ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA

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ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA



Marsella, Francia


ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA


Concepción general

Ecole d´Avignon. 6, rue Grivolas, 84000 Avignon, Francia Col.legi d´Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona. Bon Pastor, 5, 08021 Barcelona, España Ecole des arts et métiers traditionnels de Tétouan. Avenue Lmfedel Afilal, BP 41, Tetuán, Marruecos

Redacción y comité de lectura Gilles NOURISSIER, Joan REGUANT, Xavier CASANOVAS, Christophe GRAZ.

Coordinación técnica y redacción de los textos de la página web Joan REGUANT, Christophe GRAZ, Ramon GRAUS, Cecília SANJURJO, Christine Herman, Xavier CASANOVAS, Gilles NOURISSIER, René GUÉRIN, Pascal CANONGE, Tarik AL-ANI, Kinda SATI, Hafid ZOUAKI. A partir del fondo documental constituido por el conjunto de los 15 equipos miembros del proyecto.

Fotografías e ilustraciones Equipo CORPUS

Traducción al castellano Pere VILLA

Libro y web (www.meda-corpus.net) han sido realizados con los trabajos de investigación, análisis de experiencias, documentación y puesta en común de cada uno de los 75 expertos del equipo. La síntesis, debatida y preparada colectivamente, ha dado lugar a este corpus regional.

Traducción y corrección de fichas web Michel LEVAILLANT y Elaine FRADLEY

Diseño gráfico LM, DG: Chema Sánchez / Stella Moreno / Oriol Frías

Cartografía Alfons Parcerisas y CREAF (Univeritat Autònoma de Barcelona)

Impresión Grup 4, Barcelona

© Copyright Ecole d´Avignon para el equipo CORPUS © Copyright para la edición en castellano: Col·legi d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona ISBN 84-87104-53-3 Depósito legal B-28014/2002

Los autores animan a la reproducción de esta obra y a la difusión de su contenido, citando su origen.


ComISIÓN EUROPEA MEDA-EUROMED HERITAGE

CORPUS

ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA Prólogo de Amin Maalouf

Ecole d’Avignon

Col.legi d’Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona

Ecole des arts et métiers traditionnels de Tétouan


Argelia Ministère de la Communication et de la Culture. Direction du patrimoine. Abderrahmane KHELIFA / Fawzia MAHDI / Samia CHERGUI Bélgica, Valonia Ministère de la Région wallonne. Direction générale de l´aménagement du territoire, du logement et du patrimoine. Division du patrimoine / Institut du patrimoine wallon. Centre de perfectionnement aux métiers du patrimoine. Christine HERMAN / Georges DURIEUX Chipre Department of Antiquities of Cyprus / Cyprus Architectural Heritage Association - POAK. Sophocles HADJISAVVAS / Evi FIOURI / Irene HADJISAVVA

EXPERTOS COLABORADORES

Egipto Supreme Council of Antiquities. Dr. Gaballa Ali GABALLA / Ramzy Naguib YACOUB / Shawki Mehani NAKHLA / Wahid Mohamed EL BARBARY España Col.legi d´Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Barcelona. Xavier CASANOVAS / Joan REGUANT / Ramon GRAUS / Cecília SANJURJO / Maribel ROSSELLÓ / Montserrat VILLAVERDE / José Manuel LÓPEZ OSORIO / Antoni COLOMAR / Carlos A. MORANTA / Encarna Fuensanta LÓPEZ / Francesca MOYA Finlandia National Board of Antiquities. Pekka KÄRKI / Tarik AL-ANI Francia Ecole d´Avignon. Centre de formation à la réhabilitation du patrimoine architectural. Gilles NOURISSIER / Pascal CANONGE / Christophe GRAZ / René GUERIN / Jean-Jacques ALGROS / Kinda SATI / Jean-Yves EISCHEN / Ranko TRIPKOVIC / Hounaïda DHOUIB / Tawfik MIKHAIL Grecia Ministère de la Culture. 4ª Ephorie des antiquités byzantines. Direction de la restauration de monuments byzantins et postbyzantins. Caterina MANOUSSOU-DELLA / Aris POZIOPOULOS / Maria-Christina GEORGALLI / Theodoros ARCHONTOPOULOS Israel Israel Antiquities Authority. Conservation Department. Ya´acov SCHAFFER / Ilan KEDAR / Kislev RAANAN / Moty DOYTCHER Jordania Yarmouk University. Institute of Archaeology and Anthropology. Ziad AL-SAAD / Ahmad Y. DALQAMOUNI / Mohammad JARADAT / Mohammad SHUNNAQ / Nizar ABU-JABER / Nizar TURSHAN / Ali OMARI / Hussein DEBAJEH / Mowfaq BATAINEH Marruecos Ministère de la Culture. Direction du patrimoine / Ecole des arts et métiers traditionnels de Tétouan. Abdelaziz TOURI / Mohamed Hafid ZOUAKI / Larbi EL MESBAHI Palestina.* RIWAQ. Suad AMIRY / Khaldun BSHARA Portugal Direcção-Geral dos Edificios e Monumentos Nacionais. Vasco MARTINS COSTA / Margarida ALÇADA / Victor MESTRE / Maria FERNANDES Túnez Institut Nationale du Patrimoine. Naceur BAKLOUTI / Taoufik DAMMAK / Samir TRIKI Turquía Ministry of Culture. Gazi University. Faculty of Engineering & Architecture. Nadir AVCI / Ulku SAYGILI / Mehmet GÜRKAN / Zeynep KARAOGLU / Gediz URAK / Nuray BAYRAKTAR / Sare SAHL

(*) Con el término genérico "Palestina" se alude, en esta obra, a los territorios reconocidos por la O.N.U. bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina (A.N.P.)


Agradecemos a los estamentos oficiales, a las autoridades locales y a los profesionales, de cada uno de los países partenarios, por su colaboración eficaz en la consecución de los objetivos de este proyecto. Por los trabajos de conexión y cooperación transversal en el seno de los proyectos Euromed Heritage I, damos las gracias especialmente a: Los equipos de EuropAid Oficina de Cooperación (Comisión Europea) y de MEDA Team, a las autoridades anfitrionas de Rodas, Damasco, Túnez e Hildesheim, y al coordinador y miembros del proyecto SALAMBÓ. Asimismo, l'Ecole d´Avignon, coordinadora del proyecto CORPUS, agradece especialmente por su contribución financiera y su apoyo permanente a: la Régión Provence, Alpes, Côte d'Azur, y al ministère de la Culture et de la Communication, Direction de l'architecture et du patrimoine. Finalmente, el equipo CORPUS quiere agradecer desde aquí, con un muy sincero reconocimiento, a todas aquellas personas anónimas de cada rincón del Mediterráneo, que nos han abierto sus puertas y que han tenido la amabilidad de explicarnos su tradición arquitectónica y nos han permitido ver, fotografiar y mostrar su forma de vida con igual generosidad. Sus testimonios han sido la mejor embajada del mensaje de nuestro trabajo.

ADVERTENCIA A LOS LECTORES Diversos redactores han compartido el trabajo de escribir este libro. Todos han trabajado en lengua francesa, fuera cual fuera su lengua materna. Esta pluralidad da como resultado colores y ritmos de las lenguas heredadas de las diversidades que la Cuenca mediterránea encierra; favorece el uso de términos que dan una vibración muy particular a nuestro espacio. Formas y adjetivos inundan las imágenes y fecundan las ideas con una música de la frase alimentada de múltiples tonalidades. Hemos intentado respetar estos diferentes estilos, evitando la uniformidad. Las ilustraciones, procedentes de trece países y de variadas fuentes, no son todas de una calidad gráfica homogénea. Unas veces de archivos, otras de rápidos esbozos sobre el terreno, otras de trabajos científicos,... las que hemos seleccionado son necesarias para una adecuada comprensión del texto. Hemos preferido documentar el texto con las imágenes de las cuales disponíamos antes que armonizar creando una imagen o prescindir de un documento útil. Los mapas de esta obra provienen igualmente de fuentes múltiples y tienen un valor estrictamente gráfico, sin ninguna representación política, y sin que pretendan ofrecer, por nuestra parte, ninguna posición sobre las fronteras, la toponimia o la lengua empleada. Las páginas que siguen a continuación son, pues, la reunión de facetas y puntos de vista múltiples con la intención de expresar lo que existe de real y de sueño, de influencia y de mito, por así decirlo, en la arquitectura de este fascinante Mediterráneo.

AGRADECIMIENTOS


Pienza, Italia


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MEDA, EUROMED HERITAGE

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INTRODUCCIÓN

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PRÓLOGO POR AMIN MAALOUF

EL ESPACIO MEDITERRÁNEO

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EL MEDITERRÁNEO, UN LUGAR PARA LA VIDA: ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD El paisaje Los hombres y las mujeres Habitar el Mediterráneo

25 EL ESPACIO MEDITERRÁNEO OBJETO DE ESTUDIO 28 MOSAICO HISTÓRICO

LAS FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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CONCEPTOS Y CRITERIOS 36 36 37

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UNA FORMA DE VIVIR, MÚLTIPLES FORMAS DE HABITAR Hábitat diseminado, hábitat agrupado. La cercanía siempre presente Tres soluciones para un estilo de habitar: la casa elemental, la casa compacta y la casa compuesta LA CASA MEDITERRÁNEA, ESPACIO CONSTRUIDO Y ESPACIO VIVIDO Patio, era, jardín, parra: del dominio a la insinuación del espacio doméstico La presencia convertida en vivienda o el hábitat nómada La construcción estable. Casa y raíces. La fundación del lugar La construcción ligera o la reafirmación del arraigo Evolución y definición La "no-construcción" del hábitat o el hábitat troglodítico LA CASA MEDITERRÁNEA, PREOCUPACIONES Y ACTIVIDADES, ESPACIOS Y CULTURAS Las preocupaciones defensivas Las actividades productivas Dos culturas, dos actitudes, dos espacios para habitar LA CONSTRUCCIÓN DE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA El equilibrio entre capacidades, recursos, necesidades, ... y placer LOS ENCLAVES, INSTRUMENTO ÚTIL PARA EL ESTUDIO ESPACIOS PARA HABITAR. GESTOS DE VIDA Implantación en el territorio Todas las alturas posibles La casa elemental La casa compacta/compleja La casa con patio La casa con era La casa con jardín Las casas de invierno/verano La casa y la defensa La casa evolutiva/definitiva La casa nómada/troglodítica

ÍNDICE


EL ARTE DE CONSTRUIR: LAS TÉCNICAS Y LOS HOMBRES

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ÍNDICE

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LAS TÉCNICAS Y LOS HOMBRES Dos términos clave: local y ancestral Un lenguaje, una ambición, un vivero de técnicas que viajan

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LA ESTRUCTURA VERTICAL: LOS MUROS Los muros de piedra – Los muros de mampostería con mortero – La piedra en seco – La tecnología Los muros de tierra y de ladrillo – La tierra, universal y abundante – El tapial – El adobe y el ladrillo Los muros de entramado de madera Los muros vegetales Los vanos y los arcos – Los vanos – Los arcos

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EL REVESTIMIENTO DE LOS MUROS: REVOCOS Y ENCALADOS Los revocos Los encalados Otros revestimientos del muro

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LA ESTRUCTURA HORIZONTAL Los forjados Las bóvedas y las cúpulas - Las bóvedas - Las cúpulas Las armaduras de cubierta - Las armaduras de pares - Las cerchas LA CUBIERTA Las cubiertas planas Las cubiertas en pendiente - Las cubiertas de teja - Las cubiertas de piedra - Las cubiertas vegetales - Las cubiertas de placas LOS HOMBRES Habilidades vivas Un albañil para el Mediterráneo

LOS PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN

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EL CAMBIO DE ESCALA. LA EXPLOSIÓN DE LAS RELACIONES Las claves de un nuevo horizonte TRANSFORMACIONES EN TRES NIVELES El espacio La organización espacial de los pueblos, ciudades y barrios La construcción. La casa TIPOS DE TRANSFORMACIONES Transformaciones formales - Modificación del volumen


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- Modificación de las aberturas - Modificación de las texturas - Los "no-clasificados" Transformaciones funcionales - En la distribución - En el aspecto tridimensional

112 MATERIALES Y HABILIDADES, DOS UNIVERSOS CONMOCIONADOS 115 115 116 117 119 119

CINCO GRANDES PRESIONES. PEQUEÑAS REACCIONES Factores estructurales Factores administrativos Factores económicos Factores de confort Factores psicológicos

120 LOS ENCLAVES: OBSERVATORIO IDEAL Y TALLER INSUSTITUIBLE

EL FUTURO

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UNA SITUACIÓN DE CONTRASTES Dos éxitos combinados Fragilidades y dudas Unas cuantas iniciativas -

Políticas de rehabilitación Acción internacional Estudios y publicaciones La Formación

ALGUNAS ORIENTACIONES Un marco de referencia Tres líneas de actuación indisociables - Sensibilización - Formación - Investigación Rehabilitar/revitalizar la arquitectura tradicional

INICIATIVAS EN EL MEDITERRÁNEO 25 35 39 43 49 53 71 77 81 87 91 97 103 109 115 123 127 131 135

Matmata. Energías locales, eficacia multiplicada Bayt El Suhaymi, en El Cairo. Rehabilitar el patrimonio, recuperar las habilidades Aviñón. Identificación de las necesidades, respuesta eficaz y original Dana. Abandono y revitalización, un proceso de treinta años Fikardou. Objetivos y esfuerzos compartidos, resultados garantizados Antalya, Kaleici. Proteger el patrimonio, recuperar la calidad de vida Acre. Excavando en la historia, consolidando el futuro M´Zab. Tres décadas de esfuerzos constantes, resultados importantes Francia. La mejora del hábitat existente, la valorización del patrimonio Anávatos. Conservar el patrimonio, debates y decisiones Andalucía. Cimientos sólidos, conocer bien para salvaguardar mejor Marruecos. Penetrar en la vida tradicional, conservación y desarrollo Hebrón. Estudio global y planificación, rehabilitación integral Los organismos internacionales. Reflexión y referencia, hitos irremplazables KEN. Las posibilidades de las técnicas tradicionales siempre intactas Herramientas técnicas. Rigor en la documentación, vitalidad en la pedagogía Monemvasía. Más allá de la complejidad de las etapas, la convicción de un recorrido Riwaq. La abnegación de una ONG al servicio del patrimonio Alentejo. Procesos diferentes para un mismo objetivo: la formación

ÍNDICE


Alto Rif, Marruecos


Este libro es el fruto del partenariado, durante treinta meses, de quince países que forman el equipo CORPUS dentro del espacio MEDA. Un espacio, pero también una herramienta: MEDA es un conjunto de programas operativos. MEDA surgió en la conferencia de Barcelona de 1995. Es el instrumento de una iniciativa ambiciosa que pretende crear lazos duraderos y solidarios entre los países ribereños del norte, sur y este del Mediterráneo. Es un proyecto que pretende construir una comunidad de destino en el seno de un amplio espacio compuesto por veintisiete países que son los quince miembros de la Unión Europea más los doce países partenarios mediterráneos: Argelia, Chipre, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Malta, Marruecos, Autoridad Nacional Palestina (A.N.P.), Siria, Túnez y Turquía. Esta lógica regional es también geopolítica y económica, es testimonio de una ansia de estabilidad, de desarrollo y de prosperidad compartidas, constituyendo un vasto conjunto de intercambios dentro del contexto de la mundialización de las relaciones. Si la globalización supone la interdependencia económica, ella está también en el corazón del debate sobre cuestiones como civilización, vecindad y tolerancia entre los países ribereños, con culturas e historias diferentes. El acuerdo de partenariado se basa en los principios de la democracia, la libre circulación de mercancías y en la cooperación multiforme económica, social, cultural y financiera. EUROMED HERITAGE es el primer programa cultural del grupo de trabajo euro-mediterráneo*. Está financiado en un 100% por la Comisión Europea, Dirección general de relaciones exteriores, y su duración ha sido de tres años (1998-2001). Su propósito es la exploración de ámbitos que quedan definidos bajo el término patrimonio, en sentido amplio, y fruto de ello un conjunto de dieciséis proyectos. El patrimonio está considerado a partir de sus aspectos identitarios y de su peso económico en tanto que sector de actividad y riqueza crecientes. Varios temas conforman las bases del programa: – La conciencia de patrimonio está muy presente en los proyectos de protección y de puesta en valor; su intención incluye también los proyectos de difusión del conocimiento del patrimonio dirigidos al gran público. – Los recursos humanos que se apoyan en la formación de los actores del patrimonio con la finalidad de difundir nuevos puntos de vista y nuevas estrategias para su promoción. – El desarrollo sostenible, en el que el turismo cultural ocupa un lugar preponderante. – El vivero de experiencias ya existentes en el campo de la legislación, con el fin de dar soporte a las políticas de protección y de promoción. Más allá de su objeto propio de trabajo, cada proyecto constituye en sí mismo una red de expertos, procedentes de instituciones públicas, privadas, universitarias o de ONGs. Esta estructura, basada en la variedad de perfiles de los protagonistas, de cada especialidad, junto al carácter regional y al amplio nivel de reflexión, quiere ofrecer al programa la dimensión de laboratorio de ideas y de refuerzo de las identidades culturales a través de su confrontación. * Las opiniones expresadas en la presente obra no reflejan necesariamente la posición de la Unión Europea ni la de sus Estados miembros.

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MEDA, EUROMED HERITAGE


El ámbito en el que viven más de 400 millones de mediterráneos, la casa que los acoge ya sea en el pueblo o en la ciudad, las raíces, la permanencia y las formas actuales de un arte de habitar, forman el objetivo central del proyecto CORPUS (1): La construcción tradicional en el espacio mediterráneo El tema es tan amplio que nosotros lo hemos delimitado con fronteras que lo circunscriben a una arquitectura tradicional corriente, viviente por habitada, esencialmente civil y doméstica y pre-industrial por sus sistemas constructivos. Casi siempre ha sido producida por hombres de oficio y raramente por profesionales de la arquitectura o especialistas y está constituida con prácticas locales, tanto por lo que se refiere a los materiales como a las habilidades, y cuyas formas y tecnologías son ancestrales.

INTRODUCCIÓN

Un estudio sobre el efecto de las transformaciones, desde hace medio siglo, en las maneras de renovar el hábitat y de construir, y en las formas de preservación del parque edificado La revalorización y la rehabilitación de la arquitectura tradicional, es decir, su futuro, han movilizado al equipo CORPUS mediante tres líneas de trabajo: – El conocimiento, que permite identificar los grandes grupos tipológicos de la región, sus zonas de implantación así como las correlaciones entre ellos. – La evolución, que analiza los procesos de transformación, aquello que los desencadena y aquello que los alimenta, a partir de la observación de los enclaves representativos. – Los mecanismos de corrección, esto es, cómo salvaguardar mejor la arquitectura tradicional y anticiparse a sus procesos de degradación. CORPUS se dirige a los protagonistas de la arquitectura tradicional, de su mantenimiento y de su conservación, considerando que es una parte substancial de la identidad cultural de las comunidades que la habitan. Todo ello en un contexto en el que el parque construido está sufriendo, desde hace unos cuarenta años, un proceso acelerado de homogeneización, cuyo efecto es la desaparición progresiva de las singularidades que han caracterizado su edificación. Una herramienta de conocimiento del arte de construir y para guiar a sus protagonistas técnicos El arte de construir es determinante para caracterizar la arquitectura tradicional. Es un trabajo de oficios que permiten documentar lo genérico y lo intrínseco de la construcción, inventariar, recopilar y situar en el espacio todas las formas de construcción tradicional. Todo ello para responder a diversas cuestiones: – En el Mediterráneo, como resultado de los rasgos específicos de una construcción tradicional, ¿es grande o reducida su variedad? – Los recursos locales en cuanto a materiales y a las culturas técnicas, ¿amplían o limitan el abanico de las tecnologías? – ¿Cuál es el impacto cultural y económico de los nuevos materiales en la evolución del arte de construir tradicional? Esta parte del trabajo CORPUS recoge mediante fichas descriptivas los componentes y recetas de puesta en obra. Nos encontramos en un momento de ruptura, en el cual la transmisión, esencialmente oral, corre el peligro de crear olvidos, imprecisiones o confusiones. Igualmente, se evalúa el uso actual de las técnicas tradicionales cuando se trata de construir y de mantener. La cuestión de los recursos humanos, del estado de las competencias y de los sistemas de transmisión de conocimientos y habilidades Hemos podido comprobar que, aunque cada país presente una práctica desaparición de los profesionales tradicionales, se ha sabido encontrar hombres de oficio que poseen y aplican su arte de construir heredado. La cuestión planteada es la del futuro inmediato, la de observar cómo los países ribereños se enfrentarán a un mercado del patrimonio que necesita regenerar las competencias, de los operarios y de los técnicos para organizar una oferta de calidad ante una reivindicación cultural que propugne el buen uso del edificio antiguo.

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El trabajo en partenariado de una red de quince países Este libro que llega al lector, junto con la página web (www.meda-corpus.net) son los dos productos que condensan el resultado de una treintena de meses de trabajo del equipo CORPUS. Ocho lenguas maternas, trece estados ribereños, más de setenta especialistas y otras tantas sensibilidades sobre este tema han sido las realidades que CORPUS ha puesto en común con la finalidad de obtener un resultado compartido por cada uno y comunicable a todos. Para que funcionarios encargados del patrimonio cultural, profesionales de la arquitectura, formadores, universitarios y otros expertos canalicen sus conocimientos y sus investigaciones hacia un mismo objeto, dentro de un mismo formato, el grupo ha llevado a la práctica diferentes métodos de trabajo. En efecto, era necesario que la metodología utilizada -mediante fases de recopilación de datos, de investigación y de análisis- llevara a la presentación de una información regional marcada por una clara voluntad operativa. Para ello, hemos combinado y articulado una serie de instrumentos: la investigación bibliográfica, las investigaciones sobre el terreno con siete cuestionarios elaborados por todos y orientados tanto hacia el estricto conocimiento como hacia el análisis de los enclaves, una veintena de misiones in situ en colaboración con expertos locales, casi unas doscientas entrevistas (usuarios, arquitectos, empresarios, artesanos, asociaciones de salvaguarda, autoridades y representantes locales,...) con el fin de recoger múltiples opiniones, cuatro sesiones plenarias de todo el grupo y una docena de seminarios del equipo director para confrontar, reorientar y levantar acta de los avances del proyecto. Lo que sigue a continuación es el fruto del trabajo surgido de este partenariado. Aventura compleja y rica, complicada por las grandes distancias, de un grupo de mediterráneos que contribuye a describir su pertenencia regional, detallando su realidad más próxima. CORPUS, de esta manera, ha contribuido a poner en duda una discontinuidad, una visión parcial e inmovilista de la arquitectura tradicional. Convenía someterse a la continuidad espacial de la región, a la circulación de influencias en el tiempo, para concretar los hilos conductores, los lazos de unión, con el fin de buscar diversos sentidos a las soluciones arquitectónicas, más allá de las fronteras políticas. Este trabajo está impregnado de la diversidad de cada uno, aludiendo en muchos casos a lo más íntimo de nuestros fragmentos de civilización y apoyándose sobre lo universal de nuestro proyecto, que consiste en recrear una "mediterraneidad" compartida; esta ha sido nuestra pasión, confirmando que el resto del camino sólo podíamos hacerlo juntos. Agradecemos a Amin Maalouf el haber tenido la gentileza de ofrecernos en su prólogo una reflexión espontánea a propósito del Mediterráneo. Se lo hemos pedido a él, particularmente, porque encarna una cierta dualidad de nuestra Cuenca: árabe y cristiana, oriental establecido en Occidente, construyendo su obra en una lengua que no es la suya. (2) Una dualidad que la arquitectura tradicional, absorbiendo la sucesión de los acontecimientos, lleva en sí misma, la asimila y la cultiva. Sobre todo, a través de la casa, matriz que nos ve nacer y morir, y donde los hombres dejan de ser guerreros y muestran su preferencia por la vida, casa repleta de su herencia y capaz de labrar el futuro.

Giles NOURISSIER Coordinador del equipo CORPUS

(1) CORPUS es un acrónimo que significa: COnstrucción - Rehabilitación - Patrimonio - USo. Con esta fórmula recordamos que tratamos el arte de construir, de la arquitectura existente y deteriorada, de su valor cultural y de su antigüedad, de su carácter útil y habitable. Acrónimo y nombre común que designa particularmente (diccionario Larousse): "conjunto de textos, de documentos creados por una tradición o recopilados para un estudio." (2) Nos remitimos a toda la obra de Amin Maalouf quien, a través de múltiples situaciones en el espacio y en la historia del Mediterráneo, nos habla de estos hombres surgidos de la Cuenca que se acercan a otros, entre la confrontación y el sincretismo.

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INTRODUCCIÓN Gilles NOURISSIER Coordinador del equipo CORPUS


Lefkara, Chipre


Como inmensos labios congelados en un rictus indescifrable, las dos riberas del Mediterráneo parecen hechas

PRÓLOGO

para reunirse, y no se reúnen. Amin Maalouf Aquellos que sólo ven una sonrisa en estos labios se equivocan. Nuestro mar común es, en el mundo de hoy aún más que en el de ayer, una vasta frontera trágica; línea de fractura entre el norte desarrollado y el sur que querríamos creer en desarrollo, pero que se encuentra sobre todo en desorden; y también es campo de batalla consagrado por los emblemas religioso-culturales que se disputan el fervor de los hombres: el cristianismo romano, el islam, el judaísmo, el cristianismo ortodoxo,...

En ninguna otra parte son tan viscerales las pasiones; en ninguna otra parte son tan reveladoras de los terrores y de las tentaciones que agitan a la humanidad; pero en ninguna otra parte resultan tan absurdas, de tanto como se parecen, se influyen y se imitan desde hace siglos los adversarios más encarnizados.

Este carácter fratricida no atenúa en nada, desgraciadamente, la ferocidad de los enfrentamientos. Pero, a aquellos que mantienen la esperanza en la paz y en el hombre, se les abren perspectivas: un día aprenderemos a mirar con otros ojos nuestro pasado común, nuestros miedos comunes, nuestras diferencias, nuestras complementariedades; un día redescubriremos que las fronteras, lugares naturales de enfrentamiento, tienen vocación de convertirse en lugares privilegiados de reencuentro y de intercambio; un día nos decidiremos a desterrar nuestros odios y a poner de relieve lo que nos une.

Para ello, es importante ir más allá de las evidencias. Del mismo modo que se han podido trascender las tragedias de la Historia europea para concebir el Viejo Continente como un proyecto nuevo, así deberían poderse extraer las insistentes realidades de hoy para concebir el Mediterráneo como un proyecto de futuro. Porque nuestro mar común no solamente necesita ser cantado y celebrado, sino que también precisa ser imaginado de otra manera, reinventado; y, para empezar, necesita ser pensado y repensado. Con serenidad. Con lucidez. Lo cual no excluye ni el entusiasmo de las palabras, ni la poesía de las piedras.

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La vuelta de la pesca. Joaquin Sorolla (1862-1923). Musée d’Orsay. © Photo RMN - Blot/ Lewandowski


EL ESPACIO MEDITERRÁNEO

El Mediterráneo es un mosaico de múltiples colores

Fernand Braudel


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EL MEDITERRÁNEO, UN LUGAR PARA LA VIDA: ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD

significado estrictamente geográfico, estas representan un bagaje histórico inmenso y un indicador de su diversidad. En palabras de Braudel: "El Mediterráneo es mil cosas a la vez".

Desde hace mucho tiempo, con el término "Mediterráneo", se alude tanto al mar propiamente dicho como al espacio que este mar constituye y a los territorios que baña.

Se trata también de un mar cuyas aguas azules y cristalinas, de una imponente belleza, revelan una modesta productividad piscícola. Ciertamente, la pesca no ha sido nunca una actividad fundamental, ni por el nivel de capturas ni por el número de población que a ella se dedica.

Durante las últimas décadas, el interés y la pasión que despierta esta región han elevado su nombre a la categoría de idea y de concepto. En efecto, cuando se habla de Mediterráneo, a menos que explícitamente uno se refiera a un aspecto muy preciso, raramente se piensa de forma automática únicamente en el mar, o en su territorio, sino que su mención se convierte en una referencia al conjunto de cualidades de un espacio y no solamente al propio espacio. Cualidades que definen una idea, un estilo, un universo. Una idea muy seductora pero siempre complicada de definir: se trata de un vasto conjunto, nutrido y regido por la sociedad y alimentado, al fin, por nuestras propias percepciones de la Cuenca mediterránea.

Las líneas del meridiano 15 este y del paralelo 38 norte se cruzan aproximadamente en su centro, sobre la estratégica isla de Sicilia, como si de dos gigantescos cardo y decumano se tratara, y definen respectivamente, las mitades y los cuartos, con una realidad propia en la historia. Sus 46.000 km. de costa son generalmente rocosos, abruptos y fragmentados, no siempre fáciles de penetrar, aunque también el litoral llano y amplio es corriente en las desembocaduras fluviales dando lugar a importantes deltas (Nilo, Ebro, Po, Ródano,..) o bien en las inmediaciones del desierto (Libia, Israel,...) donde mar y arena se confunden sobre un mismo plano y se pierden en horizontes opuestos. Esta cadena montañosa imbricada, formada por valles en todas direcciones, que contornea buena parte de la costa, define un paisaje con un litoral muy estrecho y un mar que desaparece rápidamente cuando se penetra hacia el interior, donde de manera brusca se pueden alcanzar y sobrepasar los 500 m. de altitud. No es excepcional el hecho de elevarse a más de 1.000/1.500 m. sólo a algunas decenas de kilómetros de la costa (Córcega, monte Cinto 2.710 m.) o incluso sobrepasar los 3.000 m. (Alpes marítimos franco-italianos) o alcanzar los 4.138 m. en el caso del Toubkal, en el Atlas marroquí.

El Mediterráneo, universo de sentidos y sensaciones, reside definitivamente en nuestro imaginario colectivo

Son necesarias dos advertencias: el Mediterráneo es un espacio (1) complejo, inabarcable si se disgrega; y, por otra parte, se trata de una realidad -constituida de materialidad y, a la vez, de inmaterialidad cargada de significados- que reside definitivamente en el imaginario colectivo.

La insularidad es otro elemento característico e importante de este mar. Más allá de las grandes islas como Chipre, Creta, Sicilia, Córcega, Cerdeña o Mallorca, Grecia tiene por sí sola más de 2.000 islas de las que solamente un centenar están habitadas.

Volvamos, dentro de las limitaciones del presente capítulo, a este mundo cautivador y lleno de variadas circunstancias y acontecimientos.

El clima (5) y la orografía son, sin duda, los factores que imponen las más severas condiciones al paisaje mediterráneo. Más aún, numerosas variantes bioclimáticas matizan y condicionan de forma significativa el clima de una cuenca con considerables diferencias a lo largo y ancho de su área geográfica: al norte, la gran masa forestal y los grandes ríos continentales -que contribuyen indiscutiblemente a asegurar su supervivencia- y al sur, la franja sahariana. El este y el oeste descienden suavemente hacia el sur por debajo del paralelo 37 norte. Con los veranos calurosos y secos, inundados de sol y luz abrasadores, y los inviernos suaves y húmedos, el clima mediterráneo concentra la época de lluvias -en general, discretas- en primavera y sobre todo en otoño. Aunque también en estos casos, lo extremado no es una excepción sino un componente importante de este clima.

El paisaje El mar Mediterráneo (2) es casi un mar interior (3) abierto, en su lado más amplio, sólo por los 15 km. del estrecho de Gibraltar. Al noreste limita con el Mar Negro y al sudeste, desde 1869, con el Mar Rojo a través del Canal de Suez. Con una superficie de 2,9 millones de km2, representa únicamente el 0,7% de todos los mares y océanos de la Tierra. Se extiende entre los paralelos 30 y 40 latitud Norte, sobre una longitud de 4.000 km. y una anchura máxima Norte-Sur de 850 km., y con una profundidad media de 1.430 m. (4) Este mar reivindica de tal manera el reconocimiento de su fuerte personalidad a partir de las numerosas denominaciones (mar de Alborán, Ligur, Adriático, Egeo, de Creta...) que, más allá de un ESPACIO MEDITERRÁNEO

Los suelos de la Cuenca, en unos dos tercios de tipo calcáreo, han sufrido fracturas y escisiones debidas a movimientos sísmicos y volcánicos. (6) En estos mismos suelos, una

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cubierta vegetal adaptada hábilmente a las diversas situaciones climáticas y orográficas antes citadas, ha dado lugar a una gran variedad de especies vegetales. (7) De ahí, la existencia de unidades de paisaje diferentes. Los suelos de tipo rocoso y sus afloramientos facilitan el material de construcción más extendido y utilizado: la piedra.

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Andalucía, España. Para poder obtener tierra fértil en zonas de colinas, accidentadas y montañosas, es necesario disponer el territorio en forma de terrazas. Este paisaje tan peculiar se encuentra en todo el ámbito de la Cuenca mediterránea. 2

Bajo este clima exigente y sobre estos suelos frágiles, muchas especies se adaptan bien a la discrecionalidad de las lluvias y otras recurren a un hábil sistema de irrigación aureolando de un perfume (8) intenso este espacio: tomillo, romero, lavanda, albahaca, comino, hinojo, menta, jazmín, rosal, higuera, naranjo, albaricoquero, olivos en flor o el propio perfume penetrante de las aceitunas en la prensa,... todo, en fin, crea una dimensión particular y real, aunque inmaterial, en el espacio mediterráneo fortaleciendo el gusto por la vida.

At-Tafila, Jordania. Los entornos desérticos son una constante en toda la región meridional, desde el levante hasta poniente. 3

Cherchell, Argelia. El cultivo de cereales es omnipresente, en grandes o en pequeñas parcelas. Según las estaciones, las grandes diferencias del color de este cultivo transforman totalmente el paisaje. 4

Delta del Nilo, Egipto. Los grandes ríos desembocan en el Mediterráneo formando deltas. Los paisajes y las formas de vida que generan son muy parecidos de un extremo a otro.

1.

resultado de la relación entre sociedad y paisaje." El espacio toma de este modo las acepciones de movimiento, dinamismo y de tiempo. La palabra "paisaje" es relativamente reciente (de hecho, aparece en Francia durante el siglo

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XVI). Muchos autores emplean el término "país" para referirse a un espacio que contiene hombres y territorio.

Mani, Peloponeso, Grecia. El mar siempre presente. Unido a la tierra ya sea en pendientes suaves y regulares o en acantilados abruptos y escarpados.

2. "El mar. Hay que imaginárselo con la mirada del hombre antiguo: como un límite, una frontera dilatada hasta el horizonte como una inmensidad tenaz, omnipresente, maravillosa y enigmática" "...antes de convertirse en un espacio de unión, el mar fue durante mucho tiempo un obstáculo. Una navegación digna de este nombre, no se

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inició hasta la segunda mitad del tercer milenio, con las navegaciones egipcias hacia Biblos, o sobre todo, con el

M'diq, Marruecos. Los barcos que vuelven de la pesca. Una imagen que se repite cotidianamente en miles de puertos de la ribera mediterránea. 7

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desarrollo de los veleros de las Cícladas en el segundo milenio..." Fernand Braudel, La Méditerranée. 3.

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Mediterráneo, del latín mediterraneum, equivale a internum, interior, en el sentido de "entre", "en medio de". El Mediterráneo, es pues, el mar entre tierras.

Mapas climáticos. 7- Vegetación en primavera; 8- Pluviometría; 9- Temperaturas; 10- Clima mediterráneo.

4.

Atles ambiental de la Mediterrània. L´estructura del territori i del paisatge. Obra colectiva. Pòrtic, Barcelona, 1999.

5.

El clima mediterráneo presta su nombre a algunas zonas de los cinco continentes (California, Chile, África austral, Asia occidental y Australia meridional) en las que se reproducen paisajes parecidos.

6.

Han sido numerosas las catástrofes de este tipo en el Mediterráneo: Pompeya, Santorini, Mesina, Argel,...

7.

Si actualmente es el pino el árbol más extendido en el bosque mediterráneo, el ciprés conserva todavía un aire simbólico muy unido a ciertas tipologías (en cementerios y monasterios, como símbolo de espiritualidad; o bien en la masía catalana, como símbolo de hospitalidad). Por su parte, el olivo recubre una gran porción de tierras de secano, siendo el árbol más emblemático del espacio mediterráneo -al que define con precisión- tanto por su importancia en la economía tradicional y actual como por la belleza de su verde plateado perenne, su longevidad y su simbolismo. Modelo de sobriedad, enraizado con fuerza en la tierra y sobre todo generoso, el olivo resume los más importantes caracteres del espacio mediterráneo y de sus gentes. Y también la palmera datilera -"maravilla de las maravillas" según F. Braudel- ofrece una silueta simbólica a todo el Mediterráneo y permite la existencia de jardines espléndidos en las zonas más áridas.

8.

Plinio hablaba del "aroma embriagador, en la Campania, de los olivares en flor y de las rosas salvajes." En Turquía se dice que "por el perfume de una rosa, el jardinero soporta -con la sonrisa en los labios- mil espinas."

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El término "espacio" se emplea en el sentido que le atribuyen Milton Jones y otros autores: "El espacio es el

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Clima duro, paisaje frágil, pero exuberancia vital. El Mediterráneo está marcado por este dualismo (9) omnipresente que oscila entre el mito y la realidad. Semejante a la aceituna: amarga como la hiel y dulce como la miel.

el interior y los llanos litorales agrícolas resultaron indispensables para aumentar esta riqueza. El agua, la mínima fertilidad de la tierra y también las creencias religiosas fueron los parámetros básicos que decidieron dónde se instalaba determinado grupo humano. Asimismo, el emplazamiento preciso de la vivienda o del pueblo, hábilmente orientados, tenía muy en cuenta la seguridad. (13)

La Cuenca mediterránea está habitada hoy por unos 400 millones de personas. Estos habitantes actuales, aquellos que les precedieron a lo largo de algunos milenios y los que -de cerca o de lejos­- vinieron en gran número atravesándola y recorriéndola por necesidad o por ansias aventureras, son un conjunto humano que constituye el protagonista principal del espacio mediterráneo. Espacio capilar si los hay, es un ejemplo de integración, de adaptación y de mestizaje. (10)

La ocupación de cada terreno implicaba trabajos importantes de adaptación para convertirlo en cultivable. Estos trabajos han modelado un paisaje típicamente mediterráneo a lo largo de los siglos debido a la acción de miles de campesinos. La cultura en terrazas, el mosaico de pequeñas parcelas cultivables y los bosques son sus características. Para el hombre mediterráneo, tan importante como la adaptación del suelo, era el control del agua, un elemento esencial y precioso que a menudo escasea y siempre irregular. Las civilizaciones mediterráneas han logrado controlarla con pericia dejando a la posteridad un enorme patrimonio constructivo y una actitud vital muy adaptable a estas duras circunstancias.

Atractivo, a un tiempo poderoso y delicado, siempre sensual, el Mediterráneo es testimonio de la contribución de la mujer a su creación

La propiedad del suelo y su transmisión emanan de dos mundos jurídicos diferentes: el derecho romano y el derecho musulmán. (14) Tampoco hay que olvidar las diversas prácticas derivadas de los usos y costumbres locales. Cada forma de propiedad particular y cada modo de transmisión han condicionado forzosamente la gestión de la construcción tradicional.

Los hombres y las mujeres Habitar el Mediterráneo

Espacio a menudo contado como eco de grandes hazañas de emperadores, sultanes, héroes de la masculinidad, no desvelando siempre la importancia de las mujeres y de la feminidad mediterráneas. Un espacio seductor, poderoso y delicado a la vez y siempre sensual. Los paisajes que ellas tanto han contribuido a modelar y a conservar con su esfuerzo. Los muros o las terrazas, los revestimientos o decoraciones de cuevas y de casas, guardan siempre indicios y testimonios de los trabajos de la hija, de la esposa y de la madre, en su contribución a este espacio único.

La mayor parte de la población vive en hábitats agrupados. Al mediterráneo le gusta la vida en comunidad y la mutua colaboración. A ello han contribuido sin duda la herencia grecoromana y la de tradición árabe y turco-musulmana. Los pueblos y ciudades mediterráneos son lugares de convivencia y hospitalidad. (15) Además, el Mediterráneo se muestra diverso en las soluciones materiales que adopta, por ejemplo en estos dos casos típicos: los pueblos compactos, más o menos densos y con variantes morfológicas, y los pueblos diseminados, que se manifiestan en forma de viviendas aisladas. Estas dos situaciones son el resultado de dos modelos de organización social. El segundo caso es muy frecuente en el norte de África y corresponde a sociedades de tipo tribal (16), mientras que el primer modelo atañe a sociedades más organizadas, más complejas y urbanas. (17)

Sobre este espacio mediterráneo están grabadas todas las acciones y pensamientos de las civilizaciones y de las sociedades que nos han precedido, puesto que "el espacio es el resultado y el producto de actividades sociales." (11) En consonancia con el paisaje, la sociedad deviene concreta y, por ello, particular y con personalidad propia. La población mediterránea ha estado tradicionalmente ligada a la tierra (la terra patria de los antiguos), a las actividades agroforestales y a la ganadería (ganado menor, sobre todo). Incluso aquellas poblaciones que vivían muy cerca o en el mismo litoral. Los pescadores formaban una minoría que casi siempre combinaba esta actividad con una pequeña agricultura doméstica en parcelas reducidas. Sin embargo, desde las primeras civilizaciones, el comercio y la transformación de materias primas se erigen en actividades febriles de las ciudades de la costa mediterránea. Si la importante red de estas ciudades costeras ha sido crucial -ya desde la antigüedad- (12) para el impulso y el desarrollo de la Cuenca, también

Los pueblos compactos se organizan en relación a un espacio público que acoge los edificios que simbolizan valores religiosos o políticos, pero también el mercado, las celebraciones y ritos, la fiesta, las grandes concentraciones,... La orografía, la necesidad de liberar tierras de cultivo y la seguridad condicionan su morfología y su emplazamiento.

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Las poblaciones diseminadas se aúnan por la misma fuerza de la organización social, aunque el régimen de producción y de propiedad generan una forma diferente de ubicarse en el paisaje. (17)

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Este es el caso de los hábitats dispersos (a los que no es posible llamar aislados, dentro del ámbito mediterráneo, por las razones que acabamos de presentar) que siempre se encuentran en contacto a través de una red inmaterial de relaciones -una red sólida y eficaz- que implica obligaciones y deberes con respecto a los vecinos más o menos cercanos. De hecho, si en el Mediterráneo la tendencia es agrupar las casas en los pueblos, también lo es "agrupar" los pueblos en el paisaje. (18)

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Aracena, Andalucía, España. La ganadería, sobre todo de pequeño ganado, ha sido y es aún hoy una de las actividades de producción agrícola habitual, con implicaciones socio-económicas y culturales decisivas. 2

Anávatos, Quíos, Grecia. El emplazamiento de los pueblos mediterráneos constituye a menudo una verdadera lección de camuflaje, una forma de simbiosis con el entorno natural, además de una táctica defensiva.

Hábitat diseminado y pueblos, comunicados entre sí por una multitud de cabañas, construcciones temporales, refugios de pastores,... o por grandes edificios al servicio de la movilidad en grandes desplazamientos como los caravanserallos unidos por un entramado de caminos y senderos. Esta red civilizadora confiere siempre al paisaje mediterráneo una escala humana, aglutinante y nunca huérfana de referencias.

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Timgad (Thamugadi), Argelia. Fundada por Trajano en el siglo II, sus vestigios son testimonio de un país rico en culturas, y muy especialmente de la huella romana en toda la Cuenca. 4

9.

Ramallah, Palestina. El cultivo en terrazas, construidas con piedra en seco, forma paisajes típicamente mediterráneos y se constituye en expresión de tenacidad y de ingenio de sus pobladores.

Tierra/mar; sol/sombra; exterior/interior; aridez/inundación;...

10. Su situación en plena encrucijada de tres continentes básicos para la historia del hombre y de las civilizaciones,

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reafirma sus cualidades. Desde el África profunda hasta el lejano Oriente; desde el Gran Norte europeo hasta las

Elx, C. Valenciana, España. Los palmerales -desde la Península Ibérica hasta Oriente Mediorepresentan uno de los sistemas agrícolas más ingeniosos, que funcionan en tres niveles: palmeras, árboles frutales y huerto.

oleadas de población hacia el Nuevo Mundo durante el siglo XVI: todos se han dado cita en el Mediterráneo, cruzando el mar, pasando por sus ciudades, impregnando su espacio. 11.

Henri Lefebvre, La production de l´espace, Anthropos, 1981.

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12. "Las ciudades son el texto de la historia..." "Las ciudades constituyen por sí mismas un mundo..." "Atenas es la

Arraiolos, Portugal. Mujer encalando una fachada. Los papeles del hombre y de la mujer están perfectamente establecidos.

primera idea clara de la ciencia del fenómeno urbano; es el paso de la naturaleza a la cultura." Aldo Rossi, La arquitectura de la ciudad, Editorial Gustavo Gili, Barcelona 1971. 13. Los griegos creían que la situación de un poblado debía estar inspirada y revelada por la divinidad. Herodoto define como un acto impío o de locura que la Esparta Doria osara levantar una ciudad "sin consultar el oráculo y sin practicar ninguna de las ceremonias prescritas." Fustel de Coulanges, La cité antique, Flammarion, 1984. 14. "La historia jurídica del Mediterráneo contiene las dos maneras posibles de responder a la cuestión relativa al origen del derecho. El derecho musulmán y el derecho romano -en un momento de su historia- han dado forma a las principales tendencias del jurista: que el orden jurídico sea el reflejo de la creación divina y que la relación de los hombres entre sí esté regida por la voluntad de Dios, o que el orden jurídico derive sobre todo de la vida cotidiana y de las aspiraciones libres de los hombres." Jeanne Ladjili-Mouchette, Histoire juridique de la Méditerranée, Publications scientifiques tunisiennes, 1990. 15. Se trata seguramente de una tradición heredada de los antiguos nómadas mediterráneos. Tradicionalmente, las familias nómadas destinaban una de sus tiendas al servicio del dhaif (viajero, visitante o huésped). "Joie cachée, chandelle éteinte" ("alegría escondida, vela apagada") se dice en las costas occidentales. 16. En el sentido antropológico de la palabra: grupo social que reúne varias familias o clanes vinculados por cuestiones lingüísticas, étnicas y culturales, y por lo general, que se rige por un sistema jurídico propio. 17. Paul-Henri Stahl en Structure social de la Méditerranée.

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18. " ...desde lo alto del campanario se puede ver siempre el campanario vecino..." canta Lluís Llach en Cataluña.

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Si las concentraciones de población resultan mayoritarias, el hábitat diseminado es una situación muy habitual sobre todo en las zonas menos accidentadas y menos montañosas.

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Monemvasía, Grecia. El hábitat agrupado es una de las maneras de vivir en el Mediterráneo. Permite organizar de forma adecuada el tejido social. 2

El arraigo (19), la construcción permanente, la fundación y la transmisión de la propiedad son características de los pueblos mediterráneos, si bien es cierto también que las sociedades nómadas -hoy muy minoritarias y a punto de hacerse definitivamente sedentarias- antes fueron abundantes en el Mediterráneo sur y oriental (20). Era una forma de vida que encerraba toda una concepción del espacio, del tiempo y de la libertad muy particular. Se trataría de una etapa previa a la trashumancia.

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2- Kilani, Chipre; 3- Port Said, Egipto.

En todo el Mediterráneo, la vida al aire libre es una constante. Desde las primeras civilizaciones, la calle mediterránea acoge los negocios, los encuentros, las fiestas, así como el pensamiento y la sabiduría, cuyo paradigma podrían ser las agitadas conversaciones de Sócrates en las calles de Atenas. 4

La trashumancia (21) está todavía presente -en franca decadencia- en ciertas regiones y puede suponer el desplazamiento temporal de todos los habitantes de un poblado, por ejemplo en la región de los Aurés en Argelia. Se trata de un fenómeno a medio camino entre el traslado estacional y el sedentarismo obligado de las poblaciones agrícolas. Este tipo de vida, que aprovecha a menudo las vías romanas, ha contribuido desde hace siglos a fortalecer las relaciones y a la apertura de regiones aisladas en las zonas más montañosas mediterráneas.

Le Cannet-des-Maures, Francia. El hábitat diseminado constituye una forma de organización del territorio basada, por una parte, en la explotación familiar y, por otra, en la capacidad productiva del suelo. 5

Soganli, Turquía. Allí donde la tierra es fácil de excavar y suficientemente resistente desde el punto de vista estructural, surge una interesante arquitectura troglodítica. Distribuida por muchas zonas, sobre todo en Turquía, Túnez, Italia y España, pueblos enteros se han construido de esta manera.

El hombre mediterráneo habita casi tanto al aire libre como dentro de la vivienda. Las condiciones climáticas le permiten las más de las veces buscar el sol, la luz y el aire. Por un lado, busca la intimidad que le ofrecen las casas con patio -incluso en un tejido tan denso como el de la medina-, por otro, siente una necesidad de aire libre y de espacios abiertos.

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Argelia. La arquitectura textil y el hábitat nómada muestran la capacidad de las gentes de adaptarse a las exigencias de la ganadería en un territorio pobre. Para este tipo de vida tan singular, las influencias culturales resultan muy fuertes.

Este mismo espacio mediterráneo, abierto a los cambios, al pensamiento, a los pueblos, se erige en germen de una de las civilizaciones más importantes del mundo. Probablemente, ha ejercido una decisiva influencia en la organización y evolución de las sociedades modernas. Ha sido una fuente inagotable, fluyendo siempre con fuerza, nunca faltada de ideas innovadoras, de creación, de tenacidad, de imaginación y de espiritualidad, aunque también la ambición, el conflicto y la destrucción han dejado sus huellas imborrables. Todo ello ha dado como resultado una historia densa que ha reelaborado toda una serie de saberes y materiales recuperados o adoptados, como por ejemplo las magulas de Tesalia, los tells de Mesopotamia o los höyük de Turquía.

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Jaffa, Israel. Los centros históricos mediterráneos, con el paso del tiempo, siguen siendo un referente cultural, y acompañan la evolución permanente de las ciudades modernas.

Las diversas civilizaciones del Mediterráneo no siempre se han manifestado con el mismo poder de influencia en toda la Cuenca, ni con la misma intensidad en todas las regiones, ni en todas las regiones durante el mismo tiempo. Las distancias, el paso de civilizaciones extranjeras, las resistencias, las interpretaciones,... han establecido inevitablemente un paisaje cultural e histórico lleno de colores y tonalidades. Estas son las grandes corrientes de civilización que han conformado los trazos esenciales de este espacio. Si retomamos el mapa del Mediterráneo con los dos ejes cardo y decumano imaginarios, situando nuestro punto de vista a una cierta distancia, tendremos una visión práctica de las principales oleadas civilizadoras situadas en el tiempo y en el espacio. ESPACIO MEDITERRÁNEO

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Matmata

Energías locales, eficacia multiplicada

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En Túnez, al sur de Gabes y al norte de la cadena montañosa de Al-Dahar, una región formada por una roca blanda, surcada por gargantas y valles en todas direcciones, abriga en sus entrañas varios centenares de casas troglodíticas, algunas de las cuales se remontan al siglo XVIII. Paisaje único, excepcional, Matmata representa un reto de complejidad y de gestión. 370 casas concentradas sobre 334 ha. de la zona urbana de un municipio de 1.400 ha., una parte de sus 2.600 habitantes ocupan aún el centenar de casas utilizadas como viviendas, un centenar abandonadas y otro centenar usadas como establos y, por último, algunas casas transformadas en pequeños hoteles para un turismo todavía incipiente.

EL ESPACIO MEDITERRÁNEO OBJETO DE ESTUDIO Los países integrantes del proyecto CORPUS en 1998 determinaron los territorios nacionales sobre los que los equipos locales trabajaron y realizaron investigaciones sobre el terreno. El gran número de países participantes -a pesar de no abarcar exhaustivamente la Cuenca- ha permitido una aproximación global a la arquitectura tradicional del ámbito mediterráneo.

El arraigo, la construcción, la fundación y la transmisión de la propiedad son características de los pueblos mediterráneos

Es evidente que existen muy buenos estudios y monografías sobre algunas regiones a propósito de las tipologías y materiales de construcción mediterráneos que constituyen valiosas aportaciones al conocimiento del patrimonio de nuestra Cuenca. Sin embargo, el enfoque detallado y adaptado a la realidad local de muchos de estos trabajos no permite la perspectiva necesaria para ofrecer una visión de conjunto, visión que no es el objetivo de este tipo de estudios.

Mr. Bouali Mohamed Ben Moustafa es maestro, vive en una casa troglodítica, y está orgulloso de ello. "Es una suerte, un privilegio"; es presidente del consejo del municipio creado en 1994. Arraigado al territorio, este joven alcalde difunde su entusiasmo entre sus conciudadanos y las instituciones del estado -como el Instituto Nacional del Patrimonio- que colaboran activamente en el destino de este vasto enclave. En 1996 un seminario (más de 100 expertos políticos, arquitectos, inspectores del INP,...) fue el embrión de una serie de decisiones en materia de legislación, planificación e infraestructuras de gran importancia para el enclave. Seguidamente, el consejo municipal ha establecido su plan de ordenación urbana, fruto de un trabajo que reunió cada semana una comisión que busca cómo compaginar casa tradicional y vida moderna.

Otras obras que presentan recorridos completos por esta arquitectura, se limitan a analizar aquellos modelos más "típicamente mediterráneos " o, en todo caso, aquellos que el imaginario colectivo identifica como tales. Estas obras, que suponen un aporte suplementario de información, no pueden abarcar todos los aspectos que se refieren a los procesos de transformación, las potencialidades, las debilidades o las estrategias para la protección del sistema constructivo tradicional, temas que quedan lejos de sus planteamientos.

El fin del aislamiento del enclave, mediante carreteras que unen Matmata con Douze, Gabes y Medenin, podrá generar un flujo turístico suficiente como para dinamizar su economía y fijar su población. Mr. Bouali, consciente de que el turismo tiene dos caras y de los peligros de una masa turística que exceda las posibilidades del enclave, y apoyado por la Asociación de promoción cultural del patrimonio de Matmata, trabaja para "prevenir los cambios que se puedan producir, encontrar el equilibrio entre las posibilidades de mejora de la calidad de vida de los hombres y mujeres de Matmata y para la preservación de nuestro capital más importante que es la propia ciudad y sus habitantes." Tarea ardua en la que su preocupación por la ciudad es ya una sólida garantía. La confianza renovada de una población que constata los resultados de su tenacidad supone un apoyo seguro para el ayuntamiento y sus proyectos.

(19) Arraigo que retorna al origen en el caso del hábitat troglodítico. Aunque escaso en términos absolutos, está presente un poco por todas partes y se muestra en ejemplos espectaculares como en Matmata, Túnez. Como escribe Moustafa Lacheral en su prólogo al libro de André Ravereau: "...una sociedad (...) una civilización (...) un lugar hecho para una larga vida..." (20) "...en las estepas herbáceas, se estima que hacen falta tres hectáreas de pastos por año y oveja. Es evidente que esta unidad de pastoreo ha de ser mayor en el caso del erg..." "...por diversas razones, pérdidas en los rebaños, disminución importante de miembros del grupo familiar, los nómadas se vuelven sedentarios..." Ahmed Najah,

Un poder local dinámico, bien sostenido por las estructuras regionales o nacionales, con una capacidad de maniobra suficiente, es el único realmente capaz de obtener la complicidad de su población. Aun siendo una pequeña estructura, resulta de una considerable eficacia. Conviene no olvidarlo dentro de las estrategias de salvaguarda del patrimonio.

Le Souf des oasis, Editions de la Maison des livres, 1970. (21) En sentido antropológico: conjunto de migraciones estacionales características de sociedades ganaderas, las cuales para aprovechar mejor la evolución de los pastos, recorren grandes distancias, desde el llano hasta la

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montaña y viceversa.

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Si el espacio mediterráneo es enorme -y si razonamos, como es nuestro caso, en términos de acción y de eficacia, y no de momificación-, la dimensión del parque edificado tradicional es extraordinaria. En efecto, si no queremos caer en el error de descontextualizar, viendo el patrimonio construido como si se tratara de una serie de objetos inanimados, aculturales, digamos atemporales, hechos en piedra, ladrillo o madera, conviene admitir que la valoración de esta arquitectura tradicional implica tener muy en consideración su contexto material e inmaterial. Esta cuestión puede parecer ambiciosa, irreal o utópica. Mucho más cuando vamos a referirnos a un patrimonio "sin papeles", prácticamente desconocido o no reconocido, al cual no se le han destinado, en cifras absolutas, más que pequeños esfuerzos desconectados entre sí y demasiado marginales para resultar eficaces.

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Mapa de los territorios mediterráneos considerados para los diferentes países participantes en el proyecto CORPUS. 2

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2- Borolos, Delta del Nilo, Egipto; 3- Aerópolis, Peloponeso, Grecia; 4- Jerusalén; 5- Basköy, Turquía; 6- Túnez, Túnez; 7- Moura, Portugal; 8- Dos Hermanas, Andalucía, España; 9- Sebastia, Palestina; 10- Kilani, Chipre.

El Mediterráneo es la tierra, es el mar, pero sobre todo son las gentes que dan forma a este mosaico de culturas, de paisajes y de arquitecturas. En los rincones más diversos de la Cuenca, su sensatez, su buena fe y su hospitalidad siempre nos recuerdan que estamos en el Mediterráneo.

Por lo que respecta al espacio físico estudiado, se circunscribe al espacio mediterráneo claro. Esta ambigüedad reclama unos límites geográficos. Ciertamente, desde un punto de vista climático, biológico o cultural, los límites de este espacio podrían ser objeto de discusión. Llevada esta cuestión al extremo, estaríamos ante ámbitos territoriales y latitudes que sobrepasan las posibilidades de este estudio. Existe una gran capilaridad en todas las riberas de este mar. Hasta dónde penetra en España o en Oriente Medio, o hasta dónde desciende a partir del Magreb, son cuestiones que posiblemente abarcarían mayores territorios.

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Es por ello que intentando seguir planteamientos razonables en función de una mayor eficacia, el espacio que aquí se trata corresponde a una amplia faja de territorios alrededor del Mediterráneo "saturada de mediterraneidad", más allá de la cual y para muchas regiones, los indicadores mediterráneos pierden intensidad y se difuminan dentro de otras culturas, otros paisajes e historias dominantes. Todo ello deja muchas puertas abiertas a estudios futuros sobre esas zonas y nuestra elección no excluye el reconocimiento de los componentes mediterráneos de ciertas regiones que no tratamos en este estudio. Con todo, no podemos olvidar su importancia para completar y matizar este trabajo, pues nuevas aportaciones territoriales servirán para reforzar y enriquecer el edificio común del espacio mediterráneo que todos los integrantes del proyecto CORPUS han decidido limitar para este estudio. Más allá de estos aspectos, surge ahora con fuerza la cuestión fundamental y el objetivo esencial que esperamos haber alcanzado, la constitución de una aproximación global y, sobre todo, común y compartida. Aproximación que no reivindica ya una conservación más o menos armoniosa, sino la protección del derecho de la construcción tradicional a insertarse plenamente en el discurso y en las actuaciones que fomentan el desarrollo sostenible de nuestra sociedad. Derecho también a ser considerada como una riqueza esencial del paisaje cultural y no como un parque inmobiliario insalubre a la espera de su demolición. Una solución, mucho más que un problema.

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La contribución de esta actitud solidaria de partenariado mediterráneo, no hace sino reforzar la noción de su espacio, donde la construcción tradicional constituye una parte muy importante, indisociable tanto de su paisaje como de su cultura.

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Jerusalén, siempre En el año 977 a.C., un milenio antes que el rey David conquistara Jerusalén y la convirtiera en capital de su reino, una pequeña ciudad aparecía citada ya en textos egipcios. Un cuarto de siglo más tarde, su hijo Salomón comenzó la construcción del Templo. Tomada en el 586 a.C. por Nabucodonosor, rey de Babilonia, la ciudad, así como el primer Templo, fueron destruidos. Unos sesenta años más tarde, el segundo Templo fue levantado. En el siglo siguiente, en el 331 a.C., fue Alejandro Magno quien tomó Jerusalén. Después, Pompeyo se apoderará de la ciudad para los romanos entorno al 63 a.C. (todavía se puede reconocer el cardo maximus de norte a sur desde la Puerta de Damasco). Bajo el mandato de Tito, el segundo Templo fue destruido y la ciudad incendiada. Los judíos se exilian o son convertidos en esclavos. Por su parte, Adriano, en el 70 de nuestra era, la destruye completamente para ahogar las revueltas nacionalistas. Se prohibe a los judíos volver a Aelia Capitolina, la nueva ciudad construida sobre las ruinas de la antigua Jerusalén y base de la Ciudad Vieja actual. En el 331, Constantino legaliza el cristianismo. El imperio bizantino es derrotado por los persas, quienes conquistan Jerusalén en el 638, dirigidos por el califa Omar. Cincuenta años más tarde, sobre el emplazamiento del Templo antiguo, se edifica la Cúpula de la Roca. Hasta el siglo X, Jerusalén goza del estatuto protegido de centro de peregrinaje para judíos, cristianos y musulmanes. El califa Hakim pone fin a este régimen y los no musulmanes son expulsados. En 1099, los Cruzados toman Jerusalén, pero menos de un siglo más tarde, en 1187, Saladino conquista la ciudad y autoriza la reinstalación de las diferentes religiones. En 1517, los otomanos incorporan Palestina a su imperio. En el siglo XVI, es Solimán el Magnífico quien construye las murallas actuales y publica el edicto de tolerancia para todas las religiones. En 1860, la ciudad intramuros se desborda y nuevos barrios se construyen fuera de las murallas. Después de la Primera Guerra Mundial, los ingleses toman Jerusalén a los turcos y se convierte en capital del Mandato británico (1922-1947). En 1948, la ONU prepara un plan para los diferentes sectores, como tentativa para el futuro de la ciudad. Desde entonces, divisiones, reivindicaciones, conflictos armados y posiciones irreconciliables hasta hoy, someten la ciudad y su estatuto a una fuerte presión.

La ciudad de la Paz, la ciudad Santa, la ciudad Sagrada, ciudad que acoge los templos, la traición, crucifixión, muerte y resurrección de Jesús y la "ascensión nocturna" de Mahoma (sura XII, 1), ciudad de peregrinaje y de fe, ciudad fascinante, reducto de la más densa y rica síntesis mediterránea que se pueda imaginar, puente y encuentro entre Oriente y Occidente, cruce de civilizaciones, Jerusalén permanece siempre mágica y trágica a la vez. Siempre de actualidad, permanece el canto del profeta: "¡Alegraos con Jerusalén, festejad con ella, vosotros los que la amáis! ¡Compartid su alegría vosotros que lleváis luto por ella! Os amamantaréis y seréis saciados por su seno consolador, seréis alimentados con las delicias de su seno abundante." (Isaías, 66, 10-11)

Lo que hoy se conoce como Ciudad Vieja -es decir, la Jerusalén intramuros, la de las Siete Puertas, a unos 760 m. de altitud, la que puede observarse en el plano adjunto- representa una superficie aproximada de 1 km2 para una población de más de 20.000 habitantes. Hoy, la ciudad de Jerusalén se extiende en un área de unos 123 km2, con una población de 600.000 habitantes y se prevé sobrepasar los 800.000 en el 2010. La Ciudad Vieja está formada por cuatro barrios -armenio, cristiano, judío y musulmán- que, continuamente, lanzan al vuelo sus campanas, las llamadas a la oración o a las lecturas sagradas, como si se tratara de una plegaria común y solidaria, un clamor de esperanza en la búsqueda de una paz siempre ausente y siempre deseada.

BARRIO CRISTIANO BARRIO Musulman BARRIO ARMENIO BARRIO JUDIO ESPLANADA DE LAS MEZQUITAS

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Mosaico histórico

La historia del Mediterráneo nos puede llevar fácilmente a remontarnos a más de ocho mil años. Historia de una densidad y de una complejidad tan considerables que la tarea de presentar una síntesis se muestra como una misión razonablemente imposible. Es por ello que nuestra voluntad de acompañar los análisis sobre la arquitectura tradicional, de una forma muy esquemática, con un fondo histórico donde se puedan visualizar las grandes oleadas de civilizaciones mediterráneas, nos ha llevado a la opción gráfica, simple y sintética, en forma de mapas históricos y de referentes cronológicos. Los mapas seleccionados pueden representar grandes momentos de las civilizaciones, no obstante no pueden expresar las imbricaciones y los numerosos detalles históricos a veces decisivos para cada periodo. A pesar de sus limitaciones, nos permitirán un vistazo útil a algunos territorios en determinadas épocas.

2. Los Fenicios. Apertura marítima del Mediterráneo a partir del siglo X a.C.

Aunque con el riesgo de caer en ejercicios reduccionistas, destacando los grandes hechos en detrimento de los menos importantes (¿cuántos sucesos considerados menores han supuesto cambios históricos de primer orden?), podemos convenir en que el Mediterráneo se ha visto sacudido por tres grandes civilizaciones que dejaron su huella definitiva en toda la Cuenca. En el sector noroccidental de nuestro cardo y decumano imaginarios, está Roma, el universo latino, la cristiandad; debajo del decumano, en toda la mitad sur, el universo árabemusulmán, el Islam; en el sector nororiental, el universo griego, el mundo ortodoxo. Esquema muy simple que los mapas ayudan a matizar y precisar, tomando como ejemplo la influencia islámica en el sector nororiental o la del universo latino sobre el sector suroccidental, dando lugar a periodos de gran importancia -bizantino, turco-otomano, por citar sólo dos ejemplos-. Podríamos multiplicar las etapas y sus territorios: judaísmo, pueblos germánicos, estados, reinos y naciones, presencia inglesa y holandesa,... y otros muchos momentos, pueblos y organizaciones significativos del Mediterráneo. Dado que los colores que tiñen el Mediterráneo no se limitan a tres, por muy importantes que sean, toman ellos mismos diferentes tonalidades según la implantación y la época. Unos son anteriores, otros posteriores o, simplemente se ha producido una sustitución. Sea como sea, ello ha contribuido a la coloración histórica excepcional y fascinante de nuestra Cuenca. Como diría Fernand Braudel: "El Mediterráneo es un mosaico de muchos colores".

3. Los Persas. A partir del siglo VI a.C., el imperio persa ocupa las civilizaciones de Asia Occidental y de Oriente Medio.

4. Grecia y el mundo helenístico.

Entre el V y el III milenio, el Mediterráneo nace en sus territorios más orientales.

Huellas de una civilización, desde la expansión griega a partir del siglo VII hasta el II a.C.

ESPACIO MEDITERRÁNEO

1. El Creciente fértil y el Valle del Nilo.

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5. Roma.

8. Los Otomanos.

El imperio romano en la época del emperador Augusto (27 a.C.-14 d.C.).

Desde el siglo XIII hasta los inicios del siglo XX, el espacio del imperio otomano ocupa una parte importante de la Cuenca.

6. Bizancio.

9. La última colonización.

El imperio bizantino en tiempos de Justiniano (527-565).

Entre el siglo XIX y el XX, una oleada de colonizaciones afectó al Mediterráneo suroriental.

7. El Islam.

10. En torno al Mediterráneo, hoy.

Expansión, en el siglo VIII, de una civilización que había nacido sólo un siglo antes.

En los últimos diez años, se ha puesto en marcha una nueva política mediterránea. Los acuerdos de Barcelona (1995), dan actualmente al Mediterráneo un papel de puente privilegiado que debe garantizar el flujo ininterrumpido de intercambios equilibrados entre todos los pueblos de la Cuenca. Todos estos pueblos siguen compartiendo y edificando un patrimonio cultural común.

ESPACIO MEDITERRÁNEO

1. Albania; 2. Argelia; 3. Andorra; 4. Autoridad Nacional Palestina; 5. Bosnia-Herzegovina; 6. Bulgaria; 7. Chipre; 8. Croacia; 9. Egipto; 10. España; 11. Francia; 12. Georgia; 13. Grecia; 14. Israel; 15. Italia; 16. Jordania; 17. Líbano; 18. Libia; 19. Macedonia; 20. Malta; 21. Marruecos; 22. Moldavia; 23. Mónaco; 24. Portugal; 25. Rumania; 26. Rusia; 27. San Marino; 28. Eslovenia; 29. Siria; 30. Túnez; 31. Turquía; 32. Ucrania; 33.Vaticano; 34. Yugoslavia.

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Matera, Italia


LAS FORMAS ARQUITECTร NICAS

La casa que quiero que el mar la vea y unos รกrboles con frutos que me la festejen...

