salamanca del libro “Luis Marco Pérez: Escultor e Imaginero”, publicado por la Excma. Diputación Provincial de Cuenca en el año 1999, pero por motivos inoportunos no pudo asistir, teniendo la compostura de enviar una nota que fue leída en el acto: “Estimados miembros de la asociación: He demorado hasta hoy la respuesta a su amable invitación a participar en la jornada de homenaje a Marco Pérez por si acaso podía escaparme a Cuenca. Pero es imposible porque tengo mañana varias reuniones que me obligan a estar en Madrid incluida parte de la tarde. Una de ellas es precisamente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, en la que Luis Marco Pérez ejerció la docencia en su etapa final. Procuraré hacerlo constar. Créame que lo siento de verdad porque, como bien sabe, Marco es para mí un artista extraordinariamente querido y merecedor de cuantos homenajes se le dediquen. Yo procuré que no dejara de estar representado en el Vía Crucis papal de la JMJ 2011 y sé que eso ha sido valorado debidamente. Y todas las veces que he sido invitado a Cuenca, acudí, pero en esta ocasión me resulta imposible. Les agradeceré que hagan constar públicamente mi adhesión al homenaje y que lo hagan saber a los buenos amigos que van a participar en él. Un atento saludo de Francisco Portela Sandoval.” Del mismo modo se contactó con el Fuentelespinero José Vicente Pérez De La Sierra, autor de obras relacionadas con la provincia y colaborador del Museo de la ciudad de Cuenca, acreditando su ausencia por problemas de salud, pero deseando estar presente en la mesa para aportar sus ilustraciones sobre la imagen del festejado, envió unos párrafos que se transcriben en el siguiente artículo, que fueron leídos por el presidente de la Asociación Cultural Miguel Ángel Martínez Valiente. Se inició el acto con la proyección de un vídeo realizado por Ignacio Blanco, donde se mostraba la imagen de D. Luis trabajando en su taller, unos lienzos de desnudos femeninos, relieves y fotografías de su mujer Dña. María del Carmen Sevillano López, que según confesaba el escultor “ella fue quien ideó muchas de sus obras”. Continuó el video centrándose en la obra religiosa para Cuenca, antes y después de la Guerra Civil, destacando de especial importancia las fotografías a las imágenes recién terminadas en el propio taller del escultor.
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Instruyó el coloquio el moderador del mismo, José Miguel Carretero, quién desglosó la figura de Marco Pérez, en varios semblantes, para que desde la perspectiva de los componentes de la mesa se fuera descubriendo más en detalle el perfil del escultor. El historiador Miguel Romero Saiz habló de la época donde vivió el escultor, “la Guerra Civil española”, y los aprietos que tuvo que pasar para llegar a ser uno de los mejores imagineros de su tiempo, explicando en pormenor instantes y contextos de su período. Por su parte D. José Benedicto, expresó en detalle cómo fueron sus acercamientos con el autor, al que conoció durante cuarenta años, siendo su biógrafo y el primer portador de datos concretos que han llegado hasta nosotros. El experto en Arte, Carlos Julián Martínez, dejó claro en su intervención que a día de hoy, sería muy difícil que otro imaginero encontrara fácil el poder situar una obra suya que gustase en la Semana Santa actual conquense, debido a la gran particularidad que tiene la obra de Marco Pérez, considerándolo casi imposible. Muy interesante resultó lo interpretado por Pedro Romero, acerca del traslado del cuerpo de Marco Pérez desde el Cementerio de la Almudena de Madrid, al de san Isidro en Cuenca, con detalles desconocidos para muchos de los asistentes, subrayando que por una única ocasión, se pusieron de acuerdo todas las autoridades al unísono para colaborar en el traslado de los restos del fuentelespinero más célebre de su pueblo. El encargado de cerrar la palabra en la mesa fue José Miguel Carretero, quién requirió un espacio cultural para la obra de D. Luis Marco Pérez en el museo de Cuenca. Intervino a prócer oportuno el ceramista conquense Alfredo Viana, que se encontraba en el colmado salón de actos, a fin de explicar de qué forma conoció a D. Luis en Madrid, y como éste le enseñó a pintar en la cerámica, destacando que guardaba un gran recuerdo del maestro. Antes de concluir, la Hermandad y la Asociación Cultural de Jesús Orando en el Huerto otorgaron un obsequio a modo de recuerdo del acto a los participantes en el mismo, queriendo entregar al señor Alcalde de Fuentelespino de Moya, D. Vicente Salvador Linuesa, presente en la conferencia con parte de su corporación municipal, junto con numerosos vecinos del pueblo, de una serigrafía del “Paso” del Huerto para que lo exhibiera en el espacio cultural en la exposición permanente de los artistas y artesanos en la Casa de la Cultura. Clausuró el acto afectuoso, verdadero y merecido a D. Luis, la proyección de un vídeo que recogía los diecinueve “Pasos” realizados por él, y que desfilan en nuestra Semana Santa, cortejando las imágenes la marcha fúnebre “Maco Pérez ha muerto”, del músico conquense D. Alfonso Cabañas.
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Luis Marco Pérez y su visión de la escena de Jesús orando en el huerto Por José Vicente Pérez de la Sierra Era Lunes Santo. Una lluvia, lenta y fría me recibió aquella primera vez que llegué a Cuenca. El tamiz de la luz y el agua me hizo creer que el cielo del norte había poseído la ciudad castellana. Pero me equivocaba. Pronto, los colores de la etérea ciudad, los brillos de la incipiente primavera que la enmarcaba me descubrieron un paisaje que no era del norte ni de ningún otro sitio. Era de allí, de la ciudad que entonces todavía podía ser caminada con calma, y en las acogedoras calles del casco antiguo a menudo en soledad. Eran los años setenta del siglo pasado. Que sepamos, Luis Marco Pérez también llegó por primera vez a Cuenca a los veintipocos años de edad. Y llegó a la ciudad de las Hoces habiendo vivido ya en la capital del reino. Aquellos años veinte no fueron “locos”, ni para la ciudad ni para el joven escultor dispuesto a recorrer su Serranía en busca de los tipos humanos que la identificaban. Don Luis encontró en Cuenca el paisaje puro, el silencio incontaminado, la proximidad directa entre sus gentes... ...y el artista fuentelespinero se dejó poseer y poseyó esa esencia para siempre. Luego, su vida en Cuenca de 1927 a 1932 como profesor de la Escuela Provincial de Artes y Oficios, y su permanente relación posterior con la ciudad contribuyeron a que ese paisaje recio y delicado, agreste y patinado por el clima, humano y mineral a un tiempo, destilara profundas reflexiones en su alma de artista. No fue don Luis un hombre religioso. Su formación no debió superar la que la mayoría de sus coetáneos recibiera en la familia, la escuela, o unas iglesias en las que las Escrituras se leían en latín. Pero que no fuera un devoto no significa que careciera de poso alguno de espiritualidad. Nadie es ajeno a ese run-run profundo que nos pone ante lo más fundamental de la existencia, lo innombrable, lo trascendente. Y menos un poeta. Don Luis era un poeta de versos duros, labrados con sudor sobre la madera o la piedra. Entre golpe y golpe de gubia seguro que tuvo ocasión de hacerse muchas preguntas. En esas preguntas y sus posibles respuestas el ritmo de la maza despertó ecos de su infancia, de Cuenca y de la naturaleza. Y en esa reflexión entreverada de tantas querencias está el manantial de la hondura teológica presente en sus imágenes semanasanteras.
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Sabemos que las procesiones derivan, de entre otros orígenes, de los antiguos autos sacramentales: teatralizaciones populares que, en el interior de las iglesias o en los atrios, permitían al pueblo llano tomar parte vivaz en la representación de escenas religiosas. Era unir entretenimiento, participación y enseñanza. Nuestras procesiones de Semana Santa cumplen esa triple función: entretienen, facilitan l participación del pueblo en la liturgia de la pasión de Cristo y repiten año tras año enseñanzas fundamentales de la teología cristiana. Marco Pérez, como buen imaginero, unía también esas tres funciones en la realización de sus obras, De 1929 es “La última cena”, destruida en los días de la Guerra Civil. En madera de nogal, no quiso policromarla para que la propia madera transmitiera mejor la naturaleza del paso. Un paso que popularmente era conocido como “la merienda de negros”. ¿Saben ustedes por qué? Por el color negro del nogal que impregnó las figuras, ha dicho alguien. Quizás, pero yo creo otra cosa. A mí se me da por intuir una explicación más profunda. La voz popular tenía razón, pero sólo a medias; esa es mi hipótesis. Cuando Marco Pérez pensó el paso tan al natural, lo pensó radical y teológicamente natural, independientemente de los tostadas que al final quedaran las imágenes. Si ustedes se fijan en alguna foto antigua que testimonia cómo fue el paso verán que los apóstoles están en entrañable camaradería, abrazados por los hombros unos a otros. Jesús, de serena belleza, muestra las manos cinceladas por el trabajo de peón que hizo durante años. Parece hablar de algo profundo a sus amigos, reunidos en torno a una mesa larga, de fiesta como atestigua la cántara de vino a sus pies. Pedro mira preocupado al Señor por si no se ha dado cuenta de que Judas, sintiéndose indigno de participar en aquella fiesta, se va, mientras un joven Simón le mira extrañado. La hermandad es lo que representa la escena, la hermandad dichosa y alegre al oír de boca de Jesús que Dios, padre de todos, les ama; alegre y dichosa de saber que Jesús, el primogénito, los va a presentar al Padre. Ese es el auténtico significado teológico de lo que se instituyó en aquella última cena: la eucaristía, el sacramento de amor de Dios y de los hombres. Marco Pérez intuyó que los amigos debían celebrar aquello tan importante como lo hacían las gentes sencillas de su tierra, juntando a familiares y amigos en ¡una merienda! Ahí, en esa sencillez y en esa alegría está LA VIDA.
