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EDICIÓN 57

Ushuaia, capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina

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“El zorro antiguamente era doméstico como el guanaco, la foca, todos los peces y los pájaros, y cantaban al unísono ekelé, ekelé, ekelé.”

PIONEROS FUEGUINOS, TIRA 6B, PISO 1º, DPTO C, BARRIO MIRADOR DE LOS ANDES, TEL.54-02901-435954. U S H U A I A , T I E R R A D E L F U E G O, A R G E N T I N A W W W. M A N E K E N K . O R G . A R • E D U C AC I O N @ M A N E K E N K . O R G . A R

Confirmado: la OMS ratificó que el glifosato de las fumigaciones puede provocar cáncer Por Darío Aranda para http://www.lavaca.com

“Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)” y por otra parte el herbicida “también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas”. De ese modo, la Organización Mundial de la Salud confirmó lo que hace más de una década afirman pueblos fumigados, vecinos en lucha, organizaciones sociales y académicos que no responden al sector empresario. Detalles de informe, en esta crónica exclusiva para lavaca. La Organización Mundial de la Salud (OMS), máximo espacio internacional en materia sanitaria, acaba de alertar sobre la vinculación del herbicida glifosato (el más utilizado en el mundo) y el cáncer. Confirmó que existen “pruebas” de que el herbicida puede producir cáncer en humanos y en animales de laboratorio. “También causó daño del ADN y en los cromosomas en las células humanas”, alerta el trabajo científico y detalla que se detectó glifosato en agua, alimentos, y en sangre y orina de humanos. El glifosato se utiliza de manera masiva en soja y maíz transgénicos (entre otros cultivos) y desde hace más de diez años es denunciado por organizaciones sociales, campesinas, médicos y científicos independientes de las empresas.

300 millones de litros En Argentina se aplica glifosato en más de 28 millones de hectáreas, volcando a los suelos más de 300 millones de litros de glifosato cada año. Los campos de soja transgénica, maíz y algodón son rociados con el herbicida para que nada crezca, salvo los transgénicos. También está permitido su uso en cítricos, frutales de pepita (manzana, pera, membrillo), vid, yerba mate, girasol, pasturas, pinos y trigo. A partir del avance transgénico, aumentó geométricamente el uso del glifosato, desarrollado y comercializado inicialmente por

Monsanto desde la década del ’70, aunque en el 2000 se venció la licencia y en la actualidad lo producen un centenar de empresas. A medida que crecía la siembra de transgénicos, y mayor era el uso de agrotóxicos, se sumaban las denuncias por daños a la salud la salud. Caso emblemático de Argentina es el de las Madres del Barrio Ituzaingó Anexo en Córdoba, que incluso llegó a juicio penal con condenas para el productor y el fumigador. Y también se sumaron los estudios científicos que daban cuenta de abortos espontáneos, cáncer, malformaciones y afecciones agudas, entre otras consecuencias.

después de fumigaciones con glifosato. El documento se llama “Evaluación de cinco insecticidas organofosforados y herbicidas”. Fue publicado en la sede del IARC en Lyon (Francia) y remarca que las evaluaciones son realizadas por grupos de “expertos internacionales” seleccionados sobre la base de sus conocimientos y sin conflictos de interés (no puede tener vinculación con las empresas). Publicaron un resumen de dos carillas y en breve estará el detalle en el denominado “Volumen 112 de las Monografías del IARC”.

