Construcción de redes solidarias

Page 1

SIMPOSIO BELO HORIZOPNTE – BRASIL 11/13 de Junio 2015 "Construcción de Redes Solidarias" (re)existiendo desde lo comunitario Autor: Dr. Leonardo Martín Dorony Saturno

Pensar en las políticas públicas referente a la prevención y atención de las conductas suicidas, es reflexionar sobre las bases de la educación ciudadana, las culturas así como los procesos de institucionalización. Esto genera ciertos mitos y rituales que la mayoría de las veces no satisfacen la demanda poblacional. Vemos que el suicidio crece, ya sea por las denuncias o las estadísticas, pero hay una realidad, las personas se siguen suicidando. No podemos dejar de lado, los aspectos que hacen a los procesos de educación en general así como los procesos de socialización y las prácticas de y en lo cotidiano que configuran lógicas de funcionamiento institucional, social, comunitario y personal. Para desarrollar prácticas preventivas de la conducta suicida en comunidades, se piensa desde la acción multidimensional. Es por esto que se pretende desarrollar un análisis que comience con una descripción del entramado entre cultura, ciencia y la administración de las necesidades humanas y sociales. Construcciones subjetivantes, constructoras de realidades, que promueve la violencia estructural (Galtung, 2003)y determinan acciones que vuelven cómplices a las instituciones sociales así como también a muchos trabajadores que, inconscientemente, se comportan y actúan como los sicarios del sistema operante. Muchos hablamos desde el escritorio con la tasa de café en mano, criticando al sistema laboral, la institución y sus direcciones. Pero cuando se trata de moverse de la silla o que simplemente le amenacen con quitársela, casualmente en ese momento su boca se le llena de pan y ya no puede hablar ni ocuparse de otras cosas, porque así se lo exigen. El recordar la cantata de Santa María escrita por Luis Advis interpretada fundamentalmente el grupo Quilapayun, que narra los sucesos de la matanza de 1907 en la ciudad de Iquique, Chile, es un


recordatorio también del presente y que nos permite transitar en este peregrinar, entre la injusticia y el horror cometido por aquellos que defienden el estatus quo. Hoy me pregunto si con el tema del suicidio, muchos que estamos trabajando en la salud, no nos encontramos también del lado de mantener el estatus quo. Así como también no representamos en muchos casos, al neomalthusianismo. Muchos suelen culpabilizar al otro, al suicida, al ladrón, al drogadicto, como el criminal y el bárbaro, siendo en el fondo uno mismo el cómplice y hasta el asesino por garantizar o ser parte de la maquinaria que mantiene tanta miseria y no denunciarla en el momento de nuestra intervención. Intervenciones ya sea en la comunidad, con los vecinos, en las aulas, en las fábricas e instituciones. Muchas justificaciones y argumentos que creamos para sentirnos casi por fuera de este delito. Pero somos parte de esta sociedad, parte de este momento histórico y por lo tanto, somos corresponsables de lo que se construye, así como también de lo que se destruye, siendo en muchos casos la vida misma. ASULAC es un intento de buscar alternativas, es un escenario de denuncias, de compartir métodos innovadores así como experiencias que se colectivizan como una alternativa de las realidades latinoamericanas. El re-existir en un intento desde lo social de buscar nuevas formas de existencias, de construir nuevos y diferentes lazos sociales que construyan un diferente tejido social del que contamos actualmente. El re-existir es una propuesta desde la vida misma, desde donde ya nos negamos a simplemente resistir. La lucha del conjunto de la población, estudiantes, obreros, amas de casa, mujeres, hombres, jóvenes, profesionales, maestros, ha sido siempre resistir. Resistir las represiones, los asesinatos de Estado, las desapariciones y torturas, hambre, desolación, abandono, miseria social y humana. Los niños de la calle, los trabajadores desocupados, familias disgregadas, migrantes deportados, excluidos sociales del tiempo de las tecnologías. Por otra parte, nuestros sistemas políticos partidarios y gubernamentales se van vistiendo de la corrupción y el acuerdo sistematizado con el gran capital para funcionar y en muchos otros casos, para sobrevivir. La barbarie que muchos pueblos aceptan vivir frente a lo que les