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Sabemos que Jesús de Nazaret gustaba de retirarse a rezar, solo o con sus amigos, a algún lugar solitario y silencioso. Siempre, por supuesto, un espacio natural. En plena naturaleza, a salvo de la inmediatez y la premura de la actividad cotidiana, entraba en lo hondo de su ser y se abría a la comunicación con Dios. En la tradición bíblica es en ese desierto de soledad y de intimidad donde Dios sale al encuentro de los hombres: dios se presenta a Abraham cuando está solo en el encinar de Mambré y le promete descendencia de su esposa Sara, ya estéril; Dios firma una alianza eterna con ese Abraham un poco terco en lo alto de la montaña del sacrificio. El Señor se hace presente a Moisés desde una zarza ardiendo, en el Sinaí. Y en el mismo monte da al pueblo de Israel el decálogo con que guiar su ética civil y religiosa. El mismo Jesús tuvo una profunda experiencia de la experiencia de Dios en las tierras apartadas allende el Jordán. Tras hacerse bautizar por Juan inició su vida pública, y durante ella se retirará a menudo a la soledad y el silencio para orar. En esa oración escucha la voz de Dios que le da vida y que se constituye en fuente de toda su existencia. Al abrirse al encuentro con Dios, el galileo acoge en su interior el reino de Dios. Esa acogida se expresa en una fe incondicional al Padre, en la aceptación plena de la más dramática de las realidades: la crisis total, el más absoluto sinsentido. Tal es el sentimiento de Jesús en el momento de mayor anonadamiento de su vida: en el huerto de Getsemaní, lleno de angustia, acepta en un gesto de obediencia clara y definitiva consumir la copa de la amargura: Siento en el alma una tristeza de muerte. Mc 14, 34; Mt 26, 37 Padre, tú lo puedes todo; aparta de mí esta copa. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. Mc 14, 36 Padre, si esta copa no puede pasar lejos sin que yo la beba, que se haga tu voluntad. Mt 26, 42 Entonces se le apareció un ángel del cielo que le confortaba. Lleno de angustia, rezaba aún con mayor intensidad, y su sudor parecía como gotas de sangre que cayeran hasta el suelo. Lc 22, 43-44
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En el libro que Portela y Bonet publicaron en 1999 sobre Luis Marco Pérez leemos que el escultor hace en 1929 el ángel del grupo “La oración en el Huerto” para la Hermandad de Nuestro Padre Jesús orando en el Huerto (vulgo “de San Antón”). Será sólo tras la guerra, en 1940, cuando don Luis entregue la figura de Jesús en oración. En 1941, el paso es cedido a la Hermandad del Huerto de San Esteban, para que participe en el desfile del Miércoles Santo. Años después, el paso fue cedido a la villa de San Clemente. En 1942 procesiona por primera vez otra “oración en el Huerto” salida de las gubias de Marco Pérez: la Junta de Cofradías entrega a la Venerable Hermandad de Jesús orando en el Huerto de San esteban (vulgo “el Huerto de secano”) un paso que en principio sólo contaba con las figuras del ángel y de Jesús. Don Luis completó el paso en 1953 con las figuras de San Juan, San Pedro y Santiago, restaurándolo en 1966. Para saber hay que preguntar. Yo me pregunto: ¿Por qué Marco Pérez hace primero el ángel para la “oración en el Huerto” de San Antón? ¿No habría sido más lógico labrar primero la figura del Jesús orante, del mismo paso? Y añado: ¿Por qué las figuras del ángel y de Jesús, en el paso de San Esteban, tienen bases independientes? ¿Cuál de esas dos figuras esculpió primero el imaginero de Fuentelespino? Y todavía más: ¿Por qué dicen que los rasgos del ángel del paso de San esteban son más femeninos que masculinos? ¿Tan torpe podía llegar a ser el escultor Marco Pérez? Lo que viene a continuación es, evidentemente, la hipótesis que yo propongo, más que con la intención de enseñar, con el ánimo de despertar el interés y la curiosidad del lector en descubrir aspectos nuevos en nuestros pasos de Semana Santa. ¿Cuál es la figura más importante de la escena de la oración de Jesús en el huerto? Don Luis, a pesar o gracias a su poca religiosidad, lo sabía. ¿Cuál de esas dos figuras nos dices “más”? A pesar de lo que pudiera parecer no es Jesús, anonadado por la angustia, humillado por el dolor que se le avecina, injuriado por la injusticia que los poderosos van a hacer en Él. No es Él.
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Quien más nos “dice”, quien realmente protagoniza la escena está y no está en ella. Quien se manifiesta auténticamente en “la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní” es el mismísimo Dios Padre, que, a través del ángel, como si fuera su trasunto en la puesta en escena procesional, ofrece a su Hijo la libertad de aceptar o rechazar su propio sacrificio; es el Padre que acude solícito a fortalecer a su Hijo y a asistirle en su terrible agonía. Y eso Marco Pérez lo sabía muy bien. Sabía que en esa oración la comunicación era entre el padre y el Hijo. También sabía que en las religiones monoteístas no existe un retrato de Dios. El ser supremo no tiene rostro o no podemos contemplarlo. Por ello su presencia es siempre a través de algo interpuesto: un lugar, un fenómeno, un ser extraño, el ejemplo o la voz de un profeta... Y por eso también don Luis se disgustó tanto (según me dicen) cuando el ángel fue la figura más afectada por un accidente ocurrido, en 1966, al salir el paso de la iglesia de San Andrés. No, aquél no era un ángel cualquiera para don Luis. El ángel forma parte de esa tipología de entes que intermedian entre la divinidad y los hombres. Luis Marco Pérez, escultor, hombre culto y viajado, académico... lo sabía, como también sabía que el ángel era indicio de la presencia de Dios en aquel momento que era pórtico de la pasión de Jesús el galileo. Por eso en los dos pasos (San Antón y San esteban) creo yo que hizo primero la figura del ángel, para abrir paso a Dios, a ese Dios de la libertad y de la clemencia. Y porque sabía mucho sus ángeles no tienen sexo que, por lo demás, es un lugar común. Sus ángeles (y si no, hagamos el ejercicio de observarlos atentamente) son jóvenes en ese momento de la pubertad en que todavía no han desarrollado totalmente sus rasgos sexuales. Marco Pérez como los grandes escultores de antaño (y pienso ahora en el griego Praxíteles) representa efebos en esos ángeles etéreos. Como creo haber dejado claro, Luis Marco Pérez sabía esculpir y sabía enseñar verdades profundas. Y acabo. No soy buen conocedor de la Semana Santa conquense. Sé muy poco de mi paisano Marco Pérez. No tomen ustedes mis palabras como saber de ningún tipo. Sólo he querido unirme al homenaje que se le dedica hoy al artista y al hombre. Quiero dar las gracias a la Venerable Hermandad de Jesús orando en el Huerto, de la parroquia de San Esteban, por permitirme hacerlo aquí públicamente. Y a ustedes muchas gracias por su paciencia. Paz y Bien.
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José Benedicto Sacristán Cronista de Luis Marco Pérez Por Miguel Ángel Martínez Valiente Fue nuestro gran amigo D. José Benedicto Sacristán, el que con sublime entusiasmo recogiese la energía saliente de nuestro genial escultor Luis Marco Pérez, lo cual tendría lugar a nivel de sus magníficas líneas, aglutinadas bajo el título cuyo nombre versa como “Vida y Obra del Escultor Luis Marco Pérez”. Procediendo de Fuentelespino de Moya, nuestro amigo José ha recopilado a lo largo de su toda su vida valiosa información acerca de los municipios integrantes de la Comarca de Moya en general y de Fuentelespino en particular, para lo cual ha contado con la importante complicidad que establecería con José Vicente Pérez de la Sierra. Amando la Serranía Baja de Cuenca, su corazón canta desde Valencia hacia la Tierra de Moya, al igual que desde la distancia, Rafael Alberti añoraba, su ribera marinera. Si mi voz muriera en tierra. Si mi voz muriera en tierra, llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. ¡Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento una vela! Marinero en Tierra, Rafael Alberti (1925).
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Fue José Benedicto, en armonía con nuestro amigo Vicente Salvador Linuesa Moragón, el que posibilitase la creación en Fuentelespino de Moya, de una exposición permanente sobre la obra de D. Luis Marco Pérez, para lo cual su casa luciría durante un tiempo, el excelente ajuar que podemos observar en la siguiente fotografía. Habiendo realizado D. José Benedicto múltiples visitas al taller que en la calle Serrano disponía D. Luis Marco Pérez, ello le sirvió para llevar a cabo una intensa función compilatoria que culminaría con la publicación de la que podría ser considerada como la carta magna de D. Luis Marco Pérez, mediante la cual estableció una intensa amistad tanto con D. Luis, como con D. José Rincón García.
Llegado este punto, y habiéndose dedicado D. José Benedicto Sacristán a estudiar pormenorizadamente los detalles de la vida y obra de D. Luis Marco Pérez, siempre presentó una conducta más que deleitosa con la Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de San Esteban, desde la cual queremos agradecer su presencia, así como su colosal interés, en el XXX aniversario del fallecimiento de nuestro insigne escultor Luis Marco Pérez.
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José Rincón García Discípulo de Luis Marco Pérez Por Miguel Ángel Martínez Valiente Sería D. José Rincón García la única persona que en el mundo permaneciese fiel al lado del “Eterno Maestro”, materializando la sólida lealtad que solo un inseparable amigo es capaz de aportar. Fue José Rincón el que acompañaría a D. Luis Marco Pérez tanto en alegrías como en tristezas, en venturas como en desventuras, en salud como en enfermedad, así tanto en glorias como en necesidad. Tras el fallecimiento de Dña. María Sevillano López, esposa de D. Luis Marco Pérez y presente en la adjunta fotografía, lo cual tendría lugar el 30 de Abril de 1975 a los 73 años de edad en la Clínica del Consuelo (Valencia), nuestro genial escultor quedaría rodeado de la más absoluta “Soledad Sonora” jamás cantada por Juan Ramón Jiménez en sus versos. Soledad cuya música únicamente sería silenciada por José Rincón, hasta que el día 17 de Enero de 1983 se estableciese en Madrid para D. Luis Marco Pérez el final de sus tiempos. EL Viaje Definitivo. …Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi Huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas la tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón aquel de mi Huerto florido y encalado. mi espíritu errará, nostálgico…
Luis Marco Pérez junto a José Rincón. Fotografía realizada en 1981 por José Benedicto.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido… Y se quedarán los pájaros cantando. Juan Ramón Jiménez, Poemas Agrestes (1910-1911).
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Anciano y enfermo D. Luis Marco Pérez, será la artropatía artrítica que sufrió la que le incapacitó para seguir labrando con sus prodigiosas manos la bella madera, lo cual le ocasiona serios problemas económicos donde José Rincón será su único asidero. Tan sobresalientes llegaron a ser dichos problemas que como podemos observar en el certificado de defunción de Marco Pérez, fue José Rincón el que corrió con los costes del mismo, y es que de acuerdo a lo afirmado por mi gran amigo D. José, él fue querido por Luis Marco Pérez como a lo que a un hijo se refiere. Fue una fría mañana invernal la que me llevó a recorrer las calles más castizas del Viejo Madrid, y en nombre de la Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de S. Esteban tuve la fortuna de conocer a D. José Rincón García. Con 84 años de edad esa maravillosa persona me acogió con celeridad en su casa, de un modo tremendamente afable, como es propio del mejor amigo que en vida tuvo D. Luis Marco Pérez hasta el momento de su muerte. Mi alegría era de tal magnitud, que rápidamente llamé a Valencia por teléfono a nuestro amigo D. José Benedicto Sacristán, con el fin de transmitirle mi sublime vivencia. Fue larga al tiempo que preciosa la conversación que mantuve con D. José Rincón García, de modo que tras hacer un detallado recorrido por toda la obra que D. Luis Marco Pérez realizó para nuestra Semana Grande, y en la cual como no podría ser de otro modo D. José Rincón se encuentra notoriamente versado, me afirmó haber tenido la ocasión de restaurar diversos de nuestros Pasos. Son las imágenes de San Pedro Apóstol, El Prendimiento; y nuestra querida Oración en el Huerto tras su trágica precipitación que en el año 1966 tendría lugar sobre el suelo de la Plaza de S. Andrés, las que han tenido que pasar por las magistrales manos de D. José Rincón García.