OMS

La organización internacional recuerda que el glifosato es el herbicida de mayor uso mundial. Se utiliza en más de 750 productos diferentes para aplicaciones agrícolas, forestales, urbanos y en el hogar. Su uso se ha incrementado notablemente con el desarrollo de variedades de cultivos transgénicos y precisa que el agroquímico “ha sido detectado en el aire durante la pulverización, en agua y en los alimentos”. Y reconoce que la población “está expuesta principalmente a través de la residencia cerca de las zonas fumigadas”. Precisa que el glifosato se detectó en la sangre y la orina de los trabajadores agrícolas. Con la nueva evaluación, el glifosato fue categorizado en el “Grupo 2A”, que significa en parámetros de la Organización Mundial de la Salud: “Probablemente cancerígeno para los seres humanos”. Esta categoría se utiliza cuando hay “pruebas limitadas” de carcinogenicidad en humanos y “suficiente evidencia” en animales de experimentación. La evidencia “limitada” significa que existe una “asociación positiva entre la exposición al químico y el cáncer” pero que no se pueden descartar “otras explicaciones”. El IARC-OMS trabaja sobre cinco categorías de sustancias que tienen relación con el cáncer. El “Grupo 2A” es la segunda categoría en peligrosidad, sólo superada por “Grupo 1”, donde se ubican, por ejemplo, el as-

La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) es un ámbito especializado de la Organizaciones Mundial de la Salud (OMS). Luego de un año de trabajo de 17 expertos de once países, el 20 de marzo emitió un documento inédito: “Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”. Detalla que la evidencia en humanos corresponde a la exposición de agricultores de Estados Unidos, Canadá y Suecia, con publicaciones científicas desde 2001. Y destaca que el herbicida “también causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas” (situación que tiene relación directa con el cáncer). El IARC-OMS recuerda que, en estudios con ratones, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos había clasificado al glifosato como posible cancerígeno en 1985 pero luego (1991) modificó la calificación. Los científicos del IARC consideran que, desde la reevaluación de la EPA hasta la fecha, hubo “hallazgos significativos y resultados positivos para llegar a la conclusión de que existen pruebas suficientes de carcinogenicidad en animales de experimentación” y afirman que estudios en personas reportaron “incrementos en los marcadores sanguíneos de daño cromosómico”

En sangre y orina


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besto y la radiación ionizante. “Por la nueva clasificación, el glifosato es tan cancerígeno como el PCB (compuesto químico que se usaba en los transformadores eléctricos) y el formaldehido, ambos miembros del Grupo 2A en cuanto su capacidad de generar cáncer en humanos”, explicó Medardo Avila Vazquez, de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.

“Se debe prohibir” La publicación de la Organización Mundial de la Salud fue bien recibida por las organizaciones sociales y científicos independientes (no vinculados a las empresas). Aunque también coincidieron en que la OMS tardó demasiado en reconocer los efectos del glifosato. “Es necesario saludar al IARC y a la OMS por ponerse al día con las investigaciones científicas. Es muy importante esta publicación, habrá un antes y un después, ya que fortalece la posición de los que venimos reclamando a las academias y a los responsables políticos la aplicación y plena vigencia del principio precautorio (tomar medidas urgentes para proteger a la población”, reclamó Damián Verzeñassi, de la Cátedra de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario. “La OMS lo admitió, ya no pueden quedar dudas, el problema es mucho mayor de lo que se dice. El glifosato ha seguido el mismo camino que el endosulfan, el DDT, el cigarrillo y el Tamiflu”, explicó el investigador de la UNR. Raúl Horacio Lucero, biólogo molecular e investigador de la Universidad del Nordeste, llamó a aplicar de manera urgente el principio precautorio vigente en la ley: “Se debe prohibir ya la comercialización y aplicación de este veneno”. También lamentó la demora de la OMS: “Si nos hubieran escuchado hace diez años se hubieran salvado muchas vidas”.

Otros agrotóxicos El IARC-OMS también evaluó al malatión (herbicida) y al diazinón (insecticidas) como probable cancerígeno para los humanos (Grupo 2A, al igual que el glifosato). Los insecticidas tetraclorvinfos y paratión fueron clasificados como posiblemente cancerígeno para los seres humanos (Grupo 2B, con pruebas convincentes de que estos agentes causantes de cáncer en animales de laboratorio). Para el Malathion determinaron la vinculación con daño en el ADN humano y tumores en roedores.

