Ekele
NÚMERO XXIII
Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina
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“El zorro antiguamente era doméstico como el guanaco, la foca, todos los peces y los pájaros, y cantaban al unísono ekelé, ekelé, ekelé.”
Pioneros Fueguinos, Tira 6B, Piso 1º, Dpto C, Barrio Mirador de Los Andes, Tel.54-02901-435954. Ushuaia, Tierra del Fuego,Argentinawww.manekenk.org.ar • educacion@manekenk.org.ar
“QUIEN SABE QUE SE COMETE UN CRIMEN Y NO LO DENUNCIA ES UN CÓMPLICE” JOSÉ MARTÍ
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Rachel Carson
Una voz que rompió el silencio La explosión de descubrimientos científicos y tecnológicos de mediados del siglo XX generó una nueva sociedad de consumidores embriagados con el poder de la gratificación instantánea. La idea de que la vida pudiera ser más fácil evitó que muchas personas vieran algún problema con los avances en la comodidad, particularmente algún efecto potencialmente negativo en la tierra o incluso en las futuras generaciones; sin embargo, algunos sí vieron estos problemas y aconsejaron moderación. Quizá la primera y la más notable, por lo menos entre los estadounidenses, fue Rachel Carson. Carson, escritora y bióloga, era apasionada de su trabajo, el cual al principio se enfocó en la vida marina y más tarde en el uso indiscriminado de pesticidas. El resultado de sus esfuerzos sería el controversial libro La Primavera silenciosa, libro que rindió fruto mucho más allá de lo que Carson hubiera imaginado si hubiera vivido para verlo. Nacida el 27 de mayo de 1907 en una pequeña granja de Springdale, Pensilvania, Carson heredó de su madre el amor por la naturaleza, así como el amor por los libros, el cual se convirtió en un ávido interés por escribir. Entregó numerosos artículos a revistas durante su infancia y su primer artículo se publicó cuando tenía 10 años de edad. Después de graduarse de la preparatoria, Carson se fue a estudiar a la Universidad para Mujeres de Pensilvania (ahora el Chatham College, que en 1989 inauguró el Instituto Rachel Carson para promover la consciencia ambiental). Ahí se interesó profundamente en la biología marina. Tras graduarse en 1929, completó una maestría en zoología en la Universidad Johns Hopkins.
bierno, a Carson le preocupaba cada vez más el uso indiscriminado de pesticidas, en particular el dicloro-difeniltricloroetano (DDT), el cual se volvió muy popular durante la Segunda Guerra Mundial. El DDT se utilizó primero durante la guerra para eliminar los piojos de los soldados y así reducir el contagio de tifus. No tuvo efectos secundarios inmediatos, por lo que se supuso ampliamente que el pesticida no afectaría a los seres humanos o a la vida silvestre. Carson creía lo contrario y, en efecto, poco después se culpó al pesticida por la disminución en la población del águila calva. De acuerdo con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU., los residuos de DDT comenzaron a contaminar lagos y arroyos, dañando así el alimento de las águilas y alterando su proceso de reproducción. Carson sostuvo que dicha contaminación no se limitaría a la flora y la fauna. Al unir sus propias observaciones con la investigación e información de sus colegas,
tes de su publicación en 1962. En su libro, Carson calculó que tan sólo en EE.UU. hay 500 químicos nuevos a los que «el cuerpo de hombres y animales debe adaptarse de alguna forma cada año, químicos que están completamente fuera de los límites de la experiencia biológica». Agregó que los insectos terminan por volverse inmunes a los pesticidas y, como resultado, regresan en mayores cantidades. «Aun así, la guerra química nunca se gana y la vida queda atrapada en su violento fuego cruzado». Hoy en día muchos científicos están en —Rachel Carson desacuerdo con las conclusiones de Carson, provocando que su obra vio una imagen aterradora del futuro, tan- no sea menos controversial ahora de lo to para el hombre como para la naturaleza. que fue en su época. Por ejemplo, aseguran Condenada por sus descubrimientos, la que la bióloga malinterpretó un estudio bióloga escribió más tarde a un amigo: publicado en una edición de 1956 de la «De haber guardado silencio, no habría Journal of Agricultural and Food Chemistry tenido paz». [Revista de la Agroquímica y la Química de Originalmente planeaba escribir un los Alimentos] respecto a los efectos de artículo para una revista exponiendo los los pesticidas en las codornices y los fairiesgos de los pesticidas, pero nadie hu- sanes. Los científicos también debaten los biera publicado el controversial conteni- efectos de la prohibición del DDT causado por temor a perder anunciantes; sin dos por La Primavera silenciosa. Aunque embargo, al final reunió información su- la prohibición permitía específicamente ficiente para escribir un libro y decidió el uso del químico para el «control de que ningún otro proyecto en su vida sería enfermedades», los críticos la citan como tan importante. El libro, La Primavera la razón principal por la que la malaria (una silenciosa, fue un best seller incluso an- enfermedad transmitida por los mosqui-
"No digo que los insecticidas químicos no deban utilizarse nunca, pero sí creo que hemos puesto químicos venenosos y biológicamente potentes de manera indiscriminada en manos de personas que ignoran del todo o casi por completo su potencial para causar daño"
CONVICCIONES Y CONTROVERSIA Mientras trabajaba para el go-
tos) continúa matando a tantos niños en los países en desarrollo. No obstante, a diferencia de sus seguidores más devotos, la misma Carson no apoyó una prohibición total de los pesticidas.