Figura de Jesús junto al Ángel, todavía en el taller del autor. Fotografía cedida por José Benedicto.
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Según D. José, la dificultad de la restauración residía en la imposibilidad de acceder en aquella época a materiales de calidad, lo cual en parte era causa del mal estado general en el que en el pasado se encontraron nuestras imágenes. Nuestra exquisita conversación no fue limitada a la obra religiosa de D. Luis Marco Pérez, reflejándome también José Rincón la relevancia de “El Pastor de las Huesas del Vasallo”, “El Hombre de la Sierra” y el “Macho Cabrío”, presentando por ésta última una especial afinidad y cariño. El fallecimiento de D. Luis Marco Pérez llevaría a D. José Rincón García a verse inmerso en un intensivo trabajo cuya finalidad fue culminar las obras que D. Luis no hubiese podido terminar en vida, puesto que tenía la necesidad de desalojar el taller que en Serrano 92 disponía D. Luis, en un intervalo de tiempo inferior a un mes desde su trágica muerte el 17 de Enero de 1983. Sin más dilación, fue un caluroso y emotivo abrazo lo que llevó a despedirme de mi gran amigo D. José Rincón García. Madrid, 21 de Enero del 2013.
Arriba: D. Luis Marco Pérez junto a una de sus obras. Izquierda: Miguel Ángel Martínez Valiente junto a D. José Rincón García. Página siguiente: fotografía realizada a San Juan Bautista en el taller de D. Luis Marco Pérez.
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Pedro Escudero Hermano mayor 2013 Por Pedro González Martínez e Ignacio Blanco Romero – ¿Cuánto tiempo llevas en la Hermandad? En la Hermandad y como marca la tradición, tu padre te inscribe antes que en el registro civil, nada más nacer. Por lo tanto, llevo siendo hermano cincuenta y dos años para ser exactos. A otras hermandades te vas apuntando con el paso del tiempo y amistades que haces, como la Soledad de San Agustín, Jesús caído y la Verónica, Virgen de la Amargura o la Borriquilla. Pertenezco a esta última porque era vecino de Eduardo ladrón de Guevara y fue quien trajo la Virgen que ahora desfila el Domingo de Ramos. La Hermandad de Jesús orando en el huerto, para mí ha sido la primera. – ¿Qué recuerdos y anécdotas guardas con más cariño? Siempre te remontas a cuando ibas de la mano con tu padre y cuando pasa el tiempo, te das cuenta de que va faltando gente: amistades, familiares… Recuerdo cuando los primeros gastos se hacían debajo de San Esteban, recién terminada. Entonces comías dos magdalenas. Luego en la calle San Francisco, en lo que era la Pensión Mora (antiguas cocheras). Son momentos especiales, porque ves a gente que sólo ves en Semana Santa y te alegras. Especialmente con aquellos que no están en Cuenca el resto del año o con los que sólo coincides en estos días. Desconectas de tu rutina del resto del año y te tomas un resolí con ellos. En Cuaresma intento hacer algún pequeño sacrificio, como fumar menos. También tienes tradiciones, como hacer “la ruta del resolí” o de las torrijas, a ver cuál está más buena. – ¿Qué funciones has desempeñado en la Hermandad? Empiezas con la crucecita y después pasas a la tulipa, donde ves a tu padre y a los amigos llevando el “paso” y tienes la ilusión de ser bancero. Cuando ya lo has sido algunos años regresas a las filas para ver tu Hermandad desde dentro: la entrada en la Plaza Mayor, las curvas de la Audiencia… Lo ves recogido y te emocionas, incluso ahora mismo que lo estoy recordando. Cuando dejas el banzo sientes que te falta algo, o vas mirando a los banceros y les dices: ¡Ánimo! Te fijas en si se mueve bien la oliva, si se lleva bien el ritmo, etc. – ¿Qué significado guarda nuestra Imagen para ti? Cuando suben la talla al altar ya vas calentando motores. Vas a la iglesia y sacas el “paso” de su rincón para que luzca sobre el altar. Ahí es donde empieza el ajetreo, especialmente las madres, las cuales comienzan a preparar todo. Cuando la Imagen sale a la calle es espectacular, pero me causa más impresión verla guardar (imagino que como a todos). Haces balance de cómo ha ido la procesión y piensas: que se nos va.
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– ¿Cómo ves el final de la procesión? Creo que el hecho de adaptarnos a nuevas cosas como el final de la procesión, no se ha instaurado con el beneplácito de todas las hermandades. Dejamos a los hermanos mayores esperando a las demás hermandades como acto de respeto, pero no considero que dejar el “paso” en la calle demuestre más respeto. Tenemos hermanos, público, otros “pasos”… Llega a ser un problema de seguridad con tantas Imágenes en la calle y la aglomeración de gente. En lo que respecta a las tablas de Carretería la calle viene de lado, así que no sé si los banceros van a ir bien al no desfilar por el centro de la calzada. Además, va a quedar estrecho y opino que se va a perder vistosidad si una de las filas va sobre las tablas, por ejemplo. Antes de ver cómo se desarrollan los desfiles, nadie tiene claro lo que va a pasar. – ¿Qué te parece el cambio de horario de nuestra procesión, saliendo una hora antes? Es relativo. Para los más pequeños y sus madres es mejor, ya que así se intenta terminar a una hora menos intempestiva. Al ser el último día laboral antes de Semana Santa, salir a las siete puede suponer un problema para muchos banceros. A lo mejor desmerece un poco subir de día, pero la procesión es muy larga y así se consigue un horario más cómodo. A pesar de que haya más luz, en la bajada se puede ver a nuestro “paso” desfilando por la noche. Debemos tener en cuenta las largas filas de hermanos que llevamos, por lo que adelantar el horario puede que anime a muchos a acompañar a la Imagen hasta el final del recorrido. – Vida de la Hermandad. Actualmente veo que la Hermandad está en su apogeo. Sobre todo con la iniciativa de los jóvenes que realizan actos que fomentan la unión de la Hermandad y trabajan por ella. Es fantástica la idea de crear una asociación cultural, alargando de esta forma la amistad más allá de la Hermandad. – Entonces, ¿eres optimista con el futuro de nuestra hermandad? El futuro está asegurado. Ya no son varias familias, sino que estamos todo el año “liados”. Como decía, es muy bonito que lo que comenzó como un grupo de amigos, se extienda y llegue a la generación actual, la cual es la tercera. Los banceros de la primera generación fueron un grupo de amigos, y todo esto ha continuado hasta el día de hoy. Todo ello se debe especialmente a la devoción que sentimos por nuestra Imagen. – ¿Qué esperas de este año como hermano mayor? Para mí es un gran honor, e influye el hecho de que pertenezco a la segunda generación de hermanos de la Oración del huerto, y que mi padre fue de la primera. Para terminar, espero que no nos llueva y que podemos disfrutar de un gran desfile.
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Fernando Arturo Sánchez Calleja Hermano Por Francisco Javier Alarcón Sepúlveda - ¿Qué significa para ti la Semana Santa de Cuenca? Para mí es la semana más grande del año en la ciudad y lo que en esa semana se hace es afirmar la fe que nos han transmitido nuestros antepasados. - ¿Cuál es el primer recuerdo relacionado con la Semana Santa? Mi primer recuerdo sobre la Semana Santa es muy difuso pero lo que sí puedo recordar es el gran movimiento que había en mi casa para rememorar lo que fue la muerte del Señor. - Nos gustaría saber a cuantas hermandades perteneces actualmente, el por qué y la vinculación que mantienes con las mismas. Actualmente pertenezco a las hermandades de la Borriquilla, Virgen de la Esperanza, Huerto de San Esteban, Huerto de San Antón, San Juan Evangelista, Jesús de las Seis y la Exaltación. A todas ellas llegué de una manera especial y por diferentes lazos ya fueran de amistad o familiares que hacen que cada una de ellas tenga un significado especial para mí. En todas ellas intento mantener una relación de afecto, cordialidad y colaboración total. - ¿Qué cambio fundamental crees que se ha producido en la Semana Santa desde que tú la vives? Desde mi punto de vista, el mayor cambio que ha sufrido ha sido la masificación a la que ha dado lugar pero también es cierto que en lo que respecta a las hermandades no todas han evolucionado de igual manera. - Siempre está la polémica de si la Semana Santa es tradición, cultura o fe. ¿Cuál es tu opinión? Por encima de todo el rito de la Pasión es intocable porque fue narrado por los cuatro evangelistas. El aspecto festivo no tiene sentido y sí el de la penitencia porque toda la cristiandad rememora y celebra lo que fue la muerte del Señor. En conclusión: si no se es creyente no se puede sentir nada debajo de una imagen, desfilando de tulipa…
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- Si en tu mano estuviera, ¿qué modificarías de nuestra Semana Grande? Ni eliminaría ni pondría pero si le pediría a toda la gente que en ella participa que fuera consciente de lo que realmente en estos días se celebra, sintiendo un compromiso y respeto con cada imagen… - Sabida es la importancia del papel de la mujer en el resurgimiento de la Semana Santa, ¿qué opinas de la mujer como bancera? Yo en determinados momentos y pasos puedo ver a la mujer como una bancera, pero en otros pasos por su desfilar y su gran peso no creo que puedan. No obstante su papel en la Semana Santa ha sido clave y pueden ayudar en el resto de las facetas. - ¿Qué opinión te merece nuestro deseado museo de la Semana Santa? No tiene razón de ser ni da lugar. La base de un museo son las imágenes y estas se encuentran expuestas al culto. Así si se quisiera conocer realmente la Semana Santa de Cuenca creo que habría que visitar las iglesias. - ¿Conoces personalmente esta celebración en otra parte? Conozco las Semana Santa de Cartagena y Málaga en las que tengo grandes amistades, teniendo una gran opinión de ellas debido a que su desfilar es el mismo (las imágenes van sombre el hombro). - Hablemos de esta hermandad y de lo que para ti ha significado. Yo llegué a la hermandad en los años 70 y llegué totalmente enamorado de ella. La veía como la hermandad más importante dentro del Miércoles Santo. Desde pequeño me cautivó el paso, voluminoso, con pocas tulipas y su desfilar entre capuces blancos. El paso como grupo es algo espectacular y la hermandad “siempre humilde” es así mismo grandiosa. Para mi es algo muy grande. El Huerto solo se merecería un desfile porque llena muchos momentos dentro de la procesión del Silencio. En definitiva una hermandad de la que quería ser por vocación. - ¿Cómo ves en la actualidad la hermandad del Huerto de San Esteban? Yo la veo como la hermandad con más futuro dentro de la Semana Santa de Cuenca. Es la que mejor está gestionando su futuro en todos los campos. - En tus años portando enseres de la hermandad ¿Cuál ha sido el más significativo? El año en que murió mi madre, en el cual porté el guión. La tuve presente en toda la procesión.