Joan Salvat-Papasseit


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CONCEPTOS Y CRITERIOS

ni trascendental para este estudio, y entendemos por "rural" -en oposición a "urbano"- el conjunto de formas y acciones unidas a la vida en el campo (7), y podemos añadir allí donde la población depende mayoritariamente del medio agrícola y ganadero. Las diferencias entre ambos medios, en el Mediterráneo, han sido mucho más netas en la sociedad tradicional que en la nuestra, en la que la metropolización o la "reurbanización", por ejemplo, con su ocupación confusa y difusa del espacio, dejan sin sentido, en gran parte, el debate. Por otra parte, hay que tener en cuenta, el hecho de que el medio físico llamado rural hoy ya no acoge, en muchas ocasiones, población campesina, sino habitantes asociados a los sectores secundario y terciario cuya vida y actividades están más ligadas a la dualidad producción-consumo (ciudad/metrópolis) que al lugar de residencia. Este medio rural está siendo absorbido incesantemente por una urbanización siempre ávida de espacio.

El itinerario que vamos a seguir en los dos próximos capítulos a través de la construcción en el espacio mediterráneo exige, aunque sea brevemente, algunas precisiones a propósito de las selecciones espaciales, temporales o semánticas que hemos establecido en el marco de este estudio. Ante el rico abanico de términos (1) que designan la arquitectura de la cual se ocupa esta obra, el de tradicional (2) ofrece un equilibrio razonable entre la precisión del marco que define el término y la dosis de ambigüedad que todos los demás calificativos obligan a aceptar. Además, permite evocar fácilmente un medio y unas prácticas sociales, económicas y constructivas determinadas. La idea de transmisión, con las cualidades implícitas de permanencia, de respeto, de herencia, de repetición, conviene a los caracteres esenciales de esta arquitectura y a las prácticas de los que la crean y la perpetúan, a través de esta tradición, de generación en generación.

En el Mediterráneo se puede hablar tanto de familia extensa como de vivienda extensa

El protagonismo arquitectónico está sobre todo en la casa. (3) Dicho esto, el estudio se refiere, a menudo, a la importancia y al sentido de todos los otros tipos de edificios (4), construcciones o espacios que completan (5) el conjunto del lugar construido mediterráneo. El reconocimiento, por ejemplo, de los pozos (6) como elemento fundamental de la vida -¡supervivencia!- de las comunidades tradicionales de la Cuenca está todavía por hacer, aunque no sea posible ir más allá del ámbito de la casa en este proyecto. En este sentido, en el Mediterráneo, de la misma forma que podemos hablar de familia extensa, también podemos aludir a la casa extensa, puesto que los pozos, el palomar, el horno,... pueden considerarse como una extensión de la casa. Sin embargo, nunca se insistirá bastante en la importancia del entramado -rico, denso y fundamental tanto para la supervivencia como para la plenitud de la vida de las sociedades tradicionales- formado por la gran diversidad de construcciones llamadas auxiliares, a menudo injustamente. Es también esta arquitectura la que más a menudo está en peligro, unas veces discreta, otras en desuso o abandonada, o devorada por el paisaje (como en el caso de sistemas de irrigación o de gestión del agua), y se convierte en casi inexistente y, en consecuencia, su destrucción es prácticamente imperceptible.

La delimitación del periodo de tiempo que cubre este estudio responde a un criterio de uso más que a un criterio histórico, cuyas fechas rígidas resultan impertinentes para este gran espacio de múltiples tiempos. El conjunto inmobiliario considerado es, pues, un parque habitado, vivo y explotado por la población actual, aunque en muchos casos se encuentre al límite del abandono. El parque más habitual y que ha llegado hasta nosotros ha sido construido, generalmente, entre el siglo XVIII y el primer tercio del siglo XX, aunque en muchos casos sean anteriores a esta etapa. La Edad Media aparece, por lo general, en los orígenes de un importante número de estas construcciones. Además, las técnicas constructivas que se han empleado tienen una permanencia que puede remontarse a la época medieval o incluso a la Antigüedad. Si la imagen del edificio tiene generalmente menos de dos o tres siglos, sus cimientos u otros elementos menos visibles pueden ser más antiguos. Las ideas de transmisión, de presencia y de permanencia a lo largo del tiempo, se nos imponen dentro de este parque.

La extraordinaria extensión territorial afectada, el número y la variedad de construcciones auxiliares constituyen por sí mismas el objeto de una gran obra y convierte en obligada la decisión adoptada. Por otra parte, la casa es todavía hoy el núcleo esencial y central en el que se han registrado los gestos, elementos y circunstancias de la vida de estas poblaciones. En la casa, se concentra una tal riqueza de informaciones que van más allá de lo estrictamente arquitectónico, permitiendo una lectura no solamente de formas, sino de gestos y no solamente de espacios íntimos, sino de paisajes y de lugares que ella define con su presencia.

Con el fin de establecer el segmento de tiempo considerado, hemos intentado limitarnos al arte de construir pre-industrial. (8) Esta noción se puede entender desde dos puntos de vista: un conjunto construido a partir de recursos locales en cuanto a materiales o un conjunto que no ha aprovechado las ventajas contemporáneas de transporte de materiales pesados, y que por ello resulta de una época anterior. Esta frontera a partir de maneras de producir más que a partir del tiempo, supone que hoy todavía quedan lugares marginales en los que las prácticas y las organizaciones permanecen muy poco alteradas y que, por tanto, pueden ser inventariadas. FORMAS ARQUITECTÓNICAS

Estos lugares nos conducen a hablar de dos medios, rural y urbano, sobre cuyos límites y definiciones no siempre hay unanimidad. La teorización sobre este aspecto no es aquí ni útil

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El edificio conservado no tendrá, en su origen, trazas de materiales contemporáneos estandarizados en todo el ámbito: cemento, bloques de mortero y hormigón. Pero, el parque edificado, siendo objeto de intervenciones cotidianas de mantenimiento o de modificaciones, ha conocido el uso de estos materiales nuevos combinados o en sustitución de los tradicionales. Puesto que muchas culturas técnicas conviven, los problemas de compatibilidades en referencia a las calidades, de coste y de cuestiones estéticas, han sido tenidos en cuenta.

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Maestrat, C. Valenciana, España. Signo vital, traza sin fin, paisaje concebido. Muros de piedra en seco. Al igual que el cardo y decumano, transforman en espacios definidos un paisaje hasta entonces salvaje. Como serpientes de escamas calcáreas, llevan hasta el infinito un gesto arquitectónico profundo. 2

Mani, Peloponeso, Grecia. Entre la seducción y el temor. La obligación de protegerse o de avizorar horizontes muchas veces peligrosos ha obligado a una implantación estratégica en el territorio. Ello ha sido particularmente necesario en una tierra como Grecia, que no tiene ningún punto continental a más de 75 km. del mar (excepto el extremo noroeste de Macedonia).

La arquitectura tradicional que nos ocupa es aquella que, por lo general, no encontramos en los libros de historia de la arquitectura, aunque esta arquitectura haya hecho soñar, haya

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(1) No es posible ahora entrar en las diferentes investigaciones que han realizado muchos autores desde diversas

Mértola, Portugal. Recinto de historia mediterránea. El clima mediterráneo da la vuelta al mundo. La cultura mediterránea se ha extendido y su arquitectura surge más allá de sus límites. Mértola, la Myrtilia de los romanos, es un ejemplo del sur de Portugal situado frente al Atlántico, aunque con raíces mediterráneas desde la Antigüedad.

disciplinas, pero hay que recordar algunos de sus vocablos técnicos como arquitectura popular, vernácula, tradicional, primitiva, anónima, sin arquitecto, espontánea,... La lista podría alargarse con otros muchos, más pertinentes o más ambiguos. Convendría advertir, sin embargo, sobre la perversidad del uso que se hace a menudo del término "tradicional", atribuyéndole sistemáticamente el sentido de "arcaico" u "obsoleto", lo cual es falso y sobre todo peligroso debido a las derivaciones contaminadas que ello puede engendrar a la hora de salvaguardar y

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Cuisenier. "La tradición no es únicamente una cuestión de tiempos pasados y antiguos, sino de cómo las prácticas sociales contemporáneas responden a una expresión de la tradición popular." La Tradition Populaire, PUF, 1995. (2) Tradición, del latín traditio, del verbo tradere, que significa "transmitir", "remitir". "La tradición constructiva es a la arquitectura lo que la tradición oral es a la literatura..." expone gráficamente Ortíz de Ceballos en La Val d´Aran. Contenido de un paisaje, Cuadernos de Arquitectura, 116. (3) El oficio tradicional también ha sido empleado en los edificios públicos (escuelas, hospitales, mercados,

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Terra Alta, Cataluña, España. La construcción auxiliar, elemento esencial de un equilibrio precioso. Pozo y acueducto de piedra. El agua tan próxima en la costa, tan profunda bajo tierra, tan lejana de los cultivos. El Mediterráneo ha sido exigente. Controlar el agua es la gran prueba.

caravanserallos, presas,...) y religiosos (mezquitas, iglesias, sepulcros,...) dando lugar a una arquitectura de gran belleza, sensibilidad y eficacia. (4) El ámbito mediterráneo es rico en construcciones complementarias. Podemos citar a título orientativo, los pozos, cabañas, molinos, cisternas, secaderos, palomares,...

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(5) Naturalmente, están siempre indisociadas y catalogadas, los conjuntos formados por una o diversas casas y

Atenas, Grecia. "Mientras pueda respirar y mientras conserve todas mis facultades, no abandonaré la filosofía, ni dejaré de animaros, ni de explicar la verdad a todo aquel que se cruce conmigo..." (Sócrates, después de su juicio) ¡Cuántas ciudades madre en el Mediterráneo! ¡Cuántas ciudades inmortales! ¡Cuánta historia en las ciudades, y siempre, cuántas cosas por descubrir!

diferentes edificaciones asociadas a la economía productiva. (6) Los pozos, a menudo, eran la primera construcción que se realizaba, dado que era lo único que, en según qué regiones, garantizaba la subsistencia y la permanencia en un lugar determinado. Albert Demangeon considera el agua como uno de los cuatro factores determinantes (agua, defensa, actividades productivas, tradiciones étnicas) que explican el reagrupamiento o la dispersión de las viviendas. A. Demangeon, Problèmes de Géographie

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humaine, A. Colin, 1947.

Sidi Krier, Egipto. Respeto sin nostalgia, futuro con raíces. Casa proyectada por Hassan Fathy (1900-1989). Arquitecto egipcio y referente obligado en su país y en el mundo por su reconquista de los materiales y las técnicas tradicionales, y también por la reconquista de su esencia arquitectónica. Rigor, honestidad y pasión.

(7) P. George, Précis de géographie rurale, Presses universitaires de France, París, 1978. (8) Según el país y según si se examina el espacio urbano o rural, el final de la construcción de edificios pre-industriales se presenta en momentos diferentes, a partir del último tercio del siglo XIX, en las grandes ciudades europeas; después de la segunda guerra mundial, en el conjunto de la zona oeste; después de los procesos de independencia, en el sur y el este mediterráneos, y, a veces, ha tenido una cierta continuidad hasta la actualidad. FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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recuperar la arquitectura tradicional. Dejando a un lado los tópicos molestos, pueden ser útiles las palabras de Jean

Región de los Aurés, Argelia. Paisaje convertido en arquitectura. Las casas de los Aurés, a la manera de racimos obstinados y valerosos que desafían el clima, están unidas a sus ancestros paleomontañeses. Orgullosos de sus acantilados ardientes y de su palmeral fresco y generoso, se distribuyen por la pendiente en la que se apoyan y forman una sucesión de gradas en las cuales la terraza de una es la base de la siguiente. La vecindad es la norma.

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inspirado o seducido a un buen número de grandes arquitectos (9), alimentándolos en frescor y en ideas innovadoras, acoge aún hoy a centenares de miles de familias en todo el Mediterráneo. A pesar de su importancia histórica, geográfica, cultural, social y económica, esta arquitectura es, a menudo, ignorada, despreciada (10), desgraciadamente una arquitectura "sin papeles". Excluida. Cuando aparece en alguna clasificación es, casi siempre, en el apartado de lo pintoresco.

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Roseta, Egipto. Testimonio de la presencia otomana. En la desembocadura del Nilo, jugó un papel importante desde la época de los faraones. Puerto principal de los otomanos y ciudad próspera cuya arquitectura es su testimonio. Hoy (162.000 habitantes), restan únicamente 22 casas de origen otomano con un fuerte proceso de transformación. 2

En consecuencia, consideramos que el conjunto de la arquitectura que aquí se aborda ocupa un segmento de tiempo muy importante que, combinado con un amplio espacio fuertemente humanizado y mestizo, representa un universo cuantitativamente enorme y cualitativamente complejo y diverso.

Ghardaia, Argelia. El tamaño de la casa acoplada al tamaño de la familia. Ciudad principal de la pentapolis ibadí dentro de la chebka formada por el oued M´Zab, fundada en 1053. Calle radial con fachadas tan solo perforadas por las puertas y pequeñas ventanas en altura, sin preocupaciones compositivas, como ojos que permiten satisfacer la curiosidad de las mujeres.

No se trata, en este estudio, de presentar un abanico de modelos mediterráneos, sino sobre todo, mediante un conocimiento analítico global (11) de la arquitectura tradicional, de estudiar sus transformaciones, de proponer estrategias e instrumentos para contribuir a asegurar su presente y garantizar su futuro. El inventario y el análisis han sido adaptados a estos objetivos, así como a la reducción que imponen siempre los agrupamientos, sobre todo a este nivel. Ello significa que el tema arquitectónico ha sido tratado en todas sus facetas, más como un ser vivo y dinámico que como un objeto formal. (12) De este modo evitamos la pesadez y la complejidad, inútiles aquí, de una clasificación demasiado formal y rígida, más adecuada para un estudio de investigación tipológica. (13) Se trata, pues, de agrupar, de ordenar, comprender y explicar -sin renunciar a priori a ninguna perspectiva- todo el material catalogado, mucho más que de un ejercicio académico de clasificación.

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Kakopetria, Chipre. Preparar el espacio común. Cada casa en flor comienza en la calle. La calle llena de vegetación es el umbral de cada vivienda. Lugar común doméstico frente a espacio público. 4

Tozeur, Túnez. Un ladrillo versátil y expresivo. El emblema de la construcción es el ladrillo de color ocre, fabricado tradicionalmente en el propio lugar. Utilizado para construir muros formalmente limpios o verdaderos bajorrelieves geométricos y complejos. El turismo ha supuesto un dinamismo aunque también un cierto mimetismo arquitectónico. 5 3

Simi, Grecia. Esencias insulares. La mitología asocia su nombre al de la princesa de Rodas. Sus famosos barcos participaron en la guerra de Troya. Hoy, la pesca, la agricultura y el turismo dinamizan de nuevo sus calles y sus casas escalonadas hasta el mar.

Con esta idea hay que considerar como un todo el presente texto y la página web comentada (www.meda-corpus.net). Además, la conjunción de estos dos soportes (de estas dos posibilidades de complejidad y densidad de información) permiten de una parte una visión general de lectura y de introducción fácil a través de este texto y por otra parte sumergirse en una amplia base de datos, en la cual cada uno puede trazar su propio itinerario, matizado y particular, y su análisis de esta arquitectura rica y diversa.

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Acre, Israel. Un fortín con historia. Un libro de arqueología. Ambiente medieval. Calle con casas en piedra tallada. Ciudad citada en el Antiguo Testamento, en los territorios de la tierra prometida. Bastión de las Cruzadas en Tierra Santa y principal puerto de conexión con el occidente cristiano. Su arquitectura es testimonio de este mestizaje.

Asimismo aligera el texto de todo dogmatismo y se ofrece todo el material disponible -presentado de forma sistemática- permitiendo una reflexión libre y abierta que, al fin, ha de contribuir a estimular un futuro repleto de investigaciones e intervenciones, con vistas a revitalizar ese gran potencial que es la arquitectura tradicional mediterránea.

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Béziers, Francia. Tan cerca del mar, tan arraigada a la tierra. Ocupada por los griegos, los romanos y los sarracenos, su centro histórico, con 5.000 viviendas de las que 1.200 están vacías, acoge hoy 7.000 habitantes de una población total de 70.000. Calles estrechas, viviendas de pequeñas dimensiones, casas en general de tres niveles, medianeras, con composición de fachadas regulares y con muchas aberturas.

En este sentido, conviene señalar que la investigación ha sido siempre pensada y dirigida de forma abierta con el fin de permitir que se exprese con la máxima plenitud la "regionalidad", la localidad, el matiz, cuyo estudio puede resultar asimismo beneficioso. La preocupación ha sido la de permitir que emerja, sin limitaciones formales, la fecunda civilización que la diversidad mediterránea siempre ha producido. Esto obliga necesariamente a una generosa flexibilidad en el tratamiento de datos y en la presentación, y, también, a una cierta

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Xauen, Marruecos. En el interior, una oleada de azul a 600 m. de altitud. Ejemplar conjugación de culturas locales y andaluzas. Ayer casbah y castrum, hoy intenta el equilibrio de conservar y de explotar de manera sostenible su patrimonio.

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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Bayt El Suhaymi, en El Cairo Rehabilitar el patrimonio, recuperar las habilidades

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Este conjunto de viviendas que ocupa una callejuela de El Cairo musulmán con una superficie de 2.000 m2 fue construido en 1648 y ampliado en 1796. En él podemos encontrar varios periodos arquitectónicos, destacables especialmente por la calidad de los artesanos locales. Mediante el soporte financiero del Fondo

complicidad por parte del lector. Sobre todo del ojo del lector que, en esta obra deliberadamente ilustrada, se convierte en medio de conocimiento y de acercamiento a algunas cualidades de nuestra Cuenca que solamente las imágenes consiguen transmitir.

Árabe para el Desarrollo Económico y Social, y bajo la dirección del Dr. Asaad Nadim y del Consejo Supremo de Antigüedades, nació el proyecto de rehabilitación que tomó forma entre 1992 y 1994. Su finalidad principal fue rehabilitar Bayt El Suhaymi y su entorno inmediato, respetando no únicamente los imperativos arqueológicos y técnicos, sino también las exigencias contemporáneas de confort e higiene.

La arquitectura tradicional era, tan sólo hace unas décadas, "la arquitectura" de esta Cuenca

Todavía una última precisión de orden gramatical. Hemos elegido el uso del artículo en singular para referirnos a la arquitectura o a la casa mediterránea. Ello podría parecer contradictorio y reduccionista vista la gran variedad cultural y expresiva de la Cuenca. Se comprenderá bien que el artículo en singular no se refiere a "una sola" forma arquitectónica mediterránea en tanto que objeto único, sino a un conjunto variado y diverso de manifestaciones arquitectónicas. En efecto, la aproximación y la escala de este trabajo de una parte, y la facilidad comunicativa de esta elección, de otra, lo justifican suficientemente, lejos de preciosismos teóricos.

Bayt El Suhaymi reúne todos los elementos de un hábitat aristocrático de El Cairo otomano: zaguán en zig-zag, patio, vestíbulos decorados (qaas), espacio de recepción para el verano (takhtaboosh), balcón cubierto

Hay que comprender en este mismo sentido la utilización del verbo en presente. El documento traza un perímetro en torno a la arquitectura tradicional y sus tiempos, y la

dominando el patio hacia el norte (maqaad), climatización mediante recogida y redistribución de brisas frescas del norte hacia las piezas del sur (malqaaf), claraboya en la terraza (shukhshaikha), elementos decorativos de madera, mucharabis y techos esculpidos, fuentes y suelos de mármol, noria y molino de grano,... En un primer momento, el conjunto fue ampliamente documentado, ilustrado, analizado y evaluado, etapa

(9) Entre los cuales Le Corbusier, Wright, Sert, Aalto, Tange, Mies van der Rohe,...

por etapa, con el objetivo de reconstruir su historia al mismo tiempo que se estableció un método de trabajo en equipo entre investigadores y especialistas en los diferentes ámbitos durante todas las obras.

(10) "Considerada injustamente como arquitectura menor en relación a la arquitectura de los arquitectos, el estudio comparativo de la arquitectura vernácula nos permite reconocer todos los aspectos de la estructura del espacio

El debate en torno a la mejora de las condiciones sanitarias (red de desagües, recogida de residuos

construido con más realismo, con menor énfasis, puesto que lo ya vivido le resulta más importante." Pr. Frédéric

domésticos) ha comportado la adhesión de los habitantes al proyecto. Un contacto permanente ha permitido

Aubry, Introduction à l'architecture vernaculaire, S. Guindani, U. Doepper, PPUR, 1990.

instaurar una nueva disciplina en el espacio colectivo.

(11) No hay que confundir global con exhaustivo. La vocación de este proyecto no es en ningún caso la de suplantar la

La obra intentó la conservación del máximo número de elementos originales y las inevitables sustituciones se

precisión, el detalle y la escala de excelentes monografías locales existentes o futuras. Lo que sería a todas luces

realizan en las condiciones y con materiales similares a los originales: análisis químico para encontrar la

imposible. En contraposición, el acercamiento global permite justamente realzar estos lugares, estas diversidades,

composición original de los morteros, recuperación de ladrillos en los edificios derruidos de la misma época,

unificándolas en el hábitat común que es el espacio mediterráneo.

fabricación de ladrillos idénticos a los originales, etc. Se han buscado algunos artesanos cualificados para que participen y ayuden en la formación de aprendices.

(12) Esta propuesta coincidiría en general con la de J. Robert, en el sentido de una pluralidad de criterios de catalogación y de comprensión del edificio. J. Robert, La maison agricole. Essais de classification et définitions.

El seguimiento permanente permite, todavía hoy, adecuar la elección de las técnicas a medida que los trabajos avanzan, para lograr un resultado que se anuncia exitoso en su forma y que se presenta sobre todo

(13) Esto no excluye que a lo largo del estudio, hayan sido de gran utilidad y siempre una referencia las propuestas y

como un ejemplo de método, de integración y de recuperación de habilidades tradicionales amenazadas.

experiencias llevadas a cabo en el terreno de la clasificación por autores como A. Demangeon, G. Aymonimo, A.

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

Rossi, G.C. Argan, R. Grassi, entre otros.

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utilización de esta forma verbal no debería producir equívocos. Por contra, la proximidad que se consigue con el verbo en presente ayuda a recordar que, hace tan sólo algunas décadas, la arquitectura tradicional mediterránea era "la arquitectura" de esta Cuenca. Habitada siempre por millones de mediterráneos, se trata de una realidad cotidiana. Añadamos además que existe una cierta deformación de la arquitectura tradicional mediterránea, a menudo representada bajo algunos modelos "exóticos" o "excepcionales". A pesar de algunos ejemplos que pueden ser confusos, esta arquitectura pertenece al mundo de lo "normal" y de lo "cotidiano" con sus caracteres de humildad y discreción. Estas cualidades son, además, el gran capital que permite contemplar su futuro con esperanza.

1 Santorini, Grecia. Exuberancia volcánica. Como un increíble conjunto de formas elementales surgidas de la lava del Tera, la actual Santorini divisa un mar tranquilo. Las cúpulas, bóvedas y terrazas se imbrican en un caos aparente, indescifrable y espléndido. 2 Ares del Maestrat, C. Valenciana, España. La fertilización de colinas calcáreas o la excelencia de la habilidad. Como un enjambre de abejas las casas y sus habitantes encuentran el paraje protector que domina horizontes y cultivos. Una vida densa se esconde detrás de esta elevación edificada. La colina ha sido totalmente transformada en terrazas: paisaje mediterráneo. 3 Pal, Andorra. Conseguir un sabio equilibrio. Montaña mediterránea (1.560 m.) donde el invierno condiciona la vida tanto como su ubicación y construcción. Protegidas por las vertientes soleadas, las casas y los edificios agrícolas unidas a la roca y orientadas al mediodía, liberan a sus pies las pocas tierras de cultivo que ofrece la montaña.

Para facilitar la lectura y ofrecer la información de la manera más ordenada posible, hemos tomado la decisión de separar materiales y técnicas de las tipologías. El análisis y la presentación de tipologías se refieren globalmente a los materiales y técnicas para evitar la dislocación del estudio tipológico. El capítulo siguiente permitirá entrar en detalle en los materiales, el arte de construir y las habilidades, estas últimas tomadas como una sola unidad.

4 Cassis, Costa Azul, Francia. La importancia de los frentes marítimos. Casas medianeras de planta rectangular, frecuentes en los pueblos de la costa. El revoco y las pinturas a la cal ofrecen una gama de tonos variados, en sus fachadas de perfecta composición.

UNA FORMA DE VIVIR, MÚLTIPLES FORMAS DE HABITAR El hombre mediterráneo ama la vida en comunidad, en colaboración, en ayuda mutua, decíamos anteriormente, en la presentación del espacio mediterráneo. El análisis de las tipologías confirma claramente esta característica.

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Delta de l´Ebre, Cataluña, España. Una tierra generosa y frágil sobre un mar de agua dulce. Granja sobre un arrozal. Saneados, los deltas se han convertido en zonas agrícolas ricas en las que se combinan los pueblos con el hábitat diseminado. Casa y árbol permanecen inseparables en la llanura.

Hábitat diseminado, hábitat agrupado. La cercanía siempre presente

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Más del 80% de las tipologías se organizan en forma agrupada (aldeas, pueblos, ciudades) y menos del 20% de las tipologías, solamente, corresponde a hábitats diseminados. Sin duda, esta proporción entre hábitats diseminado y agrupado, puede variar sensiblemente según las regiones. Si pudiéramos (no disponemos de estos datos) aplicar un criterio demográfico cuantitativo a este análisis, el ratio de población habitante en sistema agrupado o en sistema diseminado sería aproximadamente de 9 a 1. Convendría tener en cuenta también cierto número de falsos hábitats diseminados. Un ejemplo sería el caso, en la Edad Media, de poblaciones satélites de un señorío o en los alrededores de un castillo. Esto trae como resultado muchas veces el nacimiento de un hábitat agrupado. Aún hoy, no es difícil observar en las llanuras y costas del Magreb este tipo de poblados difusos (desde la perspectiva de los parámetros occidentales) que aparentemente no presentan cohesión alguna. Es un simple espejismo, pues la red inmaterial de origen tribal organiza el espacio y las relaciones.

Boukchouch, Marruecos. Perspectivas de futuro en un paisaje de orígenes ancestrales. Terreno con suaves valles. Grandes horizontes fugazmente verdes. Vagos ocres de los cereales. Aldeas y pueblos sutilmente difusos. Tierra y paja convertidos en muros, cubiertas, casas y paisaje. 7

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El Cairo, Egipto. Gran ciudad, grandes desafíos. La metropolización del Mediterráneo es un problema que todavía está por resolver. Las enormes presiones que impone perjudican la atención que merecería el patrimonio que estas urbes contienen.

El Mediterráneo es también la familia. Es la familia grande, la familia extensa. Es la familia-clan. Es la familia soporte y apoyo. Este sentido de la familia extensa va más allá de los lazos de parentesco, con la inclusión de servidumbre, empleados o aprendices. Según los casos, estos últimos pueden ser estacionales, (durante la siega o también en las campañas de construcción)

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Aydinkisla, Turquía. Tres miradas diferentes sobre un futuro común. Tres generaciones bajo un pórtico vegetal de una casa rural. FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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Metsovo, Grecia. Hoy la vida continúa sin alterar la armonía de ayer. La imbricación de jardín-casa compone un paisaje rural frecuente en la parte nordeste de la Cuenca. Casas de planta casi cuadrada, con cubierta a cuatro aguas, con pocas aberturas, evocan modelos de hace ocho milenios documentados en Macedonia y Tesalia.

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temporales o permanentes. Esta estructura familiar contribuirá, con mucho, a dar forma a los espacios habitables, pero también a la relación espacial entre ellos e incluso entre estos espacios y la calle.

Añadamos que el hábitat diseminado, que ocupa el medio rural y que en general acoge a las poblaciones más tradicionales, a menudo alejadas o apartadas de algunos acontecimientos o de corrientes, subsiste como un testimonio que acumula sin alteraciones notables los tiempos y las gestas que se remontan a tiempos lejanos en la historia.

El hombre mediterráneo habita en general "su" casa. En efecto, más de tres cuartas partes de las tipologías presentadas acogen una sola familia. Esta familia puede ser de tipo extenso, con la presencia de varios hijos casados que habitan en el misma casa. En el medio rural y en las relaciones de aparcería, propietarios y aparceros pueden habitar respectivamente el primer piso y la planta baja de la misma casa. En algunos casos, las tipologías que incluyen varias casas constituyen, sin embargo, "conglomerados edificados y habitables" en donde una gran familiaridad preside la vida cotidiana. En los enclaves urbanos, en los que el edificio plurifamiliar, está mucho más presente que en el medio agrícola, ciertos vínculos inmateriales se establecen entre quienes comparten un misma casa. Por lo general, esta casa cambia poco de inquilinos, los cuales ocupan durante varias generaciones las viviendas.

En cuanto a su implantación según los paisajes, una gran parte (las tres cuartas partes) de las tipologías coloniza las llanuras, las mesetas y las colinas. Además, es en estos paisajes donde encontramos las mejores tierras para la agricultura y para la ganadería, los grandes ríos y los grandes ejes de comunicación y, por tanto, de intercambios y también la discreción necesaria para una protección eficaz contra los peligros procedentes del mar. Ello contribuye al hecho de que la costa acoge un número mucho menor de tipologías (un 15% y un 20% del total) lo cual está relacionado con el peso de la actividad económica ligada a la pesca. Por otra parte, la media/alta montaña presenta un número todavía menos importante de tipologías y, por tanto, de población (un 5%). Su importancia es cuando menos significativa en una cuenca que por su nombre parecería, a primera vista, tributaria exclusiva del mar. Reserva de agua, fuente importante de vida y energía, de madera, de pastos, a menudo puerta hacia continentes profundos, proveedora de ganado y de sus productos derivados, tanto como de mano de obra, la montaña mediterránea juega un papel determinante, sobre todo para las grandes llanuras de la Cuenca y para la propia Cuenca.

El hábitat diseminado supone una sólida red de estructuración del territorio

El hábitat diseminado está presente en todos los países mediterráneos. Está asociado al medio rural, (tanto por los grupos de población de recursos escasos como por la burguesía agrícola). El tamaño y el tipo de la explotación agraria o del ganado tendrán una gran influencia en la definición, la morfología y la sintaxis de sus espacios. Sin embargo, frecuentemente, aunque pueda distinguirse un rico repertorio de tipologías, se reconoce una estructura constructiva similar de la casa tanto en el pequeño agricultor como en la familia acomodada. Las necesidades defensivas, en algunos casos, y siempre la cultura y la historia, se sumarán a los materiales disponibles, a las técnicas/habilidades y al clima para componer el espacio edificado, a partir tanto del gesto local como del individual.

La presencia del agua asociada a la calidad de la tierra y la posibilidad de intercambios han sido los dos factores más determinantes en la ocupación de la Cuenca. En este segundo caso, el agrupamiento, la organización -en la que el urbanismo ha sido norma y necesidad- ha generado desde la Antigüedad el florecimiento de ciudades comerciales a lo largo del litoral mediterráneo así como una retícula de ciudades continentales, conectadas a los grandes ejes de caravanas que relacionaban el Mediterráneo con las civilizaciones y con los grandes mercados de los tres inmensos continentes que lo rodean. Continentes de los que han surgido algunas de las grandes corrientes culturales de la Cuenca. Recordemos, a título de ejemplo, las culturas árabe-musulmana o turco-otomana. Es así como después de algunos milenios el mapa de la Cuenca se vio sembrado de ciudades históricas, algunas de las cuales se han convertido hoy en grandes metrópolis (Estambul, El Cairo, Atenas,...). De otras, no se han conservado más que ruinas como testimonio de una edad de oro periclitada (Éfeso, Tipasa,...)

Tres soluciones para un estilo de habitar: la casa elemental, la casa compacta y la casa compuesta Dentro del hábitat diseminado, podemos catalogar tres grandes grupos, según el grado de especialización de los espacios.

Sin embargo, no hay que creer que el hábitat diseminado resulte marginal o inapropiado (entre un 15% y 20% de las tipologías presentadas). Por el contrario, constituye una forma de hábitat fundamental en la colonización, la estructuración, la explotación y la domesticación del territorio. En ciertas regiones, aparece como una sólida red de unidades fuertemente trabadas, conformando un "paisaje acabado" en el que el equilibrio entre lo edificado, lo cultivado y lo habitado resulta preciso, exacto y, a menudo, imbricado. El régimen de la propiedad del suelo, su transmisión y la organización social son elementos determinantes de la sintaxis territorio-casa y casa-casa, y a la vez, de la morfología de esta. FORMAS ARQUITECTÓNICAS

La casa elemental presenta una débil o casi total ausencia de especialización de los espacios compartidos por habitantes, animales y almacenaje de productos agrícolas. Es la expresión de la pieza polivalente que no acoge, sin embargo, más que una porción limitada de la vida, puesto que ésta se desarrolla, en su mayor parte, en el exterior. Favorece una relación estrecha y permanente de las personas con su entorno, esto es, al aire libre. Esta vivienda presenta generalmente una planta rectangular y, en la mayor parte de los casos, no dispone

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más que de una planta baja. Para cubrirla, encontramos tanto la cubierta a una o dos aguas, plana o con bóveda, en general, de cañón. Las fachadas presentan en general, aberturas escasas y limitadas. La quintaesencia de esta casa permite encontrar, bajo tipologías diversas, aspectos semejantes, con respecto a la manera de entender el acto de habitar. La casa elemental es, a menudo, el núcleo a partir del cual tiene lugar la evolución de la vivienda. Esta evolución, complementaria en parte de la morfología y del sistema constructivo del núcleo inicial, presenta diversas soluciones.

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aunque no es raro que la fuerza de la unidad formada por los diferentes cuerpos edificados adjuntos pueda matizar, a veces, esta afirmación. En el caso de la casa compuesta, los edificios pueden ser medianeros o separados claramente, y también tanto de forma alineada como en una disposición aproximadamente radial o, en otros casos, geométrica y funcional. En este último caso, es la fuerza de los criterios de racionalización productiva quienes imponen esta exigencia. Si en el ejemplo anterior, la casa se concibe de manera acabada, en la casa compuesta siempre pueden añadirse construcciones de una manera más orgánica, a medida que el volumen o la diversidad de las actividades productivas aumente. La casa compleja responderá a las necesidades de grandes explotaciones, muchas veces muy especializadas. El número de edificios específicos que componen esta unidad, con su nombre correspondiente, puede ser muy variable, según la diversidad de las actividades productivas de explotación. En este grupo encontraremos verdaderos "complejos productivos", a menudo dedicados al monocultivo (vino, aceite,...) que exigen una respuesta precisa de la arquitectura para cada actividad y modelo productivo.

Patio, era y jardín manifiestan muchas formas de domesticar el espacio exterior

En este grupo pueden considerarse las casas que podríamos llamar "primitivas". Aunque sean tan simples como las que acabamos de describir, sobre todo debido a su forma (a menudo, circular) o a sus sistemas constructivos, algunas tienen dificultades para evolucionar y desarrollarse. Representan, en general, un modelo estático que perdura a través del tiempo sin modificaciones sensibles y que, sin evolucionar, acaba por extinguirse.

La topografía, el tamaño de las explotaciones, el rendimiento de los suelos o la dominante productiva generarán una ocupación más o menos densa del territorio y una complejidad más o menos importante del edificio. Pero evidentemente, en el espacio mediterráneo, esta aparente nitidez en el agrupamiento está sobre el terreno, incluso en pequeños territorios, sujeta a numerosas variantes y matices que imponen los parámetros citados anteriormente. Es por ello que las monografías y los estudios locales adquieren toda su importancia y valor al permitir una aproximación detallada y la precisión, que sólo puede completar el conocimiento necesario para la salvaguarda y valoración de la diversidad mediterránea, que es el activo más importante de nuestra Cuenca. Su esencia misma.

La casa compacta integra vivienda y espacios específicos destinados a la economía productiva. Representa, sin duda, el grupo más numeroso. En la mayoría de los casos, presenta una planta baja con uno o dos niveles y, con frecuencia, lleva añadidos una especie de desvanes o altillos habitables, u otras veces útiles para las actividades productivas. Puede darse tanto en hábitat diseminado como agrupado. La planta tiende, (aunque no podemos establecer una regla fija), a ser menos rectangular y a tomar formas cuadradas, aunque con plantas irregulares, debido sobre todo a los condicionantes topográficos, pueden también ser posibles. En este tipo, la superficie del suelo es claramente más importante que en la casa elemental. La definición de espacios específicos y las actividades y jerarquías que comportan contribuyen al crecimiento de la planta y del volumen. La cubierta en pendiente es muy frecuente. Sin embargo, en las regiones de escasa pluviometría, la cubierta plana o ligeramente inclinada es muy habitual. El tratamiento de las fachadas ofrece ejemplos muy variados, desde tipologías muy macizas, sin apenas composición, hasta fachadas cuidadosamente organizadas y generosas en cuanto a aberturas, molduras, coronamientos,...

LA CASA MEDITERRÁNEA, ESPACIO CONSTRUIDO Y ESPACIO VIVIDO Sola o en medio del paisaje, buscando siempre una posición de observación privilegiada, la casa tiende a constituirse en un espacio íntimo y propio, a veces muy explícito, como en las casas con era o con jardín con cerramientos más o menos importantes, generando un espacio con fuerte personalidad entre los diferentes cuerpos del edificio o las diferentes construcciones, a caballo entre el patio y la era interior. Espacio a veces menos materializado, limitado por los diferentes edificios que lo definen, al mismo tiempo articulación, paso y comunicación entre estos y la era doméstica, que comparten habitantes, aves de corral y pequeño ganado doméstico. Incluso en ocasiones, en las casas compactas, este espacio cercano no presenta ni cerramientos ni perímetro que lo definan aparentemente. Materialmente menos íntimo que los otros, está, a pesar de todo, muy presente siempre, aunque casi de forma sutil e inmaterial: árboles, un banco FORMAS ARQUITECTÓNICAS

La casa compuesta o compleja está constituida por diferentes edificios, cada uno con un uso específico bien definido. La casa adquiere, a menudo, una clara jerarquía formal sobre los otros edificios, tendencia que se acentúa progresivamente hacia una neta singularización,

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Aviñón Identificación de las necesidades, respuesta eficaz y original

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Como complemento a la rehabilitación de edificios, los ayuntamientos, preocupados por la revaloración de su entorno urbano, inician campañas de mejora de las fachadas, con la ayuda de subvenciones concedidas a los propietarios y con la condición de respetar unos criterios técnicos y arquitectónicos.

1 Máale Levona, Palestina. Hito de vida. Referencia y contrapunto, edificio auxiliar o casa de verano, simple o complejo, circular o cuadrado, albergue o punto de observación, cosecha o ganado: un sinfonía de funciones y de usos o un aparente grupo de piedras apiladas para trabajar los campos. De lo aparentemente insignificante a lo realmente esencial.

La definición de estos criterios no es cosa sencilla. Se impone escoger entre preservar la identidad o modificar la imagen del lugar: conservar o renovar. La cuestión de encontrar modelos de referencia se convierte en primordial. Este método busca esencialmente la continuidad de la identidad del enclave, a diferencia de los planes de coloración que, desde un punto de vista más plástico que histórico, pretenden armonizar el conjunto edificado mediante tonalidades dominantes, y raramente consiguen la integración de materiales,

2 Siatista, Grecia. Del Asia Menor a los Balcanes, un gesto "glocalizado". Resultado de la prosperidad económica de los siglos XVIII y XIX, los dos últimos del imperio otomano, residencias del tipo arcontyka, han sido construidas en el interior de Grecia, siguiendo el modo de vida otomano pero conectadas también con el tipo local, en particular con las casas-torre. Casa compacta, muy cerrada en los primeros pisos (actividades agrícolas o artesanales/pequeña industria) y muy abiertas en los pisos superiores, es una vivienda que va al encuentro del paisaje y el sol.

técnicas y estilos.

3 Yerba, Túnez. Densidad cultural en una isla de 225 km2. Aunque unida al continente desde los romanos por una carretera, la isla conserva su fuerte personalidad. Los menzels, conjuntos rurales cuya houche, casa compacta con era y torres (habitaciones altas) en los ángulos, jalonan este paisaje. Su patrimonio edificado y el valor del suelo están sufriendo la presión del turismo.

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En respuesta a la definición de los criterios, la Ecole d'Avignon elabora, para los municipios, unos maletines con muestras de revocos. Más que un simple muestrario, sirven sobre todo como orientación, como opciones y como un aval en la realización de trabajos. El método se apoya en las particularidades del tratamiento tradicional propio de cada lugar, evitando que las intervenciones las falseen y asegurando la idoneidad de las técnicas prescritas. Primeramente, un inventario tipológico recoge los revocos característicos de la zona y sus

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decoraciones. Se toman algunas muestras para su análisis. Cada muestra se reelabora dosificando

Oraison, Francia. Arquitectura y estatus económico-social. Casa de la pequeña burguesía comercial, con la típica disposición en planta baja de la entrada y el almacén y la vivienda en los dos pisos superiores. Aunque el esquema no es distinto de otras casas, las molduras y los estucados marcan y muestran su singularidad.

aglutinantes, pigmentos y arenas originales o fácilmente asequibles. Las técnicas y las herramientas para la ejecución están descritas con precisión en un manual, que permite a la empresa responsable reproducir pinturas a la cal y todas las texturas de acabado de los revocos presentados. El maletín reúne las muestras extraídas y los ejemplos propuestos.

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Entre el director de las obras y la empresa encargada de los trabajos, se establece una comunicación visual,

Jerusalén. Ciudades cubiertas dentro la ciudad. El souk. La actividad comercial ha dado lugar en el Mediterráneo a construcciones de gran belleza y racionalidad, con el fin de acoger a una densidad humana y una exuberancia vital extraordinarias. En la cultura árabe-musulmana, representan un centro urbano de primer orden, siendo en todas partes la expresión de la vida en comunidad, del hábitat agrupado.

a través de la materia y el matiz de las muestras. Esta estrategia de un producto unificado invita al público al reconocimiento y a la interpretación de las fachadas, permite formar a las empresas sobre la base de referentes locales y, además, asociar a todo el mundo en un proyecto de embellecimiento. El maletín permite también definir los niveles de las subvenciones: la guía técnica se convierte así en un instrumento de control de calidad.

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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4 Campos, Baleares, España. En la isla y en el continente, el mismo gesto. Conjunto rural complejo (cultivos y ganado) llamado posesión, término que alude a la estructura de propiedad y su gestión: los propietarios viven normalmente en la ciudad y ocupan ocasionalmente su posesión, mientras que los aparceros habitan la granja con otros empleados. Combinación de diferentes construcciones con diversas orientaciones y pendientes, y con torre.

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colocado al azar, un arado, un suelo más apisonado, denuncian su presencia. La acción del hombre lo recrea y lo define continuamente. Ya sea claramente delimitado o sutilmente insinuado, este espacio existe siempre.

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1- Kliron, Chipre; 2- La Cava 1930, Cataluña, España; 3- Ghardaia,

M´Zab, Argelia. Parra y construcción: una superficie parecida, una importancia similar. La creación del espacio mediante la sombra. Gesto convertido en arquitectura. Un espacio que se recrea siempre: el porche vegetal. Una arquitectura de sombra y de perfumes que renace cada día. Un espacio vital y mediterráneo como pocos. En las imágenes de la casa lineal de Chipre, en el ambiente de los años 30 en Cataluña y en el espacio doméstico presente en Ghardaia, en el M'Zab de Argelia, la sombra humaniza y convierte la calle en algo todavía más comunitario, transformando las casas opuestas en casi medianeras.

Patio, era, jardín, parra: del dominio a la insinuación del espacio doméstico Si hemos destacado el patio, la era o el jardín es porque son tres expresiones, con sus matices formales y locales, de un hecho mediterráneo por excelencia: la vida al aire libre y bajo techo; la arquitectura de tierra, de piedra o de madera tanto como de luz, de sombra y de perfumes. Lo interior y lo exterior. Seguramente también, lo femenino y lo masculino, pues si la casa es sobre todo el espacio de la mujer, la calle lo es del hombre. Una calle, que ordena el edificio y, al mismo tiempo, es resultado de la acción constructiva, y es siempre un gran espacio tanto de convivencia y relación como de circulación. En algunas regiones, se constituye en una continuidad plástica de la casa y frecuentemente este espacio cercano acoge tanto actividades artesanales y comerciales, como estrictamente sociales. La casa mediterránea se asoma a menudo al exterior. A veces, son piezas particulares específicas que ocupan una pequeña construcción vecina: es el caso de las cocinas o de los hornos de pan construidos en el exterior, ya sea adosados a la casa o separados claramente de ella. Pero son también las actividades comerciales, artesanales o productivas las que invaden muchas veces este espacio común.

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Saint Julians, Malta. Parra y terraza, gesto de supervivencia. Cuando la presión urbanística y la escasez de terreno convierten en imposible la arquitectura tradicional de la sombra, esta se encarama a la terraza en forma de parra, perpetuando de este modo su presencia. 5

Xauen, Marruecos. Pozos de luz, mirada al infinito. El patio, por muy humilde que sea, es el núcleo entorno al cual gira el universo doméstico y su cosmos. 6

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Hacienda Algarrobo, Málaga, Andalucía, España. La importancia de la economía productiva. Casi un pequeño pueblo, la era se convierte en prácticamente una plaza en la que actividades, animales y personas pueden cohabitar. La dimensión de la era es el resultado del espacio generado por las dimensiones del edificio y por la necesidad de espacio exigida por las actividades que ha de acoger. 7

Existe, por otra parte, otro ámbito típicamente mediterráneo que facilita la transición y la íntima relación entre el interior y el exterior. Es lo que podríamos llamar la arquitectura de la sombra. Este espacio llamado genéricamente porche o pórtico -ya sea en edificación estable, mediante un pórtico con arcadas o materializado por plantas, tales como parras, jazmines o rosales-, es un lugar muy significativo y de gran importancia. Su microclima y su capacidad para temperar el brutal contraste luminoso mediterráneo entre el interior y el exterior, lo convierten en un espacio muy querido por los habitantes de nuestra Cuenca. Un espacio que une el pleno exterior con el interior cerrado.

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7- Silifke, Turquía; 8- Ula, Turquía.

Casa con jardín: morfología y densidad urbanas particulares; mirada privilegiada. Es en el jardín donde la casa presenta su fachada más rica, la más delicadamente trabajada, la más noble. Es el reconocimiento a su gran importancia. El jardín, a su vez, se ubica en el lugar más privilegiado, el más digno, el mejor. La integración se convierte entonces en una realidad. Un todo ha nacido.

El patio, la era y el jardín se confunden a veces, y son tratados como variantes de una misma definición de un cierto espacio. Palabras utilizadas con frecuencia sin distinción, otorgándoles con demasiada ligereza el mismo significado, anulando la diversidad cultural de que son expresión. Por tanto, los tres espacios, manifiestan tres maneras de pensarlos, vivirlos y definirlos. Tres formas de domesticar el exterior. Con las exigencias de síntesis y reducción que esta obra implica, hay que conceder la denominación de patio al espacio así llamado en la vivienda de origen árabe-musulmán. Es el término que define mejor las cualidades que determinan este espacio. A ello conviene añadir la realidad de dar cobijo a millones de personas en decenas de ciudades (medinas) y pueblos con casas con patio en el Mediterráneo. Arquitectura siempre viva, rica en sus cualidades, pero desgraciadamente también amenazada. FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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El patio es, a la vez, el centro y el corazón de la vivienda y de la vida familiar. Palabra sin sinónimo. A escala humana transformado en espacio irremplazable, generado por la propia construcción y que sólo ella hace posible. Espacio para habitar. Fuente de vida. Espacio activo, recogido e íntimo. Dentro y fuera. Sol y cielo convertidos en lugar, proporción y arquitectura.

yuxtapuestos, adicionados, cada uno, teóricamente, puede existir por sí mismo. Los dos conjuntos asociados conforman otra variante que crea y habita la unidad dual, interior/ exterior. Si para el patio, la casa árabe-musulmana es el ejemplo más típico, para el jardín, la casa turca es la que mejor expresa y conjuga con precisión este todo que es la casa con jardín. La cultura, y sobre todo las creencias religiosas, determinarán un jardín más o menos íntimo, reservado y protegido o permeable a las miradas extrañas. Según las regiones, este jardín pondrá su acento en la recreación de un espacio de esparcimiento o bien, en otros casos, en uno más dedicado a la productividad.

Defensa, cultura, historia, materiales, habilidades y clima componen tanto a partir del gesto local como del individual

Adosado casi siempre a una de las fachadas de la casa, el jardín es bastante grande, pues representa una importante superficie de producción doméstica. En él se cultivan en todas las épocas del año plantas de todas clases y gran variedad de frutales entre los que no faltan los cítricos. Con todo, es también un espacio de placer, generosamente lleno de flores de bellos colores y de delicados perfumes. Es la mitad de un todo edificado, en este caso, vegetal.

–este último profundo, arquitectónico–, el espacio edificado

Este patio puede presentarse con mayor o menor complejidad: sin arcadas y en planta baja, delimitado por los muros o muros y pórticos elementales, o también con arcadas en uno, dos, tres o cuatro de sus lados. Cuando este sistema de arcos aparece, la riqueza de los espacios aumenta con la creación de un tránsito entre el interior y el patio.

Casa y jardín son resultado de una adición, acabamos de decir. Adición, pero totalidad acabada en el espacio y en el tiempo: no podríamos imaginar estas casas de otra forma, (aunque los procesos de transformación nos demuestren desgraciadamente lo contrario). Esta tipología, formada por un interior y un exterior soldados, contribuye a modelar unos paisajes urbanos absolutamente particulares, con una importante densidad de naturaleza y un alivio notorio de la densidad del edificio.

La calidad, la densidad y la exuberancia vitales de este espacio son tales que la casa no necesita más que una entrada en la fachada. Todo está condensado y enfocado hacia este punto central de la casa. Este zaguán, siempre en zig-zag, garantiza la intimidad interior.

Este gesto de civilización y de delimitación de un espacio contiguo y particular, con un sentido a la vez íntimo y protector, existe tanto en las construcciones ligeras como en las viviendas móviles de las poblaciones nómadas. En el último caso, también contribuye a crear este espacio el flaj (gran tela rectangular de los nómadas), o unos simples arbustos espinosos.

Aunque algunas veces, desde un punto de vista morfológico o incluso funcional, la era esté muy cerca del patio, podemos observar algunas diferencias que le dan un carácter propio y distinto. De manera esquemática, la era presenta dos soluciones principales: espacio limitado mayormente por los diferentes cuerpos de una casa, o bien, un espacio definido por la casa y los muros. Se trata de un ámbito más o menos definido por el edificio y más o menos trazado por el cerramiento. En los dos casos, las actividades productivas condicionan su configuración. Así, el ganado, los productos, los modos de producción o útiles agrícolas, serán al menos tan importantes como la escala humana para su definición. Espacio menos denso que el patio, aliviado por la presencia animal, agrícola y productiva, y muy a menudo más delimitado por muros que por edificios, la era es sobre todo el exterior confinado.

Con los matices que se quieran -ya hemos insistido en muchas ocasiones sobre la importancia decisiva de la diversidad y de las tonalidades mediterráneas, y volveremos a insistir en ellas-, estamos, pues, ante dos concepciones del espacio global habitado: aquella que asimila, al mismo rango, la parcela exterior a los demás espacios habitados (patio o era interior definidos por edificios y era cerrada en la que el muro no permite la mirada al interior), convirtiéndose en un espacio cerrado al exterior; y con una definición más o menos material de esta era en la que el cerramiento, trazado por límites domésticos, define un espacio claramente permeable a la vista y abierto al exterior (aquí, el espacio depende principalmente de las actividades productivas agrícolas o ganaderas).

En muchas zonas del Mediterráneo, vemos la casa con era con sus variantes y formas posibles. En las regiones de influencia árabe-musulmana se acerca más al patio, y en el Mediterráneo norte y occidental toma un carácter articulado y funcional. Esta era puede presentarse más o menos tímidamente abierta, puede repetirse, generando espacios particulares, según la complejidad y las dimensiones del edificio del cual forma parte.

En el primer ejemplo, el espacio descubierto se transforma, a menudo, en el corazón (14) de la casa, o al menos en centro importante de actividades. En el segundo ejemplo, aun siendo

Mientras que en el patio, completamente, o en la era, parcialmente, el espacio está delimitado por el edificio, en el jardín no se da esta circunstancia. Jardín y casa aparecen FORMAS ARQUITECTÓNICAS

(14) Quizá habría que hablar más bien de matriz, elemento femenino por excelencia y generador de la vida en el hogar.

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importante, pues el hombre mediterráneo vive mucho al aire libre, no tiene este papel de centro de gravedad y no ocupa el rango del espacio precedente.

cualquier casa. Las tiendas son rigurosamente respetadas y sus colores permitirán reconocer desde la distancia su pertenencia a un campamento.

En ambos casos, una misma necesidad: estar en contacto permanente con el exterior. Ello no es exclusivo de nuestra Cuenca, dicha realidad está igualmente presente en numerosos pueblos del planeta que toman del Mediterráneo, las singularidades que las culturas, historias y paisajes han modelado fuertemente.

La tienda nómada, hoy ya muy escasa en el Mediterráneo, representa el tipo de hábitat preparado y dispuesto exclusivamente por las mujeres: eran ellas quienes preparaban la materia prima, la lana, quienes producían los elementos, tejían los flaj, quienes levantaban la tienda, montándola y desmontándola en cada desplazamiento y eran ellas también quienes la mantenían, la reparaban y la renovaban. Presencia convertida en casa. Modo de vida superior y signo de nobleza entre los árabes y de menor rango entre los turcos y bereberes, el hábitat nómada nos lleva al diálogo arquitectura-paisaje. Se diría, en efecto, que la tienda es acogida por el paisaje. Ella se instala en el mismo delicadamente, fijándose sólidamente después.

La arquitectura mediterránea se expresa tanto a través de la tierra, la piedra o la madera

Existen otros tipos de maneras de habitar en el Mediterráneo, que podemos llamar móviles, menos frecuentes que el hábitat nómada, hoy prácticamente desaparecidas. Se trata de casas construidas con fibras vegetales y madera, fácilmente desmontables y que pueden ser transportadas por animales de carga a través de distancias menores que en el caso de los desplazamientos nómadas.

como a través de la luz, la sombra o el perfume

La presencia convertida en vivienda o el hábitat nómada En conclusión, el deseo y la necesidad de asentarse y de crear su lugar son una constante casi general de la Cuenca.

Son probablemente las poblaciones nómadas las que han practicado con mayor intensidad esta alianza con la naturaleza. El relato histórico, producido mayormente en el norte y en occidente, demasiadas veces ha presentado las poblaciones nómadas, que habitan sobre todo en las regiones del sur y orientales, desde un punto de vista exótico y falto de rigor. Por ello su arquitectura, su urbanismo -nos atrevemos a decir- sus técnicas y materiales de construcción, no han sido considerados seriamente como tales. En muchos casos, nomadismo y miseria han sido asociados imprudentemente, cuando a menudo ha sido lo contrario. Nada más lejos de la realidad que la identificación establecida muchas veces entre nomadismo y bohemia o aventura. Los movimientos, las direcciones, las etapas, todo se encuentra perfectamente definido y contemplado, en un paisaje que no perdona el error. Bajo la apariencia de ligereza y de fragilidad de una tienda, se oculta una cultura densa y secular de grandes espacios.

La construcción estable. Casa y raíces. La fundación del lugar La construcción estable mediterránea responde mayoritariamente a este espíritu de fundación. Casi el 40% de las tipologías catalogadas corresponden a casas de un único nivel, la planta baja (PB). De entrada, se podría decir que se trata del aire libre "ligeramente modificado". Casi tres cuartas partes del total corresponden a casas que no sobrepasan dos niveles (PB+1). Una quinta parte del total sobrepasa este volumen que se reparte entre los casos de PB+2 y PB+3 o más. Los niveles intermedios, muy habituales, están, sin embargo, discretamente repartidos. Este pequeño porcentaje de tipologías PB+3 o más reúne una gran proporción de población puesto que representa, en la mayor parte de los casos, tipologías rurales. En los medios rurales y urbanos en los que la escasez de suelo -factor que aumenta en los terrenos con fuertes pendientes- favorece la construcción en altura, sumada a criterios defensivos, han decidido agruparse en el seno de un recinto definido para defenderse de un enemigo tanto humano (pillajes, razzias,...) como natural (desierto). La ocupación del territorio sigue siendo, sin embargo, una característica importante.

La "casa de pelo" de las poblaciones árabe-musulmanas o la otag, la tienda en los antiguos turcos, anticiparon ya maneras de habitar que más tarde encontraremos en la arquitectura de las casas estables de las poblaciones sedentarias. Otag se convertirá posteriormente en oda, la habitación o la estancia. Los bereberes de Marruecos llaman a la tienda taxamt (o takhamt) y se utiliza la palabra akham (o axxam) para designar la casa o el hogar. He aquí dos ejemplos, en dos extremos de la Cuenca, que ilustran esta transmisión.

Dos tercios del total de tipologías presentan una planta de geometría regular, de las cuales más de la mitad son de planta rectangular. Un tercio solamente de las tipologías, presenta figuras irregulares. A menudo, en el medio rural, las condiciones topográficas imponen esta irregularidad; en otras ocasiones, imbricaciones debidas a transmisiones de propiedad y a las FORMAS ARQUITECTÓNICAS

La arquitectura nómada -la tienda- y su "urbanismo" e implantación en la formación de campamentos, están tan estrictamente reglamentados como en cualquier aldea o en

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Dana Abandono y revitalización, un proceso de treinta años

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Dana es un pequeño pueblo situado en el suroeste de Jordania, en la cadena de montañas que separa el desierto del valle del Jordán. 1

En 1960, a algunos kilómetros de Dana y al pie de la ruta que atraviesa el país de norte a sur, se fundó

Katrana, Jordania. Parada indispensable. Caravanserallo: estos edificios, mezcla de hotel y mercado, eran paradas fundamentales para las caravanas que transitaban por las grandes vías comerciales intercontinentales. Aquí, cisterna capaz de acumular más de 12.000 m3 de agua de lluvia. A diferencia de los khans urbanos, la puerta de entrada tiene el gálibo de los camellos y no el de los carros.

Qadsiyyeh. Este nuevo pueblo atrajo la atención de los habitantes de Dana dada su buena situación en cuanto a los transportes y a su disposición de agua y electricidad. Poco a poco, algunos habitantes de Dana acabaron instalándose en este pueblo,... El abandono total de Dana culminó en 1980 con la creación de una gran cementera en Rashdiyyeh, próximo a Qadsiyyeh, que dio trabajo a todos los habitantes de la región.

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Cachou, Argelia. Raíces e indicios para una población casi sedentaria. Casas de piedra en seco y cubierta plana de tierra apisonada, fusionándose con el paisaje, en general no evolutivas, acogen a la población de forma estacional, que se desplaza completamente -excepto los guardianes de los graneros-, para buscar las zonas húmedas. 3

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3- Cafarnaum, Palestina; 4- Wadi Mussa, Jordania. 5 6

Última etapa de un rico itinerario cultural. En la frontera con Siria, en 1924, se instalaron algunos nómadas en un campamento. Hoy, la población nómada está a punto de volverse sedentaria casi en su totalidad -como el caso de la familia jordana de la fotografía-; su implantación y su cantidad es muy discreta en toda la Cuenca. Tiende a desaparecer. 5

Mugla, Turquía. Arquitectura y encaje. Las mujeres son famosas en Mugla por su habilidad y su gusto exquisito en el trabajo de encajes. Los artesanos de la madera y de la construcción realizan casas de madera, bordadas con finos arcos y pilares esbeltos. Excelencia en el trabajo, refinamiento en el arte de vivir y de habitar. 6

Un grupo de mujeres que recorría el país en 1990 para confeccionar un catálogo de la cultura tradicional jordana, encontró Dana totalmente abandonado y se propuso iniciar un proyecto de rehabilitación y de revitalización. En 1994, se llevó a cabo un estudio ecológico y, con el apoyo de la Royal Society for

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Conservation of Nature (RSCN), la zona fue declarada Espacio Protegido. El financiamiento de la Banca

6- Testour, Túnez; 7- Siwa, Egipto.

Mundial ha permitido construir una carretera, la traída de aguas y de electricidad al pueblo. Paralelamente,

Un estilo común, bajo aires diferentes. Impronta de los moriscos expulsados de España en el siglo XVII. Testour sigue presentando la medianería de las medinas árabe-musulmanas, con el ritmo y la ordenación de las manzanas rectangulares. Por ello, la parcelación se "regulariza" y las superficies de las casas "se homogeneizan". El oasis de Siwa representa, en contraposición, un desarrollo orgánico tanto en altura como a nivel del terreno. Se trata de un organismo vivo y activo que crece sin cesar y siempre utilizando las técnicas y materiales locales: en la base piedra calcárea y palmera.

La revitalización del pueblo exigía la reintegración de sus habitantes y de sus tareas habituales. Algunos de los antiguos habitantes volvieron a sus casas y retomaron sus oficios tradicionales, como la explotación agrícola y ganadera, la alfarería o la conserva de alimentos. Sobre esta base, ha surgido una incipiente oferta de turismo regulada adecuadamente por la RSCN en lo que se refiere a la producción agrícola y a la oferta comercial y de viviendas.

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Acre, Israel. Espacios nobles y refinados. Ambiente interior del espacio central de una lebanese house en la que la triple arcada decora la fachada y le confiere dignidad al interior, realzado por un falso techo en madera finamente pintado y decorado.

Hoy, la mitad del pueblo está rehabilitado, aunque la otra mitad permanece aún en ruinas. Los habitantes se consagran al turismo y ejercen de guías. Han retomado la agricultura tradicional con ciertos productos identificados como ecológicos, mientras que otros se dedican a tareas de investigación dentro de la Reserva Natural.

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65 casas han podido ser rehabilitadas.

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necesidades rurales de parcelación, tienden a seguir la norma de la regularidad y el orden. El ángulo es también la norma general, mientras que las formas redondeadas, aunque presentes, son muy excepcionales. Estas últimas son el testimonio de modelos y tipos más arcaicos, hoy poco presentes.

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El Mediterráneo, con inviernos menos cálidos de lo que generalmente se imagina, otorga una gran importancia al fuego. El hogar, la chimenea -ya sean para cocinar o para calentarse, a veces es lo mismo, a veces son cosas distintas- centran en invierno o en las noches frescas el espacio de convivencia. Ambos definen, ya sea con chimeneas en la fachada o sobre el tejado, el carácter exterior de la casa. En las viviendas más simples, un sencillo agujero en el techo sirve para la evacuación de humos.

La diversidad de soluciones en cuanto a la distribución interior de los espacios es grande. Esta diversidad se puede observar tanto en casas de un sólo nivel, ya sean elementales o más complejas, como en las de varios niveles, en lo que se refiere a la utilización y a la jerarquización de estos últimos. Muchos factores se combinan para dar lugar a una u otra solución. La diversidad de cultivos, las actividades productivas asociadas y también la habilidad constructiva, privilegiaron ciertas fórmulas. Con todo, pueden distinguirse dos grandes grupos: las tipologías cuya distribución tiene lugar por el exterior, o aquellas que la presentan por el interior de la casa.

Dejando aparte el hábitat troglodítico, sobre el que volveremos, la casa mediterránea no se caracteriza por la construcción sistemática de pisos subterráneos (niveles cuyos muros perimétricos no son visibles). Solamente el 15% de las tipologías disponen de este nivel (ciertamente, son más frecuentes los niveles semi-subterráneos, que presentan una única fachada visible y las restantes están apoyadas al terreno). Este nivel de subsuelo es de gran importancia, en muchos casos, para la actividad productiva (conservación de productos alimenticios) asociada a la tipología. Conviene recordar también que la necesidad de controlar y guardar cuidadosamente el agua, ha dado lugar en el Mediterráneo a un oficio: el de excavar pozos, manantiales de agua o cisternas. Por otra parte, un 5% de las tipologías disponen de un entresuelo, nivel intermedio entre la planta baja y el primer piso.

El primer grupo ofrece toda una gradación, si entramos directamente desde el exterior, hasta el pórtico más o menos transparente. Algunas tipologías de este grupo evolucionan (y no "son transformadas", aunque esto también se da) cerrando este espacio de distribución exterior e integrándolo definitivamente como un espacio interior en el cual nuevas actividades surgen, además del papel de distribución. Algunas casas con era o las casas con patio procederían de los dos grupos. En efecto, aunque la distribución tenga lugar físicamente en el exterior, esta se desarrolla en un espacio íntimo y privado, centro de la casa -indiscutible para el patio, más sutil en la era, sobre todo cuando no está cerrada más que por una parte-.

Por lo que se refiere a la superficie ocupada en el terreno, podemos constatar una rica gradación. En el hábitat diseminado, una proporción significativa, 35% de las tipologías, no supera los 50 m2, mientras que otro tercio se sitúa entre los 150 m2 y los 300 m2. Las grandes mansiones de la burguesía agrícola pueden incluso superar estas medidas. En el hábitat agrupado, el reparto se distribuye de forma casi uniforme en todos los niveles existentes. También es frecuente que la superficie de una misma tipología presente variantes importantes, adaptándose a las características demográficas, sociales y productivas de la familia. En las medinas árabe-musulmanas encontramos un buen ejemplo en el que es perfectamente reconocible el mismo modelo en la casa familiar modesta y en la mansión acomodada o noble.

Esto nos lleva a aislar dos subgrupos para las casas con distribución por el interior: las que se organizan a partir de un espacio central y las que presentan una organización lineal. Este esquema implica algunas dudas a la hora de situar ciertas tipologías que ofrecen soluciones híbridas.

De hecho, en la arquitectura tradicional mediterránea, las tipologías inventariadas y que corresponden a clases sociales que podríamos calificar de forma muy simple como pudientes o ricas, son prácticamente un cuarto del total. La gran masa restante, unos dos tercios, corresponde a las que pertenecen a agricultores, ganaderos, comerciantes y artesanos, y el resto a otras categorías más humildes.

Desde un espacio central, encontramos la casa con patio ya citada y, además todas las casas con sofa central, las lebanese houses. La disposición de las crujías determina, por lo general, una centralidad a partir de una configuración basílical que subraya la jerarquía de la nave central -este sería el caso de la masía catalana, con la sala como espacio central-. La organización lineal se crea tanto desde el centro como desde uno de los lados. Este eje sirve, a menudo, para unir directamente y claramente dos espacios exteriores: la calle y el jardín (o la era) adosado a la fachada posterior.

La casa mediterránea se concibe sólida y con vocación de permanencia. La casa significa el lugar. ¿No decimos también, para referirnos a la casa, "el lugar y el hogar"? El hombre mediterráneo se implica en la construcción de su casa. Mayoritariamente, el hábitat estable es un hábitat permanente (9 de cada 10 de las tipologías inventariadas corresponden a este grupo). Sin embargo, la presencia de una cultura que asocia la casa de verano y la de invierno es también importante. Hay que recordar, a título de ejemplo, los pueblos del M´Zab argelino. En ellos, como en todo el Magreb y en todas partes, pueden FORMAS ARQUITECTÓNICAS

Los espacios interiores tienen, según las culturas, tendencia a la polivalencia y a rehacerse constantemente o a una especialización mucho más clara. La pieza de la casa árabe-musulmana o la oda de la casa turca ilustra el primer caso; para el segundo, podemos pensar en los espacios de una casa rural en la Provenza, por ejemplo.

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observarse claras diferencias entre las tipologías de verano y las de invierno. Estas diferencias van más allá de lo estrictamente morfológico, matizando la rigidez de los comportamientos cotidianos. Con frecuencia, es el clima el que obliga a adoptar esta estrategia del hábitat estacional. No hay que olvidar que en las regiones en las que las diferencias estacionales climáticas son importantes, tanto como las variaciones de temperatura en verano, se da una organización espacial también estacional en la misma casa, con una "trashumancia doméstica" en busca de los niveles más fríos o más cálidos, según la estación. De este modo, en verano la terraza se convierte en el lugar ideal para dormir.

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Roseta, Egipto. Todos los niveles de la vida doméstica alterados. A la vez filtro y estabilizador de la intensidad luminosa y protección de la intimidad femenina, pero que permite observar la cotidianidad exterior, las mucharabis, desafían la estabilidad de las fachadas, bordan de encajes los muros y crean ambientes interiores particulares. 2

Matmata, Túnez. Íntimo y delicado. Éxito de la concepción estructural, de la belleza de formas, de la eficacia del revestimiento, de la no construcción del espacio para vivir. 3

Medina de Túnez, Túnez. Mansión acomodada o modesta, la planta permanece inmutable. El patio, corazón de la casa, acoge las actividades y los itinerarios que unen las diferentes estancias y miembros de una familia extensa. El arco garantiza un espacio de sombra atenuando los contrastes de luz y protegiendo la circulación en los días de lluvia.

