ANDALUCÍA
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Nº 130 diciembre 2017
La mercantilización de la democracia “Con la crisis económica y financiera se ha ido consolidando esa tendencia por la que los gobiernos deben acatar ‘normas inviolables’ que sustraen las reglas del mercado al control de la democracia representativa” La profunda crisis normativa en la que nos encontramos se ha convertido en un campo más de experimentación donde transformar el Derecho en una armadura jurídica de dominación, pasando a formar parte –de manera expresa y con funcionamiento autónomo– del conjunto de mecanismos de opresión de las mayorías sociales. La mercantilización de la democracia es una de sus expresiones más preocupantes.
Con la crisis económica y financiera que se inició en 2008 se ha ido consolidando esa tendencia por la que los gobiernos deben acatar “normas inviolables” que sustraen las reglas del mercado al control de la democracia representativa. Se trata de aprobar y constitucionalizar una serie de límites no negociables por la soberanía popular. Y así parece que la democracia se convierte en un procedimiento de designación de gobernantes, cuyas decisiones quedan constreñidas por una
armadura jurídica infranqueable al margen de la alternancia electoral. Son normas que permiten al mercado actuar sin límites y garantizar la acumulación de riqueza por parte de las grandes corporaciones transnacionales. No podemos olvidar que, al fin y al cabo, las constituciones son “mecanismos estabilizadores” que formalizan jurídicamente las relaciones de fuerza en el combate socio-político. Desde esta perspectiva, las normas privadas pasan a situarse en la cúspide de la pirámide normativa. Y se convierten en una “constitución económica” que se impone –en la mayoría de las ocasiones sin ninguna oposición de los gobiernos– a los poderes ejecutivo y legislativo, sometiendo la soberanía popular al sistema económico capitalista. Por su parte, el poder judicial queda vinculado a la mera interpretación de esa sacrosanta constitución económica. Como afirman Laval y Dardot, se sustituye el gobierno de las personas por el gobierno de las leyes privadas. Esta constitución económica, eso sí, no se encuentra formalizada en ningún texto jurídico. Es una suma de normas, disposiciones, decisiones, pactos, tratados, resoluciones judiciales, planes, recomendaciones, rescates, deudas soberanas, indicadores riego-país, tratados comerciales y acuerdos de inversión,
laudos arbitrales, etc. Todos ellos entrelazados, “amontonados” y superpuestos, de forma que desacoplan las reglas de la jerarquía normativa, el imperio de la ley y el Estado de Derecho. De la reforma del artículo 135 de la constitución española hasta la aprobación del CETA, pasando por el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Japón que se ha anunciado hace unos días, se trata de normas que se sustraen a la democracia y a los derechos de las mayorías sociales. Un nuevo marco institucional que fortalece el mercado, la propiedad privada, la privatización y la desregulación de los derechos sociales. Y que se vincula, a la vez, con acciones públicas que incorporan a la armadura jurídica de dominación la estabilidad monetaria, el control de la inflación, la austeridad fiscal, el no endeudamiento, la “independencia” de los bancos centrales, el pago de la deuda… Normas privadas constitucionalizadas que todo el mundo debe obedecer, al margen de los vaivenes de la democracia representativa. Lo que resulta novedoso es que se formaliza constitucionalmente la protección de los intereses de las clases dominantes y se disciplina la soberanía popular a las reglas de derecho privado. Esta es una tendencia que viene fraguándose desde hace años y que el modelo neoliberal ha ido implementando poco a poco. Sería muy interesante disponer de un análisis detallado sobre los límites que las armaduras jurídicas globales heredadas por los gobiernos progresistas en América Latina han supuesto para el ejercicio de las políticas públicas a favor de las mayorías sociales, ya que nos podría dar mucha luz respecto a las dificultades que conlleva poner en práctica la voluntad popular. En cualquier caso, la Unión
Europea es un ejemplo paradigmático en esta línea. Recordemos aquellas palabras de Juncker hace tres años cuando dijo que no podrían celebrarse elecciones que contravinieran los tratados europeos.