pasaría si se les ocurriera autodeterminarse, promueve el aceptarse esclavo y buscar que las cosas no cambien ya que por lo menos tenemos lo que tenemos. Imponen el paradigma de lo cibernético volviendo al trabajador y obrero, un robot de carne y hueso. Y un robot barato, con producción a bajo costo, con simple mantenimiento y un combustible autosustentable como la sangre. Al fin, si se deteriora o se termina, hay miles en la fila esperando para ser usados. Máquinas del siglo XXI de la estupidez humana. Re-existiendo desde lo comunitario es retomar la sabiduría organizativa de cada comunidad, tomando en cuenta sus recursos y su historia, buscando en conjunto con los profesionales, comunidad organizada y promotores en general, un trabajo de reconocimiento que visualice las realidades sociales, de grupos, familiares e individuales. Se busca intencionadamente la construcción de espacios que produzcan salud, encuentro social y desarrollo humano. El retomar los caminos de la solidaridad entre las personas y los grupos, es transitar por el reconocimiento del Otro, construyendo programas de acción que involucren a las políticas públicas y sean propositivas para la acción. Es buscar que la calidad sea prioritaria en el encuentro y no en los procesos administrativos. Buscar en el encuentro es crear colectivos organizados de trabajo que logre participación con procesos democráticos, logrando aprendizajes de socialización mediante otras formas de asociarse colaborando y creando espacios significantes por donde se genere debates sobre la vida cotidiana, condiciones de vida y aportes intelectuales y filosóficos. Es trabajar con y desde la incertidumbre, usando las herramientas disponibles para crear acciones innovadoras. Buscar terminar con el divorcio administrativo y político entre la calidad y la innovación, ya que si se impone la calidad administrativa, no se puede romper los procesos para innovar; y si se innova, se rompe los procesos administrativos. La comunidad, las personas, y nuestras necesidades, tienen otros tiempos y procesos que se centran en la realidad humana y no en los tiempos administrativos, en fechas de presupuestos o de elecciones. No se puede elaborar acciones que solo estén estructuradas de acuerdo a quienes están en el poder y mientras éstos perduren en el mismo. Tenemos que pensar en procesos de desarrollo de las personas, de crecimiento,


de etapas y ciclos de vida, buscando prevenir las conductas de riesgo y promoviendo acciones saludables con nuevos aprendizajes que conduzcan a crear oportunidades de desarrollo en todas las áreas. Es trabajar en la construcción de acciones multidimensionales, estructuradas pedagógicamente y buscando una sistematización a través de una praxis que articule la realidad social con los recursos y realidades comunitarias. Es facilitar los procesos de salud recursivos, acompañando a la población en su desarrollo y creando las oportunidades para conquistar los satisfactores que permitan el logro de la mejora en la calidad de vida personal, familiar, social y comunitaria. Es buscar cambiar el uso del poder, restrictivo, de camarilla, faccional, omnipotente y en muchos casos de prácticas fascistas, con el cambio hacia políticas incluyentes, desde el cual las diferencias se puedan expresar y crear en conjunto nuevas estéticas desde las realidades interactuantes. El crear nuevos aprendizajes mediante el trabajo cooperativo es gestar la conciencia de la importancia del lugar de lo colectivo. El crear las redes comunitarias a partir de los colectivos comunitarios es crear herramientas para enfrentar los retos de la vida cotidiana y promover otra forma de educación social a partir de la interacción de las diferencias creando la pluralidad. Hoy nos encontramos en una realidad histórica en donde la mayoría de las instituciones educativas han abandonado su fundamento en el dar respuestas a las demandas sociales, generando procesos que solo están dando respuestas y satisfactores a los representantes del gran capital y sus empresas. La mayoría de las acciones e investigaciones están centradas en recibir los dividendos, recursos de este sector, por lo que en los aspectos sociales, se toman hoy como un gasto y por lo tanto improductivo para los recursos materiales institucionales. Hoy la mercantilización de la educación logro expoliar de la misma a los sectores populares y marginales, promoviendo aún más la exclusión social. Ha instalado la disgregación de lo colectivo, imponiendo las acciones individualistas tras las banderas de la competitividad, quitando así la capacidad para avanzar con los otros y quitando el empoderamiento que se logra desde lo colectivo.


Uno de los problemas que esto genera, es que la población más necesitada, se ve excluida de contar con las herramientas de la educación. Sólo reciben las migajas de una política educativa que solo se acerca a la comunidad para experimentar con la gente, tomarlos de conejillos de india, al mejor estilo de la novela Un mundo Feliz de Huxley, donde los “civilizados” concurren hasta en excursión, a ver en cómo viven los “primitivos”, fuera del perímetro de la ciudad. Si a esto le agregamos los procesos impuestos desde el poder científico, borra la existencia del saber popular y con este, a la misma población con su realidad, borrando su subjetividad. Este borramiento hace que la comunidad no visualice una forma de conquistar su libertad, sino que destruye la capacidad del pensar y del pensarse, evitando así una forma de constituirse en sujeto histórico. Esta anulación de su existencia va sembrando también la capacidad para representarse y por ende, de lograr mecanismos de resistencia, incorporando solo las formas de subsistencia desde la exclusión social. La falta de autonomía en los aspectos socioedeucativos que promueven hoy las políticas mercantilistas, son parte de las exigencias en los convenios con los organismos internacionales como la OCDE, Banco Mundial y FMI, enajenando de la educación a amplios sectores de la población. Las políticas educativas así como las acciones de las políticas públicas de los gobiernos de turno en general, han servido al poder de las clases dominantes y sus castas a través del servilismo que se instituye a través de las estructuras verticalistas y la inexistencia de espacios de expresión, así como del mutismo selectivo administrativo. La imposición de reproducir contenidos educativos con claros anclajes a la lógica mercantilista de la competencia y la ganancia material. Ha servido para el aumento de la pobreza intelectual, resultando inútiles para la reflexión de la vida cotidiana como proceso de desideologización estructural, restringiendo paulatinamente la acción educativa que se basa cada vez más, en un aprendizaje tecnocrático. Se planifica de componer o reparar lo que está mal y molesto para el poder, de acuerdo a su manual, pero no en promover el desarrollo humano en todas sus capacidades de acuerdo a la necesidad de la comunidad. Los poderes políticos, nacionales e internacionales, al estructurar la educación en función de las exigencias de la