Presencia convertida en casa, bajo la ligereza y la aparente fragilidad de una tienda se esconde una cultura densa y secular de grandes espacios

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Dicho esto, conviene recordar que el paisaje mediterráneo está sembrado de construcciones auxiliares para la actividad agrícola y ganadera. Y decimos auxiliares porque la mayoría de estas construcciones no pueden considerarse como hábitat estacional, ya que prácticamente sólo se utilizan durante la jornada de trabajo. En general, estas construcciones son de dimensiones reducidas (que sirven de alojamiento temporal a personas o para guardar útiles agrícolas o a veces también ganado), se adaptan tan bien al paisaje que se convierten en referencia. Otra característica interesante es la simplificación formal y constructiva. Así, por ejemplo, en regiones en las que la norma es la cubierta a dos aguas, estas construcciones adoptan por lo general la forma de una sola vertiente y las bóvedas son, a menudo, falsas bóvedas. Estas construcciones son, por otra parte, siempre una lección de eficacia y de durabilidad extremas, puesto que están construidas, en su mayor parte, con materiales que no han sido transportados y almacenados sino recogidos al alcance de la mano. En el caso de la piedra, se han utilizado a menudo guijarros recogidos en las tierras de labranza. Sin embargo, existen hábitats que responden a esta condición de vivienda temporal en regiones o tierras de cultivo lejanas de los pueblos o que practican la trashumancia.

Teià, Cataluña, España. Sobriedad y rigor. Masía. Sea tanto por la definición de la planta, por la estructura, las distribuciones, la composición de fachadas, como por el control de la luz, la jerarquización de los espacios, el simbolismo o la decoración, el orden y la norma rigen y se adaptan a la presencia de una familia patriarcal sólida. 5

Taghzout, Alto Rif, Marruecos. Sinfonía de sombras y de frescor. El dominio de un espacio interior, abierto al cielo y cerrado al mundo, preserva la calma y la intimidad y amortigua los efectos del clima, es una constante y una necesidad. 6

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6- Nossa Sra. Da Graça do Divos, Portugal; 7- Ambelakia,

Turquía. Casas discretas, chimeneas espectaculares; campanas de madera pintada, protegida con yeso. En invierno, en las semanas en que el hombre mediterráneo añora el buen tiempo, el hogar hipnotiza sus veladas. De chimeneas majestuosas surgen genios de humo para bailar en el crepúsculo de la Cuenca. 8

La construcción ligera o la reafirmación del arraigo

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8- Lindos, Grecia; 9- Tozeur, Djerid, Túnez.

La casa de los Capitanes, estilo de Caballeros; siempre a escala humana. Extendidos por la Cuenca, los arcos diafragma crean a partir de tramos reducidos espacios interiores de volumen y dimensiones considerables, añadiendo a estos ambientes un gran refinamiento técnico y de belleza con la presencia de un gran arco esbelto. En Túnez existen estancias de grandes alturas (6 m.) con anchuras pequeñas (2,5/3 m.) y de una longitud importante. Volumen singular que garantiza el confort climático.

La vocación de permanencia, de fundación del lugar de la casa mediterránea no es exclusiva de la construcción estable.

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

En el pasado, amplias zonas del litoral o incluso de las llanuras interiores estaban ocupadas por marismas. En estos territorios con tanta agua como tierra (el terramare), la piedra era escasa y el terreno no aceptaba mecánicamente cargas muy pesadas. Su humedad no aconsejaba, por otra parte, el uso de materiales constructivos de alta capilaridad. En cambio, la caña era, en general, muy abundante.

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Este medio tan particular ha favorecido, de un extremo al otro del Mediterráneo, la aparición de un hábitat ligero, a veces palafítico, perfectamente adaptado a las condiciones del entorno y a los recursos disponibles: casas más o menos ligeras, simples y de una longevidad media. Esta última característica y la desecación progresiva de zonas húmedas mediterráneas han eliminado lentamente las huellas de este tipo de casas. No obstante, todavía hoy, sólo en algunas regiones y para poblaciones marginales, las construcciones ligeras siguen siendo edificadas y habitadas.

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Este tipo de hábitat, completa invaginación de la vivienda, negativo, en el sentido escultural de la palabra y del proceso constructivo, aprovecha al máximo las cualidades y sobre todo las constantes térmicas que ofrece el suelo, pudiendo ser considerado en algunos casos -especialmente en el de Matmata- como evolutivo. Sus específicas cualidades higrotérmicas hacen que, dejando aparte los hábitats citados, otras "no construcciones" de este mismo tipo sean utilizadas exclusivamente como cavas para la elaboración y conservación de alimentos.

Se podría pensar que esta arquitectura se opone a la construcción estable e "imperecedera". Algunas veces se la ha clasificado junto a las tiendas. Sin embargo, esta ligereza es sólo material. Conceptualmente, es una casa tan arraigada como la estable. En realidad, en el caso de las viviendas ligeras, este arraigo se renueva y reafirma regularmente. En efecto, la fragilidad de los materiales empleados obliga a rehacer la casa cada cinco o ocho años. Es el caso, por ejemplo, de las comunidades de pescadores que habitan este tipo de casas en el delta del Nilo en las riberas de lago Borolos.

La casa troglodítica, "no construcción" de vivienda en las zonas áridas, aprovecha las cualidades y constantes térmicas del suelo

Evolución y definición

LA CASA MEDITERRÁNEA, PREOCUPACIONES Y ACTIVIDADES, ESPACIOS Y CULTURAS

En el Mediterráneo, la casa está en su mayoría “concebida”/”acabada” desde su origen. Es decir, la casa se adapta y a la vez prevé las necesidades a las que debe responder y cómo debe hacerlo. Las ampliaciones que no tienen relación con la idea de evolución a partir de un núcleo elemental, pertenecen a otra naturaleza. Podemos hablar, entonces, de tipologías definitivas y de tipologías evolutivas. El primer grupo representa el 85%, y el segundo el 15%. Hay que indicar que las evolutivas se desarrollan según un esquema que en general es muy previsible. Desde este punto de vista, podrían ser consideradas como definitivas, pues su construcción tendría lugar durante un tiempo ilimitado. La evolución de la casa se desarrolla sobre todo en horizontal más que en vertical, aunque esta última forma no es excepcional.

Las preocupaciones defensivas Los problemas defensivos han dado forma, a menudo, a la arquitectura de toda la Cuenca, lo hemos dicho ya, sometidos a guerras, invasiones y pillajes, y ello impone ciertas expresiones arquitectónicas más radicales durante los periodos históricos y las regiones más conflictivas, volviendo casi al formalismo cuando la seguridad ha sido un hecho casi conquistado. El Mediterráneo presenta una gran variedad de fórmulas para incorporar la noción de defensa al edificio. Resumidamente, podemos observar tres tipos: la casa que ella misma es un elemento defensivo (la casa-torre); la casa que incorpora este elemento defensivo (casa con torre) y la casa que incorpora estrategias morfológicas de defensa, sin que sean elementos de defensa en sentido estricto. Los volúmenes y materiales utilizados aportan a veces un camuflaje perfecto a la casa o a pueblos enteros.

La "no-construcción" del hábitat o el hábitat troglodítico En casi todos los países mediterráneos existen hábitats troglodíticos. Algunos de ellos, siguen todavía habitados (Túnez, España,...) y en algunos de estos países se han iniciado programas para rehabilitar y recuperar sus condiciones adecuadas de habitabilidad. Aunque por su singularidad representen un tipo de hábitat significativo de la región, solamente alberga una población mínima, tanto respecto de cada país como de la Cuenca en general.

Este grupo de tres tipos antes citados, ha de entenderse en un sentido muy sintético que permite comprender, sin embargo, las grandes expresiones arquitectónicas que satisfacen una misma necesidad. La casa torre es el resultado de una casa compacta con mínimas aberturas, altas y estrechas, replegándose en sí misma hasta convertirse en torre, stricto sensu. En el primer caso, se trata de la adaptación de la casa tipo a las necesidades defensivas; en el segundo caso, es casi una adaptación de la vivienda a un volumen específicamente defensivo. En cuanto a la casa con torre, esta significará con una importancia mayor o menor, este elemento defensivo, caracterizando plenamente la casa o insinuándose discretamente. Algunas casas turcas ilustrarían bien este tercer grupo. FORMAS ARQUITECTÓNICAS

Estos hábitats trogloditas se presentan según tres grandes grupos: las tipologías que utilizan una concavidad natural y que la refuerzan mediante un muro, a modo de fachada, como en el caso de Palestina, Túnez y España; las que excavan completamente en horizontal el habitáculo y cuyos únicos elementos visibles son la puerta de entrada y la chimenea, es el caso de Guadix, en España; y, por último, la tipología que excava las piezas principales en horizontal a partir de un pozo vertical, a modo de patio, es el caso de Matmata en Túnez.

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Es evidente que estas disposiciones se dan mayormente en la casa diseminada. El hábitat agrupado puede recurrir a la defensa colectiva, ya sea mediante murallas u otros sistemas de defensa difíciles de localizar y de acceder.

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Paltiem, Lago Borolos, Delta del Nilo, Egipto. La arquitectura de la caña. Con zonas húmedas litorales más abundantes que hoy, esta construcción era mucho más frecuente en toda la Cuenca. Bien adaptada al clima y a la extrema eficacia de los materiales disponibles. Construcción rehecha cada ocho años en la cual hombres y mujeres comparten por igual el trabajo.

En un sentido menos material, debemos referirnos también a la defensa/protección de la intimidad doméstica y, especialmente en ciertas culturas, a la de la mujer. La arquitectura tradicional nos ofrece de nuevo un abanico de fórmulas que van desde el frach de los nómadas hasta las fachadas ciegas de las medinas o las mucharabis de las casas árabemusulmanas o turcas.

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Ras-Kar Kar, Palestina. La evolución sin fin. Modelo tradicional de pueblos rurales palestinos: composición de varias casas con patio destinadas a familias extensas. El añadido de casas simples desarrolla orgánicamente el conjunto y puede modificar la forma del patio.

Las actividades productivas

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Rosário, Setubal, Portugal. Vivienda, en general no evolutiva, de pequeños propietarios o trabajadores rurales. Se organiza en función de la cocina o la salacocina. Muy unida al exterior tanto en la fachada principal como posterior, donde una pérgola o edificios auxiliares acogen la extensión de las tareas domésticas.

La segregación humanos/animales es generalmente la norma. Por eso, en un primer caso, en los tipos más primitivos que corresponden a los territorios más inaccesibles y a las sociedades más tradicionales, encontramos los animales y a su propietario compartiendo siempre el mismo espacio cubierto habitable. Mucho más frecuente es el caso de animales y habitantes compartiendo el mismo recinto, los primeros en una era y los humanos en las estancias situadas alrededor de la misma. En el tercer caso el propio edificio acoge las dos categorías, pero con una separación a un mismo o a dos niveles diferentes. Por fin, la cuarta variante consiste en que humanos y animales se alojan en edificios separados. La separación habitante/animales puede ser interpretada como un indicio de desarrollo social y/o de las actividades productivas.

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Setenil, Andalucía, España. Incrustarse en la roca madre. Una de las tres grandes tipologías de hábitat troglodítico que se puede encontrar en la Cuenca. Esta misma solución aparece por ejemplo en Túnez (Douiret-Chenini) o en Palestina (región de Hebrón). 5

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Sfax, Túnez. Medina fortaleza, una mirada sobre el mar, una mirada sobre la llanura. Murallas espectaculares y bien conservadas para proteger una ciudad portuaria musulmana creada sobre un terreno virgen que, más tarde, ha conocido las influencias de diferentes épocas islámicas. Se aprecian en planta, los patios de la tipología típica de las medinas árabe-musulmanas.

Unas tres cuartas partes de las tipologías asocian las actividades productivas a la agricultura, un cuarto al comercio o al artesanado, un tercio a la ganadería y a los pastos y una décima parte a la pesca. Muchos, y frecuentemente, describen más actividades que las aquí descritas. El 40% no destina otra actividad esencial a la casa que no sea la de vivienda.

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Lechonia, Pelión, Grecia. Síntesis culturales. Versión otomana de la casa-torre medieval. Usada tanto por los turcos como por los griegos ricos como residencia estacional cerca de los cultivos. Protegida en el nivel más elevado, la vivienda abre generosamente al exterior su interior de estilo otomano.

Estas actividades ocupan diferentes espacios según las tipologías. Una tendencia general en la casa compacta es el uso de la planta baja para actividades productivas. Esto es evidentemente bastante lógico sobre todo para actividades comerciales y artesanales que permiten una conexión directa y fácil entre la calle y el taller o el comercio, pero también para albergar el ganado mayor, los arados u otros útiles agrícolas. La misma situación se da en las tipologías asociadas a las actividades del mar. En estos casos, la actividad productiva marcará claramente los parámetros geométricos de los espacios y su relación con el resto de las piezas de la casa. En el extremo opuesto, bajo techo o en la terraza, aparece sin embargo, en algunas regiones y tipologías, otro espacio relacionado directamente con las actividades productivas. En efecto, el nivel bajo cubierta se emplea con frecuencia para el almacenaje y secado de legumbres o frutos y, al mismo tiempo, como lugar para los animales de corral. En la casa compuesta, estas actividades productivas exigen edificios o cuerpos de la construcción específicamente destinados a cada actividad. Están concebidos de manera muy particular para adaptarse exactamente a las necesidades que exige la

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Dos Hermanas, Andalucía, España. Una falsa torre. Ninguna preocupación defensiva para esta torre que no es más que el contrapeso de la enorme prensa de aceite de los complejos productivos que son las haciendas andaluzas, centro vital de grandes explotaciones en el sur de España. 9

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

Ibouharen-Fahsa, Marruecos. Ante la segregación personas-animales. Aunque en pocas ocasiones, algunas casas acogen personas y animales sin jerarquización de espacios. El ganado mayor goza de afecto y respeto.

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actividad productiva correspondiente, y ello, en muchos casos, caracteriza fuertemente la expresión arquitectónica. En cuanto a la terraza, se trata de un ámbito típicamente mediterráneo de una gran riqueza por las actividades que acoge. La terraza mediterránea es mucho más que la cubierta de la casa, funciona como secadero de frutos y tendedero de ropa, es la pieza de verano, es el exterior privado pero también un lugar de sociabilidad, a veces zona de paso y comunicación, lugar de recogida del agua de lluvia, lugar de observación del horizonte y de sueños,... Un espacio, pues, tan finito como infinito, recreado por hombres y mujeres, que constituye la vida a un nivel exclusivo. En ciertas tipologías sin terraza en el sentido convencional del término, la cubierta plana de tierra cumple prácticamente las mismas funciones que la terraza convencional.

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Tamazret, Túnez. La casa, agazapada al patio, abierta en todas las direcciones sobre la terraza. Miradas, reencuentros, sueños, horizontes. 2

Olhao, Portugal. En el piso más elevado, una ciudad a cielo abierto. La importancia de la terraza en la vida doméstica produce para estas casas y paisajes urbanos una morfología muy específica. La terraza asimismo equivale a trasladar y liberar en el nivel superior la totalidad de la parcela. En la medina de Argel, las terrazas forman una escalera gigante que baja hasta el mar. 3

Xauen, Marruecos. Ciclo eterno: letargo y actividad. El silencio y la calma habitan también en la terraza que sirve tanto para recuperar hasta la última gota de agua de lluvia como para rechazar los rayos del sol más ardiente.

Antes de llegar a la segregación más nítida de las últimas etapas, en el medio rural, una gran plasticidad, y si podemos decirlo así, una gran promiscuidad aparece entre paisaje, edificios, personas y animales. En este sentido, interior y exterior se encuentran tan íntimamente relacionados que su existencia como un todo vendría dada por el hecho del sol invadiendo la casa por puertas y ventanas abiertas por la mañana o bien, por la sombra de la casa alargándose bajo los efectos del sol poniente. La accesibilidad continua y repetida de estos espacios a lo largo del día, los fusiona en un único ambiente habitable muy característico de todo el Mediterráneo. El clima, lo hemos mencionado ya, gradúa según la altitud y la latitud la intensidad de esta característica.

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Basköy, Turquía. Con dulzura y con color se preparan la estación fría. La terraza es un piso más, con funciones y posibilidades múltiples. En el mes de agosto, sobre el suelo encalado, una familia extiende los albaricoques deshuesados para secarlos al sol. 5

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5- Antakya, Turquía; 6- Grabado del siglo XIX, Costumari català,

Joan Amades, Cataluña, España. Dos generaciones, una única actitud; el mobiliario estructura, privilegia y jerarquiza. Actividades cercanas, espacios distantes. Dos niveles domésticos, dos maneras de organizar el espacio.

Dos culturas, dos actitudes, dos espacios para habitar Dos grandes corrientes culturales generan dos formas de pensar, de crear y recrear, y de habitar el espacio edificado: es lo que llamamos la cultura "de pie" y la cultura "sentada". (15) Nos estamos refiriendo a dos universos culturales que habitan el espacio con dos estilos completamente diferentes. Uno de ellos predomina en la región sur y oriental del Mediterráneo, corresponde a la zona de influencia árabe-musulmana, judía y turca, y el otro, en la región norte y occidental, corresponde al arco latino, los países balcánicos y Grecia.

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Ghardaia, M´Zab, Argelia. Casa. Dominio y juego de luces y sombras, de vacíos y de llenos. Los muros que acogen el mobiliario contribuyen a liberar el suelo y a despejar el espacio interior que, de hecho, se recrea cada día con cada gesto de la vida doméstica. 8

Ibouharen-Fahsa, Rif costero, Marruecos. Eficacia técnica, polivalencia espacial. Semejante a una réplica doméstica de la Sala de las Cien Columnas de Persépolis, un bosque de pilares de madera de los cuales solo se aprecia una parte en la imagen, da lugar a espacios importantes y orgánicos bajo una cubierta plana de tierra apisonada. Espacio de ocupación humana y de tránsito de ganado.

Un acto, una posición del cuerpo en relación al sol, de la vida en relación al ojo que todo lo modifica, cuestiona las categorías, la especificidad o la polivalencia de los espacios, la contigüidad, el mobiliario, la acumulación o disgregación de los espacios habitados.

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

La "vida en el suelo" en la región suroriental no necesita gran cantidad de mobiliario, ya que todos los espacios se rehacen a cada instante y cada día, según sean las necesidades. Un ejemplo lo tenemos en los "muebles" integrados en los muros de las casas de M´Zab en Argelia, dejando libre todo el espacio que delimitan. En la región noroccidental, el uso de la silla obliga a la incorporación de la mesa, definiendo, de este modo, espacios que se ocupan con muebles y objetos que se convierten en obstáculos y barreras al campo visual. Esta ocupación de espacios mediante el mobiliario tiene también efectos en la percepción de los volúmenes y de la luz.

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Fikardou Objetivos y esfuerzos compartidos, resultados garantizados

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El pueblo de Fikardou, en Chipre, es un enclave rural situado en la vertiente noreste de la montaña de Trodos, a una altitud de 880 m. La superficie urbana del enclave es de 3.970 m2. Actualmente está habitado por siete personas de forma permanente y algunos residentes durante los fines de semana. La mayoría de las

LA CONSTRUCCIÓN DE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA

treinta y cuatro casas datan del siglo XIX. La principal cualidad estética del pueblo es su integridad y su autenticidad en completa armonía con el entorno. La fisonomía y los caracteres arquitectónicos permanecen

El equilibrio entre capacidades, recursos, necesidades, ... y placer

inalterables. En los años 70, el pueblo se encontraba en un lamentable estado de degradación, resultado de su abandono.

Hemos dicho ya que la arquitectura tradicional emplea, con excepciones, los materiales locales. No resulta sorprendente que dada la importante presencia de la piedra, sobre todo la calcárea, presente en casi toda la Cuenca, sea este el material principal en el 60% de las tipologías conservadas. Este porcentaje aumentaría significativamente en las construcciones auxiliares; se da prácticamente en el 100% en el caso de terrazas y en la organización del paisaje agrícola. Combinada en ciertas regiones con la escasez de otros materiales, la piedra se constituye como material único en los muros, las estructuras horizontales y la cubierta, lo cual demuestra la eficacia de las técnicas y habilidades tradicionales que han sabido resolver numerosos problemas con un sólo material y, muchas veces, con sólo las dos manos como útil de trabajo. Evidentemente, allí donde la piedra es más utilizada es en la construcción de los muros.

La terraza, espacio típicamente mediterráneo, es mucho más que la cubierta de la casa

El Departamento de Antigüedades puso en marcha en 1978 una campaña destinada a su recuperación, en colaboración con el Departamento de la Planificación Urbana y de la Vivienda y la Fundación G. Leventis. La finalidad de esta campaña no era transformar este pueblo en un museo, sino sobre todo crear las condiciones necesarias para la recuperación de auténticos ejemplos de arquitectura autóctona y revitalizar esta aldea

La tierra, sin otro tratamiento que el amasado (10%), el adobe o el ladrillo intervienen en casi el 30% de las tipologías. También en los muros, en las cubiertas planas y en ciertas estructuras estos materiales son los más corrientes. Las soluciones mixtas (piedra/tierra, piedra/ladrillo) están presentes en el 8% de las tipologías. Los materiales vegetales (excepto la madera de las estructuras), como el rastrojo o la paja, en tanto que material principal de un elemento constructivo, apenas aparecen en un 5% de las tipologías.

tradicional. El pueblo entero fue declarado Monumento Antiguo y su entorno inmediato, zona protegida. Se adquirieron y se restauraron dos casas importantes y dos prensas de vino o lagares a través del Departamento de Antigüedades y, actualmente, se encuentran abiertos al público. El resto de las casas es de propiedad privada. Su restauración se lleva a cabo con la colaboración de los propietarios y está controlada por el Departamento de Antigüedades. Los trabajos de restauración tienen como fin la conservación de las formas originales en la medida de lo posible y la utilización de métodos y materiales tradicionales. En consecuencia, Fikardou ha conservado su integridad y su autenticidad. La campaña de restauración y las subvenciones

Desde un punto de vista estructural, la solución adoptada más corrientemente es la de los muros sustentantes sobre los que descansan los envigados horizontales con luces, en general, cortas, formados por vigas de madera y una amplia gama de soluciones para el espacio de entrevigado. Los diferentes tipos de bóveda son otra solución muy frecuente sobre todo para los techos de cavas y de las plantas bajas. La piedra, el ladrillo y el amorterado cargado de áridos se utilizan para construirlas. Los arcos diafragma, habituales en muchas zonas, representan una solución práctica que permite combinar luces cortas y

obtenidas -casi el 50% de los gastos- han sido acicates para el impulso de la rehabilitación de veinte casas. El mismo pueblo y su museo local atraen un gran número de visitantes. Los trabajos actuales de restauración pretenden la mejora de los servicios, los accesos y el mantenimiento. La restauración de las casas restantes está en curso. Las nuevas finalidades del proyecto son el soterramiento de los cables eléctricos así como una mayor protección del entorno natural inmediato del enclave.

(15) Es lo que André Ravereau define, a la vez con rigor y simplicidad, para la cultura "sentada" como "la otra

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perspectiva de la vida". La Casbah d´Alger, et le site créa la ville, A. Ravereau. Sindbad, 1989.

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grandes espacios, a la vez que ellos mismos ejercen de elementos sustentantes. Algunos casos no excepcionales permiten luces considerables, como en casas o construcciones agrícolas importantes y en regiones que cuentan con buenos bosques. En las llanuras del Magreb, por ejemplo, todavía podemos encontrar la solución espacial de tipo "hipóstilo". Es decir, gracias a un "bosque" de pilares de madera se llega a obtener superficies importantes, con cubierta plana de tierra apisonada, para tener la percepción de un espacio interior importante a pesar de una modesta altura interior.

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Para los revestimientos interiores, se repiten las mismas posibilidades que para el exterior. Sin embargo, hay que añadir los azulejos sobre los muros y la cerámica para los pavimentos que en ciertas regiones son de una profusión, belleza y habilidad muy importantes. En muchos casos la casa mediterránea y su construcción son netamente esenciales. Por eso mismo, su construcción es muy rápida. Esta sorprendente rapidez (de una a seis u ocho semanas en la mayoría de tipologías) procede de tres circunstancias fundamentales: la simplicidad de la construcción, que la luz, la sombra y la presencia llenan y decoran; la presión del tiempo disponible entre, por ejemplo, la cosecha y el periodo de lluvias; y, por último, la organización precisa y previa de los materiales necesarios y de la obra, de manera sistemática y programada, lo cual demuestra la reflexión (muy lejana de la tan cacareada espontaneidad) del acto constructivo y arquitectónico. Además, la cooperación mutua entre vecinos, familiares o aldeanos es a menudo la regla general.

En cuanto a las cubiertas, también se presentan varias soluciones. La cubierta inclinada (generalmente, hecha de teja y a dos aguas) es el sistema usado en el 56% de las tipologías inventariadas, le sigue la cubierta plana con un 38%, del cual un 22% es cubierta plana de tierra y un 12% aplica el acabado a la cal, un 4% que adopta el pavimento de baldosas, lo que significa un 16% de las tipologías cuya cubierta es la terraza propiamente dicha. La cubierta inclinada de tierra representa casi un 4%, del que un 3% es para las cubiertas inclinadas de paja o rastrojo y un 6% para las cúpulas y bóvedas. Para las estructuras de estas cubiertas, se adopta la misma solución genérica para un envigado horizontal que para las cubiertas planas, mientras que para las inclinadas la solución más frecuente es la de vigas apoyadas en dos muros sustentantes en el caso de una cubierta a una vertiente; o sobre un muro sustentante y una viga maestra, para las de dos vertientes. Una gama imaginativa de variantes para las cerchas, armaduras de pares, o, incluso, soluciones mixtas, completan el repertorio. La teja cerámica es el material más utilizado para estas cubiertas, aunque las piedras como el esquisto son también utilizadas sobre todo en la montaña.

La arquitectura tradicional mediterránea es la exuberancia de lo esencial y el esplendor de la vitalidad

En esta tierra de acogida y a la vez de emigración, los movimientos de población con las fortunas acumuladas durante años de expatriación han dado lugar, durante el siglo XIX y principios del XX, a una importante, cuantitativamente, arquitectura para gente adinerada. La encontramos en las regiones de donde partieron mayor número de emigrantes hacia ultramar: el Egeo, Portugal, España. Esta arquitectura, que siente la necesidad de expresar el status del nuevo rico, prefiere formas neoclásicas o acentúa la ornamentación y su profusión. Importada, generalmente, de las Américas o de las Indias, ha sido denominada en Portugal la arquitectura de los brasileiros y en España, de los americanos o indianos.

El empleo de bóvedas está presenta casi en todas partes, aunque con densidades diferentes. La cúpula está por contra, circunscrita a las regiones sur y este, y menos extendida por el resto de la Cuenca. Allí donde su utilización está más presente, combina con imaginación las variantes y perfiles. Estas tipologías representan una de las imágenes mediáticas del Mediterráneo, que tiene más éxito, aunque no supongan más que una discreta minoría. La mayoría de las tipologías (75%) emplea un revestimiento exterior. El más usual es el mortero a base de cal (45%) y el mortero a base de yeso y de tierra (15% cada uno) representan el resto. Son infrecuentes los aplacados de piedra o cerámica. Las 25% restantes carecen de revestimiento y, finalmente, un pequeño porcentaje, sólo ocasionalmente. Otras veces, este revestimiento exterior no cubre todos los muros, en ciertos casos solamente la fachada principal y en otros la más expuesta a la lluvia y al viento. Contrariamente, este revestimiento puede cubrir también toda la casa, incluida la cubierta. Es el caso de revestimientos ligeros como el encalado. Constituye así la imagen estereotipada de una supuesta esencia de la arquitectura mediterránea. Por lo tanto, desde el punto de vista cromático, no es el color blanco lo importante, sino ciertamente los amarillos ocres y los grises azulados procedentes de la tierra y de la piedra calcárea, junto a toda una gama de pasteles que va desde los rojizos y rosados a los verdes, azules,... reforzando también mediante los colores la diversidad de la Cuenca.

En esta Cuenca dividida en estados, la arquitectura no ha respetado las fronteras y es una constante encontrar el mismo tipo en dos o más países, ya sean vecinos o no. De este modo en Turquía se llaman casas griegas al mismo tipo que en Grecia se llaman casas turcas. En el otro extremo del Mediterráneo, podemos encontrar expresiones arquitectónicas sorprendentemente parecidas entre el Alentejo portugués y la Extremadura española, o bien, entre Andalucía, al sur de España, y el Magreb.

FORMAS ARQUITECTÓNICAS

Se dice a menudo que la arquitectura tradicional muestra las huellas de las culturas y de sus habitantes. No solamente las huellas de gestos materiales (actividades productivas, demografía,...) sino también las trazas de la cultura y de las creencias. Sobre dos fachadas (principal y secundaria) de una casa, dos puertas de tratamiento y escala muy diferentes,

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una grande y noble para los hombres y otra pequeña y humilde para las mujeres, por ejemplo, nos describen un largo capítulo de cultura y sociedad. Unos dibujos de colores vivos sobre los muros de las casas musulmanas en Nablús o una imagen de un santo en una calle de Malta o de Andalucía o, finalmente, un pequeño ramo de palma clavado sobre la puerta de entrada de una casa de un pueblo catalán, todos estos ejemplos nos hablan de un viaje a La Meca, de la fe católica o de invocaciones y protecciones contra los malos espíritus. El motivo es que la casa tradicional es, ciertamente, la piel de sus pobladores y no un monumento que expresa las alegrías y las esperanzas así como las miserias y los temores de sus habitantes.

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Faro, Portugal. La historia a través de la arquitectura. En un edificio simple de planta rectangular y con cubierta a dos aguas, un frontón de trazas barrocas y con motivos marinos e indígenas de ultramar aparece en la esquina. A la vez, importación de símbolos y manifestación de un cierto enriquecimiento. 2

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Deir Ghanasseh, Palestina. Arquitectura como testimonio y como instrumento. La puerta marca en la fachada secundaria la sumisión y la jerarquía, pues obliga a la mujer a agacharse y a inclinar la cabeza para atravesarla. Al lado, la grandeza y la nobleza de una puerta a escala humana. La autoridad queda reforzada por el arco que realza un umbral que sólo el hombre puede franquear.

Pero el enorme capital que supone esta arquitectura no está exento de peligros y su salud provoca inquietudes bien fundadas. Los resultados de las investigaciones y análisis llevados a cabo nos ofrecen datos a menudo preocupantes, a menos que se inicien rápidamente intervenciones coordinadas y eficaces. Estos resultados, más allá de las imprecisiones en términos generales que hay que aceptar dada la escala del proyecto, muestran, sin embargo, una tendencia que refleja con bastante fidelidad la realidad de las cosas.

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4- Acre, Israel; 5- La Valetta, Malta; 6- Jerusalén.

Civilización, religión, expresión. Un bóveda cruzada con aristas interrumpidas para que no aparezca el signo de la cruz, un santo protector sobre el ángulo del edificio, símbolos de una promesa cumplida, en todos los casos, la huella profunda de la civilización en la arquitectura.

Podemos estimar en un 10% las tipologías gravemente amenazadas, sea por abandono o por una presión imposible de asimilar. Un 60% se encontraría en una situación a medio camino entre el regresión y el estancamiento, y de ahí un verdadero decaimiento. Solamente un 30% no correría peligros significativos o se encontraría en vías de revitalización. Ello significa, en cualquier caso, que casi las tres cuartas partes de este capital y de este potencial mediterráneos se encuentran en un situación peligrosa.

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La Selva, Cataluña, España. Fe y creencias. Detalle de una palma trenzada y un cardo. En un medio duro, que no ahorra calamidades de ningún tipo, la fe y las invocaciones se encuentran muy arraigadas. 8

La Segarra, Cataluña, España. Símbolos culturales. Cementerio. El patio guarda celosamente, bajo la sombra del ciprés y de los muros, tanto la vida del más allá como la vida terrenal.

LOS ENCLAVES, INSTRUMENTO ÚTIL PARA EL ESTUDIO

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9- Testour, Túnez; 10- El Cañuelo, Andalucía, España.

El Mediterráneo es un paisaje sembrado de aldeas y pueblos. La vida rural es un elemento esencial en esta Cuenca. Las ciudades medias completan este espectro urbano como dovela de una bóveda entre grandes ciudades, con frecuencia históricas, que hoy se han convertido, en algunos casos, en enormes metrópolis, aunque conservando siempre barrios cuyas arquitecturas son testimonio de la historia y de la tradición.

Capilaridad cultural, permeabilidad política. El mar no ha supuesto una barrera para la transferencia de arquitecturas. Las fronteras políticas, tampoco. Los dos edificios, el de Testour y el de El Cañuelo, no se parecen, pero sin embargo, son vecinos culturalmente hablando. Sus raíces provienen del mismo vaivén cultural.

Estos pueblos, estas ciudades, estos barrios representan centros de poder y de decisión a diferentes niveles. Son testimonio de iniciativas y de sensibilidades. En ellos podemos leer sueños, frustraciones, errores y éxitos colectivos. Es ahí donde la casa, la tipología, vive con toda intensidad y, también, dramatismo, su cotidianidad, llena de pasado y, demasiadas veces, vacía de futuro. Es ahí únicamente, sobre el terreno, que los acontecimientos toman una dimensión real y donde los proyectos se vuelven exigentes, difíciles y complejos.

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Es por todas estas razones que los equipos de trabajo locales han seleccionado, en cada país, algunos enclaves significativos en los que poder reencontrar las tipologías inventariadas y

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estudiadas en su contexto real, y a la vez donde coincidir políticos, proyectistas, usuarios, asociaciones, escuelas, constructores, artesanos,... y conocer realizaciones, programas y proyectos. Esta muestra, de un total de setenta y un enclaves diversos y repartidos por toda la Cuenca y por todos los paisajes, representan situaciones muy variadas y permite discernir las tendencias y los grandes grupos de presiones y reacciones.

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Carcés, Francia. El placer de la vida activamente tranquila. Mediterráneos, sus 2.500 habitantes están tan unidos a su lago y a sus ríos como a la tierra, a sus viñas y a sus vinos. Sobre un promontorio de regusto medieval, a 115 m. de altitud, Carcés comparte su mirada entre los Alpes de la Alta Provenza y el mar. 2

Usamos aquí el término enclave en un sentido amplio para simplificar denominaciones y con la intención de facilitar este recorrido. Enclave significa, pues, tanto los conjuntos arquitectónicos (urbanos o rurales) como los espacios edificados, sabiendo que el término incluye también el concepto de paisaje cultural. El esfuerzo de síntesis es necesario para evitar que en cada línea debamos matizar y especificar hasta tal punto que convertiríamos la lectura en enojosa e impracticable. Nuestra reivindicación de la diversidad y de las tonalidades se mantiene intacta. En este caso el detalle y los datos geográficos, económicos o cartográficos contenidos en la página web, antes mencionada, serán de una gran utilidad y los consideramos indispensables. Creemos que el término enclave expresa adecuadamente y sin mayores contradicciones, tanto la ciudad como el pueblo, el espacio rural como el hábitat diseminado.

Elmali, Turquía. Vivir el Mediterráneo juntos. Constituida por "obras maestras de la arquitectura", según la opinión de Le Corbusier sobre las casas turcas de madera, Elmali, por encima de los 1.000 m. de altitud, ha acogido armenios, turcos y griegos que han compartido una ciudad común. Arquitectura cotidiana a la vez sobria y refinada. 3

Casares, Andalucía, España. Desafío al paisaje. Conocido como "el pueblo colgante", a 387 m. de altitud, como si fuera una lágrima de tejas y de cal, Casares no tiene la importancia estratégica de la época musulmana, pero pone su mirada siempre sobre un paisaje impregnado de arquitectura y de historia. 4

Beni-Isguen, M´Zab, Argelia. Arquitectura y sociedad: plena cohesión. La ciudad santa, traducción literal de su nombre, junto a sus cuatro ciudades hermanas, es según las palabras de Jean Brunhes "un asentamiento que vale por su perfección (...) lo mejor que pueda imaginarse dentro de la cultura del oasis."

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Al mismo tiempo, hemos conservado la calificación de enclaves significativos para poner de relieve los lugares que han sido escogidos, entre muchas otras posibilidades, por los colaboradores locales, y por el hecho de que sus cualidades y capacidades de resumir y presentar rasgos y características ilustran muy particularmente los análisis de este trabajo, así como las tipologías, los procedimientos o las intervenciones. Porque cuando decimos que la arquitectura tradicional representa un capital enorme, nos referimos tanto a su valor patrimonial, en el sentido más amplio, como al inmenso parque que constituye, con sus miles de pueblos y de casas diseminadas, y sus paisajes. Es por esto que es necesario, sobre todo, tomar la selección presente como una muestra modesta del rico y denso universo de enclaves mediterráneos de la arquitectura tradicional.

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Kakopetria, Chipre. Erupción, paisaje completo. Colgada a 700 m. de altitud sobre la ribera este del pequeño valle formado por la discreto río Kakotis, esta ciudad constituye un bloque compacto, sin patios ni jardines, en la que las calles estrechas liberan la única superficie no edificada. La calle se convierte entonces en el lazo común de la vida cotidiana. 6

Los enclaves seleccionados se reparten por el paisaje a razón de un cuarto en la costa marítima, dos tercios en las llanuras, mesetas y colinas y menos de una décima parte en la media y alta montaña. En lo que respecta a su población, encontraremos dos enclaves elegidos entre las ciudades de más de un millón de habitantes y hasta 25 enclaves entre los pueblos de menos de 5.000 habitantes.

Lindos, Rodas, Grecia. Síntesis de historia y de culturas. Acoplada a la topografía, hoy ciudad turística, Lindos reúne armoniosamente los elementos de la arquitectura tradicional egea, con la de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén y elementos decorativos orientales y otomanos. Síntesis arquitectónicas mediterráneas.

Si, sobre el total de enclaves, la agricultura, la ganadería y la pesca representan las tres cuartas partes de las actividades principales tradicionales, hoy nuevas actividades emergen y desplazan a aquellas. El turismo y la industria son, para 58 de 71 enclaves, las actividades nuevas más pujantes. Si consideramos el estado de conservación de estos enclaves, la tendencia teórica es más favorable que en el caso de las tipologías aisladas. Es un hecho lógico si tenemos en cuenta FORMAS ARQUITECTÓNICAS

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Antalya, Kaleici Proteger el patrimonio, recuperar la calidad de vida

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Kaleici, la antigua Antalya, en sus orígenes no era más que un puerto de piratas. Fue en el siglo II a.C. cuando el puerto se convirtió en una ciudad. El enclave fue pasando por la soberanía de los reyes de Pérgamo, los emperadores romanos y bizantinos, los emires Seldjoukides y de los sultanes otomanos.

que el enclave se beneficia globalmente de ciertos dinamismos y mecanismos que no afectan de manera tan intensa y particular a la arquitectura tradicional del lugar. Finalmente, una situación de estancamiento se confirma en un 45% de los enclaves seleccionados.

La vida rural es un elemento esencial de la Cuenca

Es siempre a través de los enclaves que podemos constatar nuevamente las grandes diferencias entre las riberas noroccidental y suroriental. Diferencias de recursos económicos y humanos, de experiencia, de formaciones específicas y de complicidad de una población sensibilizada, que pueden influir en estas cuestiones. Las diferencias existen también en los procedimientos administrativos y en la descentralización y también en el margen de maniobra y de autonomía de los poderes locales. Esto no significa que las intervenciones correctas se produzcan solamente en una ribera, porque desde hace algunos años se han puesto en marcha importantes proyectos en las riberas sur y este. A estas diferencias estructurales hemos de añadir las diferencias morfológicas de los enclaves, su estado de conservación así como sus potencialidades y posibilidades de reacción.

Constituyó siempre una puerta de acceso de la Anatolia al Mediterráneo y todavía hoy sigue siendo un centro comercial. Las construcciones tradicionales intramuros se remontan a los siglos XVIII y XIX. Actualmente, se han catalogado para su preservación 43 monumentos, 397 casas, 32 pozos, 29 jardines y 24 árboles

Se puede constatar, asimismo, una tendencia al aumento de las colaboraciones entre las dos orillas, apoyándose en los enclaves, lo cual debería facilitar intercambios deseables y beneficiosos.

monumentales. Dependiente del Plan de Intención de Conservación preparado por el Ministerio de Cultura y la Universidad técnica de Oriente Medio en 1979, Kaleici se ha convertido en un centro turístico. El plan fue revisado en 1992. Imponía seis tipos de intervenciones diferentes por lo que respecta a los edificios tradicionales

Los enclaves seleccionados ofrecen un amplio abanico de posibilidades y sobre todo una importante experiencia que será de gran utilidad para el futuro y para la continuidad del trabajo en conjunto que acaba de iniciarse.

existentes, con el fin de conservar sus valores arquitectónicos, estéticos y documentales, revitalizándolos si fuera el caso. Los tipos de intervención son los siguientes: 1. Edificios que han de ser conservados en su conjunto únicamente con simples reparaciones. 2. Edificios que han de ser conservados en su conjunto, pero iniciando un proceso de restauración. 3. Edificios con fachadas sujetas a conservación, en el interior habrá que realizar modificaciones funcionales y sanitarias. 4. Edificios con fachadas sujetas a conservación, en el interior son posibles modificaciones en la planta inicial. 5. Edificios con estructuras que han de renovarse sin modificar las características de la fachada. 6. Edificios que pueden reconstruirse sobre la base de los planos originales y de las características de la fachada. El Consejo regional de Preservación de Antalya y el Ayuntamiento son los responsables de la reglamentación y FORMAS ARQUITECTÓNICAS

de los controles en su aplicación. En este momento, la mayoría de casas y monumentos han sido restaurados, se

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ha creado un puerto y en la zona de construcciones urbanas tradicionales se vive una gran actividad.


ESPACIOS PARA HABITAR. GESTOS DE VIDA

Las páginas que vienen a continuación pretenden ilustrar el discurso que ha intentado evocar los rasgos significativos y característicos tanto de las maneras de habitar como de los espacios para vivir en los territorios mediterráneos. La variedad es tan grande y los matices tan numerosos e importantes que este capítulo no conseguiría una aproximación adecuada sin la ayuda de la página web que complementa esta obra. La presentación que sigue a continuación conserva el esquema de entradas múltiples y la visión poliédrica de la expresión tradicional de la arquitectura mediterránea. Tiene, sobre todo, una voluntad explicativa y descriptiva de hechos y de gestos más que una voluntad de clasificar modelos y objetos. En la selección de los ejemplos no hay que buscar ni la singularidad ni el caso excepcional. Al contrario, es la normalidad, lo corriente, lo cotidiano, lo que ha guiado la selección. Claro está, que la aplicación de estas cualidades es más o menos pertinente en función del grado de vitalidad actual de las diferentes tipologías. Otra limitación aceptada conscientemente dentro de este proceso de selección: la presencia constante de todos los territorios que han participado en el proyecto CORPUS. Ello ha sido necesario para asegurar una correcta distribución geográfica de los ejemplos pero también para evitar el peso excesivo de los mayores centros o los más mediatizados de la arquitectura tradicional. Esto ha contribuido también tanto a una actitud de ponderación y de reconocimiento como a un buen equilibrio temático, sobre todo para el lector. Por lo que se refiere al número de ejemplos escogidos, ha sido en función del mínimo necesario para ilustrar gráficamente las ideas expuestas y del espacio máximo disponible dado el formato de esta obra y el equilibrio entre los diversos capítulos. Es, pues, una invitación a un paseo por planos y dibujos, levantamientos actuales, ya que la norma antaño era el trabajo directo en la obra. Se trata también de una degustación. Si consigue despertar el interés y la curiosidad del lector para navegar en la página web, una parte importante de los objetivos de este trabajo, tanto como el apetito pacífico e intelectual de este nuevo navegador mediterráneo, se habrán cumplido.

IMPLANTACIÓN EN EL TERRITORIO "El Mediterráneo no ha sido jamás un paraíso que se ofrece gratuitamente al goce de la humanidad. Aquí ha sido necesario construirlo todo, a menudo con mucho más esfuerzo que en otras partes." Con estas palabras, Fernand Braudel nos sitúa en la tesitura verdadera de la Cuenca en la que, a menudo, hábitat agrupado y hábitat diseminado se han visto como antagonistas, como ciudad y campo, y cuya armonización no ha sido posible (Ciudad radial medieval en el valle de M´Zab, Gardhaia (1), y hábitat diseminado en el Maestrat, Comunidad Valenciana, España (2)). Si el trabajo llevado a cabo en el campo ha permitido el nacimiento de las primeras ciudades, asegurando su subsistencia, es la vitalidad, el impulso y la irradiación de las ciudades lo que ha cautivado a las gentes desde la Antigüedad y han confeccionado una imagen peculiar de nuestra Cuenca. Dejemos la palabra al pensamiento de diversos personajes mediterráneos de todos los tiempos que han vislumbrado percepciones diferentes de algo tan importante como la fundación de un lugar. "Aquello que llamamos ciudad es la principal comunidad de entre todas las demás, la que las comprende todas, la que se basta a sí misma y dispone de todo para vivir bien." (Aristóteles) "En el momento de fundar una ciudad, la elección de un emplazamiento salubre es lo primero (...) después de haber elegido campos fértiles que la puedan mantener, después de haber abierto caminos y encontrado ríos cercanos o puertos que se abran al mar..." (Vitruvio)

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"El hombre está hecho, por naturaleza, para la sociedad y la República, como lo demuestra Aristóteles, de donde se deduce que la formación de las ciudades es inherente a la vida del hombre." (S. Tomás de Aquino) "Los habitantes del campo se limitan a lo estrictamente necesario y no tienen medios para avanzar, mientras que las gentes de las ciudades se ocupan de satisfacer las necesidades creadas por el lujo y de perfeccionar sus hábitos y costumbres. La vida rural ha precedido a la vida urbana. En efecto, el hombre piensa antes que nada en lo que es necesario y debe buscarlo antes de aspirar al bienestar." (Ibn Jaldún) "La pequeñez de esta patria (la ciudad) inmediata no nos separa del mundo, sino que nos ayuda misteriosamente a penetrar en los grandes horizontes de nuestro tiempo -Europa y la comunidad mundialpara avanzar más allá de las fronteras más recientes de los estados nacionales." (L. Benevolo) Paisaje modificado durante algunas décadas. Ciudades convertidas en metrópolis. Quedan por hacer grandes reajustes y la arquitectura tradicional puede contribuir positiva y eficazmente tanto como un activo, como una idea y un espíritu. Como un gran capital.

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A lo largo de los años, me he convertido en un hombre de todas partes. He recorrido continentes, sólo tengo un vínculo profundo: el Mediterráneo. Soy profundamente mediterráneo.

Le Corbusier

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TODAS LAS ALTURAS POSIBLES "Desde la aparición de las primeras formas arquetípicas, el hábitat humano se ha diferenciado siempre en múltiples tipologías, cada una de ellas fruto de procesos de perfeccionamiento cultural y de adaptación al medio, largos y laboriosos. Esta multiplicidad es el producto más representativo del mundo espiritual y material del hombre (...) cada uno de estos organismos tiene en sí mismo una significación y un valor cultural que va más allá del simple hecho estético y constructivo." Si esto es así en todas partes, en la modesta superficie de la Cuenca, las palabras de Giancarlo Cataldi se aplican con una densidad y una intensidad sin igual. El resumen de ejemplos, que no pretende ser más que un preámbulo de la página web comentada, muestra una amplia gama de respuestas al problema del hecho de habitar y una rica diversidad de lenguajes y de expresiones para formular y materializar el hábitat. Ya sea en un medio rural y en hábitat diseminado (Alella, Cataluña, España (1)) o en hábitat agrupado y en el medio urbano (Roseta, Egipto (2) o la Provenza, Francia (3)), las huellas del mestizaje cultural, omnipresentes en el Mediterráneo, así como los vestigios y la impronta de cada época, son evidentes (influencias otomanas en el norte de África, en Roseta). Las diferencias son igualmente claras. si las estancias tienen una gran polivalencia, en la casa turca ("es posible sentarse, tumbarse, lavarse, comer, incluso cocinar en cada estancia" dice Reha Günay), en la masía catalana o en el edificio de la Provenza sucede totalmente lo contrario, cada estancia está estrictamente especializada. Esta rica diversidad demuestra en otras partes que, en la sociedad actual de la información y de consumo, algunos modelos están estrictamente mediatizados como síntesis mediterránea, lo cual es claramente inexacto y no deseable. Muchas serían las personas que no podrían localizar en el Mediterráneo algunas de las tipologías documentadas, dado lo apartadas que se encuentran de los estereotipos mediáticos. Centrados obsesivamente en la casa elemental cúbica encalada, nos olvidamos de los "milagros históricos" según palabras de Henry Glassie, como es el caso de la arquitectura tradicional mediterránea turca cuyas huellas reencontramos en Roseta.

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LA CASA COMPACTA/COMPLEJA

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Dos palabras para matizar una misma etapa en el desarrollo del hecho de habitar. Las dos corresponden a la casa con espacios especializados, con una clara segregación entre personas y animales, si bien la separación de espacios en un mismo volumen supone muchas veces compartir el conjunto de funciones productivas y residenciales.

La casa refugio, la casa almacén, la casa simple y que lo acoge todo y a todos, se adapta perfectamente a una vida que se desarrolla en gran parte al aire libre para las familias con pocos bienes. El módulo de base. Una sola crujía. Desde los comienzos de la sedentarización encontramos este tipo de vivienda. En Macedonia han sido descubiertos los vestigios de casas elementales de más de ocho mil años de antigüedad, de planta cuadrada y con esquinas redondeadas. Las formas netamente circulares, con cubierta vegetal cónica todavía existen. La tendencia a la planta rectangular ha sido en la mayoría de los casos un paso en su evolución. Las pequeñas dimensiones de la casa elemental permiten todas las soluciones en cubierta: plana, cónica, inclinada a una o más vertientes, abovedada,... La segregación personas/animales ha supuesto un cambio significativo. El cuadro de Giovanni Segantini, Las dos madres (1889) nos muestra con fuerza esta promiscuidad y complicidad de todos los habitantes, personas o animales, en lo exiguo de este espacio base y mínimo que significaba la casa elemental. Hoy todavía, aunque excepcionalmente, podemos encontrar aún escenas similares en algunas zonas de la Cuenca.

En la casa compacta, estas funciones están agrupadas y se desarrollan en un volumen continuo, a veces accidentado, pero proyectándose a nivel del terreno, como una unidad conexa y visible. Ciertamente la frontera entre un edificio único y un "grupo" con una unidad central y espacios adyacentes, es muchas veces sutil y complicada. Esta metamorfosis de estructuras originales, por ejemplo medievales, ha sido destacada por J. Miguel del Rey. La idea de la casa compacta lo refleja la expresión popular "bajo un mismo techo", donde todos los espacios especializados, todas las funciones, todos los habitantes y todos los productos encuentran su lugar. Aunque complejo es un término que suele utilizarse como el paso siguiente a "elemental", esta palabra aquí la usamos como un matiz del término compacto. Efectivamente, cuando esta noción de unidad y de compacidad se "desborda", la especialización toma relieve a partir de una ampliación de volúmenes, a menudo en discontinuidad o creando un "conjunto" continuo cuyas dimensiones sobrepasan "la escala casa", generando una unidad tanto de vivienda como de producción. En definitiva se trata de un "complejo". Respuesta al "régimen de grandes explotaciones que necesitan mano de obra" como constata P. Deffontaines, y que encontramos tanto en los campos andaluces como en los viñedos del Languedoc.

En los ejemplos que acompañan, podemos observar una casa elemental de la región de Ouarsenis, en Argelia (1) que, aunque dispone de una sola estancia como espacio único, este comienza a estructurarse y las actividades localizadas jerarquizan y contribuyen a definir un reparto interior del espacio global, pero todavía inmaterialmente. La segunda casa, en las Islas Baleares (2), presenta una unidad espacial absoluta. Aquí podemos constatar que elemental no significa necesariamente evolutiva, pues se nos presenta como un tipo acabado y cerrado, sin, en general, solución de continuidad.

En los ejemplos propuestos. casa compacta de Murtosa, Portugal (1); casa compacta/compleja en el Luberon, Francia (2); casa compleja "desbordada" en Montoro, Córdoba (3) y casa compleja en Ain Lakova, Marruecos (4).

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LA CASA CON PATIO

LA CASA CON ERA

Desde la Antigüedad, el patio aparece o se transmite dentro de todas las grandes civilizaciones mediterráneas. Efectivamente, este west ed-dar (centro de la casa) de los pueblos árabe-musulmanes ya centraliza la casa en Mesopotamia, Egipto, Fenicia, Etruria, entre los griegos y los romanos (cuya domus, probablemente herencia de síntesis indoeuropeas, dejará la influencia de su código tanto en la Edad Media latina como árabe-musulmana). Patio, que por otra parte, ha sido una referencia de primer orden para los grandes arquitectos del siglo XX y que Mies van der Rohe incorpora con habilidad. El recorrido que cada una de estas casas, a través de los tiempos, ha realizado para consolidar esta estructura no ha sido el mismo. Quizás desde el iwan probablemente anatolio para los etruscos o en las huellas de las casas milenarias de Ur para la casa griega en Priene. La expresión final a la que cada cultura ha llegado para expresar este corazón doméstico ha estado también teñida por muchos colores. Sin embargo permanece una misma vocación, un mismo espíritu, un mismo sentimiento, que las palabras de Georges Marçais así lo confirman. "Estamos en la casa, estamos en su casa, en el patio, junto a un trozo de cielo que sólo os pertenece a vosotros." El patio no esconde nada, revalora la intimidad y está en contacto con el cielo, lo espiritual, y el cosmos. Protege el interior, tanto como, desde la Antigüedad, contribuía a crear el espacio conocido, doméstico, en un paisaje con miles de horizontes desconocidos y siempre hostiles.

No es por casualidad que una lengua precisa como el francés no haya dudado a admitir la palabra patio para matizar la diferencia, muy sutil y muy clara, que existe entre cour (era) y patio. En ambos casos se da la misma vocación de encerrar una parcela del exterior y convertirla en privada, pero el resultado es netamente menos denso y mucho más ambiguo. Algunos aspectos determinan y refuerzan estas diferencias: - La escala que altera tanto las materialidades (cuerpos del edificio, edificios/individuos,...) como las inmaterialidades (miradas, voces,...) - La posición muchas veces descentrada de la era en relación al edificio (lo que complica o impide la relación de igualdad y de equilibrio entre los diferentes espacios e individuos). - La presencia de un cerramiento (es decir, la ausencia de la continuidad del muro que ha de habitarse, como Hassan Fathy definía las estancias que envuelven el patio). - La promiscuidad y la cantidad de actividades (agrícolas, productivas) que allí se desarrollan, así como las de los habitantes y animales que conviven (lo que genera una modulación diferente y singular). - Y, finalmente, el tratamiento de este espacio, tanto desde el punto de vista de su composición como de su textura.

Los dos ejemplos adjuntos, casa de la Casbah de Argel y casa de Xauen (Marruecos), nos muestran dos rasgos importantes. En la Casbah (1), la fuerza de la tradición y de las costumbres locales, en las que, aunque podamos reencontrar trazas y gestos turcos, son los elementos locales lo que importan en el momento de modelar la casa, que, bajo la presión del lugar, se encarama con gracia y singularidad hacia el cielo. En el caso del ejemplo de Marruecos (2), esta arquitectura, que podríamos llamar de "ida y vuelta" y que va desde el Magreb hasta Andalucía, nos presenta armónicamente compuestas, unidas hasta fundirse, todas las huellas del rico mestizaje mediterráneo.

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La era, tanto en el ejemplo de la granja de Chipre (1) (en la que el cerramiento, más que el edificio, resulta decisivo para definir la era) como en la casa de Jordania (2) (casa con era casi patio), es una expresión muy común en todas las regiones y un gesto inequívoco de la voluntad de domesticar el exterior y de recrear un espacio propio. Incluso en las construcciones ligeras, de la misma forma que en las nómadas, esta necesidad se manifiesta y se ponen en práctica diversas soluciones para satisfacerla. La era resulta ciertamente la evolución de un gesto primitivo que todo hombre intenta, con la ayuda de piedras, ramas,... para convertir en personal un trozo del anónimo espacio total.

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LA CASA CON JARDÍN A pesar de las escasas e irregulares lluvias de muchas zonas de la Cuenca con paisajes a menudo áridos, el jardín, los árboles, las flores y la exuberancia de colores y perfumes familiares han estado desde la antigüedad íntimamente asociados al hábitat mediterráneo, a veces evidente, a veces discreta. Desde los jardines de Babilonia, que los griegos consideraron una de las siete maravillas del mundo, pasando por los jardines perfumados y productivos de la casa egipcia, y los situados en el peristilo romano o por los grandes jardines de las villas de verano de los pachás o de los rais del Magreb, la casa mediterránea en primer lugar domestica el espacio, y después el hombre mediterráneo extiende colores y aromas. La economía tradicional encuentra en el jardín, a menudo más grande en superficie que la casa, el divertimento, una eficaz regulación bioclimática, y también su supervivencia. Legumbres, vegetales, plantas medicinales y siempre frutos, completan este oasis particular. La casa con jardín de Mugla, Turquía (1), del ejemplo, y en general la casa turca, ofrecen la imagen perfecta de este jardín completo en sus funciones y generoso en belleza y exuberancia. La casa se extiende hacia el jardín a través del sofa, abriéndola en todas direcciones. No es casual que sea en Turquía donde esta casa con jardín, modesta o noble, se manifieste en todo su esplendor. La influencia de civilizaciones situadas más allá del Mediterráneo oriental no ha sido en vano. Los jardines tapizados, los hermosos parterres florales o las miniaturas coloreadas de los libros medievales persas en los que la casa con jardín representa el "paraíso", nos indican su origen generoso. Solimán el Magnífico, cuyos artistas y pensadores llevaron a cabo una destacable síntesis de tradiciones turcas, islámicas y europeas, escribía: "... si tú esperas ser admitido en el jardín del Paraíso para encontrar allí el amor y la gracia."

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LAS CASAS DE INVIERNO/VERANO "En verano, la tienda es demasiado calurosa; los flij ofrecen sombra pero no mitigan el calor. También los semi-nómadas la desmontan y prefieren una cabaña ligera hecha de diss sobre un armazón de ramas, el khoçç. Así encontramos, cerca de Bir Amir, 17 khoçç, de los Trarma, instalados allí en el mes de agosto, cuando antes los habíamos encontrado 20 km. al este y bajo la tienda, hasta el mes de marzo." Estas líneas de André Louis ilustran ricamente esta minuciosa adaptación de la casa mediterránea a las estaciones. Desde la antigüedad, muchos documentos han descrito la casa de verano, la casa de campo, muchas veces contraponiendo mundo rural a mundo urbano. Plinio escribía en sus Epístolas. "...sin protocolo, sin obstáculos en la entrada, todo está tranquilo y en calma, la bondad del clima vuelve el cielo más sereno y el aire más puro, y yo siento mi cuerpo más sano y mi espíritu más libre." Aunque muy lejos de la escena suntuosa de Tusci descrita por el historiador romano, los ejemplos de Ghardaia, en Argelia (1, 2) y de Sfax, en Túnez (3, 4), rememoran un ambiente en el que la calma, la alegría y un cierto relajamiento de costumbres y de la rigidez de la vida urbana están muy presentes y convierten el momento de esta trashumancia estacional en esperado y deseado. En el caso de Ghardaia, hemos de destacar la "deformación" que ha sufrido la planta de la casa de verano. Instalada en pleno corazón del palmeral, que los mozabitas crearon plantando desde la primera hasta la última de las casi setecientas mil palmeras actuales, la casa se adapta y sobre todo se perfila a través de estas palmeras respetándolas e integrándolas en el patio. Se convierten así en habitantes absolutos, queridos y mimados. En el caso de Sfax, la casa de verano, en el campo, lejos de la protección de la medina y de sus muros elevados, ella misma se convierte en una fortaleza. Su nombre en árabe, bordj, alude a la idea de fortificación. Su volumen compacto, sus fachadas casi cerradas y sus cubiertas abovedadas, definen sin ambigüedad esta idea. En ambos casos, aunque de dimensiones mínimas, el patio sigue presente.

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LA CASA Y LA DEFENSA Aunque no dispusiéramos de relatos históricos, la arquitectura tradicional mediterránea nos permitiría, ella sola, reconocer la historia de la Cuenca marcada por invasiones y por transformaciones, tal es la preocupación defensiva presente en todas partes y en todas las épocas. Se han realizado una gran variedad de soluciones para intentar garantizar la seguridad y la defensa de la casa o de la ciudad. Desde la Antigüedad, las murallas han sido el recurso más utilizado. Se trata de la ciudad-protección, con formas diferentes según las civilizaciones y las épocas. El hecho de agruparse ya es de por sí tranquilizador. En el hábitat diseminado, tiende a convertirse en una casa-fortaleza. En ambos casos, es importante el camuflaje y la inaccesibilidad. No es extraño encontrar (sobre todo a orillas del mar) ciudades desdobladas, una al interior en tiempos de piratas, otra en la costa en tiempos de paz. La vigilancia sigue siempre presente, condicionando mucho los emplazamientos y dando forma a un buen número de tipologías. Mientras que la estrategia de las sociedades sedentarias ha sido la de recogerse dentro de una ciudad fortificada o en las casas fortaleza, las sociedades tradicionalmente nómadas actúan de forma completamente diferente en este aspecto. En su Historia de los Turcos, Jean-Paul Roux describe claramente esta segunda opción. "Fascinados por la vida sedentaria, sin embargo han tenido que resistirse a su atractivo, lleno de peligro para ellos. Se ha visto desde el siglo VIII, cuando Bilge Kaghan, deseoso de construir una ciudad y encerrarse en ella, cedió, no sin pena, a las indicaciones de su consejero Tonyukuk, que opinaba que las ciudades eran una amenaza para la continuidad del imperio." En los ejemplos, Casa-torre en Vathia, Mani, Grecia (1), y granja con torre medieval en Huerta de Murcia, España (2).

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LA CASA EVOLUTIVA/DEFINITIVA Dos formas de concebir y de materializar la casa. una, "embrionaria"; otra, "completa". Encontramos en el Mediterráneo la casa que a partir de una forma elemental básica evoluciona por multiplicación de sí misma, y de la casa que nace acabada y completa según el modelo correspondiente (ejemplos de Acre, Israel (3) y Bodrum, Turquía (4)). En el primer caso, la casa tiende a completar un cierto programa definitivo que en general es mucho más que una simple ampliación de la misma. En el segundo caso, difícilmente se darán cambios significativos. El término "evolutivo" presenta cierta ambigüedad y puede resultar equívoco, según los casos. Los dos ejemplos adjuntos nos muestran procesos con sensibles diferencias. En el caso del Makrinari, en Chipre (1) se ha pasado de un módulo de base con una crujía única, a una superficie discreta y a un espacio sin especializar, y que lo hará progresivamente, multiplicando las crujías y aumentando sensiblemente la superficie y que, sin modificar la luz de las vigas, por medio de arcos diafragma, consigue liberar grandes espacios y en cierto modo la desaparición de la multiplicación del módulo de base. No se trata, exclusivamente, de multiplicar una unidad, sino de generar un nuevo conjunto habitable que comporte nuevos espacios, nuevas funciones y nuevas técnicas. "De un espacio de uso no diferenciado, que asegura y asume todas las funciones (...), el tipo base, se separan poco a poco las funciones que el hombre considera progresivamente como susceptibles de independencia, designando un espacio propio para cada una de ellas..." explica G. Caniggia. Respecto a la casa de Safsafat, en Marruecos (2), se trata del despliegue de todo un acervo cultural y tradicional que nace y se desarrolla a medida que las necesidades y las posibilidades lo imponen, a partir siempre del módulo base. La bit (habitación o estancia) se multiplica, sin cambiar el módulo ni las luces, conservando sutilmente en esta multiplicación su polivalencia, sustituyendo lentamente, el cerramiento por "muros habitables", rodeando la era, no tanto mediante obra de mampostería, sino con la vida asimismo multiplicada.

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LA CASA NÓMADA/TROGLODÍTICA En árabe se puede aludir a los nómadas con el término rahâla, cuya raíz significa "desplazarse". Así lo expresa A. Louis. "La tienda es el elemento móvil por excelencia, la vivienda en las tierras que uno recorre." Ibn Jaldún escribe. "Vive bajo la tienda, cría camellos, monta a caballo, transporta su hogar de un lugar a otro, pasa el verano en el tell y el invierno en el desierto..." Para el nómada únicamente este modo de vida merece ser vivido. La vida urbana es para él una especie de prisión y cierta degradación espiritual y material. A los ojos de los nómadas, según Ahmed Najah, los sedentarios son vistos como "ratones domésticos". La tienda formada por anchas bandas tejidas y cosidas por las mujeres, se levanta con la ayuda de postes de madera y se tensa con cuerdas atadas a estacas hincadas en la arena. El interior está dividido, con la ayuda de las alfombras o con sacos de provisiones, en dos espacios: hombres y mujeres. Si la tienda es ligereza (tienda y campamento en Palestina (1)), y presencia efímera puntualmente reproducida en cada estación, el hábitat troglodítico supone la unión más íntima entre el hombre y la tierra. La "madriguera", traducción del término jhar, es como se designa esta casa en Matmata. Entre ambos sistemas, existe un rico itinerario de hábitats (cabañas de ramajes, viviendas semi-troglodíticas,...) que marca el paso entre el nomadismo y el sedentarismo, en el cual se perciben las dudas y la resistencia a abandonar este modo de vida tan querido. La planta de una casa en Matmata, Túnez (2), con sus tres partes fundamentales: entrada, patio y habitaciones, ilustra la gran especialización y profusión de espacios entorno al mihres (su traducción, "mortero", alude a su morfología) donde varias habitaciones tienen continuidad con una alcoba o con un espacio para las provisiones. En las regiones en donde estos hábitats son ocupados por poblaciones totalmente sedentarias, se percibe una adecuación cuidadosa y confortable del espacio.

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El Cairo, Egipto


EL ARTE DE CONSTRUIR: LAS TÉCNICAS Y LOS HOMBRES

Vemos que el artesanado local puede restablecerse rápidamente; se trata más de recuperar su prestigio que de enseñarle de nuevo

Hassan Fathy


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LAS TÉCNICAS Y LOS HOMBRES

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de los oficios, puesto que se apoyan en la capacidad, es decir, en las habilidades y conocimientos sobre la materia que pueden servir para realizar tareas fuera del mercado, como por ejemplo de autoconstrucción. (3) En este caso, la responsabilidad se encuentra repartida entre el constructor y el habitante. Ambos han dado lugar a la vez a la genialidad y a la simplicidad, pero también a una gran continuidad, un vínculo de homogeneidad en el conjunto del hábitat que podemos encontrar en el 90% del patrimonio construido.

Dos términos clave: local y ancestral El arte de construir comprende los materiales, las técnicas y las habilidades, esto es, la construcción y la capacidad del constructor. Nos encontramos en el campo del hábitat, del edificio doméstico, construido con materiales locales.

CORPUS se ha centrado en la envolvente y en la estructura de los edificios: el muro y el revoco, el forjado y la bóveda, la estructura de cubierta y la cubierta. Estas son las partes esenciales de los edificios que han constituido el objetivo principal. El estudio no incluye, por ejemplo, los pavimentos, equipamientos como puertas y ventanas o los elementos decorativos. Esta selección se hizo desde un principio en razón de los recursos disponibles para las tareas de recopilación. Se trata, pues, de reunir y describir en un documento, el conjunto de los elementos constructivos que se han utilizado en este espacio sumamente variado a fin de extraer sus características comunes, las posibles analogías, las diferencias y los motivos del abandono de estas prácticas elementales y satisfactorias. Además, también se intenta una proyección hacia el futuro para entender el proceso evolutivo de las técnicas y las tendencias de las nuevas prácticas.

La noción de local es indisociable de la de economía: los materiales que se emplean son extraídos, producidos y transformados, habitualmente, en las proximidades del lugar de construcción. Desde este punto de vista, la región mediterránea esconde una gran variedad de entornos (relieve, subsuelo, clima, etc.) que multiplican tanto los recursos disponibles como sus consecuencias en términos de limitaciones constructivas. En una comunidad premoderna, antes de la introducción del tren o del camión, los materiales pesados de la construcción no circulaban, sino era a costes muy elevados, quedando por tanto, fuera del alcance de la arquitectura tradicional. Esta servitud del desplazamiento mínimo ha llevado a los constructores a adaptarse a los materiales disponibles, sea cual sea su calidad o resultado, en un ámbito limitado por el alcance eficaz de una carreta tirada por un animal. De todo ello resulta la siguiente ecuación: un material imperfecto, a menudo impuesto y otras veces con posibilidades de elección, que debe permitir, a pesar de todo, la construcción de una buena obra. Todo ello obliga generalmente al constructor a un plus de ingenio en la aplicación de la tecnología. El defecto se compensa, así, con un valor añadido.