Andrés Carrasco y las Madres de Ituzaingó, Córdoba. Extraido de http://www.lavaca.com

Monsanto La empresa Monsanto, creadora del glifosato (bajo la marca Roundup) y principal señalada por la denuncias de perjuicios a la salud, siempre defendió su agroquímico en base a la clasificación de la OMS. La gacetilla institucional, que aún está en el sitio de Internet, llamado “Acerca del glifosato”, resalta que la OMS lo ubica como “producto que normalmente no ofrece peligro” y remarca en negrita un trabajo de 2004 en el que la OMS lo calificaba como “no cancerígeno”. Monsanto siempre utilizó los argumentos de la OMS. Pero ayer cambió de opinión: “La IARC ha estado bajo críticas tanto por su proceso como el sesgo que ha demostrado”. La compañía acusó a la agencia de la OMS de que su conclusión no es exhaustiva, la considera “sesgada” y la acusa de no basarse en “ciencia de calidad”. Advirtió que ya entró en contacto con la OMS para solicitar una revisión del trabajo. El comunicado de la mayor corporación del agro mundial sostiene que la clasificación de la IARC-OMS “no se apoya en datos científicos”. Alcanza con ver el documento oficial de la Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer (IARC) para contabilizar al menos 16 trabajos científicos que confirman los efectos de los agroquímicos. Se citan investigaciones de 1985 hasta de 2015. No figuran los trabajos de David Saltamiras ni de Gary Williams, dos científicos que suelen atacar todo argumento académico

contrario a los transgénicos y a los agroquímicos. No es casual: Saltamiras y Williams son empleados de Monsanto y por eso sus trabajos no figuran en la evaluación de la OMS. Monsanto fue la creadora y mayor comercializadora de glifosato. En el 2000 venció su licencia, lo que abrió pasó a que otras empresas lo produzcan. En Argentina producen el herbicida las compañías Syngenta, Basf, Bayer, Dupont, Dow Agrosciences, Atanor, YPF, Nidera, Nufarm, Red Surcos, Vicentín y Sigma Agro, entre otras.

Carrasco tenía razón Según estadística de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), que reúne a todas las grandes empresas de agroquímicos, en 1996 (cuando se aprobó la primera soja transgénica) se usaban en Argentina once millones de litros de glifosato. En 2012 se vendieron 182 millones de litros de glifosato. Desde hace tres años que Casafe no hace públicas las estadísticas de uso. Sí lo actualizó la Red de Médicos de Pueblos Fumigados. Afirma que en los campos argentinos se arrojan 320 millones de litros de glifosato por año y trece millones de personas en riesgo de ser afectadas por el químico. Andrés Carrasco, jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la Facultad de Medicina de la UBA e investigador principal del Conicet, confirmó en 2009 que el glifosato producía malformaciones en embriones anfibios, in-

cluso en dosis hasta muy inferiores a las utilizadas en el campo. En 2010 publicó su trabajo en la revista científica estadounidense Chemical Research in Toxicology (Investigación Química en Toxicología). Debió enfrentar una campaña de desprestigio por parte de las empresas, de sectores de la academia y de funcionarios políticos, como el ministro de Ciencia, Lino Barañao. “Los transgénicos y los agrotóxicos en Argentina son un experimento masivo a cielo abierto”, solía advertir en disertaciones y entrevistas. Carrasco, fallecido en mayo de 2014, afirmaba que la mayor prueba de los efectos de los agrotóxicos no había que buscarlas en los laboratorios, sino ir a las comunidades fumigadas. Raúl Horacio Lucero, investigador chaqueño, le escribió ayer un correo a este periodista: “¿De qué se disfrazarán ahora los expertos del Conicet que tanto atacaron a Andrés Carrasco?” Viviana Peralta de San Jorge (Santa Fe), Laura Mazzitelli y Elio Servín de La Leonesa (Chaco), Fabián Tomasi y Don Julio Ariza (Entre Ríos), Miriam Samudio de Puerto Piray (Misiones), Sofía Gatica y María Godoy del Barrio Ituzaingó (Córdoba), María Cristina Monsalvo y Víctor Fernández (de Alberti, Buenos Aires). Una mínima muestra de quiénes denuncian desde hace años los efectos de los agroquímicos. Fueron, la mayoría de las veces, desoídos y maltratados por el poder político, judicial y mediático. La Organización Mundial de la Salud comenzó a reconocer que los vecinos de a pie tenían razón. n