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- ¿Qué modificaciones de las que se han realizado dentro de la hermandad encuentras como decisivas? Creo que todas las que se han hecho han sido acertadas y el resultado es la buena evolución que ésta ha tenido.
- ¿Se te ocurre algún cambio interesante para mejorar la hermandad? No me lo he planteado ya que la hermandad se encuentra en buenas manos. - En tu ya dilatada experiencia nazarena, ¿te ha quedado algo por hacer? Me han quedado por hacer muchas cosas. Por ejemplo vivir la estación de penitencia que se hacía el Jueves Santo dentro de la Catedral y haber sido hermano mayor por turno de todas las hermandades a las que pertenezco. Aun así, he procurado cumplir todo lo que he podido.
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Ángel Moreno Músico Por Miguel Ángel Martínez Valiente “Sin música la vida sería un error.” (Friedrich Nietzsche) Siguiendo el tortuoso trazado labrado por las agitadas aguas del rio Huecar, llegamos al punto de encuentro entre las nazarenas calles de “La Moneda”, “Los Tintes” y “Escalerillas del Gallo”. En ese lugar de reunión entre centenarias calles, es donde se ensalza el emblemático edificio “Almudí”, que edificándose en el S. XVI para ser remodelado en el S. XVIII, ha observado el devenir que el tiempo tenía reservado para la Antigua Ciudad Conquense, siendo hoy noble rincón de ensayo para nuestra muy preciada Banda Municipal de Música de Cuenca. Fría y próxima al inicio de la esperada primavera fue la tarde que nos llevó a encontrarnos con nuestro querido hermano Ángel Moreno, de modo que despertando ya nuestra Semana Mayor de su latencia invernal, envuelto entre nazarenas partituras nuestro hermano con entusiasmo nos acogió. Sin más dilación, me dispongo a dejar constancia de la relevancia que esta magnífica persona presenta para nuestra Banda de Música, así como la transcendencia que en su vida ha presentado el conocimiento humanista que la música constituye, puesto que al igual que Luciano Pavarotti, al arte de las musas nuestro hermano Ángel Moreno su vida ha dedicado. “Pienso que una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada, y es a eso a lo que he dedicado la mía.” (Luciano Pavarotti) Ingresando en el año 1942 y a la edad de 13 años en la Academia de la Banda Municipal de Música de Cuenca, bajo la excelente batuta de D. Jesús Calleja, ello fue lo que diera origen a una magnífica trayectoria musical orientada siempre al noble servicio de nuestra ciudad. Podemos observar con la ilusión y el entusiasmo propios de la alegre juventud a D. Ángel Moreno en la siguiente fotografía (bajo el círculo amarillo), para mencionar que en la actualidad este octogenario músico aparte de ser el más querido y apreciado por todos, es el que mayor edad presenta dentro de nuestra sublime Banda de Música. En la fotografía aparece también un reflejo de la infancia de D. José López Calvo (bajo el círculo rojo), que iniciándose bajo la especialidad de bombardino es un prestigioso compositor a nivel nacional, habiendo salido de su extraordinaria pluma obras como “Réquiem por un músico” o “Por tu cara de pena”.
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El devenir del tiempo en su más absoluto comportamiento caprichoso le obligaría a D. Ángel Moreno, músico de todos y cada uno de los saxofones existentes, a retirarse tres veces de su querida Banda de Música. La primera vendría marcada por su necesaria presencia en el Tercio de D. Juan de Austria, que localizándose geográficamente en Larache (municipio próximo a Ceuta), fue una de las regiones de estacionamiento habitual de la Legión Española. Las ocasiones restantes que llevarían a D. Ángel Moreno a marcharse de su preciada Banda de Música, vienen condicionadas por las necesidades que fueron propias del período posbélico, cuando aprovechando sus conocimientos musicales partiría a las fiestas patronales de los municipios de la Provincia de Cuenca, para obtener el fundamento económico que pudiese solventar las deficiencias alimentarias de la época. Durante su impecable trayectoria dentro de nuestra Banda de Música, han sido vistos pasar por D. Ángel Moreno excelentes directores al mando de la batuta de Cuenca, como son D. Jesús Calleja, D. Lucio Navarro, D. Aníbal Carricoba, D. Aurelio Fernández Cabrera y D. Juan Carlos Aguilar Arias. Este magnífico pasado musical se pone especialmente de manifiesto en el hecho de haber superado su sexta década como nazareno de plato en nuestros desfiles procesionales, dejando patente el precioso sonido que siempre ha caracterizado a nuestra Banda Municipal de Música. Este nutrido pasado que presenta D. Ángel Moreno como nazareno de instrumento no queda restringido a lo ya mencionado, puesto que gracias a su trabajo fueron introducidas en Cuenca de las marchas procesionales de “Nuestro Padre Jesús” y “Cristo de la Sangre” (ambas de D. Emilio Cebrián), constituyendo “Cristo de la Sangre” su marcha más estimada de las que apreciamos en nuestras calles nazarenas.
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Serán imágenes integrantes de la memoria de D. Ángel Moreno las que le evoquen la participación de nuestra Banda de Música en la procesión Camino del Calvario, afirmando que para combatir el frío del amanecer el director les permitía acceder gradualmente a la “Taberna Parra”, lugar que situándose en el Puente de la Trinidad posibilitaba saborear un reparador café en la madrugada. Llegados a este momento y como hemos podido apreciar, resulta importante recalcar que para D. Ángel Moreno su Banda ha sido siempre el eje de rotación de su vida Orientando nuestra conversación hacia el tradicional concierto de marchas procesionales realizado por nuestra Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de S. Esteban, D. Ángel Moreno afirma su carácter extraordinario además de ser el primero de los conciertos que sobre marchas de procesión fuese realizado en nuestra ciudad. Es un magnífico concierto al cual D. Ángel siente no poder asistir, puesto que como resultado de su trágico accidente acontecido nuestro concierto, este sublime músico dispuso de un hueso coxal fracturado. Rodeado en su mesa de trabajo de numerosas partituras que integrarán el inminente concierto de “La Oración” así como de la próxima Semana Santa, D. Ángel Moreno afirma pertenecer únicamente a una Hermandad, “La Oración en el Huerto de S. Esteban”, a la cual con lágrimas en los ojos recuerda en su caminar procesional y por la que presenta un inmenso sentimiento, conmoción que es fortalecida por los numerosos años que tras ella fue tocando con su saxofón. D. Ángel Moreno es todo para su Banda de Música, y como nazareno de plato recuerda desfilar tras la Virgen de la Amargura en tiempos pasados, evocando la alegría que para él supuso poder desfilar detrás de su Hermandad, “La Oración en el Huerto”, por la cual su sentir es tremendo. Como consecuencia de su delicado estado de salud, experimenta como sabio observador D. Ángel Moreno pena y nostalgia por no poder participar en nuestros desfiles nazarenos, rememorándole ello a los inicios que durante su infancia tendría en la música, así como a sus numerosos años como nazareno de atril e instrumento. Habiendo compartido infancia y estudios con D. José López Calvo en la Academia de la Banda Municipal de Música de Cuenca, se alegra notoriamente de las magníficas obras que por parte del mismo fueron alcanzadas como compositor, para pasar posteriormente
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D. Ángel Moreno a participar en la creación musical con nuestro estimado hermano Juan Carlos Aguilar, cuando se encontraba como excelente clarinetista de nuestra banda. D. Juan Carlos Aguilar es un gran amigo por parte de D. Ángel y de nuestra Hermandad, siendo considerado por nuestro hermano Ángel Moreno como un gran director versado en los conocimientos de armonía, así como una persona magnífica. Con respecto al edificio Almudí, es considerado por D. Ángel Moreno como su segunda casa, en la cual y de la mano de D. Nicolás Cabañas aprendería solfeo en el rincón que actualmente corresponde a los instrumentos de percusión, habiendo sido la Banda Municipal de Música de Cuenca para D. Ángel Moreno desde los 13 años su máxima ilusión. “La Banda Municipal de Música de Cuenca siempre ha tenido mucho prestigio y ha sido muy bien valorada dentro de nuestra Ciudad, ello es debido a que sus diversos componentes son vecinos de los diferentes barrios de la capital conquense. Si observamos la evolución que en el tiempo ha experimentado nuestra Banda de Música, podemos concluir que pertenecer a la misma es algo propio de la vocación de sus miembros, puesto que si en su origen la formación musical de los mismos era inferior a la deseada, la ilusión que en ellos era gestada por su vocación musical en poseer para Cuenca una Banda de Música, suplía con creces esas pequeñas carencias musicales, lo cual quedaba de manifiesto en los numerosos ensayos que fueron realizados. Han sido la vocación y la ilusión musical de sus integrantes, las que llevaron a elevar a esta Banda de Música, valores que pueden incluso llegar a poseer más poder constructivo que el propio conocimiento musical.” Como noble consejo de cara a la próxima Semana Grande para los jóvenes de nuestra Banda de Música, D. Ángel Moreno les invita a vivirla como si fueran unos nazarenos más, puesto que la fusión entre música y Semana Santa es lo más maravilloso que existe. No puede pasar un año sin que con lágrimas en los ojos D. Ángel Moreno observe a sus músicos detrás de su Hermandad, presentando un especial afecto por los niños tanto de su Banda de Música como de su preciada Hermandad, “La Oración en el Huerto”. Con un caluroso abrazo nos despedimos de aquella excelente persona a la que siempre consideraré como uno de mis grandes maestros, D. Ángel Moreno.