Un lenguaje, una ambición, un vivero de técnicas que viajan La construcción imprime su imagen en el hábitat de forma indisociable. Para convencernos de ello basta con imaginar un mismo hábitat realizado con diferentes materiales, con otras técnicas y con otras soluciones de acabado: el resultado sería totalmente distinto. Lo que muestra que el arte de construir no es neutral, sino que es uno de los determinantes esenciales de la arquitectura tradicional y una de las formas de definirla. El mundo de la construcción es un mundo de recursos. El constructor se adapta a aquellos de los cuales puede disponer para soportar las cargas, cubrir el espacio entre dos apoyos o asegurar la impermeabilidad de un inmueble, y la solución a cualquiera de estos problemas se inscribirá en la convención local de sus formas arquitectónicas. No existe, a priori, una tecnología que pueda dar una solución formal única: un constructor de otra cultura, con los mismos medios técnicos y el mismo programa, construiría un edificio distinto al de su compañero. Cada uno estaría arraigado de manera implícita y potente en sus propias tradiciones y reflejos arquitectónicos. Esto es lo que hace del arte de construir un instrumento al servicio de un proyecto y no un lenguaje en sí mismo que pre-determina la arquitectura. Esto es válido para la arquitectura tradicional que no busca la innovación técnica y que, en cambio, se acomoda a las limitaciones de los materiales de los cuales dispone, con un presupuesto modesto que le obliga, por ejemplo, a espesores mínimos o a luces máximas. Todo esto no sirve en el caso de la arquitectura monumental la cual -con el fin de alcanzar lo más grande, lo más alto y lo más amplio- busca la innovación tecnológica como medio para renovar las formas, liberarse de las limitaciones y llegar a soluciones excepcionales. El hábitat ordinario adapta estas soluciones a sus posibilidades.

Si el hábitat muestra las formas arquitectónicas de una tradición cultural, el arte de construir le confiere su aspecto, su textura y su color

EL ARTE DE CONSTRUIR

Las técnicas son ancestrales y su evolución es tan lenta que no intervienen ni nuevos materiales ni nuevas influencias, en tanto la comunidad no las haya aceptado y asimilado. Se caracterizan por sistemas fáciles de llevar a la práctica y por una preocupación constante por la economía y la eficacia. Comprenden variantes de adaptación según la zona de uso y, excepcionalmente, productos prefabricados lejos de su lugar de producción. (1) Las habilidades se transmiten a través del aprendizaje y la práctica, pues muy a menudo no aparecen referidas por escrito, sino que es la permanencia en el uso y las costumbre quienes aseguran la transmisión natural de generación en generación. Conviene distinguir dos conceptos entre las habilidades en la construcción: los oficios y sus prácticas. Surgido del aprendizaje, el oficio define un ejercicio profesional remunerado y corresponde a un conjunto de tareas realizadas por el mismo individuo. (2) Las prácticas, por su parte, son una resultante

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El estudio realizado del parque edificado no es exclusivamente estructural; es también histórico y, a veces, patrimonial. Es decir, ha adquirido un valor de testimonio. Desde esta perspectiva, el arte de construir es un indicador de la evolución, capaz de interpretar la evolución de una trama urbana o de un inmueble. Su análisis in situ es una valiosa guía de lectura de las diferentes etapas constructivas de un edificio y, de forma significativa, de la ambición del constructor. El hábitat popular coincide con el empleo de medios modestos, pero modestia no significa de ninguna manera indigencia ni pobreza. En sustitución de los materiales demasiado caros para poder acceder a ellos, el constructor compensa, imita, busca y produce algo equivalente. De este modo, aunque las fuentes de suministro no estén a su alcance, él realiza su trabajo incorporando un valor añadido para que su mampuesto o su ladrillo pierdan su banal materialidad y accedan al rango de un material más noble y mejor presentado.

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Siwa, Egipto. Cuanto más aislado está un lugar, más inevitable resulta el empleo de materiales locales. En el palmeral, las estructuras y las cubiertas son de palmera, aprovechada en su totalidad desde el tronco hasta las hojas. 2

Sakkarah, Egipto. En los países de la ribera sur, el asno sigue siendo un medio de transporte común. Económico y robusto, es el vehículo ideal en terrenos accidentados y en las calles sinuosas y estrechas de las medinas. 3

Sfax, Túnez. La habilidad del albañil tunecino en un revestimiento tosco en la medina de Sfax.

¿No hay dinero para el mármol? Un buen estuco lo sustituirá. La habilidad del albañil encontrará cómo dosificar, preparar y dar brillo a este material para que destaque y maraville del mismo modo que aquel mármol inaccesible.

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Idénticos materiales (piedra calcárea y cerámica) e idénticos medios técnicos usados por constructores de culturas diferentes dan lugar a dos arquitecturas también diferentes.

Y no se trata solamente de mano de obra inteligente y destacada, existe la voluntad de poder reproducir en su casa un fragmento de un palacio. La mansión rica, aristocrática o principesca sirve parcialmente como modelo al hábitat común, en la cual se inspira -por la elegancia de sus soluciones- y a la vez se libera de ella, puesto que los modelos empleados son diferentes. Es una de las vías posibles: no podemos reducir la inspiración del constructor a la adaptación de un programa de una mansión adinerada. Por tanto, insistimos en el papel de la representación social, muy corriente en Europa, que, mediante el juego de efectos de composición y acabado, ha conducido al albañil a inventar formas de hacer que nunca hubiera llevado a la práctica si hubiese dispuesto de medios más adecuados para ello. (4) Lo interesante de todo ello es cómo, a partir de lo estrictamente funcional, la construcción se eleva al grado de la arquitectura culta, cómo el hombre de oficio es el único actor con la única aportación de su arte de construir.

Es el caso de las tejas mecánicas de Marsella, que llegan a Chipre en barco a fines del siglo XIX como lastre de los navíos mercantes en el viaje de ida. Los constructores locales cubrieron hectáreas de edificios con este material.

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Las fronteras entre oficios varían notablemente de un país a otro: desde el albañil que emplea todos los materiales minerales, incluida la cubierta, hasta el profesional que solamente construye con ladrillo.

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Ciertas tareas de mantenimiento como el encalado de la fachada o la comprobación de un tejado, son prácticas que tanto puede realizar el propio habitante de la casa como un profesional.

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Puede darse el caso, por ejemplo, de un soporte de mala calidad (muro, tabique), hecho del material más pobre y levantado sin especial destreza, acabado mediante un revoco perfectamente ejecutado y decorado con un falso aparejo regular de piedra abujardada, modelado o pintado. Esta distancia entre los medios modestos y un resultado sofisticado y elegante, nos advierte de la intención del constructor, quien utiliza todos los medios a su disposición para sacar mayor partido a sus posibilidades y para obtener la máxima dignidad a pesar de los medios limitados.

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6- Tozeur, Túnez; 7- Roseta, Egipto; 8- Monsaraz, Portugal; 9- Mario, Cévennes, Francia.

En todo el Mediterráneo, ejemplos y detalles delicados nos hablan de la ambición del constructor y de sus capacidades.

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EL ARTE DE CONSTRUIR

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4- Jerusalén; 5- Marsella, Francia.

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Estas observaciones demuestran que la trilogía materiales + técnica + habilidad produce mucho más que una obra común, puesto que puede aportar un valor inmaterial al trabajo del artesano. Este valor está inscrito en el propio edificio en construcción, siendo testimonio de un nivel de preocupación que da más sentido a la obra. Desde el punto de vista de las numerosas civilizaciones que contiene, el Mediterráneo es ciertamente un espacio limitado. Sin embargo, concentra múltiples artes constructivas de la humanidad (todo aquello que sirve para edificar ha sido utilizado). Las encontramos ya sea como influencias o bien como efectivas disponibilidades. Las luchas por el control económico, político o espiritual han hecho circular ciertas soluciones (aunque, ¿son estas las únicas causas de que hayan sido adoptadas en determinado lugar?): técnicas de entramado de madera otomanos que llegan hasta Argelia, técnicas romanas, después románicas con las cruzadas, de pequeño aparejo de piedra en el Oriente Próximo, técnicas de arcos árabes hasta Andalucía,... Tanto si han sido importadas como implantadas, estas técnicas han sido asimiladas por las poblaciones locales que las acogen y las explotan, adaptándolas a su modo de vida. Es, pues, la cultura quien toma la iniciativa a la geografía y la que permite que, por ejemplo, Portugal, país atlántico, forme parte también de la Cuenca mediterránea. Todas estas aportaciones, fundidas pero bien visibles, crean un sincretismo técnico que redistribuye las habilidades y conocimientos en un Mediterráneo constantemente en comunicación. Si la forma de la construcción obedece a esquemas culturales (organización de la planta, relaciones entre "necesidad, utilidad y belleza" según Vitruvio) que no tienen nada de universal sino que corresponden a reglas y modelos producidos por una comunidad, la construcción de la casa procede de un sistema de adaptación entre los materiales locales -la variable-, y las técnicas y habilidades comunitarias de referencia -la constante-. (5) De esta manera, los múltiples recursos físicos (piedra, tierra, áridos, madera) definen la variedad de aspectos en una sucesión de pequeños ámbitos constructivos muy homogéneos diferenciados muy claramente por las zonas de suministro de material. Son los modelos generales los que confieren a estos ámbitos particulares un aire de permanencia y de comunión estilística.

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todos los países. A menudo, la altura de las piezas viene dada por el filón de la propia cantera y solamente hay que retocar las cuatro caras. Esta técnica ofrece un material muy estable y regular. La mampostería, más dominante, recibe poca intervención en cuanto a la talla. La dimensión, la forma, la naturaleza del mampuesto aportan una considerable variedad de aspectos a las diferentes mamposterías que pertenecen a una misma familia. Las formas aleatorias de las piedras que provienen de la acción de despedregar campos o redondeadas por efecto de torrentes, o pseudo-cuadrangulares si se extraen de canteras, generan mamposterías que necesitan estar regularizadas con pequeñas piezas, o bien mamposterías que requieren grandes cantidades de mortero. Aparejos que pueden ir desde el más impreciso hasta las hiladas ordenadas por la regularidad del material desbastado. (6) • La piedra en seco La piedra en seco también es muy habitual, sobre todo para pequeños edificios. Se trata de la mampostería en estado puro y original: sin ayuda de ningún mortero para corregir un error en la construcción. Obliga a una muy buena organización interna de los bloques, a una eliminación de las aguas hacia el exterior, y a un ajuste perfecto entre las piedras para asegurar la estabilidad del conjunto. De aspecto rústico y rudimentario, constituye en realidad un resultado eficaz de una elevada calidad constructiva.

En el Mediterráneo, el muro más habitual es de piedra; usualmente es grueso, ajustado con mortero y realizado por un albañil

LA ESTRUCTURA VERTICAL: LOS MUROS Negro, rojo, gris, ocre, blanco: el color de las piedras se suma a la colección variada de aparejos y de aspectos del paramento, sus texturas y su efecto visual. (7) El material sin revestimiento permite ver toda la riqueza comentada anteriormente. También se pueden añadir, ya sea en vaciado o en relieve, aportando otro color, pedazos de teja roja (Turquía), que da un bello efecto de luz y sombra cambiante según la posición del sol. El encalado directamente sobre la piedra, el revoco y el revoco pintado (sobre los cuales hablaremos más adelante) enriquecen el vocabulario del acabado del muro.

Los muros de piedra • Los muros de mampostería con mortero La variedad de aspectos es considerable según el tipo de muro y del acabado que se le dé. En zonas de piedra calcárea bastante blanda y de gres, encontramos sillares cuidadosamente trabajados (el cantero puede aquí sustituir al albañil, incluso en la propia construcción del muro). Reservados a edificios de nobles o de cierta importancia, este tipo de sillar también se encuentra en el hábitat en la medida en que abundancia y proximidad de las canteras permiten que el coste sea razonable. Siendo menos regulares y extraídos de un material más duro (calcáreo, pero también basalto o gres), los sillares o sillarejos están presente en EL ARTE DE CONSTRUIR

Visto, rejuntado, pintado o revocado, el objetivo es doble: se busca la impermeabilidad del paramento, al menos en las partes habitadas, y hay una preocupación estética. Los aparejos muy regulares generalmente se dejan a la vista, mientras que los irregulares se recubren con un encalado, un revoco o las dos cosas, con el fin de ofrecer una visión unitaria de la obra.

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Pero con las modas o el deseo de mejorar o de "cambiar de piel", una buena mampostería podrá ser remozada con una nueva capa sin argumento técnico que lo justifique; y al contrario, la que tiene necesidad de ser protegida perderá su revoco (mediante un proceso de repicado o por degradación natural) sin que sea restituido.

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1- Lindos, Rodas, Grecia; 2- Al Burg, Egipto; 3- Gafza, Túnez; 4- Vales Mortos, Portugal.

La circulación ininterrumpida de las técnicas y, en menor medida, de los materiales en el transcurso de varias civilizaciones, ha dado algunas sorpresas, materiales, tratamientos inesperados, a la escala local.

• La tecnología

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Grecia. Mampostería de piedra en seco. Numerosos ejemplos de cabañas de piedra en seco se han construido con planta circular, a fin de evitar las esquinas, más frágiles, y sobre todo para mejorar la traba en el momento de montar la bóveda.

Salvo en el caso de que el muro pueda apoyarse directamente sobre la roca, en general se busca un suelo firme mediante la excavación de una zanja. Esta obra enterrada, con una profundidad de 50 a 70 cm., puede ser un simple relleno de piedras o grandes mampuestos amorterados, formando un sólido cimiento hasta dos veces más ancho que el muro. El muro de piedra casi nunca es delgado. Solamente cuando los materiales lo permiten, sin comprometer su estabilidad (por ejemplo: sillares cuyas superficie de contacto es regular y ajustable) y en el caso de alturas de una planta, esto es, que no deba soportar ni cargas ni empujes importantes. (8) En general, los muros de piedra son gruesos, de 45 a 100, o hasta 120 cm. Dos paramentos, unidos o no por pasadores, con un relleno en el interior del muro a base de pequeños materiales y mortero (más a menudo de tierra que de cal). (9) La puesta en obra se realiza por hiladas horizontales, simultáneamente, las dos caras y el relleno al mismo tiempo, sobre una capa de mortero previamente dispuesta. Los módulos mayores definen la altura de la hilada y los menores son apilados hasta conseguir su nivel, mientras que las juntas se cruzan para evitar las fisuras. A causa de la forma aleatoria de los grandes bloques, es muy necesaria la presencia de pequeñas piezas que calcen las grandes piedras a fin de que la carga se sustente sobre un material rígido y no sobre el mortero deformable. (10)

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Irbid, Jordania. Mampostería de sillarejos cortados con sierra o cincel (montaje fino y aristas rectilíneas) en 4, 5 ó 6 caras. En este caso, las hiladas de piedras alternan calcárea y basalto y el tallado está realizado con un cincelado periférico. 7

Ramallah, Palestina. Mampostería de sillarejos prismáticos. 8

Aurès, Argelia. Mampostería de piedra alternada con madera. La introducción de tirantes horizontales de madera o de ladrillo (menos frecuente), repartidos regularmente en la mampostería, mejora las prestaciones del muro. Estos dispositivos de atado permiten, al mismo tiempo, compensar las formas irregulares del mampuesto mediante hiladas intercaladas; unir los dos paramentos con piezas transversales; ofrecer una mayor cohesión y estabilidad y absorber, sin comprometer el equilibrio del edificio, los movimientos sísmicos de la región. 9

(5)

Cubrir mediante una bóveda más que con un forjado no es estrictamente una cuestión de escasez o abundancia de madera, de piedra o de ladrillo, sino una cuestión de costumbre, de hábito del constructor que reproduce una solución predefinida. Distintos lugares, distintos recursos: es precisamente con estas discordancias en los medios disponibles como se ha construido el vocabulario variado del arte de construir, a modo de un doble mosaico de semejanzas y diferencias.

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Desde los esquistos en losas de 3 cm. de espesor hasta los grandes bloques de granito de 50 cm., pasando por los mampuestos calcáreos o volcánicos de todas las dimensiones intermedias, los albañiles han utilizado piedras que van desde 2 a casi 100 litros, mientras fueran transportables a mano.

(7)

Pensemos en ello -¿nostalgia o belleza necesaria?- cuando consideramos los materiales modernos a los que no atribuimos “ni el derecho ni la gracia de poder envejecer". F. Choay, L´Allégorie du patrimoine , Le Seuil, 1992.

(8)

Muy delgada, de 20 a 30 cm., la misma piedra puede constituir los dos paramentos. Más gruesa, de 25 a 45 cm., la misma piedra sólo es visible en un paramento donde se alternan una larga y una corta.

(9)

Para la solidez del conjunto, el albañil se preocupa de dejar un máximo de protuberancias detrás de las piedras del paramento para que el relleno pueda mejorar la traba adhiriéndose correctamente a las piedras sobresalientes.

Castagnicia, Córcega, Francia. Mampostería de granito. Esta piedra sumamente sólida soporta el desgaste del mortero de las juntas, aquí desaparecido. 10

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Siwa, Egipto. Mampostería de piedra llamada de sal Kershif amorterada con tierra. En este oasis lejos de todo, a las puertas del desierto, el material local y abundante se emplea a pesar de sus características técnicas relativamente frágiles.

(10) El paramento del muro de sillares no se monta con una base de mortero sino en seco, con una reserva entre los bloques que permite introducir un mortero fino, fluido y muy delgado, que garantiza un contacto perfecto y regular entre las piezas. EL ARTE DE CONSTRUIR

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Cerros, Alentejo, Portugal. La mampostería de piedra de esta casa abandonada ofrece una selección del material propio de su entorno.

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Bien montadas y bien dimensionadas, todas estas variantes del muro de piedra son muy sólidas. Sus únicos enemigos son los movimientos sísmicos y la acción descontrolada del agua. El agua del suelo, por capilaridad, sube por el muro desde la base, disuelve lentamente los aglutinantes (tierra o cal), destruyendo morteros y juntas. De este modo se crean coqueras que provocan el movimiento de las piezas de mampostería y su inestabilidad, para terminar arruinando el muro. En el aspecto sísmico, el riesgo principal es su resquebrajamiento. Las zonas más afectadas -el Mediterráneo oriental- han inventado sistemas muy hábiles y eficaces de atirantado horizontal de madera insertado en el aparejo del muro para absorber las violentas sacudidas sin comprometer el equilibrio. Pero esta interpretación sísmica es quizá una visión demasiado mecánica de este tipo de dispositivo: el constructor tradicional sabe por experiencia que, cuanto más flexible y más deformable sea el muro, su edificio garantiza una mejor estabilidad. (11)

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Nîmes, Francia. Los cantos rodados, sólidos, lisos y de forma ovoide son particularmente difíciles de colocar. Cadenas horizontales y verticales, e hiladas regulares contribuyen a ajustar su disposición en el paramento del muro. 2

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2- La Selva, Cataluña, España; 3- Mani, Peloponeso, Grecia.

Tratamiento de las esquinas en muros de mampostería. El más habitual es el del encadenado vertical realizado con piedras de grandes dimensiones, talladas cuidadosamente para facilitar su puesta en obra, dando forma a una arista más o menos viva para marcar el ángulo recto. Las piedras de la esquina son de una resistencia superior a las utilizadas en el resto del muro. 4

Las herramientas básicas son extremadamente simples y comunes en todas partes: muchas veces, solamente las manos, otras la plomada, el nivel y el cordel guían la geometría, paletas para el mortero y útiles de percusión para retocar los mampuestos. Sólo los sillares requieren una gama de herramientas más especializadas para cortar los bloques y acabar los paramentos.

Pera, Chipre. Cimientos y basamento de piedra. Tres aspectos caracterizan la mampostería de los cimientos: 1, su anchura, igual o superior al espesor del muro en elevación; 2, el tipo de materiales, siempre rocosos, que los constituyen; 3, la altura del muro de cimientos que puede elevarse como basamento en más de un metro. 5

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En el muro de piedra, todo es portante. Pero algunas partes tienen mayores solicitaciones y exigen una mayor atención (esquinas, dinteles, jambas, basamentos). Todo ello, si tenemos presentes las limitaciones de suministro de material, conduce a numerosas soluciones mixtas: sillares y mampuestos, sillares y guijarros, mampuestos y ladrillo, piedra y madera. La organización se hace en función de las capacidades de los materiales: para las partes estructurales o más húmedas, los mejores materiales (más regulares o más densos), para el resto, la lógica del relleno. Los muros de tierra y de ladrillo

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Alentejo, Portugal. Detrás del revoco a la cal, aparece la tapia. Las líneas del encadenado de guijarros marcan la altura de las bancadas utilizadas, raramente superior a 50 cm.

• La tierra, universal y abundante (12) Los bancos de tierra cubren las áreas aluviales de las riberas mediterráneas. Las cuencas limosas próximas a los ríos dan una arcilla untuosa, apropiada para moldear ladrillos de adobe. Los terrenos más pobres, en los que la arena y la grava son habituales, conducen a la construcción del tapial por compactación sistemática de estos materiales entre dos moldes. El uso habitual del adobe, por su abundancia, su nulo coste y por su facilidad a la hora de la colocación, permite remontar su empleo a épocas muy antiguas. Los trabajos de preparación del material pueden ser realizados por el propietario, puesto que la construcción en tierra está más al alcance de cualquiera que otras técnicas que exigen mayor pericia. El reverso de la moneda es su fragilidad ante el agua: el edificio condiciona su duración a una protección adecuada contra las aguas capilares y contra la lluvia. En el terreno, es la piedra la que lo aísla del agua, ya sea sobre una peña, sobre unos cimientos de mampuestos o de ladrillos, o sobre un realce de estos cimientos mediante un basamento que sobresale del

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Jericó, Palestina. El adobe se esconde y se protege con un revoco de tierra o, como en este caso, de la cal.

EL ARTE DE CONSTRUIR

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Palestina. Los muros de piedra amorterada son de simple o doble espesor siguiendo la longitud de los mampuestos de los que se disponga en el lugar y que puedan transportarse manualmente. En los muros de espesor simple, los dos paramentos están formados por una sola hilera de mampuestos. En los muros con doble paramento, los mampuestos colocados en hozadura aseguran la unión de la mampostería. En este caso, los espesores varían entre los 30 cm. como mínimo y los 50/55 cm. como máximo. En los muros de doble paramento, un relleno intermedio formado por una mezcla de un mortero tosco y fragmentos de piedra, asegura la continuidad de la mampostería.

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Acre

Excavando en la historia, consolidando el futuro

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El proyecto afecta la manzana nº 18010 en la parte noroccidental de la ciudad vieja. Consiste en un conjunto de 100 edificios aproximadamente (cerca de 250 viviendas) de los 450 que componen la ciudad.

suelo. Para completar la protección, los paramentos verticales pueden recibir un revoco que, a su vez, esté protegido por un encalado. (13)

La rehabilitación del barrio residencial de la ciudad vieja de Acre es importante como acicate principal para la totalidad de su desarrollo urbano y también para el propio nivel de vida de sus habitantes. La participación de la población local juega un papel importante en la constante toma de conciencia y en su colaboración con las autoridades. El éxito del proyecto, al mismo tiempo, mejorará el papel del turismo en la ciudad y permitirá el acceso a vías y calles poco frecuentadas hasta ahora.

Tres grandes técnicas: el tapial, el adobe y el ladrillo

La cal no es barata: la piedra buena, el horno, el fuego, el apagado y, finalmente, el transporte la encarecen. La preocupación del constructor es economizar y, para ello, buscará o bien empobrecer el mortero con el empleo de gran cantidad de áridos (arena, fragmentos de teja, guijarros, restos de piedra o ladrillo) con una composición granulométrica bien organizada, o bien utilizando como aglutinante básicamente tierra, mucho más asequible. Un dispositivo como este permite elevar considerablemente el muro. Hasta 6 m., 60 cm. de espesor son suficientes. Por otra parte, en torno a los 15 m. de alto (6 niveles, más o menos) la base del muro ha de ser al menos de 80 cm., hasta un máximo de 120 cm. Es frecuente que el muro tienda a reducir su sección a medida que se eleva con el fin de reducir las cargas y, también, dimensionarlo por plantas en función de las que reciba desde la parte superior. El muro exige especial atención en las esquinas con la traba entre piedras: se colocan grandes piezas, a veces más regulares y mejor cortadas, bien aparejadas a fin de unir la obra, de todo ello resulta un encadenado entre dos planos, con la línea del muro.

La rehabilitación estará enfocada hacia dos direcciones básicas: A. Planificación de la rehabilitación de fachadas. – Delimitación de las acciones que deberán llevarse a término en las fachadas de acuerdo con los

En los sistemas sin cocción, la tierra asume todas las funciones: constituye el cuerpo del muro (tapial o adobe), el mortero y el enlucido de protección. Es a la vez el material que soporta y que une, lo rígido y lo flexible. Por esto, es necesario que la tierra tenga el suficiente cuerpo como para satisfacer las exigencias que debe asumir: descenso de cargas, variaciones higrométricas o desecaciones debidas a la insolación. Las tensiones mecánicas que afectan a la tierra en sus usos como masa o en forma de capas delgadas, la dificultad en garantizar la cohesión y resistencia en su paso del estado plástico al estable, obligan a que el material esté reforzado con rellenos inertes, armaduras o las dos cosas a la vez. El constructor selecciona el lugar de donde extraerá el material en función del buen equilibrio aglutinante/inerte

diferentes tipos de edificios, la importancia de los mismos y su nivel de conservación. – Propuestas acerca de las mejores condiciones y posibilidades de rehabilitación de cada fachada. – Se especificarán las operaciones concretas que habrán de realizarse en cada fachada: tanto de manera general como en el nivel de los detalles arquitectónicos y estructurales y, también según el uso de los diferentes materiales. Las modificaciones serán sometidas a la consideración de los habitantes, intentando compaginar sus necesidades con la forma original del edificio. B. Planificación de ampliaciones y de nuevas construcciones. La primera etapa consistirá en localizar las zonas en las que las ampliaciones o los nuevos edificios han sido o pueden ser construidos. La ampliación de un edificio se puede llevar a cabo de diferentes maneras: agregando una habitación o más para completar una planta o un edificio ya existente, o creciendo en altura con una o más plantas sobre un edificio ampliando una vivienda o creando de nuevas.

(11) En Argelia, en la región de los Aurés, estos elementos de atado y de amortiguadores de madera insertados en el muro se les llama soumti, cuya traducción literal es "cojín", bella imagen para una obra de apoyo y de asiento.

Un edificio nuevo puede construirse únicamente en un solar libre, o sustituyendo un edificio que ha sido (12) La tierra, material noble y precioso, tiene el prestigio de llevar el mismo nombre que nuestro planeta. En tanto, a los niños se les enseña hoy cosas como: "¡no te arrastres por tierra!, ¡no te ensucies las manos con la tierra!, ¡no toques la tierra, está sucia!". ¿Cómo se puede pretender reutilizar la tierra como material de construcción, si no cambiamos los mensajes de esta educación?

derruido o que esté destinado a desaparecer dado lo difícil de su recuperación. Es importante que el nuevo edificio se integre en el tejido urbano existente y no suponga una ruptura del entorno. La planificación, tanto de las ampliaciones como de las nuevas construcciones, tendrá en cuenta: el emplazamiento exacto, la integración ambiental, el acceso, las dimensiones, la forma, los detalles arquitectónicos, los problemas

(13) En los edificios anexos, los muros de cerramiento pueden prescindir del enlucido de protección. EL ARTE DE CONSTRUIR

estructurales y los materiales que habrá que utilizar.

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(arcilla/árido). Si las propiedades del subsuelo no son las necesarias para ejecutar la obra prevista, el constructor corrige, incorpora otros materiales como: arenas, gravas, cenizas, brasas, paja cortada, cal. Las fibras le sirven para obtener resistencia a la flexión y a la tracción; el relleno le aporta buenos resultados de compresión.

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raramente sobrepasan los 60 cm. y pueden elevarse hasta más allá de los 10 m., lo cual demuestra que la técnica del ladrillo consume sensiblemente menos material que la de la piedra (hasta dos veces menos). Es homogénea y continua desde el interior del muro, con sus piezas colocadas a rompejuntas y perfectamente ligadas entre ellas con una sustentación regular en toda la superficie. (15)

• El tapial A lo largo del muro, el ladrillo siempre se coloca plano. Encontramos una gran variedad de aparejos según el espesor del muro. Los muros delgados se modulan por la mayor dimensión de la pieza (entre 15 y 30 cm.), los espesores superiores se consiguen con la ensambladura alternada de longitud y de anchura, de dos sogas o de dos sogas y un tizón,… Estas dimensiones están naturalmente organizadas por la geometría de la pieza que, muy a menudo, es dos veces más larga que ancha (en el cambio de hilada, al haber reducción del grosor, la contracción es del valor de medio ladrillo). Todas las variaciones de secuencia son posibles sobre el paramento, desde los que muestran sólo la cara a soga hasta las alternancias ordenadas de caras a soga y a tizón. Los sistemas de colocación, sistemáticamente contrapuestos en la organización del grosor y de las hiladas, buscan la cohesión de esta fábrica, por otra parte, muy resistente. Para reforzarla, podemos encontrar también (Fez, Marruecos) un travesaño de madera transversal que conecta el grueso del muro de gran espesor.

El tapial se realiza por compactación de la tierra dentro de un encofrado de madera. Las tablas de encofrado o costales son de entre 1 y 3 m. de largo y 50 cm. aproximadamente de altura. Su grueso importante (habitualmente unos 80 cm.) compensa su resistencia y durabilidad relativamente pobres. Casi siempre se reduce en los pisos superiores. La masa es de estructura porosa lo cual le confiere unas buenas cualidades acústicas y una inercia térmica muy útil. En efecto, si la zona de uso soporta fuertes variaciones de temperatura, con días cálidos y soleados y noches frías, el muro de tapial acumula y devuelve el calor de forma muy eficaz. El aparejo constructivo está perfectamente establecido y reglado, las juntas cruzadas y las esquinas tratadas de la misma forma que el paramento del muro. Los paramentos son raspados en fresco después del desencofrado para favorecer la adherencia del enlucido.

De origen técnico procedente de la zona mesopotámica, de clima caluroso y seco similar al del Mediterráneo, el adobe ha dado plena satisfacción a los constructores de toda la región hasta pleno siglo XX. Ha cohabitado durante miles de años con el ladrillo cocido, mucho más competitivo. (16) En efecto, este proceso de cocción ya aparece en el mundo babilónico antes del 3000 a.C. Reservado entonces a las partes más expuestas -paramento de murallas, por ejemplo- estos ladrillos fueron fabricados con una tecnología que perdura de manera general hasta el siglo XX. La gran ventaja de las técnicas del adobe o del ladrillo está en la posibilidad de extraer, moler, secar y, en ocasiones, cocer in situ, en la obra misma o en las proximidades inmediatas. La producción de los diversos elementos sigue el ritmo de la construcción: arcilla disponible inmediatamente bajo la superficie arable del suelo, pastado manual o con animales, incorporación de arena o cenizas para dar consistencia y evitar su resquebrajamiento por efecto de la retracción y dándole forma con los moldes de madera de dos piezas y sin fondo. Hornos sencillos forrados de ladrillos enterrados en el terreno envuelven a los que han de cocerse, madera como combustible, todo ello constituye una tecnología sencilla que permite desde muy antiguo alcanzar los 800 e incluso los 900°C. (17)

De apariencia sencilla, esta técnica ha sido utilizada tanto en edificios nobles, públicos como religiosos. Su longevidad está subordinada a la prevención de sus tres puntos débiles: el basamento, que lo aísla de la humedad, la precaución de un buen tejado en la parte superior y el cuidado periódico de su revestimiento. Es precisamente cuando este último falla cuando puede observarse el modo de construcción, así como los módulos de anchura de los vanos y el basamento de mampostería a la vista. En caso contrario, esta técnica constructiva queda disimulada perfectamente bajo su epidermis. • El adobe y el ladrillo Las dos técnicas obedecen a idénticos principios de trabajo con pequeños elementos similares y modulares. Pero tres características nos ofrecen notables diferencias. – La menor resistencia del adobe no permite la confección de pilares de pequeñas secciones, pues es incapaz de soportar cargas concentradas. – Más resistente al agua, el ladrillo puede utilizarse sin protección incluso horizontalmente, en soportes, cornisas, frisos, elementos todos ellos que reciben directamente la acción de la lluvia. – Por último, mortero de tierra de junta más gruesa para el adobe y mortero de cal de junta más fina para el ladrillo, bien restregado y de la misma resistencia.

De este modo, la herencia del Creciente fértil, que ha diseminado y edificado miles de ciudades y casas, perdura aún hoy a pesar del invento a mediados del siglo XIX del ladrillo perforado, y cuando la producción de ladrillo macizo está hoy plenamente industrializada. El ladrillo puede quedar visto, con sus bellos aparejos, sus contornos que pueden perfilarse como en la piedra, sus juntas regulares exactamente diseñadas, sus tonos agradables. Pero el ladrillo también se revoca como un modo de protección y de decoración. Sus paramentos EL ARTE DE CONSTRUIR

Por lo demás, los muros de ladrillo tienen las cualidades de la geometría del módulo. (14) Los más delgados tienen un espesor de entre 15 y 30 cm. de media. Los más gruesos

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tan bien organizados lo convierten en un soporte ideal para revocos delgados o estucados. En este caso, se imita a menudo los nobles aparejos de piedra, mediante hiladas seguidas o a junta cruzada, juego de molduras y pilastras salientes, enmarcados y jambas con molduras. Su geometría de pequeños módulos le permite toda una serie de efectos que las convenciones barrocas y neoclásicas utilizan, amplificadas además por la policromía de los revocos pintados.

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1- Argelia; 2- Tozeur, Túnez.

Encofrada y compactada entre costales de madera (tapial) o conformada con moldes (adobe), la tierra húmeda se adapta fácilmente a su marco temporal. 3

Nicosia, Chipre. Secado de ladrillos al sol. A diferencia del adobe, que puede colocarse ligeramente húmedo, el ladrillo ha de estar completamente seco antes de entrar en el horno para su cocción.

Los muros de entramado de madera

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El muro está compuesto de los elementos de madera que rigidizan y transmiten las cargas. Estos se apoyan sobre una base de mampostería y los rellenos entre las maderas son habitualmente materiales minerales. El entramado puede quedar visto o revestido.

Alto Rif, Marruecos. Ejecución de un muro de adobe con mortero de tierra. La tierra empleada para fabricar las piezas, es la misma que se utiliza generalmente como mortero, todo ello da a la obra un color homogéneo.

En el entorno griego y turco esta técnica está mucho más elaborada y resulta más refinada, en la concepción de la estructura, en sus divisiones y en el aspecto que muestra en la fachada. Esta técnica está reservada, muy a menudo, a los pisos y partes nobles habitables de la casa, que presentan molduras y otras decoraciones, se trata de un elemento de representación que se adelanta y se muestra, mientras que en la parte baja del inmueble este se protege. El entramado de madera, en el Mediterráneo, ofrece una arquitectura compuesta que permite un registro de expresiones extremadamente variado, conjugando la volumetría y los paramentos. Salientes, entrantes, diseño de los vanos, decoración de voladizos, volúmenes cerrados o abiertos, tratamiento en tribuna o sobresaliendo enteramente del paramento, estos elementos son complejos en su construcción y espectaculares por su arquitectura.

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5- Al-Ardah, Jordania; 6- Pera, Chipre.

Cualidades y defectos del adobe. Permite la construcción de pilares, útiles para reducir las distancias del entrevigado en una zona en la que la madera es escasa, pero necesita, sin embargo, un basamento de piedra que proteja la parte baja frente a las proyecciones del agua de lluvia y a la capilaridad. 7

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7- Argel, Argelia; 8- Tipaza, Argelia.

Dos encofrados particulares: el primer muro mixto de piedra y ladrillo sirve en realidad de encofrado perdido para un muro grueso de tapial. Es una técnica utilizada en fortificaciones, en este caso, en la ciudadela de Argel. Detrás del revoco de cal, el segundo ejemplo muestra un muro de tapial atado con hiladas de ladrillo. 9

Cherchell, Argelia. Los módulos de ladrillo permiten muchas variantes y una gran libertad en el tratamiento de las superficies y las decoraciones, como en esta baranda.

(14) Los módulos del adobe van desde 20x10x3 cm. hasta 40x20x20 cm. en Jordania (de 0,6 a 16 litros). En cuanto al ladrillo, si la antigüedad produjo muchos en formato cuadrado (15x15x6, 45x45x11), a veces recortados en diagonal en 4 triángulos isósceles, también inauguró los formatos rectangulares más habituales en la actualidad (26x13x9 en Egipto; 66x33x9 y 33x16x8 en Persia en el 600 a.C.) con la relación habitual de longitud = 2 x anchura. Los grosores están entre 4 y 9 cm.

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Antalya, Turquía. Fachada de entramado de madera. El entramado de madera permite componer un esquema tridimensional rígido que integra muros, forjados y, a veces, armaduras de cubierta.

(15) Estas cualidades de regularidad son también aprovechadas en los sistemas mixtos de piedra y ladrillo en los que podemos encontrar hiladas de ladrillo formando enmarcados, a modo de control del nivel mediante un material regular. Estas hiladas, a veces, cubren todo el espesor del muro para unir los dos paramentos.

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Port Said, Egipto. La estructura de madera de los edificios de Port Said, en el Delta del Nilo egipcio, permite una gran variedad en el tratamiento de fachadas, generalmente con paramento de planchas de madera, balcones sobre vigas, logias o, como aquí, fachadas planas.

(16) Jean-Pierre Adam (La construcción romana, Editorial de los Oficios, León, 1996), recuerda que Vitruvio en el siglo I a.C., solamente habla del adobe y considera que la cocción sólo interviene al principio para solventar problemas de impermeabilidad de materiales concretos (tejas, canalizaciones, cisternas).

EL ARTE DE CONSTRUIR

(17) Temperatura, por otra parte comparable a la de cocción de la cal, que permite confeccionar morteros de resistencia similar a la del ladrillo. Observaremos el mismo paralelismo cuando la obtención de temperaturas más elevadas en el siglo XIX, permitió producir unos ladrillos más resistentes y también los cementos que primero se mezclaron formando morteros bastardos y después sustituyeron a la cal con el objetivo de alcanzar esta equivalencia de resistencia entre pieza y mortero.

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Los muros vegetales

Las epidermis explotan igualmente todas las posibilidades que los materiales constructivos usados les permiten. Existe la versión a la vista -generalmente cuando los entramados y los rellenos son dignos de quedar al descubierto- que muestra las maderas y su bello entramado de horizontales, verticales y oblicuas, jugando con el color y el diseño de los aparejos de los paños -esquistos, calcáreas, ladrillo en espiga, adobe, guijarros-. También existe la versión revestida, ya sea de todo el conjunto, o únicamente de algunos paños, que propone toda una gama de revocos, con su textura, su encalado y sus decoraciones.

Siguiendo en el hábitat rudimentario, en algunas zonas rurales -zonas de deltas, sobre todopodemos encontrar cabañas o chozas cuyos muros están construidos con vegetales (cereales, cañas,...) propios del lugar, generalmente tejidos y atados sobre un armazón sencillo de madera (postes angulares, piezas horizontales como soporte). (18) Estas construcciones de pequeñas dimensiones, revocadas o no con tierra, exigen un mantenimiento regular. Son el testimonio vivo de modos constructivos prehistóricos, de la cabaña de ramajes con todas sus variantes en la superficie de la tierra, que los historiadores de la arquitectura sitúan como punto de partida de la construcción edificada por el hombre.

A todo ello, hay que añadir los contrastes existentes en la parte baja de mampostería, piedra o ladrillo, que ocupa muchas veces el primer nivel y, además el hábil juego del trabajo de carpintería (la técnica permite multiplicar las aberturas, su diseño en las divisiones, vitrales, persianas), la caricia de la luz que esculpe la fachada de claros y sombras en cada accidente volumétrico.

Los vanos y los arcos Se pueden presentar dos situaciones diferentes: el caso en el que el vano es una simple perforación en la continuidad del muro, jugando únicamente un papel de abertura, ventana o puerta; o el caso en el que un elemento estructural -por regla general y en la tradición constructiva, un arco- sustituye al muro, para el que esta estructura funciona como soporte. De dimensiones muchas veces muy parecidas, los dos casos pueden presentar el mismo tipo de arco, aunque es la función de cada uno el elemento diferenciador.

Del este al oeste, el muro con entramado de madera muestra u oculta su estructura y paramentos con decenas de variantes en el aspecto de la fachada

• Los vanos El hueco realizado por perforación del muro supone un debilitamiento. Las cargas que inciden en la anchura del vano deberán desviarse hacia los entrepaños cargando más o menos las jambas en función de su dimensión. Esta presión que el albañil no ignora, le lleva a prestar una mayor atención a las jambas que a los paramentos del muro. En casi todos los casos, el pilar está ejecutado con una calidad superior pudiendo tomar formas combinadas: hecho en piedra de gran calibre, o bien con un mayor ajuste de las caras para facilitar un mejor contacto entre las piedras, o, también, con un raspado cuidadoso para unirlo al resto de la albañilería o con un contrafuerte que aumenta la sección de la obra que funciona como soporte. La solución estructural mediante dintel o arco que debe soportar los empujes verticales ha de ser objeto de una atención especial a propósito de su resistencia. Ya sea que por su propio dimensionado pueda transmitir las presiones sin deformarse (19) ni romperse, ya sea mediante la ayuda de un arco de descarga que aligera, en el caso de menor resistencia a flexión. En los muros gruesos de mampostería, la ventana está bajo el dintel más rígido del paramento de la fachada, puesto que el sistema constructivo del dintel es menos elaborado y se parece más a un encofrado que a una viga, al estar hecho con unos simples maderos.

En zonas de alto riesgo sísmico la unión entre mampostería y entramado de madera (donde viven los habitantes) puede ser interpretado técnicamente como una inteligente precaución del constructor. Encontramos en Grecia un sistema de entramado de madera hasta el suelo que dobla el muro inferior de mampostería por el interior del inmueble, permitiendo que este muro, en caso de seísmo, caiga sin comprometer la estabilidad del edificio. Ciertas variantes están al alcance de los albañiles: cuando los rellenos son colocados entre materiales rígidos formando un cuerpo estable. Pero cuando no hay rellenos (listones superficiales revocados) o cuando son deformables (de tierra) es necesario recurrir al carpintero, pues él verifica perfectamente el ajuste de los ensamblajes, las divisiones de los paños y sus piezas de madera. Según las disponibilidades, se utiliza la encina o el castaño, mientras que para piezas secundarias y los listones se prefiere el pino, el ciprés o el eucalipto. Las secciones de madera presentan los grosores desde 7,5 a 14 cm.; los listones enlucidos aumentan el grosor total. Con estos muros tan delgados la altura máxima admitida es de dos plantas. Muchos sistemas mixtos, sobre todo con ladrillo, alcanzan gruesos de entre 25 y 40 cm. Con todo, en zonas costeras de Portugal encontramos un tipo de construcción totalmente de madera, entramado y paramento, utilizado por los pescadores para breves temporadas. La casa se convierte en entramado sobre pilotes, con contravientos y con paramento de tablas. EL ARTE DE CONSTRUIR

Dos tipos: dintel realizado con un elemento de una sola pieza y dintel compuesto de elementos fraccionados; tres materiales: madera, piedra, ladrillo. Son las cinco variantes que dan lugar a todos los conjuntos. En muros de sillería, el dintel es una pieza tallada, ya sea

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como una pieza única o fraccionado en dovelas para crear un arco, de medio punto, rebajado u horizontal. (20) Encontramos casi todo en sillería, en mampostería, y también en ladrillo y madera. Al muro de ladrillo le conviene preferentemente la estructura del ladrillo, pero podemos encontrar también sillares, combinándose bien las dos modulaciones geométricas. Todas estas soluciones permiten abrir grandes vanos. No hay limitaciones para el constructor por imposibilidades técnicas. Los problemas y las limitaciones son siempre de suministro o de presupuesto. (21) Hasta 2 m. de anchura y 3 m. de altura, el constructor domina muy bien la ejecución de estos grandes pórticos y su estabilidad.

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Turquía. Tratamiento de esquina recortada en un entramado de madera relleno de ladrillos. Además de su aspecto decorativo, este dispositivo permite la vista desde el ángulo sobre las personas y los vehículos que pasan. 2

Kastoria, Grecia. El volumen de la casa parece "proyectarse sobre la calle" desde la esquina. El muro con entramado de madera permite un rico vocabulario de elementos asociados para animar las fachadas: volúmenes en voladizo, tribunas o mucharabis,...

También podemos observar dos tendencias inversas: la seguridad, con el sobredimensionado del dintel asociado al arco de descarga; y el exceso de confianza, a un simple dintel, a lo que le sobreviene a menudo una fisura que se organiza de forma natural como si fuera un arco, garantizando que las cargas queden repartidas lateralmente desde la parte superior del vano descolgando este pseudo frontón de mampostería que ahora descansa su propio peso sobre un dintel deformado. Otras obras de mampostería, más irregulares en cuanto a su textura, cohesión y solidez generan por contra muchas limitaciones y por tanto aberturas más pequeñas. Es el caso del adobe, del tapial y de la piedra en seco. El material de la piedra en seco solamente dispone de losas, delgadas y cortas, cuya escasa resistencia obliga a dejar huecos estrechos con arcos de descarga si se pretende alargarlos. (22) En las técnicas de tierra, a menudo se recurre a un marco completo de madera a modo de rigidizador previamente montado con la finalidad de compensar los riesgos de reblandecimiento y de degradación de la superficie del material que soporta muy mal la humedad (en los soportes, en los ángulos). En estas tres técnicas, las ventanas presentan anchuras inferiores o muy inferiores a 1 m. y la puerta es la abertura mayor.

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Alrededores de Cherchell, Argelia. El muro vegetal (paja, caña) se apoya sobre postes de madera en las esquinas, hincados en el suelo. Una técnica simple que emplea los materiales disponibles y que se integra en el entorno. 4

Carrasqueira, Portugal. Para esta cabaña de pescadores, el muro vegetal aparece como un sandwich entre una estructura sencilla de madera en el interior y un atado horizontal de planchas pintadas de blanco en el exterior. Un resultado muy decorativo. 5

Aurès, Argelia. Las ventanas triangulares, constituidas por tres piedras planas pueden aparecer aisladas, superpuestas o, como aquí, yuxtapuestas, con el fin de obtener el efecto de un óculo calado. 6

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6- Irbid, Jordania; 7- Nablús, Palestina.

Sobre las jambas verticales de sillarejos, aparecen dos soluciones técnicas igualmente elegantes: el dintel y el arco. 8

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En la técnica de entramado de madera, la abertura se talla en madera y la yuxtaposición de una serie de ventanas no supone ningún problema puesto que muchas piezas horizontales toman y reparten las cargas verticales.

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8- Minas São Domingos, Portugal; 9- Aviñón, Francia; 10- Roseta,

Egipto. Entre la gran variedad de aberturas del Mediterráneo, los vanos se presentan habitualmente bajo la forma de un rectángulo vertical. Puertas y ventanas del Mediterráneo ofrecen una infinidad de tratamientos: enmarcado de piedra o de madera, esculpido o pintado, con o sin arco de descarga, con antepecho salido o no. Postigo en forma de persiana o esculpido, mucharabis, rosetón de piedra o con reja. En el sur, a menudo se protegen de las miradas externas al mismo tiempo que del sol. Ver sin ser visto.

(18) La vida útil de las construcciones vegetales es corta. En el Delta del Nilo, por ejemplo, el pescador reconstruye su casa aproximadamente entre cinco y ocho años, y esta reconstrucción se realiza en menos de ocho días. (19) En efecto, las aberturas están equipadas con carpintería, elementos mecánicos manipulados diariamente que no sufren ninguna deformación, pues en caso contrario, dejarían de funcionar. (20) El horizontal es un arco plano, aparejado con dovelas radiales. Es el método (romano) que permite construir un largo dintel horizontal, entre 120 a 140 cm. y que no puede realizarse con una única piedra debido a problemas en la cantera, riesgo de rotura o necesidad de una gran protección, pieza de difícil manipulación a causa de su peso. (21) Podríamos preguntarnos si pequeña ventana es sinónimo de falta de medios, de incapacidad técnica o de inutilidad para sobreiluminar, en una región en la que la luz y la vida al exterior son hábitos irrenunciables. (22) Los albañiles tunecinos han superado este límite mediante la construcción de aberturas trapezoidales, más amplias en la base que en el dintel. EL ARTE DE CONSTRUIR

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una proporción 5/10, que equivale a uno de medio punto, y todavía un último ejemplo más plano, mekhaoussar, con una proporción de 2,7/10. Perfiles hechos de curvas y contracurvas y a veces dentados. La construcción de estos cuatro arcos, incluidas las partes colgantes de sus dentados (en un arco de 3, 5 ó 7 salientes) se realiza sin cimbra, casi siempre con un simple puntal provisional hasta que el mortero fije las piezas en desequilibrio. En la ribera norte, los modelos con tres puntos, medio punto, rebajado o parabólico son comparables en las relaciones altura de flecha/abertura, aunque se montan con cimbra.

No podemos concluir esta descripción técnica de la construcción de vanos sin decir que la ventana pequeña (ventilación, protección térmica contra el viento, el frío o el sol) es muy habitual en el ámbito mediterráneo. Sin olvidar el doble reto que supone la puerta como representación y como protección a la vez: monumentalizada por las dimensiones, su encuadre y generalmente su coronamiento con materiales más nobles o más arquitectónicos (molduras, esculturas), el marco y los grandes herrajes. (23) La abertura no solamente sirve para iluminar el interior, sino que también es un puesto de observación, un mirador social, la última zona privada, puesta de relieve en muchos casos, y proyectada sobre la calle. Los balcones y la reja andaluza abombada en la parte inferior para permitir la visión lateral son la versión en la que la visión es recíproca. Pero los saledizos de las tradiciones árabe y otomana, que permiten vistas estratégicas desde las aberturas, disimulan el observador detrás de las mucharabís o celosías de madera entrelazada, o de los cristales de la sala de estar. Curiosa mezcla de privacidad dentro del espacio común, de intimidad y comunicación, última frontera entre lo interior y lo exterior. (24)

Nuestros arcos mediterráneos –¿romanos? ¿árabes?– son abertura y protección, frontera entre el pleno sol y la sombra acogedora, brillante solución y refugio deseado

• Los arcos Los ejemplos magrebíes admiten luces de hasta 5 m. para un espesor de 60 cm. En las riberas norte y este, también son comunes luces más amplias. Según la escala de la casa, los grandes iwan orientales, que se desarrollan sobre una altura de dos pisos, tienen unas luces superiores a 6 m. Los grandes arcos medievales que sostienen escaleras o que se abren sobre los patios de Rodas o de San Juan de Acre son igualmente muy ambiciosos. (27) Diferentes habilidades en ladrillo se emplean con el fin de mejorar este esfuerzo y ayudar al albañil en la construcción sin la ayuda de una cimbra. En la parte superior del pilar, se ensancha la superficie portante confeccionando un ábaco mediante varias hiladas en voladizo, a continuación se monta un máximo de hiladas horizontales, también extraplomadas, evitando no apartarse de la disposición radial más elevada posible. Hecho esto, los empujes del arco se ejercen a partir de un nivel en el que el contrafuerte es más ancho, absorbiendo de esta manera los esfuerzos, con lo cual no es necesario aumentar las dimensiones del pilar.

El gran arco que ejerce de soporte (con su pilar, su capitel, sus basas, montado solo o en serie) es un órgano cuidadosamente trazado y montado con el fin de cumplir su papel de liberar espacio al reemplazar eficazmente el muro y la viga. Nos referimos al arco que salva una distancia entre dos puntos de apoyo concretos; también encontraremos más adelante un desarrollo de este sistema, en forma de superficies arqueadas como son las bóvedas y las cúpulas. Destinado a soportar esfuerzos importantes, el arco está realizado en materiales duros y regulares: piedras talladas y ladrillos. (25) Muy utilizado en edificios monumentales y artísticos, se encuentra también muy presente en la arquitectura del hábitat tradicional, aunque con menores dimensiones dado que se realiza con mampostería más ligera, pero de todas formas exige una ejecución esmerada y muy técnica. Los arcos de medio punto y los arcos apuntados son nuestra herencia romana (que, a su vez, procedía de oriente) y medieval utilizando la piedra siempre que sea posible. Esto lleva a una tecnología pesada y al cimbrado imprescindible en el momento de la ejecución. Las variaciones en el trazo del arco, que se aleja de las geometrías simples, se obtienen con la técnica del ladrillo que facilita la labor del constructor. Este utiliza módulos ligeros que, combinados con morteros adecuados, permiten al albañil cualificado trabajar sin cimbra. Se trata de la herencia árabe-musulmana que deriva sobre todo de la tradición oriental en el caso del arco apuntado, y de la tradición occidental en el caso del arco de herradura.

(23) En las medinas, donde pocas o nulas aberturas se abren a la calle, la puerta es el único signo de la dignidad o del rango del habitante. (24) Yo te observo cuando tú no me ves, domino la agitación de la calle desde mi casa. Sin tú saberlo, me alimento de la vida de la ciudad. (25) De todas formas, en la alta antigüedad mesopotámica y egipcia, existían bóvedas adoveladas construidas con adobe.

Dentro de la gran variedad de nuestro espacio, veremos solamente un par de ejemplos. En Marruecos, ámbito de las dos influencias, encontramos diversos modelos de base que, para una misma abertura, presentan alturas muy diferentes. Dos modelos especialmente esbeltos, kharsna y mechaouk: el primero, un arco de herradura con una relación altura-anchura de 7/10; el segundo, apuntado y más alto con 8,5/10. (26) Un modelo de encaje, rakhoui, con

(26) En el principio mechaouk, la posición de los centros del trazado de los arcos se obtiene por la subdivisión de la cuerda (la luz) en 3, 5, 6, 7, etc. En 3 se da un perfil muy esbelto y con 7, más rebajado. Estas posibilidades de regulación dentro de una misma morfología son muy importantes para el constructor.

EL ARTE DE CONSTRUIR

(27) Los baykés, almacenes de los arrabales de Damasco, son grandes naves cubiertas en batería con paredes divisorias separadas por la luz libre de las correas y trabadas por inmensos arcos apuntados con una abertura de hasta 9 m.

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M´Zab

Tres décadas de esfuerzos constantes, resultados importantes

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El taller se creó en 1970 a raíz de la clasificación de lugar histórico del valle del oued (río) M´Zab, por su más tenaz defensor, el arquitecto jefe de monumentos históricos André Ravereau, autor de la obra Le 1

M´Zab, une leçon d´architecture, Éditions Sinbad, París, 1981.

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1- Deir Ghassaneh, Palestina; 2- Llissà d´Amunt, Cataluña,

Sobre dos montículos, las Ksour -aldeas fortificadas- han sido preservadas en medio de un entorno que ha

España. Los dinteles de los vanos son normalmente objeto de atención muy particular en su tratamiento: elementos esculpidos, inscripciones, emblemas o blasones, encuentran su lugar más adecuado encima de las puertas o ventanas. Las aberturas son, además, testimonio de los artesanos y de las habilidades locales.

ido cambiando. El proceso de crecimiento del pueblo, que ocupaba durante el periodo colonial el palmeral -en otro tiempo, tierra de frutales y huertos bajo la sombra y la humedad de las palmeras- se extendió por todo el valle.

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Yerba, Túnez. El arco, utilizado aquí como abertura, confiere a la entrada del patio su elegancia y su signo de prestigio. 4

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4- Tetuán, Marruecos; 5- Marruecos.

El dominio del módulo de ladrillo permite una variedad considerable de arcos musulmanes presentes en ambiente urbano (hábitat, monumentos, equipamientos culturales,...), como es el caso de Xauen y de Tetuán. 6

Samad, Jordania. El arco de piedra constituye aquí una viga maestra, puesto que permite reducir las distancias de envigado a la medida de la madera local, y así aumentar considerablemente los volúmenes. Este papel lo han protagonizado desde finales del siglo XIX -sobre todo, en Jordania- los raíles del ferrocarril convertidos en vigas metálicas de gran longitud.

Los inicios del taller consistieron en trabajos de levantamiento arquitectónico, fotografías, apoyo a la

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restauración de casas particulares, y también en la sensibilización de una población que se orientaba hacia una modernización que renegaba de los valores de su cultura arquitectónica y urbana. Actualmente, el taller de M´Zab, convertido en Office de promotión et protección de la Vallée du M´Zab puede mostrar su actividad de restauración de lugares y edificios públicos, y las ayudas -en parte con fondos públicos- para la recuperación del hábitat. El valor del lugar es tal que fue clasificado como Patrimonio Mundial en 1982. El turismo, que floreció antes del periodo de desórdenes que vive el país, ha llevado a la población a crear asociaciones de guías voluntarios que organizan visitas siguiendo los itinerarios más interesantes que permiten contactar personalmente con los miembros de estas comunidades más abiertos y conscientes del valor de su patrimonio. El turismo, hasta ahora únicamente internacional, cada vez más procede del ámbito nacional. La demanda de una oferta turística por parte de los propios argelinos, obligados durante estos últimos tiempos a quedarse en su país, es importante. El turismo tradicional "de compras" de los argelinos en los países europeos va desapareciendo con la liberalización económica y la disponibilidad local de casi todos los productos. Por eso mismo, desde ahora, se prevé un periodo muy favorable para desarrollar una oferta turística diversificada. Argelia, con un territorio inmenso, es rica en lugares importantes que es preciso no descuidar ni someter a las presiones demasiado aceleradas de los cambios sujetos al desarrollo económico, que podrían conducir a la destrucción o la sustitución de todos estos conjuntos históricos habitados.

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Al Shouna, Jordania. Solidez probada del arco, al permanecer solo en su lugar aun cuando el resto de la edificación se ha desplomado.

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Comparable -por el uso y la escala- a los riwaq (galería) e iwan de Palestina y Siria, el ejemplo de Chipre ilustra el uso del arco en la casa tradicional. En este caso, los grandes arcos apuntados se utilizan en dos partes de la construcción: para sostener la galería exterior sobre una serie de arcadas y para doblar las dimensiones de la sala de estar (como si se tratara de un muro vaciado). En el segundo caso, el arco es un soporte intermedio que palía la falta de la madera, sustituyendo a una viga que debería medir entre 6 y 7 m. La curva de estos arcos apuntados viene dada por un radio constante proporcional a la distancia que hay que salvar en un relación 2/3; pero puesto que la altura disponible varía según el inmueble, el perfil general del arco será más o menos esbelto, cerrado o rebajado hasta el límite del medio punto. Esta adaptación está realizada por un hombre de oficio que ha de saber trazar, tallar (dos trabajos hechos en el suelo) y montar la obra. Hasta el nivel posible, se procede sin cimbra y, a continuación, se monta un molde de ladrillo para sostener las dovelas. Las piedras del arco son amorteradas con yeso dentro de canales previamente grabadas en las caras de contacto. Con el objetivo de liberar el máximo de espacio, el arco no llega al suelo, apoyándose sobre dos bases insertadas en los muros laterales a una altura aproximada de 1 m. para poder dejar un espacio para un mueble. Al exterior resultan indispensables unos contrafuertes para absorber los empujes de esta gran obra que no se sostiene por sí misma. Además, para conseguir la traba indispensable, muros, arcos y contrafuertes se construyen simultáneamente. La parte superior de las dovelas no se extradosa para facilitar su unión a la albañilería de relleno de los muros.

Observamos que los albañiles mediterráneos han utilizado siempre, sobre soportes solubles, porosos o heterogéneos, esta capa impermeable para detener la penetración del agua de lluvia caída violentamente antes de que esta impregne el muro. Este problema está presente en todas partes aunque en grados diversos: desde el revoco bastante grueso que cubre totalmente el soporte, hasta el revoco que rellena los espacios vacíos y permite la aparición de las protuberancias de la piedra. También encontramos miles de m2 de muros de mampostería que han estado cuidadosamente revocados originariamente y que han perdido con el paso del tiempo esta protección (todavía apreciable en forma de retazos bajo los aleros del tejado) que no se ha considerado oportuno reconstruir. De este modo, la visión tecnicista de permeabilidad al agua = revoco, queda desmentida por la realidad. Probablemente hay que observar la concurrencia de dos factores temporales: el proceso de degradación de una superficie mal protegida es, en general en nuestros climas, suficientemente lenta para que dure la vida de un hombre, algunos decenios, como para olvidarse de conservar una perfecta impermeabilidad. Ya que uno se acostumbra a su ausencia, la presencia del revoco señala asimismo otro interés, atestigua una ambición de otro tipo. En este sentido, cuando los muros de piedra a junta viva o de ladrillo son revestidos es sobre todo para satisfacer una voluntad estética más que una necesidad de protección.

Los porches, los portales, las calles cubiertas europeas, los souks, las galerías,... dan lugar en todo el Mediterráneo al uso de los arcos. Su perfil está condicionado por la altura disponible y ello le confiere su elegancia. (28) Al final, cuando el inmueble está en proceso de ruina, es el arco el que queda en pie, mostrando su solidez y recordando la habilidad técnica que fue necesaria para construirlo.

Los revocos, en todas partes a la cal y a menudo con tierra, caracterizan el paisaje mediterráneo y evocan su cultura técnica común

El espesor, la granulometría y el color de los áridos, las herramientas de aplicación y el acabado, nos ofrecen una serie de aspectos que podemos dividir en cuatro familias.

EL REVESTIMIENTO DE LOS MUROS: REVOCOS Y ENCALADOS Los revocos

Una versión mínima que comienza con la simple junta rellena (30) y que gradualmente llega hasta el mortero proyectado y recortado. El albañil, con la paleta, cubre la superficie y la nivela, y elimina el material sobrante con el filo de la misma paleta. Así se obtiene un trabajo de aspecto rudimentario, sin preocupación alguna por pulir la superficie, que conserva el color del aglutinante y del árido poco tamizado y de gruesos granos. Trabajo rápido y de una sola pasada, que sin embargo asegura la protección del soporte. Es la estrategia adoptada cuando, con el mínimo esfuerzo, no se quiere dejar el paramento desnudo. Se trata de un sistema sobre todo rural y rústico, poco presente en la ciudad en la que se buscan mejores y más delicados acabados.

Si el muro se revoca es, en primer lugar, por una razón funcional de protección. De hecho, esta capa se puede ejecutar y acabar de muchas maneras, e incluso puede convertirse en el soporte de una expresión específicamente decorativa. La necesidad de revocar es proporcional a la resistencia de los materiales del muro de soporte. Los muros más sensibles al agua son los construidos con tierra, tapial o adobe y, por ello, son los más habitualmente revestidos. (29) Le siguen las albañilerías de mampuesto; debido a las formas irregulares de sus piezas, una parte importante del mortero de las juntas, cuya porosidad al agua es grande, está expuesta en el paramento. Esta es otra razón para el revoco. Están además las calcáreas blandas, muy dominantes en la región, que son muy porosas y muy vulnerables ante los efectos del agua y que, por tanto, precisan una protección adecuada. EL ARTE DE CONSTRUIR

Más elaborados, y muy presentes en todos los países mediterráneos, son los revocos pulidos -muy antiguos- a veces sustituidos por sus herederos nacidos con el cemento, los revocos

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aplicados con talocha. Se pueden aplicar sobre el revoco descrito anteriormente que sirve como base. He aquí una versión de dos capas. El fratasado supone la acción clara del albañil desde la antigüedad: se coloca mediante la paleta, útil que le permite reapretar, nivelar y obtener ese acabado inimitable de un revestimiento plano que matiza la luz rasante delicadamente animada como la superficie del agua o de la arena. Asimismo, le confiere ese toque consistente de la herramienta, dulcificando la plasticidad del mortero; muestra el grano coloreado sin empastarlo, consiguiendo la elegancia de un gesto elaborado y natural. Todavía hoy los albañiles siguen alisando y acariciando el muro cuando usan esta cal antigua, grasa o flaca, constituyendo el oficio por excelencia del Mediterráneo desde tiempos inmemoriales. (31) El cemento, al fraguar más rápidamente, ya no permite este gesto. Para nivelar y acabar, se ha sustituido el fratás que, por su superficie y por su posición paralela al muro, ofrece un aspecto más abrupto, una huella circular de fratasado que reparte el grano. (32)

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Simi, Grecia. Vista general y detalle de un mosaico multicolor: fachadas de inspiración clásica revocadas y pintadas a la cal. Las molduras y los elementos de ornamento arquitectónico con relieves más o menos acentuados, se realizan en piedra antes de ser revestidos: cornisas que coronan la cima de los muros, bandas que resaltan el nivel de los forjados, enmarcados de los vanos de puertas y ventanas,... 3

Koutos, Peloponeso, Grecia. El desgaste del enlucido sencillo deja entrever los mampuestos del muro de piedra, invisible originalmente. 4

Francia. Secciones de enlucido alisado con paleta (2 capas) y enlucido talochado (3 capas). En las últimas capas, se utilizan a menudo áridos más finos y una dosis de aglutinante más reducida. De escasa resistencia, la capa de acabado se erosiona lentamente con la intemperie y no forma pátina de suciedad. 5

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Discreta protección de una capa o imagen firme de los revocos multicapa,

5- Valdefuentes, Extremadura, España; 6- Pirgi, Grecia; 7- Alella,

Cataluña, España. Sgrafitto, esgrafiat, xisto (Grecia), Esgrafiado. Estos revestimientos decorativos de dos, tres o cuatro capas sucesivas se realizan escarificando o grabando al fresco un mortero compuesto de cal aérea, áridos finos y pigmentos minerales para la coloración en masa. Según los casos, los motivos proceden de técnicas del dibujo al trazo y con motivos coloreados.

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de la arquitectura más culta

Todavía más elaborada, aunque menos frecuente que las dos categorías precedentes que dominan ampliamente el Mediterráneo, hemos de referirnos a la gama de los estucados. Son muy delgados -nunca de más de 3 mm.- con una dosificación muy ajustada con respecto al aglutinante y con la presencia de áridos de fina granulometría (polvos de mármol, de piedra,

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Roseta, Egipto. Vaciado, plano o -como en estas juntas pintadas en forma de bandas- en relieve, las juntas marcan el dibujo de los ladrillos y de las piedras. 9

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9- Lindos, Rodas, Grecia; 10- Mértola, Portugal.

Desagüe o moldura vertical. El revoco a la cal da relieve a la fachada, imita y sustituye las molduras. 11

(28) La arcada libera la casa de muros y permite nuevos volúmenes. Permite que el espacio de transición fuera/dentro se convierta en una lugar para la estancia y como deambulatorio. El sistema de arcos separa los pilares sobre los que se sostiene la bóveda, orgulloso de la proeza que ello significa.

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11- Pego, Portugal; 12- Mértola, Portugal.

¿Cómo destacar una arquitectura sencilla, transformándola en una obra de arte con escasos medios económicos? Con la destreza y habilidad del albañil portugués en las técnicas de los revocos y las molduras.

(29) Muchas excepciones a este principio: los anexos, los muros de cerramiento, las fachadas no expuestas a la lluvia. (30) La región greco-turca, especialmente, ha utilizado las juntas sobresalientes a modo de bandas fuertemente expresivas. Por el hecho de modelarse sobre mampuesto dan un grafismo aleatorio con una imagen laberíntica. (31) Localmente se buscan mejores resultados. Así, para fijar mejor el revoco sobre su soporte (punto débil de esta técnica a través del tiempo), los albañiles de Santorini y también de Mallorca tienen por costumbre "clavar" el enlucido con pequeñas piedras vistas. Con el paso del tiempo, esta mejora de la durabilidad se ha convertido en marca de fábrica estética identificada con un territorio y reproducida por imitación aunque con otro ritmo y otra densidad. Se ha olvidado la razón original. (32) La talocha también permite acabar los revocos a la cal. En el Mediterráneo occidental su uso tiende a generalizarse desde hace un siglo, dando como resultado paramentos planos que han perdido esta suave vibración del aplanado con paleta, esta relación natural con los muros de mampostería tradicional. EL ARTE DE CONSTRUIR

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el revestimiento varía de lo estrictamente funcional a la delicada expresión

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fragmentos de teja triturados). Se fijan vigorosamente con una espátula aplicándose siempre sobre un enfoscado ya preparado. Pueden ejecutarse en una sola capa, simplemente para distribuir el grano de la capa de soporte, aunque también admite dos, tres o más capas. Estos estucados tan sofisticados han dado lugar en el Mediterráneo a variantes. El sgraffito italiano, el esgrafiat catalán y, también, el xisto griego. Se superponen dos o tres capas coloreadas de forma diferente, que son rebajadas parcialmente según un dibujo, formando de esta manera una imagen en dos o tres tonos de gris (negro humo, negro hueso,...), ocre y otros colores. Otro caso, el tadlak, más habitual en el interior, presenta en el Magreb un estuco blanco monocromo, pulido y brillante. Además, teñidos en su conjunto, los estucados pueden imitar el ladrillo, con las juntas refundidas o pintadas.