Cáncer, glifosato y después La reciente noticia de la Organización Mundial de la Salud sobre el reconocimiento de la carcinogenicidad del glifosato puede verse ampliamente en medios de prensa en todo el planeta, como por ejemplo: www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf w w w. j o r n a d a . u n a m . m x / u l t i mas/2015/03/21/cinco-pesticidas-entre-ellos-uno-muy-utilizado-considerados-posibles-cancerigenos-246.html www.reduas.com.ar/glifosato-escarcinogeno-para-el-ser-humano/

otros, asegurando, una vez más, que éstos sí que son buenos e inocuos.

Esto demuestra varias cosas 1) La clasificación actual de agrotóxicos es fraudulenta ya que permitió que un producto cancerígeno se lo considerara banda verde, se lo regale en varios planes desde el Estado y se utilicen más de 200 millones de litros anuales en nuestro país. 2) Si las empresas de agrotóxicos tienen que hacer estudios durante 15, 20, ó 30 años para ver si son cancerígenos o si tienen efectos crónicos no les resulta rentable. Por lo tanto, no podría sostenerse el modelo basado en agrotóxicos.

Amerita repasar algunos antecedentes 1.- Monsanto dice en su documento Acerca del Glifosato, (que todavía está en línea en www.monsanto.com/ global/ar/noticias-y-opiniones/pages/ acerca-del-glifosato.aspx), que: De acuerdo al Informe publicado por la Reunión Conjunta FAO/OMS (Meeting of the FAO Panel of Experts on Pesticide Residues, JMPR) 4, el glifosato: - posee baja toxicidad aguda - no es genotóxico (no provoca daños ni cambios en el material genético) - no es cancerígeno (no produce cáncer) - no es teratogénico (no afecta el normal desarrollo embrionario; no provoca malformaciones) - no es neurotóxico (no afecta el sistema nervioso) - no tiene efectos sobre la reproducción. 2.- Un análisis crítico del documento citado por Monsanto puede consultarse en Agroquímicos: La cadena de ocultamientos, falacias y deformaciones (http://renace.net/?p=584); es muy esclarecedor la conformación del grupo de científicos y las declaraciones de la toxicóloga representante de América Latina. 3.- En el 2009 ya se habían acumulado suficientes estudios como para considerarlo de esa manera www.rapaluruguay.org/glifosato/ posible_agente_cancerigeno.html y a ello hay que sumarle todos los

estudios realizados en Argentina por científicos independientes, pertenecientes a varias Universidades Nacionales para esa fecha, así como en otras regiones del planeta. Sin embargo, Casafe (http://www. casafe.org/pdf/acercaglifosato.htm) insistía en que la FAO y la OMS decían que no lo era; e incusive el informe de la COMISIÓN NACIONAL DE INVESTIGACIÓN SOBRE AGROQUÍMICOS DECRETO 21/2009 (http:// www.msal.gov.ar/agroquimicos/pdf/ INFORME-GLIFOSATO-2009-CONICET.