Esta afirmación implica limitar los cambios sustanciales que pueda generar la alternancia electoral y, al mismo tiempo, consolidar de facto las reglas económicas por encima de las normas que protegen los derechos humanos y socioambientales que también forman parte de los mismos tratados. Y como nos demuestra la experiencia reciente de Grecia, representa una amenaza latente para toda opción política que pretenda modificar los intereses corporativos constitucionalizados. ¿Qué papel jugaron la Carta Europa de Derechos Fundamentales de la UE o la Convención Europea de Derechos Humanos en las decisiones que la troika impuso al pueblo griego que, por cierto, había ejercido su soberanía por medio de un referéndum democrático? Absolutamente ninguno. Además, la propuesta de las instituciones comunitarias y de la mayoría de los gobiernos miembros de la Unión incide en la necesidad de filtrar la voluntad de las mayorías al ejercicio “responsable” de la política de los gobernantes, que deben ajustar la soberanía popular a las reglas privadas de carácter económico que consolidan la armadura jurídica de dominación. La aprobación de la reforma constitucional exprés para limitar el déficit
público del gobierno Zapatero es nuevamente un ejemplo paradigmático al respecto.
La privatización de las normas jurídicas está dislocando los núcleos centrales y garantistas del Derecho. Así, el “derecho oficial” pierde su centralidad y se desestructura al coexistir con otro derecho no oficial dictado por diversos legisladores –no democráticos, como el Banco Mundial, el FMI, la OMC, el Banco Central Europeo, etc.– en el ámbito de la globalización neoliberal. A eso hay que añadir la “contractualización” de la ley y de las relaciones económicas, lo que provoca la anulación de los procedimientos legislativos, la dislocación de la separación de poderes y la mutilación de la soberanía de los pueblos y naciones. De este modo, se van suprimiendo las normas parlamentarias generales y se sustituyen por sistemas contractuales asimétricos o de adhesión, muy especializados, fragmentados y de una altísima complejidad técnica. Todos ellos, atravesados por las relaciones de poder que imponen las clases dominantes. Como colofón, los acuerdos y tratados de comercio e inversiones van privatizando el poder judicial mediante los tribunales arbitrales. Igualmente, van “administrativizando” el poder legislativo, subordinándolo a instituciones y
procedimientos que profundizan en la libre competencia y en la mercantilización de todas y cada una de las esferas del sector público y el interés general. La fragilidad de los mecanismos de control, la irresponsabilidad de los poderes públicos, la sustitución de instituciones democráticas por instituciones tecnocráticas y la aprobación de técnicas y procedimientos que evalúan los derechos en función de su eficacia económica, además, provocan que las legislaciones se impregnen de oscuridad y “confusión democrática”. El secreto y la opacidad son elementos constituyentes del nuevo Derecho Corporativo Global y forman parte de su metabolismo funcional. De hecho, las reglas de comercio e inversiones se elaboran fuera del control parlamentario y muy alejadas de la ciudadanía. Casi nunca se conocen los negociadores concretos, los criterios utilizados, las decisiones adoptadas… y se envuelve todo el procedimiento de valoraciones técnicas que “necesitan de la confianza” y “discreción entre los negociadores”. Las decisiones se toman a espaldas de las mayorías sociales y al margen de los procedimientos parlamentarios, “secuestrando” los textos en discusión incluso a los representantes públicos. Todo ello va alejando a la ciudadanía del control de los centros reales de poder, consolidando mecanismos autoritarios y debilitando la legitimidad de las instituciones representativas. Y es que la privatización de las normas jurídicas y la mercantilización de la democracia están provocando que los derechos humanos sean expulsados del imaginario colectivo y que se esté procediendo a una reconfiguración de quiénes son sujetos de derecho y quiénes quedan fuera de la categoría de seres humanos. Lo que nos
conduce a una nueva etapa en la descomposición del sistema internacional de los derechos humanos: las normas privadas están desplazando a los derechos humanos, protegiendo la “seguridad jurídica” de unos pocos frente a los intereses de la mayor parte de la población. Frente a la hegemonía del proyecto neoliberal, los movimientos sociales y las comunidades en resistencia tenemos el
reto de diseñar nuevas formas de participación para todas aquellas personas que viven en los márgenes del modelo político y económico. Y eso requiere, de entrada, reconstruir la democracia y los derechos humanos desde abajo y para las de abajo. Juan Hernández Zubizarreta y Pedro Ramiro son investigadores del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.