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Siwa, Egipto. La atención especial dedicada a los enmarcados aparece aquí enfatizada por una diferencia de texturas del revoco de tierra: alisado y más cuidado. 2

Tetuán, Marruecos. Pigmentos en venta en la medina de Tetuán. 3

Xauen, Marruecos. Por su poder reflectante, el blanco del encalado de esta calle de Xauen colabora en el aislamiento de los espacios interiores. 4

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El revestimiento es una trabajo fascinante puesto que permite múltiples cambios: suprimir el aspecto tosco, ofrecer una imagen de unidad a la obra, jugar con los colores de las arenas locales, representar lo que no es, mediante todos los artificios de los materiales fingidos y del dibujo de elementos arquitectónicos. Es decir, es capaz de poner en escena, de representar el inmueble bajo la apariencia más espectacular. Y ello recurriendo al uso de medios simples -cal y arena- accesibles a cualquiera. El más humilde constructor puede utilizarlo para recrear el lenguaje de la arquitectura culta.

Ghardaia y Beni Isguen, Valle de M´Zab, Argelia. La paleta de colores tornasolados que anima la arquitectura del Valle de M´Zab está compuesta por pigmentos minerales propios del lugar. En esta región cálida y seca, una teoría consiste en justificar el uso de revocos toscos (proyectados, extendidos o antiguamente aplicados manualmente) por la sombra que producen en las fachadas, mejorando de esta manera el aislamiento de los muros. 6

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Oia, Santorini, Grecia. Revocos "claveteados". Originalmente, los guijarros poco espaciados se hundían dentro del revoco fresco todavía para compactarlo y fijarlo. Hoy, la imagen pintoresca de estas fachadas "claveteadas" es la más corriente, aunque carezca de lógica constructiva.

Es precisamente en este ámbito de la expresión excepcional y elevada donde encontramos la cuarta familia de los enlucidos: la de los proyectados (33), la búsqueda de texturas modeladas con el mortero fresco y las molduras perfiladas. El albañil asocia este tipo de paramento a una composición elaborada: el plinto, el basamento, los frisos y el entablamiento, para los ritmos horizontales; y las esquinas, las jambas de los vanos y los paramentos, para los ritmos verticales. Aunque esta práctica es de inspiración europea, se encuentra muy diseminada. Al eliminar material, esta técnica permite jugar con la yuxtaposición de lo liso junto a lo rugoso, modelando los relieves para imitar el almohadillado de piedra, los paramentos rústicos o abujardados, modelar los enmarcados y las cornisas, imitar pilastras con el juego de salientes y rehundidos o gravar falsos aparejos,... Tan familiarizados con el mortero y convencidos de que resulta tan expresivo como los materiales nobles tallados o esculpidos, los hombres de este oficio del Mediterráneo han inventado y divulgado este arte del artificio y de la imitación. Han desmitificado magistralmente lo inaccesible al demostrar que se puede ser modesto, incluso iletrado, pero digno de una arquitectura brillante y erudita a la vez. El Levante y el mundo árabe-musulmán utilizan poco este lenguaje de la representación, en la fachada exterior. Ellos dan prioridad a una expresión única y sobria, reservando para el espacio interior los revocos decorativos modelados, cincelados y laboriosamente elaborados. Algunos enlucidos de yeso (34) se emplean tradicionalmente en Argelia, en Túnez o en España, en zonas muy secas (M´Zab, Nefzaoua) donde los yacimientos de yeso abundan y donde el combustible como la madera es raro (la calcinación del yeso consume 5 ó 6 veces menos madera EL ARTE DE CONSTRUIR

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Francia

La mejora del hábitat existente, la valorización del patrimonio

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Desde la primera lista de Monumentos Históricos de 1840, el patrimonio, en Francia, lo han configurado los grandes monumentos durante más de un siglo. En 1962 se promulgó una ley sobre los Sectores protegidos con el fin de salvaguardar los barrios históricos mejor conservados.

que la de la cal). Llamado timchent en Argelia, este yeso es indistintamente el aglutinante del mortero y del revoco. Da como resultado revocos de tonos grises, ocres o rosados, hoy encalados. (35) Los revocos rosados de Albarracín, en España, son también muy peculiares.

Hubo que esperar a 1970 para ver que una ley reconocía la vivienda tradicional por su valor de uso y su valor patrimonial: la mejora del confort de las viviendas se promocionaba mediante subvenciones. Mientras que el Estado ayudaba directamente a los propietarios ocupantes con pocos recursos, se creó la Agencia Nacional

Muchos revocos con tierra. Se utilizan para proteger los muros construidos con mampostería, con tapial o con adobe. El revoco está aplicado con una sola capa gruesa, o con dos o tres, con los áridos de la última capa más finos. Su espesor es variable entre 3 y 9/10 cm. y la planeidad es muy relativa, utilizando para ello la mano o la paleta. (36) A veces, la capa de acabado está hábilmente tratada mediante el añadido de jugo de plantas y un pulido con guijarros o piedras: su superficie ofrece, de este modo, la apariencia de un enlucido.

para la Adecuación del Hábitat (ANAH) con el fin de ayudar a los propietarios de viviendas de alquiler.

Los encalados Todos los países mediterráneos utilizan el encalado. Habitualmente se realizan con lechada de cal, aunque también existen lechadas de tierra y materias orgánicas (estiércol de vaca). Su renovación es una práctica continua, habitualmente más de tipo doméstico que profesional. Aglutinante, agua, una brocha o una escoba de pelo animal o de fibras vegetales, son los elementos esenciales. Puesto que los animales comparten la vida cotidiana con los seres humanos, la cal viva que se emplea en el encalado ejerce como poderoso antiséptico contra las infecciones. Higiene regular durante el ciclo estacional.

de las Opérations programées d'amélioration de l'habitat (OPAH), donde las ayudas se incrementan durante un periodo de tres años: se trata de frenar el fenómeno de la degradación -viviendas desocupadas- que afecta a numerosos barrios antiguos y a algunas localidades que sufren el éxodo rural. Como un efecto dominó, las OPAH crean una verdadera dinámica de recuperación urbana mediante un contagioso proceso de rehabilitación que incide tanto en viviendas privadas subvencionadas, como en las de alquiler social y en

(33) Se lanza el mortero con una escoba hecha de ramas de ciprés, de boj, de palmera datilera,... golpeándola sobre un bastón para obtener una proyección con un movimiento seco y preciso. Desde el grano grueso alveolar hasta la fina tirolesa, la gama es muy extensa. También se puede extender el enlucido fresco con una rama para homogeneizar la textura al tiempo que se compacta.

viviendas privadas no subvencionadas. Por lo general, los ayuntamientos potencian estas acciones con la

(34) En Chipre, los revocos de yeso llamados plaster of Paris o French plaster son utilizados comúnmente desde hace tiempo y no son resultado de un proceso reciente de transformación. Es el privilegio de las islas de disponer de cargamentos venidos a través del mar.

Desde finales de los años 80, la dimensión social de la vivienda antigua cobra gran significación, por ello, el

mejora de los equipamientos públicos, con la restauración de edificios de su propiedad y con la valoración de espacios urbanos.

incremento de las ayudas de la ANAH a los alquileres regulados es cada vez más importante. Ello no significa una falta de compromiso por el patrimonio por parte de la ANAH: en el marco de las OPAH en el "sentido

(35) Los viajeros del siglo XIX describían las ciudades con los colores de la tierra y de la roca: "En Ghardaia, como en Beni-Isquen, todas las arcadas están escalonadas unas sobre las otras, algunas casas, blanqueadas a la cal se recortan sobre el tono grisáceo de las que no lo están." Trumelet, 1854.

patrimonial" y en ciertos sectores protegidos, los trabajos de interés arquitectónico están fomentados a través de subvenciones más elevadas.

(36) En la región de Siwa, en Egipto, las piedras de sal (kershif), muy porosas y de formas totalmente aleatorias, requieren de un 50% de mortero de tierra. El exceso de mortero es proyectado sobre la mampostería para llenar todos los espacios vacíos y protegerla.

Finalmente, la ley Solidarité et renouvellement urbains, votada el año 2000, amplió las competencias de la ANAH en la ayuda a los propietarios ocupantes, así como en la reconversión de edificios de otros usos a viviendas, esto es, se da la máxima importancia a la vivienda en el proceso de rehabilitación. Así, en Francia,

(37) Ya sea una simple señal puntual o sólo el enmarcado del vano o el de la puerta los que están tratados (blanco, blanco-azulado brillantes), ya sea en las superficies parciales (blanqueadas solamente hasta la altura de un hombre o únicamente en el zócalo más expuesto y que se rehace más asiduamente), o ya sea limitado a la fachada principal, pero también pueden ser todas las fachadas incluso tejados y terrazas.

desde hace más de un cuarto de siglo, la revalorización del patrimonio urbano o rural, constituido esencialmente por arquitectura tradicional, ha estado ligada a la mejora de la vivienda.

EL ARTE DE CONSTRUIR

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A partir de 1977, el esfuerzo de los poderes públicos se concentra en conjuntos urbanos o rurales, a través

Sea como sea, el espíritu humano gusta de blanquear, adecentar, renovar la limpieza de su ambiente hasta encalar incluso los mismos pavimentos en muchas regiones. (37) Las fiestas religiosas y familiares son la ocasión preferida para proceder a esta renovación en el mundo

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musulmán. Sobre muros, porches, techos,... la repetición cíclica del blanqueado conforma un verdadero revestimiento multicapa con decenas de estratos finísimos que protegen el entorno del hombre mediterráneo. Del mismo modo que podemos contar los años de un árbol por los anillos de su tronco, podemos contar las sucesivas capas estacionales. Mediante este sistema, los muros quedan protegidos. Sea cual sea el material base (piedra, ladrillo, tapial o enlucido), el encalado preserva, uniformiza y da el aspecto final al edificio. Además, supone el añadido de una lámina suficientemente impermeable para soportar la época de lluvias sin que el muro pueda dañarse en profundidad.

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realzar la composición arquitectónica. Casi siempre mediante dos tonos como mínimo, un fondo de color neutro, más diluido y lechoso si la superficie es grande y más saturado si esta es pequeña. En los elementos singulares (frisos, enmarcados, franjas,...), un tono más claro. Se trata de un matiz sencillo, plástico, que ofrece el placer del color por sí mismo, sin referencia a los colores propios de materiales de construcción. Encontramos los azules, los rojos tierra, una gran gama de amarillos en contraste con los blancos pálidos de las molduras. Otra línea más elaborada y más realista apunta hacia el trompe-l´oeil y dibuja con precisión los elementos arquitectónicos mediante ligerísimos trazos de sombra y luz, multiplica los colores y llega hasta a imitar tonos y texturas de las piedras. Regusto un tanto falto de destreza y rústico del albañil que ha cambiado la paleta por la brocha o, en el otro extremo, dominio del pintor: encontramos todas las calidades en una técnica que además resulta asequible a casi todo el mundo.

La ribera sur encala de forma más sencilla que la norte. Dentro de una tendencia más pictórica, elabora combinaciones de tintes

Esta calidez y adaptabilidad, esta gama cromática mineral tan particular de la película de cal que se degrada, muestra siempre su textura y convierte el encalado en una técnica insustituible.

y sugiere las molduras de la fachada

Otros revestimientos del muro De protección pasa a ser decoración. Con una nueva proporción de diluyente (el encalado es casi una pasta con una medida de cal por una de agua), tres partes de agua, la fluidez lo aproxima a la textura de la pintura al temple. Por ello, casi siempre se tiñe convirtiéndolo en instrumento de una verdadera campaña de limpieza, que juega con los colores disponibles en la zona. El subsuelo del Mediterráneo es una mina de yacimientos de tierras de colores, de los cuales se extraen por decantación las partículas más finas que constituirán el pigmento mineral. Los nombres más comunes de estos materiales se han convertido en clásicos: el ocre amarillo de Provenza, los tierras dorados y marrones de Siena, de Umbría, de Chipre, los tierras verdes de Verona, el blanco de Santorini,... y se sabe también que calcinándolos se dobla la paleta cromática con los ocres rojos, los sombra calcinados, los negros de viña. (38) Si estos hermosos nombres resuenan en nuestra memoria, es porque se han convertido en objeto de identificación precisa y de un comercio organizado a lo largo de la historia para dotar de materia prima el mundo de las bellas artes. También porque han circulado al mismo nivel que las especias y los tejidos desde hace mucho tiempo. Pero esos mismos yacimientos, a su vez, han suministrado al sector de la construcción, y muchos de ellos se encuentran en diferentes áreas mediterráneas y alimentan a los artesanos de la construcción de finos pigmentos minerales para que los usen para colorear las lechadas de cal. En efecto, el medio básico de la cal requiere productos minerales para que el color sea estable y no cambie, lo cual hace que sean raros, a la hora de encalar, los pigmentos de origen vegetal u orgánico.

En algunas ocasiones un revestimiento cerámico o de ladrillo visto sustituye eficazmente el revoco y el encalado. La cerámica, protección prácticamente inalterable, una vez en la obra cumple una primera función decorativa, como sucede en el Magreb, donde se utiliza sobre todo en los patios de las grandes mansiones de Argelia, de Marruecos y de Túnez, en zócalos y coronamientos de muros. En este mismo sentido, las cerámicas portuguesas o azulejos que presentan una paleta infinita de colores, de motivos y de decoraciones figurativas, se han constituido en un verdadero objeto de valor para coleccionistas. Sin embargo, actualmente, los pigmentos naturales procedentes de minerales y óxidos son reemplazados por colores de origen sintético, y el bizcocho fabricado de manera artesanal tiende a desaparecer en beneficio del bizcocho industrial de menor espesor.

Estos encalados coloreados son más frecuentes en la ribera norte del Mediterráneo. ¿Es que los países cristianos prefieren mostrar su diferencia y cambiar de piel radicalmente cada campaña de encalado? Lo que es seguro es que la importancia dada al aspecto de la fachada en el sur de Europa se acopla muy bien a las posibilidades que los encalados ofrecen para

Los forjados

Los muros perimetrales de ladrillo en el Djerid tunecino (Tozeur, Neftu,...) muestran, en su cara externa, ricas composiciones obtenidas mediante el ladrillo utilizado como elemento modular. (39) Asimismo, las geometrías producidas de este modo generan sombras que refrescan la fachada, lo cual constituye un argumento funcional nada desdeñable en un clima casi desértico.

LA ESTRUCTURA HORIZONTAL

EL ARTE DE CONSTRUIR

Cuando no están construidos con bóveda, los techos tradicionales mediterráneos necesitan siempre recurrir a una estructura de madera. Conviene distinguir dos grandes tipos:

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- el modelo ligero, con vigas + entarimado (o + losas de piedra), en el que el material visible en la cara inferior es el mismo que en la superior. Siempre lo encontramos en los interiores y su ajuste es muy cuidadoso. - el modelo pesado, con un cubrimiento del espacio entre vigas mediante un complejo y pesado trabajo de albañilería y un revestimiento final. Es un buen aislante y se puede encontrar en zonas interiores y bajo cubiertas planas.

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1- Mouans-Sartoux, Provenza, Francia; 2- Evora, Portugal.

La fuerza de la imaginación con la pintura a la cal. Imitación de una ventana con sus postigos en un deseo de equilibrar la fachada. Imitación de baldosas de cerámica tradicional llamadas azulejos. 3

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Lisboa, Portugal. Los azulejos artesanales hoy son sustituidos por baldosas de cerámica industrial. Aunque menos delicadas pero más económicas, son muy populares fuera del ámbito del hábitat noble.

Este segundo ejemplo es el más corriente. Para el constructor se trata de generar una superficie horizontal entre los muros que sea suficientemente estable y resistente como para soportar las sobrecargas de uso correspondientes a la vivienda o al almacén, y suficientemente maciza para ser algo más que una simple membrana, separando y aislando los usos en los dos niveles. Con el fin de dar respuestas a estas funciones, el forjado está concebido como un sistema -estructura, relleno, superficie de uso- compuesto de varios materiales: de cubrición, de unión, de relleno, de acabado. De este modo se unen materiales secos con otros húmedos, un esqueleto ligero con un relleno. Como para todas las demás técnicas constructivas, recurrir al material local permite encontrar las soluciones constructivas y las astucias en el empleo y puesta en obra de cada una de ellas, lo que revierte en una mejor economía y mejores resultados. (40)

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L´Ametlla del Vallès, Cataluña, España. La estructura portante de vigas de madera se cubre con un entablado de madera clavada y ensamblada. Comúnmente, las secciones de las vigas varían en función de la calidad de la madera utilizada y de la altura de los árboles empleados: la palmera, la encina, la tuya o el cedro, las dimensiones varían en una sección de 8x15 a 15x20 cm., para distancias que van desde 2 a 5,50 m. o más. 6

Siwa, Egipto. Techo de madera de palmera. Para mejorar la baja calidad de esta madera, los troncos se cortan en dos mitades en sentido longitudinal: corteza con corteza, se crean secciones cuadradas.

Encontramos en el Mediterráneo cuatro grandes sistemas estructurales cuyo elemento principal es de madera. Lo que los distingue es la manera de cubrir el espacio entre vigas.

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Alto Rif, Marruecos. El sentido común del constructor, que utiliza la forma del árbol original para materializar esta horca en la parte superior del puntal. Un soporte eficaz para la viga.

1. Se superpone perpendicularmente a la viga un entarimado hecho de tablas de madera que se fija a la misma viga (es el caso de las construcciones en madera muy corrientes en Turquía o en Grecia). En algunos casos, esta superficie es un encofrado perdido que sostiene el mortero de tierra, yeso o de cal, superior.

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Portugal. Forjado de madera: las arcadas cumplen aquí el papel de vigas longitudinales principales. 9

La Selva, Cataluña, España. El soporte de la superficie de la cubierta, realizado con ladrillos cerámicos, decorado por su cara inferior.

(38) A mediados del siglo XIX, en Lyon, Guimet preparó un azul ultramar mediante síntesis química y compatible con la cal. Producido industrialmente (abundante, muy colorante y barato), embarcado en Marsella, inundará toda la Cuenca mediterránea, permitiendo el empleo sobre el edificio de este color, que antes únicamente se obtenía a partir del triturado del lapislázuli o de la azurita (que venía del ultramar oriental) a precios prohibitivos y sólo reservado a la pintura de caballete.

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Ghardaia, Valle de M´Zab, Argelia. Detalle de un techo de losas de piedra calcárea sobre vigas de tronco de palmera.

(39) Teniendo en cuenta el atractivo turístico de las fachadas tradicionales de Tozeur, las autoridades locales han impuesto el revestimiento de fachada con ladrillo y en relieve como una obligación. El resultado es el aplacado de decoraciones tradicionales sobre edificios de ladrillo industrial o de hormigón. Se trata de una teatralización que coincide con la desaparición progresiva de los edificios originales poco cuidados, a pesar de los esfuerzos concretos y meritorios llevados a cabo por las autoridades nacionales sobre algunos edificios emblemáticos. (40) En Túnez, dos variantes de forjados utilizan exclusivamente la palmera en todas sus formas: cortada en vigas (zouaiz) y en tablas, o en fragmentos radiales (sannour), elaborada en forma de tejidos (h´sira) a partir de los nervios y del ramaje. Después de la tala y del presecado, la palmera es colocada durante seis meses (tanguii) en un medio natural húmedo y salado a fin de afianzar y compactar sus fibras. Después del nuevo secado puede ser trabajada. Una preparación sofisticada para utilizar el único material disponible en la zona y para adaptar una técnica a sus capacidades. EL ARTE DE CONSTRUIR

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2. Se coloca entre dos vigas un material de entrevigado corto del tipo losa de piedra (productos delgados como el esquisto) baldosa o ladrillo, pequeñas piezas de madera,... que funcionan como fondo del encofrado para recibir el mortero de relleno. (41)

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La bóveda es la muestra de la cultura técnica del albañil que sólo dispone de materiales minerales para cubrir un espacio entre dos muros

3. Se monta una estructura secundaria de sección media, perpendicular a la primera, destinada a armar el mortero de cal -a veces de tierra, especialmente en el Magreb- que constituye el alma del forjado. (42)

ahorra en material, lo cual le asegura un buen recubrimiento de las armaduras y un mejor confort (vibraciones, aislamiento térmico y acústico). Obligado a trabajar con aquello que tiene a mano, se anticipa al mallazo moderno conectando mediante fibras flexibles, maderos cortos y con un buen conocimiento del entramado lo que le obliga a incrementar el grueso del conjunto ya que no trabaja con la armadura más adecuada. Pero dado que el forjado está a menudo en una posición elevada, es decir como tejado o terraza, y por tanto separa un espacio interior de otro exterior, este aumento del espesor se convierte en un valor añadido.

4. Muy similar a la anterior, una armadura secundaria hecha de pequeños elementos muy juntos forma a la vez el fondo del encofrado y la armadura del relleno, que puede ser un mortero o tierra. Una gran variedad de materiales se utiliza para salvar los espacios de entrevigado y para armar el mortero: ramajes en pequeñas secciones, sarmientos de vid, rosales tejidos, hojas de palmera en las zonas de oasis, gavillas de gramíneas,... De este modo, el forjado es un complejo de tres estratos: – las vigas de madera, – el mortero (en la técnica del hormigón hablaríamos de la capa de compresión) que forma la verdadera separación, y masa que da las cualidades de aislamiento entre los dos espacios (el entrevigado de mortero forma un conjunto distinto del envigado). – el revestimiento de acabado, que no siempre aparece en la obra, sustituido muchas veces por un pulido o un encalado.

Aunque menos habitual, los forjados tradicionales también pueden salvar grandes luces desde 7 hasta 12 m. La solución más simple es instalar puntos de apoyo intermedios mediante pilares o columnas. Para liberar el forjado, hay que añadir un elemento horizontal suplementario: una viga de gran sección que recoge dos tramos de vigas de corta distancia. (43) También podemos recurrir al arco (Chipre, Grecia) y doblar la luz del módulo en la longitud de viga. Otras soluciones para compensar las cargas y evitar grandes deformaciones son: multiplicar los elementos de envigado, aumentar su sección o conectar las vigas entre ellas. (44)

Para el envigado, la luz y la sección de madera son evidentemente proporcionales. Es raro que sobrepasen los 20 cm. de sección en las luces más comunes (de 4,50 m. a 5,50 m.). Maderas escuadradas o en rollizo, de pino, algarrobo, olivo, álamo, tuya, cedro, etc. La separación entre vigas de madera puede ser mayor o menor según la naturaleza del material de entrevigado y según las sobrecargas previstas: – alrededor de 60 cm. para los entarimados de tablas de 3 cm. – no más de 40 cm. para las pequeñas bóvedas de piedra y de ladrillo. – hasta 90 cm. cuando maderas de sección media arman el mortero. – más estrecho para los sistemas con pequeños vegetales.

Las maderas y los elementos vegetales están expuestos a los ataques bióticos de insectos y de hongos y al riesgo de pudrición (encajes mal ventilados, defectos de impermeabilidad). Frente a ello, encontramos numerosos encalados o revestimientos de yeso o de cal en las estructuras que reducen estos riesgos. En consecuencia, el aspecto rudimentario, ya sea enlucido o pintado (digamos decorado) no es el resultado de un interés más o menos elaborado en su acabado, sino que responde también a una necesidad sanitaria de proteger del polvo y de encajonar los elementos que vibran y que se degradan a causa de la humedad. Las bóvedas y las cúpulas

Un sistema de empotramiento o de encajonado es el que se usa para la unión entre el muro portante y el forjado, actuando en estos casos la lógica del albañil.

• Las bóvedas Para salvar el espacio entre dos soportes y cubrir una superficie, la alternativa a la estructura de madera es la bóveda. Esta puede por sí misma constituir el soporte de una superficie de uso, techo o terraza, o ser, también, cubrimiento cenital en el lugar del complejo tejado + cobertura, con estanqueidad integrada.

La capa central del entrevigado, amorterada o compactada, no mide nunca menos de 15 cm. de espesor, acercándose a menudo a los 25 ó 30 cm., sobre todo en el caso de la terraza. La técnica en la que se superpone la estructura portante, el encofrado y el relleno comporta un espesor mayor que el de la técnica en la que el mortero y su armadura forman un solo elemento (armadura secundaria). Sin embargo, este espesor es en todos los casos significativo y nos indica que, contrariamente a las losas modernas de hormigón analíticamente dimensionadas y en consecuencia delgadas, el constructor tradicional no EL ARTE DE CONSTRUIR

Como para otros sistemas constructivos, es la doble situación de escasez o de abundancia la que permite que una técnica y sus habilidades aplicadas se desarrollen: escasez de madera

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y profusión de arcilla. La bóveda nace en Oriente, en las llanuras aluviales de Mesopotamia y de Egipto, que es al mismo tiempo cuna de otras muchas invenciones, entre ellas la de la cultura constructiva que nos ocupa en esta obra. Sustituirá a un procedimiento anterior, presente en diferentes zonas del Mediterráneo que construyen en piedra: se trata de la construcción en falsa bóveda que, efectivamente, solo permite cubrir espacios de pequeñas dimensiones, puesto que obliga a elevarse desde una proyección horizontal en voladizo limitada por la basculación de la propia pieza que sobresale. (45)

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Fuhais, Jordania. Espesor de un complejo multicapas. Este tipo de techo está formado por tres capas: una capa, estructural, realizada con vigas; otra capa de soporte parecida a un encofrado perdido; y una capa de relleno formando la losa propiamente dicha. 3

Tamasred, Túnez. La capa de soporte se realiza en función de los recursos naturales disponibles en suficiente cantidad en la zona. Esta capa, destinada a formar una especie de entramado sobre el que se reparte el peso de los materiales que constituyen la losa, recoge a menudo elementos vegetales (cañas, ramajes, palmas o troncos de palmera,...)

La importante innovación de la bóveda -podríamos decir "moderna", aunque su historia se remonta a cincuenta siglos- son sus dovelas, la organización en el espacio de sus piezas en la que cada una individualmente estaría en completo desequilibrio, pero que formando parte del conjunto del aparejo de la obra garantizan su estabilidad. La cima de la bóveda desafía la gravedad y debe únicamente su equilibrio al hecho de estar apoyada -sea por la geometría en trapecio, en clave o sea por un apuntalamiento equivalente- y de transmitir sus cargas a las piezas contiguas y así sucesivamente hasta reencontrar el apoyo estable de un soporte vertical que recoja las tensiones. La dificultad del conjunto reside en el hecho de ser una obra pesada y muy cargada que tiende a caer y a hundirse debido a que está fraccionada en numerosos elementos que hay que solidarizar entre sí. (46) Veremos a continuación cómo se ha conformado la habilidad de los albañiles.

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Fikardou, Chipre. La capa de soporte se ha realizado aquí con cepas de viña. 5

Túnez. Montaje de un bóveda de cañón (esquema). Desde el exterior, el acabado de las bóvedas depende de su función: pueden quedar desnudas, en el caso de bóvedas de piedra tallada o de ladrillos de refinado aparejo, destinadas a decorar tumbas o madrasas. Pueden también estar revestidas cuando la superestructura no tiene función de cubierta, recibiendo un revoco que deja la forma visible desde el exterior, o bien (como aquí) rellenando completamente la bóveda hasta quedar transformada en una terraza plana.

El sistema nace con los ladrillos de adobe reforzados con paja, experimentando con un material modular y regular desde aproximadamente 3000 años a.C. En las regiones pantanosas del Tigris, el Éufrates y el Nilo, este sistema reemplaza de manera más durable bóvedas hechas con haces de cañas curvadas y revestidas con tierra. (47) Los mundos griego,

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Oia, Santorini, Grecia. Bóveda de cañón corrido de piedra volcánica. La importante proporción de mortero y el ajuste irregular de las piedras empleadas exigen el empleo de un encofrado. 7

(41) En Argelia, las estípites (nervios) de la palmera, curvadas y ajustadas con fuerza entre dos viguetas como un tapiz continuo, constituyen el intradós de un entrevigado formado por mampuestos y mortero de yeso (timchent). Este tipo de trabajo entrelaza muy eficazmente el envigado.

Túnez, Túnez. Bóveda de crucería de ladrillo: ejemplo culto y motivo de espina de pez.

(42) Si las piezas secundarias no están unidas, se apuntala un encofrado que se desmontará después del fraguado.

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Acre, Israel. Bóveda de crucería de ladrillo en un pasaje público.

(43) Se encuentra cedro importado del Líbano en Egipto, pero también hasta en Portugal para disponer de piezas largas, de buena calidad e imposibles de conseguir en los ámbitos locales. Se convierten en piezas nobles y, si se da el caso, se reutilizan. Escasez y alternativas: en Jordania, desde finales del siglo XIX, los raíles del ferrocarril paliaron la falta de madera y después, ellos mismos fueron sustituidos por perfiles metálicos industriales.

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Roseta, Egipto. ¿Bóveda o columnas? Un elaborado trabajo de recubrimiento transforma esta serie de bóvedas cruzadas en una galería de columnas ensanchadas.

(44) Estos dispositivos son a menudo usados posteriormente como sistema de refuerzo. (45) Para la falsa bóveda, el voladizo de las piezas debe ser compensado por un contrapeso, una acumulación de piedras largas y pesadas para que el conjunto sea estable. Con este dispositivo estático, las cargas recibidas por la bóveda obligan a poner una masa de relleno o de contrabóveda de mampostería muy importantes.

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Hebrón, Palestina. El intradós revocado de la bóveda está cubierto en el centro por un plato o un motivo esculpido, que decora y singulariza la pieza. Una tradición que se repite en diferentes regiones del Mediterráneo.

(46) Más allá de su calidad constructiva, las bóvedas ofrecen mayores volúmenes habitables que los forjados y mejoran, en países cálidos, el confort de las estancias, ya que el calor al elevarse deja la parte baja más fresca.

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(47) Fuente: Gus Van Beek, "Arcs et voûtes dans le Proche-Orient ancien", Pour la science, septiembre, 1987.

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romano y árabe las emplearán y extenderán por los rincones del Mediterráneo occidental a medida que sus conquistas e influencias vayan ganando terreno. Por ejemplo, es muy tardíamente cuando, expulsados de España en el siglo XVI, los moriscos andaluces introdujeron la técnica de la bóveda de ladrillo en Túnez en la arquitectura doméstica. Bizantinos y otomanos desarrollaron las técnicas de cúpulas durante sus periodos de presencia en Palestina o Argelia.

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Serpa, Portugal. Abobadilhas, en portugués, bóveda de ladrillos montados en horizontal y sin encofrado. 2

Francia. Ejemplos de montaje sin encofrado de una bóveda de cañón corrido con ladrillos. Los dos sistemas presentados se apoyan sobre un muro perpendicular a la bóveda. 3

No hay ningún país en el Mediterráneo que no use los sistemas de abovedado. Cada región los ha adaptado a sus propios materiales. Encontramos estas obras realizadas habitualmente con piedra -tallada, mampuestos irregulares o planos- caliza y más raramente con esquistos, adobe y ladrillos macizos o perforados. Excepto para la piedra tallada en la que los contactos entre las dovelas son muy precisos y las juntas casi secas, las bóvedas se construyen con la misma diversidad de morteros que los muros: tierra, cal o yeso. Son necesarias pequeñas cuñas para el ajuste superior en las uniones entre las piezas con caras paralelas (ladrillos): restos de piedras, fragmentos de teja. (48)

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3- Tamasred, Túnez; 4- Thera, Santorini, Grecia.

Semejanzas formales entre la bóveda de Túnez y las de Santorini. En la isla de Santorini, donde las construcciones escalonadas son habitualmente construidas sobre los muros de la habitación inferior, las bóvedas de cañón tradicionales se construían con rocas volcánicas locales (basalto o puzolana) y se revestían con un revoco hidráulico kurasani. Hoy se construyen con hormigón armado y se pintan. 6

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Como una continuación del muro, muy grueso en el nivel de los riñones, la bóveda es una obra pesada y solidaria con la estructura del edificio. Es por ello que la encontramos a menudo en la zona baja de los edificios de varios niveles: subsuelo, planta baja, entresuelo, espacios en los que soporta el techo. Esta imagen de grandes arcos al pie de la casa es muy corriente en todo el Mediterráneo. Cuando aparece en cubierta, lo hace cuidadosamente extradosada y protegida por un dispositivo de estanqueidad (mortero rico) como en ciertas regiones insulares de Grecia y también rellenando los riñones hasta constituir una superficie plana o terraza (s´tah tunecino). Este sistema constructivo está bien adaptado para obras lineales y, por repetición, para cubrir grandes espacios públicos sostenidos por pilares. El mundo árabe-musulman lo ha utilizado abundantemente para cubrir mezquitas, caravanserallos, hammams, souks,...; en el mundo cristiano, más allá de las iglesias y otros monumentos, arcadas y galerías están habitualmente abovedadas.

Aracena, Andalucía, España. Bóveda de ladrillos montados de canto y sin encofrado. El motivo es el orden en la colocación, que busca reducir al máximo las superficies basculantes y las longitudes en falso para evitar el encofrado. 6

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El Cairo, Egipto. Como abejas en un panal, los albañiles egipcios montan progresivamente su cúpula en ladrillo desde el interior, sin encofrado. Comparado con las cúpulas acabadas y revocadas de la mezquita, el conjunto de cúpulas en obras, evoca un hábitat de insectos. 8

Túnez. Esquema de un conjunto de bóvedas y cúpula de piedra.

En la arquitectura sencilla, la tipología técnica más frecuente es la bóveda de cañón corrido junto a su variante, más sofisticada para el constructor, que es la bóveda de arista, esto es, la intersección de dos de cañón. El cañón corrido es generalmente de medio punto, simplemente porque este perfil en semicírculo transmite mejor las cargas verticales a los muros de soporte. Es la que exige el soporte de mampostería de menor espesor para poder contener los empujes horizontales de la bóveda en la zona del arranque de la curvatura. Al contrario, un arco rebajado obliga a engrosar los muros de apoyo. En el caso del cañón corrido, salvo que dos naves paralelas anulen sus empujes laterales y permitan adelgazar el muro de soporte, estamos ante muros gruesos y poco perforados. Desde el punto de vista estático, el encuentro perpendicular de dos cañones corridos -en planta cuadrada, con dos aristas salientes que son las dos diagonales del plano en proyección- funciona de forma diferente. Cada porción de bóveda, de forma triangular (dos puntos de apoyo en el origen del arco unidos por aristas diagonales a la clave del conjunto, en el punto en que se encuentran las dos bóvedas) transmite sus cargas a unos pilares y no sobre el muro.

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Anávatos

Conservar el patrimonio, debates y decisiones

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El pueblo de Anávatos, situado en la parte central de la isla de Quíos, ocupa la cima y el lado NE de una colina extremadamente abrupta y rocosa. La aglomeración se compone de tres partes bien diferenciadas: la parte más alta, rodeada por una muralla bien fortificada; la parte media, que contiene la mayor parte de las

De este modo, existe la posibilidad de vaciar completamente los cuatro paneles verticales que encierran los lados del espacio abovedado, asegurando la presencia de cuatro pilares bien dimensionados en los ángulos. Nos ofrece así la posibilidad de iluminar y aprovechar en altura el volumen generado. El espacio que surge es muy elegante y transmite una sensación de ruptura de las limitaciones constructivas, al mismo tiempo que aparece recortado debido a las dimensiones de los pilares.

viviendas protegidas por el mismo relieve del terreno; y la parte baja, sin ningún tipo de fortificación. La instalación de habitantes en las dos primeras partes se remonta probablemente al siglo XVI o XVII, mientras que la parte baja fue creada después del gran seísmo de 1881.

Bóvedas de cañón corrido o cruzadas formando bóvedas de arista, la técnica de la bóveda permite crear grandes volúmenes y, mediante tramos yuxtapuestos, dar lugar a generosas superficies

Cañón corrido y bóveda de arista son dos tipos regulares, simétricos, cuyo trazado riguroso ofrece una geometría que les confiere una bella pureza de líneas. El dimensionado se realiza empíricamente y las relaciones entre sección, luz y espesores, mucho antes de que los ingenieros las validarán mediante cálculos, se han realizado y trasmitido eficazmente. Por tanto, la arquitectura del hábitat tradicional no busca grandes demostraciones técnicas. El albañil no correrá riesgos mas allá de sus conocimientos, y si las luces de las bóvedas se pueden situar entre 1 y 7 m., es alrededor de los 4 m. la medida más habitual, junto a unos 30 cm. como mínimo en la clave (excepto en los ajustes de piedra tallada, que permiten menor espesor). Por experiencia, el albañil sabe que la obra debe su estabilidad a una perfecta cohesión entre sus elementos. Cuando trabaja con elementos irregulares que no se ajustan al perfil buscado, la yuxtaposición íntima, la colocación firme, el cruce de dovelas y el buen relleno del mortero de las juntas son las condiciones indispensables para su construcción. Ninguna pieza puede desplazarse; es, por lo tanto, la calidad de la adherencia entre las caras del material y el mortero lo que actúa contra el riesgo de desplazamientos. Bien montada, una bóveda toma la apariencia de una mampostería precisa, casi monolítica, y los movimientos que puedan afectar al edificio no la comprometen de ninguna manera. (49)

El carácter principal de Anávatos surge de una multitud de casas, la mayoría muy modestas y estrechamente ligadas unas a otras. La falta de interés que ha habido hasta los últimos años por rehabilitar este lugar ha permitido que el conjunto conservara su aspecto general primigenio (dejando aparte, claro está, algunas casas derruidas). En los últimos tiempos, se ha despertado un gran interés entre los propietarios, ya sea para instalarse ellos mismos en sus pequeñas casas a modo de segunda residencia, o con vistas a la explotación turística. Surge entonces una problemática interesante: ¿Hay que aprovechar el aspecto intacto que conserva Anávatos y crear un emplazamiento arqueológico (como Mistras) para ser únicamente visitado y contemplado? o más bien, ¿conviene intentar una rehabilitación sometida a reglas razonables, que daría nueva vida al emplazamiento, conservando a la vez el interés morfológico (como Monemvasía)? En el primer supuesto, es necesario saber que, si se desea dejar para siempre un lugar como ruinas, si no está asegurado el enorme coste que su mantenimiento exigirá, existe siempre el riesgo de una degradación total. En el segundo supuesto, el de la rehabilitación, habrá que afrontar serios problemas como: la creación de infraestructuras,

El proceso constructivo da lugar a muchas variantes: sin encofrado, sobre un molde o sobre una cimbra de madera. Las grandes dovelas de piedra tallada así como los mampuestos irregulares de cualquier tipo necesitan un encofrado. Este, generalmente está constituido por

y en particular, la evacuación de aguas residuales, mediante sistema de alcantarillas o fosas sépticas. Y ello en un suelo completamente rocoso, lo cual presenta problemas prácticamente insolubles. Además, teniendo en cuenta el carácter modesto de la mayoría de las casas, cabe dudar de que puedan adaptarse a un mínimo confort sin que el espíritu y las particularidades de su arquitectura se vean gravemente alteradas. ¿Hay que intentar crear una nueva Monemvasía, teniendo en cuenta y superando los errores del pasado?

(48) El deseo de aligerar está siempre presente y materiales como el carbón vegetal, los objetos vacíos (ánforas, cerámicas cilíndricas), las piedras volcánicas de baja densidad también son utilizadas.

Nos encontramos hoy ante un dilema importante, sobre todo, ante la aparición próxima del decreto presidencial que definirá el futuro de Anávatos.

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(49) Los riñones cuidadosamente construidos y rellenos, asociados a una carga mínima sobre la clave, permiten la mejora del aparejo y la solidez del elemento.

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elementos de carpintería ensamblados y bien dimensionados. Estructuras en las que las alfardas tienen un perfil redondeado y en las que el tirante de la armadura reposa sobre dos puntales que permiten regular el nivel. Un lecho de planchas o de cañas que une las dos estructuras paralelas constituirá el fondo del encofrado, formando una superficie radial cuya regularidad define la parte vista, es decir, el intradós de la bóveda. Se va desplazando este encofrado según el ritmo de construcción una vez los morteros han fraguado. (50)

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Egipto, Palestina, Jordania y Túnez son grandes practicantes de esta técnica que, a causa de la complicación y la lentitud en la ejecución, hoy prácticamente ha quedado limitada a la restauración. En ocasiones presentan pequeñas aberturas para permitir el paso de la luz, ya sea en la clave de la cúpula o en la base del casquete. (54) Pero es sobre todo en los edificios públicos de grandes dimensiones (mezquitas, khan,...) donde el arte de construir otomano, heredado en parte de los bizantinos, ha dado lugar a cúpulas realizadas en piedra tallada de grandes dimensiones y de calidad excepcional. Las cualidades del ladrillo -pieza relativamente ligera para la gran superficie que ha de cerrar, muy adherente dadas las asperezas del molde (muchas veces trabajado con los dedos) y, hoy, debido a sus perforaciones- permiten trabajar sin encofrado, y la fijación de la pieza en su posición es prácticamente instantánea al fraguar el mortero. (A veces, una simple caña soporta provisionalmente la pieza, hasta que el mortero la haya fijado definitivamente). Una técnica consiste en confeccionar los cuatro arcos del sistema octogonal y luego llenar los ocho paños mediante un relleno plano en forma de paraguas, mostrando las nervaduras. El otro sistema sin encofrado supone la superposición de hiladas concéntricas que terminan en una clave anular u obertura que permite el paso de la luz.

Ciertas regiones de Oriente Medio nunca han adoptado este sistema -¿falta de madera, ausencia de necesidad?- y han procedido apilando materiales entre los muros conformando un contra-molde de la bóveda, un relleno sobre el cual se levanta la obra. Posteriormente hay que desmontarlo, vaciarlo, manipulando un gran volumen de material. En el otro extremo y únicamente para el ladrillo y el adobe, los albañiles han puesto en práctica métodos muy ingeniosos de montaje sin encofrado. El principio se basa en la construcción por partes sobre un plano inclinado y aprovechando la adherencia del mortero sobre la cara del ladrillo, lo que permite que la pieza colocada no se deslice y puede soportar las que se le colocan encima. Para levantar el arco no tanto en el espacio sino sobre un soporte, es necesario un apoyo vertical y el muro frontal sobre el que se traza el perfil. Un hilo radial desde el centro del arco da la posición de inclinación de la pieza hacia el vacío. Este procedimiento tan ingenioso es habitualmente utilizado en Egipto y en Marruecos. En Portugal, España y en Túnez se emplean estos mismos sistemas sin encofrado, aunque también con una variante en la que colocan los ladrillos horizontalmente, sobre todo en las bóvedas de arista, pseudo cúpulas, de cañón corrido y a cuatro caras sobre planta cuadrada o rectangular. (51)

Cambiando de escala, encontramos también la cúpula en todos los países para la construcción de los diferentes tipos de hornos. En estos casos se trata de obras de pequeñas dimensiones (entre 1,5 y 2 m.), con secciones más discretas que no exigen el magnífico dominio técnico de la ribera sur.

• Las cúpulas Las armaduras de cubierta Las cúpulas y todas sus formas (52) son estructuras de cubrición con diferentes secciones -media naranja, vaída, peraltada, ultrapasada e incluso con perfil parabólico- que se adoptan para cubrir un espacio de planta cuadrada. La estructura se genera a partir de un eje vertical de revolución en el centro del volumen. El problema técnico que se plantea al constructor es pasar de una planta cuadrada a una circular. La transición se realiza en el nacimiento del arco, cortando los ángulos del cuadrado para pasar a un esquema octogonal regular con una geometría más cercana al círculo. (53) Los cuatro nuevos soportes creados quedan suspendidos en el vacío y han de construirse como una obra que se proyecta en el espacio. Pueden realizarse sobre un arco levantado sobre las caras de dos muros que forman la esquina, lo que se denomina trompa. Estos arcos pueden montarse también sobre pechinas o triángulos cóncavos construidos en voladizo progresivo desde su base en el ángulo de los dos muros hasta el arranque de la cúpula cuyo trazado es una porción de un cuarto de círculo. La pechina permite pasar directamente de la forma cuadrada a la circular.

• Las armaduras de pares Los sistemas de cubierta plana se describen en los apartados dedicados a los forjados y a las cubiertas planas. Aquí, nos interesamos en las estructuras que sostienen las cubiertas en pendiente. Este tipo es, con mucho, el más frecuente en el área mediterránea y, concretamente, la que responde a la tradición del parhilera. Solamente, a partir de los dos últimos siglos, la influencia de la cercha, muy evolucionada en la Europa del norte, se ha dejado sentir tímidamente en toda la Cuenca. Si Túnez y Marruecos no presentan armaduras tradicionales, los demás países de la zona sí que las utilizan. Sistemas muy sencillos como en Jordania, donde un pilar central recibe los pares o alfardas, elevando el techo de la cubierta de tierra para formar dos vertientes inclinadas (sistema introducido en el siglo XVI durante el periodo otomano y abandonado más tarde por falta de madera). Todo parece indicar que los constructores utilizaban la madera para sostener la cubierta limitándose a una mínima funcionalidad, sin buscar ulteriores posibilidades a un material que, por otra parte, ha generado unas técnicas EL ARTE DE CONSTRUIR

Al igual que en las bóvedas, todos los materiales y morteros siguen empleándose en el caso de las cúpulas. Para viviendas, los espacios cubiertos con ladrillo son los más habituales, de hasta 12 m. en Argelia, mientras que las cúpulas en piedra raramente sobrepasan los 6 m.

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constructivas muy sofisticadas. Incluso en los ámbitos griego y turco, que construyen en madera con una tecnología refinada, la armadura de pares aparece como un trabajo de concepción relativamente arcaica y no muestra otras preocupaciones que las que se derivan de los estrictos problemas de impermeabilidad del tejado. Es evidente que el constructor, en este caso, ha concentrado la destreza de su oficio en los armazones verticales, muy bien dimensionados y atirantados, en los forjados y sobre todo en los sistemas construidos en voladizo de los pisos de madera sobre bases de mampostería, así como en el trabajo de los techos, en la multiplicación de huecos en fachada o en los elementos del mobiliario integrados en el edificio. Pero el espacio desván no se destina al uso y no es, por tanto, objeto de protagonismo técnico alguno. No es una cuestión de capacidad o de posibilidades -en otros elementos del edificio sí se aplican recursos técnicos de alto nivel-, es solamente que este trabajo no es prioritario. Puede que una razón sea que las pendientes son débiles en esta región, y que la obra no ha de soportar grandes tensiones a causa del viento. El perfil en batería de las vertientes supone una situación límite para la evacuación del agua de lluvia; ahora se trata de elevar el conjunto del tejado mediante un sistema de sujeción de la armadura, en pendiente, sin preocuparse a priori de la habitabilidad y de la circulación de la zona del desván ni del atado sistemático del conjunto (el dispositivo de la cubierta a cuatro aguas de estas regiones da una buena rigidez estructural). La situación es diferente en el sur de Europa, donde el desván generalmente sirve como zona de almacén, y resulta más juicioso evitar el bosque de pilares que sostienen las correas y las alfardas.

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Delta del Nilo, Egipto. Palomares de tierra. Los maderos colocados transversalmente en el interior del cono confieren rigidez al conjunto y sus extremos sirven de alcándara a las aves. Las aberturas, generalmente, se realizan con ollas o pucheros de cerámica dispuestos horizontalmente. 3

Túnez. Cúpulas sobre trompas y pechinas. Las trompas de las mezquitas se construyen regularmente con alveolos decorativos, las mukarnas o "racimos". 4

Egipto. Cúpula "culta" de 12 paños. Los diferentes paños reflejan la luz como si se tratara de un espejo de múltiples caras. 5

España. Bajo la cubierta de tejas árabes, un sistema de vigas de muro a muro en sentido de la pendiente, cubiertas por un cañizo trenzado. Cuando la pendiente es más fuerte, el empuje longitudinal de las vigas hacia el muro inferior obliga al constructor a regruesarlo o a trabarlo.

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Alto Rif, Marruecos. Armadura de cubierta de madera. La propia forma natural de los troncos transversales se emplea para dar pendiente al tejado.

El sistema más simple está formado solamente por correas empotradas en los muros perimetrales en pendiente o apoyadas en las paredes intermedias. En ambos casos, los espacios quedan compartimentados según la longitud máxima de las correas, nunca de más de 5 m. Los apoyos intermedios pueden ser pilares para dejar mayor espacio libre, como en el caso de las construcciones para el ganado en Chipre.

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Beja, Portugal. Construcción de una armadura de cubierta en madera. Trabajo colectivo realizado por 3 ó 4 personas necesarias para la manipulación de las vigas. 9

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9- Pedrogao, Portugal; 10- Alentejo, Portugal; 11- Alburquerque,

Extremadura, España. Estructuras de madera de parhilera asociadas a cubiertas vegetales. El uso de estas técnicas ancestrales prácticamente ha desaparecido en el Mediterráneo.

(50) En la variante con los materiales fijados de canto, heredada de un método romano, la primera capa puesta sobre el encofrado está constituida por ladrillos delgados puestos planos. Se constituye así un segundo encofrado perdido, como una especie de cascarón delgado que recibe los materiales de relleno amorterados. Este sistema que exige un mortero excelente tiene la ventaja de presentar un intradós de buena regularidad y de bello aparejo.

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(51) Más allá de las formas regulares y de las generatrices horizontales, la técnica de construcción de la bóveda permite fácilmente la formación de pendientes para crear una escalera, por ejemplo, o para ensancharse en forma troncocónica. Se pasa, así, a las superficies no muy extensas y de geometría más compleja. (52) Sobre todo en las riberas sur y este del Mediterráneo están esparcidas cúpulas esféricas que crean en la vivienda o en los edificios públicos espacios suntuosos que combinan el cuadrado, el círculo y el espacio abovedado. (53) Esta zona de transmisión puede hacerse con diferentes etapas progresivas: de 4 a 8 lados, después de 8 a 12 ó 16, en estos casos siempre trabajamos con trompas. Se trata de una sobreelevación de la zona vertical, una especie de sucesión de tambores horizontales, que van reduciendo su dimensión a medida que se elevan.

EL ARTE DE CONSTRUIR

(54) En los hammams, se ha incorporado en el montaje tubos cerámicos, que conforman unos cañones de luz, en una analogía con las estrellas de la bóveda celeste.

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• Las cerchas

Más elaboradas, las armaduras de pares suponen dos alfardas oblicuas unidas sobre un pilar vertical o pendolón que reposa sobre la parte central del tirante de la armadura, la pieza más larga, y que salva el espacio entre los dos muros laterales. El pendolón sostiene la lumbrera o hilera y las alfardas o pares sostienen las correas. A veces, dos jabalcones o tornapuntas evitan la deformación de los pares apoyándose sobre el pendolón o sobre el tirante. La característica de las armaduras de pares es que todo el peso de la superestructura reposa sobre el tirante.

Las cerchas ilustradas, han sido usadas desde el fin de la Edad Media en el frondoso norte de Europa donde se construyen tejados muy puntiagudos por razones climáticas y donde se habilitan los desvanes para su uso. Se trata de armaduras desarrolladas con los trabajos de los ingenieros del siglo XIX que han conseguido aligerarlas en gran manera, y han llegado al Mediterráneo de forma muy puntual. La estructura rígida e indeformable de las cerchas, en las que los ensamblajes están muy ajustados y donde el equilibrio de fuerzas está calculado con precisión entre las piezas comprimidas y las piezas traccionadas, y donde ninguna pieza está sometida a flexión ni a deformaciones, esta estructura decíamos, será protagonista, durante el periodo colonial, en los nuevos edificios especializados y de una geometría muy concreta, como fábricas o almacenes o grandes edificios públicos. El empleo de esta técnica, mucho más elaborada y calculada, obliga a recurrir a un verdadero especialista, formado como tal y poseedor de una experiencia que de ninguna manera tiene el simple albañil. (56) Además, nuestras cubiertas mediterráneas no comportan muchas complicaciones en forma de aberturas (ventanas o tragaluces) puntos donde la estructura y la estanqueidad dan problemas de ajuste complejos para una persona no especializada.

Conseguir la estanqueidad horizontal con materiales porosos: habilidad del albañil que domina el mortero, su espesor, su compactación y su protección

Estas armaduras de pares obligan, por consiguiente, a disponer de un tirante de sección robusta (superior a 30 cm.). Es por ello que esta pieza está generalmente infradimensionada y se deforma, prefiriendo tenerla en el desván donde sus deformaciones no resultan visibles. La separación entre las diferentes armaduras viene dada por la longitud de las correas. Estas piezas horizontales colocadas a una distancia máxima también flechan por efecto del peso de la cubierta, dando lugar a curiosas deformaciones del tejado y permiten observar desde el exterior la posición de las armaduras como si de vértebras se tratara. La multiplicación de las armaduras permite la existencia de amplios espacios sin apoyo en el sentido longitudinal, mientras que la limitación transversal viene dada por la máxima longitud del tirante. Dependiendo de la madera existente en cada región, es raro que los edificios comunes sobrepasen los 6 m. de ancho interior (4,50 m. es la medida más general). Una variante consiste en concentrar las cargas del tirante sobre los muros de carga. (55)

Aunque la restauración acepte y respete los elementos originales, la rehabilitación no siempre los tiene en cuenta. El mundo de la suma de diferentes componentes se va imponiendo. Así son frecuentes los forjados de hormigón en pendiente realizados con viguetas y bovedillas, o losas y las tablas de pino clavadas o unidas con conectores. Al fin, siempre el mismo procedimiento de una tecnología simplificada, estándar y, a ser posible, que no precise mantenimiento.

LA CUBIERTA En el Mediterráneo, encontramos dos tipos de cubiertas: las cubiertas planas y las cubiertas inclinadas. Las bóvedas y las cúpulas constituyen una tercera categoría ya descrita anteriormente al hablar de las estructuras horizontales, ya que son a la vez órganos sustentantes y sistemas de cubierta. En cubiertas planas hay que destacar las terrazas, y en inclinadas, los sistemas con tejas, piedra y, excepcionalmente, con placas de fibrocemento o metálicas y también, con productos vegetales.

Salvo para los edificios excepcionales para los que se importan grandes piezas de madera, son los recursos locales los más comúnmente utilizados, tales como roble, castaño, cedro, pino, fresno y, a veces, el olivo. A menudo, la armadura no está construida con piezas de sección rectangular, sino con un conjunto de rollizos desbastados. Los ensamblajes son relativamente simples: a medio madero, unas sencillas muescas, claveteado o, a veces, unos simples atados como en Argelia. Aunque estas armaduras estén unidas formando triángulos y su apariencia sea la de una cercha, no presentan ni su concepción ni sus cualidades de equilibrio. Una visita a estas armaduras simples nos muestra sus limitaciones: muchas piezas se están rompiendo por efecto del dimensionado insuficiente y sus deformaciones se han reparado mediante refuerzos improvisados con simples tablas de apoyo, puntales suplementarios u otros artilugios.

(55) Es el caso del medio griego y turco en el que la armadura está formada por dos piezas que se apoyan sobre una pared divisoria, lo que permite ensanchar (doblar) las dimensiones del edificio.

EL ARTE DE CONSTRUIR

(56) Además, las grandes luces exigen la disposición de materiales de calidad, de secciones precisas y aserrados industrialmente, de los cuales el mercado tradicional no dispone. En este sentido, hay que poner en marcha otra organización económica del sector de la construcción.

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Andalucía

Cimientos sólidos, conocer bien para salvaguardar mejor

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La situación de la arquitectura tradicional es hoy inquietante. Algunos centros históricos y algunos edificios singulares han permitido a esta arquitectura entrar a la categoría de monumento. De todos modos, se trata de casos anecdóticos y la arquitectura tradicional continúa siendo la gran desconocida. Son numerosas las

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iniciativas que se proponen rescatar del olvido este importante patrimonio. Se trata de acciones locales

La Selva, Cataluña, España. Armadura de pares (variante simple).

destinadas a la documentación, catalogación, difusión y protección de zonas geográficamente muy limitadas.

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Conrinto, Peloponeso, Grecia. Armadura de pares (variante compleja). 3

Grecia. Esquema de una casa con armadura de pares. El uso de cerchas permite aumentar significativamente las distancias del envigado sin necesidad de apoyos intermedios. 4

Aratassène, Marruecos. Techos planos de tierra colonizados por musgos sugieren un segundo nivel de impermeabilización. 5 5 6

Lindos, Rodas, Grecia. Cubierta tradicional de tierra Patelia. Tres capas superpuestas aseguran la estanqueidad de esta cubierta: un mortero de cal (de 2 a 3 cm. de espesor), después una capa de tierra (de 5 a 8 cm.) y sobre todo una capa de tierra negra y tamizada lardos archangelos (de 8 a 12 cm.). La cubierta se compacta con un pisón de madera. El mantenimiento anual consiste en extender montones de tierra negra sobre la superficie, que se escurren hacia las fisuras cuando llueve.

En España, la Junta de Andalucía ha desarrollado un intenso trabajo de inventario de la arquitectura tradicional, que podemos considerar ejemplar para toda la Cuenca mediterránea. Se trata de estudios multidisciplinares en los que arquitectos, arquitectos técnicos, historiadores, etnólogos, geógrafos, etc. han

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recorrido el territorio andaluz con el fin de recabar la información necesaria y confeccionar dos tipos de

Oia, Santorini, Grecia. Las terrazas en cascada, de las que emergen las chimeneas y los volúmenes, están adornadas con pequeñas paredes enlucidas, que sirven para evacuar el agua de lluvia mediante gárgolas.

inventarios: por un lado, el de la Arquitectura de las grandes explotaciones agrícolas y, por otro, el de la

Arquitectura tradicional (urbana). El primero de estos inventarios, con una clara orientación arquitectónica, comenzó en 1990 con el objetivo

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de localizar y documentar el estado de conservación, los cambios de uso y las posibilidades futuras de los

Rodas, Grecia. Revoco hidráulico kurasani. Este revoco de cubierta está compuesto de una mezcla de cal en polvo y de trozos de cerámica. Los elementos se rompen, se mezclan y se compactan con un pisón metálico antes de ser aplicados con la paleta. El resultado, resistente e impermeable, requiere un mantenimiento mínimo: una capa de aceite de oliva al año siguiente.

edificios de mayor interés vinculados a la actividad agrícola. Basándose en una metodología rigurosa, se inició con una investigación bibliográfica, documental y cartográfica que permitió conocer los parámetros de referencia. Y es a través de estos referentes que se diseñó el trabajo de campo. En 1993, dos estudios piloto se efectuaron para comprobar la validez del método, más tarde el trabajo continuó hasta hoy, fecha en la que se encuentra prácticamente terminado. El resultado ha sido más de 2.000 fichas con descripciones

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arquitectónicas y funcionales ilustradas con levantamientos y fotografías de los edificios principales, y cerca

Tozeur, Túnez. Se distinguen dos maneras de impermeabilizar este tipo de techo cuando se emplean como terraza: revistiendo toda la cubierta con una capa de arcilla creando una barrera impermeable, o bien apisonando el conjunto hasta que constituye un todo sólido y denso. Estos dos métodos necesitan un mantenimiento cuidadoso, por lo menos una vez al año.

de 8.000 unidades secundarias registradas. El segundo inventario, que da una mayor importancia a la visión social y antropológica, ha estado centrado en la identificación y la documentación del innumerable patrimonio de edificios urbanos en pueblos y ciudades andaluces. Hay que insistir en los criterios adoptados que han permitido hacer una buena selección de los edificios a censar. El inventario se inició en 1993. Hoy se dispone de 3.500 fichas (30% del territorio) sobre todo tipo de construcciones (hábitat, producción y espacios de "sociabilidad"). El análisis de esta información ha permitido profundizar en el estudio de los edificios más interesantes con vistas a su salvaguarda, la edición de diversas publicaciones y a la realización de exposiciones itinerantes. En conclusión, se trata de informar y de implicar a la sociedad en la protección de este rico patrimonio en peligro como única alternativa para su recuperación. EL ARTE DE CONSTRUIR

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Las cubiertas planas

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1- Monemvasía, Peloponeso, Grecia; 2- Gruissan, Francia.

Imagen fuerte, símbolo de la mediterraneidad, la cubierta de teja árabe. Tejas bizantinas, romanas, románicas o turcas, barnizadas en el Magreb o con la última hilada invertida en Grecia (seguramente para evitar que las levante el viento). Los nombres y variantes son numerosas.

Son el tipo más habitual en las regiones secas. Con ligerísimas pendientes, inferiores al 5%, para evacuar el agua, necesitan un mantenimiento permanente que es causa de sus transformaciones. Su origen hay que buscarlo en una antigüedad que se remonta en el tiempo, si bien ciertas aplicaciones locales son el resultado de las aportaciones árabes, otomanas, venecianas,... A ello hay que añadir las habilidades del albañil en su realización y el espesor del conjunto para crear la adecuada impermeabilidad.

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Cadenet, Francia. Cubiertas de teja árabe. El color de las tejas depende de la cantidad de óxido de la arcilla y de la temperatura de cocción, que en otras épocas solía ser irregular (de ahí el aspecto tornasolado de las antiguas tejas).

La técnica de tierra compactada sobrevive perfectamente hoy desde Marruecos hasta Palestina, en las llanuras interiores. (57) Sobre un forjado de madera directamente o sobre un lecho de ramas, hojas o algas, la arcilla se mezcla a veces con cal y se arma con fibras. La puesta en obra mediante capas, su consolidación y la protección superior con un encalado contribuyen a la estanqueidad, y dado que todos los materiales son solubles, son necesarias revisiones permanentes para sellar las fisuras. En muchos casos, sin embargo, encontramos la interposición de una película plástica o de un material bituminoso bajo la tierra con la finalidad de espaciar estas tareas de mantenimiento.

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Ausejo, La Rioja, España. Unión muro-tejado. El alero de madera protege el muro, expulsando el agua lo más lejos posible para evitar el chorreo en el paramento. 5

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5- Mértola, Portugal; 6- Rosellón, Francia.

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Unión muro-tejado. De una a cuatro hiladas de tejas (según la altura de la fachada que hay que proteger), colocadas planas o invertidas y a veces intercaladas con baldosas cerámicas; la cornisa mediterránea realiza una transición visual y funcional entre la mampostería del muro y la cubierta.

El sistema que emplea un mortero de cal difiere poco del anterior, en este caso, se unen los áridos dando mayor resistencia a las capas además de su compactación. (58) Estos trabajos se elaboran cuidadosamente, tanto en la dosificación como en la puesta en obra. Se trata de un sistema más efectivo y más estanco.

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7- Perpiñan, Francia; 8- Nablús, Palestina.

Unión muro-tejado. Cornisa de ladrillos o acroterio construido con cilindros de cerámica perforados, revestidos o no con cal para dibujar un motivo triangular.

Ya sea con tierra o con cal, se requieren unas habilidades y técnicas muy elaboradas para obtener una buena estanqueidad a partir de materiales porosos y con geometrías horizontales. Esto supone una de las cimas del arte de construir tradicional. Esta técnica que necesita un mantenimiento permanente, desaparece con los hormigones, ya que se considera que una vez colocados ya no necesitan ningún otro tratamiento. De todas formas, muchos sistemas con baldosas -de piedra calcárea, de tierra cocida-, en terrazas sobre tierra, arena o mortero permanecen. Tradicionalmente los materiales porosos podían ser revocados, pero hoy se prefiere materiales más estancos como la piedra artificial (Argelia).

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Portugal. Muestra de tejas cerámicas: una gran variedad de decoraciones, medidas, formas de encaje, elementos asociados,... 10

Acre, Israel. A partir de mediados del siglo XIX, las tejas árabes son sustituidas, muchas veces, por tejas planas mecánicas (originarias de Marsella), más baratas y más fáciles de colocar, sobre listones de madera. El nombre del fabricante y del lugar de producción, generalmente, aparecen grabados en el molde.

EL ARTE DE CONSTRUIR

En el caso de las cubiertas planas, encontramos dos sistemas básicos de unión entre muro y terraza. El más habitual es inscribir la cubierta entre acroterios realzados del muro. Se dispone, en este caso, de un colector de aguas pluviales mediante un canal periférico que desemboca en una gárgola. Los puntos débiles para la estanqueidad, las partes superiores de los muros son objeto de enlucidos muy cuidados. El otro tipo de unión se realiza mediante un voladizo perimetral en la cubierta con el fin de expulsar las aguas pluviales los más lejos posible y así evitar cualquier degoteo. En Marruecos, un conjunto de ramajes muy saliente (casi un metro) refuerza el forjado y sus puntas ligeramente colgantes, a modo de gran escoba, cumplen la función de desagüe. Se trata de la versión sencilla y eficaz de la cornisa con goterón.

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Las cubiertas en pendiente

y también aleatorio de sus ondulaciones, el modelado de las sombras. Es una percepción a la vez unitaria y variada de estos tejados peinados como si fueran campos. Su permanencia es la mejor prueba de sus cualidades.

• Las cubiertas de teja El Mediterráneo ha conservado un sistema de teja redonda o árabe -originaria de la Antigüedad y resultado de una simplificación del sistema romano, que utilizaba una imbrex o una U ancha con fondo plano y una tegula, especie se sombrero semicircular que cubría la unión entre dos imbrex (dispositivo todavía muy habitual en Italia)-, que adopta el mismo módulo alternado para la canal de evacuación y para la pieza cobija. Únicamente varían las dimensiones según las regiones (de 18 a 60 cm.). La teja media tiene una longitud de 30 a 50 cm., ligeramente troncocónica para facilitar los recubrimientos, y la inclinación que mejor le va es de un 25% a un 35%. (59) Se pone en seco o con un mortero pobre de cal, sobre un tablero de madera o sobre una bóveda. Es un producto eminentemente adaptable a toda una serie de exigencias (irregularidad de los soportes, pendientes insuficientes, posibilidades de dilatación, corrección de falsas escuadras,...). Su geometría permite múltiples disposiciones: juntar más o menos las hiladas, recubrir más o menos las tejas, recortar en esviaje o acortar el solape de estanqueidad,... Esta flexibilidad es a la vez una cualidad y un defecto: las piezas se levantan con el viento, basculan, se sueltan, y la misma fabricación, muchas veces heterogénea dentro de la tradición pre-industrial, permite la porosidad y el debilitamiento de una tierra cocida delgada que sufre los embates combinados del sol, el agua, el hielo y los agentes biológicos. La revisión de la cubierta resulta indispensable frecuentemente y siempre después de temporales. (60)

Desde la antigüedad, la teja árabe, con sus colores, sus ondas y sus sombras, perpetúa un eminente emblema de la arquitectura mediterránea

Estamos ante un producto mineral, situándonos sobre todo en el terreno del albañil, y no tanto en el del carpintero o del techador. Sus formas evolucionan escasamente y la producción industrial (62) la hace más regular en cuanto a las tonalidades cromáticas. Destinadas al mercado de la restauración, Europa fabrica además tejas envejecidas artificialmente mediante la incorporación de óxidos y pigmentos. Su heredera industrial apareció en el siglo XIX. Se trata de la teja llamada mecánica debido a su sistema de encaje y conocida como plana, alicantina o marsellesa, según los lugares. La región de Marsella fue el núcleo principal de producción y exportación masiva en toda la Cuenca mediterránea. Ya

(57) También lo encontramos aisladamente en Egipto, Túnez, Argelia, Grecia o España. En Lindos, Rodas, el mantenimiento de las patelia se hace con pequeños montículos de tierra arcillosa depositados sobre la terraza y que la propia agua de lluvia contribuye a extender para colmatar las fisuras. En Turquía, se dejan sobre el terrado los rodillos de piedra que facilitarán los trabajos de mantenimiento.

El constructor, al no utilizar canalón, prolonga siempre la vertiente del tejado más allá del muro de soporte para no mojarlo. El alero está construido por la prolongación de las vigas, por una cornisa de piedra, de ladrillo o por yesería sobre maderos. (61) La gran diversidad de uniones entre muro y tejado en voladizo, que son el resultado de exigencias puramente técnicas, ofrecen un lenguaje arquitectónico de gran calidad. Desde las vigas molduradas y a veces radiales en torno a las esquinas, pasando por las hiladas de ladrillos y tejas formando encajes en el Mediterráneo occidental, hasta las molduras pintadas de la tradición otomana, la cornisa del tejado es un señal de dignidad relacionada con la expresión monumental.