economía y las lógicas del mercado, construyen una política educativa basada en competencias utilitaristas más no reflexivas y competencias sociales basadas en el aniquilamiento del otro, no en la colectividad. Evitan crear contenidos ideologizantes, centrados estos en lo tecnocrático. Promueven la competencia anulando la diversidad, incorporando conocimientos fragmentarios orientados a servir al gran capital. El acontecer educativo niega el interés colectivo, generando una sociedad impositiva de la ley hacia el más fuerte, el más hábil y el más desarrollado, escondiendo así la justificación de convertirse en verdugo de sus iguales obteniendo las mejores armas que le brinda el opresor. Cada vez más la población se siente excluida de poder tener procesos que conlleven justicia, que permitan vivirse en fraternidad y solidaridad, no logrando desplegar lo afectivo como parte de la apropiación del sentido de la productividad y no pudiendo crear los mecanismos de los procesos de simbolización como herramienta para la liberación (Baró, 1983). Hoy la educación es una maquinaria que convierte a la persona en una mercancía-cosa, alienando a los que llegan a ser profesionales que suelen repetir los mecanismos de tortura sufridos en el mismo proceso de la orientación hacia la deshumanización científica. La aplicación de la ciencia vaciada de los fundamentos filosóficos, se convierte en el arma de aniquilación de las mayorías, al estar manejada y promovida por las minorías que persisten en mantener el poder opresor, omnipresente y omnipotente de este DiosMercado. Hay que pensar los criterios de validez del conocimiento que logren visibilizar las prácticas de los grupos sociales y la construcción comunitaria, así como también los andamiajes que se han construido históricamente para revictimizar y des-empoderar a las personas. Tenemos que construir herramientas que permitan visualizar las condicionantes que generan las ideaciones suicidas y promueven como solución para evitar el sufrimiento, la muerte. Muchas de las instituciones que suelen encargarse del bienestar social, se centran en actividades y políticas que permiten sostener la miseria y crear un sentido de “ganado de engorde” en la población. Hoy se ven las comunidades como un zoológico donde


se les tira comida a distancia para que no se quejen tanto ni hagan escándalo. Mantenerlos ilusionados hasta la próxima elección de autoridades con la promesa que las cosas cambiarán y así poder utilizarlos como parte de la maquinaria electoral. Hoy más que en otros tiempos pasamos de ser personas, a la categoría de seres domesticados, bien entrenados para denunciar al compañero y comerle su comida, manteniendo así el estatus quo del nuevo proceso histórico de esclavitud aceptada y promovida transgeneracionalmente. La tarea es encontrar otras pedagogías que trascienda los límites institucionales, que promuevan transformaciones en lo institucional, a través de insertarse desde y en lo comunitario, buscando articular lo social con la creación artística y cultural como forma de expresión y acción que materialice la conciencia libertaria, logrando que lo diferente no se transforme en desigualdad. Los espacios de expresión, como práctica democrática en y de las comunidades, no tienen que depender de los espacios que permite el poder verticalista para la participación, sino de las prácticas horizontales que se construyen mediante las acciones colectivas de la participación y toma de decisiones autogestivas en una praxis ética, (Revellato, 1989). El lograr que se concretice estas prácticas, dependerán en tomar en cuenta los procesos históricos de la comunidad y el rescate de sus recursos como los procesos de participación que se vayan construyendo desde lo cotidiano. Como profesionales, promotores, trabajadores de la salud y de la educación, tenemos que levantar las banderas por la instauración de modelos educativos que brinden espacios a la expresión popular con políticas inclusivas. Si pretendemos trabajar desde la prevención para evitar los suicidios, tenemos que pensar en la raíz de las condiciones que producen las conductas de riesgo negativas. Visualizar los catalizadores que aceleran los procesos personales y colectivos de la desesperanza y la desilusión, de la soledad y la desesperación. Es generar trabajos que se desarrollan incorporando las políticas de inclusión, es pensar y reflexionar sobre la acción multicultural, en donde la organización social se inserte en la institución educativa a través de su participación directa,