NACE EL AMBIENTALISMO En 1962, cuando se publicó La Primavera silenciosa, la industria química se burló de su autora, llamándola alarmista. Carson, que peleaba una batalla contra el cáncer de mama, no sería derrotada y lucharía con ahínco, no por su vida, sino por sus convicciones. Como resultado de sus esfuerzos, el Presidente John F. Kennedy creó un Comité de Asesoría Científica para estudiar el problema que ella trataba. En mayo de 1963 el comité emitió un informe sobre los pesticidas donde se señalaba que aunque el uso adecuado de pesticidas podría considerarse necesario, se requerían más investigaciones antes de rociarlos indiscriminadamente. Ése fue sólo el comienzo de los efectos de La Primavera silenciosa. En los Estado Unidos también condujo, como ya se señaló, a la prohibición del DDT en 1972, así como a la creación de la Agencia de Protección Ambiental, la cual desarrolló diversas normas, tales como las Leyes de Agua y Aire Limpios. Sin embargo, Carson no fue testigo de la mayor parte de estos frutos, debido a que en 1964 falleció de cáncer a los 56 años de edad. Y aunque la ciencia que apoyó sus afirmaciones respecto al DDT ha sido reevaluada y en muchos casos reemplazada en los años transcurridos desde entonces, la obra de su vida fue claramente decisiva en la creación de un mundo más consciente del medio ambiente. «La belleza del mundo viviente al que estaba tratando de salvar siempre ha ocupado el primer lugar en mi mente; eso, y mi enojo contra las acciones insensibles y salvajes que se llevan a cabo», escribió Carson a un amigo. «Ahora puedo pensar que he contribuido en algo».
Día Mundial del No Uso de Plaguicidas 3 de Diciembre
¿Por qué conmemorar esta fecha? Conmemoramos el 3 de diciembre como el Día Internacional del No Uso de Plaguicidas para hacer un llamado a la reflexión y toma de conciencia de la población mundial sobre el grave problema social y ambiental generado por el uso de plaguicidas a nivel global. Esta fecha fue establecida por las 400 organizaciones miembros de la Red de Acción en Plaguicidas, PAN Internacional (Pesticide Action Network), en 60 países, recordando a las más de 16.000 personas fallecidas a consecuencia de la catástrofe de Bophal, India, ocurrida en 1984 por el escape de 27 toneladas del gas tóxico metil isocianato, utilizado en la elaboración de un plaguicida de la Corporación Union Carbide. Este desastre químico ocurrió en un área densamente poblada y sólo en los tres primeros días murieron 8.000 personas. Además de otros graves accidentes ocurridos en el mundo desde que se impuso la agricultura de monocultivos con uso intensivo de agrotóxicos, se ha contaminado aire, suelos, aguas y alimentos cau-
sando graves desequilibrios en los ecosistemas, muerte y reducción de vida silvestre. También se han producido graves impactos en la biodiversidad agrícola y cambios en el patrón de cultivos. Asimismo, se han acelerado los procesos de deforestación y eliminación de la cobertura vegetal, con grave pérdida de la fertilidad de nuestros suelos. En América Latina, el uso de plaguicidas ha causado la intoxicación de millones de personas y ha cobrado miles de víctimas, muchos de ellos niños. Sin embargo, nadie ha asumido la responsabilidad por estos crímenes que, en la mayoría de los casos, permanecen impunes. Como es el caso ocurrido el 25 de noviembre de 1967en Chiquinquirá, Colombia, donde murieron decenas de niños luego de una intoxicación masiva a raíz del consumo de pan contaminado con paration o el caso ocurrido el 22 de octubre de 1999, en Tauccamarca, Perú, donde murieron 24 niños intoxicados con el mismo plaguicida paration fabricado por la transnacional BAYER. Más reciente es la muerte de Silvino Talavera ocurrida en 2003 en Paraguay a causa de los plaguicidas Roundup (glifosato) y cipermetrina. Sin embargo, después que la justicia condenó
a dos años de cárcel a los agricultores responsables de la fumigación con plaguicidas que provocó la muerte del niño Silvino Talavera, su familia está siendo permanentemente hostilizada. Incluso la madre del menor, Petrona Villasboa, fue amenazada de muerte
INTOXICACIONES AGUDAS EN AMÉRICA LATINA El programa de vigilancia epidemiológica de los Ministerios de Salud y de la OPS en 7 países de Centroamérica señala que cada año 400.000 personas se intoxican por plaguicidas. Mientras, en el Cono Sur sólo en Brasil se estima que ocurren alrededor de 300.000 casos al año, constituyendo la intoxicación por plaguicidas un grave problema de salud pública, calificado claramente por la OMS como endémico. A esto se agrega el problema de la intoxicación crónica, que provoca graves enfermedades, como cáncer, malformaciones congénitas y alteraciones a los sistemas inmunológico, neurológico y reproductivo, entre otros. El uso de plaguicidas también eleva el riesgo de aparición de cáncer en mujeres y el peligro de engendrar