(58) En los kourassani griegos, fragmentos de tejas de tres tamaños diferentes se sumergen en la pasta de cal durante 5 ó 6 días. Una vez extendido, el mortero se compacta y refriega muchas veces (¡hasta 20 veces!) con una pieza metálica hasta reducir el espesor de la capa a un tercio de la extendida (de 7 cm. hasta unos 2 cm.) y hacer aparecer los granos más grandes. Esta técnica se utiliza tanto como pavimento y terraza como en el extradós de las bóvedas exteriores, en las que un encalado con un residuo espeso de aceite de oliva, que hay que repasar cada 2/3 años, le da un barniz de estanqueidad suplementaria. (59) Las proporciones son siempre comparables: una teja de 50 cm. de largo tiene una anchura de 15 cm. en la parte estrecha y de 25 cm. en la ancha, su altura máxima es de unos 10 cm. y el grueso entre 1,5 y 2 cm. Una cubierta de teja árabe pesa entre 35 y 65 Kg/m2. La parte vista se sitúa entre 2/3 y 3/4 de su longitud total.

Todas estas variantes expresan a su manera la herencia clásica en el coronamiento del edificio, equivalente de la cornisa, último cuerpo de las molduras del entablamento que se proyecta hacia el exterior sosteniendo el goterón. La amplia sombra creada por la obra realza la línea superior de la composición.

(60) Para escoger una buena teja: las tejas, cuando se golpean entre ellas, deben dar un sonido metálico y limpio, y deben poder soportar el peso de una persona. (61) La cornisa genovesa es un tipo de cornisa formado por la superposición de diversas hiladas de tejas (de 1 a 4) en voladizo sucesivo.

La familia de los tejados de teja árabe es una de las "marcas de fábrica" del paisaje edificado del Mediterráneo. Cada uno muestra determinados aspectos que destacan por su belleza: los delicados matices de los colores -paja, ocre, rojo- resultante de las tierras usadas en su fabricación artesanal, los líquenes y musgos que los colonizan con el tiempo, el ritmo regular EL ARTE DE CONSTRUIR

(62) También encontramos tejas de hormigón y de cerámica con encajes y con una gran diversidad de variantes que comportan menores exigencias de mantenimiento gracias a las mejores fijaciones, a los canales de ventilación que genera y al aislamiento térmico que la solución constructiva permite. No podemos olvidar las placas onduladas de fibrocemento que no requieren canal y aseguran una perfecta estanqueidad. Las tejas barnizadas -verdes en el Magreb- se han convertido en un rasgo definidor de ciertos edificios.

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sea como lastre de los barcos y de coste muy competitivo, se distribuyó muy pronto por el Mediterráneo oriental. Por contra, en Europa, su imagen está asimilada a las zonas periféricas y en Marruecos a la época colonial. Presenta la cualidad de los productos manufacturados: economía de material, es decir, en el peso (35 Kg/m2), mejor calidad debido a la buena cocción, un catálogo de piezas complementarias como las medias tejas, las tejas de ventilación,... Y, por otra parte, presenta los defectos estéticos de su excesiva uniformidad cromática, su inadaptación a las imperfecciones del soporte o de su geometría. Sin embargo, sigue usándose ciento cincuenta años después de su introducción.

imagen sólida de una construcción resistente, a lo que hay añadir la presencia de las chimeneas de piedra con sus coronamientos. Se trata, por tanto, de un producto pesado e imperfecto, que probablemente se salve dada la amplia oferta moderna de productos impermeables fiables (toda la gama de placas nervadas, metálicas o bituminosas) que se colocan bajo los materiales de cubierta y cuya doble seguridad evita la necesidad de un mantenimiento permanente.

• Las cubiertas de piedra

En la región perduran todavía tres ejemplos de tejados de paja, ya sea en zonas llanas interiores o en el litoral. Se encuentran en hábitats pobres de agricultores o pescadores y, generalmente, de carácter estacional. Con mucha pendiente (entre un 45% y un 120%), el equilibrio se encuentra entre la resistencia al viento y la necesidad de expulsar el agua lo más rápidamente posible para evitar el pudrimiento del material. Se emplea, según las disponibilidades el junco, el mimbre, las gramíneas o las pajas de arroz, de centeno o trigo. Manojos aplanados, de un grueso entre 10 y 25 cm. y entre 40 y 80 cm. de longitud son unos buenos aislantes colocados con un recubrimiento de un tercio como mínimo. Sus puntos débiles son, evidentemente, el fuego y la fragilidad de las ligaduras que unen las gavillas al armazón estructural. En el caballete, los morteros pueden mejorar la impermeabilidad. Esta técnica ya se utilizaba en la prehistoria y, ahora, la restauración la recupera a modo de testimonio.

• Las cubiertas vegetales

Las cubiertas de losas se encuentran sobre todo en España, Francia y Grecia. (63) Es una técnica conocida desde la Edad Media y capaz de adaptarse a fuertes inclinaciones, aunque las más habituales en el ámbito mediterráneo son de entre un 25% y un 40%. Según sea el subsuelo local, las losas pueden ser de esquisto o de pizarra, más finas que las de calcárea. Se coloca sobre la cubierta un material natural y basto, a la vez duro y frágil, por sus grandes dimensiones (64) al que se intenta dar forma evitando su rotura. Se trata de adelgazarlo al máximo para reducir el peso y las irregularidades de la superficie. Se colocan sobre un soporte o armazón bien dimensionado, incluso sobre bóvedas. Necesitan un gran solapamiento, de casi dos tercios, ya sea colocándolo con el sistema de apilado, ajustado y fijado con mortero, o mediante el sistema de colgado/clavado o sujetado con clavijas. En los lados, caballetes y desagües se utilizan las piezas de mayor tamaño, mientras que las superficies normales y las zonas de coronamiento reciben las medianas y pequeñas. El desafío que debe vencer el colocador -cantero/albañil u operario especializado- es el de obtener una estanqueidad a partir de un producto irregular en la talla, en los cantos, en el aspecto de la superficie y en el espesor. En el caballete, por ejemplo, ningún producto con una forma determinada puede cubrir la unión de las dos vertientes; es necesario que la vertiente expuesta a la lluvia sobresalga sobre la otra, o conseguir que las piezas altas de cada paño encajen unas con las otras mediante unas muescas o dientes a tal efecto. Ello da pie a detalles técnicos muy ingeniosos y a precauciones como grandes aleros, a rupturas de perfiles para frenar el agua evacuada y permitir sujetar las piezas menores sobre las de mayor tamaño situadas en la parte baja de la pendiente.

• Las cubiertas de placas

Las grandes losas calcáreas son seguramente el producto más tosco y menos transformado por el hombre que se emplea en la construcción. Su adaptación a cada uso es limitada, por lo que habitualmente es necesario el control de la posición o del encaje, verificar que ninguna parte se haya deslizado o rajado bajo el efecto del hielo o que la porosidad no comprometa la impermeabilidad. A pesar de todos estos problemas, esta obra sigue siendo extremadamente apreciada, valorada por la belleza del propio material y por la vibración de sus módulos. Por otra parte, sus cualidades de envejecimiento, su mimetismo con el muro y el terreno le confieren un arraigo profundo con el paisaje. Además, ofrece la

La arquitectura tradicional ha sido edificada, conservada y hoy rehabilitada por los hombres. La construcción tal y como la hemos descrito en este capítulo, se ha convertido casi en unos conocimientos a punto de perderse, aunque la identificación de los modelos y procedimientos constructivos tradicionales sirve esencialmente hoy, para mantener, adaptar, y en ocasiones, para restaurar. Las cuestiones de la competencia, es decir, de la capacidad de los hombres del oficio para inscribirse en una continuidad técnica y cultural plantea lógicamente la cuestión de su formación. Esta sería la palabra moderna adecuada para designar el sistema de adquisición de saberes y de habilidades técnicas.

Únicamente nos limitaremos a citarlos, puesto que nos referiremos a las cubiertas de placas en el capítulo referente a los procesos de transformación ya que no las podemos considerar como asimilables a la arquitectura tradicional (65), como sí lo han sido las tejas mecánicas que las han usado seis generaciones de constructores.

LOS HOMBRES

EL ARTE DE CONSTRUIR

Habilidades vivas

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Mértola, Portugal. Gárgola de cerámica vidriada: un detalle muy cuidado para la evacuación del agua de lluvia.

Tradición heredada y construcción contemporánea cohabitan aún en los hombres de oficio.

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Castagniccia, Córcega, Francia. Cornisa y cubierta de losas de esquisto. Las losas de esquisto presentan coloraciones grises, plateadas, azuladas, verdosas o marrones, según su contenido de hierro (tonos marrones), de cuarzo y mica (tonos oscuros) y de feldespato (tonos claros).

Esta doble competencia es un modelo para formar a sus sucesores

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De entrada, conviene dejar bien claro que la formación sobre la intervención en el parque edificado está hoy en franca decadencia en el Mediterráneo. Por una parte en términos cuantitativos: los polos de formación especializada son muy escasos a la vista del compromiso cultural y de la actividad del sector. Pero, también, desde el punto de vista cualitativo por la tendencia a reducir la arquitectura tradicional a una suma de detalles técnicos y no como la construcción de un edificio considerado como un todo. Si la formación incluye -muy eficazmente, por otra parte- las técnicas ancestrales y permite en consecuencia trabajar de manera satisfactoria, esta misma formación no conduce de manera clara al acto global de construir ni incide directamente sobre la calidad de la obra acabada. (66) ¿Resulta ello sorprendente? La formación es un instrumento que está en relación con las necesidades del mercado y al carecer de memoria, responde a la dinámica del momento. Actualmente, la presión social todavía no ha generado la creación de una serie de centros de formación que se dediquen a presentar una oferta coherente a una demanda centrada en las particularidades de un edificio antiguo que hay que respetar como tal.

Mario, Cévennes, Francia. Cubierta de losas de esquisto. En el caballete, las losas cruzadas se imbrican una en la otra mediante encajes laterales. 4

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4- Pedrogao, Portugal; 5- Al Burg, Egipto; 6- Setenil, Andalucía, 5 6

España. Cubiertas vegetales. Requieren un mantenimiento regular para garantizar su resistencia a la intemperie y, sobre todo, a la lluvia y al viento. Este tipo de cubierta es muy vulnerable al riesgo de incendio. 7

Alto Rif, Marruecos. Cubierta de placas metálicas. La colocación de las placas se realiza longitudinalmente siguiendo la pendiente, mediante hiladas horizontales, desde el alero hasta el caballete. Las placas se clavan directamente sobre la armadura de madera. 8

Prácticamente no existen líneas de formación profesional inicial que permitan la especialización de los constructores en el trabajo sobre los edificios existentes. Probablemente debido a la singularidad y a la novedad del tema. Se trata, efectivamente, de la primera

(63) Las cubiertas de piedra y de tierra nos recuerdan que, en el Mediterráneo, nos encontramos en un mundo mineral. (64) Hay una gran diversidad en las dimensiones y el espesor de las losas: desde 10x10x1 cm. hasta 150x80x6 cm., lo que supone cubiertas que pesan entre 100 y 300 Kg/m2. Más o menos en bruto o retocadas, las losas tienen una forma pseudocuadrangular o con una cara en forma redondeada o con punta triangular.

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(65) En el Alto Rif de Marruecos, el abandono del cultivo de cereales a hecho desaparecer un material tradicional para construir las cubiertas: la paja. Esto ha comportado la aparición de las placas metálicas y de otros materiales.

Marruecos. Ejemplo de fabricación artesanal de tejas cerámicas, una producción excepcional en un mercado que está totalmente industrializado. A pesar de ser más cara, la fabricación artesanal de tejas sigue practicándose, paralelamente a la recuperación de las tejas antiguas patinadas, con el fin de satisfacer el mercado de la restauración y de la construcción más refinada. Después de amasar la arcilla, prensarla y darle forma en moldes de madera, de forma semicilíndrica, y de secarlas, las tejas se bañan en esmalte y se cuecen a una temperatura entre 800 y 1.200°C.

(66) El tema de la calidad de lo construido resulta complejo. ¿Qué la constituye? ¿Es el espacio o el volumen? ¿Se trata del refinamiento de una arquitectura culta o del sabor de una modesta arquitectura sin arquitecto? ¿Nos referimos simplemente a la antigüedad y a la poesía que le confieren los años? ¿Es el sentido aportado a los edificios por su constructor de manera que todavía dan respuesta a su función (hay que cambiar una ventana de 250 años que todavía funciona)? Desde otro punto de vista: ¿Qué obliga al respeto? O: ¿qué eliminación, mutilación, sustitución sería dañina?. Actuar por defecto y razonablemente puede ir bien en un tema en el cual la subjetividad resulta importante, dónde hay que potenciar una interpretación justa para el objeto que evoca, impone.

EL ARTE DE CONSTRUIR

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Túnez. Fabricación artesanal de ladrillos. Algunos países intentan la integración y el mantenimiento de técnicas dentro de sus servicios de restauración de monumentos. Un sistema eficaz para un patrimonio monumental, pero que no encuentra difusión en el terreno de la rehabilitación no protegida. Si las habilidades tradicionales permanecen todavía presentes y vivas en los países del Magreb, no por ello dejan de estar amenazadas de desaparición a corto plazo, si no se pone remedio. Las causas: difusión rápida de las técnicas modernas a unos costes mucho más asequibles, falta de sensibilización de las poblaciones sobre el valor y las cualidades de su "pequeño patrimonio", desaparición progresiva de los maestros artesanos, vinculada a una débil o inexistente documentación escrita de sus habilidades, tradicionalmente transmitidas oralmente,...

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vez en la historia que la construcción ha renovado totalmente su manera de hacer, creando un nuevo oficio que substituye a otro anterior. Además, en todos los estados ribereños de la parte occidental, hace más de un siglo que las administraciones públicas han sustituido a las corporaciones profesionales en la transmisión de los oficios. Efectivamente, en el pasado era el propio sector de la construcción el que regulaba la transmisión de los conocimientos a sus miembros ajustando día a día las competencias a las necesidades de la demanda, se hacía con una gran flexibilidad en relación al actual sistema nacional de formación profesional. El mercado se ha orientado hacia la construcción de viviendas de forma masiva y con técnicas modernas y, desde hace unos cincuenta años, el mundo de los oficios se ha visto obligado a adaptarse. No ha tenido necesidad de enseñar a los jóvenes su tradición constructiva local y ha dejado envejecer el conjunto de obreros formados en el sistema antiguo, quienes se han convertido, actualmente, en depositarios del capital de la cultura técnica tradicional.

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arte, la ingeniería civil y en los servicios municipales (urbanismo, protección o desarrollo del patrimonio) generalmente en el campo de la especialización y destinadas a conceptores, investigadores o gestores. Por decirlo de alguna manera: ninguna formación se destina al mundo obrero o a quien trabaja con las manos (a excepción de los restauradores de obras de arte, considerados profesionales de alto nivel científico). Ello equivale a constatar que los estados -esto es, las entidades encargadas de la educación, desde la primaria a la superiorpriorizan la difusión de un saber organizado relativo al patrimonio entre una élite de escogidos, pero que no han asumido todavía la necesidad de dirigirse al mundo de los oficios, la parte principal de los que intervienen en la construcción tradicional. Todo ello sirve para establecer las tendencias de los sistemas académicos nacionales. Desde hace una o dos décadas, y sobre todo en el sur de Europa, quien ha tenido acceso a los medios de financiación, ha sido el gran crecimiento de la formación que palía la inmovilidad de los sistemas estatales desarrollando una oferta mucho más amplia de perfeccionamiento y de especialización en los oficios del patrimonio. La formación "a lo largo de la vida" es por naturaleza un instrumento flexible, según las empresas, que permite un ajuste permanente a las tendencias del mercado y que inventa día a día nuevas fórmulas de aprendizaje y de guía de profesionales. Rápido y creativo, innovador y cambiante, el mundo de la formación continua supone sin duda la posibilidad de poner sobre el terreno las evoluciones cotidianas. Si se refiere a los profesionales activos, este mundo formativo puede trabajar simultáneamente con los promotores, los conceptores y los ejecutores y, en consecuencia, incidir de forma coherente en todo el sector desde la prescripción hasta la obra. (70) Se trata de un primer esbozo de una aproximación global a las necesidades de la formación de los protagonistas. (71)

Pero todavía conservan muchos valores, estos hombres, como para que en cualquier parte podamos recuperar gestos, materiales y prácticas cuando surge una demanda clara de este tipo de competencia. Pero resulta claro que la edad de esta población debería poner en alerta a las autoridades tanto del mundo educativo como de la profesión y mirar de organizar su sucesión (67) en el momento en que la rehabilitación se convertirá (de hecho, ya es una realidad en Europa) en el segundo mercado de la construcción. Un mercado que ha de fijar sus propias reglas de calidad. El hecho, por ejemplo, de que las reglas del arte de la construcción tradicional estén poco o nada fijadas por escrito, demuestra cuán necesario es un código de referencia capaz de establecer el método correcto, de decidir el nivel de calidad que debe conseguirse y, finalmente, velar por el control de los resultados. Esta función existía en el norte de África bajo la forma de un hombre que representaba la autoridad profesional: el Alamine. Y en un mundo tradicional al que las normas de futuro no dejará seguramente muy bien situado, nuestras sociedades han de encontrar el equivalente, el sucesor, de este sabio que es el garante de la ambición y del resultado. El reto es que la construcción tradicional, que ha adquirido rango patrimonial -interés, conocimientos, respeto y, a veces, protección- sepa dotarse de un procedimiento de evaluación de la calidad que se apoye sobre todo de un consenso socio-profesional, mucho más eficaz que las normativas.

(67) En este sentido, resulta importante establecer un nexo de unión mientras los artesanos están todavía en activo, ya que la conexión oral es irreemplazable. Más allá de la transmisión de las habilidades hay una dimensión iniciática, la absorción de todo aquello que envuelve la técnica y que es imposible de perpetuar sin las relaciones humanas. (68) Desde este mismo espíritu, la escuela de canteros de Tinos, en Grecia, forma obreros que son absorbidos por el taller de restauración del Partenón. Se trata, pues, de una escuela interna del Servicio de Monumentos Históricos.

A veces marginados, jubilados o con edad avanzada, los hombres de oficio herederos de nuestro arte de construir son algunas veces "casualidades sobrevivientes" de una tradición que ya no se regenera naturalmente. Algunos países, para que puedan ser expresadas las frágiles competencias y habilidades de estos hombres, intentan captarlas, integrarlas y mantenerlas en el seno de sus servicios de restauración de monumentos (Grecia, Chipre, Túnez y Marruecos) (68), prefiriendo este sistema a recurrir a empresas privadas, que es desde hace tiempo la estrategia que sigue Europa. Estos sistemas de previsión son eficaces para el patrimonio monumental, pero no llegan al sector de la rehabilitación sin protección. (69)

(69) En la red CORPUS, diversas ONG, centros de formación y organizaciones profesionales se han mostrado como formadores y expertos que extienden en su entorno la importancia de la rehabilitación. (70) La formación continuada debe aglutinar, por ejemplo, profesionales de la arquitectura y artesanos, ya que son los responsables de pasar de los papeles de los unos (planos, memorias,...) hasta la ejecución material de los otros. (71) Muchos países miembros de la red CORPUS intentan poner en práctica sistemas integrados de formación continuada que establezcan puentes entre los diferentes agentes de la rehabilitación. Turquía está al frente de esta reflexión con la articulación de acciones entre los ministerios de cultura, de educación (formación profesional), de interior (administraciones regionales) y de vivienda, juntamente con las universidades (arquitectura e ingeniería), las asociaciones profesionales y los ayuntamientos.

EL ARTE DE CONSTRUIR

Del mismo modo, es interesante considerar a aquellos que reciben las formaciones superiores en el ámbito del patrimonio arquitectónico. Hay muchos en disciplinas como la historia del

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Marruecos

Penetrar en la vida tradicional, conservación y desarrollo

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La geografía del Magreb es vasta y diversa. La costa, el llano, la montaña y el desierto son los elementos de referencia de un paisaje que muestra diferentes formas de vida y situaciones dentro de la evolución de las 1

tradiciones y costumbres. La costa ha sido, en estos últimos años, un foco de desarrollo importante unido a la

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industria, al comercio y al turismo de masas, siguiendo además un proceso de transformación muy

Egipto. Trabajo de cantería, talla de piedra. Construcción de un muro de piedra llamada de sal en Siwa. Esta técnica local requiere la participación de dos personas que facilitan al albañil el mortero de tierra y las piedras. Una transmisión visual y práctica y sin duda inconsciente de gestos y de habilidades. 3

significativo.

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Turquía. En Kirelli, una mujer repara con yeso un muro interior deteriorado. Terrado compactado con el rodillo de piedra en Aydinkisla. El mantenimiento declina paralelamente a la evolución de las formas de vida y de organización social: una de las causas más importantes para la degradación del parque edificado, un verdadero reto para la sensibilización. 5

Francia. Realización de una moldura perfilada con yeso y cal con un trazador de madera: ejemplo de técnica enseñada mediante la formación continuada. Esta formación "a lo largo de la vida" es un instrumento flexible, maleable, sensible a los requerimientos de las empresas y a las necesidades del mercado.

En todo el Magreb, si nos alejamos de la costa y de los principales centros de desarrollo, todavía podemos

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encontrar zonas en las que la vida y los modos de producción siguen un ritmo totalmente ligado a la tradición local. Una hospitalidad ilimitada, un paisaje increíble y una arquitectura absolutamente unida a la tierra son algunas de las realidades actuales al alcance de cualquiera. La dificultades que se pueden presentar para acceder a estos "pequeños paraísos" son, en general, de tipo logístico. Estas dificultades, sin embargo, contribuyen a preservar los valores intrínsecos de estas regiones y añaden un interés suplementario a la visita. Llegar a un equilibrio razonable entre las propuestas turísticas

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y la evolución ordenada de cada lugar constituye siempre un desafío.

Egipto. El tamizado de la arena, destinado a su uso como árido en el mortero de los revocos. Las apariciones sucesivas del cemento y de morteros ya preparados para el uso, están condenando esta práctica artesanal.

Hace ya algunos años que las autoridades marroquíes han puesto en marcha una iniciativa ejemplar dentro de la organización de recursos disponibles en estas regiones con el fin de ofrecer buenos servicios a los visitantes. En este sentido, se ha creado una escuela de guías de montaña en Tabant y los propios habitantes

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han recibido una formación que les permitirá organizar una oferta interesante. Para responder a las

Francia. Realización de un enmarcado de vano con pintura a la cal.

necesidades de alojamiento y de comida de los turistas, se ha creado una red de albergues de diferentes

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categorías, dentro de las casas particulares. La calidad y el precio de sus servicios están regulados por los

Marruecos. (pag. 99) Horno de ladrillos en las cercanías de Fez. La producción de materiales tradicionales es un reto esencial para la rehabilitación.

controles del GTAM (La Grande Traversée des Atlas Marocains). Pequeñas tiendas en cada pueblo permiten el abastecimiento de artículos imprescindibles, y a la vez, las necesidades de transporte se cubren mediante una oferta, también regulada, de mulas de carga que se pueden alquilar en casi todos los pueblos.

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Francia. (pag. 99) Formación continua en revocos y encalados: los profesionales experimentan la paleta de pigmentos y su dosificación sobre un muro de prueba, después intentan reseguir las superficies con un pincel con lechada de cal de color más oscuro. En el mundo de los oficios, el aprendizaje no resulta eficaz si no es realmente práctico.

EL ARTE DE CONSTRUIR

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Portugal. El tapial se realiza frecuentemente bajo el control de un albañil que domina la técnica. El gran volumen de materiales que hay que manipular obliga a la formación de un equipo compuesto por los habitantes, vecinos o familiares. Muchos dichos populares nos recuerdan que estas construcciones necesitan "un buen sombrero y unas buenas botas", es decir, unos buenos cimientos y una buena cubierta.

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PERFIL DEL ALBAÑIL MEDITERRÁNEO PARA LA REHABILITACIÓN DEL PARQUE CONSTRUIDO

Su empleo

Su ámbito de trabajo comprende: Su cualificación

Qué tareas puede llevar a cabo, qué habilidades posee

Su competencia global:

La preparación de la intervención, la realización de trabajos por sí mismo y con la ayuda de un pequeño grupo que él dirige. Con total autonomía y bajo la responsabilidad del jefe de la empresa, del cliente o del arquitecto, puede realizar: - trabajos de mantenimiento y de rehabilitación del parque construido, - en todo tipo de tareas de mampostería tradicional (muros, bóvedas, forjados, armaduras de cubierta, cubiertas) y de armazón de madera, - con los materiales empleados en el Mediterráneos (sillares y mampuestos, ladrillos y tejas, adobe, morteros, madera).

A partir de sus propias observaciones y/o de las directrices, prepara y ejecuta, solo o en equipo, trabajos de mantenimiento y de reparación, de rehabilitación de edificios de arquitectura tradicional. Para ello, aporta: - el conocimiento de técnicas locales de construcción tradicional a base de materiales minerales o de armazón de madera, - la destreza en su puesta en obra, en nueva construcción o en rehabilitación, - la adaptación de tecnologías contemporáneas (productos, procedimientos) en el parque construido.

Las competencias que él aporta

Trabajos principales que él puede realizar

Su patrón le encarga...

Comprender y describir el edificio existente

Organizar los trabajos

Mantener y realizar los trabajos

Él puede confiarle las tareas...

Él és capaz de... (habilidad)

Describir el edificio existente, y sus características

Determinar los componentes del edificio

Él conoce también... (conocimientos complementarios) - Vocabulario del edificio. - Arte de construir local y tradicional

Describir el estado de conservación del edificio

Determinar el estado de conservación del edificio

- Comportamiento/patología de los materiales tradicionales

(Opcional) Representar gráficamente el edificio

(Opcional) Realizar un levantamiento dimensional

- (Opcional) Levantamiento, dibujo

Comprender la demanda del cliente

Entender las directrices orales y escritas

- Interpretación de planos

Proponer un método de intervención

Determinar las técnicas de ejecución

- Mediciones y presupuestos

Organizar la obra

Optimizar el funcionamiento de la obra

- Normas de seguridad e higiene

Las protecciones y los preparativos

Apuntalar, encofrar, proteger, hacer andamios

- Resistencia de los materiales, empujes, cargas

Los muros (mampostería y madera)

Reparar/construir un muro

- Tipología técnica local

Las bóvedas y las cúpulas

Reparar/construir una bóveda simple o una cúpula

- Tipología técnica local

La piedra tallada

Tratar un paramento con piedra tallada

- Patologías de la piedra tallada

Los revestimientos

Tratar un paramento revestido

- Tipología técnica local

Las pinturas a la cal

Aplicar pinturas a la cal

- Tipología técnica local

Los forjados

Reparar o construir un forjado

- Resistencia de materiales

La demolición

Demoler, almacenar, recuperar

Las escaleras

Construir una escalera

- Encofrado, armado, vertido del hormigón

Los pavimentos

Colocar un pavimento tradicional

- Tipología técnica local

Las armaduras de pares

Reparar/construir una armaduras de pares tradicional

- Tipología técnica local

Las cubiertas planas

Conseguir la estanqueidad de una terraza

- Tipología técnica local

Las cubiertas en pendiente

Construir una cubierta en pendiente

- Tipología técnica local


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Un albañil para el Mediterráneo

comportamientos adquiridos en la obra, sin verse perturbado por la introducción de una nueva manera de hacer que es práctica y cuya adquisición se ha realizado de forma natural.

Todas las variantes que esta obra subraya son las que se refieren a la producción humana. Si la sociedad pre-industrial ha perdido definitivamente la manera de construir sus edificios, el parque edificado sigue existiendo y es nuestro objeto de atención. Hoy, qué profesional debe intervenir en estos edificios y cuáles deben ser sus conocimientos son cuestiones muy diferentes -en términos de competencia- en cada parte del Mediterráneo: planteando esta cuestión en trece países, llegamos a una posición regional común expuesta a continuación. Los estudios sobre el terreno han mostrado una situación que podemos resumir en tres puntos. CORPUS propone actuar con tres orientaciones y una conclusión.

Conocer el oficio de albañil y estar abierto a nuevas formas de trabajo son las claves para la adaptación de un profesional a la rehabilitación

En consecuencia, introducir nuevas especialidades en "técnicas tradicionales" debe hacerse prioritariamente dirigida a un hombre que ya tiene la base del oficio, aunque sea únicamente una base moderna. El motor de este encaje de competencias está en la motivación. Bastaría, pues, con juntar estos principios -amplia tecnificación, disponer de una experiencia en lo tradicional o estar integrado en una empresa- para reunir en un perfil único al obrero adaptado para intervenir en el patrimonio construido. Se trata de un albañil. El cuadro adjunto recoge una lista de competencias y dibuja los contornos de su cualificación. No vamos a detallarla en este texto. El efecto de nuestra tierra y nuestras raíces comunes hace que el perfil no varíe mucho en todo el Mediterráneo. Sólo las variantes de cada tradición territorial propia constituyen algunas diferencias dignas de tenerse en cuenta. De este modo, entre un albañil portugués y uno turco, encontramos muchas más capacidades comunes que extrañas en el ejercicio de su oficio.

Primera constatación: los límites de los oficios tradicionales de la construcción -sin continuidad- se caracterizan por multiples pequeñas especialidades independientes. Es una tendencia muy patente cuando se requiere un alto nivel de tecnificación. Paralelamente, se observa que si unas simples técnicas constituyen la práctica local, el propio individuo domina varias de ellas y se convierte en el constructor casi único de la casa. Primera respuesta: en la rehabilitación no es bueno reconstituir las micro-especialidades sino sobre todo orientarse hacia una visión amplia que abarque el máximo de capacidades de un único profesional para dar respuesta a la variada demanda del mercado: desde las intervenciones de reparación a pequeña escala hasta la rehabilitación de edificios se exige una amplia gama de técnicas y de materiales.

Con el fin de definir el perfil y la formación de un profesional destinado a intervenir sobre un edificio antiguo, CORPUS utiliza el sistema del "referente profesional", y pone en relación dos visiones paralelas: – las tareas, las funciones desarrolladas por este profesional en el marco de su oficio y su nivel de autonomía, y – las capacidades detalladas y las competencias compuestas que ha de adquirir para realizar las tareas que le serán confiadas. (73)

En segundo lugar: la construcción contemporánea no necesita de las técnicas tradicionales para edificar, y por ello estas dejan de transmitirse naturalmente a los nuevos profesionales. Pero todavía subsisten sectores en los que la modernidad no ha llegado ni ha hecho evolucionar sus técnicas. Podemos responder así que no hay crisis definitiva en las competencias. En cada ámbito de empleo podemos encontrar el o los hombres de oficio que conservan la habilidad tradicional. Escasos y de edad avanzada, seguramente, pero todavía presentes. Pueden ser identificados y movilizados a través de una red de transmisión siempre que se haga rápidamente. (72)

A cada perfil profesional corresponde un nivel de competencia. El análisis de la región mediterránea lleva a considerarlo de un nivel sencillo, es decir, ni en las alturas de un excelente especialista ni en el terreno del obrero poco cualificado.

Tercera constatación: la intervención en el parque edificado no exige nuevos profesionales especializados sobre patrimonio, sino un grupo de profesionales generalistas presente en el mercado. Es necesario evaluar si estos profesionales son susceptibles, sobre la base de sus competencias actuales, de recuperar el oficio necesario para el mantenimiento y la adaptación de un hábitat construido con técnicas tradicionales.

(72) Algunos países miembros de la red CORPUS han identificado estos "hombres expertos" con la esperanza de poderlos movilizar en iniciativas de transmisión de conocimientos hacia las jóvenes generaciones, en el marco de una formación que hay que diseñar.

Tercera respuesta: el encaje de una técnica o del empleo de un material olvidados en un hombre de oficio es fácil. Se consigue con la formación de perfeccionamiento (corta, muy especializada y práctica). Un profesional activo domina gestos, ritmos y una serie de

EL ARTE DE CONSTRUIR

(73) Un referente totalmente documentado son los sistemas y los límites en la adquisición de conocimientos, las formas de aprendizaje, de control y de evaluación de las habilidades que permiten alcanzar las capacidades deseadas.

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Benidorm, C. Valenciana, Espa単a


LOS PROCESOS DE TRANSFORMACIÓN

Hoy no es más que el recuerdo del ayer, y mañana el sueño de hoy

Khalil Gibran


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EL CAMBIO DE ESCALA. LA EXPLOSIÓN DE LAS RELACIONES

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(habilidades, técnicas,...). Lo mínimo que se puede hacer es inventariarlos antes de que desaparezcan totalmente, con la mirada puesta en la comprensión de las claves de un patrimonio, tanto en el sentido inmobiliario como cultural. El objetivo más difícil, y al que no podemos renunciar, es el de reintegrarlos plenamente en el presente.

La construcción tradicional, como parte integrante y viva de las "actas de la historia" (1), acumula y muestra más o menos claramente todos los signos y trazas de las épocas vividas, y también aquellas huellas que ya estaban latentes en la sociedad que la edificó. El edificio tradicional que ha llegado hasta nosotros esconde, una representación material de un largo y denso recorrido histórico de individuos y sociedades. Como en todo proceso, este evidencia las características de los diferentes periodos, sus relaciones y sus principales acontecimientos. Vamos a considerar el término "proceso" como una serie de hechos y de fenómenos que intervienen en el edificio y que permiten su transformación, que podrá ser más o menos progresiva o brusca, más o menos superficial o profunda.

Han supuesto un signo de su vitalidad

Los procesos de transformación que ahora presentamos corresponden a los cambios acaecidos a partir del momento en que los grandes medios de transporte y de distribución y la estandarización e industrialización en masa de nuevos materiales entran en escena, alterando automática y bruscamente el aspecto de las habilidades tradicionales y, en la práctica, proscribiendo los materiales constructivos locales. Los criterios no están ya en la proximidad o en la economía de medios y de materiales, sino en la rentabilidad de la obra ejecutada (el volumen de residuos es muchas veces tan importante como el de material finalmente utilizado). Lo que era bendecido, resulta ahora maldito; lo que era preferido, se convierte en rechazable. Sin embargo, desde hace medio siglo, muchas cuestiones se plantean a propósito de esta frenética evolución que no respeta fronteras ni culturas. El proyecto CORPUS es el testimonio del renacimiento de algunas de estas serias preocupaciones sentidas y compartidas por todos los mediterráneos sin excepción.

Entendemos aquí por "transformación", los cambios observados sobre el edificio en un periodo de tiempo considerado. Estos cambios pueden ser tanto de uso como de forma o de aspecto. Esta transformación podrá ser, según los casos, reversible o irreversible.

Dejando claro que este capítulo se dedicará especialmente a resaltar las causas y los efectos de estos procesos y que debemos abogar por la arquitectura tradicional, conviene advertir ahora que ello no significa una adhesión incondicional, por nuestra parte, a una corriente tradicionalista. Por otra parte, sólo la sincronía y el diálogo con cada momento histórico "lejos de nostalgias inútiles" puede garantizar un futuro digno a esta arquitectura.

Desde siempre, los cambios se han enraizado en la construcción tradicional.

Tanto el proceso como la transformación están continuamente asociados a la arquitectura tradicional. Con ello queremos señalar que desde siempre los cambios forman parte de la construcción tradicional. Ciertamente, en general, estas transformaciones han sido lentas, a menudo muy distanciadas en el tiempo y siendo sólo "excepcionalmente perceptibles" por una generación. Lo que para nosotros se ha convertido en excepcional es la velocidad, la concentración, la capacidad y el vigor de los procesos de transformación actuales. Aquello que era, para el edificio tradicional, saludable y fortalecedor, hoy se ha vuelto malsano y debilitador. Lo que en otros momentos suponía una evolución asimilable del hábitat, corre el riesgo ahora de convertirse -y de hecho, se convierte- en una transformación brutal, en un nuevo edificio, cuya naturaleza y estilo muchas veces resulta ilegible y difícilmente comprensible. Lo que era normal y natural deviene, por un cambio de escala y de grado, una deformidad, una desproporción y, para el tema que nos ocupa, un fenómeno monstruoso, en el sentido estricto de este adjetivo sin ninguna dosis de exageración ni de dramatización. Los desastres han sido -y continúan siendo- tan importantes y constatables que esta afirmación parece poco discutible. El ritmo de renovación conoce tal aceleración que fragmentos enteros del conjunto arquitectónico han dejado de existir o han dejado completamente de parecerse a lo que eran hace tan sólo 30 ó 40 años. Es la evaporación de los signos materiales (urbanismo, arquitectura,...), pero también de los inmateriales

Las claves de un nuevo horizonte Aunque el siglo XIX y los inicios del XX hayan sido testigos de cambios importantes derivados de los efectos de la revolución industrial, que no se extendió por todas las zonas mediterráneas al mismo tiempo, todos los especialistas de diferentes disciplinas están casi de acuerdo en señalar los años cincuenta como el punto de inflexión de los grandes cambios. Efectivamente, encontramos en este momento la conjugación de factores determinantes y de gran importancia: el crecimiento demográfico, la expansión de la familia tradicional, los grandes movimientos migratorios, el éxodo rural, la urbanización, el nuevo sistema de división del trabajo, el mercado global y el turismo de masas. Conviene entender que sobre estos puntos debemos ser muy escuetos porque no es el lugar para retomar los numerosos y buenos estudios realizados sobre este asunto aun a riesgo de parecer poco rigurosos. Pero estamos obligados, sin embargo, a insistir en ello, a pesar de

TRANSFORMACIÓN

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Henri Levfebre, La Production de l´espace, Anthropos, 1981.


Hebrón Estudio global y planificación, rehabilitación integral

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Hebrón es una vieja ciudad histórica situada en la margen izquierda del Jordán y es objeto de un proyecto de diversas fases para llegar a su completa revitalización. La presencia de colonos israelíes militantes que 1

viven en el interior de la ciudad vieja de Hebrón ha sido la causa de la gran emigración de residentes locales

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en busca de un entorno de vida y de trabajo más seguro y estable.

Girona, Cataluña, España. La arquitectura tradicional es un elemento vivo y cambiante que permite la mejora de la casa sin modificar el tejido urbano ni la imagen de la ciudad con el paso del tiempo. 3

En 1996, el Comité de Rehabilitación de Hebrón inició un proceso de recuperación de ciertos barrios residenciales así como de algunas calles comerciales (los souks). Este proyecto, premiado con el Aga Khan

Award ha animado a numerosos residentes a volver a habitar la vieja ciudad de Hebrón. El Proyecto de

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Oriola, C. Valenciana, España. La modernización de la ciudad y, en este caso, la canalización del río sitúan a la arquitectura ante un verdadero desafío: la rehabilitación puede superarlo si se trabaja sobre volúmenes, composiciones y texturas similares. 5

Revitalización de Hebrón -una empresa conjunta de Riwaq y del Comité de Rehabilitación, en coordinación con el Ayuntamiento de Hebrón- tiene como finalidad llevar hacia adelante este proceso.

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Adana, Turquía. La evolución de la ciudad sobre su trama histórica conjugada con la presión inmobiliaria comporta, muchas veces, la destrucción total del tejido urbano y de la arquitectura tradicional. 7 6

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7- Aramont, Francia; 8- Lisboa, Portugal.

El potencial de los medios actuales y la introducción de nuevos materiales conducen hacia procesos de transformación sumamente rápidos y agresivos.

El objetivo del Proyecto de Revitalización es desarrollar una estrategia global que debe conducir a una renovación de la vida social, cultural y económica en el interior de la ciudad. La primera fase del proyecto, que se inició en julio de 1999, consiste en realizar una recogida exhaustiva de datos que conciernen a todos los aspectos de la vida de la ciudad vieja. Esto comprende tanto un censo de los centros socio-económicos como un estudio arquitectónico y de infraestructuras. El fin es disponer de planos (con el sistema de información geográfica) arquitectónicos y socio-económicos de la ciudad que ayuden a los planificadores, los responsables políticos y a los organismos de desarrollo a tener una clara comprensión de la situación para que estos puedan iniciar un plan director de revitalización de la ciudad. La 7

segunda fase comprende la identificación de proyectos específicos tales como clínicas, centros culturales,

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enclaves turísticos o espacios de juego para los niños. El desarrollo de diversas acciones de cooperación debería servir de apoyo a los diferentes aspectos del plan general. La ciudad vieja de Hebrón podrá convertirse así en un centro dinámico en el que vivir sea atractivo. La fase I del proyecto de rehabilitación de la ciudad vieja de Hebrón recoge el perfil social y económico de la zona analizada, comprendiendo las condiciones arquitectónicas y de infraestructuras. La fase II tiene como finalidad el plantear soluciones operativas para este mismo proceso, y comprende tres grandes objetivos: 1. Transformar las informaciones de los estudios y de los planos en objetivos políticos que han de ser asumidos por el Ayuntamiento. 2. Interpretar estos objetivos políticos en términos de búsqueda de mecanismos operacionales apropiados. 3. Motivar al Ayuntamiento con el fin de que adopte un papel de impulsor activo, mediante el mecanismo TRANSFORMACIÓN

legal de zonificación, lo cual es un aspecto clave que ha de contribuir al éxito del proyecto.

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2

todas las relaciones directas entre estos factores y los procesos de transformación de la arquitectura tradicional mediterránea. Además, sería descontextualizar la información el analizar los resultados de estudios e investigaciones sin situarlos dentro de un marco general.

3

Las consecuencias no han sido siempre las mismas. La nueva población, procedente del medio rural y formada sobre todo por jóvenes, provoca un "envejecimiento práctico" de la población local, la menos permeable a los riesgos y a la innovación, con el consiguiente estancamiento y empobrecimiento del medio. No obstante, hemos podido comprobar que el dinero enviado por los emigrantes ha contribuido de manera decisiva a la mejora de las condiciones de vida y de los medios de producción, facilitando la dinamización de ciertas regiones. Desgraciadamente, evitemos los espejismos, la balanza se decanta del lado del primer caso comentado. En todos los casos, una nueva oleada de intercambios -casi nunca exentos de dolor y de desigualdades- tiene lugar en el Mediterráneo. La mezcla y el mestizaje cultural siguen su camino.

La importancia del factor demográfico no había pasado desapercibida a los antiguos pensadores mediterráneos. Así, Platón, en sus Leyes, preconizaba una ciudad ideal de 5.040 ciudadanos, cifra que permitía un buen número de divisiones y grupos. En el siglo XIV, fue Ibn Jaldún quien vio ventajas en una población suficientemente densa como para facilitar la especialización. Después, las teorías han intentado siempre explicar, prever y planificar. En diciembre de 1966, la ONU proclamó oficialmente: "...los graves problemas provocados por el aumento demográfico." (2) El Mediterráneo no ha estado exento de este grave fenómeno. De 1970 al 2000, la población de los países ribereños pasó de 285 a 427 millones (un incremento de cerca del 50% en 30 años). El Plan Azul prevé para los próximos 25 años un aumento de 97 millones, de los cuales 92 en los países del este y del sur del Mediterráneo y 4 únicamente en el norte. Asimismo, estas cifras dan testimonio de un boom importante, en relación a los últimos años, de las tasas anuales de crecimiento medio en casi todos los países. (3) En ciertas zonas, un descenso de la fecundidad está en relación con el desmembramiento de la familia tradicional y, sobre todo, con el progreso de la población femenina. Así, el paso -mayor o menor, según las regiones- del status de "mujer-madre" al de mujer en general independiente de la familia, de la economía y liberada de los tópicos sociales, profesionales o educativos, ha trastocado el "mercado de matrimonios" y ha hecho retroceder la fecha del primer parto. La nueva familia, padre, madre e hijos, provoca también una atomización de las antiguas unidades extensas. El importante rejuvenecimiento de las poblaciones en los países cuya sociedad es más tradicional, contribuye de facto a su desmembramiento, tanto por la rápida pérdida de peso relativo de las generaciones ancianas -lo que constituye, casi siempre, el elemento conservador de las sociedades- como por la modificación del papel del grupo familiar y el de cada uno de sus miembros. (4) Este enorme y rápido crecimiento y transformación ha provocado grandes movimientos y trasvases de población. Entre los más importantes están los flujos migratorios (5) transnacionales y el éxodo desde el campo a la ciudad.

La explosión urbana y el desmoronamiento secular del campo han provocado presiones que el edificio tradicional se ve incapaz de resistir

Además, la mecanización del campo, la técnica que invade la agricultura (6) y que favorece la concentración de la propiedad, la "racionalización" y el rendimiento de los cultivos (cereales, girasol, remolacha,...), la competitividad del mercado agrícola, han dado como resultado la salida de millones de campesinos en dirección a los centros urbanos. La concentración de las actividades industriales en las ciudades o el auge de la construcción como reclamo para las poblaciones del campo abrió un proceso de despoblamiento y, en muchos casos, de abandono. (7) La población urbana paso de 94 millones en 1950 a 154 millones en 1970 y a 274,5 millones en el 2000. Las previsiones del Plan Azul auguran una población urbana de 379 millones en el año 2025. Aunque en deceleración, la tasa de crecimiento urbano seguirá siendo de un 60% más importante, en los próximos 25 años, que la de población total. Durante este periodo, la ribera sur se urbanizará más que la ribera norte (74,4% frente a 69%). Por lo que se refiere al litoral, sigue la misma tendencia, aunque la estrechez y la fragilidad de esta zona del espacio mediterráneo, genera, sobre todo, problemas. La población pasó de 58,5 millones en 1970 a 96,1 millones en el 2000, y según las previsiones a 127,5 millones en el 2025.

Las descolonizaciones, los conflictos armados o la industria, la construcción y la agricultura intensiva en los países de la ribera norte, han generado una buena parte de los desplazamientos forzosos de población y, por otra parte, una gran demanda de mano de obra, generalmente poco cualificada, que se alimentaba del fuerte crecimiento demográfico y de la importante tasa de paro de las regiones menos desarrolladas. Tres factores han contribuido a estos desplazamientos: las modificaciones de las relaciones espacio/tiempo con la noción de distancia que deja de ser una limitación, la movilidad que era un hábito adquirido y los medios de comunicación casi "instantáneos", con costes en franca recesión y cada vez más accesibles a un mayor número de individuos. TRANSFORMACIÓN

El triunfo de la concentración, que comporta una enorme afluencia de población hacia las ciudades, no se realiza sin grandes contrapartidas: la absorción (8) de tierras de cultivo para el crecimiento (9) de la ciudad, su crecimiento en horizontal creando extensiones vertiginosas (sobre todo en la ribera sur), la ocupación ilegal de terrenos, las construcciones sin

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autorización, la aparición de barrios suburbanos sin los debidos equipamientos, infraestructuras y planificación o la ocupación ilegal (squaterización) de los centros, son algunos de los ejemplos. Un crecimiento subintegrado, según la terminología del geógrafo marroquí Mohamed Naciri. La población emigrante de las últimas oleadas es la que sufre, generalmente, las peores condiciones, instalándose en las zonas más precarias e insalubres. Muchas veces se encuentran "de paso", con escasos medios, por lo que no invierten en la vivienda, como tampoco lo hace el propietario.

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Portugal. El descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población son factores esenciales en la degradación y el abandono del patrimonio edificado. 3

Gaykoy, Turquía. Las estructuras familiares fuertes, en cuyo seno el papel de la mujer sigue siendo predominante, permanecen todavía muy presentes en muchas regiones de la Cuenca.

Es evidente que la implantación de esta población hace que las consideraciones medioambientales cada vez sean tenidas menos en cuenta. Se trata de otra alteración importante de la relación que mantenía el paisaje con las sociedades tradicionales. Las

A. Y Y. Bénachenchou, Environnement et développement, Edisud, 1998.

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La tasa de renovación de las generaciones se estima generalmente en 2,1 niños por mujer en edad de procrear. En la ribera norte se han registrado tasas de fecundidad inferiores (en el 2000: Italia, 1,37 y Grecia, 1,59).

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Estos cambios en la composición de la población afectan a los conocimientos tradicionales y a su transmisión: "... un gran prestigio iba unido en otro tiempo a las personas mayores, consideradas justamente como depositarias de un saber, de una experiencia, de una sabiduría cuya transmisión sólo podía realizarse de forma oral y directa (...) la evolución y la renovación del pensamiento y de la técnica fueron extremadamente lentos..." Roland Pressat, Démographie sociale, PUF Le Sociologue, 1978, 2ª edición.

(5)

Las migraciones no fueron un fenómeno nuevo en el Mediterráneo ni entre las sociedades tradicionales: "...la movilidad social fue una característica constante en la sociedad tradicional..." Peter Laslett, The World we Have Lost-Further Explored. Tanto expansión demográfica como migración han sido dos fenómenos conocidos desde la Antigüedad en la Cuenca mediterránea donde los ejemplos de migraciones son numerosos y constantes: Valle del Nilo, Cartago,...

(6)

"...el campo se vuelve técnicamente sobrepoblado (...) según las culturas, una familia de dos o tres miembros en edad de trabajar podía explotar de 5 a 10 hectáreas. Hoy, las grandes explotaciones cerealistas mecanizadas trabajan de 250 a 300 hectáreas con tres hombres." Pierre George, Géographie sociale du monde, PUF. Este tipo de explotación familiar descrita por P. George coincide con la que hemos visto en Túnez (región de Goubelat) en la que el margen se sitúa entre las 3 y 12 ha. y se considera excepcional a partir de 20 ha. Este proceso de mecanización y de tecnificación de la agricultura es perfectamente visible aún hoy en Turquía (40.000 tractores en 1955, 672.000 en 1989. A. y Y. Bénachenchou, Environnement et Développememnt, Edisud, 1998).

(7)

La "revolución urbana" apareció muy pronto en el Mediterráneo. Ya en el IV milenio a.C. el fenómeno se desarrolló en Mesopotamia y en el valle del Nilo. Durante este tiempo, eran justamente la organización del espacio agrícola y el impulso de la agricultura quienes desencadenaban los cambios.

(8)

Estimación de la FAO para el periodo 1980-2000, en el mundo: 1.400 millones de ha.

(9)

Es imposible trazar los límites de las ciudades en el ámbito de la Cuenca. Paisaje urbano, agrícola e infraestructuras forman un conglomerado complejo. Algunos ejemplos de grandes ciudades (las metrópolis de Estambul o de El Cairo) o de regiones muy pobladas (Costa Azul en Francia o el litoral español), se extienden por todo el Mediterráneo, evocando lo que muchos autores han llamado el Mediterráneo-ciudad o la metrópolis mediterránea. Esto no sucede sin contrapartidas: el informe del PAM 1997 señala 109 "enclaves críticos" con efectos negativos para la salud pública, la calidad del agua potable, el ocio, la vida acuática,...

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4- Les Lloses, Cataluña, España; 5- Terra Alta, Cataluña, España.

La introducción de la mecanización ha creado nuevas exigencias arquitectónicas y la transformación de los cultivos y de los sistemas de producción agraria. De todo ello se deriva una transformación importante del paisaje y del modo de vida de sus habitantes. 6

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Kastoria, Grecia. La presión inmobiliaria es tan fuerte en los centros urbanos activos que auténticos monumentos arquitectónicos sufren una amenaza permanente, hasta convertirse en ruinas o ser demolidos. 7

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7- Akseki, Turquía; 8- Lindos, Rodas, Grecia; 9- Goreme, Turquía.

El desarrollo demográfico y la concentración de la población en las grandes y medianas ciudades obliga a estas a crecer en superficie. La planificación urbana y el control de este proceso constituye la única garantía de un desarrollo armónico que permita la conservación del centro histórico y evite el impacto de las nuevas construcciones.

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TRANSFORMACIÓN

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1- Azuaga, Extremadura, España; 2- Estremoz, Alentejo,

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cuestiones climáticas, de fertilidad del suelo, de la energía y del agua (10) disponibles ya no juegan el mismo papel determinante y regulador que antaño en la situación de un grupo de población. Bruscamente han sido reemplazadas por criterios estrictamente económicos. Las concentraciones de población, fruto de la división obligada del trabajo moderno y de las necesidades de una vida social mucho más amplia, promovida por las comodidades actuales en materia de transporte, alejan definitivamente al hombre de la naturaleza. (11)

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desde este punto de vista, un valor añadido. Los cruceros, las escalas y una cierta "concentración de mediterraneidad" en un espacio reducido, y por tanto fácil de mantener, supone a menudo una dosis significativa de "localismo", característica de países modestos en extensión como Chipre, convirtiéndose en destinos apreciados y receptores continuos de turismo.

Las dimensiones relativamente modestas del Mediterráneo favorecen la aparición de verdaderos cinturones urbanos (12) que empiezan a invadir, en ciertas regiones, el litoral. Aparecen dos fenómenos muy importantes: la metropolización y el turismo.

Con más de 140 millones de turistas al año, la Cuenca mediterránea es el mayor centro turístico del mundo

Cerca de una veintena de metrópolis podrían enumerarse en el Mediterráneo, las cuales se extienden día a día y agrupan las pequeñas o medianas ciudades de las zonas suburbanas, constituyendo enormes aglomeraciones. Si es cierto que el aumento de metrópolis mediterráneas es una apuesta decisiva para el futuro de la Cuenca, todavía quedan de momento por solucionar problemas internos que surgen continuamente.

La explotación del litoral no ha seguido en todas partes el mismo modelo. Citemos, a título de ejemplo, dos países situados en las costas occidental y oriental, respectivamente. Mientras que en España el litoral se ha visto invadido casi en su totalidad por un rosario continuo de ciudades y centros balnearios, en Turquía existen grandes centros turísticos que concentran una gran parte del alojamiento, y el resto del litoral se mantiene poco o nada alterado. El acceso al turismo se ve igualmente afectado por razones políticas, de seguridad o por conflictos armados. Es el caso de Libia, Argelia, los países balcánicos o del Próximo Oriente, lugares que prácticamente no reciben afluencia turística, o muy poca en relación con su capacidad hotelera, muy concentrada en determinadas áreas.

Otro fenómeno puede fecharse hacia el siglo XVIII, con las primeras y novedosas prácticas sociales terapéuticas o lúdicas: el turismo. Desde el siglo XIX, y más tarde a partir de los años treinta del siglo XX, el turismo comienza a instalarse selectivamente y de manera discreta sobre ciertas zonas de la Costa Azul, la Riviera italiana, y toma su impulso definitivo a partir de los años 50. El nuevo sistema de división del trabajo, de vacaciones pagadas, la creación y mejora de vías de comunicación, el acceso popular al automóvil y el descenso de los precios del transporte aéreo, han provocado la explosión del fenómeno del turismo de masas para el que el Mediterráneo se convirtió en uno de los destinos preferidos, y sigue siéndolo.

En este esbozo de los grandes cambios, de una aceleración jamás vista en la historia y de unos niveles inigualables de crecimiento y progreso, existen aún los intercambios generalizados en todas las regiones del planeta: la globalización. Tal y como sugiere Michel Beaud (14), se trata de un cambio de mundo. En cualquier caso, actualmente o en el futuro, nada demuestra que el patrimonio no seguirá teniendo una función esencial de recuerdo, de recuerdo del tiempo de la humanidad, en palabras de François Durand-Dastès. Del mismo modo lo local seguirá siendo importante y a veces irremplazable, puesto que la proximidad es esencial para el estrechamiento de vínculos. La regionalización emergente, basada en intereses reales comunes, es decir, producto de la suma de los activos de pueblos vecinos, no puede minar el capital de cada uno sin poner en peligro la solidez común. Los nuevos medios de comunicación, al reducir la distancia casi a cero, han convertido el mundo en un espacio común en el que los intercambios son habituales y generales. Parecería razonable e indispensable tener en cuenta estos parámetros a la hora de confeccionar estrategias que reivindiquen el derecho a la protección de la arquitectura tradicional mediterránea.

Por otra parte, la Cuenca mediterránea sigue ganando peso, en valores relativos, dentro del flujo turístico internacional. Representa un tercio en el número de turistas y un 30% de la recaudación del turismo internacional (55% de la de Europa). En el interior de la Cuenca, el peso del turismo costero es también muy importante (España e Italia absorben el 70% del turismo nacional e internacional). La Cuenca mediterránea es el centro turístico mayor del mundo con casi 140 millones de turistas al año. Algunos países de la Cuenca figuran entre los mayores receptores de turistas del mundo: 1º, Francia; 3º, España; 4º, Italia; 17º, Grecia; 22º, Turquía; 30º, Túnez. Estas cifras muestran que este turismo se reparte de forma desigual según las regiones y que existe una fuerte descompensación entre el norte y el sur. Observamos, además, después de una primera etapa con una fuerte preferencia por la costa, que todavía no ha acabado, una penetración hacia el interior (13), donde una oferta turística complementaria se está consolidando. De hecho, los países con importantes recursos arqueológicos (Grecia es el ejemplo por excelencia) ya hace tiempo que los están explotando. La insularidad es, TRANSFORMACIÓN

Este rápido y breve recorrido entorno a los principales fenómenos que han dado lugar a las grandes transformaciones durante los cinco últimos decenios en la Cuenca, debería ayudarnos a conectar y a relacionar más fácilmente los datos sobre los procesos de transformación de la

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arquitectura tradicional con el contexto y las condiciones en las cuales estos se produjeron. Además, y sin ser menos importante, este repaso acompañado de algunas cifras puede facilitar la integración del poder, la jerarquía, el valor, la naturaleza y el sentido de estos fenómenos, siempre susceptibles de modificaciones. No hay que perder de vista estos caracteres, pues tendrán mucha importancia cuando intentemos plantear algunas estrategias.

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El Cairo, Egipto. La metropolización de algunas capitales mediterráneas enfrenta la tradición a la modernidad. Encontrar el equilibrio entre ambos factores es siempre difícil, pero es del todo imprescindible para seguir avanzando sin perder la identidad cultural de cada lugar. 2

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2- Menton, Francia; 3- Sitges, Cataluña, España.

A grandes rasgos, hemos de distinguir dos grandes escenarios: el mundial y el local. Por una parte, los fenómenos que ha sido necesario soportar o, si se prefiere, a los que no se puede renunciar -puesto que la escala y la tendencia planetaria van más allá del Estado, con su propia lógica y particularidades- y, por otra parte, aquellos en los que estas grandes corrientes se aplican con mayor o menor dificultad y éxito, transformando de forma contenida las realidades. El primer nivel sirve a menudo de excusa o de alivio a la resignación y a la torpeza. Es el segundo nivel, alimentado por el primero, el que vamos a tratar.

Hace algo más de un siglo que el fenómeno turístico se ha impuesto verdaderamente, y esta industria hoy potente, ha conocido muchos cambios. La masificación, la concentración de viajeros en la costa y en los enclaves culturales más atractivos exigen un debate que se oriente hacia un turismo sostenible. Este turismo debe permitir aprovechar los beneficios económicos que supone para proteger y no para destruir el patrimonio. 4

Sidi Bou Said, Túnez. El atractivo turístico de algunos pueblos mediterráneos provoca una homogeneización muy importante. A pesar de ello, muchos enclaves han conseguido proteger sus valores culturales esenciales creando una "denominación de origen". 5

La diversidad que a menudo hemos evocado en esta obra, volvemos a encontrarla en los niveles político, social y económico. De este modo, los procesos de transformación de la arquitectura tradicional -muy parecidos en todas las zonas- se generan en contextos muy diversos que por el momento no han entrado en contacto. Este proyecto -como otros emprendidos en los últimos años- debería contribuir a dar una nueva visión. Asimismo, los puntos de partida, los recorridos, las aproximaciones e incluso los puntos de inflexión analizados según las regiones y los países, son muy diferentes. Las diversidades culturales y las divergencias económicas no aparecen por efecto del azar. En consecuencia, la explicación y la comprensión del mundo a partir del monocromatismo noroccidental ha de ponerse en tela de juicio. Esta similitud en los procesos nos lleva a presentarlos bajo una forma temática, cuyas peculiaridades se van conformando progresivamente.

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Las oficinas de turismo han utilizado desde hace tiempo la arquitectura tradicional mediterránea como un elemento fundamental para la promoción turística de diferentes enclaves. Estos carteles de los primeros años del siglo XX ilustran la importancia de esta actividad. 7

Para ser competitiva, la oferta turística exige la explotación de los enclaves turísticos. La introducción de tasas turísticas que se reinvierten en la salvaguarda del patrimonio y del medio ambiente empieza a ser una práctica habitual. 8

La Vila Joiosa, C. Valenciana, España. La ocupación extensiva del litoral por urbanizaciones y centros turísticos transforma el paisaje y genera importantes problemas de infraestructuras y medioambientales.

(10) Si se ignoran el agua y las demás cuestiones a la hora de decidir las localizaciones, aquel elemento se convierte cada día en un recurso más raro, escaso y crítico para el desarrollo de las poblaciones así como para el de su agricultura y de su economía. Las diferencias surorientales y noroccidentales son aquí también muy importantes (recursos renovables de agua en km3 por año: norte 860; este 213; sur 106. Instituto mediterráneo del agua, 1995. (11) Roland Pressat, Démographie sociale, PUF, Le Sociologue, 1978, 2ª edición. (12) La fuerte ocupación y la especulación hipotecaria de ciertas partes del litoral provocan difíciles problemas de gestión y de arbitraje entre las diferentes actividades del litoral mediterráneo. L. Marrou, I. Sacareau, Les espaces littoreaux dans le monde, Doc. Géophys, 1999. (13) Esta penetración que supone presión sobre el paisaje y aceleración de la urbanización -lo cual pone en evidencia la fuerte saturación del litoral- tendrá importantes repercusiones probablemente en todos los sentidos, sobre la arquitectura tradicional. Sería el momento de anticiparse. Córcega es un aviso de esta tendencia: de 1973 a 1983 la urbanización aumentó en un 17,6% en la banda 0-1 km.; 18,6% en la de 3-5 km. y un muy significativo 40,2% en la de 1-3 km. Ministère de l'Environnement. Citado en Atles ambiental de la Mediterrània, op. cit. (14) L´economie mondiale dans les années 80, La Decouverte, París, 1989.

TRANSFORMACIÓN

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Année 1930

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Karak, Jordania. El crecimiento en altura de la ciudad y de los edificios resulta fácilmente identificable y datable, siempre sobre la base de un profundo conocimiento de los materiales y de los sistemas constructivos utilizados en otras épocas.

El espacio Unidad formada por lo construido, el entorno agrícola o urbano, las poblaciones y las actividades. Sociedad y paisaje. Trataremos este nivel de forma muy parcial puesto que, a la vez geográfico, histórico y económico, excede el ámbito de este proyecto y, por otra parte, ya ha sido bien estudiado en muchas ocasiones. Este marco referencial existe y sería inútil repetirlo. Las grandes transformaciones del mundo rural que ya hemos comentado han desestructurado fuertemente el equilibrio que la arquitectura tradicional -unida casi siempre al mundo agrícola y rural- mantenía con el paisaje. Las funciones que asumía han perdido gran parte de su significado. Ella misma se mueve entonces en la incertidumbre.

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Barrio de Midam, Damasco, Siria. La transformación del tejido urbano tradicional aparece en todas las ciudades: abertura de grandes vías de comunicación, creación de aparcamientos, sustitución de casas individuales por edificios en altura,... Muchos fenómenos que transforman irremediablemente los barrios. 7

6- Antalya, Turquía; 7- Alejandría, Egipto.

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La integración de nuevos edificios en el tejido urbano no siempre es fácil. Requiere modestia y un conocimiento preciso de los elementos y las volumetrías que caracterizan las diferentes tipologías arquitectónicas.

La organización espacial de los pueblos, ciudades y barrios La tasa de urbanización y de construcción y el aumento del parque automovilístico han afectado a muchos pueblos, ciudades y barrios, tanto en su organización espacial como en su propia morfología. Intervenciones en los barrios históricos mediante todo tipo de vías, esponjamiento (se puede morir de sobredosis de oxígeno) de los barrios tradicionales, ampliación de calles a medida de los coches o el ahogo de los cinturones formados por nuevos barrios, son algunas de las causas de la desfiguración de esta arquitectura. La construcción. La casa Sea desde un punto de vista formal y funcional o desde la perspectiva de los materiales, las técnicas y las habilidades que han permitido su edificación. Segunda o tercera piel de las poblaciones, como algunos autores la han definido, la casa integra y traduce automáticamente todos los cambios de la sociedad que la habita. Refleja las habilidades o las torpezas de su gestión, y también los valores, el rango o la dignidad que cada sociedad y cada momento histórico le otorga. Esta expresividad y esta adaptación al momento permiten entender con cierta facilidad las causas y efectos, las presiones y las reacciones. Es en este nivel que hemos concentrado nuestra atención: intentaremos descubrir e interpretar las transformaciones y sus procesos. TRANSFORMACIÓN

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Vers 1990

Podemos convenir en que los procesos de transformación afectan a la arquitectura tradicional en tres niveles. Esta división esquemática y teórica se nos presenta en la práctica, ciertamente, muy diluida, a veces difícil de descifrar y con un recorrido sinuoso, lleno de inflexiones, y de cambios de dirección y sentido. Estas transformaciones afectan, en muchas ocasiones, a los tres niveles al mismo tiempo y el efecto dominó es muy frecuente impactándolos a todos. Ello refuerza la necesidad de abordar la arquitectura tradicional teniendo presente su contexto y no sólo como una yuxtaposición de objetos más o menos interesantes, absolutamente descontextualizados e inertes.

Tetuán, Marruecos. Las dificultades para ampliar las ciudades protegidas con murallas o con sistemas de defensa han sido el origen de la densificación progresiva del hábitat urbano.

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TRANSFORMACIONES EN TRES NIVELES

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Barcelona, Cataluña, España. Las exigencias de nuestra época favorecen la aparición de nuevos servicios, impensables hace cien años, y sin los cuales no podríamos vivir. Si el automóvil aparece hoy como "el rey de las ciudades", el respeto por el edificio es aún más necesario.

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Los organismos internacionales Reflexión y referencia, hitos irremplazables

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El ICOMOS es una organización internacional no gubernamental que se dedica a la conservación de monumentos y enclaves históricos. Hoy está presente en ciento siete países en los cinco continentes. Una de

TIPOS DE TRANSFORMACIONES

las tareas principales del ICOMOS consiste en aportar apoyo técnico a la UNESCO en el estudio de nuevos

Transformaciones formales

enclave. Organiza igualmente numerosas actividades de reflexión, debate y de formación, en todo el mundo,

• Modificación del volumen

a partir de estos comités que han visto la luz diferentes cartas que hoy marcan el camino que hay que seguir

informes de inscripción en la lista del Patrimonio mundial y en los controles que se siguen sobre cada y dispone de comités científicos que desarrollan teorías e instrumentos de trabajo en cada especialidad. Y es para la conservación del patrimonio.

Primero de los tres grandes grupos de transformación. Estamos ante una de las transformaciones más peligrosas y graves que implica perjuicios importantes tanto para el edificio como para su entorno. En general, estas transformaciones, al degradar el entorno construido, son un excusa para próximas transformaciones vecinas. El cambio de volumetría puede manifestarse de dos maneras: aumento del volumen en altura y en saliente, aun respetando la misma planta, o bien en la colonización que invade y se instala en los espacios libres que forman parte tipológicamente de la casa (patio, jardín,...). En ambos casos se produce un aumento considerable de la densidad del tejido urbano y de la población, con todos los problemas que ello acarrea en lo que respecta a equipamientos, infraestructuras,

Realizado sin criterio, el "ajuste a la norma" induce, en el camino de la ley, a desastres nada despreciables, permitiendo

En 1999, la Carta del Patrimonio Vernáculo Construido, fruto de casi cuatro años de trabajo del Comité de

enquistarse una cierta insensibilidad y normalizar acciones incorrectas

Arquitectura Vernácula, fue aprobada. Esta Carta define este patrimonio como el resultado de una manera de construir que emana de la propia comunidad, con un carácter local marcado y con una coherencia de estilo unida a modelos pre-establecidos, utilizando técnicas tradicionales de construcción, en respuesta a necesidades funcionales, sociales y medioambientales (www.international.icomos.org/vernac-esp.htm).

calidad de la vecindad y, en general, de la calidad de vida. Tiene lugar también una cierta amputación tipológica. Este cambio de volumetría incluye muchas veces la desaparición de elementos esenciales que definían la tipología. Es el caso, por ejemplo, de la sustitución de una cubierta en pendiente y de tejas por una plana o terraza. A menudo, suelen aparecer problemas estructurales debido al aumento de las cargas o por desplazamiento de soportes, lo que provoca la degradación del edificio. Evidentemente, desde el punto de vista formal, el resultado inmediato es una desfiguración grave de la tipología y del enclave, y muchas veces de forma irreversible, y la decisión de una corrección resulta muy difícil de asumir. El centro del problema está en la falta de control administrativo que permite estas intervenciones, o a veces un marco legislativo inexistente, inadecuado o no aplicado, y también la presión migratoria o la especulación inmobiliaria. Del mismo modo, la desaparición de las relaciones sociales tradicionales que actuaban como minucioso control de los actos individuales, sistema que no ha sido, en realidad, reemplazado. El abandono cultural de tipologías y prácticas alimenta otras transformaciones. Según las regiones y las tipologías, esta alteración del volumen original emplea diversas fórmulas: en las medinas musulmanas, puede crecer tanto en altura ocupando la calle, incluso a veces el subsuelo. En las casas

Por lo que se refiere a los principios de conservación, la Carta precisa que las intervenciones contemporáneas en el patrimonio vernáculo construido han de llevarse a cabo por grupos multidisciplinares de expertos formados y capacitados para plantear las mejoras que pueden ser introducidas respetando a la vez sus valores culturales, materiales, inmateriales y paisajísticos. La Carta desarrolla también algunas orientaciones prácticas, que pueden concretarse en estos siete apartados: 1. Investigación y documentación. Proceder con prudencia y siempre con un diagnóstico previo adecuado. 2. Emplazamiento, paisaje y grupos de edificios. Respeto por la integridad del conjunto y de su emplazamiento. 3. Sistemas de construcción tradicionales. Mantener el uso de los sistemas de construcción y de las habilidades tradicionales. La formación, en este aspecto, resulta indispensable. 4. Sustitución de materiales y de elementos arquitectónicos. Búsqueda de un equilibrio entre las nuevas técnicas y los nuevos materiales en el edificio original. 5. Adaptación. Obtención de niveles de habitabilidad actuales respetando la integridad del edificio. 6. Cambios y restauración de época. Valorar positivamente las modificaciones aportadas a lo largo del tiempo. TRANSFORMACIÓN

7. Formación. Las autoridades y el sector deben incidir sobre los programas educativos y de sensibilización

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destinados a los profesionales y al resto de la sociedad, así como impulsar redes nacionales e internacionales de intercambio de experiencias.