trascendiendo los muros y crear una amalgama comunidad-educación. Es darle voz a la desigualdad social para formar sujetos políticos, conscientes de su existencia humana junto con otros, permitiendo debatir sobre las condiciones humanas de existencia y generar procesos de tomas de decisiones que promuevan caminos de transformación social (Freire, P 1984). Es crear formas organizativas que permitan construir nuevas formas de participación y acción que lleguen a conquistar posibilidades y oportunidades de lograr los satisfactores sociales. Es la construcción de un espacio con legitimación del derecho social que lo mercantilista expolió imponiendo sus leyes y enajenando las identidades sociales, grupales y personales. Antes venían en barcos, hoy nos llegan por diferentes dimensiones, desde lo real material con sus productos y producciones hasta lo virtual, el poder de los mass media y las instituciones encargadas de construir un supuesto saber, imponiendo lógicas y construyendo realidades desde un uso del poder opresor y esclavista. Es necesario promover la generación de otros conceptos que permitan identificar las realidades que produjo los mecanismos de opresión y construir nuevas estructuras teóricas desde la cosmovisión comunitaria-educativa-científica. Promover lo dialógico entre lo regional y lo latinoamericano, como forma de romper con el etnocentrismo axiológico y científico, reflexionando sobre la ciencia aplicada y los intereses que desde éstas se persigue. El crear otras estructuras conceptuales es lograr ver aquello que no se mira, que no se toma en cuenta, como lo puede ser el proceso en el encuentro, así como ver a un Otro, además del sí mismo. Es una forma de reconocer la existencia de la Otredad como forma de tomar consciencia del entorno, surgiendo así la alteridad (Levinas, 1993) Los procesos de análisis tienen que soslayar los mecanismos que producen la violencia cultural y la imposición de los valores éticos y estéticos como son los constructos xenofóbicos. Es abrir espacios de reflexión y debates por donde se construyan condiciones sociales que se apropien del saber académico-popular a partir de las realidades multiculturales. No se trata de dar la oportunidad sino de posicionarse en luchar por conquistar este espacio de acuerdo a la realidad de cada lugar y no desde la concesión limosnera desde el


poder. Se trata de construir concepciones y análisis por procesos de teorización sustentados en un marco filosófico que permita comprender la alteridad y por ende, la inclusión de la multiculturalidad. La alteridad es la base fundamental que fomenta lo dialógico, los posibles acuerdos y la mediación, mediante la resolución no violenta de conflictos como parte de la educación para la paz. Está representada por la voluntad de entendimiento desde las diversidades existentes que son cobijadas por la toma de consciencia de la representación que hacemos del otro y del sí mismo. Es importante cuestionarnos como profesionales que estamos en los espacios que multiplican las relaciones de poder asimétricas a partir de la imposición de las condiciones de cientificidad. Estas condiciones son propias de las relaciones históricas colonialistas que desvalorizan los productos del saber local y el pensamiento latinoamericanista. No solo es el idioma que se exige para ser parte de la comunidad científica, sino también de las metodologías como parte de una forma impuesta de la ciencia aplicada, construcciones conceptuales, filosóficas y formas investigativas, desvalorizándose cada vez más los métodos cualitativos y los posicionamientos desde la filosofía crítica. En los espacios de la vida cotidiana, mientras existe un discurso de la diversidad y la libertad de ser, se impone desde lo material y las prácticas relacionales, una forma de violencia que hace a las prácticas de excluir, desvalorizando la existencia del Otro. Se exige una existencia a través de su negación como persona, exigiendo vestimentas, lenguajes, posturas corporales, productos tecnológicos para creer ser. Es parte de la legitimación de la violencia estructural que desconoce las identidades, salvo la impuesta por ésta desde el lugar del poder. Las personas, en especial los jóvenes, adolescentes y cada vez más los niños, transitan por este puente que al parecer descubren que los lleva al matadero. Frigoríficos de subjetividades que se cristalizan y muelen las carnes de los cuerpos de aquellos que quieren diferenciarse. Sólo aquel que se deja imprimir la identidad impuesta desde el afuera es el que cree ilusoriamente, tener la oportunidad algún día de ocupar otro lugar. Esta obnubilación de lo real, produce al despertar la gran desilusión, promoviendo el acto suicida como única salida y confirmar que se tiene aún el


poder para decidir aunque sea, el no existir. Quizá sea el único momento por el cual la persona asume el empoderamiento de su vida, paradójicamente logrando su muerte. Por esto, es que solo desde el grupo, o desde la escucha con el otro real y acompañante, puede ser capaz de lograr la facilitación de los procesos y capacidades personales, ayudando a la persona a reflexionar, descubrirse ante esta otra mirada que es de un Otro, que le da soporte, comprensión y existencia. Viendo el rostro del otro es ver su vulnerabilidad, a tal grado que nos interpela en nuestra

propia

existencia

vulnerable

que

nos

exige

aceptarnos.