pdf) dice en su pg 3 punto 8 En cuanto se refiere a los efectos del glifosato sobre la salud humana, los estudios epidemiológicos revisados no demuestran correlación entre exposición al herbicida e incidencia en el cáncer, efectos adversos sobre la gestación, o déficit de atención o hiperactividad en niños. Tampoco se ha demostrado que el glifosato favorezca o provoque el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Con el glifosato ocurre lo mismo que antes ocurrió con el DDT, con el cigarrillo, con el endosulfán, y será lo que ocurre y ocurrirá con otros agrotóxicos que vayan apareciendo en el mercado: las empresas productoras argumentan que no está demostrado que causan daño; los funcionarios de los gobiernos niegan las evidencias e interfieren en las investigaciones científicas; los agrónomos no se preocupan por investigar qué es lo que están aconsejando y recetando. Porque cuando se determina oficialmente que eran peligrosos, piden disculpas (tal vez) y los sustituyen por

3) Lejos de producir alimentos sanos para gente sana, este modelo claramente enferma; un alimento debe nutrir, jamás enfermar. Argentina no produce alimentos para 400 millones de personas, produce commodities, mercancías que cotizan en mercados especulativos que nada tiene que ver con el hambre. Y por último, y enormemente preocupante: 4) Si un agrotóxico vendido durante años como “Banda verde” es cancerígeno ¿qué podemos esperar de todos los demás?

Necesitamos Comprender que el único modo de romper esta caza de brujas sobre cada una de estas sustancias, es salir de este modelo, trazar un camino claro hacia la agroecología, y el INTA tiene que ser una pieza clave y rectora en ésto junto a productores y campesinos. Nuestros científicos deben estudiar cómo funciona el suelo, cómo se produce la maravilla de la vida en el suelo y en los ecosistemas, y cómo producir sin contaminar. Es imperioso el viraje a la producción agroecológica. ¿Qué político va a anunciar ésto en su campaña? Extraído de: www.renace.net n


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Inundaciones en Córdoba: entre la vulnerabilidad y el aguante (primera parte) Por Lea Ross | @LeandroRoss

Siempre se ha emparentado a Córdoba como una gran paradoja. La Córdoba rebelde y la Córdoba de las campanas. La combativa y la conservadora. En un cierto sentido, lo que aconteció a partir del domingo 15 de febrero pasado volvió a revelar las contradicciones que nos rodean a los cordobeses. Entre la vulnerabilidad y el aguante, en medio estamos todos metidos. En aquel domingo por la madrugada, llovieron 300 milímetros; una tercera parte de lo que llueve todo un año. Según datos oficiales actualizados, serían alrededor de mil evacuados, un presupuesto de 450 millones de pesos en reparación de infraestructura destruida (viviendas, rutas, puentes, servicios, etc); once muertos y un desaparecido, aunque se mantienen las sospechas que el número de víctimas fatales serían más. El temporal vivido se suma otro capítulo que continúa latente en ese desequilibrio hídrico que se vive en la región. “Estuvo con nosotros el pronosticador y meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional, quien explicó claramente que es imposible prever este tipo de fenómeno climático”, sentenció el gobernador José Manuel de la Sota a Cadena 3, a mediados de la primera semana del temporal. “Aparentemente, se producen muy de vez en cuando. Él lo caracterizó como un cumulonimbus de altura que explotan y por eso ha estado tan focalizado el problema. Solamente agarró Sierras Chicas, desde Ascochinga hasta Córdoba”, puntualizaba el mandatario quien horas antes había afirmado que se trató de un “tsunami que cayó del cielo”. Durante toda la semana, estremecedoras imágenes se pro-

pagaron por las redes sociales, a la velocidad de la ayuda solidaria que partieron desde diferentes puntos de la provincia. Mientras distintos especialistas resaltaban el rol que jugaron los desmontes y el crecimiento urbanístico, las autoridades provinciales mantuvieron la idea sobre la desdicha de una cuestión netamente climatológico. No es algo que sorprenda.