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turcas, el aumento del volumen ocupa el jardín o los espacios semiabiertos (sofa exterior), al igual que en las casas rurales del Mediterráneo occidental. Se puede considerar esta transformación como medianamente presente en el conjunto de la Cuenca, pero en algunos casos muy concentrada en diferentes enclaves.

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Acre, Israel. La mayoría de los edificios tradicionales tienen una larga historia. Viven con mayor o menor brutalidad los cambios en las necesidades de sus ocupantes. Todas las modificaciones morfológicas permiten una lectura muy precisa de esta historia en la fachada. 2

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2- Marsella, Francia; 3- Sitges, Cataluña, España.

Una identificación importante y una señalización voluminosa y agresiva de los locales comerciales es difícilmente compatible con la austeridad y la simplicidad de las formas arquitectónicas tradicionales. Una reglamentación precisa que marque claramente los parámetros y los límites es indispensable para evitar el caos. 4

La arquitectura tradicional puede contribuir a atenuar el efecto unificador de la globalización, tanto en lo local como en la diversidad

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4- Erinyà, Cataluña, España; 5- Telheiro, Alentejo, Portugal.

Un simple cambio de textura y de materiales de acabado basta para dar una nueva imagen a nuestra arquitectura, sin necesidad de grandes transformaciones formales o volumétricas. Esta nueva imagen podría convertirse, como en el caso del "repicado" de las fachadas enlucidas, en un estilo "rústico".

• Modificación de las aberturas Este tipo de transformación afecta de forma importante al aspecto y a la composición de las fachadas. En general, rompe la relación y el equilibrio original entre los espacios vacíos y los llenos, perturba la verticalidad, la horizontalidad y la jerarquía en el ordenamiento de los vanos. Según su intensidad, esta intervención puede desfigurar completamente la tipología. En su origen tenemos causas como: la adecuación de superficies abiertas a las aspiraciones contemporáneas de vistas y de luz, la recomposición de las aberturas para satisfacer una nueva distribución interior. Y también, la recuperación de espacios semicubiertos para integrarlos en el ámbito interior con el fin de aumentar su superficie y mejorar las condiciones térmicas de la vivienda, y los niveles de comodidad exigidos. A ello, hay que añadir un marco legislativo inexistente, inadecuado o ineficaz -en todo caso, sin ninguna pedagogía ni trasfondo ideológico- que toma la responsabilidad de estos daños. Se comprende bien que este tipo de modificación cambie completamente el carácter de algunas tipologías. Es el caso, por ejemplo, de la casa con patio abierto solamente hacia el interior. En ella, anteriormente ha tenido lugar otra intervención grave: el cubrimiento del patio, con lo que su función primordial desaparece y, al no poder abrirse la casa hacia otra parte, se busca en las fachadas la solución a su asfixia. Esta modificación es muy frecuente en el conjunto de la Cuenca mediterránea.

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Vathia, Mani, Grecia. El clima mediterráneo es suave, pero presenta también fenómenos meteorológicos violentos. A menudo, la lluvia de otoño desborda los ríos y la sequía extrema alimenta el fuego que devora la pobre vegetación y pueblos completos. 7

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Kayaköy, Turquía. En la mayoría de los casos, los flujos migratorios responden a causas económicas, pero las causas del abandono de Kayaköy son de orden político. Los habitantes griegos de este pueblo desertaron al final de la guerra greco-turca, y fue abandonado. El conjunto hoy está protegido y una asociación promueve su recuperación. 9

Samad, Jordania. Un proverbio dice con razón: "El humo mantiene la casa". En efecto, el abandono, es decir, la ausencia de vida, de mantenimiento, trae rápidamente la ruina. El tejado se desploma, los arcos permanecen como testimonio del pasado.

La "adecuación" de estas superficies interiores viene dada, muchas veces, por la especulación inmobiliaria, dentro de los procesos de densificación de muchos barrios. Estos barrios se ven favorecidos por la llegada o por el desplazamiento de poblaciones empobrecidas que se alojan en estos "sub-apartamentos" originados por la partición de un apartamento original. A estas situaciones se añade la incapacidad de las instituciones para llevar a cabo sus programas o para financiarlos, con lo que se evitarían muchos de estos desaguisados. Podemos constatar muchas veces que las transformaciones aportadas no suponen una mejora sensible de la calidad de los espacios, sino sobre todo un mayor deterioro de los

TRANSFORMACIÓN

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Mostar, Bosnia. La guerra es siempre sinónimo de destrucción y de pérdida. Desgraciadamente, el Mediterráneo no es una excepción. A lo largo de la historia y hoy todavía, numerosos conflictos armados han provocado y provocan la pérdida de una parte importante del patrimonio humano y arquitectónico.

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mismos. Las intervenciones derivan también de una falta de comprensión de los espacios originales y de un desconocimiento de técnicas y habilidades para revitalizarlos y reintegrarlos a las necesidades actuales, sin desfigurarlos. Todas estas transformaciones que aparecen en la fachada provienen lógicamente de las intervenciones en los espacios interiores que serán abordados más adelante.

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interesante legado por el colonizador, han intervenido sin tener en cuenta las estructuras o los valores locales y han impuesto, finalmente, los suyos propios. De ambas situaciones, podemos encontrar muchos ejemplos en las distintas regiones de la zona. – Las decisiones políticas. Afectan tanto al edificio del medio rural (autopistas, vías férreas, barreras, parcelaciones, zonas industriales,...) como del medio urbano (añadidos en los barrios tradicionales, demoliciones debido a la precariedad de los edificios con el fin de esponjar la trama tradicional, renovaciones -¡vaya palabra!-, modificación de los límites de las calles y las casas en favor del automóvil). En todos los casos, la arquitectura tradicional no está en modo alguno en el primer rango de las prioridades que hay que respetar, sino que muchas veces es considerada como un objeto de mercado de ocasión o de desecho. Es una acción soterrada, depredadora, investida de una idea de progreso y de legalidad, que contribuye a desmembrar y a reducir estos conjuntos arquitectónicos.

• Modificación de las texturas Este tipo de intervenciones, aunque aparentemente ligeras, pueden modificar profundamente el aspecto del edificio y generar patologías a veces difíciles de resolver y no siempre poco graves. Conviene recordar aquí todo el abanico de enlucidos de mortero de cemento o industriales, además del repicado en el afán de buscar una cierta nobleza en los paramentos de piedra vista. Hablemos también de la economía creada entorno al mantenimiento de fachadas. Todo un conjunto de variantes, en estas modificaciones, completan este tipo de intervenciones: eliminación de molduras, planeidad de los muros, supresión de las franjas o de las cornisas, colocación de contraventanas o de persianas, paleta de pinturas o de colores,... En su origen, la misma ausencia o ineficacia de la legislación, la pérdida de los gestos tradicionales y la falta de prescripciones, la colonización del mercado por los nuevos productos industriales, la pérdida de las habilidades y el deseo de participar de la "modernidad". (15) Una patología variada está asociada inevitablemente a este tipo de prácticas, debido a las incompatibilidades entre los materiales tradicionales y los nuevos. Podemos considerar esta transformación como habitual y muy generalizada en el conjunto de la Cuenca.

Numerosos pueblos y casas abandonadas jalonan toda la Cuenca, demostrando la frágil salud del hábitat y denunciando el déficit de acciones y de recursos destinados a la arquitectura tradicional

– El abandono. Es lo que podríamos llamar la "pérdida causada por el destino", pues tal es la resignación y la indiferencia -¿complaciente?- que esta situación genera en los medios de decisión. La impotencia en otros casos. Otros también -el inmobiliarioobtendrán importantes beneficios a partir de esta inmovilidad y de la caricatura de la arquitectura tradicional. El abandono representa una tendencia constante e importante en número en todo el ámbito mediterráneo, aunque en ciertas partes se ha invertido ligeramente esta orientación. Esta situación contribuye, además, a castigar gravemente la imagen de la arquitectura tradicional, cargándola de arcaísmo y, por tanto, otorgándole la imagen de algo caduco. Algunas iniciativas recientes, como el turismo rural o tímidos ensayos de recuperación de ciertas agriculturas locales, pueden hacer pensar por el momento en una deceleración del proceso -que no es nada- y en una lenta mejora de esta situación.

• Los "no-clasificados" Dentro de los "no-clasificados", no podemos olvidar una última transformación formal y la más grave: la demolición, la ruina. La forma convertida en nada. Y de mucha importancia en la región. Esta desaparición se produce a partir de cuatro causas principales: – Los conflictos armados. Es una constante en la historia del Mediterráneo. Los ejemplos recientes (Oriente Próximo, Balcanes) son de una gravedad extraordinaria para el conjunto de la arquitectura tradicional. También hay que añadir, en este apartado, por su propio carácter dramático, las catástrofes naturales (inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas) muy abundantes en el Mediterráneo y que desde la Antigüedad han provocado desastres muy importantes en lo construido y siguen haciéndolo de forma esporádica. – Las colonizaciones y las ocupaciones. Ambas cuestiones han afectado y todavía hoy afectan a la arquitectura tradicional de la Cuenca. En estos casos, la suerte y los efectos han sido y son diversos. Por lo que respecta a las ocupaciones, el efecto negativo más importante es la falta de acceso a la gestión del propio patrimonio, con las consecuencias que ello conlleva. Las colonizaciones, dejando a parte el patrimonio arquitectónico más o menos TRANSFORMACIÓN

(15) "...Término ambiguo "modernización" no significa progreso o mejores condiciones de vida, sino únicamente aparición de nuevas condiciones..." Yves Lacoste, Les Pays sous-développés, PUF,1984, 7ed. Los efectos positivos y negativos de estas condiciones nuevas no son en ningún caso un hecho adquirido, sino que son el resultado de la manera de administrar o de integrar estas condiciones. Esto puede verse en muchas regiones con gente que abandona una casa y un medio mucho más confortable que los nuevos cubículos que van a ocupar.

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Transformaciones funcionales

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adaptación de niveles o la sustitución de elementos estructurales y de comunicación vertical considerados vetustos o inestables. La pérdida definitiva de elementos -y de espacios y volúmenes interiores-, muy importante para la definición del carácter de las tipologías y en general de la arquitectura tradicional, es la principal consecuencia: bóvedas, cúpulas, escaleras, vigas, pilares,... También muchos problemas estructurales están asociados a estas intervenciones, dado que muchas de ellas implican cambios en las aberturas de la fachada, creando un desequilibrio entre el nivel original y el nuevo. Este tipo de modificaciones, especie de termitas silenciosas e inexorables, atacan el núcleo de algunas tipologías convirtiéndolas en puras caricaturas de lo que fueron. Este ataque afecta también a la diversidad de la arquitectura tradicional mediterránea y, en particular, a los modelos más escasos. Podemos considerar este tipo de modificación como relativamente presente en la Cuenca y ello para los dos grupos de intervención comentados.

• En la distribución Primera de dos grandes grupos de intervenciones. Se trata de obtener una nueva distribución del espacio interior por razones muy diversas: creación de estancias inexistentes (baños, lavabos, cocinas), modificación de superficies en los espacios ya existentes (división o unión de estancias), multiplicación de viviendas (atomización familiar o en la mayoría de los casos especulación inmobiliaria), cambio total de uso (despachos, almacén), interiorización de espacios exteriores o semiabiertos (eras, patios, sofas). Las repercusiones de este tipo de modificaciones son múltiples en función de la intensidad de la intervención y de la calidad de los espacios modificados. Una doble interpretación para este fenómeno: una adecuación a nuevas necesidades familiares y sociales, y una estrategia de especulación al cerrar o aumentar las superficies y las unidades de alquiler dentro de un mismo volumen, con la consiguiente densificación de la vivienda y del lugar y una pérdida de la calidad de vida. Y muchas veces, de las mínimas condiciones de salubridad. Este uso intensivo y abusivo de los espacios comporta una aceleración del desgaste del edificio, hasta llegar a deficiencias peligrosas. Y en todos los casos, la puesta en peligro del futuro del parque y de sus valores arquitectónicos y de uso, es decir de su supervivencia. Estas intervenciones traen consigo problemas estructurales que en general -hay muchas excepciones- no suelen ser graves. Podemos considerar este tipo de modificación como muy habitual en el conjunto de la Cuenca, ya que es la adaptación del volumen interior de forma simple, poco comprometido desde el punto de vista administrativo, pues, resulta poco aparente.

Desde el punto de vista funcional, hay que añadir los cambios de usos y las nuevas funciones de los espacios, seguido de los cambios de actividades productivas relacionadas con la agricultura, la ganadería o el artesanado. Situadas en la planta baja, a excepción de los talleres, con pequeñas aberturas en fachada, estos espacios se integran en las nuevas formas de vida y comportan, según la intervención, mayores o menores estragos a la tipología. La adaptación frecuente de la planta baja como garaje implica una grave modificación de la fachada. Este gesto (¡¿quizás el más común?!) se presenta sin variaciones de un lado al otro del Mediterráneo. Es evidente que los tipos de transformaciones presentados hasta aquí de manera fragmentaria para facilitar el análisis y la lectura, casi siempre aparecen de forma combinada en la práctica. Lo cual quiere decir que los resultados y las consecuencias son, en general, graves y muy diversas. Por ello, los intentos de rehabilitación suponen todo un complejo de matices y particularidades en el momento de llevar a cabo las soluciones adecuadas.

Estas modificaciones, muy generalizadas, se realizan, en muchos casos, por la vía legal. En efecto, una enciclopedia de reglamentaciones pensadas y destinadas a los nuevos edificios, llenas de términos importantes como "seguridad", "incendios",... que desconocen las particularidades y los valores de la arquitectura tradicional, se aplican con tanta eficacia como inadecuación, y contribuyen, bajo la bendición del "poner en norma", a la desfiguración de este frágil parque arquitectónico.

MATERIALES Y HABILIDADES, DOS UNIVERSOS CONMOCIONADOS Desde el punto de vista de los materiales, de las técnicas y de las habilidades, nos fijaremos tanto en los que aún se utilizan, se practican y se trasmiten, como en la presencia de los nuevos materiales y técnicas más difundidos.

• En el aspecto tridimensional Representan intervenciones en general sustanciales y con consecuencias tipológicas muy graves -aunque un cierto fachadismo pretenda hacer creer lo contrario-, puesto que modifican tanto las estructuras como las comunicaciones verticales y por supuesto todo el sistema de distribución. Peor aún: la organización, las relaciones y las jerarquías de la distribución espacial tradicional desaparecen. El espacio tradicional llega a ser irreconocible. Muchos motivos pueden aducirse, de los cuales dos son los principales: la obtención de un volumen útil más grande (a menudo, para ampliar los beneficios inmobiliarios) utilizando estructuras más ligeras (demolición de bóvedas, de pisos de mortero de tierra o de cal) y la TRANSFORMACIÓN

Dos consideraciones previas se imponen en este momento: la evolución del coste de la mano de obra y la evolución del mercado de materiales de construcción. Efectivamente, en la construcción tradicional, la mano de obra y el tiempo invertido eran dos parámetros que no suponían un problema. Actualmente, en cambio, se han convertido en algo fundamental y muy significativo. En el pasado, el trabajo se realizaba manualmente y esto era lo único que lo determinaba, junto a una permanencia de materiales durante muchos siglos. Por ello, la intervención se funde en el conjunto. Por otra parte, la preferencia por

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materiales y productos nuevos y listos para ser usados resulta evidente, debido a su simplicidad en el empleo y su facilidad de distribución. Si los componentes modernos no son un mercado barato, por contra, permiten que los costes de la mano de obra desciendan considerablemente dado el tiempo que se gana en la colocación, en general, y aparentemente exigen menor capacidad técnica para su utilización. Más allá de los análisis comparados de costes, que seguramente suscitarían prejuicios y sorpresas, existe la fuerza de la imagen revalorizada de un modelo moderno y occidental que la trae consigo. La distribución y el mercado no han dado un gran salto únicamente en lo que se refiere a los materiales, sino sobre todo en lo que concierne a los gestos, los modelos y en la homogeneización. Ello implica la eliminación de la diversidad expresiva y una banalización del paisaje mediterráneo que entrañan, en el medio que nos ocupa, dos efectos evidentes:

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Monteux, Francia. Las posibilidades de adaptación que nos ofrece la arquitectura tradicional son muy amplias. Reconvertir una pequeña casa en despacho (a la derecha) o crear pequeños apartamentos para alquilar en una vieja casa unifamiliar (a la izquierda) es fácil. 2

Atenas, Grecia. Excepto en situaciones límite, la demolición de todo un edificio manteniendo su fachada, no es un buen sistema. Este fachadismo preserva el paisaje urbano pero destruye totalmente las tipologías tradicionales. Es la creación de un decorado de teatro, de una ciudad escenario. 3

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3- Acre, Israel; 4- Guijo de Granadilla, Extremadura, España.

El crecimiento en altura es una de las transformaciones funcionales más habituales. Es indispensable tener en cuenta la relación formal y volumétrica entre el entorno existente y el nuevo proyecto de ampliación.

La descualificación. Los materiales, preparados para un uso simple y fácil, no exigen excesiva profesionalidad (estamos a la escala de la casa) y el valor añadido del hombre de oficio deja de ser indispensable.

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Aviñón, Francia. La gran altura libre entre forjados de algunas viviendas antiguas permite ganar un nivel intermedio en condiciones de comodidad razonables. Integrar esta transformación en el edificio respetando el espíritu original es siempre posible, aunque no es el caso de este ejemplo: las ventanas se han partido en dos y la gran puerta del garaje ha sido recortada en el muro de la planta baja.

La provisionalidad permanente. En efecto, si la aparente facilidad en el empleo basta para edificar la parte fundamental de la obra, los acabados, en cambio, son más difíciles de completar. Esto es lo que nos ofrece muchas veces la visión de una obra inacabada o un paisaje de miseria estética que asemeja a un suburbio.

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Empobrecimiento de la diversidad expresiva, deslocalización y banalización del paisaje mediterráneo son consecuencias importantes

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del abandono de la arquitectura tradicional

Fez, Marruecos. La producción de cal en los hornos tradicionales exige una habilidad por parte de los operarios, si se quiere una cal de calidad. La competencia actual con los hornos industriales podría llevar a la desaparición de este sistema de producción, pero ello no debería comportar jamás la desaparición de este material de las obras.

Actualmente, el auto-constructor ya no posee la técnica polivalente de un medio tradicional y actúa como un simple colocador de componentes elaborados, alejándole por completo de un hombre de oficio capaz de trabajos delicados a partir de materiales toscos.

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Nicosia, Chipre. La normativa exige seguir construyendo con adobe en algunas obras de rehabilitación. A pesar de las dificultades que se pueden encontrar, los albañiles no tienen ningún problema para fabricar estos ladrillos aprovechando las ventajas de las herramientas modernas.

Estas presiones técnicas transforman las prácticas y el conjunto arquitectónico. Una presión suplementaria, contribuye a acelerar el proceso, alimentado por dos tópicos sociales muy en boga: la antigüedad y la modernidad. Dos mitos a los que todos parecen condicionar su actividad. En este marco es lógico, al menos en una primera etapa, asistir al abandono progresivo de los materiales y técnicas tradicionales. Es la tendencia general, paliada tímidamente, aquí y allá, por reductos de supervivencia. TRANSFORMACIÓN

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Avgonyma, Grecia. Las adaptaciones de la distribución interior a las exigencias actuales implican casi siempre alteraciones importantes de las estructuras ya existentes. Realizarlas con técnicas tradicionales o introducir materiales nuevos es una elección, pero si queremos ser fieles a su tiempo, la segunda opción es preferible.

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La trilogía aludida: materiales locales + técnica correspondiente + habilidad adaptada, en el pasado venía dada por una economía de relativa penuria. El acto de construir, subordinado al abastecimiento más barato posible de un material próximo al estado natural, necesita un proceso de transformación y de manufactura antes de la colocación en la obra. A menudo, el hombre que poseía el arte indispensable para este trabajo era también el constructor, a veces asistido por el propietario de la obra. En este esquema, el valor añadido de un preparador-constructor estaba asociado al acto de construir.

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Acre, Israel. La introducción de materiales modernos no debe ser un obstáculo para los trabajos de rehabilitación. Al contrario, deben aceptarse como un medio para mejorar los resultados y la calidad. Se trata simplemente de poner atención y profesionalidad con el objetivo de conseguir una integración correcta de los nuevos componentes. 2

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Ghardaia, Valle de M´Zab, Argelia. Construidos con mortero de timchent sobre un encofrado perdido de nervios de palma tejidas entre las vigas, las pequeñas bóvedas tradicionales de M´Zab, presentan un cierto grueso, una irregularidad que anima las fachadas, una cambiante variedad de curvas y de dimensiones. Hoy, estos elementos son progresivamente sustituidos por una alternativa industrial (viguetas con rellenos moldeados o aplacados) insípida, sin ningún interés estético dada su regularidad, su homogeneidad y su falta de carácter. 2 3

La situación contemporánea es totalmente diferente. Un corte brusco y una discontinuidad se han producido en la evolución de la arquitectura tradicional, y la introducción de nuevas formas de actuar avanza tímidamente y no sin dificultad. Actualmente, podemos constatar, en cualquier parte de la Cuenca, la cohabitación de dos situaciones: por una parte, la permanencia de materiales, técnicas y habilidades tradicionales que continúan siendo extraídos, fabricados y colocados en la obra, según la misma liturgia, con los mismos gestos, es decir sin asomo de discontinuidad; y, por otra parte, la reutilización de materiales y técnicas tradicionales, en una óptica de producción más o menos industrializada y con una aplicación más científica y analítica, que, habiendo conocido una discontinuidad, ahora se inserta de nuevo en el mercado de la construcción.

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Jerusalén. La mala utilización de materiales contemporáneos como el hormigón armado produce, a corto plazo, patologías que nunca se habrían dado con el uso de las técnicas tradicionales de construcción. 5

Existen dos situaciones secundarias, tanto por su presencia como por las cifras absolutas del volumen total de los materiales utilizados. Ambas con sentidos diferentes. La primera se trata de comprender cómo, en la situación actual, algo que sobrevive va apagándose. La segunda, cómo un cierto renacimiento, a menudo bien disfrazado y poco reconocible parecería intentar un resurgimiento. A pesar de algunos éxitos parciales, entre los cuales el más emblemático es el de la cal, o una tímida reactivación de ciertas actividades artesanales, la fragilidad y las incertidumbres siguen omnipresentes.

Alrededores de Testour, Túnez. La pérdida de confianza en las técnicas tradicionales de construcción y el débil conocimiento de las nuevas técnicas dan lugar, a menudo, a resultados híbridos. Por razones de incompatibilidad, la confrontación entre materiales nuevos y tradicionales puede resultar problemática. 6

Sidi Krier, Egipto. Existen casos emblemáticos del compromiso con las técnicas y la arquitectura tradicionales, como lo demuestra el trabajo del arquitecto egipcio Hassan Fathy. Sin renunciar a nada, él demuestra las grandes posibilidades que estas técnicas y estas formas ofrecen dentro de la arquitectura contemporánea. 7

Estas dos situaciones aparecen repartidas de forma clara por todo el Mediterráneo: encontramos la primera en los países menos desarrollados y la segunda en los que han vivido un importante proceso de industrialización. En los primeros, el problema principal es la escasez de comunicaciones o de redes de distribución, que permite que materiales y técnicas tradicionales sobrevivan; en los segundos, es la puesta en duda y la crítica a que se ve sometido un cierto desarrollo, así como la perspectiva de la apertura de nuevos mercados que favorecen ciertas reintroducciones.

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7- Madaba, Jordania; 8- Extremadura, España.

Las nuevas posibilidades del sistema industrial en términos de producción y de distribución de materiales han modificado totalmente y casi aniquilado un aspecto básico de la arquitectura tradicional: el empleo de recursos y de materiales locales. Los mismos materiales, y sobre todo el hormigón, son usados paralelamente en todo el mundo.

En su mayoría, los materiales de la construcción tradicional (piedra, tierra, madera), en tanto que materiales base y con funciones tradicionales, han sido sustituidos por nuevos materiales industriales (cemento, ladrillos, aluminio, PVC,...) en todo el Mediterráneo. Desde este punto de vista, ninguna particularidad de un extremo al otro de la Cuenca. Los mismos materiales están en todas partes y la homogeneidad en el error y en la banalidad presentan una absoluta unidad. Ciertamente, se dan algunos matices -mayor presión sobre lo tradicional en las zonas industrializadas, mayor ansia de modernidad en la menos industrializadas- pero el TRANSFORMACIÓN

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KEN Las posibilidades de las técnicas tradicionales siempre intactas

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Las técnicas tradicionales de construcción han sido lentamente rechazadas y apartadas de los circuitos comerciales del sector. También se han perdido las cualidades y las virtudes inherentes a estos sistemas de trabajo unidos estrechamente a su entorno, tanto en lo que se refiere a las materias primas como a la

problema central es la colonización galopante de la construcción tradicional por los nuevos materiales industrializados. El más emblemático de estos fenómenos es el del cemento y sus derivados, entre los que el hormigón ocupa un lugar privilegiado.

adaptación bioclimática de las soluciones constructivas. Un cierto número de iniciativas han sido llevadas a cabo para la recuperación de estas técnicas de construcción, esencialmente destinadas a ser utilizadas en trabajos de restauración de monumentos y de rehabilitación de edificios. En esta dinámica, KEN ("era") constituye una experiencia diferente y sorprendente,

CINCO GRANDES PRESIONES. PEQUEÑAS REACCIONES

que muestra las posibilidades que ofrecen las técnicas tradicionales. Se trata de un pueblo de construcción reciente al sur de Túnez, cerca de la carretera litoral que lleva a Sousse.

Una vez revisados los diferentes niveles en los que se dan las modificaciones, vamos a abordar estos procesos desde otro ángulo. Se trata de la perspectiva de los factores/presiones que los promueven y los favorecen, en un sentido amplio y sobre todo, práctico y operativo, sin pudores semánticos. Vamos a distinguir cinco factores, en los que se agrupan una gran cantidad de ítems. Factores estructurales Son considerados aquí como pertenecientes a grandes ámbitos como la economía, los mercados, las comunicaciones, la mediatización y los cambios sociales. Hemos comentado ya la importancia de los grandes cambios sociales en relación con la construcción tradicional y su entorno. Ahora nos interesa centrarnos en los problemas derivados de los nuevos mercados, los nuevos sistemas de distribución y en los efectos de la irrupción de nuevos materiales. Además, no hay que olvidar la capacidad de adaptación de la arquitectura tradicional a la nueva situación.

KEN es un proyecto de la pareja Slah y Noura Smaoui. Ellos han proyectado la construcción de un pueblo, articulado entorno a diferentes actividades artesanales y artísticas, con el objetivo de reencontrar la personalidad cultural del pueblo tunecino. Los medios de referencia son los elementos de una tradición

La arquitectura tradicional mediterránea es un potencial subexplotado

popular que tenga un conocimiento profundo con la transmisión de este saber entre los jóvenes, con el fin de reencontrar las raíces perdidas y adoptar una actitud de salvaguarda con respecto a los oficios que tienden a desaparecer.

La reducción de las distancias, los medios de transporte y las poderosas redes de fabricación y de distribución han cambiado completamente uno de los parámetros fundamentales de los procedimientos tradicionales: el localismo, ahora convertido en ilocalización general. Asimismo, la utilización de los recursos locales y la proximidad de materiales dejan de tener sentido. Ahora todo puede realizarse en cualquier parte y con cualquier material. Lo local ya no es esencial, ni tan siquiera importante.

La construcción -que todavía está en marcha- de los edificios que constituyen este pueblo ha sido en sí misma un taller de experimentación de las amplias posibilidades que ofrecen las técnicas de construcción tradicional. Los edificios han sido construidos con muros de piedra, arcos, bóvedas de cañón o bóvedas de arista, y con mortero de cal. La composición arquitectónica, la proporción de los huecos en las fachadas, las dimensiones del espacio interior: todo está concebido en relación con las reglas de la tradición y resulta claramente funcional para las necesidades modernas. Como dicen ellos mismos, esta arquitectura nace del "fermento de formas existentes en nuestra memoria colectiva" y del hecho de que "nuestro deseo es llegar

Por otra parte, la penetración potente y generalizada en el mercado, del hormigón y de sus prefabricados ha eliminado materiales y técnicas tradicionales. Este fenómeno, con un cierto desfase de tiempo, se ha dado tanto en el norte como en el sur. En el conjunto total del sector de la construcción, los materiales y técnicas tradicionales actualmente empleadas han de considerarse como absolutamente residuales. Ello no excluye que en regiones determinadas la utilización de algunos de estos materiales tenga todavía una presencia

a una arquitectura en la que la pureza de líneas y la estética de las formas se alíen con una economía de

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medios, sirviéndose para ello de los materiales locales y de un talento ancestral."

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significativa y que algunas de estas técnicas sigan practicándose. En cuanto a las habilidades, son un patrimonio que aún conservan muchos artesanos del Mediterráneo, aunque no es muy visible puesto que han sido reciclados por el nuevo sistema o desechados, por arcaicos, y condenados al desempleo. Existe, pues, un potencial de conocimientos sin utilizar y sin apenas transmisión. Ciertamente, existen centros formativos, escuelas de artes y oficios, un poco en todos los países, pero ello no implica forzosamente un avance real en este terreno. De forma espontánea no podemos esperar que los materiales y las técnicas tradicionales puedan conseguir un lugar ante la competitividad, tan fuerte, de los nuevos materiales.

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generan sensibles diferencias. Se ha observado, en las riberas sur y oriental, una falta de agilidad y de transparencia en el momento del acceso y de la distribución de las ayudas, así como una pesadez y lentitud excesivas en los trámites, no exentos a veces de ciertas arbitrariedades y afectados siempre por un centralismo paralizante que recorta la autonomía necesaria para el desarrollo de energías y sinergias locales. En cuanto al marco legislativo -cuestión de mayor importancia-, se da una dinámica que tiende a acercar las distintas zonas, señalándola con la prudencia necesaria, sobre todo en lo referente a los trámites y procedimientos. A menudo, las nuevas legislaciones de los países del sur y de oriente se inspiran en las de los países del norte. La gran diferencia está en lo que atañe a la puesta en práctica de la ley, es decir, a todo el sistema reglamentario, sobre todo por lo se refiere a los medios y al rigor en su aplicación. Ya se sabe cuán necesario es un buen conjunto de reglas y normas para que la ley no se quede en el terreno de las buenas intenciones, la retórica legislativa o la virtual, y además sabemos de la importancia de la disposición de los medios adecuados que garanticen una aplicación eficaz. Es en estos aspectos en donde surgen las diferencias más relevantes.

Podemos preguntarnos si este conjunto arquitectónico tradicional dispone de capacidad para adaptarse al mercado inmobiliario, a las exigencias sociales y familiares actuales y a las prestaciones de seguridad, comodidad y confort exigidas en la actualidad. El resultado que nosotros hemos podido obtener revela, en general, (a excepción de las diferencias debidas a cada tipología) una capacidad suficiente para poderse integrar -con normalidad y no bajo la "patrimonialización"- en el mercado de la vivienda y en los canales socio-económicos más amplios. Esta capacidad se extiende también a la de satisfacer los exigentes nuevos hábitos de vida, de confort doméstico o de equipamientos públicos. Además, estamos convencidos, al acabar este estudio, de que la arquitectura tradicional posee una potencialidad mediterránea subexplotada, y a veces perversamente explotada.

Entre la "clasificación" del patrimonio y su "aparcamiento"

Tampoco hay que olvidar el enorme cambio que se ha producido en las relaciones entre población y medio ambiente desde el punto de vista legislativo y administrativo. Ello, combinado con el aumento de la población y el consumo de espacio, ha destruido unas relaciones seculares. En efecto, el acceso a la tierra, a la piedra, a la madera y a su transformación, en tanto que materiales de construcción, no tiene nada que ver con los circuitos tradicionales. La inaccesibilidad es casi la regla. Por otra parte, no podemos tener en cuenta los trabajos que actualmente son considerados muy laboriosos y pesados. De ahí surge la idea de que ninguna producción puede ser valorada si no está avalada, por la facilidad, la seguridad y la rentabilidad de un proceso industrial. Esto es válido tanto para la producción como para la distribución y la puesta en obra. Asimismo, la legislación en materia de construcción, de competencias y de situaciones administrativas y legales del personal constructor, convierten en muy complicadas las prácticas auto-constructivas.

existe, a veces, una distancia casi imperceptible

Existe una cierta confusión a propósito del concepto de patrimonio, demasiado a menudo asociado al de monumento, lo que implica el reflejo de clasificación. Pero lo que es peor es que esto termina por convertirse "en la práctica", y en muchos casos, en el objetivo final de la aplicación de la ley. El objetivo, el éxito ya que no podemos hacer el corolario, es clasificar, es salvar. Lejos de esto. La clasificación, a menudo confundida con el inventario, se percibe como el fin de un recorrido cuando en realidad significa el principio de ese camino no siempre fácil. Es entonces cuando clasificar toma su fuerza en el sentido figurado de ordenar, es decir, olvidar. Ninguna actuación sistemática de mecanismos de intervención, promoción y rehabilitación sigue a la declaración. Este acto de protección se manifiesta como un indicador erróneo y engañoso del estado de conservación y de la vitalidad del parque construido tradicional y de la calidad de su gestión. Un criterio de clasificación que se dirige a un sólo elemento arquitectónico no garantiza la ausencia de daños colaterales. Si la clasificación no se dirige más que a algunos elementos (edificios o enclaves), la gran mayoría del parque queda sin protección. Este hecho se refuerza por una insuficiente gradación de los dispositivos de protección, lo que contribuye a distribuir esfuerzos y recursos de una manera homogénea y sin ponderación, dejando al margen sectores importantes de la arquitectura tradicional. Muchas veces, las unidades que han sido clasificadas tampoco se

Factores administrativos Afectan tanto al cuadro legislativo como al conjunto de procedimientos, actores, pero también, a la conciencia, tanto oficial como popular, del tema.

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Las variantes son del mismo tipo y de la misma importancia en las dos márgenes del Mediterráneo. Son observables sobre todo en la sensibilización de la población, en el número de programas, en su promoción, en la facilidad para acceder a ellos, en la puntualidad de los cobros de los préstamos, en el soporte técnico y administrativo. Muchos aspectos

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benefician de una atención real ni más importante. Esta circunstancia se acentúa en las riberas sur y oriental. Inadecuaciones notorias se pueden observar tanto en las legislaciones del norte como del sur, en cuanto a la definición de las intervenciones que necesitan una autorización escrita y la presentación del proyecto para realizar los trabajos en la construcción tradicional. La estimación que hemos realizado sobre la "disciplina civil", esto es, la observancia de la obligación de pedir permisos de construcción, ofrece resultados poco esperanzadores: sobre el conjunto del Mediterráneo, casi dos tercios de las intervenciones que necesitan autorización, prescinden de ella. Esta tasa es de tres cuartos en el hábitat diseminado y más de un tercio en el hábitat urbano. Es evidente que la legislación existente -poco sensible a la arquitectura tradicional- ha tenido muy poca consideración en su salvaguarda. Favorece la ausencia de profesionales de la arquitectura y es demasiado permisiva en cuanto a las intervenciones, su calidad y los materiales empleados.

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Fez, Marruecos. Muchos artesanos mediterráneos que poseen todavía una habilidad tradicional, son reciclados por el mercado para aplicar los nuevos materiales industriales. La transmisión urgente de sus conocimientos es algo básico para la rehabilitación y el mantenimiento de las construcciones antiguas. 2

Tozeur, Túnez. ¿Ilusión o realidad? ¿Decoraciones modernas o casa antigua? Encontramos tantas transformaciones que es muy difícil, digamos imposible en algunos casos, conocer (¿adivinar?) la manera en que un edificio ha sido construido. 3

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3- Kilani, Chipre; 4- Nablús, Palestina.

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En su prefacio a L´amour des maisons, François Nourissier escribe: "En otro tiempo, se nacía en las casas, se amaba, se trabajaba y se moría en su seno. Las casas eran el lugar en que convivían las generaciones. Los niños aprendían la tolerancia y veían envejecer a sus mayores, que enfermaban poco a poco con el paso de la edad. Existían también criados o “domésticos” (de domus, casa), muchas veces un jardín y siempre animales. Nuestra época ha cambiado todo esto. El hospital confisca al hombre los dos cabos de su vida..." En el Mediterráneo, la arquitectura tradicional se conserva aún viva y habitada, pero ¿por cuánto tiempo? 5

Otro protagonista destacado en el proceso de intervención es el conceptor: el profesional de la arquitectura. Su presencia teóricamente debería suponer una garantía de fiabilidad en la operación. Pero también algunas sombras se ciernen sobre esta cuestión. La legislación sobre la intervención de los profesionales de la arquitectura en la construcción tradicional es muy ambigua y presenta grandes diferencias según los países. Otros técnicos, con formación muy diversa, pueden a veces intervenir y reemplazarlos. Vista la tasa de disciplina civil, en muchas ocasiones, los que idean la obra son el propio propietario o el albañil. En el conjunto de la Cuenca mediterránea y sobre el total de los casos que precisan una autorización, la presencia de profesionales de la arquitectura es inferior al 50%, lo que significa que sólo aparecen en un tercio del total de intervenciones realizadas. No incluimos aquí los firmones o la no presencia durante la obra, aspectos que han podido ser detectados y que, en según qué zonas, no son irrelevantes.

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5- Carrasqueira, Portugal; 6- El Palmar, C. Valenciana, España.

La degradación de su entorno y de su contexto natural incide fuertemente en la desaparición de la arquitectura tradicional. Aislada en medio de construcciones modernas, completamente diferentes en términos de volumen, medida y materiales, desarraigada, la casa del pescador parece -con o sin rejas- un "reo en espera de condena". 7

Factores económicos

Atenas, Grecia. ¿Quién ha colocado esta pequeña iglesia en semejante lugar, encajonada entre las "patas" de un enorme inmueble? La inversión de la pregunta resulta razonable, dada la importancia de la agresión. 8

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Medenin, Turquía. Un criterio de clasificación que sólo considere el objeto arquitectónico sin tener en cuenta el entorno, condena a menudo al edificio a sufrir daños colaterales. ¿Cuántos esfuerzos de imaginación y de encuadre debe emplear un fotógrafo para conseguir una imagen tradicional en este lugar?

En el Mediterráneo, ya lo hemos repetido, encontramos municipios, provincias, regiones, estados, con diferencias muy importantes en los recursos presupuestarios que condicionan las posibilidades de emprender y de ejecutar programas de salvaguarda o de rehabilitación. Los gobiernos han de hacer frente a otras prioridades. Por eso los estados más pobres han de soportar la misma aceleración -sino más- en el proceso de degradación que los otros. Ello hace temer estragos importantes si no se emprenden a corto plazo acciones de ámbito regional. Además, una concentración de esfuerzos se gasta en operaciones que afectan a grandes monumentos -por ejemplo en países con un gran patrimonio historico-monumental como Grecia o Egipto, que deben emplear esfuerzos y grandes sumas de dinero en este sector-, mientras que la arquitectura tradicional, si no está incluida en el marco de enclaves TRANSFORMACIÓN

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Están considerados a escala nacional, local e individual, es decir, en los tres niveles más directamente relacionados con este problema (si bien sería deseable que la escala regional adquiera una importancia creciente en un futuro próximo).

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protegidos, no obtiene mucha (o ninguna) atención de los políticos. La situación es estructuralmente mejor sobre todo en los países del arco latino que gozan de una situación económica más confortable y que acumulan una larga tradición de acciones, programas y de experiencias, así como una mayor sensibilización de la población. Si esta mejor situación relativa es cierta, también es cierto que muchos problemas siguen sin ser resueltos y están apareciendo otros nuevos. No obstante, sistemas políticos y administrativos más descentralizados que los de la ribera suroriental, permiten orientar, seguir y gestionar más eficazmente, a escala local, los programas y problemas, difíciles de asumir con la misma precisión y flexibilidad, desde la capital, a menudo muy lejana y a veces poco mediterránea.

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Sagunt, C. Valenciana, España. Desarrolladas, descentralizadas y multiplicadas más eficazmente en la ribera norte del Mediterráneo, las políticas de rehabilitación tardan en mostrarse efectivas en las riberas sur y este. A veces falta la legislación o no se respeta la existente, también pueden faltar los recursos económicos, pero la carencia de sensibilización es siempre el problema más importante. 2

Sfax, Túnez. El aumento de las exigencias en términos de confort genera una serie de compromisos materiales, que se convierten en parásitos sobre los volúmenes de los edificios. Antenas parabólicas para la televisión y los canales por satélite florecen en todos los tejados mediterráneos y, desgraciadamente, también en las fachadas. 3

Más allá del mito y de los prejuicios, la arquitectura tradicional tiene,

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3- La Valetta, Malta; 4- Aviñón, Francia.

Falta de medios o economía de reflexión. Los cables, las cajas eléctricas y el aire acondicionado se superponen indiscriminadamente sobre la fachada, sin ninguna preocupación por integrarlos o camuflarlos. Sin embargo, existen alternativas que podrían imponerse: colocarlas en la cubierta, en el interior, dentro de conductos o en el subsuelo.

salvo excepciones, la plena capacidad para ofrecernos un confort idóneo y satisfactorio

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Kastel, Jordania. Las tradiciones culturales son difíciles de cambiar. La sedentarización de los beduinos nómadas no ha sido fácil para quien busca siempre el exterior para vivir. Introducción de un recuerdo de la naturaleza dentro de la casa para mantener el sueño de otros tiempos.

Esta penuria presupuestaria no es exclusiva de las administraciones, sino que afecta sobre todo a las poblaciones alojadas en los barrios y edificios tradicionales más degradados. De ello resulta una débil capacidad de invertir en la mejora del edificio. Las ayudas oficiales son escasas en la ribera suroriental y, al mismo tiempo, no son siempre gestionadas con transparencia.

Lindos, Rodas, Grecia. Los arcos diafragma permiten la creación de espacios muy amplios, altos y confortables, climatizados naturalmente gracias a una ventilación cruzada a diferentes niveles.

La falta de recursos económicos se convierte en el segundo obstáculo más importante -después del deseo de mudarse a un vivienda nueva- frenando las iniciativas de rehabilitación y de inversión en la vivienda tradicional. Junto a la falta de recursos del usuario, la ausencia de ayudas a la rehabilitación es clara. En este sentido podemos observar grandes distancias entre las riberas noroccidental y la suroriental, tanto para lo que se refiere al nivel y modalidad de las ayudas como en las facilidades a la hora de obtenerlas. En ambas riberas, se puede observar que el parámetro económico está en la base de muchos comportamientos y condiciona las opciones de intervención en el edificio. Es por esta vía que los materiales y sobre todo las técnicas tradicionales resultan perjudicadas. En efecto, la mano de obra, hoy, es un componente muy importante del coste de las obras, y ello provoca que todas las técnicas consideradas lentas (encalado, mampuestos, amorterados,...) son automáticamente rechazadas. Se deriva hacia la simplificación de modelos (carpintería, molduras, cornisas, canalones,...) que contribuyen a su desfiguración. Los productos industriales resultan ahora más competitivos y desbancan los productos artesanales. La promoción del ahorro energético favorece desde hace algunos años, en la ribera norte, la penetración de todo tipo de carpinterías de PVC y aluminio y los aislantes térmicos para exterior. La cubierta, elemento de los más afectados,

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Tozeur, Túnez. Según las regiones, los medios, las legislaciones y sus controles, la noción de seguridad fluctúa, permitiendo ajustes inherentes a la arquitectura tradicional, variada y heterogénea. 8

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8- Provenza, Francia; 9- Bucakalan, Turquía.

El potencial de la arquitectura tradicional como espacio confortable no solamente es evidente, sino que está acentuado por un valor añadido muy apreciado en los países occidentales, son las famosas "casas rústicas" de los anuncios inmobiliarios. 10

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Ghardaia, Valle de M´Zab, Argelia. Los pastiches "a la manera de" dan una caricatura más o menos discreta de la arquitectura que pretenden imitar, sin tener en cuenta los elementos técnicos que lleva asociados.

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sigue la misma suerte con la adopción de placas de fibrocemento o metálicas, en substitución de las tejas o de las cubiertas vegetales.

mansiones una vez rehabilitadas -en función de la planta que ocupan, sobre todo en medio urbano- corre el riesgo de desaparecer bruscamente y de dificultar el control de la presión fiscal e inmobiliaria, si no existen programas o leyes que acompañen esa misma rehabilitación.

El coste del proyecto de rehabilitación y las tasas de los trámites administrativos suponen un obstáculo de una importancia dos veces menor que los que hemos citado anteriormente.

En la noción de "inconfort", las infraestructuras que perjudican al edificio tradicional son igualmente determinantes. Las vías de acceso, las comunicaciones, los equipamientos colectivos y las facilidades en el terreno del desarrollo personal, social y económico, son elementos de calidad de vida que deben ir de la mano con la protección del patrimonio. El hecho de que todos ellos falten o estén ausentes o muy limitados, supone un obstáculo al desarrollo de las poblaciones, razón por la que estas rechazan este tipo de arquitectura tradicional y todo su entorno. Además, el peso de los estereotipos sobre la modernidad, lo arcaico y los códigos sociales sobre los estándares del confort están siempre y en todo el ámbito mediterráneo asociados a estas situaciones hasta ahora analizadas.

Factores de confort La noción de confort, considerada en sentido amplio, incluye las ideas de adaptación, pertinencia, comodidad, límites, homologación,... Estamos ante una cuestión resbaladiza por su subjetividad y compleja por el número de parámetros cualitativos y culturales que pueden considerarse en su valoración. La noción de confort (16) puede aplicarse a dos grandes aspectos: el de la producción, distribución y puesta en obra de los materiales -ya hemos aludido este aspecto anteriormentey el de la utilización de los espacios tradicionales urbanizados y construidos.

Para la mayoría de la población la mediatización de la modernidad

En el primer nivel, este término se utiliza en parte en sentido figurado pero sin traicionar su sentido. En efecto, actualmente no se aceptan de ninguna manera ciertas condiciones de trabajo (extracción de material, producción, puesta en obra,...) que supongan esfuerzos físicos, riesgos y lentitud excesivos, ni actuaciones que no garanticen un mínimo de homogeneidad en los materiales o en su colocación. Se exige la regularidad. Ya sea con estructuras más o menos pesadas, más o menos locales o mediante un "artesanado científico", que no se aparten de las exigencias actuales. Los programas de formación, de puesta en valor de las habilidades o de reintroducción de materiales tradicionales han de tener necesariamente en cuenta estos aspectos fundamentales.

y de sus modelos se aleja de los valores y las cualidades de la arquitectura tradicional

El análisis de la arquitectura tradicional mediterránea muestra muchas veces que una parte importante de su conjunto ofrece, en principio, condiciones y potencialidades objetivas y culturales de confort muy aceptables. Son a menudo unas dosis de información y sobre todo de pedagogía, así como las frecuentes rehabilitaciones desafortunadas, las que deforman esta realidad negativamente.

En cuanto al nivel que corresponde a los lugares urbanizados y a los espacios construidos, conviene que apuntemos un matiz importante. Podríamos hablar de "inconfort" directo y de "inconfort" indirecto. La primera situación deriva directamente de las presiones morfológicas esenciales del edificio: dimensiones exiguas, salubridad deficiente, mantenimiento complicado,... Es decir, que habría de llevar a cabo importantes intervenciones de adaptación ante estas características espaciales y funcionales. Además, siendo siempre muy prudentes, unos buenos análisis, unos estudios minuciosos y recursos económicos suficientes, pueden favorecer soluciones impensables a priori.

La noción de confort es, actualmente, la exigencia que ocupa el primer lugar en las prioridades de los habitantes y, en consecuencia, es necesario tratarla con cuidado para conseguir la reintegración de la arquitectura tradicional mediterránea. Factores psicológicos Estos factores se refieren a las actitudes, a las percepciones y a la escala de valores tanto de los usuarios (palabra esta útil, aunque fríamente práctica, que sirve para designar de forma

La segunda situación de "inconfort" se situaría en el ángulo opuesto. Se refiere sobre todo a edificios que no suponen a priori una barrera a la satisfacción de las necesidades actuales en cuanto a espacio, pero cuyas grandes dimensiones presentan problemas de coste de rehabilitación, tanto por lo que se refiere a su mantenimiento como a su uso, y en particular a las cargas de la calefacción. Este podría ser el caso de la lebanese house en Israel, el de una casa con sofa central en Turquía o de un mas de la Provenza. Además, el valor de las grandes TRANSFORMACIÓN

(16) En Occidente la idea de confort surge seguramente de la domesticidad y la intimidad, comentadas en la época burguesa: "¡Ah! Nada de tan verdaderamente confortable como estar en casa". Jane Austen, Emma. (17751816). Este "descubrimiento" es ciertamente anterior para el Oriente mediterráneo.

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especialistas en este campo. Frecuentemente, es el empresario/albañil quien participa de forma relevante en las decisiones y opiniones dentro de las obras de rehabilitación. En general, son claros defensores de lo nuevo y de "la técnica", ellos desconfían de las cualidades de lo tradicional y prefieren "rehacer" mucho más que "recuperar". Frecuentemente, la pequeña y poco agresiva intervención es menos comprendida y admitida por el propietario, e incluso por el constructor, prefiriendo una intervención de mayor envergadura, vista entonces como un cambio real, mientras que a la ligera se atreven a denominarla "decepcionante". Nuevamente, constatamos que la pedagogía es una acción absolutamente necesaria. Por eso podemos oír que "el hormigón es más resistente que la madera" o que "es mejor demoler y partir de cero con cosas nuevas". Operaciones fracasadas y desconocimientos e incompatibilidades en los materiales conducen a resultados desastrosos, que contribuyen a crear numerosos estereotipos, mitos, prejuicios y reflejos. Esta situación se acentúa en general en el medio rural. En la ribera suroriental encontramos una tímida persistencia de ciertos materiales y técnicas tradicionales, mientras que en la noroccidental, prácticamente habían desaparecido, aunque se observan movimientos de reintroducción en algunos aspectos. Del mismo modo que en el caso de los usuarios, también entre los albañiles y constructores aparece esta adhesión exacerbada al simbolismo de algunos materiales. Por ejemplo la teja árabe, la cal,... El factor psicológico se impone como un factor a la vez cambiante y poderoso.

simple a lo largo del texto, a los habitantes de la arquitectura tradicional mediterránea) como de los políticos, los empresarios y los profesionales (profesionales de la arquitectura y otros técnicos). Podemos agrupar estos factores en dos grupos: los que se refieren al medio, al espacio construido y a los materiales y técnicas, y aquellos que aluden a los modelos y a los tópicos sociales dominantes.

El turismo es una oportunidad de revitalización de esta arquitectura, pero sus importantes efectos secundarios no son siempre fáciles de controlar

Son sobre todo estos últimos los que surgen con mayor regularidad en el ámbito de los usuarios de esta arquitectura, en toda la zona mediterránea. En la región noroccidental (Francia, España y, en menor medida, Portugal) se ponen de relieve actitudes de repensar y de replantear el problema. En las riberas sur y oriental, este fenómeno es menos significativo. En estas riberas, para una gran parte de las poblaciones rurales o semi-urbanas, la gran ciudad representa aún el espacio en el que se concentran las manifestaciones más espectaculares de la "modernidad", y donde se observa la asociación rural/primitivo que favorece un deseo de ser "urbano". La aspiración a cambiar la construcción tradicional por la moderna es dominante. Y no solamente en casas en situación precaria, sino incluso en viviendas confortables o que pueden serlo únicamente con pequeñas intervenciones. De este modo, esta aspiración no se debe tanto a necesidades físicas de vivienda como a presiones psicológicas. El espacio habitado tradicional se percibe como una pesada carga heredada del pasado, obsoleto y arcaico, mientras que la vivienda moderna encarna el salto hacia una cierta liberación, en una cierta imitación del modelo que los medios de comunicación se encargan de promover. El mismo efecto se da con los materiales. Los materiales tradicionales van asociados a una idea de pasado, caduca, mientras que en los nuevos predominan los valores de progreso, riqueza, status y calidad. En cuanto a las técnicas, encontramos la misma dinámica. Los albañiles tradicionales, reciclados en los nuevos materiales y técnicas, rechazan la aplicación de las técnicas tradicionales, ya que les provocan una cierta vergüenza o ridículo. Sin embargo, factores psicológicos tales como tradición familiar, simbolismo de la casa y del entorno o de los materiales,... atrapan a poblaciones que invierten en la casa tradicional, si bien este grupo es poco significativo.

Muy raramente, sólo una de estas presiones analizadas incide en la construcción. En la mayoría de los casos, es una combinación de varias presiones la que provoca sus efectos. Seguramente, las proporciones de esta combinación, que difieren según las regiones y las culturas, o las prioridades y los valores diferenciados, generan reacciones/respuestas distintas.

LOS ENCLAVES: OBSERVATORIO IDEAL Y TALLER INSUSTITUIBLE Con respecto a los enclaves analizados en el curso de este trabajo, hay que destacar dos grandes grupos de presiones: las que desfiguran poco a poco sus elementos construidos a partir de todas las variantes de los procesos de transformación presentados; o aquellas que provocan graves alteraciones en su urbanismo, en el conjunto edificado y en sus relaciones con el entorno, tanto edificado como natural. Ambas presiones son consecuencia de todas las presiones y transformaciones estructurales analizadas ya al comienzo de este capítulo. Es a través de los enclaves que uno aprecia verdaderamente las diferencias de interpretación del patrimonio arquitectónico, la importancia o la ignorancia acerca de la arquitectura tradicional y las dificultades de gestión, dadas las circunstancias y problemáticas particulares, en cada una de las zonas de la Cuenca mediterránea. En los enclaves, en tanto que entes complejos y completos, mucho más que sobre lo edificado, en tanto que elemento simple e individual, podemos observar los desafíos y los éxitos de los programas y proyectos municipales o nacionales, además de la ideología de estos esfuerzos planificados y las

En este mismo sentido, algunas ciudades, barrios o enclaves adquieren una fuerza simbólica que favorece y enmarca las decisiones y acciones políticas, lo cual garantiza una cierta protección.

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Hemos visto que las actuaciones en la arquitectura tradicional muy a menudo no cuentan con la intervención de profesionales de la arquitectura y, aún en menor medida, de

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tendencias abiertas a partir de sus iniciativas. En estos enclaves, todos los grandes vectores están presentes: las decisiones políticas, el marco legislativo y administrativo, los recursos públicos, los intereses privados, las iniciativas colectivas,...

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1- Bodrum, Turquía; 2- Torrevieja, C. Valenciana, España.

La arquitectura tradicional está de moda. Las nuevas urbanizaciones utilizan el lenguaje de esta arquitectura para componer sus formas. Una falta de rigor en la selección de los elementos o su combinación inadecuada ofrecen resultados muy alejados del objetivo inicial y desconectados de la tradición local.

Sin embargo, un fenómeno nuevo está a punto de iniciar una cierta homogeneización superficial sobre estas actuaciones: el turismo. En efecto, el flujo de visitantes en busca de alojamiento descubre las potencialidades de la arquitectura tradicional y de sus enclaves. De este modo, la recuperación del edificio y de los enclaves, en tanto que efecto de la oferta turística y en tanto que capital que puede rentabilizarse, se extiende de forma similar por todas partes. La diferencias, se manifiestan sobre todo en la importancia de las operaciones, en el rigor, en la participación/adhesión y en las inversiones.

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3- Aviñón, Francia; 4- Mosqueruela, Aragón, España.

Tener una casa de piedra se ha convertido en la máxima ambición para los fanáticos de lo "rústico". Repicando la fachada o aplacándola con losas, vestirla de piedra es lo importante. La portezuela de un contador eléctrico ofrece una anécdota particularmente ilustrativa. 5

Si el turismo se presenta como el gran "revitalizador" de la arquitectura tradicional, no es menos cierto que al mismo tiempo puede convertirse en el gran depredador, si no está correctamente orientado y si no existen estructuras sólidas de protección del patrimonio. Resultados indeseables aparecen por cualquier parte del Mediterráneo, sin diferencias entre regiones o culturas. Muchas de estas adulteraciones se insertan en una vitalidad natural que favorece la aparición de caricaturas y de "folklorismos" que contribuyen a la confusión y a la anécdota -próxima a una cierta "aculturación"- dentro del conocimiento y la percepción de la arquitectura tradicional mediterránea.

Monistrol, Cataluña, España. La falta de un mantenimiento adecuado y el abandono son las causas de la degradación progresiva y de la ruina de un edificio. En centros históricos, en conjuntos que son a menudo interdependientes, la caída de un edificio puede traer graves consecuencias para el conjunto y exige medidas de refuerzo estructural. 6

Xauen, Marruecos. Trabajos de rehabilitación muy simples permiten conservar eficazmente un edificio. La utilización correcta del color y de los pequeños volúmenes en las fachadas contribuye a realzar su modesta composición arquitectónica.

Los enclaves que se convierten únicamente en producto de consumo turístico intensivo -donde todas las demás actividades quedan sometidas, o en su caso, son sacrificadas o abandonadas- sufren muchas veces de una cierta regresión social y una erosión desmesurada, para terminar siendo una especie de decorado animado de carácter estacional.

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El Cairo, Egipto. Un proyecto de rehabilitación posee un papel dinamizador para el barrio en que se halla, con la condición de incorporar la población local en el proceso. Con este tipo de operaciones se contribuye a la mejora de las infraestructuras y a sensibilizar a los vecinos en la valoración de su hábitat.

Por otra parte, todavía existe un número importante (millares) de enclaves abandonados que terminan en ruina y muchos otros que sufren fuertes despoblamientos para terminar en el abandono.

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Rodas, Grecia. Cuando el atractivo turístico es verdaderamente importante, la rehabilitación genera un simple decorado artificial que permite acoger la actividad comercial. A menudo, los habitantes son expulsados y la ciudad se convierte en un lugar muerto.

Es en los enclaves donde podemos encontrar también, más allá de transformaciones materiales, las inquietudes y preocupaciones de su población, de sus representantes y de los proyectistas, es general, los profesionales de la arquitectura.

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Nablús, Palestina. Incluso en los enclaves reconocidos por su gran valor, la llegada de nuevos materiales industriales amenaza las técnicas locales, y también el urbanismo y el desarrollo económico de un lugar con fuerte potencial turístico.

Podemos constatar que no siempre se aprende de los errores precedentes que se han perpetrado en otras riberas del Mediterráneo. Así es muy frecuente encontrar una y otra vez los mismos errores en un lugar y en otro, lo cual manifiesta una falta de comunicación y de intercambio de experiencias evidente. En sentido inverso, la obstinación en la aplicación calcada de soluciones importadas, sin adaptarlas a las realidades locales, es fuente de resultados desastrosos. En estos lugares no deja de captarse una cierta sensación de impotencia, en parte por culpa de las autoridades o de los profesionales de la arquitectura. La falta de previsión obliga a emprender soluciones graves y difíciles, en los casos de

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Marsella, Francia. Los centros históricos de las grandes ciudades, en las cuales las volumetrías y las morfologías son homogéneas y bien consolidadas, están todavía expuestas a intervenciones salvajes que alteran la imagen del conjunto.

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avanzada degradación. Una vitalidad insuficiente en la información y la formación induce a decisiones y actuaciones poco oportunas o absolutamente erróneas. Todo esto conduce a demasiadas operaciones medianamente resueltas o, incluso, fracasadas. Esto provoca el desánimo, el descenso en las inversiones públicas y, sobre todo y lo más peligroso, el nacimiento de mitos y de prejuicios acerca de la incapacidad de la arquitectura tradicional para reintegrarse a la realidad actual.

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Girona, Cataluña, España. En muchas partes, encontramos operaciones de rehabilitación que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los habitantes y la revitalización de los barrios. Frecuentemente, se trabaja en tres direcciones: saneamiento de la trama urbana, rehabilitación de los edificios de valor o que están en buen estado y substitución de los edificios degradados. 2

Evora, Portugal. La superposición es un hecho muy usual en arquitectura, pero el respeto de los elementos preexistentes es esencial. Una puerta desproporcionada y una persiana de plástico perturban mucho más la armonía que la integración de la casa en un acueducto.

La arquitectura tradicional debe adaptarse a la realidad cambiante. De todas formas es difícil aceptar que un ejercicio perverso

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Antalya, Turquía. El cambio en el uso viene impuesto por las grandes dimensiones de un edificio y por el coste de la rehabilitación. Sin embargo, las exigencias de las infraestructuras turísticas pueden resultar incompatibles con la preservación de los valores originales del lugar. 4

de este derecho provoque su muerte

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En los países de larga tradición en la protección del patrimonio en general, y sobre todo de la arquitectura tradicional en particular, estos errores suelen ser, proporcionalmente, menos frecuentes y los resultados adversos mejor solventados y minimizados. Y ello debido a la experiencia acumulada, a una formación específica fuertemente impulsada, a un marco legislativo más adecuado y, también, a una acusada sensibilidad, tanto política como social. En los demás países, la rapidez y la dimensión de los acontecimientos y de las necesidades dificulta la previsión de los problemas y, mayormente, la preparación de políticas y de actuaciones. La falta de recursos es otro de los obstáculos fundamentales, sobre todo en los países de las riberas sur y oriental.

4- Dana, Jordania; 5- Taghzout, Marruecos.

La evolución o la transformación de pequeños pueblos está condicionada por factores externos: los habitantes no tienen siempre las claves del destino de su pueblo. El abandono puede llevar tanto a la desaparición y ruina del lugar como a su conservación, del mismo modo que abrir una carretera puede suponer su transformación total. 3

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6- Monteux, Francia; 7- L´Empordà, Cataluña, España.

El abandono del campo y la emigración hacia las grandes ciudades han dejado muchas bellas casas sin futuro. Su transformación en segundas residencias, con medios económicos nunca vistos por los otrora campesinos, permiten rehabilitaciones muy cuidadosas y adecuaciones perfectamente integradas que convierten estos lugares en confortables y placenteros.

En este momento, debemos destacar el peso de la actividad del sector de la rehabilitación en todo el Mediterráneo y la clara tendencia al crecimiento. Crecimiento del mercado de la rehabilitación, que no se superpone necesariamente a un crecimiento proporcional de la adecuación y eficacia en las actuaciones emprendidas, especialmente en la arquitectura tradicional. De todas maneras, el desarrollo de este sector abre grandes posibilidades a esta arquitectura. Particularmente, se está despertando o desarrollando, según las regiones, una atención cada vez más perceptible, aunque débilmente en ciertos países, en la arquitectura tradicional. Un número considerable de actuaciones, culminadas con éxito, se encuentran repartidas de forma desigual por toda la Cuenca. En toda la zona se han iniciado programas con mayor o menor intensidad y densidad. Se percibe que una buena comunicación es necesaria y que el desarrollo de una sólida asociación comienza a establecerse y deberá ser reforzada y extendida. Ello puede ser el gran objetivo y la gran esperanza para rentabilizar los esfuerzos y los conocimientos, y a la vez, facilitar el arraigo de derechos y valores de la arquitectura tradicional mediterránea. Por contra, se constata un aspecto positivo en toda la Cuenca, se trata de la rapidez y la adhesión que las operaciones exitosas causan entre la

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Herramientas técnicas Rigor en la documentación, vitalidad en la pedagogía

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La rehabilitación del patrimonio de arquitectura tradicional es una disciplina relativamente nueva que enfrenta al profesional con una problemática importante: el desconocimiento de los materiales y de las técnicas con las que han sido construidos los edificios. Esta es una consecuencia directa de la formación de los profesionales de

población y entre políticos y técnicos. Estas operaciones suponen ejemplos de sensibilización que penetran en todos los tejidos y asumen una capacidad pedagógica considerable. Se trata de una lección que habrá que aprovechar.

la arquitectura e ingeniería, orientada hacia las construcciones nuevas, que sufre una laguna muy significativa al dejar de lado todo este tipo de arquitectura, su mantenimiento y su rehabilitación.

Sin embargo, no hay duda de que todavía hoy los sectores activamente protegidos del parque edificado -rehabilitados/reintegrados- representan un volumen inferior al que se está perdiendo o degradando. La degradación de la arquitectura tradicional sigue siendo considerable. La consolidación de programas de rehabilitación, a los que nos hemos referido y su multiplicación, deberían contribuir a invertir esta tendencia. Este capítulo observa y analiza las transformaciones de la arquitectura tradicional mediterránea desde una perspectiva que identifica transformación con degradación. No se trata de una lectura sesgada y tendenciosa. Esta correspondencia es consciente y pretende poner de relieve todos los aspectos indeseables y perniciosos de una transformación traumática y brutal de la arquitectura tradicional. Este punto de vista es consciente, puesto que representa la tendencia más general y la más grave -aquella que ahora nos interesa resaltar aquí con el fin de poderla corregir y reconducirla-. Pero este planteamiento no es exclusivo ni monocromo. Ya hemos remarcado que la transformación coexiste desde su origen con el edificio mismo y lo acompaña a lo largo de los siglos. La transformación, en la proporción, en la cadencia y en el sentido pertinentes, es un signo inequívoco de vitalidad, es decir, que al edificio le corresponde el derecho de adaptarse a las realidades cambiantes y nuevas.

Para hacer frente a este problema, que acaba haciendo inviables rehabilitaciones sencillas por falta de confianza en las posibilidades y cualidades del edificio, actualmente se ha abierto una línea de investigación que trata de conocer y documentar, con todos los detalles y precisiones posibles, los diferentes materiales y técnicas de construcción que forman parte de los edificios tradicionales y darlas a conocer a los profesionales que deberán trabajar en la rehabilitación de estos edificios. Existen iniciativas de este tipo en varios países (por ejemplo, Les Compagnons, en Francia; Enrique Nuere, en España, entre otras), pero donde esta voluntad de recuperar el espíritu de la tradición de los tratados de arquitectura y de los manuales de construcción del siglo XIX se manifiesta con insólito vigor, es en Italia. En Italia, bajo la iniciativa del profesor Paolo Marconi, se han realizado importantes trabajos de campo que han dado lugar a diversas publicaciones que se han reunido bajo el título genérico de Manuale del Recupero, verdaderas enciclopedias de detalles constructivos de arquitectura tradicional. Los Manuale muestran cómo se han construido los edificios e indican los diferentes materiales utilizados así como su disposición. Esto permite, al especialista encargado del diagnóstico, la evaluación del edificio con absoluta seguridad, y al proyectista, analizar las propuestas de rehabilitación más coherentes con todo detalle y en el lugar. Los

Manuale no se limitan a presentar detalles constructivos, sino que además ofrecen propuestas de intervención, adaptadas a cada sistema constructivo, para resolver los principales problemas. Hay que destacar lo que podríamos llamar la segunda generación de Manuale: los Codice di Pratica, en los que el grado de implicación en el análisis estructural es más importante y las orientaciones para la rehabilitación son muy precisas. Como consecuencia de su minuciosidad en los detalles locales, el ámbito territorial y cronológico, la aplicación de cada Manuale resulta bastante limitada. Hasta hoy, los de Roma (1989), de Cità di Castello (1990), de

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Nápoles (1993), de Palermo (1997), y de Matera (1997) han sido ampliamente difundidos.