Esta

responsabilidad que asumimos es porque la demanda la tomamos y en ese momento no hay otro más que nosotros mismos, antecediendo al mismo acto de libertad, ya que al responsabilizarnos, tomamos en nuestras manos el acto de decidir libremente estar aquí con el otro. Este Otro, da la posibilidad de nombrarse y nombrar una realidad, construir un sentido por el cual comiencen los procesos de simbolización a ofrecer nuevos significados y con éstos, construir otra posible realidad. El descubrir que el estar afuera totalmente era lo alienante, siendo uno mismo un objeto y que el estar reflexionando viéndose uno entre los otros, en un contexto social con el semejante y las diferencias, gesta el proceso de subjetivación pudiendo así asumir su propia existencia. Este transitar, del afuera hacia el adentro y volver a salir empoderado del sí mismo, responsables de nuestra propia existencia, construye el contexto del nosotros. Este transitar, promueve la inversión de la mirada por la cual, el que está equivocado, es el sistema, es ese Dios-Mercado que impone la muerte desde el discurso de la vida, que logra crear sufrimiento desde la búsqueda frenética de un placer que nunca llega o simplemente crea el espejismo de un aliento. La matrix llega a su fin, sin lograr imponer la exclusión social, ya que lo social es otra cosa, que solo los sujetos empoderados retoman. Sólo a través de un posicionamiento ideológico, la política del vivir logra crear los espacios de existencia humana frente al encierro y alienación que conduce hacia la muerte. La lucha en contra de imponer los espacios aniquilantes y restrictivos es por donde se pudiera lograr una alternativa ante aquellos en los que transitan con la creencia de la salvación eterna a través del consumismo y el mercado. Sólo los


que ostentan el poder, desde lo económico con los anclajes desde el etnocentrismo y de la imagen falaz que construye el imperialismo de lo estético y lo moral, son los que gozan impunemente del genocidio de la clase obrera, trabajadores, marginados y excluidos del sistema colonial. Drogas, asesinatos, violencia urbana, enfermedades mentales, depresión y suicidio, son los resultados donde millones de personas son mantenidas o empujadas hacia la pobreza y la miseria social y humana, promovidas desde los organismos internacionales por la imposición de la posmoderna ley de Malthus ante el juicio por “no ser desarrollados”. El trabajar por elucidar prácticas con las comunidades que promuevan la prevención del suicidio, es promover espacios que permitan el hablar, el decir, el expresar todo el dolor y el sufrimiento al despertar de la anestesia o droga que mantienen a la mayoría de la sociedad en un impase vital. Es acompañar el shock que surge al tomar conciencia de lo absurdo que cada uno lleva el supuesto vivir. Trabajos, cuando los hay, de más de 10 y 12 horas diarias, traslados de más de hora y media, saliendo antes del amanecer y regresando al anochecer. El despertar de lo ilusorio que por más que se trabaje no se sale de la situación de miseria. El ver y ser acusados que dejan sus hijos abandonados, que se drogan y se hacen delincuentes y violentos porque los padres no están con ellos. El descubrir que con la persona que sembraron ilusiones de compartir la vida, comparten la miseria y la violencia, el alcoholismo y la drogadicción, los golpes, insultos, abandonos emocionales y la creación del sentimiento de soledad. El darse cuenta que no hay tiempo ni espacio para que exista alguien quien escuche ni pose una mirada, una caricia, un abrazo. El abandono ya no es solo de la pareja, de la familia, de la comunidad y el gobierno, los rompimientos de los lazos sociales, sino que hoy, se ha llegado al propio abandono. Uno mismo se abandona ante la desilusión y la desesperanza, ante la confirmación que ya no es posible una vida ante la alienación cotidiana, viviendo entre zombis o siendo parte de éstos. El despertar de la Matrix trae dolor, agotamiento y desorientación (Dorony, 2014). Este es el momento donde el profesional de la salud, del promotor o vecino que está de éste otro lado, le brinde el cobijo y la bienvenida. Practicar un nuevo


nacimiento, una nueva existencia hacia la vida, sabiéndose sostenido por los brazos de la solidaridad, la tolerancia y caminando hacia la justicia social. Es lo que da legitimización al lograr vivir, salir de lo absurdo y construir significados, propósitos vitales y construcciones identitarias por donde se empodere de su propio existir en comunidad. El transitar por estas alternativas es pensarnos en colaborar en construir colectivos comunitarios, formando brigadas de acción que permita a través del arte y la cultura, crear espacios de expresión y acción comunitaria en solidaridad. Es facilitar los procesos por el cual se pueda percibir otro mundo, otra vida, desde las vivencias prácticas a partir de las acciones cotidianas y la implementación de los talleres con sentido. Trabajar desde las perspectivas de la multiculturidad y la construcción de género, son vía que se desarrollan a partir de la proximidad con el otro. Sólo desde esta proximidad es que se materializa la solidaridad como vía hacia la humanización. Es poder incluir la existencia del otro en el entorno de mi existencia, ya que ese otro tiene un lugar que debo respetar para que también ese otro se dé cuenta que tiene un lugar y una presencia, cuidando desde la mía, el no invadir y menos, usurpar. Es asumir que el otro es diferente que yo y que también es similar en cuanto que necesita de las condiciones necesarias para desarrollarse en sus potencialidades y existir libremente, las cuales son diferentes a las que yo poseo. La propuesta es ser partícipes de la construcción de una diferente vida cotidiana por donde se tejas nuevos lazos sociales desde otras estructuras que armarán los que participen y se involucren en cada actividad. Es desarrollar una pedagogía comunitaria que se articule con la realidad social y promueva los aspectos de la vida en salud, en desarrollo y en construcción. Promover el compartir, el colectivizar ideas, promoviendo el placer de sentirse y disfrutar de cada momento. Promover la crítica de la vida cotidiana (Pichon-Rivière y Pampliega,1985) como estrategia de reflexión, realizando grupos de encuentro y grupos temáticos. Involucrando la expresión artística y cultural como medios para la expresión, la comunicación y la promoción. Involucrar a todas las edades, que