hijos con malformaciones. De todos los riesgos químicos a los que se enfrenta la población, los plaguicidas constituyen la mayor amenaza. Sin embargo, el mercado de los plaguicidas en América Latina sigue creciendo. En el año 2002 las ventas en América Latina alcanzaban a US$ 4.351.000.000. Entre los años 2003-2004 el mercado creció en un 30%, con ventas de US$5.4 billones y se estima que éstas pueden alcanzar en el año 2009 a US$ 7.5 billones. Brasil concentra el 63% de las ventas y es lejos el mayor mercado en la región. Tres compañías, Bayer, Syngenta y BASF, comparten el 61% del mercado en América Latina. En el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas llamamos a los gobiernos a prohibir el registro y uso de plaguicidas extremada y altamente peligrosos (1a y 1b, según la OMS) y aquellos con efectos crónicos. Fuente: www.rap-al.org
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Tras el asesinato de Cristian Ferreyra, el Mocase advirtió que puede haber más muertes violentas
Santiago del Estero: otros nueve parajes amenazados por la fiebre del desmonte En el departamento santiagueño de Copo empresas hostigan a pequeños campesinos para que abandonen sus hogares y poder explotar la tierra. Denunciaron amenazas de muerte, golpes, disparos al aire y extraños accidentes. En el departamento de Copo están las peores tierras de Santiago del Estero. Las más secas. Las que, la mayoría de las veces, sólo sirven para criar animales. Son 12.600 kilómetros cuadrados que limitan en buena parte con el Chaco y en una pequeña porción con Salta. Quedan al noroeste de la provincia. El censo de 2001 registró en la zona unos 27 mil habitantes. La capital del departamento es Monte Quemado. Allí, desde hace unos años, llegó la fiebre de los desmontes (cuando ya había pasado por el resto de las otras tierras, las más fértiles). Allí, en el paraje San Antonio, murió desangrado el miércoles pasado, luego de recibir un tiro de escopeta, Cristian Ferreyra. Allí mismo, según denuncia el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), cientos de familias pueden correr la misma suerte. Estas son las historias de pequeños parajes, sin caminos, sin servicios, en el medio del monte, donde la violencia de los empresarios rurales custodiados por guardias blancas, apañados por policías, funcionarios municipales, judiciales y provinciales, ya avisó: que es capaz de hacer correr más sangre sobre la tierra. Los integrantes del MOCASE, al que pertenecía Cristian Ferreyra, preparan contrarreloj, un informe para advertirles a las autoridades y a la opinión pública que hay otros muchos puntos del mapa, todos en el departamento
de Copo, y en el limítrofe Alberdi, donde pueden repetirse los asesinatos. Estos son los casos denunciados: PARAJES SAUCIOJ Y RUMI POZO. La empresa Servicios y Negocios del empresario tucumano Ricardo Villa (que integra la asociación de empresarios productores de la zona junto a Jorge Ciccioli, sospechado de participar en el asesinato de Ferreyra) contrató a un poblador de la zona, Martín Caldera que intenta alambrar las tierras donde hace más de 20 años viven en comunidad familias campesinas en Saucioj. El alambrado pasa muy cerca de los ranchos y usurpa el campo comunitario donde siembran y crían animales los pobladores que recibieron amenazas de todo tipo. En Rumi Pozo el cuidador local es un hombre conocido en el lugar como "El paraguayo". Los campesinos cuentan que hace poco bajó de una camioneta sin patente y amenazó de muerte a varias familias. Es habitual verlo pasar, mostrando las armas con otros hombres, disparando, hasta ahora, hacia la nada. El MOCASE denunció además ante la justicia un caso de violencia extrema: una topadora destruyó parte de una vivienda. La empresa -advierte la organización- actúa con el guiño del comisionado municipal de Villa Matoque y de la dirección de bosques provincial. PARAJES LA AVENIDA, SANTA MARINA, MONTE RICO, SOL DE MAYO: El conflicto es por las tierras del campo al que llaman La Flor. Los Julianes, un grupo de hermanos que maneja el aserradero de Monte Quemado, dicen ser sus propietarios. Este año hubo dos hechos de violencia: tirotearon la casa de un campesino y le pegaron con la culata de una escopeta a un anciano; amedrentaron a la familia Carrizo y le incendiaron una vieja camioneta Chevrolet. Los empresarios están empezando a alambrar. El conflicto recién empieza.
