DE SUR A SUR ANDALUCÍA
www.aspa-andalucia.org
Nº 83 marzo 2016
El rol de las ONGD en los próximos años En La crisis de los últimos años en nuestro país ha afectado de manera muy profunda a las ONG de cooperación al desarrollo con un recorte drástico de los fondos, la consiguiente necesidad de reajuste o discontinuidad de nuestros proyectos, un desmantelamiento de nuestras estructuras e incluso la desaparición de muchas ONG. Pero es que, además, a las ONG de cooperación al desarrollo, la crisis nos ha pillado también con el pie cambiado, en cuanto a nuestros modos de hacer, nuestros discursos, nuestros mensajes.
De pronto, las cosas que relatábamos y que interesaban, al menos a un cierto públicolas cuestiones del hambre, los conflictos bélicos y sus consecuencias en la población, la educación de los más desfavorecidos, por poner sólo algunos ejemplos, que sucedían en países lejanos,dejaban de interesar en nuestro país, acuciado también por grandes problemas y por crisis que imaginábamos, con razón o sin ella, tan graves como las que asolaban otros países de África, Asia o América Latina. Las ONGD nos hemos ido adaptando como hemos podido, en algunos casos, hemos desviado el foco de nuestras actuaciones a España. Pero, ¿es ésta la solución? ¿qué nuevas claves
debemos poner en marcha o debemos fortalecer para continuar siendo relevantes? A mi juicio, éstas podrían ser algunas: 1. Construir narrativas y hacer pedagogía. Frente a la cultura del neoasistencialismo, hay que insistir en que la transformación social pasa, necesariamente, por la transformación de los valores y por la transformación individual. La construcción de un mundo más justo, sostenible y solidario para todas las personas requiere cambios profundos en nuestros modos de vida a nivel individual y colectivo. Resulta evidente la necesidad de replantearnos nuestros modos de consumir, nuestro modelo socioeconómico y ecológico para que nuestro mundo pueda ser sostenible. Esto es algo ya casi antiguo, pero que ha cobrado plena actualidad. El “vive sencillamente para que otros sencillamente puedan vivir” sigue hoy vigente y ha recobrado su vigor. 2. Denunciar, pero también ofrecer alternativas y soluciones. Para ello, la investigación sustentada en los datos y la práctica, debe ser un eje importante de las ONGD. Y naturalmente, también la divulgación/ la visibilidad, en el ámbito político, mediático y social de los hallazgos, buenas prácticas y propuestas alternativas en campañas de sensibilización e incidencia. 3. Globalizar la solidaridad. Apelar a lo más auténtico y genuino de las personas, hablar de valores y de emociones. Las