interactúen desde su condición histórica, compartiendo sus saberes, experiencias y nuevos aprendizajes. El trabajar por la prevención de las conductas suicidas es trabajar promocionando otra vida, otra existencia. La promoción de nuevos imaginarios sociales por donde se visualice que otro mundo es posible. Es desaprender de la utopía capitalista de producción para incorporar otros y nuevos caminos que construyan otras estructuras utópicas, desde el cual se expresen nuevas estéticas de la vida cotidiana como sostén de un diferente campo axiológico. Es accionar con y desde una ética por donde el otro también existe. Es afirmar la trascendencia de mi presencia y la del Otro que construye desde lo dialógico el Nosotros.

Son

procesos

de

intervención

y

acción

intensionadamente

desidelogizantes. A partir de la sistematización de crear espacios de expresión y talleres con sentido, se van creando los procesos psicosociales de la familiarización hasta lograr la instauración de la naturalización como forma de crear otra sociedad, otros mitos como forma de volver a ideologizar desde otra construcción social. (Montero, 2003) Desarrollo

Esta perspectiva de trabajo es pensando las prácticas preventivas de las conductas de riesgo psicosocial. Pensando en lo multifactorial y multidimensional de la producción de la conducta suicida, la alternativa de pensar otro sistema social, es crear la oportunidad de valorar la producción comunitaria que conduzca hacia la salud. Por esto, el crear espacios de salud pasa también por la construcción de colectivos comunitarios y redes solidarias en las comunidades. Es lograr procesos que se basen en una nueva significación de las diversas necesidades. Es crear espacios de expresión colectivas por donde se genere una escucha

activa,

comprometida

y

corresponsable

de

las

construcciones

comunitarias y sociales. Estas tienen que ser acompañadas y reflexionadas con el propósito de responsabilizarse desde su propia vida cotidiana, de las acciones que


se entiendan que se deben desarrollar. Desde aquí es por donde podemos pensar el rol del profesional, del promotor, del activista. En un inicio, es importante romper las proyecciones que aparecen desde el lugar de la queja y juntos, dimensionar la situación que se presenta como problemática colectiva. Buscar y rescatar recursos personales, de grupos y comunitarios, con la perspectiva que no existe una solución individual y que sólo el desarrollo de la comunidad y su compromiso en lo social, es lo que puede construir estructuras por donde se desarrollen actividades con perspectivas de solución. Uno de los aspectos más relevantes, es contar o apropiarse de un lugar de reunión como parte de comenzar con el empoderamiento para el logro de la expresión. Aquí se comienza a enumerar

las situaciones, condiciones y los

hechos, poniendo con la comunidad presente, las prioridades. Es importante el tomar en cuenta las representaciones sociales que se tienen construidas en el lugar, así como los elementos de la misma historia comunitaria con sus frustraciones. Lo central es crear con la comunidad o representantes presentes, un primer llamado general para involucrar al conjunto de la comunidad. Este llamado puede darse a partir de actividades lúdicas recreativas y expresiones culturales. Elaboración de títeres, cuenta cuentos, creación literaria, lectura de poemas, pintura, canto con letras alusivas y música, teatro espontáneo, danza, memoramas y loterías temáticas, expresiones artísticas de acuerdo a lo que esa comunidad desarrolle. Lo importante es que cada actividad se le dé un sentido de lo que se quiere trabajar. En este proceso, lo que se visualiza es la interacción de las tres generaciones. El construir actividades por la cual interactúen diferentes generaciones compartiendo su subjetividad así como sus historias y saberes, permite el desarrollo de nuevos lazos sociales desde donde se comienza a reestructurar el funcionamiento comunitario a partir de una forma diferente de construcción de tejido social. Al finalizar cada actividad, sería importante reflexionar sobre lo aprendido y desarrollado como forma de abrir ese espacio


interno desde el cual crea la esperanza y la ilusión ante nuevas experiencias desarrolladas. Tenemos que tomar en cuenta que una cosa es la vivencia y otra la experiencia. En estas acciones, buscamos crear experiencias en el sentido que una vivencia se pasa emocionalmente y se puede recordar o no, pero no genera cambios en lo cognitivo y por lo tanto en lo conductual tampoco se genera el cambio en la vida cotidiana. La experiencia es un campo por donde se incluye lo cognitivo, mediante el aspecto de permitir la reflexión. La reflexión desde confrontar las historias con este presente y dilucidar lo diferente para ser apropiado y crear una nueva subjetividad, mediante el acto de subjetivizar la acción. Estos procesos buscan el intercambio subjetivo para crear nuevos imaginarios sociales, siendo otras representaciones y significados (Castoriadis, 2007)