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Carmen Román Costurera Por Mercedes Abarca Gómez y Miguel Ángel Martínez Valiente Perteneciendo Dña. Carmen Román a diversas Hermandades, dentro de las cuales cabría señalar a Jesús de Medinaceli, Ecce-Homo de San Miguel, Jesús Amarrado a la Columna, Soledad de San Agustín, Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de las Angustias, son 67 años los que lleva cosiendo por engrandecer nuestra Semana Santa. Son muchas las túnicas y capas que por sus manos han pasado a lo largo de todo este tiempo, viéndose incluidas dentro de ellas las pertenecientes a Nuestra Hermandad. Habiendo realizado una de las túnicas que luce durante la procesión Jesús de Medinaceli, Dña. Carmen cuenta como anécdota haberse negado a realizar una túnica que de color amarillo era solicitada por una persona que queriendo aparentar ser turbo, su comportamiento hubiese sido destructivo para el devenir de nuestra procesión “Camino del Calvario”. Iniciándose su nutrida andanza en la Semana Santa a la edad de los 6 años, Dña. Carmen acompañaba a su padre en las filas de Jesús Amarrado, desde donde la echaban para posteriormente ella regresar sin que se dieran cuenta. Dña. Carmen es una de aquellas mujeres que habiendo defendido siempre nuestra Semana Santa, contribuyó con que ésta sea lo que hoy tenemos presente, puesto que desgraciadamente fue preciso que las filas estuviesen vacías, para introducir en ellas a la mujer. Es conocido por todos, que si no hubiese sido por las mujeres, nuestra Semana Santa estaría perdida, y como muestra de ello tenemos las antiguas túnicas que con cola se utilizaban para aparentar ser numéricamente más en las filas. En cuanto a la existencia de un relevo a nivel de su labor para la Semana Santa, Dña. Carmen afirma que su nieta lo tomará, puesto que no ha querido enseñarle a nadie, salvo a ella.
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Dña. Carmen afirma también la notoria mejoría que a lo largo de la historia ha experimentado nuestra Semana Grande, y como muestra de ello tenemos el sentimiento generalizado de orgullo manifiesto por todos nuestros hermanos, describiendo a nuestra Semana Santa como la mejor, lo cual se acompaña de un brillante futuro materializado en unas filas repletas de niños. Conociendo en profundidad a la Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de San Esteban, como no podría ser de otro modo por parte de una hermana de San Isidro de Abajo, expone quererla y sentirla, tanto por sus amigos, como por el significado y la relevancia que presenta Nuestra Hermandad. La historia de los muñecos comienza revistiendo los cartones de los capuces, el siguiente paso fue pensar, ¿Por qué no hacer muñecos completos de trapo?, y la conclusión fue la que podemos observar en la siguiente fotografía.
Finalmente y como consejo para las personas que integrarán el futuro de la Semana Santa, Dña. Carmen nos insta a aprender a coser. Afirma la importancia de la costura en la Semana Santa, y sentirse vacía el día que no la ejerce, presentando la Semana Santa en la costura un pilar muy importante, sin el cual surgirán importantes problemas en el mañana.
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José Manuel Alarcón García Hermano Por Francisco Javier Alarcón Sepúlveda - ¿Qué significa para ti la Semana Santa de Cuenca? Para mí es algo importante en cuanto a la fe en Jesucristo, puesto que es la máxima conmemoración (junto con el nacimiento) de pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. - ¿Cuál es el primer recuerdo relacionado con la Semana Santa? El primer recuerdo que conservo es ver pasar los pasos desde la ventana de mi habitación en mi casa de la calle del Agua ,así como la confección de túnicas, capuces, capas y demás enseres que en mi casa se realizaban. - Nos gustaría saber a cuantas hermandades perteneces actualmente y la vinculación que mantienes con las mismas. Actualmente pertenezco a las hermandades del Huerto de San Esteban, Negación de San Pedro, Jesús de las seis, Exaltación, Cristo de la Agonía y a la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y la Cruz. Cada una tiene una razón o un sentido para mí. A unas pertenezco por tradición familiar y a otras por vocación y sentimientos que han representado en mi vida. Debido a mi trabajo y mi edad suelo seguir el transcurso de mis pasos en la procesión el día que desfilan, además de asistir a sus diferentes actos.
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- ¿Qué cambio fundamental crees que se ha producido en la Semana Santa desde que tú la vives? Yo pienso que el mayor cambio que se ha producido ha sido el grado de participación sobre todo en las filas y en gran medida con la incorporación de la mujer en las procesiones. - ¿En la Semana Santa predomina la tradición, la cultura o la fe? Es de todo un poco porque cada uno la vive de una diferente manera, según a lo que uno esté integrado .Pero para mí, ya lo he contestado en la primera pregunta, fundamentalmente la Semana Santa es la representación de la Pasión y Resurrección de Jesucristo. - ¿Qué modificarías de nuestra semana grande? Sobre todo una cosa (aunque lo veo muy difícil), sería mejorar el desarrollo de la procesión Camino del Calvario porque todo se ha intentado pero nadie tiene la varita mágica. - ¿Cómo ves en la actualidad la hermandad del Huerto de San Esteban? La veo muy bien por el aumento tan grande de hermanos que la componen así como por la simpatía que en la población produce, las actividades que realiza y su imponente paso. - ¿Qué modificaciones de las que se han realizado dentro de la hermandad encuentras como decisivas? No podría destacar ninguna por encima de otra ya que todas las que se han realizado han tenido un resultado satisfactorio para el devenir de la hermandad. - ¿Se te ocurre algún cambio interesante para mejorar la hermandad? Que seamos conscientes de todo lo que podemos hacer para que los desfiles y el procesionar debajo de nuestro paso contribuyan para la buena imagen de nuestra Semana Santa y de todo lo que representa. - ¿Con qué momento te quedas de los vividos en la hermandad? Me quedo con la emoción que experimenté en mi último año de bancero en la anteplaza y los bailes del escardillo y la audiencia, cosa que se repite todos los años al ver la procesión y que me ha emocionado hasta llegar a las lágrimas.
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- Como sastre desde cuyo taller han salido tantas túnicas, capuces, capas… ¿Crees que este aspecto de la semana santa ha mejorado o no? Ha empeorado muchísimo por la gran falta de profesionales que existen ahora mismo y lamento decir que ese aspecto no está bien cuidado - ¿Desde cuándo tu casa viste la Semana Santa de Cuenca? Desde 1884 en que mi bisabuelo realizaba sotanas, túnicas… Ya somos cinco generaciones. - ¿Cuál era el sentido de las antiguas túnicas de cola y cuales te gustan más? Por una parte su función era rellenar los huecos en las filas y por otra el sentido que tiene en las Semana Santas Castellanas de tradición, con mucho más empaque, categoría y señorío procesional en definitiva. En definitiva son más de mi gusto pero actualmente no tienen sentido debido al gran número de nazarenos en las filas. - ¿Hay algún cliente que en la actualidad le haya demandado esta prenda? Sí, varios e incluso de otras Semana Santas. La última fue para un hermano del Jesús de las Seis. En toda mi vida he hecho muchísimas sobre todo para ambos Ecce –Homos, Jesús de las Seis, etc. - ¿Cómo aprendiste el oficio y en concreto la confección de las túnicas capas y capuces de la Semana Santa? Lo aprendí en mi sastrería con mi padre y con determinados sastres que ya han fallecido especializados en la confección de túnicas, sotanas, capas… - ¿Hay algún secreto profesional que guardas celosamente con respecto a esta confección? Sí varios, como cualquier profesional, pero efectivamente son secretos y los guardo celosamente. - Sabemos que has vestido a las hermandades, pero ¿hay alguna otro enser relacionado con la Semana Santa que hayas confeccionado? Sí: Uniformes (de los antiguos) para el cabildo de caballeros del Santo Sepulcro, mantos, capas, uniformes de la banda de música, algún guión… Todo ello basado en la artesanía. - En tu ya dilatada experiencia nazarena, ¿te ha quedado algo por hacer? Muchísimo, como creo que a todo conquense y nazareno. Uno se muere aprendiendo y corrigiéndose cada día, para intentar llegar a la perfección.
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Jesús Calvo Sahuquillo Hermano Por Samuel Calvo Abad Una tarde fría de invierno sería propicia para realizar la entrevista al número 1 de la tan extensa lista de la que formamos parte todos los hermanos del Huerto de San Esteban. Jesús Calvo Sahuquillo , ya jubilado tras toda una vida laboral con las manos pegadas al volante de un camión. Él fue quien empezó a enraizar a la familia Calvo en la hermandad que tras tres generaciones, sigue ligada a ésta con la misma devoción gracias a sus hijos, sobrinos, nietos, … Ha sido bancero, Hermano Mayor, y en 2011 fue homenajeado como “Hermano Antiguo” ostentando ya por aquel entonces el primer número en la lista de la hermandad. - ¿Cuáles fueron los motivos para ser hermano del Huerto? Nos juntamos unos cuantos amigos donde tendríamos todos unos 15 años. Fue Don Paco, juez del Juzgado, el que nos animó diciéndonos que era el secretario de la hermandad de los labradores. Esa fue la razón principal por la que nos hicimos hermanos del Huerto. - Y después bancero ¿no? Sí. Fue poco más tarde de apuntarnos estos amigos y yo cuando empezamos a llevar el Paso. Nos pagaban 6 o 7 pesetas para que lo lleváramos. Luego ya…años más tarde, a parte de aquel poco que nos daban, empezaron a darnos un bocadillo. Sacamos el paso durante bastantes años pero siendo ya mayores tuvimos que dar el relevo porque las fuerzas no eran las mismas que de jóvenes. - Alguna anécdota… Pues ahora mismo no recuerdo ninguna en particular pero sí recuerdo alguna que otra. Una de ellas fue un año bajando ya por la Trinidad; habíamos subido más o menos bien a la Plaza pero en la bajada ya íbamos muy cansados; llamé a uno que estaba en la fila para que se metiera a llevarlo pero estuvo “avispao” y se colocó detrás de mí siendo yo un palmo más alto que él. Él ahí iba muy bien pero los demás ya no podíamos ni con el alma (entre risas). - ¿Cuántos años fuiste bancero de la Oración? No sabría decir cuántos exactamente pero sobre unos 15 años estuve llevando el paso.
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- ¿Banceros con los que compartieses banzo? Julianete (el Cachiri), Alberto Valencia, Francisco (el esquilador), entre otros,… Nos juntábamos ahí un buen grupo todos los años. - ¿Llevaste el paso con dos y tres banzos? Lo llevé siempre con dos banzos; con tres ya no. Empecé a sacarlo con dos banzos cuando sólo estaban el Jesús y el Ángel. Unos años más tarde vinieron los tres apóstoles cuando todavía seguíamos con los dos banzos…..y ahí ya sí que nos cargaron bien; fue cuando empezamos a desistir (entre risas). - De San Andrés lo sacaste algún año… De San Andrés sí; San Esteban estaba en obras y sí me acuerdo que de San Andrés lo sacamos algunos años. - ¿Echas algo en falta de antes que actualmente no se haga? No, nada. Ahora todo se hace perfectamente y mucho mejor que antes. Está todo muy organizado, tanto la manera de hacer las cosas dentro de la hermandad como la forma de desfilar. Ha mejorado bastante con el paso de los años.
Fotografía tomada el 6 de abril de 1955 (Miércoles Santo): Jesús Calvo Sahuquillo junto a su sobrino Antonio Herráiz Calvo (Hermano Mayor en 2005).