PARAJES EL SILENCIO Y DOS PIBES. El MOCASE acusa al ex intendente de Monte Quemado, Manuel Castillo, de ordenar las amenazas que recayeron sobre familias campesinas. En julio de este año amenazaron a Evangelina Rojas, que estaba en su casa con sus dos hijos, de cuatro y ocho años. El hombre que irrumpió en el rancho le apuntó a los chiquitos. "Esta la van a pagar tus hijos", dijeron. La solución ofrecida fue la de siempre: abandonar la tierra, el rancho y los animales. PARAJE SARMIENTO. La disputa por la tierra empezó en 2010. Un empresario cordobés, con dos encargados llamados Toban y Capdevilla, alambró y construyó sobre las tierras que usa la comunidad campesina -hace más de 20 años- para criar sus animales. En marzo amenazaron a Alicia Torres de Santillán de 83 años. Hace poco intentaron atropellar a Marilena Santillán, quien salvó su vida por poco. Un policía retirado, de apellido Torres, ya les advirtió a los del MOCASE: "Si no se dejan de joder, los van a matar."
SE PRESENTARÍA A DECLARAR HOY EL EMPRESARIO CICCIOLI El empresario señalado como el instigador del crimen de Cristian Ferreyra en el paraje San Antonio se presentaría a declarar hoy en los tribunales de la capital santiagueña. Jorge Ciccioli debía, en rigor, pasar por el juzgado de Monte Quemado. Pero su abogado señaló ayer que "hay una orden de detención firmada por el juez Alejandro Sarría Fringes (de Monte Quemado), pero por seguridad de nuestro cliente lo llevaremos a la ciudad capital". El juez Sarría Fringes pidió la detención del empresario santafesino por el asesinato del joven campesino Cristian Leandro Ferreyra el miércoles pasado. Ferreyra murió desangrado tras recibir un disparo de escopeta de un empleado de Ciccioli.
Otro campesino está internado con heridas de bala. Según denunció el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-Vía Campesina), en varias oportunidades Ciccioli amenazó públicamente que mataría a un campesino del MOCASE para que dejen de "molestar". También está prevista para hoy la indagatoria a Francisco Juárez, acusado de dispararle a Ferreyra y de ser un sicario contratado por Ciccioli. El juez Fringes Sarría detuvo, en los últimos días, a otras tres personas que participaron de los hechos. Sin embargo, el magistrado no es bien visto por los campesinos. "Desde estos territorios campesinos indígenas se vienen denunciando los atropellos, tal es así que el juez penal Alejandro Fringes Sarria de Monte Quemado ya tiene varias denuncias y no hizo nada para detener la escalada de violencia que impera en la zona. También el Comité de Crisis supo hacer relevamiento de las situaciones de atropellos. Hasta el momento, sólo la organización de las comunidades ha logrado evitar los desalojos y desmontes de miles de hectáreas", informaron días atrás en un comunicado. La comunidad de San Antonio, a 60 km de Monte Quemado, viene resistiendo al intento de desalojo de empresarios que han contratado matones armados para realizar amedrentamiento en la zona norte de Santiago del Estero. Fuente: http:// tiempo.infonews.com/notas/ santiago-del-estero-otros-nueveparajes-amenazados-fiebre-deldesmonte#.TsrQmF2b5oE.facebook
Quienes hacemos Ekelé Fernández, Nancy / Ekelé: suplemento Ambiental / Nancy Fernández; Julio Encina ; Susana Sosa. - 1a ed. - Ushuaia: Manekenk, 2011. Part-work (fascículo). ISBN 978-987-27600-0-7 / 1. Educación Ambiental. I. Encina, Julio II. Sosa, Susana III. Título. / CDD 577