que

transiten en otros caminos para revertir la situación de dominación, exclusión y desigualdad

estructuralmente

presente,

construyéndose

fundamentalmente

mediante la intervención sobre los problemas y necesidades colectivas. Son formas que permiten el trabajo para visualizar la violencia simbólica y la represión que son ejercidas para provocar estados de vulnerabilidad, de impotencia, fragmentación del sentido común y falta de credibilidad. Se presentan como evidencia diferenciada ante las historias frustradas de la comunidad, tomando una nueva experiencia por la cual es posible compartir, creándolos con los recursos propios y desde el empoderamiento de la comunidad. Es articular desde la ciencia aplicada y teórica una perspectiva histórico-social y filosófica, dirigida siempre al desafío de crear un pensamiento complejo que sea capaz de dar cuenta, de hacer pensar, la dimensión de autogeneración, de creación, de ruptura y surgimiento de lo nuevo. Es dar un lugar de existencia a lo rizomático (Deleuze, 2002), permitiendo que emerja lo que cada colectivo construya y generando las herramientas metodológicas, conceptuales y filosóficas que permitan construir otras formas de ciencia aplicada, aprovechando los avances tecnológicos y poniéndolos al servicio de los pueblos. Se trata de reapropiarse de los avances


científicos que fueron exploliados para brindar beneficios particulares y promocionar las guerras, poniéndolos otra vez al servicio de las grandes mayorías. Es hacer énfasis que cada persona, interviene en interacción con lo históricosocial en la comunidad por lo cual, cada imaginación y la autonomía de pensarse y ubicarse en este proceso histórico, ocupan un lugar decisivo, haciendo necesaria una nueva lógica como fenómenos de reideologización. Es romper definitivamente con la separación entre ciencia y filosofía, asumiendo que cada subjetividad integra todo un saber. Esto se sustenta desde la concepción que cada persona se articula con lo social, así como lo social es un marco legitimador y estructurante de cada persona. Por estas concepciones es importante crear nuevas significaciones, identificaciones y representaciones para permitir que las subjetividades se vayan creando para darle otro sentido y éste, promueva los cambios en el imaginario social ante la reflexión de la alienación en que se ha construido su existencia. Tiene un claro carácter político e intensionado que reside en la necesidad de responder a los urgentes problemas y necesidades que presentan las comunidades. Se busca orientar las acciones hacia la transformación de las condiciones de opresión, pobreza, exclusión y desigualdad, potenciando los saberes populares. Se direcciona hacia reafirmar los recursos propios para desarrollar el fortalecimiento de las capacidades sociales comunitarias con alto grado de compromiso social mediante prácticas democráticas y solidarias, garantizando la participación permanente en las decisiones que afecten a la comunidad. Hay que tener presente que los elementos básicos que permiten el funcionamiento del poder son la violencia, el discurso del orden y el imaginario social instituido. Este universo de significaciones, siendo el imaginario social instituido, hace que el poder funcione haciendo que los miembros de una sociedad enlacen y adecúen sus deseos al poder, de acuerdo a lo que se dicta desde éste y su forma de funcionar. (Castoriadis, 2007) Este imaginario social interpela a las emociones, voluntades, sentimientos y rituales que promueven las formas que adquieren los comportamientos de agresión, de temor, de amor, de seducción que son las formas en que el deseo se anuda al poder. El cuestionar mediante la reflexión y la actividad práctica colectiva es una forma de develar estas


conexiones que hace a la repetición histórica, frustrando todo intento de cambio y desilusionándose ante los procesos truncos de transformación. Por esto, el poner en duda estos imaginarios ya instituidos por la sociedad, hacen a cuestionar los significados y por lo tanto las estructuras de las formas de uso del poder, logrando así la alternativa de los procesos de empoderamiento personal y comunitario. El colectivizar desde la multiculturalidad otras realidades sociales, otros mitos así como otras geografías imaginarias que crean una cartografía conceptual novedosa, crean algo que aspira a ser, crean en definitiva otras utopías. El promover expresar y a alcanzar su autonomía desde las prácticas subjetivantes, desalienantes, van construyendo otras relaciones sociales con la comunidad, con la naturaleza, entre los géneros, impactando profundamente a las formas de comportamiento, a las prácticas sociales y a los sentidos instituidos de toda la vida social. Plantear vías de acción y comunicación, crea otros lenguajes con organizadores de nuevos sentidos. El desarrollar nuevas prácticas sociales que lo viabilicen, dan las oportunidades de transformar la realidad, transformando los significados. La creación imaginaria e instituyente de nuevos sentidos, dan cuenta de la existencia de deseos que no se anudan al poder instituido. Se constituyen otras formas de uso del poder que permitan estructurar nuevas relaciones y por lo tanto, formas novedosas de tejido social que permite multiplicar los nuevos sentidos, creando nuevas formas de relación de poder. Promover otras utopías a partir de visibilizar otra estética que desordenen la estructura actual del poder, así como las formas de pensar las prácticas. Buscar des-disciplinar los cuerpos, deslegitimando sus instituciones, instituyendo nuevas realidades para construir una nueva sociedad con otros horizontes éticos y prácticas que produzcan empoderamientos. Estas otras prácticas