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- Has sido bancero, eres padre de bancero, y ahora… abuelo de bancero; ¿cómo te sientes, emocionalmente, al ver que el legado que un día empezaste continúa con la misma devoción? Muy bien, con mucha alegría; y aun que uno es ya mayor y va un poco renqueante, todos los años va a la puerta de San Esteban a ver salir al Huerto, antes a ver al hijo y ahora al nieto. - ¿Te acuerdas de lo que le dijiste a tu hijo Rafa el primer año que sacó el Huerto antes de salir? Sí, que se iba a enterar de lo que llevaba encima (entre risas). - Fuiste hermano Mayor de turno en 1984 junto con Manuel Noheda López y Manuel Sanz Vázquez. ¿Qué nos puedes contar de aquel año? Estuvo bien aquel año; pero hubo un pequeño problema con la capa. Nos daban, al igual que ahora, aquella capa blanca a los hermanos mayores y yo me vi negro para que me la dieran. Que si no había…, que si no encontraban…, y es que se ve que sólo tenían en ese momento dos capas; no encontraban la tercera…..y al final a base de buscar por ahí, encontraron una y ya me la pudieron dar. - ¿Eres de otras hermandades aparte del Huerto? Sí, de San Juan Evangelista. - Por último, hablando en general y al haber vivido ya tantas Semana Santas, queremos saber tu opinión sobre esto. En los últimos años, se llevan acometiendo diferentes cambios en algunas procesiones. Por ejemplo, un cambio que se produjo hace 4 años en el que se ha vio involucrada la hermandad ha sido en el horario de inicio de la procesión saliendo ahora a las 19h. ¿Qué opinas sobre esto? ¿Crees que se debería hacer como se ya llevaba haciendo anteriormente, o son positivos estos cambios? Yo los veo bien; pienso que estos cambios se deben hacer conforme a las circunstancias que se den en ese momento, es decir, si en alguna procesión hace falta hacer un cambio, ya sea de horario o recorrido, que haga que la situación mejore, yo lo veo bien. - Y las famosas maderas de carretería… ¿qué piensas? (entre risas) Pues que nos han hecho polvo; yo creo que las maderas no las van a quitar y si finalmente es verdad que no lo hacen…las procesiones perderán mucho porque Carretería es un símbolo de nuestra Semana Santa. Al final, habrá que ir por otras calles como los Tintes o por el parque San Julián si no hay más remedio.
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El “paso” de la Oración del Huerto desfilando el Miércoles Santo de 1945. Fotografía cedida por Rafael Torres Muelas.
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Mis tardes nazarenas Poemas Por José Luis Lucas Aledón
Cristo por Cuenca en su Agonía. Más plena es la luz del sol cuando con estupor caminas empapada por el dolor de tú sangre en la senda del salmo. Cristo de la Agonía mecido por el relente brisa o tierno vuelo de golondrinas bajo las suaves umbrías de los campanarios, los tejados sobre la hoz, ángeles alados por prodigios. “¿Por qué me abandonaste, Padre?” Rezumando el día los resoles clavan su garra de luces doradas en el leño tosco de la Cruz, y se ilumina glorioso con destellos de oros y espejos JOSE LUIS LUCAS ALEDÓN (INÉDITO)
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Miércoles: El del blanco silencio Sea este silencio tuyo tan callado con el que atardeces en Cuenca de rosa y miel. Venga la voz apagada de ecos blancos, mirlos, luna de encaje. Corpiño verde por todo el río hortelano. Este silencio inmaculado sea escuchado bajo la oliva junto al beso traidor y falso. Lleve el cuervo el sesgo enojado en la espada de Pedro rasgando la noche garduña entre los olivos de Getsemaní. Cubren silencios las verdes aceitunas. Caen derramados odios, gritos, sofocos. Por la Cuenca sublime y nazarena, sangre altiva. El aire gime con sudor frío. Crin de potro salvaje, empuja al Hombre humillado Hacia el Sanedrín de Anás. Ya. Triduo hizo de su canto el gallo… Y a la Madre se le escapa, asustada. su corazón a lomos de la Amargura, oyendo entre azucenas y arrayanes los oscuros auspicios de la lechuza, que lutos, lágrimas ulula JOSÉ LUIS LUCAS ALEDÓN (INÉDITO )
Epifanía de ramos y Hosannas Apacentaba en el yerbal bajo la higuera el dulce pollino, alzadas orejas junto a la madre. Eran grandes ópalos sus ojos. Redondos aguacantos, que el Cedrón lame. Gris de brillante plata su piel de limpia amanecida Judea. Traían los aires aromas del palmeral, las brisas mezclan perfumes del sicomodo, granados, olivos vetustos, arrugados, agraces chumberas del desierto….. Suave cendal de lino anudose en su quijada. El befo levanta y clama queja o auxilio, súplica a la madre ahuyentada Jalado por el ramal sus tiernas pezuñas pisan polvo agonizante del sendajo. La cruz de su lomo virgen a jinete, de algodón era, no conocía albarda. con mantos lo cubrieron A horcajadas asientan al Maestro. Ya es suave el trote. ¡! HOSANNA¡¡ ¡ Bendito el que viene en Nombre del Señor¡ Nubes de polvo aventado desde el olivar peinan las azoteas y se criba por las celosías de las ventanas veladas por damascos y celosías Con alabanzas de niños es en gloria asediado: “¡!Dejadlos.¡¡ Dejad. De ellos ha de ser el REINO de los CIELOS. Dejadlos hacia mí acercarse” ¡ Salve al que llega, Hijo de David.¡ ¡! HOSANNAAA¡¡ ¡¡HOSANNAAA¡¡ Fino tapiz cubre de olas blancas, losas de las callejas de la Santa Jerusalén de la Pascua . Rezumaban savias las ramas recién sajadas Y las palmas asombros tejen en la calle. Flecos de albahaca desde los alfeizares caen derramados en cascada florida atravesada por las verdes espadas de áloe. Geranios, nardos, dondiegos y buganvillas arden en los ventanillos, en las barandas de los sotejados. Sentadas, con pezones de miel y leche repletos, Madres de Sión, amamantaban junto a los quiciales, a sus hijos de amor y dolor. ….. Y su lloro fue amargo en la bienvenida ¡!Ay Jerusalén, Jerusalén. ¡Oh¡ Jerusalén.¡¡ ¡Mí Jerusalén¡ Vendrán sobre ti, días en que tus muros, cuajados de tradición, asolados serán. Caerá sal sembrada sobre tus huertos.
Y serás derribada. Por ciudad maldita, Oh, Jerusalén, serás conocida.
Tus hijos, esparcidos en perpetua diáspora . Perdidos entre otros pueblos por siglos, odiados. Y no dejaran de Tí piedra sobre piedra afianzada. Flor de sangre manarán la espiga y la pámpana, por que no quisiste conocer su Venida a Ti. ¡! AY. MIO, JERUSALEN¡¡ JOSE LUIS LUCAS ALEDÓN (INÉDITO)
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Pensamientos de mi agonía Por Mercedes Abarca Gómez CUENCA, 6 de MARZO de 1870. El sol comenzaba a esconderse, dejando a Cuenca sumida en la oscuridad. Todo parecía desvanecerse ante mis ojos. Esta era la última noche que iba a pasar. Sentía el silencio clavándose en mi alma, arrancándome mis últimas esperanzas y mis sueños. Solo de vez en cuando oía de lejos el paso del guardia que vigilaba los fuertes muros de mi libertad, aunque todo este sufrimiento terminaría mañana en el momento en el que el verdugo dejara caer su brazo y este mundo acabaría. Lo único que me reconfortaba era que mientras mi vida se escapara y mi último aliento yo sintiera podría mientras mirar al Cristo, Cristo de las Misericordias que sé que me perdonará sinceramente y sin rencor. Llegó el amanecer, el sol sale tras el guardián de Cuenca, sus rayos parecen tocar su pelo y sus ojos me miran con ternura. Parecen decirme “Hijo mío, no sufras, pronto estarás conmigo “. La campana del monaguillo y el olor a incienso ya se percibían, antes de que me diera cuenta tenia ante mí a mi Cristo de las Misericordias, reconfortándome, haciendo que este pesar y agonía fueran aliviadas. Llegando ya al patíbulo donde se acercaba mi fin sentí miedo, soledad y tristeza a pesar de que había gente conocida
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mirándome, muchos en otra época amigos. Me sentí solo, traicionado y vendido como nuestro señor Jesús en el huerto de Getsemaní. Muchos me miraban con pena, pues sabían que era inocente del cargo por el que se me juzgaba. Pero prefirieron callar por miedo. Aún hallándome solo y sin tener ayuda no les guardo rencor. Subiendo al patíbulo sentí un escalofrió recorriendo todo mi cuerpo, llegaba mi momento y no podía hacer nada. Quería salir corriendo y huir, pero no podía. Toda mi vida pasó ante mis ojos: los recuerdos de mi niñez, especialmente me vino a la mente el dolor de mi madre el día que me condenaron. Nunca pensé que mi muerte sería así. Mi verdugo, el hombre sin rostro que allí me esperaba, me colocó de rodillas y en ese momento sentí el fuerte calor de Dios abrazándome. Este fue mi fin y el principio de mi vida.
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Desde el capuz de un bancero Asociación “Huerto de San Esteban” Me encuentro en el salón de mi casa con los nervios de todo nazareno conquense, vienen a la mente cantidad de momentos antes de vestirme con la uniformidad de mi hermandad; un todo que marca mi vida. No ha llegado la hora y estoy deseando que llegue el instante de sentir el peso del banzo en mi hombro. La hora se aproxima, llega el momento y mi familia mira orgullosa lo que es el paso del tiempo reflejando en mí la tradición nazarena. Desde el momento en que siento el suave acariciar de la túnica, miles de sensaciones e imágenes me recorren todo el cuerpo. La figura de él, que me enseñó todo desde pequeño y del que aprendí toda una devoción desde el sentir de un bancero adulto desde la infancia. No soy capaz de anudarme los cordones solo; él me mira. El que me llevó de la mano cuando cogí mi primera cruz, el que me enseñó a cuidar mi tulipa, el que subastó mi primer estandarte... Se acerca a mí y me anuda los cordones con su experiencia diciendo: “no te pongas nervioso; lo vas a hacer bien”. Salgo con él como tantas otras veces, pero esta vez es diferente. Capuz al hombro y sin tulipa en mano, con el orgullo que me hace saber lo que es el sentimiento de un bancero. Llego a los pies de una imagen ante la que he crecido, la que ha contemplado a todos mis antepasados y ahora voy a ser capaz de portar encima de mi hombro, humilde y desnudo ante el más puro sentimiento nazareno que puede existir. Por fin llegó el momento, me encuentro en una fila de personas entregadas a un sentir y dispuestas a darlo todo por un camino enseñado desde la más pura infancia. Los nervios son un cúmulo pero la felicidad y la ilusión lo borran todo.