ASPA 30 años 30 poemas de mujeres del mundo Rocío Silva Santisteban es una poetisa, docente y periodista nacida en Lima, Perú, en el año 1963. Con respecto a su formación académica, cursó las carreras de Literatura y Derecho, materias que están íntimamente relacionadas con su esencia, que representan a simple vista el choque de arte y de activismo y búsqueda de la verdad y la justicia que la caracterizan. Cabe mencionar que actualmente ocupa el cargo de Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, y es a raíz de su trabajo en este campo que su nombre suele protagonizar candentes titulares en muchos periódicos latinoamericanos. Por un lado, los periodistas ultra nacionalistas de su país la considera desleal por llevar las problemáticas de su tierra al exterior a través de discusiones y debates políticos; por el otro, la prensa seria sigue de cerca a esta incansable mujer, que se compromete con la vida de dos formas diferentes pero complementarias, atendiendo conflictos gravísimos, como es el terrorismo, a la vez que convierte sus sentimientos en poesía. EL HOMBRE MÁS POBRE DEL MUNDO. El hombre más pobre del mundo …es una mujer
peruana, africana, india, quizás una mujer campesina
una mujer que fue violada por el primer marido
embarazada una y otra vez explotada durante el embarazo olvidada durante la lactancia y el parto
una mujer que cortó el cordón umbilical con sus propios dientes que a los treinta se quedó sin marido sin caficho sin pelo
y después los hijos uno por uno la olvidaron a la vera del camino
una mujer que murió y no fue enterrada cuyo rastro se perdió sobre la arena
una mujer que ni siquiera es viento
una mujer de quien no queda huella
solo un eco un eco sordo un resentimiento negro sobre la tierra.
Calendario ASPA 2018 Ya tenemos nuestro calendario de mesa de 2018. En este año seguimos soñando en la cooperación entre los pueblos y queremos seguir aportando nuestro granito de arena a este sueño cuando cumplimos 31 años desde los inicios de ASPA.
Hasta que nos salgan arrugas en las comisuras de los labios seguiremos con el empeño en "de Sur a Sur" porque mirar desde el Sur es transformar el mundo. El calendario se ha enviado a nuestrxs socixs y voluntariado, si no lo has recibido puedes pasarte por nuestras sedes a recoger el tuyo. Carta presentación del Calendario escrita por nuestro compañero Luis Pernía “Desde este sur de Europa. Desde la llamada a la hospitalidad de las pateras que cada noche llegan a nuestra costa. Desde la desolación que nos producen los vientos de guerra que azotan nuestras cercanías mediterráneas. Desde esta frontera sur de los países ricos, abierta de forma natural hacia África y América Latina. Desde esta tierra andaluza, conocedora de la amarga experiencia del olvido… queremos construir un puente de comunicación con todos los sures de este planeta. Un puente de sur a sur, sostenido por dos grandes pilares. Uno, apoyado en este lado del mundo, cimentado en la creciente conciencia que para nuestro futuro tienen los principios de Solidaridad, Paz y Cooperación. Otro, apoyado en el lado de allá, sostenido por la aspiración de los pueblos del mundo a un orden socioeconómico internacional más justo, equitativo, ecológico, humano y solidario. Llevamos 31 años, pero estamos comenzando la obra. Contamos con pocos medios y con una gran dosis de entusiasmo y siempre en conexión con otros grupos que comparten este espíritu constructivo. Nuestro proyecto de puente nos ha llevado al Sáhara Occidental, Cuba, Comunidades originarias de Bolivia, Perú, Ecuador, Chiapas, Panamá, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Uruguay, Benín, Burkina Faso, Togo, Palestina, inmigrantes de todos los pueblos, nuestros barrios, nuestras escuelas y universidades … y a su lado deseamos caminar juntos. Este puente, construido sobre la terca utopía de la construcción de un mundo más humano, más justo, solidario y cuidadoso con nuestra casa común, la Tierra, depende en parte de ti, que ahora nos tienes en tus manos, de que asumas como tuyo este proyecto y contribuyas, de la forma que estimes conveniente, a su consolidación. Tú tienes la palabra. Un saludo de Solidaridad y Paz.”
Y para finalizar el boletín compartimos los últimos artículos que hemos subido a nuestra web:
ASPA 30 años 30 poemas de mujeres del mundo: “Sin raices” de Salma Jadra al-Yayyusi
Comunicado de la RedGra por el Día Mundial de las Personas Migrantes