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Montoro, Andalucía, España


EL FUTURO

Ya no tengo edad para esperanzas, tengo necesidad de certezas

JosĂŠ Saramago


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"Ya no tengo edad para esperanzas, tengo necesidad de certezas". Estas lúcidas palabras del Nobel mediterráneo José Saramago podrían expresar perfectamente las grandes necesidades y las grandes posibilidades de la arquitectura tradicional.

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Sarihacilar, Turquía. En la Cuenca mediterránea, un buen número de construcciones de un indiscutible valor patrimonial están amenazadas de desaparición. Es necesario, pues, reunir esfuerzos para su protección.

Conjunto inmenso en todos los países ribereños, la arquitectura tradicional es depositaria de siglos y de modos de vida. Una parte considerable de la civilización que conforma nuestro comportamiento está encarnada por ella. Si ella es testimonio de cosas que cambian, es al mismo tiempo depositaria de lo que menos de un siglo de modernidad no ha modificado en nuestros gustos, nuestras referencias y nuestras raíces. El reto que se nos presenta es el de su proceso de adaptación: ¿sabrá, una vez más, acoger habitantes, ofreciéndoles todo aquello que hoy supone calidad de vida? Si la solución es material, la reflexión resulta más global.

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Pera, Chipre. La rehabilitación y adaptación de edificios antiguos, respetando el entorno y las técnicas tradicionales de construcción, permiten avanzar en la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes y en la calidad del paisaje urbano. 3

Carmona, Andalucía, España. La integración de nuevos edificios en los centros históricos es uno de los desafíos más difíciles de conseguir para cualquier arquitecto. El respeto a los volúmenes, a las texturas y al cromatismo del conjunto es indispensable para obtener una renovación armónica.

No hace más de un tercio de siglo que se han puesto en marcha las políticas de recuperación de los centros históricos, repartidas en casi todas partes. Se han desarrollado en cada país, pero para demostrar su idoneidad, han de constituir aún un proyecto social mucho mejor concertado, integrado y cualificado. La rehabilitación, como práctica cotidiana y de mercado en desarrollo, podría y debería erigirse como una disciplina que articula diferentes aproximaciones a la sociedad moderna: culturales y de identidad, económicas como fruto de la necesidad social y duraderas pensando en la preservación de su capital. Siguiendo el ejemplo de grandes equipamientos estructurales, la recuperación de la arquitectura tradicional ha de aspirar a ser un gran proyecto y objeto de una amplia atención política, tanto cultural como de vivienda.

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Hebrón, Palestina. Los trabajos de rehabilitación exigen contar con artesanos conocedores de las técnicas tradicionales de construcción y a su vez capaces de incorporar los avances que los nuevos materiales y las nuevas tecnologías ofrecen a las estructuras antiguas. 5

Barcelona, Cataluña, España. Los formas y la intensidad de la regeneración de los centros históricos son muy variadas: desde las orientaciones puramente especulativas hasta las mejoras sociales evidentes. Las demandas de los habitantes del barrio son, a menudo, uno de los componentes de estas operaciones de renovación urbana. 6

UNA SITUACIÓN DE CONTRASTES

Arriolos, Portugal. La evolución y el crecimiento urbanos controlados, gracias a la adecuación de volúmenes y al respeto por la entramado histórico, permiten el desarrollo de pequeños pueblos, revalorizando su patrimonio arquitectónico tradicional.

Dos éxitos combinados

EL FUTURO

Por todo ello, la arquitectura tradicional presenta verdaderas ventajas y responde oportunamente a las sensibilidades del momento. Su valor patrimonial está fuera de toda discusión. En la conciencia de patrimonio, que ha ido evolucionado desde el monumento excepcional, hacia la consideración de un amplio territorio cultural y su tejido edificado, esta arquitectura es hoy un excelente motivo para la reflexión acerca de la conservación y el uso. Cada día mas espacios protegidos hablan de esta ambición. Convertida en un objeto de salvaguarda a pesar de ser un patrimonio modesto, la arquitectura tradicional es un nuevo campo de experimentación para un inteligente ejercicio de revalorización. Un ejercicio menos técnico y curativo que el que se centra en la conservación física de los materiales de los monumentos, y que puede evolucionar e inventar soluciones dirigidas a la reinterpretación, adaptación y expresión más continua y creativa de los modos de construir de la arquitectura tradicional. Se trata de un espacio de libertad que permitirá actualizar el pasado alimentando el presente de historia.

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Monemvasía Más allá de la complejidad de las etapas, la convicción de un recorrido

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El lugar se encuentra sobre un islote abrupto, unido a la costa mediante un puente. La "ciudad alta", fortificada, ocupa la cima del macizo (300 m.) y se distingue de la "ciudad baja", igualmente envuelta por una muralla, que se extiende sobre la vertiente sur del montículo. En toda la muralla superior, considerada

En el terreno social, nos hallamos ante un extraordinario parque de viviendas ya edificado, imbricado en el corazón de la ciudad o del pueblo, enriquecido por la memoria, formando parte del pulso urbano y con servicios próximos. Muchas veces presenta un aspecto vetusto o ruinoso, comprimido o demasiado denso, pero sin embargo susceptible de ser regenerado y de desarrollar nuevos usos mucho más satisfactorios que el confinamiento de sus habitantes a los extrarradios de las ciudades. Estos barrios centrales están además repletos de edificios adaptables para los equipamientos necesarios de servicios locales.

como sitio arqueológico, se ha excluido toda construcción, mientras que la aglomeración inferior ha estado siempre ocupada por algunos habitantes. Las dos "ciudades" conservan un buen número de monumentos importantes que se remontan al periodo bizantino y llegan hasta el siglo XIX. Monemvasía constituye, quizás, uno de los mejores ejemplos que reflejan el carácter de la Grecia medieval.

La recuperación de la arquitectura tradicional, es asimismo un mercado que requiere mano de obra, y que da forma y estructura a medianas y pequeñas empresas reactivando los canales de producción, transformación y distribución de materiales, generalmente tradicionales, que ella consume. Además genera un tejido económico estable y flexible bien adaptado a los requerimientos del propietario privado.

Alojar la población en el casco histórico y acoger turismo cultural: dos ambiciones para un gran proyecto de rehabilitación de la arquitectura tradicional La rehabilitación de la "ciudad baja" comenzó en los años 60 según la legislación griega de ciudades clasificadas y la deontología de la restauración internacional. Las casas existentes, aunque abandonadas, han sido reparadas y completadas en algunas partes en las que la morfología original no ofrecía duda

El turismo, fenómeno económico en alza, será paralelamente con la vivienda, su mejor reactivador, aunque su gran potencial requiere el control riguroso por sus posibles efectos. Realmente, este fenómeno, identificado por primera vez en el Diccionario de Oxford en 1811, se ha convertido en menos de un siglo en la primera industria mundial (según datos de la Organización Mundial de Turismo) y el Mediterráneo, en el primer centro receptor del planeta. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo (Rio, 1992), donde fue legitimado internacionalmente el concepto de desarrollo sostenible, no incluyó el turismo ni la arquitectura tradicional entre sus objetivos centrales. La industria del turismo se nutre principalmente de lo "local". Observemos de más cerca las alternativas al turismo litoral (1) y consideremos las conquistas del ecoturismo o del alojamiento rural, que abren nuevas posibilidades, prometedoras y dinámicas. Hay que destacar la sintonía existente entre este tipo de turismo y los edificios tradicionales, ya sea dentro de los pueblos o sumergido en territorios llenos de autenticidad.

alguna. Más tarde, y sobre todo después de 1980, cuando Monemvasía se puso de moda, los edificios conservados estaban en una situación límite. Progresivamente, se empezó a intervenir en los edificios que conservaban cada vez menos elementos. No se trataba de reparaciones, sino de una vasta restauración. Prácticamente no se respetaban algunos artículos de la carta de Venecia. El argumento de los protagonistas de esta toma de posición decía que era tan importante salvaguardar la vista de conjunto de la agrupación como los mismos edificios. Y, en efecto, Monemvasía, vista desde lejos, no debía de tener en el siglo XVIII un aspecto muy diferente del actual. Y ello teniendo en cuenta que los detalles resultan también válidos. Se trata sin duda de la feliz coexistencia del talento de los profesionales de la arquitectura y del control eficaz y continuo del estado lo que ha dado estos resultados ciertamente interesantes. Últimamente, han sido aprobados varios proyectos que afectan a la parte de la ciudad en la que casi no existen restos. Dejando a parte la cuestión deontológica que ello supone, se presenta otro grave problema: la saturación. Las infraestructuras se muestran insuficientes, la circulación peatonal en las callejuelas se convierte en difícil, mientras que las aguas residuales se vierten al mar a través de las rocas. Las exigencias de la vida moderna no permiten la existencia viable del mismo número de personas en el mismo espacio. ¿Qué hacer? ¿Tenemos derecho a "congelar" este enclave? ¿Qué pasará con las expropiaciones de

Si bien es cierto que desde hace diez años se han hecho esfuerzos y progresos importantes en lo que respecta al binomio turismo/medio ambiente, también hay que tener en cuenta que en todo el Mediterráneo hoy puede observarse cómo se edifican centenares de miles de metros cuadrados para satisfacer la demanda turística, y a costa de miles de metros cuadrados de arquitectura tradicional degradados, abandonados o arrasados sistemáticamente.

terrenos excesivamente caros, en el momento en que aproximadamente una cuarta parte de la ciudad no esté edificada? Un comité compuesto por especialistas ha sido designado por el ministerio de cultura para resolver este problema ciertamente ambiguo.

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Además de las perspectivas de empleo, existe, en estas transformaciones hacia nuevos usos, la posibilidad de crear beneficios para la población, fijándola localmente y, así, evitar los éxodos. Sagacidad en el reempleo, creación de riqueza valorando lo preexistente, sacar a la luz una cultura y un patrimonio, todo ello son argumentos que se inscriben en la sostenibilidad y la integración territorial del desarrollo.

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intervención o un profesional de la arquitectura o un hombre de oficio,... sensibles y atentos), resultará ajena al contexto local y patrimonial y terminará en una ruptura con respecto al edificio como conjunto. Hoy se nos presenta la paradoja de que el mantenimiento o la rehabilitación integral deben hacer frente a los hábitos constructivos y a las soluciones estándar, si se pretende respetar una continuidad con el edificio existente. Es necesario introducir, asimismo, instrumentos de reflexión elaborados con el fin de obtener un sistema de construcción ajustado al entorno tradicional. Sin la conquista de esta comprensión del entorno, sin desarrollar intervenciones con buenos promotores y buena formación de los participantes, la rapidez y la fuerza de la transformación (o el efecto del abandono) destruirán un parque inmobiliario frágil ya que se encuentra entre dos épocas. Hay, pues, urgencia y peligro. Sin embargo, bien localizada y canalizada, la capacidad de transformación de los medios actuales podría ser reorganizada y aplicada de manera positiva a la salvaguarda y a la revitalización de esta arquitectura.

La arquitectura tradicional no debe entenderse como un problema sectorial, particular y marginal, tratado de manera aislada, sino al contrario, como parte integrante y substancial de una estructura económica y social común. Sólo la normalidad, y no la estigmatización, permitirá su reintegración a la cotidianidad natural, común, dinámica y portadora de futuro en la que podrá obtener beneficios y a la vez devolverlos. La arquitectura tradicional no es un problema, sino una solución. Solución que contribuye al reequilibrio territorial mediante una implantación bien repartida, con una oferta de vivienda y con una mejora en la calidad de vida. Solución que pasa por una potenciación del mercado de la construcción y del relanzamiento de técnicas, materiales y mano de obra, sobre todo local, contribuyendo así a reducir los efectos de su banalización. Solución, por último, que satisface plenamente, por la reutilización de lo ya existente y por su respeto por el medio ambiente (2), los criterios de sostenibilidad y comporta un ahorro muy significativo de energía y una reducción del consumo irreflexivo del territorio.

No habrá nunca en el Mediterráneo una conservación sistemática y en todos los acimuts de los enclaves de la arquitectura tradicional. Se plantea una cuestión de fondo: lo que debe permanecer sin duda y lo que puede desaparecer. (3) En primer lugar hay que definir aquello que puede satisfacer una memoria documental, antes de su desaparición, destinada a alimentar y preservar nuestra memoria colectiva. Al mismo tiempo, la obligación de definir aquello sobre lo cual hay que dirigir un trabajo de protección, de rehabilitación, de reintegración y de reutilización. En estas decisiones son tan necesarias la experiencia como la responsabilidad local. La "Carta del patrimonio construido vernáculo" del ICOMOS (ratificada en 1999) propone, sobre este tema de futuro, un acción colegiada (4), aunque sin aludir claramente a la cuestión de una selección, desde nuestro punto de vista, inevitable.

Parque edificado, a veces funcional, a veces patrimonial, la arquitectura tradicional se debate entre opciones de transformación

Existe además un segundo aspecto: los beneficiarios de la conservación. Dada su función esencial de vivienda, la arquitectura tradicional deberá, primeramente, estar al servicio de la población que acoge, deberá ser siempre un elemento que facilite la vida y nunca un obstáculo que la impida. Asimismo, se tratará de garantizar la transmisión de esta arquitectura a las generaciones futuras aprovechando, desde el respeto, todas las capacidades que ella misma puede aportar al progreso y a la mejora de la calidad de vida. Una política de revitalización de la arquitectura tradicional debe tener en cuenta tanto los procedimientos de planificación como las ayudas. Si el mercado no recibe estas ayudas, si su dinamización no está organizada, no se podrá incidir con eficacia en estos ámbitos tan especiales. Hoy la arquitectura tradicional se encuentra entre dos aguas: muy común como para correr el riesgo de desaparecer y suficientemente importante como para beneficiarse del carácter patrimonial. (5)

profundas, casi incontrolables, y el estatus de espacio que ha de ser protegido y subvencionado como tal

Fragilidades y dudas Al multiplicar los medios, los materiales y las técnicas modernas de intervención sobre el edificio se produce el efecto de una alteración brutal. Los lentos procesos de transformación del pasado artesanal se contraponen al tremendo poder de cambio que nos ofrece la industria actual de la construcción. Es una cuestión de escala y de velocidad; de este modo, intervención significa mutilación, y una loable intención de mejorar, equipar y adaptar se torna a veces en un tarea de desnaturalización profunda. La evolución natural, en otros momentos asumida al utilizar los mismos medios para las sucesivas modificaciones, se convierte en un riesgo real, por el que, al final, el edificio o el barrio resultan irreconocibles. Dicho de otro modo, si la intervención no está guiada por un proyecto (unas directrices de

EL FUTURO

Un tercer aspecto es cómo debe hacerse esta conservación. La arquitectura tradicional está construida mediante técnicas ancestrales que tienen un valor cultural esencial al cual no podemos renunciar, ni en términos de conservación ni en términos de utilización. Transmitir la habilidad y la técnica a los jóvenes albañiles es, pues, indispensable, pero de todas formas, tampoco podemos renunciar a las posibilidades que nos ofrecen materiales y técnicas

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contemporáneas. (6) Este equilibrio entre lo tradicional y lo contemporáneo, entre el respeto patrimonial y la mejora del nivel y la calidad de vida de la población, es el gran desafío de la recuperación de la arquitectura tradicional.

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Siwa, Egipto. La fragilidad de algunas arquitecturas las hace más vulnerables a la acción de los agentes naturales y al paso del tiempo. La supervivencia de esta arquitectura de tierra está unida a su mantenimiento.

Desde el momento en que resulta protegida, la arquitectura tradicional se ve sometida al dominio de los textos legislativos nacionales. Los países de la Cuenca poseen leyes y códigos de patrimonio, revisados o creados, a menudo, en la última década, que incorporan, a veces con diferencias significativas en las definiciones, las ideas actuales sobre este particular. En cada país, cuanto mayor es la autonomía regional, más pensada a este nivel territorial está la legislación del patrimonio y la arquitectura tradicional resulta más beneficiada ya que la visión es menos genérica y más directamente inspirada en el conocimiento de la realidad local. En los estados más centralizados, la legislación tiende a entender y a valorar el patrimonio desde un punto de vista nacional y en consecuencia el nivel local ve reducirse sus oportunidades y sus posibilidades. En cuanto al espíritu de estas leyes, algunas tienen enfoques conservadores, mientras que otras muestran una actitud muy abierta y revitalizadora. La descentralización favorece la segunda tendencia probablemente porque, al querer integrar y actuar sobre los problemas sociales y económicos, está mucho más comprometida con la realidad y el uso. A escala regional, los límites temporales a partir de los cuales puede existir un estatuto y consideración patrimonial, son muy diferentes. De ello se deduce que la elección del parque que hay que proteger, su inventario o sus diferentes niveles de protección son cuestiones de geometría variable. De todas formas, el mayor problema está en el desfase entre el texto y su aplicación. La falta de instrumentos

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Alcantarilla, Murcia, España. Museo de la Huerta. La pérdida de funcionalidad de algunas tipologías arquitectónicas exige su adaptación en un museo, con el fin de garantizar la transmisión a las generaciones futuras. 4

Fez, Marruecos. La continuidad de la producción de materiales tradicionales, en algunos países mediterráneos, así como el mantenimiento de artesanos especializados, constituyen factores claves en las tareas de conservación de la arquitectura tradicional. 5

Marsanne, Francia. La fuerza de la tradición ha sido siempre un elemento fundamental en la homogeneidad de la composición, de la distribución y de la imagen de los edificios tradicionales. Los criterios actuales de intervención, sometidos a modas pasajeras, pueden suponer una grave perturbación de la imagen urbana. La intervención de las autoridades locales es, en este contexto, absolutamente indispensable.

Rehabilitar supone un gasto de energía mucho menor que demoler o reconstruir, sobre todo si se analiza y compara con los costes energéticos necesarios para la producción de materiales modernos o con la obtención o reutilización de los tradicionales. Igualmente, por lo que se refiere al reciclaje y a la contaminación.

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Belén, Palestina. La rehabilitación se extiende como una forma de mejorar las condiciones de vida de la población. En algunos países, responde a la iniciativa privada, en otros son proyectos de cooperación internacional quienes promueven y sustenta estas las intervenciones.

Claude Lévi-Strauss decía al respecto: "Para satisfacer la necesidad de preservar la diversidad de las culturas en un mundo amenazado por la monotonía y la uniformidad (...) no bastará con mimar y proteger las tradiciones locales (...) es el propio hecho de la diversidad lo que hay que salvar, no el contenido histórico que cada época le ha otorgado y que ninguna de estas culturas podría perpetuar más allá de sí misma." Race et histoire, UNESCO, 1952.

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"La construcción vernácula (...) es un proceso en evolución que precisa cambios y una constante adaptación como respuesta a las necesidades sociales y medioambientales. En todo el mundo, la uniformización económica, cultural y arquitectónica amenaza la supervivencia de esta tradición. Es fundamental saber cómo resistir a estas fuerzas y la solución debe surgir no solamente de la población, sino de los gobiernos, los urbanistas, los arquitectos, los conservadores así como de un grupo pluridisciplinar de expertos." Extracto de la carta ICOMOS sobre "La construcción vernácula".

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Por tanto, no hay que caer en la investigación obsesiva o en la "reconstrucción" del espacio perdido, de la sociedad perdida, de la casa perdida, del hombre perdido. Sobre este particular, la sociedad actual duda y se muestra insegura entre lo que vive o caduca, lo nuevo y lo viejo, lo útil y lo inútil.

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El progreso no es otra cosa que una superposición de esfuerzos, junto a elementos nuevos que se dan en determinado tiempo. La naturaleza, que sabe llevar bien las cosas, procede de este modo: no olvida el pasado, pero a este pasado, mejorándolo, añade lo nuevo. Viollet-le-Duc. Entretiens sur l´architecture, T.II, Vve A. Moral & Cie. Editeurs, París, 1872, págs. 76-77.

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Irbid, Jordania. El tratamiento museográfico de la arquitectura popular constituye una acción pedagógica importante. El Museum of Jordanian Heritage incorpora un edificio abandonado, que se encontraba casi en ruinas, del vecino pueblo de Samad. Es hoy uno de los elementos más sugerentes del museo. 8

Mallorca, Baleares, España. Un buen indicador del interés del turismo por la arquitectura tradicional es la gran afluencia que se observa en los recintos de arquitecturas populares reinventadas. Es el caso, por ejemplo, de los “pueblos españoles” creados artificialmente y que permiten realizar un paseo por toda la diversidad de la tradición española en pocas horas.

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Proximidades de Sfax, Túnez. Existen en esta región construcciones que podemos considerar efímeras a causa del tipo de materiales con las que están hechas. Esta característica no les quita valor, pero su preservación resulta más compleja.

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Tres décadas de políticas de rehabilitación

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Roseta, Egipto. La difusión de la información referente al patrimonio local es una acción decisiva para la sensibilización de la población con respecto a su valor. En esta modesta presentación encontramos cada una de las construcciones importantes de la ciudad con la fecha de construcción. Una labor pedagógica muy importante.

y de reflexión internacional y local son la base de una integración del parque edificado para que logre subsistir en una sociedad moderna

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Málaga, Andalucía, España. La riqueza de colores y de texturas que comporta la arquitectura tradicional es un elemento esencial para su recuperación. Los estudios de color para identificar y divulgar esta información constituyen un objetivo para numerosos municipios costeros, apoyados por instituciones internacionales.

(reglamentos, recursos humanos y financieros) hace muy difícil el despliegue de la ley en algunos países de la Cuenca. Además, desde el punto de vista nacional, la arquitectura tradicional está bajo la competencia de múltiples autoridades: cultura, vivienda, urbanismo, organización del territorio, agricultura, medio ambiente,... De hecho, esta arquitectura no constituye un sujeto aparte, ni es motivo de un proyecto global coherente: parque inmobiliario, a veces funcional, a veces patrimonial, a veces accesorio, su reparación y su gestión, llevadas con criterios muy heterogéneos, inspiran políticas muy diversas y contradictorias, dependiendo del ministerio del cual dependa.

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Túnez, Túnez. La organización de conferencias, de jornadas y de cursos especializados desde hace muchos años, es el instrumento de base para la divulgación de los conocimientos y para el debate que permite buscar fórmulas adecuadas para la conservación de nuestro patrimonio vernáculo. 4

Cabanes d´Argence, La Camarga, Francia. La voluntad de la sociedad de encontrar referentes en la tradición de cada lugar explica por qué este tipo de vivienda rural es particularmente apreciada por el turismo familiar. Asimismo, ello permite reinterpretar la arquitectura popular y destinarla a nuevos usos.

Estas tres fragilidades (física, para encajar los golpes; existencial, entre revivir o desaparecer; y reglamentaria, por pertenecer un poco a todo el mundo) la limitan pero en ningún caso la condenan, sino que le abren espacios de creatividad ya ensayados en toda la Cuenca.

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Unas cuantas iniciativas

Aviñón, Francia. Las iniciativas internacionales que, tras un intenso trabajo en cada país, permiten encuentros y debates de expertos para la puesta en común de metodologías de trabajo y el intercambio de información, garantizan también un avance decisivo en la salvaguarda de la arquitectura tradicional. Una de las sesiones de trabajo del proyecto euro-mediterráneo CORPUS.

Muchas cosas se han hecho y se están haciendo día a día sobre este tema. Sin embargo, algunas iniciativas y experiencias promovidas aquí y allá con mayor o menor éxito, aparecen de forma aislada, demasiado parciales, sin afán de continuidad y delimitadas a un territorio administrativo o a una obra única, más allá de los cuales no hay ninguna continuidad. Aunque sincopadas y resplandecientes, pero efímeras, estas intervenciones testimonian una excelente vitalidad y abren vías muy interesantes en el terreno de la reflexión, de los procedimientos, las estrategias y los trabajos. Sin intención de hacer un inventario en todos estos campos, veamos algunas breves iniciativas. • Políticas de rehabilitación Conforman algunas respuestas al proceso de degradación del parque construido. Han permitido la creación de sistemas de organización muy eficaces desde hace veinticinco años: capacidad de gestión del espacio, de movilización de recursos económicos, de constitución de grupos de estudio, de obtención de subvenciones, (7) y de organización de los trabajos. Una verdadera cultura operacional se ha iniciado, que ha conectado la mejora de la vivienda, la revitalización del comercio y del artesanado del centro y las infraestructuras unidas a la vida moderna y la

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Riwaq La abnegación de una ONG al servicio del patrimonio

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Riwaq, en árabe, se refiere a un espacio cubierto, abierto al exterior mediante una serie de columnas. La galería riwaq a menudo está situada en la fachada principal, funcionando como una terraza de acceso.

rehabilitación urbana. Las ayudas a la piedra se ponderan en función de la renta de las personas. Estas experiencias practicadas en los países más ricos han creado ciertas habilidades que circulan entre los operarios, profesionales de la arquitectura y especialistas de diferentes disciplinas. El encuentro de todas estas cooperaciones, hasta ahora casi siempre bilaterales, han contribuido a constituir un grado de experiencia de otro tipo. Se intercambian, sobre todo ideas, más que modelos, se evalúan los métodos de los demás desde una perspectiva más creativa, más mestiza entre las dos riberas, a través de canales de información que se interconectan. Nuestro propio equipo CORPUS nos empuja a explorar nuevas pistas, nuevas fórmulas y quizá a retomar buenas estrategias aparcadas o perdidas en algún momento de los diversos caminos iniciados hace años. Ahora conviene ir más allá de las evidencias y contribuir modestamente a repensar el Mediterráneo por lo que nos concierne a partir de su arquitectura tradicional.

Riwaq, Centro para la conservación arquitectónica, es una ONG creada en 1991 para velar por la conservación y la protección del patrimonio cultural palestino. Su sede está en una riwaq house en Ramallah y acoge cada día el trabajo, el entusiasmo y los esfuerzos personales y profesionales de un equipo de trece especialistas. Cada mañana a las 11 horas, en la terraza, la sabrosa liturgia del breakfast contribuye a reforzar implícitamente el compromiso común que anida en cada uno: salvaguardar el patrimonio cultural de su pueblo. Algunos días, el queso, las aceitunas, el yogur, la carne; otros el hoummous y el foul; y otros el

manaqeesh, cuando alguien vuelve de Jerusalén, el ka’ek, y siempre el té o el café que garantizan el placer de una comida compartida.

• Acción internacional Numerosas conferencias y coloquios debaten día a día la evolución de una forma de entender el patrimonio mediterráneo. La voz de los investigadores, intelectuales y especialistas desea captar los beneficios de la proximidad y, a la vez, los estragos de los cambios del mundo. Este gran volumen de cambios ensancha la visión y favorece la tolerancia, es decir, algo así como la poesía y el sentimiento de pertenencia. Pero también produce textos de referencia, recomendaciones, cartas, especie de compromisos visionarios que dan a este tema una imagen casi enternecedora. Efectivamente, los hombres ligados al terreno tienden a considerar estos textos como insuficientemente precisos y poco operativos. Pero esta es una crítica apresurada y errónea a estos documentos-marco, cuya finalidad no es tanto solucionar sino reflexionar, poner en relación elementos de un contexto y no actuar a base de impulsos, sin tiempo para la duda y el análisis. El documento más cercano a nuestro tema y más reciente es la Carta del patrimonio edificado vernáculo del ICOMOS, ya citada.

Actualmente, los esfuerzos se están dedicando a: – inventario nacional, exhaustivo, en todos los territorios de la Autoridad Nacional Palestina. – la rehabilitación de Hebrón, donde ha quedado abierta una delegación permanente. – el proyecto de embellecimiento urbano de Belén. – la rehabilitación de una "casa" en Ein Sinia para acoger el Memory Museum.

Más allá de las generalidades de todo texto que ambiciona un alcance universal, este enmarca las ideas en cuatro campos que son nuestras claves introductorias comunes: el punto de vista del espacio y del estatus del objeto dentro de un conjunto; el punto de vista del tiempo considerado a propósito de un objeto histórico, evolutivo y contemporáneo; el punto de vista del valor y del proceso de constitución del interés y de la belleza; y el punto de vista de la responsabilidad y de quién se encarga de la permanencia de este patrimonio. Este texto, y otros parecidos que emplean otras perspectivas, son aportaciones muy estimables porque contribuyen al contraste de pareceres, que muchas veces coinciden. Sin

– el proyecto de actividades y de producción de material pedagógico sobre la arquitectura tradicional para alumnos y profesores. – los trabajos de investigación (publicación de dos libros hasta hoy). – finalmente, los proyectos internacionales (como CORPUS), las colaboraciones, las conferencias, congresos y, tarea difícil pero necesaria, la búsqueda de fondos para mantener los recursos humanos y los proyectos. Riwaq recibe actualmente aproximadamente unos 450.000 dólares en subvenciones que provienen de la Agencia sueca para la cooperación y el desarrollo, de la Ford Foundation y de la Rockefeller Foundation. Paralelamente, los programas internacionales generan ingresos que se invierten en trabajos intelectuales. En un entorno político, económico y social difícil, y en muchas ocasiones muy hostil, Riwaq es un ejemplo de eficacia y de tenacidad, de capacidad y de buena estrategia, tanto en el establecimiento de sus objetivos

Para motivar la inversión privada y ayudar a los más necesitados, las subvenciones, muy corrientes en toda la Cuenca, gradúan las ayudas entre un 10% y un 70% de los costes de la rehabilitación.

como en la definición de su papel dentro de la sociedad palestina. Riwaq es ya, sin duda, un referente para el conjunto de las ONGs que se ocupan de la salvaguarda del patrimonio arquitectónico. EL FUTURO

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aludir al Mediterráneo ni a su complejidad -nadie hará este trabajo concreto, como si fuera un manual aplicable a toda una región enclavada entre tres continentes-, estos textos proponen una manera de pensar. Tendencia a la corresponsabilidad más que al manual de empleo. Esta es la oferta de la sociedad civil de los responsables políticos de "pensar globalmente y actuar localmente".

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de numerosos países ribereños se han creado títulos de especialidad entorno a este tema. (9) Tímidamente, estas iniciativas privilegian el patrimonio mayor y empiezan a extenderse a la arquitectura tradicional, todavía "no-disciplina" que deberá conseguir su carta de naturaleza.

Hay, pues, desde hace unos setenta años (8), grandes fórums de la conciencia universal que producen y actualizan una reflexión sobre la memoria y sobre lo que es necesario conservar, materialmente hablando, para que tenga algún sentido. Hace falta, ciertamente, dejar en reposo esta cuestión. Pero será necesario insistir en las posibles lagunas y sobre todo en una: poner en relación el hecho cultural y los medios que a él se dedican. Promover, en el marco regional, el trabajo de análisis crítico, de balance de lo que ya se ha realizado a fin de concentrarse en las estrategias y aspectos prácticos que hay que poner en marcha en el futuro.

En el terreno más informal y de gran vitalidad de la formación continuada, una oferta de cursos cada vez más importante se está generando para sus protagonistas: hombres de oficio, profesionales de la arquitectura, técnicos y responsables políticos. Esta oferta está claramente orientada hacia la rehabilitación de la arquitectura tradicional. Aunque sea un buen augurio para nuestro objetivo, en muchas zonas aisladas de la región todavía no ha llegado. Allá donde la rehabilitación se lleve a la práctica, allá se experimentará con numerosas fórmulas de seguimiento de los profesionales: estancias organizadas en los enclaves, formaciones multiempresariales, diagnosis técnicas de edificios, perfeccionamiento técnico rápido o formaciones cualificadas,...

Separar la apreciación inteligente de la declaración del funcionario. En materia de patrimonio, el ámbito regional es el nivel de consciencia, el de lo común compartido. Para este objetivo, es una buena escala. Para la acción, por contra, es el nivel local el más pertinente. Y en el trabajo sobre lo localmente posible, dentro de una lógica operativa, no habrá más remedio que realizar relecturas adaptadas de los principios y de lo que los profesionales sobre el terreno pueden razonablemente percibir a partir de cuestiones como espacio, tiempo, valor y responsabilidad, determinantes estos de la arquitectura tradicional.

Se trata de un conjunto de iniciativas con múltiples perspectivas, que contribuye a caracterizar la intervención sobre la arquitectura tradicional. Este movimiento entrecruzado, abundante, es testimonio de una convicción. Sólo le queda organizar mejor su campo de actuación: nivel local para la acción y nivel regional para la reflexión, la colaboración y la cooperación.

• Estudios y publicaciones

ALGUNAS ORIENTACIONES

Paralelamente a las consideraciones universales, la reflexión local, nacional e incluso regional ha dado lugar a una considerable cantidad de documentos. Constituye un fondo de varios centenares de importantes obras, de varios miles de artículos que analizan la arquitectura tradicional desde diferentes perspectivas. Desde opúsculos informativos, monografías locales, métodos de rehabilitación hasta corpus de descripción territorial o trabajos científicos,... se encuentran obras que ensalzan la propia tierra, que estimulan la conservación, que divulgan los conocimientos, o que están en el ámbito de la investigación universitaria, publicada o con carácter pedagógico. Hemos de recordar también el inmenso trabajo de inventario y de catalogación realizado en los países ribereños (desde hace tanto tiempo para que el censo recoja edificios o conjuntos, ya desaparecidos). Inventario sistemático para el patrimonio protegido y más aleatorio para el otro: aunque sea objeto de prioridades desiguales, según los países, la arquitectura tradicional siempre acaba siendo localizada y descrita en su ámbito geográfico y con sus tipos esenciales.

Un marco de referencia Nuestras proposiciones se articulan alrededor de cinco direcciones que convergen en la salvaguarda, la reintegración y la reutilización de la arquitectura tradicional. 1.- Liberar la arquitectura tradicional de su situación actual de aislamiento y de cerrazón que la mantiene apartada de las grandes decisiones, confinándola a la permanente categoría de marginal y de anexa. Arrancarla del olvido. 2.- Conjugar de manera efectiva y eficaz la escala regional y la escala local para que puedan acceder todos los mismos protagonistas a ambos niveles. Pasar del nivel de reflexión, concertación, planificación e intercambios al de la aplicación práctica de proyectos razonados e inteligentes. Velar por la valoración de todos los resultados, evaluaciones e iniciativas identificadas y recogidas en el ámbito local para que sean tenidas en cuenta de forma determinante en las estrategias y decisiones futuras. Un tránsito de las ideas y de las realidades conocidas en ambos sentidos, una gran permeabilidad entre ambos niveles deberá garantizar que la diversidad y la especificidad siempre serán destacadas en todas direcciones.

• La formación

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El patrimonio es objeto de estudios específicos sobre todo en el terreno de la conservación monumental y de espacios protegidos. En las universidades, en las escuelas de arquitectura

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Grecia. Desde la segunda mitad del siglo XIX, la arquitectura tradicional ha despertado el interés de los eruditos. Son muchas las publicaciones generales y especializadas que tienen influencia sobre este patrimonio y lo difunden. La vasta colección sobre la arquitectura tradicional griega de ediciones Melissa es un buen ejemplo de ello.

Vincular cada uno al devenir de su calidad de vida, adecuar memoria y proyecto: una nueva ciudadanía a desplegar en el Mediterráneo

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Fez, Marruecos. Gracias a las iniciativas locales y a las ayudas internacionales, centros de formación especializados en la recuperación de oficios de la construcción han sido creados para evitar la pérdida de técnicas y para responder a la demanda de trabajos de rehabilitación.

3.- Difundir los resultados en los círculos competentes como forma de ejercer influencia. Toda intervención no deberá quedar confinada en sí misma sino que buscará una efecto propagandístico, pedagógico y de estímulo. Tanto en la influencia horizontal con la finalidad de despertar y de implicar a otros ámbitos de interés (etnología, historia, pero también empresa, formación,...) como en la influencia vertical de los reguladores del mercado y en las instancias de decisión.

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Figazano, Italia. Los talleres internacionales juegan un papel esencial en la formación práctica de profesionales que han de intervenir en el patrimonio.

4.- Armonizar los centros de decisión y los equilibrios que los conectan. Tres son los ejes básicos del triángulo: el usuario, la norma y el conceptor. En torno a este triángulo gravitan dinámicas (encargo, administración, mercado, empresa, formación,...) que pueden modificar de forma substancial la tensión necesaria entre los tres ejes.

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Mouans-Sartoux, Francia. El Intercambio internacional de restauración urbana de 1987 permitió a un buen número de profesionales de diferentes países iniciarse en la coloración de las fachadas y profundizar en las técnicas de la cal.

5.- Asegurar el feed-back mediante una red regional que agrupe los países mediterráneos, fundada sobre objetivos comunes, compartidos y solidarios que apunten hacia el trabajo en común y al intercambio de experiencias dirigidas a la salvaguarda y a la rehabilitación de la arquitectura tradicional de la Cuenca.

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Serpa, Portugal. Las iniciativas que incitan a los habitantes a cuidar sus casas y a apreciar sus valores dan buenos resultados y grandes satisfacciones. 6

Tres líneas de actuación indisociables

Almería, Andalucía, España. La situación y los recursos teatrales permiten transmitir los valores y el gusto por el patrimonio a las generaciones venideras.

No se pueden preservar los valores de la arquitectura tradicional sin crear unas nuevas condiciones en relación a este parque, lo que conlleva a actuar tanto sobre los realizadores como entorno a las ideas. Deberán darse algunos cambios en las mentalidades, mostrando la pertinencia de conservar los tejidos urbanos y demostrando su adaptabilidad. Hay que fomentar un desarrollo del conocimiento para que este "patrimonio sin papeles" disponga de sus expertos locales y adquiera sus conocimientos. La introducción de nuevos métodos de

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Acre, Israel. La larga historia que arrastran los enclaves habitados del Mediterráneo permite encontrar momentos de celebración que sirven de referente cultural y patrimonial.

Desde la Carta de Atenas sobre la restauración (1931), no sería difícil encontrar más de doscientos textos de referencia, entre los cuales: cartas, convenciones internacionales, resoluciones, recomendaciones e informes del Consejo de Europa, de la UNESCO, la ONU, el ICOMOS, el ICOM,... en favor del patrimonio o en defensa de las actividades que van dirigidas a él. Desde entonces el camino recorrido ha sido mucho, y esta gran cantidad de reflexiones y de consejos ha tenido efectos importantes sobre la sensibilización y el aumento de las adhesiones y realizaciones.

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Ramallah, Palestina. Cualquier pretexto es bueno para resaltar los valores patrimoniales e históricos de un pueblo. 10

Fez, Marruecos. Los oficios artesanos constituyen un patrimonio por sí mismo que hay que recuperar, y cada vez son objeto de un mayor estudio.

Túnez y Líbano han creado instituciones específicas, de alcance transnacional en sus respectivas áreas, totalmente dedicadas a los oficios clásicos del patrimonio edificado, siguiendo el ejemplo de las iniciativas ya existentes en Italia y en Francia, sobre todo.

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Senterada, Cataluña, España. Los oficios antiguos, que poco a poco se van perdiendo en el vértigo de la modernización y de la incorporación de nuevos materiales, se convierten en objeto de estudio y, también, de fiesta.

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trabajo también debe ser objeto de reflexión, con los mejores estudios de diagnosis, con las mejores relaciones entre administraciones, con los perfiles profesionales más variados y con redes de asistencia.

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Las nuevas tecnologías de la comunicación constituyen un instrumento para una amplia circulación de la información relacionada con la arquitectura tradicional. En la página web de ICOMOS se puede encontrar la carta que la institución internacional ha elaborado para la protección de este patrimonio. 2

Elmali, Turquía. Los habitantes y usuarios de esta arquitectura son los que más tienen que decir a la hora de su preservación. La opinión de personas de todas las edades, su actitud positiva y su gusto por los valores de este patrimonio son la garantía de una evolución equilibrada hacia el futuro.

Más que una enseñanza académica, la formación se entiende como un servicio permanente y cercano a los protagonistas y usuarios de los edificios existentes

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Barcelona, Cataluña, España. Son numerosos los oficios de la construcción que se han transmitido de generación en generación gracias a la herencia familiar. Hoy, esta forma de transmisión tiende a desaparecer, aunque todavía existen jóvenes estucadores que no han olvidado la tradición.

• Sensibilización La sensibilización debe jugar el papel de signo de identidad, dada su vocación de alcanzar a todas las capas de la sociedad y de infiltrarse en las categorías profesionales, con un nuevo mensaje sobre la arquitectura tradicional. Para favorecer la capilaridad de este mensaje hacia el gran público y para convertir el tema en suficientemente familiar, para que se produzca una verdadera apropiación y reivindicación de calidad entre los habitantes y los usuarios. Conviene realizar este trabajo de sensibilización sobre el parque edificado porque se trata de un objeto social habitual, utilizado y compartido por la población. Un valor de uso que lo convierte en un medio que nos habla a todos y que nos concierne a todos, sin los aspectos elitistas propios de los objetos culturales excepcionales: en esta arquitectura cada uno se ve reflejado, puesto que se trata de un marco ordinario. De este modo deviene un lugar de identidad, de sabores y de particularidades. En el momento en que los modos de vida contemporáneos transforman el edificio antiguo, urge que las dos necesidades simultáneas, preservar y mejorar, sean tenidas en cuenta para que faciliten buenas soluciones arquitectónicas, culturalmente satisfactorias para un parque tradicional de calidad. Para los protagonistas profesionales que intervienen cotidianamente, supone una mejor convicción sobre su propia responsabilidad en el resultado cualitativo mencionado, así como en la idea de que un edificio antiguo puede ser compatible con los usos contemporáneos. Más específicamente, se trata de preparar instrumentos que informen y permitan observar de forma diferente la calidad de vida, las obras, los materiales y los oficios que han contribuido a su edificación. No se pretende promover una serie de aprendizajes, sino de ofrecer recursos que ilustren y formen.

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Mügla, Turquía. Comisión de preservación del patrimonio. Con una organización más o menos descentralizada y territorializada, todos los países mediterráneos han organizado un grupo de expertos que tienen a su cargo la conservación de la arquitectura tradicional. 5

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Amerzi, Marruecos. El Mediterráneo es un mundo de contrastes. Mientras ciertas técnicas de construcción desaparecen en muchos lugares, otras tantas se mantienen vigorosas. Esta riqueza aliada a su permeabilidad ayudan considerablemente a la preservación de la arquitectura.

Sensibilizar es factible aprovechando los mecanismos y las herramientas, y apoyándose sobre las estructuras existentes: escuelas y universidades para jóvenes y estudiantes, organizaciones asociativas para profesionales de la arquitectura, empresas, oficios, ministerios y organismos territoriales para los agentes públicos. Asimismo, hay que contar con la participación de los medios de comunicación escritos, audiovisuales, con la organización de acontecimientos locales, de organismos consultivos,...

EL FUTURO

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Túnez, Túnez. Las Associations pour la Sauvegarde de la Médina (ASM), comunes en muchas ciudades tunecinas, aglutinan los agentes implicados en la recuperación y la revitalización de los centros históricos. Tienen una larga tradición y han demostrado claramente su eficacia. Sus funciones incluyen el estudio, la sensibilización, el proyecto y la rehabilitación de las medinas.

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Alentejo Procesos diferentes para un mismo objetivo: la formación

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En el pueblo de Mértola, el interés por la arqueología se ha convertido en el motor de estudio y de investigación de las técnicas tradicionales de construcción, así como del inicio de un proceso de rehabilitación de todo el enclave. En 1978, la aventura empieza con trabajos de excavación y consolidación de estructuras, dirigidos por

De este modo, la sensibilización puede articular formas variadas y combinadas, medios individuales o colectivos, para objetivos precisos (sobre grupos o sobre lugares) o bien para el gran público:

Claudio Torres. La población se encontraba en franca regresión entonces. Poco a poco, las actividades de reconstrucción llevadas a cabo en esta gran obra, especialmente las que se refieren a infraestructuras y equipamientos, invirtieron el proceso de deterioro y crearon las condiciones para un repoblamiento.

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Folletos sobre los oficios, las formas arquitectónicas, las reglas aplicables al espacio y a la construcción. Creación de eventos temáticos, locales o regionales. Programas regionales de televisión que les dediquen su atención sobre el tema. Talleres del patrimonio, centros permanentes especializados situados en los enclaves sobre los que se está trabajando.

Esta operación supuso la oportunidad de traer in situ a maestros artesanos, tanto para realizar la reconstrucción de muros de tapial, de piedra en seco, de mampuesto, de bóvedas de ladrillo, de tejados de caña,... como para transmitir sus habilidades que se encontraban en vías de desaparición.

Este esquema no es exhaustivo, y los instrumentos deben adaptarse a cada grupo específico. El aspecto clave sería el de conseguir un proyecto consensuado por varios grupos, que incidiría tanto en el proceso de sensibilización como en el de formación. Estos grupos son: 1. Personal de las administraciones públicas. Responsables de las normas de intervención y también importantes promotores de obras públicas, estas personas deciden la orientación del mercado de la rehabilitación. Sus decisiones pueden hacer que las zonas con mayor presencia de construcción tradicional se conviertan en lugares abandonados, museos, lugares de acogida de la emigración urbana o barrios momificados. 2. Profesionales y estudiantes de la arquitectura. Intenta apoyarse en la actividad del mercado de la rehabilitación para elevarla al rango de una verdadera disciplina en el seno del ejercicio de la arquitectura, que movilice un amplio campo especializado en conocimientos, observación/diagnóstico, proyectos, reglamentaciones y controles de calidad. En este contexto, la contraposición nuevo/antiguo deja de tener sentido y los dos ámbitos participan en la formación de estos profesionales.

Junto al enclave, la operación acompaña el desarrollo sostenido y equilibrado con repercusiones en la salvaguarda del patrimonio arqueológico, histórico, arquitectónico, paisajístico y medioambiental. A algunos kilómetros de distancia, la Escuela de artes y oficios tradicionales de Serpa nació en 1994 a raíz de las conclusiones de la "7ª Conferencia Internacional para el estudio y la conservación de la arquitectura de tierra". Esta experiencia interministerial fue una primicia mundial. El programa de este curso fue elaborado por el ICCROM, CRATerre y la DGEMN (Direcção-Geral dos Edifícios e Monumentos Nacionais)

3. Oficios, artesanos, empresas y formadores de oficios. Es necesario velar para que los profesionales de la construcción sean depositarios de una cultura técnica tradicional y, a la vez, usuarios de las tecnologías de la construcción moderna. Es decir, que conozcan las ventajas y los defectos tanto de las técnicas tradicionales como de las técnicas contemporáneas, que las consideren al mismo nivel y que las empleen sin exclusividad pero en las situaciones apropiadas.

de acuerdo con las directrices del programa de artes y oficios del ministerio de Educación de Portugal. El objetivo de esta formación era el de formar maestros en construcción especializados en las técnicas tradicionales, y más concretamente en las técnicas de tierra. Todo ello con el fin de dotar a hombres y empresas de las competencias y conocimientos necesarios para llevar a buen puerto la rehabilitación del patrimonio existente y de la construcción nueva en tierra, bajo la forma de un laboratorio permanente. Después de siete años esta formación sigue existiendo. La enseñanza se estructura en tres niveles distintos

4. Usuarios/habitantes y jóvenes. Reforzar el papel social de los usuarios, mayores y jóvenes, para que lleven a cabo una reivindicación de calidad en el tratamiento de la arquitectura tradicional. Este grupo es el principal protagonista de la demanda, es una fuerza sobre la que hay que invertir para que actúe a modo de un grupo de presión popular capaz de favorecer una evolución del parque como símbolo identitario de la comunidad.

organizados en tres años: producción de materiales, sistemas constructivos y obra. Así se asegura la integración de los alumnos en obras de rehabilitación, gracias a los protocolos establecidos entre la Escuela y los organismos locales. Y todo ello, con mucho pragmatismo y eficacia para enraizar, a través de fórmulas muy diferentes, los

EL FUTURO

protagonistas de la construcción en la cultura técnica portuguesa.

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5. ONGs, asociaciones de salvaguarda. Poner en contacto estos protagonistas de la sociedad civil con los múltiples canales de información y de experiencias útiles para su trabajo y su papel de soportes/difusores de ambiciones con respecto a la arquitectura tradicional.

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modificación de detalles técnicos, la mejora en los proyectos, la organización de procedimientos y de control de calidad,... Siguiendo la dinámica de la disciplina, hay que emprender también un proceso de formación hacia otros profesionales que están muy vinculados con este tema: economistas, sociólogos, historiadores,... que participan en la fase previa a la intervención o como gestores y asimismo hay que incidir en las ONGs de salvaguarda del patrimonio, en los agentes del turismo,..., ya que estos son fundamentales en la difusión de esta arquitectura en la fase posterior a la intervención.

• Formación La formación debe jugar un papel de interconexión de conocimientos para las cinco categorías enumeradas. Deberá prepararse un producto formativo "a la carta" para cada familia protagonista del mercado de la rehabilitación. La decisión de trabajar primero, en la formación de los profesionales en ejercicio parece la más pertinente ya que concentra los esfuerzos sobre los realizadores. Ello mediante un dispositivo estructurado, según los casos, que no requiere negociar a priori con las instancias académicas educativas. Sin embargo, la solución ideal sería la de trabajar con los circuitos de la formación básica reglamentada. Pero en el contexto actual, que exige rapidez, se orientará hacia la opción de la formación continua, básicamente porque esta se imparte con un sistema muy flexible, ligero y móvil (perfeccionamiento a través de sesiones breves e in situ para los activos). Además su montaje es más simple dado que cada público dispone de un organismo responsable identificable (asociaciones de profesionales de la arquitectura, ministerio de equipamientos,...), y que puede actuar en tanto que interlocutor, informador y organizador.

• Investigación El término investigación hay que entenderlo desde dos puntos de vista diferentes. Por una parte entendemos investigación como la acción de documentar un proceso o momento histórico a través de documentación gráfica, escrita, oral,... es decir se trata de encontrar y gestionar una información que existe. Por otra parte también debemos entender la investigación como las tareas destinadas a avanzar en el conocimiento técnico, en crear nuevos productos,... es decir, la investigación aplicada. El primer caso podría consistir en una amplia base de datos de cada especialidad que gestionada por una red organizada ponga en común sus recursos. En este sentido se podría tratar de una agenda de información dirigida a los diferentes actores sobre: productos utilizados, procedimientos que hay que seguir, especialistas,... Esta agenda sería una fuente fundamental de información para las empresas, para el sector productivo y para el mercado. De manera complementaria la agenda debería mantener actualizadas todas las actividades de interés como cursos, fórums, seminarios,...

Para llevar a la práctica los útiles de formación, tanto en el terreno profesional como en otros ámbitos, conviene tener en cuenta los siguientes niveles formativos: – La ingeniería pedagógica, que sirve para ayudar a la instalación de nuevos centros de recursos formativos y para adaptar centros ya existentes incorporándoles nuevas actividades. – La creación de módulos generales conectados a la experiencia y a la gestión de la rehabilitación (productos dirigidos a responsables políticos, gestores de operaciones y ONGs; todos ellos responsables de definir el marco y la estrategia). – La creación de módulos temáticos relacionados con ámbitos de conocimiento y del proyecto (productos dirigidos a los profesionales de la arquitectura y profesores de secundaria; interesados en cuestiones generales referentes al parque edificado). – La creación de módulos de especialización unidos a las habilidades, materiales y técnicas (productos para los oficios y los formadores, en su perfeccionamiento en las técnicas tradicionales). – Talleres a pie de obra, con una componente formativa, que permitan incorporarse a los nuevos profesionales en la realización de los trabajos.

La investigación aplicada a nuestro tema podrá tener carácter general o estar asociada a una intervención. En este último caso, aquella deberá ponerse en relación con la actividad homóloga del módulo de formación correspondiente para trabajar sobre los mismos aspectos y centros de interés. La investigación general, por su parte, debería asociarse a cuatro sectores: – La producción y la comercialización de los materiales, trabajando en la mejora del proceso de fabricación de los materiales tradicionales, en la mejora de sus cualidades, en la adaptación de materiales nuevos a lo antiguo y en la flexibilización del mercado. (Mejorar los adobes, preparar morteros a la cal listos para el uso, sistemas de reparación de vigas de madera o de tratamiento de la humedad,...). – Las empresas de construcción deberían trabajar en la organización de las obras, en la aplicación de técnicas tradicionales y modernas en el parque edificado, en el control de calidad, en los materiales, en las redes de distribución. (Montacargas para pequeños trabajos, sistemas de andamiajes, inyectores para lechada de cemento, instrumentos informáticos adaptados a la organización de la obra). – El conceptor debería trabajar sobre protocolos de actuación, sistemas de cálculo, pruebas

EL FUTURO

Este es un esquema entre otros muchos posibles. En el seno de esta disciplina, hay que emprender un proceso de permeabilización hacia todos los actores del sector. Sin duda, esto comportará efectos sobre los métodos de trabajo como la adaptación a las normas, la

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de laboratorio, operaciones piloto así como en el establecimiento de un marco teórico. (Metodologías para diagnosis y para proyectos, sistemas de inspección, programas informáticos técnicos, manuales de rehabilitación,...). – La reglamentación debería incidir sobre el cuerpo legislativo, sobre los instrumentos a cargo de los responsables políticos y sobre los procedimientos. (Coordinación interministerial, dispositivos de instrucción, marco técnico, ayudas financieras, campañas de restauración de fachadas,...).

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España. Los tratados de construcción son documentos en los que se describen las técnicas constructivas utilizadas en cada lugar concreto en diferentes épocas de la historia. Las técnicas tradicionales siempre están presentes en estos documentos, como es el caso de Juan de Villanueva (Arte de Albañilería, 1827) que nos presenta los elementos necesarios para la preparación del tapial. 2

Para cada uno de estos sectores, la investigación es una actitud apriorística (procesos de análisis, tomas de muestras), que se lleva a cabo in situ y que, finalmente, permite reorientar y modelar a cada uno de los desafíos concretos que se presentan.

Aurès, Argelia. Los documentos fotográficos aportan información detallada y precisa sobre los enclaves hoy transformados. Esta información nos permite profundizar en el estudio de la evolución de las tipologías y apreciar su autenticidad.

Hay que insistir en la importancia de la implicación de las Universidades en este particular. En efecto, esta institución, en general, independiente, posee una notable capacidad y una amplia experiencia, mediante la cual está en disposición de ofrecer interesantes resultados a partir de programas establecidos con profesores y alumnos. Hay un inestimable potencial intelectual.

Rodas, Grecia. Los viajeros de fines del siglo XIX mostraron un gran interés por el conocimiento de la arquitectura, las tradiciones y las formas de vida de diferentes regiones del Mediterráneo. Los grabados constituyen hoy una importante fuente de información.

Hemos hablado de tres vías para incidir en los grupos y en las ideas. Muchos públicos, muchas funciones, saberes, sensibilidades y prácticas: las inteligencias son múltiples y difusas. Para sobrevivir y conseguir el éxito, la rehabilitación debe unirlas y combinarlas. La acción de revitalizar es por naturaleza pluridisciplinar, es decir, necesariamente debe elaborarse en común.

Sidi Bou Said, Túnez. La industria turística es uno de los motores importantes de la rehabilitación. En algunos enclaves consolidados, se ha conseguido un equilibrio entre los caracteres originales básicos y las reinterpretaciones.

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Psematismenos, Chipre. La rehabilitación de viviendas como segundas residencias adquiere un papel cada vez más importante en la conservación de la arquitectura tradicional.

Las tres líneas de actuación -sensibilización, formación e investigación- que hemos expuesto constituyen las tres patas de la mesa que garantizan su estabilidad. Es la eficacia de las acciones y el equilibrio entre estas lo que refuerza el proceso de recuperación de la arquitectura tradicional. Estas mismas acciones no intervienen directamente en la protección del patrimonio. Sin embargo, dan el empuje necesario y son pieza fundamental en la aportación de los instrumentos necesarios que permitirán llevar a cabo una rehabilitación correcta y coherente.

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Millas, Turquía. Los trabajos de mantenimiento inherentes a esta arquitectura ofrecen resultados muy ligados a la tradición y de una gran autenticidad tanto para el edificio como para la trama urbana. El hecho de que sean las propias familias las que han vivido en la casa durante generaciones es precisamente lo que permite esta conservación.

Rehabilitar/revitalizar la arquitectura tradicional

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Santorini, Grecia. La recreación de una arquitectura sobre la base de un buen conocimiento de sus características tradicionales y del respeto a la regla permite obtener nuevos conjuntos plenamente integrados, como es el caso del hotel que vemos en primer plano.

Mejorar el confort, conservar el patrimonio La ciudad vieja florece Vuelta a la vida El viejo corazón trabaja para el futuro Vivir el centro antiguo Nueva vida para las viejas ciudades

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El Cairo, Egipto. La actividad productiva y comercial que se desarrolla en los grandes centros históricos es la mejor garantía del mantenimiento de esta arquitectura y de las formas constructivas tradicionales. Basta con añadir el interés de los poderes públicos para que la rehabilitación arraigue con fuerza y permita la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes.

EL FUTURO

Son algunos de los eslógans de sensibilización y de publicidad que, en los últimos años, se han empleado como iniciativas de rehabilitación practicadas en pueblos y ciudades del Mediterráneo. Además, las cifras que afectan a la rehabilitación en los diferentes países

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mediterráneos hablan por sí mismas: hay países en que la actividad del sector de la construcción destinado al mantenimiento y a la mejora de los edificios existentes supera el 60% de la sumas invertidas anualmente; mientras que en otros apenas llega al 10%. A grandes trazos, podríamos decir que el crecimiento de la actividad rehabilitadora es un indicador del desarrollo económico de un país.

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Tavira, Portugal. El equilibrio entre la actividad propia de cada lugar y los beneficios del turismo es un elemento que puede permitir un desarrollo sostenible de la ciudad, al igual que una recuperación idónea de su patrimonio construido. 2

Ghardaia, Argelia. El resultado de una labor rigurosa de estudio y de valoración de la arquitectura del valle de M´Zab ha sido una rehabilitación muy respetuosa con la tradición y bien integrada en la aldea. Eso le ha permitido ser un ejemplo para el Mediterráneo y una referencia mundial.

La rehabilitación de la arquitectura tradicional, incluso lo proclaman los eslogans publicitarios, no es solamente una acción física de mejora de la solidez y de las prestaciones que ofrecen los edificios. La recuperación de la trama y del paisaje urbanos constituye un hecho indisociable; mientras que la regeneración del tejido social, la mejora de las condiciones de vida y la consolidación de una estructura comercial y económica a menudo degradada, son inherentes a toda rehabilitación, que lógicamente incluye el concepto de sostenibilidad. Está claro, pues, que el objetivo fundamental de toda rehabilitación consiste en revivir y recuperar unas fuerzas, es decir, revitalizar las viviendas, los comercios, los talleres artesanos, los edificios, las calles, los barrios, las ciudades y todo un complejo patrimonio que se erige en referencia cultural de un pueblo, con el fin de que todo ello pueda conservarse vivo.

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Fez, Marruecos. Cuando los edificios que hemos de rehabilitar presentan una gran riqueza formal y decorativa, es necesario disponer de buenos artesanos capaces de afrontar el trabajo con éxito. Los resultados que se dan entonces son realmente interesantes. 4

Montilla, Andalucía, España. La estructura productiva y social que se mantiene todavía viva permite a los cortijos como este conservarse en buen estado. La incorporación de las nuevas instalaciones y prestaciones que la sociedad actual exige es imprescindible para garantizar su futuro.

A la vista de los datos, podemos preguntarnos por qué la actividad de la rehabilitación se desarrolla de una manera tan intensa en algunos países mientras que en otros es tan limitada, aunque estas políticas de rehabilitación sean relativamente recientes en todas partes. Los factores son diversos y muchas veces unos dependen de otros. Uno de ellos resulta esencial, es el motor de toda actividad: el factor económico. El valor del patrimonio inmobiliario de centenares de miles de edificios que componen el parque edificado de arquitectura tradicional mediterránea es absolutamente incalculable. El coste del realojamiento de millones de personas que hoy viven en estos edificios, en nuevas construcciones, es inabordable incluso para la economía del país más rico. Por contra, es mucho más viable la introducción de mejoras en el parque construido para hacer más dignas las condiciones de vida de sus habitantes. Esta es la opción adoptada por los países más desarrollados: mantener, rehabilitar y revitalizar.

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Gordes, Francia. La recuperación de conjuntos urbanos singulares y vivos exige un compromiso común por parte de la población y del ayuntamiento. El resultado es evidente.

No podemos ignorar el valor económico que supone disponer de un atractivo turístico de primer orden. Hoy, el centro histórico de una ciudad que presente condiciones de conservación adecuadas y una oferta turística integrada dentro del patrimonio de la propia arquitectura tradicional, representa un gran potencial turístico. No obstante, conviene constatar que los intereses económicos unidos a la rehabilitación no son nada desdeñables, y son muchos los países en los que la iniciativa privada y los poderes públicos trabajan conjuntamente para conseguir que la rehabilitación sea una realidad y una alternativa a la construcción nueva.

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Jerusalén. Ciudad multicultural por excelencia, en la que conviven todas las culturas que han estado presentes a lo largo de los siglos en el Mediterráneo. Es un ejemplo simbólico de rehabilitación urbana y de integración social respetuosas con todas las tradiciones.

A pesar de los aspectos positivos de la rehabilitación, desde una perspectiva regional, estamos todavía lejos de la situación normalizada que nos permitiría contemplar con optimismo la mejora y la conservación del patrimonio arquitectónico tradicional. En el capítulo anterior, hicimos hincapié en algunas de las dificultades existentes: recordemos, en este sentido, el rechazo social hacia estos edificios, vistos como obsoletos, la falta de compromiso por parte de las

EL FUTURO

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Wadi Musa, Jordania. En una región donde la presión turística es muy fuerte debido a su proximidad a Petra, encontramos, sin embargo, iniciativas de rehabilitación de un pequeño pueblo casi abandonado. Se destinará a acoger al público, respetando estrictamente su modesta arquitectura.

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administraciones responsables, la presión de los nuevos materiales y de sistemas constructivos espurios, la falta de formación de los responsables políticos, técnicos y profesionales implicados, la falta de recursos económicos y funcionales para poner en marcha operaciones concretas, y otros muchos factores que la realidad cotidiana se encarga de mostrarnos en cualquier parte.

Hoy se imponen dos ideas básicas: organización y reintegración. La primera se refiere a una manera de trabajar, una estructura, una estrategia; la segunda alude al diseño de un proyecto para nuestra arquitectura. Ambas se han convertido en inseparables y no se podría entender esta dualidad de otra forma. Permiten cristalizar las corrientes revitalizadoras que se extienden por todos los rincones de nuestra Cuenca, que son aquellos "espacios privilegiados de reencuentro" evocados con convicción por Amin Maalouf en la introducción de esta obra. Se trataría de readaptar un proceso ya existente en el pasado. Nos ha llegado del Mediterráneo oriental, donde empezó a latir nuestro corazón, un documento de más de 2.500 años de antigüedad (10) y redactado por el Rey de Reyes:

La rehabilitación no está, sin embargo, exenta de riesgos ni de trampas. Las múltiples experiencias de estos últimos años han de servirnos de lección en cuanto a lo que conviene hacer y a lo que debe evitarse. Actualmente, siguiendo programas de rehabilitación incoherentes desde el principio, muchas ciudades y pueblos -sobre todo, europeos- han "museificado" sus centros históricos, convirtiéndolos en verdaderos parques temáticos en los que los vendedores de souvenirs y los turistas son prácticamente sus únicos moradores. Tampoco sorprende encontrar ciudades en las que la rehabilitación ha provocado una mutación social completa, al expulsar a los habitantes originarios hacia zonas periféricas para crear barrios de alto standing, absolutamente encantadores, en pleno centro urbano. Otro error de ciertas rehabilitaciones, desconectadas de la realidad y la identidad de cada lugar, es la uniformización de centros históricos por el hecho de usar de forma indiscriminada materiales, mobiliario urbano y elementos decorativos estandarizados que destruyen el sabor local para ofrecer un simulacro de lo tradicional, pretendidamente universal.

Este es el palacio que edifiqué en Susa. Cavar la tierra y extender los escombros, y moler el ladrillo, lo hizo el pueblo de Babilonia. La madera de cedro, de una montaña llamada Líbano, de allí la trajeron; el pueblo sirio mismo la trajo a Babilonia; desde Babilonia los Carrios y los Jonios la llevaron a Susa. La madera de Yaka, desde Gandara y Carmania fue traída. Los pilares de piedra no proceden de aquí, sino de una cantera llamada Abiradush, en Uja, y de allí fueron traídos. Los talladores de piedra fueron Jonios y Sardos. Los orfebres que trabajaron el oro fueron Medos y Egipcios.

Cuenca, matriz, punto de encuentro,... son términos que constatan

Los hombres que trabajaron el ladrillo fueron Babilonios. Los que decoraron el muro fueron Medos y Egipcios.

el hecho regional: debemos retejer los lazos adecuados para que ambición y competencia sirvan de nuevo a las formas de habitar y a su transmisión

El texto no termina aquí. Siguen todavía una decena de artesanos provenientes de regiones diferentes y lejanas. A pesar de esta pluralidad de gestos artesanales, su fervor profundo dio lugar a un edificio de una magnífica coherencia y de una gran unidad de estilo. Solamente una extraordinaria capacidad de todos los que participaron en su edificación y una minuciosa coordinación permitieron a esta rica y enorme diversidad manifestar una armónica perfección.

No es tarea fácil hacer frente a estas tendencias y dificultades. Los intereses económicos emergentes entorno a las plusvalías que genera una operación de rehabilitación son muy importantes. La presión del turismo de masas y de consumo comporta contradicciones cuyas soluciones son complejas. Sin embargo, existen hoy día numerosas experiencias con éxito en diferentes núcleos históricos que demuestran que la rehabilitación y la revitalización no están nunca libres de tensiones, y que conseguir un buen equilibrio es algo perfectamente posible. Son precisamente estas tres patas de la mesa o líneas de acción, de las que hemos hablado anteriormente, las que deben conferir coherencia y solidez a las operaciones de rehabilitación. Es en estas acciones donde se encuentra la solución. Solamente con el reequilibrio entre factores políticos, económicos, sociales y culturales, se logrará una buena rehabilitación y una auténtica revitalización. Ambas metas serán entonces consecuencia lógica de la sensibilidad y de la formación que se ha dado a los protagonistas implicados, así como resultado de los nuevos instrumentos que han de surgir de los trabajos de investigación.

Esta manera de trabajar anticipó hace tiempo el entramado que hoy, en estas líneas finales, intentamos imaginar: aprovechar lo mejor de cada cual, de cada origen. Nosotros también participamos de un objetivo común, que está siempre dirigido hacia la consecución de la calidad de vida de toda la población y no hacia un interés particular. Y, en un futuro, poder testimoniar la capacidad y la perspicacia de los hombres mediterráneos de hoy a la hora de ocuparse de sí mismos. Ello equivaldría a una arquitectura tradicional reintegrada en su plenitud.

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(10) Fragmento del texto conocido como Documento de Susa, narrado por Darío, rey de los persas (?-486 a.C.), autoproclamado Rey de Reyes, con motivo de la construcción de su palacio en Susa.

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Cap de Creus, Cataluña, España. Foto: Richard Martín


ÍTACA Cuando partas de viaje hacia Ítaca, has de desear que tu camino sea largo, lleno de aventuras y de experiencias. No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes, ni a la cólera de Poseidón. No encontrarás nada parecido en tu camino, si mantienes elevado tu pensamiento y si tu cuerpo y tu alma mantienen nobles emociones. Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes, ni al fiero Poseidón encontrarás, si no los llevas dentro de ti, si no es tu propia alma quien te los presenta. Has de desear que tu camino sea largo, que sean muchas las mañanas de verano en las que, con placer y emoción, llegues a puertos desconocidos. Detente en los mercados fenicios y compra bellas mercancías, coral y nácar, ámbar y ébano y diferentes perfumes delicados; visita las ciudades de Egipto y aprende con fervor de sus sabios. Ten siempre en el corazón a Ítaca. Tu destino final es llegar a ella: pero no tengas prisa por llegar. Es mejor que dure el viaje muchos años y que llegues cuando seas viejo y rico con cuanto hayas ganado en el camino, sin esperar que las riquezas estén en Ítaca. Ítaca te ha dado un hermoso viaje. Sin ella, no habrías iniciado tu camino. No tiene nada más que ofrecerte. Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado. Tan sabio te has hecho con tantas experiencias, que, al fin, habrás comprendido qué significan las Ítacas. Konstandinos P. Kavafis

Konstandinos P. Kavafis (1863-1933) conocido también con el nombre de Kavafy y considerado como uno de los más ilustres poetas griegos modernos, nació en Alejandría, donde vivió la mayor parte de sus setenta años, con la excepción de ocho años compartidos entre Liverpool y Estambul. Actualmente se le considera como el gran poeta mediterráneo de los tiempos modernos.



Arquitectura Tradicional Mediterránea Se acabó de imprimir el Día de Europa, en Barcelona, 9 de mayo de 2002 26 de safar de 1423 27 de Iyar de 5762



ARQUITECTURA TRADICIONAL MEDITERRÁNEA


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