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Sé cuál es mi posición y me dirijo al “paso” mirándolo fijamente. Miro mi almohadilla, y la aprieto firmemente. Una parte de mí quiere salir pero otra parte no, por la pena que se siente al ver concluir una ilusión por la que has estando soñando toda una vida. Es la hora, todo está decidido; abrazamos el banzo y nos acercamos a la puerta de San Esteban. La oliva roza la puerta y con cuidado salimos a la calle. Rompe el tambor, llora la trompeta, el “paso” está en la calle y la luna del Miércoles Santo le roba protagonismo al Sol. Me bajo el capuz y empieza el que será el mejor camino de mi vida, el que tanto llevo esperando. Golpea la horquilla en el banzo y cae sobre mí el peso del amargo trago que Él tuvo que beber. Enfilamos la calle en donde todos los hermanos nos observan expectantes porque su paso, el mío, el de todos vuelve a ser el protagonista del momento. A lo lejos, veo sus ojos emocionados que me guían recordando su juventud. Le miro, me mira, toca el capataz y me vuelvo a abrazar al banzo; a él se le escapa una lágrima. La tradición está cumplida.
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El ascenso del Huerto Por Pablo Gómez Iniesta No para de llover en la vieja ciudad castellana. Las nubes cubren completamente el cielo y hacen latente el peor de los presagios. Nazarenos y público se agolpan nerviosos en la plazoleta de San Esteban. La incertidumbre reina mediada la tarde y las ilusiones se desvanecen con la misma fuerza con la que cae el agua del cielo. Los más pesimistas no dan un duro por la salida de la procesión del Silencio. De repente, se abre un claro entre el negror. La lluvia ha cesado y La Oración espera en el quicio de la antigua Parroquia de San Francisco. Los tambores marcan los primeros compases del cortejo mientras El Huerto desciende con cautela el escalerón hasta virar su rumbo hacia la calle de Aguirre. Los jardines de la Diputación son testigos de los primeros bamboleos del olivo. Los banceros, pletóricos de energía, bailan las imágenes y golpean con fuerza las horquillas sobre el pavimento encharcado. El sonido sordo que produce el citado impacto se entremezcla con los acordes recién estrenados por las trompetas. Guión y estandartes son el preludio de filas de hermanos repletas, no sólo por mayores y jóvenes, también por niños que cautivados por los apóstoles durmientes, siguen fielmente a la imagen. Bajan con fuerza las aguas por el río Huécar. El piso se empina a la altura de la Puerta Valencia y el capataz pide el primer esfuerzo a sus banceros que hacen gala de riñones y comienzan la ascensión con un leve bailoteo. Continúa la subida y, alcanzada la plaza de El Salvador, la noche cae sobre El Silencio. La Amargura observa, desde la puerta de la iglesia, el ascender rítmico de La Oración en el huerto. Gira el ángel en la entrada de El Peso y los veteranos muestran, a los banceros noveles, la maniobra de entrada al minúsculo pasaje que antecede a Alfonso VIII.
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Se ensancha la calle a la altura de San Felipe y, desde El Carmen, los espectadores observan el paso del Huerto por las sombras proyectadas sobre las amplias paredes cercanas a Los Oblatos. La Oración prosigue con su vivo caminar por la avenida más larga del Casco Antiguo. Solo restan unos pocos metros para alcanzar la ante plaza. La subida ha sido fugaz, sobre todo para aquellos que cederán sus puestos, bajo el banzo, a otros hermanos que disfrutarán de una apoteósica bajada. El capataz ordena la primera parada con el paso frente a los arcos. La banda de trompetas y tambores se ordena al lado derecho de la subida y el maestro Izquierdo se dispone a indicar la marcha adecuada. Los banceros bailan las imágenes acompasando su movimiento al de la melodía de la marcha, hacia adelante y hacia atrás. Tal es la intensidad del baile, que las ramas del olivo rozan el repostero que cuelga sobre el balcón del Ayuntamiento. El público se sorprende ante la vigorosidad de los banceros y se contagia de la fuerza y la pasión con la que éstos bailan su querido paso. El último esfuerzo les permite continuar en movimiento para colocar al Huerto frente a la Catedral. Es hora de comentar la subida con hermanos, familiares o amigos, así como, de reponer fuerzas para ofrecer un nuevo esfuerzo en un descenso que se antoja memorable…
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Curiosidades Usos de la palabra “Getsemaní” Por Juan José Domínguez González Preámbulo En 1990 se publicó el libro “La Oración en el Huerto”, en Dos Hermanas; autor Juan José Domínguez González. Pronto se agotaron sus dos ediciones. En 2001 se hizo una tercera edición muy ampliada emitiéndose exclusivamente 27 ejemplares por encargo, encuadernado en cinco tomos de manera artesanal obedeciendo a que su autor quiso obsequiar la obra a su Hermandad, Oración en el Huerto de Dos Hermanas, al cumplir cincuenta años como hermano. Esta edición contenía el primer estudio que se hacía sobre el uso de la palabra “Getsemaní”. Se desarrolla a continuación los siguientes epígrafes: + Como lugar geográfico + Como nomenclátor urbano. + Como lugar religioso. + Como nombre de persona. + Como nombre comercial. + Enciclopedismo. + Uso cofrade. + Legalidad de su uso. Como lugar geográfico En este aspecto el uso de Getsemaní se encuentra principalmente en América con los siguientes ejemplos más emblemáticos: Muralla de Getsemaní.- En la ciudad de Cartagena de Indias (Colombia), entre 1631 y 1633 se levantó una muralla que resguardaba la ciudad y que recibió este nombre. Barrio de Getsemaní.- Después la misma ciudad siguió creciendo y el reducto de la muralla quedó en un barrio, el más típico de Cartagena de Indias, que se denomina así y cuya popularidad en Colombia es de primerísima línea. Lanceros de Getsemaní.- En el referido barrio cartagenero se produjo una revolución en 1811 creándose una guerrilla urbana que adquirieron fama como los “Lanceros de Getsemaní”. Getsemaní.- En la frontera entre República Dominicana y Haití hay un pueblo llamado Getsemaní que se hizo tristemente famoso en marzo de 2004 al sufrir gravísimas inundaciones. Getsemaní.- Pueblecito de Costa Rica. Getsemaní.- Pedanía de Rioseco, Bolivia. Como nomenclátor urbano Actualmente el nombre de Getsemaní está repartido por toda la cristiandad en el nomenclátor de localizaciones urbanas (calles o plazas), de fincas (de recreo o de labranza) y de centros públicos (colegios o centros asistenciales). De entre los más significativos se pueden enumerar: + Residencia de la tercera edad que ocupa una casa solariega en medio de un olivar entre las poblaciones
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sevillanas de Pilas y Vilamanrique de la Condesa. + Jardín de ocho olivos entorno a la piscina del Parador Nacional de Zurbarán en la cacereña localidad de Guadalupe. + Una de las puertas de Jerusalén, en la Ciudad Vieja, se llama “Puerta del Getsemaní”, si bien comparte este nombre con otros tres: “Puerta de las Tribus”, de “La Señora María” y “De los leones”. Es una puerta pequeña, de doble arcada, cerrada al tráfico rodado. + Nombre de finca urbana modelo chalet en la urbanización La Motilla, municipio de Dos Hermanas, propiedad de Manuel Bando Rubio, cofrade de la Oración en el Huerto de la misma población. + Auditorio y Centro de Convenciones, de Bogotá (Clombia). + Barrio de Blacksburg, Virginia, USA. + Plaza en San José de Puerto Rico, Puerto Rico. + Jardin (“Huerto de Getsemaní”), en Puerto Vallarta, Jalisco, México. + Liceo de San Salvador, El Salvador. + Cementerio de Sao Paolo, Brasil. + Calle (“Via Getsemani”), en Salerno, Italia. + Casa Hogar, centro de voluntarios cristianos, en Chihuahua, México. + Residencia juvenil, en Morro Alto, Brasil. + Colegio “Jesús en el Huerto de los Olivos de Getsemaní”, Buenos Aires, Argentina. Como lugar religioso + Es el nombre del templo más importante de Berlin, que en la época del Muro (de los años 40 a los 80, siglo XX), estuvo en el Berlín Este, capital de la extinguida RDA (República Democrática de Alemania) o Alemania Oriental. Es llamado “catedral de Berlín”. + Monasterio en Kentucky de la Congregación “Monte de los Olivos”. + Parroquia en Monterrey, México. + Iglesia Baptista Hispana en Montreal, Canada. + Parroquia “Getsemani de la Cruz”, en Guadalajara (México). + Parroquia en Rio Grande, Texas, USA. + “El Getsemani”, nombre de varias parroquias en pueblos de California, USA. + Iglesia “Del Pacto de Getsemani”, en South Tucson, USA. + Iglesia Baptista en Arbolgordo, Nuevo Méjico, USA. + “Gethsemanee Baptiste Church”, en Glory (base militar USA), Corea del Sur.
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+ “Iglesia Cristiana Getsemani”, en Lekeland, USA. + “Gethsemani Luteran Church”, en Dorado, Puerto Rico. + Iglesia en Recolete, Chile + Iglesia Baptista “Libre Getsemani”, en Nashville, USA. + “Getsemani Prebysterian Fellowship”, en Boradway, New York, USA. + “Getsemani Prebisterian Church”, en Ancheon, California, USA. + “Getsemani Baptist Church”, en San Juan de Puerto Rico, Puerto Rico. + “Iglesia Bautista Getsemani”, en Santo Domingo, República Dominicana. + “Getsemani Baptiste Church”, en Silver Spring, USA. + Iglesia en Nezahualcolyolt, México. + Iglesia Baptista en Belho Horizonte, Brasil. + “Centro de Adoración Getsemani”, en Kokomo, Indiana, USA. + “Chiesa del Getsemani”, Campania, Italia. + “Igreja Batista Getsemani”, en Manaus, Brasil. + “Chapella Getsemani”, en Udina, Italia. + Iglesia en México D.F., México. + “Iglesia Bautista Getsemani”, en Ahome Sinaloa, México. + “Santuari a Getsemani”, en Capaccio, Italia. + “Convento de Jesús del Huerto de Getsemani”, en Zurita, Huesca, España. + “Igreja Batista Getsemani”, en Taguatinga, Brasilia, Brasil. + “Misión Bautista Hispana Getsemani”, en Newport News, Virginia, USA. + Capilla “La Oración en el Huerto de Getsemaní”, catedral anglicana de Coventry, Inglaterra. + Centro Religioso “Saltillo Getsemaní”, en Nuevo Laredo, México. + Casa de Oración en Rhode Island, USA. En el que fuera campo de concentración durante la II Guerra Mundial, Dachau, existe una capillita denominada “Capilla de la Agonía de Cristo”, bendecida el 5 de agosto de 1960 ante 40.000 fieles por el obispo Johannes Neuhauster que fuera prisionero en aquel mismo campo. Sucedió en la celebración de un Congreso Eucarístico Internacional. El sacerdote pasionista Pablo García dice de esta capilla: “En Dachau, Cristo experimentó durante muchos años ago¬nías de muerte”. Junto al que fuera crematorio del campo existe un altar, para misas de campaña, con la siguiente inscripción: *Padre, si es posible. aparta de mi este trago; sin embargo que no se haga mi voluntad sino la tuya*. La referencia a Getsemaní es inequívoca.