Tsunami de loteos “Estamos viendo, con mucho recelo, esta respuesta que se dio de entrada en el gobernador al decir que fue un tsunami venido del cielo. Y sí, las precipitaciones caídas del cielo el 15 de febrero pasado fueron excepcionales. Pero también hay que hablar del tsunami de loteos que hubo en quince años”, señala el geógrafo Joaquín Deon, quien además integra la Coordinadora Ambiental y de Derechos Humanos de las Sierras Chicas. Durante tres años y medio de trabajo sobre la relación de los conflictos del agua y el cre-

cimiento demográfico en las Sierras Chicas, cuyo resultados serán publicados en un libro, Deon resalta que los márgenes de los ríos han sido el blanco para las instalaciones inmobiliarias: “El crecimiento urbanístico se realizó en las cuencas, en las uniones de los arroyos, como pasa con el arroyo de Saldan con el de arroyo Cabana en Unquillo, como pasa en la unión del arroyo Seco con el arroyo Saldan en Villa Allende, o como pasa con el arroyo de Los Manantiales con el dique La Quebrada en Río Ceballos. Todos estos arroyos han sido urbanizados en sus márgenes”. Para este proceso, que transcurre de manera histórica, se parten dos bases: -Las prácticas extractivistas, para realizar la actividad minera y la producción leñera: “Hubo una gran cantidad de urbanizaciones que se fueron realizando, de una gran cantidad de aprobación de ampliación de áreas de explotación minera, donde incluso algunos municipios no tenían jurisdicción (por ejemplo, Villa Allende, La

Calera y Río Ceballos)”. -El avance urbanizatorio: “En torno a esos espacios –señala Deon-, donde se realizan los primeros loteos, empiezan a generarse otros fraccionamientos en donde dejan de lado la idea de ser un lugar de veraniego, o sea de vacaciones, y pasan a ser un lugar de residencia permanente. Lo que convierte a Sierras Chicas en centros poblados, con sus propias dinámicas, con sus relaciones comerciales, con sus prestaciones de servicios, y empiezan a aparecer los primeros conflictos con el agua”. Precisamente, con la llegada de los loteos, aparecen distintos momentos de sequías registradas. En particular, se detallan las sequías de los siguientes períodos: 1938-1939, 1960-1962, 1970-1972, 19801981, 1994-1995 y 2003-2009. Según Deon, “esas sequías generales generan movilizaciones en la gente y la organización de distintas maneras; algunas de ellas, llegan a conformarse instituciones intermedias, como son las cooperativas de obras y servicios públicos. Otras tantas,

llevan a la generación de municipios y comunas. Y en menor parte, y es lo que pasa en la actualidad, en la conformación de organizaciones sociales.” Paradójicamente, ocurre la contra-cara de las mismas que son las inundaciones. Algunos ejemplos que se mencionan son las ocurridas en el 15 y 21 de febrero de 1939, donde las precipitaciones de 130 milímetros generaron una crecida importante del arroyo Saldan (la caída de lluvia fue la mitad que la que cayó hace dos semanas atrás, pero la coincidencia con la fecha aterra). Con el inicio de las movilizaciones vecinales, se realizaron distintas notificaciones para pedir al poder provincial las independencias comunales para corregir los conflictos del agua, de allí nacen los municipios. Es en ese período, donde nacen las municipalidades de Unquillo, Villa Allende y Río Ceballos dentro del período 1939-1941. “Son los periodos de inundación o sequía lo que hacen generar la movilización social, pero al mismo tiempo la creación de las instituciones o de las principales armas de lucha de las organizaciones sociales”, señala el geógrafo. La vulnerabilidad solo puede mantenerse y expandido como tal mediante una mezcla de desidia y corrupción. Por un lado, la mirada paradigmática basado en el desenfreno uso del cemento como garantía de un progreso reiterativo a nivel discursivo, más para traslucir en las campañas que para una planificación bien pensada. Y por otro lado, todas las obras de urbanización aprobadas son imposibles de desarrollarse de no ser que cuentan de antemano con el apoyo de los gobiernos del turno. Extraído de: http://ecoscordoba.com.ar/


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