se pueden pensar a partir de la creación de los

colectivos comunitarios y las redes comunitarias. Estos colectivos tienen que tener un carácter plural donde se puedan expresar la diversidad de sus miembros. Diversidad en subjetividades así como en recursos personales. A partir de generar


acciones multidimensionales en la intervención, se gesta la posibilidad de interrelacionar los recursos así como las subjetividades de cada uno de los participantes. El pensar las dinámicas de las relaciones que se establecen en lo cotidiano es por donde surge el discernir los diferentes roles que van interactuando en un complemento desde el hacer, conformando equipos de trabajo por donde se asuman las tareas a llevar a cabo. Los aspectos de ir ampliando la red van produciendo dificultades en la retroalimentación, por lo cual se deben estructurar responsables móviles, dinámicos, evitando los enquistamientos burocráticos así como el desgaste del actuar. De esta manera es posible realizar una construcción colectiva con la interdependencia entre las redes que van generando movilidades autogestivas. El definir las formas participativas así como el compromiso es a partir de una dialéctica personal – grupal dentro de lo temporal de la acción concreta. Así la diversidad y las particularidades promueven divergencias y convergencias que visibilizan los nudos a constituirse en cada red social, aprendiendo a pensar y pensarse desde los puntos de tensión y negociación para la toma de decisiones en construcción de las nuevas realidades. Por esto el favorecer el intercambio de experiencias y generar prácticas cogestivas intensionadas, permite democratizar los conocimientos compartiendo los lugares del poder mediante el empoderamiento personal y comunitario. Desde estos aspectos es por donde la afectividad, así como las formas de filiación produce actos solidarios y nuevas subjetividades con bases axiológicas distintas al inicio de la intervención. Las políticas de prevención de las conductas suicidas, así como de otras conductas de riesgo psicosocial, hay que enfrentarlas desde las condiciones que las producen, siendo éstas los aspectos de las dinámicas propias del sistema social. La base de producción capitalista que promueve la desigualdad de condiciones humanas basada en la injusticia social y la creación del capital, no permite lograr los satisfactores mínimos para construir una mejor calidad de vida basada en el desarrollo de las potencialidades y condiciones de existencia de las personas. La oferta y la demanda, así como el bajar los costos de producción como forma de obtener mayores ganancias y competencias, marginan y hasta


excluyen la idea de salud ambiental y personal. Las comunidades así como las organizaciones, en este caso ASULAC, debemos generar una postura latininoamericana construida entre todos los actores que la integramos como forma de ofrecer una vía con prioridad en la vida, ante la actual que conlleva a la muerte de miles de personas de diferentes edades y condiciones sociales. Tenemos que generar una voz que sea escuchada por los diferentes gobiernos y que asuman su incapacidad hasta el momento de hacer frente a este flagelo. Las conductas suicidas generalizadas no se detendrán hasta que las condiciones sociales no cesen de producirlas. Por esto se proclama que en el estado actual de la sociedad, esta fracasó en salvaguardar las condiciones mínimas de existencia humana y por esto, debemos construir las nuevas formas desde el cual se construya nuevos lazos sociales en el entramado del tejido social de otro sistema humano.

“Sería una actitud muy ingenua esperar que las clases dominantes construyan una forma de educación que permita a las clases dominadas enfrenten las injusticias sociales de forma crítica…” (P. Freire)


BIBLIOGRAFIA Baro, M. (1983) Acción e Ideología. Psicología Social desde Centroamérica. San Salvador: UCA edit. Castoriadis C. (2007) La institución imaginaria de la sociedad – Argentina: Tusquets Deleuze G. (2002) Diferencia y Repetición. Argentina: Amorrortu Dorony, L. (2014). Simulación, Trabajo y Virtualidad. Congreso ASULAC Perú, Lima Freire, P. (1984). La importancia de leer y el proceso de liberación. México: Siglo XXI editores. ------“------- (1996). Cartas a Cristina. Reflexiones sobre mi vida y mi trabajo. México: Siglo XXI editores. Galtung, J. (2003). Violencia cultural. España: Gernika Gogoratuz Levinas E. (1993). Humanismo del otro hombre. España: Caparros Montero, M. (2003). Teoría y práctica de la psicología comunitaria: La tensión entre comunidad y sociedad México: Paidós ----------“------(2004) Introducción a la Psicología comunitaria, México: Paidós Pichon-Rivière, E. y PAMPLIEGA, A. (1985); Psicología de la vida cotidiana, Buenos Aires: Nueva Visión Revellato, J. (1989) Ética y práctica social, Montevideo, EPPAL


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.