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Como nombre de persona No es nada frecuente encontrar alguna persona que se llame Getsemaní pero surgen las excepciones que confirman la regla: + Getsemaní era el nombre de una mujer griega del siglo XIX, en concreto una abuela del armador multimillonario Aristóteles Onasis. + Getsemaní Rodríguez es el nombre de un técnico informático de Kriptópolis, empresa hispanoamericana de Internet. + Es nombre utilizado como propio de persona en algunos lugares de México. Así aparece en uno de los personajes (una joven deficiente mental) en la película “El crimen del padre Amaro”, dirigida por Carlos Carrera, Columbia Tristar, 2002. Como nombre comercial + Aceitunas “Getsemaní”, de la firma griega Intensely Fruity Oil. + Producciones “Getsemaní”, librería religiosa, en Buenos Aires, Argentina. + Pescadería en Santiago de Compostela. + Zapatería en Bilbao. + Empresa de centros educativos en Guatemala capital, Guatemala. + Grupo musical folclórico en Argentina. + “Villa Getsemaní”, albergue de turismo, en Ancona, Italia. + “Villa Getsemaní”, hotel, también en Ancona, Italia. + Fondo Mixto de Promoción Turística “Getsemaní”, en Colombia. + Galería de Arte en San Gaspar de Búfalo, USA. + Restaurante en Cartagena de Indias, Colombia. + Comedor gestionado por asociación de Derechos Humanos, en Guatemala capital, Guatemala. + Centro Comercial en Cartagena de Indias, Colombia. + Bar “La Carbonera de Getsemaní”, en Cartagena de Indias, Colombia. + Clínica en Providencia, Chile. Enciclopedismo La Enciclopedia Multimedia Larousse tiene, en su página web, un buzón de peticiones de nuevas palabras para ser incluida en su Diccionario de español como vocablo del idioma. Una de esas peticiones es: Getsemaní.- Dícese de huerto u olivar pequeño a semejanza del Huerto de los Olivos, en Jerusalén. El más claro ejemplo del uso de la palabra como término genérico.
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Uso cofrade Algunas hermandades de la Oración en el Huerto tienen sus propios boletines, opúsculos o revistas. Su frecuencia está supeditada a la vida propia de la Hermandad. Por ejemplo, la Hermandad de Zaragoza publica su boletín con motivo de la Cuaresma, la fiesta de la Virgen del Pilar y Navidad. Otras reduce la publicación a un solo número al año como en Tarragona, Valladolid... Un nexo de unión aparece en el nombre de la publicación al repetirse el de “Getsemaní”. Tiene este nombre los boletines de (orden alfabético): + Cabra (Córdoba) + Cuenca – San Esteban + Dos Hermanas (Sevilla) + Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) + Tarifa (Cádiz) + Úbeda (Jaén) La Hermandad de Úbeda tiene registrado el nombre como “Gethsemanee”, traducción desde el hebreo sin latinizar. La primera publicación cofrade que llevó el nombre “Getsemaní” fue el boletín de la Oración en el Huerto de Málaga en 1954. Hay otras hermandades que han titulado “Getsemaní” alguna publicación puntual con algún motivo específico. Así ha sucedido en al menos una vez en Aguilar de la Frontera (Córdoba), Almería-Estudiantes, Archidona (Málaga), Baeza (Jaén), Cádiz, Ciudad Real, Córdoba, Gandía (Valencia), Hellín (Albacete), Priego (Córdoba), Requena (Valencia), San Fernando (Cádiz), Torrente (Valencia), Totana (Murcia), Valdepeñas, Valladolid, Zaragoza. Hay otros usos cofrades de la denominación “Getsemaní” al margen de publicaciones. + “Costaleros Getsemaní” cuadrilla de la Hermandad de la Oración en el Huerto de Ciudad Real. + Banda de Cornetas y Tambores creada en Zaragoza en 2005 por José Antonio Simón Villaverde y otros hermanos de la Oración en el Huerto de Zaragoza. Esta Banda se integró posteriormente en la Hermandad de Jesús Despojado de sus Vestiduras, también de Zaragoza. El uso del nombre por esta Banda está debidamente autorizado por la propiedad intelectual de la palabra “Getsemaní”. + Programa sobre Semana Santa de la Cadena SER, emisora de Jerez de la Frontera. + Programa sobre Semana Santa de la Cadena COPE, emisora de Córdoba. Comentario aparte merece el uso de “Getsemaní” como denominación de la Confraternidad de HH y CC de la Oración en el Huerto constituida en Dos Hermanas en 1991. De ahí deriva la de “Congreso Getsemaní” para los congresos nacionales que se celebran cada dos años y que se ha mantenido en los once congresos celebrados hasta ahora (son de frecuencia bianual) y así será en el XII bajo el nombre de convocatoria Getsemaní 2013 Valladolid.
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En años pares, cuando no hay Congreso, desde 2008 y en lugares distintos, se celebra el “Encuentro Getsemaní” con los hermanos que coordinan la Confraternidad desde su creación y hermanos representantes de los congresos anterior y posterior. Las hermandades de la Oración en el Huerto de Aragón (hay 14) celebran, sin frecuencia prevista, encuentros-convivencia que denominan “Getsemaní Aragón”. El proyecto más importante que está desarrollando la Confraternidad Getsemaní desde 2009 es el de organizar peregrinaciones a Tierra Santa y otras rutas cristianas bajo la denominación “Peregrinaciones Confraternidad Getsemaní” y como tal está reconocido por la Custodia de Tierra Santa, el Centro Tierra Santa en España y el Programa InterPAX, programa oficial de peregrinaciones. El título “Confraternidad Getsemaní” consta oficialmente en la Conferencia Episcopal de España y Nunciatura Apostólica en España así como en las residencias para peregrinos Casa Nova en Tierra Santa, Curia de la Custodia de Tierra Santa (Franciscanos) y complejo Getsemaní en Jerusalén (Huerto de los Olivos, Huerto intermedio, Huerto de salida, Basílica de la Agonía, Romittaggio, Emeritaggio, cementerio franciscano, Gruta de los Apóstoles dormidos, Valle del Cedrón y casa conventual). Legalidad de su uso En España y con ámbito de aplicación extendido a la Unión Europea el uso de la palabra Getsemaní está sujeto a la Ley de Patentes y Marcas al estar registrado y tener por lo tanto una propiedad industrial e intelectual. Para desarrollar mejor este epígrafe, el relato que sigue lo escribe el autor de este informe en primera persona. Hacia 1998 me encontraba en un ciclo de conferencias y encuentros cofrades con hermanas y hermanos de distintas hermandades de la Oración en el Huerto por la zona de Levante (Cullera, Denia, Gandía, Requena, Sueca, Torrente y Valencia). En traslado en vehículo de una población a otra apareció a pie de carretera un llamativo local de los denominados “club” anunciado con un luminoso grande que decía GETSEMANÍ. El nombre del Huerto Sagrado donde Jesucristo vivió y nos dio su Oración y viva Agonía era utilizado para denominar un club de alterne de carretera haciendo de la palabra, tan significativa para los cristianos, un uso inapropiado, desacertado y de posible interpretación muy equívoca. Se hizo alguna averiguación y, al parecer, no existía ánimo tendencioso ni consciente sino que se había “arrastrado” el nombre por el que era conocido el pequeño olivar donde se levantaba el edificio que acogía tal negocio. También se hicieron gestiones para que el dueño cambiara el nombre pero fue infructuoso alegando el costo que supondría el cambio de luminoso y de otros elementos desde servilletas impresas hasta tarjetas de visita y un etiquetaje personalizado en algunas bebidas además de que ya tenía hecho un nombre comercial, patrimonio inmaterial en la valoración del negocio como fondo de comercio, generado por su denominación a lo largo de años. El asunto lo comenté con mi madre y me dijo que algo se podría hacer. Hice gestiones y el uso de “Getsemaní” en aquel negocio no tenía soporte legal en el Registro de la Propiedad Industrial. La solución pasaba por ahí pero resultaba caro y en aquel momento mi economía no me permitía asumir aquel costo. En 2001 sí pude asumir el pago del registro de la palabra si bien solo por un periodo de dos años. Mientras, hermanos valencianos, con la información legal en mano, persuadieron al propietario de aquel negocio el cambio de nombre. Se había conseguido el objetivo pero el derecho de uso de Getsemaní caducaba en abril de 2003 y aquel negocio podría volver a su nombre “Getsemaní” o aparecer algún otro uso inapropiado y desafortunado en otro lugar.
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A primeros de enero de 2003 falleció mi madre dejando entre su herencia una importante cantidad en efectivo. Conté la historia a mis hermanas y con el ánimo de dar respuesta válida y sólida al interés de nuestra madre con dinero de su herencia tramité el derecho de uso de la palabra por vías legales lo que quedó formalizado en abril de 2003 por el periodo máximo legal establecido de diez años. Una vez con toda la documentación en regla el derecho fue donado a la Hermandad de la Oración en el Huerto de Dos Hermanas quedando legalizada la donación al ser aceptada en Junta de Gobierno con constancia en Acta y ratificada en Cabildo General. Al vencimiento en abril de 2013 será renovado por otros diez años y se renovará la donación. De hecho ya están iniciados los trámites debido a que a mitad de marzo me marcharé a Jerusalén y a lugares de la Obra Social de los Franciscanos en Tierra Santa hasta mitad de abril. Los datos técnicos de la propiedad son: Oficina Nacional de Patentes y Marcas, Ministerio de Industria, Madrid. Gestoría asesora e intermediaria, Ballesteros y Cia., Madrid. Titular, Juan José Domínguez González. Boletín Oficial de la Propiedad Industrial (al no ser obra literaria conlleva la propiedad intelectual), de fecha 16 agosto 2001. Expediente; números de Marca 2.407.470 en la clase 41, 2.407.471 en la clase 35 y 2.407.472 en la clase 38. Propietario, Antigua Hermandad de María Santísima del Rosario y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto y Nuestra Madre y Señora de los Dolores, de Dos Hermanas, inscrita, a efectos legales que cubre este menester, en el Registro de Entidades Religiosas de la Dirección General de Asuntos Religiosos, Ministerio de Justicia, Madrid.
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